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Scherzo. Núm. 62

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-Mahtor en Madrid:<br />

MÚSICA Y V 1<br />

Entrevista:<br />

Encuentros:<br />

MIDORI<br />

i<br />

fila<br />

"JL-L .<br />

l.J X_JL.l_<br />

Lm 'Vi.<br />

ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />

CINCUENTA AÑOS


U./7A l;"" :; í ;<br />

Pablo Sorazábal<br />

DON MANOLITO<br />

RECIO<br />

LOS GAVILANES<br />

LAS DE CAÍN<br />

7*74282^<br />

ZARZUELA<br />

BLACK. EL PAYASO<br />

EJVII Odeon, S. A. / Torrelaguna, 64 / 28O43 Madrid


Edita<br />

SCHERZO EDrrORlAL SA<br />

OMarqués de Mondéiar, II - Z°<br />

28028-Madnd<br />

Faxpi)Í56 18 64<br />

Presídeme de honor<br />

Gerardo Queipo de Llano<br />

José Marfa Queipo de Llano<br />

Director<br />

Amonio Moral<br />

Javier AJfaya<br />

Redactor Je/e<br />

Ennque Martínez Miura<br />

£dfci6Yi y moqueta:<br />

ArariUa Quintanilla<br />

Consejo de fiedacctán<br />

|avier Alfaya, Roberto Andrade Malde. Domingo del<br />

Campo Cartel, Santiago Martín Bermúdez. Antonio<br />

Moral, josé Luis Pérez de Arteaga, Arturo Reverter.<br />

|osé Luis TéHez.<br />

Secciones:<br />

Redacción en Bortdonc; Albert Vilardell. Redocoón en<br />

Voferoo: Blas Corles. Actualidad |avier Alfaya y |o¿quln<br />

Martin de Sagarmlnaei Discos. Ennque Pérez Adnán.<br />

Alta fidelidad: Alfredo Orozco. Jazz Ebbe Traberg.<br />

Músico contemporánea: Manel Rodeiro. Educación<br />

rnuscof Víctor Riego Danza' jesús Castañar.<br />

Colaboran en este número.<br />

Javier Alfaya. Roger Alier, Julio Andrade Malde. Roberto<br />

Andrade Malde, Joaquín Ajnau Amo, Alfredo Brotó^<br />

Muñol. Francisco Bueno Came|o, Santiago<br />

Bueno Salinas, Ennque Caballera, Luií Femando Carvajal<br />

Blazquez, Eduardo Casanueva Pedraja. Aldo Ceccato.<br />

Blas Cortés. Pedro Elias. Antonro Femández-Gd.<br />

Femando Fraga, Rafael Frühtjeck, Florentino Gracia<br />

Utnllas, Leopoldo Montaron, Clara Janes, José Antonio<br />

Lacárcel, Henry-Louis de La Grange. Antonio<br />

Lasierra, Kertneth Loveland. Nadir Madriles, Tomás<br />

Marco. Santiago Martín Bermúdez. Joaquin Martín de<br />

Sagarrnínaga, Ennque Martínez Miura, Blas Matarnoro.<br />

Ennque Moya. Antonio Navarro, Vidal Peña. Ennque<br />

Pérez Adrián, José Luis Pérez de Arteaga. Arturo<br />

Reverter. Manel Rodeiro, Antoni Ros Marbá. CaHos<br />

Ruiz Silva. Jeffrey C Smitti, Los Sobnnos del Capean<br />

Granl, Luis Suüén, Ebbe Traberg, José Luis Vidal.<br />

Albert Vllaidell. Walter Weller, Rafeel Yáfiez Pérez.<br />

Cooidtna e¡ Dosier de este número:<br />

José Luis Pérez de Arteaga<br />

Diserto de portada<br />

Arquetipo<br />

foto de portada<br />

Femando Suárez P.<br />

Cristóbal Andújar (Contabilidad), Cristina Millet<br />

(Administración). Olga Andú)ar (Secretaria).<br />

Publicidad.<br />

Doble Espacio<br />

General Yagüe, 10 - 28020-Madnd<br />

Teléfs. (91)555 67 67 Fax (91)556 13 07<br />

Impnme: GRÁFICAS AGA<br />

Teléfs. (91)30)84 10-304 73 09<br />

Fotocomposiaón LUMIMAR. SA<br />

Albasaaz, 48-50 - 28037-Madnd.<br />

Telíf. (91) 304 30 01 - Fa> (91) 304 95 48<br />

Depásiio legal: M-41822-1985<br />

ISSN-0213^802<br />

SCHEFI2O es una publicación de carácter plural y no<br />

pertenece ni está adscrita a ningún organismo público<br />

ni pnvido. La dirección respeta la libertad de expresión<br />

de sus colaboradores. Los teiítos firmados son de<br />

exclusiva responsabilidad de los filmantes, no siendo<br />

por tanto opinión oficial de la revista.<br />

PRECIO SUSCRIPCIÓN EN ESPAÑA. 4.500 FTAS<br />

PRECIO SUSCRIPCIÓN EN EL EXTRANJERO'<br />

EUROPA Via terrestre 1 6.000 Ptas.<br />

Avión: 8.000 Ptas.<br />

AMERICA. Vía marítima. 7.000 Ptas<br />

Avión: 14.000 Pías<br />

NOTA: Los envíos por certificado tendrán un recargo<br />

da i .000 Pías/año sotxe el precio de la suscripción.<br />

FRANCIA' 30 FF, ITALIA: B.000 L.<br />

PORTUGAL' 700 Esc. USA. 7$.<br />

Año VIH - n. D <strong>62</strong> - Marzo 1992 - 500 ptas.<br />

OPINIÓN 4<br />

TRIBUNA UBRE:<br />

- Por el templo de¡ oído, Gara Jones 7<br />

ACTUALIDAD 8<br />

ENTREVISTA:<br />

- Mischa Maisrcy, el vitalista modesto, José Luis Pérez de Arteago 47<br />

ACTUALIDAD DISCOGRAFICA SI<br />

REFERENCIAS:<br />

- Batallón de Carmencitas. Blas Matomoro 54<br />

DISCOS 58<br />

LÁSER DISC 86<br />

ESTUDIOS DISCOGRAFICOS: 88<br />

LA GUIA 113<br />

DOSIER: Orquesta Nacionai, cincuenta años I 15<br />

- ONE: pasado, presente y futuro, Tomás Marco I 16<br />

- Ataúlfo Argenta: doce años decisivos, Antonio Femández-Gd I 18<br />

- Mis años con la Nacional, Rofael Frühbeck de Burgos 122<br />

- La etapa de Rafael Frühbeck de Burgos, Leopoldo Hontañón 124<br />

- Una titularidad y una transición, Arturo Reverter 128<br />

- Hacia el fin de la larga marcha, Luis Suñén 132<br />

- Testimonios 136<br />

MÚSICA CONTEMPORÁNEA:<br />

- Música y escena, Manel Rodeiro 140<br />

ENCUENTROS:<br />

- Midori: La mariposa prodigiosa, José Luis Pérez de Arteaga 143<br />

OPERA DEL SIGLO XX;<br />

- Riderstothe sea de Ralph Vaughan Williams, Santiago Martín bermúdez 147<br />

MAHLER EN MADRID:<br />

- Música y vida, Henry-Louis de La Grange 150<br />

ALTA FIDELIDAD:<br />

- Spendor, ¿también sobre la alfombra?, Eduardo Casanueva Pedraja 156<br />

- Soluciones inteligentes, Enrique Caballero 157<br />

JAZZ:<br />

- Episodios, Ebbe Troberg 160<br />

EFEMÉRIDES. Luis Femando Carvajal ülózquez 1<strong>62</strong><br />

SCHERZO 3


OPINIÓN<br />

Audios, vídeos, libertades<br />

Siempre hubo lugar en Televisión Española,<br />

aunque a veces precario, para programas<br />

culturales. Quedan muy atrás los tiempos<br />

en que en Prado del Re/ se atrevían a<br />

producir una pieza teatral de Harold Pinter<br />

o Samuel Beckett, en que acometían la adaptación<br />

en forma de serial de una novela de Henry James o<br />

Dostoievski. Los aficionados a la música se<br />

conformaban con la errática programación de<br />

productos enlatados que procedían del exterior,<br />

cuya calidad artística a menudo estaba garantizada.<br />

Se sometían, cuando el Ente ponía casi a traición,<br />

una imprevista noche de agosto, una estupenda<br />

Vuelta de tuerca (la de Britten, no la de Henry<br />

James). Ahora todo eso está a punto de concluir<br />

ante la falta de recursos del Ente. Nos queda el<br />

consuelo de saber que es en virtud del<br />

debilitamiento del oprobioso monopolio estatal de<br />

la imagen televisada, en aras de la libertad de<br />

empresa y de la otra, más importante, la de<br />

expresión. La libertad de expresión de las<br />

televisiones autonómicas, que tanto ha hecho por el<br />

empleo de unos cuantos adeptos en cada<br />

Comunidad con canal (para desesperación de<br />

adeptos sin canal). La libertad de expresión de los<br />

que mantienen cadenas de profunda preocupación<br />

por esa libertad y esa expresión, como Telecinco y<br />

Antena 3. Ya lo saben los melómanos (la cosa<br />

puede extenderse a otras artes de carácter<br />

escénico), si TVE les mantiene ayunos de óperas<br />

dignas, si se dejan huir sin grabar acontecimientos<br />

como el estreno de La dueña, remediado en el<br />

último momento, si los conciertos producidos en<br />

nuestro país tienen prácticamente vetadas las<br />

cámaras, ello es debido a que la libertad de<br />

expresión y de antena, sagradas como toda libertad,<br />

ha dejado sin recursos al Ente, justo cuando se<br />

disponía a librar la batalla cultural más importante<br />

de su histona. De manera que no ha habido más<br />

remedio que convertirse en feroces concurrentes<br />

del enemigo. Los directos de TVE hacen continuo<br />

zapping en sus despachos, contemplando<br />

indignados las argucias de Beriusconi y copiándolas<br />

a continuación. Teatro, música, ballet, buen cine:<br />

¡por favor, de qué nos están ustedes hablando, eso<br />

no produce ni una peseta de publicidad!<br />

Casi al mismo tiempo que se imponen restricciones<br />

en el Ente Público, se produce en nuestro país un<br />

auge de las reivindicaciones laborales por derechos<br />

4SCHERZO<br />

de antena y, sobre todo, de imagen. Se da así el<br />

caso de que filmar y televisar un vídeo grabado en<br />

La Zarzuela puede serían costoso que su<br />

producción se hubiera hecho difícil en los buenos<br />

tiempos, pero que es imposible en los actuales: hay<br />

que pagar hasta a los electricistas por participación<br />

en las imágenes cuyos derechos posee casi todo el<br />

mundo, con excepción del propio teatro que<br />

produce y gestiona las óperas de allí se dan. Peor<br />

aún es el caso de la Orquesta Nacional. Si en La<br />

Zarzuela se hacen al menos vídeos privados de<br />

cada producción, los músicos de la ONE han<br />

impedido celosamente que tamaña práctica se<br />

pusiera en funcionamiento sin previo pago. Los<br />

responsables no han reaccionado; se han aguantado<br />

como si fuera un derecho, no vayan a poner en<br />

peligro sus precarias carreras políticas. Con las<br />

pautas actuales en las televisiones, las producciones<br />

de tan significativos e importantes centros de<br />

producción musical de nuestro país permanecerán<br />

siempre encerrados entre las paredes donde se dé<br />

el acontecimiento.<br />

Mas para los melómanos hay algo muy doloroso en<br />

todo este proceso de redistribución de recursos<br />

hacia la televisión basura. Es el hundimiento de la<br />

programación de Radio Dos Clásica, emisora que<br />

los directivos de Radio Nacional de España están<br />

dejando morir. Siempre ha habido asechanzas en su<br />

contra. Recuerden un reciente director de Radio<br />

Nacional de España que pretendió incluir, en<br />

directo, los finales de las vueltas ciclistas más<br />

importantes, a fin de darle agilidad popular a tan<br />

elitista emisora. Pues bien, ha corrido la voz en eso<br />

del elitismo y se han recortado los magros<br />

presupuestos, aduciéndose que el coste de Radio<br />

Dos Clásica se asume mediante subvención que<br />

pagan todos los españoles. Pobres españoles,<br />

obligados a pagar la inutilidad de Radio Dos Clásica,<br />

que sólo oyen unos cuantos. ¿Será la única cosa<br />

inútil que pagan los ciudadanos del reino? No<br />

contentos con invitarla a morir, con dejar de<br />

comprar el chocolate del loro, le han recortado la<br />

palabra. Si TVE le hace la competencia a Beriusconi,<br />

RNE pretende hacérsela ahora al hilo musical. Vieja<br />

tentación, todo hay que decirio, que las actuales<br />

circunstancias permiten establecer sin pudor<br />

van a escuchar ustedes la Quinta de Beethoven;<br />

acaban de escuchar ustedes la Quinta de<br />

Beethoven, ¡Hermoso panorama audiovisual!


Leonard Bernstein<br />

BRÜCKNER SYMPHONIE NO.9<br />

SIBEUUS -SYMPHONIE NQ1<br />

Wiener Philhannoniker - Lfonard Bernstein WENER PH LHARMON KER- LEONAÍD 8ERNS1BH<br />

CD IPTDTDI Í35 350-2 EE]<br />

FIRST RELÉASE OF<br />

THE LIVE RECORDING<br />

OF THE LEGENDARY<br />

1979 BERLÍN PERFORMANCE<br />

LEONARD BERNSTEIN<br />

BERLÍN PHILHARMONIC<br />

2 CD FOTPTDI 435 378-2 Í5IHH


OPINIÓN<br />

EN Mí MENOR<br />

Mahler<br />

V<br />

uelve Mahler a Madrid, en<br />

triunfo esta vez, lejano el tiempo<br />

en que la programación de<br />

todas las Sinfonías del compositor en el<br />

ciclo de abono de la ONE contribuyó<br />

decisivamente a la defenestración del<br />

entonces comisario general de la música<br />

Federico Sopeña No sin gracia comentaba<br />

el inolvidable monseñor que los<br />

abonados a los viernes del Real temían<br />

para el año siguiente un codo ñruckner<br />

cuando, en realidad, él tenia pensado<br />

hacerles hincar el diente por fuerza o de<br />

grado a los susodichos en la Segunda Escuela<br />

de Viena.<br />

Pero Mahler es algo más que su música<br />

o, mejor, en su música hay mucho<br />

más de lo que las notas dicen. Mahler es<br />

un mundo tan cerrado en sí mismo que<br />

nos abre toda la perspectiva fascinante<br />

de una cultura en crisis, resistiendo no<br />

ya el paso del tiempo sino la trivialización<br />

que acecha a todo lo que se transforma<br />

-a pesar de sf mismo- en moda.<br />

Y nos recuerda la convulsión que acompaña<br />

siempre al cambio de siglo -aun<br />

por debajo de la postmodemidad conformista-,<br />

como si en el hombre las cifras<br />

tuvieran un cierto sentido mágico,<br />

capaz de convertir su sucesión en un rito<br />

de paso colectivo para una humanidad<br />

que nunca se ha encontrado del todo,<br />

que no ha sabido reconocerse ella<br />

en el espejo de la historia<br />

La vuelta a Mahler sin motivo aparente<br />

bien pudiera ser el deseo por indagar<br />

en una actitud que contiene a la música,<br />

sí, pero que también se contiene en ella.<br />

Lo sublime y lo vulgar, el guiño cómplice<br />

desde una cultura que se asume en su final.<br />

(Qué hubiera sido de un Mahler<br />

contemporáneo de Schoenberg, Webem<br />

o Berg, de un maestro admirado<br />

probablemente convertido en discípulo<br />

de quienes fueron más allá que él? ¿Del<br />

enterrador de una cultura frente a los<br />

restos del naufragio al que se sumó con<br />

una lucidez extrema? Alguna de esas<br />

preguntas se contestan escuchando la<br />

«versión ejecutable» que de los esbozos<br />

de la Décima Sinfonía hiciera el musicólogo<br />

inglés Deryck Cooke. Su no audición<br />

en el espléndido ciclo Mahler madrileño<br />

convierte la confrontación con<br />

tan apasionante intento en obligado encuentro<br />

íntimo, en solitaria conversación<br />

con lo que pudo ser, con lo que no<br />

siendo plenamente abre aún más ciertas<br />

preguntas mientras responde otras. Porque<br />

Mahler no fue sólo un intelectual<br />

comprometido consigo mismo, sino el<br />

arquetipo de un tiempo de contradicción<br />

en el que todavía vivimos.<br />

CÍSCHERZO<br />

LUÍS Suñén<br />

a DISPARATE MUSICAL<br />

Faro, luz y guía<br />

A demás<br />

dos huevos duros. ¡Mee,<br />

Mee!... mmm en lugar de dos pon<br />

tres. Esto, que parece -es- el camarote<br />

de Una Noche en la Opero, de los<br />

hermanos Marx, podría muy bien haber sido<br />

el leitmotiv de la nueva edición del<br />

Concierto-Gala de Reyes, organizado, dingido,<br />

presentado y animado por el ubicuo<br />

Plácido Domingo. Sólo faltaron los Coros<br />

y Danzas de la Sección Femenina para<br />

que aquello pareciera la demostración sindical.<br />

En el número final, Alicia de Larrocha<br />

y Nicanor Zabaleta. estupefactos, tenían<br />

cara de preguntarse qué demonios<br />

hacían ellos allí, si ya habían terminado de<br />

tocar, mientras entraba el Coro de la Politécnica<br />

con banderas y trajes regionales y<br />

el inagotable Plácido se afanaba en esfuerzos<br />

tan denodados como vanos por hacer<br />

cantar el Amigos, siempre amigos a un público<br />

que, por mas que el tenor-directorasesor-presentador-animador<br />

se empeñe,<br />

no se la sabe.<br />

Antes, había habido música (alguna espléndida,<br />

especialmente a cargo de la pianista<br />

catalana) y. sobre todo, había habido<br />

movimiento. O sea, escena, lo que se dice<br />

escena, no. pero movimiento, tela. Bueno,<br />

ahora que lo pienso, movimiento, lo que se<br />

dice movimiento, tampoco. En realidad, lo<br />

que hubo fue metisaca. Metisaca piano, metisoco<br />

arpa. Y sobre todo unas buenas dosis<br />

de entnsale. Entrisa/e Plácido, entnsale Carreras,<br />

entusóte Larrocha. Mayormente, yo<br />

diría que hubo proporciones casi equivalentes<br />

de música, metisaca y enlósale, con el<br />

añadido final citado anteriormente. Los<br />

asistentes al concurrido camarote (a doce<br />

mil del ala la mas cara y seis mil la más barata)<br />

presenciaron el concierto mas prolongado<br />

que uno recuerda en bastante tiempo<br />

(oratorios aparte), y yo me preguntaba si<br />

en algún momento alguien no saldria diciendo<br />

aquello de Cese ya el alambor, que<br />

están mis nobles consodos de redobles, y yo<br />

ahilo, de tonto parchear y tonto pito, pero se<br />

ve que a esos precios estaban por el todos<br />

queremos mds. Allí, por salir, no faltaba más<br />

que B Fon cantando lo de Ay Tona que llevas<br />

botines y no vas descalzo.<br />

A todas estas, los amantes de los goles<br />

de televisión echando las muelas, ponqué<br />

la cosa se retrasaba. Claro que, para compensar,<br />

al día siguiente, los del Ente cortaron<br />

el concierto que retransmitían desde<br />

Asturias (Spivakov) y dejaron a presentador<br />

y audiencia con varios palmos de nances.<br />

El pobre locutor de la radio se quedó<br />

literalmente posmoo. Como verán, el año<br />

no podía empezar mejor para el futuro de<br />

esta sección. Y como parece que está feo<br />

que Don Plácido se quede solo entre los<br />

maestros del arte canoro que organizan<br />

algún show de vez en cuando, previamente<br />

había acudido en su auxilio la admirable<br />

cantante Teresa Berganza, conocida en algunos<br />

círculos operísticos por el sobrenombre<br />

-Cancela- que, colocado a modo<br />

de apellido, hace referencia al suspense<br />

que rodea sus presentaciones en público.<br />

La gran cantante madrileña se marcó tal<br />

que la versión moderna del sermón de la<br />

montaña sobre el bicentenario de Mozart<br />

en el ABC Cultural del 6 de diciembre. Teresa<br />

Berganza -Cancela- llega a (a asombrosa<br />

conclusión de que ella es la única<br />

que en el universo entiende, ha entendido<br />

y entenderá a Mozart. Desde Robbins<br />

Landon hasta el pobre y sufrido público (y<br />

yo creyendo que éste era el supuesto<br />

destinatario de sus interpretaciones, si seré<br />

ingenuo), pasando, claro está, por los<br />

críticos, esa subespecie de retrasados<br />

mentales, nadie tiene puñetera idea de lo<br />

que el compositor de Saízburgo significa y<br />

mucho menos de cómo acercarse a su<br />

música, porque es que, en fin, hay que estar<br />

en la berganzina atalaya de perfección<br />

para poder asimilar estas cosas y eso, oigan,<br />

ni con colegio de pago, se lo digo yo.<br />

Afirmaciones jesucrlsticas de presunta redentora<br />

como el Perdónalos, porque no soben<br />

lo que hacen, son tan sólo perlas de un<br />

artículo que uno no sabe si es más hilarante<br />

que triste, teniendo en cuenta que desaprovecha<br />

la oportunidad de dar en el auténtico<br />

clavo de la excesiva comercialización<br />

del año Mozart (en lo que le asiste<br />

buena parte de razón). Mozart parece poco<br />

menos que su propiedad privada con<br />

lo que igual resulta que tenemos que pagar<br />

derechos. Lo peor del asunto es que la<br />

magnífica cantante, que desde luego no ha<br />

perdido la voz, pero sí parece haber perdido<br />

el norte, le ha debido encontrar gustimnln<br />

a esto del papel de martillo de herejes<br />

y amenaza con convertirse asimismo en la<br />

salvadora de Rossini en el año que acaba<br />

de comenzar, con lo que es de esperar<br />

otra muestra más de prepotencia por parte<br />

de quien también despreciara tiempo ha<br />

a Karajan o Sorti, dos pobres desgraciados<br />

que aprendieron música en fascículos coleccionables<br />

y que, supongo, deben ser<br />

también genuinos ejemplares del pobre<br />

hombre-moso de este fin de siglo (sic). en la<br />

peculiar clasificación de Doña Teresa que<br />

aplica aquello de nosotros somos tos buenos,<br />

nosotros, ni más ni menos. Acudamos, pues,<br />

a Teresa Berganza -Cancela-, faro, luz y<br />

guía de todos nosotros, los pobres de este<br />

mundo, porque ella nos iluminará (si es<br />

que no cancela). Claro que antes habrá<br />

que hacer propósito de enmienda.<br />

Rafael Ortega Basagoiti


TRiBUNA LIBRE<br />

Por el templo del oído<br />

•• • uién no ha visto una figurilla de Shiva, el dios iné<br />

\ J dio de ia danza, cercado del nimbo que represen-<br />

^ ta la rueda del cosmos en constante movimiento?<br />

En su mano derecha lleva un tambor, símbolo de la palabra<br />

cósmica, origen de toda manifestación; en la izquierda el luego:<br />

la destrucción de lo que alcanza a ser. De sus otras dos<br />

manos, una conforta, la otra indica el camino de la salvación.<br />

Mientras, el dios baila sobre el enano dei materialismo o el<br />

olvido.<br />

Inmóviles en el bronce, esas figurillas son movimiento puro,<br />

tienen un dinamismo que nos hace pensar en la incesante<br />

danza de los electrones y partículas subatómicas, en la vibración<br />

primordial origen de la materia (Servier) y en aquella<br />

afirmación de Octavio Paz al comentar las correspondencias<br />

de Baudelaire: «todo es ritmo».<br />

Todo es ritmo y todo es mousiké (concepto platónico<br />

que quiere decir armonía, proporción), por ello, decía Walter<br />

Pater, «todas las artes tienden a la música», por ello todo<br />

está en todo y puede ser cifra del todo. De ahí, por un lado,<br />

el carácter sacro de este arte en su origen, y también que él<br />

mismo, en sus elementos, simbolice y represente. Asi, sus<br />

siete notas, según la tradición india clásica, equivalen a siete<br />

dioses, un arco iris melódico que penetra en nosotros por el<br />

templo del oído.<br />

La primera nota, Shadaj (Sa), está regida por Agni (el fuego),<br />

la fuente de energía y posterior movimiento; ta segunda,<br />

Rishba (Re), da forma a la energía, constituyéndola en vida y<br />

equivale a Brahma (el creador); la tercera, Gandar (Ga), representa<br />

a Saraswati, la que bendice a la humanidad con el<br />

don de las Bellas Artes; la cuarta nota es Madhyan (Ma) y está<br />

regida por Siva: la quinta, Pancham (Pa), por Vishnú, dios<br />

con poder de preservar la vida en la tierra: la sexta, Dhaivat<br />

(Dha), por Ganapathi. dios de la sabiduría, y la séptima, Nishad<br />

(Ne). representa al Dios Sol, símbolo de Prakasha (la divina<br />

luz).<br />

Estas siete notas, llamadas Saptak (octava), equivalen a las<br />

siete estrellas que conducen a la redención (Nirvana). Junto<br />

a ellas, en la música india, existen veintidós microtonos llamados<br />

Surutis: son lo que no se ve. lo subyacente, al igual<br />

que el Saptak es la consistencia del mundo exterior.<br />

Todo lo engloba, pues, la música, de todo es cifra y, a pesar<br />

de su mvisibilidad, su penetración en el espíritu es inapelable.<br />

De aht su poder extraordinario, próximo al de la magia,<br />

que ya las sirenas y Orfeo conocían y que, pese a la evolución<br />

actual del mundo, no ha dejado de manifestarse.<br />

Sucede asi, acaso, porque el dios Shiva, el ritmo cósmico, sigue<br />

danzando incesante, con la protopalabra en una mano y<br />

el fuego en otra, sobre el enano del materialismo y del olvido.<br />

Gara Janes<br />

OPINIÓN<br />

SCHÉRZO 7


ACTUALIDAD<br />

S<br />

on frecuentes las visitas del<br />

director 1 suizo Charles Dutoit<br />

a España con su Orquesta<br />

Sinfónica de Montreal, a la<br />

que ha hecho ascender a una envidiable<br />

altura. Ahora el músico<br />

suizo acude a Madrid con una de<br />

las mejores orquestas, la Philharmonia<br />

londinense, y con un programa<br />

poco habitual en este maestro,<br />

más conocido por sus intepretaciones<br />

de los modernos<br />

franceses y rusos. Dentro del ciclo<br />

Orquestas del Mundo de Ibermúsíca,<br />

Dutoit dirigirá un programa<br />

que incluye la Sinfonía n° 39 en mi<br />

bemol mayor (K. 543) de Mozart y<br />

la Sinfonía n° I en do menor, Op.<br />

60 de Brahms. Una ocasión excelente,<br />

pues, para comprobar la<br />

capacidad del suizo, discípulo de otro<br />

gran suizo, Ernest Ansermet, para habérselas<br />

con un repertorio para él in-<br />

C<br />

on la quietud con que tejía Penélope,<br />

la incansable Staatsoper<br />

de Viena sigue desgranando, uno<br />

tras otro y así hasta cien, los más variados<br />

títulos líricos. Cada día una ópera,<br />

casi como si de un juego se tratara,<br />

con una oferta media impresionante,<br />

incluso este año en que ya van advirtiéndose<br />

las huellas de la dilatada crisis<br />

financiera del ente que dirige el barítono<br />

Eberhard Wachter,<br />

Una prueba para<br />

Charles Dutoit<br />

Si tomamos casi al azar el mes de<br />

marzo y aislamos media semana larga<br />

podrá comprobarse cómo en tan ínfimo<br />

plazo temporal es posible oír otras<br />

tantas óperas de estéticas marcadamente<br />

diversas. Y en matena de cantantes,<br />

directores y registas no están<br />

reñidas en semejante oferta cantidad y<br />

calidad. Día 18: Khovantschma. Un título<br />

imprescindible de Mussorgsky. que<br />

en principio debía haber dirigido el<br />

ahora ex-director artístico Claudio Abbado,<br />

con un reparto vocal importante,<br />

encabezado por Ghiaurov y Atlantov.<br />

Día 19: la soprano Cheryl Studer será<br />

la bella luminaria de un Rapto en el Serrallo<br />

mozartiano con dirección musical<br />

de Bruno Weil, a quien, como excepción,<br />

no hay más remedio que tildar de<br />

medianía. Día 20: el director y musicólogo<br />

Marcello Panm dirigirá un titulo<br />

entrañable del repertorio más tradicio-<br />

#SCHERZO<br />

Charíes Datan FOTO: PAUL HUF<br />

frecuente -al menos por estos pagos-.<br />

Auditorio Nacional, Sala Sinfónica, sábado<br />

7 de marzo, a las 22.30 horas<br />

Bondades vienesas<br />

Cheryi Sluder<br />

nal. L'Ehsir d'amore de Donízetti. con<br />

dos figuras míticas reunidas bajo un<br />

mismo techo, el barítono Rolando Panerai,<br />

aquí en el cometido en Dulcamara,<br />

y el tenor Luciano Pavarotti, Nemorino<br />

de vocalidad ideal para el escenario<br />

de la Staatsoper, de tamaño y<br />

acústica tan perfectas que parece como<br />

si almidonara las voces. Pongamos,<br />

finalmente, adecuado remate a nuestra<br />

Gerd Albrecht<br />

a Praga<br />

Poco ha durado la titularidad de Jirí<br />

Belohlávek en la gloriosa Orquesta<br />

Filarmónica Checa. Belohlávek<br />

sustituyó hace años al gran Václav Neumann,<br />

que e|erció la titularidad del conjunto<br />

desde 1968. sustituyendo a otro<br />

no menos grande, Karel Ancerl, que<br />

abandonó su país después de que fuera<br />

invadido por los carros de combate del<br />

desaparecido Pacto de Varsovia. Ahora<br />

la Orquesta Filarmónica Checa tendrá<br />

como director principal a Gerd Albrecht,<br />

el excelente maestro alemán, un músico<br />

de carrera escasamente espectacular pero<br />

de reconocida solvencia, que en los<br />

últimos años se ha hecho notar por el<br />

cuidado con el que se ha dedicado a dar<br />

a conocer a compositores cuya obra ha<br />

sido relegada injustamente al olvido. De<br />

este modo Albnecht ocupa el lugar que<br />

han llevado a extraordinarias alturas<br />

maestros como Václav Talich, Karel Sejna,<br />

Kubelik Ancerl o Neumann.<br />

FOTO: SCHAFFLER<br />

selección reseñando el día 21 Der Rosenkavalier,<br />

la ópera vienesa por antonomasia,<br />

dirigida musicalmente por Leopold<br />

Hager. con escenografía de Otto<br />

Schenk, y que hasta ayer mismo ha<br />

contado en este escenario con una de<br />

las escenografías más veteranas de toda<br />

la historia del teatro cantado. ¡La<br />

misma que firmaron el día de su estreno<br />

en 1911 Roller y Reinhardt!


Destie el pasado 30 de octubre<br />

hasta después de<br />

Semana Santa se está celebrando<br />

en la Catedral de León<br />

la ambiciosa exposición Los Edades<br />

del Hombre, prorrogable hasta<br />

junio a causa de la ingente cantidad<br />

de público que hasta ahora<br />

se ha acercado a ella. Organizada<br />

por las diócesis de Castilla y León,<br />

con un presupuesto superior<br />

a los 100 millones de pesetas,<br />

posible gradas a las juntas respectivas<br />

y a la ayuda de la Caja de<br />

Ahorros de Salamanca y Soria, la<br />

exposición se despliega a lo largo<br />

de tres fases, Integramente dedicada<br />

a la música la tercera de<br />

ellas.<br />

A lo largo de diez capítulos,<br />

que llevan los descriptivos títulos<br />

de Los esferas de cristal, El aire y<br />

tos pájaros, Escribir sonidos, Lo alabanza<br />

de/ mundo a todos horas, El<br />

discanto: cada uno con su voz. La<br />

alegría de la materia, La celebración<br />

barroca, La músico callada y<br />

El jardín de la música, la exposición<br />

quiere ser un reflejo fel de<br />

la cosmología del artista, o mejor,<br />

del hombre, en un momento<br />

concreto de su historia. Lo primero<br />

que reclama la atención del<br />

inquieto, o simplemente curioso<br />

visitante, es una alegoría sobre el origen<br />

de la música, que habla por boca de<br />

vientos, pájaros, piedras y agua, dispuesta<br />

en el acceso a la Catedral. «No se<br />

trata de presentar tales o cuales objetos<br />

ordenados cronológicamente -afirma el<br />

comisario de la exposición, José Velicia-,<br />

sino de acercar al visitante un orden<br />

cósmico que existía en la mente de<br />

la comunidad y de cómo este orden se<br />

reflejaba en sus obras».<br />

Las obras expuestas, a su vez de un<br />

enorme valor intrínseco, incluyen manuscritos<br />

como el Código de ios Huelgas,<br />

muestras de canto mozárabe conservadas<br />

en el Monasterio de Silos, o de<br />

nuestra gloriosa tradición polifónica (los<br />

Guerrero, Morales, Victoria...), a través<br />

de copias conservadas en el archivo catedralicio<br />

de Valladolid. El archivo de la<br />

Catedral de Astorga, por su parte, exhibe<br />

un Libro de Órgano con muestras<br />

de Cabanilles, Nasarre o Elias, mientras<br />

que el de la Catedral burgalesa presenta<br />

una copia manuscrita, efectuada hacia finales<br />

del siglo XVIII o comienzos del<br />

Las Edades del Hombre<br />

LAMV51CA<br />

EN 1A IGLESIA<br />

ES EDADES<br />

mam<br />

XIX, del oratorio temprano de joseph<br />

Haydn £í Retomo de Tobías, que puede<br />

arrojar cierta luz sobre la recepción no<br />

tan tardía en nuestro país de la obra del<br />

gran músico de Rohrau. Asimismo, la<br />

exposición permite examinar escritos<br />

teóricos de gran importancia histórica,<br />

como El por qué de la Música de Andrés<br />

Lorente, fechado en 1672, £/ Ale/opeo<br />

de Pedro Cerón, o un Tratado sobre el<br />

Laúd, obra de Alessandro Piccinim.<br />

También figuran la Declaración de Instrumentos<br />

de Juan Bermudo o £/ Arre de<br />

Tañer de Tomás de Santa María.<br />

El visitante encuentra a su vez una<br />

amplia muestra de instrumentos, que<br />

van desde un piano de mesa de Muzio<br />

Qementi, conservado por los Concepcionistas<br />

Franciscanos de San Luis<br />

Obispo de Burgos, o el antaño revolucionano<br />

piano Pleyel. hasta, remontándonos<br />

en el tiempo, el órgano realejo<br />

del Museo Catedralicio de León, construido<br />

en 1739, además de clavicordios,<br />

chirimías, arpas, salterios, la familia<br />

de ortos, todo ello en un plausible es-<br />

ACTUALIDAD<br />

LEÓN<br />

octubre<br />

1991<br />

tado de conservación, a veces francamente<br />

bueno. Cada instrumento lleva<br />

debajo una ficha con su descripción<br />

detallada. Un buen número de muestras<br />

pictóricas, asi como tapices, algunas<br />

de ellas con más interés propiamente<br />

documental que artístico, completan<br />

el ingente esfuerzo de las<br />

diócesis castellano-león esas.<br />

Por último está la propia música sonando<br />

físicamente; los conciertos que<br />

tendrán lugar en la catedral, así como<br />

en otros radiantes ámbitos. Volverán a<br />

sonar los Morales y los Victoria, los<br />

compositores barrocos españoles, desde<br />

Martínez de Arce a Juan Hidalgo, y<br />

una amplísima nómina de nombres, entre<br />

los que no ha faltado una representación<br />

de nuestra vanguardia actual,<br />

centrada en un Oficio de Difuntos y dos<br />

Motetes de Cristóbal Haíffter. El estreno<br />

mundial de una Misa de Juan Montón<br />

y Mal lea maestro de capilla de la<br />

Catedral de Segovia en la segunda mitad<br />

del XVIII, y su grabación en disco,<br />

dan cuenta también de la envergadura<br />

SCHERZO 9


ACTUALIDAD<br />

Simplemente Carmen<br />

La Carmen de Bizet es el título con<br />

más gancho de toda la temporada<br />

lírica madrileña si nos atenemos a<br />

la demanda masiva de localidades. En lo<br />

que a la música atañe no es para menos.<br />

Esta Andalucía mediterránea y decimonónica<br />

que tanto sedujo a Nietzsche,<br />

musicalmente hablando, y que el propio<br />

Bizet como es sabido, jamás conoció; estas<br />

figuras guiadas por impulsos primitivos<br />

que dio a luz al sesudo Menmée,<br />

ejercen una fascinación sobre el público<br />

que está aún muy lejos de extinguirse.<br />

Además, como sucede con Offenbach y<br />

su Hoffmann, con ella Bizet conquistara<br />

en el úttimo tramo de la vida, como si<br />

fuera de golpe, el laurel de la obra maestra.<br />

Con Carmen, su autor deja atrás las<br />

muy meritorias Lo jotie filie de Perth y Les<br />

péchente de perles.<br />

Pero el reparto de esta Carmen, a<br />

priori, no es ni mucho menos para dar<br />

gritos de júbilo. Lo encabeza, eso sí, la gitana<br />

con más morbo aparecida en las<br />

dos últimas décadas, Teresa Berganza,<br />

quien, si a última hora no decide cancelar<br />

y nos colocan a una Marina Senn cualquiera,<br />

puede hacer aún hoy del proscenio<br />

de La Zarzuela su escenario ideal.<br />

Lo demás posee escaso valor. Son nom-<br />

Fachada del Gran Teatro del Liceo<br />

L<br />

a Traviota, estrenada en 1853, fue<br />

uno de los más sonados fracasos<br />

de la carrera de Giuseppe Verdi y<br />

ello debióse, en parte, a que la acción<br />

escénica y el público que inundaba el<br />

coliseo veneciano de La Feníce eran estrictamente<br />

contemporáneos. A nadie<br />

10 SCHERZO<br />

bres que tienen cierto cartel<br />

internacional, como el de Luis<br />

Lima (Don José), o el de Justino<br />

Díaz (Escamillo), pero ya<br />

conocemos el mediocre jugo<br />

que dan como cantantes. No<br />

es verdad que ésta sea una<br />

mala temporada, ni mucho<br />

menos; se trae lo que hay.<br />

Pero hoy la lírica son toros<br />

afeitados, de ahí que sobren<br />

tantos nombres. La propia<br />

María Bayo (Micaela auténticamente<br />

navarra en esta producción<br />

de Carmen), es víctima<br />

de la inflación del mérito<br />

verdadero a que someten actualmente<br />

la publicidad y los<br />

agentes a todo nuevo valor<br />

Antoni Ros-Marbá al menos,<br />

el sensibilísimo y detallista<br />

Ros, sabrá mantener la cabeza<br />

fría y extraer lo mejor,<br />

o lo menos malo, Berganza<br />

aparte, de esta provinciana<br />

compañía de canto, La escenografía<br />

es obra de Pier-Luigi Pizzi, el alma<br />

del Rinaldo del año pasado, de quien un<br />

malintencionado dijo que visla una puesta<br />

en escena vistas todas, pero al que no<br />

Violeta, otra vez en el Iiceu<br />

debió gustarle demasiado comprobar lo<br />

tenues que eran las fronteras entre la<br />

ficción y la realidad, que es lo que parecía<br />

decir aquella obra osada en la que<br />

vestían igual los personajes de la fábula<br />

y los de la platea,<br />

En esta reposición liceística del ya in-<br />

Teresa ñerganzó FOTO: 1 ES77WDA<br />

puede negarse un sentido de la estética y<br />

un buen gusto hoy insólitos.<br />

(Teatro Úrico Nacional La Zarzuela: días<br />

13, 17,21,25y29)<br />

mortal título lírico concurren dos elementos<br />

a la plaza del director, dependiendo<br />

de las funciones: Uwe Mund y<br />

Randall Behr. Sin despreciar las muchas<br />

virtudes del titular, tal vez el segundo se<br />

encuentre milimétricamente más a gusto<br />

en el repertono tradicional italiano. Por<br />

lo que respecta a la inefable Dama de<br />

las Camelias el principal atractivo será en<br />

esta ocasión la presencia en el reparto<br />

de la prometedora soprano chilena Verónica<br />

Villarroel, vocalista notable y, sobre<br />

todo, actriz de gran temperamento.<br />

Dos tenores, Kerth Oisen (antiguo barítono),<br />

y Femando de la Mora (el mexicano<br />

que sueña con el poco aconsejable<br />

proyecto de ser algún día Otello), se alternarán<br />

en la tarea de dar consistencia<br />

al juvenil Alfredo, mientras que con el<br />

substancioso papel de Germont se encararan<br />

los barítonos Franz Gnjndheber<br />

(uno de los peores del mundo en el repertono<br />

italiano) y Barry Mora, un hombre<br />

nuevo que ya ha actuado en Viena.<br />

La producción es obra del propio Liceo,<br />

con dirección escenográfica de Helmut<br />

Polixa y vestuario de Ramón Ivars.<br />

(Gran Teatro del Liceo; días ?, ti, 14,<br />

15, 17, 18 y 20),


Aldo Ceccato dinge la ONE FOTO: COVER<br />

ONE: Dos programas infrecuentes<br />

Después de su reciente actuación en el marco del Festival de Música de Canarias,<br />

que le ha valido críticas no muy halagüeñas en la prensa local, la Orquesta<br />

Nacional ha iniciado una nueva tanda de conciertos dirigidos por su titular,<br />

Aldo Ceccato. En el segundo de ellos nos encontramos con un programa especialmente<br />

atractivo, puesto que reúne a Schubert (Quinta Sinfonía), riahler (X/ndertotenlieder)<br />

con Doris Sóffel como solista y Shostakovich (Primera Sinfonía). Un programa<br />

lo suficientemente variado como para poner a prueba la ductilidad de la orquesta y<br />

la versatilidad de su director. A la vista de los resudados que Ceccato ha conseguido<br />

hasta ahora de la ONE se puede esperar un concierto interesante. Un par de semanas<br />

después sube al podio de la orquesta un antiguo conocido, el polaco Antom<br />

Witt (nacido en 1944), un maestro de catrera poco brillante pero de reconocida<br />

solvencia, que ha trabajado hasta hace poco con la Orquesta Filarmónica de Gran<br />

Canaria. Witt tendrá la responsabilidad de un programa con obras de sus compatriotas<br />

Wojciech Kilar -nacido en 1932 y discípulo en París de Nadia Boulanger- y<br />

WitoW Lutoslawski -Concertó para piano y orquesto, estreno en España. Solista: Piotr<br />

Paleczny- El programa se cierra con la Segundo Sinfonía de Sibehus.<br />

(Auditorio Nacional. Salo Sinfónica. Días i (Ceccato), 20. 21 y 22 (Wta)<br />

En el monumental<br />

L<br />

a temporada de la Orquesta de Radiotelevisión Española, leída detenidamente,<br />

revela la presencia de un grupo de competentes directores, como son Lothar<br />

Zagrosek, David Zinman, el compositor Maxwell-Davies, o el joven Mier<br />

Mmsky, que actúan a lo largo de la misma en calidad de batutas invitadas.<br />

David Zinman nació en Nueva York en 1936 y se graduó en violln y composición<br />

en 1960. Fue ayudante de dirección de Pierre Monteux y dirige regularmente desde<br />

la década de los sesenta En 1974 asumió las funciones de director de la Orquesta<br />

de Rochester y en 1979 se hizo cargo de la Filarmónica de Rotterdam. Es un director<br />

de trazo claro, capaz de lograr ¡os más bellos colores y esfumaturas, cuya sensibilidad<br />

y acento intimista son, precisamente, sus mejores bazas. En el Monumental dirigirá<br />

Amériques, sin duda la obra importante más asequible de Várese, y la popular<br />

Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak.<br />

Él interés de marzo se completa con la programación del que acaso sea el fruto<br />

más bello de la vejez rossimana; su Síobot Mater Al titular Sergiu Comissiona quizá le<br />

falte un punto de ligereza y refinamiento al encararse con el repertorio clásico, pero<br />

es un maestro seguro, que saca adelante los más variados empeños. Algunos de los<br />

solistas, como la soprano Pamela Cobum o el bajo Roberto Scandiuzzi, aunque están<br />

realizando una carrera internacional, en el fondo son cantantes modestos.<br />

(Teatro Monumental: días 19 y 20 de marzo -Rossini-; 26 y 21 -Várese y Dvorak)<br />

ACTUALIDAD<br />

Un chelo y dos<br />

pianos<br />

Un intérprete con mayúsculas, el<br />

chelista Mstislav Rostropovich,<br />

no por Habitual menos bienvenido,<br />

y a quien el Ciclo de Grandes Maestros<br />

del Palau de Barcelona dedica una<br />

de sus primeras lomadas. He aquí un<br />

músico que ha dejado atrás la obsesión<br />

por la técnica para concentrarse absolutamente<br />

en la búsqueda de la más acendrada<br />

expresión, y que si alguna vez se<br />

permite éste o aquel desliz formal -como<br />

se los permitía Casáis—, cabe recordar<br />

una vez más que el verdadero arte<br />

es esencialmente imperfecto, y cuando<br />

hoy olmos a Rostropovich tocar una<br />

Zarabanda de Bach -como ayer ocurría<br />

con el propio Casáis-, nos sacude el estremecimiento<br />

de escuchar a un músico<br />

sin número de preso en la espalda, creador<br />

de un aura impalpable entre él y<br />

su público.<br />

Si alguien cree que ya está bien de<br />

contratar sólo al pope del violonchelo,<br />

por grande que éste sea. y que hay que<br />

traer también a otros brillantes representantes<br />

del instrumento, como son<br />

Starker. Bylsma, Coin, Maisky o Perényi,<br />

cabe añadir a renglón seguido que este<br />

año, a excepción del último, vienen a<br />

nuestro país todos los citados.<br />

A su vez, dentro de la temporada regular<br />

de la Orquesta Ciudad de Barcelona,<br />

dirigida en ambos casos por el titular<br />

Luis Antonio García Navarro, actuarán<br />

como solistas invitados los pianistas<br />

estadounidenses Horacio Gutiérrez y<br />

Gamck Ohlssohn. Al primero, al igual<br />

que Bolet un cubano nacionalizado yanqui,<br />

el crítico Harold C. Schonberg auguraba<br />

un futuro espléndido. Por mi<br />

parte, sólo puedo decir que he intentado<br />

escucharle en directo dos veces y las<br />

dos ha cancelado, Es de esperar que los<br />

asiduos a Palau —donde tocará la parte<br />

solista del Primer Condeno de Chaikovski-<br />

tengan más suerte. Ohlssohn es mejor<br />

conocido; alumno de Claudio Arrau<br />

en los fundamentos técnicos (aunque a<br />

través de Olga Barabini), pero heterodoxo<br />

en algunas concepciones interpretativas<br />

según él mismo explica en el libro<br />

de J. Horowrtz, está dotado por la<br />

naturaleza de unas manos de extensión<br />

prodigiosa. Aquí pondrá su brillante talento<br />

al servicio del Emperador de Beethoven.<br />

(Palau de la Música Catalana: H. Gutiérrez<br />

-días 28 y 29 de febrero y I de marzo-:<br />

M. Rostropovich -3 de marzo-; G.<br />

Obtsson: 6,7 y 8 de marzo).<br />

SCHERZO 11


ACTUALIDAD<br />

Adiós, Filarmónica<br />

de Leningrado,<br />

adiós<br />

La vasta conmoción que sacude ai<br />

antiguo imperio soviético se ha<br />

llevado muchas cosas malas por<br />

delante, pero también algunas excepcionalmente<br />

buenas. No se trata de hablar<br />

aquí de situaciones tan penosas como la<br />

que ha hecho que se hable hasta de la<br />

venta del maravilloso museo de L'Ermitage<br />

en la ex-Petrogrado, ex-Leningrado<br />

y actual San Petersburgo. Sucede que<br />

algunas de las grandes formaciones sinfónicas<br />

rusas se están empezando a hacer<br />

pedazos y sus componentes a buscarse<br />

la vida en climas económico-sociales<br />

que les sean más propicios. Una<br />

orquesta de tradición tan gloriosa como<br />

la de Leningrado, fruto del largo y ejemplar<br />

trabajo que llevó a su frente aquel<br />

maestro de maestros que se llamó Evgeny<br />

Mravmksy, además de cambiar de<br />

nombre -ahora, por supuesto, es Orquesta<br />

Filarmónica de San Petersburgoparece<br />

estar cambiando hasta de piel.<br />

En los últimos años numerosos de sus<br />

componentes se han quedado en Europa<br />

Occidental- unos cuantos de ellos<br />

en nuestro país -en orquestas más bien<br />

provincianas y de escaso relieve. Resulta<br />

que ahora va a ser verdad aquella broma<br />

que se hacía antaño /que rezaba:<br />

¿Qué es un cuarteto de cuerda? Lo que<br />

queda de una orquesta sinfónica soviética<br />

después de hacer una gira por el<br />

mundo occidental.<br />

Cantantes<br />

a la greña<br />

L<br />

amentable el espectáculo de<br />

descalificaciones mutuas entre<br />

dos grandes cantantes españoles,<br />

José Carreras y Alfredo Kraus,<br />

que han llegado hasta las primeras páginas<br />

de los periódicos españoles y<br />

han servido para que ciertas revistas,<br />

de probada incompetenciacultural,<br />

ofrezcan<br />

truculentos reportajes<br />

sobre el<br />

asunto. Entrar en<br />

los porqués de<br />

semejante sucesión<br />

de dislates,<br />

de equívocos y<br />

de fruslerías seria<br />

un error. Lo que<br />

es penoso es que<br />

semejantes situaciones<br />

se produzcan<br />

y que dos<br />

grandes artistas<br />

se enzarcen en<br />

una especie de riña<br />

de verduleras.<br />

Aunque tal vez<br />

las responsabilidades<br />

estén situadas<br />

más altas, en quienes piensen que<br />

nombres ilustres son garantía de gestión<br />

adecuada. Lo cual no parece muy<br />

acertado. Un divo es un divo y un<br />

programador<br />

cultural, con responsabilidades<br />

sobre la administración<br />

de los<br />

espectáculos artísticos,<br />

de su<br />

planificación y<br />

selección, algo<br />

completamente<br />

distinto. Pero en<br />

este país nuestro<br />

Dios da narices a<br />

quien no tiene<br />

pañuelo, o viceversa.<br />

El caso es<br />

que para una vez<br />

que los periódicos dan noticias musicales<br />

en su primera página es para sacar<br />

a la luz sucesos tan impresentables<br />

como éste.


Los catálogos de la SGAE<br />

Muy encomiable la iniciativa de la Sociedad General de Autores<br />

de España (SGAE) de publicar una sene de Catálogos de<br />

Compositores Españoles, de los cuales han aparecido ya los<br />

dedicados a Ramón Barce, Claudio Pneto. Alfredo Aracil, Miguel Alonso, José Luis<br />

Turina. Joan Guinjoán. Miguel Ángel Coria, Francisco Cano,<br />

Tomas Marco, Agustín Bertomeu, Ángel Ohver, Agustín González Acilu,<br />

Francisco Otero y Javier Darias. Tomás Marco, en el texto<br />

introductono a la sene, nos habla así de los propósitos que animan la<br />

redacción de los folletos, indicando que éstos, además de contener una sucinta<br />

biografía de cada autor, presentarán su catálogo puesto al día,<br />

lógicamente ordenado, y con los datos que permitan ayudar a la localización y<br />

descripción de cada obra. Asi, pues, podremos disponer de una<br />

información de primer orden sobre los más destacados<br />

compositores españoles contemporáneos.<br />

Nuestra más cordial enhorabuena a los promotores<br />

y realizadores de esta iniciativa.<br />

Música en Córdoba<br />

Recibimos la muy bien hecha revista El espectador que edita la<br />

Fundación Pública Municipal Gran Teatro de Córdoba, que nos<br />

trae la constancia de la eficacia de una política cultural sin alharacas,<br />

modesta pero exigente y sobre todo bien proyectada.<br />

Asi nos encontramos con que en Córdoba actuaron<br />

en el mes de febrero artistas de la talla de Etly Amelmg o<br />

Los Virtuosos de Moscú con su director, Vladimir Spivakov. A lo cual hay<br />

que añadir sendos recítales de Krystian Zimerman y de Andreí<br />

Gavnlov en marzo. Y todo ello combinado con representaciones<br />

de óperas -Los cuentos de Hoffmann-, una integral de las Sonólos pora violonchelo<br />

y piano de Beethoven por Alvaro Campos y Rafael Quero<br />

ballet teatro, música pop, etc. Propuestas de altísima<br />

calidad en algunos casos pero sin la malsana compañía<br />

habrtual de boato y vanidad sociales. Un ejemplo, en suma.<br />

ACTUALIDAD<br />

Los conciertos<br />

del Real<br />

A<br />

ccidentada historia la del Teatro<br />

Real, pnmero teatro de la ópera,<br />

luego silencioso habitáculo<br />

de fantasmas, después sala de conciertos<br />

y -¿finalmente?- de nuevo proyectada<br />

sala de ópera. Antonio Femández-<br />

Cid. que une a su calidad de crítico eminente<br />

la de cronista puntual de nuestra<br />

vida musical, nos ofrece en su libro Historio<br />

del Teatro Real como Sala de Conciertos,<br />

1966-1988, que ha editado el<br />

Ministeno de Cultura, una minuciosa reconstrucción<br />

del periodo en que el Teatro<br />

pasó a albergar una gran parte de la<br />

vida concertística madrileña. El libro está<br />

ilustrado con obras de un fotógrafo insigne,<br />

Gyenes. en las que aparecen algunos<br />

de los rostros y de los acontecimientos<br />

que marcaron de una manera<br />

especial a la que fue Sala de Conciertos.<br />

El libro constituye una muy útil aportación<br />

a la historia de nuestra vida musical.<br />

Fernández-Cid apunta breves comentarios<br />

críticos acerca de las diversas<br />

actuaciones aquí reseñadas y apunta<br />

también problemas e incidentes planteados<br />

y ocurridos en estos años. El resultado<br />

es un libro magníficamente presentado,<br />

bien escrito, que se lee con gusto<br />

y que sobre todo colma un vado al historiar<br />

una época que, en país tan frágil<br />

de memoria colectiva como el nuestro,<br />

podría quedar sumido, de aquí a unos<br />

años, en un espeso silencio. Nuestra enhorabuena<br />

a Antonio Femández-Cid.<br />

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EL CATALOGO EMI CLASSICS 1991 - 1992<br />

Preferencias: Vocal •<br />

Sinfónico O<br />

Cámara D


ACTUALIDAD<br />

BOLONIA<br />

Manca di Nissa y Devia: lecciones magistrales<br />

El Teatro Comutiale de Bolonia ha<br />

abierto este año RosanJ con un<br />

enero dedicado al Tancredi (ocho<br />

funciones, de las que he asistido a la del<br />

día 23) que pone las cosas difíciles de superar.<br />

Satisfacción para filólogos: la producción<br />

incluía los dos finales posibles.<br />

Yuxtaponía el alegre de la versión original<br />

de Venecia al trágico escrito por Rossini<br />

para Ferrara, reconstruido no hace aún<br />

muchos años. El trágico es más coherente<br />

y nos dice ho/ más; añadir el alegre,<br />

con todo, introduce un encanto abstracto,<br />

concordante con la relativa abstracción<br />

del modo rossiniano serio. Sobre la<br />

escena, la yuxtaposición resultó convinvente;<br />

en general, lo fueron la dirección,<br />

decorados y vestuario de Pieriuigi Pizzi.<br />

Cierto uso excesivo (para el gusto del<br />

firmante) de lo que en otro tiempo se<br />

llamó plexiglás (que hace bastante ruido,<br />

al moverse quienes lo visten) no impidió<br />

reconocer buen gusto en selección cromática<br />

e iluminación, dentro de un medievalismo<br />

estilizado no pasmoso de soluciones,<br />

pero de buen efecto. Tal vez un<br />

reproche: hacer cantar mucho a Argirio<br />

desde el fondo, sabiendo cuál es el volumen<br />

de la voz de William Matteuzzi...<br />

Gianluigi Gelmetti llevó la obra con<br />

delicadeza, convertida en debilidad al pasar<br />

con menos vigor del esperable sobre<br />

algún momento heroico. Eso sí: dejó cantar<br />

y oír siempre al canto, lo que es de<br />

agradecer con cantantes como los de esta<br />

vez. La Amenaide de Mariella Devia<br />

podría objetarse -puntillosamente- en<br />

ciertos tramos de canto d foizo.donde su<br />

timbre -nunca singularmente rico- ofrece<br />

poco atractivo. Pero Mariella Devia<br />

(con la que la fama operístico-mundana<br />

ha sido ¡njustamente avara) sigue siendo<br />

maestra de canto: ligado impecable y<br />

media voz auténtica, afinación, brillante<br />

agudo y sobreagudo, adecuación a lo doliente<br />

de su parte. Muy justo, pues, el clamor<br />

del teatro tras momentos como las<br />

arias Non, che il morir non é si bárbaro, o<br />

Gusto Dio. Del Tancredi de Bemadette<br />

Manca di Nissa casi no cabe decir más<br />

que toca la perfección (quizá exceso de<br />

sobriedad, que rehuye posibles alardes<br />

legítimos: ¿nadie es perfecto, o manías<br />

del crítico?). Decaídas ilustres voces rossinianas<br />

de su cuerda (omitamos nombres),<br />

la de Manca di Nissa está en lo<br />

más alto, y este año Rossini la coronara.<br />

Un análisis detallado de sus excelencias<br />

(hermoso timbre, precisión de coloratura,<br />

variedad de acentos, etc.) es aquí imposible;<br />

baste decir que, con ella, se<br />

14 SCHERZO<br />

Joncreú en el Teatro Comunal? á ñologno<br />

aprecian los motivos que tenía Stendhal<br />

para reputar sublimes fragmentos aparentemente<br />

inocentes como Di tanti pal-<br />

BUDAPEST<br />

piti. Por supuesto, ios dúos Tancredi-<br />

Amenaide (como el soberbio del primer<br />

acto, L'aura che intomo spin, una cumbre<br />

rossimana) resultaron de calidad refinada.<br />

Ya dijimos que William Matteuzzi no<br />

fue muy bien tratado por la dirección de<br />

escena. Pero el formato de bolsillo de su<br />

voz (ostensible en momentos que piden<br />

más filo y poder, como el dúo II vivo lampo<br />

por ejemplo) no hace desdeñable su<br />

Argirio, pues Matteuzzi afronta las agilidades<br />

y tesrturas estratosféricas como pocos,<br />

y eso siempre es apreciable en Rossim,<br />

sin negar carencias. Natale de Carolis,<br />

en su breve Orbazzano, lució un claro<br />

y bello timbre baritonal. Monica Barcelli<br />

g hizo una Isaura (incluida su aria Tu che i<br />

g misen 1 confort!) de correcto canto aunque<br />

W parco volumen; completó las voces gra-<br />

< ves femeninas -Roggiero- una Barbara<br />

Briscik de escaso relieve. El coro del Co-<br />

múñale bolones no me pareció esta vez<br />

o<br />

o<br />

"• tan firme y rotundo como otras: ¿amortiguado<br />

por la dirección? Nada empaña,<br />

en todo caso, el privilegio de escuchar en<br />

Rossini a dos maestras, y en ésas estamos.<br />

Festival de Primavera<br />

«Con este festival intentamos, también<br />

descubrir nuevas estrellas, dar a<br />

conocer nuevos artistas y obras contemporáneas».<br />

Esta frase que bien podría<br />

corresponder a Gerard Mortier,<br />

uno de los que desea imponer estos<br />

nuevos criterios gerenciales en las instituciones<br />

culturales europeas, es en realidad<br />

de Tamas Klonjánzky director del<br />

Festival de Primavera de Budapest quien<br />

anda a la caza de nuevos talentos. Algo<br />

que, según él, es objetivo de esta duodécima<br />

versión de este festival húngaro<br />

que se llevara a efecto del 14 al 29 de<br />

marzo de este año en la ciudad homónima.<br />

El Festival de Budapest cuenta con la<br />

participación del tenor español José<br />

Carreras, quien abrirá el festival con un<br />

concierto de gala en el gran estadio de<br />

Budapest Los fondos serán destinados<br />

a la fundación dirigida por Carreras para<br />

los enfermos de la leucemia.<br />

El acontecimiento contará con la<br />

presencia de algunos importantes invi-<br />

Vidal Peña<br />

tados foráneos: Les Musidens de Louvre;<br />

Los Maestros percusionistas franceses<br />

(una parte de la programación girará en<br />

tomo en compositores franceses); la<br />

Opera efe Cámara de Moscú; la joven Filarmonía<br />

alemana y el Kiangforum de<br />

Viena. Entre los participantes locales cabe<br />

destacar a la excepcional O/questo<br />

de Cámara Franz Üszt, Budapest Sinfonietta,<br />

Señóla Hungáriza y solistas de la<br />

talla de Miklós Perényi, chelista, y Zoltán<br />

Kocsis. pianista, entre otros. En<br />

óperas se podrán ver Tanbüuser de<br />

Wagner, Anna Bofena de Donizetti,<br />

Falstaff de Vendí, La Bohéme de Puccini,<br />

etc., en la programación de danza tenemos<br />

que se representará Romeo y Julieta<br />

de Prokofiev, y otras compañías que<br />

llevarán lo suyo tales como: la Bebe Mi-<br />

Ikr Company de USA; el English National<br />

Ballet dollet de la Opera de Lyort, y<br />

Carolyn Carlson. Sin duda esta primavera<br />

de Budapest se presenta muy atractiva<br />

Enrique Moya


LONDRES<br />

Mitridate pasa la prueba<br />

Mtndate, re á Ponto en el Ccvent Garden<br />

Londra Royal Opera Covent Garten. 9-XII-9I. Moíiit-<br />

MjMdüte, re di Ponto.<br />

Gran Bretaña ha estado bien provista<br />

de excursiones aventuradas<br />

por los caminos mozartianos más<br />

apartados durante el año del bicentenano,<br />

pero una de las mas provechosas se<br />

reservó para el mes final, cuando la Royal<br />

Opera presentó un montaje de Mitridate<br />

que proclamó de manera casi desafiante<br />

que la opera seno tiene un lugar en el<br />

teatro moderno, No se había representado<br />

antes en el Covent Garden y de<br />

hecho la única interpretación escénica<br />

británica fije en 1979 en el valiente Festival<br />

de Camden.<br />

La audaz decisión del Covent Garden<br />

de reanimarla planteó unas cuantas preguntas.<br />

¡Merecería la pena incluso en el<br />

año del bicentenano? ¿Tendría más valor<br />

que el de mera curiosidad? ¿Podría la primera<br />

opero serio de un compositor de<br />

14 años soportar la prueba de la búsqueda<br />

de un lugar en el repertorio de hoy?<br />

La respuesta a todas ellas fue un sí rotundo.<br />

No es necesario objetar que Mitndote<br />

está atada por las convenciones<br />

de su época Ni procede quejarse de las<br />

carencias de caractenzación musical o diferenciación<br />

de los protagonistas, o de<br />

que las arias virtuosas se refieran más a la<br />

exhibición vocal que a la pintura de las<br />

emociones de las personas implicadas.<br />

Que Mtndote nos llegase tan convincentemente<br />

como una obra de fuerza poderosa<br />

se debió a una producción ingeniosa.<br />

Más que montar algo que se disculpaba<br />

por las limitaciones de su<br />

convencionalismo, Graham Vick las capitalizó,<br />

conviniendo en virtudes los posibles<br />

defectos. Los gestos eran hermosos,<br />

y toda la producción estuvo rodeada de<br />

un rasgo extravagante que, en tanto que<br />

rara- CUVE BARDA<br />

procedía de la música, tenía resonancias<br />

de verdad. Si no fuimos implicados más<br />

que superficialmente con los conflictos y<br />

motivaciones de los personajes, hubo<br />

una exposición honesta, un foco claro y<br />

empuje dramático. Los diseños de Paul<br />

Brown eran simples aunque enérgicos,<br />

basados en un esquema de negro lúgubre,<br />

rojo llameante y rico azul de intención<br />

vagamente clásica, que con un vestuario<br />

sorprendente se combinó de manera<br />

impresionante. Todo ello se sumó<br />

para un efecto más hondo.<br />

Sin excepción, los cantantes estuvieron<br />

seguros en la respuesta a las demandas.<br />

Declamación vigorosa y ornamentación<br />

de técnica experta de la línea vocal. Ann<br />

Murray, como Sifare, añadió nuevos laureles<br />

a una frente ya bien cargada de ellos,<br />

tratando incluso de investir el papel de<br />

profunda humanidad, Ella encabezó el reparto,<br />

pero también fue admirable la pureza<br />

de afinación de Lilian Watson como<br />

Ismene (otro tnunfo mozartiano de una<br />

soprano cuyas Blondchen, Zeriina y Papagena<br />

han sido todas memorables). La voz<br />

de Bruce Ford sonó al principio demasiado<br />

ligera para Mitridate, pero al final el<br />

personaje fue redondeado artísticamente.<br />

De modo similar, Ivonne Kenny creció<br />

progresivamente como Aspasia. Jacqueline<br />

Fumace fue un bnllante Arbate. La ejecución<br />

orquestal, bajo la dirección de Helmut<br />

Haenchen, tuvo estilo y autoridad.<br />

Contra todos los pronósticos. Mitridate<br />

ha tenido éxito popular. La obra se<br />

justifica plenamente por sí misma ante la<br />

prensa y el público y cuando el montaje<br />

retome (como debe) formando parte<br />

del repertorio general, sin la excusa de<br />

un bicentenario, será bien recibido por<br />

sus propios méritos.<br />

Kenneth Loveland<br />

ACTUALIDAD<br />

Caritas<br />

Wikefidd. Opera Nortíi. 2I-XI-9I. Robert Saxton,<br />

Comas.<br />

A los 38 años, Robert Saxton es claramente<br />

una de las mejores esperanzas de<br />

que Gran Bretaña produzca al llegar el<br />

próximo siglo un compositor de gran importancia.<br />

Su progreso ha sido firme y<br />

consistente más que sensacional, y todo lo<br />

que escribe tiene lógica, sentido musical y<br />

un gusto por la aventura moderado por la<br />

conciencia de la tradición. Ignora las tentaciones<br />

de modas pasajeras, su música suena<br />

siempre dotada de un propósito serio.<br />

Naturalmente, su primera ópera se esperaba<br />

con impaciencia, y cuando ha sido estrenada<br />

por la Opera North, como parte<br />

del vivo Festival de Música Contemporánea<br />

de Huddersfield, vino a cumplir todas<br />

las esperanzas, Saxton añade a sus talentos<br />

mencionados las exigencias esenciales<br />

para el realismo de la música escénica, la<br />

creación de personajes, emociones y situaciones<br />

por medio de una escritura clara<br />

y comunicativa. Todas están presentes<br />

en Coritos. Se basa en la obra de teatro de<br />

Amold Wesker del mismo titulo.<br />

Saxton la ha moldeado como una ópera<br />

de cámara, empleando sólo trece instrumentistas<br />

y concentrando las trece escenas<br />

en sólo 80 minutos. Estas escenas<br />

se alternan entre la desintegración gradual<br />

de Christine dentro de la celda y acontecimientos<br />

del extenor, y puesto que Saxton<br />

adelanta la obra hasta los últimos años del<br />

siglo XIV, esos hechos son inexorables, incluyendo<br />

la trágica rebelión de Wat Tyler,<br />

la marca con un hierro al rojo de un siervo<br />

escapado, la descripción de una Iglesia<br />

cruelmente impasible, y la persecución de<br />

un inspector de impuestos. Cosas fuertes<br />

tanto fuera como dentro de la celda, pero<br />

la invención de Saxton funciona igualmente<br />

para ambas, con música que cambia fácilmente<br />

de la contemplación serena a la<br />

violencia, y de la angustia a la histeria. La<br />

culminación es la escena de la locura de<br />

Christine, en la que se requiere virtuosismos<br />

de actuación y de canto no menos<br />

formidables que en la Lucio de Donizetti.<br />

Ante semejante desafío, la joven Einan<br />

Davies se elevó, magníficamente en el estreno.<br />

A lo largo de toda la representación,<br />

su radiante timbre de soprano fue<br />

penetrantemente expresivo, su implicación<br />

fuerte y entregada, pero en el climax<br />

superó todo lo que había hecho antes. El<br />

don de Saxton para la caracterización musical<br />

ya se ha mencionado; aquí ha producido<br />

una galena vividamente contrastada<br />

de papeles secundarios, y un reparto inteligente<br />

dio forma a las oportunidades<br />

creadas por Saxton.<br />

ÍCL<br />

SCHERZO 15


ACTUALIDAD<br />

NUEVA YORK<br />

L<br />

a Fanáulla del West tuvo su estreno<br />

mundial en 1910. con Caruso y<br />

Tostanini en la Metropolitan Opera<br />

que la ha vuelto a representar tan sólo<br />

66 veces. Ahora Giancarlo del Monaco ha<br />

dirigido una nueva producción, escenificada<br />

por Michael Scott y dirigida musicalmente<br />

por Leonard Slatkin. Barbara Daniels<br />

(Minnie) sorprendió con una exitosa<br />

aunque no memorable caracterización.<br />

Poderosa en las notas agudas, su voz colmó<br />

la sala de 3.800 asientos, si bien a ratos<br />

sonó forzada. En la actuación enfatizó<br />

más la ternura que la rudeza se fue a los<br />

extremos en el acto segundo, cuando lanzó<br />

un plato a la cara de Johnson y gritó<br />

«Mentische!» Plácido Domingo<br />

(Ramírez/)ohnson) lució un fino fraseo,<br />

modulación y belleza vocal, especialmente<br />

durante Ch'ella mi credo libero. Pero poco<br />

fue lo que actuó y, vestido de negro durante<br />

su entrada, no lucró ni romántico ni<br />

amenazante. Sherrill Milnes estuvo en<br />

buena forma vocal e hizo de su Jack Ranee<br />

un personaje muttidimensional en lugar<br />

de un morón o un ultravillano. Scott le sacó<br />

provecho al gigantesco escenario del<br />

MET, escenificando la riña en un salón de<br />

polka, en donde un minero se cayó desde<br />

el segundo piso a los brazos de sus compañeros<br />

en el primero. La cabana de Minnie<br />

estuvo rodeada de oscuridad y de una<br />

montaña en la cual Ranee se escondía, a la<br />

espera de Johnson para dispararle en el<br />

escenario. El tercer acto ocurrió en un<br />

alucinante pueblo fantasma, con edificios a<br />

ambos lados de la calle central. La ópera<br />

finalizó con un descorazonado Ranee con<br />

un largo abngo blanco, abandonado en el<br />

pueblo y de cara a la audiencia, con sus<br />

brazos colgando en actrtud desperanzadainoMdable,<br />

mas no el montaje en el Gran<br />

Bosque de California que Puccini especificase.<br />

La dirección de Slatkin fue articulada<br />

y equilibrada, pero careció de excitación y<br />

atrojo.<br />

The Ghost of Versátiles, la única ópera<br />

nueva que el MET haya presentado en<br />

24 años, fue un éxito rotundo. John Corigliano<br />

y el libretista Willlam M. Hoffman<br />

se tomaron 12 arios para escribir su denominada<br />

grand opera buffa. Hábilmente<br />

orquestada, la música es linca y derivativa;<br />

algunos pasajes denvan de Broadway y el<br />

pop, otros intencional mente recuerdan a<br />

Mozart Rossini. Gilbert y Sullivan, Strauss,<br />

y Wagner. La Once There Wos a Golden<br />

Bird de Marie Antoinette sonó nostálgica,<br />

la Pat&r Song de Fígaro cómica, y la cavatina/cavaletta<br />

de la cantante egipcia, burlona.<br />

El intrincado libreto (basado en La<br />

16 SCHEPZO<br />

MET y NYCO<br />

Plácido Dominga como Ramírez en La Fanaulta del West FOTO: WINNIE KLOTZ<br />

madre culpable de Beaumarchais, el tercero<br />

de sus dramas sobre Fígaro) fue clara<br />

e imaginativamente escenificado por Colín<br />

Graham, y john Conklin creó la estupenda<br />

decoración, que ¡ncljyó una inmensa<br />

Pasha. Madre es un drama dentro<br />

de la ópera y ocurre 20 años después de<br />

Nozze. Los hijos ilegítimos de los Almaviva<br />

se quieren casar el uno con la otra,<br />

pero el Conde quiere que su hija Rosina<br />

se despose, no con su hijastro Cherubino,<br />

sino con Bergeass, un malvado revo-<br />

lucionario. En la ópera, la audiencia de<br />

Madre está compuesta de fantasmas; la<br />

corte de Louis XVI y Beaumarchaís. Enamorado<br />

de Marie y dispuesto a cambiar<br />

su destino histónco, Beaumarchaís entra<br />

en su propia Madre e intenta que el renuente<br />

Fígaro salve a la aristócrata real.<br />

Bergeass es derrotado, pero Mane decide<br />

que la histona no debe cambiarse y<br />

que se reunirá con Beaumarchais en el<br />

Paraíso. El enorme elenco estuvo magnifico:<br />

Teresa Stratas (Marie), Hakan Hage-


gard (Beaumarcháis), G¡no Quillico (Fígaro),<br />

Marilyn Home (cantante egipcia).<br />

Graham Clark (Bergeass), y Renee Fleming,<br />

Peter Kazaras. Judith Chnstin, Tracy<br />

Dahl. James Levine armonizó magistralmente.<br />

Dos obras modernas<br />

La New York Gty Opera brtndó dos<br />

obras modernas, el estreno en EEUU de<br />

The Moírier ofJhree Sons (1990) y Oie Saldaten<br />

(1965). La música de Leray jenkins<br />

para Moiher, una ópera-danza con blues y<br />

jazz, es mucho más interesante que la del<br />

So/doten de AI015 Zimmerman, un trabajo<br />

atonal y difícil. La Mother del libreto de<br />

Anne T. Greene quiere sólo hijos varones<br />

y, después de despachar a morir a su hija<br />

recién nacida, engendra con Rio tres varones,<br />

uno ciego, uno mudo, y otro sordo.<br />

Uno por uno parten en busca del barro<br />

para proveerla con más hijos: perecen<br />

ahogados por Rio. La música mayormente<br />

tonal, incluye también himnos negros<br />

americanos, tambores africanos de Babatunde,<br />

y violln eléctrico del mismo Jenkins.<br />

Ruby Hinds enriqueció con su vo; y conmovió<br />

como la destructiva y nada simpática<br />

pero a la postre trágica Madre, aunque<br />

no todas sus palabras cantadas se entendieron.<br />

Madre es el único personaje que<br />

canta en el escenario, pues los 4 cantantes<br />

que vocalizaron a Genio, Luna. Pájaro,<br />

y Rio se hallaban fuera, si bien cerca, del<br />

escenario. La dirección coreográfica del<br />

carismático Bill T, Jones, quien habió a Rio<br />

con poder y magnetismo, fue excitante y<br />

hermosa. Todos los bailarines hicieron<br />

una buena labor, y Arthur Aviles estuvo<br />

excelente como el enérgico Sol. Cuerpos<br />

desnudos en el agua aparecieron en un<br />

film en blanco y negro de Gretchen Bender,<br />

proyectado a mitad de la ópera. El<br />

maestro Henry Curry acompañó hábilmente<br />

los apremiantes ritmos y expresiones<br />

de la ópera<br />

A menudo considerada una de las más<br />

importantes óperas de este siglo, Soldaren<br />

consta de I 10 músicos en su orquesta,<br />

algunos de los cuales tuvieron que sentarse<br />

en un cuarto contiguo a la platea.<br />

Percutiente e influida por el jazz, la música<br />

sonó ocasionalmente hermosa en un<br />

brutal texto cuyo mensaje es que tanto la<br />

mentalidad militar como el abuso de la<br />

mujer son socialmente destructivos. La<br />

excepcional dirección musical de Chnstopher<br />

Keene sobresalió; no así la nada<br />

sutil dirección de Rhoda Levine ni los<br />

montajes ralos y funcionales de John<br />

Conklin. La vocalización fue impresionante:<br />

los varios y relajados re agudos de Lisa<br />

Saffer (Mane), Thomas Young como el<br />

desagradable Barón Desportes, y Claudia<br />

Cumming. como una articulada Condesa<br />

Jtffrey C Smith<br />

ACTUALIDAD<br />

PARÍS<br />

Un Boris Godunov descolorido<br />

Pírft. Opera Bastilla. 18-1-92. Mussorg*y, Hons Godunor Producción del Teatro Comjnal de Bolonia. Orquesta y<br />

Coros de la Opera de Paris. Director Myung-Whun-Qiung. Escenógrafo. Yanru Kokkoi.<br />

Bons Godunor en la bastilla FOTO: KLBNEFENN/MORATTI<br />

S i<br />

hay óperas cuyo desarrollo escénico<br />

exfge un ámbito reducido, otras, con<br />

un marcado carácter espectacular,<br />

deben disponer de la mayor amplitud posible.<br />

Bons Godunov, por el protagonismo que<br />

tiene el pueblo, pertenece sin duda a la segunda<br />

categoría Y, sin embargo, por razones<br />

que me resultan desconocidas, Yannis<br />

Kokkos ha planteado la ópera con una drástica<br />

reducción del gran escenano de la Bastilla,<br />

acortado en profundidad y en anchura<br />

por un friso de cartón-piedra, decorado<br />

con pinturas alusivas a la conocida imagmeria<br />

rusa de los tradicionales iconos. El resultado<br />

ha sido el que cabla esperar una representación<br />

pobremente vestida (tampoco<br />

acertó Kokkos en decorados y vestuario) y<br />

con un movimiento escénico carente de<br />

bnilantez, con dificultades evidentes para la<br />

evolución del coro sobre las tablas.<br />

Ello aparte -y es mucho apartar- tampoco<br />

el elenco alcanzó un nivel medio sobresaliente.<br />

Hubo dos grandes voces: cantantes<br />

notables: y el resto, que se situó entre lo<br />

estimable y lo mediocre. Las dos grandes<br />

voces fueron, por este orden, el barftonobajo.<br />

Paata Burchuladze, que compuso un<br />

Godunov en la linea de sus grandes intérpretes,<br />

desde el legendario Chaliapm, con<br />

su hermosa voz, de timbre homogéneo y<br />

poderoso volumen, que llenaba sin aparente<br />

esfuerzo, toda la sala; y el bajo, Serguei<br />

Koptchak extraordinario por calidad<br />

vocal y buen hacer escénico,<br />

en el monje vagabundo Variaam.<br />

Las sopranos Anne Sophíe Schmidt<br />

-Xema- y Olga Boradma<br />

-Manna- fueran las dos cantantes<br />

notables. La primera, por su<br />

bella voz linca, bien emitida y<br />

adecuada al personaje; la segunda<br />

una excelente dramática (que<br />

no mezzosoprano), resolvió a la<br />

perfección su difícil papel.<br />

Entre lo estimable, podemos<br />

situar al tenor. Vrtali Tarachenko,<br />

un Dimrtn de condiciones vocales<br />

irregulares, con un registro agudo<br />

bastante bien impostado, aunque<br />

a veces de emisión forzada, y<br />

centro y graves, descolondos. Esta<br />

carencia de color, de intensidad<br />

timbrica esas voces que no<br />

coren, que no logran pasar el foso,<br />

se ha reiterado en otros cantantes.<br />

Por ejemplo, el bajo, Serguei<br />

Martinov, que debido a ese<br />

problema no alcanza a dar carácter<br />

a un personaje tan importante<br />

como el monje Pimen; lo mismo<br />

sucede en el caso del tenor. Vladislav<br />

Piavko, un Principe Chouisky de voz envejecida<br />

y destimbrada; o el barítono, Grigori<br />

Ceriziuk, encamando al jesuíta Rangoni...<br />

En cambio, cabe destacar a las segundas<br />

partes: Susan Shafer, una Nodnza de voz interesante,<br />

con verdadero timbre de mezzosoprano;<br />

Leonard Pezzmo, tenor, un correctísimo<br />

Inocente; Alessandra Papadjiakou,<br />

encantadora como Muchacha de la<br />

Hosteria.<br />

Los aplausos más encendidos estuvieron<br />

dedicados -con toda justicia y por este orden-<br />

a la Orquesta, a su Director, al Coro y<br />

a Burchu!ad2e. Kokkos no salió a saludar y<br />

probablemente esta medida de prudencia<br />

evitó el escándalo que sistemáticamente se<br />

produce en este teatro cuando aparece el<br />

Director de escena sobre las tablas.<br />

En suma; un Bons escénicamente descolorido<br />

y con un reparto irregular. Si se ha salvado<br />

del fracaso ha sido sobre todo por la espléndida<br />

base instrumental y por los dos grandes<br />

protagonistas de esta obra maestra: el autócrata<br />

Bons Godunov. y el pueblo ruso.<br />

Se ha tenido el acierto de ofrecer la versión<br />

ongmal de Mussorgsky (1874) y no alguna<br />

de las sea revisiones que, total o parcialmente,<br />

ha sufrido esta música profundamente<br />

genial, hasta nuestros dias.<br />

Julio Andrade Malde<br />

SCHERZO 17


ACTUALIDAD<br />

VENECIA<br />

L<br />

a Fenice ha iniciado su año doscientos<br />

con un Rigoletto discutido<br />

a causa de la puesta en escena de<br />

Andrei Serban, nombre que ilustra, de<br />

pleno derecho, el luminoso catálogo del<br />

narcisismo directorial de hoy. Carente<br />

de folleto explicativo, no intentaré dilucidar<br />

los profundos designios de la regio.<br />

Supuestos ellos, los decorados de Gianni<br />

Quaranta estaban bien realizados sin<br />

duda, pero es aquella suposición el problema.<br />

Allí estaban<br />

todos los tks regfeticos<br />

del presente.<br />

Estaba el astutísimo<br />

cóctel cronológico,<br />

quizá enderezado<br />

a insinuar<br />

que una ópera es<br />

tanto el momento<br />

que represento como<br />

aquél en que<br />

se concibe: pasmosa<br />

idea que. sin<br />

Serban o similares,<br />

nunca se nos habría<br />

ocurrido a los<br />

estúpidos espectadores.<br />

Estaban los<br />

inevitables elementos<br />

oníricos,<br />

abiertos a la hermenéuticapsieoanalítica,<br />

o así, y<br />

dando lugar, de<br />

paso, a la exhibición<br />

de considerables<br />

anatomías. Estaba<br />

la irrupción<br />

de figuras -¿simbólicas?-<br />

en medio<br />

de un aria, para<br />

recordarnos que<br />

escuchar un ana a palo seco es pura frivolidad.<br />

También la inevitable vtsuai'izaáón<br />

de sentidos del texto, como si con<br />

éste no bastara; y aquí Serban se superó<br />

en el final: Gilda, muerta tras lo de Lossü<br />

in cielo, abandonaba extática su posicón<br />

de difunta, dingiéndose hacia un chillón<br />

cielo con angelotes figurado en un telón<br />

caído ad hoc poco antes (mientras Rigoletto,<br />

en un rapto de distracción, seguía<br />

contemplando el lugar vacío dejado por<br />

el cadáver), y sólo la excesiva educación,<br />

o la estupidización colectiva, impidieron<br />

la merecida carcajada, tntelectualizar<br />

óperas como R/go/etto (como si<br />

fueran casos italianos de Gesamtkunstwetk)<br />

me parece pedantería y ganas de<br />

fastidiar la diversión. Pero, qué cosas, ya<br />

se ve que esta misma critica está cum-<br />

/¿ÍSCHERZO<br />

Combate de Serban y Rigoletto<br />

Esceno de Rigofetto en Lo feroce de Venecra<br />

pliendo los probables designios del señor<br />

Serban, o sea, que hablemos de él.<br />

Por supuesto, también estaba el Rigo-<br />

/etto propiamente dicho: el que intentaban<br />

cantar y representar, en medio de<br />

todo tipo de dificuttades (incluidos equilibrios<br />

en un escenario muy inclinado)<br />

unos profesionales que, sabe Dios por<br />

qué, no se niegan a ser marionetas en<br />

manos del redicho de tumo. Sin embargo,<br />

el público, que soportaba paciente<br />

tanta orgia visual (en esta representación<br />

del 26 de enero, y supongo que en<br />

las demás) llegó a enfervorizarse. Lo hizo<br />

cuando un cantahte dijo aquí estoy,<br />

dando a entender que allí se había ido a<br />

oírlo a él cantando Verdi, y no a desentrañar<br />

nebulosidades estéticas. El tal fue<br />

Leo Nucci. que en Coniggiom, vil raiza<br />

largó todo el trapo de su hermoso instrumento<br />

bantonal y, con antigua demagogia<br />

operística, enloqueció a las masas.<br />

Bisó el fragmento, lo que también era<br />

una reivindicación de modos tradicionales,<br />

y el reencuentro con R/go/etto se<br />

produjo. Buen Rigoletto el de Nuca, especialmente<br />

en el canto desplegado<br />

(muy bello timbre, brillante agudo), aunque<br />

en el recogido y ligado (el de los<br />

dúos con Gilda, por ejemplo) no falta-<br />

ron emisiones nasaJizantes. En todo caso,<br />

puso la representación en su sitio.<br />

June Anderson, en cambio, pareció<br />

esta vez, en su Gilda, una sombra del<br />

pasador voz avenada calante, tremolante,<br />

aunque con destellos de clase innegables.<br />

La voz de Vincenzo La Scola no<br />

parece muy notable por timbre ni esmalte,<br />

pero posee el acento y estilo<br />

vendíanos en el fraseo (estuvo incluso<br />

excelente, por ejemplo, al introducir el<br />

FOTO BUSCAR/NO<br />

cuarteto), de manera superior a la media<br />

actual de tenores; tuvo que pechar<br />

con especiales intromisiones regísticas, y<br />

ya es un mérito que no se confundiera<br />

-dado el contexto femenino de la escena-<br />

y no dijera La puítana é mobile en<br />

vez de lo habitual. El Sparafucile de<br />

Giancarío Pasquetto (uom di spada con<br />

chistera y navaja esta vez) tuvo poder,<br />

pero también cierta cavernosidad, y la<br />

Maddalena de Serena Lazzarini resultó<br />

demasiado amortiguada. Pero, con todo,<br />

los cantantes, junto con una sólida<br />

orquesta, muy seguramente llevada por<br />

Vjekoslav Sutej, consiguieron a la postre<br />

que recordáramos que estábamos<br />

oyendo, y disfrutando, ftgoietto.<br />

Vidal Peña


VIENA<br />

La primavera del este se da cita en Viena.<br />

ACTUALIDAD<br />

En la actualidad, tualidad, la política del go- gobierno<br />

austríaco ha conseguido, a<br />

pesar de los grupos extremistas<br />

HWBft^.x , ^rasa^^^^M nía, Checoslovaquia, 8ulg. Bulgaria, Hungría,<br />

Comunidad de Estados Independientes,<br />

CEI (antigua URSS). De allí, que la pro-<br />

xenófobos, que las instituciones y emgramaoón<br />

de más de 50 conciertos de<br />

presas privadas inviertan o establezcan<br />

este festival nos permitirá conocer con<br />

intercambios cooperativos en diversos<br />

mayor detalle música, agrupaciones e in-<br />

renglones con los países del otro blotérpretes<br />

de los cuales ya teníamos alque<br />

antagónico. En el caso particular<br />

guna refenóa anterior y de otros ya co-<br />

que nos ocupa, la música, tenemos que<br />

nocidos en occidente.<br />

esta política ha comenzado hace algún<br />

tiempo a surtir su efecto, y el Wien Modem<br />

91, organizado por el Konzerthaus<br />

y el Musikverein, es un ejemplo palpable.<br />

Por todo ello este I Festival de Primavera<br />

de Viena, bajo la dirección del<br />

Konzerthaus y la Alcaldía de Viena, da<br />

sentida más formal a esta directriz global<br />

que persigue invertir (por llamarlo<br />

de alguna forma), en las instituciones<br />

culturales del Este, que las consecuencias<br />

económicas y sociales las ha llevado<br />

Entre las orquestas y solistas invitados<br />

que tendremos ocasión de escuchar están:<br />

la Orquesta del Festival de Budapest<br />

Filarmónica Rumana "George Enescu"; la<br />

Orquesta del Teatm Nacional de Pratislava;<br />

la Capolta Savana; la Filarmonía de Eslovenía;<br />

la Academia de Cámara de Moscú;<br />

Coro de Cámara de Berlín; el Coro de tos<br />

Patriarcas de Moscú; Coro de Cámara de<br />

Berlín; Künhs Chor de Praga, y a la Singakadamie<br />

Vienesa. El Schaorum-Emsemble de<br />

virtualmente a la extinción. Esto es lo<br />

-^ la Filarmónica de Berlín; Hagen Quarttet;<br />

que ha llamado de un modo poético<br />

Kartens Witt y Úrsula Pasterk, del Kon-<br />

•° Ardim Quarttet Haydn trio, y, por supues-<br />

P to, el Klanforum de Viena. Entre los soliszerthaus<br />

y la Alcaldía de Viena, respectivamente:<br />

"Una nueva visión; una nueva<br />

Roger Nanington<br />

tas y directores vemos a Elizabeth Leonskaja,<br />

Lucía Popp, Sándor Végh, Roger<br />

primavera de las relaciones del Este y<br />

Nomngton, Michel Gielen, Iván Fischer, y<br />

Oeste a través de la música".<br />

20 de marzo al 10 de mayo de este<br />

año, contará con la participación de<br />

Mariss jansons dirigiendo la orquesta anfitriona:<br />

la Filarmónica de Viena.<br />

Esta primera edición del Festival de<br />

Primavera de Viena, que se realizara del<br />

compositores, orquestas e intérpretes<br />

de los países del este de Europa: Ruma-<br />

Enrique Moya<br />

Viena es una máquina de hacer<br />

ópera: más de 350 representaciones<br />

al año o siete títulos diferentes<br />

a lo largo de una semana, son<br />

datos más que elocuentes de lo que a<br />

buen seguro es el escaparate lírico más<br />

caro y mejor montado del mundo. Pero<br />

como siempre, allí donde tanta abundancia<br />

puso el Señor, no siempre es oro<br />

todo lo que reluce. Y algo así ha sucedido<br />

en la última ópera vista por el firmante<br />

de esta crónica a su paso por la<br />

antigua capital imperial.<br />

Un bailo in mascbera no es precisamente<br />

una de las óperas más innovadoras<br />

de Verdi, aunque posee una amplia<br />

gama de estilos canoros y un gran<br />

refinamiento en el diseño melódico<br />

creado por el compositor italiano, que<br />

a partir de aquí comienza a dar los primeros<br />

pasos para eliminar definitivamente<br />

la tradicional oposición entre recitativo<br />

y aria, que había marcado la<br />

pauta operística en los siglos anterior.<br />

La actual producción vienesa, estrenada<br />

en 1986 por Abbado, con dirección es-<br />

Opera al por mayor<br />

cénica de Gianfranco de Bosio y una<br />

barroca y oscura escenografía —más<br />

bien fea— a base de telones pintados<br />

de Emanuelle Luzzati, nos devuelve al<br />

drama original ideado por Scribe: cambia<br />

el Boston colonial por la corte sueca<br />

de finales del siglo XVIII. No obstante,<br />

los cantantes de la presente reposición<br />

parece que no se enteraron del<br />

cambio histórico propuesto por Gianfranco<br />

de Bosio y continuaron par su<br />

cuenta y riesgo en la lejana colonia<br />

americana de Massachussets. Allí, donde<br />

debían estar Gustavo III o Ankarstrom<br />

aparecían Riccardo y Renato.<br />

Y donde debían aparecer las nobles<br />

Horn y Warting se nos presentaban los<br />

conspiradores Sam y Tom. Vocalmente<br />

tampoco fue nada del otro mundo la<br />

representación. Como Riccardo cantaba<br />

el tenor italiano Alberto Cupido,<br />

que tanto predicamento tiene en su país.<br />

Su voz posee un centro bien timbrado<br />

y tiene extensión y volumen notables<br />

hasta que llega a la zona aguda,<br />

que pierde el color y se hace más lán-<br />

guida. Su Riccardo, aunque bastante correcto,<br />

no se adentra en la complejidad<br />

vocal y psicología del gobernador británico/rey<br />

sueco. Gabnela Benackova, excelente<br />

intérprete de las óperas de Janacek,<br />

no es una voz para encamar el<br />

papel de Amelia, máxime cuando presenta<br />

ya un fuerte desgaste vocal con<br />

unos graves áfonos y unos agudos muy<br />

forzados. El veterano Piero Cappudlli,<br />

uno de los mejores Renatos de los últimos<br />

años, fue el único que cantó con<br />

gusto y estilo verdiano, a pesar de tener<br />

ya la voz bastante tocada. Por último, la<br />

Ulrica de Nelly Boschkowa fue directamente<br />

impresentable y el Osear de la<br />

joven Elizabeth Norberg estuvo carente<br />

de encanto y brillantez. De todas formas,<br />

lo peor, con mucho, fue la tosca y<br />

exagerada dirección musical del joven<br />

director germano Jan Latham-Koning,<br />

un experto en la música de nuestro siglo,<br />

que demostró no entender absolutamente<br />

nada del mundo verdiano.<br />

A.M.<br />

SCHEBZO 19


ACTUALIDAD<br />

BARCELONA<br />

Quien tuvo retiene<br />

Barcelona. Gran Teatre de 1 Uceu. 20-1-1992 Raina Kabaivanska, soprano. Leone Magier&<br />

piano. Obras de Pergolesi, Rossim. Donizetti. Puccini, Vendí, Massenet, Rubmstem,<br />

Tosti f Olea<br />

A<br />

pesar de su larga catrera, las actuaciones de la soprano<br />

búlgara en nuestro teatro han sido pocas: Lo forza del<br />

destino, la temporada 1971 -2, y Manon Lescaut en 1985-<br />

6. en las que sin embargo mostró sus grandes cualidades que la<br />

acreditaron como una gran artista, dotada de gran musicalidad,<br />

con una voz, que si no era de gran calidad sí estaba<br />

inteligentemente utilizada y ello permitía a la cantante establecer<br />

la comunicación con el espectador. Ademas, un recital no puede<br />

estar totalmente integrado por arias de ópera, por el<br />

consiguiente cansancio que ello representaría y para<br />

solucionarlo se incluyen oberturas, cuando la audición se realiza<br />

con orquesta, o canciones, cuando se realiza acompañado por el<br />

piano; en este repertorio Kabaivanska se encuentra poco<br />

cómoda por la falta del respaldo de una conte>ctura dramática.<br />

En este recital, además, parecía que la cantante no se<br />

encontraba en sus condiciones actuales óptimas ya que la voz<br />

aparecía fatigada y con la sensación de desgaste. Con estos<br />

condicionantes, la cantante encontró sus mejores momentos en<br />

aquellos fragmentos que permitían desarrollar su instinto<br />

escénico como el Addio del passato de ía Traviata, dicho con<br />

gran patetismo desde el recitativo, el Wssi d'arte de Tosca,<br />

expresado con verdadera fuerza o lo son l'umilk ancdte de<br />

Adriana Lecouvreur, con gran expresividad. Menos interesante fue<br />

Manon y ía bohéme. En las canciones encontró un mayor estilo<br />

en las de Donizetti, Verdi y Rubinstem, sobre todo esta última<br />

llena de carácter, y un carácter menos fluido en las de Pergofesi,<br />

Rossini y Tosti. Dentro de los tres bises que la soprano<br />

concedió, por la sorprendente entrega del público, destacó un<br />

interesante Vais de Mussetto de La bohéme, a pesar de unas<br />

ciertas limitaciones, en una pieza poco habitual por estilo y<br />

repertono. Leone Magiera mostró su habitual gran<br />

conocimiento de las obras, aunque su sonido no fuera tan sutil<br />

como en otras ocasiones,<br />

AV<br />

La veteranía en su punto<br />

Barcelona. Palau de ja Música. 26-1-92. Victona de los Angeles, soprano; Nicolai Gedda. tenor; Geoflrey Parsons,<br />

piano Obras de Schumann, Mussorgski. Benoz, Sant-Sáens. Fauré. PaiadilHíe y populares catalanes<br />

C<br />

onsidero un gran acierto de<br />

Ibercámera la programación de<br />

este ciclo de Grandes Maestros,<br />

y haber encargado la inauguración<br />

a dos artistas de la talla de Victona de<br />

los Angeles y Nicolai Gedda, cantantes<br />

veteranos que ofrecieron un programa<br />

poco habitual en parte, y de gran interés.<br />

En artistas de larga carrera puede<br />

preocupar su estado vocal, pero la inteligencia<br />

de los mismos hace que en<br />

este tipo de repertorio puedan desarrollar<br />

todas sus virtudes y soslayar el<br />

lógico desgaste de su instrumento. Victoria<br />

de los Angeles tuvo una gran noche<br />

porque su voz se plegaba a sus de-<br />

20SCHERZO<br />

seos, lo que unido a su musicalidad innata<br />

y a ese fraseo tan delicado y señorial,<br />

nos permitió gozar tanto en los<br />

dúos como en las Concorts populan calalanes,<br />

armonizadas por Manuel García<br />

Morante, a las que supo dar todo el<br />

carácter festivo o Inste, romántico o<br />

descriptivo, junto a este saber decir<br />

que pocas intérpretes poseen.<br />

Nicolai Gedda, que es un cantante<br />

que sólo ha cantado en Barcelona Rigoletto.<br />

con poca suerte, inició sus dúos<br />

con Victona un poco inseguro, como<br />

si necesitara calentar la voz, pero<br />

poco a poco fue dominando la situación<br />

para ofrecer unas canciones de<br />

Ratna Kabaívanska FOTO. &OFILL<br />

Mussorgski llenas de fuerza, gran intención,<br />

con voz brillante en el registro<br />

medio y contundencia en el registro<br />

agudo. Fue además un programa muy<br />

interesante por su carácter inhabitual<br />

en los dúos de Schumann, en la primera<br />

parte, y una variedad de autores<br />

franceses en la segunda con páginas de<br />

gran belleza de Fauré, Samt-Saens,<br />

Berlioz, y un compositor que no se<br />

oye en las salas de concierto, Emile<br />

Paladilhe, que en su día tuvo un cierto<br />

renombre como compositor de óperas.<br />

Para completar la magnífica velada,<br />

el pianista Geoffrey Parsons demostró<br />

una vez más cómo se puede ser protagonista<br />

en el acompañamiento.<br />

AV.


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ACTUALIDAD<br />

Barcelona. Palau de la Musita Catalana. I3-I-I99Í.<br />

lean-Baptiste Lully; Ateste (suite orquestal). Andre<br />

Campra; Tamrétk (selección;. fean-Philippe Rameau 1<br />

Hippofyte e[ Anee (seJetcjonJ. Véronique Gens, soprano,<br />

Peter Harvey. barftoiiD. La Grande Ecune et La<br />

Chambre du Roy. Director Jean-Claude Malgcwe.<br />

L<br />

a interpretación de la música<br />

barroca siempre depara sorpresas<br />

inesperadas. Yo tenía un<br />

cierto disgusto previo con el trabajo<br />

del oboísta y director Jean-Claude<br />

Malgoire, ya que sus grabaciones de<br />

unos quince años atrás no me gustaron<br />

en absoluto: le encontraba exagerado<br />

en sus planteamientos; me parecía<br />

que buscaba un sonido desagradable<br />

y estridente a propósito (sobre<br />

todo me molestaba una cuerda excesivamente<br />

chirriante...) y para mí representaba<br />

todo lo que en cierta interpretación<br />

auténtica me parecía<br />

desdeñable: el intento de hacernos<br />

creer que los instrumentos sonaban<br />

rematadamente mal. Por ello, para<br />

perjuicio económico del Mgr. Malgoire,<br />

dejé de hacerme con sus grabaciones.<br />

Pero en este concierto me llevé<br />

una gran sorpresa: no sólo ha evolucionado<br />

favorablemente Herr Har-<br />

Lully, Campra, Rameau<br />

noncourt, ¡Malgoire también lo<br />

ha hecho! Ha abandonado aquellas<br />

primeras ideas que yo desechaba,<br />

y en la interpretación de<br />

estas selecciones operísticas de<br />

Lufly, Campra y Rameau se me<br />

reveló como algo inesperado. La<br />

formación que dirige, con el mismo<br />

tipa de instrumentos, ahora da<br />

un sonido bello, musical, lógico<br />

para la época (es decir, con limitaciones<br />

técnicas, pero con un<br />

virtuosismo envidiable). Malgoire<br />

y sus músicos nos dieron unas<br />

interpretaciones historicistas, es<br />

cierto, pero no por ello frías ni<br />

asépticas, sino matizadas, introspectivas,<br />

cálidas... y, tratándose<br />

de un repertorio auténticamente<br />

inusual, el concierto se convirtió<br />

en una delicia. Por otra parte, los<br />

dos cantantes me parecieron<br />

muy adecuados, con una voz plena,<br />

dominando en todo momento<br />

su parte. Entre todo, si algo<br />

hay que destacar, me gustó especialmente<br />

el aria de Teseo Qu'oi-je appris?,<br />

dicha por Harvey con aire romántico<br />

y sobriedad en la dicción.<br />

Diez años fecundos<br />

Sabadell. Teatre de la Farándula. 31-1-92. Donizett Don Posqyote Sung-Uen Kim, |osep Bros, Sanios Arifto. Enric<br />

Serra, Roger Alier. Cor deis Amics de Topera de Sabadell. Orquestra del Valles. Director Ivan Anguelov.<br />

C<br />

uando una entidad como E/s<br />

Amics de /'ópera de Sabadell lleva<br />

una década programando<br />

representaciones, y además consigue<br />

ampliar las funciones en otras plazas,<br />

como es el caso de ía itinerante Opera<br />

a Catalunya merece el máximo elogio<br />

por el esfuerzo realizado. Por si esto<br />

fuera poco, colaboran con el Concurso<br />

de Canto Francisco Viñas, otorgando<br />

unos premios vinculados a representar<br />

una ópera en Sabadell; éste es<br />

el caso de Don Pasquale, que ha contado<br />

con unos elementos vocales muy<br />

interesantes, a partir de la soprano<br />

Sung-Uen Kim, ganadora del pasado<br />

año, a la que se han unido otros cantantes<br />

españoles. El primer triunfador<br />

de la noche fue, sin duda Enric Serra,<br />

que ya había cantado el personaje del<br />

Dr, Malatesta, pero que ahora, asumiendo<br />

el papel del viejo rico, sabe<br />

dar toda la intención y la vis cómica<br />

para despertar las nsas del espectador,<br />

a base de un estudio detallado al servicio<br />

de una voz que se impone en los<br />

22 SCHERZO<br />

registros medio y alto, y que quizá<br />

presente alguna carencia en el grave,<br />

hecho normal por tratarse de un barítono<br />

cantando un papel de bajo.<br />

A su lado la soprano coreana recordó<br />

las cualidades que le hicieron<br />

ganar el concurso: una voz muy bella,<br />

un timbre penetrante y un registro<br />

agudo brillante; pero además mostró<br />

cualidades interpretativas dando vida<br />

a Norina. El tenor Josep Bros fue una<br />

interesante sorpresa, demostrando<br />

que es una firme promesa, con una<br />

voz varonil, timbrada, de bello color,<br />

y un buen registro agudo, que mejorando<br />

su técnica de emisión puede<br />

redondear siempre; es musical y supo<br />

dar vitalidad al juvenil Ernesto. Santos<br />

Ariño posee una bella voz de barítono<br />

lírico, con una correcta línea, aunque<br />

a veces le falta un poco de intención<br />

en el fraseo. Completaba el reparto<br />

nuestro compañero Roger<br />

Alier, que al igual que hizo en las representaciones<br />

de esta obra en el Teatre<br />

Grec dio vida al notario con su<br />

Jean-Oaude Malgoire<br />

En fin, me parece que voy a tener<br />

que rectificar con Malgoire,..<br />

Santiago Rueño Satinas<br />

espontaneidad habitual. Ivan Anguelov<br />

que en otras ocasiones había conseguido<br />

buenos resultados con la Orquestra<br />

Simfónica del Valles, no alcanzó<br />

esta vez igual brillantez, al<br />

mostrarnos una versión que olvidaba<br />

el espíritu de la obra, por el exceso<br />

de volumen, el poco matiz y el sonido<br />

grueso. El Cor deis Amics de<br />

Topera de Sabadell cumplió como en<br />

él es habitual en unas intervenciones<br />

no muy amplias, pero sí comprometidas.<br />

Las puestas en escena en Sabadell<br />

adolecen, quizá por falta de mayor<br />

presupuesto, de un esquematismo<br />

excesivo que en ocasiones<br />

funciona, pero que esta vez, a base<br />

de unos paneles que se iban moviendo<br />

según las escenas, bien iluminados,<br />

no consiguieron captar la atmósfera, a<br />

la que tampoco ayudó el cambio de<br />

época; la dirección escénica estuvo<br />

correcta con el movimiento del coro,<br />

pero quizá le faltó un poco de apoyo<br />

a aquellos cantantes que por tener<br />

menos experiencia necesitaban ayuda<br />

para mejorar su composición del personaje.<br />

A.V.


