CCBA - SERIE HISTORICA - 05 - 07.pdf - Biblioteca Enrique Bolaños
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JERÓNIMO PÉREZ 487<br />
improviso lo mismo que un gran número de los llamados<br />
insurgentes.<br />
Algunos escaparon en los montes como el valiente Robledo,<br />
que en las montañas de Boaco murió de alfombrilla, reteniendo<br />
entre sus brazos un esmeril con que se batió en las calles de<br />
Granada.<br />
En junio del mismo año los capturados fueron remitidos a<br />
Guatemala, en cuyas cárceles permanecieron cerca de dos años<br />
que duró el proceso, y resultaron condenados a muerte Cerda,<br />
don Juan y don Telésforo Argüello; y otros confinados a diversos<br />
puntos.<br />
Pero la sentencia no se ejecutó, respecto a los condenados<br />
al último suplicio, que fueron deportados a Cádiz, los cuales<br />
permanecieron en el Castillo de San Sebastián.<br />
Cerda, más fuerte y más hábil que su amigo y deudo don<br />
Juan Argüello, aprendió la zapatería, cuyo sueldo servía a los<br />
dos para satisfacer algunas necesidades. Así, estos amigos de la<br />
juventud, estos parientes, estos hombres compañeros de<br />
infortunio, víctimas por una misma causa, parecían tan<br />
identificados, que nada podría separarlos.<br />
Mas ¡necio aquél que se fía de los hijos de los hombres!...<br />
La familia de don José Telésforo le mandó una letra de 500<br />
pesos, que no cobró porque había muerto, la cual fue arreglada<br />
y girada después por la de Cerda que la cobró exclusivamente<br />
sin participar a don Juan que pretendió tener parte en ella.<br />
Este incidente sembró la cizaña en el corazón de Argüello,<br />
que alimentada después por la ambición, dio tan funestos frutos<br />
a ellos y al país mismo que libertaron de la esclavitud española.<br />
Por el año de 17 se les concedió el indulto, que Cerda<br />
admitió suplicando que se le permitiese informar al Gobierno de<br />
la conducta del Capitán General Bustamante desde que había<br />
entrado a gobernar a Guatemala, el 14 de marzo de 1811. Mas<br />
un Ministro hermano y pariente de éste quiso evitar el informe<br />
concentrando al preso, antes que libertarle, cuyo propósito<br />
supieron algunos amigos de Cerda y le facilitaron la fuga, en un<br />
buque que partía para Suecia, pues del momento no había otro<br />
que zarpase para otro país.<br />
Allá no pudo permanecer por la diferencia de idioma y de<br />
costumbres, y por la escasez del bolsillo, por lo cual no pudo<br />
menos que aprovecharse de una embarcación que se hizo a la<br />
vela para Cuba, aunque sin el debido salvoconducto para vivir<br />
en un país sujeto al dominio de España. En la Habana se dio a<br />
conocer con el nombre de Manuel Aguilar.<br />
Gobernando todavía en Guatemala el señor Bustamante y<br />
Carrascosa en Granada, Cerda se decidió a permanecer en<br />
Cuba, ganando el sustento con su trabajo. Primero se concentró<br />
de capataz en una finca; después cultivó con sus manos un