EL LANDÓ DE SEIS CABALLOS - Víctor Ruiz Iriarte
EL LANDÓ DE SEIS CABALLOS - Víctor Ruiz Iriarte
EL LANDÓ DE SEIS CABALLOS - Víctor Ruiz Iriarte
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
14<br />
VÍCTOR RUIZ IRIARTE<br />
iS a b e l.—¿Dónde está Canalejas?<br />
ma r g a r i ta.—Ahí. Al lado de la Reina… Es un señor muy fino.<br />
iS a b e l.—¡Oh!<br />
ma r g a r i ta.—Si estarán chiflados, que se empeñan en que este sofá es un landó<br />
de seis caballos, ¡y se dan cada paseo!…<br />
ro S i ta.—¡Ah, vamos! Por eso el pobrecito de las patillas se quería ir a<br />
Aranjuez…<br />
iS a b e l.—(Miedosísima) Pero, ¿dónde estamos?<br />
ma r g a r i ta.—¡En Ávila! En la finca de Las Colinas, a dos kilómetros de la estación…<br />
Eso es todo lo que sé.<br />
iS a b e l.—¿Qué casa es esta?<br />
ma r g a r i ta.—¡No lo sé! Pero estoy deseando echarme a la cara al señor duque,<br />
para decirle cuatro frescas, y muy frescas.<br />
iS a b e l.—(Molestísima) ¡Ah! ¿Sí? ¿Y se puede saber con qué derecho va usted<br />
a decirle cuatro frescas al señor duque?<br />
roS i ta.—(Con desparpajo) Eso digo yo. ¿Quién es esta se ñora?<br />
(Margarita, con muchísima desenvoltura, se encara con las dos,<br />
mirándolas de arriba abajo)<br />
ma r g a r i ta.—¡Ay, qué ricas! Pero, ¿es que ustedes no saben que yo he recibido<br />
una carta del señor duque, invitándome a venir aquí esta noche?<br />
ro S i ta.—¡Otra!<br />
iS a b e l.—¡Ca! Esa carta la he recibido yo…<br />
ro S i ta.—(Muy nerviosa) ¡Y yo! ¡Y yo también!<br />
ma r g a r i ta.—¿Eh?<br />
iS a b e l.—Bueno. Pero en todo esto debe haber un error. Sí, aquí hay un error, estoy<br />
segura. (Sencillamente) Porque, naturalmente, no es posible que un hombre<br />
se enamore de tres mujeres a la vez…<br />
ma r g a r i ta.—¡Ah! ¿Luego usted cree que el duque se ha enamorado de usted?<br />
iS a b e l.—(Sonríe, se ruboriza) Lo sospecho. Yo no lo conozco; pero él a mí, sí.<br />
¿Comprende? Esta invitación misteriosa no puede tener otro motivo que el<br />
amor…<br />
ro S i ta.—Entonces, ¿por qué me invita a mí también?<br />
iS a b e l.—(Irritadísima) ¿Te quieres callar?<br />
ro S i ta.—(Casi llorando) ¡Ay! Pero, ¿es que una no tiene derecho a hablar? ¿Quieren<br />
ustedes que lea mi carta?<br />
iS a b e l.—(Con ímpetu) ¡No! ¡Tú, te callas!<br />
ro S i ta.—¡Y dale!<br />
Edición dE VÍcTOR GARcÍA RUiZ