Rozhdestvensky y la retórica<br />

. Palau de la Música 23-1-93. State Symphony Capella (intes Soviet PMharmonic Ortiestra). Orfeo Caula<br />

(Dir. Jordi Casas). Susan Roberts, soprano Director Gennadí ftoztxtestverrsiiy. Obras de Saint-Safen y Poulenc<br />

A l<br />

parecer en el lenguaje al uso el<br />

sustantivo retórica, si es que alguna<br />

vez se emplea, y. sobre todo,<br />

el adjetivo retórico tienen un sentido<br />

más bien peyorativo. Eso no siempre<br />

fue así. Al contrario. Tiempos hubo en<br />

que la retórica era el noble y necesario<br />

arte de organizar el discurso y podía utilizarse<br />

bien o mal. En el primer caso<br />

proporcionaba placer a los sentidos y a<br />

la inteligencia y, por lo tanto, su uso era<br />

muy apreciado. Avisado, pues, el lector,<br />

ya podemos decir que la Primera Sinfonía<br />

de Saint-Sa&ns (mi bemol mayor<br />

-como la Heroico- y op. 2) es un ejemplo<br />

de música escrita con un buen gusto<br />

retórico y académico {siendo la academia<br />

nada menos que el conservatorio<br />

de París a fines del siglo XIX). La State<br />

Symphony Capella hizo gala de tersura<br />

y refinamiento sonoros para interpretar<br />

esa música y un Rozhdestvensky tan sabio,<br />

sutil e irónico como de costumbre<br />

hizo de la superficialidad de esa obra<br />

sinfónica un arte y convirtió sus carencias<br />

-de auténtica inspiración, por ejemplo,<br />

de desarrollos y reexposiciones vigorosa<br />

y auténticamente sinfónicos,<br />

también por ejemplo- en primores y<br />

lindezas, dicho sea con todo respeto<br />

para el gran autor de Sansón y Datila.<br />

Dóciles a su director y a su valoración<br />

positiva, sm complejos, de esta Sinfonía<br />

académica, los músicos rusos (?) proporcionaron<br />

a Saint-Saéns y a su excelente<br />

mediador, Rozhdestvensky, lo que<br />

pedían: claridad y elegancia en el movimiento<br />

inicial, un refinamiento literalmente<br />

risueño -Rozhdestvensky se encogía<br />

de hombros y batía con desmayo<br />

gracioso y un tanto displicente la batuta<br />

con la mano izquierda- en el <strong>Scherzo</strong>;<br />

en fin, una majestad ampulosa y algo vacía<br />

en el fugato no del todo bien resuelto<br />

del final. ¿Qué hubiéramos preferido<br />

todas esas -y otras virtudes- aplicadas<br />

sin ir mas lejos a la Sinfonía Heroica de<br />

Beethoven, cuyo impresionante tema<br />

inicial citaba -con mucho menos impresionante<br />

solución- emblemáticamente<br />

Saint-Saéns en su último movimiento?<br />

Es posible. Pero lo que se oyó fue hermoso,<br />

agradable, complaciente, lo que<br />

no es poco para los tiempos que corren.<br />

Curiosamente fueron menores los<br />

logros en una obra a nuestro juicio<br />

más interesante que la anterior, el Stobat<br />

Mater de Poulenc, con cuya inter-<br />

pretación se llenó la segunda parte del<br />

concierto. Aquí hemos de alabar en<br />

primer lugar la excelente actuación del<br />

Orfeó Cátala, una de las mejores que<br />

le recordamos en los últimos tiempos,<br />

con muy hermosas intervenciones o<br />

capelta, con piani muy justamente emitidos<br />

y afinación segura en todo momento.<br />

La parte de solista fue bien desempeñada<br />

por la soprano Susan Roberts.<br />

Fue en la versión de la obra y en<br />

su ejecución orquestal donde se pro-<br />

ACTUALIDAD<br />

dujo cierta decepción. Rozhdestvensky<br />

pareció menos entregado a la partitura.<br />

En su lectura no faltó, por supuesto, inteligencia<br />

y elegancia, pero pareció eso,<br />

más bien una lectura con mucho oficio<br />

y sensibilidad que la plasmación de una<br />

concepción personal de la obra. Quizá<br />

en otros casos, es decir, con otros directores,<br />

nos hubiera parecido suficiente.<br />

Pero Rozhdestvensky suele estar<br />

genial y nunca habíamos asociado su<br />

nombre a la sensación de cierto desencanto...<br />

Sobre el virtuosismo y el arte<br />

Bu-etlon*. Palau de la Música, 30-4-93. h/o Pogorelirfi. piano. Obras de Chupín. Ravel y Radimaninov.<br />

L<br />

a Sonata n° 2, en si bemol<br />

mayor, op. 36 de Rachmaninov<br />

es probablemente una<br />

obra de dificultad técnica rayana con<br />

lo imposible. Interpretándola de una<br />

forma avasalladora y apabullante Ivo<br />

Pogorelich cerró como con un deslumbrante<br />

fuego de artificio un programa<br />

en el que su técnica y su virtuosismo<br />

siempre vencieron y no<br />

siempre convencieron. Uno diría que<br />

hay por lo menos dos Pogorelich, el<br />

capaz de producir implacablemente<br />

una cascada de notas rutilante, como<br />

en la citada, impresionante y vacua Sonoto<br />

de Rachmaninov; y al creador de<br />

unos sonidos también impresionantes,<br />

que parecen cada uno hijo de un estudio<br />

individualizado y sumamente sofisticado,<br />

pero que, sin perder su individualidad<br />

sonora, se imbrican en una<br />

obra superior por obra y gracia del<br />

omnímodo control del ejecutante. De<br />

esta segunda manera parecía interpretar<br />

Pogorelich los tres Nocturnos (op.<br />

48. op. 52 n D 2 y op. <strong>62</strong> n° 2) de<br />

Chopin con los que abrió el programa.<br />

En alguna ocasión -así en el primer<br />

Nocturno- esos dos Pogorelich se<br />

fundieron en uno francamente convincente:<br />

un uso declarado del pedal<br />

en forte y fortissimo sin merma ninguna<br />

de la calidad individual del sonido,<br />

subordinado todo a una expresión<br />

enérgica y fría a la vez, sin una gota de<br />

morbidez (¡en Chopin!) es algo que<br />

inquieta y convence a la vez. Ahora<br />

bien, cuando se trata de recrear en su<br />

José Luís Vidal<br />

totalidad una obra compleja, como la<br />

Sonata n° 3 en s/ msnor, op. 58, también<br />

de Chopin, el imprescindible virtuosismo<br />

tiene que subordinarse a<br />

una concepción global y superior de<br />

la obra de arte: en esa particular recreación<br />

se cifra el arte del intérprete.<br />

En esta Sonata Pogorelich pudo habernos<br />

ganado decididamente si la<br />

maestría con que dosificó robustez<br />

del sonido con control de la expresión,<br />

agitación del tempo con elocuencia,<br />

tal como hizo en el Finale, la<br />

hubiera extendido a toda la obra. Pero<br />

el Largo había sonado extrañamente<br />

distante, casi aséptico. No es fácil<br />

dilucidar cuánto de esa expresión responde<br />

a una especial austeridad de<br />

Pogorelich, justo en las antípodas del<br />

divismo de enfant temblé que alguna<br />

vez se le ha reprochado, y cuánto a<br />

una batalla en la que el arte de la interpretación<br />

no siempre vence frente<br />

al virtuosismo técnico. Quizá el mejor<br />

momento del recital estuvo, y no por<br />

casualidad, en la obra central del programa,<br />

los Valses nobles y sentimentales<br />

de Ravel, Pogorelich pareció encontrarse<br />

a sus anchas en el elegante<br />

y mundano universo sonoro de los<br />

Valses, justamente donde su interpretación<br />

fue plenamente artística, con<br />

una sofisticaron y con preciosismo<br />

nada gratuitos, sino del todo convenientes<br />

al espléndido lenguaje de la<br />

obra.<br />

J.LV.<br />

SCHERZO 23


ACTUALIDAD<br />

Chaikovski en el Iiceu<br />

Barcelona. Gran Teatro del Uceo 16-1-91 Cnaikovski. Domo de Pujue Jan Blmkbo (Hermán], Natalia Romanova<br />

(Lea); Sergei Lelleriois (Tomski y Zlalogor); Leonte Rysanek (la Condesa): Dimitn Hanlónov (Príncipe Yelelsla); Alfredo<br />

Heilbnon (Maestro de ceremonias) Josep Ruiz (TthekalinslG); Giancarlo Boldnni (Sunn); Claire Powell (Polina<br />

y Milowor); Mercé Obiol (Mana), Franceses Rolg (Institutriz): Rosa Mana Conesa (Pnlepa)r Miguel Lópeí GaJmdo<br />

(Narumov). ele. Coro de l'Escola Pía Balmes, Director; Montserrat Pi. Coro del Gran Teatre del Liceu. Director<br />

Romano Gandoffi. Orquesta del Gran Teatre del üceu. Director Mark Ermler. Dirección de escena. Glibert Deflo<br />

Escenógrafo y diseñador del i/estuano' Wiiiiam Onandi, Realización 6e los decorados: Spazio Scemco, Roma. Coreografía<br />

Nadejda Loujine.<br />

L<br />

a Dame de Pique de Chaikovski<br />

ha aparecido sólo en<br />

contadas ocasiones en el Liceo,<br />

y dada la considerable renovación<br />

de público que ha habido en estos<br />

últimos tiempos era una novedad<br />

para la mayoría. Desgraciadamente,<br />

el público nuevo tampoco aprecia<br />

gran cosa del repertorio que no sea<br />

el más trillado, y por esta razón aunque<br />

siguió atento la representación<br />

se entregó poco a la hora de valorar<br />

los elementos positivos de esta producción<br />

en la que el Liceo, por una<br />

vez, ha hecho un considerable esfuerzo,<br />

logrando agilizar el escenario<br />

y dar una verdadera categoría a la<br />

obra, con una escenografía de gran<br />

calidad visual (destacándose sobre<br />

todo ef primer acto y la habitación<br />

de la condesa, en el acto<br />

segundo).<br />

La dirección de escena de<br />

Gilbert Defo pecó, en cambio,<br />

de convencional: coros rígidos,<br />

movimientos de personajes<br />

bastante estereotipados, falta<br />

de vida en algunas escenas, etc.<br />

Por otra parte, el día de la primera<br />

representación se echaba<br />

de ver que a la producción le<br />

faltaba rodaje, y que aunque<br />

en general el compfejo juego<br />

de puertas móviles funcionó<br />

bien, se produjeron incidentes<br />

y algún accidente (en el segundo<br />

acto se oyeron gritos de<br />

dolor) con el natural y patente<br />

desconcierto en el coro que<br />

sin embargo, en conjunto, realizó<br />

una soberbia labor que<br />

puede añadirse a la corona de<br />

sus numerosos méritos de estos<br />

años. El coro infantil de la Escola<br />

Pia colaboró eficazmente en la realización<br />

de su número del primer acto.<br />

Los solistas formaron en conjunto<br />

un equipo más que notable encabezado<br />

por el tenor jan Blinkhof, que<br />

supo enfrentarse con el temible papel<br />

de Hermán con una voz poderosa<br />

que proyectaba con potencia y ni-<br />

24 5CHERZO<br />

tidez aunque en algunas ocasiones<br />

dejaba entrever cierta dificultad en<br />

calentarse, al inicio de la ópera, y exhibió<br />

lógicamente una perceptible fatiga<br />

en la última y tremenda escena.<br />

A pesar de algún detalle elegante,<br />

decepcionó un tanto Natalia Romanova<br />

en el papel de Lisa, con una actuación<br />

gris, una voz insegura, un tanto<br />

huidiza y poco timbrada, salvo en<br />

su aria del último acto, pero tampoco<br />

aquí acabó de convencer del todo.<br />

Más ¡ntereante, a pesar de algún<br />

defecto, la labor de Claire Powell<br />

-en un papel muy agradecido, todo<br />

hay que decirio: el papel de Polina-,<br />

y muy eficaz en la pantomima. El barítono<br />

ruso Dimitri Harilonov, sin tener<br />

una gran voz, se acreditó bien<br />

Lo Domo de Pique en el Teatro del Liceo de Barcelona.<br />

con su vistosa aria de Yelelski.<br />

Muy notable Sergel Leiferkus en el<br />

papel de Tomski (que ya cantó en el<br />

Liceo en la anterior versión de 1981:<br />

ya entonces llamó la atención por su<br />

bella voz y por la solidez de su emisión<br />

vocal. En esta ocasión recibió un<br />

espectacular aplauso al final de la<br />

obra a pesar de su papel secundario.<br />

Por encima de todo, sin embargo,<br />

hay que valorar la creación dramática<br />

excepcional de Leonie Rysanek como<br />

condesa, con su patética rememoración<br />

del pasado versallesco y<br />

con su muerte impresionante por la<br />

gestualidad fascinante de esta magnífica<br />

cantante y actriz. Por primer vez<br />

hemos oído el papel realmente cantado<br />

y no simplemente murmurado o<br />

recitado.<br />

No pueden dejar de citarse la labor<br />

de todos los restantes del equipo,<br />

especialmente de Josep Ruiz,<br />

Giancarlo Boldrini y Miguel López<br />

Galindo. También fue bastante eficaz<br />

la pantomima, vistosa y sumamente<br />

barroca, pero había una clara mezcla<br />

de estilos en el vestuano, que conjuntaba<br />

trajes del período del Directorio<br />

en el coro y el primer grupo de<br />

bailarines, del Rococó en el poco verosímil<br />

color rojo del segundo grupo<br />

de danza, y el estilo barroco tardío<br />

(de hacia 1730) de Zlalogor y sus<br />

acompañantes. La coreografía tuvo<br />

una calidad mediana y los bailarines<br />

FOTO-. dOFiLL<br />

salieron correctamente del paso.<br />

Bien Mark Elmler al frente de la orquesta,<br />

aunque estuvo mas atento a<br />

ésta que a los cantantes. En conjunto<br />

la función resultó, pues, de un nivel<br />

más que notable teniendo en cuenta<br />

las dificultades de crear una ópera<br />

rusa en un país con tan poca tradición<br />

en este campo.


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música clásica.<br />

En el año cultural<br />

para Madrid capital<br />

no pierda su cita<br />

con Wagner, Beethoven,<br />

Mozart y Liszt...<br />

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mejores intérpretes<br />

le esperan en compacts,<br />

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ACTUALIDAD<br />

VIII FESTIVAL DE CANARIAS<br />

Con color checo<br />

Las Palmai. Teatro Pírez GaWús. 20-1-92. Obras de Bntten. Tippett, Walton y Elear 21-1-92. Obras de (ves. Rauel<br />

y Dvorak. RoyaJ Liverpool Philharnionic Orchestra. Director Libor Pesek. 23-1-92. Obras de Falcón Sanabna,<br />

|anack y Dvorak.<br />

L a<br />

Filarmónica de Liverpool se<br />

presentó con un programa<br />

monográfico dedicado a la música<br />

inglesa de irregular calidad. En el<br />

Passacaglia de Pecer Grimes de Bntten<br />

el conjunto inglés demostró sus virtudes;<br />

sonido homogéneo, terso, transparente<br />

en las cuerdas y bastante redondo<br />

en los vientos. La dirección de<br />

Libor Pesek tiene dos cualidades muy<br />

definidas, la nitidez en las indicaciones,<br />

que yo calificaría de excesivamente didáctica<br />

en ocasiones, / el talante mtimista.<br />

Su articulación suave y sus planteamientos<br />

introvertidos dan, lógicamente,<br />

resultados algo dispares según<br />

el repertorio. La obra de Tippett<br />

(1905) Fantasía sobre un tema de Core-<br />

Ih tiene, en mi opinión, escaso interés.<br />

El Concierto para violonchelo y orquesta<br />

de William Walton, de un eclecticismo<br />

desigual, destacó por el impulso rítmico<br />

del scherzo y por algunas páginas<br />

solistas, bien interpretadas en este caso<br />

por Timothy Hugh.<br />

Lo más interesante resultó Variaciones<br />

sobre un tema origina!, «Enigma» de Bgar,<br />

en la que la batuta de Pesek explicó<br />

con claridad la fina trama de la obra y<br />

sus contrastes, siempre en un tono contenido,<br />

Más destacado fue el segundo<br />

concierto del conjunto inglés, en el que<br />

hay que destacar la interpretación del<br />

pianista canario Guillenrio González. Seguro<br />

en (a digitación y natural en la expresión<br />

consiguió un magnifico segundo<br />

movimiento del Concierto para piano en<br />

sol mayor de Ravel. Aunque la poética<br />

de González conjugaba bien con Pesek,<br />

la relación con la orquesta no fue siempre<br />

precisa, quizá por falta de ensayos.<br />

La Sinfonía «Del Nuevo Mundo» de Dvorak<br />

tuvo enorme interés por la óptica<br />

interior y sutil de Libor Pesek, capaz de<br />

enseñar una versión totalmente alejada<br />

de la grandilocuencia y a veces, demasiado,<br />

del lujo sonoro, centrada en la<br />

claridad estructural y en el lirismo. Ni siquiera<br />

el Allegro con fuoco fue brillante,<br />

sino contenido e intenso.<br />

La versión de Decoración day de<br />

Charles Ivés, que abrió el concierto, sólo<br />

añadió trivialidad a la trivialidad sustantiva<br />

de la página. Ni Pesek ni los músicos<br />

ingleses acertaron a salvar la obra<br />

desde el juego distanciado y la precisión<br />

rítmica.<br />

26 SCHERZO<br />

Libor Pesek<br />

El primer concierto de la Filarmónica<br />

Checa, bajo la dirección de su actual titular,<br />

Jiri Behlolávek, estrenó Atlántica,<br />

obra de Juan José Falcón Sanabria encargada<br />

expresamente para este Festival.<br />

La obra, de unos cuarenta minutos,<br />

resume y culmina, en palabras del com-<br />

Horas antes del estreno de Atlántica<br />

del compositor canario Falcón Sanabria,<br />

fue presentado el libro de Guillermo<br />

García Alcalde, dedicado al músico. En<br />

él se analizan las más de cuarenta obras<br />

de Falcón Sanabria y esta Atlántica encargada<br />

por Rafael Nebot expresamente<br />

para el VIII Festival de Música de Canarias.<br />

Como nos explica García Alcalde,<br />

el primitivo proyecto de Falcón de<br />

escribir una Cantata colombina, oportuna<br />

para este 1992, fue perdiendo f¡gurativísmo<br />

para ganar en abstracción.<br />

La obra la inspiran los venos de José<br />

Otero y, por ellos, el gran tema del<br />

Atlántico como memoria de las rutas<br />

históricas. Pero la obra, en forma sinfónico-coral,<br />

es sobre todo un resumen<br />

de todas las experiencias musicales del<br />

compositor. La obra, en atonalismo libre,<br />

tiene un recitador, una numerosa<br />

orquesta capaz de violentos tutti o delicados<br />

episodios camerfsticos, y un coro<br />

Atlántica<br />

positor, gran parte de sus inquietudes y<br />

logros compositivos. Sustentada sobre<br />

un hermoso poema de José Antonio<br />

Otero, la obra esconde bajo su decantación<br />

formal una complejidad nada fácil.<br />

El lenguaje orquestal fue interpretado<br />

con vigor y suficiente claridad por la<br />

orquesta checa y su director. No ocurrió<br />

lo mismo con la difícil escritura vocal.<br />

El recitador Roberto Valera estuvo<br />

muy desigual en la prosodia, ademas de<br />

que, técnicamente, no hubo siempre<br />

equilibrio entre el volumen de la voz y<br />

la orquesta. El Coro Filarmónico de Praga,<br />

tantas veces admirable, no estuvo a<br />

toda la altura demandada. La importancia<br />

de esta Atlántica quedó patente, pero<br />

necesita de una versión mas depurada<br />

en lo vocal. El director, Jiri Behlolávek<br />

nos ofreció un magnífico 7e Deum, en el<br />

que se identificó plenamente con el carácter<br />

exultante, desde la primera nota,<br />

de esta obra tan jubilosa y tan injustamente<br />

poco interpretada de Dvorak. El<br />

vigor popular, y algo agreste, de gran<br />

parte de la obra, parece afín al estilo del<br />

director checo. La soprano Livia Aghova,<br />

en el Sanctus Dommus, y el barítono<br />

Ivan Kusnjer en el Tu Rex glorias, no rebasaron<br />

la simple corrección.<br />

Blas Cortés<br />

mixto que despliega una compleja polifonía.<br />

Dos rotundos leitmotivs, entre<br />

otros, recorren la obra. La desintegración<br />

de la palabra "para obtener de<br />

ellas su abstracción estética» (Falcón<br />

Sanabria) produce pasajes de un primitivismo<br />

muy sugestivo: así, como una algarabía<br />

organizzata, acentuada en ocasiones<br />

por la percusión, o con un tono<br />

sacro («Quien salga a media noche..»,<br />

parte III) que remiten a una música originaria,<br />

elemental por su expresividad<br />

vigorosa o, por contraste, ensoñadora.<br />

La larga experiencia coral del compositor<br />

se hace patente en esa escritura vocal<br />

con numerosas pautas simultáneas,<br />

como señala García Alcalde, y subdivisiones<br />

en las distintas cuerdas. El aliento<br />

original y, a su vez, la complejidad formal<br />

de esta Atlántica , creo que quedarán<br />

aún más evidentes en posteriores<br />

lecturas de la obra.


GRANADA<br />

E<br />

l Patronato del Festival Internacional<br />

de Música y Danza de Granada,<br />

asi como la comisión ejecutiva<br />

decidieron, en el transcurso de la reunión<br />

celebrada el día 9 de enero, proponer<br />

como director del Festival Internacional<br />

de Música y Danza a Juan de Udaeta,<br />

que sustituye a Mari Carmen Palma que<br />

habla presentado su dimisión, la cual fue<br />

aceptada en el transcurso de la misma<br />

reunión, celebrada en el salón de comisiones<br />

del Ayuntamiento granadino y<br />

que contó con la asistencia del director<br />

general del INAEM, Juan Francisco Marco.<br />

Asimismo el actual Patronato será<br />

sustituido por una nueva figura que estará<br />

integrada por representantes del<br />

Ayuntamiento, Diputación Provincial,<br />

Junta de Andalucía y Ministerio de Cultura.<br />

Con este cambio en la formación del<br />

Patronato parece que se quiere dar a la<br />

ciudad un mayor protagonismo en todo<br />

lo concerniente a la organización y gestión<br />

del Festival. El acuerdo institucional a<br />

que se llegó en el transcurso de la reunión<br />

citada fija un plazo de dos meses<br />

transcurrido el cual el Ayuntamiento deberá<br />

crear una figura jurídica que dirija y<br />

controle toda la actividad musical granadina.<br />

A tal efecto, el alcalde de Granada,<br />

Jesús Quero informó que se pretende<br />

una «optimización» de los recursos que<br />

las distintas Administraciones públicas<br />

destinan al Festival; la armonización de la<br />

oferta musical de la ciudad y la modempzación<br />

y armonización de ese esfuerzo.<br />

También añadió el alcalde granadino que<br />

la nueva institución no significa el descuelgue<br />

de la participación de algunos de<br />

los organismos que componen el Festival,<br />

Todo esto traerá como consecuencia<br />

la derogación de la orden ministerial por<br />

la que actualmente se rige el Patronato.<br />

A partir de ese momento el presidente<br />

será el alcalde de Granada para que «la<br />

ciudad tome protagonismo en una de las<br />

mayores manifestaciones culturales que<br />

posea» según palabras del alcalde que<br />

subrayó también que el Festival «se va a<br />

gestionar desde y en Granada».<br />

El ministro de Cultura, Jordi Solé Tura<br />

tendrá que ratificar personalmente el<br />

nombramiento de Juan de Udaeta el cual<br />

tiene ahora un plazo de un mes para<br />

conformar la programación de esta edición<br />

el Festival que ya había sido iniciada<br />

por la anterior directora Mari Carmen<br />

Palma, y que se encuentra todavía sujeta<br />

a cambios. El nuevo director tendrá que<br />

enfrentarse a la cuarenta y una edición<br />

del prestigioso Festival granadino, en un<br />

Nuevo director<br />

Juan de Udoew<br />

marco de especial importancia, teniendo<br />

en cuenta que se ha de competir con<br />

verdaderos acontecimientos culturales<br />

como son los conciertos y actos musicales<br />

que se han de programar con motivo<br />

de ía Expo 92 de Sevilla y fa olimpiada<br />

cultural de Barcelona.<br />

Juan de Udaeta es actualmente director<br />

de la Orquesta Ciudad de Granada,<br />

un elenco clásico que sin embargo también<br />

aborda repertorio sinfónico en sus<br />

programaciones. Udaeta continuará en<br />

su puesto de director de la orquesta al<br />

tiempo que asume la máxima responsabilidad<br />

del Festival. Es más, se pretende<br />

que sea una especie de coordinador de<br />

toda la vida musical de Granada. En este<br />

aspecto el alcalde de la capital de la Alhambra<br />

fue claro y preciso al afirmar que<br />

Udaeta contará con un apoyo superior al<br />

que han contado directores anteriores y<br />

deberá imprimir una coherencia musical<br />

a la institución, pero tendrá que crearse<br />

la figura de un gerente o un subdirector<br />

que se encargue de los aspectos de organización.<br />

Ahora mismo Granada cuenta con una<br />

programación propia del Auditorio del<br />

Centro Manuel de Falla y paralelamente<br />

los conciertos que organiza la propia orquesta<br />

también en el Auditorio. Con esta<br />

nueva infraestructura toda la programación<br />

musical de la ciudad, incluido Festival,<br />

parece que va a tener una interdependencia<br />

y todo señala a que Juan de<br />

Udaeta sea el máximo responsable de la<br />

actividad musical granadina.<br />

José Antonio Lacárcel<br />

ACTUALIDAD<br />

El mejor fondo de catálogo<br />

del mundo.<br />

SCHERZO 27


ACTUALIDAD<br />

48 horas de un hombre de nuestro tiempo<br />

La noticia escueta podría ser ésta:<br />

«Sir Michael Tippett asistió en<br />

Madrid al estreno en España de<br />

su oratorio A Child of our Time». La realidad<br />

de la noticia fue, por fuerza, mucho<br />

más que esto, aunque pocos se<br />

enteraran. Tippett recién cumplidos (2<br />

de enero) 87 años de venturosa creatividad<br />

activa -capital en el devenir musical<br />

de nuestro tiempo-, regresó a España<br />

(no habla vuelto desde que el<br />

Premio Mundial del Disco galardonara<br />

en Santander, 1982, su King Príam) para<br />

presenciar el estreno entre nosotros,<br />

casi medio siglo después de la primera<br />

interpretación pública (I 9 de<br />

marzo de 1944). de Un niño de nuestro<br />

tiempo, su poderosa llamada de atención<br />

sobre la opresión y la injusticia ante<br />

un mundo que, en la época de composición<br />

de la obra (1939/41), ya se<br />

había lanzado a una nueva guerra mundial<br />

y encarcelaba al propio compositor<br />

por sus ideas pacifistas. Es comprensible<br />

que el Bntish Council, ante la relevancia<br />

de la visita de Tippett a España,<br />

capitalizara la presencia del músico en<br />

Madrid con la organización de una mesa<br />

redonda -con el compositor y su<br />

valioso biógrafo Merion Bowen- y de<br />

un interesantísimo concierto de cámara<br />

que incluía los Cuartetos Primero y<br />

Cuarto (¿estreno en España de este último?);<br />

menos comprensible -y totalmente<br />

reprochable para el instituto inglés—<br />

es la completa falta de difusión e<br />

información de estos actos, verificados<br />

un día antes del concierto coral, el jueves<br />

9 de enero, que convirtieron la doble<br />

sesión en un affaire casi clandestino:<br />

12 personas en la mesa redonda,<br />

incluidos ponentes y organizadores, y<br />

alrededor de 20 en el concierto cameristico<br />

brindado dos horas más tarde.<br />

La proverbial hospitalidad del Círculo<br />

de Bellas Artes no pudo paliar la desolación<br />

de una velada convertida en cenáculo<br />

para iniciados. Afortunadamente,<br />

pese al aviso telefónico dado en la<br />

misma mañana, Radio Nacional pudo<br />

grabar el coloquio, vivaz y animado<br />

gracias al inefable buen humor del propio<br />

Tippett, que transformó el bochornoso<br />

acto (mesa redonda convertida<br />

en charla y té de mesa-camilla) en jugoso<br />

encuentro: debe destacarse también<br />

la presencia de uno de nuestros<br />

más extraordinarios creadores, Luis de<br />

Pablo, que, justo es recordado, rara<br />

vez se pierde la visita de un colega ¡lustre,<br />

en emulable ejemplo de modestia.<br />

El British Council, nueva muestra de<br />

28 SCHERZO<br />

Sir. Michael Tippett<br />

desafortunada gestión cultural, no<br />

aprobó la grabación radiofónica del<br />

concierto en el Salón de Columnas del<br />

Círculo de Bellas Artes, que quedó así<br />

constreñido al entusiasmo de los asistentes<br />

al coloquio y otros pocos, avisados<br />

entre un acto y otro, que pudieron<br />

acudir a tan extemporánea llamada. Un<br />

joven y admirable pianista, Nicholas<br />

Unwin, no sólo ofreció una modélica,<br />

hiper-virtuosa traducción de la concentrada<br />

Sonata n° 2 (19<strong>62</strong>) de Tippett, sino<br />

que interpretó -de memoria- dos<br />

composiciones de autores españoles,<br />

seleccionados por el mismo artista:<br />

Quasar de Zulema de la Cruz (obra del<br />

año 1979, reelaborada en 1989 por la<br />

autora) y el poético Amatichten (1987,<br />

estreno en España) de Eduardo Pérez<br />

Maseda. Al principio y al final de la sesión,<br />

dos Cuartetos de Tippett, en impresionante<br />

traducción de un jovencísimo<br />

grupo británico, el Cuarteto Bmgham,<br />

fundado en 1985. El Cuarteto n° I<br />

data de 1934/35, aunque el compositor<br />

refundió -con buen criterio- sus<br />

dos primeros movimientos en uno solo<br />

en 1943: su estructura ternaria, con un<br />

contenido y denso tiempo central, es<br />

una buena muestra del talento del Tippett<br />

anterior a Child of our Time. Más<br />

de 40 años separan la pieza del Cuarteto<br />

n° 4(e\ último por el momento, aunque<br />

en mayo de este 92 se prevé el<br />

estreno de un Quinto Cuarteto en Sheffield).<br />

compuesto entre 1977 y 1978,<br />

tras un lapso de más de 20 años en el<br />

que el maestra británico no cultivó la<br />

esentura para tal formación instrumental.<br />

La pieza, en un solo movimiento de<br />

25 minutos, refleja su vecindad cronológica<br />

y conceptual con la intensa Sinfonía<br />

n" 4(1976/77). en su reflejo de una<br />

trayectoria vital, desde el nacimiento<br />

(los bisbíseos tremolados del inicio)<br />

hasta el tránsito -más que extinciónde<br />

los compases finales, con una inteligente<br />

referencia a la célula básica de la<br />

Gran Fuga beethoveniana intercalada<br />

en el discurso. Si ha de reservarse para<br />

unas pocas obras el pluri-empleo epígrafe<br />

de obra maestro, ésta de Tippett<br />

lo es sin ambages.<br />

Al día siguiente, 10 de enero, Sergiu<br />

Comissiona (que ya había dirigido Un rano<br />

de nuestro tiempo en Houston, en<br />

presencia del compositor, el día de su<br />

80 cumpleaños) comandó a su Orquesta<br />

y Coro de RTVE en una cálida, vibrante<br />

y tensa lectura de la veterana<br />

partitura, cuyos valores musicales (y éticos)<br />

siguen imperturbables medio siglo<br />

después de su creación, inspirada por el<br />

atentado en París del joven judío Herschel<br />

Grynspan contra un diplomático<br />

alemán que le negaba información sobre<br />

su madre, encarcelada en Alemania;<br />

Grynspan murió ajusticiado en los mismos<br />

días del estreno de la pie2a, que, al<br />

modo de las Pasiones bachianas -mutado<br />

el coral luterano en espintual negro-,<br />

combina narración y plegaria en la<br />

mixtura de coro y solistas. Siendo buenos<br />

los escuchados en Madrid (Linda<br />

Finnie, Neil Jenkins y David Wilson-<br />

Johnson), la excelente soprano Alison<br />

Hargan superó con creces a sus compañeros<br />

de cuarteto vocal. Y si, una vez<br />

más, la radio acudió a la cita en la transmisión<br />

del domingo 12, dificuftades técnicas<br />

de última hora impidieron que las<br />

cámaras de televisión captaran el que ha<br />

sido uno de los mejores conciertos de<br />

la agrupación sinfónica de RTVE. Tippett<br />

en fin, pasó por Madnd casi de incógnito,<br />

aunque su huella sea ya inomitible<br />

para quienes compartieran sus 48<br />

horas españolas.<br />

José Luis Pérez de Arteaga


La Iberia a ocho manos<br />

Madrid- Sala de Cámara del Audrtono Nacional 4. 7. II y 14 de febrero EJ Picno en España y Aménca 5y*wa Toran.<br />

Rosa T ores-Pardo, Pedro Carboné e Ignacio Marín Bocanegra. Con el patrocinio de la Fundación Cajamadnd.<br />

S yh/ia<br />

Torán no es una<br />

pianista técnicamente<br />

infalible, pero tiene<br />

sensibilidad y. cuando es necesario,<br />

vehemencia. Usa el<br />

pedal con bastante variedad<br />

especialmente en los pasajes<br />

recogidos, donde encuentra<br />

adecuadas medias tintas. Estuvo,<br />

por lo demás, muy brava<br />

en los 12 Preludios Amenconos<br />

de Ginastera. subrayando<br />

ciertos automatismos<br />

rítmicos característicos de la<br />

escritura de este autor, y mejor<br />

aún en sus 3 Danzas, destacando<br />

de manera muy especial<br />

la segunda, en que subrayó<br />

exquisitamente la<br />

melodía de su canto principal.<br />

Sylvia supo también reconstruir<br />

el esqueleto interno,<br />

a veces fragmentario, de<br />

las siete primeras piezas de la<br />

inaprensible Música Callada<br />

de Mompou, a ella asignadas,<br />

redescubriéndose la sencilla<br />

melodía curvada de la 2 1 , las<br />

evocaciones satianas de la 5 a ,<br />

los tiernos acentos de canción<br />

infantil de la última. En<br />

una muestra mas difícil técnicamente como<br />

la Fantasía ñética el sonido se abre un<br />

poco y pierde algo de su redondez cuando<br />

toca intervalos muy separados, y son<br />

patentes los esfuerzos (en los que colaboró<br />

un convulsivo pedal) para neutralizar<br />

las terribles dificultades técnicas.<br />

Roso Tones-Paido<br />

Rosa Torres-Pardo toca el piano con<br />

un entusiasmo contagioso, con vehemencia<br />

apabullante quizá hoy algo refrenada.<br />

El sonido es compacto, la vena rítmica<br />

sugestiva, y el único problema es<br />

que la dinámica parece arrancar a veces<br />

del mezzoforte. En Ibena huyó de todo<br />

folklorismo fácil y sólo en ¡os momentos<br />

en que una de las manos tiene un canto<br />

muy nítido (como en Almería o en los<br />

dos grandes temas de Triana) dotó al<br />

conjunto de sabor andalucista. En £1<br />

Amor y la Muerte da la impresión de que<br />

Granados no sabe terminar lo que había<br />

comenzado tan espléndidamente. El trazado<br />

melódico, estorbado por las carrenllas<br />

de la izquierda, condena al ejecutante<br />

a algún inevitable atrope I lamiento. Rosa<br />

logró, pese a estas contranedades, una<br />

patente unidad de intención, dotando a<br />

la primera sección de un aura fantasmal,<br />

de un romanticismo huidizo, La obra de<br />

G Halffter mostró a una pianista dotada<br />

de aplomo y reflexión, capaz de transmutar<br />

en verdadera savia musical los<br />

complejos vectores y relaciones de la<br />

pieza y mostrando a las claras que no le<br />

es en absoluto indiferente esta música.<br />

Pedro Carboné no abusa de sus poderosas<br />

facultades, que aparecen cuando son<br />

requendas, y asi, su selección de las Candones<br />

y Danzas de Mompou fue respetuosa<br />

con el característico recogimiento<br />

de este autor, destacable por su coherencia<br />

general, la claridad de los trinos y la<br />

buena fusión de los acompañamientos. En<br />

la Segunda Sonata de Ginastera, muchas<br />

de cuyas ideas nacen de una obsesión rítmica,<br />

con crescendos repentinamente<br />

abortados, la habilidad del zaragozano para<br />

contrastar los diversos bloques rítmicos,<br />

convirtió la obra en una demostración de<br />

control pianístico. Las enseñanzas de su<br />

primera maestra, la excelente Pilar Bayona,<br />

¡as ha pasado por el tamiz de la escuela<br />

americana, siendo el resultado una cunosa<br />

Ibeno caracterizada por la brillantez algo<br />

cortante, el sonido compacto e igual en<br />

toda la gama, los acentos incisivos y una<br />

cierta neutralidad expresiva. En Lavapiés<br />

algún climax estaba levemente forzado.<br />

)M.S.<br />

ACTUALIDAD<br />

Tocada, pero no<br />

hundida<br />

Madrid. Audífono Nacional. 6 de febrero.<br />

Ofyas de Ven*. Brahms. Schumann, l-iassenet<br />

Wagier y Espintuates. Grace Bumtxy soprano,<br />

jonathan Moms: piano. Organizado por Amigos<br />

de la Opera de Madrid.<br />

No se sabe muy bien si fue<br />

un acto de valentía por parte<br />

de Grace Bumbry o el<br />

deseo de lidiar cuanto antes uno de<br />

los toros más temibles del recital,<br />

pero sorprende que éste empezara<br />

con el Pace, Pace! verdiano. Al margen<br />

de espléndidas frases aisladas,<br />

con la voz más montada por piezas<br />

previas hubieran podido atenuarse<br />

la discontinuidad del (rato y de los<br />

reguladores, la emisión algo áspera,<br />

la dificultad para adornar algunas<br />

notas con una cresta. Los heder de<br />

Brahms y Schumann tuvieron un<br />

enfoque general moderado. La dicción<br />

no tenía tampoco la suciedad<br />

o el descuido de otros colegas americanos,<br />

pero en ocasiones Bumbry<br />

forzaba, lo que pudo dar una equívoca<br />

impresión de desencuadre estilístico,<br />

ich grolle nicht gustó menos,<br />

claro está, por exhibir la cantante<br />

unos graves de crooner.<br />

La segunda parte fue mejor en líneas<br />

generales. La musculatura estaba<br />

más a punto y la voz parecía llegar<br />

más, proyectarse mejor y con<br />

más timbre, A priori su mejor Wesendonk<br />

podía haber sido el 4 o ; no<br />

fue asi, y el recuerdo conserva el<br />

primero y el último. El desamparo<br />

con que dijo la frase Ertósung flefit<br />

demuestra que, a la postre, algo ha<br />

aprendido de Lehmann sobre el tema<br />

de la Redención en Wagner.<br />

Mejor también, como es natural, los<br />

Espirituales, sin la lujuria vocal de<br />

Norman y algo más domesticados,<br />

pero licitamente contagiosos. Reseñable<br />

a su vez la Dalila, un tanto instrumental<br />

y, sobre todo, la Seguidilla<br />

de Carmen, dicha con ritmo y sentido<br />

del espectáculo. Como la voz<br />

había recuperado bastante de la antigua<br />

blandura, uno no podía dejar<br />

de pensar cuan importante han sido<br />

siempre, tratándose de Bumbry, la<br />

opulencia y carnosidad de los medios<br />

vocales sobre el juicio global<br />

que merece su canto. El pianista,<br />

panfilo y seguro, era un poco académico<br />

en todo, incluso en la dosificación<br />

del rubato,<br />

J.M.S.<br />

SCHERZO 29


ACTUALIDAD<br />

Retornos<br />

Midrfd. Auditorio Naaonal. 36-1-92. Granados, Dan¡e. Marte Anuabarrena, meno. Gerhard, Ln peste. Genewéve<br />

Page. recitadora. Coro Nacional. Joven Orquesta Nacional de España. Director Edmon Colóme:<br />

Con la no bien explicada<br />

desaparición del programa<br />

de Prácticas de Pasión de<br />

César Cano (obra ganadora<br />

del Premio JONDE,<br />

1990), el concierto de la<br />

joven institución hermanada<br />

con la ONE se convirtió<br />

en un ejercicio de recuperación<br />

de nuestro pasado<br />

musical. Dante no se<br />

tocaba desde hacia varios<br />

años: no es. desde luego,<br />

una página orquestal redonda,<br />

si bien completa<br />

nuestra visión de Granados,<br />

compositor entendido<br />

casi siempre desde lo<br />

salonero y lo goyesco. Colomer<br />

intentó clarificar el<br />

confuso trabajo temático de la pieza, a<br />

la que enlazó con la tradición orquestal<br />

hsztiana. En cuanto a La peste, se<br />

trataba de la primera interpretación<br />

madrileña de esta creación capital del<br />

catálogo gerhardiano, Si La dueña, escenificada<br />

por vez primera en estas<br />

mismas fechas, es una diversión, tanto<br />

como una añoranza de la luz de España,<br />

en La peste desata el compositor<br />

su registro dramático, basado en un<br />

lenguaje poderosísimo y una imaginación<br />

orquestal sellada por la originalidad.<br />

Y precisamente en la orquesta es-<br />

Por fin un músico<br />

tuvo la fuerza dramática de esta interpretación,<br />

porque Geneviéve Page dio<br />

muy poca variedad a su parte, con énfasis<br />

mu/ contados (muerte del niño) y<br />

dicción monótona, aunque cuidada.<br />

Endeble también el coro. Concierto,<br />

en suma, que aparte de su programa<br />

de interés superlativo, ha demostrado<br />

que la JONDE en en este momento<br />

no sólo un instrumento pedagógico<br />

imprescindible, es una auténtica orquesta.<br />

EM.M.<br />

Madrid. Auditorio Nacional. 28-1-92. Obras de Haydn, Beethoven y Schubert Dezsñ Ránki, piano.<br />

Si la sequedad de la Sala de Cámara<br />

no lo impidiese, el sonido del joven y<br />

extraordinario pianista húngaro Dezso<br />

Ránki seria puro y cristalino, Con todo,<br />

el músico no se dejó nunca coartar<br />

por este handicap, y la Sonata en mi<br />

bemol mayor de Haydn puso en evidencia,<br />

muy a las claras, algunas de las<br />

cualidades más sobresalientes de su<br />

pianismo: sonido diáfano, sobriedad<br />

exenta de amaneramientos, perfecto<br />

contrapeso entre ambas manos, ancha<br />

dinámica y mimo de las sonoridades:<br />

también graves un poco percutientes y<br />

alguna vehemencia que es y no es<br />

haydn iana.<br />

La Sonata n° IS de Beethoven, en<br />

absoluto una más de su catálogo, significó<br />

el culmen del concierto. Impeca-<br />

30 SCHERZO<br />

ble interpretación, con un signo esencialmente<br />

positivo, aunque Ránki, que<br />

de contrastes sabe bastante, no dejó<br />

escapar el momentáneo sesgo más<br />

dramático insinuado durante la reexposición.<br />

La izquierda de este movimiento<br />

es muchas veces un auténtico<br />

bajo continuo al que, resaltando en su<br />

justa medida el salpicado de staccati. el<br />

húngaro dotó de variedad inagotable,<br />

El subsiguiente Menuetto, convertido<br />

con justicia o no en un casi lento y en<br />

auténtico punto de énfasis de la obra,<br />

tuvo una lectura emotiva, con un juego<br />

de dimmuend'i bellísimo en la coda,<br />

El Presto final sorprendió a su vez por<br />

el carácter inusualmente vigoroso e inclusive<br />

un poco tenso. En Schubert<br />

(Sonata en do menor, D.958: tercera<br />

En un espacio<br />

inadecuado<br />

Madrid. Auditorio Nacional. I 1-1-92. Frans<br />

Brüggen. flauta; Gustav LeonharrJt, clave.<br />

Obras de Dieupart, Porquera/, Corelli, van<br />

Eyck, Buxtehude y Telemann.<br />

Los organizadores, atados por sus<br />

sistemas de abonos y sus deseos de<br />

convocatorias masivas, parecen no tener<br />

en ocasiones muy en cuenta las<br />

condiciones acústicas de la sala para la<br />

que planean los actos musicales. Así,<br />

este concierto de Brüggen y Leonhardt<br />

resuftó poco menos que inaudible<br />

en la mayor parte de las localidades<br />

de la Sala Sinfónica del Audrtono.<br />

A partir de lo que si se pudo apreciar,<br />

resaltó el hecho de un entendimiento<br />

de décadas de estos maestros de la<br />

música histórica. Desde luego, eí sonido<br />

de Brüggen ha perdido un poco<br />

de su condición intachable, pero incluso<br />

ahora su técnica, salvo por los<br />

levísimos roces, controlados de inmediato,<br />

sigue siendo capaz de solventar<br />

los problemas más arduos y es base<br />

siempre de una expresividad elocuente.<br />

En Dapbne, una pieza de van Eyck<br />

para flauta sola, expuso con nitidez la<br />

linea enrevesada y laberíntica de esta<br />

página con evocaciones descriptivas.<br />

Por su parte, Leonhardt elegante y<br />

virtuoso, abordó las Piezas que Antoine<br />

Forqueray escribió para viola da<br />

gamba y transcribió para clave su hijo<br />

Jean-Baptiste. Deslumbrante la interpretación<br />

del Preludio, también para<br />

clave solo, de Buxtehude.<br />

LMM<br />

empezando por la cola), el estupendo<br />

pianista volvió a imponerse, esta vez<br />

de forma apasionada. Durante el tiempo<br />

inicial, cada nueva repetición de<br />

material temático era afrontada con<br />

más vehemencia, cargado como está<br />

el discurso de presagios; durante el<br />

Adagio, de sonoridades hermosísimas,<br />

las notas repetidas y el bajo crearon<br />

una tensión insostenible, y en el final,<br />

que toma su impulso de una Tarantella,<br />

un nervio rítmico fluyente y renovado<br />

evitó cualquier prolijidad o mengua<br />

de unidad.<br />

j.MS.


Nuestras<br />

Orquestas<br />

Precisamente, uno de los ciclos más<br />

interesantes y mejor pensados del Madrid<br />

92, el de Nuestras Orquestas, es el<br />

que se está saldando con un fracaso<br />

de público más rotundo. Es cierto que<br />

la oferta musical en Madrid es muy superior<br />

a la demanda, pero también es<br />

cierto que los responsables del Consorcio<br />

debían haber ponderado me¡or<br />

los pros y los contras al programar un<br />

ciclo como éste. Traernos a las orquestas<br />

de provincias a la Capital del<br />

Reino, precisamente cuando éstas se<br />

encuentran en el mejor momento artístico<br />

-después de la profunda reconversión<br />

que han sufrido la gran mayoría<br />

de ellas en los últimos cinco añoses<br />

una idea tan oportuna como digna<br />

de aplauso. Pero estos músicos no<br />

pueden llegar al Auditorio Nacional<br />

madrileño y encontrarse con menos<br />

de 300 personas en una sala que tiene<br />

capacidad para 2.300. A buen seguro,<br />

para la gran mayoría de estas orquestas<br />

el hecho de venir a Madrid suponía<br />

revalidar el trabajo de los últimos<br />

años, su puesta de largo artística. La<br />

respuesta del público madrileño ha sido<br />

flagrante: indiferencia total. En el<br />

mejor de los casos, de los cinco conciertos<br />

celebrados al cierre de esta<br />

edición de SCHERZO -Orquestas de<br />

Euskadi, Valencia, Sevilla, Tenerife y<br />

Bilbao- en ninguno de ellos se llegaron<br />

a vender más de 50 localidades en<br />

taquilla. Todo un éxito, Solución de última<br />

hora: el concejal de cultura compra<br />

todo eí aforo y lo reparte gratuitamente<br />

entre las juntas de Distrito del<br />

Ayuntamiento de Madnd. ¡Y los pocos<br />

que han comprado su entrada, qué pasa<br />

con ellos?<br />

Esta situación, tan esperpéntica como<br />

injustificable, nos debe hacer reflexionar<br />

seriamente sobre Madrid, su público,<br />

y sus programado res. No hay derecho<br />

a que orquestas -en algún caso,<br />

mejores que las madrileñas- pasen un<br />

bochorno como éste. Pero tampoco<br />

hay derecho que primero se pidan<br />

3,200 pesetas por estos conciertos y<br />

después se tengan que regalar las entradas<br />

porque no acude nadie a escuchar,<br />

por ejemplo: un concierto tan interesante<br />

y de tanta calidad musical como<br />

el ofrecido por la Orquesta<br />

Sinfónica de Tenerife y su titular, Víctor<br />

Pablo Pérez, el pasado I 2 de febrero.<br />

AM.<br />

Jano-Beethoven<br />

ACTUALIDAD<br />

Madrid. Teatro Monumental. 14-11-92. Beethoven. Sinfonías Cuarta y Tercera English Baroque Soloists.<br />

Director }ohn Eliot Gardmer.<br />

Dentro del ciclo Academia armónica<br />

del Madrid 92, Gardiner ofreció dos Sinfonías<br />

beethoven i anas en orden inverso a<br />

su cronología, un procedimiento ciertamente<br />

eficaz para evidenciar las lejanías y<br />

las distancias de dos de los registros estilísticos<br />

del compositor, el clásico de la<br />

Giarto y el que cuestiona el molde hasta<br />

el límite de la Heroico. Así, los sforzandi,<br />

recurso de acentuación que Beethoven<br />

explota como nadie antes lo había hecho,<br />

aparecieron con vigor en la Cuarta (IV,<br />

c 169-180) y con toda su carga dramática<br />

en la Heroico (I, c.25 y ss., 109 y ss, etc.),<br />

igual que una especificación dinámica tan<br />

difícil de seguir como sforzando-piano<br />

(Cuarta, cuerda y viento en I, c.29-30) cobró<br />

todo su valor atmosférico en esta interpretación.<br />

Recreación cristalina del Op.<br />

60 y desbordada de energía, de tensión<br />

extrema, tampoco exenta de transparencia<br />

de la supuesta sinfonía Ronaparte, una<br />

página que vista de tal forma es tanto la<br />

lucha -con el dolor y la épica- por un<br />

mundo nuevo, como la despedida (Marcha<br />

fúnebre) retrasada del XVIII. Si entráramos<br />

en detalles, podríamos multiplicar<br />

los ejemplos de los logros interpretativos<br />

de la sesión: mencionemos la poesía del<br />

Adagio, de tempo animado, de la Cuarta<br />

en la fusión/contraposición de elementos<br />

melódicos y rítmicos, la elegancia del Trío<br />

de esta misma partitura, el vértigo de su<br />

¡ohn B/ol Ganjiner<br />

De todo un poco<br />

último tiempo. Algunos instantes de claridad<br />

en la Heroica fueron reveladores:<br />

percepción de la línea de los violines primeros<br />

bajo el solo de flauta {Finale,<br />

el90-198), maderas sobrevolando el diseño<br />

rítmico de la cuerda (Id, c.2l I y ss.).<br />

Jomadas como la que se comenta renuevan<br />

el mundo inagotable del sinfonismo<br />

beethoven i ano.<br />

E.M.M.<br />

Madrid. Audífono Nacional. 19-1-92. Obras de Bntten, Albéniz y Strauss. Miseria Maisky, chelo. Roj-al<br />

Philharmoíiic Orchestra Director: Vladimir Ashkenazy,<br />

Es imposible imaginar dos universos musicales más diversos que los de la Sinfonía de<br />

Réquiem de Sntten y la Suite Española de Albéniz, que cubneron la primera parte del<br />

concierto de la RPO. Música razonablemente abstracta la primera, formalista aunque intensa,<br />

en ella sus músicos obtuvieron los mejores resultados globales de la velada, con<br />

nervio rítmico y adecuado equilibrio entre las familias orquestales. Trompas y trombones<br />

lo quebraron en el rapsódico Albéniz El estilo de Ashkenazy, tan rudimentario en la<br />

forma como alambicado en ciertos fraseos, conviene poco a estas juveniles páginas de<br />

raigambre popular, que deben sonar con una inmediatez y una lozanía lejanas a cualquier<br />

afectación. Este tono no se logró del todo en una Cádiz excesivamente elaborada,<br />

ni en Asturias, cuyas dificilísimas articulaciones se resolvieron pesantemente y, menos<br />

aún, en Cataluña, donde hubo ostensibles fallos en el metal.<br />

Por mucho que se diga, cabe encontrar pocas afinidades entre el burgués Strauss y el<br />

desilusionado hombre de armas Cervantes; por eso el Don Qui/ote del primero es tan<br />

poco cervantino. Ashkenazy no atemperó los instantes plomizos de este poema sinfónico<br />

alemán con ribetes vieneses, como no fue tampoco capaz de dotar de variedad a los<br />

distintos episodios de la obra, ni de establecer tampoco una adecuada sintonía con el<br />

solista principal. La obra excede algo la técnica de Maisky, pero la comunicatividad del<br />

músico acaba imponiéndose. Lo mejor fueron los dos grandes solos, las ausencias de<br />

Dulcinea y la muerte del hidalgo, con las bellísimas medias tintas del intérprete. Destacó<br />

también el apunte socarrón del contrafagot y la impecable finura del viola.<br />

|MS.<br />

SCHERZO 31


ACTUALIDAD<br />

Una autocrítica<br />

Mjdrid. Teatro de Madnd. Los sobrinos del capitón Grant Fernández Caballero/Ramos Camón. Escenografía; Juan<br />

Carlos Eguillor. Coreografía: Rafael Lorca. Dirección artfstica: Luis Itum. Dirección musical: Miguel Groba. Orquesta<br />

y Cero de la Comunidad de Madnd.<br />

N osotros<br />

estábamos muy contentos.<br />

Por fin, después de muchos<br />

años de proscripción íbamos<br />

a subir a un escenario y a recorrer<br />

el globo terráqueo en busca de nuestro<br />

fantasmal tío, el capitán Grant. Para que<br />

nuestro gozo fuera completo, nos hablan<br />

encargado a nosotros mismos hacer<br />

el programa de mano. Todo ello a<br />

golpe de bombo y platillo en la conmemoración<br />

de la capitalidad culturaf de<br />

Madrid e inaugurando un nuevo teatro<br />

que, se dice, tiene uno de los mayores<br />

escenanos de la capital. ¿Qué más podríamos<br />

pedir? (Del Teatro y sus condiciones<br />

escénicas y acústicas podremos hablar<br />

cuando tengamos elementos de juicio<br />

suficientes después de presenciar<br />

una representación que no adolezca de<br />

las deficiencias de la que comentamos).<br />

Pues podríamos pedir que la representación<br />

fuera medianamente digna y<br />

que no nos hicieran arrastramos, como<br />

Los sobrinos del Capitán Grant<br />

furcia por rastrojo, delante de todos los<br />

espectadores. La dignidad de la representación<br />

exigirla, en principio, un aparato<br />

escénico suficiente, unos cantantes<br />

adecuados y una acción dramática inteligible<br />

y que permitiese disfrutar con<br />

nuestro elemental discurso.<br />

La producción del Teatro Arriaga de<br />

Bilbao ofrecida el 2 de febrero en el Teatro<br />

de la Vaguada se aproximaba a la de<br />

un coliseo parroquial. Los decorados de<br />

Juan Carlos Eguillor (¡y cuidado que Eguillor<br />

merece todo el respeto como humorista!)<br />

parecían caldos del cielo sin<br />

ninguna relación con el contenido de<br />

nuestra historia. No es esto lo peor, sino<br />

que las posibilidades de espectaculandad<br />

escénica de la zarzuela estaban absolutamente<br />

desaprovechadas. Y esta zarzuela<br />

32 SCHERZO<br />

no se concibe sino como una obra de<br />

gran espectáculo. Para rematar, la pobretonería<br />

escénica que, sin embargo, tenía<br />

la peculiar gracia náíf de Eguillor no se<br />

correspondía con el resto de la acción<br />

escénica: el vestuano parecía sacado de<br />

la guardarropía de cualquier compañía de<br />

zarzuela barata y el movimiento y puesta<br />

en escena eran un resumen de las rutinas<br />

más arch i (repetidas del género.<br />

En lo musical, una de cal y otra de arena.<br />

Los cantantes mostraron una incalificable<br />

pobreza de medios. Hemos visto a<br />

un ciudadano llamado Luis Várela, que<br />

debía haber sido tenor cómico, llevar su<br />

osadía hasta el extremo de cantar auxiliándose<br />

de la megafonía de la sala. Esperamos,<br />

avergonzados porque haya sido<br />

en nuestra zarzuela, que tal abominación<br />

no se vuelva a producir jamás, ¡Manes de<br />

Miguel Ligero, Gerardo Monreal, Santiago<br />

Ramalle, Rafael Castejón o Joaquín<br />

Portillo! Un tenor cómico es un tenor<br />

que sabe cantar y<br />

tiene voz, lo que<br />

pasa es que es una<br />

voz fea y se presta<br />

a la deformación.<br />

En ningún caso es<br />

un simulacro de<br />

cantante. Mario Ferrer<br />

(barítono) tenía<br />

un papel corto y fácil.<br />

No pudo con él.<br />

Se ahogaba, calaba.<br />

en fin dio toda una<br />

demostración de<br />

cómo no se debe<br />

cantar. Las dos sopranos<br />

tampoco tu-<br />

FOTapUAN vjeron demasiada<br />

fortuna, Para lo poco<br />

que hay que cantar en esta obra debieron<br />

de pensar que no hacía falta gran<br />

esfuerzo, y así fueron las cosas, No obstante,<br />

el coro y la orquesta de la Comunidad<br />

Autónoma de Madrid supieron sacar<br />

lucimiento a sus cometidos y Miguel<br />

Groba mostró que tenía idea de lo que<br />

se traía entre manos. Los actores defendieron<br />

mejor sus papeles que los cantantes.<br />

Alfonso del Real, cómico con todas<br />

las tablas del mundo a sus espaldas supo<br />

dar cuerpo al doctor Mirabell. El propio<br />

Luis Várela cuando no tenía que cantar<br />

vistió dignamente su papel. Los restantes<br />

supieron cumplir con su cometido.<br />

En definitiva, nos hemos quedado<br />

compuestos y sin función.<br />

Los sobrinos del Capitán Grant<br />

Pompe<br />

e feste<br />

Midnd. Audrlono Nacional. Otxas de C. Halffter, J.L<br />

lunna y Mahler. Maria Oran, soprano. Orquesta/ Coros<br />

Nacionales de España. Director Víctor Pablo Pérez.<br />

Madrid capital de la Cultura:<br />

desde el comienzo el divorcio<br />

habitual. En el Auditorio los<br />

fastos, el boato un poco esténl, mientras<br />

el mismo día y a la misma hora<br />

otro lugar -en este caso La Zarzuela-,<br />

daba albergue a la verdadera cultura<br />

con el virtual estreno mundial de La<br />

Dueña de Gerhard. Hubo, tampoco<br />

ha/ que negarlo, notas de mérito en<br />

este programa inagural, que dio comienzo<br />

con el ya famoso antes de estrenarse<br />

Preludio Modrid-92 de Halffter.<br />

Verterbrado sobre el Fandango del Padro<br />

Soler, es una prueba más de la<br />

tontera que les ha entrado a algunos<br />

compositores españoles con la música<br />

de nuestro borbónico siglo XVIII; bien<br />

resuelto técnicamente, es de lamentar<br />

que el nombre de la davecinista no figurara<br />

en el programa de mano. A este<br />

pórtico siguieron los momentos de<br />

mayor interés, concretados en el Concierto<br />

para viotín de Tunna, autor notable.<br />

El pnmer tiempo recuerda un poco<br />

a aquellas obras un tanto naif de los<br />

años sesenta en las que los elementos<br />

contexturales se combinaban con cierta<br />

aparente aleatonedad. Hoy estas<br />

premisas se advierten menos, sobre todo<br />

en la parte solista (con un Víctor<br />

Martín muy integrado), de articulaciones<br />

frecuentemente muy ligadas y algún<br />

tímido devaneo rapsódico tras la<br />

cadenza más larga.<br />

Ya desde el primer motivo a cargo<br />

de las cuerdas, casi al inicio mismo de<br />

la Cuarta de Mahler, se advirtió que algo<br />

en el asunto no iba a marchar bien.<br />

Desmadejada y sin peso, privada de<br />

ese algo indefinible que llamamos idioma,<br />

la ONE recordó al instrumento<br />

frágil e inseguro de épocas cercanas.<br />

Poco pudieron hacer los buenos oficios<br />

de Víctor Pablo Pérez, que dieron<br />

su principal fruto en algunos momentos<br />

del tiempo lento, en una ejecución<br />

en la que todo era un poco de tente<br />

mientras cobro. Sólo María Oran que,<br />

contrariamente, recuerda en tantas cosas<br />

a una cantante centroeuropea, estuvo<br />

en regla con el estilo.<br />

J.M.S.


JORDISAVALL<br />

Ref. CD: V 4640. Ref. MC: V54640.<br />

• Banda sonora original del film<br />

• Más de 110.000 copias vendidas en Francia<br />

• Más de 1,400.000 espectadores en seis semanas de proyección<br />

• 11 nominaciones para los "Césars 1992", entre ellas la nominación a la mejor música<br />

• Grand Prix en el "Palmares des Palmares 1991" otorgado por<br />

la Nouvelle Académie du Disque a Jordi S a valí<br />

• Trophée de la Ville de Cannes, en el Premier Festival de L'Audiovisuel Musical,<br />

en la categoría "Ouvres Cinématograpniques"<br />

• "Classique D'Or R.T.L." del mes de febrero 1992<br />

• Primer puesto de los Top Nuggets de músicas de películas<br />

• Segundo puesto de los Top 30 de VirginlMegastoreslR.T.L. durante 4 semanas consecutivas<br />

• Próximo estreno en España en junio 1992<br />

S51/IU/ÍDÍS<br />

IBÉRICA C/ Bertrán. 72. 08023 BARCELONA.Tel. 418 80 80. Fax 211 08 15.


ACTUALIDAD<br />

Madrid. Ajdrtorio Nacional. 24-1-92. Hanna Schware,<br />

meüo: Horst Laubenthal, tenor. State Symphony Cape<br />

IFa. Director Guennadi RozhdestvenEky. Marco,<br />

Mahlenana. Mahler Dos Ued von Oer &cte 29-1-92. Filarmónica<br />

Checa. Robert H6II. bajo Director Jiri Belohlavek.<br />

Mahler. Kindertotenheder, Primera. 3Q-1-92.<br />

Coro Filarmónico de Praga. Filarmónica Checa. Robería<br />

Aiexander, soprano; Janice Tifiar. Director Vádav<br />

Neirman. Mahler, Segundo.<br />

E l<br />

ciclo de las Sinfonías de Gustav<br />

Mahler, organizado por la<br />

Fundación Caja de Madrid y<br />

que se ha de prolongar hasta el 13 de<br />

junio, va a renovar seguramente el viejo<br />

dilema de la interpretación de esta<br />

música: ¡inflación romántica final o<br />

apertura al lenguaje moderno? De hecho,<br />

ambas posibilidades ya han hecho<br />

acto de presencia con los tres conciertos<br />

iniciales, Rozhdestvensky, con la<br />

State Symphony Capella (ex Soviet<br />

Philharmonic), actualizó en su visión<br />

de La canción de la Tierra las posibilidades<br />

hacia el futuro de partitura tan singular.<br />

Acaso como un dato de semejante<br />

proyección debía tomarse la inclusión<br />

de Mahlenana, homenaje al<br />

creador bohemio no edificado con citas,<br />

de Tomás Marco. Rozhdestvensky<br />

acentuó el sentido direccional de la<br />

obra hacia la ardentísima Abscheid,<br />

aquí no en toda su febril temperatura<br />

debido en gran parte a la solista. Disección<br />

camerística, con pinceladas sobre<br />

timbres difuminados tantas otras<br />

veces (mandolina, celesta) fueron asimismo<br />

puntales de la lectura, cuyo<br />

otro solista vocal, Laubenthal, cantó<br />

con estilo, pero de manera casi inaudible.<br />

Para los K/ndertoten/ieder, por el<br />

contrario, se contó con un protagonista<br />

destacado, Robert H6II, bajo de voz<br />

firme que, introspectivo pero no patético,<br />

sondeó la amargura de esas canciones<br />

sin adentrarse por su posible<br />

vena neurotizante, Belohlávek, que<br />

acompañó a Holl con tonos ocres,<br />

prefirió eludir en la Primera los trazos<br />

groseros (música callejera del tercer<br />

tiempo) / su aproximación osciló entre<br />

la pintura de la Naturaleza y la<br />

marcialidad.<br />

Con un sonido más refinado de la<br />

Orquesta Filarmónica Checa (desafinaciones<br />

de las trompas en la Primera),<br />

Václav Neumann encaró con un criteno<br />

de unidad la heterogénea y monumental<br />

Segundo. Dinámica contenida y<br />

control de los estallidos tremendistas<br />

ayudaron a reducir a un nivel más humano<br />

el tema de la muerte al que se<br />

supone que se refiere la obra. Extraordinaria<br />

la intervención del coro, em-<br />

34 SCHERZO<br />

Encrucijada mahleriana<br />

Vádav Neumonn<br />

pastado y verdaderamente diferenciado<br />

tímbricamente en sus cuerdas (los<br />

bajos son de una seguridad y color<br />

pasmosos), con un instante único: la<br />

emergencia como un rayo de luz de la<br />

soprano solista.<br />

Dos disparos sin diana<br />

LMM.<br />

Madrid. Auditorio Nacional. H y 15-1-91 Obras de Weber, Chaikovski Brahms. Chopin y Shostakovich Orquesta<br />

Nacional Rusa. Director Mikfcad Pletnev. tvo Pogorekh, piano<br />

En el celebérrimo Primer Condeno<br />

chaikovskiano el pianista Ivo Pogorelich<br />

se mostró más bien ausente, calando<br />

poco el teclado, con ataques<br />

indolentes desde cierta altura, o curvando<br />

exageradamente los índices.<br />

Fue ya sintomática la escasa relevancia<br />

otorgada a los vigorosos acordes<br />

con que se inicia la parte solista: luego,<br />

sorteó bien las peliagudas octavas,<br />

cuyo acompañamiento llevó<br />

Pletnev a un tiempo comodísimo para<br />

que no se fatigara el joven divo, y<br />

desaprovechó ésta y tantas ocasiones<br />

de hacer pianismo heroico -sin<br />

descargar nunca su inmenso potencial-;<br />

no brillando tampoco particularmente<br />

en los momentos líricos,<br />

perezosamente desgranados. Mucho<br />

mejor, con mayor participación emotiva,<br />

en el Segundo de Chopin, de<br />

ejecución más diáfana, por momentos<br />

acariciando las teclas. Ello se manifestó<br />

en los instantes que anteceden<br />

a ia reexposición del primer<br />

tiempo, o en el plañidero segundo<br />

tiempo, en que la similitud con un<br />

coí/oge de esbozos de arias sugiere la<br />

vecindad con la voz. El movimiento<br />

final tuvo cierto virtuosismo, pero no<br />

es fácil hilvanarlo, porque parece un<br />

disco con una selección de bailables<br />

del propio Chopin. En general, la falta<br />

de una verdadera estructura en<br />

arco hace difícil, en ambos conciertos,<br />

la vertebración del cometido solista.<br />

La orquesta de Pletnev, salvo en<br />

las escandalosas propinas, parecía<br />

una formación de cámara ampliada,<br />

cuya familia más relevante era la<br />

cuerda, de bello aunque no poderoso<br />

sonido. El metal fue pródigo en<br />

ataques inseguros, resbaladizos, sin<br />

encontrar empaste ni redondez. Lo<br />

mejor de la aportación global fue<br />

una Novena de Shostakovich de perfiles<br />

no demasiado encrespados ni<br />

ásperos, en la que lo más interesante<br />

coincidió con ¡o mejor de la propia<br />

obra: el careo entre los trombones y<br />

el fagot durante el Largo.<br />

JMS.


PROKOF1EV - La Cenicienta<br />

Sonatas para piano 2-7<br />

Barry Douglas<br />

d RD6ÍI779<br />

LISZT<br />

Conciertos para Piano I -2<br />

Gertiard Oppii/<br />

Bamberger S> mphnn¡ker<br />

Robe no Ahbíuki<br />

'_ RU 60953<br />

MOZART<br />

Conciertos para Piano 12 K 414<br />

Evgens Kissin<br />

Virljuius de Moscú<br />

Vladimir Spivakov<br />

1, VD 60707<br />

Cd Single<br />

C L A S S I C S<br />

A DIVISI0I101 BimiWlItl MU5H GROUP<br />

BARRYDOUQLAS<br />

. ^JEVGENY KiSSIN<br />

MOZAKT<br />

1 Flanu Concertó fio. 12<br />

MOSCOU<br />

V1KTU0SI<br />

HKAI1MS • SunuU Piunii Ni». 1<br />

1.1STZ • CunsolatK'm No. 6<br />

Rapsodia Hpungaru Nci. 17<br />

Scher/u Marcha<br />

KtJWKVJ<br />

NUEVOS<br />

LANZAMIENTOS<br />

ItA Liszrcirr<br />

I ^^^^^ -_ lluinrarimí FJII<br />

IJS/T<br />

SVIATOSLAV<br />

BAl'll<br />

El clave bien tcmpcraiiu<br />

Pane III<br />

Svialuslav KiL-hicr<br />

>s tL-ycnda!, - CimüDlatJiin<br />

Varíatrioiios sobre un tema de Hach<br />

Hatada Np 2<br />

(K:rlianl Uppil/<br />

TAMBIÉN DISPONIBLE CD CON SELECCIÓN DE TODOS ESTOS COMPACTOS A PRECIO MUY ASEQUIBLE<br />

Sitnauu K.1IW-1I l.iill Vol i<br />

Para mayurinlurmauón sribrc el catálugo BMGCIassitstsLnhir a fi.\](. -Upto. t;iásitii - Av dt l»s Madroños. 27 - 2HIM1 Madrid<br />

Alicia de !_arroi;h;i


ACTUALIDAD<br />

Sol y sombra<br />

Madrid. Teatro de la Zarzuela 4-1-92. Anna Tomowa-Sintow. soprano, Helmut Oerlel, piano. Canciones de Oiaikovski.<br />

Brahms y Strauss.<br />

P<br />

osiblemente a<br />

causa de los días<br />

de fiesta y su correspondientedesbandada<br />

ciudadana, ya que no<br />

las compras de Reyes,<br />

hayan sido la causa de<br />

que el teatro madrileño,<br />

recién estrenada la capitalidad<br />

cultural, estuviera<br />

medio vacío para escuchar<br />

a esta importante<br />

soprano. Tomowa-Sintow<br />

fue en este recinto<br />

hace unos años una fugaz<br />

Fiordiligi y en el pasado<br />

ejercicio una deslumbrante<br />

Ariadna<br />

straussiana. La soprano<br />

búlgara tiene una hermosa<br />

voz, timbrada, carnosa,<br />

grande. Canta con<br />

una musicalidad aristocrática,<br />

aprovechando el<br />

contenido dramático de<br />

algunas composiciones<br />

cuando éstas se lo permiten,<br />

pero sin dejar de<br />

lado otro tipo de expresividad:<br />

el lirismo, la elegancia,<br />

en unas medias<br />

voces cálidas y fluidas. Pero en su<br />

debe se apreciaron (ya presentes en<br />

la Ariadna citada) algunas máculas: el<br />

agudo estridente, al que asciende<br />

con bastante temor, siempre con alguna<br />

apoyatura intermedia, una afinación<br />

por momentos bastante imprecisa,<br />

y un control del fiato que a<br />

veces se le escurre. Particularidades<br />

que afearon un recital por lo demás<br />

valioso. Con cinco canciones de<br />

Chaikovski situó la soprano su instrumento<br />

porque las páginas le dieron<br />

la base del resto del programa: dramatismo<br />

en Olvidar tan pronto, linea<br />

en fa Canción de cuno (donde exhibió<br />

una mezzavoce ejemplar) y registro<br />

en ¡Me quiso tanto! Los 9 Brahms<br />

sucesivos fueron desiguales, oscilando<br />

entre la monotonía (Mádcbenlied,<br />

Wie Melodien ziebt es), y la pesantez<br />

(Sonntag) para ofrecer lo mejor en<br />

un intenso Liebertreu y un contrastado<br />

Der Tod, das /sí die kühle Nacht<br />

En la segunda parte se produjo<br />

esa afinidad que se vende entre la<br />

3CÍSCHERZO<br />

Anna Tomawa-Stnlow Foto: fAVER<br />

cantante y la música de Richard<br />

Strauss. El nivel subió de golpe, incluso<br />

en el piano de Oertel hasta<br />

entonces de una honestidad abúlica<br />

y sosa. Salvo en Wiegenleid, con algún<br />

problema de apoyo sonoro, los<br />

ocho lieder restantes fueron modélicos<br />

en introspección (Margen), expresividad<br />

(Cdcilie) y elaboración<br />

(Die Nacbt). Y hace más firme el<br />

elogio el comprobar que los números<br />

elegidos representaban casi toda<br />

la variada oferta del abanico del músico.<br />

El público respondió con merecido<br />

entusiasmo. La cantante entusiasmada<br />

continuó en las propinas el<br />

clima straussiano con un Zueignung<br />

de altura, para luego continuar con<br />

canciones de su tierra (una ella misma<br />

al piano, en un arranque frenético),<br />

para poner colofón, quizás<br />

recordando el pasado, con Come<br />

scoglio de Fiordiligi, que hizo globalmente<br />

bien.<br />

Fernando Fraga<br />

Sancha le<br />

quedó ancha<br />

Madrid, Teatro de la Zarzuela. 6-2-9Z Donizetti.<br />

Soooo di Castiglia. Caballé. Martinovich. Sempere.<br />

Mwitxaca. Slnfúnica de Madrid. Coro dd Teatro Lineo<br />

Nacional. Director José Collado.<br />

Estreno en España en versión de<br />

concierto de esta obra donizettiana<br />

que se sitúa entre L'elisir damare y la<br />

cervantina II furiosa all'isoh di San Dominga,<br />

o sea, en pleno periodo de esplendor<br />

del músico. Dentro de su habitual<br />

rutina de nivel tiene Sondo sus<br />

mejores armas en la cavatina y cabaleta<br />

de presentación de la heroína, en<br />

el espléndido cuarteto que precede al<br />

primer finóle, en el dúo Sancia-lrcano<br />

del II acto y en la magnífica escena final,<br />

que, con un más amplio desarrollo,<br />

no tenía nada que envidiar a la de<br />

Anna Bolena.<br />

José Collado dirigió con amor, interés<br />

y ensayos a una orquesta y un coro<br />

que sonaron como en sus mejores<br />

noches. Caballé gracias a su astucia,<br />

sigilo y sapiencia logró recuperar momentos<br />

de antaño, aunque fueran pocos,<br />

sonando la voz vieja y cansada.<br />

La rossiniana cabaíetta, el allegretto Se<br />

contra luí mi parlano, fue adaptada a la<br />

avaricia de unos medios presentes<br />

que carecen de aliento, coloratura y<br />

registro. La segunda parte del dúo<br />

con Ircano fue asimismo atroz y a la<br />

escena final le faltó línea, fraseo y<br />

fuerzas, creando la sensación de que<br />

a la par fenecían personaje e intérprete.<br />

Martinovich, bajo abaritonado de<br />

medios bellos y nobles cantó muy<br />

bien el papel de Ircano y sólo merecerla<br />

mejorar algo el estilo y ganar en<br />

el registro grave que resultó pobre<br />

para su Rodrigo va, consiglia el aria de<br />

presentación, cabaletta que pronostica<br />

rasgos del futuro Attila verdiano. El<br />

papel de Rodngo está menos desarrollado<br />

que los anteriores; no tiene<br />

una escena tenoril como Roberto<br />

Devereux o Edgardo de Lucia; lástima,<br />

ya que Sempere hubiera lucido<br />

aún más una voz rica, firme y entusiasta.<br />

Mentxaca en el personaje travestí<br />

de Garzia empezó algo pálida,<br />

pero se desquitó en su escena del acto<br />

II (la 5 a ), cantando con brillo y condiciones<br />

idóneas la deliciosa Al suon<br />

dé grao ew/ra. En competencia con<br />

este Donizetti anómalo, Grace<br />

Bumbry cantaba en el Auditorio. Quizás<br />

restó público a Caballé, pero no<br />

mermó un éxito sobrado.<br />

F.F.


El que se ponga en escena una<br />

ópera del Barroco es ya una noticia<br />

importante en nuestra medio<br />

cultural, bastante pobre a pesar de<br />

lo que pretenden algunos optimistas<br />

interesados. Que sea una obra del<br />

Clasicismo francés, e interpretada con<br />

criterios de la época e instrumentos<br />

originales, y que ademas constituya todo<br />

un espectáculo, como se requería<br />

en su tiempo, es algo que desborda<br />

cualquier expectativa. El aparente milagro<br />

se ha producido en La Zarzuela<br />

entre los días 15/ 19 de febrero, al invitar<br />

este teatro al conjunto Les Arts<br />

Florissants, dirigido por Wilham Christie,<br />

acompañados por la compañía Ris<br />

et Dancenes y un elenco vocal extraordinario.<br />

En Francia empiezan a menudear este<br />

tipo de conjuntos, que se zambullen<br />

en determinado periodo y consiguen<br />

dominarlo mediante el estudio, el ensayo,<br />

el riego y la curiosidad.<br />

Al mismo tiempo<br />

hay un público y unas<br />

instituciones que los apoyan.<br />

Al contemplar la riqueza<br />

de un espectáculo<br />

como el Atys que nos<br />

han traído Christie y su<br />

gente no tenemos más<br />

remedio que recordar<br />

que, en la misma época<br />

en que se representaban<br />

en Francia obras así, existía<br />

en nuestro país un teatro<br />

riquísimo en música<br />

y en textos. La ópera española<br />

del momento se<br />

llamaba zarzuela, era<br />

igualmente cortesana, al<br />

tiempo que era destinada<br />

a un público más amplio,<br />

poseía sus propias convenciones,<br />

su especial ornamentación,<br />

su código,<br />

y en ella se afanaron libretistas<br />

como Calderón<br />

y músicos como Juan Hidalgo.<br />

No nos preocupa<br />

ese pasado, Prescindimos<br />

de él. Es lamentable. Pero<br />

al menos podemos<br />

importar (somos grandes importadores,<br />

ya que no creadores) las recuperaciones<br />

que de su patrimonio hacen<br />

continuamente otros países de nuestro<br />

entorno.<br />

Los comentarios que escuchábamos<br />

entre el público antes de comenzar la<br />

representación eran deseo razo nado res,<br />

pero a medida que ésta avanzaba, ante<br />

Atys: Sabiduría, talento, amor<br />

Atys en el Teatro de b Zarzuela<br />

aquel despliegue de belleza, de sabiduría<br />

escénica y musical, al ver tan bellas<br />

dancenes, frente a un saber estar en<br />

período tan lejano y saber decirlo (el<br />

recitativo es esencial en la tragedia linca<br />

francesa), al escuchar el hermoso<br />

color del conjunto Les Arts Florissants<br />

y el empaste singular de su coro,el público<br />

fue conquistado. Es un público<br />

desconfiado ante la novedad, pero bastante<br />

agradecido. Le molesta que le<br />

den gato por liebre, algo que a veces<br />

ha sucedido en óperas de paisanos<br />

contemporáneos nuestros. Entonces<br />

no protesta. Se marcha. Si protesta, es<br />

buena señal. En este caso el público se<br />

quedó y aplaudió a conjuntos, solistas y<br />

director con insistencia y reconocimiento.<br />

Los protagonistas vocales del día que<br />

asistimos estaban encabezados por<br />

Howard Crook, tenor, un espléndido<br />

Atys en lo vocal y en esa dimensión<br />

imprescindible que es lo histriónico,<br />

siempre medido, contenido, pródigo<br />

en sutiles efectos escénicos. Su oponente<br />

masculino fue el barítono Nicolás<br />

Rtvenq de impresionante presencia<br />

y poderosa y matizada voz en su bella<br />

creación del personaje de Celeno. jennifer<br />

Smrth compuso una diosa Cibeles<br />

memorable, acaso el cometido dado<br />

ACTUALIDAD<br />

con mayor categoría artística en esta<br />

inolvidable velada, con procedimientos<br />

vocales claramente prebelcantistas.<br />

Con la delicada y muy bella construcción<br />

del personaje de Sangánda por la<br />

soprano Monique Zanetti concluimos<br />

la relación de cantantes, que en justicia<br />

habría de ser más amplia. Sería preciso<br />

recordar varios momentos culminantes<br />

de la pieza. Bastará con uno solo, tal<br />

vez el más bello, casi en el corazón<br />

mismo de la pieza, cuando no interviene<br />

ninguno de los protagonistas: es el<br />

sueño de Atys, con la visita de los sueños<br />

propicios y el sueño funesto, soberbiamente<br />

cantados, una amplia escena<br />

de auténtica música vocal de cámara,<br />

con instrumentistas en escena,<br />

que añadía unos bellos bailes y un vestuario<br />

realmente de sueño.<br />

William Chnstie ha conquistado Madrid<br />

con este Atys. Ojalá su ejemplo<br />

(hay otros, desde luego) nos sirviera<br />

FOTO:). ALCÁNTARA<br />

para lo mucho que hay que hacer en<br />

la recuperación para los escenarios y<br />

las salas de conciertos de nuestro pasado<br />

musical, olvidado casi siempre, y<br />

en ocasiones, helas 1 ., devuelto con precipitación<br />

e ignorancia a una vida aparente.<br />

En resumen: Vive Les Arts Florissants!<br />

S.M.&.<br />

SCHERZO 37


ACTUALIDAD<br />

La Dueña fiie una fiesta<br />

Madrid. Teatro Unco Nacional La Zarzuela. 21-1-92. Gerhard: Lo dueña, ópera en tres actos Richard Van Alian<br />

(Don Jerónimo). Sharon Cooper (Doña Luisa), Anthony Mkhaels-t-Toore (Don Femando), Felicity Palmer ¡La dueña),<br />

Enrique Baquenzo (Don Isaac). Davfd Rendall (Don Antonio), Anne Masón (Doña Clara). Coro del Teatro Lírico<br />

Nacional. Orquesta Sinfónica de Madnd. Dirección musical 1 Amoni Ros Marbá. Dirección de escena José Carlos<br />

Plaza. Coreografía: Goyo Montero.<br />

El Dosier dedicado a Roberto<br />

Gerhard en et anterior número<br />

de SCHERZO con motivo del<br />

estreno mundial de Lo dueña nos exime<br />

de insistir en su enorme importancia.<br />

Ha sido necesario reunir varias<br />

sensibilidades en un proyecto común.<br />

Y un público minoritario e insistente.<br />

Se les ha unido -lo cual no estaba<br />

previsto- el aplauso del público operistico<br />

madrileño, que ha podido comprobar<br />

que ópera de nuestro siglo no<br />

significa necesariamente ópera sin sentido<br />

dramático, sin texto, sin sentido<br />

de la armonía (cualquier armonía), sin<br />

raices, sin ritmo, sin gracia. De todo<br />

tiene La dueña, una ópera española<br />

ciento por ciento, pero que está escrita<br />

en inglés por un exiliado. Como toda<br />

obra auténtica -a ellos nos hemos<br />

referido en el citado dosier-<br />

La dueña posee raíces.<br />

Se trata de una pieza<br />

plenamente teatral<br />

que, primero, se basa en<br />

un buen texto (Sheridan)<br />

y, después, acude a<br />

determinados procedimientos<br />

musicales que<br />

nada tienen que ver con<br />

la mimesis ni con ese tipo<br />

de escapismo sonoro<br />

que han practicado tantas<br />

compositores tras la<br />

coartada, hasta hace poco<br />

benéfica, de la vanguardia,<br />

Ahí está el tema,<br />

una comedia de enredo<br />

situada en Sevilla; los tipos<br />

humanos, los esquemas<br />

dramáticos, las variantes<br />

sobre los mismos.<br />

Ahí está la música, trufada<br />

por una armonía plenamente<br />

moderna, pero<br />

basada siempre en ritmos<br />

auténticos. La lección<br />

de Pedrell es mayor<br />

que la de Schoenberg.<br />

Pero, además, Gerhard<br />

38 SCHERZO<br />

apreciable y que constituye lo más auténtico<br />

que se ha hecho en España, la<br />

zarzuela. La dueña es una ópera que<br />

surge a partir de lo zarzuelero de buena<br />

ley. Con obras como ésta comprendemos<br />

qué espléndida ópera podría<br />

haber sido, por ejemplo, Doña<br />

Froncisquita, mas también qué fallida es<br />

La villana, ambas de Vives. ¿Por qué la<br />

segunda quiso ser ópera o por qué el<br />

salto cualitativo de los zarzuelistas no<br />

fue dado más que en raras, aisladas y<br />

abruptas ocasiones? (Será La dueña<br />

uno de ellos? El público madrileño<br />

aceptó con agrado esta obra, tan bien<br />

servida artísticamente, pese a recelos<br />

previos. Por desgracia, en las cinco representaciones,<br />

no llegó a las seis mil<br />

personas, por imperativos del aforo.<br />

Televisión Española, atenta a oconted-<br />

construye su obra a partir de elementos<br />

que, a un oído poco avisado<br />

Lo Duerto.<br />

o aje-<br />

en el TXN. ía Zarzuela<br />

no, podrían parecerle neoclasicistas mientas como e! vergonzoso concierto<br />

(en rigor, hay belcantismo, aunque del cinco de enero, no consideró ade-<br />

matizado por lo que se dirá), cuando cuado grabarla. Hubiera sido algo ex-<br />

se trata de procedimientos que están portable, rentable, demandado por to-<br />

presentes en ese género no siempre das las grandes cadenas del mundo.<br />

Qué importa. Su preocupación, ahora,<br />

es hacerle la competencia, en su terre-<br />

no, a las privadas, sobre todo a la Cinco,<br />

con su inimitable (aunque tal vez<br />

no) modelo de televisión-basura.<br />

Dónde quedan las promesas de una<br />

televisión como servicio público, con<br />

especial atención a la cultura (que no<br />

es sinónimo de pesadez, habrá que<br />

advertírselo a algunos). De eso hace<br />

casi diez años, Quién lo reclama.<br />

Quién se acuerda de ello. Lo sorprendente<br />

no es que se haya estrenado La<br />

dueña tras cuarenta y cinco años de su<br />

composición, sino que por fin se haya<br />

estrenado.<br />

El maestro Ros Marbá ha trabajado<br />

este espectáculo con el ngor, la minuciosidad<br />

y la dedicación que le son característicos.<br />

Ros ha sido una vez más<br />

consciente de la responsabilidad de<br />

poner una gran obra en un escenario<br />

con dignidad musical y altura artística.<br />

Tanto él como fosé Carlos Plaza estaban<br />

decididos a dar La dueña con su<br />

esencial claridad, con su españolismo,<br />

con sus toques belcantistas y su auten-<br />

FOTO:¡ESU$ ALCANTAM<br />

ticidad idiomática, tanto en lo sonoro<br />

como en lo escénico. El entusiasmo<br />

de Plaza ha llegado hasta la más comprensible<br />

complicidad con unos ambientes<br />

que él ha recreado con un placer<br />

manifiesto. Ros ha concertado con<br />

pautas que van más allá del rigor y


Felttity Palmer y Ennque 6oquenzo en lo Dueño en el T.LN. Lo Zarzuela FOTO: ALCÁNTARA<br />

que tienen que ver con la recreación y<br />

la resurrección. Ojalá todos los compositores<br />

españoles que han valido la<br />

pena (histórica) tuvieran su resurrec-<br />

El estreno el 21 de enero de 1992<br />

de la ópera The Duerma de Roberto<br />

Gerhard ha constituido uno<br />

de los más importantes acontecimientos<br />

en la vida musical madnleña de los últimos<br />

decenios. Era el estreno mundial de<br />

un titulo escrito por el maestro catalán<br />

entre 1945 y 1947. Aquí las fechas son<br />

importantes. Nada menos que 35 años<br />

ha tardado esta obra maestra en subir a<br />

un escenario. ¿Cómo ha sido posible<br />

una injusticia tan escandalosa?<br />

En su artículo Cuatro etapas hacia un<br />

estreno mundial aparecido en el programa<br />

de mano de La Zarzuela, David<br />

Drew intenta justificar -o al menos explicar-<br />

las razones por las que La Dueña<br />

no pudo ser representada en Inglaterra 1<br />

el Covent Ganden había visto el fracaso<br />

de tres óperas inglesas -The Oiympians<br />

de BLiss, Troi/fjs and Cress/do de Watton<br />

y The Midsummer Marriage de Tippettío<br />

que habria dejado «a la Ftoyal Opera<br />

House en mala posición para experimentar<br />

con una obra aparentemente<br />

comparable de un compositor no editado<br />

y nacido en el extranjero». El razonamiento<br />

me parece pobre ya que, según<br />

eso. la calidad de una obra no tendría<br />

nada que ver con su estreno y no se<br />

podrían dar a conocer nuevos títulos si<br />

fracasase alguno anteríor. Por otra parte,<br />

Londres dispone de otro gran teatro, el<br />

ción de manos de artista semejante.<br />

aunque TVE siguiera negándoles, mezquina,<br />

el soporte vídeo.<br />

Felicity Palmer compuso una Dueña<br />

A propósito de la Dueña<br />

Coliseum donde la English National<br />

Opera ofrece títulos en lengua inglesa<br />

Es obvio que The Duenna hubiese cabido<br />

perfectamente en una programación<br />

así. Creo más bien que ha sido la ignorancia<br />

de los directores de teatro británicos<br />

la que ha impedido hasta el momento<br />

el que la excelente obra de Gerhard<br />

sea conocida en la isla.<br />

¿Y España? Después de todo y aunque<br />

la ópera esté en inglés tanto su autor<br />

como la partitura son esencialmente<br />

españolas. También aquí se podrían<br />

aducir razones para el olvido de La Dueña.<br />

El Liceo de Barcelona -que debió<br />

ser la institución encargada de estrenarla-<br />

tampoco hizo nada por daría a conocer.<br />

Claro que Gerhard era un rojo,<br />

un exiliado al que no se le podía hacer<br />

el favor de montarle una ópera Faltaría<br />

más. Pero, si no recuerdo mal, el famoso<br />

general Franco murió en 1975 y La<br />

Dueña llega al Uceo 17 años más tarde.<br />

¡Y Madrid? Con una infraestructura pobre<br />

y con un teatro no propiamente de<br />

ópera era todavía más difícil. Yo he sido<br />

muy crítico con algunos aspectos de la<br />

gestión de Campos Borrego en su etapa<br />

de director de La Zarzuela pero es justo<br />

reconocer que ha sido gracias a él el<br />

que La Dueño haya, por fin, tenido<br />

oportunidad de ser representada. Y al<br />

margen de mi desacuerdo con los deco-<br />

ACTUALIDAD<br />

de enorme energía vocal (qué voz tan<br />

poderosa, tan gruesa, en un descenso<br />

que parece no conocer dificultades) y<br />

espléndida de histrionismo. Los otros<br />

protagonistas que dieron la doble dimensión<br />

de comedia y canto fueron<br />

Richard Van Alian y Enrique Baquerizo,<br />

un verdadero descubrimiento este<br />

último por su composición del personaje.<br />

Sharon Cooper demostró no sólo<br />

gran agilidad vocal, sino además un<br />

considerable sentido de la comedia<br />

(que, en teatro, es tal vez lo más difícil);<br />

su espléndida presencia física no<br />

daba para una típica dama joven, pero<br />

sí para una mujer en su máximo esplendor.<br />

Los dos go'ones fueron muy<br />

bien servidos por las voces adecuadas<br />

de Michaels-Moore y Rendall. El espectáculo<br />

fue una fiesta, como Plaza y<br />

Ros pretendían, y como sin duda pretendió<br />

Gerhard. El Finale es excesivo,<br />

quizás ya en el original. Lamentablemente,<br />

el compositor no pudo concederse<br />

una segunda oportunidad operística,<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

rados y algunos aspectos de la dirección<br />

escénica, el montaje de Lo Dueño ha tenido,<br />

en conjunto, un excelente nivel.<br />

Habrá que contentarse, por aquello de<br />

«Más vale tarde...», aunque no deja de<br />

ser amargo, muy amargo, que Roberto<br />

Gerhard haya muerto sin poder ver su<br />

ópera, una ópera, además que puede<br />

ser gustada por todos (en las tres representaciones<br />

a las que asistí el éxito fue<br />

notorio) una obra divertida, con un excelente<br />

trabajo vocal y sobre todo con<br />

una soberbia labor orquestal.<br />

Triste destino el de los músicos con<br />

talento en España. ¿Cómo iba el maestro<br />

catalán a aventurarse de nuevo en el<br />

campo de la ópera si tales dificultades<br />

tuvo con la pobre Dueña! En un panorama<br />

tan anémico y desnutrido como es<br />

el de la época en España, el caso de La<br />

Dueña es hasta significativo. Si se sigue<br />

por el mismo camino que no se impaciente<br />

Pablo Sorozábal en su tumba A<br />

lo mejor dentro de 20 ó 30 años algún<br />

director con un mínimo de sentido de la<br />

justicia se le ocurrirá montar Juan José. Y<br />

un consejo final para los posibles operistas:<br />

si no quieren seguir los pasos de<br />

Gerhard y Sorozábal que no se les ocurra<br />

escribir ninguna ópera a no ser que<br />

tengan un contrato en la mano,<br />

Carlos Ruiz Silva<br />

SCHERZO 39


ACTUALIDAD<br />

VALENCIA<br />

Cálida Cenerentola<br />

Valencia. Teatro Principal. 11 24 y 26-1-92 Rossmi: La Cenerentola. Raquel Pierotti (días 22 y 24) e Nxaro Meninala<br />

(Angelina), Ernesto Palacio (Don Ramiro), Carlos Chausson (Don Magnifico), Oinstopher Robertson (Daratim).<br />

Dirección escénica Emilio Sagí Orquesta Sinfónica de Valencia. Coro de Valencia. Dirección musical: Bertrand de<br />

Btlly. Producción del Festival de Glyndeboume. propiedad del Teatro de la Zarzuela.<br />

La Cenerentola<br />

L<br />

a versión de La Cenerentola -primera<br />

ópera rossiniana que sube<br />

este año a un escenario españolescuchada<br />

en el Teatro Principal puede<br />

calificarse de redonda. Esta vez, el equilibrio<br />

de calidades fue indiscutible y, desde<br />

luego, a la aitura de la calidad, relativa,<br />

con la que se interpreta a Rossini en los<br />

más destacados teatros. La puesta en escena<br />

restituía en parte el carácter de<br />

cuento de la obra original de Perrautt despojada<br />

de elementos mágicos por el filtro<br />

ilustrado y el clasicismo de Rossini. La figuración,<br />

barroca y abstracta, del canto<br />

rossiniano (antirrealista por excelencia)<br />

devuelve ya toda la magia de la obra.<br />

Desde la triste canción Uno vofca c'era un<br />

Re hasta el triunfal Rondó de Angelina,<br />

Rossini obra como auténtico alquimista.<br />

Consigue oro puro. La escena, bien concebida<br />

en conjunto, aportaba de forma<br />

ndife¡ sesgo de fábula: los caballos de cartón,<br />

las maquetas enfrentadas de los palacios<br />

del Príncipe y de Don Magnifico o la<br />

representación en un teatro de guiñol de<br />

ia Tormenta. Sobre este transfondo encantador<br />

v nada pretencioso Emilio Sagí<br />

dirigió la escena con intención, gracia y<br />

nunca contra el principio Pnma la Música<br />

Musicalmente, la versión fue deudora, excepto<br />

algún corte en las repeticiones, de<br />

la moderna restitución rossiniana. Resultó<br />

sorprendente la soltura y el buen estilo<br />

del jovencísimo director Bertrand de Bill/,<br />

que obtuvo buena respuesta de la Orquesta<br />

Sinfónica de Valencia. Claro está,<br />

de Btlly todavía es incapaz de exprimir la<br />

genialidad de algunos conjuntos, de sostener<br />

toda la progresión, tan precisa, de páginas<br />

como el final del primer acto, cuya<br />

música la desarrolló mejor en la obertura,<br />

y el Questo é un nodo awsluppato. que fue<br />

40 SCHERZO<br />

Foto: A DE 8EMT0<br />

magnifico pero no mágico. El conjunto de<br />

las voces mantuvo un buen nivel. A Raquel<br />

Pierotti, segura en el registro medio<br />

y agudo, sólo la escuché en el ensayo general.<br />

La representación que aquí comento<br />

presentaba a la joven rtxaro Mentxaca<br />

en el difícil papel de Angelina Para estrenarse<br />

en tal papel el resultado fue bueno<br />

y prometedor. La voz fue a más a lo largo<br />

de la obra, aunque le falte lógicamente<br />

ganar volumen o acentuación en algunas<br />

notas. La coloratura resultó nítida casi<br />

siempre y abreviada en algún pasaje del<br />

Rondó final. Ernesto Palacio demostró su<br />

cualidad de buen rossiniano. dominio del<br />

fraseo, elegancia y el buen oficio para resolver,<br />

actualmente, los sobreagudos de<br />

su aria y cabal etta. Carlos Chausson está<br />

en un excelente momento; no sólo ha<br />

recuperado, sino ganado en volumen, redondo<br />

en todo el registro y peso en los<br />

graves. Muy bien en la intención vocal,<br />

exagerado para mi gusto en algunos momentos<br />

escénicos, pero no escamoteando<br />

jamas el canto. Voz fresca y bien timbrada<br />

la de Christopher Robertson en<br />

Dandini, resolviendo la ornamentación<br />

por lo general. En este aspecto es difícil<br />

un Dandini perfecto. Es, Robertson, un<br />

cantante a tener en cuenta. Correcto el<br />

Alidoro de Serraiocco y destacada la Clorinda<br />

de Isabel Monar. Por debajo de sus<br />

posibilidades el Coro de Valencia, que<br />

atravesó un mal momento, quizá por fatiga<br />

y disparidad en sus últimas actividades.<br />

En resumen, una función demostratrva en<br />

muchos sentidos. Se es capaz de hacer<br />

buena ópera en Valencia y debe hacerse<br />

más: ¡escucha esto quien debe escucharlo?<br />

Rías Cortés<br />

Rossini<br />

al sesgo<br />

Valencia. Palaii de a Música. I 1-1-92 Rossini: Pequeña<br />

Misa Solemne Glona Fabuel. soprano; Itxaro<br />

Mentxaca, mezzo; Joan Cabero, tenor jos* Antonio<br />

Gaml, barítono; Bertomeu |aurne, piano; Miquel<br />

Estelnch. armonio Coro de Valencia. Director<br />

FranGscoJ. Perales.<br />

La Pequeño Misa solemne, compuesta<br />

en 1864, cuando Rossini tiene 72<br />

años, no deja de ser inquietante. Tres<br />

años antes se ha estrenado Los Troyanos<br />

de Berlioz y. durante los tres años<br />

siguientes se estrenan Tristón e Isolda y<br />

el Don Cario, por ejemplo. £1 reacdonario<br />

Rossini, aunando formas preclásicas<br />

y tentando fórmulas contemporáneas,<br />

nos presenta en esta obra magistal<br />

-nada pequeña y nada solemne- un<br />

alegato de su clasicismo y de sus gustos<br />

más íntimos e ¡rren un dables; y no<br />

sólo en matena de canto. Esta creación,<br />

íntima y depurada, dirigida fundamentalmente<br />

a músicos, es difícil recrearla<br />

en la versión original prefenda por<br />

el compositor: doce voces, incluidos<br />

los solistas, dos pianos y un armonio.<br />

Todavía más si no se produce en el<br />

espacio exactamente adecuado. La<br />

versión que escuchamos en el Palau<br />

de Valencia prescindió del ripieno del<br />

segundo piano, el armonio fue completamente<br />

inaudible, excepto en el<br />

breve pasaje del Sonctus, el coro estuvo<br />

formado por 49 voces y el Prélude<br />

religieux, para piano, fue suprimido.<br />

Hubo, pues, desequilibrio. Desde este<br />

punto de partida la interpretación sólo<br />

funcionó a ratos, sobre todo gracias a<br />

los solistas. Francisco J. Perales, excelente<br />

director del Coro de Valencia y<br />

que ha protagonizado algunas interesantes<br />

versiones como director de orquesta,<br />

planteó la obra con un tempo<br />

en conjunto demasiado lento, en mi<br />

opinión, aunque no hasta el extremo<br />

de El Mesías ofrecido en diciembre<br />

pasado. Quizá el momento actual del<br />

Coro lo propició en parte. Hubo desajustes<br />

en las entradas de los bajos,<br />

emisión destimbrada en ios tenores.<br />

En el Cum Soneto Spiritu el piano fue<br />

prácticamente sepultado por la masa<br />

coral. Lo mejor fueron, pues, los solistas<br />

vocales. Joan Cabero por su voz lírica<br />

fresca y aJgunas conseguidas modulaciones<br />

en su solo; Glona Fabuel<br />

por su gusto y timbre, aunque pareció<br />

incómoda por momentos en tesitura,<br />

e Itxaro Mentxaka por su magnífico<br />

Agnus De; y por la notable evolución<br />

de su voz. Y poco mas.<br />

B.C.


