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La invasión de los hidrosimios

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Librodot <strong>La</strong> <strong>invasión</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>hidrosimios</strong> R. L. Stine<br />

-Creo que estamos unidos a él.<br />

-Bueno, <strong>de</strong> ahora en a<strong>de</strong>lante se quedará en su acuario -dijo Scott con firmeza-. Y<br />

tenemos que buscar enseguida una tapa.<br />

Glen buscó en su bolsillo y sacó a Mac.<br />

-¿Qué le ha pasado? -exclamó Glen-. ¡Está horroroso!<br />

Realmente lo estaba. Estaba encogido y total-mente arrugado... como una ciruela seca.<br />

Había disminuido hasta tener el tamaño <strong>de</strong> un pequeño bichejo.<br />

Scott lo miró a la cara. Tenía <strong>los</strong> ojos hundidos. Y sus labios estaban cuarteados y tan<br />

encorvados que se le juntaban la mandíbula <strong>de</strong> arriba y la <strong>de</strong> abajo. Parecía una esponja seca<br />

con diminutos colmil<strong>los</strong>.<br />

Su pequeño pecho se movía arriba y abajo. Es-taba ja<strong>de</strong>ando. Buscaba aire. Scott sintió<br />

pena por él. Se lo quitó a Glen y lo sumergió con <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za en el acuario.<br />

En el momento en que Mac entró en el agua, sucedió.<br />

Mac empezó a cambiar.<br />

A convertirse en algo que ni siquiera <strong>los</strong> chicos que vivían en Fear Street podían<br />

imaginar.<br />

-¡Nooo! -gritó Glen.<br />

Scott casi <strong>de</strong>rribó el acuario cuando saltó hacia atrás.<br />

-No pue<strong>de</strong> ser! -dijo.<br />

Mac se estaba transformando.<br />

Estaba volviéndose más oscuro. Su pelo crecía; cada vez era más espeso y más largo.<br />

Los brazos empezaron a inflarse y a fortalecerse. También sus patas palpitaban mientras<br />

crecían.<br />

Incluso las alitas que tenía en la espalda se ensancharon. Cada vez se parecían más a las<br />

alas <strong>de</strong> <strong>los</strong> monos <strong>de</strong> El Mago <strong>de</strong> Oz.<br />

Cuando Mac <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> crecer, era más gran<strong>de</strong> que una ardilla. Mucho más gran<strong>de</strong>. Ahora<br />

tenía el tamaño <strong>de</strong> un conejo.<br />

-¿Qué pasará si sigue creciendo? –preguntó Glen-. ¿Y si crece tanto como un mono <strong>de</strong><br />

ver-dad? ¿O como un gorila?<br />

- No pasará nada parecido -dijo Scott, tratando <strong>de</strong> convencerse a sí mismo tanto como a<br />

Glen-. Pero déjame <strong>de</strong>cirte algo. No quiero tenerlo moviéndose a sus anchas por mi<br />

habitación.<br />

- No te culpo -replicó Glen.<br />

Scott tomó un gran diccionario <strong>de</strong> la estantería y lo puso encima <strong>de</strong>l acuario. Lo <strong>de</strong>slizó<br />

un poco, <strong>de</strong>jando una ranura para que entrara el aire.<br />

- Esto le impedirá salir -dijo.<br />

-¡Oh, oh! -dijo Glen.<br />

- ¿Qué? -Scott lanzó una temerosa mirada a Mac.<br />

- ¡Mira qué hora es! -dijo Glen-. Si no me voy a casa enseguida, mi madre me matará. -<br />

Se dirigió hacia la puerta.<br />

Scott lo siguió escaleras abajo. Al llegar al vestíbulo, vieron a Kelly. Se contoneaba por<br />

el salón con un vestido rosa como si fuera una mo<strong>de</strong>lo o algo parecido.<br />

-Mi madre le está haciendo un vestido para ese estúpido baile <strong>de</strong> la escuela al que va a ir<br />

-susurró Scott a Glen.<br />

Su madre no había hablado <strong>de</strong> otra cosa últimamente. El primer baile <strong>de</strong> Kelly. El<br />

primer baile <strong>de</strong> Kelly. Su madre siempre armaba mucho barullo con el primer cualquier cosa.<br />

Como con su primera carrera en el béisbol. "Pero aquella vez estuvo justificado", pensó Scott.<br />

"Aquello sí fue importante."<br />

-Como si alguien fuera a bailar con ella -dijo Glen, interrumpiendo sus pensamientos.<br />

- Sí, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego.<br />

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