Sawallisch, maestro<br />

Viten. Palau de la Música 3-2-93. Bntten: Vonoaones sofcfe un [eme de Purcet Stravmskr Suite de HJnneJIa; Mendelssotm:<br />

Sinfonía n* 3. Orquesta filannónica deila Scala. Director Wofgang Sawallisch<br />

Sawallisch dio una lección, sólo una.<br />

Cuando ha/ tantos conciertos pulcros,<br />

muchos buenos, pero en los que es siempre<br />

raro que se produzca el momento<br />

mágico, la versión de la Escocesa de Sawallisch<br />

ha/ que considerada memorable.<br />

Incluyo en este concepto tanto la interpretación<br />

que nos parece admirable desde<br />

una mirada despierta / reflexiva, como<br />

la que nos arrastra con entusiasmo / nos<br />

anula toda distancia critica Fue, esta última,<br />

mi respuesta ante el Mendelssohn de<br />

Sawallisch, subjetiva sin paliativos y, por<br />

tanto, abierta a la disidencia. La Orquesta<br />

della Scala no es la Filarmónica de Viena<br />

No importa. Como demostraron, en las<br />

demás obras, no era impecable ni extraordinaria.<br />

Pero la calidad técnica / la entrega<br />

entusiasta a la batuta del director<br />

fueron suficientes. La mano derecha marcó<br />

claro y firme el compás, dejando libertad<br />

al fraseo del viento, sobre todo en los<br />

solos; la mano izquierda de Sawallisch, estuvo<br />

atenta, expresiva, nerviosa, constantemente<br />

regulando la dinámica de cada<br />

familia de los arcos. El primer movimiento<br />

resultó excepcional por la pulsación mantenida<br />

El Adagio no fue profundo, si por<br />

ello se entiende un rubato romántico, pero<br />

el sentido del canto, natural y simple,<br />

es una de las virtudes de Sawallisch y de<br />

la Orquesta italiana El Allegro final fue vigoroso<br />

y entusiasta, no siempre impecable<br />

en la respuesta orquestal. Sawallisch,<br />

desde el ngor formal, recreó un Mendels-<br />

Wo//garg Sav/allixh<br />

sohn luminoso, juvenil, nervioso. La evocación<br />

de Escocia, del primer romanticismo,<br />

queda ante todo en algunos pasajes<br />

de las maderas, pero ¡a Escocesa de Sawallisch<br />

mira literalmente hacia el Sur El<br />

planteamiento formal de este buen representante<br />

de la escuela alemana, no<br />

siempre bien valorado, en conjunción con<br />

su punzante vivacidad y la Orquesta della<br />

Scala, consiguieron un Mendelssohn, desde<br />

mi punto de vista, extraordinario. La<br />

obra de Britten resultó brillante, sin mas.<br />

En Pule/neto, ni Sawallisch pareció inspirado,<br />

ni los músicos precisos. La obra transcurrió<br />

ajena, como si la orquesta quisiera<br />

descansar de ese repertorio (vía Muti).<br />

Tres sopranos valencianas<br />

Valónela. Centro Giftural Caja 6e Valencia. 29, 3I-I/6-H-92. Anemona/ Cbmien Andú^ar. Recitales de las sopranos<br />

Angeles Lúpez Artigas. Goria Fabuel y M* Angeles Peten. Bertomeu Jaume, piano.<br />

Bajo el título Tres Voces Valencianas<br />

de la Lírica se quiso rememorar la figura<br />

de Carmen Ándújar, cantante valenciana<br />

destacada en el bed y protagonista<br />

en estrenos de músicos valencianos<br />

como Rodrigo, Palau, Esplá, Garcés,<br />

entre otros. Angeles López Artiga, que<br />

días después tenia previsto un recital<br />

de obras propias en el Palau de la Música,<br />

centró su programa en Manuel Palau,<br />

del que cantó La Pinja y Cuatro Lieder.<br />

La segunda parte del programa estuvo<br />

dedicada a páginas de zarzuela.<br />

Los recitales de Gloria Fabuel / M* Angeles<br />

Peters sirvieron en gran parte,<br />

para medir el momento vocal de dos<br />

jóvenes sopranos valencianas. Gloria<br />

Fabuel parece atravesar una transformación<br />

vocal o punto de inflexión que<br />

no debe pasar inadvertido. Al mismo<br />

tiempo que un aumento de volumen y<br />

densidad en el registro central, se advierten<br />

notas fijas y tensas, en forte, en<br />

las inmediatas al poso, Fue demostrativo<br />

en la romanza de Lo parranda y en<br />

la canción de La Tempronica. En las<br />

propinas, sobre todo en la Gran Vía,<br />

volvió a confirmar su exacto fraseo y<br />

timbre. M* Angeles Peters abordó un<br />

programa comprometido y en un espacio<br />

que no favorece la expansión de<br />

los armónicos. En las tres canciones y<br />

cuatro arias de Vicente Martín y Soler<br />

demostró su dominio estilístico y su<br />

ACTUALIDAD<br />

Un conjunto<br />

admirable<br />

Vitan*. Music-Hill del Rjatto. 6-2-92. Obra» de<br />

SchcVíberg. Tor\i Tatonitsu, Edsori Denissow. Strawnsta<br />

y Luis fBanes. Gmpo InOnxnental de Valenria.<br />

Patricia Llorera soprano. Director Jean ñerre<br />

Dupuy.<br />

Tercer concierto del Grupo Instrumental<br />

bajo la batuta del prestigioso<br />

pianista y director francés Jean-Pierre<br />

Dupuy, actualmente titular de la formación.<br />

Este grupo, uno de los escasos<br />

grupos estables dedicados a la<br />

música contemporánea en España,<br />

ha sido creado desde el Centro de<br />

producción del Área de Música de<br />

Valencia. Tiene /a previstas varias giras<br />

internacionales y una grabación<br />

discográfica. En el concierto que se<br />

comenta, la calidad del grupo resultó<br />

notable, con algunos solistas, como<br />

el clarinetista José Cerveró, excelentes.<br />

La Sinfonía de Cámara op. 9 de<br />

Schonberg nos demostró la óptica<br />

de Dupuy, más desde el presente<br />

que desde los precedentes, no escasos,<br />

de la música anterior a 1906,<br />

año de la composición. Dupuy acentuó<br />

ese despojamiento, sin complacencias<br />

por rellenar o suavizar los pasajes<br />

más melódicos y poniendo en<br />

evidencia la complejidad contrapuntlstica<br />

de la obra, la permanente huida<br />

de la polarización tonal. Stanza I<br />

de Takemitsu crea interesantes atmósferas<br />

y pasajes de canto sobre el<br />

texto del Tractotus de Wittgenstein.<br />

La obra estrenada de Luis Blanes,<br />

Desintegraciones (ganadora del Concurso<br />

de composición de música de<br />

cámara, de la Diputación de Valencia),<br />

desde la sencillez formal / la tradición<br />

que asume, produjo un gratificante<br />

juego tímbrico y una notable<br />

capacidad norraúva o de movimiento.<br />

Las Trois piéces pour quatour á cor-<br />


EL ESPLENDOR ESPAÑOL<br />

LO ESENCIAL DE LA MÚSICA CLASICA ESPAÑOLA<br />

MÚSICA DE LA ÉPOCA £)E CRISTÓBAL COLON<br />

— Música Resérvala 434 201-2<br />

Caja 10 CDs Sena Media 434 200-2<br />

"ambién disponibles individualmente<br />

MÚSICA BARROCA ESPAÑOLA<br />

Figueras-Savall-Koopman 434 202-2<br />

MÚSICA CORAL SACRA ESPAÑOLA<br />

Obras de Victoria-Ferrer-Esplá-Mompou «34 2032<br />

ANTOLOGÍA DE LA ZARZUELA<br />

Orquesta Sinfónica y Coros de la RTVE<br />

Igor Markevitch 434 204-2<br />

CANCIONES ESPAÑOLAS<br />

José Carreras 454 205-2<br />

ESPAÑA<br />

Orquesta Sinfónica y Coros de la RTVE<br />

Igor Markevilch 434 206-2<br />

FAMOSAS DANZAS ESPAÑOLAS<br />

Pepe y Celín Romero 434 207-2<br />

JOAQUÍN RODRIGO<br />

Pepe Romero - Sir Pieville Marriner 434 208 2<br />

MANUEL DE FALLA<br />

Varios intérpretes y directores 434 209-2<br />

PADRE ANTONIO SOLER<br />

Rafael Puyaría 434 210-2


Maisky,<br />

el vitalista modesto<br />

Esta entrevista tuvo lugar coincidiendo con la actuación, a comienzos de año, de (a<br />

Royal Philharmonjc y Ashkenazy en el primer concieto Fuero de Sene, del Madrid 92.<br />

En el programa, el Don Quijote straussiano, interpretado en su parte solista<br />

por el violonchelista israeli, de origen ruso. Míscha Maisky, que ya ha<br />

visitado España en ocasiones anteriores (gira con la Filarmónica de Israel<br />

y Mehta, o actuaciones en el Festival de Cananas). De Maisky impresionan dos<br />

características, su sencillez, que le hace reconocer su admiración por todos<br />

los grandes del violonchelo, desde Casáis hasta Du Pré, pasando por sus dos<br />

maestros sucesivos, Rostropovich y Piatigorsky, y que se prolonga hasta su respeto<br />

y afecto por otros muchos colegas no violonchelistas, y de otra parte su optimismo<br />

vitalista, patente en toda la conversación. Que una persona sepa sacar enseñanzas<br />

y aspectos positivos de su experiencia en prisiones, campos de trabajos y sanatorios<br />

psiquiátricos de la antigua Unión Soviética -único delito, la marcha de su hermana<br />

mayor a Israel-, entre los 21 y los 24 años de edad, define la categoría humana<br />

de este artista. Maisky, de inmediata actuación en otro de los conciertos del<br />

Madrid Cultural, habla, para entendemos, como un aficionado (esa cualidad que,<br />

en esta misma revista, se ha señalado en ocasiones de otro entrañable músico,<br />

Antoni Ros Marbá), mantiene intacta su capacidad de asombro<br />

y define la práctica de la música como el mejor bobby posible..<br />

Estas son sus manifestaciones.<br />

ENTREVISTA<br />

FOTO: S.E.MAEDER/DGG<br />

SCHERZO 43


ENTREVISTA<br />

SCHERZO.-Pora muchos de nosotros, la primera<br />

noticia directa acerca de su capacidad interpretativa<br />

llegó con la grabación del Doble Concierto<br />

de Brahms que usted y Kremer tocoron en<br />

Viena, bajo la dirección de ñemstein. ¿Podría hablarme<br />

de su trabajo con este último, al que usted<br />

ya ha conocido en los estadios finales de su<br />

carrera?<br />

MISCHA MAISKY.-B¡en. yo siempre digo, a este respecto,<br />

que me considera el violonchelista más afortunado del mundo,<br />

por muchas razones diferentes; como usted ha dicho, yo<br />

no tuve muchas oportunidades de tocar con Bernstein, pero<br />

en total vine a hacer con él unos veinte conciertos, / efectué<br />

tres grabaciones a su lado, esto es, el Doble Concierto de<br />

Brahms que usted ha citado, el Concierto en la menor de Schumann<br />

-que también se grabó con la Filarmónica d» Viena-,<br />

más el Concierto de Dvorak y Schelomo de Bloch, estas dos últimas<br />

grabadas en Israel con la Filarmónica. Se suponía también,<br />

estaba así previsto, que íbamos a hacer juntos el Primer<br />

Concierto de Shostakovích y la Sinfonía Concertante de Prokoffev,<br />

pero, desgraciadamente, para esto ya no hubo tiempo.<br />

Este último disco, no grabado, era idea suya, porque eran dos<br />

obras que él no había llevado nunca al disco y estaba muy ilusionado<br />

con el proyecto, y yo, naturalmente, me sentía muy<br />

honrado por su proposición, pero... Bueno, el hecho de haber<br />

tenido el privilegio de trabajar con él, muy intensamente, aunque<br />

haya sido sólo durante tres años, más o menos, lo considero<br />

muestra de una gran suerte a mi favor. Otra de las razones<br />

por las que me creo muy afortunado es por el hecho de<br />

haber sido alumno, me parece que el único, tanto de Rostropovich<br />

como de Piatigorsky. Y también me considero muy<br />

agraciado por la suerte al haber podido trabajar con pianistas<br />

extraordinarios: Radu Lupu, Peter Serkin, Malcolm Frager, Nelson<br />

Freiré, Martha Argerich, y muchos otros, con los que he<br />

vivido conciertos extraordinarios, ¿Le digo otro motivo para<br />

sentirme orgulloso de mi suerte? Pude conocer a Pablo Casáis<br />

dos meses antes de su muerte, cuando él tenia casi 97 años, y<br />

tocar para él: eso es algo que nunca olvidaré; siempre fue mi<br />

sueño, desde que yo era un muchacho, poder tocar un día el<br />

violonchelo para Pablo Casáis, máxime cuando los periódicos<br />

empezaron a decir, en la URSS -en la época en que yo todavía<br />

residía en Rusia-, que había posibilidades de que él viniera<br />

a la Unión Soviética. Claro, esto nunca sucedió, así que yo<br />

empecé a perder toda esperanza de llegar a conocerle: pero<br />

luego, cuando yo me había ya marchado de allí, Casáis acudió<br />

al Festival de Israel, en el año 73, a dirigir una orquesta<br />

juvenil, y dio dos conciertos, impresionantes; yo estuve en<br />

los conciertos y en todos los ensayos, y fue algo increíble. Él<br />

apenas podía andar, y tampoco se esforzaba demasiado en<br />

ello, porque trataba de preservar sus energías, las que le<br />

quedaban; y es que murió de puro anciano, como una vela<br />

que se extinguiera y llegara a su fin. y él lo sentía, sabía que<br />

no le quedaba mucha energía, y por eso iba rodeado de<br />

personas que lo hacían todo por él, y le llevaban en una silla<br />

de ruedas, y le ayudaban a llegar hasta el pódium... Bueno,<br />

cuando tú le veías llegar, pensabas; "¡Oh, Dios mío!, pero<br />

¿qué va a hacer este pobre hombre, si apenas se tiene en<br />

pie?" Y, de súbito, en el pódium, una energía increíble salía a<br />

la superficie, y empezaba a dirigir, y a hablar a todos los músicos,<br />

¡algo impresionante! Yo tuve la oportunidad de tocar<br />

ante él, y pasé tres horas en la suite de su hotel, y toqué<br />

fragmentos de las Su/tes de Bach, y de las Sonatas para Violo<br />

da gamba, y también el Concierto en si menor de Dvorak, y<br />

algunas otras obras; luego estuve hablando con él largo rato,<br />

fue una experiencia inolvidable, y siempre me he tenido por<br />

el hombre más venturoso del mundo, porque esta oportunidad<br />

se produjo dos meses antes de su muerte, e incluso las<br />

44 SCHERZO<br />

fotos que alguien tomó durante este encuentro, esto me lo<br />

dijo Martita, su viuda, seguramente fueron las últimas que se<br />

le hiñeron a Casáis, porque en los dos últimos meses de su<br />

vida, en Puerto Rico, no le tomaron ninguna foto. Así que, ya<br />

se lo he dicho, me parece que soy un hombre bendecido<br />

por la suerte por muchas razones.<br />

Bueno, pero usted me preguntaba por Bemstein, y creo<br />

que con él fui especialmente afortunado: para mí, Bemstein ha<br />

sido uno de los grandes músicos de nuestro tiempo, y ciertamente<br />

uno de los más grandes músicos con los que yo haya<br />

tenido el privilegio de trabajar o de estar asociado- Él tenía,<br />

desde luego, una personalidad más bien única, especialísima.<br />

con una rara combinación de cualidades y talentos, era la suya<br />

una personalidad inspiradora, aunque también difícil, porque<br />

no era fácil trabajar con él..<br />

S.-Creo que cuando acompañaba a un solista no le prestaba<br />

una atención excesiva...<br />

M,M.-¡Sí, exacto, eso es! (Gestos diversos, en los que imita por<br />

unos momentos o Bemstein, dirigiendo, como si se diera cuento<br />

en un cierto instante de que a su izquierda habla un solista) ya<br />

sabe usted lo que él solía decir "Lo siento, no soy un acompañante;<br />

ni siquiera soy un director ¡sólo soy músico!" Y esto,<br />

en un cierto sentido, probablemente era cierto, porque él era<br />

tan profundamente músico, y se dejaba envolver tan hondamente<br />

por la música, hasta el encantamiento mismo, hasta ser<br />

dominado por la emoción de la música, que, muy a menudo,<br />

¡se olvidaba por completo de que allí había un solista! Él no<br />

era, en absoluto, uno de esos grandes directores acompañantes,<br />

como Zubin Mehta, o Seiji Ozawa, o Abbado, o como dicen<br />

era Ormandy, o como Maazel, con los que tú puedes hacer<br />

exactamente lo que quieras, porque ellos ya saben cómo,<br />

dónde y cuándo vas a hacer lo que vas a hacer, y se anticipan<br />

a tus acciones, Bemstein no era de este tipo de artistas y por<br />

eso no era nunca fácil para un solista tocar con él en concierto,<br />

porque para ir juntos, ¡tú eras el que te tenías que preocupar<br />

de ir con él, porque él no iba a estar pendiente de ir contigo!<br />

Así, por ejemplo, en el Concierto de Dvorak yo me tenía<br />

que preocupar de hacer cosas que habitualmente no hago,<br />

¡para no perderle!, pero la experiencia era sumamente inspiradora<br />

S.-EJ Doble Concierto de Brahms, ¿es la única obra que grabó<br />

con Hemstein en vídeo o Laser-Disc?<br />

M.M.-No, el Concierto de Schumann también fue grabado<br />

por la Unitel para televisión, y creo que se editará pronto en<br />

el soporte del Video-Disco. En cambio, nunca se hizo filmación<br />

del Concierto de Dvorak, porque para los equipos de televisión<br />

resultaba muy costoso desplazarse hasta Israel, así que<br />

de ese trabajo sólo existe la grabación de audio, y quiero decirle<br />

algo: yo soy un gran creyente en las posibilidades de la<br />

imagen, y soy un fon de las grabaciones en Laser-Disc.<br />

S.-Cuondo usted dice que se considera una persona muy afortunada<br />

me imagino que no se refiere al período comprendido entre<br />

1969 y 1972, ya que por esas fechas se bailaba internado en<br />

prisión, en la antigua Unión Soviética.<br />

M.M.-Pues... (Con cierta expresión de "Me temía esta pregunta.,."),.,<br />

todo depende de cómo te tomes las cosas en la vida;<br />

la verdad es que la vida es bastante complicada, y todo depende<br />

de tu propia perspectiva, porque hasta los mismos hechos<br />

pueden ser experimentados de forma muy diferente, según<br />

sea la perspectiva con que se contemplen. Claro, si usted<br />

examina mi caso, privado de libertad muy joven, cuando, siendo<br />

estudiante, mi carrera empezaba a parecer promisoria, sin<br />

poder ver ni siquiera mi violonchelo durante dos años y medio,<br />

en los que tuve que dedicarme a amasar y mezclar cemento<br />

en un campo de trabajo, mas otros dos meses en un<br />

hospital psiquiátrico, por mi negativa a hacer el servicio militar<br />

soviético, bueno, claro, todo eso es una experiencia muy trau-


mética y desdichada, es verdad. Pero, mire, yo siempre trato,<br />

unas veces con éxito, otras no, de encontrar cualidades positivas<br />

en todas las experiencias de la vida, porque creo que somos<br />

capaces de sacar algo de valor en todo lo que nos sucede.<br />

Por ejemplo, a causa de esas experiencias que acabamos<br />

de mencionar, no tuve la oportunidad de acabar el último año<br />

del Conservatorio de Moscú, asi que nunca obtuve el diploma<br />

de tal institución: yo siento que conseguí una educación mucho<br />

mas completa gracias a ello, ¡bueno, eso creo! Las experiencias<br />

de la vida, lógicamente, te afectan mucho como ser<br />

humano. Naturalmente, también te afectan como músico. Yo<br />

he aprendido mucho de tales experiencias, y, en un cierto<br />

sentido, aunque puede sonar perverso ío que voy a decirle,<br />

creo que he tenido suerte al vivirlas. Creo que a mi visión, a<br />

mi perspectiva de la vida, le han dado una amplitud mucho<br />

MiSCHA MAISKY<br />

mayor, una dimensión superior.<br />

Hace no mucho, como unos dos<br />

años, me hicieron una entrevista<br />

en el Japón, y alguien me preguntó:<br />

"¿Cómo podría usted describir<br />

si su manera de tocar cambió durante<br />

esos años." Bueno, pues la<br />

pregunta me pilló por sorpresa,<br />

era algo que no me había planteado<br />

hasta entonces, y así se lo dije<br />

a mi entrevistados Pero para<br />

hablarle de ello tomé un ejemplo<br />

de técnica fotográfica: yo no soy<br />

un fotógrafo profesional, me limito<br />

a sacar fotos de mis hijos, y<br />

uso una cámara automática muy<br />

simple, nada compleja, pero el caso<br />

es que los fotógrafos utilizan<br />

diversos tipos de lentes, e incluso<br />

de cámaras, y ello me dio la idea<br />

de este ejemplo, es decir la experiencia<br />

de todos esos años me<br />

ha enseñado a ajustar mi óptica a<br />

diversos tipos de lentes, desde el<br />

zoom al gran angular, a aumentar<br />

mis posibilidades de visión de las<br />

cosas, y si esto lo llevamos a la<br />

música, mi superior graduación,<br />

por así decirio, me ha ayudado a<br />

no quedarme en los meros detalles,<br />

sino a contemplar con más<br />

alcance el diseño de una obra, sus<br />

lineas maestras o sus claves de<br />

desarrollo, y a no sacrificar la visión<br />

del todo por la de las partes,<br />

o sea que mi expenencia de enclaustramiento<br />

y prisión me ha<br />

ayudado a tener más puntos de<br />

vista sobre casi todas las cosas y<br />

personas. ¡Hay tantas cosas en la<br />

vida que damos por supuestas,<br />

que nos parecen lo más normal<br />

del mundo, y no nos damos<br />

cuenta de lo maravilloso que es el<br />

milagro mismo de su existencia,<br />

de su presencia entre nosotros!<br />

Mire, ya ni apreciamos lo extraordinario<br />

que es poder pasear sobre<br />

la tierra, sentirla y tocarla: claro,<br />

hoy, en las grandes ciudades,<br />

eso de ver y palpar la tierra, ¡no<br />

suele estar a la orden del día! ¿Y<br />

qué me dice de la posibilidad de andar bajo los árboles o de<br />

fOT0iS£.MAEDER/DGG.<br />

ver el cielo? Esas cosas, por desgracia, se nos olvidan, y tendríamos<br />

que estar dando gracias, a diario, por tenerías tan cerca<br />

de nosotros.<br />

S-¿Podríamos hablar de sus primeros años de estudio y de trabajo<br />

en Rusia, de la época en que usted obtuvo el Premio Chaikovski<br />

y empezó a Trabajar con Rostropovich en Moscú? Entiendo<br />

que sus problemas con las autoridades empezaron más tarde,<br />

con motivo de un viaje de su hermana a Israel...<br />

M.M.-Sí, fue así, ese fue el motivo, al menos el motivo oficial...<br />

S.-En el tiempo en que estudió con Rostropovich, ¿tuvo ocasión<br />

de conocer o tratar a Shostokovich?<br />

M.M.-Sí, ¡fue algo fantástico! Yo era muy joven, y tampoco<br />

es que fuera, por entonces, muy despierto, pero tenía plena<br />

SCHERZO 45


ENTREVISTA<br />

conciencia de lo que era estar ante él. Para nosotros era el<br />

más grande compositor vivo, quiero decir para los jóvenes, y<br />

la oportunidad de poder tener frente a ti a un músico de tal<br />

calibre era algo fascinante. Con todo, no me quiero adornar<br />

con méritos ajenos; yo nunca tuve un encuentro, digamos, íntimo<br />

con él, siempre que hablé con él fueron conversaciones<br />

breves, pero tuve la suerte de estar presente en varias de las<br />

primeras audiciones de sus obras finales, como, por ejemplo,<br />

el Segundo Concierto para violonchelo, la Sonata para violln, las<br />

últimas Sinfonías o algunos de los Cuartetos, y también tuve la<br />

suerte de estar en muchos de estos ensayos, a los que él asistía<br />

invariablemente, y era algo muy especial el verle en esos<br />

instantes. Por desgracia nunca llegué a tocar para él, lo cual<br />

era en parte lógico, ¡porque Rostropovich era quien siempre<br />

tocaba el violonchelo para él! Los demás nos limitábamos a<br />

mirar y a aprender,<br />

S.-¿ Tiene usted en repertono sus Conciertos para vio I ánchelo?<br />

Deduzco que el Primero sí, por lo que antes me contó de Bemstein...<br />

M.M.-¡Sí, sí, naturalmente! ¡Y no sólo los dos Conde/tos! To-<br />

•ÍCÍSCHERZO<br />

co prácticamente todas<br />

las obras que él concibió<br />

para violonchelo, como la<br />

Sonata, o el Moderólo, o<br />

los mismos Tríos, cuya parte<br />

para chelo es tan extraordinaria.<br />

La verdad es<br />

que amo toda la música<br />

de Shostakovich, y tengo,<br />

desde hace años, la ilusión<br />

de grabar los dos Conciertas<br />

de chelo. El año pasado,<br />

ya se lo he contado,<br />

parecía que iba a poder<br />

hacer el Primero con<br />

Bemstein, pero ahí el destino<br />

jugó en contra; ahora<br />

estoy en conversaciones<br />

con las gentes de mi compañía<br />

de discos para intentar<br />

una nueva grabación<br />

de estas dos obras,<br />

naturalmente con otros<br />

directores y seguramente<br />

otra orquesta, diferente<br />

de la de Israel. Confío en<br />

que esto se pueda grabar<br />

el año próximo. Me haria<br />

mucha ilusión poder incluir<br />

a Shostakovich, por<br />

fin, en mi repertorio grabado.<br />

Los dos Conciertos<br />

son obras admirables, tan<br />

diferentes el uno del<br />

otro... Desde luego quiero<br />

grabar la Sonata para violonchelo<br />

y piano, y también<br />

algo que seguramente le<br />

sorprenderá, la Sonata para<br />

viola y piano en la versión<br />

de violonchelo, ¡que<br />

existe!, y que es casi una<br />

transcripción litera!, sin alterar<br />

nada de la escritura<br />

original para viola. Le confesaré<br />

que todavía no he<br />

tocado esta transcripción,<br />

pero conozco muy bien la obra original, que es su última comroro:fi£¡NHARI<br />

•AUu-/ D.G.G<br />

posición, la terminó pocos días antes de su muerte, y que es<br />

profundamente diferente de la Soneto para violonchelo, que está<br />

escrita en los años 30, pero creo que esto hace aún más interesante<br />

la idea de grabar juntas, en un mismo disco, las dos<br />

obras.<br />

S.-Me atrevería a decirle que, a través del repertorio que de<br />

usted ha publicado su empresa fonográfica, Deutsche Crammophon,<br />

se puede tener la idea de Mischa Maisky como un artista<br />

exclusivamente volcado en el repertorio clasico-romántico, pero,<br />

por lo que voy deduciendo de esto conversación, usted no se conforma<br />

sólo con esa parcela..,<br />

M.M.-Ya le entiendo, si, y en parte es una pena esa limitación<br />

en el repertorio... De todas formas, todas las compañías<br />

de discos tienen sus propias ideas sobre la política comercial,<br />

y, bueno, no sé si es muy acertado que yo comente estos<br />

temas, porque yo no tengo nada en contra de mi empresa, y<br />

no me importa reconocer que estoy muy contento con las<br />

grabaciones que me han ido proponiendo, pero me doy<br />

cuenta de que, ¡lógicamente!, la venta de los discos es el ob


ach, vfvaldi:<br />

j' conciertos para 3 y 4 violines<br />

¿ o claves (versiones originales<br />

1 sus transcripciones)<br />

v5»5»*>cademy oí Ancient Musíc<br />

K£ Christopher Hogwood<br />

433053-2<br />

moiBrt<br />

sonatas K 545 y 570<br />

fantasía K 475. glga K 574<br />

rondó* K 485 y 511<br />

mlnuftto K 355. andante K 616<br />

Andrés Schiff en el<br />

fortepiano de Mozart<br />

(grabado en la habitación<br />

donde nació el compositor)<br />

.433326-2<br />

vlvaldi:<br />

conciertos para cello<br />

RV 402, 406 y 414<br />

sonatas para cello<br />

RV 39, 42 y 44<br />

Christophe Coin<br />

Academy of Ancient Music<br />

Christopher Hogwood<br />

433052-2<br />

PolyGram<br />

] í BACH<br />

f*w 1 kr.<br />

CHR.I3TOFHFB. HOGWOOD<br />

*»:•..%• . .<br />

VIVAtQI<br />

ICUt C'-iftai 6 S,<br />

CHBISTOFHE COIhj<br />

K4II fi Kf lí<br />

CHHISTOFHEll HOüWOOP<br />

nyman:<br />

songbook sobre textos de<br />

celan, Shakespeare, mozart<br />

y rlmbaud<br />

Ute Lemper<br />

Michael Nyman Band<br />

Michael Nyman<br />

425227-2/4<br />

geiualdo:<br />

responsos del viernes santo<br />

canciones sacras<br />

Centro Música Anlica<br />

di Padova<br />

Llvio Picotti<br />

430832-2<br />

widor<br />

sintonía gótica.<br />

3 nuevas piezas<br />

movfmlentos de las sinfonías<br />

V (toccata), VI y Vil<br />

Thomas Trotter (órgano)<br />

433152-2<br />

nyman: 1-100<br />

rackham: which ever way your<br />

nose bend)<br />

fltkin: sexteto, seddon: 16<br />

Piano Circus<br />

433522-2<br />

"trompeta voluntario"<br />

obras para órgano y metal<br />

bach, haendel, purcell, clarke,<br />

charpentier, trescobaldl...<br />

Peter Hurford<br />

Michael Laird Brass Ensemble<br />

433451-2<br />

novedades L<br />

IHOUAS IROITES<br />

. \


ENTREVISTA<br />

jetivo último de una firma de este tipo, y ellas tienen sus<br />

¡deas acerca de qué cosas venden más y qué otras venden<br />

menos, y lo llevan a la práctica. Yo creo que ellos se fijan como<br />

objetivo la promoción de un artista joven... porque todavía<br />

me permito encuadrarme entre los jóvenes, supongo que<br />

cuando tenga 90 años me seguiré sintiendo joven... Ya que,<br />

no sé si le he comentado esto, pero tengo la intención de<br />

llegar hasta los 120 años, Mire, hace poco nació mi hijo, y,<br />

como yo tengo ya una hija, decidí, de repente, que m¡ ambición<br />

mayor sería un dia hacer música con ellos, así que pensé<br />

que si uno de los dos estudiaba piano, y et otro, naturalmente,<br />

violín, ¡en unos 20 años podría tener organizado el<br />

Maisky Tnol Esto se lo conté a mi mujer entusiasmado, y ella<br />

me comentó: "No te hagas tantas ilusiones, porque a menudo<br />

sucede que los niños de los músicos no quieren luego ser<br />

músicos, y eligen otra actividad, o sea que a veces hace falta<br />

una generación de por medio". Asi que me quedé pensativo<br />

unos segundos, y enseguida le dije: "Está bien, no hay problema,<br />

esperaré a mis nietos. A partir de ahora, ¡mi ambición<br />

mayor será hacer música con mis nietos! ¡Tengo tiempo!"<br />

¿Lo ve? ¡Soy un optimista! Debe ser porque me siento más<br />

joven que hace quince años, así que, si lo del Trío Maisky no<br />

puede ser dentro de 30 años, ¡pues será dentro de 40!<br />

S.-En este momento, ¿es usted et único músico de su familia?<br />

M.M.-Si, más o menos. Quiero decir que mi esposa practica<br />

la música como aficionada, pero no es profesional de la<br />

música. ¡O sea, que es una persona normal! ("Entre grandes risos)<br />

De otra parte, mi hermano y mi hermana si son músicos.<br />

M¡ madre, de jovencita, siempre quiso estudiar seriamente<br />

el piano, pero nunca tuvo oportunidades, así que trató<br />

de dar esa posibilidad a sus niños. Cuando yo nací, con<br />

mis otros dos hermanos ya estudiando música, mi madre se<br />

hizo una reflexión parecida y decidió que el nuevo hijo debería<br />

ser riormai, no músico, pera yo no ayudé mucho, porque<br />

desde muy pequeño insistí en que quería estudiar violonchelo<br />

a toda costa. Mi esposa, aunque se dedicó en la<br />

Universidad a otras materias, tales como la historia o la criminología,<br />

estudió privadamente el violonchelo y el piano, y<br />

es una estupenda amateur. Y tiene un oído excepcional, por<br />

cierto, hasta el punto de que cuando grabé las Su/tes de<br />

Bach ella fue mi supervisora del registro, y su nombre aparece<br />

en el libreto de los CDs, como responsable de la "preparación<br />

y asesoramiento musical", ¡en letra pequeña! Ese fue<br />

un detalle bonito por parte de la compañía de discos, y /a le<br />

digo que ella posee un oído privilegiado, le diría incluso que<br />

mejor que el mío,<br />

S.-¿No le importa si volvemos por unos momentos al tema<br />

de su repertorio discográfico?<br />

M.M.-¡No, claro que no! Además, precisamente en estos<br />

días he de firmar mi nuevo contrato con Deutsche Grammophon,<br />

y el tema está sobre la mesa. Y la verdad es que<br />

entre mis planes de trabajo para los próximos meses está el<br />

abordar, fonográficamente, varios Conciertos para violonchelo<br />

del Siglo XX. Como ya le he dicho, voy a hacer los dos de<br />

Shostakovich, la Sinfonía-Concierto y también el pequeño Concertino<br />

de Prokofiev, el mismo Don Quijote que he interpretado<br />

en Madrid -y que es una obra que, lógicamente, adoro-,<br />

el Concierto de Hindemith -que para mí es una gran<br />

obra, desgraciadamente poco tocada-, y también la Sinfonía<br />

para chelo de Britten y el Concierto de Walton -estas dos<br />

obras me gustaría combinarlas en un mismo disco, porque la<br />

obra de Britten fue dedicada a Rostropovich, y la de Walton<br />

se escribió para Piatiogorsky. ¡con lo cual uniría en la grabación<br />

los nombres de mis dos maestros, algo muy simbólico!-,<br />

y yendo a una zona más luminosa de nuestro siglo también<br />

quiero grabar los Conciertos de Honegger y Milhaud,<br />

que cuando se tocan, no ya bien, maravillosamente -como<br />

48 SCHEBZO<br />

Rostropovich lo ha hecho, por ejemplo-, se nos presentan<br />

como música notabilísima. En el campo camerístico. sí quiero<br />

ir más al repertorio romántico, porque he grabado muy poca<br />

literatura para violonchelo y piano: aquí los nombres serían,<br />

de nuevo, Shostakovich y Prokofiev. y con ellos Britten. pero<br />

también Brahms, Rachmaninov o Chopin, con sus espléndidas<br />

obras para tal combinación. Varias veces me han preguntado<br />

si voy a interpretar el Concierto para violonchelo de Lutoslawski,<br />

y he de volver a contestar que todavía no. Creo<br />

que es una gran obra, no sólo un gran concierto, y me gustaría<br />

mucho interpretaría, y supongo que un día lo haré, porque,<br />

además, he tenido la suerte de conocer personalmente<br />

a Lutoslawski y le admiro mucho, no sólo como compositor,<br />

sino como persona, pero, para ser totalmente honestos, he<br />

de confesar que no he tenido aún tiempo de estudiar a fondo,<br />

hasta el último detalle, esa partitura, que es de una densidad<br />

impresionante y que no admite la superficialidad.<br />

Cuando se ejerce una vida de solista activo, usted sabe muy<br />

bien que se viaja mucho y que tu tiempo está limitado, y el<br />

Concierto de Lutoslawski no es el tipo de obra que te apetezca<br />

estudiar en la sala de espera de un aeropuerto. Y lo<br />

mismo me ocurre con otras obras, que creo se deben preparar<br />

con un cierto tempo, un reposo mental y, sobre todo,<br />

una experiencia muy profunda.<br />

S.-Los que asistimos, hace dos años, a los conciertos maratomanos<br />

que usted, Martha Argerich, Freiré y otros ofrecieron en<br />

Salzburgo, sabemos de su interés por la música de cámara, ¿Podemos<br />

hablar de esta parcela?<br />

M.M.-Bueno, lo que más me gusta de la música de cámara<br />

es que te da la oportunidad de tocar con colegas, con músicos<br />

maravillosos, de comunicarte con ellos y de intercambiar<br />

ideas, experiencias, y, en suma, de enriquecerte y de ampliar<br />

tus propias miras. Creo que el contacto personal y profesional<br />

de la música de cámara te ayuda a mantener fresca y viva<br />

la imaginación. La música de cámara es para mí algo así como<br />

un hobby... Bueno, ¡de hecho para mí la música en general<br />

es el más deseable hobby del mundo!, pero creo que la<br />

camerística tiene una cualidad extra en este sentido. El placer<br />

de la música de cámara, de nacería y de vivirla, es algo<br />

muy especial. Durante cinco años, por ejemplo, la experiencia<br />

del Festival de Gidon Kremer, el de Lockenhaus, ha sido<br />

algo revitalizador para mí. El mismo miní-festivo/, dentro del<br />

Festival de Salzburgo, que usted ha mencionado, Martha Argerich<br />

and Fnsnds, fue una ocasión maravillosa, que recuerdo<br />

con enorme cariño.<br />

S.-Creo que uno obra que usted ha grabado recientemente<br />

con Sinopoh, el Concierto para violonchelo de Etgar, es página<br />

que tiene un significado especial en su can-era.<br />

M.M.-Bueno, es cierto. Yo siento un afecto muy especial<br />

por esta obra, que no todos los violonchelistas ponderan. Si<br />

tratas de ser muy, muy objetivo -algo que yo no suelo ser<br />

con la música que toco, ¡porque me vuelco en ella por entero!-,<br />

con esta obra, puedes decir que no es una pieza perfecta<br />

de principio a fin, como otras páginas del mismo Elgar,<br />

o que carece de la perfección total de una obra de Mozart<br />

-cuyo único fallo, por cierto, ¡fue no dejarnos una pieza concertante<br />

para violonchelo!-, o del mismo Bach; Elgar no era<br />

de este tipo de autores, y se puede argumentar que el movimiento<br />

final es imperfecto, lo cual es bastante típico, también,<br />

de los autores románticos, en los que no siempre es el<br />

movimiento último el más depurado, El final mismo de la<br />

pieza de Elgar es, para mí. algo maravilloso, quiero decir la<br />

Cada, conclusión, pero partes de ese mismo tiempo no poseen<br />

idéntica concentración, y puede usted buscar cortocircuitos<br />

de diseño o de forma, pero, con todo eso. yo creo<br />

que es uno de los grandes Conciertos para violonchelo, y, como<br />

usted ha mencionado, tengo una relación muy peculiar


con esta pieza. Durante muchos años no quise tocarla, pero<br />

era por una razón muy concreta; antes incluso de haber tenido<br />

ocasión de estudiar la partrtura, yo presencié una interpretación<br />

en concierto de la obra, en Moscú, en el 1967, con Jacqueline<br />

Du Pré, que fue algo indescriptible, luego conseguí sus<br />

dos grabaciones de la obra, con Barbirolli la primera y Barenboim<br />

la segunda, y mas recientemente he podido ver su interpretación<br />

en una película de televisión publicada ahora en Laser-Disc,<br />

y siempre he encontrado que estas traducciones de<br />

la obra, la que vi en concierto y las otras grabadas, eran algo<br />

tan sobrecogedor que yo quedaba bloqueado para acercamiento<br />

alguno a la partitura. Su forma de tocar esta música<br />

era algo tan especial que yo no podía imaginar una interpretación<br />

mejor, y todavía hoy soy incapaz de concebir algo superior<br />

a eso. Ni siquiera podía pensar en otra forma de tocar la<br />

obra, porque la suya era la manera de tocarla. Yo tenía un temor<br />

inconsciente a tratar de imitar su interpretación, y eso<br />

nunca podría ser bueno, porque ninguna copia puede mejorar<br />

el original. Así que decidí que era mejor no intentarlo siquiera.<br />

Durante muchos años mantuve esta postura, pero, postenormente,<br />

varias personas me fueron convenciendo de que un<br />

violonchelista no se podía permitir el lujo de prescindir de una<br />

obra como ésta. Así que volví a estudiar la música, cuidadosamente,<br />

y me di cuenta, y no me malinterprete pensando que<br />

mi admiración por la labor de Du Pré haya disminuido en algo,<br />

de que era posible un acercamiento diferente; por ejemplo,<br />

advertí que hay indicaciones, acotaciones del propio Elgar<br />

—numerosísimas, por cierto—, que nunca se observan, ni en<br />

el concierto ni en el disco, y supongo que esto se debe a esa<br />

cantidad inusual de indicaciones anotadas en la partrtura, tantas<br />

que es casi imposible memorizarias y tenerlas presentes a<br />

MÍSCHA MAíSKY<br />

FOrO.-S.EAMEDEfl/D.G.G.<br />

la hora de la interpretación, Por esto yo siempre toco esta<br />

música, y es el único caso en mi repertorio, con la partitura<br />

delante. O sea que es una relación completamente distinta de<br />

la que tengo, por ejemplo, con el Sckelomo de Bloch, que sí<br />

entiendo es mi obra, y creo que en ella sí he podido ser uno<br />

de los primeros en generar una interpretación personal, propia,<br />

de la pieza. Pero incluso en este caso, cuando grabé Scfiehmo<br />

con Bemstein, decidí re-examinar la partitura y tenerla<br />

frente a mí, no sólo en la grabación, sino en los conciertos.<br />

Por ejemplo, en el segundo movimiento del Conaeno de Elgar,<br />

cada entrada del tema principal lleva acotaciones distintas de<br />

dinámica, ataque, fraseo, entonación o carácter, y creo que no<br />

es algo gratuito; sin duda Elgar deseaba que cada vez el tema<br />

se abordara en un estado mental diferente; naturalmente, eso<br />

no es fácil, te obliga, como digo, a tener !a partitura delante,<br />

pero creo que es nuestra obligación tratar de acercamos, lo<br />

más posible, a lo que el autor quena de nosotros, los intérpretes.<br />

Mire, una de las anécdotas musicales que más me gustan,<br />

quizá mi favorita es una que se atribuye a Rachmaninov: tocaba<br />

en una ocasión un Concierto de Beethoven, ya sabe usted<br />

que era un pianista consumado, y el director de la orquesta,<br />

impresionado por la presencia de Rachmaninov, le dijo: "Maestro,<br />

hágame cuantas sugerencias desee sobre la obra, y yo<br />

las llevaré a la práctica"; Rachmaninov se le quedó mirando y<br />

le contestó: "Verá, amigo mío, la verdad es que yo no soy un<br />

experto en Beethoven, así que, ¿por qué no probamos a hacerlo<br />

como está escrito?" Esa anécdota es única, creo que deberían<br />

inscribirla en un mural en todos los Conservatorios.<br />

José Luis Pérez de Aneaga<br />

SCHERZO 49


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ACTUALIDAD DISCOGRARCA<br />

Wilhelm FurtwSngler. Un curioso disco<br />

dedicado al gran director alemán en<br />

su faceta de compositor, acaba de publicarse<br />

en el sello Timpani. en colaboración<br />

con la Sociedad Wilhelm Furtwangler-Francia<br />

(distribuido por Diverdi). El<br />

compacto en cuestión contiene la Sonata<br />

n° 2 en re mayor para viofín y piano, obra<br />

de 1938, interpretada por Alexis Galpérine<br />

y Francois Kerdoncuff, más una entrevista<br />

con Furtwángler hecha por Hans<br />

Müller-Kray en la que se habla de la actividad<br />

compositiva del director de orquesta<br />

(traducida de inglés y francés en<br />

el libreto que acompaña al disco).<br />

Neeme JSrvi ha grabado para BIS un<br />

compacto con dos obras de Hugo Alf-<br />

vén: £n Sfcrjrgardssdgen, Op. 20 y la Sinfonía<br />

n° 4, Op. 39, ambas interpretadas con<br />

la Orquesta Filarmónica de Estocolmo.<br />

Además, ha registrado para Chandes las<br />

obras que detallamos a continuación: juego<br />

de canas y Orfeo (Stravinsky) con la<br />

Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam;<br />

la Tercera de Schmidt y el Concierto<br />

para orquesta de Hindemith, ambas<br />

con la Sinfónica de Chicago; un compacto<br />

con obras de Roussel y Ravel con la<br />

Sinfónica de Detroit; y, finalmente, con la<br />

Royal Scottish Orchestra, el Concierto para<br />

orquesta (Bartók), las Rapsodias rumanas<br />

(Énesco), la Cuarta de Mahler, los Lieder<br />

eines fahrenden Gesellen del mismo<br />

autor y la conclusión de su ciclo Dvorak<br />

Sin duda, estamos ante uno de los directores<br />

más prollficos en los estudios de<br />

grabación.<br />

Con nombre propio<br />

Nikolaus Hamoncourt. Como es sabido,<br />

el director berlinés fue galardonado<br />

con uno de los mas prestigiosos premios<br />

discográficos franceses; el Grand Pnx du<br />

Disque - Academie Charles Cros, por su<br />

grabación para Teldec de las Sinfonías<br />

núms. 98 y 99 de Haydn al frente de ¡a<br />

Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam.<br />

Posteriormente, Hamoncourt firmó<br />

para Teldec en la sede del Palacio<br />

Schwarzenberg -el mismo en el que Harnoncourt<br />

dirigió su primer concierto con<br />

el Concentus Musicus Wien hace más de<br />

30 años— un contrato en exclusiva que lo<br />

ligará a esta firma hasta el aña 2001.<br />

Cario Mará Giulini iniciará su colaboración<br />

con la firma británica Collins Records<br />

grabando el War Réquiem de Benjamín<br />

Britten al frente de la Orquesta y<br />

Coro Philharmonia<br />

Clemens Krauss. Dos nuevos registros<br />

de este maestro aparecerán en breve<br />

el de la serie Historie de Decca: Don<br />

Juan y Vida de héroe (R. Strauss) y B murciélago<br />

(|. Strauss II), ambas con la Filarmónica<br />

de Viena. Esta serie de Decca se<br />

completará con un álbum Ravel por Ansermet,<br />

los Kindertoten/ieder por Kathleen<br />

Ferrier y Klemperer, Tercera de Brahms y<br />

Octava de Dvorak por Szell y, finalmente,<br />

obras de Britten con Peter Pears y el<br />

propio autor al piano y dirigiendo.<br />

Plácido Domingo. Mientras esperamos<br />

la publicación de su Parsifal a las órdenes<br />

de Riccardo riuti, el sello amarillo<br />

acaba de presentar en Hamburgo una<br />

peculiar Domingo Eátion aprovechando<br />

por un lado el interés internacional despertado<br />

por España 92 y por otro el indudable<br />

gancho de esta popular voz. La<br />

colección, de 20 compactos, ofrece una<br />

selección de las más importantes intervenciones<br />

del tenor español en Deutsche<br />

Grammophon, y serán comentados<br />

próximamente en las páginas de crítica<br />

discográfica de nuestra revista. (Una sugerencia<br />

para el Departamento de Creación<br />

artística de PolyGram en Hamburgo:<br />

Presentar esta Edición en todo el mundo<br />

con Plácido Domingo con cara de malo<br />

de película y vestido con aire de bandolero<br />

de Sierra Morena ascendido a señorito<br />

andaluz, (en realidad se trata de un<br />

Aristxfe Bruand sin Toulouse-Lautrec), es<br />

caer en el más típico de los vulgares tópicos<br />

-y aquí no valen las acostumbradas<br />

tretas de que así vende más... Plácido<br />

vende siempre, aunque se disfrace de<br />

castañera. Lo que hace fárta es un poco<br />

más de imaginación y buen gusto, que<br />

por lo visto no es lo que caracteriza pre-<br />

DISCOS<br />

cisamente a las grandes multinacionales<br />

del disco-).<br />

Alfredo Kraus. Para que vean que el<br />

tenor canario sabe hacer más cosas que<br />

pelearse con josep Carreras, pueden adquirir<br />

el álbum de 2 compactos que acaba<br />

de publicar el sello Bongiovanni titulado<br />

Una íecoón de canto, grabación en vivo<br />

de una clase de canto impartida por el<br />

señor Kraus en el Teatro Brancaccio de<br />

Roma el 22 de marzo de 1990. El álbum,<br />

que será comentado próximamente desde<br />

estas páginas, se completa con una selección<br />

de Manon de Massenet cantada<br />

por Virginia Zeani y Alfredo Kraus en el<br />

Teatro San Cario de Ñapóles en 1964.<br />

Giuseppe Sinopoli. El nuevo Chefdirigent<br />

de la Staatskapeile Dresden, orquesta<br />

con ía que ha grabado ya la Tercera y la<br />

Cuarta de Brud-ner. continúa sin embargo<br />

desplegando una incansable actividad discográfica<br />

con su orquesta londinense, la<br />

Philharmonia, agrupación que veremos este<br />

1992 dirigida por Sinopoli en las siguientes<br />

producciones; Sinfonía n" I y Marchas<br />

de Pompa y circunstancia (Elgar); Octava de<br />

Mahler (con Studer, Blasi, Jo, Meier, Nagai,<br />

Lewis, Alien y Sotin), Dos Wogende L/ed,<br />

también de Mahler (con Studer, Meier,<br />

Goldberg y Alien) y, finalmente, Tosco de<br />

Puccini (con Frenl Domingo y Ramey).<br />

Yevgeny Mravinsky. Un conjunto inédrto<br />

de grabaciones de conciertos públicos<br />

del legendario Maestro soviético a la<br />

cabeza de la Filarmónica de Leningrado,<br />

será publicado próximamente en un álbum<br />

Erato de once compactos a precio<br />

económico. Los conciertos, pertenecientes<br />

al final de su vida, poseen excelentes<br />

tomas de sonido, abarcando Sinfonías de<br />

Mozart, Beethoven, Chaikovski, Shostakovich<br />

y fragmentos de óperas de Wagner,<br />

mas un disco con ensayos que será regalado<br />

a los compradores de esta magnífica<br />

colección.<br />

Sergiu Celibidache ha sido invitado<br />

por Claudio Abbado a dirigir la Orquesta<br />

Filarmónica de Berlín. Después de aceptar<br />

el desacostumbrado y excesivo número<br />

de ensayos solicitado por el rumano,<br />

el próximo día I de abril la agrupación<br />

berlinesa volverá a encontrarse con<br />

este Maestro 45 años después (recordemos<br />

que Celibidache dirigió la Filarmónica<br />

de Berlín de 1945 a 1947, perdiendo<br />

todo contacto con ella desde el regreso<br />

de Furtwángler). La obra que interpretará<br />

será la Séptimo de Bruckner y no es<br />

descabellado suponer que ante tal acontecimiento<br />

cualquier multinacional del<br />

disco grabe el concierto en Láser Disc<br />

SCHERZO 51


DISCOS<br />

ACTUALIDAD DISCOGRAFICA<br />

C<br />

on sorprendente celeridad, Teldec acaba de sacar al<br />

mercado discográftco el concierto inaugural de Kurt Masur<br />

como director titular de la Orquesta Filarmónica de<br />

Nueva York, celebrado en el Avery Fisher Hall el pasado 13<br />

de septiembre de 1991 (estas lineas se redactan a finales de<br />

enero, y en esas fechas ya estaba el disco en todos los establecimientos<br />

especializados -digamos también que el compacto<br />

ha sido comprado por SCHERZO, ya que la distribuidora en<br />

España de Teldec no promociona sus discos con la debida<br />

efectividad-). El director alemán interpretó para estrenar su titularidad<br />

la Séptimo de Bruckner, obteniendo una espectacular<br />

respuesta orquestal del conjunto neoyorquino, realmente una<br />

versión memorable, sólida, dentro de la gran tradición germánica,<br />

efectiva, brillante y cálida, con la particularidad de que los<br />

tempi en las codas están más ralentizados, quizá para obtener<br />

mayor transparencia orquestal. De cualquier forma, una gran<br />

interpretación que podría dar lugar a un nuevo ciclo Bruckner<br />

protagonizado por este gran maestro al frente de una de las<br />

primeras orquestas del mundo. Suponemos que este proyecto<br />

podría ser efectivo durante la temporada 1992-1993, cuando<br />

la Orquesta Filarmónica de Nueva York celebre su 150 aniversario.<br />

En fin, la primera piedra bnjckneriana ya está puesta, y<br />

además con brillantes resultados. El disco, de espectacular toma<br />

sonora, fue grabado por Eberhard Sengpiel y Ulrich Ruscher.<br />

52 SCHERZO<br />

Kurt Masur en Nueva York<br />

Barroco V arias<br />

publicaciones importantes de este periodo de la<br />

historia de la música han tenido lugar recientemente en<br />

toda Europa. En primer lugar, la ampliación de la intere-<br />

sante colección Serenata de Decca, con obras de Corelli (Con-<br />

certí grossi, Op. ó), Hándel (Concerti grossi. Op. 3 y Conciertos<br />

para órgano, Op. 4), Alessandro Scariatti (Misa de Santa Cecilia),<br />

Schütz (Historia del nacimiento de Jesucristo). Telemann (Conciertos)<br />

y Vivaldi (La stravaganza y ['estro armónico), la mayoría<br />

de ellas interpretadas con el virtuosismo y la maestría habituales<br />

de la Academia de St Martin in the Fields y Sir Neville Marriner<br />

en discos de Hogwood y, además, a precio moderado.<br />

Harmonia Mundi, por su parte, acaba de sacar un interesante<br />

álbum de tres compactos titulado Opera-Raroque, con fragmentos<br />

operísticos de compositores de esos años pertenecientes<br />

a Italia. Inglaterra y Francia. El primer disco está dedicado<br />

a Monteverdi, Cesti y Cavalli; el segundo, a Blow, Purcell y<br />

Handeí; y el tercero a Charpentier, Lully y Rameau. Se trata de<br />

una panorámica de las principales óperas (L'incoronazione di<br />

Poppea, Lamento d'Arianno, Xerse, Dido y Éneos, Fairy Queen,<br />

Rodelinda, Flavio, Atys, etc., etc.) interpretadas por los especialistas<br />

más prestigiosos de la actualidad, desde Rene Jacobs y<br />

Charles Medlam a William Oiristie y Alfred Deller. El álbum<br />

viene acompañado por los textos cantados en los cuatro idiomas<br />

de siempre (pero sin comentarios ni estudios introductorios).<br />

Especialmente indicado para los que quieran iniciarse en<br />

la ópera del Barroco interpretada con criterios históricos.


Ultimas<br />

novedades<br />

en Diverdi<br />

La distribuidora española nos<br />

comunica que próximamente<br />

sumará tres importantes sellos a<br />

los que ya tiene en exclusiva para el<br />

territorio español: Supraphon,<br />

Hungaroton y Sis, cuyos discos<br />

comenzarán en breve a reseñarse<br />

desde nuestras páginas de crítica<br />

discográfica (ver en este mismo<br />

número el primer disco Supraphon<br />

que se comenta: el ciclo Mó Vlast por<br />

Rafael Kubelik). Además. Diverdi<br />

anuncia los próximos proyectos en<br />

CPO Recordings. con las Sinfonías y<br />

Cuartetos de cuerda de Boccherini, las<br />

obras orquestales completas y<br />

Conciertos de Busoni; obras<br />

orquestales, Conciertos y Cuartetos de<br />

Sofia Gubaidulina; Sinfonías completas<br />

de Michael Haydn; Sinfonías completas<br />

de Emst Krenek; diversas obras del<br />

prollfico Louis Spohr... y asi un<br />

sustancioso e inhabitual etcétera,<br />

caracterizado por la novedad del<br />

repertorio. Asimismo, el catálogo<br />

Arkadia (antiguo Hunt) se enriquece<br />

con nuevas grabaciones históricas<br />

protagonizadas por Bruno Madema<br />

(en su prácticamente desconocida y<br />

genial faceta de director de orquesta),<br />

Pierre Boulez dirigiendo Mahler, un<br />

ciclo de las Sinfonías de Beethoven por<br />

Otto Klemperer al frente de la<br />

Philharmonia en el Festival de Viena<br />

de 1960, Hans Rosbaud dirigiendo<br />

Bruckner y Mahler, Stokowski<br />

dirigiendo Mahler, Cantelli en las tres<br />

últimas Sinfonías de Chaikovski y<br />

Celibidache dirigiendo la Séptimo de<br />

Bruckner al frente de la Orquesta<br />

Sinfónica de la Radio de Stuttgart<br />

(grabación radiofónica en estéreo de<br />

suficiente calidad). Asimismo se<br />

anuncia un disco protagonizado por<br />

Arturo Benedetti-Michelangeli<br />

interpretando el Emperador de<br />

Beethoven y el Concierto de<br />

Schumann, ambos dirigidos por<br />

Celibidache, más la Tercera de Mahler<br />

por Dimttri Mrtropoulos (su último<br />

concierto, el 31 de octubre de 1960).<br />

Finalmente, Diverdi distribuirá también<br />

el sello Coi legno, dedicado a la<br />

publicación de obras posteriores a<br />

1950 y que todavía no hablan sido<br />

registradas en disco.<br />

Christa Ludwig<br />

DISCOS<br />

Bajo el título de Les introuvob/es de Chnsta ludwihg, EMI Classics acaba<br />

de publicar un espléndido álbum dedicado a la versátil, sensible<br />

e inigualable mezzosoprano alemana. Los cuatro discos están<br />

repletos de joyas liederlsticas que van de Schubert (15 üeder)<br />

y Schumann (Frauenliebe und Leben) aBrahms (30), Mahler (15),<br />

Hugo Wolf (2), Richard Strauss (3) y Ravel (3), con algunas<br />

curiosidades como La regata veneziana de Rosslni, unos sobrios<br />

y dramáticos Wesendoncfc Lieder (acompañada por Klemperer<br />

y la Philharmonia) y arias y canciones de Bach, Handel,<br />

Reger, Rachmaninov y Saint-Saéns. En los Lieder para voz<br />

y piano es acompañada por Gerlad Moore y Geoffrey Parsons.<br />

Los registros están comprendidos entre 1957 y 1969 (producciones<br />

de Walter Legge y varios de los nombres legendarios de EMI), espacio<br />

de tiempo que podemos considerar crucial<br />

en lo que respecta a la plenitud vocal de esta artista. El álbum viene<br />

acompañado por los textos de los Lieder (sin traducción) y un típico<br />

artículo de los firmados por André Tubeuf. Discos excepcionales,<br />

en definitiva, publicación idónea para cualquier sensibilidad musical.<br />

EL BARATILLO<br />

Esta vez echamos la casa por la<br />

ventana trayendo a nuestra desconcertante<br />

pero útil sección nada<br />

menos que un álbum de tres discos<br />

O, lo que es lo mismo, la proposición<br />

de un exceso debido a la ocasión que<br />

deviene alopécica gracias a la liquidación,<br />

en algunos comercios, de los fondos<br />

en disco compacto del sello italiano<br />

Meladram. En grandes almacenes y<br />

en algunas tiendas el lector afanoso<br />

podrá encontrarlos desde poco más<br />

de 700 pesetas unidad, lo que multiplicado<br />

por tres le dará el precio exacto<br />

a que puede conseguir, si tiene suerte,<br />

esta Díe ¿Jebe der Danae, £1 amor de<br />

Danae, penúltima de las óperas de Richard<br />

Strauss, representada por vez<br />

primera en forma de ensayo general<br />

en Salzburgo en fecha tan difícil como<br />

el 16 de agosto de 1944, y estrenada<br />

con todos los honores casi ocho años<br />

después, en el Festival de la hermosa<br />

ciudad arzobispal el 14 de agosto de<br />

1952.<br />

Pues bien, este álbum recoge con<br />

muy decente sonido -a pesar del malhadado<br />

corte del Intermezzo del acto<br />

II) justo en el paso de un competo a<br />

otro- aquel estreno no ya inolvidable<br />

sino fácilmente reproducible en cualquier<br />

hogar melómano. Bajo la dirección<br />

cuidadosa, genial en ocasiones, del<br />

fidelísimo Clemens Krauss, un reparto<br />

excelso encabezado por Annelies Kupper,<br />

Paul Schóffler y josef Traxel, da vida<br />

a esta comedia mitológica de la<br />

que, al no dársenos el libreto en la no<br />

muy cuidada presentación habitual de<br />

Lluvia de oro<br />

la casa, se nos brinda sin quenjr la posibilidad<br />

de no distraemos en prolijidadades<br />

y de dejamos caer rendidos ante<br />

la belleza de una música que encierra,<br />

en su elegancia, todo un mundo<br />

tan crepuscular como el de £/ caballero<br />

de ia rosa antes o Capnccio después.<br />

Una vez más Strauss consigue no irritar<br />

con su deseo por vivir soñando antes<br />

que conocer una verdad terrible. Juega<br />

como casi siempre la coartada perfecta<br />

de la belleza. Nos cubre de oro, como<br />

ese Júpiter que visita en sueños a la hija<br />

de Polux.<br />

Esta joya de la historia del sonido grabado,<br />

gloria inmarcesible de la piratería<br />

cultural, viene acompañada de la versión<br />

que de algunas de sus escenas -incluida<br />

toda la segunda mitad del tercer<br />

y úHimo acto-dio un año después, probablemente<br />

en Munich, el gran Rudolf<br />

Kempe teniendo a sus órdenes nada<br />

menos que a Leonie Rysanek como<br />

Danae y a Ferdinand Frantz como Júpiter.<br />

Por si alguien no quería caldo.<br />

Nadir Madriles<br />

STRAUSS: B orna de Danoe. Kuppar, SchOfltar,<br />

Traxell, Siemere, Sprtnger, Gojtlt. Coro da la<br />

Opera del Erado de Vtona. Orquesta Hlarmónlci<br />

de Vleni. Director Clemeni Kriuis. Fragmento»<br />

de la misma obri por Leonie Rysanek y Ferdirund<br />

Frano, con la Orquesta de la Opera del Estado de<br />

Baviera dirigida por Rudoll Kempe. 3 CD's. MELO-<br />

DRAM MEL 3706). AAD. 6TW, 64'17" y 7«B".<br />

Grabaciones an vivo: Sahburgo, 14 de agosto de<br />

1952 (Krjuu) y Munich (!), 1953- Deida 1.120 pesetas.<br />

SCHÉRZO 53


DISCOS<br />

REFERENCIAS<br />

C<br />

armen es una obra de frontera<br />

Esto va dicho en el mejor sentido<br />

de la expresión, pues apunta<br />

a señalar cómo esta ópera, un hito en la<br />

historia del género, contiene las cualidades<br />

del mundo que deja atrás y de aquel<br />

que anuncia. No es un híbrido de melodrama<br />

romántico y acción verista. como<br />

La Qoconda de Ponchielli, o una mezcolanza<br />

de drama filosófico germánico y<br />

ópera italiana, como el Mefktofek de Boito.<br />

Es síntesis y género propio, puente<br />

que une el drama cantado con la recitación<br />

naturalista, el pintoresquismo exótico<br />

del romanticismo con la introspección<br />

psicológica, la ambivalencia tragicómica<br />

del dramma gjocoso con el fatalismo del<br />

inconsciente, propio de la tragedia moderna.<br />

Esta pluralidad otorga a Carmen su riqueza,<br />

su diversidad de lecturas posibles<br />

y, también, sus dificultades. Una atañe a la<br />

dirección orquestal, que ha de moverse<br />

con una paleta tímbrica vanada y brillante,<br />

pero que no puede quedarse en la descripción<br />

impresionista y olvidarse de la<br />

acción dramática. Lo contrarío también<br />

es erróneo y empobrecedor enfatizar el<br />

canto en los números cerrados o reducir<br />

la acción a los contrastes psicológicos<br />

de cada situación, olvidando<br />

cuanto hay de ambiental y aun de<br />

paisajístico en la música de Bizet.<br />

Un buen director saca partido de<br />

los momentos de conjunto y de<br />

los abundantes pasajes puramente<br />

orquestales, pero no puede hacer<br />

de ellos los protagonistas del discurso,<br />

ya que acaban devorándose<br />

a los personajes individuales, que<br />

llevan y soportan la acción.<br />

Las perspectivas directoriales<br />

que se abren son, pues, igualmente<br />

distintas (valga la paradoja) y equivalentes.<br />

Beecham, por ejemplo,<br />

despliega toda su ciencia orquestal<br />

y su gusto por la pintura sonora.<br />

Sus preludios e interludios son cuadros<br />

que hacen de contrapunto<br />

descriptivo a la acción teatral. Son descansos<br />

visuales en el crescendo dramático<br />

de la intriga. En cambio, Reiner o Abbado<br />

utilizan la orquesta sola para describir estados<br />

de ánimo no expresos, no verbales,<br />

de ios personajes. Sus paisajes son interiores<br />

y de carácter narrativo. Van a desaparecer<br />

cuando acabe el drama. Los de<br />

Beecham, no; quedarán como queda el<br />

mundo cuando se esfuman nuestros perfiles<br />

y destinos personales.<br />

54 SCHERZO<br />

Batallón de Carmencitas<br />

A cuento de lo anterior va et tema de<br />

cuan española es Carmen. En sentido estricto,<br />

no es nada española. Su España, dejando<br />

de lado los anacronismos e incongruencias<br />

(los vertiginosos viajes de Micaela<br />

entre Pamplona y Sevilla, el ¡nacredrtable<br />

cortejo del torero en el último acto, Escamillo<br />

que, tras lidiar en Granada sale a las<br />

murallas sevillanas, etc.), es una España de<br />

viajero europeo del siglo XIX, de tunsta<br />

erudito y amante del pintoresquismo romántico,<br />

que ve en España sólo las bajeras<br />

meridionales, teñidas de aduar magrebí y<br />

de gitanería Es la España de Gustavo Doré<br />

y de Regnauft, las evocaciones góticas<br />

de Víctor Hugo y ia mirada oriental izante<br />

de Delacroix. Cualquier intento de dar autenticidad<br />

española o siquiera andaluza a<br />

estas ocurrencias produce un fiasco. Insistir<br />

en que unos bailarines flamencos resuelvan<br />

estos fandangos y estas habaneras resulta<br />

ridículo. Ambientar con verosimilitud<br />

fotográfica y documental estas acciones<br />

puede provocar el batiburrillo que se arma<br />

Francesco Rosi en su película homónima<br />

La España de Bizet es una deliciosa españolada<br />

francesa, no un estudio de trasposición<br />

culta de la música popular<br />

española. Lo mismo cabe decir en cuanto<br />

a los cantantes y directores. Afortunadamente,<br />

las cantantes españolas que asumieron<br />

el papel tuvieron sutilmente en<br />

cuenta estos peligros. Léase Supervía, de<br />

los Angeles, Rubio o Berganza<br />

En prueba de lo dicho, recuérdense los<br />

inconvenientes que debieron afrontar<br />

unos hábiles escritores como José Marta<br />

Pemán o Femando Quiñones cuando intentaron<br />

poner letra en español a la ópera<br />

bizetiana.<br />

Lo más interesante, a mi juido, de esta<br />

riqueza fronteriza de Carmen, es la vocalidad<br />

de sus personajes. En verdad, tesitura<br />

definida sólo tiene Micaela, una soprano<br />

lírica, y ello responde a la un ¡lateral id ad<br />

de la criatura. Micaela, en efecto, más que<br />

una figura, es la portadora de la voz de<br />

un personaje que nunca vemos y que está<br />

siempre en escena: la madre de don<br />

José. Repite fórmulas y sugiere conductas,<br />

nunca actúa por cuenta propia.<br />

Los otros protagonistas tienen unas caracterizaciones<br />

vocales fluctuantes. La<br />

más famosa es la propia Carmen, una<br />

mezzosoprano a medias que puede ser<br />

resuelta por una soprano dramática, pero<br />

que siempre está al borde de lo imposible,<br />

en un sentido o en otro.<br />

Una voz pesada puede quedar corta<br />

en el agudo y torpe en las agilidades de la<br />

canción y del ayeo o el traíala. Una voz<br />

más liviana puede vérselas y deseárselas<br />

en la escena de las cartas. La aparente comodidad<br />

de los registros se convierte en<br />

un obstáculo.<br />

El papel fue afrontado por ¡lustres sopranos<br />

dramáticas, como Destinn y Ponselle,<br />

por mezzosopranos falcón (Simionato,<br />

Stignani, Cossotto), por voces de<br />

tesitura amplia e indefinida (Verrett,<br />

Bumbry, Ludwig), o, en la tradición<br />

italiana, por voces anchas y<br />

oscuras, de fuertes resonancias<br />

pectorales, tirando a contraltos,<br />

como las italianas Besanzoni y Barbieri,<br />

la mejicana Anitúa y la española<br />

Buades. Esta orilla paibinée del<br />

personaje conviene a su empuje y<br />

a su iniciativa. Es, si se quiere, su<br />

matiz viril, opuesto a la fragilidad<br />

asustadiza y a la sumisión tópicamente<br />

femenina de Micaela. Pero<br />

Carmen no rinde nada en manos<br />

de una contralto. En efecto, ¿quién<br />

imagina a la gitana incorporada por<br />

Kathleen Ferrier o Manan Anderson?<br />

Las sopranos líricas que asumieron<br />

la parte son escasas y entre<br />

ellas cuenta el magistral acierto de Victoria<br />

de los Angeles (fuera del escenario, al<br />

que llegó su Carmen tardía y aisladamente)<br />

o el patinazo de Anna Moffo. Una<br />

Carmen sopranil ha de tener un pasaje<br />

medio-bajo de altísima calidad y no ofrecer<br />

saltos de color que pueden afear insoportablemente<br />

su linea de canto. A<br />

Callas se le disculpan estas minucias porque<br />

ella es, ante todo, una actriz, y su<br />

canto funge de instrumento y no de fin.


Tal vez Consuelo Rubio tenga tas medios<br />

más indicados para el caso. Regine Crespin,<br />

con hacer una Carmen de poderosa<br />

impronta dramática, sutil en los matices y<br />

de insólitas soluciones histrionicas, canta<br />

con unos medios más wagneriano5<br />

que bizetianos y, en ocasiones,<br />

su gitana es una zafada<br />

modistilla del Segundo Imperio.<br />

En cuanto a la ¡lustre Jessye<br />

Norman, sabemos que erro en<br />

su trabajo, con la morosa complicidad<br />

de Seiji Ozawa, y según<br />

ha apuntado la mayoría de la<br />

critica internacional.<br />

Igualmente compleja es la<br />

vocalidad de don José. Se la<br />

han visto con el personaje unos<br />

tenores de medios muy variables.<br />

Y es que don José va cambiando<br />

su tesitura a medida<br />

que avanza la ópera y el atolondrado<br />

y lírico muchacho del comienzo<br />

se transforma en un<br />

alucinado aprendiz de criminal.<br />

Es una parte, entonces, de dominante<br />

lírica en los dos primeros<br />

actos y dramática en los<br />

dos últimos. Su dicción teatral<br />

también cambia. Tiene momentos<br />

decididamente melódicos<br />

en el dúo con Micaela y en la<br />

romanza de la flor, pero ha de<br />

desempeftor su ¡pinta vocal en<br />

las amenazas del tercer acto y, en el diálogo<br />

final, meterse en la harina verista.<br />

Tefcso Berganzo<br />

Destacados tenores líricos se midieron<br />

con don (osé en todas las épocas, desde<br />

Gigli y Fleta en la edad de oro hasta Nicolai<br />

Gedda y Neil Shicoff. Paralelamente,<br />

fueron don ¡oses dramáticos tanto Caruso<br />

como Perfile, Kirchoff y Zenatelb, en<br />

tilo témpora, como, más tarde, del Monaco,<br />

Vinay, vlckers o Corelli. Destacaron<br />

en momentos puntuales de sus actuaciones<br />

y, en cualquier caso, tratándose de<br />

prestaciones muy cualificadas, nunca lograron<br />

un resultado homogéneo.<br />

Quizá, la única referencia modélica del<br />

papel la siga teniendo Georges Thill, Su<br />

integral flaquea por el lado de la protagonista<br />

y ofrece una orquesta correctamente<br />

manejada y aplastada por la sonoridad<br />

de la técnica contemporánea, Pero su papel<br />

se sigue rescatando porque tiene una<br />

calidad vocal fluctuante, que le permite<br />

desplegar un centro ancho y flexible, un<br />

agudo seguro aunque no brillante {ni falta<br />

que hace en este caso), un lirismo de desarrollo<br />

melódico amplio y un desgarro<br />

dramático oportuno y contenido. Es, de<br />

otra parte, el máximo exponente del discurso<br />

operístico francés, por su dominio<br />

de la prosodia y la articulación, su maestria<br />

en el detalle, su elegancia elocutiva y<br />

cierto sensualismo melancólico y austero<br />

que contiene la fórmula equilibrada entre<br />

el defirió y la sentimentafidad, es decir el<br />

don José bizetiano por excelencia. En<br />

nuestros días, se le aproxima, en medios<br />

vocales, Plácido Domingo, aunque la<br />

comparación es odiosa, ya que las virtu-<br />

des del tenor madrileño van más hacia la<br />

desenvoltura y el fair play que hacia la sólida<br />

maestría. Más que resolver, Plácido se<br />

las arregla bien y convence a todo el<br />

mundo. Esto demuestra que una cosa es<br />

el estratega sabio y otra, el táctico habilidoso.<br />

Plácido es un espada listo, pero<br />

que depende demasiado del toro que le<br />

haya caído en suerte esa noche.<br />

En cuanto a Escamillo, tiene la doble<br />

vertiente; es un personaje unilateral en lo<br />

dramático y voluble en lo vocal. Se lo<br />

puede encarar como el símbolo de la solidez<br />

en medio de unos fantoches manejados<br />

por la pasión y la delicuescencia.<br />

Serta la porte paterna del drama, el que<br />

siempre cae de pie y está en su lugar. Pero<br />

también se lo puede ver como la supe/star<br />

del elenco, un torero de éxito, fachendoso,<br />

seductor y calentorro, aunque<br />

no enamoradizo. Por eso, cabe que lo<br />

asuman unos bajos cantantes o unos barítonos<br />

de la tradicional blancura francesa,<br />

barítonos d la Martin, nobles y ligeros.<br />

En la linea de los bajos líricos tenemos<br />

recuerdos ilustres, como Marcel Joumet,<br />

Paal Planeon y Ezio Pinza, en tiempos<br />

idos, y, más cerca de nosotros, Justino Díaz,<br />

Ruggiero Raimondi, José van Dam, Simón<br />

Estes y Samuel Ramey. Barítonos<br />

normales han cantado el papel y la lista<br />

sería interminable, pero subrayo el aporte<br />

de las voces baritonales típicamente fran-<br />

DISCOS<br />

cesas, según el detalle precedente; Emest<br />

Blanc, Miche! Dens, Roben Massard.<br />

Si pasamos be lo individual a lo colectivo,<br />

la historia discografica de Carmen, entre<br />

versiones de conjunto, selecciones y<br />

tomas en vivo, puede abrumarnos.<br />

Hay para todos los gustos<br />

y disgustos, sin excluir traducciones<br />

al italiano y alemán, o<br />

curiosidades como una función<br />

moscovita con la protagonista<br />

de Inna Arkhipova en ruso y el<br />

don José de del Monaco, en<br />

italiano.<br />

La primera Carmen notable<br />

del disco, más allá de las excelencias<br />

de sus colegas Destinn.<br />

Parrar, Besanzoni y Anrtúa, puede<br />

ser Conchita Supervía, con<br />

una selección grabada entre<br />

1927 y 1930, bajo la dirección<br />

de Gastón Clóez y con el buen<br />

tenor corso Gastone Micheletti.<br />

La cantante barcelonesa está<br />

plena de sensualismo, gracia y<br />

sandunga, proponiendo una<br />

Carmen que representa la vida<br />

como juego, incluida la ruleta<br />

rusa final. La voz, de resonancias<br />

redondas en el centro y<br />

graves colondos, no es impecable.<br />

Su vibrato es, en ocasiones,<br />

abusivo, y su agudo, un tanto<br />

chato, pero ya sabemos con<br />

qué genio Supervía sacaba partido de sus<br />

defectos.<br />

Más adelante, ya podemos considerar<br />

las grabaciones de director, aunque no<br />

conviene desdeñar las prestaciones en vivo<br />

de Rosa Ponselle, la gran soprano de<br />

todos los tiempos, que hizo una Carmen<br />

sólida, inteligente, pródiga de vocalidad.<br />

pero que le costó un disgusto íntimo y la<br />

hizo abandonar la escena. El genio no es<br />

siempre cuerdo, claro está.<br />

Un bloque puede ocuparlo la lectura<br />

francesa de nuestra obra. Dos notables<br />

batutas del pasado, Wolff y Cluytens, grabaron<br />

la ópera completa en 1950, y<br />

ejemplifican bien las dos matizaciones gálicas<br />

de Bizet Wolff es mas austero, introspectivo<br />

y jansenista. Su colega belga,<br />

más sensual, colorido y católico ortodoxo.<br />

En ambos casos hay una honda tradición<br />

puesta en escena con extrema sabiduría:<br />

el escuchar la obra desde el personaje de<br />

Carmen, que es, en WorrT, una figura interior<br />

y irágica, en tanto en Cluytens es la<br />

sensualidad desatada sobre la superficie<br />

de la tierra. Los repartos respectivos son<br />

discretos, salvo en el caso del tenor Jobin,<br />

que era el mejor elemento de su cuerda<br />

en aquellos años. Más modernamente,<br />

Prétre ha reavivado el brío y la elegancia<br />

franceses en dos versiones interesantes<br />

por motivos distintos: la de 1964, por el<br />

protagonismo de Callas, y la de 1967,<br />

SCHERZO 55


DISCOS<br />

con una estupenda Verrett, plena de estilo<br />

y de una vocalidad imperial, rodeada<br />

por un competente elenco.<br />

En la línea italiana, tenemos la versión<br />

de Bellezza, de 1948^?, que es, en el mejor<br />

sentido de la palabra, una traducción.<br />

Aquí de Bizet queda poco pero, en cambio,<br />

estamos a las puertas del verismo.<br />

Hecha para soporte sonoro de una película<br />

que nunca se filmó, cuenta con esos<br />

dos enormes animafes operísticos que<br />

son Stignani y Gigli, dueños de una maestría<br />

vocal, de un haz de trucos expresivos<br />

y de una segundad en la elocución que<br />

convencen al más remiso.<br />

Si Bellezza nos evoca el buen concertador<br />

operístico italiano, y nos permite imaginar<br />

cómo sería la Carmen de Guamieri,<br />

Marinuzzi o Serafín, en nuestros días, Abbado<br />

rescata la posible herencia de Toscanini.<br />

Su Carmen, siendo latina por la<br />

transparencia de las texturas, no deja de<br />

respetar el sutil impresionismo bizetiano<br />

y pone al servicio del conjunto un sentido<br />

del contraste escénico verdaderamente<br />

supremo. La suya queda como versión<br />

de referencia y no es poco lo que a ello<br />

aportan Berganza y Domingo, aunque<br />

conviene decir, en elogio de la cantante<br />

madrileña, que gana mucho al vérsela en<br />

escena, dada la minuciosa y desenfadada<br />

caracterización que ha hecho de su personaje.<br />

Hereda a Supervía, al menos, en<br />

cuanto a sacar partido de limitaciones y<br />

modestias vocales.<br />

Fuera de estos dos ámbitos tenemos<br />

un poco de todo. Algunos directores de<br />

indiscutible autoridad han abordado con<br />

resultados muy pobres la popular partitura.<br />

Es el caso de Karajan (versiones en estudio<br />

de 1963, 1966 y 1983, la segunda<br />

como banda sonora de un film) y Bemstetn<br />

(1973). En el caso de Karajan, su<br />

error no está en el defecto sino en el<br />

abuso. Se cree Carmen él mismo y no<br />

nos deja tranquilos asistiendo al drama,<br />

pues se mete a cada momento con un<br />

sinfonismo deslumbrante (que fastidia a la<br />

vista) e impertinente. Y, lo que es peor,<br />

desaprovecha a elementos de óptima calidad,<br />

como Pnce (fuera de tesitura, pero<br />

cantante respetable), Corelli, Bumbry y<br />

Vickers. Algo similar ocurre con Bemstein,<br />

mareado por sus incursiones a Broadway,<br />

brilloso, machacón, ordinario, que<br />

malogra a una Carmen de la envergadura<br />

vocal y dramática de Home.<br />

Pero, fuera de Francia e Italia, hay dos<br />

versiones definitivas de Carmen que dejamos<br />

para el final pues, junto con la de<br />

Abijado, quedan en el listón referencial.<br />

Lamentamos, todo hay que deciHo, las<br />

ausencias discográficas de Emest Ansermet<br />

y Pierre Monteux, pero las juzgamos<br />

recompensadas por estas lecturas que<br />

ahora reseñamos.<br />

Una es la de Fritz Reiner (1951), curio-<br />

56 SCHERZO<br />

so enamorado germánico de esta partitura,<br />

de la que ha dejado una lectura modélica<br />

por la coherencia dramática de la narración,<br />

vista desde la perspectiva trágica,<br />

es decir, desde el final. Este juego oe ocultarniento<br />

y evidencia se personifica en la<br />

estupenda protagonista de Rise Stevens,<br />

que encama el enigma de la sensualidad<br />

Claudio Abbada rescata ¡a posible herencia de Toconini<br />

fatalista con una poderosa prestación vocal<br />

y una articulación histriónica medida y<br />

profunda. Aunque las otras voces son feas<br />

(Albanese y Peerce) o meramente correctas<br />

(Merrill), su solidez técnica y su<br />

musicalidad las vuelven respetables.<br />

Beccham es el otro referente prometido.<br />

En el polo opuesto de Reiner, su Carmen<br />

es colorida, juguetona y, a veces, irónica<br />

respecto al españolismo bizetiano.<br />

De pronto, la tragedia irrumpe con el furor<br />

estival de una tarde taurómaca. La<br />

Carmen de Beecham es, tras la envoltura<br />

sensual de una orquesta arrebatadora y<br />

multicolor, una tragicomedia<br />

En otro sentido, es notable el juego dramático<br />

que obtiene el director inglés al<br />

centrar el drama en el desgarro de don José,<br />

forcejeado por sus dos madres: la normativa,<br />

que habla por Micaela, y la incestuosa,<br />

que es Carmen, una promesa de<br />

juego libre, de placer y de crimen. Cuenta<br />

para ello con la superlativa prestación de<br />

Victoria de los Angeles, que aporta una<br />

acariciante presencia vocal, un desenfado a<br />

la vez chulesco y elegantísimo, y un desgarro<br />

comedido con toques de arrebato verista<br />

dosificados con extrema inteligencia.<br />

No digamos nada de su musicalidad, su<br />

cristalino francés, su dominio del matizado<br />

españolismo que Bizet reclama, porque<br />

vienen en el precio de esta Carmen que<br />

figura entre las mejoras del disco. Rodean<br />

a Victoria tres voces deliberadamente ligeros<br />

(Gedda, Micheau y Blanc), para no desequilibrar<br />

a esta protagonista confiada a<br />

una soprano linca. Y es sabido que Gedda<br />

ha sido, quizá, la voz tenonl que mejor ha<br />

empastado, por vocalidad y estilo, con la<br />

cantante barcelonesa.<br />

Quedan arriesgadas, ya, las referencias<br />

en cuanto a versiones de conjunto. Pero<br />

hay otras grabaciones integrales que merecen<br />

señalarse por lo notable de algunos<br />

elementos comprometidos.<br />

Giuletta Simionato ha sido, sobre todo<br />

en lo vocal, una de las Carmenes solventes<br />

de los años cincuenta y sesenta. No<br />

ha registrado el papel en estudio, afortunadamente,<br />

porque siempre rinde más<br />

en vivo, donde la podemos juzgar en cinco<br />

prestaciones distintas, entre 1952 y<br />

1955, acosada por Karajan, a veces, y<br />

ayudada por la múltiple belleza de Franco<br />

Corelli, en otras.<br />

La versión dirigida por Kozman en el<br />

Metropolitan (1954), aparte de recurrir a<br />

la notable Stevens, suma una infrecuente<br />

y rutilante Micaela (de los Angeles) y al<br />

insolente y cálido don José de Richard<br />

Tucker, uno de los grandes tenores de<br />

fuerza de su tiempo, que tampoco ha impresionado<br />

su papel en estudio, salvo la<br />

romanza aislada.<br />

De distintas grabaciones podemos extraer<br />

algunas protagonistas destacadas.<br />

Consuelo Rubio, en 1959, y con un elenco<br />

modesto, director incluido, hace una<br />

faena cuidadosa y depurada, mostrando<br />

un órgano colorido y sensual cuya tesitura<br />

de soprano corta con buenos pasajes y<br />

grave cálido y corpóreo, es ideal para<br />

Carmen. Reznik, una soprano estropeada<br />

y una gran actriz, convence más allá de<br />

desigualdades y flaquezas vocales. Lo mismo<br />

podemos decir de Crespin en 1974,<br />

un tanto declinante en sus medios, pero<br />

de una presencia histriónica y una opulencia<br />

de medios expresivos que la convirtieron<br />

en la gran actriz cantante de su<br />

tiempo.<br />

Bueno, por fin, hay la Carmen de María<br />

Callas (1964), arropada por Prétre y<br />

Gedda, que es mucho decir. La soprano<br />

griega nunca encamó al personaje en escena<br />

y lo grabó con unos medios notoriamente<br />

disminuidos, sobre todo en el<br />

pasaje bajo-medio, de un desequilibrio de<br />

color y cuerpo más bien fastidioso. Pero,<br />

a cambio, Callas inventa una Carmen<br />

freudiana de notable hondura y novedad.<br />

Así como Victoria seduce a Gedda como<br />

una madre que halaga a su niño con promesas<br />

de placer y libertad, Callas lo envuelve<br />

prometiéndole el crimen y la degradación.<br />

Su Carmen está contenida en<br />

la frase de la habanera; «Si me amas, ten<br />

cuidado». La Carmen de Callas es de un<br />

oscuro erotismo sadomasoquista que


abre nuevas perspectivas sobre el<br />

personaje y eso, flaquezas vocales<br />

aparte, siempre se agradece. Una<br />

Carmen con mucho futuro, la seductora<br />

de la amenaza tal como la<br />

concibió el magnífico Jean-Pierre<br />

Ponnelle y la repuso Vera Calabria<br />

(Chicago, 1990/1991): una historia<br />

cutre en una España subdesarrollada,<br />

abúlica, cochambrosa y violenta,<br />

con un don José que se descubre a<br />

través de una Carmen indiferente,<br />

desharrapada, sucia y tal vez piojosa<br />

cuyo encanto reside, justamente,<br />

en despertar al auténtico don José:<br />

un homicida que habrá de matarla<br />

para placer de ambos y felicidad del<br />

destino.<br />

Espumando don José en el disco,<br />

hay para elegir y diriamos que vocalmente<br />

los más probos son Tucker y Corel l¡<br />

{sin desdeñar a del Monaco, con todas<br />

sus asperezas y groserías) y, como creación<br />

dramática, descuella la de Vickers,<br />

seguido por Domingo. Micaela es un personaje<br />

unilateral y monótono, según queda<br />

dicho, y le convienen una sopranos<br />

cuidadosas y bien dotadas musicalmente.<br />

Las mejores son Freni y Cotrubas. Menos<br />

provista, aunque eficaz, Micheau. Correcta<br />

Guiot Los olvidos son deliberados. O<br />

sea: no son olvidos.<br />

(La relación sigue este orden de datos Ornen.<br />

Don José, Micaela, Escarnido. Coros y Orquesta Director.<br />

Aflo de Grabación. Se especifica el idioma<br />

cuando la obra no está cantada en el onpnal francés).<br />

- Destmn, Jorn, Nast. Bachmann. Grammophone.<br />

Seidler-Winkter (1908). (En alemán).<br />

- Mererrtié, Affre. Vallandn, Albers. Qpera-Comique<br />

Paris. Rünlmann(l9l2).<br />

- Anrtua, Bolis. Ferraris, Fomiichi. MMN.N. (1920).<br />

(En italiano)<br />

- Visconti, Thill, Nespoulous. GuenoL Opera-Comique<br />

Paris. Cohén (1928).<br />

- Penslli. de Trevi, Brothier, Musy. Opera-Comique<br />

Parts.Coppola(l93D).<br />

- Besanzoni, Pauti. Carbone, Etesanzom. Scala de Milán.<br />

SabajrK. (1931), (En italiano).<br />

- Buades. Pertile. Afcni-Tellini, Franti. Scala de Milán.<br />

Molajoli. (1933) fEn italiano).<br />

- Ponselle, Maison, Burke. Pinza. Metropolitan Nueva<br />

York. Hasselsmans (1936).<br />

- Ponselle. Maison. Burke, Huehn, Metropolitan<br />

Nueva York. Papi .<br />

- Ponselle. Rayner, Bodanya. Huehn. Metropolitan<br />

Nueva York Papi( 1937).<br />

- Hongen, Rarf. Weidlich, Herrmann. Opera Estado<br />

Dresde. Bohm (1942). (Alemán).<br />

- Stignaní, Gigli. R. Gigli. Bechi. Opera de Roma. Be-<br />

Ilezza (1948-49). (En italiano).<br />

- Michel, |obin, Angeki. Dens. Opera Comique París.<br />

CliMens 11950).<br />

- Juyol, de Luca, Micheau, Giovannetti. Opera ComiquePans.WorrT(l950)<br />

- Stevens, Peerce. Albanese. Merill. RCA Víctor.<br />

Remer(l95l).<br />

- Stevens. Tucker. Conner. Silven. Metropolitan<br />

Nueva York. Reiner( 1952)<br />

- Bonsenta, Nelepp, Sumskava. Ivanov. Bolshoi de<br />

Moscú. Nebolsm (1952). (En njso).<br />

- Simionato, Corelli. junnac Tagtiabue. Teatro San<br />

Cano Ñapóles. Redan* (I9S2). (Abreviada).<br />

- Simionato, Gedda,Güden, Ftoux. Cwtores Viena.<br />

No nos ocupamos, por imposibilidad<br />

material, de selecciones y grabaciones de<br />

fragmentos, lo cual nos llevada a un laberinto<br />

más peligroso que los encantos de<br />

Carmen. Simplemente, queden consignadas<br />

las grabaciones que sirven de soporte<br />

sonoro a películas, como las de Rosi y<br />

Karajan mencionadas, más el par que enseguida<br />

se detalla<br />

La versión de Glyndebourne (1985)<br />

tiene como protagonista al director de<br />

escena Peter Hall, que se vale del reducido<br />

escenario para proponer una Car-<br />

Discografía de Carmen (versiones completas)<br />

Sinfónica Viefia. Karajan (1954).<br />

- Stevens. Tucker. de los Angeles. Guarrera. Metropolitan<br />

Nueva York. Kozma (1954).<br />

Simionato. Di Stefano, Carten, Roux. Scala de Milán.<br />

Karajan (1955).<br />

Madeira, Filaturidí, Vpvalda. Roux. Coros Conservatoire.<br />

Pasdeloup. Dervaux (1956).<br />

- Stewns, Del Monaco. Amara, Guarrera. Metropolitan<br />

de Nueva York Mrtmpoulos (I9S7).<br />

De los Angeles, Gedda. Micheau, Blanc. FUdio<br />

Nacional Francesa. Beediam (1958).<br />

Sjostedt Niekert Drataler, Krause. Opera Popular<br />

de Viera. Quadn (1958). (En alemán).<br />

• Madeira. Miranda Ferraro, Broigmi. Taddei. Teatro<br />

Colón de Buenos Aires. Beecham (1958).<br />

- Rubio. Simoneau. Alane, ReMúss. Conservatorio<br />

deParts.LeComte(l959).<br />

- AnVhipova, Del Monaco, Maslennikova, Lisitsian.<br />

Teatro Bolsrioi de Moscú. Melik-Pasaiev (1959).<br />

ffn ruso e italiano).<br />

Simionato, Del Monaco, Tuca. Colombo. Scala de<br />

Milán (Tokyo). Verchi (1959).<br />

• Simionato, Corelli. Pobbe, Guelfi. Teatro Massimo<br />

dePalermo. Den^ux (1959). (En italiano).<br />

Cervena. Apreck, Croonen. Lauhofer. Radio Lopiig.KEEel<br />

(1960). (En alemán).<br />

Ludwig, Scnock. Musíely, Préy. Coro municipal y<br />

sinfónica de Beriln. Stein (I96l). (En alemán],<br />

Resnik. Ouiounov, Güden, Prótti. Opera de Viera<br />

Karajan (19<strong>62</strong>).<br />

Resnik, Del Monaco, Sutherland. Krause. Suisse<br />

Romande. Schippers (1963).<br />

Pnce. Corelii, Freni, Memll. Opera de Viena, Filarmónica<br />

de Vrena. Karajan (1963).<br />

Callas. Gedda. Guiot, Ha¿ard. Teatro de la Opera<br />

de Paris. Prétre (1964).<br />

Mirtcheva, Nikolov. Vassilieva, Ghiuselev. Opera<br />

dd Estado Rumano. Mannov (1965).<br />

Bumbry, Vickers, Freni, Díaz. Teatro de la Opera<br />

de Viena. Karajan ¡I966).<br />

Bumbry, Vickers, Freni. Díaz. Festival de SaMxirgo.<br />

Karajan (1967)<br />

DISCOS<br />

men despojada de todo descripcionismo<br />

ambiental, Intima, áspera<br />

rispida, austera y honda Mana<br />

Ewing sigue con eficacia canto le<br />

marca su marido Hall, sin ahorrarse<br />

unas cuantas afectaciones predecibles.<br />

Hall debió dirigir a Bartsa y Carreras<br />

para el láser-disc, pero se<br />

apartó de la empresa dado que<br />

Ewing no estaba comprometida<br />

La versión queda visualmente pobre,<br />

por falta de conducción y escasez<br />

de decoraciones. Bartsa hace<br />

una Carmen empeñosa y deficiente,<br />

brusca y exagerada en lo visible,<br />

escasa en lo audible.<br />

Can-eras luce su órgano bello y<br />

acariciante en la romanza pero el<br />

dramatismo de don José lo excede y él<br />

trata de resolverlo con desaconsejable rigidez.<br />

Ramey, sor/ente y un poco exigido,<br />

y Mrtchell, correcta aunque poco metida<br />

en la harina francesa, completan el cuadro.<br />

Pero habrá más, no obstante este<br />

telón que provisoriamente cae sobre la<br />

úrtima Carmen de nuestro desfile. Los<br />

inopinados rincones de esta obra maestra<br />

nos auguran un largo porvenir.<br />

Blas Matamoro<br />

- Verrett Lance. Garcísanz, Massard. RA3 de Roma.<br />

Pr*tre(l967).<br />

- Dunn. Dominga, Cooper. Guarrera. Opera de<br />

Verano de Cincinnati Guadagno (1968).<br />

- Bumbry, V-ckers. Freni, Paskalis. Teatro de la Opera<br />

de Paris. Frunbeck de Burgos (1970).<br />

- Mofla Corelli, Oonath, Cappuccilli. Opera de Berlín.<br />

Maazel (1971).<br />

- Home, MacCraken. Maliponte, Krause. Metropolitan<br />

de Nuírra York. Bemstein (1973).<br />

- Fassbaender, Spiess. Rothemberger, Anneisser.<br />

Opera de DresUe. F. Patane (1973J. (En alemán).<br />

- Crespin. Pv. Pilou, van Dam. Opera de Estrasburgo.<br />

Filarmónica de Estrasburgo. Lombard (1974).<br />

- Tróvanos, Domingo, Te Kanawa, van Dam. John<br />

Alklis coro. Filarmónica de Londres. Sota (1975).<br />

- Berganza, Domingo. Cotrubas, Milnes. Arnbrosian<br />

Smgere. Sinfónica de Londres. Abbado (1977).<br />

- Migenes, Domingo, Esham. Rumondi. Radio Francia<br />

Nacional de Francia. Maazel (1982).<br />

- Baldani, Carreras. Ferranni. Díaz. Coro ZarTuela.<br />

Sinfónica de Madnd. Gamia Navarro (I9B2).<br />

- Bittsa, Carreras, Ritciarelli, van Dam. Opera de<br />

París. Filarmónica de Berlín. Karajan (1983).<br />

- Ewing, McCauley, Mac Laughlm. Holloway. Glyndeboume.<br />

Filannónica de Londres. Haitink (1985).<br />

(En vfdeo).<br />

- Bartsa, Carreras, Mrtchell. Ramey. Metropolitan de<br />

Nueva York. Levine (1987). (En laser-video).<br />

- Norman, Schicofí Freni, Estes. Nacional de Francia.<br />

Ozawa (1968).<br />

- Alperyn, L»mberti, Titus, Palade. Radio Checa.<br />

Rahban(l990).<br />

(A titulo puramente informativo cabe consignar<br />

que Osear Hamrnerstem II adaptó algunos números<br />

de Cormen para un ftím de Otto Premmger. Cormen<br />

Jones de 1954, de la que ensten tanto la banda sonora<br />

ongmal como otra de reciente publicación dirigida<br />

por Henry Lewis).<br />

Femando Fraga<br />

SCHERZO 57


DISCOS<br />

ANÓNIMO: Román de Fauvei. Jean Bollery,<br />

narrador. Studio der Frühem Musik.<br />

Director: Thomas Blnkley. EMI CDM 7<br />

63430 2. Grabación: Munich, XI1/1970. Edición<br />

en CD; 1991. Productor Gerd Berg.<br />

Todo acercamiento fonográfico<br />

a Fauvel ha de ser parcial, dada<br />

la longitud de miles de versos<br />

del poema, y tentativo, pues poco es lo que<br />

se sabe a fin de cuentas de las posibilidades<br />

interpretativas de comienzos del siglo XIV,<br />

Pese a todo, contamos con esta reedición y<br />

con la versión del Clernencic Consort ambas<br />

son plausibles y dan vida a aspectos diversos<br />

contenidos en el Román. Óerrtencic,<br />

con sonondades más penetrantes y un tono<br />

hasta grosero, recalca el lado popular, de<br />

mordacidad agresiva de esta historia que narra<br />

La carrera y la boda del asno Fauvei. Bintíey.<br />

por el contrario, mantiene la sátira dentro<br />

de limites más cortesanos sin que ello<br />

embote su incisividad critica. Lamentablemente,<br />

el disco de EMI carece de los textos.<br />

BACH: Variaciones Gctdberg. Fantasía CTD-<br />

mdtica y fuga en fe menor. Bronislawa Kawalla.<br />

piano. Fantasía y fuga en la menor. Grabación:<br />

Varsovia. 11/1989. Productor: Maria<br />

Oteewska. Ingeniero: Afina Kazon Regulska.<br />

FOLSKIE NAGRANIA PNCD 055 DDD.<br />

72'05". Precio económico.<br />

Las Variaciones Goldberg son un<br />

universo pianístico bachiano que<br />

pone a prueba el despliegue y la<br />

compenetración estilística de cualquier intérprete.<br />

Es todo Bach, aunque parezca una<br />

parte de Bach.<br />

Las lecturas admisibles son muy variadas y<br />

van desde la energía suntuosa y neorromántica<br />

de Landowska al subjetivismo concentrado<br />

de Gould, pasando por el puntillismo historicista<br />

de Gustav Leonhardt<br />

Kawalla se alinea en la tradición de recuperación<br />

bachiana para el piano moderno,<br />

con un discreto sensualismo tfmbrico, gran<br />

nitidez de voces y un cantable entregado y<br />

finre. Se parece, por buscar aires de familia,<br />

al Bach de Maria Tipo. Ello va en su abierto<br />

elogio. No obstante, lo mejor del compacto<br />

son las dos Fantasías, leídas con arrestos y<br />

brillantez, como propinas al trabajo, más esforzado<br />

y minucioso, de las Venaciones.<br />

B.M.<br />

BACH: Magníficat BWV 243 en re mayor,<br />

VIVALDi; Gloria RV 589 en re mayor. Barbara<br />

Hendricks, soprano; Ann Murray, mezzoíoprano;<br />

Jean Rigby, contralto: Uwe<br />

Heilmann. tenor; Jorma Hynninen, bajo.<br />

Coro y Orquesta de la Academy of St.<br />

Martin ¡n the Relds. Director Nevllle Marriner.<br />

Grabación: Londres, X/1990. Productor:<br />

David Graves. Ingeniero: Mark Virar<br />

s. DDD 55'42-. EMICIasiies CDC 7<br />

54283 2.<br />

La voz sobrenatural de Barbara<br />

Hendricks bastarla por si sola<br />

para hacer apetecible este compacto<br />

que, por otra parte, conjuga otros<br />

5í?SCHER2O<br />

atractivos, tales como la coherencia de tiempo<br />

y de estilo, de género e incluso de armadura<br />

tonal. Estos Glono y Magníficat son tal<br />

para cual en genio y figura, y Marriner, con<br />

su conocido prodigioso coro, curtido en<br />

HHndel, aprehende ambos con certeza y el<br />

frescor de un talante de ensayo permanente.<br />

Recuérdese que el Bach germánico, como<br />

otras muchas veces, italianiza en este caso y,<br />

como pocas, latiniza. EMI por su parte hace<br />

honor a su prestigio: bien valen, pues, la pena,<br />

que es un decir, otro Magníficat y otro<br />

Glono. cuando todos, si buenos, son pocos-<br />

JAA.<br />

BEETHOVEN: Sinfonía n.° 9 en re menor,<br />

Op. 125, «Coral». Wllma Lipp (sop.). Eliíabeth<br />

Hoengen (meno), Julius Patzak (ten.),<br />

Otto Wiener (bajo). Coro de la Asociación<br />

de Amigos de la Música de Viena. Orquesta<br />

Sinfónica de Viena. Director; Jascha Horenstein.<br />

TUXEDO MUSIC 1083. ADD.<br />

65'. Grabación: Viena, 1953. Precio económico.<br />

Distribuidor Di ver di.<br />

Una gran versión, extraordinariamente<br />

clara e intensa, como la<br />

mayoría de las interpretaciones<br />

de Jascha Horenstein. Estuvo publicada en España<br />

allá por la década de los 60, en un LP<br />

Setter de sonido algo borroso y que ahora se<br />

ve mejorado relativamente en este compacto<br />

reprocesado por la empresa suiza Tuxedo<br />

Music Esta dirección de la Novena la podríamos<br />

encuadrar dentro de la más pura y clasica<br />

tradición directorial germánica: severa,<br />

densa, cuidada, libre de afectaciones y preocupada<br />

solamente de la transmisión del mensaje<br />

musical. A ello podríamos añadir una rara<br />

e intensa efusividad que en ocasiones recuerda<br />

a Furtwangler, y en otras nos da una<br />

dimensión casi expresionista que curiosamente<br />

no desentona con el mensaje beethoveniano<br />

(un poco como lo que hada Furtwangler<br />

en su apocalíptica visión de 1942). Excelentes<br />

coros y solistas, especialmente Julius<br />

Patzak, que en su breve intervención da una<br />

soberana lección de canto que puede servir<br />

de modelo para todos los tenores que ejecuten<br />

esta parte. Así. pues, una de las grandes<br />

lecturas de la Novena, modelo de escrupulosidad<br />

en la letra y con una expresividad y una<br />

vibración interior propias de ios maestros de<br />

antaño. Por poco mis de mil pesetas usted<br />

podra disfrutar del arte de un excepcional director<br />

(y si ha tenido la paciencia franciscana<br />

de escuchar la versión de Hamoncourt, podrá<br />

discernir con meridiana claridad qué es lo<br />

realmente auténtico).<br />

EPA<br />

BEETHOVEN: Quinteto para pkmo e instrumentos<br />

de viento en mi bemol mayor. Op.<br />

16. Cuarteto para piano y cuerda en mi bemol<br />

mayor, Op. 16 (transcripción del anterior<br />

por el autor). MOZART: Quinteto pera piano<br />

e instrumentos de viento en mi bemol mayor,<br />

K 452 Zortin Kocils, piano. Miembros<br />

del Conjunto de Viento de Budapest (Gabor<br />

Dienei, Oboe; Kálmán Berkes, clarinete:<br />

Miklós Nagy, trompa; Julia Gibor, fagot).<br />

Miembros del Cuarteto Keller (András<br />

Keller, violín; Zortan Gal. viola; Ottó<br />

Kertész, violonchelo). Producción; Ibolya<br />

Tóth. Ingeniero: Ferenc Pécsi. Grabación:<br />

Budapest, 1989. QUINTANA. Harmonía<br />

Mundi France QUI 903020. 6721".<br />

A pesar del innegable virtuosismo<br />

de Zortán Kocsis, que probablemente<br />

se encuentra mejor<br />

en otro repertorio, la correcta y poco inspirada<br />

lectura del Quinteto K 452 de Mozart<br />

que se nos ofrece en este disco no pasara,<br />

en nuestra modesta opinión, a la historia del<br />

sonido grabado. Es más, quien escuche esta<br />

obra por primera vez gracias a este registro,<br />

creerá que se trata de una pieza menor En<br />

el Quinteto de Beethoven la cosa se pone<br />

peor. Cuesta trabajo pensar en ocasiones<br />

que ese piano, que parece en tales momentos<br />

tocado simplemente por un alumno<br />

aventajado y sin experiencia, obedezca a los<br />

dedos de quien ha sabido enfrentarse con<br />

espléndidos resultados a UszL a Brahms ¡o a<br />

Bartók! Decididamente, Kocsis se las ve mejor<br />

en los pasajes rápidos, virtuoslsticos, pero<br />

el resto del discurso se les cae a él y a sus<br />

compañeros. En la transcripción para"?uarteto<br />

con piano y cuerdas la cosa mejora algo.<br />

Es evidente que los miembros del Cuarteto<br />

Keller son superiores a sus colegas de la familia<br />

de los vientos. Pero eso es todo.<br />

S.M.Í<br />

BEETHOVEN: Trios con piono, Op. I n° I<br />

y Op. I n.° 2. Patrlck Cohén, fortepiano.<br />

Erich HiSbarth. violfn. Christophe Coin,<br />

violonchelo. Productor e ingeniero: Pere<br />

Casulleras. HARMONÍA MUNDI France<br />

HMC 901361. 69'45".<br />

Este disco nos ofrece sólo dos<br />

de los tres Trfos catalogados como<br />

Op. I. Nada nos indica que<br />

se trate del comienzo de una integral, pero<br />

los buenos resultados podrían aconsejarlo y<br />

hasta hacérnoslo desear. El prurito de conseguir<br />

una interpretación de sabor clasicista preside<br />

el discurso sonoro de este bello disco.<br />

Seria equivoco sacar aquí a relucir, como<br />

comparación, antiguos registros como los de<br />

Szeryng-Foumier-Kempf (que ya teñen más<br />

de vente años, cómo pasa el tiempo), u otros<br />

más modernos, como los de Periman-Harrell-<br />

Ashkenazy, Los intérpretes del disco que ahora<br />

reseñamos no pertenecen a esa categoría<br />

de divos y, sin embargo, consiguen un producto<br />

muy bello, muy en el periodo, renunciando<br />

a cualquier énfasis o tentación de llevar<br />

hacia el futuro una música que por solo<br />

tres años no pudo llegar a escuchar un Mozart<br />

y que es contemporánea de un Haydn a)<br />

que aún le quedan bastantes artos de vida<br />

SM.B.<br />

BEETHOVEN: Ragoietas, Op. 33, 119 y<br />

126. Gregor Weiehert, piano. Grabado en<br />

Thum en I98B. Productor: Jakob Staempfli.<br />

ACCORD 200432. Digital. 5T3V. Precio<br />

económico.<br />

En tres momentos diversos de<br />

su obra, Beethoven encaró la<br />

composición de estas Bogotefeis,


cuyo modelo remoto parece extraerse del<br />

barroco francés: libertad, capricho, concentración<br />

formal. En 1782 eran los tímidos esquicios<br />

de un muchacho. En 1801 acompañan<br />

las obras de un primer periodo (ejemplo:<br />

Segundo Sinfonía) y un momento de<br />

mortal depresión. En 1821 comentan su madurez<br />

mas conceptual.<br />

Beethoven no bagateliza, no trivializa su<br />

música mayor al abordar estas piezas. Al contrario,<br />

son como glosas o entre lineas que le<br />

permiten distanciarse de las partituras más<br />

empeñosas, escucharse, miniatunzarse. Escuchamos<br />

en ellas aires y momentos de sus<br />

edificios ejemplares.<br />

El ciclo integral es una prueba de complejo<br />

beethovenismo para cualquier pianista ya<br />

que debe pasar, en una hora, del joven al<br />

viejo maestro de Bonn, sin equivocarse de<br />

atmósfera, de época de estilo ni de sonoridad.<br />

Vaya en elogio de Weichert el describirlo<br />

llenando todas estas condiciones. El piano<br />

histórico que pulsa agrega un elemento<br />

documental a sumar en favor de esta entrega.<br />

BEN-HAIM: Salmo. BEETHOVEN: Sinfonía<br />

n.° 5 en do menor. Op. 67. RAVEL Lo Valse.<br />

Orquesta Filarmónica de Israel y Orquesta<br />

Filarmónica de Berlín. Director: Zubín<br />

Mehta. SONY SK 45968. DDD. 56*58".<br />

Grabación en vivo: Tel Aviv, 1990. Productor:<br />

S te ven Epstein. Ingeniero: Keven P.<br />

Bo utote.<br />

Confieso mi prevención inicial<br />

ante este disco, aparentemente<br />

un producto que aprovecha la<br />

reunión de dos orquestas de primera fila bajo<br />

un director cuya popularidad ha traspasado<br />

el circulo de los aficionados a la música<br />

clasica para sacar mis partido al pretexto<br />

que al texto mismo. Y debo confesar también<br />

-noblesse ob/ige- mi equivocación por<br />

aquello que los catecismos llamaban juicio<br />

temerario. Porque la verdad es que el disco<br />

en cuestión está bastante bien. La obra de<br />

Paul Ben-Haim, que no es sino el segundo<br />

movimiento de su Primera Sinfonía, se escucha<br />

gratamente y sirve para ampliar un poco<br />

nuestro conocimiento de mundos contemporáneos<br />

aunque lejanos. Pero es que la<br />

Quinto de Beethoven, con Mehta al frente de<br />

dos orquestas juntas -porque no es que los<br />

de Israel toquen una cosa y los de Berlín<br />

otra sino que todos lo tocan todo-, tiene<br />

solidez y empaque, y no le falta la necesaria<br />

flexibilidad en la dinámica, lo que con tan alto<br />

contingente de intérpretes no era asunto<br />

fácil. Lo Valse queda un poco peor, pues es<br />

música hermosa y traicionera, y hace falla<br />

más sutileza para tratarla como se merece.<br />

Ni el Beethoven ni el Ravel que aquí se nos<br />

ofrecen son de referencia, pero el acercamiento<br />

de Mehta al primero de ellos sirve<br />

para mostrar que el hindú es mucho mejor<br />

director de lo que se nos quiere hacer ver<br />

últimamente. Un notable arto para los ingenieros<br />

de sonido que consiguen que nos creamos<br />

que las dos orquestas -160 personas,<br />

se nos dice- tocan juntas ponqué lo afirman<br />

las notas al programa y mentir es pecado,<br />

LS.<br />

BERG: Concierto pora víoífr) a la memoria<br />

de un dngel STRAVINSK1: Concierto para violln<br />

en re mayor. RAVEL T>igane. Frank Peter<br />

Zimmermann, violin. Orquesta Sinfónica de<br />

la Radio de Stuttgart. Gianluígi Gelmetti.<br />

Productor: Dr. Luti Lüdemann y Gerd<br />

Berg. Ingeniero: Bemhard Bauer. Grabación:<br />

Stuttgart, V y XI/1990. EMI CDC 7<br />

54248 2. DDD. 25'32-y 2I15' y lO'l I".<br />

Es probable que se me quede<br />

alguno por ahí escondido, pero<br />

creo que este es el duodécimo<br />

Concierto de Berg para el disco. Habría que<br />

añadirle ei recientemente reseñado, con registro<br />

de 1936, en que tocaba Krasmer y dirigía<br />

Webem. En esa docena de discos hay<br />

un montón de excelentes interpretaciones.<br />

La magnifica lectura que reseñamos ahora<br />

no alterara la pnmacla de que gozan, en<br />

nuestra opinión, parejas como Grumiaux y<br />

Martevich o como Perlman y Ozawa. Estos<br />

úrtimos temas, con ei acoplamiento del Concierto<br />

de Stravinski, que no falta en el protafonizado<br />

por Grumiaux en su formato CD.<br />

!immermann consigue unas versiones crispadas,<br />

a veces decididamente agresivas. Las<br />

aristas de la Toccaw o del Copnroo del Condena<br />

de Stravinski son una opción valiente y<br />

desusada, una espléndida y original manera<br />

de redescubrir partitura ya tan impuesta en<br />

el repertorio. En el campo de la expresividad<br />

Sir Colín Davis, el primer ber-<br />

Ilozano de nuestros días, graba<br />

por tercera vez la Fantástico<br />

para el mismo sello (Philips) pero con orquesta<br />

distinta, en esta ocasión la filarmónica<br />

de Viena con una espectacular toma<br />

sonora realizada en la Musikvereinsaal en<br />

noviembre de 1990. Las dos grabaciones<br />

anteriores fueron con la Sinfónica de Londres<br />

(abril de 1964) y con la Orquesta del<br />

Concergebouw (marzo de 1975). La verdad<br />

es que no hay grandes diferencias entre<br />

la versión con la orquesta holandesa y<br />

esta que ahora comentamos. En las dos<br />

podemos encontrar los mismos criterios<br />

interpretativos: elegancia, precisión, claridad,<br />

equilibrio, inimitable personalidad expresiva<br />

y absoluto respeto a todo lo escrito<br />

(Sir Colin incluye la parte de cometin<br />

en el segundo movimiento, introducida<br />

por Berlioz, od libitum, tres afios después<br />

de terminar la obra, en una de las numero-<br />

Berlioz insuperable<br />

DISCOS<br />

bergiana los resultados son menos relevantes,<br />

aunque siempre dentro de un elevado<br />

nivel. Esa agresividad ha de convertirse en<br />

otra cosa en esa obra. Zimmermann opta,<br />

no por el lamento, sino por una especie de<br />

increpación. El virtuosismo de Zimmermann<br />

es una gran baza de este disco y, lógicamente,<br />

consigue el apoteosis en Tzigone. esa<br />

obra de Ravel a la que los ravelianos no suelen<br />

poner buena cara El acompañamiento es<br />

del mismo nivel de calidad, con amplia compenetración<br />

en el sentido de las obras, más<br />

afortunado en Stravinski y muy lucidito en<br />

Ravel.<br />

BIBER: Sánalas del Rosana Reinhard Goebel,<br />

violln. Música Antiqua Koln. 2 CD AR-<br />

CHIV 431 656-2. DDD. 113'38". Grabación:<br />

1/1990. Productor e ingeniero: Wolfgang<br />

Miclehner.<br />

Aún no lejana la reedición en<br />

compacto de la versión de<br />

Franzjosef Meier (Deutsche<br />

Harmonia Mundi. Comentada en SCHERZO<br />

n.° 48), llega un nuevo registro de las Sonatas<br />

del Rosana de &ber, la mayor aportación a la<br />

literatura violinística anterior a las Sonatas y<br />

sas revisiones que sufrió la partitura; también<br />

se oyen más claramente en este registro<br />

las partes del piccolo). La versión que<br />

ahora comentamos está lejos de la acumulación<br />

de violencia en los contrastes, del<br />

efectismo, del exceso que normalmente<br />

suele provocar e irritar a todos los detractores<br />

de la música de Berlioz y, de otra<br />

parte, entusiasmar a sus amantes; al contrario,<br />

se hace especial hincapié en una intensa<br />

contención y, sobre todo, en su estructura<br />

formal, de tal forma que parece<br />

que escuchamos una sinfonía cualquiera<br />

del modelo sinfónico clásico. Lejos, pues,<br />

de la intuición genial y descuidada de un<br />

Charles Münch (RCA, EMI), o de las miles<br />

de versiones brillantes y huecas que el sufrido<br />

comprador puede encontrar en las<br />

tiendas especializadas (no olvidar que estamos<br />

ante una de las obras más grabadas<br />

de toda la historia de la música). En fin,<br />

una gran interpretación, de cálida y espectacular<br />

respuesta orquestal, protagonizada<br />

por un excepcional conocedor de los pentagramas<br />

del gran compositor francés. El libreto<br />

viene con comentarios en los cuatro<br />

idiomas de siempre, firmados por Christopher<br />

Fifield, Uwe Kraemer, Jean-Pierre<br />

Bartoli y Gloria Staffieri, mas el programa<br />

literario que Beriioz dio a conocer en el<br />

estreno de la obra. Muy recomendable.<br />

EPA<br />

BERLIOZ: Sinfonfo fantástica, Op. 14.<br />

Orquesta Filarmónica de Viena. Director:<br />

Sir Colin Davis. PHILIPS 432151 -2, DDD.<br />

56'. Grabación: Viena, XI/1990. Producción:<br />

Mike Bremner. Ingeniero: Erdo Groot,<br />

SCHERZO 59


DISCOS<br />

Partitas de Bach. Erizada de dificultades extremas,<br />

entre ellas el cambio (sconJoturo) de<br />

la afinación normal del instrumento, la colección<br />

plantea al intérprete problemas al borde<br />

de lo insoluble. Goebel. mejor dotado<br />

técnicamente y con una imaginación más rica<br />

que Meier, nos convence de que las Sonotas<br />

son tocables. Salvo ligeros afeamientos en la<br />

afinación, muy ocasionales, el violinista es de<br />

un virtuosismo asombroso. No lo es menos<br />

el constante diálogo consigo mismo, verdadera<br />

columna de la serie, como viene a demostrar<br />

la Possocagiiafinal. donde enmudece<br />

el continuo. Con una articulación ágil y variada,<br />

Goebel imprime a las Sonotos del Rosario<br />

una imaginería barroca, paralela a la escultórica,<br />

cargada de retórica, como si de sermones<br />

musicales se tratasen.<br />

EMM.<br />

8LJSS: Concierto para violonchelo. The Endionteress<br />

fEscena pora contralto y orquesta).<br />

Himno a Apolo- Raphael Wallflsch (violonchelo),<br />

Unda Finnie (mezzosoprano). Ulster<br />

Orchestra. Director: Vernon Handley.<br />

CHANDOS CHAN 88IB. DDD. Grabación:<br />

Belfast. VIII y XI/1989. Ingeniero:<br />

Ralph Couzens. 56'. Sonólo paro viola y piano.<br />

Masks. Triptyeh. Dos interludios. Toccata.<br />

Emanuel Vardi (viola) y Kathron Sturrock<br />

(piano). CHANDOS CHAN 8770. DDD.<br />

Grabación: Londres. IV y IX/1989. Ingeniero:<br />

Ralph Couzens. 61 50*. Distribución:<br />

Harmonía Mundi.<br />

Este año se cumplen los cien<br />

del nacimiento de Sir Arthur<br />

Bliss, en cierto modo un típico<br />

compositor británico de lo que podríamos<br />

llamar la linea tradicional, con arranque y desarrollo<br />

en un postromanticismo sin especiales<br />

calidades, carente de la personalidad de<br />

otros compatriotas de talante artístico conservador<br />

-Vaughan Williams. Bax, incluso<br />

Rubbra o Amold- y no digamos del genio<br />

de otros más eclécticos como Watton, Britten<br />

y TippetL Su Condeno para violonchelo,<br />

dedicado a Mstislav Rostropovrtch y estrenado<br />

por éste y Benjamín Britten en el Festival<br />

de Aldeburgh en 1970, es obra impensable<br />

para su tiempo, fuera por completo de época,<br />

llena de la honestidad de quien cree en<br />

lo que hace pero que no se salva ni escuchándola<br />

con la mejor voluntad del mundo.<br />

Su duración -algo más de veinticinco minutos-<br />

acude en socorro de un oyente que<br />

piensa de inmediato en el Concierto de Elgar<br />

-ése si es una obra maestra-.o hasta en el<br />

de William Walton, como punto de comparación<br />

poco indulgente. Raphael Wallfisch es<br />

un espléndido intérprete y hace lo que puede<br />

por darle a la obra -por la vía expresivauna<br />

credibilidad estética de la que carece.<br />

Algo más interesante resulta la escena The<br />

Enchantress, en absoluto comparable a £i vino<br />

de Berg, Knoxville: Summer of 1915 de Barber<br />

o fécfro de Britten. a pesar de lo que tratan<br />

de sugerir las notas que acompañan al disco.<br />

Con un texto de Henry Reed. basado en el<br />

segundo Idilio de Teócrito, la obra fue estrenada<br />

por Kathleen Ferrier en 1951. Linda Finnie<br />

es aquí una intérprete con la necesana<br />

vena dramática, aunque eso no sea suficiente<br />

a la hora de rescatar a la obra de la retórica<br />

en que se envuelve. La misma retórica, es<br />

60 SCHERZO<br />

verdad, que hace del Himno o Apolo una obra<br />

que va poco más allá de su anclaje en una escritura<br />

que ya lo ha dicho casi todo. La estrenó<br />

Pierre Monteux -paladín de las obras de<br />

Bliss- al líente de la Orquesta del Concertgeobuw<br />

de Amstendam en 1926. La escasa<br />

diferencia entre esta obra y el Conderto para<br />

violonchelo, estrenado cuarenta y cuatro años<br />

después, da idea de cómo la música orquestal<br />

de Bliss permaneció siempre fiel a si misma.<br />

Richard Hickox no es Pien-e Monteux,<br />

pero se entrega con pundonor y ganas en la<br />

defensa de su compatriota en una muestra,<br />

una vez más, del amor de los ingleses hacia<br />

su propia cultura, aunque sea al mareen de<br />

unas calidades reales que. por otra parte, sólo<br />

con la audición pueden comprobarse.<br />

En la Sonoco para noto y piano nos encontramos<br />

con un aliento de intención romántica/un<br />

continente al que la pasión -sobre<br />

todo al inicio- le desborda en forma de casi<br />

incontrolada expresividad. Su estreno -a cargo,<br />

nada menos, que de üonel Tertis y el<br />

pianista Solomon- data de 1933, y pone al<br />

oyente en la sintonía de ese buen camerista<br />

británico que fue Frank Bridge. Da la sensa-<br />

Segunda oportunidad<br />

Dos nuevos ciclos de la música<br />

sinfónica de Brahms están a<br />

punto de concluir. Para uno y<br />

otro director se trata de una segunda<br />

oportunidad: Sawallisch grabo su primer integral<br />

durante los anos 60 para Philips y<br />

Abbado hizo lo propio en tomo a 1970<br />

para DG. Aún a falta de la Tercera Sinfonía<br />

puede afirmarse ya que Sawallisch ha desaprovechado<br />

la ocasión: Segundo y Cuarzo,<br />

aceptables, no aportaron nada sustancial<br />

(SCHERZO, 53) a lo que el maestro muntqués<br />

habla dicho anos atrás y esta Primera,<br />

dirigida con desgana, sin tensión ni emoción,<br />

es mejor olvidaría. Un aceptable<br />

Schicksalslied (inferior al del propio Abbado,<br />

o al de Bruno Watter) poco añade a un<br />

disco inútil y decepcionante.<br />

Caso diferente es el de Abbado. cuya<br />

nueva Tercera (SCHERZO, SI) mejoraba<br />

claramente su versión anterior, mientras la<br />

Primera que ahora comentamos mantiene<br />

nivel similar, si no superior, al de hace cuatro<br />

lustros. Fue grabada en septiembre de<br />

1990, muy próxima a los conciertos que tuvieron<br />

lugar en Lucerna y Berlín, que Radio<br />

2 y TVE I ofrecieron en su momento. Abbado<br />

conserva la tensión propia del concierto<br />

y ofrece un Brahms elástico de tempi<br />

ción, por otra parte, de que en ella se encuentra<br />

el Bliss que. de seguir más por ahí,<br />

hubiera dado mejores frutos. Ponqué esa pasión<br />

no carece de ¡deas, pero la razón que la<br />

controlaba debió pensar que sacaba demasiado<br />

los pies del tiesto. La obra para piano<br />

-de la que se recogen en el mismo disco colecciones<br />

como Masks. Triptych, Dos interludios<br />

y Toccota- tampoco revela demasiada<br />

personalidad. Algo de jazz y unas gotas de<br />

Stravinski en las páginas más juguetonas -la<br />

mejor de ellas la Toccata, de 1926- y la vuelta<br />

a lo demasiado visto por aquí y por allá en<br />

lo más serio. Emanuel Vardi y Kathron Sturrock<br />

negocian con arrojo unas músicas que<br />

sólo interesarán a quienes se aventuran,<br />

cueste lo que cueste, por los terrenos de lo<br />

desconocido.<br />

LS.<br />

BRUCKNÉR: Sinfonía n.° I en do menor.<br />

Te Deum. Jessye Norman, soprano; Yvonne<br />

Minton, mezzo; David Randall. tenor; Sa-<br />

e impulsivo, dentro de un planteamiento<br />

clásico, bien equilibrado y musical, La Filarmónica<br />

de Berlín toca con la precisión, brillantez<br />

y belleza tlmbrica que son bien conocidas<br />

desde los tiempos de Karajan, aunque<br />

la sonoridad de Abbado sea más<br />

transparente, menos opulenta y la articulación<br />

más ligera y mejor contrastada, lejos<br />

del pemianente legato tan caro a von Karajan.<br />

En conjunto, el discurso resulta más vivo,<br />

menos marmóreo que a veces podía ser<br />

el de este último. Un Contó de tos Parcas vibrante<br />

y entusiasta estupendamente cantado<br />

y tocado (espléndida la cuerda grave y el<br />

modo en que Abbado la valoriza), se constituye<br />

en versión de referencia; con defensores<br />

de esta categoría, la Opus 89 podría<br />

entrar rápidamente en el repertorio habitual.<br />

Excelente calidad de sonido en ambos<br />

CD, algo más cálida en el de DG, probablemente<br />

no sólo por causas técnicas.<br />

Abbado tiene ante s( una inmejorable<br />

oportunidad de redondear un excelente ciclo<br />

sinfónico Brahms, complementado de<br />

modo idóneo con obras corales, si mantiene<br />

este nivel y supera aquella flojísima Cuereo<br />

que. con la London Symphony, grabara<br />

para DG veinte anos atrás. Ojalá no la desaproveche,<br />

RAM<br />

BRAHMS: Sinfonía n.° I en do menor, Op.<br />

68. Contó de tos Parcos. Op. 89. Coro de la<br />

Radio y Orquesta Filarmónica de Berlín.<br />

Director: Claudio Abbado. CD. DDD.<br />

DELfTSCHE GRAMMOPHON 431.790-2.<br />

Grabación: Berlín, IX/1990 (Op. 68) y<br />

XI/1990. Productor: Christopher Alder.<br />

Ingeniero: Klauss Hiemann. 4S"2é", I2'32".<br />

BRAHMS. Sinfonía número I. Canta del desuno.<br />

Op. 54. Ambrosian Singeri. Orquesta<br />

Filarmónica de Londres, Director, Worfgang<br />

Sawallisch. CD DDD EMI CDC<br />

7.S4359.2. Grabación: Londres, IV/I99I.<br />

Productor: John Fraser. Ingeniero; Mark<br />

Vigan.44'31", I6'O7".


muel Ramey, bajo. Orquesta Sinfónica de<br />

Chicago. Director: Daniel Barenboim.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON 43S 068-1<br />

DDD. 69'3S". Productor: Werner Mayer.<br />

Ingeniero; Kiaus Scheibe. Grabación; Chicago.<br />

XII/1980, III/I9BI.<br />

Triste suerte discoerafica -no<br />

digamos ya en las salas de concierto-<br />

la comda por la Primera<br />

de Bruckner. En las integrales es siempre una<br />

de las hermanas pobres junto con la Segundo<br />

y la 0; las tres compiten por la cola en el número<br />

de registros. Por eso, para una oportunidad<br />

que tiene uno de decirlo, no va a pnvarse;<br />

es una maravilla, a la que urve prestar<br />

atención por si misma, más allá del interés<br />

cierto que encierra coma anuncio del posterior<br />

sinfonismo de su autor.<br />

De la supuestamente enriquecida versión<br />

de 1981, la lectura de Wand y la Orquesta<br />

Sinfónica de la Radio de Colonia es be calidad<br />

suprema, muy superior en todo caso a<br />

la de Chailry con la de la Radio de Berlín. Pese<br />

a haber sido más frecuentada, la versión<br />

onginal de 1866 aún espera grabación de referencia.<br />

Esta de Barenboim no cuenta en<br />

pnncipio con una orquesta experta en la matena.<br />

Es. sin embargo, la que. por su empuje<br />

primitivista y su tratamiento no menos deliberadamente<br />

cuidadoso del color orquestal,<br />

más cerca está de merecer tal título, aurtque<br />

en dura pugna con Karajan y la Filarmónica<br />

de Berlín, Jochum con idéntica orquesta<br />

-desconocemos su grabación para EMI con<br />

Oresde- y, sobre todo, el mucho más refinado<br />

-nobleza obliga- Sawallisch con la Orquesta<br />

del Estado de Baviera.<br />

Pero lo que acaba de decantar definitivamente<br />

la balanza en favor de la perentoria<br />

necesidad de adquirir este disco es el sensacional<br />

Te Deum que lo completa Los cuatro<br />

solistas, aun situados por los técnicos de sonido<br />

varios metros por detrás del coro y fa<br />

orquesta, son verdaderamente las «lenguas<br />

angelicales» a que Mahler se referia cuando<br />

en su ejemplar sustituyó por estas palabras el<br />

subtitulo original «para coro, voces de solo...».<br />

Y la doble fuga final, lo mismo que el<br />

imponente arranque, tiene las dosis justas de<br />

grandiosidad cuantitativa y control agógico<br />

que el espíritu y la letra de la partitura demandan<br />

a partes iguales.<br />

A8.M<br />

BRUCKNER: Sinfonía n.° 4 en mi bemol<br />

mayor «Romántica», Orquesta de Cleveland.<br />

Director Christoph von Dohnányi. DECCA<br />

430 099-2 DH. 63'09". Precio económico.<br />

Grabación: X/1989. Productor Paul Myers,<br />

Ingeniero: Colín Moorfoot<br />

Dohnányi nos propone aquí la<br />

última versión de la Sinfonía (ífiomóntica»<br />

hecha por Bruckner:<br />

es decir, la partitura de 1874 con el <strong>Scherzo</strong><br />

alia cacáa y los retoques de 1880. De las varias<br />

tradiciones brucknerianas, el director<br />

húngaro escoge la objetividad de Bruno<br />

Walter. Su lectura se orienta hacia la descripción,<br />

es un gran mural donde las diversas<br />

escenas han sido detenidas en un momento<br />

ideal por la coetaneidad de los espacios pictóncos.<br />

No es un drama o una historia, ni un<br />

coral neobarroco, ni un momento de éxtasis<br />

desarrollado por el fenómeno sinfónico. Es,<br />

mas bien, la escucha de diversas voces que la<br />

orquesta misma va proporcionando y que el<br />

director discierne.<br />

Como resultado, tenemos un Bruckner luminoso<br />

y privado de la pompa solemne y del<br />

monumentalismo tardorromántico que le<br />

pueden adjudicar, respectivamente, un Klemperer<br />

o un FurtwSngter. El trabajo be Dohnányi<br />

es sereno, equilibrado y de una exquisita<br />

sensibilidad. Prueba que Bruckner no es<br />

uno solo y que sus edifioos sonoros tienen diversos<br />

puntos de ingreso, a partir de los cuales<br />

se puede investigar su jungla sinfónica con<br />

resultados divergentes e igualmente válidos.<br />

B.M.<br />

BRUCKNER: Sinfonía n° 4 en mi bemol<br />

mayor «Romántico». Orquesta Filarmónica<br />

de Berlín. Director: Klaus Tennstedt, EMI<br />

CDD 7 63895 2. 70'2B". Precio económico.<br />

Productor: John WMIan. Ingeniero: John<br />

Kuriander. Grabación: 1982.<br />

La presente grabación utiliza la<br />

versión revisada por Bruckner<br />

en 1880 y que puede considerarse<br />

definitiva en relación al autor, y editada<br />

por Robert Haas. Hay otra que data del reestreno<br />

de 1889 y que es postuma y en<br />

buena medida, obra de sus discípulos.<br />

La profusión de antecedentes bnjcknerianos<br />

de interpretación hace imposible que<br />

una lectura actual se escape a alguna de las<br />

tradiciones. Bruckner puede ser visto como<br />

un sinfonista del tardío romanticismo (Bruno<br />

Walter). como el último representante de la<br />

polifonía católica alemana del barroco, monumental<br />

y arquitectónico (Otto Klemperer),<br />

puede ser objeto de un rapto iluminado<br />

(Furtwangler, Celibidache) o. como prefiere<br />

aquí Tennstedt recuperado por el modelo<br />

de la sinfonía del siglo XIX: un drama abstracto,<br />

una historia sucesiva y cíclica cuyo héroe<br />

es un complejo de temas que se yuxtaponen,<br />

dialogan y pelean entre si. Tennstedt<br />

hermana a Bruckner con Brahms y Chaikovslo<br />

por citar parecidos de familia.<br />

El resultado es de primera calidad: limpidez<br />

de voces, luminosidad de timbres, atmósferas<br />

contrastadas y matizadas, aprovechamiento<br />

dramático de las reiteraciones y<br />

desorientaciones del compositor para ahondar<br />

ese descenso al abismo del alma que es<br />

también, o ante todo, el abismo be la orquesta<br />

tardorromántka.<br />

B.M.<br />

BUSONI: Contieno para piano, orquesta y<br />

coro masculino, Op. 39. Franco¡s-Joél Thiollier,<br />

piano. Orquesta Filarmónica de Niza.<br />

Director: Michael Schonwandt. Grabación:<br />

V/1990. Productor: Nili Winther. Ingeniero:<br />

Jesper Jorgensen. KONTRAPUNKT<br />

32057. DDD. 68'57". Distribuidor Nahuel.<br />

Contamos con ésta al menos<br />

cinco versiones distintas de una<br />

importantísima pieza concertante-sinfón<br />

ico-coral. Por una parte, la grabada<br />

por EMI a finales de los sesenta con John<br />

Ogdon al piano, el Coro John Alldis y la Ro-<br />

DISCOS<br />

yal Philharmonic Orchestra, bajo la dirección<br />

de Daniel I Revenaugh, en dos elepés que<br />

contenían ademas dos estudios para el Dofccor<br />

Foust Por otra, la de la Radio de Baviera,<br />

de I9B6 y ya en CD (lo que no impide que<br />

la grabación sea de origen analógico sin reprocesar,<br />

es decir, AAD), con su orquesta y<br />

coro, Volker Banfield al piano y dirección de<br />

Lutz Herbig (CPO, distribuida en España por<br />

Diverdi). Ademas, la de Viktona Poshnikova<br />

al piano con Gennadi Roztidestvenski en el<br />

podio, para Erato. En fin, otra de EMI, la de<br />

los Proms de 1988. con Donohue al piano y<br />

la dirección de Erdler, versión que no ha caído<br />

aún en nuestras manos. Ignoramos si hay<br />

otras, pero todo podría ser.<br />

El Condeno Op. 39 de Busoni es una de<br />

esas típicas obras ambiciosas de comienzos<br />

de siglo, una época de experimentalismo de<br />

buena ley, la de Scriabin, la de Ivés, la del<br />

Schoenberg de los Gurre-üeder. Busoni fue<br />

uno de esos experimentadores y. como todos<br />

ellos, necesitó explicarse con escritos<br />

para defender su concepción de la música y<br />

levantar espléndidos monumentos sonoros<br />

como su Fousto o esta casi desconocida obra<br />

maestra que intenta fundir lo italiano y lo<br />

germánico en una pieza que va más allá de<br />

lo concertante, que dura más de una hora y<br />

que en el úttimo de sus cinco largos movimientos<br />

(el tercero se despliega en más de<br />

veinte minutos), incluyen un expresivo coro<br />

masculino. La parte pianística es de asombrosa<br />

dificultad, y pasa del protagonismo al<br />

momentáneo oscurecimiento ante la orquesta<br />

en una construcción fascinante y llena<br />

de grandeza.<br />

Michael Schonwandt construye un meritorio<br />

discurso sonoro, que sin embargo no alcanza<br />

la densidad de aquella primera lectura<br />

de Revenaugh ni la tensa magia del equipo<br />

de Baviera. Ignoramos si EMI tiene intención<br />

de editar en soporte CD lo que probablemente<br />

no fue un gran éxito comercial (en<br />

España no se llegó a distribuir nunca). Tampoco<br />

sabemos si Drverdi dispone aún de la<br />

versión bávara de CPO. De no ser asi. la<br />

versión de Thiollier y Schonwandt puede<br />

constituir una referencia, aislada, pero suficiente.<br />

Los mimbres que necesita una obra,<br />

asi no se encuentran juntos en cualquier parte,<br />

y el equipo de este disco de Kontrapunkt<br />

ha sabido, al menos, dar la talla con esta<br />

obra realmente formidable. Por cierto, no<br />

aparece por parte alguna el nombre del COTO<br />

de hombres que interviene en el Cántico final.<br />

Su intervención, sin embargo, refuerza<br />

una interpretación digna que, aunque no posea<br />

más virtuosismo que el de Thiollier, consigue<br />

damos una adecuada idea de obra tan<br />

impresionante.<br />

S.M.B.<br />

CATALANI: Edmeo. Maurizio Frusoni,<br />

ten. (Oberto); María Sokolinska Noto, sop.<br />

(Edmea); Marco Chingari, bar. (Ulmo); Graziano<br />

del Vivo, baj. (Leitmeritz). Orquesta<br />

del Teatro Úrico de Lucca. Director: Masilmo<br />

di Bernart. BONGIOVANNI GB<br />

2093/94-2. DDD. 58' 10" y «'38". Grabación:<br />

Lucca, 1989. Distribuida por Diverdi.<br />

Catalani. siempre entre su admiración<br />

por lo nórdico y sus<br />

reticencias a la hora de hacer<br />

SCHERZO 61


DISCOS<br />

cantar a sus personajes, encuentra en este<br />

argumento bastante trasnochado y a las<br />

puertas del verismo, un vehículo poco propicio<br />

para resultados convincentes. Después<br />

de una obertura brillantísima, donde se impone<br />

(a su pesar) lo melódico y donde<br />

también aparecen modulaciones y giros casi<br />

mascagnianos, el compositor lucha por poner<br />

algo de inspiración en un tema aburrido,<br />

indolente. Y consigue parcialmente el<br />

efecto, cuando se olvida de innovar, cuando<br />

se deja llevar por la operatividad (escasamente<br />

original) del texto: aria de barítono,<br />

por ejemplo. La ópera, con sus debilidades<br />

e inesperados aciertos no alcanza i a altura,<br />

obviamente, de La Wally, tan rica melódicamente,<br />

pero tampoco el dramatismo de Loreleí,<br />

ni el exotismo decadente de Dejonice,<br />

muy oportuno: sin embargo, hay bastantes<br />

elementos en esta obra para interesar al<br />

adicto al repertorio italiano: los dos dúos<br />

de Edmea y Oberto, los coros, inmediatamente<br />

representativos del clima escénico,<br />

los momentos orquestales. Hay, pues, material<br />

rescatable. El reparto es discreto. Frusoni<br />

soporta valeroso un papel dificilísimo,<br />

escrito en una tesitura que luego sera la de<br />

Marat o la de Giannetto (// piccolo Marat de<br />

Mascagni y La cena de/le Sefíe de Giondano);<br />

es decir, con una incidencia inhumana<br />

en el registro de paso. Sokolinska Noto<br />

{que ahora figura sin el primer apellido) hace<br />

lo que puede con una octava aguda algo<br />

hiriente. El bajo, del Vivo, es también muy<br />

modesto. Sólo Chingari está a la altura de<br />

las circunstancias. Bien dirigida por Massimo<br />

di Bemart<br />

Ff.<br />

CHAIKOVSKI: Concierto n.° I para piano y<br />

orquesta en si bemol menor, Op. 23. RACH-<br />

MANINOV: Concierto n.° 2 para piano y orquesta<br />

en cío menor, Op. (8. Milthail Rudy,<br />

plano. Orquesta Filarmónica de Leningrado.<br />

Director Mariis Jansons. Grabación: Leningrado,<br />

XII/1990. Productor: John Fraser. Ingeniero:<br />

John Kurlander, EMI CDC 7<br />

54232 2.DDD. 70'40".<br />

Con viva emoción narra Mildiail<br />

Rudy su retomo a San Petersburgo<br />

y a la Sala de los Nobles,<br />

lugar histórico de este registro. Pero las<br />

emociones espaciales y la historia evocada se<br />

graban mal o a duras penas, si la música no<br />

embebe en ellas su substancia. Y a la postre<br />

es la Filarmónica de Leningrado, un mito inquebrantable,<br />

la que resplandece en este<br />

compacto, palideciendo otros esplendores<br />

individuales, más occidentales y menos indiscutibles.<br />

Ello no obstante, episodios como el<br />

Allegro con füoco de Chaikovski han de ser<br />

consignados como de fábula y el cuidado de<br />

John rraser, productor, no es en vano.<br />

CHARPENTIER: Louistt. Georges Thill.<br />

ten. (Julíen); Ninon Val I i n, jop. (Louiie);<br />

André Pernet, baj. (El Padre); Ai mee Lecouvreur,<br />

mez. (La Madre). Coros Raugel<br />

y Orquesta. Director Eugene BigoL NIM-<br />

BUS Prima Voce NI 7829. ADD. 69'06".<br />

<strong>62</strong> SCHERZO<br />

Grabación: París, 1935. Ingeniero: M.<br />

Caílly.<br />

Versión abreviada de la ópera<br />

de Charpentier que el mismo<br />

músico realizó para el disco.<br />

Charpentier, al prescindir de la mayor parte<br />

de las escenas de calle, en una obra que es<br />

un canto de amor y admiración a la ciudad<br />

de París, da a esta reducción una atmósfera<br />

de intimidad y recogimiento que la mejoran.<br />

De hecho, en la partitura original, las escenas<br />

de masas, muy eficaces para ver en un teatro,<br />

quedan auditivamente como lo más modesto<br />

de la inspiración del músico. Nimbus<br />

no es la primera marca que edita la versión<br />

que se comenta. Una firma francesa le precedió<br />

incluyendo junto a la ópera otras páginas<br />

de Charpentier: Mélodies. el poema sinfónico<br />

/mpressícns d'ltalia, el aria de Louise<br />

cantada por una histórica del papel, Mary<br />

Ganden, entre otras páginas y en un total dé<br />

3 discos. Nimbus compensa aquella entrega<br />

generosa, por lo cuidado de la realización<br />

técnica y la copiosa información. En fin. de la<br />

parte interpretativa sería ocioso insistir sobre<br />

la categoría de la pareja protagonista, Vallin y<br />

Thill, los intérpretes ideales (fraseo, estilo,<br />

vocal i dad), sin posible competencia en ediciones<br />

posteriores (y completas) de la obra.<br />

Sólo Sills, por disposición, y Gedda, por elegancia,<br />

se acercan algo, pero a bastante distancia.<br />

Pemet por su parte, interesa mas que<br />

Lecouvreuer en la Madre. La onjuesta, a pesar<br />

de la época, tiene presencia y asistencia.<br />

F.F.<br />

CHAVEZ: Sinfonía de Antlgona. Sinfonía<br />

Romántica, REVUELTAS: Caminos. Música<br />

para chañar. Ventanas. Roya! Philharmonic<br />

Orchestra. Orquesta Filarmónica de la Ciudad<br />

de México- Director: Enrique Bátiz.<br />

ASV CDDCA 653. DDD. 7IW 1 . Grabación:<br />

Londres y México, 1989. Productor e<br />

ingeniero: Brian B. Culverhouse. Distribuidor:<br />

Auvidls.<br />

El conocimiento como mal: versiones<br />

extraordinanas, por fuerza<br />

e idiomatismo, de obras menores,<br />

y hasta irrelevantes en el caso de Revueltas,<br />

de dos compositores muy<br />

representativos de la música mejicana del siglo<br />

XX. Chávez, posiblemente el creador<br />

más original y poderoso que haya dado el<br />

país, evidencia síntomas de regresión en la<br />

Sinfonía Romántica, que carece tanto de la<br />

audacia de la Tercera, como de la austeridad<br />

y concentración de la Anügono (construida a<br />

partir de una música incidental para la tragedia<br />

de Sófocles) y el color y vida rítmica de<br />

la India (de estas tres Sinfonías existe un registro<br />

modélico de Eduardo Mata, con la<br />

Sinfónica de Londres. MMG). Revueltas aparece<br />

en el disco como una personalidad sonora<br />

muy secundaria por lo que respecta al<br />

ámbito de la música universal de su momento.<br />

Ausente la convulsión telúrica de Sensemayó,<br />

Caminos no encuentra una vía fértil<br />

para la yuxtaposición de lo avanzado y lo<br />

trivial, la Músico para charlar imita concretamente<br />

la marcha de una locomotora, sin la<br />

justificación de movimiento intrínseco logrado<br />

por Honegger en Pacific 231. Reencontramos<br />

Sensemoyd en Ventónos, donde la<br />

violencia expositiva se ha vuefto estentórea<br />

y gratuita.<br />

CHOPIN: Sonata para violonchelo y piano,<br />

Op. 65. STRAUSS: Sonólo para violonchelo y<br />

piano, Op. 6. Lluís Claret (violonchelo) y<br />

Alain Flanes (piano). HARMONÍA MUNDI<br />

HMC 901370. DDD. Grabación; 11/1991.<br />

Toma de sonido y dirección artística: Jean-<br />

Martial Golaz. 55'56".<br />

Ninguna de las dos obras que<br />

recoge el presente disco pertenece<br />

a lo más granado de cuanto<br />

compusieron sus dos excelsos autores. La<br />

Sonata de Chopin es fruto de madurez, una<br />

de sus últimas obras, y no deja de revelar el<br />

genio de su autor, ceñido para el oyente habitual<br />

al capitulo casi exclusivo del piano solo.<br />

Tampoco se trata, por otra parte, de una<br />

rareza, y hasta hace poco podía disponerse<br />

en el mercado de una buena porción de<br />

competentes versiones: Starck-Requejo, Du<br />

Pré-Barenboim, Gregor-Smith-Wrigley, Bylsma-Van<br />

Blerck, Rostropovich-Argerich, Tortellier-Ciccolini<br />

y Navarra-Kilcher. Todas ellas<br />

competentes y algunas, que el lector adivinará<br />

sin duda, cargadas del magnetismo de<br />

unos intérpretes de muy acusada personalidad.<br />

La Sonólo de Strauss es obra primeriza y<br />

no demasiado anticipadora de grandezas futuras.<br />

Como ocurre con su homónima para<br />

piano, participa de tópicos expresivos propios<br />

de quien sólo comienza una carrera que<br />

no es fácil adivinar, por ejemplo, tras el académico<br />

y plano allegro con brío inicial. La<br />

pieza se toca muy poco y la discografla corriente<br />

sólo ofrecía hasta hace bien poco las<br />

versiones Ma-Ax, Rostropovich-Devetzi y<br />

Navarra-Kilcher. Esta última aún podía encontrarse<br />

a precio de ganga entre las descatalogaciones<br />

del sello Calliope.<br />

Lluls Claret es un violonchelista excepcional,<br />

un músico de extraña inteligencia<br />

que sabe situarse ante estas músicas como<br />

corresponde. Por eso esa cierta frialdad<br />

que a veces se le advierte tiene aquí un<br />

perfecto acomodo intelectual, en lo que<br />

estas Sonatas poseen de cierre y apertura<br />

de unas obras completas en las que ocupan<br />

casi, casi -más en Strauss que en Chopin-<br />

unas líneas en el capítulo dedicado a<br />

la miscelánea. Alain Planes, acompasante<br />

habitual de Janos Starker, se muestra también<br />

como un pianista de primer orden, sobre<br />

todo a la hora de encararse con la escritura<br />

chopiniana que, como no podía ser<br />

menos, va más lejos del puro apoyo al violonchelo.<br />

LS.<br />

CIMAROSA; I tre amanü. Martina Musacchio,<br />

sop. (Violante); Valeria Baiano, sop.<br />

(Brunetta); Remo Casellato, ten. (Arsenio);<br />

Ernesto Palacio, ten. (Riccardo); Alfonso<br />

Antonlozzi, bar. (El barón). Camerata de<br />

Moscú. Director: Domenico Sanfilippo.<br />

BONGIOVANNI GB2I0S/6-2. DDD.<br />

6O'O7" y 48"IB". Grabación: Palermo. 1990.<br />

Distribuida por Dlverdi.


Otra recuperación cimarosiana<br />

que nos llega. El autor del Matrimonio<br />

secreto es aquí menos<br />

ambicioso al describir una típica historia del<br />

género buffo, por la que desfilan personajes<br />

ya rituales: el militar fanfarrón, el noble petulante,<br />

el amoroso (aquí un burgués). El metodismo<br />

del compositor, su capacidad para la<br />

pincelada rápida y directa en la pintura del<br />

prototipo, son las de un maestro, que además,<br />

dada la categoría intermezzo que define<br />

a la obra, ha de ser más preciso, menos divagante.<br />

La versión es suficiente. Destacan dos<br />

nombres tenoriles: Palacio, un experto en<br />

estas lides, y Casellato, un veterano con la<br />

experiencia de las tablas. El segundo, el galán<br />

de la historia, cuenta con las más bellas páginas,<br />

desde su cavatina Queffo é il terto a Mol<br />

mío, y Casellato sabe sacarles partido. Antoniozzi<br />

queda un poco verde, por la voz indefinida<br />

y por la sosería en traducir un personaje<br />

con recursos económicos. Ellas: Musacchio<br />

destaca la gracia de los recitativos;<br />

escasa a la hora de las arias, encuentra su<br />

mejor momento, ya segura de si, en su Forse<br />

soiete un gxjmo. Baiano tiene la voz requerida<br />

por Brunetta, una especie de Despina<br />

metida a locandiera Sanfilippo tiene mano de<br />

su apellido; es decir, de santo, para este repertorio,<br />

ya que desde 1985 está volcado en<br />

el empeño, en su colaboración con el Festival<br />

de Opera Gozosa<br />

F.F.<br />

COPLAND: Oíd American Songs. IVÉS;<br />

Songs. Samuel Ramey, bajo; Warren jones,<br />

piano. ARGO 433 027-2. DDD. Sl'41".<br />

Grabación: Londres, (X/1990. Productor:<br />

Chris Hazctl. Ingeniero: Simón Eadon.<br />

La dHTcil convivencia de fblclore<br />

y elaboración culta fue salvada<br />

por Copland en sus Oíd Amencari<br />

Songs preservando la lírica original y concediendo<br />

al piano un papel muy modesto.<br />

Para su interpretación, Ramey se acerca al<br />

modelo del canto de las personas de color,<br />

su altivez, su desgarro, su honda tristeza, pero<br />

la concepción es inequívocamente culta, incluso<br />

con un cierto engolamiento pernicioso<br />

(Í-Ong Time ABO) donde quiere ser más (ritmo<br />

y sugerente. También lima las onomatopeyas<br />

de I bougfrt me a col El vibrato, omnipresente,<br />

acentuado en los pianísimos, es un recurso<br />

más que nos aleja de una idea popular de<br />

estas canciones. Ramey aborda con presupuestos<br />

similares las diez Songs de Ivés, logrando<br />

momentos de indudable fuerza interpretativa<br />

y magnificencia vocal, como en la<br />

S/ow March. pero no deja de ser patente que<br />

su deseo por solemnizar algunas de estas<br />

músicas acaba por desvirtuarlas. Así, At tfie ft¿yer<br />

suena más directamente comunicativa en<br />

la voz de Fischer-Dieskau (DG, con Michael<br />

Ponti al piano), quien elige una linea más sencilla<br />

y sin afectación en su disco de Ivés,<br />

LMM<br />

COUPERIN: Les Nations. Música Antiqua<br />

Kfiln. Director Reinhard Goebel. ARCHIV<br />

427 164-1 DDD. 2 CD. Duración: 48'I2";<br />

48'06*. Grabación: Bamberg,, 1983. Productor<br />

Andreas Holschneider. Ingeniero:<br />

Worfgang Mirlen ner.<br />

Bajo e) titulo Les Natmns se publica<br />

en París, en 1726, una colecoón<br />

de sonatas y surtes escritas<br />

por Francois Couperin. La colección<br />

comprende cuatro Ordenes; es decir, cuatro<br />

sonatas, seguidas, cada una de ellas, por<br />

otras tantas surtes. Tres de estas sonatas habían<br />

sido escntas por el propio Couperin ya<br />

en el año 1692. E autor las reelaboro y, con<br />

título diferente, las incorporó a la colección<br />

de que se trata. La sonata L'/mpériole. que<br />

constituye el tercer Orden, es de nueva<br />

composición y, al mismo tiempo, la más elabórala<br />

del conjunto.<br />

Con un reducido soporte instrumental (dos<br />

flautas traveseras, dos violines, viola da gamba<br />

y clave), el grupo Música Antiqua Koln, bajo la<br />

dirección de su concertino y director Reinhard<br />

Goebel, realiza una recreación de la obra<br />

con un perfecto sentido musical. Los tempí de<br />

las danzas de las cuatro surtes se ajustan perfectamente<br />

a la idea interpretativa y rftmica<br />

de este tipo de movimientos en las postrimerías<br />

del siglo XVII y primera mitad del XVIII.<br />

Especial mención merece, por su limpieza y<br />

excelente sonoridad, la intervención de las<br />

flautas en las partes agudas. La calidad sonora<br />

de los instrumentos empleados, todos ellos<br />

originales, y una grabación nítida en todas sus<br />

partes, son dos tactores esenciales, que, unidos<br />

a lo dicho sobre la labor interpretativa del<br />

conjunto, permiten una audición sumamente<br />

grata de estas páginas.<br />

F.G.U.<br />

DELALANDE: Te Deum. Super /fumino &obilonis.<br />

Confitebor Ubi Domine. Geni, Piau,<br />

Steyer, Fouchécourt, Pío I i no, Correas. Les<br />

Arts Florlsiants. Director: William Chriítíe.<br />

HARMONÍA MUNDI HMC 901351.<br />

M'I9". Grabación: IX/1990. Productor Michel<br />

Bernard. Ingeniero: Michel Pierre. O/es<br />

(rae. Miserere. Perillo, Kwella. Croóle, Lamy,<br />

Harvey. La Chapelle Royale. Director: Phillppe<br />

Herreweghe. HARMONÍA MUNDI<br />

HMC 901352. <strong>62</strong>72'. Grabación: Saintes,<br />

IX/1990. Productor Michel Bernard. Ingeniero:<br />

Michel Pierre.<br />

Luego de la grabación integral<br />

de las Symphonies pour Íes Soupers<br />

de Roy (la Simphome du<br />

Marais. Hugo Reyne. Harmonia Mundi), que<br />

nos mostraba el lado más funcional de la<br />

música de Delalande, llegan ahora al disco<br />

varias obras sacras. Se esperaría estar en un<br />

mundo más severo, pero esto sólo ocurre<br />

en contadas ocasiones: el compositor continúa<br />

suministrando aquí músicas de consumo<br />

cortesano inmediato. Asi, las dos piezas mis<br />

cercanas a un sentimiento dramático, Dies<br />

Irae y Miserere, son controladas por la razón<br />

y hasta evidencian influencias de la danza,<br />

Los solos vocales, como en el Te Deum, son<br />

de un lucimiento marcadamente operístico,<br />

lo que viene a probar que esta contaminación<br />

no fue patrimonio exclusivo de la Viena<br />

clasica. De los dos intérpretes, Herreweghe<br />

consigue una respuesta coral más flexible y<br />

de colorido mis rico. Christie, algo exterior<br />

en Super fiumina Babilonis, escoge el camino<br />

de la brillante pompa lullysta para el Te<br />

Deum. Por su parte, Herreweghe no inventa<br />

un Delalande dramático, sino que subraya el<br />

DISCOS<br />

carácter palaciego de esta religiosidad supuestamente<br />

atormentada. Un detalle ayuda<br />

a situamos temporalmente en este disco: la<br />

pronunciación a la francesa del latín, tal como<br />

se supone que debía de ocurrir con los<br />

intérpretes de la época.<br />

LM.M.<br />

DOWLAND: The Third Boofce o/" Songs.<br />

The Consort of Musicke. Anthony Rooley,<br />

laúd. L'OISÉAU-LYRE 430 284-2. ADD.<br />

72'12". Grabación: 1977. Edición en CD:<br />

1991. Productor Peter Wadland. Ingeniero:<br />

Martin Haikell.<br />

Un disco que en cierto modo<br />

viene a representar ta plenitud<br />

del canto británico auténtico interpretando<br />

música propia. Emma Kirkby y<br />

Martyn Hill, un poco más que el contratenor<br />

john York Skinner y el bajo David Thomas,<br />

dan lecciones de belleza timbrica y frescura<br />

de ideas musicales. Se recorren con total<br />

elocuencia los diversos humores que Dowland<br />

distnbuye en el libro, pero éste es sólo<br />

un elemento mis de la variedad de que goza<br />

el disco. Otro modo para diversificar colores<br />

y talantes consiste en los cambios dei número<br />

de ejecutantes, siguiendo la posibilidad<br />

que ofrece el propio compositor, desde la<br />

canción a solo al conjunto.<br />

E.MM<br />

DVORAK: Sinfonía n° 4 en re menor. Op.<br />

13. Obertura «Ótelo», Op. 93. Orquesta Filarmónica<br />

Checa. Director Übor Pesek. Grabación:<br />

Praga, VI/1989. Productor Dr. Mllan<br />

Slavicky. Ingeniero: Václav Roubal. VIR-<br />

GIN VC 7 91144-2. DDD.<br />

Los dos primeros movimientos<br />

de la Cuarta Sinfonía de Dvorak<br />

la convierten en una atractiva<br />

página de sabor wagnenano, el Wagner del<br />

Tannhúuser, inspiración plenamente reconocible<br />

en el espíritu y en la letra que al feriar en<br />

el <strong>Scherzo</strong> y en el Finale hace que esta obra<br />

tenga menor interés en su tercio final. La belleza<br />

del Allegro y del Andante permiten una<br />

revalorización de esta Sinfonía, pero su carácter<br />

epigonal pudo provocar la actividad negativa<br />

del propio compositor, que no la estrenó<br />

hasta 1892. casi veinte años después de escribirla,<br />

cuando ya se sentía plenamente seguro<br />

de sí mismo. Pesek opta por una lectura que<br />

se diferencia tanto del vigor de un Kertész<br />

como del idiomatismo nacional de un Neumann.<br />

El resultado es una síntesis más que un<br />

compromiso. En esta versión hermosa y lúcida<br />

de una página que, pese a sus atractivos<br />

inmediatos, no figura entre lo más destacado<br />

de su autor. Tendría una lógica superior dentro<br />

de una integral posible cuya suerte desconocemos:<br />

adviértase la fecha de grabación,<br />

poco antes de los acontecimientos en la ahora<br />

República Federativa Checa y Eslovaca,<br />

cuando aún se pretendía desconocer la magnitud<br />

de la catástrofe económica de ese y<br />

otros países del área; ahora los checos ya no<br />

están en condiciones de ofrecer ventajas ni a<br />

Virgin ni a nadie. La espléndida aunque un<br />

punto amanerada versión de la Obertura Ótelo<br />

nos hacían esperar más que una integral<br />

SCHERZO 63


DISCOS<br />

sinfónica. Ante la falta de datos (culpa nuestra),<br />

esperaremos acontecimientos. Por el<br />

momento, se trata de un disco de elevado nivel,<br />

aunque haya otras lecturas importantes y<br />

aunque la Sinfonía sea una pagina cuyas bellezas<br />

pardales no ocutten su categoría relativamente<br />

menor.<br />

S.M.B.<br />

DVORAK: Danzas esloras, Op. 46 y Op.<br />

72. Royal Philharmonic Orcheítra. Director<br />

Anta! Dorati. Productor james Mallínson.<br />

Ingeniero: Colin Moorfoot Grabación:<br />

Londres. IX-X/1983. DECCA 430 735-2.<br />

DDD. 36'05" y 34 - O5".<br />

Disco generoso en tiempo, de<br />

interpretación más que aceptable,<br />

sonido lujurioso y obras relativamente<br />

menores, al tiempo que manidas<br />

(son el socorro de las orquestas invitadas,<br />

cuando el voraz público aplaudidor solicita<br />

una propina). Dorati ya las grabó antes. Dentro<br />

de su amplia y a menudo espléndida discografía.<br />

este disco puede figurar como pariente<br />

menor y muy lindo. Es de esas veces<br />

en que el repertorio limita todo el producto.<br />

Ya sabemos que estas series de danzas supusieron<br />

el lanzamiento de Dvorak y de la<br />

música checa intemadonalmente Pero también<br />

sabemos que Dvorak hizo cosas mucho<br />

mejores. Es un disco tan descaradamente comercial<br />

que no sera necesario recomendarlo.<br />

Más le agradecemos a Decca que haya recuperado<br />

en CD la integral Dvorak de Kertész.<br />

Y a Polygram le agradeceríamos muchísimo<br />

que hiciera lo propio con los poemas sinfónicos<br />

y otras piezas orquestales en las lecturas<br />

de Kubelik (D.G.), entre las que figuran<br />

estas danzas.<br />

ELGAR: Sinfonía n.° I en la bemol mayor,<br />

Op. 55. Obertura In the South (Alassio). Op.<br />

50. Academia de St. Martín in the Flelds.<br />

Director: Sir Neville Marriner. COLLINS<br />

12692. DDD. 74'. Grabación: Londres.<br />

XI/1990. Producción: John H. West. Ingeniero;<br />

John Tlmperley. Distribuidor: Dtver-<br />

Las abundantes visitas de Sir<br />

Neville Mamner a los estudios<br />

de grabación y la dispandad de<br />

estilos de que últimamente hace gala el maestro<br />

británico, han hecho que mirásemos<br />

con cierto recelo y desconfianza este disco<br />

Collins, presumiblemente el inicio de un nuevo<br />

ciclo Elgar de Mamner para este sello. Sin<br />

embargo, la escucha ha sido mu/ gratificante.<br />

Ambas lecturas, la de la Obertura y la de la<br />

Sinfonía, sobre todo esta última, están caracterizadas<br />

por una intensidad, un equilibrio,<br />

un sentido de la construcción y un vigor<br />

constantes, de tal forma que, sin llegar a la<br />

absoluta maestría de, por ejemplo, un Sir<br />

John Barbirolü (EMI), la versión es una sobredi<br />

SCHERZO<br />

saliente lectura que podemos situar en paralelo<br />

a otras grandes traducciones de esta<br />

partitura; recordemos a Bryden Thomson<br />

(Chandes), a Bemard Haitink (EMI) o a André<br />

Previn (Philips) -ver números I y 9 de<br />

SCHERZO-- En fin, versión que podemos<br />

considerar alejadísima de la celebre definición<br />

de Sir Thomas Beecham sobre la Primera<br />

de Elgar «The musical equivalent of St<br />

Paneras Station». dadas su ligereza y claridad<br />

de exposición. Excelente toma de sonido y<br />

aceptables comentarios de Michael Kennedy<br />

en los idiomas de siempre. Recomendable.<br />

LPA.<br />

FRESCOBALDI: Toccote e Parirte. Sergio<br />

Vartolo. clave y órgano. 3 CD TACTUS TC<br />

58060780. PDD. ISS'OS". Grabación: Bolonia,<br />

111/1987. Productor: Roberto Meo- Ingenieros:<br />

Thomas Gallia y Paul Dery. Distribuidor<br />

PDI. II prima libro á Capricá. Gustav<br />

Leonhardt, clave y órgano. Harry van<br />

der Kamp, barítono. DEUTSCHE HARMO-<br />

NÍA MUNDI GD 77071. ADD. 72'57".<br />

Grabación: Bolonia y Nüremberg, 1979.<br />

Edición en CD: 1990. Distribuidor: BMG.<br />

Obras paro dove. Gustav Leonhardt, clave.<br />

PHILIPS «2 128-2. DDD. 5S P 12". Grabación:<br />

Haarlem, IX/1990. Productor: Hein<br />

Dekker. Ingeniera: Fiona Gale.<br />

Dos formas diversas pero igualmente<br />

apasionantes de entender<br />

la música de Frescobaldi.<br />

Vartolo escoge una lírica mis libre, que<br />

aproxima posiblemente más al autor a sus<br />

raíces renacentistas. Desde luego, el intérprete<br />

se deja conducir un tanto por su rica<br />

fantasía, como denota su manera de tocar<br />

los adornos. Leonhardt es mis severo, más<br />

barroco. Sus contrastes de ternpi en el Primo<br />

libro á Caprica animan eficazmente la colección<br />

(con menos contenido que la precedente<br />

edición en LP). Es admirable, en especial,<br />

la integración de la voz y el órgano en el<br />

Copricdo obligo di cantare la quinta parte. En<br />

su disco recital más reciente, Leonhardt nos<br />

coloca frente a un Frescobaldi aún más depurado,<br />

tanto en lo sonoro -muy bello el<br />

clave construido por Comelis y Hubrecht<br />

Bom-, como en la sobriedad expresiva, que<br />

sigue una línea ligeramente retórica.<br />

EMM.<br />

GIORDANO: Andrea Chenier. Cario Bergonzi,<br />

ten. (Chenier); Angeles Gulín, sop.<br />

(Maddalena); Sherill Milnas, bar. (Gerard).<br />

Ambrollan Coro. Orquesta Nueva Filarmonía.<br />

Director: Antón Guadagno. MYTO<br />

2 MCD 917.S0. ADD. 78' 15" y 78'24". Grabación:<br />

Londres, 1970. Distribuidor Diverdi.<br />

El disco pjroto, eufemístícamente<br />

live, en demasiados casos ha venido<br />

a subsanar injusticias molestas.<br />

Esta es una de ellas. ¡Cómo es posible<br />

que Bergonzi no haya grabado en estudio un<br />

personaje como el de Chenier que está hecho<br />

a su medida? La miopía de las multinacionales,<br />

en muchos casos, es de clamar al<br />

cielo. Chenier, por un lado poeta (canto elegiaco,<br />

lirismo a raudales); por otro, heroico y<br />

apasionado patriota (frases ardientes, agudos<br />

intrépidos) contiene un material para un tenor<br />

de múltiple registro, como es Bergonzi,<br />

quizá el último, por ahora, capaz de ofrecer<br />

aquella vanedad musical. Tanto el Improwiso<br />

(a partir sobre todo de un di ali'azzurro spozro)<br />

como Credo o una posonzo arcana, al<br />

igual que el dúo con la soprano que clausura<br />

ese acto, Bergonzi, por fraseo, variedad de<br />

colores, ímpetu amoroso, es el personaje<br />

ideado por la pluma de Giordano. Hay que<br />

remontarse a los tiempos de Gigli para encontrarle<br />

rival; Gigli le ganaba en belleza vocal<br />

y en seducción canora. Las partes más<br />

heroicas, amén de las que comprometen en<br />

mayor medida la octava aguda, Bergonzi<br />

apenas se resiente, a pesar de ser su bagaje<br />

menos generoso. Gulín se fija evidentemente<br />

en el modelo de Tebaldi cantando su tierna<br />

y maternal Maddalena. La gallega de Rivadabia,<br />

voz gigantesca, dotadísima en tantos<br />

conceptos (sentido del canto dramático, en<br />

especial) tiene de todo; desde lo extraordinario<br />

hasta lo propio de una alumna de primer<br />

curso de canto. Siempre ha sido así el<br />

servicio de esta cantante, con una carrera<br />

tan desigual, por culpa de tantos avalares del<br />

destino. Milnes repite su versión discogiafica<br />

de siete años después con Levine, particularmente<br />

en su forma tan superficial de dar<br />

contenido al personaje con mayor contenido<br />

psicológico de la ópera. Milnes pasa por encima<br />

a Gerard, con una voz dotada, con agudos<br />

brillantes y sin color tanto como es su<br />

costumbre. Guadagno hace una limpia y vibrante<br />

lectura, poco teatral dada la ejecución<br />

en concierto, pero suficiente para resaltar el<br />

canto de los intérpretes. El equipo de secundarios<br />

(amplio equipo el demandado por la<br />

obra) flojo, en general.<br />

El Bonus incluido en este caso se dedica a<br />

una selección de La forza del destino de 1965<br />

de la Scala milanesa, donde Bergonzi en uno<br />

de sus grandes papeles (se incluye completo,<br />

salvo el dúo con el barítono Ne gustare m'e'<br />

dato omitido en la representación) viene<br />

acompañado por llva ügabue (la eterna Alice<br />

de Falstafi) y Cario Meliciani, un barítono<br />

que recuerda al actual Zancanaro. Ghiaurov<br />

sólo participa en el terceto final.<br />

FJ.<br />

GRIEG: Peer Gynt (surtes I y 2). ALFVEN:<br />

Swedish Rhapsody. Elegía de la «Gusta/ Adolf<br />

II Suite». JARNEFELT: Praeluéum. Bournemouth<br />

Symphony Orchestra. Director Paavo<br />

Berglund. Grabación: Southampton,<br />

VI/1973. Productor David C. Motttey. Ingeniero:<br />

Stuart Eltham. EMI EMINENCE<br />

CDM 7 64052 2. ADD. S3'36".<br />

Hugo Alfven y Armas JSmefert<br />

son dos músicos nórdicos de la<br />

generación de Rachmaninov,<br />

epigonales ambos, pos-románticos ambos. Y<br />

poco conocidos ambos. Se entiende, pues,<br />

que en este compacto y tratando de componer<br />

algo asi como una trinidad escandinava,<br />

con representación de sus tres países de<br />

origen, sea Edvard Grieg, inagotable, su mantenedor.<br />

La operación es inteligente y


evidencia, de paso, que el noruego, precediendo<br />

a los otros dos en una generación<br />

larga, es absolutamente más moderno que<br />

ellos. Y a la postre lo que nos queda es otro<br />

Peer Gynt que no hace daño', pero, ¿se justifica<br />

el reprocesado?<br />

JAA.<br />

HAENDEL Las Surtes pora clave. Colín<br />

Tilney, clave, ARCHIV 427 170-2. ADD. 2<br />

CD. Grabación: Berlín, XI/1973, (CD I):<br />

Hamburg-Harburg, XII/1973 (CD 2): M 1 12"<br />

y 63'48". Productor Andreas Holschneider.<br />

Ingeniero: Heinz Wildhagen.<br />

Archiv presenta, dentro de su<br />

colección Gallería, las ocho Suites<br />

para clave que Haendel, reuniendo<br />

composiciones anteriores y nuevas,<br />

publicó en 1720. Se trata, en realidad de una<br />

grabación que el citado sello discografico lanzó<br />

al mercado en 1974. El reprocesamiento<br />

al sistema de disco compacto ha supuesto,<br />

como es lógico, una considerable mejora del<br />

aspecto sonoro, a pesar de que, ya en los<br />

correspondientes discos negros, éste era<br />

uno de los aspectos mas logrados.<br />

La versión de Colin Tilney conserva, a pesar<br />

de sus casi veinte años, una enorme frescura<br />

y un gran poder de atracción. Tilney imprime<br />

a su lectura un sello fuertemente personal<br />

y una nitidez encomiable. La fuerza y la<br />

energía de la música de Haendel, su rica ornamentación,<br />

las fugas, amplias y desarrolladas,<br />

son varios de los múltiples aspectos a<br />

tener en cuenta en la positiva interpretación<br />

que realiza Colin Tilney, A lo dicho hay que<br />

añadir que el interés por esta versión se ve<br />

considerablemente acrecentado merced a la<br />

gran belleza sonora de los dos instrumentos<br />

-años 1710 y 1728- utilizados para realizar<br />

la grabación.<br />

F.G.U<br />

HAENDEL Messiüh. Lorraine Hunt, sop.;<br />

Janet Williams, sop.; Patricia Spence, mez.;<br />

Drew Minter, contrate; Ieffrey Tilomas, ten.;<br />

William Parker, baj. Berkeley Chamber<br />

Chorus. Philharmonia Baroque Orchestra.<br />

Director; N¡cholas McGegan. 3 CD HAR-<br />

MONÍA MUNDI HMU 907050.51 ADD (f).<br />

I9O'I2". Grabación: Berkeley, 1/1991. Productora:<br />

Robina G, Young. Ingenieros: Peter<br />

McGraih y Hugh B. David.<br />

Tras la grabación de la Resurrezione,<br />

McGegan vuelve a adentrarse<br />

en el repertorio haendeliano<br />

con este Messiab, que viene a ser otro<br />

semifiasco. El mayor interés del registro se<br />

centra en su condición erudito, pues nos<br />

ofrece todos los añadidos y versiones alternativas<br />

que el compositor manejó en las interpretaciones<br />

en las que intervino. Aparte<br />

de esto, no puede decirse que la lectura esté<br />

fuera de estilo, naturalmente, pero el idioma<br />

haendeliano de estos músicos norteamericanos<br />

carece del nervio y la penetración sonora<br />

de Hogwood (L'Oiseau-Lyre). La dirección<br />

tiene incluso algo de desmayada, en es-<br />

pecial en los coros, por mucho que se obtenga<br />

una clarificación de lineas supuestamente<br />

compensatoria. El equipo vocal es<br />

bastante desigual, con dos sopranos que<br />

contribuyen con una tabor en general correcta,<br />

pero Minter -sugerente cantante de<br />

cámara-es deficitario en una obra de estas<br />

características, y Parker pierde ostensiblemente<br />

la entonación, como en The Trumpei<br />

shall sound. Resumiendo: una grabación de<br />

significación mis informativa que estética.<br />

E.M.M.<br />

HAENDEL Amaégi di Caula. Nathalie<br />

Stutxmann (Amadigi). Jennifer Smith<br />

(Orianna), Eiddwen Harrhy (Meliisa), Bernarda<br />

Fink (Dardano). Pascal Bertin (Orgando).<br />

Les Musiciens du Louvre. Director<br />

Marc Minkowski. 2 CD ERATO 2292-<br />

45490-2. DDD. 149'. Grabación París. XI-<br />

XII/1989. Productor Michel Bernard. Ingeniero:<br />

Gilíes Pezerat uñando, james Bowmm<br />

(Orlando), Arleen Auger (Angélica),<br />

Catherlne RobbiníMedoro), Emma Kirkby<br />

(Dorinda), David Thomas (Zoroastro). The<br />

Academy of Ancient Music. Director Christopher<br />

Hogwood. L'OISEAU LYRE. 3<br />

CD 430 845-2. DDD. IST'Sr. Grabación:<br />

Londres. III y VH/1990. Productor: Peter<br />

Wadland. Ingeniero: John Dunkerley.<br />

Dos óperas caballerescas de<br />

Haendel que replantean, aunque<br />

sea en el disco, el problema<br />

de la ópera seria. Dicho problema no es otro<br />

que el de la supuesta inviabilidad dramática<br />

de este tipo de teatro. Amodigí (1715), una<br />

típica ópera de argumento mágico, es la que<br />

sigue de manera más fiel la estructura del género,<br />

pero es entonces el genio del músico<br />

el que da variedad a las arias. Haendel parece<br />

mostrar una cierta simpatía hacia el personaje<br />

malvado, la hechicera Melissa, que tiene<br />

su característica aria de rabia -con trompeta<br />

obligada-, pero a cuya muerte se da un<br />

tono de patetismo extremo, subrayado en la<br />

versión de Minkowski. Por el contrario. Orlando<br />

(1733) emprende un camino diferente,<br />

en el cual el tema sacado del Orlando furioso<br />

de Ariosto es llevado a un terreno más verosímil,<br />

Se apunta incluso la ruptura del molde<br />

de la ópera seria, con pasajes de música<br />

continua. Curiosamente, las direcciones musicales<br />

parecerían estar intercambiadas. Minkowski<br />

consigue una lectura fuertemente<br />

dramática de la ortodoxa Amadigi, en tanto<br />

que Hogwood se muestra menos unitario y<br />

vigoroso. En el primer reparto, destacan<br />

Stutzman. como Amadigi, y Harrhy, como la<br />

maga. El Orlando de Bowman. de bella línea<br />

vocal aunque no en su plenitud, es una composición<br />

del personaje un punto blanda. Junto<br />

a la pastoril Kirkby, Thomas evidencia de<br />

nuevo su capacidad tan plástica para los papeles<br />

malignos y siniestros.<br />

EM.M.<br />

HAYDN: Sinfonías n.° 94 en sol mayor ala<br />

sorpresa», n° 100 en sol mayor «Militar» y n.°<br />

101 en re mayor «ei reloj». Orquesta Sinfóni-<br />

DISCOS<br />

ca de Viena- Director: Worfgang Sawallisch.<br />

PHILIPS 422 973-2 PCC. 75'39". Precio<br />

económico. Grabaciones de 1961, 19<strong>62</strong> y<br />

1963. Director artístico: Erik Kessels.<br />

Estas Sinfonías haydnianas son,<br />

probablemente, las mis popularizadas<br />

y sostienen una discografía<br />

muy generosa. Sawallisch, que no es<br />

un director especializado en el repertorio<br />

neoclásico, nos ofrece unas versiones que<br />

convienen a los principiantes. No vaya esto<br />

en desmedro de su buen hacer como concertador,<br />

sino señalando que su tarea se reduce<br />

a una lectura técnica, basada en la nrbdez<br />

de las voces y el equilibrio del conjunto.<br />

Tal vez esta impersonalidad sea para el director<br />

de Munich un rasgo de clasicismo.<br />

Si, en rigor, las tres obras pertenecen a un<br />

mismo y maduro peHodo de la producción<br />

haydniana, son (listonas distintas y apelan a<br />

elementos dramáticos también divergentes.<br />

En estas complejidades, Sawallisch no se mete<br />

y él sabrá por qué. Para quienes las oigan<br />

por primera veí, es sufciente. Para quienes<br />

busquen un Haydn con una historia propia,<br />

algo menos que suficientes.<br />

B.M.<br />

HAYDN: La creación. Gundula Jinowitz<br />

(soprano), Christa Ludwtg (contralto), Fritz<br />

Wunderlíeh y Werner Kren (terrores), Dletrich<br />

Fischer-Oieskau (barítono), Walter<br />

Berry (bajo), Wiener Singverein y Orquesta<br />

Filarmónica de Berlín. Director: Herbert<br />

von Karajan. 2 CD ADD. DEUTSCHE<br />

GRAMMOPHON. 435 077-2. Productor<br />

Hans Weber. Ingeniero: GUnther Hermanns.<br />

Grabación: 1/1966. IX y XI/1968,<br />

IV/1969. S7"53" y 51 "02".<br />

Es un auténtico placer recomendar<br />

un disco como éste, tan<br />

largamente esperado en formato<br />

CD. Sin menospreciar las muchas alternativas<br />

válidas con que cuenta una de las obras<br />

fonográficamente mejor tratadas (Bemstein,<br />

Marriner, Hamoncourt Münchinger, Krauss...,<br />

todos ellos admirables desde sus peculiares<br />

supuestos de partida), esta Creación de Karajan<br />

se lleva la palma por rozar como ninguna<br />

otra ese punto de equilibrio ideal entre la<br />

grandilocuencia y el más sutil refinamiento<br />

prosódico, entre placidez paradisiaca y dramatismo<br />

desgarrado. Por supuesto, supera<br />

con ventaja aT posterior registro, también en<br />

DG, a partir de un concierto público celebrado<br />

en Salzburgo el año 1982, con Mathis,<br />

Murray, Araiza, idéntico coro y la Filarmónica<br />

de Viena.<br />

Para empezar, el equipo de solistas es inmejorable.<br />

Janowrtz deja por una vez de ser<br />

ese instrumento perfecto pero frío que acostumbra,<br />

para infundir a su parte el calor expresivo<br />

que humaniza a Gabriel y confiere<br />

credibilidad a Eva. Fischer-Dieskau encama<br />

con su característica elocuencia comunicativa<br />

a un Adán eminentemente heroico. Berry da<br />

a Rafael un peso y una hondura estremecedores.<br />

Y para colmo la intensidad expresiva<br />

con que el Uriel del llorado Wunderlich<br />

(sustituido con notable solvencia por Walter<br />

Krenn en los recitativos que no llegó a grabar)<br />

describe los sublimes prodigios que<br />

contempla.<br />

SCHERZO 65


DISCOS<br />

El comportamiento de coros y orquesta<br />

(especialmente los vientos) está a la attura<br />

de las circunstancias, bajo la inspirada batuta<br />

de un Karajan en la plenitud de su talento<br />

para traducir lo sublime en sonidos Sin un<br />

ápice de los amaneramientos de que encontramos<br />

viciados tantos de sus posteriores<br />

trabajos- La calidad técnica y el moderado<br />

precio hacen aún más atractiva, si cabe, la<br />

oferta.<br />

A.B.M.<br />

HINDEMITH: Lo otra pora piano (vol. I}-'"<br />

eiber Ñachi.. Tróume und Erfebnisse, Op. 15.<br />

1922. Surte poro piono, Op. 26. Siegfried<br />

Mauser, piano. WERGO WER 6181-2.<br />

DDD. 49'3I". Grabación: Sandhausen. Director<br />

de la grabación: Teije van Geest.<br />

Interesantísimo este Hmdemith<br />

cosecha temprana que nos trae,<br />

una vez más, ese excelente pianista<br />

que es Siegfned Mauser, excelente traductor<br />

de la música del compositor de Hanau.<br />

Se trata aquí de dos composiciones integradas<br />

por piezas breves que recogen<br />

todo el cúmulo de influencias y de intereses<br />

que pod'a recibir un ¡oven compositor en la<br />

Europa de los últimos años diez y de los pnmeros<br />

de la enlreguerra. Tanto en In einer<br />

Nacht... como en la Surte pora piano, encontraremos<br />

desde los rasgos que ponen en solla<br />

el rastro del expresionismo hasta las influencias<br />

que tienen que ver con el jazz mas<br />

o menos transferido a la música popular, pasando<br />

por determinadas evocaciones de una<br />

suerte de romanticismo residual. Son pues,<br />

los años de las grandes esperanzas hindemithianas,<br />

de las Rezos pora violonchelo y piano,<br />

de la Lustige Sinfonietta y, sobre todo, de<br />

Nusch-Nuschí las Tres canciones. Sancta Susanna.<br />

Morder, Hofíhung der Frauen o Die junge<br />

Mago.<br />

Esta música, que duda de continuo entre<br />

la emoción que quiere desbordarse y esa<br />

austeridad formal que llevaría a su autor por<br />

caminos demasiado cercanos al estreñimiento<br />

expresivo, necesita de un intérprete capaz<br />

de estar siempre en estilo mientras controla<br />

su propio deseo como de empujar al creador<br />

siempre un poco más allá de lo que se<br />

propuso. Siegfned Mauser vuelve a ser el<br />

pianista ideal en estos menesteres poco<br />

agradecidos aparentemente, pero sin los<br />

cuales nos quedaría por redescubrir una parte<br />

importante de nuestro tiempo.<br />

LS<br />

IVÉS: Sinfonía n." 2. Sinfonía n.° 3 «The<br />

Camp Meetíng», Orquesta de! Concertgebouw<br />

de Amsterdam. Director: Michael<br />

Tilson Thomas. SONY SK 46440. DDD.<br />

60'59". Grabación: Amsterdam. Productor:<br />

David Mottley. Ingeniero: Kenneth Singleton.<br />

Cuando apareció este disco en<br />

su soporte original en microsurco<br />

ya fue saludado como la interpretación<br />

cimera de dos de las obras mayores<br />

de Charles Ivés. Su edición en disco<br />

compacto no hace ahora sino corroborar<br />

65SCHERZO<br />

con mayor énfasis aquella primera impresión.<br />

Tilson Thomas. un director irregular que de<br />

vez en cuando -recordemos por ejemplo su<br />

Wdo de héroe straussiana- muestra un talento<br />

muy especial, comprende a la perfección<br />

una música que puede arrastrar a intérpretes<br />

y oyentes por el camino fácil del asilvestramiento<br />

natural. El director norteamericano,<br />

actual titular de la Sinfónica de Londres, opta<br />

por la vía. a mi entender más certera, de la<br />

puesta en sintonía de Ivés con una tradición<br />

de la que no deja de partir por mucho que<br />

luego la desarrolle por vías personallsimas.<br />

Con una extraordinaria atención al detalle,<br />

con un extremo cuidado en las dinámicas y<br />

con un ordenado planteamiento de las transiciones,<br />

Tilson Thomas conduce la música<br />

de Ivés hacia lo que en ella hay de fusión de<br />

elementos tradicionales y nuevos a través de<br />

la utilización, como amalgama, de guiños explícitamente<br />

nacionales. Asi, las citas hlmnicas<br />

del segundo movimiento de la Segunda Sinfonía<br />

tendrán más importancia que ese abrupto<br />

final que, en otras manos, hubiera sido, en<br />

definitiva, lo que le hubiera quedado al oyente<br />

poco cuidadoso.<br />

En la Tercero -contemporánea de la anterior,<br />

aunque de mayor audacia formal-, el<br />

buen criterio rector huye de la tentación de<br />

lo excéntrico para poner el acento en la reconstrucción<br />

de un mundo de ¡deas apoyadas<br />

en un lenguaje sin cuya sabiduría cualquier<br />

intento por articular un discurso coherente<br />

devendría inútil. Nada, pues, del<br />

diletantismo de un millonario eycéntrico en<br />

el Ivés de Tilson Thomas. referencia primerlsima<br />

de estas dos Sinfonías.<br />

LS.<br />

KROMMER: Octetos paro instrumentos de<br />

wento, Op 57. 71, 76 y 78. ÍWSserensemble<br />

Sabine Meyer. Productor Gerd Berg. Ingeniero:<br />

Hilmar Kerp. Grabación: Gdnningen,<br />

XI/1990. EMI. CDC 7 54363 2. DDD.<br />

69W.<br />

El compositor moravo Frantisek<br />

Vincenc Krommer-Karmar (pedimos<br />

disculpas par la ausencia<br />

de acentos checos en determinadas consonantes,<br />

que cambian por completo la pronunciación,<br />

y que no es posible incluir) es un<br />

estricto contemporáneo de Mozart, poco<br />

menos de cuatro años menor que el maestro<br />

de Salzburgo. Como todos los músicos<br />

checos hasta mediados del siglo XIX, fue<br />

emigrante, estuvo en diversas cortes, y adaptó<br />

su nombre allí donde llegó. Por eso a Jan<br />

Vaclav Stamic le conocemos como Johann<br />

Stamitz y a Krommer-Kramar como Franz<br />

Vincenz (Crommer. El sello checoslovaco Supraphon,<br />

en su serie Músico Antiqua Bohémico<br />

ha rescatado del olvido mucha música de<br />

sus numerosos compositores del pasado y,<br />

sobre todo, en la década pasada, le tocó el<br />

tumo, entre otros muchos, a Krommer, con<br />

piezas corno algunos cuartetos para un instrumentó<br />

de viento y cuerdas, piezas concertantes<br />

y sinfonías. Ahora que la República<br />

Federativa Checa y Eslovaca se encuentra en<br />

un desastroso estado económico, es probable<br />

que el sello Supraphon sea privatizado y<br />

los criterios de programación sean muy distintos.<br />

Por eso es una buena noticia que nada<br />

menos que la EMI ofrezca de momento<br />

cuatro bellas obras de este representante<br />

del Clasicismo vienes del que se tenia poca<br />

noticia en esta parte del continente. Los entusiastas<br />

y excelentes intérpretes de estos<br />

cuatro octetos son los de nueve componentes<br />

del Conjunto de Viento Sabine Meyer,<br />

que toma su nombre de la joven clarinetista<br />

y directora del mismo- Nada dice sobre ellos<br />

el libreto, que se limrta al compositor, pero<br />

la audición de estas cuatro piezas es deliciosa<br />

y también bastante instructiva El criterio interpretativo<br />

es rigurosamente clásico y enfoca<br />

estas obras, cuya composición debe de<br />

fecharse en el tránsito del siglo XVIII al XIX,<br />

a la luz de los tres grandes maestras del período.<br />

Se trata de obras en cuatro movimientos,<br />

siempre con un minuetto en segundo<br />

o tercer lugar, un movimiento lento inmediato<br />

y dos rápidos en los extremos.<br />

Históncamente, este tipo de obras camerfsticas<br />

obedece tanto a la música al oiré libre como<br />

a las inferiores posibilidades de mantenimiento<br />

de conjuntos orquestales en las cortes<br />

menores. Es éste un disco muy<br />

recomendable para todo tipo de público, sobre<br />

todo ese tan especial que se inclina por<br />

el Preclásico y el Clasicismo, desde Mannheim<br />

en adelante. Los checos siempre estuvieron<br />

inmersos en ese movimiento. No olvidemos<br />

que el alma de la Escuela de Mannheim<br />

fue un checo, el ya mencionado Stamic<br />

(o Stamitz), Krommer, con su numerosa producción,<br />

es un importante exponente tardío<br />

que concluyó y culminó su carrera en Viena,<br />

en una época en la que aún no hablan estallado<br />

los conflictos de carácter nacionalista:<br />

falleció en 1831. cuando Smetana sólo tenia<br />

siete años.<br />

S.M.R.<br />

USZT: Conciertos para piano núms. I y 2.<br />

Fantasía Húngara para piano y orquesta. Totentanz<br />

paro piano y orquesto. Jean-Yves Thlbaudet<br />

Sinfónica de Montreal. Charles Dutoit.<br />

CDDECCA 433 075-2. DDD, 1990.<br />

por I. Dunkerley. Director artístico: R.<br />

Minshull.<br />

Jean-Yves Thibaudet es un pianista<br />

extraordinario, la Sinfónica<br />

de Montreal ha llegado con<br />

Charles Dutort a codearse con las más grandes<br />

orquestas, este disco es pues magnífico,<br />

pero ¡era necesario? El repertorio está atiborrado<br />

por los Krystian Zimerman (con Ozawa,<br />

DG), Lazar Berman (con Giulini, DG),<br />

Sviatoslav Richter (con Kondrashin, Philips).<br />

Claudio Arrau (con Davis, Philips), Marta Argench<br />

(Abbado, DG), y están anunciadas las<br />

reediciones de Gyorgy Czüfra. Yuri Boutoff,<br />

Samson Francois... Thibaudet ha demostrado<br />

unas raras afinidades con el repertorio francés<br />

menos concurrido (Chausson, Ravel,<br />

Decca), ¡por qué su director artístico no le<br />

hace grabar la obra genial de Emmanue!<br />

Chabrier?<br />

RE<br />

USZT: Sonata en si menor. Tres Sonetos<br />

de Petrarca. Sonata después de una lectura<br />

de Dante. Rafael Orczco (piano). AUVI-<br />

DIS VALOIS V4643. DDD. Grabación:


Hertí, 111/1990. Ingeniero: Anthony Howell.<br />

Director artístico: Mark Brown.<br />

64W.<br />

Los cuatro gatos que tuvimos la<br />

suerte de escuchar a Rafael<br />

Orozco en su recita) madrileño<br />

del último Festival de Otoño sabíamos -tras<br />

esa experiencia inolvidable- que el pianista<br />

cordobés estaba en el mejor momento de<br />

su carrera, que parecían recobrarse aquellas<br />

grandes esperanzas de su integral de los conciertos<br />

para piano y orquesta de Rachmaninov<br />

con Edo de Waart (Philips), una de las<br />

referencias insoslayables de esas obras, hicieron<br />

concebir y que sus altibajos en otras actuaciones<br />

habían hecho palidecer. Pues bien,<br />

este disco admirable, nos da la razón mientras<br />

nos llena de alegría ver cómo un intérprete<br />

español alcanza su madurez de manera<br />

tan inteligente y de la mano de un repertorio<br />

cargado de geniales puntos de comparación,<br />

de Horowrtz a Zimerman. pasando por Bolet,<br />

Pletnev, Ranki, Cherkasski, Barenboim.<br />

Berman. Brendel, Curcon, Arrau. Pollini, Leonskaia...<br />

Porque, digámoslo pronto, el Liszt de<br />

Orozco se sitúa a la altura de tan impresionante<br />

nómina. Desde la primera nota de la<br />

Sonólo en si menor la emoción es sólo comparable<br />

a la sorpresa. Una emoción que crecerá<br />

a través dé la perfecta puesta en estilo<br />

de la música a la que se está sirviendo con<br />

una técnica a la vez asombrosa y natural, con<br />

una pasión que conviene al Ustzt que pone<br />

toda su cultura, su humanidad de personaje<br />

consciente de estar construyendo la estética<br />

de su tiempo, al servicio de una concepción<br />

global del arte. Hay en estas páginas mucha<br />

literatura, desde su titulo, desde lo que poseen<br />

de glosa de aquello que Steiner ha llamado<br />

presencio real de las grandes obras literarias<br />

en el espíritu del hombre que se descubre<br />

en ellas. Y toda esa literatura aparece<br />

aquí transformada en lo que, con su pretexto,<br />

es capaz de hacer este arte de lo inmediato<br />

y de lo eterno que llamamos música.<br />

Para descubrir todo eso hace falta, además<br />

de una técnica soberbia, la capacidad<br />

para asumir toda la tradición que desde su<br />

creación ha tratado de traducido. Y como<br />

Oroico es un virtuoso en el sentido más engrandecedor<br />

del término, su dominio aparece<br />

conformado siempre por la inteligencia,<br />

por una efusiva expresividad que sabe llegar<br />

incólume al final de su aventura Escuchar así,<br />

por ejemplo, el Soneto 104 de Petrarca es<br />

comprender cómo la reunión de dos genios<br />

-el escritor y el músico- ha servido, en definitiva,<br />

para que seamos nosotros quienes<br />

terminemos la lectura del mundo que uno y<br />

otro nos proponen y que nuestro contemporáneo<br />

-el intérprete- nos ofrece como<br />

posibilidad a compartir. Rafael Orozco ha<br />

entrado en el paraíso -cerrado para muchos<br />

y abierto para pocos, como diría el clásico<br />

Soto de Rojas- sólo reservado a los más<br />

grandes.<br />

LS.<br />

MARTINU: Sinfonías núms. I y 5. Royal<br />

Seottijh National Orchestra. Director:<br />

Bryden Thomson. Productor: Tim Oldham,<br />

Ingeniero: Philip Couzans. Grabación:<br />

Dundee, IV/1990. CHANDOS CHAN<br />

B9I5. DDD. 34'37" y 29"26". Distribuidor:<br />

Harmonía Mundi.<br />

Ya hemos reseñado la primera<br />

entrega de esta integral sinfónica<br />

de Martinu. Remitimos al lector<br />

a lo que decíamos en el número 58 de<br />

SCHEBZO, página 65. El nivel es igual de alto,<br />

como era de esperar. Los momento más<br />

elevados quizá correspondan, en esta ocasión,<br />

al Moderato y aJ Largo de la Pnmera<br />

Sinfonía, asi como al Larghetto y al Lentoallegro<br />

de la Quinta. Insistimos en que Thomson<br />

no pretende superar a Neumann. sino<br />

más bien obtener una lectura diferenciada,<br />

con mayores aristas y a la luz de determinadas<br />

aportaciones sinfónicas de nuestro tiempo,<br />

como la de Shostakovich. Los movimientos<br />

lentos de Thomson están cargados de<br />

tensión, sus crescendi son realmente impresionantes.<br />

Otra insistencia: la excelente prestación<br />

de una orquesta que no figura entre<br />

las grandes, que graba habitual mente y ademas<br />

lo hace bien. Un ejemplo a seguir que<br />

en nuestro país teñen en cuenta en Tenerife<br />

y casi en ninguna otra parte. La integral Martinu<br />

de los escoceses y Bryden Thomson es<br />

hasta el momento excelente, cuando falta el<br />

disco en que estén registradas la Segundo y la<br />

Sexto.<br />

S.MA<br />

MASSENET; Manon. Jeannette Pilou, sop.<br />

(Manon); Jaime Arapll, ten. (Des Grieux);<br />

Giampiero Mastromei, bar, (Lescaut); Wladimiro<br />

Ganzarolll, bar. (Conde Des<br />

Grieux). Orquesta y Coro de la Opera de<br />

Viena. Director: Serge Baudo. MYTO 2<br />

MCD 916.49. ADD. 7B'3I" y 78'48". Grabación:<br />

Viena, 1971. Distribuida por Diverdl.<br />

Con muy buen sonido, se presenta<br />

esta edición vienesa, que<br />

reúne a un solvente cuarteto<br />

vocal. Pilou. una soprano greco-francesa habitual<br />

Micaela (que grabó con Crespin), Marguerite<br />

(que lo fue en Madrid), Juliette y<br />

otras heroínas galas, suplía lo módico de su<br />

instrumento (con un agudo siempre de una<br />

dureza lacerante) por medio de una musicalidad<br />

legítima y un cuidado en la aproximación<br />

del personaje verdaderamente ejemplar<br />

escúchese la entrada (presentación) de<br />

la protagonista de esta ópera. Aragall es lo<br />

opuesto. Voz dotadísima, que el intérprete<br />

malgasta. Su Des Gneux es monocorde: la<br />

mezzavoce le es ajena (incluso en el suefio,<br />

cuando intenta utilizarla, está a punto del gcjllo).<br />

Aragall destaca entonces los aspectos<br />

más apasionados, los juveniles y amorosos,<br />

de Des Grieux: su mejor momento es en la<br />

escena de Saint Sulpice y en el Hotel Transilvania.<br />

Mastromei y Ganzarolli pueden con<br />

sus respectivos empleos y Baudo, poco volcado<br />

al repertorio teatral, hace una lectura<br />

dinámica y, por secciones, escrupulosa. Por<br />

ello ofrece la partitura casi completa, más de<br />

lo que suele hacerse en escena (pero se come<br />

el bellísimo minueto que Massenet colocó<br />

como preludio de la Coura de la Reine).<br />

MESSIAEN: Quotour pour la fin du<br />

F.F.<br />

DISCOS<br />

Théme et variations (1932). Yvonne Lorlod,<br />

piano. Chriitoph Poppen, víolln. Manuel<br />

Fischer-Dieslcau, violonchelo. Wolfgang<br />

Meyer. clarinete. Grabación París, XI/1990.<br />

Productor Gerd Berg. Ingeniero: Hartwig<br />

Paulien. EMI CDC 7 54395 2. DDD.<br />

Con esta lectura deben de ir<br />

«*<br />

por la docena las verdiones fonográficas<br />

del Cuarteto para el<br />

fin del tiempo, página sobrecoged ora e ¡mpresionarrte<br />

donde las haya. Los aficionados<br />

conocen de sobra las circunstancias de esta<br />

composición, dramáticas en si mismas. La<br />

versión que nos ocupa está protagonizada<br />

por tres jóvenes virtuosos de talla indiscutible,<br />

a los que se añade Yvonne Loriod, grandísima<br />

intérprete y esposa de Messiaen. Pues<br />

bien, todos estos espléndidos mimbres, a los<br />

que hay que añadir la presencia de! compositor,<br />

no consiguen un Cuarteto mínimamente<br />

inquietante, salvo en el último de los ocho<br />

movimientos, la Alabanza a la inmortalidad de<br />

Jesús, con Poppen y Loriod a solas. El tono<br />

es claro, optimista, sensual incluso. Están tocando<br />

otra obra, no el Cuarteta de Messiaen.<br />

Mejor le fue a EMI con el traspaso a CD de<br />

aquella espléndida versión de Gruenberg<br />

(violín), de Peyer (clarinete), Pleeth (chelo) y<br />

Béroff (piano), una entre las cuatro o cinco<br />

desentrañadoras lecturas de referencia que<br />

el sonido grabado nos dio de esta página<br />

hermosa, dura y (a pesar de los pesares) nada<br />

optimista. No es rara que a Poppen y a<br />

Lonod les vaya mejor en la densa pero no<br />

trascendental pieza de bravura de 1931 Temo<br />

y variaciones, donde nadie puede discutirles<br />

la grandeza de su discurso.<br />

S.M.B.<br />

MOZART: Serenólos y Divertimerttos. Una<br />

pequeña músico nocturna en sol mayor, K 525.<br />

Serenata en re mayor, K 239 («Serenata nocturno»).<br />

Uno broma muskal. K 522, Dwrtimento<br />

en re mayor, K 251, Diverümento en re mayor,<br />

K 131. Serenata en si bemol mayor, K. 361<br />

(370a). D/verümento en mi bemol mayor, K<br />

232 (240a). Serenata en mi bemol mayor, K.<br />

375 Serenata en do menor, < 386 (384a). Divertimento<br />

en si bemol mayor; K 270. Orquesta<br />

de Cámara Orphaus. 4 CD DDD.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON 431 689-2.<br />

Productor Worf Erichson. Ingenieros: Stephan<br />

Schellmann y Andreas Neubronner.<br />

Grabaciones: Nueva York, III/I98S-III/I990.<br />

, 58 r 3r. 63'32-, 60'38".<br />

La explotación de grabaciones<br />

previas mediante su agrupación<br />

en las más variadas compilaciones<br />

bajo la leyenda «all setections previously released<br />

on CD» es una estratega comercial muy<br />

común. En el caso de la Orpheus y la Deutsche<br />

Grammophon resulta paradigmática.<br />

Esta entrega está por entero dedicada al<br />

Mozart ligero de las serenatas y divertimentos<br />

(casaciones, danzas y contradanzas quedan<br />

al parecer para otra ocasión), música en<br />

la que el grupo neoyorkino se muestra como<br />

consumado especialista. Nueve de las diez<br />

piezas reunidas están en tono mayor sólo la<br />

enigmáticamente seria Serenólo K 388 constituye<br />

una excepción. Salvo la Bromo música)<br />

y la Pequeflo músico nocturno, las fechas de<br />

SCHERZO 67


DISCOS<br />

composición están comprendidas en la década<br />

que se inicia en 1772, y si descartamos el<br />

Divertimento K 131, nos quedamos con un<br />

cwpus central de siete obras firmadas entre<br />

1776 y 1782, es decir, de los últimos años<br />

en Salzburgo y primeros en Viena.<br />

El primer disco contiene tres best-seller<br />

absolutos. La violencia con que se ataca el<br />

Allegro inicial de la Pequeño músico nocturno<br />

sorprenderá a no pocos, pero es plenamente<br />

coherente con la sombra trágica que, tras<br />

los delicados movimientos centrales, nubla<br />

fugazmente el humor desenfadado y burlón<br />

del final. Siempre en ejecuciones de gran nivel,<br />

más gustará sin duda la contundencia de<br />

los tutti en la Serenata nocturna, particularmente<br />

por el logrado contraste que en el<br />

rondó conclusivo ofrecen frente a la exquisita<br />

sutileza que en sus múltiples reprises exhibe<br />

el anónimo concertino. Este destaca asimismo<br />

en la Bromo musical, donde además es<br />

secundado por las trompas más afinadamente<br />

desafinadas que se pueda imaginar.<br />

Los dos Divertimeníos K 251 y K 131 son<br />

en sentido estncto dos serenatas escritas en<br />

estilo francés e italiano evolucionado respectivamente.<br />

Aunque la calidad interpretativa<br />

va aumentando a medida que las cuerdas<br />

van perdiendo protagonismo, en ambos seguiremos<br />

sin embargo gustando más del preciso<br />

pero amplio e imaginativo fraseo de los<br />

movimientos lentos que de la brusquedad<br />

relativa con que se marcan los ritmos de<br />

Allegros y Minuetos.<br />

Los dos últimos discos son propiedad exclusiva<br />

de los instrumentos de viento y constituyen<br />

en su conjunto la razón de más peso<br />

para la adquisición del álbum. Claro que para<br />

ello habrá que pasar por arto la Serenata K<br />

361, ya comentada en el número 53 de<br />

SCHERZO, cuando apareció integrada en la<br />

colección de DG Mozart 3D: ni por lo más remoto<br />

puede competir con la magistral versión<br />

de los doce solistas de la Orquesta de Cámara<br />

Inglesa bajo la dirección de Daniel Barenboim,<br />

que EMI acaba de publicar en otra edición<br />

comprensiva. Pero a continuación vienen<br />

cuatro joyas sencillamente excepcionales, plenas<br />

de carácter, admirables por la exactitud<br />

de articulación, el atractivo empaste y la compacta<br />

unidad de concepto de todos los intérpretes.<br />

De entre las muchas maravillas que<br />

aquí encontrara, el indeciso no tiene más que<br />

escuchar el primer Allegro de la Serenoto K<br />

388, todo un prodigio de contagiosa vehemencia<br />

que nos remite inmediatamente al clima<br />

del final del segundo acto de Los todos de<br />

Fígaro, asi como el Presto del Diverúmento K.<br />

210 a la letra del Dúo de la carta en la misma<br />

ópera. O bien puede extasiarse con la cálida<br />

expresividad del Adagio de la Serenata K 375,<br />

cuya descripción instrumental en el folleto adjunto<br />

omite por cierto la presencia de los darinetes.<br />

En resumen: dos discos que valen por<br />

cuatro; o a la inversa, según se mire.<br />

A.B.M<br />

MOZART: Sonatas para violln y piano. tahalí<br />

Perlman, violln, Daniel Barenboim, piano.<br />

Grabación: París y Nueva York. 1984-<br />

1990. DEUTSCHE GRAMMOPHON<br />

43I784-2.DDD.3O5'57-.<br />

68 SCHERZO<br />

Esta integral de Sonotos para<br />

v/o//n y piano de Mozart, comenzada<br />

hace casi ocho artos<br />

por Perlman y Barenboim, ha perdido por el<br />

camino alguna preciosa obrita, como las Venaciones<br />

K 359 y K 360. Es una lástima, pero<br />

no es eso lo que puede dar lugar a polémica<br />

o a desacuerdo entre los aficionados.<br />

El rechazo de algunos puede venir de la manera<br />

de interpretar estas obras de Mozart<br />

cuando ya llevamos tanto tiempo acostumbrándonos<br />

a otro tipo de sonoridades y<br />

conceptos al escuchar nuevas lecturas de las<br />

obras del maestro de Salzburgo y de sus<br />

contemporáneos. Dos grandes divos, dos<br />

monstruos de la interpretación musical de<br />

nuestros días, hacen un Mozart camerlstico<br />

en el sentido posterior o Mozón: del término.<br />

Lo que para ciertos aficionados (acaso no,<br />

quién sabe) puede resultar incongruente o<br />

inadecuado a estas alturas, a m( me parece<br />

fascinante. Los instrumentos originales y las<br />

pautas del pasado no han dicho aún, ni creo<br />

que la digan nunca, la última palabra sobre la<br />

interpretación de Mozart Como no la dijeron<br />

los grandes maestros del pasado que<br />

aún desconocían ese universo sonoro que<br />

ha sido descubierto tan sólo en las últimas<br />

décadas. Por eso aún resultan estimulantes<br />

lecturas magistrales como la de estos dos<br />

sensacionales músicos. Cada palo debe<br />

aguantar su vela. Y la de Perlman y Barenboim<br />

es la de grandes concertistas en el<br />

Excelentes recreaciones<br />

DANIEL<br />

BARENBOIM<br />

En primer lugar, excusas para<br />

los lectores y también para<br />

EMI Classics, ya que este álbum,<br />

por error, se quedó sin adjudicar y<br />

quien esto firma lo ha tenido que escuchar<br />

deprisa y corriendo durante las vacaciones<br />

de Navidad para que el comentario puediese<br />

salir cuanto antes. Advirtamos también<br />

a los posibles compradores de estos<br />

discos que la serie de Vonoriones de Mozart<br />

no tiene nada que ver con los enormes<br />

edificios que representan las Goldberg de<br />

Bach o las Diabelii de Seethoven; tampoco<br />

se puede comparar con los bellísimos movimientos<br />

en forma de variaciones del propio<br />

Mozart (por ejemplo, recordemos los<br />

de los Conciertos de píono, K 450, K 453, K<br />

456, K. 491; los de los Cuartetos de cuerdos,<br />

K 421 y K. 464, o bien las Variaciones paro<br />

piano o cuatro manos, K 501). La mayoría<br />

de estas obras se basan en temas célebres<br />

de la época, extraídos de óperas que el público<br />

de entonces conocía bien y que el<br />

propio compositor destinó a la enseñanza,<br />

si bien las más difíciles en el aspecto técnico<br />

se las reservó para sí mismo. De cualquier<br />

forma, música menor, compuesta por<br />

sentdo tradicional, sin que tradición signifique<br />

aquí reacción ni apego al pasado. No<br />

quiera el destino que Perlman se convierta<br />

en Kuijken ni Barenboim en Badura-Skoda.<br />

Ni viceversa. Por eso este recital, con sus<br />

toques de densidad romántica, su discurso<br />

casi brahmsiano, su dimensión de música de<br />

salón vista muy a posterion, su acentuación<br />

del carácter concertante de las piezas, es un<br />

logro, una necesidad para los aficionados y<br />

una propuesta musical de singular altura. Eso<br />

sí, el concepto de Clasicismo es secundario<br />

o ha desaparecido. El virtuosismo de Perlman<br />

y Barenboim, su excelente compenetración,<br />

el coherente concepto que como<br />

totalidad quizá corresponda al excelente<br />

pianista argentino en su calidad de maestro<br />

concertador, sitúan esta integral en la línea<br />

de las mejoras lecturas del repertorio, no<br />

desmereciendo de versiones antiguas como<br />

las de Gnjmiaux y Clara Haskil.<br />

s.M.a<br />

MOZART: Música pora prono o cuatro monos,<br />

j ustus Frantz y Christoph Eschenbach,<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON 435042-2<br />

GX2. 2 CD 75'06". 76 1 05". Precio econó-<br />

un genio, claro que siempre tiene interés y<br />

más si está interpretada tan convincentemente<br />

como Daniel Barenboim lo hace en<br />

este excelente álbum.<br />

El critico y musicólogo italiano Piero<br />

Rattalino, una de las autoridades indiscutibles<br />

en el aspecto pianístico, siempre ha<br />

considerado las grabaciones de Barenboim<br />

(sobre todo las de las Sonetos de Beethoven)<br />

como muy controladas y «con algo<br />

de magistrales, pero siempre de maestro<br />

de escuela antes que de maestro de arte»<br />

{ver Da Clementi a Potlini, pág, 490). En este<br />

álbum, no obstante, el gran pianista hace<br />

acto de presencia y deja traslucir una fe<br />

y un amor inquebrantable por esta música,<br />

poniendo todas sus indudables dotes al<br />

servicio de la misma. La serie de variaciones<br />

está presentada en orden cronológico,<br />

de la K. 24 a la K 613, y son interpretaciones<br />

coherentes, redondas, estilísticamente<br />

irreprochables, intensas, espontáneas, claras<br />

y expresivas. No son las únicas, desde<br />

luego (ahí tienen a Gieseking, a Gould y a<br />

un largo etcétera), pero suponen un hito<br />

importante en la discografta mozartiana y<br />

en la del propio Barenboim (que, por cierto,<br />

grabó las quince series de Voriociones<br />

en pocos días, sin el menor atisbo de rutina<br />

o arbitrariedad). Un gran álbum, en suma,<br />

muy bien grabado y con excelentes<br />

comentarios de Robín Golding y Eckhardt<br />

van den Hoogen, especialmente los del<br />

primero.<br />

MOZART: Voriociones paro piano sota<br />

Daniel Barenboim, piano. EMI 7 543<strong>62</strong> 2.<br />

3 CD. DDD. 61', 65', 65'. Grabación: Munich<br />

111/1991. Producción: John Frwer. Ingeniero:<br />

Mark Vigars.


mico. Grabación: 1972, 1973 y 1974. Productor:<br />

Fraiu Christian Wulff. Ingeniero:<br />

Karl August Naegler.<br />

La obra pianística a cuatro manos<br />

de Moíart ocupa una zona<br />

insistente de su producción<br />

(1765-1791) aunque un tanto marginal en relación<br />

a su obra de teclado para instrumento<br />

solo o con orquesta. Hay un poco de todo<br />

en ella: sonatas, una fantasía, variaciones, alguna<br />

transcripción de instrumento mecánico a<br />

manual. En buena medida, es un trabajo doméstico,<br />

íntimo, hecho para la hora familiar<br />

de los Mozart en algún salón privado. El genio,<br />

en cualquier caso, inquieta a estas páginas<br />

y Mozart nunca pudo por menos.<br />

La versión (je Frantz y Eschenbach rescata,<br />

sobre todo, la textura para teclado, es decir<br />

que es objetiva y distante. Son dos pianistas de<br />

cámara, atentos a las voces que acompañan o<br />

secundan, que suman, directamente, entre sus<br />

cuatro manos, el sonido de un solo piano.<br />

Si pensamos en el dúo Badura-Demus, aquí<br />

se nos presenta un Mozart más germánico y<br />

menos wenés. A los especialistas en Europa<br />

Central corresponde desovillar el enigma.<br />

MOZART: Sonatas paro piano. Georges<br />

Piudermacher, piano. 5 CD HARMONÍA<br />

MUNDI HMC 90173.77. ADD (O- 68'42",<br />

67"48-, 6S'57", 6T49", 68'49-, 68'14". Grabación:<br />

III-VI/I99I. Productor: Jacques Drillon.<br />

Ingeniero: Michel Pierre.<br />

Al parecer, más un proyecto de<br />

la industria que del arte, este ciclo<br />

de las Sonatas mozartianas<br />

no está destinado a abrirse un camino propio<br />

en la discografla Existen opciones muy claras<br />

tanto con instrumento moderno (Pires) como<br />

con teclado de época (Badura-Skoda), En<br />

el caso de Pludermacher, se han asumido<br />

hasta las últimas consecuencias unos planteamientos<br />

ale]ados del estilo, aquí el medio instrumental<br />

condiciona como nunca el resultado.<br />

Escuchamos una música nítida, pero que<br />

por color o volumen puede pertenecer a<br />

cualquier autor y cualquier época. La sombra<br />

de la tradición distorsionadora posterior a<br />

Mozart es por demás evidente, en especial la<br />

de un pianismo técnicamente deslumbrante,<br />

a la manera de Liszt El sonido se agiganta,<br />

con unos acordes demoledores en la mano<br />

izquierda, como en la Fantasía en do menor,<br />

colocada bajo la óptica decimonónica, pero<br />

también en piezas más galantes, por ejemplo<br />

la Sonata K-283. Un sentido lúdico más ingenuo,<br />

empero, puede apreciarse en alguna de<br />

las páginas del último periodo, como la Sonata<br />

K-5?ó, mis el balance final no mejora mucho<br />

por elfo.<br />

LM.M.<br />

MOZART: Misa en do menor K. 427<br />

(417a). Ave Verum Corpus K. 618. Audrev<br />

Mlchael y Bernarda Fink (sopranos). Marx<br />

Tucker (tenor), Michel Brodard (bajo). En-<br />

Caraycruz<br />

Empecemos por la cruz, si<br />

bien afortunadamente Sir Georg<br />

mejora su tan cacareada<br />

versión del Réquiem, y ofrece una lectura<br />

con sus consabidos cntenos interpretativos<br />

basados siempre en la exactitud, brillantez,<br />

respuesta orquestal perfecta y mensaje<br />

prácticamente inexistente; es decir, Solti dirige<br />

igual esta Misa que la Noveno de Shostakovich<br />

o que ía Segundo de Schumann,<br />

por poner dos universos estéticos bien distintos<br />

entre sí y, por supuesto, diametralmente<br />

opuestos al mundo mozartiano. De<br />

cualquier forma, y a pesar de que la espiritualidad<br />

de esta música sublime brille por<br />

su ausencia, la interpretación puede dar el<br />

pego sin excesivos problemas (el Réquiem<br />

de la Catedral de San Esteban, tosco y zafio,<br />

no llegó ni a eso), ya que cuenta con<br />

cuatro competentes solistas, con una Filarmónica<br />

de Viena a la que en esta ocasión<br />

no castiga demasiado con sus acostumbrados<br />

y contundentes trallazos y, finalmente,<br />

con una espectacular e imponente grabación<br />

en la línea de calidad habitual de los<br />

registros Decca. Así pues, otro disco típico<br />

del último Solti que seguramente hará felices<br />

a los amantes de la alta fidelidad y a los<br />

que se deleitan en el suntuoso sonido orquestal<br />

de la Filarmónica de Viena. ¡Mozartí.<br />

¡y quién en ése?<br />

Lo de Bemstein en otra cosa en todos<br />

los sentidos, menos en la grabación que<br />

también es excelente. El disco compacto,<br />

que contiene dos obras más que el de Solti<br />

(Ensartóte jubilóte y Ave verum), nos ha sido<br />

enviado en una caja con la cinta VHS del<br />

correspondiente Láser Disc. Estamos, pues,<br />

ante el típico concierto en vivo de Lenny,<br />

hecho en esta ocasión en la hermosa iglesia<br />

barroca de Waídsassen (Baviera), de una<br />

admirable realización cinematográfica y, sobre<br />

todo, de una interpretación musical sincera<br />

y profunda, de una alegría trascendental,<br />

como bien señala el comentario anónimo<br />

que acompaña a este documento. La<br />

iglesia, de acústica perfecta y de hermosa<br />

decoración rococó, contribuye a hacer más<br />

atractivo el concierto, que posee un extraño<br />

magnetismo y una vibración propia de<br />

las grandes interpretaciones. Buenos solistas,<br />

especialmente los femeninos (von Stade<br />

ocupa el lugar de Arleen Auger en el<br />

Laudamos Je de la Miso) y excelentes coro<br />

y orquesta, absolutamente hipnotizados<br />

semble Vocal el Instrumental de Lausanne.<br />

Director: Michel Corboz. CASCAVELLE<br />

VEL 1011. Grabación: Lausanne, XI/1989.<br />

Dirección artística: Michel Garcin. Ingeniero;<br />

Jean Chatauret 58'. Réquiem en re menor<br />

K <strong>62</strong>6 (Instrumentación: Fram Beyer).<br />

Catherine Dubosc (soprano), Ewa Podles<br />

(contralto), Guy de Mey (tenor), Michel<br />

Brodard (bajo). Ensemble Vocal et Instrumental<br />

de Lausanne. Director Michel Corbox.<br />

CASCAVELLE 1012. Grabación: Friburgo,<br />

111/1990. Director artístico: Michel<br />

Garcin. Ingeniero: Jacques Dolí. S0'37".<br />

Michel Corboz lleva anos demostrando<br />

que es un músico<br />

honesto, trabajador, sensanto.<br />

DISCOS<br />

por el peculiar imán de Leonard Bemstein.<br />

Una gran versión, en suma, sin dudar la primera<br />

entre las modernas interpretaciones<br />

de la Misa, K 421 (Abbado, Levine, Karajan,<br />

la muy interesante de Gardiner y la que<br />

hemos comentado de Solti). Una diana de<br />

Bemstein, que además escribe un interesante<br />

artículo titulado Mracfes are in tne oír,<br />

sobre el lugar donde se interpreta este<br />

concierto y su significación.<br />

E.PA<br />

MOZART: Misa en do menor, K 427 (en<br />

la versión editada por H.C. Robbins Lando<br />

n). Elizabeth Norberg-Schulz (sop. I),<br />

Aune Sofie von Octer (sop. II), Uwe Heitmann<br />

(ten.), Rene Pape (bajo). Coro de la<br />

Asociación de conciertos de la Opera Estatal<br />

de Viena. Maestro de coro: Peter Burían.<br />

Orquesta Filarmónica de Viena. Director<br />

Sír Georg Sotó. DECCA 433749-2.<br />

DDD. 52'. Grabación: XI1/1990 en la Gran<br />

Sala de la Wiener Konzerthaus. Productor:<br />

Michael Haas. Ingeniero: John Pellowe.<br />

MOZART: Miso en do menor, K 427. Ave<br />

verum, K. 618. Exsuttate ¡ubiiate, K 165- Arleen<br />

Auger (sop.), Frederica von Stade<br />

(mezzo), Frank Lopardo (ten.), Cornelius<br />

Hauptmann (bajo). Coro y Orquesta Sinfónica<br />

de la Radiodifusión Bávara. Director:<br />

Leonard Bernstein. DEUTSCHE<br />

GRAMMOPHON 431791-2. DDD. 72'<br />

Grabación: IV/1990 en concierto público<br />

en la Stiftbasilika de Waídsassen. Producción:<br />

Hans Weber. Ingeniero: Hans-Peter<br />

Schweigmann.<br />

que sin lograr habitualmente resuftados espectaculares<br />

-con alguna excepción, como<br />

sus Solmos de Mendelssnon grabados a finales<br />

de los setenta con la Orquesta y el Coro<br />

de la Fundación Gulbenkian de Lisboa- no<br />

deja nunca un mal sabor de boca en quien<br />

escucha,<br />

Esta vez se atreve con dos obras capitales<br />

en el catálogo mozartiano que. para colmo,<br />

poseen ya una discografta muy amplia y, en<br />

ocasiones, muy valiosa, ciertamente difícil de<br />

superar. La Moa en do menor, para empezar,<br />

se ha beneficiado ya, sin ir más lejos, de unas<br />

cuantas lecturas modélicas y distintas en sus<br />

planteamientos, como para conformar a tirios<br />

y troyanos: Gardiner (Philips), Hamoncourt<br />

(Teldec), Hogwood (Decca), Fricsay<br />

SOHERZO 69


DISCOS<br />

(DG) y Leppard (EMI). No está nada mal.<br />

Corboz le echa dignidad al asunto y cuenta,<br />

sobre todo, con un coro de excelente calidad<br />

-lo que viene de perlas al Ave Verum<br />

Corpus- y una soprano digamos principal<br />

-Audrey Michael- que irá a menos, pero<br />

que al inicio de su intervención en el Kyrie<br />

deja al oyente con la boca abierta, por expresividad<br />

y por belleza de voz. Es un momento<br />

casi milagroso pero que, ay, no habrá<br />

de repetirse. Lo que puede ser mucho y no<br />

ser demasiado.<br />

En el Réquiem también lo tiene crudo el<br />

buen director suizo. Otra vez Gardiner (Philips),<br />

la primera versión de Karajan (DG),<br />

Bemstein (DG)... No son malos botones de<br />

muestra y,sobre todo, son opciones cargadas<br />

de la fuerte personalidad de sus intérpretes,<br />

algo que difícilmente podremos pedirle al<br />

siempre probo Corboz. Como en la Misa, lo<br />

mejor de su versión son las voces del coro,<br />

ágiles, prontas y resueltas además de hermosas.<br />

Los solistas sólo regular, con una soprano<br />

algo atiplada, una contralto de oscuridad<br />

metálica y un tenor y un bajo de no muy bellos<br />

timbres, por mas que todos, como su<br />

conductor, honestos, las bazas de Corboz.<br />

pues, no son demasiadas, pero como se trata<br />

de obras que siempre han tentado al coleccionista...<br />

LS.<br />

MOZART: Die Entfíifvung ous dem Serail.<br />

Lynne Dawson (Konstanie), Marianne<br />

Hirsti (Blonde), Uwe Heilmann (Belmonte),<br />

Wilfried Gahmlich (Pedrillo), Gunther von<br />

Kannen (Osmin), Wolfgang Hinze (Pasha<br />

Selim). The Academy of AncienI Music Orchestra<br />

and Chorus. Director ChrisCopher<br />

Hogwood. L'OISEAU LYRE 430 339-2. 2<br />

CD. DDD. 144" 13". Grabación: Londres.<br />

1/1990. Productor Peter Wadiand. Ingeniero:<br />

John Dunkeríey.<br />

Con esta grabación del Rapto<br />

mozartiano nos acercamos posiblemente<br />

más que con Harnoncourt<br />

(Teldec) a los auténticos volumen<br />

y color orquestales en los que pudo pensar<br />

su autor. Por lo demás, Tos dos registros<br />

-los más interesantes hasta la fecha -son<br />

muy distintos en cuanto a la concepción del<br />

Singspiel. Hamoncourt, con su agresividad<br />

de perfiles, lo acerca al drama, mientras que<br />

para Hogwood continúa siendo una operela,<br />

un juego en suma. Pero esto no significa<br />

que los personajes se conviertan en marionetas:<br />

a partir de un reparto basado en general<br />

en voces ligeras, la versión consigue<br />

una aportación convincente en el plano vocal.<br />

Heilmann es un Selmonte noble, de<br />

canto juvenil y linea mozartiana sin afectación.<br />

Dawson da a su Konstanze tonos moderadamente<br />

patéticos, en tanto que Kannen<br />

salva a Osmin de la caricatura (O, wie<br />

YÁII Ich thumphieren). Un punto más flojo es<br />

el Pedrillo de Gahmlich, quien roza la pérdida<br />

de la afinación en In Mohrenland. Gran<br />

interés tiene la dirección de Hogwood. secundado<br />

por una Academy deslumbrante<br />

-por ejemplo en las terquerías-, cobrando<br />

un relieve nuevo los instrumentos de viento.<br />

70SCHERZO<br />

EMM<br />

El célebre registro de La Pauto<br />

mágica dirigido por Sir Thomas<br />

Beecham y producido por<br />

Walter Legge alcanza con este reprocesado<br />

de Nimbus Records (que nos ha sido<br />

enviado directamente desde Londres, ya<br />

que el distribuidor español del sello británico<br />

anda un poco en la higuera) su enésima<br />

reedición, pena esta vez con un sonido que<br />

supera en claridad y definición a todos los<br />

anteriores lanzamientos y publicaciones en<br />

diversos sellos, desde ÉMI-La voz de su<br />

amo a Tumabout pasando por Worid Record<br />

Club, Odeón o Electrola. Si a ello añadimos<br />

un3 presentación óptima, con un libreto<br />

que contiene una amplia documentación<br />

sobre la ópera y sobre su grabación, la<br />

elección no debe ofrecer ninguna dificultad.<br />

Añadamos también una aclaración necesaria<br />

para futuros compradores de este álbum,<br />

y es que lo que se anuncia en la caja<br />

como The historie first compíeíe recontfng no<br />

es del todo cierto, ya que esta grabación<br />

fue hecha por Beecham durante sus dos<br />

viajes a Alemania en noviembre de 1937 y<br />

febrero de 1938. Cuando el director ingfés<br />

parto de Berlín el 3 de marzo de ese año,<br />

faltaba la última toma de grabación que, lamentablemente,<br />

no pudo llegar a realizarse<br />

por el comienzo, en 1939, de la Segunda<br />

Guerra Mundial -además, en el libreto que<br />

acompaña a estos discos, consta como última<br />

fecha de grabación el 8 de marzo de<br />

1938, cuando Sir Thomas ya no estaba en<br />

Berlín-. El registro fue completado por<br />

otro director, y asi ha sido publicado desde<br />

su primera publicación en discos de 78<br />

r.p.m. (un treintaflero Karajan dirigía entonces<br />

en la Berliner Staatsoper Unter den<br />

Linden varias representaciones de esta<br />

ópera, por lo cua), no es de extrañar que<br />

fuese él quien completase la grabación,<br />

aunque nunca se ha llegado a confirmar la<br />

veracidad de esta suposición). De cualquier<br />

forma es una versión en la que el color, el<br />

brio, el sentido del estío, el refinamiento, el<br />

encanto y la justa proporción y el equilibras<br />

de todos los medios, se alian para formar<br />

una versión de nivel óptimo que pasa por<br />

ser una de las grabaciones clásicas en toda<br />

la dtscografía mozartiana.<br />

Las voces que intervienen son también<br />

excelentes: Berger posee una voz demasia-<br />

MOZART: Rarezas y sorpresas. Cuaderno<br />

Reedición definitiva<br />

de notas de Londres. Músicas de «Don Govonni»<br />

y


M Ú S I C A A M E R I C A N A H O Y<br />

Hl<br />

,-MSB<br />

Área tk ^tus¡ea<br />

I V A E<br />

JOSÉ LUIS RUIZ DEL PUERTO guitarra Y GLORIA FABUEL, soprano.<br />

OeíAi DE: R. SMfTH-BRNDLE - F. HACER PLA - J.A. ORTS - E. CALANDh<br />

J.L RUfe DEL PUERTO - ENRIQUE SANZ - J.W. WJARTE.<br />

DÍA 12 / 20.15 h. PALAU DE LA MÚSICA DE VALENCIA"<br />

LE NOUVEL ENSEMBLE MODERNE, de Montreal (CANADÁ)<br />

LORRAINE VAILLANCOURT, directora.<br />

OBRAS DE: GTORGY UGET1 • JOSÉ EVANGEUSIA • BRIAN CHERNEY - CLAUDE VIVIR<br />

JULIA WOLFE.<br />

DÍA 13 / 20,30 h. RIALtO SAtA OlíATC<br />

FERNANDO PUCHOL, plano.<br />

OBRAS M: «. BARCE - J. DAMAS - C. VERDÚ - A. MÁRQUEZ - C. PALACIO,<br />

DÍA 14 / 20 i5h<br />

DE VALENOA<br />

ORQUESTA SINFÓNICA DE VALENCIA. MANUEL GALDUF, director.<br />

OBRAS DE: JOHN ADAMS • R. GERHARD - B.<br />

DIA 15 / 20,30 h. RIALTO SALA QUATRE<br />

STEFANO SCODANIBBIO, contfabOjO.<br />

OBRAS DE: JUUO ESIRADA - JACOS DRUCKMAN - JOHN CAGE - MANUEL ENRIQUE<br />

STÍFANO SCOOANIBeO.<br />

DIA16 / 18 h. / 20,15 h. PALAU DE LA MÚSICA DE VALENCIA<br />

GRUP INSTRUMENTAL DE VALENCIA. JEAN PIERRE DUPUY, director.<br />

OBRAS DE: E. VÁRESE - M. RODEIRO - M. ENRtQUEZ - K 5TOCKHAUSEN - L. DANCEANU.<br />

GRUPO ARCHAEUS de Rumania. LIVIU DANCEANU, Olrector.<br />

OBSAS DE: CHARlfS BOONE - AURELIO TEliO - STEFAN NCOLESCU - RAFAEL MIRA<br />

SOR1N LERESCU • MIKAI MIREA CELAWANU - UVIU DANCEANU.


DISCOS<br />

bozos infantiles distan mucho de obras acabadas<br />

y listas para la ejecución y la escucha.<br />

Los arreglos para grupos de instrumentos<br />

de viento de Dan Giovanm, debido a Triebensee,<br />

y El rapto en e' Serrallo, tal vez de<br />

Johann Wendt testimonian una etapa de la<br />

difusión de las obras musicales, y son ciertamente<br />

habilidosos. Poco del gran Mozart se<br />

encuentra en estos juguetes sonoros.<br />

LMM.<br />

NIELSEN: Maskarade. Hansen, Landy,<br />

Plesner, Bastían, Brodersn. Coro y Orquesta<br />

de la Radio Danesa. Director: John<br />

Frandsen. 2 CD UNICORN DKP 9073/4.<br />

ADD. 139*47". Grabación: Copenhague,<br />

VI/1977. Productor: Peter Willemoes. Ingeniero:<br />

Evald Rasmussen. Distribuidor Harmonía<br />

Mundi.<br />

Anterior a la Segundo Sinfonía,<br />

esta ópera de Cari Nielsen no<br />

desarrolla aún su estilo maduro.<br />

Lejos del dramatismo de la QuinW y la experimentación<br />

de la Sexto. Maskarade aparece<br />

como una pieza ligera, una visión de comienzos<br />

de nuestra centuna de las óperas<br />

bufas italianas del XVIII, traducida en términos<br />

un tanto arlequinescos. Pero la capa exterior<br />

de las máscaras, la buria constante no<br />

deben engañamos, bajo su bamiz no deja<br />

de percibirse una mirada un punto socarrona<br />

y hasta pesimista del ser humano: igualdad<br />

de los antifaces y en la mediocridad.<br />

Nielsen pinta con gran plasticidad los diversos<br />

tipos, aunque las lineas melódicas, desde<br />

luego adaptadas al danés, sean más bien<br />

convencionales. Frandsen y sus colaboradores<br />

se mueven con habilidad en la dimensión<br />

humorística escogida, un carrusel vertiginoso<br />

y chispeante,<br />

EALM.<br />

N0RHOLM: Cuartetos de cuerda nos. 3.<br />

4, 7 y 8. The Danish Quartet. KONTRA-<br />

PUNKT 32049. DDD. 7111'. Grabación:<br />

Copenhague, 1989-1990. Productor: Michael<br />

Petersen. Ingenieros: Ronald Skovdal<br />

y Lar* Pabig. Ttirbutens-Laminar- Contrast-Continuum.<br />

So to soy. Sonata para guitarra<br />

n° 2. The orthodox Dreoiti. Variante.<br />

Befare siience. Bodil Rarbeek, vlolín; Gert<br />

So re usen percusión; Per Salo, piano, clave;<br />

Nieli Ullner, chelo; Jacob Christensen,<br />

guitarra; The Kuhlau Quartet. KONTRA-<br />

PUNKT 3206S. DDD. 66'13'. Grabación:<br />

Copenhague, IX/1990. Productor e ingeniero:<br />

Jesper Jorgensen. Distribuidor:<br />

Nahuel.<br />

Ib Nerholm (1931) es uno de<br />

los compositores daneses más<br />

destacados de su generación.<br />

Curiosamente, su figura tiene algunos paralelismos<br />

con los músicos españoles de su tiempo:<br />

como ellos, hubo de pasar una crisis que<br />

le permitiese abandonar una tradición nacional<br />

obsoleta y como ellos asumió luego un<br />

camino propio e investigador. Precisamente,<br />

cada pieza de Nartiolm vive una vida propia,<br />

lo que es especialmente contrastable en los<br />

Cuartetos, donde las acotaciones autobiográ-<br />

72 SCHERZO<br />

ficas que sirven de subtítulos más parecen<br />

referencias privadas que verdaderas intenciones<br />

programáticas. Sencillez casi ingenua y<br />

complejidad son los polos de la esentura en<br />

estas obras, sin desdeñar los procedimientos<br />

inhabituales de producción del sonido (Kaleidoscope<br />

II del Cuarteta n" 3). El Cuarteto<br />

Danés recorre los vericuetos de la música<br />

con un control muy medido (tal vez por la<br />

supervisión del autor) de la materia sonora.<br />

Menos importante parece la creación no<br />

cuartetlstica de Narholm, si bien los intérpretes<br />

obtienen un satisfactorio rendimiento<br />

tfmbrico de piezas como So to soy, para flauta<br />

y percusión, y TTie orthodox ttream, para<br />

flauta, chelo y clave.<br />

E.M.M.<br />

PROKOREV: Romeo y Julieta (Ballet completo).<br />

Orquesta del Teatro Kirov de Leningrado<br />

(sic). Director: Valery Gergiev.<br />

2CD. PHILIPS 432 166-2. DDD. 144^16'.<br />

Grabación: San Petersburgo, VIH/1990.<br />

Productor: Anna Barry. Ingeniero: Staan<br />

Taal. PROKOFIEV: Romeo y Julieta (Selección).<br />

Orquesta Sinfónica de Montreal. Director:<br />

Charles DutoiL DECCA 430 279-2.<br />

DDD. 74'50". Grabación: Montreal,<br />

X/1989. Productor: Ray Mimhull. Ingeniero:<br />

John Dunkerley.<br />

Estos dos discos plantean juntos<br />

la eterna canción de si realmente<br />

vale la pena escuchar fragmentariamente<br />

una obra creada para ser oída<br />

en su totalidad. Es verdad que el propio<br />

Prokofiev extrajo dos surtes de su ballet para<br />

ser interpretadas fuera de la escena, lo que<br />

de algún modo legitima la primera opción.<br />

Pero Dutoit prefiere aquí hacer su propia selección<br />

y nos ofrece veinticuatro números de<br />

los cincuenta y dos que comprende la partitura<br />

completa, lo que convierte su disco en<br />

una muestra brillante pero incompleta tanto<br />

de su gusto personal como de la propia música<br />

de Prokofiev.<br />

Si frente a tal oferta nos hallamos con una<br />

versión del ballet completo que, como la de<br />

Gergiev, prima por encima de todo su condición<br />

teatral y juega a fondo la carta de la<br />

escena, la elección no puede ser más sencilla,<br />

Y es que la Orquesta del Teatro Kirov,<br />

todavfa de Leningrado en esta grabación y<br />

hoy ya de San Petersburgo, conoce de memoria<br />

una partitura a la que ha servido muchas<br />

veces desde el foso. Músicos y directores<br />

parecen, en efecto, estar supeditados a<br />

unos invisibles bailannes que serian, al menos,<br />

tan protagonistas como ellos, y eso es<br />

lo que da a su versión, en efecto, una impagable<br />

condición de música viva Deben luchar<br />

con grabaciones tan brillantes orquestalmente<br />

como las de Maazel (Decca), Ozawa<br />

(DG) y Previn (EMI), referencias hasta<br />

ahora indudables, y con la también muy teatral<br />

de Zuraitis con la Orquesta del Bolshoi<br />

(Classics for Pleasure). A pesar de ello, se sitúan<br />

como una magnifica opción que agradará<br />

especialmente a quienes vivan esta música<br />

como lo que es: el genial pretexto de<br />

una acción danzada. La toma de sonido ayuda<br />

inteligentemente a la consecución de ese<br />

clima escénico.<br />

RAMEAL): Reces de clavecín. Christophe<br />

Rousset. clave. (Henri Hemsch, París, 1751;<br />

Anthony Sidey, París, 1988, copia de Ruckers-Hemsch,<br />

1636/1763). L'OISEAU-LYRE<br />

2 CD 42S 886-2. DDD. I29'I4". Grabación:<br />

Castres, Francia, VI/1989. Productor<br />

Peter Wadland. Ingeniero: Jonathan Stokes.<br />

Considerado fundamentalmente<br />

como un opensta genial -refundador<br />

de la tragedia lírica<br />

creada por Lully-, Rameau compuso una<br />

obra para clave no tan nutrida como la de<br />

Franccois Couperin, pero de semejante nivel<br />

de exigencia técnica y gran valor estético. Siguiendo<br />

convenciones inveteradas, como la<br />

de música de danza o el programatismo descnptivo,<br />

su arte se eleva hasta lo aristocrático<br />

y la nobleza expresiva. Rousset con una<br />

técnica muy sólida -escúchese su lectura de<br />

vértigo de los fiigoudons de la Suite de<br />

1724-, ha buscado una fidelidad máxima a<br />

Rameau. Utiliza la afinación sugerida por ef<br />

compositor, toca en un instrumento contemporáneo<br />

estricto de Rameau, salvo, incongruentemente,<br />

el Premier Uvre, tañido sobre<br />

una copia. Sus Píéces ofrecen un plan<br />

global marcado por la rapidez, sin que quede<br />

afectada la claridad, y con un estudio de la<br />

ornamentación. Rousset aparece como poseedor<br />

de una poética más refinada que Gilbert<br />

(Archiv), de estilo evidente fiero poco<br />

librado a la imaginación, y de una perfección<br />

mecánica superior a Christie (Harmonía<br />

Mundi). Por su avance en la investigación,<br />

nos da igualmente esta grabación una puesta<br />

al día muy notable de lo que se sabe del estilo<br />

interpretativo de las obras para clave de<br />

Rameau.<br />

EM.M.<br />

ROSSINI: El barbero de Sevfflo. Frta Wunderllch,<br />

ten. {Almaviva); Reri Grist. sop.<br />

(Rosina); Eberhard WSchter. bar. (Fígaro);<br />

Erich Kunz, bar. (Bartolo); Oskar Cierwenka,<br />

baj. (Basilio). Coro y Orquesta de la<br />

Opera de Viena. Director Karl Bóhm. MY-<br />

TO 2 MCD 917.52. ADD. 7872" y 78'43".<br />

Grabación: Viena, 1966. Distribuidor: Diverdi.<br />

Es un obstáculo escuchar a Rossini<br />

cantado en alemán, aunque<br />

musicalmente la versión sea de<br />

nivel. Suena demasiado a Lortzing o Marschner,<br />

aunque los esfuerzos de Bohm lleven la<br />

partitura por derroteros mozartianos. Si se<br />

supera este inconveniente idiomático puede<br />

asimilarse y gozarse con el equipo, entusiasmado<br />

y divertido, rindiendo al máximo.<br />

Wunderlich canta muy bien, dando al personaje<br />

toda su elegancia y humor, Grist, a<br />

quien cada día Battle se parece más, es la<br />

Rosina típica en edición de soprano ligera<br />

(con agudos gratuitos, coloraturas inventadas)<br />

que puede horrorizar a los puristas.<br />

WSchter distribuye a raudales la belleza de<br />

una voz de barítono lírico propia del papel<br />

que interpreta. Kunz no resulta tan caricato<br />

como sus colegas italianos, aunque sepa sacarte<br />

su jugo al personaje y Czerwenka, por<br />

el contrario, le quita presencia vocal a Basilio<br />

(otros intérpretes suelen tener mejores medios)<br />

para cargar un poco las tintas. Entre los<br />

secundarios, Berta aparece en una voz legen-


T<br />

Trampita<br />

Basta con leer los créditos<br />

transcritos más abajo para<br />

comprender que estamos ante<br />

un disco en el que el intérprete es autor.<br />

O coautor. Poca cosa se nos dice en<br />

el libreto, pero la audición nos permite<br />

comprender que se trata de una recreación<br />

a partir de obras, a menudo poco<br />

conocidas, de Erik Satie, una especie de<br />

surte protagonizada por un pequeño conjunto,<br />

piano y arreglos en cinta magnética.<br />

Wilbrandt dedica unas cuantas líneas a<br />

mostrarnos su admiración por Satie, y<br />

aunque reconoce que su obra fue «relativamente<br />

modesta», asegura que también<br />

influyó en una serie de movimientos contemporáneos<br />

y posteriores. «En Aíone, for<br />

a second, he intentado, a partir de ese<br />

mundo Intimo, explorar por medio de la<br />

reflexión, de las variaciones y de la meditación<br />

sobre los elementos, las estructuras,<br />

las atmósferas y los ntmos. ese aspecto<br />

de la esencia de Satie, lo espiritual». El<br />

resultado es de una sonoridad que puede<br />

resultar, en el mejor de los casos, lindo,<br />

bonito, pera en modo alguno trasciende el<br />

original ni crea una propuesta de suficiente<br />

altura artística. El disco entra de lleno<br />

en el terreno de la música ligera con pretensiones<br />

de calidad. Y cae a menudo en<br />

la cursilería, en la languidez, en el sensualismo<br />

acomodaticio. Por ejemplo, por referimos<br />

sólo a la pieza que da título al disco,<br />

la número seis; es la Gnosienne n° 3,<br />

transcrita para clarinete y cuerdas con<br />

punteo de oboe, pero ralentizada hasta el<br />

manierismo más autocomplaciente. No es<br />

el primer disco que se hace en este plan<br />

entrando a saco en la música de 5at¡e,<br />

que en mi opinión merece mejor suerte.<br />

Pero si los clásicos son sometidos a arreglitos<br />

pop, ¡por qué la obra vulnerable de<br />

Satie no iba a serlo a envolturas de un<br />

consumismo refinado en apariencia, a una<br />

sensibilidad de boutique de modas, a un<br />

rediseñado de suplemento dominical?<br />

S.MA<br />

SATIE: Alone, forasecand Modam Sinfonietta.<br />

Concebido, arreglado y dirigido<br />

por Thomas Wilbrandt. Producción;<br />

Thomas Wilbrandt y Klaus Buhlert.<br />

Grabación: Londres (Ingeniero: John<br />

Kurlander) y Berlín (Ingeniero; Siegbert<br />

Ernst). 1991. DECCA 42S 226-2. DDD.<br />

S5W.<br />

daría, de dlma wagneriano, la Sieglinda para<br />

Furtwangler en la RAÍ, Hilde Konetzni, que<br />

con 61 años consigue dar relieve al papel.<br />

Detalle curioso, la lección de música está<br />

cantada en italiano y en alemán. Los Bonus<br />

se dedican al tenor Wunderiich canta unos<br />

fragmerrtos de Serse y Afano, ésta de la versión<br />

de Colonia de Lertner que ya está completa<br />

en CD, siendo la protagonista Joan Sutneriand.<br />

F.F.<br />

A. SCARLATTI: II Gardtno d'Amore. Una<br />

Akerlund. soprano; Derek Ragin, contratenor.<br />

Clemencic Conjort. Rene Clemencic,<br />

clave y dirección. ACCORD 200082.<br />

DDD. 53'2I". Grabación: Hamburgo.<br />

XI/1987. Ingeniero: Ge raid Gotze. Distribuidor:<br />

Auvidis.<br />

II Gordino d'Amore es una serenata<br />

compuesta por Alessandro<br />

Scarlatti hacia 1700. Se trata de<br />

un ejemplo de ópera a pequeña escala, donde<br />

la escena es más una posibilidad que una<br />

prescripción. A partir del mito de Venus y<br />

Adonis, apenas hay trama en sentido riguroso,<br />

sino ocasión para los afectos y un cierto<br />

lucimiento vocal en las breves arias. El instrumental<br />

utilizado en la grabación es reducido<br />

hasta lo cameristico, con destacadas intervenciones,<br />

como la muy brillante de la trompeta<br />

en la Sinfonía inicial. Los cantantes<br />

aportan una línea de ingenuidad natural a sus<br />

personajes, pero no despegan realmente en<br />

la elaboración del canto virtuoso, un poco<br />

más, en todo caso, ella que él, pues la técnica<br />

de contratenor de Ragin se queda corta<br />

para redondear su color-. La imitación del ruiseñor,<br />

indicada en el manuscrito, en el aria<br />

de Adonis Piü non m'olletto y algún otro momento,<br />

aparece resueto con un realismo literal.<br />

EMAt<br />

SCHARWENKA: Concierto pora piano y<br />

orquesto n° I en si bsmol menor Op. 32.<br />

CHOPIN: Concierto paro piano y orquesto n°<br />

I en m: menor Op. I I. Sota Tanyel (piano).<br />

Orquesta Philharmonia. Directores: Yuri<br />

Simonov (Scharwenka) y Cario Rizií (Chopin).<br />

COLLINS 12632. DDD. 73'55". Grabación:<br />

Londres, II y IV/I99I. Productor:<br />

John H. West. Ingenieros: David Flower y<br />

John Timperley.<br />

A priori, el interés de este disco<br />

residía en la vuelta a la discografla<br />

del Concierto de Xaver Scharwenka<br />

(1850-1924), inencontrable ya la excelente<br />

grabación de Eari Wild con la Sinfónica<br />

de Boston y Erich Leinsdorf (RCA),<br />

aparecida hace veinte años. Scharwenka<br />

-uno de los interpretes emblemáticos de la<br />

música de Chopin- dedicó su obra a Liszt y<br />

de ambos músicos mayores aparece ésta como<br />

deudora. Se trata de una obra en que el<br />

virtuosismo adquiere caracteres enérgicos<br />

-salvo un breve Adagio y la codenzo en maestoso<br />

del tercer tiempo no es sino una sucesión<br />

de Allegros-, de no mucha aunque<br />

suficiente facundia que es negociada aquí<br />

DISCOS<br />

con competencia por la sefíora Tanyel -que<br />

parece va a seguir grabando música del autor<br />

polaco- y e) habrtualmerrte no demasiado<br />

sutil Yuri Simonov.<br />

Pero la sorpresa surge en el Pnmer Concierto<br />

de Chopin, una obra de la que la discogralía<br />

brinda versiones tan enjundiosas como<br />

las de Arrau {Philips), Zimerman (DG),<br />

Pollini (DG), Perahia (Sony) o el joven y brillante<br />

Székery (Naxos). Pues bien, Seta Tanyel<br />

se muestra aquí como una excelentísima<br />

intérprete, dominadora del concepto y. a la<br />

vez. capaz de exponer con una claridad perturbadora<br />

toda la mecánica solista. El potnos<br />

romántico chopiniano, dlel que si antes se<br />

abusaba hoy se huye temiendo el exceso, alcanza<br />

en sus dedos el punto justo. Le acompaña,<br />

con una rara inteligencia, el muy joven<br />

maestro italiano Cario Rizzi, habitual en el<br />

Covent Garden londinense y que rompe el<br />

viejo tópico de la impericia orquestal del autor.<br />

Altamente recomendable.<br />

SCHNITTXE Cuarteto n° 3. Quinteto con<br />

piono. MAHLER-SCHNITTKE: Cuarteto con<br />

piano. Ludmilla Berlinsky, piano. Cuarteto<br />

Borodin. VIRGIN VC 7 91436-2. DDD. 66'.<br />

Grabación: Londres, II y VI i\ 190. Productor<br />

e ingeniero: Tryggvi Tryggvason.<br />

Alfred Schnittke es posiblemente<br />

una figura que simboliza a las<br />

mil maravillas la situación del<br />

compositor en el mundo de hoy: su estilo<br />

rabiosamente ecléctico puede ser entendido<br />

como desorientación tanto como variedad<br />

de recursos disponibles. Algunos rasgos parecen<br />

proceder de Shostakovich, como es la<br />

inserción de pasajes triviales en el curso de<br />

músicas densas y dramáticas. Tampoco desdeña<br />

Schnittke la cita -más o menos fiel pero<br />

reconocible-, como la del tema de la<br />

Gran Fugo de Beethoven en el Andante que<br />

inicia el Cuarteta n° 3. En el Cuarteto con piano<br />

que figura en el disco ha procedido a un<br />

ejercicio arriesgado, como es añadir un<br />

<strong>Scherzo</strong> de lenguaje inequívocamente suyo<br />

al Allegro dejado por Mahler. El éxito de semejante<br />

empresa es discutible, pero el ensayo<br />

no deja de fascinar. Ludmilla Beriinsky y<br />

los Borodin evidencian su maestría instrumental<br />

en la dial puesta en sonidos de estas<br />

obras, que se mueven de la explosión al<br />

intimismo.<br />

E.M.M.<br />

SCHUBERT: Lo muerte y la doncella, D.<br />

810, en transcripción para orquesta de<br />

cuerda de Gustav Mahler. Pieza de cuarteto<br />

en do menor, 0. 703. Orquesta de Cámara<br />

Ferene LJizL Director: Jinos Rolla. Productor<br />

Gyorgy Kidar {D. 810) y Kati Puszcási<br />

(D. 703). Ingenieros: Rerenc Pécsi y Rudorf<br />

Pechan. Grabación: Budapest, 1/1991.<br />

QUINTANA. Harmonía Mundi Frunce QUI<br />

903025. DDD. Duración total: 56'23".<br />

Existe un buen buen puñado de<br />

excelentes interpretaciones fonográficas<br />

del Cuarteto n" 14,<br />

«Der Toó uñó das Modchen» de Franz Schu-<br />

SCHERZO 73


DISCOS<br />

bert Es una de sus obras finales, densa y dramática,<br />

uno de esos ejemplos que nos sirven<br />

para especular (es decir, para lamentamos)<br />

sobre lo que hubiera podido haber hecho<br />

este compositor de haber tenido una vida<br />

menos mezquinamente breve. Las interpretaciones<br />

suelen acentuar el lado expresivo<br />

propiamente romántico. La versión para orquesta<br />

de cuerda de Mahler es, comprensiblemente,<br />

mucho menos conocida. Al margen<br />

de los valores estéticos de la transcripción<br />

mahleriana. Ésta sirve para probar los<br />

mimbres de la familia de los arcos en una orquesta<br />

sinfónica.<br />

A priori, antes de escuchar la versión orquestal,<br />

podemos pensar que se tratará de<br />

una lectura pasada por la experiencia sinfónica<br />

de todo el siglo XIX. Pero no es asi. Mahler<br />

respetó perfectamente los valores clásicos<br />

de los que, en rigor, nunca salió Schubert.<br />

La versión que nos ofrecen la<br />

estupenda Orquesta de Cámara Ferenc Liszt<br />

v (anos Rolla respeta ese sentido clásico, hasta<br />

el punto de que en ocasiones nos parece<br />

estar escuchando una pieza beethoveniana.<br />

Se busca una expresividad elegante, que no<br />

renuncia a sugerir la tragedia, pero que no la<br />

explícita ni acude jamás al poínos ni al énfasis.<br />

Por comparada con una lectura para cuarteto<br />

bastante reciente, la del Alban Berg Quartet,<br />

podemos comprobar que se trata de<br />

una visión menos fuerte, menos incisiva, y no<br />

por ello menos rigurosa.<br />

Se trata, sin duda, de una opción de estilo.<br />

El Andante, por ejemplo, es sutil y su tensión<br />

es más evocada que mantenida, en una opción<br />

de lirismo de la mejor ley, Y sabemos<br />

que este movimiento lento y el Adagio del<br />

Quinteto de cuerda han dado lugar a algunas<br />

de las lecturas más sobrecogedoras que hayamos<br />

podido escuchar tanto en vivo como<br />

en disco. Ambas opciones, cuando están<br />

bien hechas, son exquisitas. Es preciso advertirlo,<br />

porque puede haber quien eche de<br />

menos ese Schubert tocado a lo Mahler que,<br />

curiosamente, está ausente en este aumento<br />

mahleriano de efectivos, en el que, advirtámoslo,<br />

no se añade ni se quita nada que no<br />

estuviera ya en Schubert Sin embargo, será<br />

muy tegftimo que cualquier aficionado dude<br />

que sea imprescindible hacerse con una toma<br />

sonora de esta transcripción, sea cual sea<br />

su calidad.<br />

A imitación de Mahler, la Orquesta que<br />

protagoniza este disco ha realizado la transcripción<br />

de la inquietante Pieza para cuortelo<br />

en do menor, con unos resultados muy estimables<br />

en el papel y en la interpretación que<br />

completa el disco.<br />

S.M.B.<br />

SCHUBERT: Mámenlos musico/es D. 780<br />

op. 94. Allegreito en do menor D. 915. 2<br />

Scherzi D. 953. 12 vahes nobles D. 969. Daniel<br />

Barenboim, piano. DEUTSCHE GRAM-<br />

MOPHON «Gallería» 435 072-2. ADD.<br />

57"35'. Productor Wolfgang Stengel, Ingeniero:<br />

Klaus Scheibe. Grabación: París,<br />

X/1977.<br />

Como pianista, Daniel Barenboim<br />

ha obtenido sus mayores<br />

— triunfos con Mozart, Beethoven<br />

y, al menos para nuestro gusto particular,<br />

sobre todo con Liszt. Pianista de robusta<br />

74 SCHERZO<br />

pulsación, aparentemente sólo capaz de la<br />

intimidad a través de la más tirante tensión,<br />

a su Schubert le ha faltado precisamente<br />

esa capa superficial de tierna y un tanto frivola<br />

afabilidad tras la cual otros (Curzon,<br />

por ejemplo) han sabido alojar y revelar a<br />

un tiempo la tremenda carga poética subyacente.<br />

Éste disco, paso a digital impecable<br />

de una toma analógica de excelente presencia,<br />

sorprenderá por tanto por prescindir<br />

desde el primer momento del habitual<br />

velo de alegres colores y dirigirse directamente<br />

al fondo melancólico e incluso trágico<br />

que late en toda la obra de Schubert, arquetipo<br />

en este sentido de artista ligado a<br />

la ciudad de Vena<br />

Guste o no la concepción, su ejecución<br />

posee coherencia, virtud máxima a que debe<br />

aspirar y mínima que se le ha de exigir a todo<br />

intérprete que se precie de tal. Sin embargo,<br />

la coherencia debe guardarse de degenerar<br />

e incurrir en rigidez, v¡oo del que no<br />

podemos absolver sin reservas parciales a<br />

Barenboim cuando nos percatamos de la<br />

uniformidad expresiva a que su muy percutivo<br />

ataque somete unas piezas animadas por<br />

impulsos de inspiración tan opuestos entre sí<br />

como los Momentos musientes. Disco, pues,<br />

más recomendable por lo mucho que da<br />

que pensar que por sus -pese a todo, innegables-<br />

valores intrínsecos.<br />

A.B.M.<br />

SCHUflERT: vWnterreise. P««r Pears, tenor;<br />

Benjamín Britten, piano. DECCA 417<br />

473-2. ADD. 73'23". Grabación: Londres.<br />

X/1963. Edición en CD: 1991, Productor<br />

John Culi haw. Ingeniero: Kenneth Wilkinson.<br />

Una obra como el Winierreise<br />

permite un gran número de<br />

acercamientos posibles. Cada<br />

canción es un microcosmos y el todo puede<br />

ordenarse en varias direcciones: introspectiva,<br />

romántica, desolada. Pears y Britten son<br />

más unitarios y direccionales que Dieskau y<br />

Moore, mientras que los segundos plantean<br />

un viaje atormentado hacia la nada interior,<br />

los británicos sitúan el drama -puede ser<br />

amor contrariado, puede ser el dolor del<br />

mundo- en e! exterior del poeta/cantor Sin<br />

duda, la gran baza de la interpretación de<br />

Pears y Britten es la manera tan estrecha de<br />

interrelacionarse voz y teclado; una y otro se<br />

responden, se provocan, se justifican. Pears<br />

no es tan detallista como Dieskau, prefiere<br />

una gran linea que abarca el cido entero. Su<br />

expresión nace de la lucha misma con la materia<br />

vocal, sus colores, también con el propio<br />

idioma alemán, mas al final se impone su<br />

concepción, donde la emoción es dominada<br />

virilmente.<br />

EM.M.<br />

SCHUMANN: Sinfonía n." 2 en do mayor<br />

opus 61. SCHUBERT: Sinfonía n." 8 en si menor<br />

D. 759 «Incompleta». Orquesta del Festival<br />

de Mari boro. Director: Pablo Casáis.<br />

CD. ADD- SONY. SMK 47.297. Grabación:<br />

Marlboro. Vil /I968 (Schubert) y VII/1970<br />

(Schumann). Productores: Thomas Frost<br />

(Schubert) y Mischa Schneider. Ingenieros:<br />

Bud Graham y John Guerriere {Schubert) y<br />

Bud Graham. 37"IO". 23'I3". Precio medio.<br />

Luis Suñén escribió muy favorablemente<br />

(SCHERZO, 57) acerca<br />

de estas grabaciones llevadas<br />

a cabo en el Festival de Marlboro. Este CD,<br />

que ofrece como novedad una Segundo de<br />

Schumann inédita, me parece de poco interés.<br />

Casáis fue un gran músico, pero no<br />

siempre un gran director y para llevar a buen<br />

puerto la Sinfonía de Schumann se requieren<br />

ambas condiciones. Los tempi son muy moderados,<br />

la articulación pesante y falta vida y<br />

entusiasmo en los movimientos I, 2, y 4. En<br />

el Adagio, que evidentemente Casáis ama, se<br />

puede escuchar un fraseo bello y expresivo,<br />

pero el crescendo que lleva al climax se<br />

acompaña de una aceleración del tempo<br />

más bien torpe e inoportuna. Parecidas características<br />

tiene la Incompleta, más intuitiva<br />

que precisa, aunque, en todo momento, se<br />

siente la presencia de un artista al frente de<br />

un grupo de músicos que disfrutan con lo<br />

que hacen.<br />

Así, pues, recomendable sólo para curiosos.<br />

En el número 51 de SCHERZO se examinó<br />

con cierto detalle la discografía de la<br />

Segunda de Schumann. Recordemos los<br />

nombres más destacados: Kubelik, Sawallisch,<br />

Szell, Schuricht, Rojdestvensky y Celibidache.<br />

Para la Incompleta, obra grabadlsima -y con<br />

mejor fortuna que la de Schumann- procede<br />

limitar" la lista: Schuricht. Krips, Giulini,<br />

Furtwangler y Bohm. Como se ve, para ambas<br />

hay mucho y bueno donde elegir.<br />

RAM.<br />

SMETANA: La novia vendida. Hílete Konetzni,<br />

sop. (Marie); Richard Tauber, ten.<br />

(Hans); Fritz Krenn. baj. (Kezal). Orquesta<br />

y Coro del Covent Garden. Director: Sir<br />

Thomas Beecham. Recital de Richard Tauber<br />

con arias, opereta y canciones. STAN-<br />

DING ROOM ONLY SRO 830-2, ADD.<br />

Duraciones: 73'07" y 76'52". Producción:<br />

Ed Rosen. Ingeniero: Vlcent Totone. Grabación:<br />

Londres. 1939 (Smetana); varías fechas<br />

(el resto). Distribuidor: Dhverdi.<br />

A pesar de sus numerosos re-<br />


Los discos Supraphon, gracias<br />

a Diverdi, parece que por fin<br />

van a tener una correcta distribución<br />

en España. El sello lo merece, ya<br />

que hay nombres como los de Neumann,<br />

Ancerl, Richter. Sanderiing, Gilels, Kondrashin<br />

y un largo etcétera cuyos testimonios<br />

fonográficos son verdaderos tesoros. Este<br />

registro que ahora comentamos recoge la<br />

intervención da la Orquesta Filarmónica<br />

Checa dirigida por Rafael Kubelik en el Festival<br />

de la Primavera de Praga de 1990; era<br />

la vuelta de este gran director a su país<br />

después de 41 años de ausencia, de este<br />

hombre honesto y de carácter firme que<br />

jamás se ha doblegado ante nadie (en las<br />

breves y anónimas notas del libreto se dice<br />

que su nombre no podía ser pronunciado<br />

en Checoslovaquia, lo mismo que el de su<br />

padre, el gran violinista Jan Kubelik, ambos<br />

desaparecidos de la historia de la música<br />

checa). La situación actual, como todo el<br />

mundo sabe, es otra -suponemos que mejor-,<br />

y aquí tenemos para demostrarlo una<br />

importante muestra: la mejor orquesta checa<br />

y el más importante de los músicos che-<br />

dios, más adecuados para papeles de mejor<br />

peso, canta bien pero se piensa en una Marie<br />

más poética (sobre todo frente a un<br />

Hans tan expresivo), Fritz Krenn. uno de los<br />

Ochs de referencia de toda la historia del<br />

Rosenkovoííer, hace en Kezal rico de juego,<br />

sin tendencia a la exageración que está servida<br />

en su papel. El buen equipo aglutinado<br />

por un Beecnam, que hace honor a su fama<br />

de brillante y cuidadoso, destaca la voz de<br />

Marko Rothmüller (Kruscina) y el Wenzel,<br />

suficientemente divertido, de Heinrich Tessmer.<br />

El complemento recrtallsbco es muy interesante,<br />

destacando, por curiosidad, un<br />

fragmento de una opereta (Oíd Chelsea),<br />

compuesta, como se sabe, por el propio<br />

Tauber. (El sonido, aceptable dada la época<br />

y medio).<br />

Kubelik con los suyos<br />

F.F.<br />

STRAVINSKI: Apolton Musagéts. Concierto<br />

en re. Contata. Yvonne Kenny, soprano;<br />

John Aler, tenor - Orquesta de Cámara de<br />

Estocolmo. Orquesta y Coros London Sinfonletta<br />

(Cantata). Director Esa-Pekka Sa-<br />

cos en el exilio, unidos para recrear Ma<br />

Vlóst, el ciclo de poemas sinfónicos que podemos<br />

considerar emblemático de esta nación.<br />

Como es sabido, Rafael Kubelik había registrado<br />

estos poemas anteriormente nada<br />

menos que cuatro veces: con la Sinfónica<br />

de Chicago (Mercury), con la Filarmónica<br />

de Viera (Decca), con la Sinfónica de Boston<br />

(Deutsche Grammophon) y con la Sinfónica<br />

de la Radiodifusión Bávara (Orfeo).<br />

cuatro importantes recreaciones a las que<br />

se añade ahora esta quinta hecha en concierto<br />

público. Las constantes interpretativas,<br />

curiosamente, parecen provenir de un<br />

maestro joven e impetuoso, aunque siempre<br />

atento a la estructura general, a la correcta<br />

dosificación dinámica (con unas voces<br />

intermedias de la orquesta de dandad pasmosa)<br />

y a la justa expresividad (£1 Moldava,<br />

sobre todo, parece conectado totalmente<br />

con la insuperable y vrtalista interpretación<br />

de Ferenc Fricsay). La Filarmónica Checa se<br />

halla en buena forma, y la interpretación la<br />

podemos considerar impecable a pesar de<br />

algún que otro fallo instrumental (2* flauta al<br />

principio del Moldava, inseguro y tremolante<br />

solo de trompa en Btoník), y a pesar también<br />

de ser una orquesta inferior a cualquiera<br />

de las cuatro con las que Kubelik había<br />

grabado este ciclo con anterioridad. En fin,<br />

espontaneidad e idioma a partes ¡guales, extraordinaria<br />

emotividad y buena respuesta<br />

orquestal. La excelente toma de sonido de<br />

este documento histórico facilitará la adquisición<br />

a algún comprador indeciso. Muy recomendable.<br />

EPA<br />

SMETANA; Mi Patrio. Orquesta Filarmónica<br />

Checa. Director: Rafael Kubelik.<br />

SUPRAPHON 11 1208-2, DDD. 79 1 . Grabación:<br />

Praga, V/1990. Producción: Zdenek<br />

Zahradník. Ingeniero: Jan Koomann.<br />

lonen. SONY SK 46 667. DDD. <strong>62</strong>'IO".<br />

Grabación: Estocolmo, IX/1990. Londres,<br />

IV/1990. (Cantata). Productor: David Mottley.<br />

Ingenieros: Sid McLauchlan y Mike<br />

Ross-Trevor.<br />

Una cuestión de principio: Apoto<br />

es un ballet Una pregunta: ¡hasta<br />

qué punto su interpretación<br />

debe considerar tal asunto como punto de<br />

partida inexcusable? Una respuesta posible:<br />

la que nos ofrece Esa-Pekka Salonen en este<br />

disco. El joven y brillantísimo director finés<br />

opta por no conceder a la escena sino un<br />

papel de simple pretexto para concentrarse<br />

en el discurso musical estricto. Y lo hace a<br />

través del despojamiento de lo que para él<br />

resulta prescindible: curiosamente el origen.<br />

La propuesta parece fuerte en alguien tan riguroso,<br />

y los resuftados avalan la postura en<br />

cuanto que lo que se perseguía se consigue<br />

al fin. Así, el Apoto en manos de Salonen se<br />

muestra como una pieza de perfección marmórea<br />

que más que invitar a compartir sugerencias<br />

obliga a aceptarlas. Es el reino de lo<br />

exacto, el triunfo de la inteligencia -por una<br />

vez al margen la otra gran cualidad de Stravinsky:<br />

ser más listo que nadie-, el discurso<br />

DISCOS<br />

de la razón. Una confrontación entre las versiones<br />

de Salonen y Végh (Capriccio) no dejara<br />

de resultar el corotano lógico a la aventura<br />

de escuchar así una música como ésta<br />

que revela, una vez más, el talento de un director<br />

a quien la palabra cultura parece que<br />

no le estorba.<br />

El Concierto en re y la Contato son algo<br />

más que complementos del sorprendente<br />

ballet en un disco excelentemente planteado<br />

hasta en lo cronológico, pues nos ofrece<br />

la versión de Apoto de 1947, la del Concierto<br />

de 1946 y una Cantata que abre las puertas,<br />

en 1952, del periodo final de su autor.<br />

Solistas y orquestas cumplen a plena satisfacción.<br />

LS.<br />

STRAVINSKl: El pájaro de fuego (suíte,<br />

1919); Petrushka (versión de 1947); Fuegos<br />

artificiales. Orquesta Sinfónica de Bartimore.<br />

Director David Zinman. I CD DDD. TE-<br />

LARC CD-8O270. Productor Roben Woods.<br />

Ingeniero: Michael Bishop. Grabación:<br />

Baltimore. 111/1991. 56'36".<br />

Dentro de la época tan rara por<br />

que atraviesa la cultura en general,<br />

la situación de la interpretación<br />

musical, tanto en las salas de concierto<br />

como en los estudios de grabación, es particularmente<br />

desconcertante. De la música escrita<br />

hace más de doscientos años empieza a<br />

no ser fácil encontrar dos interpretaciones<br />

recientes regidas por idéntico o siquiera semejante<br />

criterio estético: animados por el<br />

prurito de la máxima fidelidad posible al sonido,<br />

la articulación, el ritmo y el fraseo prístinos,<br />

quien más, quien menos acaba por ser<br />

original aun cuando su producto diste de la<br />

anhelada originariedad. Por distintas razones<br />

en las que no es aquí el caso detenerse, lo<br />

mismo viene a suceder con la música contemporánea.<br />

En cambio, las obras del resto<br />

de autores, es decir, aquellos comprendidos<br />

en el periodo que va desde el segundo romanticismo<br />

hasta grosso modo la primera mitad<br />

del presente siglo, son en la actualidad<br />

servidas mayorrtariamente en versiones entre<br />

las que hoy resulta tan arduo discernir<br />

como podía serlo hace veinte o treinta años.<br />

La única diferencia radica en la mayor amplitud<br />

del repertorio al que entonces era aplicable<br />

esta descripción.<br />

Los registros de las dos obras mayores del<br />

primer Stravinski por enésima vez emparejadas<br />

en este disco constituyen cabales ejemplos<br />

de lo que decimos. Al frente de una orquesta<br />

de brillante sonido -por más que su<br />

captación no hace justicia a los merecimientos<br />

que se le adivinan-y respuesta pronta y<br />

precisa, las de David Zinman vienen a sumarse<br />

al pelotón de grabaciones intercambiables<br />

que confirman las excelencias del<br />

grupo de escapados, esas cuatro o cinco referencias<br />

que -seamos generosos- podrían<br />

llegar a acordarle para cada pieza.<br />

Lo que en conjunto repele es precisamente<br />

lo que hace más amable la superficie de<br />

ambas, el suave redondeamiento de unos<br />

contomos que el estro del autor demanda<br />

acabados en cortantes aristas. En et Pájaro, la<br />

ausencia de un salvajismo contradictoriamente<br />

anunciado en la introducción por el percutiente<br />

pizzicato de los segundos contraba-<br />

SCHERZO 75


DISCOS<br />

JQS aun puede considerarse medianamente<br />

compensada por el sugerente orientalismo,<br />

de fuerte sabor rimskiano, que anima sobre<br />

todo a maderas y violines en la Danza del<br />

Pájaro de fuego (soberbios el piccolo y la<br />

flauta al final, a partir de 4'08"), en la Rondo<br />

(con perfecta observancia de los ritardandos,<br />

asi en 4'35'), en Danza infernal o en una<br />

Canción de cuna de clima lunar impecablemente<br />

conseguido.<br />

Mucho más reducido es aún el mareen para<br />

el consuelo en Petrushka. Aparte de la<br />

contra ladísima histeria del pelele y del carácter<br />

poco amenazante del Moro, junto a<br />

grandes intervenciones de flautas (S'27*) y<br />

trompetas (1675", 29'49". 32'50") y estupendas<br />

exhibiciones de virtuosismo en los<br />

arcos (32'00'), encontraremos todo en vasto<br />

catálogo de flagrantes y muy concretas faftas<br />

de respeto a las indicaciones de tiempo contenidas<br />

en la partitura. Para limitamos solamente<br />

a lo más escandaloso, señalemos las<br />

groseras desvirtuad o nes del «meno mosso»<br />

en I '56", asi como del "L'ístesso tempoii en<br />

2'10' (aceleración) y 2'30" (retendón), todo<br />

ello en el lapso de un mismo minuto; o la falta<br />

de contraste entre tan rápido como escasamente<br />

poético vals (I7'52") y el subsiguiente<br />

Allegretto (l7'50'). En cuanto a las<br />

dinámicas, resulta especialmente llamativa la<br />

injustificada lejanía de metales y percusión en<br />

29'19". Y, por supuesto, todas las escenas<br />

carnavalescas en la Plaza del Almirantazgo de<br />

San Petersburgo están pidiendo a gritos una<br />

luz y una nitidez de texturas muy otras y superiores.<br />

La adición de la miniatura orquestal Fuegos<br />

ortj/Jdo/es no aporta mucho ni a Stravinski ni<br />

a sus ejecutantes.<br />

A.BM<br />

STRAVINSKIr £1 pájaro de fuego (versión<br />

Integra). <strong>Scherzo</strong> ó la njsse. Filarmónica de<br />

Berlín. Director: Bemard Haitink. Productor:<br />

Volker Straus. Ingenieros: Cees Heijkoop,<br />

Úrsula Singer, Willem van Leeuwen.<br />

Grabación: Berlín. Vll-X/1989. PHIUPS 426<br />

317-2. DDD. 47"54-, 3'38".<br />

Los aficionados recordarán<br />

aquel triple álbum con los ballets<br />

Pájaro, Petrushka y Consagración<br />

dirigidos por Haitink a la Orquesta<br />

del Concertgebouw de Amsterdam. Eran<br />

de un alto grado de precisión y perfecciones.<br />

Pero ya antes había grabado el holandés<br />

ahorra errante, con la misma orquesta y<br />

entre otras cosas stravinski anas, la Surte del<br />

Pájaro, en un disco de necesaria y buena recordación,<br />

que iba emparejado con el Petrushka<br />

de Hans Rosbaud. El tiempo le ha<br />

servido a Haitink para ¡r más allá de la perfección<br />

y entrar de lleno en el lado del misterio<br />

de esta primera partitura stravinskiana<br />

para ballet No se trata de un misterio sobrecogedor,<br />

sino de una iniciación en el laberinto<br />

de los matices, la belleza sutil y<br />

oculta de unas páginas que no por mostrarse<br />

debussystas y rimskianas son epigonales.<br />

Este Pájaro quedará como una de las más<br />

bellas referencias, con Haitink superándose<br />

a si mismo y a una sensacional orquesta<br />

que no será necesario encominar a estas alturas.<br />

Junto a él, ahora, muy pocos: Boulez<br />

en la versión de 1910, el propio Stravinski<br />

7(5 SCHERZO<br />

en la de 1947. Y a continuación, todos los<br />

demás, con versiones magnificas que ya no<br />

es necesario evocar. Haitink. en esta tercera<br />

incursión, desentraña la esencia de ES pájaro<br />

de fuego. Esperemos que siga adelante con<br />

el repertorio y que. en esta ocasión, no se<br />

limite a ios ballets stravinskianos de siempre.<br />

S.M.B.<br />

STRAVINSKI: Petrushka. Detrimento «B<br />

beso del hada». Orquesta de París. Director<br />

Semion Bishkov. Productor: Hein Dekker.<br />

Ingeniero: Hans Lauterslager. Grabación:<br />

París II y IX/1990. PHIUPS 432 145-2.<br />

DDD. 59' 13".<br />

Petrushka es una partitura en la<br />

que hay algo parecido a un<br />

compromiso, pero que en realidad<br />

es una síntesis. Entre la inspiración y el<br />

tratamiento popular, circense, de verbena,<br />

de barraca de feria, y el refinamiento impresionista<br />

de obras como £/ pojara de fuego.<br />

Por eso admite, a diferencia de este ballet<br />

anterior, la pincelada gruesa. Aunque no la<br />

busque necesariamente. Bishkov dirige con<br />

ese criterio y resulta superior en los momentos<br />

extremos de la feria. Su versión no<br />

supera a algunas de las grandes, pero se coloca<br />

junto a los mejores maestros por su<br />

superior sentido del idioma. Ahora bien, la<br />

sorpresa mayor de este disco no es Petrushka,<br />

sino la espléndida lectura del Divertimento<br />

de El beso del hada. Y precisamente es en<br />

esta obra donde la dimensión idioma es de<br />

total importancia. Obra de difícil ejecución,<br />

aue se derrumba en conjuntos y en manos<br />

de directores sabios y eficaces con gran facilidad,<br />

necesita de este elemento como base<br />

y contenido. Al fin y al cabo, se trata de<br />

música de Chaikovski recreada por Stravmski.<br />

Y Bishkov prima aquí el idioma chaikovskiano.<br />

Desde el principio, en la Sinfonía, se<br />

nos evoca ese Chaikovski cuyo lenguaje conocemos<br />

bien. Y, al mismo tiempo, se mantiene<br />

un discurso tenso, vivo, rico. Una opción<br />

que resulta iluminadora de una obra,<br />

después de todo, menos conocida dentro<br />

del legado stravinskiano. En resumen: una<br />

buena Petrushko, un superior Divertsmenio,<br />

una lección de idioma en ambos casos<br />

S.M.R.<br />

STRAVINSKI: Los bodas. OHANA- Cantigas.<br />

Solistas vocales. Les Percusstons de<br />

Strasbourg. Choeur Con temporal n. Director<br />

Rolartd Hayrabedian. productor e ingeniero:<br />

ñerre Verany. Grabación: XI/1986.<br />

DISQUES PIERRE VERANY PV.787032. C<br />

DDDD.23'i2"y28'33.<br />

Este registro de Los bodes de<br />

Stravinski posee unas características<br />

que hacen improcedente<br />

cualquier comparación. Frente a lujuriosos<br />

repartos como el de Bemstein a finales de<br />

los setenta, esta obra relativamente poco<br />

grabada aparece aquí primada en lo que le<br />

es mis fundamental, el elemento percutivo.<br />

Los bodas es un ballet con voces en el foso y<br />

un conjunto orquesta) configurado por todo<br />

tipo de percusión, afinada o no. Muy pocas<br />

agrupaciones pueden dar esa dimensión mejor<br />

que los Percusionistas de Estrasburgo.<br />

que protagonizan este registro. La dirección,<br />

implacable, nerviosa, ascendente, de Roland<br />

Hayrabedian, posee además color, idioma y<br />

sentido de esa rítmica compleja que es otra<br />

de las características de tan difícil partitura-<br />

Desde los tiempos de aquel registro de Boulez,<br />

distribuido en España hace algo más de<br />

diez años por Movieplay, raras veces se habrá<br />

dado tanta pureza en la traducción sonora<br />

de esta decisiva obra del siglo XX.<br />

Pero mas de la mitad del disco está ocupada<br />

por una bella secuencia de seis Cantigas<br />

de Mauncio Ohana, compuestas en la primera<br />

mitad de la década de los cincuenta, que<br />

se basa en poemas españoles de los siglos<br />

XIII y XIV obtenidos por el autor de una antología<br />

de Dámaso Alfonso. Con una excepción,<br />

la cuarta cantiga, que proviene de las<br />

de Alfonso el Sabio. El conjunto es de una<br />

belleza contrastada, equilibrada, rica en sabor<br />

clásico y sin embargo plenamente contemporáneo.<br />

Son piezas corales de una altura<br />

semejante a la Miso de Stravinski, y ambas<br />

obras se benefician de la lejana y siempre viva<br />

lección polifónica de finales del Medievo.<br />

La interpretación es de nuevo excelente, y si<br />

antes silenciábamos al excelente Choeur<br />

Contemporain, ahora debemos resaltar su<br />

magnífico protagonismo. El acoplamiento resulta<br />

así. exquisito, lleno de espíritu auténticamente<br />

cameristico. en soberbias interpretaciones<br />

que es imposible no recomendar<br />

con entusiasmo.<br />

SUK: Sinfonía en do menor Op. 27 irAsraef?;.<br />

Royal Liverpool Philharmonic Orchestra.<br />

Director: Libor Pesek. VIRGIN VC 7<br />

91221-2. DDD. <strong>62</strong>'09". Grabación: Liverpool,<br />

V y XJI/1990. Productor John H. West.<br />

Ingeniero: Mike Clements.<br />

Asrael (1906) fue compuesta<br />

por Suk bajo el impacto causado<br />

por las muertes de Dvorak<br />

-su maestro- y la hija de éste, esposa del<br />

músico. La época, las dimensiones y el motivo<br />

conductor de la muerte invitan a la<br />

comparación de esta Sinfonía en do menor<br />

con algunas de las de Mahler. Es una forma<br />

de comprobar la fuerte personalidad del<br />

lenguaje de Suk, quien en Asrael se sacude<br />

la influencia precedente de Dvorak. Mas si<br />

el gigantismo iguala al checo con Mahler, su<br />

arte está libre, aun en esta obra tan dramática,<br />

de la neurastenia del compositor de La<br />

canción de la Tierra. El sentido de la imposición<br />

del destino -también su aceptaciónestá<br />

presente en la idiomática e imaginativa<br />

interpretación llevada a cabo por Pesek.<br />

Colores impresionísticos en los instantes<br />

calmos contrastan con las explosiones dramáticas<br />

verdaderamente terroríficas. El<br />

tranquilizador Adagio que figura como<br />

cuarto movimiento da paso al estallido furioso<br />

con que se abre el finale. un tiempo<br />

que, sin embargo, acaba apaciguadoramente.<br />

Pesek otorga a estos últimos compases<br />

un valor casi místico.<br />

E.M.M.


VERDI: II vwatore. Franco Coreíli, ten.<br />

(Manrico); Leonqme Price, sop. (Leonora);<br />

Irene Dalís, mez. (Azucena); Mario Serení,<br />

bar. (Luna); William Wildermann, baj. (Ferrando).<br />

Orquesta y coro del Metropolitan<br />

de Nueva York. Director: Fausto Cleva.<br />

MYTO 2 MCD 91751. ADD. 78'38" y<br />

73'56". Grabación: Nueva York. 1961. Distribuidor:<br />

Diverdi.<br />

De Corelli. ademas de su grabación<br />

EMI de estudio, hay cuatro<br />

Manrico l/ve. Aquí, exuberante y<br />

firme, da rienda suelta a su voz de acero,<br />

sosteniendo notas, manteniendo agudos,<br />

que. a pesar de afear la línea de canto, arrasan<br />

y el oyente se rinde. Price, que por su lado<br />

tiene alrededor de cuatro Leonoras por<br />

ahí danzando, timbricamente se ajusta con el<br />

tenor, Empieza algo fria en lacea la notte<br />

placida, pero la voz va subiendo de entidad<br />

para ofrecer lo mejor de la noche en O'amor<br />

sull'alii, con sus frases largas y lánguidas, proclives<br />

a facilrtar su oferta. Serení, condenado<br />

por el disco oficio/ a papeles de barítono lírico<br />

(Enrico. Belcore, Marcello. Germont) es<br />

aquí un Conde de Luna fiero y con agresividad<br />

vocal. Wildermann, un bajo abaritonado<br />

de carrera sudamericana y norteamericana<br />

larguísima (debutó en 1948 y sigue aún en<br />

rodaje) es un convencional Ferrando. La única<br />

mácula de la noche neoyorkjna que se<br />

nos rescata es la Azucena de Dalis, una mezzo<br />

wagneriana (la Kundry de Knappertsbusch)<br />

a la que el mundo verdiano, particularmente<br />

Azucena, le es hostil. Su intencionalidad<br />

cierta no puede compensar una voz<br />

demasiado hiriente y desagradable. Cleva es<br />

el profesional seguro de siempre. El sonido,<br />

espléndido. De Bonus se agradece una nutrida<br />

selección de Payasos con un espectacular<br />

Corellt y una sincera Nedda de Lucine Amara.<br />

F.F.<br />

VILLA-LOBOS: Cuartetos de cuerdo nos.<br />

I, 2 y 1 Cuarteto Bessler-Reis. Productor:<br />

Mario de Ara tan ha. Ingenieros: Denilson<br />

Campos y Mario «Leo» Possolo.<br />

Grabación: Rio de Janeiro, Vil/1988 (1°),<br />

IX-XII/1989 (2° y 3 o ). CHANT DU<br />

MONDE, Harmonía Mundl Franee LDC<br />

278I0S2.<br />

Entre 1915 y 1957 compuso<br />

Heitor Villa-Lobos nada menos<br />

que diecisiete cuartetos de<br />

cuerda. Este CD. que incluye los tres primeros<br />

(I9IS-I9I6), constituye el comienzo de<br />

una integral a cargo del Cuarteto Bessler-<br />

Reis, formado por Bernardo y Michel Bessler<br />

(violines), Marie-Christine Spnnguel (viola) y<br />

Alceu Reis (violonchelo). Se trata de una<br />

enorme empresa, como casi todo lo que teñe<br />

que ver con Villa-Lobos. Será muy interesante<br />

apreciar el producto final, la importancia<br />

y desigual evolución de un compositor<br />

del que quedaran varias obras señeras, que<br />

quizá compuso demasiado, No es que creamos<br />

que componer mucho es negativo, al<br />

contrario, nos sentimos muy lejos de la estética<br />

del estreñimiento y descreemos de la<br />

escasez como presupuesto cualitativo. Pero<br />

en el caso de Villa-Lobos hay grandes momentos<br />

de inspiración junto a apresuramien-<br />

tos que denotan una escasa actitud autocrítica.<br />

Estos tres Cuartetos tienen muchos de<br />

sus elementos habituales: espléndida factura<br />

pasajes inspirados, concreción, y también lirismo<br />

que a veces roza lo banal junto con<br />

una tendencia al discurso desperdigado que<br />

puede conducimos a la indiferencia. De todas<br />

formas, preferirla aguardar a tener la<br />

perspectiva de la integral completa antes de<br />

lanzar las campanas al vuelo por lo heroico<br />

de una empresa que pretende recuperar un<br />

repertono bastante desconocido. Esta entrega,<br />

en solitario, tiene en si misma un sentido<br />

sólo prometedor.<br />

S.M.ñ.<br />

VIVALDI: L'estro armónico. Academia de<br />

San Martin de los Campos. Director Neville<br />

Marriner. DECCA 430 SS7-2 DM2. 2<br />

CD 46'39". 5S'5S". Grabación: 1972. Productor:<br />

Michael Bremmer. Ingeniero: Stankey<br />

Goodall. Precio económico.<br />

Este conocidísimo ciclo vivaldiano<br />

se ofrece aquí en la revisión<br />

de Christopher Hogwood,<br />

quien tuvo a la vista las dos primeras impresiones<br />

de la obra, las de Amsterdam y Londres<br />

(1712 y 1715). Ellas mostraban las partes<br />

aisladas y, con pocas sugestiones, daban<br />

el bajo cifrado y buen espacio a las improvisaciones.<br />

El editor ha provisto de órgano y, a<br />

veces, de tiorba, a los bajos, tomando como<br />

guía a Corelli. Asimismo, ha dispuesto los<br />

dos grupos de violines solistas a los costados<br />

y el ripieno, en el centro.<br />

Se trata, pues, de una versión moderno,<br />

que apela a las sonoridades actuales y se<br />

maneja con los tnjeos de la estereofonía.<br />

Todo ello permite una audición nítida que el<br />

paso a compacto dota de una notable hondura.<br />

Marriner dirige con su habitual bonhomía<br />

enfatuada de entusiasmo. El suyo es su<br />

Vivaldi brillante, enjundioso y cachondo: el<br />

barroco es también celebración de la materia<br />

y del presente como fiesta de la creación.<br />

Sus instrumentistas son obedientes y<br />

esmaltados.<br />

B.M.<br />

VIVALDI: Conciertos pora flauta dulce: fa<br />

mayor. RV 433, «Tempestó di more»; do menor.<br />

RV 441 • do mayor, RV 443; sol menor, RV<br />

104, «lo notte»; fa mayar, RV 434; do mayor.<br />

RV 444; sol mayor. RV 435. Marión Verbruggen,<br />

flauta. Philharmonla Baroque Orchestra.<br />

Director: N ¡cholas McGegan. Producción<br />

: Robina C. Young. Ingeniero: Anthony<br />

Faulkner. Grabación; IX/1990. HARMONÍA<br />

MUNDI. France HMU 907040. 60'20".<br />

En este disco hay que hacer, en<br />

nuestra opinión, dos juicios distintos.<br />

Por una parte, la solista,<br />

Marión Verbruggen, gran intérprete de la<br />

flauta dulce (sopranino en los RV 443 y 444.<br />

contralto en el resto), virtuosa y muy en el<br />

periodo. Por otra parte, la orquesta, cuya<br />

manera de acompañar tal vez podría haber<br />

resultado de interés hace quince o más años,<br />

y que hoy resulta especialmente conservadora,<br />

sin gran interés, sin poderlo en los tempi,<br />

DISCOS<br />

con un discurso musical que se cae sin remedio,<br />

que no consigue mantenerse al nivel de<br />

empuje y musicalidad que reclama Verbruggen<br />

(que. no lo olvidemos, es una aventajadísima<br />

álumna de Frans Brüggen). La asociación<br />

es realmente sorprendente y muy poco<br />

provechosa para tan magnifica sofista, hasta<br />

el purrto de que los sobs de la misma nos<br />

hacen creer que estamos en otro disco, en<br />

nada. Resulta chocante que un sello como<br />

Harmonia Mundi France, que tan buena música<br />

nos ofrece del periodo barroco, presente<br />

un conjunto así. Creemos que Marión<br />

Verbruggen merecerla registrar estas obras<br />

con Leonhardt o con Música Antiqua Koln,<br />

por no referimos sino a dos de los grupos<br />

que suelen asociarla a sus conciertos en vivo.<br />

Aconsejaríamos esperar a tal ocasión... pero<br />

ahí está esa magnifica solista.<br />

S.M&<br />

WAGNEAAR: De getemde freía. Saúl en<br />

Dawd. Dnettoningenavond De Cid Amphitnon,<br />

Wiener Dreiviettzkakt Cyrano de Bergeroc<br />

Roya! Concertgebouw. Director: Riccardo<br />

Chaílty. DECCA 425 833-2. DDD. M'M".<br />

Grabación: Amsterdam, II-V/I989. Productor<br />

Andrew Cornall. Ingeniero: John Dunkerley.<br />

Johann Wagenaar fue una de las<br />

figuras menores de la reactivación<br />

de la creación musical holandesa<br />

en las primeras décadas de este siglo<br />

(SCHERZO se ha ocupado de este tema:<br />

ver n" 25). El disco dirigido por Chailly nos<br />

propone varias piezas orquestales, poemas<br />

sinfónicos y oberturas, de las que sólo la correspondiente<br />

a De Od está extraída de una<br />

ópera. La música de Wagenaar posee una<br />

escritura de virtuosismo exuberante, pero su<br />

lenguaje tardorromántico cae demasiadas<br />

veces en los lugares comunes más transitados<br />

o las imitaciones de un servilismo acusados.<br />

Los expedientes tópicos son abundantes:<br />

asi, el empleo tan poco original del soto<br />

de arpa en Soul en David. Chailly opta por ía<br />

brillantez a ultranza, acercando bien a Berlioz,<br />

bien a Richard Strauss (en Cyrono la vecindad<br />

es notoria) la orquesta de Wagenaar.<br />

El intento del compositor y del intérprete de<br />

recrear la atmósfera del vals vienes en Wiener<br />

DreivíertetoJct no pasa de una imitación<br />

falaz.<br />

E.M.M.<br />

WALTON: Hom/et As You like ¡t Henty V.<br />

John Gielgud, narrador (Hamlet). Christopher<br />

Plummer, narrador (Henry V). Academy<br />

of Saint Martin in the Fields. Director;<br />

Neville Marriner. 2 CD CHANDOS<br />

CHAN 8842/6892. DDD. 51 '42". 67'03".<br />

Grabación; 1990. Distribuidor: Harmonia<br />

Mundi.<br />

Dos nuevas entregas del proyecto<br />

de Marriner de grabar la música<br />

lilmica de William Walton. Como<br />

labor divulgadora, se trata de una empresa<br />

estimable, posible en gran medida gracias al<br />

trabajo de archivo de Christopher Plum-<br />

SCHERZO 77


DISCOS<br />

mer, pero musicalmente (as aportaciones no<br />

son siempre relevantes. El propio Plummer<br />

ha ordenado como versiones de concierto<br />

los tres títulos reseñados, a los que llama escenarios<br />

sfiofeespeoreonos -poemo en el caso<br />

de As You Mee ¡t- y el resultado no siempre<br />

funciona Clare que el problema está la mayor<br />

parte de las veces en la música de Walton,<br />

que huérfana de la imagen aparece demasiado<br />

empobrecida. Plummer tampoco<br />

está especialmente fascinador en su composición<br />

del personaje de Henry V. Sí, en cambio,<br />

el Hamlet de John Gielgud, actor enorme<br />

que restituye la música a la voz humana<br />

habtada. Pero lo cierto es que su príncipe de<br />

Dinamarca, más que un joven atrapado por<br />

el dilema de la acción y el pensamiento, es<br />

un anciano escéptico (acaso Lear) que sabe<br />

la inutilidad de cualquier acto.<br />

LM.M.<br />

ZEISL Suite Op. 8 Cuarteto de cuerda n° 2.<br />

Brandeis-Bardin Ensembte. Anwfieod Tno.<br />

Trío Debussy. HARMONÍA MUNDI HMU<br />

9070+4. 72'43". Grabación: Claremont, Ca-<br />

PIERRE BOULEZ<br />

Estamos en presencia de Antón<br />

Webem, el músico más<br />

importante en la evolución de<br />

la música occidental posterior a la segunda<br />

guerra mundial, y este álbum transiendo a<br />

compacto con toda su obra -publicado<br />

dentro de la Edición Pierre Boulez- nos<br />

demuestra otra ver lo que ya fue evidente<br />

cuando se comercializó en un álbum de<br />

cuatro LPs. allá por el año 1978: su importancia<br />

cultural y artística sigue intacta, aparte<br />

de la homogeneidad propiciada por unas<br />

versiones lúcidas y ngurosamente objetivas.<br />

Naturalmente, la presencia de Píeme Boulez<br />

es decisiva para este enfoque, que además<br />

supervisó cuidadosamente todas las interpretaciones<br />

que recoge este álbum. El<br />

conjunto de lecturas es idóneo, y la misma<br />

frialdad distanciada que se adopta facilitará<br />

la escucha, despojada de subjetivismos innecesarios,<br />

a los que se acerquen por primera<br />

vez a estos pentagramas. Recordemos<br />

también que si bien el álbum es imprescindible<br />

en su conjunto, existen por el<br />

contrario versiones aisladas más conseguidas<br />

que algunas de las notables recogidas<br />

aquí: por ejemplo, Maurizio Pollini en DG<br />

revela más claramente que Charles Rosen<br />

la intensidad y profundidad de las Variaao-<br />

7SSCHERZO<br />

Álbum clave<br />

lifornia, X/1990. Productor: Paul F. Wlrt<br />

Ingeniero: Hugti B. Davies.<br />

Ene Zeisl (1905-1959) fue un<br />

músico austríaco que hubo de<br />

abandonar su país, para instalarse<br />

en tos Estados Unidos, a causa de su ascendencia<br />

judía, En América fue precisamente<br />

donde cuftivó la música instrumental que<br />

aparece en este disco, salvo la Surte, para trío<br />

con piano, que es la composición de un muchacho<br />

de quince años. Muy tradicionalista, el<br />

estilo de Zeisl es el del romanticismo centroeuropeo<br />

y sus formas, las heredadas del clasicismo.<br />

La interpretación resalta las posibilidades<br />

dramáticas del Cuarteto, partitura de cierta<br />

fuerza, al tiempo que imparte claridad a la<br />

textura contrapuntística. Todavía más convencional<br />

es el Arrowheaü Trio, que no saca<br />

gran partido a la combinación tJmbrica para la<br />

que está escrito, flauta, arpa y vida.<br />

LMM<br />

ZELENKA: Lamentaciones de Jeremías. M¡chael<br />

Chance, contratenor; jonh Mark<br />

nes. Op. 27: el Cuarteto LaSalle, también en<br />

el sello amarillo, es superior al Juilliard en<br />

las páginas cuartetísticas. Otros, quizá, preferirán<br />

el fervor de las ya citadas versiones<br />

de Robert Craft -en la extinta CBS, suponemos<br />

que prácticamente inencontrables—,<br />

o la suntuosidad sonora puesta de manifiesto<br />

por Herbert von Karajan en las páginas<br />

orquestales (otra vez Deutsche Grammophon).<br />

Pero, aunque así sea, el álbum<br />

que ahora comentamos, de sobria y austera<br />

realización, de superlativa depuración sonora,<br />

de increíble diferenciación de planos<br />

y, sobre todo, de absoluta pureza de expresión,<br />

es un testimonio de valor inapreciable<br />

para divulgar la música de ese genio<br />

llamado Antón Webem, que aún en mayor<br />

medida que Schonberg, supo trascender a<br />

su tiempo. El álbum viene con excelentes<br />

comentarios y estudios introductorios a la<br />

obra del compositor austríaco en los cuatro<br />

idbmas acostumbrados, destacando especialmente<br />

el escrito en francés por Dominique<br />

Jameux, además de los poemas y<br />

textos utilizados por Webem para su Ueder<br />

y Contatos. Excelente sonido, más brillante<br />

y presente que el del álbum en LPs.<br />

Un álbum clave, en definitiva, más que recomendable,<br />

obligatorio.<br />

E.PA<br />

WEBERN: Obro completa, Op. I a 31.<br />

Orquesta Sinfónica de Londres. Director:<br />

Pierre Boulez (con la participación de Isaac<br />

Stern, Heather Harper, Charles Rosen,<br />

Gregor Piatigoriky, Cuarteto Juilliard.<br />

etc.). SONY Classical SM3K 459+5, álbum<br />

de tres discos ADD. 74', 75' y 76'. Grabaciones<br />

hechas entre 1967 y 1972 en Londres<br />

y Cleveland. Producción: Paul Myerr y<br />

Roy Emerson. Ingenieros: Robert Gooch.<br />

Bud Graham. Keith Grant Helmuth Kolbe,<br />

Chrístopher Parker y Mike Ross-Trevor.<br />

Aínsley, tenor; Michael George, bajo. The<br />

Chandos Baroque Players. HYPERION<br />

CDA 66426. DDD. 73 . Grabación: Londres,<br />

IV/I 190. Productor e ingeniero: Nicholas<br />

Parker.<br />

Resulta incomprensible que esta<br />

música haya podido estar olvidada<br />

alguna vez comienza a ser<br />

un tópico comparar a Zelanka con Bach -se<br />

entiende que por el gusto de ambos por el<br />

contrapunto- cuando precisamente el compositor<br />

bohemio está marcado por una gran<br />

originalidad. En las Lamentaciones, además,<br />

descubrimos hasta qué punto puede ser<br />

hondamente expresivo. Semejante fuerza<br />

nos es comunicada por una interpretación<br />

sumamente envolvente, que ha puesto casi<br />

todas sus bazas en el fluir melódico. Los cantantes<br />

comunican el sentido doliente de la<br />

página, en especial un impresionante Michael<br />

George, pero aportando igualmente Ainsley<br />

y Chance la sugerencia de sus timbres. Muy<br />

plástica la cuerda de los Chandos Baroque<br />

Players. Una Infidelidad: el solo de chalumeau<br />

pedido en la Lamentación del Sábado es<br />

encomendado a un oboe.<br />

RECITALES<br />

LM.M.<br />

Vladímir Horowiu, piano SCHUBEftT;<br />

Sonólo número 21 en si bemol mayor D. 960.<br />

SCHUMANN: Escenas infantiles opus 15. C<br />

D. DDD. DEUTSCHE GRAMMOPHON.<br />

435025-2. Grabado en Nueva York, II,<br />

111/1986 (Schubert) y Viena, V/1987. Productores:<br />

Günther Breest y Thomas FrosL<br />

Ingenieros: Paul Goodman (Schubert) y<br />

Ewald Faiss. 38'S9* y I702".<br />

Schubert no fue autor favorito<br />

de Vladimir Horowite ni le sirvió<br />

para mostrar sus mejores cualidades.<br />

Pero esta verdión que ahora nos propone<br />

DG de la Sonata D. 960 supera con<br />

creces a la grabada para RCA en 1953 -de<br />

reciente reedición- más perfecta técnicamente,<br />

sobremanera en lo relativo a la estabilidad<br />

de los tempi, pero mucho menos poética.<br />

A los ochenta arios largos. Horowitz<br />

llegó a identificase de verdad con la bellísima<br />

música schubertiana al igual que le ocurrió<br />

con Mozart Los amplios tempi adoptado le<br />

permiten destilar toda su ciencia de alquimista<br />

de la sonoridad, riquísima en colores y<br />

matices, de sorprendentes contrastes dinámicos,<br />

que confieren al discurso un atractivo<br />

en buena parte ausente en el registro RCA<br />

Horowrtz conservó hasta la última hora una<br />

habilidad única para diferenciar e independizar<br />

cada voz, que confiere a su fraseo una<br />

cualidad única. Por todo ello, y aunque el<br />

pionero Schnabel. el inspiradísimo Kempff de<br />

1950 (Decca, superior a la versión DG) y el<br />

meditativo Rjchter -sin olvidar a Haskil, Pires,<br />

Pollini o Serkin- han calado más hondo en el<br />

último Schubert, esta versión de Horowitz


- • * • • • • •<br />

• • • • • • • • • -<br />

• • • • • • • • -<br />

FESTIVAL<br />

INTERNACIONAL<br />

DE ORQUESTAS<br />

DE JÓVENES<br />

MURCIAR<br />

XI EDICIÓN<br />

Del 11 al 17 de Abril<br />

H•:•>.. ••••»-<br />

>:•:•:•:•:•>:•.<br />

; : : ; : : : : : : : : : : : : : : : : : : : :<br />

: : : : : : : : : : : X : : : : : Í X : : : : S Orquesto de Jóvena de la Región de Murcia. España.<br />

- -<br />

V« I%*«*I Í<br />

>XTXT>ÍSÍ'ÍX'XVX;X;X'X'X Coral Universitaria de Murcio. Espona.<br />

Orquesta de la Escuela Superior de Música de GKH. Austria. *#*#*»*«*«*»*«*«'<br />

Orquesta Sinfónica de la Universidod de Münsler. Alemania.<br />

Jóvenes Solistas de Brotislava. Checoslovaquia.<br />

'•;-.*»*»*«*«*>*»"»*»*«<br />

Cameroto San Petersburgo. Rusia.<br />

Orquedo y Coro de la Universidod de Utrecht (USKO). Holonda.<br />

Orquesto Internacional '92. X<br />

J¿¿¿¿¿v;I;X Concuños de Violin, Violo, Violonchelo, Contrabajo y Composición. •''•''•^<br />

Mueshtu de Jóvenes Pianistas y Música de Cámara. X;<br />

LTN IVÉS SI DAD DE MURGA<br />

INFORMACIÓN: Umveriidod de Murcia. Ap*)o. dt Corrws 4.031. C/. Granero, 4 -30.001 MUKUL<br />

Vi: [96813í 13 72 / 71 / 70 / 74. Fu: |96t) II íl 03<br />

Región de Murcia<br />

XV<br />

MINISTERIO DE CULTURA<br />

r^mo htóionG'dt kjiAfinEittniíDirde la WUWÍO


DISCOS<br />

\<br />

Estos tres CD de la firma austríaca<br />

Amadeo suponen un valioso<br />

añadido a la discografla de<br />

Aifredo Kraus: no sólo ofrecen novedades<br />

dentro de su repertorio sino que, ademas, la<br />

excelente toma sonora refina con toda fidelidad<br />

el admirable estado vocal del tenor canario<br />

a los <strong>62</strong> ó 63 años. Es sabido que las<br />

voces muy timbradas, como la que nos ocupa,<br />

son difíciles de captar por el micrófono;<br />

mérito doble, pues, el de los técnicos al conseguir<br />

una imagen sonora idónea, bien equilibrada<br />

con el piano. Kraus está brillante, fácil<br />

de voz y seguro en toda la gama. Su espléndida<br />

actuación halla adecuado complemento<br />

en el buen trabajo de Edelmiro Arnaftes,<br />

más centrado y seguro en estudio que en<br />

concierto, y que se mueve con corrección y<br />

soltura en los diferentes estilos.<br />

En el repertorio francés, Kraus es otra<br />

vez el maestro bien conocido, cuya perfecta<br />

emisión, claridad en el decir y elegante linea<br />

no hacen sino mejorar con el paso del<br />

Maestro<br />

es esencial en cuanto testimonio de un arte<br />

pianístico ¡rremplazable.<br />

6n cambio. Schumann si fue autor favorito<br />

de Horowrtz: recordemos su soberbia Kreisleriana<br />

para CBS (que comparte lugar de honor<br />

en la discografla con la de Argerich). la<br />

Humoresfce. las Fantasía, Arabesfce y Toccata.<br />

amén de un sorprendente Amor de poeto<br />

con Fischer-Dieskau. La aquí recogida es la<br />

tercera de sus grabaciones de las Escenas infantiles,<br />

y fue tomada durante un concierto<br />

en Viena ante un catarroso auditorio. Tan<br />

sólo las octavas del número 6, algo rigidas si<br />

las comparamos con registros precedentes<br />

(C0S o RCA), muestran ciertos limites en<br />

una técnica todavía admirable. El resto de su<br />

interpretación, cálida poética y muy hermosa,<br />

revela un profundo entendimiento del<br />

mensaje shcumannniano. Buen sonido y sabrosos<br />

comentarios en inglés de Thomas<br />

Frost -productor de ambos registros- traducidos<br />

a alemán, francés e italiano. Un gran<br />

disco.<br />

RAM<br />

YEHUDI MENUHIN. El violln del siglo.<br />

Obras de Bach, Vivaldi, Mraart, Beethoven,<br />

80 SCHERZO<br />

tiempo. Sigue siendo admirable cómo concilia<br />

una pronunciación ejemplar (¡o que reconoce<br />

la propia critica francesa) con las<br />

reglas de la fonación canónica. Ninguno de<br />

estos CD incluye textos pero, por una vez,<br />

casi resultan innecesarios: tal es la claridad<br />

de la dicción de Kraus. Seguramente éste<br />

es el CD más recomendable de los tres en<br />

cuanto que contiene la mejor música, especialmente<br />

las canciones de Fauré y Duparc.<br />

Dieciocho romanzas de Torti son muchas<br />

y muy uniformes como para escucharlas<br />

sin interrupción. Las más bellas coinciden<br />

con las más conocidas (L'ullima conzone,<br />

Aprile, L'altia separa, acaso Malla) que<br />

Kraus literalmente borda: destaquemos la<br />

facilidad insolente de los dos do en la primera<br />

citada. El disco de repertorio español<br />

es musicalmente desigual y algunas de las<br />

canciones incluidas (Los ojillos neg/os. Cantores,<br />

Coplas de Curro Dulce) las asociamos<br />

más con una voz femenina. Pero aun en<br />

ellas, el buen gusto, el dominio del estilo y<br />

la riqueza de matices provocan la admiración.<br />

Enhorabuena a Edelmiro Arnaltes,<br />

productor de estos registros.<br />

RAM.<br />

ALFREDO KRAUS. Tenor. Edelmiro Arnaltes,<br />

piano. Tosti: )8 condones. CD<br />

AMADEO 429.555-2. DDD. Condones de<br />

Faure (5), Biiet (2), Duparc (*), Massenet<br />

(3) y Lisn (3). CD AMADEO 429.557-<br />

2.DDD. Canciones de Tu riña (8), Obradon<br />

(3), Falla (3), Montsalvatge (I), Mompou<br />

(I), Otafio (3), RuJz de Luna 92) y<br />

Arronivio. CD AMADEO 429.556-2.<br />

DDD. Grabación: Austria/1989. Productor:<br />

Edelmiro Arnaltes. Ingeniero: Josef<br />

Kamykowski. 63'26", S3STy 60'2l".<br />

Mendelssohn, Brahms, Paganini, Schubert,<br />

Novacek, Faure. Bartok, WiEniawski, Cahikovski,<br />

Lalo, Shankar. Gersriwin y otro».<br />

Bach Festival Orchestra. Camerata Lysy.<br />

Orquesta Filarmónica de Viena. Orquesta<br />

Filarmónica de Berlín. Royal Philharmonic<br />

Orchestra. Phi I harmonía Orchestra. Directores:<br />

Y. Menuhin, A. Lysi, C, Silvestri, E.<br />

Kunz, R. Kempe, A. Erede. J. Pritchard, E.<br />

Goossens. Otros Intérpretes: C, Ferras, H.<br />

Menuin, J. Menuhln, M. Gendron, G, Moore,<br />

Ravi Shankar, S, Grappelli. Grabaciones<br />

de 1956 a 1981. EMI Classics CDS 7 54218<br />

2 ADD mono stereo 75'43778"34'.<br />

Una antología de intérprete, como<br />

la que este compacto doble<br />

precipita, corre siempre el riesgo<br />

de enmascarar al héroe objeto de su homenaje:<br />

la EMI Francia celebra con esta edición<br />

1991 los setenta y cinco anos del maestro,<br />

que, en su agradecimiento, recuerda su<br />

aprendizaje en Parfs con George Énesco,<br />

desde sus once afios, entre 1927 y 1935. La<br />

objeción apuntada obedece a que una panorámica<br />

de esta especie -aparte su valor documental,<br />

indiscutible- subraya, aun sin proponérselo,<br />

las constantes del intérprete, cuyo<br />

genio consiste por el contrario, en el ser<br />

múltiple que. como el buen actor, encama a<br />

los diversos grandes personajes/autores. Y la<br />

desviación se agrava cuando se nos sirven<br />

movimientos aislados de los grandes conciertos<br />

-Beethoven. Mendelssohn. Brahms, etclo<br />

que no ¡lustra al aprendiz, ni satisface al<br />

conocedor. De este modo, la antología se<br />

reduce a puna homenaje, merecidlsimo por<br />

supuesto, pero que despega al filarmónico,<br />

como no sea por la fruición de algunas golosinas<br />

-los postres de la edición-, propias,<br />

ellas sí. para un protocolo de este género.<br />

Todo lo cual no obsta para que los nueve<br />

minutos, por ejemplo, del D. 929 -inefable<br />

Andante con moto de un inefable Trio- nos<br />

compense todo lo que haya que compensar.<br />

Debe reconocerse además que el reprocesado<br />

es tan pulcro que apenas se nota.<br />

JAA<br />

LUCIANO PAVAROTT!; 0 holy night Páginas<br />

de Adam, Stradella, Franck, Mercadante.<br />

Yon, Gluck, Rossini, Gounod, Bizet,<br />

Beríioz, Verdi y Wade. Varias orquestas y<br />

coros. Directores: Adler, Gamba, Kertesz<br />

y Solti. DECCA 433 710-2. ADD. Duración:<br />

68'47". Dirección artística: David<br />

Smart, Grabaciones: 1967-1977. Precio<br />

económico.<br />

Disco conyuntural, especialmente<br />

concebido para la Navidad,<br />

de ahí el título inglés que es una<br />

•traducción francesa de la canción de Adolph<br />

Adam Minuit Oiretiens/ Luego el contenido<br />

se aleja bastante del engañoso título, ya que<br />

en un batiburrillo anárquico aparecen tres<br />

fragmentos de Misas de Difuntos, al lado de<br />

un aria de Orfeo de Gluck, junto al archimanido<br />

Píetá, Signare de Stradella Se incluyen<br />

las dos Ave Mana, la de Schubert y la de<br />

Bach-Gounod, sin que Pavarotti añada en su<br />

interpretación nada extraordinario a la histona<br />

repetida de la misma. Por suerte, aparecen<br />

dos momentos menos difundidos y que<br />

son especialmente bellos: el villancico de Pietro<br />

Yon Gesú bambino y Qual giglio candido<br />

de un oratorio de Mercadante. Pavarotti exhibe<br />

la belleza inmaculada de un timbre sin<br />

deterioro y un canto ejemplar, aunque algo<br />

monótono, ofreciendo lo mejor en los fragmentos<br />

verdianus y rossinianos. Un disco barato<br />

para la casa, ya que son todos refritos,<br />

pero que no está reñido con una calidad suficiente<br />

y que puede tener su valor para el<br />

adquirente que sólo pida melodías agradables<br />

y un intérprete efusivo. {Los arreglos<br />

son dignos, pero en el caso de Gluck se podía<br />

haber ahorrado el trabajo).<br />

F.F.<br />

TUTTO PAVAROTTI 2: Canciones y<br />

arias de Di Curtís, Bixio, Toso, Leoneavallo,<br />

Rossini, Arana. Di Capua, Denra, Schubert,<br />

Verdi, Giordano, Yon, Mercadante y<br />

otros. Varias orquestas y directores. DEC-<br />

CA 430.531-2. ADD y DDD. 63'11",<br />

6I'I4*. Grabación: 1968-1987. Precio económico.


Tras el éxito comercial de Tutto<br />

Povorora. Decca se lanza con esta<br />

entrega en busca de similares<br />

resultados económicos. Ahora la selección<br />

de anteriores grabaciones del tenor se centra<br />

mis en lo popuíar que el anterior volumen,<br />

incluyéndose mayor número de canciones<br />

que de anas. Entre las primeras, ocupan<br />

un lugar destacado las napolitanas, género<br />

donde el modenés brilla a aítura similar con<br />

dos predecesores ilustres y conspicuos: Gigli<br />

y Di Stefano. Y con este criterio, aparecen<br />

canciones antiiconoddas como Tomo a Sumento,<br />

Mari, Mari la Motünctto de Leoncavallo,<br />

junto a otros ejemplos menos conocidos,<br />

pero igualmente ¿trayentes, corno l'te vurria<br />

u Occhi di foto. Pavarotti interpreta también<br />

composiciones de carácter religioso, del abanico<br />

más trillado, que forman parte igualmente<br />

del disco Hoiy night, contemporáneamente<br />

editado (seis títulos en total). La oferta<br />

de estos dos discos se contempla con<br />

ocho humildes fragmentos de ópera. Entre<br />

ellos el Pavarotti de los grandes días es el del<br />

cuarteto de Rigolerto o el de la escena de<br />

Edgardo de Lucio di Lammermoor Un disco<br />

fácil y jugoso, a medio camino para satisfacer<br />

al forofo poco exigente y al público en general,<br />

con sólo un mínimo y superficial interés<br />

por el canto y sus manifestaciones mayores.<br />

Es decir, muy vendible, que es lo que se pretende.<br />

Michael Rabin era el único gran<br />

violinista de este siglo, junto a<br />

Joseph Hassid que Sitaba en el<br />

catálogo. Michael Rabin no supo o no quiso<br />

separar el arte de la vida, y no aguantó el ritmo<br />

del Gran Circo Musical. Murió en 1972 a<br />

los 36 años, en completo anonimato, ya que<br />

habla dejado más o menos la carrera doce<br />

(!) años antes. Tuvo, sin embargo, el tiempo<br />

de grabar algunas versiones de referencia como<br />

los Caprichos de Paganini: Rabin no intenta<br />

nacerios clásicos y de buen gusto (opdón<br />

avalada por Menuhin o Accardo, y también<br />

por liiritz) sino restituir lo diabólico (y<br />

el placer por lo circense), tal como lo oían<br />

los contemporáneos del compositor. Esta vi-<br />

sión, única entonces, está recogida por la novísima<br />

ola: Gil Shaham en el Concierto n.° I<br />

(DG) y Alexander Markov en los Caprichos<br />

(Erato). En este sentido, su Concierto n.° /<br />

también puede considerarse como referencia.<br />

No dudarla en hablar de modernidad para<br />

su interpretación del Concierto de Mendelssohn,<br />

no sólo por la densidad de la interpretación,<br />

sino por el entendimiento<br />

absoluto entre solista, director (Adrián<br />

Boult) y orquesta (Philharmonia), adelantándose<br />

a las realizaciones de Hennk Szervng y<br />

de Arthur Grumiaux (ambos Philips). En las<br />

otras obras (Chaikovski, Wieniawski,<br />

Bruch...). Rabin se codea con los más grandes<br />

y célebres violinistas.<br />

Una selección que es también un poco<br />

batiburrillo, que interesa, sin duda, a los<br />

amantes del instrumento y a los admiradores<br />

de Tortelier. que servirá a quien quiera hacerse<br />

de una tacada con una buena parte del<br />

repertorio y que resultará insuficiente a<br />

quien acuda en busca de las versiones de referencia<br />

de las obras que contiene. En todo<br />

caso,, casi cinco horas de buena música,<br />

LS.<br />

DISCOS<br />

RECITAL DE WILLARD WHITE. CO-<br />

PLAND: Diez Amencan Spintuah. Otó American<br />

Songs. POPULAR: Tres Foík-Songs de Barbados<br />

y jamaica. Willard White, bajo. Graeme<br />

McNaught, piano. Grabación: Suffolk,<br />

1/1991. Productor Tim Oldham. Ingeniero:<br />

Richard Lee. CHANDOS CHAN 8960.,<br />

DDD. 54'. Distribuidor: Harmonía Mundi.<br />

Quien lea el contenido de este<br />

disco, resumido más arriba,<br />

comprenderá inmediatamente<br />

que se encuentra ante un recital de diversos<br />

legados folclóricos. más o menos emparentados<br />

entre si. Por una parte destacan las dos<br />

recopilaciones de Copland a partir de anti-<br />

Tratándose de la presentación de un violinista<br />

casi desconocido hoy, no se entiende la<br />

política de la EMI, que obliga a comprar un<br />

estuche de 6 CDs (a precio medio), repitiendo<br />

el Concierto de Paganini (con dos directores<br />

distintos) y con otro CD dedicado<br />

a arreglos que difícilmente puedan interesar<br />

a quienes no toquen el violln.<br />

guas canciones populares americanas, no<br />

siempre anónimas. La primera de ellas fue<br />

estrenada por Peter Pears y Benjamin Britten<br />

en el Festival de Aldeburgh (no es de extrañar,<br />

pues, el lugar de grabación de este CD)<br />

en 1950. Si el acoplamiento del repertorio<br />

es sabio y sugerente, también lo es que los<br />

arreglos de Copland se ubiquen precisamente<br />

en la parte central, entre los Spirituals y las<br />

canciones de Barbados y Jamaica. Esos arreglos,<br />

que evocan la manera bartókiana de<br />

tratar los materiales populares en una época<br />

ya madura del compositor centroeuropeo.<br />

F.F.<br />

PAUL TORTELIER: Los grandes conciertos<br />

poro violonchelo. Obras de Haydn, Boccherin¡.<br />

Saint-Saens. Lalo, Boéllmann, Fauré,<br />

Dvorak. Brahms, Vivaldi, Paganini, Bruch y<br />

Chaikovski. Paul Tortelier (violonchelo).<br />

Varias orquestas y directores. 4 CD. EMI<br />

764069 2. ADD. 77'SI*. 66'0l\ 73'06" y<br />

64'48".<br />

dan sentido al disco. Tras los bellísimos Spintuals,<br />

los arreglos de Copland nos advierten<br />

de que, en realidad, este material es algo<br />

muy diferente al de la práctica etno-musical<br />

de Bartók. La elaboración curto de Copland<br />

es paralela a la propia elaboración popular<br />

de materiales de diversa procedencia que<br />

desemboca en el Spiriwal. Pero, además, y<br />

como el sensacional bajo Willard Whrte es<br />

jamaicano (aunque afincado en Estados Uni-<br />

MICHAEL RABIN. Violín: Paganini: Con-<br />

Paul Tortelier (1914-1990) ha<br />

cierto n.° I, Wieniawskl: Concierto n.° 2.<br />

sido uno de los grandes violon-<br />

Chaikovski: Concierto. Op 35. Mendelssohn:<br />

chelistas de nuestro tiempo y,<br />

Concierto en mi menor, Op. 64. Bruch: Fanta- con Pierre Foumier, André Navarra y Maunsía<br />

escocesa Glaiunov: Contieno, Op. 82. Pace Gendron, ha colaborado a consolidar el<br />

ganini: Capncbos. Bach: Sonota n.° 3 BWV magnifico panorama francés de su instru-<br />

1005. Ysaye: Sonata. Op. 27, n.° 3, Sonata. mento. Estos cuatro discos nos muestran,<br />

Op, 27, n.° 4. Ravel: Pieza en forma de Haba- con diferentes resultados -pero con una exnera<br />

paro v/o/ln y piano, Jzigane, con orquesta. celente nota media- algunos de sus me¡ores<br />

Missefiec Meditación. Kreislen Caprice vie- testimonios discográficos bajo un título algo<br />

nois, Op. 2. Saint-Saens: Havanaise, Op. 83. engañoso. Falta, por ejemplo, y no se explica<br />

Introducción y Rondó caprichoso. Sarasate: Za- uno por qué. su magnifico Concierto de Elgar<br />

pateado y Habanero. Elpr: lo copncieuse, grabado con Sir Adrián Boult.<br />

Op. 17. Suk: Burfeska. Y varios arreglos de<br />

obras de Wieniawski, Debussy, Dinicu, Pa- En todo caso, aquí están las cualidades<br />

ganini. Brandl, Rimskl-Korsakov, Chopin, más caracteristicas de Tortelier, su bello so-<br />

Mompou, Scriabln, Engel, Prokofiev. León nido, su buen legato, su pasión a veces arre-<br />

Pommers, piano. Orquestas: Phi I harmonía, batada. Unas cualidades que lucen sobre to-<br />

Hollywood Bowi. Directores: Eugene Goodo en el repertorio francés -Concierto n.° I y<br />

sens, Adrián Boult, Lovro tan Maiacic, Al- Allegro Appassionato de Saint-Sa^ns, Concierto<br />

ceo Galliera, Félix Slatkin. 6 CDs EMI, pre- de Lalo (siempre con Frémaux)-, en el Doble<br />

cio medio. Grabaciones (muy buenas) de Concierto de Brahms -con un adecuadísimo<br />

1955-1960. CMS 7 64123 2. 420".<br />

Ferras y Paul Kletzki a la batuta- y en el Concierto<br />

de Dvorak (con Sargent), Excelente<br />

también en las piezas breves de Fauré ícon<br />

Plasson), Dvorak (con Previn) y Bruch (con<br />

su hijo Yan-Pascal). Menos convincente en<br />

Haydn y Boccherini y espléndido en las casi<br />

desconocidas Variaciones Sinfónicas de Boellmann.dos<br />

y con un repertorio operístico que va<br />

desde Osmin hasta Pimen. desde Ramfis hasta<br />

Porgy), introduce tres canciones isleñas al<br />

final como lógico corolario de resultado en<br />

un entrevero musicalmente fértil de diversas<br />

civilizaciones. El acompañamiento del escocés<br />

Me Naught resurta muy adecuado en este<br />

recital en que la poderosa voz de Willard<br />

White resplandece en lüerza. estilo y verdad.<br />

S.M.&.<br />

BARROCO ITALIANO TEMPRANO.<br />

Castillo: Soneto Cuorte. Sonota Prima. Sonata<br />

Seconda. Cima; Sonoto I. Sonóla íí. Fontana:<br />

Sonota Secando. Sonota Terzc. Sonota Quorta.<br />

Merula: La Merula. L 'Ansia. La Dada. La Pighetto.<br />

Frescobaldi: Conzona Quorta. Conzona<br />

detto la Bemoniínia. Vicki Beockman, flauta<br />

de pico. Finn Hanse, viola da gamba. Lar»<br />

Ulrik Montensen, clave. Ingeniero: Finn<br />

Kaufmanas. Productor: Nils Winther. Grabación:<br />

Copenhage, IX/1990. KONTRA-<br />

PUNKT 32059. 64'44". Distribuidor:<br />

Nahuel.<br />

La joven virtuosa de la (lauta de<br />

pico Vicki Boeckman ha sido<br />

disclpula de Eve Legene (Copenhague)<br />

y Marión Verbruggen (Amsterdam).<br />

Ya ha grabado, con los mismos compañeros<br />

de este disco, las Sonoras poro flauta<br />

y continuo de Telemann, también para Korv<br />

trapunkl El disco que comentamos se bene-<br />

SCHERZO 81


DISCOS<br />

ficia de un sonido bello y sugestivo más allá<br />

de la posible fidelidad, pero de ese tipo de<br />

irrealidades está lleno el universo del sonido<br />

grabado y no es cuestión de hacerle ascos.<br />

Lo importante es la enorme musicalidad de<br />

Vicki Boeckman, su gran sentido del periodo,<br />

su gran capacidad para la emisión de frases<br />

con pleno significado y continuidad. En una<br />

palabra, su virtuosismo ilustrado para damos<br />

un repertorio desconocido y al mismo tiempo<br />

digno de ser desenterrado. La belleza de<br />

las obras de Fontana, Cima. Merula, Frescobaldi<br />

y Castello sirve para un despliegue de<br />

sabiduría interpretativa por parte de tres jóvenes<br />

intérpretes que nos ofrecen un hermoso<br />

e inesperado recital de cámara. Eso si,<br />

es una belleza sin aristas, sin grandes propuestas,<br />

nada inquietante. Pero estos músicos<br />

son tres nombres mas a tener en cuenta<br />

en ese enorme despliegue de grupos dedicados<br />

a la música barroca que, al margen de<br />

determinadas confusiones concretas, está resultando<br />

tan fértil.<br />

S.M.B.<br />

THE CHRISTMAS ÁLBUM. Páginas tradicionales<br />

y de Kirkpatrick, Pierpoint. Chaikovski,<br />

Hopkins, Mendelssohn, Gruber,<br />

Ha'ndel y Pretoriuj. Cañad¡an Brass y Elmer<br />

Iseler Slngers. Arreglos: David Gray. PHI-<br />

UPS 426 835-2. DDD. Grabación: Canadá,<br />

1990. Productor Hein Dekker. Ingeniero:<br />

Fiona Gale. Duración: 65'0S". Precio normal.<br />

Un quinteto de metales y un<br />

coro, en un repertorio navideño<br />

arreglado con libertad y con algunos<br />

insertos de humor enjdfto, prometen<br />

evocamos esas fiestas municipales donde los<br />

vecinos de alguna ciudad germánica o anglosajona<br />

se juntan y se divierten, a la vez que<br />

celebran tanto la cnstiana fecha como las<br />

tradiciones paganas del muérdago y el abeto<br />

de fidelísimas agujas verdes.<br />

A todo este encanto festival se aflade, en<br />

el caso, el bnllo de los cinco solistas y la excelencia<br />

del coro, lo cual se ofrece como valor<br />

añadido- El repertorio es amplísimo y el<br />

arreglista no se detiene ante ningún tipo de<br />

música, aunque predominan las melodías tradicionales<br />

y algunas páginas del mundo litúrgico<br />

que se han incorporado ya al folclore<br />

del fin de año. Una suerte de tárjela de felicitaciones<br />

con dorados timbres y regocijos para<br />

las vacaciones de invierno.<br />

El virtuosismo de las tomas permite ensanchar<br />

la sonoridad de ios conjuntos y dotar<br />

de rotunda polifonía a una formación<br />

fundada en 1970 para revalorizar el repertorio<br />

camerfstico de los bronces.<br />

6.M<br />

CHRISTMAS STARS. JOY TO THE<br />

WORLD. Páginas tradicionales de HSndel,<br />

Schubert, Gruber, Gounod, Yon, Bach y<br />

Mendelssohn. Joan Suttierland, Renata Tebaldi,<br />

Ktri Te Kanawa y Leontine Pryee, sopranos.<br />

Luciano Pavarotti, tenor. Diversas<br />

orquestas. Directores: Richard Bonynge,<br />

Antón Guadagno, Kurt Adler, Herbert von<br />

Karajan y Cari Davies. DECCA 433 010-2<br />

82 SCHERZO<br />

DM. 54 P 53-. Grabación: 1961, 1965, 1971.<br />

1976 y 1985. Dirección artística: Jeremy<br />

Tilston. Precio económico.<br />

Las Navidades atraen este tipo<br />

de misceláneas, en las cuales se<br />

suelen escuchar tas mismas páginas<br />

alusivas a las fechas, convenientemente<br />

abrillantadas por orquestas suntuosas, generosidad<br />

de coros y, como en este caso, solistas<br />

extraídos del Olimpo operístico. El resultado<br />

es un mosaico, si no coherente, al menos<br />

agradable, que contribuye a que nos<br />

sintamos buenos y elevados, si no para el<br />

resto de nuestras vidas, al menos un par de<br />

semanas.<br />

La calidad de los elementos empeñados<br />

es obvia. Cabe apuntar que Sutherland está<br />

en su mejor forma, porque se le encargan<br />

unas obras barrocas o barroquizantes, Kanawa<br />

se regodea en un repertorio doméstico,<br />

Pavarotti seduce con sus medios acariciantes<br />

y luminosos, Pryce pone un acento de negro<br />

spírftuaí que no queda mal y Tebaldi, aunque<br />

no ya en su mejor momento, sentimental iza<br />

a la italiana y exhibe un órgano aterciopelado<br />

y mórbido. Nadie intenta aterrorizamos<br />

por el nacimiento de un dios en fonna de niño<br />

pobre. En cambio, nos proponen considerar<br />

el mundo a partir de la fraternidad entre<br />

el Creador y sus criaturas.<br />

a/vi.<br />

FESTIVAL DE MARLBORO: 40 ANIVER-<br />

SARIO. MOZART: Sinfonía n° 35 K. 385<br />

ítHafiher Sinfonía n° 40, K. 550. Sinfonía n.°<br />

41, K. 551 «Júpiter». Orquesta del Festival<br />

de Marlfaoro. Director: Pablo Casáis.<br />

SONY SMK 47294. ADD. 7S'2r. Grabación:<br />

Marlboro, Vermont, VII/1967 y<br />

Vil/1968. Pequerfa músico nocturno, K, 525.<br />

Serenata n.° 12, K. 386. Serenata n.° I1, K<br />

375. Orquesta del Festival de Mari boro.<br />

Director; Pablo Casáis (K. 525). Solistas del<br />

Festival de Marlboro. Director Alexander<br />

Schneider (K. 388). Solistas del Festival de<br />

Marlboro (K. 375). SONY SMK 47295.<br />

ADD. 72'26". Grabación: Marlboro. USA.<br />

VIII/1972. Trio para piano, clarinete y violonchelo,<br />

Op. 11. Quinteto para piano, oboe, clarinete,<br />

trompa y fogot. Op. 16. Variaciones para<br />

piano, vioHn y violonchelo, Op. I2la. Rudolf<br />

Serkin, piano, y solistas del Festival de<br />

Mariboro. SONY SMK 47296. AAD. 71'32*.<br />

Grabación: Marlboro. VII-Vlil/1974,<br />

Vil/1983.<br />

Tres nuevas entregas de esta joya<br />

de edición dedicada a los<br />

cuarenta años del Festival de<br />

MaHboro de cuyos primeros volúmenes ya<br />

nos hemos ocupado en SCHEPZO. Y, otra<br />

vez. no puede haber sino elogios para el<br />

modo de hacer música de unos intérpretes<br />

en estado de gracia, tocados por la magia de<br />

un momento irrepetible, decididos a convertir<br />

el arte en una suerte de necesidad espiritual<br />

imperiosa. Casáis nos ofrece un Mozart<br />

rotundo, pletórico. casi sobreabundante con<br />

una orquesta que pasa por las imperfecciones<br />

inevitables en quien atiende más a la expresión<br />

que a la letra. Y. una vez más. como<br />

en Beethoven. como en Schubert, como en<br />

Brahms, cuánta naturalidad, qué ausencia de<br />

retórica, qué lejos de dulzuras o de acritudes<br />

más o menos historidstas. Y qué placer d de<br />

recibirtanta verdad.<br />

Con Serkin, con Schneider, tres cuartos de<br />

lo mismo. El grandísimo pianista vuelve a<br />

mostrar su talento en piezas menores de un<br />

Beethoven en los aledaños de la madurez o<br />

en la cercanía del fin. Y es que las grandes<br />

lecciones tienen también su pequeño corolario<br />

dedicado al puro placer de hacer música<br />

mientras se nos descubren los tesoros ocultos<br />

tras las cataratas del genio. A los amantes<br />

de las discograflas comparadas, a los zahoríes<br />

del ínter pluribus unum, a lo peor no les convence.<br />

A los buscadores de emociones, seguro<br />

que si.<br />

LS.<br />

HAMMERSTEIN II: Carmen Jones. Wilhelmenia<br />

Fernandez, Damon Evans, Gregg<br />

Barker. Orquesta dirigida por Henry Lewis.<br />

EMI 7 54351 2. DDD. 63'07". Grabación:<br />

Londres. VI/1991. Productor: David Cullen.<br />

KATIA Y MARIELLE LABEQUE íove ofcotours.<br />

Obro de Camilo, MeLaugtilin, Davis,<br />

Corea, Carmichael, Sol al, Warren y Me-<br />

Night. Monk y Jeanneau. SONY SK 47227.<br />

DDD. 58'20". Grabación: París. XII/1990.<br />

Productor John McLaughlin. NEW YORK<br />

CITY GAY MENS CHORUS: Oinstmos comes<br />

anew. Canciones de Navidad populares<br />

y de Adam, Niles. Bax, Reger, Berlín, Martin<br />

y Blane. Director Gary Milier. VIRGIN<br />

VC 7 91749-2. DDD. Productora: Judrth I.<br />

Sherman. THE KING'S SINGERS: Get<br />

Hoppy! Canciones de Gershwin, Arlen y<br />

Shearing. EMI CDC 7 54190 2. 69'54*. Grabación:<br />

Londres, VI/1990. Productor: Simón<br />

Woods.<br />

Recojamos en este cajón de<br />

sastre un poco de esa miscelánea,<br />

como ni carne ni pescado,<br />

que llega con frecuencia a los escaparates de<br />

novedades. En ella encontraremos un poco<br />

de todo, desde el musical sin más al laudable<br />

y con frecuencia inútil intento de querer<br />

otorgar a lo que no es sino música para pasar<br />

el rato carta de naturaleza algo más que<br />

efímera. Asi, la grabación de Carmen jones<br />

recogida en los días del estreno londinense<br />

de la producción de Callow-Lewis-Santini. es<br />

un modelo del género, una joya que no se<br />

perderán los amantes de este teatro musical<br />

que ataca sin ambages a un clásico, le da la<br />

vuelta, lo acomoda a sus necesidades y lo<br />

sirve con una fuerza, una frescura y un estilo<br />

dignos de causa tan honrada como sus pretensiones.<br />

Acerqúese a ella también el comido<br />

de prejuicios, que no se arrepentirá.<br />

Las hermanas Labeque firman, de la mano<br />

de John McLaughlin, una interesante glosa a<br />

determinadas propuestas más o menos jazzfsticas.<br />

En algún momento se roza el horror<br />

del minimalismo o de su hijuela la new oge,<br />

pero las guapas hermanas huyen de ello en<br />

cuanto lo atsban. Así pasamos de lo agradable<br />

en McLaughlin a lo interesante de veras<br />

en Davis, Corea, Solal o Monk. De esta forma,<br />

un disco de los de temer se convierte<br />

en una buena forma de pasar el rato o en<br />

objeto de regalo a ese conocimiento sin demasiadas<br />

luces, pero que se cree listo.<br />

Como la temporada de Navidad comienza<br />

pronto, pero acaba abruptamente, el disco<br />

del New York City Gay Men's Chorus se


quedaríi para el ano que viene. Si lo rebajan,<br />

hágase con él, porque los intérpretes son excelentes<br />

y el repertorio no estrictamente el<br />

habitual en fiestas tan entrañables.<br />

Y finalmente, los King's Stngers que, personalmente,<br />

me ponen un poco nervioso con<br />

lo pulido de sus voces y lo acabado de su<br />

swing. Me recuerdan a los Four Seasons,<br />

aquel grupo americano de los sesenta, que<br />

sólo pudo gustarme cuando me hice definitivamente<br />

mayor. Como no quiero envejecer<br />

antes de tiempo, prefiero dejar a estos simpáticos<br />

caballeros ingleses, de impecable trayectoria,<br />

para otro momento.<br />

LS.<br />

OPERA STARS 2: Páginas de Verdi. Donizetti,<br />

Pucciní, Tosti, J. Strauss, Gastaldoni,<br />

Genhwin, Rossini, Lehar, Farvo. Bernstein,<br />

Loewe, Leoncavallo, Lara, Cardillo, Bixio.<br />

Webber. Con Renata Scotto, Alfredo<br />

Kraus, Melanie Holliday, Gail Gil more, Ramón<br />

Vargas y Paolo Coni. Orquesta Filarmónica<br />

Eslovaca. Director: Konrad Leítner.<br />

RNE Clisica 75006. 2 LP. Toma de sonido:<br />

Miguel A. Barcos y Luis Díaz. Una producción<br />

Tres in para RTVE Precio económico.<br />

Grabación: Barcelona, 1991.<br />

Después de la experiencia veraniega de las<br />

Ventas que dio lugar a la publicación del primer<br />

volumen, con éxito inesperado, sucede<br />

ahora este Star 2. desde el Palau Sant Jordi<br />

barcelonés. Para esta edición se enfocó el<br />

asunto desde el punto de vista mas popular,<br />

acudiéndose preferentemente al repertorio<br />

cancioneril, con bastante incidencia además,<br />

dada la filiación de algunos intérpretes, en la<br />

comedia musical americana. El resultado global<br />

es similar al disco precedente, con lo que<br />

puede augurarse un buen rendimiento de<br />

ventas. Kraus evita el repertono operístico<br />

(sólo canta La donna rigolettiana y pone su<br />

voz al Brindis de Traviata en cooperativa, algo<br />

que promete futuro en similares manifestaciones)<br />

y se adentra, a lo Pavarotti, en la canción<br />

napolitana o aledaños; algo para lo que<br />

no tiene spolvero (digamos desenvoftura),<br />

aunque siga cantando como los dioses. Una<br />

revelación ha sido la del tenor mejicano Ramón<br />

Vargas (ya en disco Corasmino en la<br />

Zairo con Ricciarelli) que tiene excelentes<br />

medios y sabe cómo emplearlos, sobre todo<br />

en la trillada Furtivo Ingrimo, Scotto lucha<br />

contra el paso del tiempo y el consiguiente<br />

deterioro vocai, logrando con su pericia hacemos<br />

olvidar las imperfecciones. Holliday es<br />

una íigera de buena coloratura y frescura vocal<br />

que destaca la pagina domzettiana de Lindo<br />

de Chamounix. raolo Coni se luce más en<br />

lo italiano (Gastaldoni, BIXIO) que cuando<br />

ataca con My fair lady (La coí/e donde tu vft


DISCOS<br />

cosecha melódica para el escenano. En fin,<br />

una velada variopinta y sabrosa.<br />

Mamner sirve este itálico menú con su<br />

brío acostumbrado, su facundia melódica y<br />

su bnllo de timbres. En todos los casos, se le<br />

agradece tanto entusiasmo por el oficio de<br />

concertador.<br />

SAINT SAENS: Introducción y rondó caprichoso.<br />

MASSENET: Meditación. SARASATE:<br />

Aires gitanos. CHAUSSON: Poema. YSAYE:<br />

Capricho en forma de vals. RAVEL Tzigane.<br />

Joshua Bell, violto. Orquesta Filarmónica<br />

Real. Director: Andrew Litton. DECCA<br />

433 519-2 DH. 60'26". Grabación: MI/1991.<br />

Productor: Paul Myers. Ingeniero: Matthew<br />

Hutchinson.<br />

Bell es, sobre todo, un depurado<br />

y sensible violinista de cámara.<br />

Ello se advierte no sólo en<br />

su sonido recogido y depurado, sino en un<br />

talante interpretativo introvertido y excelso<br />

de matices. En este compacto se mide con<br />

el repertorio virtuosístko y peso pesodo de<br />

la música francesa posromartica, Sarasate incluido.<br />

En general, sale airoso de todas las pruebas,<br />

aunque, en contadas ocasiones, la agilidad<br />

no es impecable y el timbre sea un tanto<br />

metálico en el agudo. Sobresale en los pasajes<br />

líricos, donde su capacidad de cantar,<br />

su dominio de la frase larga y del talante elegiaco<br />

rayan a gran altura. Pero no desmerece<br />

cuando se le plantean cuerdas flojas, tnnos y<br />

guitarreados, con alguna salvedad ya apuntada.<br />

Lrttofi lo acompaña con respeto y discreción.<br />

SJM.<br />

TRECENTO: Música italiana del siglo<br />

XIV. Berry Hayward Consort. Grupo Vocal<br />

Claire Caillard-Hayward. BNL 112803.<br />

DDD. 72'34". Grabación: París, XII/I99Ü.<br />

Ingeniero: Bernard Neveu. Distribuidor<br />

Auvidis. SEICENTO: Música italiana de la<br />

¿poca de Frescobaldi. Berry Hayward Consort.<br />

BNL 112804. DDD. 70'03". Grabación:<br />

XII/1990. Ingeniero: Bernard Neveu.<br />

Distribuidor Auvidis.<br />

Los interpretes se han propuesto<br />

una definición de lo italiano en<br />

música por medio de los dos<br />

cortes temporales representados por los discos.<br />

Palpamos las mismas texturas, casi el mismo<br />

color, en las piezas instrumentales de Gma<br />

o Frescobaldi y en las voces que cantan a<br />

Landini. Tal vez sea esto lo que se llama el<br />

melodismo mediterráneo, peto Haywart, heterodoxamente,<br />

lo ha sustentado en sus<br />

aproximaciones en la orilla africana. Un tono<br />

ciertamente monsa> teñen las estampes, con<br />

su imaginativa utilización de las percusiones,<br />

pero también respiran levemente el mismo<br />

aroma las otras piezas. En Seicento. por su lado,<br />

la base de las interpretaciones se encuentra<br />

en la flexibilidad y libertad del canto instru-<br />

84 SCHEBZO<br />

Rosas<br />

Christopher Wilson confirma<br />

en lo que creo su primer<br />

disco solista, el inmenso talento<br />

que dejaba entrever en sus colaboraciones<br />

con el Hilliand o los English Baroque:<br />

refinada técnica y agudo sentido<br />

del ritmo, sonido variado dentro del clima<br />

monótono de la música isabelina para<br />

laúd, en sus dos facetas, la meditación y la<br />

danza, Wilson es uno de los principales<br />

laudistas de Gran Bretaña, dice modestamente<br />

el libreto: no cabe duda ninguna, y<br />

podríamos ensanchar los límites geográficos.<br />

Más sutil que Paul O'dette (Astrée)<br />

en los affexxi que requiere la música de<br />

Dowland, Wilson nos debe una integral<br />

de este compositor, y colmar así una<br />

cruel laguna discogrífica.<br />

Rosa lleva como titulo el disco de Wilson<br />

(y la pavana de John Danyel), Espinos<br />

podría ser el del recital de Bob van<br />

Asperen: las obras cubren un siglo y medio<br />

de música y sólo encuentran una relación<br />

en la genialidad de sus compositores<br />

y una desesperante unidad de clima<br />

interpretativo: la agresividad, la furia áspera<br />

del intérprete puede convenir a las<br />

obras más brillantes, la Tbccotc de Bach,<br />

la Caza del Rey de John Bull (agresividad<br />

aumentada por la toma de sonido que<br />

nos pega el oído a las cuerdas), pero este<br />

aspecto definitivo de la interpretación<br />

contradice la melancolía del Ptéiude non<br />

mesuré de Louis Couperin y las sombras<br />

que aparecen, a pesar del título Goliardos,<br />

en la escritura de Frescobaldi. Mis<br />

reticencias pueden ser fácilmente barridas,<br />

basta dejarse arrastrar por la cegadora<br />

pirotecnia del intérprete.<br />

P.£<br />

ROSA: Recital de música isabelina para<br />

laúd. Obras de Philips, Johnson, Tavemer.<br />

Van Wilder, Ferrabosco, Danyel.<br />

Cutting, Robinson, Holbome y Dowland.<br />

Christopher Wilson (laúdes). CD<br />

VIRGIN VC79I2I6-2. DDD. 1990 por<br />

N. Parker. Director artístico: A. Hunter.<br />

51*37*. Recital de Bob van Asperen (clave):<br />

Bach: Toccata flvW 912. Muflat Passacogfia.<br />

Bull: The King's Hunt Frescobaldi;<br />

5 goliardos del 2° Libro. Storace: Possocagíio.<br />

Scarlatti: Sonatas K 8. K. 202.<br />

Duphty: La Félix. La de Helombre. L CCHIperin:<br />

Prélude en re menor. Sweelinclc<br />

Ballo del Grandtica. Purcell: Gmund D.<br />

222. CDEMICDC 7 54319 2, DDD,<br />

por C, Feldgen. Director artístico: H.B.<br />

Batzing. 59\<br />

menta), un canto que busca obviamente el reencuentro<br />

ideal con el auténtico, el de la ópera,<br />

género fascinador del momento.<br />

EJAM<br />

OPERAMANIA: Página* de Verdi, Rossini,<br />

Mozart, Puccíni, Donizetti, Bellini, Bizet<br />

Gluck, Meyerbeer, Gounod, Leoncavallo,<br />

Wagner, Catalán i, Giordano, Mascagni,<br />

Saint-Saéns, Ponchielli. Con Sutherland, Pavarotti,<br />

Caballé, Del Monaco, Bjoerling, Lorengar,<br />

Arañil y otros mis. Varias orquestas<br />

y directores. DECCA 433 755-2, ADD<br />

y DDD. Duraciones: 61 "03" y <strong>62</strong>'27". Grabaciones<br />

entre 1956 y 1990. Precio económico.<br />

Todas las grandes marcas discograficas<br />

abren de vez en cuando<br />

su archivos y forman potpurris<br />

operísticos como el presente, donde atraen<br />

al presunto cliente con el gancho del fragmento<br />

en sí (coro de Nobucco. Habanera de<br />

Carmen) o del intérprete vocal seleccionado.<br />

Disco ideal para entrar a saco en este singular<br />

mundo que es el de la ópera. Se dan cita<br />

en este ejemplar, servido por el variopinto<br />

equipo que a lo largo de más de treinta años<br />

pudo reunir bajo contrato la Decca. el clasicismo<br />

gluckiano y el verismo de buenas maneras<br />

de Puccini, encuadrando un período<br />

de la historia lírica de más de doscientos<br />

años y con una tímida incursión wagneriana<br />

(el coro de peregrinos de Tonnháuser). Sin<br />

hacer menos a nadie, se destacan la magnífica<br />

lectura del Amor ti vieta de Fedorú por<br />

Bjoerling, el salvaje Vestí la gtubo de Del Monaco<br />

en Poyosos y la brillante pira trovadoresca<br />

de Pavarotti, con un agudo espectacular<br />

(grabación en recital con Magiera, superior<br />

a la edición completa de la obra con<br />

Bonynge).<br />

Ff.<br />

TITO SCHIPA, tenor. Albert Cario Arnaco,<br />

piano. Despedida de Nueva York, Grabado<br />

en el Town Hall, Nueva York, 3-10-<br />

19<strong>62</strong>. Complemento: 3 fragmentos de II-<br />

19<strong>62</strong>. CDAADSRO 817-1. Producido por<br />

Legato Classics, Productor Ed Rosen. Ingeniero<br />

y comentarista: Vincent Títone.<br />

64'22".<br />

Aun los incondicionales de Schipa<br />

-entre quienes me cuento-,<br />

experimentarán sentimientos<br />

opuestos al escuchar este CD. Por una parte,<br />

es admirable que a los 73 años -80, si<br />

atendemos a otras fuentes- su canto fuera<br />

elegante y delicado, de una dicción clara y<br />

exquisita, sobre todo en su repertorio más<br />

frecuente, como Don Pasquale, Elsir, Weither<br />

o Artesiana; por otra, la voz, que ya comenzó<br />

a descamarse a partir de 1940, aquí era la<br />

sombra de una sombra. A la postre, la sensación<br />

de tristeza acaba por imponerse a todas<br />

las demás cuando se oye a Schipa malgastar<br />

tiempo, talento y buena linea de canto en<br />

páginas del género ínfimo. No me refiero a<br />

las napolitanas, que parecen obras maestras<br />

al compararlas con Wvere o con Monolito, de<br />

cuya letra y música reclama la paternidad el<br />

tenor, con un punto de orgullo, al anunciada.<br />

Un CD, pues, de un interés vocal y musical<br />

limitadísimo, que a nadie se puede recomendar,<br />

por más que ia grabación sea tolerable:<br />

RCA EMI y Nuova Era han publicado colecciones<br />

del arte de Schipa, obligadas en toda<br />

discoteca, que dan la imagen real de ta que<br />

fue su arte, objeto de nuestro dosier en ef<br />

número 31 deSCHERZO.<br />

RAM.


.VIII Concurso<br />

Internacional de Piano<br />

^José Iturbi^<br />

\" 111 Inicrnational Piano Cunipctition -José Iturbi<br />

El concurso tendrá lugar en la ciudad de Valencia entre<br />

los días 15 al 25 de septiembre.<br />

BASES DEL CONCURSO<br />

Participantes<br />

Podrán tomar parte en este Concurso los pianistas de<br />

cualquier nacionalidad que no hayan cumplido los 32<br />

años el día de la prueba final. El plazo de admisión de<br />

solicitudes, finalizará el día 30 de mayo de 1992. Las<br />

solicitudes junto con los documentos que se detallan<br />

seguidamente, deberán remitirse a:<br />

SECRETARIA DEL VIII CONCURSO INTERNACIONAL<br />

DE PIANO «JOSÉ ITURBI».<br />

Diputación Provincial de Valencia<br />

Plaza de Manises, 4<br />

46003 VALENCIA (España)<br />

Pruebas del Concurso<br />

El concurso constará de CUATRO pruebas: dos eliminatorias,<br />

una semifinal y una final.<br />

Premios<br />

Primer Gran Premio VIII Concurso Internacional de Piano<br />

«JOSÉ ITURBI», dotado con 1.000.000 ptas., por la<br />

Diputación de Valencia, recitales por España, un Concierto<br />

con la Orquesta Municipal de Valencia y un recital<br />

para la Sociedad Filarmónica de Valencia.<br />

Segundo Premio, dotado con 750.000 ptas., por Banca-<br />

ja, y recitales patrocinados por la Consellería de Cultura,<br />

de la Comunidad de Valencia.<br />

Tercer Premio, dotado con 500.000 ptas., por el Excmo.<br />

Ayuntamiento de Valencia y recitales patrocinados<br />

por la Diputación Provincial de Valencia.<br />

Cuarto Premio, dotado con 300.000 ptas., por la Sociedad<br />

Filarmónica de Valencia.<br />

Premio Especial al mejor intérprete de MÚSICA ESPA-<br />

ÑOLA; dotado con 250.000 ptas., por la Diputación<br />

Provincial de Valencia.<br />

Generalidades<br />

Se otorgarán a los pianistas residentes en España, bolsas<br />

de viaje de 30.000 ptas., cada una, y a los pianistas<br />

residentes en el extranjero de 60.000 ptas., cada una.<br />

ORGANIZA:<br />

- DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE VALENCIA<br />

COLABORAN:<br />

-AYUNTAMIENTO DE VALENCIA. BANCAJA.<br />

- CONSELLERÍA DE CULTURA, EDUCACIO I CIEN-<br />

CIA.<br />

- CONSERVATORIO SUPERIOR DE MÚSICA.<br />

- SOCIEDAD FILARMÓNICA.<br />

- ORQUESTA MUNICIPAL DE VALENCIA, Dirigida por<br />

el Maestro Manuel Galduf.


LÁSER DÍSC<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Richard Strauss es célebre,<br />

entre el gran público,<br />

por una danza donde<br />

caen siete velos. Ai red I los<br />

de vals recorren El caballero<br />

de la rosa y aun acompañan la<br />

furia vengativa de Electra. Al<br />

maestro se le iban los pies,<br />

pero sólo escribió un solo ballet,<br />

en sentido estricto, ya que<br />

Eí burgués gentilhombre es una<br />

suite extractada de una ópera<br />

rehecha. Dicho ballet es La leyenda<br />

dejóse (París, 1914, con<br />

los ballets rusos de Diaghilev y<br />

los decorados de José María<br />

Sert). El guión de Hofmannsthal<br />

y Kessler imaginaba a un<br />

José, obviamente casto, cuyo<br />

amor es divino y no humano,<br />

por lo cual rechaza a la ardiente<br />

mujer de Putifar.<br />

Strauss compuso una partitura<br />

musicalmente poco memorable,<br />

pero de una eficacia danzante<br />

y dramática francamente irresistible.<br />

Aparte de la coreografía original de<br />

Fokine, mereció otras de Kroller, Balanchine<br />

y Anthony Tudor.<br />

En 1977, el norteamericano John<br />

Neumeier estrenó la versión que ahora<br />

disfrutamos en láser-disc, en la Opera de<br />

Viena. De la historia original queda la secuencia<br />

de las escenas, pero muy poco<br />

del místico José y de la evocación del Renacimiento<br />

italiano imaginada por Sert<br />

Neumeier lleva la obra a un Oriente<br />

muy ecléctico, dominado por el decorativismojugenc/stil<br />

de la Viena contemporánea<br />

de Strauss y Hofmannsthal. Es un<br />

acierto de partida, que se complementa<br />

con otros hasta completar una obra<br />

maestra del neomodemismo actual.<br />

El conjunto del drama es la disidencia<br />

entre el deseo y su objeto. José sueña<br />

con un ángel del cual se enamora y cuyo<br />

amor es correspondido. El ángel es<br />

un robusto y ambiguo guerrero romano<br />

vestido de fulgores dorados, José es un<br />

atleta adolescente, que nada semidesnudo<br />

por la vida, y lo bien que hace, envuerto<br />

en una túnica que muestra más<br />

que oculta y zarandeando sus oscuros<br />

bucles de pastora I lo barroco.<br />

El resto son los desencuentros eróticos<br />

que hacen a esta historia sensual y<br />

desesperada. La mujer de Putifar busca,<br />

en vano, los favores de su marido, un<br />

jerarca faraónico, desorientado y cachas.<br />

S6SCHERZO<br />

Esplendores gay<br />

Luego intenta seducir a José, que sólo<br />

ama a su ángel. Pero también José intenta<br />

enamorar a Putifar, que lo huye,<br />

no sin su cuota de confusión. Finalmente,<br />

José se encuentra con su amante en<br />

un espacio onírico y celestial, y la mujer<br />

de Putifar se inmoviliza en su oscura soledad,<br />

acentuada por el hecho de que la<br />

bailarina es negra. Negra y hermosa, como<br />

la Sulamita bíblica, oscura como la<br />

grave carne que la lleva de hombre imposible<br />

en imposible hombre. El deseo<br />

sólo se encuentra con su objeto en los<br />

sueños. Lo demás es danza, vana y bella<br />

danza de cuerpos desnortados por la<br />

selva de la sensualidad y la histeria.<br />

STRAUSS: La leyendo de ¡osé. Coreogrifi*<br />

John Neumeitr. Judlth Jarniion (h mujer de Pudín"),<br />

Kevln Haigen (|osé. Karl Musil (el ángeJ) y<br />

fnra Wilhelm (Putifar). Miembros del ballet de la<br />

Opera de Viona. Orquesta Filarmónica de Viena.<br />

Director Heinrich HolJrelser. Decorados y vwtuario:<br />

Emst Fuchs. Dirección coreografía: John<br />

Neumeier. Ingeniero de sonido: Bert Grund. Productor:<br />

Horant Hohfeld. Filmación: VI11/1977.<br />

PHILIPS CD Video 070 109-1 PHG PG 716.<br />

6517".<br />

EL ARTE DEL BALLET DEL SIGLO XX Bolero<br />

de Maurice Ravel. Orquesta de París. Director:<br />

Jean Martinon. Adagteno de li Quinto Sintonía<br />

y tres movimientos de la Tercera 'vnfonlo de Gustav<br />

Mahler. Naoko IWa, soprano, confunto vocal<br />

y Nueva Orquesta Smfónica (no consta director).<br />

Coreografía: Maurice Bé|art. Bailarines solistas:<br />

Jorge Donn y Shonach Mirk. Ballet del Siglo Veinte.<br />

Director: Maurice Béiart. Producción: Dream<br />

Factory de BíMca. Director artlitico: Ene Butin.<br />

Filmación: 1985. CD Video PHIUPS 070 134-1<br />

PHG PG 716. 74'IS'.<br />

Los cuatro protagonistas<br />

son excelentes bailarines-actores,<br />

dueños de una presencia<br />

física que define a sus personajes<br />

y de un juego coreográfico<br />

persuasivo y brillante. No desmerecen<br />

los comprimarios, secuestradores,<br />

verdugos, luchadores<br />

y cortesanos. Una fiesta<br />

de la vista golosa y la muda expresividad<br />

de los miembros<br />

elásticos y sudorosos. Una cámara<br />

habilísima sigue el rastro<br />

de los personajes y sorprende<br />

detalles de actitudes y de vestuario<br />

con una sutileza que un<br />

espectador teatral no alcanzarla<br />

jamás. Un rostro, una mano,<br />

una axila, un casco guerrero o<br />

el busto de una armadura cobran<br />

el carácter de auténticos<br />

protagonistas.<br />

La otra pieza que comentamos<br />

exhibe una muestra desigual<br />

del coreógrafo Maurice<br />

Béjart Junto a una de sus piezas culminantes,<br />

el raveliano Bolero, unos fragmentos<br />

de Mahler deslucidos por una<br />

coreografía literaria e ineficaz. Se echan<br />

de menos otras obras maestras de Béjart,<br />

como La consagración de la primavera<br />

o la surte de danzas griegas. Aqu! se<br />

ha centrado la producción en la figura<br />

del bailarín argentino Jorge Donn, de<br />

dotes discretas y físico un tanto pesado,<br />

más para cubrir que para desnudar, como<br />

se ve de sobra en este láser disc.<br />

Sofero fue concebido como un contrapunto<br />

austero, creciente y finalmente<br />

apoteósico entre el ritmo masculino y la<br />

melodía femenina, todo muy cerca de<br />

lo que Ravel desarrolla en su espléndida<br />

partitura. Una mujer, subida a una mesa<br />

circular, va atrayendo a un coro de bailarines<br />

que se incorpora poco a poco a<br />

la danza general, acabando de formar<br />

un circulo humano en tomo a la solista.<br />

Donn imrta las evoluciones de la bailarina<br />

con encomiable efecto, pero ei contrapunto<br />

mujer-varón se echa en fafta.<br />

Un trabajo de cámara muy inteligente<br />

nos ofrece puntos de vistas generales,<br />

particulares y algunos planos cenitales<br />

de elocuente plasticidad.<br />

El resto mahleriano es prescindible y,<br />

como queda dicho, merecerla ser suplantado<br />

por otras creaciones de Béjart.<br />

Bíos Matamoro


ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

La actividad concertística de Pavarotti<br />

fue tardía en su periplo profesional.<br />

El primer recital del tenor<br />

tuvo lugar en 1973; es decir, después<br />

de 12 afíos de carrera ya 18 de<br />

distancia de! presente. El modenés de<br />

oro tardó en decidirse porque consideraba<br />

esta actividad tan arriesgada como<br />

laboriosa. No le fue mal en la experiencia.<br />

Supo encontrar una fórmula infalible<br />

que equilibrara los elementos en<br />

juego, arriesgando lo menos posible. En<br />

la elección del programa compatibilizó<br />

lo sentimental con lo ligero, lo oneroso<br />

con lo fácil, logrando una especie de<br />

pastel canoro que llega inmediatamente<br />

al auditorio. Para aliviar una continua<br />

presencia del cantante ante el público,<br />

quitando monotonía al acto y dando<br />

respiro al intérprete, Pavarotti introduce<br />

una estrella invitada en sus conciertos,<br />

algo asi como un telonero o telonera<br />

que unas veces era una especie de<br />

alumna (Madelyn Rhenée) y otras, en<br />

espectáculos con orquesta, un excelente<br />

flautista. Andrea Griminelli, que infaliblemente<br />

interpretaba la exigente fantasía<br />

sobre la Carmen bizetiana organi-<br />

Treinta años no es nada<br />

zada por Borne. Aquí en Hyde Park,<br />

además del citado ¡oven flautista, el coro<br />

(con el imprescindible Vo pensiero)<br />

suma su presencia a un acto que dura<br />

casi los cien minutos, de los cuales el<br />

tenor ocupa algo más de la mitad con<br />

su presencia vocal. Coincide el acto con<br />

los treinta años de Pavarotti en escena.<br />

La presentación, como se recordará,<br />

fue en Reggio Emilia en abril de 1961, y<br />

ha sido suficiente y oportunamente<br />

conmemorada en el Teatro Romolo<br />

Valli de aquella ciudad, y contó con la<br />

preciosa colaboración de un grupo más<br />

como amigos que como cantantes del<br />

tenor modenés: Cappuccilli, Kavaibanska,<br />

Verrett, etc. Televisión Española la<br />

emitió no hace mucho y su aparición<br />

en Laser-Disc es inminente (una ausen-<br />

PAVAROTTI IN HYDE PARK; Pigirai


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRABCQ<br />

Las últimas novedades editadas<br />

por la serie Vivarte<br />

de Sony poseen un interés<br />

algo menor que la primera<br />

entrega ya reseñada en SCHER-<br />

ZO (ver n.° 53). El pie forzado<br />

del bicentenario mozartiano de<br />

1991 juega un poco en contra<br />

del balance general de estos discos<br />

llegados a la redacción.<br />

Es de nuevo el Huelgas Ensemble<br />

el que propone los registros<br />

más originales y conseguidos.<br />

En el titulado In morte di Madonna<br />

Laura, ciclo madrigalistico heterogéneo<br />

a partir del Cancionero<br />

de Petrarca, Nevel rastrea, como<br />

es su costumbre, los rincones<br />

más desatendidos de la historia<br />

de la música. Aquí el melodismo<br />

italiano se tiñe de una coloración<br />

sombría por la pendida del amor<br />

o el golpe de la muerte. Dan<br />

contrapartida popular a esto la? vitalistas,<br />

desbordadas Ensotados de Mateo<br />

Flecha, a las que Nevel confiere un carácter<br />

más definidamente grotesco que<br />

Savall (Astrée), incidiendo también en la<br />

multiplicidad de procedencias de las<br />

músicas hilvanadas por el autor. La pronunciación<br />

del castellano de los cantantes<br />

presenta algunas dificultades que la<br />

erudición del director consigue equilibrar.<br />

Bemius dispone dos cantatas profanas<br />

de Bach, escritas en honor de Augusto<br />

III, elector de Sajonia y rey de Polonia.<br />

Piezas de circunstancias de alabanza<br />

al poder, en las que, al menos, se<br />

piden para los subditos frutos del supuesto<br />

buen gobierno. Bach cumple<br />

con encargo tan ingrato guardando el<br />

nivel de toda su obra. La interpretación<br />

recrea un ambiente cortesano, evitando<br />

la violencia de un Hamoncourt (como<br />

en Eoto propidador, de una energía telúrica,<br />

Teldec). Las versiones se cimentan<br />

antes que nada en las excelentes prestaciones<br />

vocales, tanto de los solistas como<br />

del coro. En lo instrumental, Berniius<br />

aplica soluciones de moderación,<br />

siendo atractiva la tímbrica de los vientos,<br />

pero un punto deslizada hacia lo<br />

convencional la articulación de las cuerdas.<br />

Entramos en el referente mozartiano<br />

con el Don Govanni de Gazzaniga. pues<br />

no mucha mayor significación tiene esta<br />

ópera que la relación contextualizadora<br />

para la obra mayor homónima del salz-<br />

88 SCHERZO<br />

Sonidos redescubiertos<br />

Hateo Hecha el Vleto nu\ - IHH<br />

tas Ensaladas<br />

El Fuego - La Negrina- La lusla<br />

Huelgas Ensemble • Paul van Nevel<br />

burgués. Con respecto a la versión de<br />

Soltesz (Orfeo, ver SCHERZO n.° 52),<br />

Bruno Weil redondea un producto global<br />

más centrado en el estilo, pero con<br />

dos graves inconvenientes: el reparto<br />

vocal ofrece tan sólo una labor muy justa<br />

y, sobre todo, se han suprimido completamente<br />

los recitativos (cuyos textos<br />

pueden leerse en el libreto adjunto al<br />

disco), con lo que el sentido dramático<br />

de la grabación ha desaparecido. La decisión<br />

podra justificarse por el deseo de<br />

la editora de brindar la ópera en un único<br />

disco, pero es incomprensible en una<br />

interpretación con pretensiones de fidelidad.<br />

No recibidas para critica las Sinfonías<br />

(a partir de SerenawsJ de Mozart registradas<br />

por Weil, sus otras dos aporta-<br />

IN MORTE DI MADONNA LAURA Madrigaleí<br />

con testen de Pemrca. FLECHA; £j (liego Lo Negnno.<br />

Lo justa Huelgas Eniemble. Director Paul<br />

van Nevd. BACH: Cantaos BVW 20b y 207o. Z3esak.<br />

Chance, Prégardien, Kooy. Coro de Cánurj<br />

de Stuttgart. Conceno KOln. Director Frieder<br />

Hcrniui. GAZZANIGA: Don Owonrii Johruon. Serra.<br />

Szmytka, FurlanettO- Coro de Cimara de<br />

Stuttgart. Tafelmustk. Director Bnno Weit. MO-<br />

ZART: Oberturas Serenoto K. 525 Danza criémonos<br />

TaWmmik. Director Bruno Weil. MOZART:<br />

Uno bromo musco! Quinteto pora trompa Mordías<br />

Dúos. Dtvwiirrwntos. Oñfümento K. 563. Cuartro<br />

Adagios y fugas. Gran Sexteto Concertóme. Dos Dúos<br />

poro viofti y vota. L'Archibuddli. MOZART. Moa. K<br />

2<strong>62</strong>. iníer natos mufjerum Ten Deum ioudarnuí Vevte.<br />

popuíi Regrna Coeír. Ave vewm Corpus. Ci«lewtá,<br />

GUnther, Müller, Irrmier. Coro da Muchacho*<br />

oe Toiz. Solista] Barroco] Europeo!. Director:<br />

Gerhard Schmidt-Glden. SCHUBERT:<br />

Sinfonías túms- 5 y 6. The CtasicaJ Band. Director<br />

Bruno Weil. II CD SONY Vtwre, 1991.<br />

ciones a este campo teñen un talante<br />

muy menor el disco de oberturas<br />

de las siete grandes óperas,<br />

de Idomeneo a Clemenza di Tito<br />

(más la del Sdiauspie/diretóor y con<br />

acompañamiento de la inevitable<br />

Serenara K. 525), resufta en estos<br />

instantes de producción fonografía<br />

masiva perfectamente inútil. En<br />

cambio, las Danzas alemanas, fruto<br />

del Mozart suministrador de material<br />

para la diversión, cobran en las<br />

manos de Weil una alegría inusitada<br />

por su fuerza motórica incitadora<br />

del baile. Así, podemos creer<br />

que la danza apasionase a Mozart<br />

por encima de cualquier otra cosa.<br />

Los extraordinarios instrumentistas<br />

de l'Archibudelli indagan en el<br />

catálogo mozartiano desde las páginas<br />

de mayor celebridad (ñromo<br />

musical) a las rarezas. Todas las<br />

acritudes armónicas de la broma<br />

aparecen en esta versión desnuda, en la<br />

que lo paródico surge de la cara oculta<br />

del propio rigor de la interpretación.<br />

Apasionante por su novedad, que es<br />

restitución, la fusión de timbres en el<br />

Quinteto para trompo, y tensa, dramática<br />

la lectura del Dwertimenta K. 563, que<br />

por su contenido no responde al género<br />

donde lo clasifica el tftulo. Demostración<br />

de las posibilidades de los ejecutantes<br />

en el Gron Sexteto Concertante,<br />

no otra cosa que una transcripción anónima<br />

de la Sinfonía concertante para vio-<br />

Ün y viola K-364. En la interpretación se<br />

potencian los valores cameristicos del<br />

arreglo (muy solvente), sin que se aprecien<br />

las limitaciones inherentes a toda<br />

reducción.<br />

Ejemplos secundarios del arte musical<br />

sacro de Mozart en la grabación de<br />

Schmidt-Gaden. Sin embargo, las versiones,<br />

que cuentan a su favor con el coro<br />

sensacional de los muchachos de Tolz,<br />

defienden las partituras en recreaciones<br />

que se inclinan mayoritanamente por io<br />

afirmativo, en especial en el Kyrie de la<br />

Miso K. 2<strong>62</strong>, así como en el Te Deum y<br />

la Regina Coeli.<br />

Con The Classical Band, Bruno Weil<br />

plantea un Schubert cristalino, de sonido<br />

frágil y refinado, próximo al universo<br />

mozartiano. Movimiento, dinámicas y<br />

acentuación en el <strong>Scherzo</strong> de la Sexto<br />

hacen de este pasaje uno de los puntos<br />

destacados del disco.<br />

Enrique Martínez Miura


TORROELLA DE MONTGRÍ (COSTA BRAVA)<br />

IX CURSOS INTERNACIONALES DE MÚSICA<br />

XII Festival Internacional de Música<br />

JULIO-AGOSTO 1992<br />

CURSO DE INTERPRETACIÓN<br />

{instrumento, música de cámara y orqucst.<br />

14 - 30 de Agosto<br />

Profesores del Royal College y invitados.<br />

Rodney Friend, violin<br />

jae Park, violín<br />

Roger Best, viola<br />

Tlm Hugh, violoncelo<br />

Yonty Solomon, piano<br />

Alvaro Pierri, guitarra<br />

Xavier Joaquín, percusión<br />

]ohn Fosttr, director de lo orquesta<br />

y la participación de<br />

The Royo/ College Strlng Ensemble,<br />

música de cámaro<br />

• La FUNDACIÓN CAIXA DE CATALUNYA otorgará 80 becoi pera<br />

participar en ios cursos. Las interesados tendrán que mandar a la<br />

FUNDACIÓN CAIXA DE CATALUNYA ("Lo Pedrera". Pnjseig de<br />

Grada, 92, 3°, I' - 08008 Barcelona) un detallado curriculum pe'sanol<br />

y académico y una grabación en cinta cassette de dos abras<br />

pertenecientes a dos períodos musicales distintos, de una duración<br />

mmpma de S minutas cada una.<br />

Organización e información Colaboran<br />

JMATdM<br />

•7<br />

Joventuis<br />

Muslcals<br />

de Tonoeila<br />

de Montgrí<br />

Aportado 70<br />

I 725 7 TorroeJIo de Montgr/<br />

Te). (972) 75 83 96<br />

Fax. (972) 7* 06 48<br />

CURSO DE CANTO<br />

12 - 19 de Julio<br />

Joume Aragall<br />

CURSO EUROPEO DE PIANO<br />

18 - 25 de Agosto<br />

Aqullles Delle-Vigne,<br />

Conservatorio de Rotterdam,<br />

acole Nórmale de Musiaue de París.<br />

Carlota Garrlga,<br />

Academia Marshall de Barcelona.<br />

Carla Giudlcl,<br />

Conservatorio de Santa Cecilia de Roma.<br />

María Gol/o,<br />

Conservatorio de Turin.<br />

Alfredo Spemnza,<br />

Escuela Rímini.<br />

Oxono Yablontkaya,<br />

¡uillard School de Nueva York.<br />

CONVOCATORIA DE BECAS OTORGADAS<br />

POR LA FUNDACIÓN CAIXA DE CATALUNYA<br />

lijij The Brítish Couneil<br />

J.JORQUERA<br />

kAWAI<br />

IWrVERSITAT DE BARCELONA<br />

El plazo de entrega de esta documentación terminará el próximo<br />

30 de Abril.<br />

La decisión del Jurado se comunicará a ios interesados antet<br />

del 30 de Moyo.<br />

El plazo de inscripción paro tedas los alumnos termino el 15 de<br />

Junio.<br />

Patrocinan<br />

Ajuntament de<br />

Torroella de Montgrí<br />

CONSOL COMAFCAL<br />

•TE. BAIX EMPORDr.<br />

mm<br />

•»•— l<br />

Generalltat de Catalunya<br />

! Departament de Cultura<br />

Diputado de Girona FU NDAOO CAIXA DE CATALUNYA


DISCOS<br />

ESTUDIO DiSCOGEÁFICO<br />

Christian Zacharías: camino intermedio<br />

D<br />

ice Christian Zacharias en el libreto<br />

que acompaña este álbum:<br />

«La cadencia que posiblemente<br />

me subyuga mas es la del Concierto<br />

de ¡a Coronación, donde intento<br />

emplear otros medios encaminados a establecer<br />

una comunicación con algo que<br />

está sucediendo en algún lugar fuera de<br />

la escena musical. Por eso, empiezo la<br />

cadencia y. en algún punto, muestro una<br />

vacilación. Espero la inspiración, apareciendo<br />

entonces el glockenspieí, que toca<br />

la melodía que yo buscaba y a la cual<br />

replico (...) Incluso el Comendador se alza<br />

de su tumba para atemorizarme al comienzo<br />

de la cadencia del tercer movimiento<br />

del Condeno en re menor».<br />

Efectivamente, el oyente del Concierto<br />

núm. 20 no da crédito a lo que escucha<br />

cuando, justo en el momento que indica<br />

Zaeharias, se oye casi como en una interferencia<br />

uno de los acordes previos al<br />

Don Giovanni, a cenar teco. Es la misma<br />

Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera<br />

distorsionada en su sonido de forma<br />

premeditada para buscar ese o!go mós<br />

que pretende el pianista en su interpretación.<br />

El citado glockenspiel hace su aparición<br />

en la cadencia del primer movimiento<br />

del n° 26, como si se hubiera abierto<br />

de pronto una cajita de música que<br />

acompaña momentáneamente al intérprete.<br />

En la cadencia del primer movimiento<br />

del n" 22 las maderas tocan junto<br />

a Zaeharias ofreciendo una peculiarisima<br />

vía interpretativa menos chocante que la<br />

del Comendador.<br />

Son unos ejemplos de las licencias que<br />

se ha tomado Christian Zaeharias en algunos<br />

momentos de su interpretación,<br />

las cuales, por lo extravagantes, las firmaría<br />

el mismísimo Glenn Gould. No en vano<br />

el pianista alemán es el gran protagonista<br />

de este registro, figurando su nombre<br />

en la carátula a la misma altura que<br />

el del compositor, mientras que se necesita<br />

una lupa para apreciar el de los directores.<br />

La interpretación al piano de estos<br />

conciertos puede ser clara, rotunda y beetfioveniana<br />

(Barenboim), acaramelada<br />

(Perahia), transparente, amable y mesurada<br />

(Casadesus), inmaculada en su perfección<br />

(Brendel), cálida y estimulante<br />

(Haskil), suave y apolínea (Pires) o schubertiana<br />

(Curzon, quien, ademas, tararea<br />

algunos pasajes). Zaeharias demuestra<br />

que no toca esta música como un trámite.<br />

Su sonido es acuoso y muy claro, seguramente<br />

deudor de la gran Oara Haskil,<br />

de quien se declara ferviente admira-<br />

90 SCHERZO<br />

dor. Por momentos se muestra original<br />

en el planteamiento -óigase el primer tema<br />

del primer movimiento del Concierto<br />

n" 22-, a veces de manera plausible -pnmer<br />

movimiento del n" /5-, otras, más<br />

discutible -Allegretto del / 7 o Adagio<br />

del 23, donde unos improvisados adornos<br />

en forma de grupetos especialmente<br />

inoportunos contribuyen a romper parte<br />

del encanto de esa espléndida música--<br />

Demuestra una notable seguridad en<br />

los pasajes más enrevesados e intenta<br />

evitar, cosa que logra, caer en lo que él<br />

denomina «el Mozart de confitería». Como<br />

ejemplo de que Zaeharias consigue<br />

alcanzar ese difícil justo medio óigase el<br />

Andante del n° 15 -donde recuerda a<br />

Gieseking- o el frecuentemente endulzado<br />

Andante del K-467.<br />

Todas las cadencias no escritas por<br />

Mozart han sido realizadas por Zaeharias,<br />

labor que entraña una trampa a veces<br />

mortal para el responsable. Aquí, en<br />

cambio, constituyen un modelo de equilibrio<br />

y luminosidad. En alguna se percibe<br />

el aliento de Papageno -tercer movimiento<br />

del K-4I5- o la sonrisa de Don<br />

Juan -también tercero del n° 20-, pero<br />

todo siempre dentro de una gran discreción<br />

afortunadamente alejada de las cadencias<br />

por las que Zaeharias dice sentir<br />

horror -«aquellas de Czemy, Saint-Saéns<br />

y Busoni que en siete u ocho minutos no<br />

dejaban de ir arriba y abajo en el piano»-.<br />

En cuanto a esas soluciones tan<br />

personales a la búsqueda de la inspiración<br />

resultan agradables al oído si nos libramos<br />

de los prejuicios correspondientes<br />

-excepto la del acorde del Don Cíovanni<br />

para la cadencia del K-466 que se<br />

nos antoja descabellada-.<br />

Seis orquestas, seis, para estos Conciertos<br />

La que queda un tanto por debajo<br />

de las demás es la Orquesta de Cámara<br />

Polaca, «provinciana en el mejor sentido<br />

de la palabra» como dice Zaeharias. Por<br />

el contrario, la que sale airosísima de la<br />

inevitable comparación es la de la Staatskapelle<br />

de Dresde, dirigida por Zinman<br />

en los Conciertos n" 22 y 23. Su sonido<br />

claro y muy cálido a la vez -registrado en<br />

la Lukaskirche de Dresde- parece ideal<br />

para estas obras.<br />

La parte del león se la lleva, por expreso<br />

deseo de Zaeharias, David Zinman, Él<br />

se encarga de los Conciertos n° 13 y IS<br />

(Inglesa de Cámara), 22 y 23 (Staatskapelle).<br />

20, 21, 25 y 26 (Radio de Baviera).<br />

Zinman fue músico de la Orquesta<br />

de Cámara Holandesa y se hizo muy<br />

amigo de Maniner cuando ambos coinci-<br />

dieron en Nueva Inglaterra para estudiar<br />

a las órdenes del admirado Pierna Monteux.<br />

Su dirección es muy correcta, con<br />

cada cosa en su sitio y especial énfasis en<br />

las maderas -acorde con los tiempos<br />

que corren-. 5in embargo, no logra traspasar<br />

el límite entre el artesano y el artista<br />

(como si hacía su maestro Monteux<br />

en la 35 y 39 de Mozart con la NDR<br />

meses antes de morir, en grabación que<br />

recomendamos vivamente; CD Preludio).<br />

El oyente podrá certificar lo que decimos<br />

al oír el arranque del Concierto n"<br />

2/ o el primer movimiento del n° 13.<br />

Precisamente el Allegro final de este K-<br />

415 necesita más alegría y buen humor<br />

del que Zinman aporta. ¡Qué bien tocado<br />

está el Concierto n" 20, con una Sinfónica<br />

de la Radio Bávara brillantísima -tómese<br />

buena nota del tempo lento-, pero<br />

qué lejos del empuje heroico que le<br />

proporcionaba Szell con Rudolf Serkin y<br />

la Orquesta de Cleveland! Destaquemos<br />

como curiosidad el Andante del K-467,<br />

llevado a un tempo mucho más ligero<br />

del que suele ser habitual, aunque coherente<br />

con la linea interpretativa en la que<br />

pianista y director se mueven (dura 5' 12"<br />

frente a los 6'48" de Perahia, los 6'17"<br />

de Brendel/Marriner o los 835" de Barenboim).<br />

Lo más destacable de la labor<br />

de Zinman está en los Conde/tos rf 22 y<br />

23 al frente de la ya convenientemente<br />

alabada Staatskapelle.<br />

Neville Marriner es el encargado de<br />

los Conciertosn"5, 6, //, 16, 17, I8y 19,<br />

con la Sinfónica de la Radio de Stuttgart<br />

-la única onquesta del mundo cuyos integrantes<br />

se escuchan unos a otros cuando<br />

tocan, al decir de Celibidache cuando era<br />

titular de la misma-. Estos conciertos se<br />

pueden dirigir con mucho brío y mucho<br />

duende (Fricsay o Szell) con poco brío y<br />

poco duende (Bohm) o como Marriner.<br />

es decir, con mucho brío y poco duende.<br />

El director de Lincoln opta por una frescura<br />

haydniana muy apropida para El<br />

Oso, Lo Gallina o La Reina pero que quizá<br />

parecerá demasiado fría a quienes busquen<br />

en estas obras el calor que indiscutiblemente<br />

irradian. Su concepto puede<br />

ser adecuado para los primeros Conciertos<br />

-en nuestra grabación, los n" 5, 6 y<br />

/ /-, pero en los demás queda corto de<br />

sentimiento. Habrá quienes prefieran este<br />

Mozart, alejado de cualquier voluptuosidad<br />

romántica. A nosotros nos parece<br />

peor el remedio que la enfermedad. Interpretaciones,<br />

en fin, en línea paralela a<br />

la de su anterior grabación con Brendel y<br />

la Academy.


WOZART<br />

D E<br />

THE PIANO CONCERTOS<br />

LES COlfCERTOS POÜR PIANOnn<br />

Jerzy Maksymiuk dirige a la Orquesta<br />

de Cámara de Polonia en los Conciertos<br />

n a 8,9, 12 y 14. La orquesta, correcta en<br />

su elección por sus reducidas dimensiones<br />

no lo es tanto por la mano que la<br />

gobierna Maksymiuk se muest/a falto del<br />

encanto necesario y llega a caer en un dirigir<br />

mecánico que, tratándose de esta<br />

música, es delito de lesa interpretación<br />

-puede oírse como comprobación el difícil<br />

Andante del K-246-.<br />

La versión de Günter Wand y la Sinfónica<br />

de la NDR de Hamburgo merece<br />

capítulo aparte. Se trata de los Condenas<br />

n° 24 y 27. Precisamente Zachanas comenta<br />

que pidió a Wand su intervención<br />

en estas grabaciones tras haber coincidido<br />

con él en concierto público tocando<br />

el K-595. Allí dice que se dio cuenta de<br />

que el anciano director encamaba toda<br />

la tradición musical centroeuropea fundamental,<br />

según él, para afrontar estas dos<br />

obras.<br />

En la dirección de Wand hay detalles<br />

que por su peculiaridad interpretativa llaman<br />

la atención. Por ejemplo, los segundos<br />

violines en el primer movimiento del<br />

K-491 (compases 271 y ss.), la respuesta<br />

orquestal a la primera frase del piano en<br />

el mismo movimiento (compases 118 a<br />

123) o el olor, color y sabor a Emperador<br />

que tienen los instantes previos a la ca-<br />

dencia (compases 481 a 486). Del mismo<br />

modo, la interpretación de pianista /<br />

director en el K-595 mira hacia delante<br />

pero sin caer en un exagerado romanticismo.<br />

Asi es como lo ve Zacharias,<br />

quien explica que este Concierto tiene para<br />

él mucho de los lieder schubertianos.<br />

El oyente descubrirá frases de las maderas<br />

en cuyo realce ha puesto especial<br />

hincapié el director de Elberfeld -antes<br />

del resurgimiento del primer tema del<br />

piano en el primer movimiento-. Y verá,<br />

además, la delicadeza casi postara! en el<br />

acompañamiento orquestal del Largnetto.<br />

MOZART: Los condenas pora piano. Qirtítlan Zachariai.<br />

plano. Ortfue» Sinfónica de b NDR- Director<br />

GUnur Wtnd. Cirquera Sinfónica de la '<br />

Radio d* Scuttjart. Director: Str Nevllte Nirriner.<br />

Orquua de Címan de Polonia. Director Jan)'<br />

M»kiymluk. Orquein Inglesa de Cámara. Orquesta<br />

de la Soankapelle de Drudt y Orqueita<br />

Sinfónica da la Radio Bavan. Director David Zlnman.<br />

EMI CMS 7 6405I 2 A, B y C I0CD-DDD.<br />

ÍT, 55'. «'. 48'. 48', SV, 55'. 6ff, 63', ti. Grabación:<br />

Stuttgart, Londres, Munich. Drade y Hunburgo,<br />

1983-IMI Productor Lúa Lüdeminn,<br />

Gerd Berg, Dietmar WolF. Otlo Tomek. Theodor<br />

Holzinger, Helm Wegner. Fnedrich Wtíi y<br />

Lrtf TSomion. Ingeniero! Bernhard Bauer. Wolfpng<br />

Gullich. Neville Bovting, Mark Vljarí, Fnnk<br />

Rkhter. Martin Vfleland. Gorhard Knobelidorfi.<br />

Hont Kun». Hira SchmM, Fri«drkh Wapier y<br />

Kari-Otto Bremer.<br />

EMI<br />

CLASSICS<br />

DISCOS<br />

Grandes interpretaciones,<br />

por tanto,<br />

de estos dos Conciertos.<br />

Sin duda, lo mejor<br />

del integral junto<br />

a los 22 y 23 de Zinman<br />

-aun con las salvedades<br />

ya apuntadas<br />

sobre la dirección<br />

en estos últimos-,<br />

Wand demuestra<br />

que son muchos<br />

años de convivir y<br />

amar esta música.<br />

Música de Mozart<br />

que para él es una de<br />

las cuatro vías, ciertamente<br />

poco ontológicas,<br />

por las que se<br />

demuestra la existencia<br />

de Dios (las otras<br />

tres hay que buscarlas<br />

en la obra de Beethoven,<br />

Schubert y<br />

Bruckner).<br />

En resumen, Conciertos<br />

muy bien tocados<br />

por Chrístian<br />

Zacharias -quizás podría<br />

ser un camino<br />

intermedio entre la<br />

visión de un Barenboim<br />

y la de un Perahia-<br />

a pesar de las<br />

veleidades apuntadas<br />

al principio, Notable labor de Zinman y<br />

Marriner y memorable la colaboración<br />

de Wand en los K-491 y 595. El buen<br />

sonido los hace muy recomendables para<br />

aquellos que quieran oírlos por vez<br />

primera o deseen una piedra de toque<br />

inicial para profundizar más adelante. Los<br />

coleccionistas encontraran onginalidad en<br />

los planteamientos pianísticos de Zacharias<br />

y variedad en las diferentes orquestas,<br />

además de muy buenas versiones aisladas<br />

de los conciertos ya señalados.<br />

Aun asf, si se quiere un integral, nos<br />

decantaríamos por el precio medio y la<br />

muy buena interpretación del de Barenboim<br />

y la Inglesa de Cámara, con un<br />

punto de excesivo arrebato romántico<br />

en algunos momentos -EMI-: o el de<br />

Perahia con la misma orquesta -Sonyaunque<br />

ésta no raye a la misma altura<br />

que con el pianista argentino.<br />

Finalmente, los que opten por ir recabando<br />

versiones en pequeñas dosis no<br />

deben olvidar Szell/Casadesus-Serkin<br />

(sólo disponibles en CD Sony el 21 y el<br />

24 por el momento), los preciosos 23 y<br />

24 de Kertész/Curzon -Decca- o los<br />

(9 y 27 de Fricsay-Haskil (DG, Dokumente).<br />

Rafael Yáftez Pérez<br />

SCHERZO 91


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Beethoven, como un diablo cojudo<br />

B<br />

rahms, Bach, Chopin, Chaikovski...<br />

y por fin DGG propone ia<br />

Beethoven dompoct edition, otro<br />

de esos cofres de la casa diseñados más<br />

para suscitar el elogio que para un manejo<br />

cómodo, con un precio francamente<br />

asequible -alrededor de las dieciséis mil<br />

pesetas-, libreto suficiente en las cuatro<br />

lenguas de costumbre -el lector sabe<br />

cuál se echa en fatta-, y copia de hermosos<br />

grabados de retratos y paisajes beethoven<br />

ianos.<br />

Edición orientada sin duda hacia el público<br />

menos especializado -contiene sólo<br />

las obras más populares-, puede ser un<br />

fino regalo para quien inicia su discoteca<br />

beethoven ¡ana, pero apenas puede saciar<br />

al melófilo de toda la vida y a los buscadores<br />

de rarezas; a quienes desean, en<br />

suma, algo más que los archimanidos Karajan,<br />

Kempff, Barenboim, Abbado, Menú<br />

hin, PollinL<br />

Faltan casi la mitad de las sinfonías, falta<br />

el que cronológicamente es primer<br />

concierto pianístico, faltan veintrtantas sonatas<br />

para piano -jno está la Hammerklavieri-,<br />

falta cualquier muestra de Heder,<br />

falta Fidelio... Este Beethoven ad usum<br />

delphini es como un diablo cojuelo encerrado<br />

en su botella; conserva su naturaleza<br />

pero se antoja inofensivo y caprtidismlnuido.<br />

Herr Ludwig es demasiado grande<br />

para ser reducido al contenido de sólo<br />

diez compactos; aunque se trate de buenos<br />

compactos -en varios casos, magníficos-.<br />

Las sinfonías indican por dónde van los<br />

tiros y qué intenciones tiene DGG. El<br />

arranque fuera de tónica de la Primera<br />

parece asustar aún, como a algunos desagrada<br />

el humor liviano de la Octava.<br />

Han sido arrojadas a las tinieblas exteriores,<br />

como las impopulares Segundo y<br />

Cuarta (¿por qué no haber incluido la excepcional<br />

Cuarta de Karajan?). El compendio<br />

se abre, pues, con la Heroica de<br />

Giulini-Los Angeles. Olvidando la tradición,<br />

el maestro italiano se venga del corso<br />

que un día dominó su tierra y, negando<br />

el tributo a la memoria del gran hombre,<br />

ofrece casi una hora de<br />

medrterraneidad ajena a los referentes<br />

de Furtwangler y Klemperer. Con insólrta<br />

lentitud, cuidando cada filigrana, iluminando<br />

cada contracanto, mimando con calor<br />

detalles que otros ignoran, rubrica una<br />

versión memorable, distinta mas no distante<br />

sino cercana al corazón de la mas<br />

enjundiosa musicalidad, muy superior,<br />

por ejemplo, a la Pastoral de Bemstein-<br />

Viena, grabada, como las tres oberturas<br />

92 SCHERZO<br />

que completan el disco, en concierto público:<br />

el llorado maestro americano era<br />

un auténtico animal teatral -¿o un histrión?-<br />

y se hallaba menos a gusto en<br />

plein air. El mismo Giulini ha firmado -varias<br />

veces- la mejor Sexta- Quinta y Séptimo<br />

han permitido múltiples lecturas superiores<br />

a las digitales de ia integral Abbado-Viena<br />

(para la primera, y en la<br />

misma DG, Bohm, Giulini y Karajan; para<br />

la segunda, Furtwangler, Sorti, y, en DG,<br />

de nuevo Karajan). Don Claudio, como si<br />

de la Caballé se tratara, prefiere el oropel<br />

sonoro que la fibra dramática. Por<br />

momentos bordea el tedio, sin que las fidelidades<br />

repetitivas y novedades textuales<br />

(coronas en el Allegro de la Quinta)<br />

den suficiente interés a unas versiones de<br />

arte y ensayo más aséptico que sincero.<br />

Para concluir, la Novena de Karajan-Beriln<br />

en 19<strong>62</strong>, buena pero no tanto como<br />

otras de la misma batuta también pare<br />

DGG o las digitales de B&hm y Sorti. O<br />

sea que tros e intenciones van por interpretaciones<br />

de todo la vida a cargo de estrellas.<br />

Los modernos pueden buscar en<br />

otra parte los Hogwood. Norrington y<br />

Hamoncourt<br />

El cuarto disco de la serie es una grata<br />

sorpresa Eschenbach-Karajan-Beriln consiguen<br />

un Primero de galana ligereza vienesa:<br />

se admira tanto la preciosa articulación<br />

del solista como la habilidad del<br />

salzburgués para trocar la centuria berlinesa<br />

en un conjunto casi camerfstico.<br />

Zertser-Mutter-Ma, muy jóvenes, carecen<br />

de la autoridad de Karajan-Beriln. Pero la<br />

batuta tiene ganas de dejar sitio a la juventud<br />

y derrocha alegría y espontaneidad:<br />

entre todos hacen un Triple arrebatador.<br />

Kempff-Lertner-Berlín realizan un Te/cero<br />

algo ajado y lo lógico hubiera sido encomendário,<br />

como Cuarto y Quinto, a Po-<br />

BEETHOVEN; Sm|bnto n" 3, 7, 4 y 9. Obertura fidelta.<br />

Los cnaturas de Prometeo y Egnant (Orquena<br />

Filarmónica de Loi Angela, GILJJÍHI; Orquesta Filarmónica<br />

de Vkena. Abbado, Orquetoi Filarmónica<br />

d* Viera. Bemsteln. Orquesta Rtarmonlc» á»<br />

Berlín, Kanjan), Coftoenos poiü ptano y orquesta n°<br />

I. 3. 4 y 5, Kernpf. Leitner. Filarmónica de Berlín<br />

(n* 3), Eichenbach. Karajan. filarmónica de Berlín<br />

(n* I); Polllni, Bühm, Filarmónica de Vlena (n° A y<br />

5). Triple concertó {Eschenbach, Zelaer. Yo Yo<br />

Ma, Filarmónica de Berlín, Karajan}. Concierto para<br />

vtodri y orquesto. Romanía poro iroíTn y Orquesto en<br />

soi mayor y fa mayor (Zukermarh, Orquesta Sinfónica<br />

de Chicago, Orquesta Filarmónica de Londres.<br />

Barenboim). Sonólas n° 17,8 (Kwnpíl). W 14. 23 y<br />

21 (Barenboim). Sonóla para vtotín y ptaito en fa<br />

mayor, iiPnma^trah: Safóla para «oln y piano en lo<br />

mayor, ttKreuUer» {Menuhin, Kempff). 10 CD<br />

DEUSTCHE GRAMMOPHON.<br />

Ilini-Bohm-Viena. Son versiones tan buenas<br />

como difundidas aunque la palma la<br />

ostentan Arrau-Dresde-Davis y AITBU-<br />

Concertgebouw-Hartink para Philips y Barenboim-New<br />

Phüharmonia-Klemperer y<br />

Barenboim-BerHn-Barenboim para EMI.<br />

Precisamente Barenboim es reconocido<br />

como el mejor intérprete moderno<br />

de las Sonotos para piano, y, más que en<br />

su integral de los sesenta, en la de los<br />

ochenta, de la que se han extraído las Sonotos<br />

a él encomendadas: AJ claro de luna,<br />

Apasionada y Waldstein. No faltará<br />

quien prefiera a Brendel o Arrau en estas<br />

Sonólos, claro, pero, con pleno respeto al<br />

intelectualismo de aquél y la humanidad<br />

de éste, hay que quebrar una lanza por la<br />

técnica superior y la calidez inspirada del<br />

pianista y director -¿o músico, ni más ni<br />

menos?- argentino, muy por encima del<br />

clásico Kempff, del que se incluyen las Sonatas<br />

Patética y Tempestad. El alemán,<br />

desaparecido poco ha, fue antaño el intérprete<br />

de referencia, pero los maestros<br />

ufteriores le pusieron en evidencia y comgieron<br />

sus debilidades, arbitrariedades<br />

e irregularidades.<br />

Zukerman-Chicago-Barenboim firman<br />

un excelente Concierto para vioHn, posiblemente<br />

la mejor de las posibilidades en<br />

DGG -en EMI las hay superiores: varias<br />

de Menuhin-Furtwangler y la de Perlman-Philharmonia-Giulini-.<br />

Como lujosa<br />

propina, el disco correspondiente añade<br />

las dos Romanzas, también con Zukerman-Barenboim,<br />

esta vez con la Filarmónica<br />

londinense.<br />

Todo concluye con las Sonatas Primovera<br />

y Kieutzer en la versión, bella por<br />

siempre, de Menuhin-Kempff.<br />

¿Queda alguien que no posea múltiples<br />

interpretaciones de este conjunto<br />

de imprescindibles beethovenianos? Regálese<br />

o regálele la Beethoven compoct<br />

edition de DGG. Con sus lagunas, con<br />

sus tropiezos, disfrutará con muestra tan<br />

ilustrativa del Beethoven que se hacía,<br />

que se hace, y que -sin daño para los<br />

Brüggen, Norrington, Hamoncourt Badura-Skoda,<br />

Bilson y demás renovadores-se<br />

hará.<br />

Para concluir, una advertencia. Todos<br />

los discos incluidos en la caja hablan aparecido<br />

previamente en compacto. Ninguno<br />

de ellos tiene carácter de primicia En<br />

cuanto a las indicaciones técnicas (obras,<br />

intérpretes, año de grabación, sistema,<br />

duración del disco y número de referencia),<br />

el lector puede consultar la ficha.<br />

Antonio ¡.asierra


ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Las colecciones de música histórica<br />

española han corrido diversas<br />

suertes, pero casi todas se han<br />

salvado al final negativamente. Su existencia<br />

misma no indica otra cosa sino<br />

que. salvo contadlsimas excepciones<br />

(Cantigas, los polifonistas mas grandes,<br />

Cabezón, Soler y muy poco más), la<br />

música hispana no existe en el repertorio<br />

internacional hasta Albéniz. La situación<br />

empieza ahora a cambiar tímidamente<br />

y cabe esperar grandes cosas<br />

de algunos proyectos en marcha.<br />

La colección del Ministerio de Educación<br />

y Ciencia, transferida recientemente<br />

a compacto, fue en su momento un<br />

esfuerzo válido, varios grados por encima<br />

de la serie dirigida por Roberto Pía.<br />

muy poco exigente ésta con la calidad<br />

del sonido y el estilo, y que llegó a contar<br />

con el dudoso honor de la grabación,<br />

verdaderamente deplorable, de la<br />

obra completa de cierto célebre compositor<br />

renacentista. Los registros del<br />

M.E.C, aun cuando su primer ejemplar<br />

(Música en la corte de los reyes cató/icos)<br />

data de 1967, parecen proceder del paleolítico<br />

de la interpretación histórica<br />

hispana. Debe reconocerse que fueron<br />

tentativas en algunos casos pioneras,<br />

con lo que ello implica de valentía y<br />

consecuentemente de falibilidad. Labor<br />

necesaria como eslabón para lo que había<br />

de venir, de lo que es prueba elocuente<br />

la presencia de músicos ahora<br />

famosos en el grupo Ars Musicae. que<br />

dirigía Enrique Gispert<br />

Pocas interpretaciones dejan de acusar<br />

el paso del tiempo, como es patente<br />

en el canto mozárabe marcadamente<br />

tradicional de los Antics Scolans de<br />

Montserrat, o las de la música en las<br />

cortes de Jaime I, los reyes católicos y<br />

Carlos I. Conserva su frescura, en cambio,<br />

la propuesta de las Cantigas a cargo<br />

de Música Ibérica de Holanda, con dirección<br />

de Nelly van Ree Bemard, si<br />

bien contamos hoy con lecturas más radicales<br />

(Lamandier) o más refinadas<br />

(Conjunto Medieval de la Schola Cantorum<br />

Basiliensis) y la presentación del<br />

compacto ha perdido mucho (es algo<br />

que afecta a toda la colección), al tener<br />

que renunciar al hermoso libro que<br />

acompañaba a los LP.<br />

El caso de las Ensaladas de Mateo<br />

Flecha (Coral Carmina. Conjunto Instrumental.<br />

Dirección de Jordi Casas) es interesante:<br />

la interpretación las plantea<br />

como una derivación estilísticamente indiferenciada<br />

de la polifonía del XVI. Só-<br />

Años como siglos<br />

lo gracias a las versiones de Savall (Astrée)<br />

y van Nevel (Son/) han recobrado<br />

estas páginas toda su fuerza popular y<br />

su carácter grotesco. La decisión de grabar<br />

la obra completa de Juan del Enzina,<br />

por Música Antiqua de Madrid / dirección<br />

de Miguel Ángel Tallante, tuvo en<br />

su época importancia por si misma, pero<br />

de nuevo el tiempo se ha vuelto un<br />

factor en contra. Con una materia vocal<br />

a su servicio de poca entidad, Tallante<br />

sólo logra un mundo sonoro monótono,<br />

blando, frente al disco de Savall (Astrée),<br />

donde el compositor crece en<br />

dramatismo / desgarro a nuestros oídos.<br />

No mucha mejor fortuna corren<br />

los otros dos discos de Tallante (Música<br />

Santiago Kastner, el influyente musicólogo,<br />

interpreta a la tecla (Música de<br />

teda del s. XVI y, con Cremilde Rosado,<br />

Músico instrumento/ del s. XVIII) y dirige a<br />

los Ministriles de Lisboa (Música instrumental<br />

de los ss. XVI y XVII), Desde lue-<br />

MONUMENTOS HISTÓRICOS D€ LA MÚSICA<br />

ESPAÑOLA. Canto moiírabe. Cnnugas. Múlici<br />

en las cortes de Jaime I. los reyes católicos y Carlos<br />

I. Polifonía. Múnci Instrumental de los ss.<br />

XVI, XVII. XVIII. Obra de Juan del Emlna. Música<br />

de Cervantes. Flecha Ortiz. Herrando. Maestros<br />

de capilla de las catedrales de Las Palmas. León y<br />

Oviedo- Música para órgano. Música en la capilla<br />

de Palacio. Valls: Mao Scolo An?Dno. Divenoj Intérpretes,<br />

entre dios: Múilca Iberia de Holtnda,<br />

Pro Musita Antiqua de Madrid. Ars Musicae.<br />

Centro de Publicaciones del Ministerio óe Educación<br />

y Ciencia. Colección de 22 CD, ADD. fabricados<br />

por Ibermemory. Distribución: Etnoi.<br />

DISCOS<br />

go, se trata de documentos sonoros que<br />

resumen toda una vida de investigación;<br />

interpretaciones en las que la musicología<br />

cristaliza en música, dentro de una<br />

ortodoxia indinada hacia la rigidez.<br />

Encontramos en la grabación de piezas<br />

de Diego Ortiz por Marcial Cervera<br />

y Christianne Jaccotett un trabajo honesto,<br />

pero el primero está lejos de Savall<br />

(Astrée) por sonido y fantasía, en<br />

tanto que la segunda acompaña caprichosamente<br />

al instrumento de cuerda.<br />

De los tres discos de órgano (Música de<br />

los ss. XVI y XVII por Montserrat Torrent.<br />

Bruna por Julián Sagasta, Aguilera<br />

de Heredia por González Uriol) sobresale<br />

el de Torrent por su seriedad y rigor<br />

musical, en tanto que Uriol es estilista<br />

pero algo seco.<br />

Las Seis Sonatas de José Herrando<br />

(Josefina Salvador, violin; Henriette Puig-<br />

Roget), en principio tan interesantes,<br />

deben luchar con la desorientación de<br />

lenguaje de las intérpretes, sus instrumentos<br />

modernos, aquí tan inapropiados,<br />

/ una toma sonora deficiente (el<br />

sonido de los compactos, en general, no<br />

es intachable, con ostensibles ruidos de<br />

fondo) que altera los timbres del violín<br />

y del piano.<br />

Las muestras de músicas debidas a<br />

compositores que trabajaron en las capi-<br />

llas de varias catedrales (Oviedo, León,<br />

en la obra de Cervantes y Cantatas barrocas<br />

del s. XVIII), pese al innegable atracti-<br />

Las Palmas) suponen probablemente las<br />

vo de sus programas. Correctos, un<br />

incursiones en los terrenos más desco-<br />

punto asépticos los discos de polifonía<br />

nocidos del acervo español. Lamentable-<br />

(Victoria, Guerrero), carentes de la vitamente,<br />

las interpretaciones no pasan de<br />

lidad / la luz de los conjuntos de can-<br />

ser puestas en sonidos desde ópticas<br />

tantes ingleses. Fuera de estilo el Cancio-<br />

claramente contaminadas por las práctinero<br />

de la Colombina (Cuarteto Renacicas<br />

musicales posteriores. Más inquietud<br />

miento) y las Canciones y Villancicos de<br />

idiomática y relevantes intervenciones<br />

Vásquez {Coro Alleluia).<br />

instrumentales (sobre todo las de Enrique<br />

Santiago y Sergi Casademunt) se<br />

dan en el registro titulado Músico de cámara<br />

en la Real Capilla de Palacio.<br />

Todo un símbolo de la posición que<br />

ocupaba ya la música española en la escena<br />

europea lo encarna la Misa Scala<br />

Aretina de Francisco Valls, una obra que<br />

en su tiempo desató una viva polémica<br />

por sus audacias armónicas perfectamente<br />

asimiladas en el extranjero. El<br />

London Oratory Choir y The Thames<br />

Chamber Orchestra, dirigidos por fohn<br />

Hoban, realizan una versión convencida<br />

pero no especialmente clara de la composición.<br />

Enrique Martínez Míura<br />

SCHERZO 93


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Ante estos cuatro Importantes álbumes,<br />

y para que el cuadro fuera<br />

redondo, sólo faltaría el dedicado<br />

a las mélodies de Maurice<br />

Ravel, que publicó EMI hace unos seis<br />

años en soporte CD y que al parecer<br />

formará pronto parte de esta serie muy<br />

bien denominada L'ésprit francais. Esprit<br />

se traduce no sólo por espíritu, sino<br />

también por inventiva, agudeza, inteligencia,<br />

creatividad. En ese sentido, el<br />

contenido sonoro de estos cuatro álbumes<br />

es una buena muestra de la creatividad<br />

francesa en algo menos de cien<br />

años, desde los primeros logros de Fauré<br />

en el género canción, allá por los<br />

años setenta del siglo XIX hasta<br />

el último ciclo de Poulenc, La<br />

courte paille, de 1960. Fauré y<br />

Pouienc tienen el género como<br />

base de su estro creativo. No es<br />

el caso de Debussy, que acumula<br />

más de la mitad de sus canciones<br />

_antes del Prélude d l'aprés-midi<br />

d'un faune. Con Messiaen cambia<br />

todo, las sonoridades, la intención,<br />

la armonía. Aunque no hay<br />

ruptura, estamos en otro universo<br />

creativo. Tampoco él -mucho<br />

menos aún- tiene la canción como<br />

base de su labor como músico.<br />

Sin embargo, estas cuatro integrales<br />

tienen algo en común,<br />

una exquisita manera de convertir<br />

en música las palabras francesas.<br />

Aunque en algún caso (Debussy)<br />

se trata de darle a las palabras<br />

una traducción musical, no una<br />

correspondencia sonora correlativa.<br />

El veterano Fauré y el ya no tan joven<br />

Debussy son espléndidos representantes<br />

del género mélodíe en el tránsito del<br />

siglo. Ellos han seguido y trascendido la<br />

tradición de Gounod, Reynaldo Hahn,<br />

Duparc y Massenet 5u misión histórica<br />

consistió en superar esa tradición y asimilar<br />

la canción francesa al ejemplo alemán.<br />

Será la intemacionalización del género<br />

creado en Francia. Fauré ha empezado<br />

por serle fiel a maestros como<br />

Saint-Saéns, pero a estas alturas ha<br />

aprendido demasiado, y eso se advierte<br />

en todo, desde la elección de los poemas<br />

hasta un elemento esencial, el<br />

acompañamiento. La última época de<br />

Fauré como mélodiste se ha situado entre<br />

1906 y 1922, la época de sus grandes<br />

ciclos finales (La chanson d'Eve, Le<br />

94 SCHERZO<br />

Arte poética.<br />

La canción francesa en cuatro integrales<br />

jardín dos, Mrage,s L'korizon chiméñque).<br />

En ella se advierte una importante independencia<br />

relativa al acompañamiento<br />

pianístico, un uso del silencio como elemento<br />

musical, determinados atisbos<br />

del recitativo cantado que con el tiempo<br />

codificara a su manera la Escuela de<br />

Viena. Pero Fauré no es un renovador.<br />

En este género lo será, al menos en una<br />

importante medida, el gran Claude Debussy.<br />

En él la independencia entre la linea<br />

vocal y el acompañamiento es total,<br />

son dos elementos que cobran unidad<br />

semántica posterior al margen del significado<br />

de las palabras y gracias a la dialéctica<br />

de ambas propuestas diferencia-<br />

das. Debussy parecía pretender crear<br />

una obra vocal a la aftura de la obra lírica<br />

de Baudelaire, Verlaine o Mellarme,<br />

con ¡a expresividad del primero, el sentimiento<br />

del segundo y la sutileza del último<br />

(el Fauno, después de todo, es o<br />

pretende ser Mallarmé por otras medios).<br />

Pelléas tendrá la culpa de que Debussy<br />

no componga canciones durante<br />

cierto tiempo por dedicar a esa obra<br />

sus esfuerzos vocales. Pero sus grandes<br />

hallazgos se verterán en la famosa e<br />

irrepetible ópera. Y asi, si Fauré representó<br />

la incorporación de la lección alemana<br />

a la especial inflexión de la lengua<br />

francesa, Debussy supone la conquista<br />

de una musicalidad francesa a partir de<br />

textos y poemas propios, sin pasar por<br />

la adaptación de otra curtura. El recitativo<br />

cantabile es la gran aportación, la decisiva<br />

conquista de Debussy. Podrán<br />

darse más tarde logros quintaesenciados<br />

como los Trois poémes de Mollarmé, de<br />

1913, donde la ambigüedad tonal va más<br />

allá de la sugerencia para trascender incluso<br />

el dima de irrealidad de Pelléas.<br />

Poulenc tuvo dos poetas favoritos, si<br />

tenemos en cuenta la cantidad de poemas<br />

suyos a los que puso música. Apollinaire<br />

y Eluard. Lo cual no le impidió<br />

acudir a otros muchos, e incluso a alguna<br />

poetisa apócrifa, como Louise Lalanne<br />

(inventada, de todas formas, por<br />

Apollinaire, aunque el ciclo a ella dedicado<br />

esté escrito por Mane Uurencin y<br />

el propio Poulenc). La gran aportación<br />

de Poulenc es la manera de tratar la palabra,<br />

en ocasiones la palabra concreta.<br />

Pero también el acompañamiento,<br />

no divorciado, sino servidor<br />

y descriptivo; la concepción<br />

del tempo como recurso dramático,<br />

dentro de una misma canción<br />

o dentro de un mismo ciclo, que<br />

cobra unidad por éste y otros<br />

procedimientos; el equilibrio entre<br />

lo popular, incluso lo canaitk, y lo<br />

curto, entre lo banal y lo que bordea<br />

la trascendencia* la progresiva<br />

tendencia a una condensación expresiva,<br />

que lleva a la miniatura<br />

más refinada. La historia de las<br />

canciones de Poulenc está muy<br />

bien contada por quien fue su espléndido<br />

amigo e intérprete vocal,<br />

Pierre Bemac, en su libro Frontis<br />

Poulenc et ses mélodies (Buchet-<br />

Chastel, París, 1978). Ambos grabaron<br />

varios discos juntos para Vega y<br />

para Columbia (CBS ha rescatado algunos<br />

de estos registros recientemente).<br />

La aportación al género canción por<br />

parte de Messiaen se reduce a tres piececitas<br />

juveniles, a los Poémes pour Mi<br />

de 1936, dedicados a Claire Delbos, su<br />

primera esposa, a los Qiants de terre et<br />

du del de 1938, y a una trascendente<br />

culminación, el ciclo Harawi, Üiant d'amour<br />

et de mort, de 1945. Messiaen<br />

compuso entre 1945 y 1949 tres obras<br />

de muy diferentes exigencias en cuanto<br />

a dispositivos: Harawi, una docena de<br />

canciones con solista y acompañamiento<br />

pianístico; la Sinfonía Turangalila, para<br />

gran orquesta, piano y ondas Martenot;<br />

y los Cnq Recfwnts, para coro a capella.<br />

Era lo que él mismo denominó Trilogía<br />

de Tristón e Isolda, que conseguía una<br />

universalización del mito. En Harawi,


Isolda es una joven maya, Pirucha<br />

(Piroutcha, en transcripción francesa).<br />

El texto francés del propio<br />

Messiaen accede a menudo a elementos<br />

lingüísticos quechuas o a<br />

onomatopeyas e invenciones emparentadas<br />

con esa lengua, de la<br />

misma manera que la música se<br />

sirve de elementos melódicos y<br />

rftmicos del acervo peruano. El ciclo<br />

no responde a una composición<br />

musicaJ a partir de un texto,<br />

sino que es la generación paulatina<br />

de ambos, de manera que lo<br />

que resulta es el desentrañamiento<br />

musical y literario realizado por<br />

el autor a partir de un material en<br />

bruto y de una idea El sutil men- " -<br />

saje de los poemas apenas garantiza<br />

unidad evidente y se hace necesario<br />

un vinculo mediante determinados parentescos<br />

temáticos entre canción y<br />

canción. El acompañamiento es plenamente<br />

independiente, como en Debussy<br />

y como en Viena. Acompañamiento<br />

y onomatopeya rítmicamente<br />

tratada producen repeticiones a veces<br />

obsesivas, que constituyen un lírico subrayado<br />

o asumen sugerencias ultramundanas.<br />

Puede decirse que los cuatro álbumes<br />

aquí resecados constituyen auténticas<br />

integrales. Salvo que Messiaen haya<br />

compuesto alguna que otra canción en<br />

los últimos años y no hayamos reparado<br />

en ello. O si no tenemos en cuenta la<br />

supresión de esa pequeña obra maestra<br />

del middlebmw que compuso Poulenc a<br />

principios de los cuarenta para la comedia<br />

Leocadia de jean Anouilh, Les chemíns<br />

de l'amour. A cambio de esa única<br />

falta, el álbum de Poulenc nos regala<br />

con piezas que el propio Bemac considera<br />

que no son mélodies, como el Toreador<br />

de Cocteau, las Quatre chonsons<br />

pour enfants, la shakespeariana Foncy y<br />

las Ocho condones polacas, armonizadas<br />

por el autor para Mana Modrakowska a<br />

mediados de los treinta. La integral de<br />

Debussy incluye obras sin publicar, como<br />

Rondel zbinois o Aimons-nous, y a<br />

cambio prescinde de un texto de Lhermite,<br />

Lo Gratte, segunda entre dos de<br />

Charles d'Orleáns, un ciclo de 1904. En<br />

la integral de Fauré sólo faltan tres canciones<br />

juveniles con textos de Victor<br />

Hugo, y a cambio se incluyen los Dos<br />

Dúos op. 10, para dos sopranos (donde<br />

Elly Ameling se dobla a si misma), y el<br />

dúo para soprano y barítono Pleurs d'or,<br />

op. 72; sin lugar a dudas, salimos ganando<br />

en el cambio.<br />

Las interpretaciones tienen en tres de<br />

los cuatro álbumes un protagonista permanente<br />

y decisivo, el pianista Dalton<br />

Baldwin, que va más allá de la esoecialización<br />

para darle a sus acompañamien-<br />

DHUltY<br />

Mékéia<br />

tos un decisivo sentido a asumir por los<br />

intérpretes vocales. Estos van de lo adecuado<br />

a lo espléndido, dependiendo a<br />

menudo del estado de sus facultades<br />

vocales, ya que las otras, las de interpretación<br />

en el sentido de generosidad de<br />

planteamientos y sentidos, son de garantía.<br />

Asi, la maestría de Gérard Souzay<br />

se resiente en Fauré, donde es más protagonista<br />

que en los otros repartos, en<br />

que su concurso es más matizado al<br />

tiempo que queda más diluido. Elly<br />

Ameling resulta convincente, pero no<br />

entusiasma lo mismo que, por ejemplo,<br />

en Mozart o Schubert Aunque en tanto<br />

que integral con espléndido sonido y<br />

excelente acompañamiento no tenga rival<br />

este álbum, no podrá hacemos olvidar<br />

los viejos registros protagonizados<br />

por el barítono Camille Maurane.<br />

En ía integral de Debussy, Baldwin<br />

consigue mejor provecho de sus cantantes,<br />

acaso porque están mejor distribuidos<br />

en grupos más amplios, con una<br />

secuencia de sentido histórico. Ameling<br />

está magistral de sugerencia, versatilidad<br />

en adelgazamientos y engrosamientos<br />

de la voz en páginas como, por ejemplo,<br />

los Tro/s poémes de Maliarmé, El<br />

propio Souzay, aunque los registros son<br />

mas o menos contemporáneos, se supera<br />

a si mismo en compañía de una<br />

magnífica Von Stade, amante del repertorio<br />

francés, así como de las especial i s-<br />

DEBUSSY: Intégrale *s métodies Airwllng. Mejpl*,<br />

Comnund. Von Snde, Souziy. Dalton Etaldwm,<br />

piano. Pirit. 1971-1979. EMI Lélprit (nn;i¡s<br />

CMS 7 64OT5 2. E CD ADD. 17SVT.<br />

FAURE: Intégrale des mélodies Souny, Amellni<br />

Dilton Bildwln, plano. Pirli. 1970-1974. EMI<br />

L'taprtt frwnali. CMS 7 M0798 2. 4 CD ADD.<br />

244'W<br />

MESSIAEN: MéMies Michele Commsnd, Jopr«no.<br />

Mirie-Mídelelne Pecit piano. Pirii. 1977. EMI<br />

l'éiprli franjin. CMS 7 64092 2. 2 CD ADD.<br />

II3W.<br />

POULENC: Intégrate des método, Amding, Gelda.<br />

Senédul Souny, Parker. Dlhon Baldwin. plano.<br />

Píris. 1974-1977. EMI lésprtt franjáis. CMS 7<br />

M087 2. * CD ADD. IS4'S0".<br />

DISCOS<br />

tas Mespié y Command. EMI no<br />

debería olvidar su antiguo registro<br />

parcial protagonizado por Janine<br />

Micheau y Aldo Occolini; como<br />

Telefunken (ahora Teldec, supongo)<br />

no debería escatimamos aquel<br />

precioso recital de Bemard Kruysen<br />

acompañado por Noel Lee,<br />

Ameling y Souzay (éste ya habla<br />

grabado parte de Poulenc con<br />

Baldwin) repiten con fortuna en la<br />

integral del autor de Diálogos de<br />

carmelitas, ciclo que casi alcanza la<br />

cumbre interpretativa deseable tal<br />

vez porque se trate de un repertorio<br />

relativamente menos difícil y<br />

sutil; junto a ellos está nada menos<br />

que Nicolai Gelda, un todo terreno<br />

que conoce muy bien e! repertono<br />

francés, recordemos que fue uno<br />

de los grandes Hoffmann), además de<br />

otros dos especialistas, Sénéchal y Parker.<br />

Sin embargo, tampoco ellos nos hacen<br />

olvidar a Bemac, ni a Geneviéve<br />

Touraine, acompañados ambos por el<br />

autor, ni una terrible rival de nuestros<br />

días, Jessye Norman, aliada con un Baldwin<br />

que no tiene en los dedos los problemas<br />

de Souzay en la voz. De todas<br />

maneras, la presencia de Souzay, en la<br />

medida en que trabajó con Bemac y<br />

con el propio Poulenc, es una buena garantía<br />

de autenticidad (o como queramos<br />

llamarlo), al margen de la situación<br />

vocal en sí misma,<br />

Mlchéle Command, presente en el álbum<br />

de Debussy, protagoniza el de Messiaen<br />

con un refinamiento que se advierte<br />

en la sutil evolución del impresionismo<br />

descendente de los tres primeros ciclos<br />

hasta la eclosión de nuevas sonoridades<br />

de Harawi. El acompañamiento de Marie-Madeleine<br />

petit consigue ese ámbito<br />

de expresividad sonora envolvente y enfrentada<br />

que hace de las canciones de<br />

Messiaen una propuesta diversa en significado.<br />

Ambas logran un álbum que resulta<br />

imprescindible para quienes puedan<br />

disfrutar de esta música, que no es para<br />

cualquiera. No olvidamos, de todas formas,<br />

el elevado nivel de aquel LP con<br />

Noelle Barker acompañada por Robert<br />

Sheriaw Johnson (Decca) en los dos ciclos<br />

intermedios.<br />

En resumen, cuatro álbumes que,<br />

aunque no nos proporcionen interpretaciones<br />

ideales y no sean novedad absoluta,<br />

son un acontecimiento para determinado<br />

tipo de aficionado exigente,<br />

conocedor y de paladar propicio a lo<br />

más exquisito del repertorio francés.<br />

Los demás, absténganse; es un consejo<br />

sin ironía alguna, basado en una convicción,<br />

que estos autores son más accesibles<br />

en otros géneros.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

SCHERZO 95


DISCOS<br />

FSTIJDIO DISCOGRAFICO<br />

En nuestra época, la carrera de los<br />

directores jóvenes se ve acechada<br />

por un peligro al que eran ajenos<br />

los maestros del pasado: el de verse situados<br />

prematuramente en niveles que<br />

no les corresponden, con misiones encomendadas<br />

para las que les falta conocimiento<br />

y madurez. El mejor recuerdo<br />

que guando de los conciertos de Simón<br />

Rattle es del ofrecido hace unos diez<br />

años en el Real con la Philharmonia y<br />

Rosa Sabater (Sinfonietta de Janacek,<br />

Conc/erto de Ravel y Vañaáones Enigma).<br />

Posteriormente, Dos Lied van der Efde<br />

(Proms'85) y una reciente Novena de<br />

Beethoven en Madrid fueron dos decepciones<br />

tan mayúsculas como previsibles;<br />

ni una ni otra son adecuadas para<br />

un joven en los treinta años de edad.<br />

Esta colección de las Sinfonías de Sibelius<br />

fue precedida por un ciclo de<br />

conciertos en Londres y por una Quinto<br />

con la Philharmonia (EMI, 1981) que sigue<br />

siendo el mejor Sibelius de Rattle<br />

en disco. La aquí incluida, grabada posteriormente<br />

con su Orquesta de Birmingham,<br />

se queda en buena a lo sumo:<br />

es bello el tiempo central, pero aun en<br />

éste y en el primero, los muy problemáticos<br />

cambios de tempo no están resueltos<br />

de modo convincente, y al Finale<br />

le falta la grandeza épica de, por<br />

ejemplo, Blomstedt {SCHERZO, 58),<br />

por no hablar de tos grandes: Bemstein<br />

1 y II, Barbirolli, Colin Davis o Rojdestvensky.<br />

La versión primitiva tenia una<br />

espontaneidad de la que ésta carece.<br />

Los mejores resultados los obtiene Rattle<br />

en las piezas breves: excelentes Oceánides<br />

(ver SCHERZO, 10: crítica a la<br />

edición en LP de la Primera Sinfonía),<br />

muy buena Cabalgata nocturna (que<br />

acompañaba a la citada Quinta, con la<br />

Philharmonia); bella atmósfera en la Escena<br />

con pullas de Kuokma. El éxito de<br />

Rattle en estas páginas revela no sólo a<br />

un maestro capaz de elevar a una orquesta<br />

desconocida, como ia de Birmingham,<br />

a rango internacional, sino<br />

también a un intérprete con ideas personales<br />

sobre la música de Sibelius. Pero<br />

el conjunto de las Siete Sinfonías de<br />

este autor es difícil de llevar a buen<br />

puerto en su integridad, pues sin presentar<br />

las diferencias abismales que separan<br />

entre si a las de Beethoven, Primera<br />

y Séptimo del finlandés no parecen<br />

obras del mismo autor. Así por ejemplo,<br />

Maazel, en su ciclo con la Filarmónica de<br />

Viena (Decca, años 60, de reciente reedición)<br />

acertó plenamente en Tapióle y<br />

en las Sinfonías I, 4 y 7 mientras que las<br />

5 y ó resurtaron mediocres; Bemstein,<br />

96 SCHERZO<br />

Maestro y aprendiz<br />

en su antiguo ciclo para CBS,<br />

fracasó en la Cuarta mientras firmaba<br />

una espléndida Quinto;<br />

Colin Davis (Philips) se mostró<br />

menos sensible a la vena nacionalista<br />

de las dos primeras que a<br />

las restantes, en las que hizo<br />

pleno.<br />

En el ciclo de Rattle, los mayores<br />

aciertos -después de las<br />

piezas breves- creo yo que se<br />

dan en Tercero y Sexto, juiciosas<br />

de tempi, bien entendidas y<br />

construidas, superiores a las de<br />

Ashkenazy (SCHERZO, I I)<br />

aunque muy por debajo de Colis<br />

Davis. La Primero, comentada<br />

hace unos años (SCHERZO<br />

10), resulta exagerada y pomposa,<br />

especialmente en el<br />

<strong>Scherzo</strong>, y en Cuarto y Séptimo,<br />

aceptables, la competencia feroz<br />

de Beecham, Davis o Maazel<br />

deja al joven Rattle en evidencia,<br />

as! sucede también en la Segundo,<br />

al comparada con las de<br />

Monteux, Szell. Beecham o<br />

Bemstein II: escúchese al incandescente<br />

finale del anciano director<br />

francés.<br />

Para adquirir un ciclo Sibelius económico<br />

es preferible esperar la reedición<br />

completa del que Barbirolli firmó para<br />

EMI en los años 60; o rogar para que<br />

Melodía resucite el de Rojdestvenskv; o<br />

completar el de Maazel con Tercera y<br />

Sexta de Str Colin Davis y con este acoplamiento<br />

de Primera y Quinto grabadas<br />

por Barbirolli en 1957, con anterioridad<br />

al ciclo completo crtado. Michael Ken-<br />

SIBELJU5: Stnfbnto número I opus 39. Las Oceóndes<br />

opus 73. Grabación: XJI/I9S4. Productor. David<br />

Grovai. Ingeniero: Micha ti Sheidy. 41 1 20*.<br />

IffJC. Sinfonías 2 y 3, opus 43 y 52. Grabación:<br />

VI/1984 y XYI9B5 (opui 52). Productor»:John<br />

Wlllin (opui 43) y Divid R. Murray. 44'53'.<br />

28"34". Sinfonía 4 >- í, opus 63 y ¡04 Grabación:<br />

XI1/1986. Productor: David R. Murray. Ingeniero:<br />

Michael Sheady. 3r36", 2VM", Sinfonías 5/7.<br />

opus 82 y 105 Esceno con grullas (de Kuolema<br />

opus 44). Cabalgóte nocturno y amanecer opus 55.<br />

Grabación»- 11/1987. X/1985, V/I9B4 y X/I98I.<br />

Productores: D.R. Murny (Sinfonías). John Fraser<br />

(opul 44) y John Wlllan. 3O'I3", 21*30", 5'1S".<br />

1430". Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Birmingham<br />

(Sinfonías; ooin- 44 y 73) Orquesta PMharmania<br />

(opuj SS). Director Simón Hattie. Lugar<br />

de grabación. Sata Butterworth, Universidad<br />

de Warwck. Reino Unido, excepto opus 55 (Estudio<br />

Abbev Road. Londres). 4 CD. ODD. EMI .<br />

CDM 7.64119.2. 7.64120.2. 7.MI2I.I 7.64IIZZ<br />

Precto medio. Sinfonías númtros I y 5 opus 39 y<br />

ñ2. OrqueiD Hallé. Director Sir John Barblrolfl.<br />

CD EM1. ADO. CDM 7 M1391. Grabación: Manchesrer,<br />

V/I9S7 (opus 82) y XII/I9S7. Productur;<br />

Douglas Terry. Ingenieros: Robert Anger y John<br />

Mosefy. Reproceiado digital por Mjchad J. button<br />

y John HoUutd. 4014", 3377". Precio nttdlo.<br />

jan Sibelius por A MiOerfeltner<br />

nedy, en sus notas de presentación en<br />

inglés {no traducidas), subraya la duradera<br />

asociación -cerca de cuarenta<br />

años- de Barbiroíli con la música de Sibelius,<br />

de la que fue entusiasta en grado<br />

no menor que Beecham, y en la que se<br />

produjo con similar acierto. A finales de<br />

los 50, Sir )ohn era un maestro consumado<br />

en estos pentagramas, y no un<br />

aprendiz prometedor como todavía lo<br />

es Rattle. Las dificultades en ia organización<br />

del discurso sibeliano que para éste<br />

aún son a menudo insoluoles, parecen<br />

no existir para Barbirolli quien, aun con<br />

tempi invariablemente amplios, jamás<br />

deja caer la tensión -como a Rattle le<br />

ocurre- ni resulta ampuloso, sino poético,<br />

entusiasta, espontáneo, alcanzando a<br />

menudo un grado de intensidad más<br />

propio de los conciertos excepcionales<br />

que del estudio. Valgan como ejemplo,<br />

entre varios posibles, el fraseo del célebre<br />

segundo tema en el Finale de la Primera<br />

Sinfonía y la Coda del mismo movimiento<br />

de la Quinto, literalmente al rojo<br />

vivo, y que le dejan a uno sin atiento.<br />

Además, la grabación de Barbirolli, aunque<br />

es 25 años anterior a las de Rattle,<br />

no lo parece y suena mu/ bien, con<br />

presencia, atmósfera y buena definición<br />

de timbres.<br />

Roberto Andrade


ORQUESTA SINFÓNICA<br />

DE<br />

CASTILLA Y LEÓN<br />

Director Artístico y Musical<br />

MAX BRAGADO DARMAN<br />

TEMPORADA 91-92<br />

VALLADOLJD<br />

TEATRO CARR1ON<br />

Con el Patrocinio de<br />

ferrovial<br />

Miércoles. 11 de Marzo-Jue\es\ 12 de Marzo<br />

Director invitado: ODÓN ALONSO<br />

Programé;:<br />

SINFONÍA SEVILLANA, TURINA.<br />

SINFONÍA nüm. 5, TCHAKOVSKY.<br />

Miércoles. 1 de Abiil-Jueies. 2 de Abril<br />

Director: MAX BRAGADO DARMAN<br />

Solistas: CARMELO MOLINA (Clarinete)<br />

JAMES HOUGH (Fagot)<br />

DAVID BUSHENLL (Trompa)<br />

KRZYSZTOF WISNEWSKI<br />

(Violín)<br />

CARMEN CRISTIAN (Viola)<br />

Programa:<br />

CONCIERTO PARA CLARINETE Y<br />

ORQUESTA, MOZART.<br />

CONCIERTO PARA FAGOT Y OR-<br />

QUESTA, MOZART.<br />

CONCIERTO núm. 2 PARA TROM-<br />

PA Y ORQUESTA, MOZART.<br />

SINFONÍA CONCERTANTE PARA<br />

VIOLIN, VIOLA Y ORQUESTA,<br />

MOZART.<br />

Lime. 13 de Abril-Martes. 14 de Abril<br />

Director: MAX BRAGADO DARMAN<br />

Solistas: FÉLIX AYO (Violín}<br />

VIOLETTA WISNESKA,<br />

(Violín)<br />

EMMA JIMÉNEZ (Piano)<br />

Programa:<br />

CONCERTÓ DE BRANDENBURGO<br />

núm. 3, BACH.<br />

CONCIERTO PARA VIOUN Y OR-<br />

QUESTA, BACH.<br />

CONCIERTO PARA DOS VIOLINES<br />

Y ORQUESTA, BACH.<br />

CONCIERTO PARA PIANO, VIOLIN<br />

Y ORQUESTA, MENDELSSOHN.<br />

Miércoles. 29 de Abril-Jueies. 30 lie Abril<br />

Director invitado: SUNG KWAK<br />

Solista: JOSÉ ORTI (Trompeta)<br />

Programa:<br />

OBERTURA DE "SEMIRAMIDE",<br />

ROSSINI.<br />

CONCIERTO PARA TROMPETA Y<br />

ORQUESTA, C. PRIETO.<br />

SINFONÍA <strong>Núm</strong>. 5 (DE LA REFOR-<br />

MA), MENDELSSOHN.<br />

Mimóles, lí de Uno-Jueves. 11 fie Maio<br />

Director: MAX BRAGADO DARMAN<br />

Solista: JOAQUÍN ACHUCHARRO<br />

Programa:<br />

(Piano)<br />

OBERTURA TRÁGICA, BRAHMS.<br />

CONCIERTO núm. 2 PARA PIANO<br />

Y ORQUESTA, BRAHMS.<br />

SINFONÍA <strong>Núm</strong>. 1, BRAHMS.<br />

Miércoles. 27 de Mavo-Jueics, 28 de Mitvü<br />

Director: MAX BRAGADO DARMAN<br />

Solista: DIMITRIRATSER (Piano)<br />

Programa:<br />

SALAMANCA (POEMA SINFÓNI-<br />

CO), BRETÓN.<br />

CONCIERTO núm. 1 PARA PIANO<br />

Y ORQUESTA, USZT.<br />

Sinfonía núm. 5, SHOSTAKOVICH.<br />

Miércoles, 24 de Junio-Junes. 25 de Junio<br />

Director invitado: ALBERTO ARGUDO<br />

Programa:<br />

SERENATA PARA VENTOS, Op. 7,<br />

R. STRAUSS.<br />

SINFONÍA EN DO, STRAVINSKY.<br />

SERENATA núm. 1, Op. 11, BRAHMS.<br />

junta de<br />

Castilla y León<br />

Consejería de Cultura y Turismo


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

El folklore tradicional, el folklore arreglado (I)<br />

S<br />

e supone que lo que llamamos música<br />

tradicional consiste justamente<br />

en esto; o sea en una música cultivada,<br />

trasmitida de generación en generación<br />

como dicen los sefardíes, o de pecho<br />

a pecho como dicen los maestros iraníes,<br />

y por qué no, a través también de una escritura<br />

como ocurre con algunas músicas<br />

en la India, Turquía, y algunos países árabes.<br />

Estas músicas tradicionales, a través<br />

del tiempo, a través de quienes las practicaron,<br />

cambiaron y este cambio, estas capas<br />

sucesivas contribuyen a su belleza, o<br />

a! menos a su vida El trabajo de los etnomusicólogos<br />

consiste en grabarlas tal cual,<br />

y así lo hicieron Kutsi Erguner, Manuel<br />

Gomes- El disco dedicado a las músicas<br />

instrumentales de Pakistán corresponde<br />

adecuadamente a su título: Tesoros de/ Paquistán.<br />

Podemos escuchar en él varios<br />

instrumentos en vfa de desaparición: el sarangi<br />

del Pendjab, viela de tres cuerdas<br />

melódicas y una docena<br />

de cuerdas simpáticas<br />

que podría<br />

ser un antepasado de<br />

la viola d'amore para<br />

la que escribió algunos<br />

conciertos Antonio<br />

Vivaldi; el laúd rabab,<br />

en su versión paquistaní,<br />

con cuerdas<br />

simpáticas; la pequeña<br />

viela sehnda.<br />

Aparte de su belleza,<br />

la música instrumental<br />

de Paquistán (al<br />

igual que la vocal, como<br />

se pudo comprobar<br />

en el recital que<br />

dio Nusrath Fateh en<br />

Madrid) nos interesa<br />

por ser una de las raíces<br />

posibles del flamenco.<br />

Los documentos<br />

sonoros fueron<br />

grabados por<br />

Kutsi Erguner (que<br />

tuve ocasión de presentar en SCHERZO,<br />

en su faceta de intérprete de música sufi)<br />

y por la Radio Nacional de Paquistán (Radio<br />

Pediavar).<br />

El disco dedicado a las músicas de Etiopia<br />

es bastante completo: dos tipos de<br />

polifonías vocales, dos de los instrumentos<br />

mas importantes en Etiopfa (la viela<br />

masenqo y una de las liras kiar), cantos<br />

de la Iglesia cristiana etíope... Puede ser un<br />

buen disco de acercamiento ai universo<br />

98 SCHERZO<br />

tan peculiar y complejo<br />

de la música<br />

etíope, aunque crea<br />

más interesante escoger<br />

unos discos<br />

dedicados a un solo<br />

estilo, por ejemplo<br />

el de las varias polifonías<br />

{Dorze, Rashaida,<br />

Jimira, Maji,<br />

GujL) publicado por<br />

Ocora, a la cultura<br />

cushrte con su peculiar<br />

hoquetus, o a los<br />

tres cordófonos (liras<br />

bagana, krar y<br />

viela masenqo<br />

acompañando la<br />

voz) publicados por<br />

Musicaphon (LPs<br />

que no tardaran en<br />

cambiar a CDs).<br />

El disco dedicado a la Kora, el arpa-laúd<br />

de Senegal intenta ser más exhaustivo<br />

con dos surtes de veinte y treinta minutos<br />

Tesoros dtí Paqutíón. Música ¿rotrurnental. CÜ<br />

PLAYA SOUD PS 4S06L «\<br />

Etiopía. Mústcoi tradicionales. CO PLAYA<br />

SOUNOPSÍS074S.40 1 .<br />

Se/iegol io tora de los grioa. CD PLAYA SOUND<br />

PS 45079. 51'.<br />

Las grandes voces de fiufeona. Vd. I: Coro de<br />

mujer» Vol. 1 Coro de hombra. CD ETHNIC<br />

AUV1DB B 6760 y B 67 61. (54' y 7f).<br />

(para una y dos koras) que tal vez puedan<br />

resultar un poco monótonas en un<br />

primer encuentro con la música de Senegal,<br />

pero queda como primera recomendatión,<br />

al estar ausente del catálogo el<br />

doble álbum dedicado a varios estilos e<br />

intérpretes de Kora en Gambia y Senegal<br />

(Afhcon Joumey. una búsqueda de las raices<br />

del 8/ues. Sonet). El mayor reproche que<br />

se puede hacer a estos tres discos se refiere<br />

a los simplistas comentarios, ya que<br />

se trata de divulgación, se supone.<br />

No entiendo muy bien por qué los<br />

dos discos dedicados a Bulgaria están incluidos<br />

en la excelente colección Ethnic<br />

Auvidis, ya que no se trata de música étnico,<br />

ni tampoco tradicional. Los magníficos<br />

cantos de Bulgaria han sido arreglados<br />

(para mí: deformados), y han perdido<br />

por completo su personalidad única:<br />

toda la audacia polifónica (a dos o tres<br />

voces solistas, a menudo en intervalo de<br />

segundas, y segundas con bordón) desaparece<br />

cuando el simple coro se hincha,<br />

o cuando el arreglista se ha tomado a<br />

pecho corregir lo que le parecían faltas<br />

armónicas. El excelente disco grabado in<br />

srtu en los años sesenta por Ethnel Raim<br />

está distribuido en España y es extraordinario<br />

tanto musical como musicológicamente<br />

(CD Nonesuch Elektra). Sin<br />

embargo, seria injusto no aplaudir el<br />

canto virtuoso de los coros búlgaros<br />

propuestos por Auvidis.<br />

Pedro Elias


ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Varias reediciones y algunos<br />

discos nuevos acreditan a<br />

Jondi Savall como una de las<br />

personas más activas en el campo<br />

de la música antigua, con el interés<br />

añadido de sus incursiones constantes<br />

en el repertorio español. Precisamente,<br />

la grabación dedicada a la<br />

música secular cristiana y judia de<br />

hacia la época del descubrimiento<br />

de América es una de las realizaciones<br />

fonográficas más admirables de<br />

la carrera de Hesperion XX La recreación<br />

de los cantos sefarditas, tal<br />

vez desde un supuesto algo cultista,<br />

es un prodigio de imaginación; en el<br />

seno de climas mágicos -escúchense<br />

la introducción a Pregoneros van y<br />

vienen, el solo de viola en El rey de<br />

Francia tres hijas tenia y Paxarico tú<br />

te llamas-, la voz de Figueras se<br />

muestra aquí con múltiples sugerencias,<br />

una expresividad que, como en Por<br />

qué llorax blanca niña y La Reina xerifa<br />

mora, es fruto de una sencillez desnuda.<br />

El otro registro de este álbum nos conduce<br />

al proteico mundo renacentista<br />

hispano, mezclándose lo elevado con lo<br />

popular, la interpretación anuncia el logro<br />

extraordinario de los Romances y Villancicos<br />

de Juan del Enzina. Un Enzina<br />

vivo, burlesco o erótico, elegiaco o hedonista,<br />

tocado siempre en algún punto<br />

por el drama, que estalla al fin sin esperanza<br />

en Triste España sin ventura. El poema<br />

Despierto, despierta tus fuercas, Pegoso,<br />

debido al propio Enzina y dicho de<br />

forma escalofriante por Rafael Taibo,<br />

aparece como eje significativo por la<br />

quiebra de las expectativas provocada<br />

por la muerte del príncipe Don Juan.<br />

Una consecución de tono menor es, sin<br />

embargo, el disco de canciones tradicionales<br />

catalanas. Estas muestras del acervo<br />

popular han sido preparadas para su<br />

interpretación por el mismo Savall. Curiosamente,<br />

varias de ellas se nos brindan<br />

únicamente en versión instrumental,<br />

como es el caso de El cont deis ocells,<br />

tocado por violas, tiorba y arpa. La antología,<br />

que se cierra con E/s segadors,<br />

de marcado aliento hímnico, teñe sentido<br />

evolucionista, aplicándose criterios<br />

renacentistas y barrocos a los productos<br />

del folclore. Los programas dedicados a<br />

Cárteres y a los intermedios barrocos<br />

hispánicos nos devuelven al nivel de excelencia<br />

de Enzina y la música sefardita.<br />

Lo mas atractivo del primero es probablemente<br />

ía ensalada £.0 trulla, con un<br />

argumento tópico navideño-pastoril, pero<br />

de música deliciosa y el rasgo distinti-<br />

Multiforme Savall<br />

jordi Sovoí FOTO-.CATANY<br />

vo de que cada personaje canta en su<br />

lengua natal (vasco, valenciano, portugués...).<br />

Lope de Vega es el motivo conductor<br />

del segundo disco; se cantan algunos<br />

textos suyos, enmarcados por<br />

piezas instrumentales. Figueras no está<br />

aquí en su mejor momento; luchando<br />

con la sofísticadón y la monotonía, consigue<br />

empero aportar un toque estilístico.<br />

Si el canto flaquea en el registro precedente,<br />

no es el caso del Músico// &anquet<br />

que nos ofrecen Rogers, Bailes y<br />

Savall. El tenor nos propone una gran<br />

variedad de estilos y afectos, tan diferenciados<br />

como lo son las páginas de<br />

esta colección editada por Dowland en<br />

1610. En la anónima 0 deor Ufe, Savall<br />

toca primero con el arco para luego<br />

imitar al laúd en un efecto muy bello. El<br />

intérprete catalán está también presente<br />

MÚSICA SECULAR DE LA ESPAÑA CRISTIANA<br />

YJUDlA 1450-1550. Heipenon XX. EMI. 197*<br />

ENZINA: Romances y Villancicos Hesperton XX<br />

Jordl Savall. ASTREE. 1991. CANCONS DE LA<br />

CATALUNYA MILENARIA. Montserrat Figueni.<br />

U Capelli Relal de Catalunya, Jordl Savall.<br />

ASTREE. 1991. CARCERE& Maneras / Erao/ndaí<br />

Monoerrat Rgueras. U Capilla Reial de Catalunya.<br />

Jordl Savall. ASTREE. 1990. LOPE DE VEGA.<br />

Imeimecios del Borneo H;sponrto Monuernt Finieras.<br />

Hejp


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Primero: Myung-Whun Chung,<br />

hermano de la violonchelista<br />

Myung-Wha y de la violinista<br />

Kyung-Wha, que dirige de vez en<br />

cuando para ellas el acompañamiento<br />

de obras concertantes,<br />

cuando no tocan los tres juntos, se<br />

acaba de convertir en una de las estrellas<br />

sujeto de lanzamiento de la<br />

Deutsche Grammophon. En estos<br />

dos discos-presentación, sin embargo,<br />

el músico coreano no se sirve<br />

de ninguna de las grandes orquestas<br />

que suelen aparecer asociadas a<br />

los divos en los registros del sello<br />

amarillo. La orquesta es la de la<br />

Bastilla, de la que es titular Chung<br />

desde el comienzo de la temporada<br />

1989-1990. Segundo: Al dorso<br />

del disco puede (eerse en relevantes<br />

caracteres Opero de París y, al<br />

lado, el logo de este teatro Unco, que no<br />

es otro que el perfil del nuevo teatro de<br />

la Bastilla, donde reside hace ya más de<br />

dos años. Evidentemente, se trata de una<br />

operación en la que se asocian la Deutsche<br />

y las instituciones públicas (con patrocinio<br />

privado) responsables del teatro.<br />

El prestigioso sello de Hamburgo se beneficia<br />

de determinadas facilidades y<br />

aportaciones y, al mismo tiempo que lanza<br />

a su nuevo divo, permite que la orquesta<br />

del teatro grabe con él de manera<br />

habitual. Lógicamente, ademas de facilidades<br />

y aportaciones, las instituciones y<br />

la orquesta del teatro se ven obligados a<br />

mantener un nivel de prestaciones artísticas<br />

aceptable para grabar con D.G. Tercero:<br />

Lógicamente, el comienzo consiste<br />

en puro repertorio francés, como es<br />

obligación de esa orquesta. Repertorio<br />

orquestal bien conocido, por una parte, y<br />

una de las mayores obras francesas de<br />

este siglo, por otra. La cosa no va a quedar<br />

ahí; y, si no. repasemos repertorios<br />

como el de la Orquesta de París.<br />

En un sistema como el nuestro es lógico<br />

un acuerdo entre los intereses como<br />

servicio público de determinadas instituciones<br />

públicas y ciertos intereses privados<br />

que los apoyen. D.G. puede resultarle<br />

discutible a más de uno, pero es el sello<br />

de música mas prestigioso del mundo<br />

ante (os ojos de una buena mayoría. Los<br />

franceses no se han andado con chiquitas:<br />

su orquesta grabará para D.G Esta última<br />

frase tiene más miga de lo que pa-<br />

lOOSCHEPZO<br />

Lección para gestores:<br />

Chung y el eje París-Hamburgo<br />

rece. Las instituciones parisienses pueden<br />

referirse a la onquesta como suyo, puesto<br />

que la mantienen (el libre mercado es<br />

incapaz de hacer frente a los costes de<br />

una orquesta y menos de un teatro Unco)<br />

y tienen una política con ella; pueden<br />

plantearse que grabe, porque una orquesta<br />

que no está en los medios, salvo<br />

casos aislados, es como si no existiera<br />

para el gran público, y grabar forma parte<br />

de una política concreta; y pueden plantearse<br />

que sea con D.G. porque han podido<br />

conseguir ese elevado nivel de calidad<br />

artística. Quizá muchos aficionados<br />

no sepan que en nuestro país las instituciones<br />

con orquesta sólo rarísimas veces<br />

pueden hacer algo por el estilo. Las hay<br />

que ni siquiera pueden plantearse que la<br />

orquesta que pagan sea suya puesto que<br />

nada pueden hacer con ella. Y al no ser<br />

realmente suya, sino del sindicalismo<br />

amarillo, no pueden hacerla grabar. Y ante<br />

el pobre nivel medio de sus prestaciones,<br />

no podrían siquiera soñar con un se-<br />

BIZET: Comen fsurtej. Peüte iurte ifordmstre<br />

(jeta tfenfana) L'A/teienne fjuffes I y 2). Ord»»tre<br />

de li Bastille. Director Myung-Whun Chung.<br />

Gribación: Pirli. 111/1991. Productor: Lennart<br />

Dehn. Ingeniero: Mtchiíl Bergek. DEUSTCHE<br />

GRAMMOPHON 431 77B-2. DDD. Í8'37".<br />

MESStAEN: Sfn/bn/o Turangafilo. Yvonne Loriod,<br />

piano, jeanne Loriod, ondú Mirtenot Ochen<br />

de la Bastille. Director Myung-Whun Chung,<br />

Grabación: Parli. X/I99I. Productor: Lennart<br />

Behn. Ingeniero: Mlchael Bergek. DEUTSCHE<br />

GRAMMOPHON«I 781-1 DOO. 7TJ2".<br />

lio prestigioso. No pretendemos<br />

que Madrid se convierta en París,<br />

pero a todos nos gustada que las<br />

instituciones cufturales se pudieran<br />

llegar a plantear la posibilidad de<br />

que orquestas como la Nacional o<br />

la de RTVE grabaran siquiera un<br />

disco al año. Pero es imposible. Y<br />

no sólo por calidad. Ya veremos<br />

algún día por qué. Los aficionados<br />

(y los contribuyentes) merecen saberlo.<br />

Con estos planteamientos, lo de<br />

menos es el análisis de los discos,<br />

que responden a una política muy<br />

coherente. Un Bizet lleno de nervio,<br />

con rubatos y más o menos<br />

sutiles cambios de tempo donde<br />

no solemos esperarlos, pero con<br />

una gran expresividad. Desde luego,<br />

Chung no nos hace olvidar a<br />

Münch (Decca). Pero eso nada tiene que<br />

ver. El disco de Bizet por Chung es espléndido<br />

y suena muy bien. El coreano<br />

se atreve también con la quinta versión<br />

grabada (;no habrá alguna más?) de la Turango/iío.<br />

Y sale muy airoso del empeño.<br />

Tiene como rivales a Salonen, a Previn, a<br />

Ozawa y a Mauricé Le Roux, si vamos<br />

hacia atrás en el tiempo. Pero cuenta<br />

con esa inevitable presencia del propio<br />

Messiaen en cada grabación de obras suyas<br />

que se hace en los últimos ciento<br />

veinte años. Y, desde luego, con Yvonne<br />

Loriod, que ha defendido al piano tres<br />

de esos cinco registros, y con Jeanne Loriod,<br />

que ha estado en cuatro de ellas<br />

(sólo faltó con Salonen, porque los nórdicos<br />

no la citaron). Tan bien asistido,<br />

Chung consigue una espectacular y al<br />

mismo tiempo medida y expresiva Turóngoílo,<br />

muy en la línea de significación exterior,<br />

teatral, que fije también la opción<br />

de Salonen, y que en modo alguno quiere<br />

decir superficial. El elemento teatral,<br />

exterior, es muy propio de Messiaen, como<br />

lo es de la liturgia católica, y sin embargo<br />

nada es más significante, simbólico,<br />

expresivo, hondo... por mucho que no<br />

sea arcano ni inaccesible. No es mistérico.<br />

Es diáfano, pero dramático. Es decir,<br />

la lectura de Chung es adecuada, correcta<br />

y se sitúa sin menoscabo, con su sobrecogedora<br />

toma de sonido, junto a las<br />

otras cuatro versiones ya grabadas.<br />

Santiago Martín Bermúdez


E5TUD/0 DISCOGRAFICO<br />

C<br />

on el sello Decca por delante,<br />

la aureola DDD y unas duraciones<br />

generosas, rondando casi<br />

siempre los setenta minutos, Ovation<br />

surte un repertorio variopinto, lujoso,<br />

donde lo esencial de la Música -los autores,<br />

las obras y los intérpretes- sube y<br />

baja, porque de todo ha/ en la viña del<br />

Señor, Sorpresas hay gratas e ingratas y<br />

también gratitudes que no sorprenden<br />

e ingratitudes que tampoco. Hagamos,<br />

pues, un balance de tanteo.<br />

El as de las sorpresas gratas acaso sea<br />

una pequeña liturgia de diez minutos,<br />

bajo el título Kol Nidret sobre melodías<br />

hebreas, de Max Bruch. Lynn Harrel.<br />

violonchelo, arrebata, sencillamente genial,<br />

y Ashkenazy, una baza fuerte de esta<br />

serie, no le va a la zaga, conmovedoramente<br />

secundado por la Philharmonia.<br />

Es una pieza, por la escritura y por la<br />

lectura, que vale todo el compacto, un<br />

compacto con el Capricho Italiano -capricho<br />

mediterráneo mas bien callejeando<br />

deliciosamente. Y merece que a la<br />

serie se la tome en serio. Se pasa por<br />

alto de buen grado que las Restos de<br />

Debussy se hallen descolgadas de su<br />

tríptico natural, los Nocturnos, o que la<br />

Danza de los siete vetos sea mas deslumbrante<br />

que mórbida. El Aprés-midi es<br />

bellamente moderno, en la descendencia<br />

de Boulez, Finlandia es eficaz e /gor<br />

poderoso. Un plausible plato combinado.<br />

Otra muy grata sorpresa puede ser<br />

—no confundo sorpresa con novedad:<br />

aquélla es un ejercicio estrictamente<br />

subjetivo- la tremebunda Postnikova,<br />

que, con un Rozhdestvenski más bronco<br />

que suntuoso, precipita un Chaikovski<br />

de mucho fuste. De ese modo, este<br />

compacto acopla dos hemisferios irreconciliables<br />

del negocio Chaikovski: porque<br />

el de Wha Chung, Montréal y Dutort<br />

cultiva la cortesía al punto que lo<br />

bello oculta lo sublime. Reconozcamos,<br />

no obstante, que ambas piezas, sea por<br />

idiosincrasia, sea por tradición interpretativa,<br />

propician ese contraste y en ese<br />

sentido. Si hemos de llorar en un caso y<br />

reír en otro, los papeles han sido inteligentemente<br />

repartidos.<br />

Puede ser asimismo sorpresa grata<br />

para los que aman la Sinfonietta de Janacek,<br />

cuya vena castrense a otros retrae,<br />

el buen trabajo de Mackerras, con una<br />

Filarmónica de Viena que lo sazona con<br />

aromas mahlerianos acaso sin proponérselo.<br />

O habrá que ahondar en la re-<br />

Enhorabuena<br />

lación Janacek/Mahler -el primero, seis<br />

años más viejo, envejece más despacio<br />

y da lo mejor de sí cuando ha muerto el<br />

segundo-.<br />

Por el contrario, un tanto ingrata me<br />

parece la sorpresa de Gershwin desangelado,<br />

que arranca corto de gas -y el<br />

arranque, en la R/iopsody, es decisivoy<br />

encabeza un compacto de favoritos<br />

algo trasnochados, para culminar en el<br />

Liszt de Bolet, nada menos que fastuoso<br />

y nada más que fastuoso.<br />

Lo demás es más previsible, lo que<br />

no le impide, en ocasiones, ser admirable.<br />

Y admirable es, a mi juicio, la Pastora/<br />

de Ashkenazy, la Sinfonía, de entre<br />

las nueve, que acaso le cuadra me-<br />

BEETHOV&l: ¡infarta n" í en fa "wyw opus 68 Pastoral<br />

Egmont (obertiroj opus 84. iiteonnro n* 3» (obertma)<br />

opus 72a Phllharmonia Orchestra. Director<br />

Vkwfcnlr AshkefHzv.<br />

ROSSINk Lo BouKjue fomosoue arreglo de Respighi.<br />

CHOPIN: Les Vphtíes arreglo de Dmgas. Nadonal<br />

Phllharmonic Orchestra. Director Richard<br />

Bonvnje.<br />

CHAIKOVSKI: QraoTO pora pono y encestan' I en<br />

s bemol menor opus 13 Condeno pora woln y onjuesto<br />

en re mayor opus 35 Vlktoria Ponnlkovi, plano.<br />

Wlener Symphoniker. Director Genrudí Roihdestveniki.<br />

Kyung Wha Chung, vlolln. Orchestre Symphonique<br />

de Montríal. Director Chartes Dutoft.<br />

GERSHWIN: Rhapsody m Bfue. Katia y Miriell*<br />

Ubéque, plano. The Cleveland Orchenra. Director<br />

WccanJo Cha% ADDINSELL Ccnoeno de Vorsmi<br />

LJTOLFR <strong>Scherzo</strong> de/ Conaena Sm/ünKO n" +<br />

GOTTSCHAUC- Gran fórmala Triunfal (orquejtadon<br />

Chrtí Han*). Cristina Ortiz. piano. Roval Phft<br />

harmonlc Orchestn. Director Moihe Aomon.<br />

LtSZT: r-ontosfe sobre temos poputafes tiúngoros Jorje<br />

Bolet. plano. London Symphonv Orcnam. Director<br />

Kan Fbcher.<br />

JANACBd 5rn|bnieiio Rapsoáa poro On¡ues!fl «Taras<br />

Buba». Wiener PhlIharTrnonlIter. Director Charles<br />

Mackems. SHOSTAKOVICH: SuHeóciLa £dod de<br />

Oro». London Phllharmonlc Orcheitra. Director<br />

BemardH^nk.<br />

DVORAK: Sinfon!as n' 7 en re menor opio 70 y 8 en<br />

sol mayor opta 83. The Cleveland Orcnem. CHnctur<br />

Chrístoph von Dohninvl.<br />

DISCOS<br />

jor ai pianista -la épica, en ella, cede a<br />

la linca- y que baila sin cesar, reinstaurando<br />

una inefable tradición insuficientemente<br />

recordada: la del lúdico y<br />

beato Schuricht, Parece que ciertas<br />

tradiciones asientan mejor en aquellos<br />

intérpretes que, como Ashkena2y, han<br />

sido cocineros antes que frailes. Magnífico<br />

el Egmont que, con Leonora n" 3<br />

prolonga la fruición de este compacto.<br />

Previsible es, a su vez, el bravo Dvorak<br />

de Dohnányi, que recorre, y es natural,<br />

en cierto modo el camino del autor<br />

en sentido inverso: de lo autóctono<br />

a lo universal y viceversa. Sabemos,<br />

por otra parte, que el Shostakovich de<br />

Hattink está garantizado y no nos defrauda,<br />

si bien echamos de menos un<br />

punto de frivolidad, en una pieza como<br />

ésta, radicalmente divertida, con un<br />

humor que el tiempo acrecienta.<br />

Y sabemos que Bonynge, hecho a la<br />

ópera, con la cual contrajo tiempo ha<br />

matrimonio, cumple en el foso, sea<br />

real o fingido. Y sendas coreografías, la<br />

de Rossini/Respighi y la de<br />

Chopin/Douglas, seducen en sus manos,<br />

a condición de que se dé por<br />

buena la remóte previa. La operación<br />

de Respighi tiene sentido, en cuanto<br />

apela a un Rossini semi-inédito. Y a pesar<br />

de todo y del buen oficio -del que<br />

se dice siempre cuando no se sabe<br />

qué decir- la arqueología puede poco<br />

con la gracia.<br />

La peripecia Chopin es sin duda mucho<br />

menos afortunada, aunque no sea<br />

éste el momento de declararla. Pero si,<br />

quizás, el de recordar, puesto que de un<br />

registro se trata, que en las tablas y para<br />

las tablas -el origen de Los S/í/ídes es estrictamente<br />

coreográfico- puede agradar<br />

lo que, en el rigor de la música ensimismada<br />

-y la de Chopin lo es como<br />

pocas-, enoja. Oyendo esas Sílfides,<br />

oyendo y sin ver, el que ama a Chopin<br />

padece por fuer?a. O no, si lo recrea<br />

adentro como verdaderamente es, incomparable.<br />

En las antologías, colecciones si se<br />

quiere, se suele pecar por exceso: se<br />

segrega lo más sabroso bajo el supuesto<br />

de que, cuanto más azúcar, más dulce, y<br />

no se cae en la cuenta de que la obra<br />

de arte -perdón-; hablamos de mercado.<br />

La enhorabuena, pues, para Ovatíon,<br />

que es como dar la enhorabuena a la<br />

enhorabuena.<br />

Joaquín Arnau Amo<br />

SCHERZO 101


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

D<br />

os empresas del grupo Poly-<br />

Gram, Deutsche Grammophon<br />

y Decca, han sido las responsables<br />

de la celebración discográfica del<br />

150 aniversario de la Orquesta Filarmónica<br />

de Viena. Para esta importante conmemoración,<br />

han publicado sendos álbumes<br />

de 12 compactos cada uno conteniendo<br />

los momentos culminantes de la<br />

agrupación tanto en concierto en vivo<br />

(DG) como en estudio (Decca), dirigidos<br />

por prácticamente las más importantes<br />

batutas en toda la historia del sonido grabado<br />

(no se ha contado con Víctor de<br />

Sabata Tostanini, Carlos Kleiber, Kubelik,<br />

Giulini, Barbirolli, Mitropoulos y otros, suponemos<br />

que por problemas<br />

contractuales del grupo Poly-<br />

Gram con estos artistas, ya que<br />

de todos ellos existen grabaciones<br />

de conciertos en la Radio<br />

austríaca). De todas formas, con<br />

estas dos ediciones no se acaban<br />

los registros conmemorativos<br />

de la Filarmónica de Viena;<br />

DG, por ejemplo, en colaboración<br />

con La voz de su amo,<br />

EMI-Columbia, Decca y Sony,<br />

ha prolongado su Edición con<br />

un álbum de dos compactos<br />

conteniendo música de Johann<br />

y Josef Strauss interpretada por<br />

Erich Kleiber, Clemens Krauss,<br />

George Szell. Bruno Walter,<br />

Hans Knappertsbusch, Herbert<br />

von Karajan, Wilhelm Furtwangler,<br />

Willi Boskovsky, Claudio<br />

Abbado, Lorin Maazel, Karl<br />

Bohm y Zubin Menta). Como<br />

quiera que sea, los dos álbumes<br />

suponen hitos interpretativos<br />

irrepetibles y difícilmente superables,<br />

a lo que hay que añadir, además,<br />

la absoluta novedad discográfica que supone<br />

la publicación del álbum Deutsche<br />

Grammophon, compuesto en su totalidad<br />

por grabaciones de la Radio austríaca<br />

efectuadas en conciertos públicos. En<br />

cuanto a los doce discos Decca, varios<br />

de ellos ya hablan aparecido sueltos en el<br />

mercado del disco (salvo error, los protagonizados<br />

por Solti, von Dohnányi,<br />

Bemstein, Szell, Bruno Walter y Erich<br />

Kleiber), a pesar de lo cual, conviene no<br />

perdérselo por las razones que más adelante<br />

expondremos.<br />

El álbum Deutsche Grammophon<br />

Comentaremos brevemente cada una<br />

102 SCHEBZO<br />

150 Años de la Filarmónica de Viena<br />

WIENKH<br />

rillMIAR<br />

MON1KEH<br />

de las interpretaciones, presentadas en<br />

el álbum por orden alfabético de directores.<br />

El disco de Leonard Bemstein recoge<br />

el concierto celebrado el 21 de febrero<br />

de 1971 (o, al menos, parte de<br />

él). La Sinfonía 102 de Haydn es una<br />

versión magistral, cálida, vibrante y clara,<br />

que confirma af director norteamericano<br />

como uno de los grandes traductores<br />

de Haydn de todo? los tiempos. El<br />

Concierto de Ravel, en el que Bemstein<br />

actúa a la vez de solista y director, es<br />

una interpretación inolvidable a pesar<br />

del concepto decididamente romántico<br />

que anima toda la versión, caracterizada<br />

además por un especial hincapié del di-<br />

Wiener PhUharmoniker<br />

Wilhelm Furtuiingier<br />

Brafons: S//mphotiU> Nti.2-1945<br />

Beethoreii: •Leomire ¡U- - ¡944<br />

Grosse Fuge- ¡954<br />

rector norteamericano en los aspectos<br />

¡azzísticos que posee la obra. A pesar<br />

de Benedetti-Michelangeli y de Argerich,<br />

eximios traductores de esta página, la<br />

versión de Bemstein puede equipararse<br />

perfectamente con aquéllas por su honda<br />

convicción y profunda musicalidad.<br />

De Kari Bohm se recogen dos obras<br />

de dos conciertos distintos; un Pelieas<br />

und Melisonde de Schonberg del I de<br />

junio de 1969 y una Muerte y trons/iguraáón<br />

de Richard Strauss, del 19 de mayo<br />

de 1953. Ninguna de las dos es gran<br />

cosa; la obra de Schbnberg le dará la<br />

sensación al oyente de encontrar a Pelleas<br />

y Melisande después de 30 años<br />

de matrimonio, o sea, que en vez de un<br />

viaje alucinante a través del amor y la<br />

muerte, usted encontrará a un aburrido<br />

QUVEHECORQING<br />

matrimonio regularmente bien avenido<br />

y con ganas de pocas monsergas (Karajan,<br />

Barbirolli o Boulez han llegado bastante<br />

más lejos). En cuanto al poema<br />

straussiano, en principio una especialidad<br />

del director de Graz, tampoco hay<br />

que anotar nada especial, salvo su aburrida<br />

perfección de siempre (Víctor de<br />

Sabata, Knappertsbusch, Celibidache,<br />

Reinen, Karajan o el propio Bohm de<br />

años mas tarde, se encuentran bastante,<br />

por delante de esta aséptica lectura En<br />

conjunto es el disco más flojo de los<br />

doce que integran este álbum.<br />

Los dos registros de Furtwangler nos<br />

llevan a otro mundo. La Novena de Beethoven<br />

es la versión del<br />

concierto del 30 de mayo<br />

de 1953 y ya ha estado publicado<br />

en compacto, pero<br />

pirata y de sonido sensiblemente<br />

inferior al que ahora<br />

se comenta, tomado directamente<br />

de las cintas de la<br />

radio de los aliados Rot-<br />

Weiss-Rot (Rojo-Blanco-R,ojo).<br />

La versión es una de las<br />

más perfectas en cuanto a<br />

forma y contenido, con una<br />

fuerza dramática y una claridad<br />

orquestal 'óptima (maderas<br />

en el primer movimiento,<br />

milagrosas). El otro<br />

disco reúne una intensísima<br />

y desolada Segundo de<br />

Brahms, hecha en medio de<br />

una Europa en ruinas (concierto<br />

del 28 de enero de<br />

1945), una vibrante y poética<br />

Leonora n" 3 (atención a<br />

la coda) y, finalmente, una<br />

apocalíptica y sobrecogedora<br />

Gran fuga de Beethoven (orquestación<br />

de Weingartner) que formaba parte<br />

del último concierto dado en vida de<br />

Furtwangler con la Filarmónica de Viena<br />

el 30 de agosto de 1954 en el Festival<br />

de Salzburgo; cualquier oyente medianamente<br />

sensible asistirá atónito a esta especie<br />

de preludio al Fin de los tiempos.<br />

Dos testimonios excepcionales, en definitiva,<br />

impresionantes documentos del<br />

genial quehacer de este director único.<br />

Clemens Hellberg cuenta en el libreto<br />

de la Novena de Bruckner por Karajan,<br />

que las relaciones de éste con ía orquesta<br />

siempre fueran conflictivas, marcadas por<br />

triunfos y decepciones, por el entusiasmo<br />

y el rechazo, por la admiración y el odio<br />

recíprocos... Fácilmente se pueden comprender<br />

las tempestuosas colaboraciones


se sepa del temperamento irascible y autoritario<br />

de este Maestro; sin embargo,<br />

Karajan era un excepcional constructor, y<br />

la Filarmónica vrenesa en sus manos era<br />

una agrupación de un virtuosismo y un<br />

timbre sota comparables a los be la Filarmónica<br />

de Berlín (cualquiera que conozca<br />

sus versiones de la Noveno de Baider<br />

con Berlín, comprobará asombrado que<br />

no hay diferencias aprecables entre aquéllas<br />

y ésta de Viena: la orquesta parece la<br />

>Í£¡Í Wiener Phüharmonücer<br />

1 PHIIHAR I ftw* Knappertsbusch -1957<br />

Schubert: Symphonie No. 9<br />

Sekmidí: Husarenlied-VarUttione»<br />

misma en todos los casos). La versión,<br />

además, posee cierta espontaneidad siempre<br />

dentro de un férreo control en todos<br />

los órdenes y tiene una evidente sensibilidad<br />

para el mensaje de despedida de este<br />

discurso bruckneriano, a pesar de que en<br />

ocasiones prime la elegancia orquestal y el<br />

virtuosismo sobre cualquier otra consideración.<br />

En fin, una versión importante por<br />

suntuosidad, magnificencia, equilibrio, perfección<br />

técnica e innegable belleza. Evidentemente,<br />

los asistentes a este concierto<br />

debieron disfrutar plenamente, lo mismo<br />

(o parecido) que quien escuche<br />

detenidamente este hermoso disco.<br />

Otto Klemperer está representado por<br />

dos bellísimas interpretaciones de dos de<br />

las más populares sinfonías del repertorio:<br />

la /ncomp/eto de Schubert {concierto del<br />

16 de ¡unió de 1968, el último de Klemperer<br />

al frente de la Filarmónica de Viena) y<br />

la Quinta de Beethoven (concierto del 25<br />

de mayo del mismo año). Las dos versiones<br />

ponen de manifiesto las cualidades de<br />

este gran director, tantas veces citadas en<br />

estas páginas: preponderancia estructural,<br />

claridad de texturas, tempi moderadamente<br />

amplios, todo ello dentro de la máxima<br />

concentración y tensión interior. A ello hay<br />

que añadir el peculiar timbre orquestal de<br />

esta orquesta única, con momentos realmente<br />

mágicos (óigase la cantilena del<br />

oboe en el segundo movimiento de la fricompkta<br />

c 207 y ss, hasta donde indica<br />

morando). No es de extrañar, pues, que al<br />

final de la obra de Schubert, se oiga la voz<br />

de Klemperer en un alto y daro «Schon!»<br />

dirigido a la orquesta. Granítica y monumental<br />

Quinto de Beethoven, quizá un<br />

punto pausada de más, pero siempre poderosa<br />

y de singular relieve (escúchese la<br />

perfecta diferenciación<br />

tfmbrica del pic-<br />

_ coló en el último<br />

acorde de la sinfo-<br />

nía). El disco es otra<br />

de las joyas de este<br />

impresionante álbum<br />

V llegamos a Hans<br />

Knappertsbusch, el<br />

director más querido<br />

de los Filarmónicos<br />

vieneses. interpretando<br />

un concierto íntegro<br />

el 27 de octubre<br />

de 1957, compuesto<br />

por las Vorioáones sobre<br />

una canción Húsar<br />

de Franz Schmidt,<br />

y por la Novena de<br />

Schubert Kna contribuyó<br />

con la interpretación<br />

de la primera<br />

obra a establecer y a<br />

• LIVE RECDRDING consolidar la reputación<br />

de este compositor<br />

que fue primer violonchelo de la orquesta<br />

durante catorce años; las variaciones,<br />

algo monótonas, están dirigidas con la<br />

convicción y el aplomo caracteristicos de<br />

todas las partituras que caían en manos de<br />

Knappertsbusch. En cuanto a la Novena de<br />

Schubert nos encontramos claramente<br />

con una versión pre-bruckneriana, con sus<br />

modificaciones de tempi características (el<br />

imperativo prioritario de todas sus interpretaciones,<br />

siguiendo a pies juntillas la<br />

doctrina de Wagner), pero también con<br />

construcción unitaria, respiración dilatada,<br />

nobleza en el fraseo, extraordinaria claridad<br />

de texturas orquestales y una espontaneidad<br />

que seguramente proviene de la<br />

sola fuerza de su presencia en el podio.<br />

Quizá este concierto hubiese sido más<br />

atractivo si en la primera parte del mismo<br />

hubiesen induido algún Concierto de Beethoven<br />

con Arrau, Backhaus o Curzon, o<br />

qu¡2á la Octma de Beethoven, o páginas<br />

orquestales de Wagner, o esas páginas ligeras<br />

de Nicolai, Komzak o los Strauss que<br />

tan maravillosamente eran traducidas por<br />

él. De cualquier forma, un gran disco que<br />

mostará a quien lo escuche el sonido aterciopelado<br />

y denso de una Filarmónica de<br />

Viena conducida por uno de sus directores<br />

predilectos.<br />

DISCOS<br />

Oemens Krauss está representado por<br />

una grabación de la Missa So/emnis de Beethoven<br />

tomada por la Reichsrundfünk el<br />

5 de noviembre de 1940, y por dos<br />

obras mas de bien distinto signo: Putánella<br />

de Stravinsky, y B aprendiz de brujo de<br />

Dukas. La versión de la gran página beethoveniana<br />

está excelentemente concertada,<br />

bien planificada, y orquesta, coros y<br />

solistas responden con entusiasmo a las<br />

demandas del director. Lástima que la<br />

grabación no posea la calidad que tienen<br />

el resto de los registros comentados, y<br />

que a la toma de sonido, algo lejana, haya<br />

que añadir un molesto ruido de fritura<br />

propio de los discos de 78 rpm. Puldnelb<br />

y El aprendiz de btvjo, en cambio, son grabaciones<br />

monofónicas de calidad estándar<br />

(hechas por la Ftott-Weiss-Ftot) que<br />

ganan por la extraordinaria claridad y diferenciación<br />

timbhca de la batuta de<br />

Krauss.<br />

Cari Schuricht dinge una elegante, clara<br />

y ligera Quinta de Bruckner, totalmente<br />

alejada de la tensión de un Horenstein<br />

o del poderío sonoro de un<br />

Knappertsbusch. Como ya hemos dicho<br />

en algún otro número de SCHERZO a<br />

propósito de su Bruckner, está caracterizado<br />

por el amor a la obra bien hecha,<br />

con una pureza de espíritu, un rigor y<br />

una sencillez propios de los maestros<br />

más grandes. En esta Quinto, tomada en<br />

el concierto celebrado el 24 de febrero<br />

de 1963, se pone de manifiesto de nuevo<br />

la claridad de texturas orquestales, la<br />

ligereza en los tempi, el equilibrio, la intensidad<br />

y el absoluto respeto a todo lo<br />

escrito. Versión espléndida, en definitiva,<br />

vibrante, lúcida y efusiva (Schuricht tenía<br />

83 años cuando dirigió este concierto).<br />

Digamos también que esta versión había<br />

estado publicada en un álbum de 2<br />

compactos de la casa italiana MC, acoplada<br />

con el Segundo de Brahms por<br />

Backhaus/Schuricht, pero de sonido sensiblemente<br />

inferior a este registro que<br />

ahora coméntanos.<br />

Richard Strauss, asiduo director de la Filarmónica<br />

de Viena desde su primer encuentro<br />

con ella en 1882, está representado<br />

por tres obras pertenecientes a tres<br />

conciertos distintos del año 1944. De todos<br />

es conocida la capacidad directorial<br />

del gran compositor bávaro; sin embargo.<br />

Oemens Krauss en Titl y la Doméstica, deja<br />

a su admirado maestro en un discreto sfrgundo<br />

puesto (lo mismo que Furtwangler<br />

o Reiner, por citar a otros dos grandísimos<br />

traductores de los pentagramas<br />

straussianos). Demasiado grandilocuente<br />

el primer preludio de Los Maestros Cantores.<br />

Bruno Walter pone punto final (¡y de<br />

qué forma!) a este álbum con el concierto<br />

que dirigió en la Musikvereinsaal el 6<br />

de noviembre de 1955, interpretando la<br />

SCHERZO 103


DISCOS<br />

Sinfonía Praga de Mozart. y la Cuarta de<br />

Mahler. Rara quien haya escuchado su versión<br />

de la sinfonía mozartiana con la Sinfónica<br />

Columbia (Sony), sólo le tenemos<br />

que añadir que el concepto es<br />

el mismo, pero la orquesta mil<br />

veces mejor, con eso está di- ^ s<br />

cho todo. La Qjarta de Mahler<br />

es impresionante, una de las<br />

grandes versiones discográficas<br />

de esta partitura delicada entrañable<br />

y uhrarromántica (en la<br />

línea de la que d propio Walter<br />

dio cinco años más tarde,<br />

en 1960, en el centenario del<br />

nacimiento de Gustav Mahler).<br />

Un disco, pues, imprescindible,<br />

que expresa lo que prácticamente<br />

ningún disco de estudio<br />

puede transmitir, a saber, la vida<br />

y la tensión que sólo pueden<br />

nacer en el encuentro espontáneo<br />

entre una gran orquesta y<br />

un gran director.<br />

Todos los discos llevan un libreto<br />

en el que se habla de la<br />

historia de la orquesta dd director<br />

correspondiente y de tas documentos<br />

sonoros de la Filarmónica<br />

de Viena. B sonido, salvo<br />

et regular ya comentado de la Missa<br />

Sokmnis, excelente. Y el precio, económico.<br />

El álbum Decca<br />

Ya hemos dicho que todas las grabaciones<br />

son de estudio; en consecuencia,<br />

técnicamente supenores a las del álbum<br />

Deutsche Grammophon (salvo los discos<br />

de Clemens Krauss, Erich Kleiber y Bruno<br />

WaJter, buenas grabaciones monofónicas<br />

prácticamente de igual o parecida calidad<br />

a las equivalentes en esta toma de sonido<br />

en DG). Algunos registros, también lo hemos<br />

comentado más arriba, aparecen<br />

por segunda vez en el mercado discográ-<br />

EDICION DEUTSCHE GRAMMOPHON:<br />

150 fflSE<br />

WIENER<br />

PHILHAR<br />

MONIKER<br />

Leonird Bernttein dirige HAYDN: Sinfonía n°<br />

102 y RAVEL Cono&to en Sol moyor. Kari BOhm dirige<br />

R. STRAUSS: Muerte y transfeuroodn, Op. 2* y<br />

SCHONBERG: Pelleos und Melisonds. Op. ¡ Wllhdm<br />

Furcwlngier dirige BEETHOVEN: Smjbnfo n* 9,<br />

Obertura de Leonora n° 3 y Gran fiíga. y BRAHMS:<br />

Sintonía n" 2. Herbert yon Kirajín dirige BRUCK-<br />

NEfc Sinfonía n" 9. Otio Klemptrer dirige BEET-<br />

HOVEN: Sirtjbnfa n° 5 y SCHUBERT: Sinfonía n c 8,<br />

Incompleta Hini Knippertibmth dirige F. SCH-<br />

MIDT: Variaciones sobre une cancón Húsar f SCHU-<br />

BERT: Sinfanfa n* 9, La Grande. Clemem Kríu» dlrtf*<br />

BEETHOVEN: Miso solemne STRAVIN5KY: Pulánella<br />

y DUKAS: B aprenda de bnqo- C»ri Siriuricht<br />

dirige BRUCKNER: Sinfonía n° 5. Richard Stnuti dirigí<br />

WAGNER: Preludio I de Melstertmger, y R.<br />

STRAUSS' Sinfonía doméstica y TiH Eulenspiegeí Bruno<br />

Wiker dirige MOZART Smfonlo n' 38. Praga y<br />

MAHLER; Sinfonía n° 4 OrqueiQ Filirmiinici de<br />

Vlerw. DEUSTCHE GRAMMOPHON 435321-2,<br />

Itwm d* 12 dlicoi ADD manoiatno. Prcdo m«dte.<br />

JO^SCHERZO<br />

fico, a pesar de lo cual el álbum forma un<br />

conjunto de directores de los más célebres<br />

que han pasado por esta orquesta<br />

(curiosamente, falta Furtwangler, que sólo<br />

Wiener PhUharmonücer<br />

Bruno Water-1955<br />

Mozart: Symphfmw No.38 -Prager*<br />

Mahler: Sfpnphfmie NoA<br />

• UVEflECOHDING<br />

hizo una grabación en estudio para Decca<br />

con esta agrupación, la de la Sinfonía en<br />

re menor de Franck). En nuestra opinión,<br />

el álbum tiene dos estratos interpretativos,<br />

los dos de indudable calidad.<br />

El primero estaría formado por los discos<br />

I a 4, más el 8, protagonizado por<br />

Willi Boskovsky. Magnífico el Til! de Clemens<br />

Krauss, con adecuado clima scherzonte<br />

y excelente respuesta orquestal;<br />

grabación típica de los monofónicos Decca<br />

de 1950. La Heroica de Erich Kleiber<br />

es una de las grandes versiones de la historia<br />

del disco, de una lógica expositiva<br />

realmente admirable; merecedora de sal-<br />

EDICIÓN DECCA<br />

VOL I: R. STRAUSS: Titl Eulensptegel (Cl*m«ni<br />

Krum) y BEETHOVEN: Smfória Henka (Eridi KWber).<br />

VOL 2: MAHLHt la conodn de b oerm (Bruno<br />

Wirter). VOL 3: BEETHOVEN: £|mont (Georje<br />

Sidl). R. STRAUSS: Murfíe y Oans¡igjioo6n (Frttx R«n«r),<br />

WAGNER: PreíjdFO y musie de omor de Tnsldn E<br />

toldo (H»m Knappembuxh). VOL 4: HAYDN: Srnfct<br />

rías94y 101 (Ptam Monteu») y SCHUBERT: Snjbnfa<br />

fi* 8 flosef Krips). VOL S: SCHUMANN: SnÍMto r.' /<br />

(Zubici Meha) y K STRAUSS: Don QjfXt (Lorin M«zel).<br />

VOL i: MOZART: Omxna n° 15 y ir^inii n' 36<br />

(Leonird Bemsnin). VOL 7: BEFTHOVEN: OaiMJ y<br />

BRUCKNER: Pnmera (Claudio Abbado). VOL 8: J.<br />

STRAUSS It Voto y potas (Wllll Bokonkv). VOL 9:<br />

R. STRAUSS: Asi bobU Zarathena y BAAHMS; rereern<br />

(Herfwt von Kan|m). VOL I Ch BRUCKNER: GjtTOJ<br />

(Ktrí B6hm). VOL 11: MENDELSSOHN: Tercero y<br />

Ojona, obeftun de Las Hébndos (ChrtKoph yon Dohn*nyl)yVOL<br />

I í WAGNER: Los r*H * la seha<br />

f5wg^)edj y Monjía Jünetns de S^íido (QmoJ y SCHU-<br />

BERT: Wtnb n' 9 (Sir Georj Soló). OrquéiQ Rlirmonka<br />

dt Vksnt DECCA 43323-2. iltun de 12 da-<br />

«a ADD/DDD. mono/nereo. Precio medio.<br />

vas de cañones. De la cantón de la tierra<br />

de Bruno WaHer todo lo que se diga es<br />

poco (¿puede haber algo más emotivo<br />

que Kathleen Ferrier y Bruno Wahter en<br />

esta partitura?). El Egmont de<br />

Szell (con Pilar Lorengar), sen-<br />

^ s sacional, ya ha sido comentado<br />

desde estas páginas. Muy bien<br />

también los fragmentos de Tristan<br />

por Hans Knappertsbusch,<br />

aunque la Isolda de Birgrt Nilsson<br />

haya de tomarse aquí antes<br />

como un instrumento mas<br />

de la orquesta que como una<br />

Isolda de verdad. Muerte y<br />

transfiguración por Fritz Reiner<br />

-y no nos gustarla pecar de<br />

dar proporciones excesivas a<br />

nuestros comentarios-, es uno<br />

de los más perfectos ejemplos<br />

de interpretación orquestal en<br />

toda la historia de la música<br />

grabada, sin el menor ápice de<br />

exageración. Cuando usted,<br />

lector, lo escuche, se acordará<br />

de estas líneas. Vibrante y juvenil<br />

el Haydn de Monteux (Sinfonías<br />

Sorpresa y El reloj), así como<br />

la poética y serena incompleto<br />

de Josef Krips. Este<br />

primer grupo lo cerraríamos con el disco<br />

dedicado a los Strauss interpretado por<br />

Willi Boskovsky con la expresión y el<br />

idioma justos, quizá con una rudeza y espontaneidad<br />

que, antes que perjudicarle,<br />

le van perfectamente a esta música<br />

El segundo grupo, de brillantes interpretaciones<br />

pero de menor entidad artística<br />

que el primero, estaría formado por una<br />

epidérmica Primero de Schumann por<br />

Mehta; un buen Don Quijote por Maazel;<br />

un atractivo Mozart interpretado por<br />

Bemstein; una modélica Primero de Bruckner<br />

por un juvenil Claudio Abbado (grabación<br />

de 1969), más una precisa e inexorable<br />

Octava de Beethoven por el mismo director<br />

un brillante y espectacular<br />

Zarathustra por Karajan, más una Tercera<br />

de Brahms por este mismo Maestro que,<br />

la verdad, nunca fue su fuerte; la célebre<br />

Cuarta de Bruckner por Kari Bohm; dos<br />

buenas versiones de la Escocesa y la Italiana<br />

porvon Dohnanyi y, finalmente, un brillante<br />

y espectacular disco dirigido por SoHJ<br />

en dos páginas de Wagner y Schubert<br />

Asi, pues, otro álbum importante, distinto<br />

al de Deutsche Grammophon y, en<br />

nuestra opinión, de menor interés. Sin<br />

embargo, los cinco discos comentados en<br />

el primer grupo son de antología e indispensable<br />

conocerlos. El álbum va acompañado<br />

por un libreto con fotografías de todos<br />

los directores, más varios artículos entre<br />

los que hay que destacar el firmado<br />

por Christopher Raebum.<br />

Enrique Pérez Adrián


ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Una colección que es una especie<br />

de abanico de la ingente producción<br />

bachiana. Aunque vanada,<br />

también presenta una cierta dispersión.<br />

Es ésta una colección destinada<br />

al público que quiere iniciarse en el conocimiento<br />

del mundo musical de Bach.<br />

Aunque su calidad es indiscutible, no la<br />

recomendamos -sin embargo- a aquellos<br />

que ya están muy introducidos en el<br />

cabalístico, religioso, profundo y contrapuntlstico<br />

universo del músico alemán.<br />

Las grabaciones abarcan un periodo<br />

muy dilatado en el tiempo, desde 1963<br />

(Helmut Walcha) hasta 1989 (Gardiner);<br />

por lo que la mayoría de estas versiones<br />

son ya conocidas por los buenos<br />

aficionados.<br />

Otro aspecto a destacar, negativo en<br />

este caso, es la ausencia de una buena<br />

información; ya que los comentarios generales<br />

contenidos en la carpetilla son<br />

insuficientes. Seria interesante, asimismo,<br />

que tales comentarios generales estuvieran<br />

por fin en castellano. La lengua de<br />

Cervantes merece un lugar de honor.<br />

Si desgranamos cada uno de los CD,<br />

Pinnock destaca por su vigor en los<br />

tiempos rápidos y lirismo en los lentos,<br />

en su lectura de los Conciertos de Brandemfcurgo.<br />

Los fraseos están muy bien<br />

cuidados (cornos de caccia, oboes y fagot<br />

en el n" I, violas da braccio y violas<br />

da gamba en el n° ó). Las afinaciones,<br />

casi perfectas (trompeta natural, sin pistones,<br />

en el n" 2; flautas de pico o dulces<br />

en el n° 4). En el n° 3, Pinnock nos<br />

sorprende por su desbordante alegría,<br />

tiempos vivos; pero tampoco descuida<br />

la espiritualidad {Segundo movimiento).<br />

En el n° 5, Pinnock se nos muestra seguro,<br />

potente y virtuoso sobre el clave solista;<br />

aunque también es cierto que -en<br />

algunos momentos- la orquesta hace<br />

palidecer su sonido. Pero, a cambio, se<br />

obtiene una interpretación espontánea<br />

y sincera. Durante el transcurso de estos<br />

concerti grossi, las cuerdas cumplen<br />

con extrema pulcritud su cometido. Sin<br />

duda, The Engiish Concert tiene una sonoridad<br />

muy bien empastada. A pesar<br />

del tiempo transcurrido desde su grabación<br />

(1982), estos Conciertos de Brondembufgo<br />

son una delicia para el aficionado.<br />

Por lo que a las Oberturas respecta<br />

(se recogen aquí 3 de las 4 escritas),<br />

Una excelente miscelánea<br />

de Bach para principiantes<br />

destacan la n° /, BWV 1066, y la pomposa<br />

n° 3. BWV 1068 (en re mayor esta<br />

úrtima, naturalmente), las cuales están<br />

interpretadas con ingrávida imaginación,<br />

articuladas en fraseas cortos, como corresponde<br />

a la época Barroca. En cambio,<br />

la Obertura n° 2, BWV 1067, es ejecutada<br />

demasiado aprisa. Falta glosar los<br />

valores largos. En los cortos, el aliento<br />

suficiente. En general, no se ejecuta con<br />

la misma garra que las anteriores.<br />

En e! CD n° 4, Pinnock vuelve a sorprendemos<br />

por su apasionamiento y espontaneidad,<br />

en el Concierto para clave<br />

en re menor, BWV 1052. Aquí nos<br />

muestra su personalidad clavecinlstica:<br />

riqueza de recursos y depurada técnica<br />

El intimismo de Simón Standage se pone<br />

de manifiesto en el Concierto para<br />

violín BWV 104i, arropado por la aterciopelada<br />

y lírica atmósfera de la orquesta.<br />

El Condeno para oboe d'amore y<br />

orquesto BWV 1055 es genial. Excelente<br />

dicción, con esa sonoridad del oboe<br />

que recuerda al instrumento que paria,<br />

y excelente acompañamiento orquestal.<br />

De bella factura es también el Concierto<br />

pora 2 violines BWV 1043, con diferenciado<br />

sonido por parte de cada uno de<br />

los solistas, realmente extraordinarios.<br />

El CD n.° 5 comienza con el espectacular<br />

Concierto pora 4 daves BWV 1065.<br />

Los solistas, con su inmejorable técnica,<br />

están en perfecta conjunción. Una grabación<br />

con el canadiense Gilbert, entre<br />

otros, quien quizás se encontraba en su<br />

mejor momento artístico. El Concierto<br />

pora violín, BWV 1042 es exuberante. A<br />

destacar, una vez más, el intimismo sonoro<br />

de Standage. El celebérrimo Concierto<br />

para oboe y violln BWV 1060 (reconstrucción<br />

del Condeno para 2 daves)<br />

constituye el Opus Magnum interpretativo;<br />

por el detallismo preciosista y el<br />

sumo cuidado de los diálogos entre am-<br />

BACH: aVW 1046-51 BWV 106648. BWV 1052.<br />

BWV 104'. BWV 1055. BWV 1043. BWV 1065.<br />

BWV 1042. BWV 1060. BWV 1044. BWV 903. BWV<br />

971. SWV 9)3. BWVB3Í. BWV225-31. Anos/ coros<br />

de BWV 244 y BWV 248. BWV 565. BWV 590.<br />

BWV 582. 8WV 535. BWV 536. BWV 603. BWV<br />

700. BWV 73*. BWV 639. BWV 727. BWV ?36.<br />

Trevor finnoík, The Engullí Concert, Capdla<br />

Académica Wien. Edmrd Melkui. Hinm-Mirdn<br />

Sehnd*, The Monteverdl Choir. The Enjltih Baroque<br />

Soloiio, )ohn Bot Gardíner. Helmut Walchi.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON CD<br />

415081/090-2(10 CD).<br />

DISCOS<br />

bos. El denominado Triple Concierto<br />

BWV 1044 es el menos conocido de los<br />

aquí presentes. Perfecta conjunción entre<br />

la flauta, el violín y el clave concertoto,<br />

embelleciendo con su virtuosismo las<br />

líneas melódicas.<br />

El CD n° 6 nos presenta a Trevor Pinnock<br />

como único solista. La atormentada<br />

Fontosfo (de la Fantasía y Fuga BWV<br />

903) es interpretada en el espíritu de la<br />

improvisación, recordándonos al n" 5 de<br />

Brandemburgo. La fugo en estilo severo<br />

es expuesta con tranquilidad, destacando<br />

el solista con nitidez cada una de las<br />

voces. En el Condeno Italiano BWV 971,<br />

para el cual Bach pidió expresamente un<br />

clave de doble teclado, Pinnock emplea<br />

una delicada y lírica ornamentación. En la<br />

Toccata en re menor BWV 9/3, el solista<br />

llega al climax interpretativo en la doble<br />

fuga. La Obertura Francesa BWV 831, síntesis<br />

entre la surte de clave y la obertura<br />

para orquesta, escrita por Bach también<br />

para un clave de doble teclado, se obtienen<br />

efectos de eco y dinámica de pianoforte.<br />

Aquí Pinnock arriesga demasiado<br />

con los rápidos tempi. Hubiéramos deseado<br />

una obertura más reposada; como<br />

la apacible lectura de Leonhardt,<br />

más cantabile y armoniosa.<br />

La importancia de recuperar viejas pero<br />

excelentes grabaciones se pone de<br />

manifiesto en el CD n" 7, con los ó Motetes<br />

(grabado en 1974). Gardiner, como<br />

de costumbre, pictórico; con sus soberbios<br />

coros, orquesta espectacular y potente<br />

e ígnea interpretación, aunque los<br />

metales se le desmadren en algunos momentos<br />

(CD n° B y 9). Pero, sin duda, hizo<br />

un buen trabajo, cuidando mucho el<br />

fraseo y la articulación; especialmente las<br />

arias y los coros.<br />

Y, por último, el órgano de Walcha<br />

en el CD n° 10. Desde el año 1963, hemos<br />

de decir que -a pesar del tiempo<br />

transcurrido- su calidad permanece inalterable.<br />

Correcta registración (recordemos<br />

que Bach no hizo casi ninguna indicación<br />

en su obra para órgano). Es lamentable,<br />

sin embargo, que en la<br />

carpetilla informativa de esta colección<br />

no aparezcan las características de los<br />

órganos utilizados. La lectura de Walcha<br />

es nítida y bella, no exenta de virtuosismo<br />

y sobriedad a la vez.<br />

Francisco Bueno Camejo<br />

SCHERZO 105


DISCOS<br />

ESTUDIO DtSCOGRAFlCQ<br />

Una buena lectura en profundidad<br />

de algunas de las Sinfonías con mote<br />

o subtituladas del genio de<br />

Rohrau: a las cuales se les han añadido varias<br />

oberturas de relleno, procedentes de<br />

su producción escénica Aunque se trate<br />

de un relleno, es de agradecer el mismo,<br />

pues tanto las oberturas como las obras<br />

dentro de las cuales están inscritas son<br />

poco conocidas por el aficionado. Este es<br />

el caso del drama jocoso & Mundo de la<br />

luna, el heroico Armida, o el mitológico<br />

B alma del filósofo. Por su parte,<br />

las Sinfonías aquí grabadas abarcan<br />

un periodo comprendido entre<br />

1768 y 1795; una etapa de<br />

madurez haydniana, no sustraída a<br />

la influencia del célebre movimiento<br />

Sturrm und Drang {en el caso de<br />

Mozart esta influencia fue una simple<br />

mueca, reducida en el mundo<br />

sinfónico a la Sinfonía n° 29 en la<br />

mayor, y poco más). Las Sinfonías<br />

seleccionadas dentro de este periodo<br />

presentan -en gran medidaun<br />

hit motiv británico; especialmente<br />

eí cuarto y último CD. La grabación<br />

se ha realizado en dos lugares<br />

distintos entre los meses de enero<br />

y julio de 1990. Dentro de esta pequeña<br />

dispersión, al menos se<br />

mantiene la homogeneidad para<br />

cada CD, pues cada uno conserva<br />

su regla interna de espado-tiempo.<br />

Naturalmente, no están todas las<br />

Sinfonías subtituladas de Haydn. Ni<br />

siquiera están presentes todas las<br />

compuestas dentro de los segmentos<br />

anteriormente citados. Faftan,<br />

por ejemplo, Sinfonías tan populares<br />

como La Reina (n° 85 en 9 berro/<br />

mayor, circa 1786), B Refy (n°<br />

¡01 en re mayor, 1794) o La Gallina<br />

(n° 83 en sol menor, 1786). Pero,<br />

eso sí, las aquí grabadas gozan todas<br />

ellas de mucha popularidad.<br />

Decíamos al principio que la leetura<br />

era profunda y es cierto. Procuran<br />

destacarse los contratemas,<br />

las inflexiones del discurso musical (puentes<br />

modulantes, desarrollos, codas, etc.),<br />

los fraseos, una agógica muy cuidada en líneas<br />

generales. La dinámica también se<br />

matiza; aun cuando algunos tempi son un<br />

tanto impropios con respecto a otros similares.<br />

De manera global, la interpretación<br />

está hecha con buen gusto, respetando<br />

mucho el estilo. La versión de Haydon<br />

Clark y el Consort of London es, pues,<br />

una versión clásica, con atención a la poii-<br />

Haydn: Sinfonías con título<br />

fonía instrumental y a la estructura de las<br />

obras. Totalmente recomendable.<br />

Antes de pasar a ésecdonar cada CD,<br />

quisiéramos llamar la atención sobre un<br />

detalle peculiar el papel del clave continuo.<br />

No se trata de un continuo vulgar. En<br />

muchas ocasiones tiene un valor de puente<br />

melódico (grupo de notas que preparan<br />

el retomo del tema o melodía). En<br />

otras, es introducido de manera atípica,<br />

con la finalidad arcaica de gtosor el discur-<br />

O Pí S O RX<br />

O V E.ONDON<br />

RtiBERT HA Y DON CLARK<br />

so musical (y bienvenida sea esta glosa,<br />

tristemente perdida). Este es el caso del<br />

clave en la Sinfonía n" 100 en sol mayor,<br />

«Militar». Nosotros nunca hablamos escuchado<br />

una versión de esta Sinfonía con<br />

clave continuo. En la partitura que hemos<br />

manejado de la misma, la Edrtio Música<br />

Budapest, no figura tal clave. Lamentablemente,<br />

no tenemos la edición del original<br />

(Urtext). Pero, en cualquier caso, la introducción<br />

del clave supone un loable rasgo<br />

de originalidad. Y, francamente, nos ha entusiasmado.<br />

En el CD n° I, y con la obertura que<br />

abre plaza, £/ Mundo cíe la luna, Haydon<br />

Clark silencia con dulzura los tenuti de los<br />

vientos para poder escuchar los contratemas;<br />

expuestos éstos con brío. El desarrollo<br />

en modo menor (muy del gusto de<br />

Haydn, con finalidad contrastante) es vigoroso;<br />

destacando muy bien el ritmo de<br />

corcheas regulares. Las potentes entradas<br />

imitativas de ías cuerdas en la transición<br />

del puente modulante al segundo tema, o<br />

tema B, del primer movimiento de la Smfbnia<br />

n" 48 «Mario Teresa», es una demostración<br />

de esa polifonía instrumental perseguida.<br />

No faltan tampoco las enérgicas codas<br />

en este Allegro. El Adagio es elegante,<br />

sin caer en la ñoñez; conjugándose las alternancias<br />

agógicas (uso del flato, pianoforte-piano)<br />

con el discurso de las distintas<br />

voces (se destacan otra vez bs contrate-


mas en los vio&nes II y violas). B Minueto<br />

es algo marcial, quizás recordando la visita<br />

de la emperatriz de Austria En el Rnale se<br />

ponen de manifiesto las excelentes cuerdas<br />

del Consort of London. Ello puede<br />

observarse también en los detochées violinísticos<br />

del Allegro sptritoso de la Sinfonía<br />

Oxfbrú El Adagio de esta Sinfonía es algo<br />

rápido, con respecto a los tiempos lentos<br />

de otras sinfonías interpretadas por esta<br />

agrupación orquestal. 0 Minueto descuella<br />

por el delicado legato trompfetico (un instrumento<br />

muy querido por Haydn, por<br />

otra parte). Un presto muy bien fraseado<br />

pone punto final a esta Sinfbnfa y al CD.<br />

El CD n° 2 se inicia con la obertura Arrrvdd<br />

una sinfonía de napolitana estructura<br />

interpretada con mayor tranquilidad (trátase<br />

de una obertura-sinfonía). En la Sinfonía<br />

«ta Pasón», Haydon Clark evita la monumentalidad,<br />

con el Adagio inicial ligero,<br />

polifónico, y un dave glosando el discurso.<br />

La versión es cameristica e íntima Pero<br />

aquí fatta una pizca de dramatismo, tan<br />

propio del Sturm and Drang, La rítmica durante<br />

toda la Sinfonía está cuidada con esmero.<br />

Los forte son ligeros y suaves; huyendo<br />

de la tembi//rjj beethoveniana. Los<br />

tuttj, ligeros. Tras un delicado Minueto ga-<br />

lante, con un polifónico trío, cuidando en<br />

todo momento la alternancia forte-piano<br />

(exposición del tema en forte, repetición<br />

en piaña de barroco gusto), el Rnale es<br />

decepcionante, omitiéndose las repeticiones.<br />

En la Sinfonía n° 100 «Militar», Haydon<br />

Clark pierde tos papeles en el movimiento<br />

inicial, pomposo y grandilocuente,<br />

con intervenciones desmesuradas de los<br />

vientos y el timbal. En general, esta Sinfonía<br />

es distinta del resto, pues se silencian<br />

los acompañamientos y otros elementos<br />

del discurso con la finalidad de mostrar la<br />

pompa militar y los elementos de la músico<br />

turca salvo las glosas del dave.<br />

El CD n° 3 es una vuelta a la maternal<br />

HAYDN: Obertura til Minh de la Junan Snfenfa n*<br />

48 en * mjpx, «María Tensa* Sñfcnto n* W en al<br />

Obertwa (Amida» Síifanfa i' 49 en fó menor oto<br />

Pasina infwHb n' 100 en al maya «VíHooi<br />

Sítfbnío n° 94 en sol inoycr nLo Sofpnsau. Snfanfc n*<br />

96 en « mayor «El Milagro» Sinfbnfa rf 45 en ío sostenido<br />

menor IILOS afanes».<br />

Ooertt/n pan uu Opera ligteso Sinfonía n m 103 «i mi<br />

bemol mayor


D¡SCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICÚ<br />

E<br />

n e! número 53 de esta revista<br />

(abril de 1991), y dentro del dosier<br />

dedicado a Antonfn Dvorak,<br />

Incluíamos una amplia Propuesto de discograpa<br />

avorákiana. De las integrales de sus<br />

Sinfonías destacábamos allí tres, las firmadas<br />

por Václav Neumann, Rafael Kubelik<br />

e István Kertész. sin contar con la espléndida<br />

segunda grabación de las cuatro últimas<br />

por el primero de ellos (que ha registrado<br />

la Novena cuatro o cinco veces).<br />

La última de aquellas tres integrales nos<br />

llega por fin en formato CD. Advirtamos<br />

que en muy poco tiempo, Polygram<br />

ofrece en CD nada menos que tres integrales:<br />

Kubelik (Deutsche Grammophon),<br />

Wrtold Rowicki (Philips) y la que motiva<br />

estas líneas, que es tal vez una de las mas<br />

fascinantes, dramáticas y llenas de poderío<br />

y tensión explícitos.<br />

La del malogrado Kertész (que falleció<br />

en 1973, sin llegar a cumplir los cuarenta<br />

y cuatro años) es la integral de los más<br />

motivados contrastes de tempo y tensión<br />

que podamos imaginar. Acerqúese<br />

el aficionado a la escucha de esa preciosidad<br />

que es la Octava y escuchará una<br />

propuesta que le cortará el aliento, pero<br />

de manera motivada, con un sentido de<br />

la transición, del crescendo, de la apertura<br />

de las frases que carece de parangón<br />

posible. El firmante de aquella fascinante<br />

y discutida integral Schubert, de una C/emenza<br />

de insospechado sentido dramático,<br />

se introduce en la Nuevo Mundo con<br />

aparente suavidad y pronto desmenuza<br />

la conocida partitura en poderosos ataques<br />

ricos en sabiduría y musicalidad, con<br />

una crispación siempre lógica, nunca gratuita.<br />

Los pasajes tranquilos le sirven a<br />

Kertész como preparación para episodios<br />

llenos de fuerza y tensión. La introducción<br />

en piano por los bajos del Allegro<br />

maestoso de la Sépúma nos coloca<br />

inmediatamente en un tenso cuando no<br />

tempestuoso discurso que concluye en la<br />

conocida simetría que Kertész convierte<br />

en inquietante; un latente desasosiego<br />

domina el bellísimo Adagio para, tras un<br />

<strong>Scherzo</strong> diabólicamente danzante, resolverse<br />

en uno de los más impetuosos Rnale<br />

posibles, donde de nuevo juega Kertész<br />

con ia coexistencia de calma (para él<br />

sólo aparente) y de su correlato, lo tempestuoso,<br />

que parece expresarse en términos<br />

de catástrofe.<br />

Kertész le otorga grandeza, nervio y altura<br />

incluso a las Sinfonías que no conta-<br />

108 SCHERZO<br />

Cuando István Kertész<br />

cortaba el aliento<br />

ban, aquellas cuatro partituras primerizas<br />

que el tímido Dvorak no consideró dignas.<br />

La dignificación de Kertész de estas<br />

piezas sinfónicas no consigue, claro está,<br />

parangonarlas con las últimas, pero si<br />

arrancarles todo su innegable interés<br />

(que a menudo se pierde en versiones<br />

menos exigentes), a pesar de los excesivos<br />

y no pulidos desarrollos de ciertos<br />

movimientos de las tres que inician el ciclo.<br />

Ya sabemos que, a pesar de todo, la<br />

Cuarto es una pieza merecedora de superior<br />

atención, mayor incluso que Quinto<br />

y Sexto; al fin y al cabo, aunque muy<br />

tarde (1892). la estrenó el propio Dvorák<br />

En la Cuarta Kertész se vuelca sobre<br />

el Allegro inicial, cuyo carácter cantabile<br />

potencia (un canto tenso, desde luego);<br />

después de un tannhauseriano y prometedor<br />

Andante el maestro" húngaro sabe<br />

cumplir como quien es en el más feroz<br />

de los Allegro feroce, cuyo menor interés<br />

musical relativo (cualidad que rom-<br />

DVORAK: Sinfbnfbs. Sdierto copnakso Oberturas<br />

«£n la nawotezo», fCamavota y «Mt hogar» Orquesta<br />

Sinfónica de Londres. Director: Istvin<br />

Kerréll- Productor: ftay MlnthuIL Ingeniero*;<br />

Kenneth Wllk/nson y Arthur LJley. Grabación:<br />

Londrat, IW3-6*. DECCA «0 (Mt-1 ADD-<br />

DECCf)<br />

DVORAK<br />

The Symphonies<br />

London Symphony Orcheatra<br />

István Kertész<br />

parte con el Finale) nos permite comprender<br />

el cómo y por qué de su planteamiento.<br />

Ahora bien, la opción de Kertész no es<br />

patética. La Quinta, que figura entre los<br />

logros de esta integral, y sobre todo la<br />

Sexto, tan propicia a una versión con paitos,<br />

son buena muestra de que se ha renunciado<br />

a tal posibilidad. La vigorosa, vivaz,<br />

tensa y en justificadas ocasiones catastrofista<br />

lectura de Kertész puede<br />

resultar chirriante a algunos oídos acostumbrados<br />

a más suaves acentos. Pero,<br />

al cabo de los años, continúa siendo una<br />

de las mayores referencias en cuanto integral<br />

y algunas de las sinfonías que la<br />

componen (Cuarto, Quinta y las tres últimas,<br />

por ejemplo) se codean con lo mejorcito<br />

que se ha hecho en un repertorio<br />

tan trillado. Es una lástima que, del resto<br />

de la obra orquestal dvorákiana grabado<br />

en aquel entonces por Kertész, sólo se<br />

incluyan aquí tres de las cinco oberturas,<br />

mas ninguno de los poemas sinfónicos<br />

de Erben. ¿Aparecerán en un disco aparte,<br />

colocándose donde merecen, esto es,<br />

junto a los de Kubelik y Neumann, ya<br />

transferidos a soporte CD?<br />

Santiago Martín Bermúdez


FEIWffl i<br />

Wtwi<br />

Mlwm<br />

M tm<br />

José Luis<br />

Romanillos<br />

* * * • * * * i<br />

Philippe<br />

Donnier<br />

Javier<br />

Latorre<br />

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The jazz guitar<br />

IV JORNADAS DE ESTUDIO SOBRE<br />

HISTORIA DE LA GUITARRA<br />

IV STUDY SESS1ONS ON THE<br />

KISTORY OF THE GUITAR<br />

£% Angelo<br />

^^ Gilardino<br />

£% Ángel<br />

^^ Alvarez Caballero<br />

^% Bernard E.<br />

Richardson<br />

£k Leo<br />

^^ Brouwer<br />

EusebioRioja<br />

El irprrfcinD mnuJ pura («mn*. icgún ua fanón muuain y «u tahona :<br />

L Ü tanñam dt*fc Femado Sor hnU nunun» Ji»<br />

The guiur rnaucul (rp^ioiie Étanbaf lo muicl fuma<br />

J J U . nurn auájc* smee Fosando Sw<br />

i" L'n esquema KLMEPTKÚ<br />

The Hmiienca pjiitf -1 híacnal uchave<br />

EJ deaimUo acOgúco óe b gu<br />

TV tkxkpfywa of Üw pirln't K<br />

BfWflg por Brouwer mi IINSKI<br />

wcT: mj mute<br />

La Guilanaen la Historia. DI<br />

The Guilar in Hislor>. III<br />

s riíapjf4ra2c^ ctnnnlcmcnLarÍD de ks<br />

iiti. á cunio de ^uiiaitJas participantes en k*i grotlr?. LDOL loiiv» dd FtslivaL<br />

Tht. SCUIHÍI fJuill (3kxinipu.s. i >-f vo~^l cuniplcniúiun 1 ktünt>nlTihcLtio>t?i by some of ihe<br />

quitar* liul areinlakc p¿n tn Üie Feslival prai cmcot<br />

UIIIIIIIIIIIIIIIIIII1IIIIIIIIIIIIIIIIIU1<br />

22 i 11<br />

QtiAf concKTins y c^nx.-uk:iikh Je aniaui ml<br />

TUICS de La guitarr-j fbmcn:a,i:l^ü:a. jaü-blues, miienia: Manolo SarJúcar, Víame Amigo,<br />

Itpc Rometo, UK Angeles GuiurQuartR, I^bertn Gi>irinnü, Gilberto GiLíteF^tf...<br />

1\]£K shiill he NIIKII CCIXTTIS mxl rdwws by inanmunally ruitiwn flamenco, classkai,<br />

jazz-Wuesjmi! modem guilansl Midi as Maoclü Sanlucar, VkoKc Amigii. tepe. Romero. Los<br />

Angeles GuilarQuaftixF^bntoGiHiiündGübextoGüa<br />

IHVITAH / iniT» IH«WI Ballet de Crisüna Hoyes<br />

/viHVit i CiranTsiUu, \fczquila. Palacio de VUÜU,...<br />

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^ a abieno ;i Li pnsíntxidn dr mÚHOK y fomia-<br />

Uhk» ripu, c«ii la guitarra cunn* pnnaganisla destacado.<br />

J olrete a ks múa jíBefe^*lo^ un cinuüode iccinii»ylaa&L4cncialeaKaiirce&«a<br />

Debe hacaw íoJícimd de pameipación<br />

Tít |XDgnunnic sh-iJJ IATICÍWI^ cfintributioa^ f<br />

^IÜIM pr>viíif miEnsit^ miHK ians<br />

IJKlllHrrd DI 44ÍRUPACIPHIS<br />

• f flülTíiftlTÜ . PULSO 1 T PU1<br />

j g d c a fúa.<br />

uín en disUntcfi espacKB al ate itbtv. pan concluir en LWiconceninibón final, ai laque<br />

EH.tuanin luid* Us lonmK:K»e> p<br />

fl«wccn 22 uní 24 Jiil> ÜK Fesluval shaJ! he ÜIL wuing for amccluig oíg<br />

l will perform outdom snd dcLiver a final dO including<br />

HflTÍ DE<br />

IA CUITdlRd<br />

Rridí^ liipjr el 4 de jubo, con un msrjíón imBkul desde las 12 a I» 20 horas. Rnalixari<br />

LCÍI b irtíopretacicti de. tora pte^i gujtanfslicu pur LicuVt L-iai inlefpeles<br />

A macicj music v^skms ihall be held on 4 july ffom noon lo 8 pm ttlri will be ctosed wim<br />

iuQr perfonrmnee by aboui one hundred musK-um^<br />

Ex]x»icion» J<br />

Publicaciones /Presentaúon of publications • Feria de la Guitarra /The fjiutur Fair<br />

Concurso de Composición /Composition Cortea<br />

••iién/lnHrlpcl6ai<br />

inhrM«ti*>/Res¡iirfltiMi F.P.M. Cran Teatro<br />

Avda. del Gran Capilán, 3 - 14(108 Córdoba (Spain)<br />

Telfs: (957) 479238 - 4«6700 Telefax : (957) 487494


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAFÍCO<br />

E<br />

l libro Cuartetos del s/g/o veinte<br />

(S. Goldet Papiers de l'lrcam)<br />

trata de la modernidad de varios<br />

compositores, excluyendo a Britten,<br />

Shostakovich, Scelsi y Tippett entre<br />

otros, o sea a unos compositores que<br />

tenían cuarenta años cuando los otros<br />

hermanos de la postguerra mundial empezaron<br />

a hacerse con un poder casi absoluto.<br />

He aquf una pequeña colección de<br />

discos de compositores más o menos<br />

(re)conocidos, más o menos a (reconsiderar.<br />

En contra de la opinión<br />

ampliamente difundida, si no<br />

aceptada, de que el siglo veinte<br />

ilustra la evolución del lenguaje<br />

musical como un alejamiento<br />

de la tonalidad hacia el atonalismo,<br />

se podría reivindicar esta<br />

característica para el siglo XIX:<br />

la Novena de Beethoven (el última<br />

tiempo parándose en la<br />

undécima nota), la Novena de<br />

Bruckner, el Preludio de Tristón<br />

que a su vez proviene de Romeo<br />

y Julieta de Beriioz, algunas<br />

obras del úftirno Brahms... En<br />

este caso, Schoenberg (en sus<br />

dos primeras épocas) tendría<br />

el puesto que se ha asignado a<br />

Mahler, respecto a la sinfonía.<br />

En este caso, el Schoenberg<br />

rompedor o revolucionario sería<br />

el Schoenberg de última<br />

época, cuando, dentro de un<br />

universo librado de los imanes<br />

tradicionales, vuelve a introducir<br />

una nueva funcionalidad del<br />

sonido, unos polos no tonales.<br />

Si este esbozo de teoría fuera<br />

viable, habría que interpretar<br />

un poco más a menudo a Bruno<br />

Madema y a los compositores<br />

(Várese por ejemplo)<br />

que desarrollaron uno de los<br />

elementos webemianos (el sonido),<br />

mientras que otros<br />

compositores (Boulez, por<br />

ejemplo) aparecerían reducidos<br />

a un enfrentamiento con<br />

el desarrollo del lenguaje. Y<br />

delante de este callejón que<br />

parece hoy cerrado, emergieron<br />

algunas reacciones neos<br />

(románticas, arsnovísticas. tonaJes,<br />

clasicas...).<br />

Durante los primeros años<br />

del siglo podemos analizar<br />

otras tendencias: Scriabin y<br />

Mahler que no tuvieron here-<br />

ÍÍOSCHERZO<br />

El siglo XX no serial<br />

deros, al menos en Europa; Ravel. Prokoftev,<br />

Poulenc, Britten, Shostakovich, y<br />

algunos otros influidos por la música<br />

francesa (Martinu, por ejemplo, en Europa),<br />

que utilizaron la tonalidad en un segundo<br />

grado (el son/do se sigue percibiendo<br />

como función, la polaridad tonal<br />

sigue existiendo pero corroída por el<br />

cromatismo. Mientras que en la Segunda<br />

Escuela de Viene, el cromatismo absoluto<br />

encontraba una radical realización en el<br />

dodecafonismo); los politonales como<br />

Stravinsky y Daríus Milhaud (Ivés me pa-<br />

Matt Hainiovita<br />

URITTEN HKl.EH CIíCMB L1CETI<br />

Su i le- \- v;,1i..,I-.- r.- Solo Olio<br />

rece como un heredero de la politonalidad<br />

particular de Mahler); y otros compositores<br />

que no crearon sistemas, y<br />

que fueron (salvo Bartók y Messiaen) los<br />

más olvidados y despreciados: Janacek.<br />

Sibelius (que se acercó al atonalismo en<br />

La Tempestad y dio un agudo ejemplo<br />

en su Cuarta Sinfonía), Villa-Lobos (sinfonista<br />

de primera importancia según Messiaen),<br />

Janacek (el impresionismo visitado<br />

por el expresionismo y el folklore, o<br />

sea Debussy, más Mendelssohn -los<br />

Cuartetos-, más Wolf, más Liszt), Vaughan<br />

Williams (la Cuarta y la<br />

Sexto entre Bartók y Shostakovich,<br />

y viceversa), Tippett...<br />

Demasiado a menudo clasificados<br />

como anti germanos, estos<br />

compositores {y habría<br />

que añadir a Britten), ya que<br />

rechazan el desarrollo y la retórica<br />

(en esto se oponen<br />

también a los Boulezianos) y<br />

que utilizan la armonía como<br />

potencial de color (Liszt), tienen<br />

una deuda con Schumann,<br />

transformando, según la bella<br />

definición de Marcel Brion, la<br />

construcción formal en efusión<br />

arquitectónica.<br />

Algunos de los discos que<br />

provocaron este artículo me<br />

parecen ser unas posibles referencias:<br />

los Cuortetos de Tippett,<br />

Las Sonetos de Scriabin<br />

por Roberto Szidon: en esta<br />

única integral disponible (Ashkenazy<br />

no las grabó todas, y<br />

con una mala restitución sonora,<br />

Decca), Szidon sigue las<br />

huellas de Horowrtz. escoge la<br />

claridad absoluta (una atención<br />

maníaca a todos los detalles,<br />

como Reiner, Carlos Kleiber)<br />

para expresar los misterios<br />

scriabinescos. Es la opción<br />

opuesta a la de Sofronitski (Le<br />

Chant du Monde), y funciona<br />

igualmente (la técnica del pianista<br />

es también fulgurante) en<br />

cuanto la música de Scriabin<br />

tanto de la inspiración mística<br />

como de la geométrica. (A<br />

propósito: ¿Dónde andará este<br />

excepcional pianista que fue<br />

alumno de Arrau?). Matt Haimovitz<br />

propone por primera<br />

vez la grabación de las Sonatas<br />

de Crumb y de Ugeti, y dado<br />

el nivel del chelista, son referencias,<br />

y la Primera Sonata pa-


Sonata para chelo solo y la proyecta en<br />

la absoluta modernidad. Ugeti y Crumb,<br />

por no habtar de Reger, sufren un poco<br />

de la equiparación con Brrtten y en esto<br />

también reside el interés del disco. Para<br />

las tres Surtes de Britten, Torleif Thedeen<br />

{CD Bis) se sitúa muy por delante de<br />

sus pares. El Segundo Concierto para violin<br />

de Bartók con Anne Sophie Mutter adquiere<br />

una espectacularidad desconocida<br />

(es la segunda versión, más brillante),<br />

un cierto lado romántico y soberbio.<br />

André Gertler con Karel Anceri y la Filarmónica<br />

Checa proponían una versión<br />

más nocturna, mientras que Kyung Wha<br />

Chung con Sofá y la Filarmónica de Londres<br />

puede ofrecer una síntesis entre<br />

ambas versiones. El Concierto de Norbert<br />

Moret (complementa el de Bartók,<br />

para Mutter) está muy bien escrito, en la<br />

linea de Delius.<br />

Bemstein presenta tres obras: el Concierto<br />

poro violin de Rorem (1984) que<br />

renuncia a experimentos tímbricos anteriores<br />

para intentar un homenaje a los<br />

compositores primitivos de Norteamérica<br />

revisado por el impresionismo francés;<br />

Tattoo (1986) de Del Tredici es una<br />

obra grandiosa (y tonal, a lo Schnrttke);<br />

jubilee Gomes de Bemstein, después de<br />

momentos aleatorios (y cantados por<br />

los instrumentistas) y postbartók concluye<br />

en una danza orgiástica (por mucho<br />

que esté basada en la gematrfa) donde<br />

el compositor muestra su maestría.<br />

La Sonata de Schnrttke es un estreno<br />

BRITTEN: Cuartetos de cuenta en re mayor 11931),<br />

n° I, 2. y 3. Simple Synpbony op 4 (versión autori'<br />

zada pin cuarteto). The Britten QuarteL 2 CD.<br />

Precio medio. COLLJNS 70101. DDD. (989. por<br />

S. Rhodet. Director artístico: T. Harrison. 130'.<br />

TIPPETT: Cuatro Cuartetas The Brrtten QuirteL 2<br />

CD. Precio medio. COUJNS 7006I.DDO. 1990,<br />

por S. Rhodei. Director artfnjco: J. WeiL 97".<br />

SCKIABIN: Sonoto en mi bemol menor (I8B7/B9}.<br />

Sonólo fantasía en sol sostenido menor 11886). Roberto<br />

Szidon. plano 3 CD (precio medio) 4 i 747í<br />

ADD (excelente}, 1968/71. por H. Wlldhigen.<br />

Director artístico: K. FauíL I80 1 .<br />

MATT HA1MOVITZ (chelo): Sonatas y suples da<br />

Reger (n° 1 Op. 131), Crumb (ejcrlta en I9S5),<br />

Britten (n' 1 Op 72. en 1964). U(«ti


DISCOS<br />

FTTf ¡DIO DISCOGRAFICO<br />

L a<br />

serie de óperas rusas grabadas<br />

por el director búlgaro Emil Chakarov<br />

para SONY (ex-CBS) quedó<br />

bruscamente interrumpida al fallecer el<br />

maestro, inesperadamente, hace<br />

unos meses. Quedan atrás igor,<br />

jovandiina, Onegu/n y las obras<br />

objeto de este comentario. Podemos<br />

sospechar que este legado<br />

no pasará a la historia como<br />

una gran aportación al repertorio.<br />

Pero se trata de un intento<br />

serio, aunque limitado, de recuperarlo<br />

para el sonido grabado<br />

de nuestros dias.<br />

La versión de La vida por el<br />

zar es la única lectura completa<br />

de la historia del disco. A cambio,<br />

es muy posible que pase sin<br />

gran gloria aunque tampoco sin<br />

demasiada pena. Las virtudes de<br />

este registro se advierten desde<br />

el principio: un espléndido coro,<br />

el de la Opera de Sofia, y una<br />

meritoria Antonida, Alexandrina<br />

Pendashanka, de belia y potente<br />

voz, dulce y esforzada a un<br />

tiempo, dramática y rica en corporeidad,<br />

si bien con ciertas dificultades<br />

de emisión en el diabólico parlamento inicial.<br />

Una Antonida que puede codearse<br />

con la Stich-Randall de Markevich. No sucede<br />

lo mismo, ni mucho menos, con el<br />

Susanin de Boris Martinovich, que no resiste<br />

ninguna comparación con Christoff<br />

(ni, desde luego, con Reizen, Ghiuselev o<br />

Ivan Petrov). Aunque posea un centro<br />

adecuado y bello, puesto que le falta todo<br />

lo demás. La entrada de Chris Merrit hace<br />

temer lo peor, por la dificultad evidente<br />

arriba Felizmente, el personaje de Sobonin<br />

no está siempre en tesitura tal, y el<br />

grosor y presencia de la voz de Merritt le<br />

permiten una aceptable prestación . Que<br />

sin embargo resulta pálida ante el recuerdo<br />

de Nicolai Gedda, un Sobonin hasta el<br />

momento creemos que no superado en<br />

disco.<br />

Desde el principio tenemos también<br />

uno de los elementos más negativos de<br />

este registro, la morosa dirección de Chakarov,<br />

opción que va en contra de cualquier<br />

sentido teatral de la puesta en sonido<br />

y que a menudo ralentiza peligrosamente<br />

el canto de los protagonistas. Sin<br />

embargo, Chakarov y los productores retiran<br />

a la orquesta a un segundo plano<br />

cuando se trata de voces. Ya sabemos<br />

que La vida por el zar no es aún una ópera<br />

con un componente orquestal decisivo<br />

(en cambio, si es la obra en que irrumpe<br />

d coro como protagonista, como pue-<br />

112SCHBtZO<br />

Del legado de Emíl Chakarov<br />

blo), pero la discreción por la que se opta<br />

aquí resurta excesiva y provoca un resultado<br />

dramático tímido, sin fuerza, diluido en<br />

una especie de acompañamiento en sor-<br />

The Russian Opera DieRussischeOperL'OpéraRusse SONY<br />

PIQUE Dameffiestiw Ochraan<br />

Slefta KretiUm<br />

falta Di bva<br />

YuriMazun*<br />

Sdania Thczvskí<br />

(van Konsulw<br />

dina. Los momentos en que interviene el<br />

coro o aquellos en los que se encuentra a<br />

solas con la espléndida Orquesta del Festival<br />

de Sofia son los mas inspirados de la<br />

propuesta de Chakarov, donde alcanza la<br />

fuerza y el vigor de otras prestaciones suyas<br />

en esta serie de óperas trágicamente<br />

interrumpidas. Apoyado en un espléndido<br />

sonido (en esto no tiene rival la lectura<br />

que comentamos), Chakarov consigue<br />

una interpretación a veces bella, a menudo<br />

innecesaria, un producto fallido en muchos<br />

sentidos.<br />

Sin embargo, en La dama de picas las<br />

cosas transcurren de manera muy diferente.<br />

Desde que Rostropovich grabara su<br />

Dama en 1977 transcurren once largos<br />

GLJNKA: La "ida por el zar. BoriJ Mirtlnovich<br />

(tvan Susanin). Alexandrina Pendashanska (Antonlnt),<br />

Chris Merritt (Sotiinin), Swdnii Toczjuka<br />

(Vania). Coro de b Opera Nacional de Sofia. Orquesta<br />

del Festival de Sofia. Director Emil Chakarov.<br />

Productor: Mkhet Gloo. Ingeniero: Woffpn¡<br />

Gullch. Grabación: Soflí, IX/IW. SONY<br />

S3K « «7. 3 CD DDD. KWSO".<br />

CHA1KOVSKI: La domo de pacos Wleiliw Ochmin<br />

(Hermann). Sedka Evjodevi (Lia). Penka<br />

Dilava (Condesa). Stefená Tooysta (Polina), han<br />

Konsulov {Tomtkl), Yuri Mazurok jleletski). Coro<br />

Nacional Búlgaro Svetoilav Obretenov. Coro de<br />

muchachea 6e Gomia rche. Orquesta del Fenival<br />

de Sofía. Director: Emil Chakaror. Productor Mich*l<br />

Gloc Ingeniero: WoHgang Gullch. Grabadón:<br />

Sofia. V1UX/I988- SONY S3K 45 720. 3 CD<br />

DDO. 156-33".<br />

SwKstivObreinK*<br />

Niüonil UMOB<br />

Gtergi Robcv<br />

Sofia<br />

l'ratival Odieslra<br />

tmil Tttlaklim<br />

años hasta el registro de Chakarov, a lo<br />

que hay que añadir otros dos hasta su<br />

aparición en el mercado. Aparte de las<br />

versiones piratas y las soviéticas inencontrables,<br />

las opciones anteriores<br />

son la de Baranovich (Belgra-<br />

do, 1955, ampliamente distribuida<br />

cuando apareció, ya en<br />

los setenta, en Ace of Diamonds,de<br />

Decca), la de Melik-<br />

Pashaev (Bolshoi, 1957), la de<br />

Jaikn (Bolshoi, 1966) y la de<br />

Ermier (Bolshoi, 1974), la única<br />

en formato CD junto con<br />

la que comentamos. Pues<br />

bien, la Dama de Chakarov,<br />

en nuestra opinión, puede codearse<br />

con las anteriores, a las<br />

que supera en algunos aspectos.<br />

Es probable que la auténtica<br />

referencia de esta preciosa<br />

ópera no se haya grabado<br />

aún, pero mientras tanto podemos<br />

consolamos con la de<br />

Rostropovich (lamentablemente<br />

aún no traspasada a<br />

CD) y con la de Chakarov,<br />

que consigue aquí tal vez lo<br />

mejor de su legado operístico ruso.<br />

De nuevo unos espléndidos coros, incluido<br />

un conjunto infantil de excelentes<br />

prestaciones, pero en esta ocasión con un<br />

concepto dramático más coherente, con<br />

una orquesta llena de fuerza y unos cantantes<br />

de muy buen nivel medio. Desde<br />

luego, las voces merecen que nos detengamos<br />

un momento en ellas. Empezando<br />

por el Hermann del tenor polaco Wieslaw<br />

Ochman. El complejo e histérico personaje<br />

de Hermann queda muy bien<br />

construido en la voz de este todo terreno<br />

(cualidad que le debe quizá a las necesidades<br />

de esta época más que a otra cosa),<br />

que se las ha visto con Dimrtri, Hoffrnann,<br />

Idomeneo, Cavaradossi y Lenski, entre<br />

otros. Su eslavismo teñido de italtanitó favorece<br />

el doble carácter del personaje,<br />

dramático y lírico a un tiempo. Su voz es<br />

bella de color, gruesa de cuerpo, poderosa<br />

de emisión, si bien con los consabidos<br />

problemas hacia lo afto. Un espléndido<br />

Hermann que hace oh/ida" al Gugaiov de<br />

Rostropovich.<br />

La comparación con Vjsneshkaia no favorece<br />

a Stefta Evstatieva, pero al margen<br />

de ello podemos sospechar que se trata<br />

de una de las posibles Lisa de nuestros<br />

días, con una voz amplia y de muy bello<br />

centro, vulnerable en los agudos y compenetrada<br />

con uno de bs papeles femeninos<br />

mas hermosos del repertorio (después<br />

de Tatiana, desde luego). La Polina


de la polaca Stdana Toczyska es espléndida,<br />

una auténtica voz eslava cte contralto,<br />

un instrumento de sonido redondeado<br />

y de gran agilidad de movimientos y capacidad<br />

colorista en esa zona tan baja en<br />

que hoy resulta difícil escuchar a nadie. Su<br />

cometido es aqui mucho más sobresaliente<br />

que en el Vania de La vida por d zar,<br />

donde su capacidad de canto estaba por<br />

encima de su sentido del teatro. En Polina<br />

y en el intermedio, en cambio, el equilibrio<br />

roza la perfección.<br />

Y queda nada menos que la Condesa.<br />

Aquí es preferible también la versión de<br />

Rostropovich, con Regina Resnik. Los ba-<br />

LA GUÍA<br />

OPERAS<br />

BARCaONA<br />

Gnu Teatro del Uno<br />

LA TRAVIATA {Verdi). Mund.<br />

Phxa. Villaroel. Olsen. de la<br />

Mora. Grundheber. Mora. 9,<br />

II. 12. 14. 15. 17, IB, 10 d*<br />

nano.<br />

MARÍA STUARDA (Donizetti).<br />

Bonynge. Del Monaco. Batea,<br />

Dessl. Omilian. Sempere, Palatch.<br />

2, 4, S, 8. 10. II de abril.<br />

BILBAO<br />

Teatro Arnap<br />

ADRIANA LECOUVRÉUFt<br />

(Olea). GandoHi. Zennara Fren¡,<br />

Aragill. D'lntrno. Cnausson,<br />

Ruiz, Pascual. 9, 12, 15 de marzo.<br />

LASPALHAS<br />

Teatro Pérez Galdói<br />

LA HORA E5PAÑOLA (Ravel),<br />

LA VIOA BREVE (Falla).<br />

Nlgoghossan. Alvarez. Hamel.<br />

Oran. Perdstem. Ruiz. II, 14<br />

da marro.<br />

LA FAVORITA (Donizetti).<br />

Obratzsova. Hernández, Sempere.<br />

26, 28 de marzo.<br />

MADRID<br />

LiZanuela<br />

CARMEN (ftzet). Ros Marba.<br />

Pizn. Berganza, Lima, Bayo, Dfa¿<br />

13, 17,21, 25.19demar-<br />

MALAGA<br />

Teatro Ceryantei<br />

LA DEL MANOp DE ROSAS<br />

(Eorozábal). Roa. Sao. Martin.<br />

Alvirez, Sénder. 20. 21, 22 de<br />

VALENCIA<br />

Teatro Municipal<br />

UNA COSA RARA (Martín y<br />

Soler). Producción del Uceo. 4,<br />

6.8 de marro.<br />

AMSTERDAM<br />

Nedertandw Opara<br />

MITRIDATE RE DI PONTO<br />

(Mozart). Haenctien. Audi.<br />

Ford. Patterson, Croft, Kowalski.9.<br />

II IS. 17.20.23. 26, 29<br />

de mano. I daabri.<br />

BERUN<br />

Deutsche Op*r<br />

VEC MAKROPOULOS r>neck)<br />

Kout. KrSmer. Armítrong.<br />

Blinkhot Mercker, Wilhs,<br />

Skram. 4. 13. 26 de mano.<br />

LUCIA DI LAMERMOOR<br />

(Donizetti). Weikert Sanjust.<br />

Fortune. Aliberti. Kraus, Gougalov<br />

14. 17,10, 23 de nano.<br />

BOLONIA<br />

Teatro Comunal»<br />

ROBERTO DEVEREUX (Donizetti).<br />

Gavazzeni. Zuffi. Ahbertí,<br />

Frorrtali, D'lntino, La Scola. I. 3<br />

de mano.<br />

FRANCESCA DA RIMINI<br />

(Zandonaí). Oren. Fas^im. Kabarvanska.<br />

Gavanellí. Lotti- 21,<br />

14,24,29,31 de mano. 3, S.<br />

8 de abril.<br />

CATAN1A<br />

Teatro Belllnl<br />

LA TRAVIATA (Vedi). Badea.<br />

Halmen. 15, 17, 19. 31 de<br />

marra. 2, A, 7 de abril.<br />

DRESDE<br />

LA CENERENTOLA (Rossini).<br />

Oslman. Pbntek. 7, 10, 14 de<br />

marzo.<br />

LES CONTES DHOFFMAN<br />

(Offenbach). Zimmer. Konwils


GUIA<br />

CUENCA<br />

Contarvatorio<br />

13 4* mino: W Muestra de<br />

musca dectrónica.<br />

ÉUSCADI<br />

Snfonfca de Eu»la*<br />

7. 10. II de narro: Víctor Pablo<br />

Pérez. Ricardo Requejc,<br />

piano. Ravel. $hostakovich.<br />

(San Sebastián). 9: Irún. II:<br />

Bilbao 13: Victona<br />

20: Grzegon Nowak. Larraun.<br />

Mozart, Dvorak. (Guecho).<br />

23: Baracaldo. 24: Pamplona.<br />

24: Pasajes. 2í: Irun. 17: Azcortia.<br />

4, 8, 9 da abril: James BlaJr.<br />

Beethoven. Prokofiev, Chaikouski.<br />

6: Pamplona. 7: BiFbao.<br />

10: Vitoria.<br />

GRANADA<br />

Orquaiia Ciudad da Granada<br />

7, 8 de mirra: Juan de Udaeti<br />

Mozart, Ginastera.<br />

21, 21 Juan de Udaeta. Rafael<br />

Orozco. piano* García. Mozart<br />

Snostakovich.<br />

4, S de abril; Thomas Indermühle.<br />

CP.E. Bach. Dvorak.<br />

Várese. Spohr.<br />

LAS PALMAS<br />

Filarmónica de Grví Canaria<br />

5 d« abril: Alfred Walter. Fnal<br />

dd Concurso de canto AHredo<br />

Kraus<br />

10, II. 13. 14: PiemsBariholomee.<br />

Berliol, Infancia de<br />

Disto.<br />

MADRID<br />

Madrid CurtunJ<br />

I. S de marzo.- Orquesta y Coro<br />

de la Comunidad. Alonso.<br />

Sagi. Montiel. Martin, Curras.<br />

Chapl, ID revo/roso. Chueca, E7<br />

batea (Teatro de la Vaguada).<br />

1 Gnjpo Alfonso X el Sabio.<br />

Lus Lozano. Canto llano. (Museo<br />

dd Prado).<br />

4: filarmónica de Gran Canana.<br />

Luis Aguirre. (Auditorio Nacioral).<br />

5: Canal Street Jazz Rand (Sala<br />

Galileo Galilei).<br />

9r Gil Saham. violln; Mischa<br />

Maisky. chelo; Hermán n Baummn,<br />

trompa Música de salón<br />

ÍM.PJ.<br />

10; remanda de utrera. Juan<br />

Hibithuela. (Teatro Alfil).<br />

11: Sinfónica de Baleares «Ciudad<br />

de Palma». Luis RemartF-<br />

()<br />

12: Clamores Dixieland Band<br />

ÍS.G.G).<br />

16: Orquesta Rema Sofía<br />

17: Antonio Núte «Chocolate».<br />

Antonio Arenas (TA).<br />

17, 18; Musita Antiqua Koln.<br />

Aeinhard Goebe'- Biber, Albinoni.<br />

Venturini. (Auditono<br />

Conde Duque).<br />

18: Orquesta Cudad de Granada.<br />

Juan de Udaeta. (A.ísn.<br />

19: Philip Cathenne Tno<br />

(S.G.G.).<br />

21: The Sodeen. Harry Christophers.<br />

Haydn. La Creociin<br />

(TK).<br />

114SCH&ZO<br />

23: The TaJIii SthoUrs. (M.P.J.<br />

24: Manuel Soto «Sordera».<br />

Moraito. (TA).<br />

24, 25: Freibúrger Barockorchester.<br />

Corefli, Muffatt. Locateili.<br />

Bach (ACD.).<br />

27: Por Supuesto Rythm and<br />

Blues. (S.G.G.)<br />

30; London Virtuosi. (M.P.).<br />

31: Manuel Agujetas, David<br />

Servas. (TA).<br />

31, I de ibrifc The Academy<br />

of Antient Music. Chnstopher<br />

Hogiwood. Boccherini. Mozart<br />

Haydn.<br />

i Pedro Fluy Blas. (S.G.G.).<br />

5-12: Orquesta MosaVques.<br />

Chnstophe Coin. Almajano,<br />

Fabuel, Villa Nebra, 'fiema es<br />

to d¡cí»a de amor. (T.V.).<br />

6: john Georeiadis, violfn.<br />

(M.P.).<br />

6: Al Aire español. Eduardo<br />

López-Banzo. ios desagravios<br />

de Troya, Lo púrpura de Ja rosa.<br />

rr.M.).<br />

7, 8: Sinfónica de Chicago.<br />

Daniel Barenbdm (AN.).<br />

8: Bach Academy. Helmut Ririjng.<br />

Bach.<br />

9: Jorge Pardo Quartett.<br />

(S.G.G.Í<br />

Cklo Slrrfonfu da Mahbr<br />

19, 20 da mano: Orquesta<br />

de la Radio de Frankfurt.<br />

Eliahu InbaJ. Quinto /Novena.<br />

27, 28: Sinfonía de la Radio de<br />

Colonia. Gary Bertini. Séptima.<br />

Adagio de h Déomo. Cuarta.<br />

Ibermújlci<br />

6, 7 de mino: Philharmonu<br />

Orchestra, Charies Dutoit.<br />

Cosmi, Stravinsld. SibeliusJMozart<br />

Brahms.<br />

Cklo de li Unlvtrtiduj Autónoma<br />

3, 5 de rmrzo: English Chamber.<br />

José Luis Garda Asensto.<br />

Bach, Surtes y Conciertos di<br />

Sronoenbu/go.<br />

4; Sinfónica de la Uniuerjidad<br />

Waseda de Tokio. Chikara<br />

Iwamura.<br />

9 da abril: La Chapelle Royal.<br />

Phüippe Herrewege Bach. Pasión<br />

según Son Moteo<br />

Orqueía Nidonal<br />

6. 7, S da marra: Juan Pablo<br />

Izquiedo. Jean-Pien-e Dupuy.<br />

piano. Franck, Maderna. Ra^«[<br />

13. 14, IS: Jos* Collado. Juana<br />

Guillem, flauta. Gómez, Jolivet<br />

Chaikovskj<br />

20. II, 21 Piotr Palecnv. piano.<br />

ICIar. Lutoslawski. Stbdius<br />

17, 3B, 29: Manuel Galduf. Espiá.<br />

Beethoven. Roussd.<br />

3, 4, 5 de abril: AJdo Ceccato<br />

Berlioz. Ravel. Rachmaninov,<br />

Stravinski.<br />

Ciclo da Cámara y PoWonli<br />

3 de marro: Orquesta Qásica<br />

oe Madnd. Luis Izquierdo. Gamdo,<br />

Bemstein. MonBalvalge,<br />

Ginastera.<br />

5: Orquesta Reina Sofía. Nicolás<br />

Chumacnenco. Martin. Haendel.<br />

M: Conjunto Nacional de<br />

Metales. Purcell, Buomverrojra.<br />

Adson. Hazell, Franosque.<br />

Gabrieli. Buenamente. Cordli.<br />

Haydn. Howarth, Iveson.<br />

12: Gabnd Estarellas, guitarra.<br />

Bach, Prieto, Garda Abril, De<br />

Pablo.<br />

17: Orquesta de Cámara Española.<br />

Luis Aguirre. Isidro Barro,<br />

piano, Mozart Bamo. Janitefc<br />

19; Conjunto Zarabanda. Alvaro<br />

Marías. Vivaldi.<br />

24: Michel Levinas, piano. Beethoven,<br />

Schumann.<br />

14: Marta Oran, soprano; Miguel<br />

Zanetti. piano. Ravel,<br />

Poulenc Messiaen.<br />

31: Fine Arts String Quartet<br />

Haydn. Shostakovich. Schubert<br />

2 *• abril: Angeles Rentería,<br />

piano. Schumann, Bemaola.<br />

rw<br />

8: Coro de la Comunidad de<br />

Madrid Miguel Groba Garda<br />

Padilla, Franco, Victoria- Falla,<br />

Villalobos.<br />

f. Grupo La Folla. Pedro Bonet<br />

Fasch, Haendd. Santacruz,<br />

Vivaldi. ScarlatO. Pía. Janitsch.<br />

Ocio da Orpno<br />

10 de mino: |ose Ennque<br />

Ayana. Buxtehude, Bach, Rossi,<br />

Reger. Messiaen. Manani,<br />

Castillo.<br />

7 d« abril: Mithel Chapuii Sin<br />

determinar.<br />

Orquana d« RTVE<br />

5. i d« mino: David Znman.<br />

Várese, Dvorik,<br />

(9, 20: Lothar Zagrossek. Coro<br />

RTVE. Brahrns, Schoenberg,<br />

Smelana.<br />

2i. 27: Peter MaxwelWavies.<br />

Maxwell-Davies. Mozart.<br />

2. 1 de abril: Franz-Paul Dec-<br />

Icer Bnjckner. iéptíma.<br />

Cantro pan la Difusión


Orquesta Nacional de España,<br />

Cincuenta Años<br />

DOSIER<br />

PALACIO DE LA HUSICA PALACIO DE LA MÚSICA PALACIO DE LA HUSICA<br />

HKPDEBMEKSS •BES. 3 DE HOUORF DE BS2 VBVfS. H DE (TONE K 852<br />

ORQUESTA HIOOHAL ORQUESTA NAGONAL ORQUESTA NAOOHAL<br />

fÍTAÜLfO<br />

DIRECTOR DIRECTOR<br />

DIRECTOR<br />

[CML SCHUWCHT| (amaLJÉñf]<br />

FOTO: ONE<br />

E<br />

3 I de marzo de 1942, en el Teatro María Guerrero de Madrid, daba su primer concierto la<br />

Orquesta Nacional de España, bajo la dirección del maestro portugués Pedro de Freitas Branco,<br />

Fundada oficialmente por Orden Ministenal del 10 de julio de 1940 (mediante la fusión<br />

de Otras dos orquestas, la Filarmónica de Pérez Casas y la Sinfónica de Arbós, con un total de 176 profesores que,<br />

ya ab ongine, dificultaba la concertación de tales efectivos humanos), la Nacional no surge<br />

de modo efectivo, para la actividad musical, hasta la convocatoria del<br />

concurso-oposición de 17 de mayo de 1941; en el Ateneo, en las primeras semanas de marzo de 1942<br />

bajo la presidencia de Joaquín Turina, tienen lugar las audiciones, que dan cuerpo y forma a la agrupación<br />

que. el último día de ese mes, se presenta ante el público.<br />

Casi un año más tarde, el 7 de mayo de 1943, quien va a ser primer titular del conjunto,<br />

Bartolomé Pérez Casas, dirige en primera oportunidad a la Nacional en el Teatro Español.<br />

Su sucesor, Ataúlfo Argenta -desde 1945 responsable de la plaza de «piano, celesta y timbres» en la plantilla-,<br />

titular entre 1947/ 1958, dirige por vez pnmera a la orquesta el 10 de octubre de 1945,<br />

en el Teatro Calderón de Madrid. Rafael Frühbeck, el tercer titular (19<strong>62</strong>-1978), se presenta con el conjunto el 4 de diciembre<br />

del 59, en el Palacio de la Música. Los siguientes titulares ya hacen su presentación en el Teatro Real:<br />

Antoni Ros Marbá (director entre 1978 y 1981) el 10 de enero de 1969,<br />

Jesús López Cobos (responsable de la orquesta entre 1983 y 1988) el 23 de octubre de 1970, y Aldo Ceccato<br />

(titular desde esta campaña 1991 -1992 el I de marzo de 1974. La historia intermedia,<br />

es decir, lo que sucede entre estas escuetas fechas, nos la cuentan, en este Informe, Antonio Fernández Cid,<br />

Leopoldo Hontañón, Arturo Reverter y Luis Suñén.<br />

junto a ellos, tres de los titulares y el principal director invitado de la orquesta en este momento, mas dos de sus gerentes<br />

y el actual responsable técnico, nos brindan valiosos testimonios de su trabajo con la agrupación.<br />

Quienes hemos preparado este dosier tenemos especiales motivos de gratitud hacia Félix Palomero,<br />

Coordinador General del organismo Orquesta y Coro Nacionales de España por su paciente colaboración y ayuda,<br />

que ha de hacerse extensiva al Instituto Nacional de las Artes escénicas y de la Música.<br />

Siendo disímiles, a veces hasta contrapuestos, los textos aquí reunidos, dimana de todos un sentimiento común: el afecto,<br />

el cariño -a veces enfurruñado, otras emotivo, crítico en ocasiones, apasionado siemprehacia<br />

la que los melómanos sienten como nuestra Nacional, reflejo musical de la historia reciente (sólo medio siglo)<br />

de este país, y reflejo, por tanto, de nuestra historia misma. Sirva esta publicación para saludar e inaugurar<br />

los próximos 50 años de la Nacional.<br />

SCHERZO 115


DOSIER<br />

ONE: Pasado, presente y futuro<br />

Hace ya bastante, en marzo de 1955. asistí llevado<br />

por un familiar al primer concierto que he escuchado<br />

en mi vida de la Orquesta Nacional. Tenía<br />

doce años y no era ningún lego en música<br />

pero hasta entonces no había asistido a un concierto<br />

de la ONE. Dio la casualidad de que actuaba Igor Stravinsky<br />

en un programa de obras propias que a mí me fascinó<br />

aunque los moyo/es consideraban que era muy raro. Desde<br />

entonces he escuchado prácticamente todos los conciertos de<br />

la ONE a no ser que estuviera fuera de Madrid. Desde 1963<br />

en que empecé a hacer critica musical también he estado vinculado<br />

a ella en este aspecto y cuando en 1971 tocaron la primera<br />

obra mía también me vinculé como compositor. Posteriormente,<br />

entre septiembre de 1981 y marzo de 1985 y ahora<br />

desde septiembre de 1990 me ha tocado llevada desde un<br />

punto de vista gerencial, Todo ello lo digo únicamente para<br />

señalar cómo mi relación con la ONE ha sido larga y constante<br />

y también que ha abarcado diversos puntos de vista externos<br />

e internos. Lo cual es útil a la hora de valorar el pasado,<br />

presente y futuro de una orquesta que ha cumplido medio siglo<br />

de enorme servicio a la música de España y que no siempre<br />

ha sido justa ni convenientemente valorada o juzgada.<br />

Como tengo una excelente memoria, no soy proclive a la<br />

nostalgia, que no es otra cosa que una mala memoria idealizada.<br />

Por eso me niego a sumarme a lo nostálgico de una presunta<br />

edad de oro de la ONE en la que había maravillosos<br />

músicos, directores titulares míticos y artistas invitados de lujo.<br />

Nada de ello es enteramente cierto si no se atiende a las circunstancias<br />

de cada momento que han cambiado sustancialmente<br />

y que lo único que han hecho es<br />

que la ONE cumpliera en cada momento<br />

su misión.<br />

Se dice que la primitiva orquesta, la de<br />

los fundadores de los que ya no queda<br />

ninguno en activo y pocos incluso vivos,<br />

tenía mejores músicos. Creo que simplemente<br />

eran distintos. En una época de<br />

menos medios mecánicos y salarios casi<br />

de hambre, aquéllos eran músicos muy<br />

profesionales que tenían la práctica del<br />

teatro, del café, de las bodas... lectores<br />

rápidos e infalibles, pero en ningún modo<br />

tenían mejor técnica que los actuales<br />

puesto que en el aspecto formativo también<br />

se ha evolucionado mucho. E incluso<br />

cultural mente, en un aspecto que incluye<br />

la propia cultura musical, no solían<br />

ser mejores que los actuales. Eran distintos,<br />

con virtudes y defectos diferentes,<br />

pero no mejores ni peores. Guardo un<br />

gran respeto y admiración por bastantes<br />

músicos del pasado de la ONE, pero tengo el mismo para<br />

muchos de los actuales.<br />

Otro mito discutible es el de los directores titulares. Yo no<br />

he visto nunca dirigir a Pérez Casas, aunque todos coinciden<br />

en que era excelente, pero sí y bastante a Ataúlfo Argenta.<br />

Nadie puede negar que al final de su vida, truncada en el momento<br />

menos oportuno, Argenta era un grandísimo director.<br />

Pero un director que se hizo día a día con la orquesta y que al<br />

principio apenas si sabía dirigir y no tenía ninguna técnica-<br />

Afortunadamente se transformó, pero lo hizo a base de con-<br />

7JÍÍSCHERZO<br />

cierto con la ONE. ¿Piensa alguien en serio que hoy sería posible<br />

tomar a un joven director sin técnica ni expenencia y darle<br />

la ONE como titular para que fuera aprendiendo? El caso de<br />

Argenta sena hoy imposible e incluso el del propio Frühbeck<br />

de Burgos que, aunque ya era una firme promesa cualificada<br />

cuando tomó la titularidad, se hizo un verdadero director a lo<br />

largo de sus años con la ONE.<br />

También es discutible el que antes vinieran grandes directores<br />

y ahora no, pues dejando aparte unos primeros años<br />

en los que hubo una vinculación de Schuricht y que aparecieron<br />

algunos grandes nombres por la sencilla razón de que<br />

en una Europa recién destrozada por la guerra apenas había<br />

orquestas ni dinero, los directores que han venido a la ONE<br />

lo han hecho en momentos iniciales y medios de su carrera,<br />

como corresponde a las características y posibilidades de la<br />

orquesta. Es fácil decir que antes vería Maazel. Pero Maazel<br />

se presentó con la ONE con veintiséis años y yo he presenciado<br />

cómo le pateaban funosos un programa con Jeux y El<br />

mandarín maravilloso. Celibidache vino también relativamente<br />

joven (y en un momento en que ninguna orquesta quería saber<br />

de él). Y no hace tanto que hemos visto a Muti pasar<br />

inadvertido por la crítica. Y no dudo que dentro de veinte<br />

años nos digan que antes venían Tuomas Ohlla o Antoni<br />

Wit. Peligros de la nostalgia, la mala memona y de pensar<br />

que Bernstein, por decir alguno, nació ya con toda su carrera<br />

hecha.<br />

Una de las razones de mitificar el pasado de la ONE está<br />

en el hecho de que durante muchos años la vida musical española<br />

se basaba en ella; cuando no había casi orquestas<br />

Witoíd Lutoslawski ha ofrecido dos programas monográficos suyos, que se encuentran entre los más interesantes<br />

de lo orquesta.<br />

provinciales o eran ¡nescuchables; cuando no venían orquestas<br />

extranjeras para comparar y el mercado del disco era pequeño<br />

y de menor sofisticación. El aluvión de música de importación<br />

lleva a unas comparaciones que son impertinentes,<br />

pues la ONE tiene que tener su misión y su nivel independientemente<br />

de las demás. Incluso su misión debe ajustarse<br />

en la medida de la realidad pues un público o unas revistas<br />

díscófilas y mitómanas no pueden ocultar el hecho de que<br />

Ibermúsica o similares no está para sustituirá la ONE ni para<br />

compararla y que si ésa u otra empresa asume misiones que


antes hacía la ONE, lo que hay que hacer no es imitarla o<br />

competir estúpidamente, sino complementar y ocuparse de<br />

misiones y aspectos que sólo una orquesta estatal puede (o<br />

quiere) hacer. Preguntar, como se hace, cuándo la ONE va a<br />

ser la Filarmónica de BeHín es una solemne estupidez. No<br />

hay ninguna razón para ello en un país donde la Renfe dista<br />

mucho de ser la Deutsche Bundesbahn o los correos los alemanes.<br />

Si me apuran, y comparando numerosas instituciones,<br />

posiblemente la ONE esté más cerca de la Filarmónica<br />

de Berlín que otras cosas de sus equivalentes en países civilizados.<br />

Es cierto que la ONE ha pasado por ciertas crisis, cosa<br />

normal en cualquier orquesta o institución y que sirven para<br />

renovarse y afinar la misión. Una estuvo dada por la muerte<br />

de Argenta y cubre el periodo hasta la incorporación de<br />

Frühbeck y fue salvada por la profesionalidad de los músicos<br />

y por la continuidad de una gestión que en aquella época -y<br />

antes y después- fue muy negativa en muchos aspectos estéticos<br />

e ideológicos, pero tuvo la gran virtud de la continuidad.<br />

Otra fue toda la etapa Ros Marbá en la que poco tuvie-<br />

ron la culpa la propia orquesta o el director sino los factores<br />

externos. Etapa que coincidió con jubilaciones masivas y la<br />

necesidad de renovar la plantilla. Precisamente fue entonces<br />

cuando accedí por primera vez a la gestión de la ONE con<br />

el objetivo concreto de obtener un titular, ordenar y clarificar<br />

la desastrosa administración y posibilitar el acceso de<br />

nuevos músicos. Todo ello se cumplió y en el aspecto de la<br />

renovación ello ya está cumplido hasta el punto de que la<br />

ONE no sólo es ahora una orquesta de edad media bastante<br />

joven en la que, por ejemplo, en 1991 no se produjo ni<br />

una sola jubilación, sino que además los nuevos y excelentes<br />

valores que accedieron a ella han tomado ya algunos años<br />

de experiencia y se encuentran en su plenitud.<br />

Cuando consideré que los objetivos estaban cumplidos, me<br />

fui en marzo de 1985. Dejaba una orquesta renovada y tocando<br />

bien, un titular bien aceptado, López Cobos, y una gestión<br />

clarificada y en orden. Pero pocos meses después se produjo<br />

el que para mi es el hecho más funesto de la historia de la<br />

ONE con el agravante de que nadie (ni la propia orquesta)<br />

protestó o ni siquiera comentó levemente sus consecuencias:<br />

la ONE perdió su carácter de organismo autónomo. Muchos<br />

de los problemas posteriores se deben, además de a un considerable<br />

desorden administrativo con cuatro gestores en seis<br />

ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />

Tomos Mamo, en su pnme/a etapa coma gerente<br />

(te lo ONE.<br />

años, a la pérdida de ese carácter que ha<br />

provocado desafortunadas decisiones y<br />

mucho más desafortunadas aplicaciones<br />

de las mismas por parte de los rectores<br />

de administraciones más amplias. De tal<br />

modo que en septiembre de 1990 me<br />

encontré con los mismos objetivos que<br />

en 1981: conseguir un director titular<br />

adecuado, restablecer el orden gerencial,<br />

definir los objetivos futuros y devolver la<br />

calidad y el prestigio a una institución que<br />

los merece. Evidentemente, como la máxima<br />

ilusión de un compositor no es pre-<br />

La Orquesto Nocional, con motivo de su "Concierto 2000" nombra a SJVL la Reina Madrina de Honor en cisamente la de ser gerente de una or-<br />

febrero* 1976.<br />

questa, me iré en cuanto crea que todo<br />

eso está cumplido. Como creo que para ello no falta mucho y<br />

como estoy segura de que ya no habrá una tercera vez, me<br />

permito sugenr a mis futuros hipotéticos sucesores algunas líneas<br />

para el futuro.<br />

El futuro de la ONE pasa por recuperar de cierta manera su<br />

personalidad jurídica y su independencia. También por redefinir<br />

constantemente sus objetivos y hacerla culturalmente<br />

competitiva fy subrayo lo de culturalmente ante tanto maiketing,<br />

patrocinio hortera y gente que quiere ganar en vez de<br />

gastar con la cultura). No digo que deba ser autogestionaria<br />

sino estatal pero autogestionada (y profesional mente gestionada).<br />

Por eso a mí nunca me ha preocupado que los músicos<br />

sean o no funcionarios, cuestión que se debate siempre de<br />

manera inconveniente ya que no por ser funcionario se toca<br />

mejor, pero tampoco peor. Se trata de una cuestión laboral y<br />

administrativa que no tiene por qué tener trascendencia para<br />

el público. Sí es en cambio importante que se gestione bien y<br />

se cumpla una misión cultural y no sólo de relumbrón. Si así<br />

es, la ONE cumplirá muchas veces medio siglo siendo tan necesaria<br />

e insustituible como, pese a quien pese, io ha sido hasta<br />

ahora.<br />

Tomos Marco<br />

SCHEBZO 117


DOSIER<br />

Ataúlfo Argenta,<br />

doce años decisivos<br />

E<br />

l 10 de octubre de 1945 dirigió a la Orquesta<br />

Nacional por vez primera un joven instrumentista<br />

de sus filas que. sólo meses antes, había ingresado<br />

como profesor de piano, celesta y timbres.<br />

El 19 de enero de 1958 Ataúlfo Argenta recibía<br />

el premio entusiasta y unánime del público por su versión de<br />

El Mesías. Al día siguiente ensayaba con renovadas ilusiones<br />

la Tercero Sinfonía de<br />

Schumann, base del programa<br />

inmediato; el que<br />

nunca podría escucharse,<br />

porque sólo unas horas<br />

más tarde el mundo musical<br />

vibraba conmocionado<br />

por la noticia del fallecimiento<br />

del maestro- Su<br />

historia como tal se encierra<br />

por completo en ese<br />

breve plazo, con el exclusivo<br />

pórtico de unos meses<br />

en los que actuó al<br />

frente ya de elementos<br />

que lo eran de la Nacional,<br />

aunque formasen con<br />

otras etiquetas. Y en un<br />

muy lejano ayer, en marzo<br />

de 1934. cabía recordar la<br />

actuación al frente de una<br />

orquesta de alumnos del<br />

Conservatorio. Salida circunstancial,<br />

premonición<br />

de futuro, cuando lo que<br />

se intentaba era imponer<br />

la condición de pianista,<br />

bien puede afirmarse que<br />

la carrera directorial de<br />

Ataúlfo Argenta, de honda<br />

e inmediata proyección internacional<br />

y sólida huella,<br />

no rebasó, apenas, los doce<br />

años. Y que si en ellos<br />

son muchas y brillantes las<br />

actuaciones en otros países<br />

-Francia, Suiza y Austria<br />

en cabeza- desde su<br />

presentación con la Sinfónica<br />

londinense y José Iturbi<br />

de solista y padrino ante<br />

diez mil personas que colman<br />

el recinto de Harringay Arena en 1948, es el podio de la<br />

Orquesta Nacional su permanente puesto de mando y el pedestal<br />

de triunfos in crescendo.<br />

Ataúlfo Argenta, castreño por nacimiento y devoción -vio<br />

la luz en Castro Urdíales el 19 de noviembre de 19 13 y buscaba<br />

siempre ilusionado el encuentro con su tierra y sus gentes-<br />

parecía llamado a ser un concertista de clase. La formación<br />

recibida en el Conservatorio madrileño de manos de<br />

Fernández Alberdi, ampliada en Bélgica después, los premios<br />

.7ÍSSCHERZO<br />

Ataúlfo Argenta estuvo al /rente de la Orquesto Nooonai desde 1947 hasta 1958<br />

que jalonaron sus estudios, entre los que no faltaron las sabias<br />

enseñanzas de don Conrado del Campo, justificaban la creencia.<br />

La guerra española, que paralizó en momentos cruciales su can-era;<br />

la mundial, cuando había impuesto su calidad en Alemania,<br />

intérprete y pedagogo de reconocido talento; el regreso a<br />

España en momentos económicamente difíciles, dramáticos para<br />

él por la carga y responsabilidad de la propia familia, pudieron<br />

ser determinantes de la<br />

agudización de lo que<br />

constituía su mayor peligro:<br />

los nervios que le atenazaban<br />

ante la responsabilidad<br />

que suponía actuar<br />

en público. Bien lo sabíamos<br />

sus amigos: hasta qué<br />

punto el rendimiento se limitaba<br />

en los recitales y<br />

conciertos.<br />

De ahí su afán de probar<br />

en otro campo, el de la dirección<br />

de orquesta, no sin<br />

el temor de muchos que<br />

pensábamos en el peligro<br />

de la tensión, multiplicada<br />

incluso, que pudiese dar ai<br />

traste con las esperanzas.<br />

Ni aun los más optimistas<br />

podíamos saber hasta qué<br />

punto aquel muchacho de<br />

aventajadísima estatura que<br />

se encorvaba al fondo del<br />

escenario, inclinado sobre<br />

los timbres para cooperar<br />

en una versión más del<br />

Don pan straussiano, lo dirigiría<br />

poco después, vibrante<br />

y firme. Muy al contrario,<br />

lamentábamos que<br />

el artista que se había impuesto<br />

a tres notables<br />

compañeros que con él<br />

opositaban gracias a sus<br />

versiones de los Estudios<br />

sinfónicos de Schumann y<br />

un memorable Nocturno<br />

postumo de Chopin, no lograse<br />

el lugar que su calidad<br />

merecía en el mundo<br />

del teclado.<br />

1945. Buen número de profesores distinguidos, puntales de<br />

la vida musical madrileña, se ofrecieron a colaborar en ayuda<br />

del amigo y tocar, dirigidos por él. en una Orquesta de circunstancias,<br />

en actuación para Radio Nacional, Calificados de<br />

insensatos por algún comentarista de presumible objetividad,<br />

lo cierto es que la brillantez de los resultados induce a convertir<br />

a la formación en fi|a de la emisora. A partir de junio, se<br />

celebran más de un centenar de conciertos con el más variado<br />

repertorio. Poco después de cumplido el año, en octubre


del 46, acuerda la emisora prescindir del conjunto y ofrecer la<br />

continuidad, pero con otro, al maestro, que, por solidaridad<br />

con sus amigos, declina la oferta. Ellos, con Argenta de rector<br />

y el Marqués de Bolarque como presidente de una Asociación<br />

de Amigos, crean la Orquesta de Cámara de Madrid, integrada<br />

por primerísimos elementos de la Nacional -en el<br />

Viento, los dos solistas de cada familia de ésta, cubrían los<br />

puestos primero y segundo- y protagonista de ciclos, graba-<br />

Los profesores de la Nocional -Luis Alonso en el centro- hocen entrego • Argenta, enfermo, de una placa conmemorativa<br />

de sus diez orlos de trabajo con la orquesto en 1955.<br />

dones y hasta alguna representación lírica de signo ejemplar.<br />

Mientras, Argenta ya se ha impuesto como director en la Orquesta<br />

Nacional.<br />

El 10 de octubre de 1945 se realiza la experiencia inicial:<br />

en el concierto que sirve como apertura del curso de la Asociación<br />

de Cultura Musical. En el Calderón. Programa, como<br />

era entonces habitual, muy amplio: la obertura de Oberón de<br />

Weber, el Concierto en sol, tercero de los bachianos de Brandenburgo,<br />

la Segundo S/nfonfa de Brahms, Lo isla alegre de<br />

Claude Debussy, las Danzas fantásticas de Turina.<br />

Creo que vale bien la pena recordar el primer ensayo, del<br />

que fui testigo. Mi entrañable afecto por Argenta justificaba el<br />

interés y un poco el temor. ¿Cómo iban a recibir el centenar<br />

de profesores, con abundancia de expertos y maduros, al juvenil<br />

colega ascendido al puesto rector? ¿Y cómo se producida<br />

éste? Las incógnitas se despejaron pronto. De una parte,<br />

porque la actitud general de afecto era evidente. De otra,<br />

porque el hombre nervioso ante el teclado actuaba con total<br />

seguridad en sí mismo, sin timideces ni reservas. Sirva para<br />

muestra una anécdota. Se ensayaba el pnmer tiempo de la<br />

Segundo Sinfonía de Brahms. Llegó el solo de trompa, en sus<br />

finales. Argenta interrumpió la ejecución para expresar la forma<br />

en que deseaba que se tocase. El instrumentista, uno de<br />

los más brillantes, famosos y populares de la Orquesta, no se<br />

calló: «Nunca lo hemos hecho así». «Por eso; como siempre<br />

lo habéis hecho mal, ya es hora de que comencéis a hacerlo<br />

bien».<br />

La carrera de Argenta se colma de hechos semejantes, si<br />

bien con menor peligro por la misma autoridad forjada. Un<br />

día, molesto por cierto abandono en la atención de algún<br />

profesor multiplica las advertencias duras: «¡Cuidado que tocáis<br />

mal el violln; así lo tocaba yo; por eso lo dejé!». Justo en<br />

ese instante, él mismo tiene un error al señalar una entrada.<br />

Hay murmullos, risitas, una leve percusión de negativo signo...<br />

«¿Qué pasa?». Alguien apunta: «Que los directores también<br />

se equivocan». Calla Argenta. Sigue el ensayo de la obra, el<br />

Concierto de Aranjuez. A la noche, por vez primera, dirige de<br />

ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />

memoria, lejos del hábito de hacerio, como siempre cuando<br />

hay solista, con partitura. El mando es irreprochable. Mientras<br />

el público aplaude, veo que habla con los instrumentistas próximos.<br />

Le pregunto después, curioso, por lo que les dijo:<br />

«Que los directores también se equivocan, pero sólo una<br />

vez. ¡A ver si aprendéis la lección!».<br />

Y con la Nacional francesa, en un laborioso ensayo, al advertir<br />

que el primer contrabajo sonde ante su forma de expresarse<br />

en un francés que no<br />

domina, Argenta no se inmuta:<br />

«¡Habla usted español? ¿No?<br />

Pues ya ve usted, señor gracias a<br />

mi francés, del que usted se ríe,<br />

podemos entendemos, de modo<br />

que...».<br />

Autoridad. Rigor. Sencillez y<br />

simpatía, naturalidad y brazos<br />

amicales abiertos. Compañerismo<br />

con sus músicos a los que valora<br />

y admira: Los nuestros -dice- lo<br />

tocan todo: Beethoven, Brahms,<br />

Debussy, Ravel. ¡Y lo español como<br />

nadie!». Segundad y fe comunicativas.<br />

En la presentación de la<br />

Nacional, en París, en el ensayo<br />

de la mañana: «¡Somos los mejores!<br />

¡Se prohibe el miedo por Real<br />

Decreto! ¡Esta noche, nos los<br />

comemos vivos!». En los regalos<br />

de los fragmentos líricos, la<br />

apuesta con los amigos: «¿A que les hago aplaudir cinco compases<br />

antes del final del Tambor de granoderosí».<br />

Para conseguirlo, para, en tan pocos años, lograr el placel<br />

general, jugaba Argenta con las armas de su musicalidad, su<br />

temperamento, su fuerza dramática al servicio de la gran forma<br />

germana, su garbo castizo para imprimir gracia y vida al<br />

repertorio más español... y su inconformismo, su busca de la<br />

perfección, a través de un autoanálisis por el que, sirva el<br />

ejemplo, tardó en sentirse satisfecho consigo mismo en el logro<br />

del clima sonoro, la sensibilidad de timbres que el impresionismo<br />

francés encierra.<br />

Eso, y la seguridad del gesto. Opina un profesor «Con Argenta,<br />

ademas de tocarse bien, se tocaba cómodamente». Y<br />

todo un Cari Schuricht «Su técnica ha llegado a ser onginal,<br />

propia, como punto de partida de una nueva escuela de dirección».<br />

* * *<br />

Argenta llega a dirigir doscientos setenta y dos conciertos<br />

a la Orquesta Nacional,<br />

Se habló del primero. La confirmación de la alternativa, ya<br />

en los ciclos normales de la Orquesta, la recibe en el Palacio<br />

de la Música, en el mes de noviembre del mismo año, con un<br />

programa en el que figura la Cuana Sinfonía de Schumann.<br />

Brahms-Schumann serán, con sus sinfonías, caballos de batalla,<br />

músicos predilectos de Argenta y del público, a través de sus<br />

versiones.<br />

A este respecto, habría de marcarse una diferencia. Porque<br />

si el músico hamburgués se convierte en favorito y si en ese<br />

predicamento absoluto infuye de manera decisiva la interpretación<br />

de Argenta, con el impulso inicial extraordinario de<br />

Cari Schuricht las visitas de la Orquesta Filarmónica de Berlín,<br />

con Bohm, Clemens Krauss, Knnapertsbusch, así como el fervor<br />

comunicativo de Eduardo Toldra, en el caso de Roben<br />

Schumann la reacción de los aficionados es más tardía, no sin<br />

la rebelde lucha del maestro que un día llega hasta decirme,<br />

SCHERZO 119


DOSIER<br />

en un momento de infantil rabieta: «Si después de la Renana<br />

que vamos a tocar no reaccionan, estoy por sustituir los dos<br />

secos acordes del final por dos calderones, a ver si de esa<br />

manera...»<br />

Argenta, nombrado Ayudante de Director, se ve designado<br />

segundo maestro de la Nacional, con don Bartolomé Pérez<br />

Casas de titular desde mayo<br />

de 1944, por orden del 31 de<br />

agosto de 1946. Será titular,<br />

en actividad compartida con<br />

aquel insigne maestro, desde<br />

el 2 de enero de 1947 y cada<br />

vez más [imitados, por razones<br />

de salud y edad, los conciertos<br />

de don Bartolomé, será<br />

rector exclusivo a partir del<br />

29 de noviembre de 1949,<br />

cuando ambos se distribuyen<br />

un programa, en el que Pérez<br />

Casas conduce la Pastoral, como<br />

ya lo habían hecho el 29<br />

de abril de dicho año, cuando<br />

el maestro murciano brinda el<br />

Idilio de Sigfndo y la Sinfonía<br />

del Nuevo Mundo,<br />

En otoño de 1947 se somete<br />

a la demostración y responsabilidad<br />

de ofrecer en el<br />

Palacio de la Música el ciclo<br />

integro de las Sinfonías de<br />

Brahms. Después dlel primer<br />

concierto escribo: «Luego de<br />

él habrán de esperarse los<br />

restantes con interés e impaciencia.<br />

Los gntos, las ovaciones<br />

estruendosas del final, encontraron<br />

continuidad en los<br />

gozosos comentarios de salida,<br />

la general satisfacción. Argenta<br />

es un gran director. Y<br />

español. Y joven...», Y en el<br />

mismo ciclo me refiero a las<br />

«versiones apasionadas, cla-<br />

TEATRO<br />

PRICEE<br />

CENTESIMO CONCIERTO POPULAR<br />

Bt INI»». T CO. H »IHC«lO Mi<br />

CIRCULO DE BELLAS ARTES<br />

va AHO<br />

VIERNES 11<br />

NOVIEMBRE<br />

10!1 • , , • =<br />

ORQUESTA FILARMÓNICA<br />

= MiiE-S. PÉREZ CASAS = I<br />

mu HIITM 1FMICHU<br />

ras, vibrantes, llenas de equilibrio,<br />

pujanza y brío, poesía y fuego ¡Qué alegría grande contemplar<br />

la marcha de este director, llamado a ocupar un<br />

puesto en el mundo de los grandes intérpretes!»<br />

Pasará el tiempo. Invitado Paul Kletzki a dirigir la Nacional e<br />

incluir alguna obra de Brahms en su programa, comenta:<br />

«¡Cómo superar el logrado por Ataúlfo Argenta con esta Orquesta?»<br />

Beethoven, también. Es en agosto de 1953, entre el I y el<br />

10, cuando en la Plaza Porticada santanderina escribe el capitulo<br />

cumbre de su historia y dinge el ciclo de las nuevas Sinfonías.<br />

Con treinta y cinco partituras más, Todas ellas, menos<br />

dos, de memoria, lo que constituye una proeza todavía mayor<br />

si se piensa en que las obras han de ensayarse por la mañana,<br />

incluso con dos ensayos al día para la debida preparación.<br />

Argenta sabe probar su firmeza, su eclecticismo y buen<br />

gusto, su fuerza de transmisión, que imanta a los profesores y<br />

se contagia en los públicos. Es, como apunta un critico francés<br />

famoso, una figura viviente arrancada de un cuadro del<br />

Greco. Todo él. los brazos, las manos, los dedos, la mirada incisiva,<br />

como una batuta que se abre en abanico, muchas batutas<br />

mejor, desde el tronco esbelto, a modo de estuche que<br />

las acoge.<br />

720SCHERZO<br />

Bartolomé Péiez Cosos, el primer director de lo ONE. retratado junio al<br />

maestro Bretón en un programo de la época.<br />

El contagio de los públicos. Desde los primeros compases<br />

conquistó al londinense en su presentación internacional de<br />

1948, ya citada. El de París lo consideraba ya un gran director,<br />

por aplaudido al frente de su Sociedad de Conciertos del<br />

Conservatorio, la tradicional orquesta de gran solera, cuando,<br />

por la misma fuerza de su prestigio, quiso verlo en acción con<br />

sus instrumentistas de España.<br />

De ahí surgió la excursión de<br />

la Orquesta Nacional para los<br />

memorables conciertos en el<br />

Teatro de los Campos Elíseos,<br />

los días 6 y 7 de mayo de<br />

1950.<br />

Argenta gozaba de una popularidad<br />

abierta. No deja de<br />

ser curioso que en cierta ocasión<br />

algún compatriota nuestro,<br />

comentase, pretencioso,<br />

con Margueritte Long, la eminente<br />

pianista: «No es director».<br />

La respuesta fue inmediata;<br />

«No me lo puede usted<br />

decir a mí, que he tocado<br />

ciento? de veces el Concierto<br />

en sol de Ravel y pocas tan a<br />

mí gusto como con Argenta».<br />

Bien podemos recordar los<br />

veteranos aquella hermosa<br />

tarde en el Palacio de la Música<br />

en la que se unieron la<br />

artista anciana y el joven director<br />

para la versión magnífica,<br />

bien asistidos por los profesores<br />

de una Orquesta en<br />

momento difícilmente superable.<br />

Porque la Nacional logró<br />

alcanzar la madurez, la calidad<br />

brillante y hasta el especial<br />

orgullo de pertenencia a la<br />

entidad por parte de sus<br />

componentes, en la etapa regida<br />

por Argenta. Sumemos a<br />

la fuerza misma del maestro,<br />

la sólida experiencia de unos instrumentistas forjados en las<br />

Orquestas Sinfónica y Filarmónica, en la plenitud de sus medios<br />

y por fin, beneficíanos de esa tan difícil de lograr personalidad<br />

de un colectivo, para la que no basta la calidad de los<br />

mimbres, sino su compenetración.<br />

Podría asegurarse que Argenta consiguió un nivel para la<br />

Nacional, una buena forma que los otros maestros eran los<br />

primeros en reconocer. Muchos recordarán aquella mañana<br />

del Monumental en la que, al ser ovacionado el maestro Cari<br />

Schuricht por una de sus grandes versiones, se volvió hacia el<br />

palco en el que estaba el titular y aplaudió de manera ostensible.<br />

(Después, a raíz del fallecimiento, escribe a Juanita, su<br />

viuda, una carta emocionante: «La música, sin nuestro querido<br />

amigo, se encuentra abandonada por uno de sus más<br />

grandes y puros genios»).<br />

Años de actividad intensa, que tan sólo se interrumpe unos<br />

meses, a partir de noviembre de 1955, por causa del absoluto<br />

reposo prescrito a causa de una etapa de agudo quebranto<br />

en la salud.<br />

Argenta es uno de los inventores, de los pilares decisivos<br />

del Festival de Granada, lo es básico para el de Santander a<br />

partir del momento en el que lucha por conseguir la autorización<br />

ministerial para que la ONE toque en una plaza pública,


defensor de la Porteada, pronto escenario de su triunfo beeth<br />

oven ¡ano. Y de la Quincena Donostiarra, siempre con la<br />

Nacional y muchas veces con el Orfeón Donostiarra, al que<br />

dinge, en el primer encuentro, en los ensayos preparatorios<br />

de un Réquiem de Verdi, que ha de ofrecer el maestro Hoesslin<br />

cuando Argenta aún no es sino aspirante a titular. Actúa<br />

en distintos puntos de España. En Sevilla, sin an-edrarse<br />

por la muy arta fiebre y los dolores que le atormentaban;<br />

concierto del que nos quedan las únicas imágenes directas y<br />

con sonido. En Castro Urdíales, también, para sus paisanos,<br />

que proclaman su asombro con un «¡jo!» sonoro y colectivo<br />

en el Teatro Circo que habrá de adoptar el nombre del músico,<br />

ante el seco poderosísimo acorde que da paso al curso<br />

vivo de Oberan, después de los compases que abren la obertura<br />

de Weber.<br />

La Nacional, su director se han convertido en el centro de<br />

nuestra vida musical. Ya desde los primeros tiempos justifica<br />

mi fe que no dudo en proclamar, aunque procuro que el entusiasmo<br />

se modere para la ob|etividad del juicio: «Cuanto<br />

pide a la orquesta podrá gustar, más o menos, lograrse, o no,<br />

del todo, pero va siempre respaldado<br />

por un cnteno sano,<br />

honrado, correcto: de músico».<br />

El propio interesado, seguro<br />

de si mismo, no pone limites a<br />

sus afanes de perfección. Después<br />

de la Novena Sinfonía<br />

que dirige en Oviedo para celebrar<br />

las Bodas de Oro de la<br />

Sociedad Filarmónica, comenta:<br />

«Deseo participar en las<br />

próximas en las que. como<br />

tendré más años y experiencia,<br />

tocaremos todavía mejor».<br />

Uno de los aspectos mas<br />

dignos de subrayar en la actividad<br />

directorial de Ataúlfo<br />

Argenta, de los más caracteristicos<br />

y relevantes de su personalidad,<br />

es el de sus afanes<br />

y posibilidades de abarcar un<br />

amplio y ecléctico repertorio.<br />

Aunque pueda resultar farragoso<br />

para el lector, quizá sea<br />

más expresivo que cualquier<br />

comentario que se recoja una<br />

simple relación, quizá con alguna<br />

involuntaria laguna, de<br />

autores, ya que si lo hiciésemos<br />

con especificación de<br />

obras, el conjunto se haría interminable.<br />

Argenta dirigió partituras<br />

de Purcell, Bach, Haendel,<br />

Scarlatti, Couperin, Coreili, Vivaldi,<br />

Cimarosa, Gluck. Gretry, Haydn, Mozart, Beethoven,<br />

Boccherini... De Weber, Schubert, Schumann. Mendelssohn,<br />

Brahms, Wolf, Wagner, Strauss. Chopin, Liszt... De Chaikovsk¡,<br />

Moussorgsky, Rimski, Dvorak, Grieg, Sibelius, Kodaly, Bartók...<br />

Y Beriioz. César Franck, Saint-Saens, Debussy, Ravel, Barraud,<br />

Tailleferre, Poulenc, Rjvier, Ivés Nat.. Como de Verdi,<br />

Menotti, Respighi, Petrassi; de Berg, Hindemith, Prokofiev,<br />

Stravinsky, Ponce, o de tantos y tantos compositores de España.<br />

No podría tildarse al maestro de tibio en la atención a los<br />

Menwr y amigo. Con Schunchi, el maestro que hizo amar o ñrahms a la<br />

Nocional y al público, junta a Algente<br />

ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />

músicos nacionales. Su batuta se puso al servicio de muchos y<br />

con mu/ distinta filiación estética. Desde Juan Cnsóstomo de<br />

Amaga, hasta Cristóbal Halffter, éste en los comienzos de su<br />

brillante carrera, Albéniz-Arbós. Granados, Chapí, Giménez,<br />

Usandizaga, Bretón, Falla, Turina, Conrado del Campo, Gundi,<br />

julio Gómez, Palau, María Teresa Pneto, López Chavarm, Federico<br />

Elizalde, Palau, Leoz, Pérez Casas, Esplá, Tellería, Toldra,<br />

Arambarri, Dúo Vital. Rodríguez Albert, Muñoz Molleda,<br />

Javier Alfonso, Mario Medina, Martínez Lluna, Ferrer, Escudero,<br />

Asins Arbó, Joaquín Rodngo -cerraremos con él la relación<br />

quizá incompleta-, señalan bien la versatilidad y el deseo<br />

de servicio que caracterizaron al maestro Argenta.<br />

Su firmeza, su buen gusto, la constante lucha por encontrar<br />

el lirismo, transmitir su fuego, dosificar matices y planos con la<br />

muñeca suave, flexible y la independencia de las manos, sin<br />

que la batuta perdiese nunca el gobierno, supusieron una larga<br />

siembra por la que en enero de 1958 la Orquesta Nacional<br />

era un instrumento de clase proclamada por muchos<br />

magníficos maestros que en aquellas épocas honraron su podio<br />

como invitados.<br />

Pasó el tiempo, crisol determinante<br />

y nguroso fielato<br />

de valores. Aun a pesar de<br />

una lamentable laguna discográfica,<br />

por la que si abundan<br />

las excelentes grabaciones de<br />

género lírico herencia de Argenta,<br />

apenas conservamos<br />

las sinfónicas testimonio de<br />

su actividad con la Orquesta<br />

Nacional, cabe afirmar que<br />

quienes disfrutaron con su<br />

arte han sido los más encendidos<br />

transmisores del recuerdo<br />

merecido por tantas<br />

versiones: Heroicos, Novenos,<br />

Renanas, sinfonismo brahmsiano,<br />

Dofnis, Sombrero de tres<br />

picos, Revo /toso...<br />

En la historia de la Orquesta<br />

Nacional, sí, el capítulo<br />

presidido por Ataúlfo Argenta<br />

se ha inscrito para siempre<br />

entre los capitales del conjunto<br />

que ahora celebra sus<br />

Bodas de Oro.<br />

Un conjunto en el que entonces<br />

eran piezas esenciales<br />

-con la cita de sus nombres<br />

rindo homenaje a todo el<br />

resto de profesores- instrumentistas<br />

con la clase de Luis<br />

Antón, Jesús Fernández, Juan<br />

Palau, José Fernández, Pedro<br />

Meroño. Antonio Arias, Santos<br />

Gandía, Ricardo Vivó.<br />

Martínez Lluna, José Ferrer,<br />

Luisa Pequeño, Mari Carmen Al vira, Francisco Maganto, Servando<br />

Serrano, Leocadio Parras, Inocente López, Francisco<br />

Martínez y Salvador Norte, Julio del Solar y Vicente Lillo, Leopoldo<br />

Cuesta, Luis Vicente, Enrique Aroca... La mayoría de<br />

ellos, ya fallecidos; ninguno en las filas de la actual ONE, de la<br />

que incluso falta Luis Alonso, puntual en el registro de su historia,<br />

por cuyo futuro brindo fervorosamente.<br />

Antonio Fernández-Cid<br />

SCHERZO 121


DOSIER<br />

Mis años con la Nacional<br />

Me hice cargo de la Orquesta Nacional, como director<br />

titular, en el año 19<strong>62</strong>, aunque de facía<br />

ya venía siéndolo desde cuatro años antes. Recibí<br />

una orquesta espléndida, creada par D.<br />

Bartolomé Pérez Casas, a la que Ataúlfo Argenta<br />

dio gran forma. Los primeros años fueron magníficos, y la administración,<br />

a cargo de Antonio de las Heras (a quien nunca se<br />

ha agradecido lo suficiente su labor), era perfecta, aun dado elpoco<br />

presupuesto que tenía: a pesar de ello, dirigieron a la orquesta<br />

como invitados algunos de los mejores maestros del<br />

momento.<br />

Los problemas de la Orquesta Nacional empezaron cuando<br />

se creó la Comisaria de la Música (que, concebida por Florentino<br />

Pérez Embid, evolucionará luego a Dirección General).<br />

organismo totalmente innecesario, normalmente regido por<br />

enemigos de la orquesta. Algunos directores generales pensaban<br />

que la orquesta era una propiedad suya, que se podía dar<br />

graciosamente a<br />

las distintas ciudades<br />

como regalo: si<br />

el Director General<br />

era de Sevilla,<br />

había que ir a Sevilla,<br />

y si el Subdirector<br />

General era de<br />

Lugo, pues se iba a<br />

Lugo. Hice un plan<br />

para que se fuera a<br />

todas las ciudades<br />

españolas por turno;<br />

resultado: no le<br />

convino a nadie.<br />

Además, en aquellos<br />

años era mu/<br />

difícil tocar en muchas<br />

ciudades españolas,<br />

porque no<br />

existía la infraestructura<br />

adecuada<br />

para actuar con un<br />

mínimo de decoro.<br />

Con la inmensa la-<br />

bor musical que<br />

habla que hacer en<br />

España, la única obsesión de los Comisarios era apropiarse de<br />

la programación de la ONE, que, con poco más, era ¡o único<br />

que funcionaba musicalmente bien,<br />

Otro problema que la Nacional tuvo que afrontar en mi época<br />

fue la creación de la Orquesta de la Televisión: en aquella<br />

ocasión dije, de todas las formas posibles, que la enseñanza musical<br />

española estaba muy mal, y que habla muy pocos instrumentistas;<br />

desde el ministerio de Información y Turismo de Fraga<br />

me dijeron que eso era una "tontería', y que había músicos<br />

no para crear una sino diez orquestas. Creo que, pocos años<br />

después de todo esto, se ha podido ver que las orquestas nuevas<br />

se forman con músicos extranjeros, y algo no ha cambiado:<br />

la enseñanza española sigue siendo mala. Posteriormente, he tenido<br />

ocasión de dirigir dos veces a la Orquesta de RTVE y mi<br />

relación música! con este conjunto ha sido impecable.<br />

Durante mi etapa al frente de la Nacional se tomó una me-<br />

122 SCHERZO<br />

La Orquesta Nacional en el Po\oao de la Músico<br />

dida fundamental: dotar a la orquesta de una casa, que fue el<br />

Teatro Real. Creo que desde su entrada en el Real la ONE ha<br />

vivido su época más gloriosa: de menos de 50 conciertos<br />

anuales se pasó a más de 100; el éxito nos acompañó en casa<br />

o en giras españolas e internacionales (Alemania, Suiza, Italia,<br />

Hong-Kong, etc.); tuvimos llenos permanentes en el Real, y los<br />

abonos se daban hasta en testamento, porque ser abonado<br />

de la Nacional se consideraba un orgullo.<br />

De los años finales de mi etapa tengo un recuerdo agridulce;<br />

hasta el último día que yo dirigí me sentí a gusto en lo musical, a<br />

pesar de los problemas padecidos, no tanto por personas hostiles<br />

a mí o ia orquesta, como por la manifiesta incompetencia de<br />

algunos de nuestros responsables administrativos; en muchas<br />

ocasiones, la tontería es bastante más dañina que la mala voluntad.<br />

Lo único que siento de este tramo final de mis años de titularidad<br />

es que me pasaba el día viendo a ministros, subsecretarios,<br />

directores generales o comisarios para convencerles de<br />

que no estropearan la orquesta. El último año de mi titularidad<br />

fuimos de gira a Italia, y la crítica italiana nos recibió con los brazos<br />

abiertos, y en ¡a prensa se llegó a escribir que para Italia era<br />

un desdoro no tener una orquesta como la Nacional de España.<br />

Creo que seis meses después de mi marcha no hubieran escrito<br />

lo mismo, y siento decirio así. Dejé muchos años de labor,<br />

y pude haberme marchado mucho antes, de haber sabido que<br />

tanto esfuerzo se iba a tirar por la borda en unos meses. Como<br />

es lógico, no me arrepiento, en lo musical, de nada de lo vivido.<br />

Nunca me llevé mal con (os profesores de la orquesta, y en todos<br />

mis años jamás se hizo un expediente (cosa que sí se había<br />

hecho antes y se hizo después): la ropa sucia se lavaba en casa,<br />

y los problemas y líos (que los había) se resolvían dentro, nunca<br />

de puertas a fuera. Sí me duele, lo reconozco, el no haberme<br />

¡do cuando presenté la dimisión, porque yo entendía que era el<br />

momento de marcharme, después de esa gira por Italia que he


mencionado más amba; los mismos músicos de la Nacional me<br />

obligaron a retirar la dimisión, y luego, cuando la orquesta estaba<br />

de vacaciones, se me echó por la puerta falsa.<br />

He de decir que me siento orgulloso de muchas de las actividades<br />

programadas con la Nacional, como el ocio Mahler de<br />

1970-71, que creo fije algo muy importante en su momento:<br />

hoy nadie discutida a Mahler, pero habría que releer algunas de<br />

las cosas que por entonces se escribieron. La misión del director<br />

de orquesta, al programar, debe ser ir por delante de su<br />

tiempo. Creo que en los años 60 y gran parte de los 70, la Orquesta<br />

Nacional era el elemento principal de la música en España,<br />

y que los grandes directores, desde los Maazel, Mehta y Muti<br />

hasta Gulini, Abbado o Celibidache, venían a dirigir a la ONE.<br />

Espero que se me permita decir algo más: para la orquesta<br />

ha sido un golpe de gracia sacarla del Teatro Real; no voy a<br />

entrar en la financiación de la obra de reconversión del teatro,<br />

pero con el tiempo y el dinero gastados hasta hoy podrían estar<br />

funcionando el mismo Real como sala de conciertos, el<br />

Auditorio Nacional como válida segunda sala y un teatro de<br />

ópera nuevo, funcional y moderno. Entiéndase también otra<br />

cosa: el Auditorio Nacional está bien, pero no es el Real, sobre<br />

todo acústicamente; el Auditorio tiene mayores facilidades<br />

y comodidades, los músicos tienen mejores habitaciones y salas<br />

de trabajo, pero no se puede defender, a menos que se<br />

tenga un cerrojo por oído, que el Auditorio sueno mejor que<br />

el Real. Hay que felicitar, y yo lo hice en su momento, a José<br />

María García de Paredes, por hacer una obra espléndida que<br />

se puede comparar, como auditorio, con los mejores de esta<br />

época (el Santón Hall de Tokio, el Barbican de Londres), pero<br />

que no puede ponerse al lado del Concertgebouw de Amsterdam,<br />

de la Muslkverem de Viena o del mismo Teatro Real.<br />

Yo tengo un gran cariño, lógico y comprensible, a la Orquesta<br />

Nacional como institución. Deseo, claro es, lo mejor,<br />

para la orquesta y el coro. Pero deseo también que alguien,<br />

acaso un ministro, se decida, de una ve2, a agarrar por los<br />

cuernos el toro de la enseñanza musical. Somos un país capaz<br />

de crear una escuela superior de canto, cuya competencia no<br />

discuto, cuando no hay un teatro nacional de ópera. Nuestras<br />

orquestas, ¿las seguiremos formando con el reclutamiento de<br />

músicos checos, rumanos, alemanes o rusos? ¿Es que no vamos<br />

a tener nunca orquestas españolas? ¿Es que nadie, ningún<br />

ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />

sr/<br />

Grabación en el íeatro Monumental de la<br />

ONE con Rafael Frijhbeck de Bu/jos.<br />

Abajo: Ensayo en ei Santón Hall de Tokio<br />

con ío violinista Teito Ataetah durante to<br />

giro realizada por la Orquesto en i 987.<br />

FOTO: ROSLEDO-HARA<br />

político, va a tener las miras de reorganizar la enseñanza musical,<br />

aun sabiendo que, muy probablemente, él ya no estará en<br />

el cargo cuando su propuesta empiece a dar frutos, diez o<br />

quince años después? Si hay buenos músicos, más pronto o<br />

más tarde las cosas se abren camino. La Orquesta Nacional<br />

surge de la unión de cien músicos estupendos de dos orquestas,<br />

la Sinfónica y la Filarmónica, y de dos orquestas buenas salió<br />

una muy buena. Destruir una orquesta, no lo olvidemos<br />

nunca, no lleva más de tres meses; hacer una gran orquesta<br />

supone 25 años de trabajo, ¡por lo menos!<br />

Rafad Friihbeck de Burgos<br />

SCHERZO 123


DOSIER<br />

Transición<br />

La etapa de<br />

Rafael Frühbeck de Burgos<br />

El mazazo que supuso la desaparición del grandísimo<br />

Ataúlfo Argenta fue demasiado brutal como para<br />

que no sembrara por doquier, además de infinita<br />

tristeza, rabia y desesperación que también lo eran,<br />

e invencible sensación de orfandad. Y de haberse<br />

abocado a situación insoluble en lo que atañía a la búsqueda<br />

entre nuestros directores de un sustituto que se le pudiera<br />

acercar artísticamente al castreño siquiera un poco.<br />

Naturalmente, no escapaban a la idea quienes tenían que<br />

asumir, por imposible que fuera, la tremenda responsabilidad<br />

de cubrir la súbita vacante. Esto explica en alguna medida, me<br />

parece, que discurriera un lapso tan extenso entre la muerte<br />

de Argenta -creo que nunca suficientemente llorada por la<br />

música española- y la designación oficial de su sustituto en la<br />

titularidad de la Orquesta Nacional de España: Rafael Frühbeck<br />

de Burgos.<br />

Son, en efecto, cinco largos años prácticamente completos<br />

los que transcurren entre el fatídico 21 de enera de 1958 y el<br />

16 de noviembre de 19<strong>62</strong>, fecha del nombramiento oficial de<br />

Frühbeck. Lógicas dudas, más que justificada necesidad de<br />

consultas y mas consultas, explicable diversidad de preferencias<br />

entre los nombres que podían razonablemente contar,<br />

hacen comprensible ese plazo y aun otro mayor que se hubiera<br />

empleado. Bien es cierto que en ese interregno sin director<br />

titulan la Orquesta Nacional fue dirigida en cincuenta y<br />

cuatro de los doscientos<br />

cuarenta y un conciertos<br />

que ofreció por<br />

quien al cabo iba a<br />

ocupar de pleno derecho<br />

el puesto -lo que<br />

hace que se examine<br />

este periodo de transición<br />

dentro de la propia<br />

etapa frühbeckiana-,<br />

pero, en rigor, la<br />

designación oficial no<br />

se había producido.<br />

Cincuenta y cuatro<br />

conciertos de doscientos<br />

cuarenta y uno, decía,<br />

lo que no es pequeño<br />

porcentaje para<br />

una situación provisional<br />

como la que se vivía.<br />

Y ello, por más<br />

que haya de aclararse<br />

que mucho? programas<br />

se repetían en el ciclo madrileño del Palacio de la Música y el<br />

Monumental, y que uno concreto, el de ¿.o Atlántida, se interpretó<br />

por partida cuádruple, dos veces en Granada y sendas<br />

otras en Santander y San Sebastián. Porque la contnbución de<br />

Rafael Fríihbeck en el lapso de sede vacante -que había arrancado<br />

en el propio Palacio de la Música el 4 de diciembre de<br />

1954—no se limitó a atender las senes madrileñas, ni siquiera a<br />

cubnr las citas provinciales punteras como las mencionadas.<br />

Estuvo también al frente de la centuria nacional en todas estas<br />

124 SCHERZO<br />

Rofoel Fiühbeck fue ulular de la ONE durante más de quince orlos consecutivas.<br />

localidades extranjeras: Burdeos, Berna, Ginebra, Basilea, Zurich,<br />

St Gallen, París y Lisboa.<br />

No me parece ocioso recoger aquí la relación completa de<br />

los directores que ocuparon el podio de la Nacional en este<br />

periodo transiaonal, con expresión del número de veces que<br />

cada uno fue invitado. Aunque no fuera rnás que para que se<br />

advierta y conozca que. si bien con bastante menos asiduidad,<br />

también les fueron concedidas oportunidades a la práctica totalidad<br />

de los maestros españoles que hubieran podido contar<br />

para la designación definitiva. Es ésta, expuesta por el orden<br />

de la primera invitación cursada por la ONE a cada uno: Pedro<br />

de Freitas Branco ¡I), Enrique jordá (7). Eduardo Toldrá<br />

(8), Jesús Arámbam (9), Cari Schuricht (6), José Iturbi (4),<br />

Carlos Suriñach (1), Hans Schmidt-lsserstedt (3), Gothold É.<br />

Lessing (2), Igor Markevich (2). Jean Martinon (6), Sergiu Celibidache<br />

(16), Rafael Ferrer (I), Cristóbal Halffter (5, en todas<br />

limitada su actuación a dirigir su obra), Jascha Horenstein (6),<br />

Alberto Erede (3), Odón Alonso (17), Emest Ansermet (2),<br />

Heinrich Hollreiser (4). Frank Martin (2), Mario Rossi (16),<br />

Jean Foumet (5), Pierre Monteux (4), Helbert Albert (4), Laszlo<br />

Somogyi (4), Benito Lauret (8), Félix Prohaska (4), Theodore<br />

Vavayannis (2), Antal Dorati (2), Leopold Ludwig (5), Víctor<br />

Tevah (2), Christian Voechting (2), Georges Prétre (2) y<br />

Constantin Sirvestri (4).<br />

Por lo que se refere a los títulos más programados por<br />

Frühbeck en este periodo de pretitularidad, La Atlántida aparte,<br />

aparecen los primeros los también fálleseos de El sombrero<br />

de tres picos (ambas<br />

suites) y las Noches<br />

en /os jardines de España,<br />

seguidos por la<br />

Sinfonía del Nuevo<br />

Mundo de Dvorak, 1 la<br />

n° 104, «Londres» de<br />

Haydn; la obertura<br />

de Los esc/ovos fe/ices<br />

de Arriaga; el Don<br />

Quijote de Richard<br />

Strauss; la Heroica, la<br />

Quinta y el Tercer<br />

Concierto de Beethoven,<br />

la Renana de<br />

Schumann, diversos<br />

fragmentos wagnenanos<br />

La consagración<br />

de la primavera de<br />

Stravinsky, Don Quijo-<br />

te velando las armas de Osear Esplá, y las rodrigueras Mus<br />

para un ¡ardín (que se ofreció por primera vez) y Homenaje a<br />

la Tempronica.<br />

No faltaron otros nombres españoles -Montsalvatge, Toldrá,<br />

Albéniz, Remacha-, ni tampoco algún ejemplo de los entonces<br />

primerizos representantes de la que luego sena Generación<br />

del 51: Luis de Pablo (invenciones y Radial) Cristóbal<br />

Halffter (Microformas, Fantasía espoñola, desde Albéniz, e Himnum<br />

Heroicum Panegincum) y Manuel Ángulo (Dos contrastes).


epresentación nuestra se refiere. Hasta el punto de que, en<br />

proporción, lo es mucho menos -parco, quiero decir- que lo<br />

habría de ser la etapa frühbeckiana de titularidad oficial que<br />

voy ya a repasar.<br />

Los años de titularidad<br />

ti primer concierto de Rafael Frühbeck de Burgos al frente<br />

de la ONE, ya como director titular, tuvo lugar en el Palacio<br />

de la Música el 23 de noviembre de 19<strong>62</strong>, es decir una semana<br />

justa después de haberse producido el nombramiento ofi-<br />

Vioje de la ONE a Atenas en agosto de 1986, En lo foto uno de tos conciertos ofrecidos<br />

en el Coliseo Odedn.<br />

cial. El programa -repetido dos días más tarde, domingo, en el<br />

Monumental- figuraba Lo Atiántida de Manuel de Falla, completada<br />

por Ernesto Halffter. Junto a la amplia nómina de solistas<br />

que encabezaba la gran Victoria de los Angeles, colaboró<br />

con la Nacional y su flamante titular el tan entrañablemente<br />

unido a ellos Orfeón Donostiarra, dirigido entonces por el<br />

inolvidable Juan Gorostidi.<br />

La extensión con la que me he referido a la etapa interina<br />

me vale ahora para poder establecer esta afirmación: es posible<br />

deducir ya de ella, por los compositores más utilizados, lo<br />

que iba a ser la tónica programadora del Frühbeck titular, En<br />

buena parte, digo. Porque a los nombre? de Falla. Aibémz,<br />

Montsalvatge. Arriaga, Esplá o Rodrigo, entre los nuestros, y<br />

Strauss, Beethoven, Dvorak, Schumann o Haydn, entre los de<br />

fuera, vendrían a unirse algunos otros de la predilección del<br />

maestro burgalés, aunque no tantos como para que dejara de<br />

ser significativa la inclinación demostrada antes. Hubo, de todos<br />

modos, incorporaciones tan insistentes como las que protagonizaron,<br />

en lo foráneo, la segunda surte del Dofnis y Cloe<br />

de Ravel, la Miso de Réquiem de Verdi, la Sinfonía Fantástica de<br />

Berlioz, Un Réquiem alemán de Brahms, así como sus Sinfonías<br />

Segunda y Cuarta y los Carmina ñurana de Orff, el Mesías de<br />

Haendel, o Eí sueño de uno noche de verano de Mendelssohn,<br />

y sus oratorios Elias y Pautas. Y presencias mas espaciadas pero<br />

no menos indicativas de un criterio seleccionador como las<br />

tres Sinfonías últimas de Chaikovsky, la Segunda y la Octavo de<br />

Mahler, el Primer Condeno de Liszt, los más utilizados de Bartók<br />

y Prokofiev, Eí mar de Debussy, más a última hora... Llama<br />

la atención el poco Schubert y el poquísimo Mozart, del que<br />

entre los dos períodos, el de actuaciones como invitado y el<br />

de titularidad, de sus Sinfonías, Frühbeck sólo interpretó una, la<br />

n° 25, en sol menor.<br />

ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />

Entre nuestros autores, ha de añadirse enseguida a los títulos<br />

de Falla que se han señalado en el apartado antenor el<br />

muy empleado, una vez llegada la titularidad of cial, de La vida<br />

breve, incorporar el nombre de Turina, representado principalmente<br />

por las Danzas fantásticos, y citar los nombres, programados<br />

una vez al menos, de Guridi, Julio Gómez, Usandizaga,<br />

Casáis, Escudero o Muñoz Molleda, además de vanos otros,<br />

firmantes de nuestro género lírico. Y éstos otros -aquí sí ensayo<br />

la relación exhaustiva- pertenecientes a las generaciones<br />

del 5 I y siguiente: Luis de Pablo (Cuatro invenciones y<br />

E/éphants ivres), Cristóbal Halffter (Secuencias, Sinfonía para<br />

tres grupos instrumento/es, la cantata Ves, speak ouc. ves, en la<br />

que el compositor actuó de codirector, y Concierto<br />

para violonchelo y orquesta), Antón García<br />

Abril (Concierto pora insrvumentos de arco y Homenaje<br />

a Miguel Hernández), José Pens (Variaciones<br />

sobre un tema de Luis de Mían y Preámbulo<br />

para orquesta), Tomás Marco (Ángelus Novus),<br />

Leonardo Balada (Aurons), Agustín Bertomeu<br />

(Variaciones sobre una configuración), Joan<br />

Guinjoán (Tzakot, encargo de la ONE) y Carmelo<br />

Alonso Bemaola (Entrada).<br />

En el capítulo de las colaboraciones que Frühbeck<br />

reclamó, ya se ha hablado de su fidelidad al<br />

Orfeón Donostiarra, incluso cuando comenzó a<br />

contar con el Coro creado y dirigido por Lola<br />

Rodríguez de Aragón, denominado Coro Nacional<br />

a partir del mes de abnl de 1973. A ellos dos,<br />

Donostiarra y Nacional, sólo se unen en actuaciones<br />

repetidas el Orfeón Pamplonés, el New<br />

Philharmonia y la Escolanía de Nuestra Señora<br />

del Recuerdo.<br />

De las colaboraciones solistas no es posible<br />

hacer tampoco un recuerdo omnicomprensivo.<br />

Me voy a limitar a relacionar a los artistas cuya<br />

colaboración fue solicitada por el maestro en ocasiones suficientemente<br />

reiteradas o memorables: Gonzalo Soriano, José<br />

rturbi, Eduardo del Pueyo. Artur Rubmstein, André Watts, Alicia<br />

de Larrocha. Francisco Corostola y Enrique Pérez de Guzmán,<br />

entre los pianistas; Agustín León Ara, Chnstian Ferras,<br />

Víctor Martín, Salvatore Accardo, Henrik Szeryng, Yehudi Menuhin<br />

y David Oistrakh, entre los violinistas: Gaspar Cassadó y<br />

Pedro Corostola, entre los chelistas: Rafael López del Cid y<br />

Eleina Shaffer, entre los flaustistas; Narciso Yepes y Alirio Díaz,<br />

entre los guitarristas; el arpista Nicanor Zabaleta; la concertista<br />

de castañuelas Lucero Tena y las sopranos Victoria de los Angeles,<br />

Gundula Janowitz e Isabel Penagos.<br />

Y añadiré, en sendos grupos, a aquellos intérpretes que mayor<br />

asiduidad colaboradora prestaron en dos de los títulos<br />

más queridos por Rafael Frühbeck, Lo vida breve y Lo pasión<br />

según San Mateo. Las sopranos Ana Higueras, Angeles Gulín,<br />

Enriqueta Tarrés y Teresa Toumé, las contraltos Inés Rivadeneyra<br />

y Alicia Nafé, el tenor Julián Molina y el barítono Luis Villarejo.<br />

en la primera; y Luis Antón, Juan Palau, después José<br />

Fernández, violines; Louis Devos, tenor, Norma Procter, contralto,<br />

y Wieland Kuijken, viola da gamba, en la segunda.<br />

Porque, en efecto, tan pronto se vio Frühbeck nombrado titular,<br />

inició una costumbre que mantendría inalterada durante<br />

todo su mandato: la de interpretar todos los años, en fechas<br />

inmediatamente anteriores a la Semana Santa, la Pasión según<br />

San Mateo de Johann Sebastian Bach. Coro colaborador f jo: el<br />

fraternal Orfeón Donostiarra. La decisión no se hizo esperar,<br />

como he dicho. Si el nombramiento se había producido el 16<br />

de noviembre de 19<strong>62</strong>, los días 5 y 7 de abril siguiente ya subía<br />

a los atriles nacionales la monumental página.<br />

Por más que haya que completarla en abundancia, también<br />

sirve para este apartado la relación de directores invitados por<br />

SCHERZO 125


DOSIER<br />

la ONE en su periodo de orfandad, Y sirve, porque un considerable<br />

número de tos citados repitió presencia, o presencias,<br />

en el de la titularidad frühbeckiana propiamente dicha. Estos:<br />

Enrique Jordá (6), Cari Schuricht (2), José iturbi (4), Hans Schmidt-lsserstedt<br />

(9), Sergiu Celibidache (II), Cristóbal Halffter<br />

(18). Jascha Horenstein (9), Odón Alonso (4), Mario Rossi<br />

(19), Jean Foumet (6), Laszlo Somogyi (3), Benito Lauret (10),<br />

Hermann Scherchen (9), Antal<br />

Dorati (8), Georges Prétre (2) y<br />

Constantin Silvestri (2).<br />

Los demás -los invitados ex novo,<br />

quiero decir, siendo ya titular<br />

Frühbeck- son, por su parte, todos<br />

estos: Ernesto Halffter (2, una<br />

de ellas parcial). Sir Malcolm Sargent<br />

(2), Eugen Jochum (3), Willem<br />

van Otterloo (12), Jean Martinon<br />

(10), Walter Susskind (2),<br />

Paul Kletzki (14). Lorin Maazel (6),<br />

Efrem Kurtz (9), André Vandemoot<br />

(13). Frtetz Rieger (17), Ferdinand<br />

Leitner (16), José María<br />

Franco Gil (15), Karl Richter (2),<br />

Luis María Millet (2), Charles<br />

Münch (l2),,Maurice Le Roux (6),<br />

Enrique García Asensio (3), Zubin<br />

Mehta (16), Guillermo Espinosa<br />

(I), Vicente Spiteri (19), Fiero Bellugi<br />

(2), Lovro von Matacic (22),<br />

CANTATA<br />

Dimitri Chorafas (3), Claudio Abbado (2), Cari Melles (14),<br />

Heribert Esser (5), Antonio Janigro (2), Sergiu Comissiona (2),<br />

Wolfgang Sawallisch (9), Sixten Ehriing (3). Pedro Pirfano (13).<br />

Carios Chávez (I), Theo Alcántara (18), Moshe Atzmon (19).<br />

Jan Krenz (6), Jerzy Senkov (10), Antonio Ros Marbá (21),<br />

Franz-Paul Decker (12). Henryk Czyz (3), Witold Rowicki<br />

(25), Arturo Tamayo (7, uno de ellos colaborando con Dufallo),<br />

Richard Dufailo (I), Serge Baudo (4), Janos Ferencsik (3),<br />

Cario Mana Giulini (3), Jesús López Cobos (10). Stanislaw<br />

Wislocki (3), Roberto Benzi (6), Silva Pereira (I), Riccardo<br />

Muti (6), Christoph Dohnányi (3), Zdenek Macal (18), Okko<br />

Kamu (3). István Kertész (6), Eirch Leinsdorf (3), Dean Dixon<br />

(3), Wilfried Boettcher (3), Vádav Neumann (3), Michael Tilson<br />

Thomas (3), Lawrence Foster (3), Eliahu Inbal (6), Luis<br />

Antonio García Navarro (16). Peter Eros (3), Kyril Kondrashin<br />

(3), Un Segal (3), Carmelo Llórente (I, de segundo director),<br />

Eugeny Svetlanov (3), Yuri Temirkanov (3), Edouard Serov<br />

(e), Krzysztof Penderecki (3), Yuval Zaliouk (3). Andrew Davis<br />

(3), Aldo Ceccato (6), Michi Inoue (3), Guido Ajmone Marsan<br />

(3), Stanislaw Skrowaczewski (6), Michel Ganot (I), Gerd Albert<br />

(6), Paavo Berglund (3), Dimrtri Kitaenko (3). Miguel Ángel<br />

Gómez Martínez (5), Luis Izquierdo (I), Alexander Gibson<br />

(6), Ench Bergel (3), Helmuth Rilhng (3), Piero Gamba (I), Leif<br />

Segerstam (3) Paul Sacher (3). Lukas Foss (3). Isidoro García<br />

Polo (3), Theodor Guschlbauer (3) yjosé Mana Cervera (3).<br />

Reducidas a números las actuaciones de titular e invitados,<br />

resurta que fueron seiscientas cuarenta y ocho las del primero<br />

-además de las cincuenta y cuatro del período anterior- y setecientas<br />

justas las de los maestros invitados, además también<br />

de las doscientas cuarenta y una que sumaron las de los que<br />

lo fueron en la etapa vacante. Se acerca al cincuenta por ciento,<br />

pues, el porcentaje de veces que se puso Frühbeck al frente<br />

de su orquesta en los quince años largos de titulandad.<br />

La orquesta visitó en ese plazo, Madnd aparte, todas estas<br />

localidades, siendo las tres pnmeras las más beneficiadas, con<br />

diferencia, por los respectivos Festivales Internacionales y<br />

Quincena, en el número de presencias: Granada, Santander,<br />

San Sebastián, Sevilla, Barcelona, Bilbao, Zaragoza, Oviedo, G¡-<br />

J2CÍSCHERZO<br />

jón, Logroño, La Coruña, Cuenca, Huesca, Valencia, Salamanca.<br />

León, Pamplona, Las Palmas de Gran Canana, Santa Cruz<br />

de Tenerife, Castro Urdiales, Alicante, Alcoy, Elche, Pollensa,<br />

Barbastro. Cádiz, Algeciras, Santiago de Compotela, La Granja,<br />

Toledo, Valladolid, Cádiz, Palma de Mallorca y Vitona. entre<br />

las españolas, y Hong-Kong, Pescara, Roma, Perugia, Bolonia,<br />

Turín , Atenas, Lisboa, Coimbra, Oporto, Florencia, Bérgamo,<br />

C. di Massa, Brescta, Lugano,<br />

Laussane, Berna. Zunch, Basilea,<br />

Montreaux, Hannover, Bremen,<br />

Kiel, Frankfurt, Nürenberg, Landau<br />

y Kassel, entre las extranjeras.<br />

•:i+ v<br />

Cubierta de la cantata Yes, Speak out yes de Cristóbal Halffler escnta<br />

en (968 pora conmemorar curiosamente 20 años de Derechos Hu-<br />

mónos en España.<br />

Conciertos de significación especial<br />

y otras efemérides<br />

I odavla dentro de la etapa en<br />

la que el podio de la ONE estuvo<br />

vacante, parece oportuno reseñar<br />

algunos conciertos de la<br />

agrupación que revistieron carácter<br />

especial, relacionados, en todos<br />

los casos, con Ataúlfo Argenta.<br />

Así, en los del 31 de enero<br />

y 2 de febrero de 1958, en el<br />

Palacio de la Música y el Teatro<br />

Monumental, respectivamente,<br />

Eduardo Toldrá tuvo el gran detalle de hacerse cargo del mismo<br />

ejemplar programa que había confeccionado para esas fechas<br />

el inolvidable director castreño. Merece la pena recordarlo:<br />

La novia vendida (obertura) de Smetana, el Concierto pofo<br />

piano y orquesta n" 2 de Chopin (con Nikita Magaloff de solista),<br />

Dos movimientos para timbal y cuerda de Cristóbal Halffter,<br />

y el Concierto para orquesta de Bartók.<br />

En el mes de agosto del mismo año 1958, en el segundo de<br />

los tres conciertos que dirigió a la Nacional Alberto Erede en<br />

Santander los días 19, 20 y 22 -con la obertura Leonora 3 y la<br />

Novena beethoveniana en programa-, se descubrió en la Plaza<br />

Porteada la placa conmemorativa del Ciclo de las Sinfonías del<br />

mismo compositor que Argenta había dirigido al conjunto entre<br />

el I y el 10 de agosto de 1953,<br />

Deben señalarse también los conciertos del 23 y 25 de enero<br />

de 1959, respectivamente en el Palacio de la Música y el<br />

Monumental, en los que Jascha Horenstein dingíó a la Nacional<br />

y al Orfeón Donostiarra, con Mana Stader y Derrik Olsen<br />

de solistas, la Obertura trágica y Un Réquiem alemán, ambos de<br />

Brahms, en memoria del castreño.<br />

Si ros trasladamos ya a la etapa de titularidad de Frühbeck,<br />

nos encontramos con que el 16 de junio de 1964, se celebraron<br />

en la sala del Ministerio de Información y Turismo los llamados<br />

25 años de paz con un concierto de los mismos conjuntos,<br />

al mando ahora del burgalés. en el que junto a Cuevas<br />

de Nerja de Angeí Arteaga, y cuatro números de Lo Atlántida<br />

se estrenaron Testimonio de Luis de Pablo, Secuercios de Cristóbal<br />

Halffter, y Visión profetice de Miguel Alonso. El 6 de octubre<br />

del año siguiente, se celebra con un concierto de la Nacional<br />

en el teatro Español -concierto dingido por Frühbeck, y<br />

con Tunna, Rodrigo y Falla en el programa- la apertura de la<br />

63 Sesión del Comité Olímpico Internacional. Un año y una<br />

semana más tarde, el 13 de octubre de 1966. tendría lugar la<br />

solemne inauguración del teatro Real como sala de conciertos.<br />

Lo harían la Orquesta Nacional y el Orfeón Donostiarra, a las<br />

órdenes del titular de la primera, con la suite Homenajes de<br />

Falla, y la Novena beethoveniana en programa Solistas: Isabel<br />

Penagos, Norma Procter, Hans Hoppe y Víctor de Narké. Fue


un jueves, y los sucesivos viernes, sábado y domingo supusieron<br />

el comienzo de la triple actuación semanal de nuestra primera<br />

agrupación sinfónica.<br />

No es posible ya, por razón de espacio, continuar recogiendo<br />

con el detalle empleado hasta aquí los sucesivos conciertos<br />

que. dentro de la etapa de titularidad de Friihbeck, son dignos<br />

de recordación. SI cabe, en todo caso, agruparlos en una sucesión<br />

de referencias más o menos telegráficas que, como la<br />

gran mayoria de los datos anteriores, tomo del libro 40 Años<br />

de Orquesto Nacional de su antiguo violinista y miembro fundador,<br />

Luis ALonso, a quien rindo recuerdo de gratitud y votos<br />

de mejoría en estos momentos en que escribo en los que<br />

atraviesa dura quiebra de salud: celebración del primer centenano<br />

de Rubén Dario (18 de enero de 1967 en el Real, con<br />

programa Falla); conciertos homenaje a la memoria de Ataúlfo<br />

Argenta (19, 20, 21 de enero de 1968 en el Real, con programa<br />

Brahms); se presenta el Coro Nacional con este nombre<br />

(6, 7 y 8 de abril de 1973, con Un Réquiem alemán del propio<br />

Brahms. En octubre de 1967 se habla presentado con la Nacional<br />

con la denominación de Coro del Teatro Real, y desde<br />

diciembre de 1971 venia actuando con la de Coro de la Escuela<br />

Supenor de Canto, en los tres casos con Lola Rodríguez<br />

de Aragón como directora); homenaje a Ataúlfo Argenta en<br />

el teatro de su nombre de Castro Urdíales (21 de agosto de<br />

1973, con conferencia de Antonio Femández-Gd con el titulo<br />

Ataúlfo Argenta, quince años después); Rafael FnJhbeck celebra<br />

su concierto número 500 (25 de agosto de 1973, en el teatro<br />

Victoria Eugenia de San Sebastián); homenaje a Joaquín Tunna<br />

(25, 26 y 27 de octubre de 1974, en el Teatro Real y con<br />

programa monográfico del compositor sevillano); la ONE ce-<br />

del General Franco en diciembre de í 965 o Jos músicos de la orquesta capitaneados<br />

por Frfíhbede de Burgos<br />

lebra su concierto 2000 (27, 28 y 29 de febrero de 1976. en<br />

el Real); homenaje a Pablo Casáis en su primer centenario<br />

(19, 20 y 21 de noviembre de 1976 en el Real, con E! Pesebre<br />

en los atriles y la colaboración del Orfeó Cátala). Como seguramente<br />

no haría falta aclarar, todos estos conciertos fueron<br />

dirigidos por el maestro cuya titularidad glosamos.<br />

Apunte crítico sobre el período de titularidad<br />

A la hora de ensayar un juicio resumido sobre la etapa Frühbeck,<br />

es menester realizar un ejercicio previo de equilibrio y<br />

mesura. O, mejor, un esfuerzo por olvidar. Por olvidar cuanto<br />

se escuchó y se escucha sobre la labor realizada en esa etapa<br />

ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />

por el director burgalés, teñido casi todo, no sé muy bien por<br />

qué, del más extremoso de los radicalismos, positivos o negativos.<br />

Porque, como casi siempre sucede, ni todo lo hecho<br />

por él puede, en modo alguno, ser denigrado, ni tampoco<br />

puede ser defendido todo como arquetipo del bien hacer y<br />

del bien planificar. No es nada fácil, pero, así y todo, voy a intentar<br />

separar, con la cabeza fría y lo más objetivamente que<br />

me sea posible, el grano de la paja.<br />

Por comenzar por cuantas consecuciones elogiables, acertadas<br />

y aún ejemplares se pueden espigar en la gestión de Rafael<br />

Frühbeck, nos tropezamos de entrada con algo que no parecía<br />

ni siquiera viable. Haber sabido, y relativamente pronto,<br />

hacer prender de nuevo la llama del interés, de la devoción y<br />

del apoyo alrededor de la Orquesta Nacional de España, venciendo<br />

lo que parecía imposible: el alejamiento, la vuelta de<br />

espaldas de un fidelísimo y amplio grupo de aficionados que<br />

tenían puesta toda su esperanza en el espléndido tándem Argenta-Nacional.<br />

Luego habría de colocarse en el haber frühbeckiano la forma<br />

en que, con la de haberse captado las voluntades de la<br />

mayor parte de aquel grupo de aficionados, se ganó también<br />

la de la totalidad, o práctica totalidad -comentarios directos<br />

escuchados muchas veces me permiten afirmarle- de los profesores<br />

a sus órdenes. Producto ello de una de las principales<br />

virtudes del director seguridad de mando tal y atención tal a<br />

proporcionar toda y cada una de las entradas, que tocar con<br />

él suponía para aquéllos un seguro a todo nesgo.<br />

Fue la etapa Frühbeck. asi, quizá excepto sus muy últimos<br />

años, una época en la que el nivel ejecutor de la Nacional fue<br />

excelente, con instrumentistas de pnmera fila, motivados y entregados,<br />

y no sólo en los primeros atriles, sino<br />

en la generalidad de ellos. Las caraceristicas dirertonales<br />

del burgalés, por una parte; las que se<br />

acaban de señalar de los profesores, por otra,<br />

determinan entre todas una nota más del período:<br />

no disimulado amigo de las monumental idades,<br />

Frühbeck redondeó con la Nacional, en versiones<br />

de oratorios, cantatas o misas de réquiem<br />

que -pese a cuanto se haya dicho por los puristas<br />

a ultranza- permanecen en la mente de todos,<br />

su extraordinaria capacidad, su aptitud fuera<br />

de sene para armar esos magnos edificios sonoros<br />

con segura y brillante espectacular!dad. Se<br />

estará de acuerdo o no con algunos de sus enfoques.<br />

No podrán ponerse en duda, en ningún caso,<br />

sus grandes triunfos en lo sinfónico-coral.<br />

¿Carencias o lagunas en la etapa? Claro que las<br />

hubo. Aunque vaya por delante que, vistas con la<br />

perspectiva de la que ahora se dispone, pesan<br />

menos, sin duda, que los logros. Que si Frühbeck,<br />

maestro reconocido en lo monumental, lo<br />

fuera algo menos en los refinamientos expresivos,<br />

en las sutilezas y transparencias sonoras o,<br />

por entonces, en la profundización en anchuras brahmsianas,<br />

pongo por caso, puede representar el costado menos dominado<br />

por él como ejecutor e intérprete. Que quizás no acostumbrara<br />

lo suficiente a la orquesta a entender también paisajes<br />

más contenidos y menos densos, como los del primer clasicismo<br />

vienes -no el Beethoven avanzado, claro- y los<br />

barrocos instrumentales; que, como programador de una orquesta,<br />

oficial, desconociera casi la música de fuera posterior a<br />

Stravinsky y atendiera con excesiva cicatería -poco más que<br />

una página por año- a ías generaciones últimas, pueden ser las<br />

lagunas de una gestión en la que en cualquier caso, repito, el<br />

haber venció claramente al debe.<br />

Leopoldo Hontañón<br />

SCHERZO 727


DOSIER<br />

Una titularidad y una transición<br />

Nueva savia: sarto hacia adelante<br />

Hablar transcurrido quince años desde que Frühbeck<br />

de Burgos se había hecho cargo de la titularidad<br />

de ¡a ONE. Nada hacia presagiar que esta<br />

situación pudiera cambian y menos de manera<br />

repentina. Pero asi sucedió: Jesús Aguirre, primer<br />

director general de la música de ía democracia, dio un sorprendente<br />

golpe de timón y deten-niño, por decreto, el cese<br />

del burgalés. Existían sin duda razones objetivas de cierto peso<br />

que avalaban una decisión semejante. Entre ellas: un evidente<br />

agotamiento de la formación, obediente durante demasiado<br />

tiempo a las órdenes de la misma mano rectora; escasas cualidades<br />

de ésta en lo referente a la ideación programadora, poco<br />

ágil, nada novedosa y sometida a una inevitable rutina; relativa<br />

habilidad del titular para mantener -contando con una<br />

apreciable pérdida de calidad del conjunto, conocedor de mejores<br />

épocas- un régimen de ensayos suficientemente didáctico<br />

y ennquecedon; dadas las caracteristicas un tanto autoritarias<br />

de Frühbeck, aparición de ciertos brotes de descontento<br />

laboral; la conscienoa de que una resolución tal entraba en la<br />

normalidad del funcionamiento<br />

de cualquier agrupación sinfónica,<br />

rara vez atada o unida<br />

a una misma batuta durante<br />

más de cuatro o cinco años<br />

(las excepciones, que las hay,<br />

están por supuesto en la mente<br />

de todos).<br />

Pero el anuncio de la marcha<br />

del director no fue bien<br />

recibido ni por el grueso de lo<br />

que podríamos llamar fuerzas<br />

vivas conservadoras -entre<br />

ellas, la mayoría de los tradicionales<br />

abonados y la práctica<br />

totalidad de la prensa-, ni por<br />

la propia Nacional, ésta fundamentalmente<br />

por un prurito<br />

de protagonismo hendo al ser<br />

adoptada la decisión unilateralmente<br />

por la administración,<br />

sin que los instrumentistas hubieran<br />

participado, a favor o<br />

en contra, en ella. El descontento<br />

aumentó cuando se supo<br />

el nombre del sustituto:<br />

Antoni Ros Marbá, un catalán<br />

no especialmente apreciado ni<br />

conocido en Madrid, a pesar<br />

de que aquí habla desempeñado<br />

durante unos años la dirección<br />

-en régimen de cotrtularidad<br />

con García Asensio— de la<br />

Orquesta de la Radiotelevisión<br />

y de que había dado muestras, quizá necesitaba un tanto un cambia tímidas, de de aires. sensibilidad,<br />

preparación y rigor musicales. La recepción que se<br />

hizo en el Real no fue precisamente calurosa y tardó sus buenos<br />

tres o cuatro meses en notar que su hacer empezaba a<br />

calar en el respetable, gran parte del cual no le llegó nunca a<br />

perdonar que viniera a sustituir a Frühbeck Con todo ello,<br />

Ros se encontró un panorama más bien hostil que determina-<br />

128 SCHERZO<br />

ba caras largas o suficientes en los ensayos y que promovía algunas<br />

injustas tomas de postura en los medios de comunicación<br />

-como ejemplo, un cruel trabajo de Ernesto Halffter publicado<br />

en Va- Prácticamente, sólo se mantuvo al margen de<br />

este apriorismo critico la revista Ritmo, que defendió siempre<br />

la opción Ros Marbá como posible motor de un cambio:<br />

mientras no se demostrara lo contrario, suponía una esperanza,<br />

una apuesta para intentar corregir una situación en ciertos<br />

aspeaos estancada.<br />

Apertura a sinistra<br />

Frente a la ya comentada rutina, en la que, después de tres<br />

quinquenios con la misma titularidad, habla caído la Nacional<br />

-las buenas cualidades de su rector hasta entonces no eran ya<br />

idóneas para superar el marasmo-, bueno fue que, luego de algunos<br />

meses de observación de la realidad y antes de dirigir, ya<br />

como titular de hecho y de derecho, su primer concierto, Ros<br />

Marte, apoyado desde la gerencia por Jorge Rubio, sentara las<br />

bases de una selección programadora que sin duda obedecía a<br />

premisas diferentes de las<br />

mantenidas hasta el momento<br />

y que abogaba por un mayor<br />

compromiso, una más clara<br />

diversidad de repertorios y<br />

una más vigorosa imaginación.<br />

Su primer concierto oficial como<br />

titular tuvo lugar en el Real<br />

el 20 de octubre de 1978.<br />

En programa (repetido el 21<br />

y el 22), Villanesca de Bemaola,<br />

Concierto n" ! para piano<br />

de Brahms (con Weissenberg)<br />

y la Quinta Sinfonía de<br />

Prokofiev. No hay espacio<br />

aquí -dentro de un trabajo<br />

que se integra en un dosier<br />

que pretende nada menos<br />

que recoger medio siglo de<br />

existencia de la orquesta- para<br />

reseñar ni siquiera los hitos<br />

y líneas de actuación más sobresalientes<br />

de aquella etapa.<br />

Habrá, pues, partiendo de esa<br />

fecha y de la consignación del<br />

excelente y buscado equilibrio<br />

de ese primer concierto.<br />

que resumir a grosso modo las<br />

características que definieron<br />

las tres temporadas en las<br />

que el director barcelonés rigió<br />

los destinos de la ONE y<br />

que suponían, como ya se ha<br />

A Antont Ros Marta le locú vivir los ortos mus di/rales de uno orquesto que apuntado, un viraje con respecto<br />

a la larga singladura anterior.<br />

Repasando ahora aquellas programaciones y recordando las<br />

sendas por las que discurrieron, cabe sentar estos puntos básicos<br />

de estructuración general: I) una -hay que insistir en ellomayor<br />

fantasía y variedad en la selección; 2) contratación de<br />

dos o más directores de talla, capaces de comunicar al conjunto<br />

los conocimientos necesarios para mejorar una indiscutible


endeblez y potenciar sus no<br />

menos indiscutibles cualidades,<br />

aptos para organizar adecuados<br />

sistemas de trabajo y plantear<br />

ennquecedoras sesiones de ensayo;<br />

3) llamada a dos o mas<br />

orquestas de relieve en el panorama<br />

europeo, útiles no ya<br />

para el solaz del respetable, sino<br />

para obtener un interesante<br />

contraste con la de casa y ofrecer<br />

a ésta (a sus componentes)<br />

la posibilidad de, tras la escucha,<br />

extraer las oportunas consecuencias;<br />

4) intento de ampliar<br />

la presencia de la música<br />

española y de requerir, mediante<br />

encargos, la intervención<br />

de nuestros -jóvenes y menos<br />

jóvenes- compositores, objetivos<br />

éstos que nunca se han llegado<br />

a cumplir del todo.<br />

Siguiendo este cuadro de teóricas<br />

buenas intenciones, puede<br />

considerarse que esta pnmera<br />

-y corta: 19 conciertostemporada<br />

de la era Ros fue tirando<br />

a estimulante. Anotemos<br />

rápidamente lo esencial, En pnmer<br />

lugar, tres programas del<br />

propio titular que, con el indicado<br />

y algún otro, dan idea de<br />

buen criterio: Miso n" 2 y Novena<br />

Sinfonía de Schubert; Sinfonía<br />

concertante de Haydn, Fantasía<br />

castellana de Del Campo<br />

y El mandarín maravilloso de<br />

Bartók; Concierto n° 3 para pia-<br />

Lo Orquesta Nacional y el Orfeo Caíalo con Ros Marbá en el Palau barcelonés<br />

en 1982.<br />

ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />

más bien accidentado por<br />

la huelga del Coro Nacional,<br />

aun dirigido artística y<br />

técnicamente por Lola Rodríguez<br />

de Aragón. Se implantaba<br />

también en este<br />

curso el ciclo paralelo llamado<br />

de Cámara y Polifonía,<br />

hoy ya por su 14 edición.<br />

La temporada 1978/80,<br />

asentadas las bases de una<br />

nueva, aunque lógicamente<br />

emparentada con la anterior,<br />

manera de hacer, traería<br />

buenos frutos y, en conjunto,<br />

sería más completa y<br />

también más larga (24 sesiones<br />

de tres conciertos<br />

cada una en lo que respecta<br />

al ciclo sinfónico, que es<br />

el que nos interesa). Tres<br />

estrenos absolutos (junto a<br />

varias primeras audiciones)<br />

indicaban la mayor preocupación<br />

por lo nuevo: ínteracciones<br />

de González Acilu,<br />

Cántico de los soledades de<br />

Alís y Gtío cadencia! en torno<br />

o falla de Rodríguez Albert<br />

(el anunciado de Conté<br />

de Olavide no llegó a producirse).<br />

Ros empezaba<br />

con el War Réquiem de<br />

Bntten y brindaba, entre<br />

otros cosas de relieve, un<br />

programa tan enjundioso y<br />

equilibrado como éste; Ri-<br />

no de Beethoven, Sine Die de Olavide y Muerte y transfiguración<br />

de Richard Strauss. En el capitulo de directores invitados cercana de Bach-Webern, Tres fragmentos de Wozzeck de<br />

hubo nombres importantes: primero, Giuliní (no volvió ya con Berg, Kol Nidre de Schoenberg y Magníficat de Bach. Real-<br />

la ONE) y luego Inbal, Ahronovitch, Lutoslawski (con compomente ejemplar. Celibidache, con cuatro conciertos previssiciones<br />

propias), Jarvi (por entonces poco cotizado), Herbig tos, sólo llegaba a dar dos por las causas antedichas y desa-<br />

y, sobre todo, Celibidache, con cuatro conciertos distintos, parecía para siempre del horizonte de la Nacional. Se anun-<br />

con disposiciones tan atractivas como éstas: Quinto de Sibelius, ciaba a jochum con la Nacional Francesa, pero el viejo<br />

Réquiem de Fauré; Sinfonía concertante K. 297 de Mozart, maestro andaba ya rnuy pachucho y no vino; sí lo hizo en su<br />

Cuarta de Bnjckner, Quem vidistí pastorem de Gabrieli, Sinfoníalugar<br />

el corajudo Ahronovitch con la de la Radio de Ham-<br />

de los salmos de Stravinsky, Noches de Falla, Pinos de Respighi. burgo. Otras formaciones extranjeras eran la de Cámara de<br />

Era el comienzo de lo que se preveía y se quería una larga co- Moscú, la Tonhalle de Zurich (a la que Albrecht dirigió una<br />

laboración entre la orquesta y el maestro rumano, que hizo muy estimable Noveno de Bruckner), la Sinfónica del Estado<br />

tocar a aquélla como hacía mucho que no tocaba. El idilio, y de la URSS (con Svetlanov). Por el podio destilaban entre<br />

las ventajas artísticas derivadas de él, duró poco: a la tempora- otras batutas las de López Cobos -que iniciaba un mayor y<br />

da siguiente, una vez más, agrupación y director se tiraron los más permanente contacto-, Mata, Tchakarov, Gilbert Amy,<br />

trastos a la cabeza. Intolerancia e incomprensión de la una; fa- García Navarro y, en particular, Igor Markevitch (dos conlla<br />

de paciencia y de mano izquierda del otro echaron por tieciertos, uno de ellos con su Le Paradis perdu), que volvía a<br />

rra los excelentes propósitos e impidieron en buena medida España después de varios años de ausencia tras su etapa con<br />

que el conjunto recuperara gran parte de su pasado esplen- la Orquesta de la Radiotelevisión Española.<br />

dor, que, muchos años atrás, había contribuido a forjar la misma<br />

batuta.<br />

La tercera temporada de Ros Marbá se inauguraba con un<br />

nuevo sistema de abonos: se establecía por primera vez más<br />

de un tumo (A y B en esta ocasión) y se comenzaba a dar<br />

Nada menos que cinco formaciones foráneas actuaron en así oportunidades a personas que en su día no hubieran teni-<br />

esta temporada 78/79: las sinfónicas de Berlín {con Herbig), do la fortuna de obtener una suscripción de tipo vitalicio. Se<br />

Gurzenich de Colonia (con Ahronovitch), y Ciudad de Bar- anunciaban estrenos de Olavide (de nuevo, Conté), Guerrecelona<br />

(con Bottcher. después de haber estado anunciado ro (fallido), Villa-Rojo, Montsalvatge y Francisco Cano. De 24<br />

Mario Rossi) y las de cámara de la Fundación Gulbenkian y conciertos, el titular se reservaba 8, mientras que todos los<br />

St Martin-in-the-fields (ésta con Hertay, que dirigió Israel en demás directores participaban sólo en uno. Entre ellos, gente<br />

Egipto de Haendel), con sus respectivos coros. El final de la de talla, como Inbal, Sawalhsch, Previn y Rattle, los tres últi-<br />

serie, que cerraba Ros con la Sinfonía n" 2 de Mahler, fue mos al frente, respectivamente, de la Sinfónica de Viena (pa-<br />

SCHERZO 129


DOSIER<br />

ra una notable Cuarta de Bruckner), la Sinfónica de Londres<br />

(excelente Décima de Shostakovich) y Philharmonia (magistral<br />

Sinfonietxa de Janácek), formaciones que sin duda embellecían<br />

y dotaban de entidad al ciclo. Ros organizaba una hermosa<br />

sesión con tres obras dedicadas a Don Quijote de<br />

otros tantos compositores, Gombau, Esplá y Strauss, y proponía<br />

dos monumentales<br />

oratorios: la Pasión según<br />

Son Moteo de Bach (con<br />

el Coro de Cámara de<br />

Estocolmo, de Ericson) y<br />

Los estocíones de Haydn,<br />

mientras López Cobos situaba<br />

en atriles la Fausto<br />

de Liszt y Encinar recibía<br />

su bautismo con la ONE<br />

con un programa novedoso:<br />

Villa-Rojo (estreno),<br />

Bartók e Ivés (Sinfonía<br />

n° 2). Un bautismo<br />

que había recibido en<br />

1979 otra joven batuta<br />

española, antecesora de<br />

la citada al frente del<br />

Grupo Koan: Arturo Tamayo,<br />

con un programa<br />

en el que se incluán nada<br />

menos que la Sinfonía de<br />

Cámara op. 9 de Schoenberg<br />

y Ancora una volta<br />

de Coria (estreno).<br />

Al cabo de esta temporada 80/81, de corte evidentemente<br />

atractivo y de resultados finales encomiables, la crisis entre<br />

el titular y la orquesta, que se venía anunciando hacía<br />

meses y que había nacido quizá en el mismo momento en el<br />

que Ros Marbá había aceptado el puesto, estalló; ya se sabía<br />

que no habría continuidad y que el alejamiento, hasta ese<br />

instante espiritual y de cntenos, pasaría a ser también físico.<br />

Es curiosa la incapacidad de la orquesta para entender al director<br />

y notable la de éste para ensimismarse y encogerse<br />

ante unos instrumentistas que en su mayoría no le habían<br />

mirado con buenos ojos y que minaban poco a poco la poca<br />

autoridad que en aquel tiempo él se encontraba en disposición<br />

de desplegar. Lastima porque, como se ha demostrado<br />

luego hasta la saciedad, Ros es un músico muy serio y responsable,<br />

que, con un buen ambiente de trabajo, tranquilidad<br />

y horas de ensayo, puede obtener excelentes resultados<br />

en lo tocante a calidad tímbnca y sutileza acentual, bases a la<br />

hora de intentar la búsqueda de la expresión artística más<br />

auténtica. Algo que se ha demostrado posteriormente, con<br />

la RTVE y con la misma ONE, cuando los nervios del compromiso<br />

no atenazaban hasta ese punto al director barcelonés<br />

y cuando los músicos han dejado de lado estúpidos prejuicios<br />

y han comprendido que el gesto no lo es todo en un<br />

maestro.<br />

El interregno<br />

U<br />

vez con más fuerza. No resultaba chocante porque el zamorano,<br />

cotizado ya en el extranjero tras años de brega y que<br />

había demostrado, con la propia Nacional y con la Orquesta<br />

de la Radiotelevisión, aptitudes innegables, se asentaba firmemente<br />

como un seno y nuevo aspirante al cargo. Y lo curioso<br />

era que al parecer no lo anhelaba. Por un lado, cada vez<br />

Sergttu CelriWache con lo ONE en e( Teatro Real ensaya uno de sus m/ficos conciertos al ¡rente de la orquestó en la temporada<br />

1978-79.<br />

na nueva etapa, otra más, comenzaba para la Orquesta<br />

Nacional en la temporada 1981 /82, que al tiempo que suponía<br />

la caída definitiva de Ros Marbá, iba a ser la del inicio del<br />

despegue hacia el ohmpo de la titularidad de López Cobos,<br />

que, desde hacía unos meses, con el catalán todavía al frente,<br />

era -siguiendo esa nomenclatura venida de fuera y que<br />

esconde responsabilidades en ocasiones bastante fantasmales-<br />

director asociado y veía cómo su estrella brillaba cada<br />

/30SCHERZO<br />

eran más numerosas sus obligaciones en el exterior y, por<br />

otro, tenía un cierto, aunque disimulado, pavor a entregarse<br />

a una agrupación un tanto díscola y difícil, que no atravesaba<br />

precisamente, entre unas cosas y otras, un buen momento.<br />

Por eso López-Cobos se dejó desear y aguardó un prudente<br />

espacio de tiempo. Y durante dos temporadas y media<br />

-81/82, 82/83 y la mitad de 83/84- se mantuvo en el cómodo<br />

sitial del asociado, sin responsabilidades directas, asumidas<br />

para esos momentos en lo gerencial por Tomás Marco,<br />

en su primera época, al tiempo que al frente del coro homónimo<br />

se hallaba José de Felipe, que pronto seria reemplazado<br />

por el catalán Enric Ribo. Uno y otro -triste sino- no<br />

acabaron sus respectivos contratos al encontrar no pocas dificultades<br />

de entendimiento con los constas.<br />

En este interregno no se establecieron especiales novedades<br />

en relación con las temporadas precedentes, a no ser la<br />

de la carencia de una batuta que se entregara en mayor medida<br />

-como puede hacerlo un titular- al servicio y cuidado<br />

de la orquesta. En tal sentido, estos tiempos no fueron mejores<br />

que los inmediatamente pasados. Sí merece la pena reseñarse,<br />

como dato relevante previo, la designación, en la<br />

temporada 82/83, del solvente Peter Maag como -otro cargo<br />

traído por los pelos- principal director invitado, lo que le<br />

puso en disposición de ofrecer su fino arte a lo largo de cinco<br />

conciertos en ese curso y de otros cinco en el siguiente,<br />

mientras que López Cobos dirigía únicamente uno en el primer<br />

año y tres en cada uno de los dos siguientes. Las razones<br />

por las que Maag, que años antes había tenido espléndidas<br />

actuaciones con la RTVE, no llegó a cuajar y por las que<br />

los músicos no terminaron de aceptarlo se escapaban al observador<br />

más atento. Cierto es que el maestro suizo posee<br />

una curiosa y a veces algo despistante técnica gestual; pero<br />

no menos verdad que es un músico probado en muchos podios<br />

de campanillas. En todo caso, aun cuando la orquesta<br />

no acabó de sonar del todo bien bajo su batuta y difícilmente<br />

alcanzaba el necesario grado de exactitud y limpieza, se<br />

deben a este artista excelentes conciertos, tanto por su


construcción cuanto por su resolución posterior. Citemos, a<br />

vuela pluma, algunos de ellos: Cuatro últimos heder y Don<br />

Juan de Strauss y Sinfonía Fantástica de Beriioz; ¡domeneo de<br />

Mozart; Músico masónica, Kyrie K. 341 y Misa en do menor<br />

(que alcanzó musitada, y discutible, temperatura dramática)<br />

del mismo compositor Variaciones Haydn, Canto de las parcas<br />

op. 17 y op- 89 y Primera Sinfonía de Brahms, estas dos<br />

últimas sesiones ya bajo la titularidad plena de Jesús López<br />

Cobos, que principió en enera de 1984.<br />

De las tres temporadas -dos y media por mejor decirque<br />

estamos repasando, la segunda, compuesta, inusitadamente,<br />

por 26 programas, se destacó, dentro de lo que cabe,<br />

por sus novedades. Entre ellas, Todo un mundo lejano de<br />

Dutilleux, Lontano de Ligeti, tercer acto de Lo walktria de<br />

Wagner. Escenas de Fausto de Schumann... Y en el capitulo<br />

de estrenos: Biografío de Miguel Alonso, Fantasía castellana<br />

(para piano y orquesta) de Moreno Torraba, Sinfonía n° 2 de<br />

Barce y Sinfonía n° 2 de Prieto, Inbal montaba un apreciable<br />

Réquiem de Vendi. en tanto que se contaba sólo con dos orquestas<br />

extranjeras, la de la Radio de Stuttgart (con Marriner)<br />

y la Sinfónica de Berlín (con Herbig: Octava de Bruckner).<br />

En el capitulo de solistas -que hasta aquí no se ha tratado<br />

específicamente dada su relativa relevancia- habría que<br />

señalar la presencia del ya fenomenal Krystian Zimerman.<br />

Uno de los grandes acontecimientos del 83 (octubre) fue<br />

la presencia de la Filarmónica de Munich con Celibidache,<br />

que brindaba un concierto extraordinario con la Tercera de<br />

Brahms y el Concierto para orquesta de Bartók En esa temposada,<br />

en la que se produciría la transición a la titularidad<br />

de López Cobos, se contaba asimismo, dentro de este apartado<br />

de visitas, con las orquestas Royal PhNharmonic (con<br />

Temirkanov), de la Radio de Frankfurt (con Inbal), la Filarmónica<br />

de Estocolmo (con otro viejo conocido, Ahronovitch) y<br />

la Gulbenkian de Lisboa y su coro (con Scimone); lo que suponía<br />

un nivel nada despreciable de aportaciones foráneas<br />

de cierto cartel.<br />

En la temporada 81 /82 se había producido una visita de<br />

Frühbeck: de Burgos, con la Orquesta Yomiun de Tokio (Réquiem<br />

de Brahms). Walter Weller -hoy principal director invitado-<br />

tomaba contacto con el conjunto español y Kurt<br />

Sanderling, un viejo maestro, que luego no se ha prodigado<br />

lamentablemente demasiado, explicaba una Cuarta de<br />

Brahms de muchos kilates.<br />

Se llegaba de este modo al punto en el que cambiaba de<br />

nuevo el norte de la Nacional, tras unos años de relativo desamparo<br />

en los que la formación anduvo, de sus manos a<br />

otras, sin una política artística férrea, lógicamente despistado;<br />

máxime cuando la insensible transformación que en ella se<br />

había operado, de un sistema autoritario pera caído en la rutina<br />

(Frühbeck) a otro mas flexible e imaginativo pero poco<br />

práctico y que no contó con tiempo (Ros), no tuvo el necesario<br />

desarrollo y apuntalamiento. Hay que recordar que, en<br />

efecto, durante los años finales de la titularidad del burgalés<br />

y los de la del catalán, la orquesta sufrió en su seno la lógica<br />

crisis derivada de la pérdida de muchos de sus históncos y<br />

mejores instrumentistas y el ingreso de los correspondientes<br />

sustitutos. La unidad, la compacidad, el empaste, la sonoridad<br />

que daban carácter a la Nacional se habían ido diluyendo<br />

por unas causas o por otras. Al nuevo rector de sus destinos,<br />

Jesús López Cobos, competía, tras aceptar el reto, poner<br />

los medios precisos para recuperar el antiguo esplendor<br />

y establecer igualmente una adecuada reglamentación, propia<br />

de los tiempos en que ya se vivía. Pera eso es ya otra<br />

historia que encontrarán ustedes relatada en las páginas que<br />

siguen.<br />

.1 Arturo Reverter<br />

ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />

VI FESTIVAL INTERNACIONAL<br />

DE PRIMAVERA<br />

"ANDRÉS SEGOVIA"<br />

Auditorio Nacional de Música<br />

Sala de Cámara<br />

Concierto n.° 1<br />

20 de marzo de 1992, 19,30 h.<br />

TRIO ARS ANTICUA DE PARÍS:<br />

- Joseph Sage (Contratenor)<br />

- Michell Sanvoisin (Rauta de Pico)<br />

- Raimond Couste (Laud-Renacentista)<br />

Programa: Música Española de Corte<br />

y del Descubrimiento<br />

Concierto n. 2<br />

27 de marzo de 1992, 19,30 h.<br />

COSTAS COTSIOLJS<br />

Programa: Música del siglo XX<br />

para guitarra (Brouwer, Ginastera,<br />

Piazzola y Theodorakis)<br />

Concierto n.° 3<br />

3 de abril de 1992, 19,30 h.<br />

- Clara Bonaldi (Violín)<br />

- Guy Lukowski (Guitarra)<br />

Programa: Monográfico N. Paganini<br />

Concierto n.° 4<br />

7 de abril de 1992, 19,30 h.<br />

- Eduardo Fernández<br />

Programa: Los Románticos Italianos<br />

(Giuliani, Legnani, Carcassi)<br />

Concierto n.° 5<br />

10 de abril de 1991, 19,30 h.<br />

- Gabriel Estarellas<br />

Programa: Tomás Marco 50 Aniversario,<br />

estreno absoluto de "Cartas del Tarot"<br />

Localidades en la taquilla del Auditorio<br />

Nacional de Música, en horario habitual.<br />

Precio de las localidades: Concierto n.° 1,<br />

1.500 y 800 ptas. Concierto n.° 2, 3, 4 y 5,<br />

1.000 y 500 pts.<br />

Para más información, envíen fax al 577 57 87<br />

Patrocina:<br />

FUNDACIÓN


DOSIER<br />

Hacia el fin de la larga marcha<br />

En los primeros días de I984 se presenta Jesús López<br />

Cobos como director titular de la Orquesta Nacional<br />

de España. Un programa formado por la Sinfonía<br />

n° 103 de Hayan y la Cuarta de Bruckner -músico<br />

muy querido por el nuevo responsable de los destinos<br />

artísticos de la orquesta- abre el camino a una esperanza<br />

que ai fin parecía tomar cuerpo después de ese interregno de<br />

dudosos resultados que va del fin de la época Ros-Marbá a la titularidad<br />

recién estrenada y en el que, una ve2 más, se desaprovecha<br />

la ocasión de trabajar con un músico de talento. Primero<br />

habla sido el mcomprendido maestro catalán -hoy en la cumbre<br />

de su carrera tras un trabajo riguroso que le ha llevado a<br />

ser, sin duda, el mejor de nuestros directores de orquesta-, luego<br />

lo seria el suizo Peter Maag. principal director invitado mientras<br />

López Cobos era director asociado en un compás de espera<br />

hacia la titularidad Maag, un lujo para cualquier orquesta, salió<br />

de su relación con la ONE -que terminó con la temporada 83-<br />

84- tan escaldado como otros no menos ilustres músicos- recordemos<br />

a un Sergiu Celibidache que en la etapa Ros-Marbá<br />

pareció de nuevo felizmente ligado a sus destinos-, dejando en<br />

los aficionados, una vez más, el regusto amargo de la imposibilidad<br />

de una normalización deseada. Maag volvió a su Suiza natal<br />

v consiguió hacer de la Opera de Berna y de la Sinfónica de esa<br />

ciudad formaciones de relieve europeo. Ahí están, para demostrarlo,<br />

sus grabaciones, por ejemplo, de las Sinfonías de Robert<br />

Schumann.<br />

Con López Cobos<br />

la esperanza<br />

renace en función<br />

del crédito que le<br />

otorgan anteriores<br />

actuaciones con la<br />

orquesta y presencias<br />

internacionales<br />

de relieve como la<br />

titularidad en la<br />

Opera de Berlín o<br />

su condición de<br />

principal director<br />

invitado en la London<br />

Philharmonic.<br />

Por otra parte, sus<br />

declaraciones revelan<br />

un deseo cierto<br />

de que las cosas<br />

cambien, incluso su<br />

aparente reticencia<br />

inicial a asumir la titularidad<br />

trasluce<br />

una exigencia hacia<br />

el contexto en el<br />

que deberá moverse sin la que las cosas difícilmente podrían<br />

rodar bien. Rara vez un nuevo titular hubiera encontrado terreno<br />

mejor abonado en la confianza que los aficionados estaban<br />

dispuestos a concederle. Otra cosa fue la imposibilidad para ilusionar<br />

a la orquesta a pesar de ceder en temas tan delicados<br />

entre comillas como la contratación o no de instrumentistas extranjeros<br />

para cubrir vacantes de importancia -cosa difícil en<br />

una orquesta española y de funcionarios-, y hacer crecer la calidad<br />

media de la centuria 1 . Añadamos a elio las famosas oposiciones,<br />

lo dudoso de su dedicación real a la orquesta o el crite-<br />

132 SCHERZO<br />

Jesús López Cobos, la esperanzo truncada<br />

rio no muy acertado con que se decidió sustituir a Maag por<br />

Maximiano Valdés, un joven director chileno cuyo talento no<br />

pareció crecer como la valentía de los programas que solía proponer<br />

a la audiencia. Además, las batutas invitadas tampoco<br />

aportaban especiales enseñanzas a nuestros músicos ni abrían a<br />

los oyentes a otros modos directonales que, muy al contrano,<br />

parecieron ir cerrándose según avanzaban los días. De tal modo,<br />

el ambiente entre orquesta, director y público fue enrareciéndose<br />

paulatinamente hasta que la chispa saltó con el pretexto<br />

-cuando el texto propiamente dicho había ido lanzándose<br />

entre unos y otros- nimio e injusto de un reportaje aparecido<br />

en las páginas del diario El País 1 . Una vez más se pretendía matar<br />

al mensajero -que esta vez no hizo sino poner de manifiesto<br />

una realidad- y pasar por arto problemas muy concretos. Luego,<br />

sin embargo, hasta la precariedad de los estudios musicales<br />

en España fue puesta por López Cobos en el platillo de la balanza<br />

que acabó siendo el más pesado, como para hacer olvidar<br />

lo evidente: que las titulandades en Cincinnati y Lausanne resultaban<br />

más gratas al maestro zamorano que la lucha a brazo partido<br />

con una ONE que parecía cada vez más ingobernable.<br />

Lo más interesante de la época López Cobos fue, sin duda, la<br />

programación de sus temporadas y, más concretamente, de los<br />

conciertos que se encomendara a sí mismo, Naturalmente<br />

Bruckner -curiosamente decepcionante en sus grabaciones<br />

años después con la Cmcinnati Symphony-, pero también Wagner<br />

-la Obertura<br />

Fausto, por ejemplo-,Bach-Webem,<br />

Haendel-<br />

Schoenberg, Bautista<br />

-Sinfonía n"<br />

3-, Berlioz -con<br />

un programa que<br />

reunió la Sinfonía<br />

Fantástica y lelio-,<br />

Granados -Dante,<br />

Goyescas en versión<br />

de concierto-<br />

Gertiard -la Tercera<br />

Sinfonía, la surte<br />

de Don Quijote-,<br />

Schubert -con los<br />

Tres Fragmentos<br />

Sinfónicos-, Zemlinsky<br />

-la Sinfonía<br />

Úrica-, Schoenberg<br />

-Un superviviente<br />

de Varsovia-, Beethoven<br />

-la versión<br />

FOTO: COVER<br />

para orquesta de<br />

cuerda del Cuarte-<br />

to n" 14-, Brahms-Schoenberg -el Cuarteto Op, 25-, Schumann<br />

-Réquiem, Réquiem para Mignon, Fausto, Genoveva-, o Liszt<br />

-Fausto-. Son propuestas que en su día valoró el aficionado, al<br />

que se le abría un horizonte poco o mal conocido, pero que no<br />

supusieron para la orquesta -quizá por su propia dificultad para<br />

ser abundadas en unas temporadas cargadas de conciertos y<br />

con poco tiempo para ensayar adecuadamente- el necesario<br />

replanteamlento de actitudes demasiado consolidadas que abocaban<br />

a un desinterés creciente -aun con buenos y hasta excelentes<br />

resurtados en ocasiones- por el propio trabajo- Quizá la


inutilidad inmediata de tal esfuerzo<br />

contribuyó a que López Cobos tomara<br />

a finales de 1988 -con el Auditorio<br />

Nacional de Música, otra esperanza<br />

para todos, recién inauguradola<br />

decisión de abandonar una Orquesta<br />

Nacional de España que no<br />

ha vuelto a dirigir desde entonces.<br />

Con la marcha de López Cobos la<br />

ONE perdía otro tren, volvían a surgir<br />

los temas de siempre -ios extranjeros,<br />

la reforma del reglamento, la<br />

pertinencia o no de la condición de<br />

funcionarios de los profesores- y a<br />

cundir el desánimo en unos aficionados<br />

que no entendían absolutamente<br />

nada.<br />

Así, las temporadas 88-89 -con el<br />

sólido Walter Weller y el cada vez<br />

más prometedor Víctor Pablo Pérez<br />

como principales directores invitados-<br />

y 89-90 -con Weller y Cristóbal<br />

Halffter- aparecen como las más<br />

dramáticas seguramente de la histona<br />

de la ONE, una formación descabezada,<br />

con la moral por los suelos,<br />

recordando constantemente viejos<br />

tiempos de los que ya no se podía<br />

vivir. La presencia en sus abonos<br />

-cuatro semanas consecutivas- de<br />

las orquestas de Euskadi, jONDE,<br />

Barcelona y Bilbao, y la postenor de<br />

la de Tenerife -una sorpresa mayúscula-,<br />

muestran a la audiencia que las<br />

comparaciones a veces no son sólo<br />

odiosas sino sumamente aleccionadoras.<br />

Pero frente a esa realidad bien<br />

triste, dos rayos de luz asoman con<br />

algo más que un calor tibio: la presencia<br />

de un Walter Weller con el<br />

que los profesores parecen levantar<br />

cabeza y los dos conciertos del mes<br />

de febrero de 1989 -poca cosa pero<br />

en la desolación uno se agarra a<br />

un clavo ardiendo-, previstos para<br />

Jesús López Cobos antes de su dimisión,<br />

en los que el zamorano es sustituido<br />

nada más y nada menos que<br />

por Gennady Rozhdestvensky, uno<br />

de los más grandes directores de la<br />

actualidad. La presencia de este moscovita<br />

genial es recibida por los aficionados<br />

con verdadero clamor, y no<br />

sólo porque casi por sorpresa nos<br />

ofrezca el estreno madrileño de! Don<br />

Quijote de Gerhard en su versión<br />

completa -cuando incluso en el programa<br />

de mano se anuncia sólo la<br />

surte-, sino porque con él la Nacional<br />

vuelve a parecerse a la de sus<br />

mejores tiempos. Se habla incluso de<br />

la posibilidad de ofrecerle la titularidad<br />

-suenan por aquellos días, como<br />

otras veces, nombres tan significativos<br />

como, no nos engañemos, imposibles:<br />

Bemard Hartink (!), Gerd Albrecht<br />

-que daría un magnífico Peer<br />

De arnba a abajo: W. Weller, P Maag y V.P. Pétez, tos tres<br />

principales directores invitados de la ONE en la último década.<br />

Han supuesto una bazaamenlal paro la orquesta.<br />

ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />

Gynt un mes después- Václav Neumann...<br />

siempre con ese voluntarismo<br />

del que el público, conocedor<br />

como nadie de un percal ya muy<br />

deteriorado, no podía dar crédito-,<br />

pero en el Festival de Granada de<br />

ese mismo año las relaciones entre<br />

la ONE y el gran director ruso se<br />

rompen tras un episodio tan lamentable<br />

como ilustrativo del estado de<br />

la cuestión. También, a finales de<br />

1989. la orquesta tarifará con Cnstóbal<br />

Halffter, al decidir que no lo<br />

aceptará como director artístico.<br />

Así las cosas. Warter Weller quedará<br />

como único responsable de lo<br />

más parecido a la titularidad. Y el<br />

austríaco será, sin que nadie, ni los<br />

rnás optimistas lo esperaran, el revulsivo<br />

que la formación necesitaba. Pocoa<br />

poco, aguantando el tipo con<br />

fortaleza espartana, el antiguo titular<br />

de la Royal Philharmonic londinense,<br />

a base de una envidiable mano izquierda,<br />

de una simpatía personal a<br />

prueba de bomba y, no lo olvidemos,<br />

de una más que suficiente para<br />

el caso solvencia musical, irá sacando<br />

a la ONE de un abismo del que se<br />

llegó a pensar que sólo saldría disuelta<br />

y vuelta a formar con criterios<br />

muy diferentes, lo que no dejaba de<br />

tentar a muchos aficionados hartos<br />

de soportar un concierto tras otro,<br />

más penoso el siguiente que el anterior.<br />

Y más tras asistir a hechos tan<br />

grotescos como la carta en la que,<br />

con fecha de 7 de noviembre de<br />

g 1989 sus profesores informaban de<br />

o la situación a la opinión pública. Pero<br />

¿i la presencia de Weller y los progra-<br />

Q mas a cargo de Aldo Ceccato -Una<br />

"" Sinfonía Fausto de Liszt-, Eliahu Inbal<br />

-con quien parece que se llega a hablar<br />

para ofrecerle la titularidad de la<br />

orquesta- y Ros-Marbá -ton la Creación<br />

haydmana- abren una puerta a<br />

una esperanza que ya parecía perdida,<br />

como si todo el lamentable asunto<br />

hubiera servido, al menos, para<br />

poner a público, orquesta, y hasta a<br />

la propia Administración de la que<br />

depende, en un disparadero del que<br />

sólo se podía salir con movimiento<br />

uniformemente acelerado. La temporada<br />

89-90 termina así bastante<br />

mejor de lo que sus inicios parecían<br />

presagiar. Sin titular pera con Weller<br />

ratificado en su puesto de principal<br />

director invitado y, lo que habrá de<br />

resurtar decisivo, con la presencia en<br />

la programación de la 90-91 de batutas<br />

de indudable altura: Ros-Marbá,<br />

Ceccato -con un interesantísimo ciclo<br />

Schumann-, el grandísimo Sanderling<br />

y el genialoide Temirkanov<br />

entre ellas.<br />

SCHERZO 133


DOSIER<br />

Y precisamente esa temporada 90-91 será la del ¡nicio de<br />

una recuperación que pareefa imposible y en cuyo difícil devenir<br />

nos hallamos -cómo surge inevitable el plural al hablar de la<br />

ONE, qué nuestra es a pesar de los pesares- hoy inmersos. La<br />

ONE irá mejorando su rendimiento por días y en los primeros<br />

meses del pasado ano se hará pública la contratación de Aldo<br />

Ceccato como director<br />

titular para<br />

las próximas tres<br />

temporadas, un<br />

nombramiento excelentementerecibido<br />

por todos, y<br />

más tras el magnífico<br />

rendimiento de<br />

la orquesta a sus<br />

órdenes en el citado<br />

ciclo schumanniano.<br />

Voces hubo<br />

que se extrañaron<br />

de que no fuera<br />

Weller -que permanece<br />

como principal<br />

director invitado—<br />

el designado.<br />

La rumorología se<br />

disparó y quien no<br />

afirmaba que no le<br />

gustaba a los res-<br />

ponsablesministeriales se decantaba<br />

por la más románti-<br />

juon Francisco Morco, director general del INAEM, y Aldo Ceceólo, nuevo director general de (ti ONL,<br />

formalizan el céntralo.<br />

ca pero psicológicamente sutil versión de que el maestro vienes,<br />

que conoce muy bien a la orquesta, no quiere romper un<br />

idilio que la titularidad -el mando, pues, puro y duro- haría tnzas.<br />

De ahí a que la presencia de Weller en el podio en la temporada<br />

91 -92 se haya reducido a tres ocasiones cuando, al parecer,<br />

había previsto incluso un ciclo Beethoven, va. de todos<br />

modos, un buen trecho.<br />

El presente de la ONE, indisolublemente ligado al futuro y<br />

cada vez más lejos de un pasado que muchas veces ha pesado<br />

como una losa, aparece, tras tantos avatares recientes, como la<br />

necesaria consecución de un esfuerzo común en el que cada<br />

parcela de su actividad tiene su punto de responsabilidad. Desde<br />

la Administración hasta los propios profesores -que deben<br />

ser conscientes de cómo el público ha sabido reconocer un esfuerzo<br />

que otras veces se ha regateado-, pasando por su propio<br />

titular -que no debe dormirle en las iniciales alegrías sino<br />

de verdad trabajar haciendo orquesto-, la crítica y hasta un público<br />

que también porque sabe de verdad lo que es sufnr con esta<br />

orquesta, ha sabido valorar en su justa medida el esfuerzo de<br />

Walter Weller. No se trata de hacer milagros sino de trabajar<br />

honesta, rigurosa e incansablemente. Con los mimbres que hay<br />

-pensemos en instrumentistas de la categoría del percusionista<br />

Regolí, los flautistas Juana Guillém y Antonio Anas, el fagot Ennque<br />

Abargues, el trompa Salvador Navarro, el oboe Rafael Tamarit,<br />

el trompeta José Mana Ortí, el trombón Rogelio Igualada,<br />

el como inglés Ángel Beriaín, el contrabajo Antonio García Araque,<br />

el clarinete Enrique Pérez Piquer, el propio concertino Víctor<br />

Martín, y otros que podrían ahora acudir a la memoria de<br />

cualquier aficionado -la formación posee unas posibilidades<br />

ciertas para cuyo desarrollo habrá de encontrarse con el reto<br />

de otras orquestas españolas en disposición de contratar solistas<br />

extranjeros- se habla, por ejemplo, de que quince antiguos<br />

miembros de la Filarmónica de Leningrado pueden pasar a formar<br />

parte de la Sinfónica de Galicia- y de conseguir unos resultados<br />

acordes con lo que dará de sí la Europa sin fronteras,<br />

134 SCHERZO<br />

Es ese entusiasmo que el aficionado observa en el trombón<br />

Enrique Ferrando cuando se lleva al atnl la partitura de orquesta<br />

para leerla cuando no interviene o en el rostro del violonchelista<br />

José María Mañero cuando se come literalmente con los ojos<br />

los gestos del director de tumo. Y es que la cara de las orquestas<br />

es el espejo de su alma. Por eso la ONE era tan malencara-<br />

da hace tres, cuatro<br />

años, y por eso<br />

hoy si todavía no<br />

rebosa salud si<br />

muestra síntomas<br />

ciertos de una recuperacióncreciente.<br />

Exigencia, autoexigencia<br />

de todos,<br />

pero también<br />

consciencia de la<br />

realidad, de que ha<br />

de trabajarse con<br />

lo que se tiene y<br />

mejorarlo con inteligencia.<br />

Mirarse,<br />

pues, en el espejo<br />

01 de esas otras forg<br />

maciones que es-<br />

•-> tan en la mente de<br />

2 cualquiera -Capi-<br />

2 tole de Toulouse,<br />

Radio de Frankfurt,<br />

Filarmónica de Oslo,<br />

Real de Escocia-,<br />

que han ido ganando con los años un lugar irreemplazable<br />

en esa honesta, brillante a veces, sólida siempre segunda fila del<br />

panorama europeo. Probablemente no haya que aspirar a más.<br />

La cultura no es un oropel o un lujo, sino una necesidad.<br />

Y en esa imprescindible línea ascendente y realista a un tiempo,<br />

la presente temporada habrá de resutor crucial. Había que<br />

responder a las expectativas y se ha hecho desde una programación<br />

arriesgada por lo infrecuente, por la presencia general<br />

de la música española y, digámoslo también, por la ausencia de<br />

esas grandes batutas que otorgan moral a una orquesta y a un<br />

público dispuestos a aprender -el caso Sanderling de hace un<br />

par de temporadas fue arquetlpico-, que sirven para contrastar<br />

-una vez visto el trabajo del titular o el rendimiento bajo rectorías<br />

de menos facundia- lo que pareciendo logros ciertos a lo<br />

peor no lo son tanto. Quizá sea el asunto a replantear más seriamente<br />

cara a la temporada 92-93 -que deberá ser la de la<br />

consolidación- más aún si se ha conseguido que la ONE pierda<br />

definitivamente, a la hora de contratar a sus invitados, esa mala<br />

fama que se ganó a pulso en años pasados. Ahí la inteligencia de<br />

las partes implicadas -y, por qué no, la generosidad del titular<br />

para con su propia orquesta- deberá ir más allá de lo que todos<br />

hemos entendido como una transición con visos de resurrección<br />

ojalá definitiva Esperemos que la travesía del desierto.<br />

que la larga marcha hayan servido para algo. Queremos demasiado<br />

a esta orquesta de nuestros pecados como para no desearle<br />

sino lo mejor para ella. O sea, para nosotros.<br />

Luis Suñén<br />

1 Vid. la entrevista de Antonio Moral y Agustín Muño; a Jesús López<br />

Cobos, publicada en SCHERZO, n° 18, octubre de 1987, pigs. 30-34.<br />

1 José Luis Pére; de Arteaga. «La orquesta de los líos», fj Póís Semanal<br />

23 de octubre de 1988. Como dato curioso revelado por su propio<br />

autor, diremos que el título original de SJ reportaje era «Los nuevos inquirios<br />

de la casa de la música". ¿Hubiera despertado la misma indignación<br />

de aparecer bajo ese lema?


B<br />

Q<br />

i<br />

ORQUESTA<br />

CORO<br />

NACIONALES<br />

de ESPAN<br />

1992<br />

MARZO<br />

Directa Muí ALDO CECCATO<br />

Solista DORIS SOFFEl. L\v>tioiL><br />

ciao i<br />

SCHUBEflT Sintonía núm 5. en Si Demol moya<br />

MAHLER Kindertolenlieder<br />

SHOSIAKOVICH Sinfonía njm 1<br />

JUAN PABLO IZQUIERDO<br />

toista JEAN-PIERRE DUPUY nono<br />

FttANCK Sinfonía en Re menor<br />

MADEBrW Concierto pora Paño y Orq ( )<br />

RAVEL Bolero<br />

JOSÉ COLLADO<br />

Solista JUANA GUILUM. flauta<br />

J.GÓMEZ. SuiteenLa<br />

JOllVET Concierto para flauta y Orq ( )<br />

CHAIKOWKI Sinfonio nüm 4<br />

Director ANTON1 W1T<br />

So ista PIOTR PAUCZNY. Rano<br />

a a o<br />

KILW) Otawo ( )<br />

LUTOSUWSKI Concierto para Piano y OrQ (')<br />

SIBELIUS Sinfonía núm 2<br />

m<br />

Director MANUEL GALDUF<br />

Solista MICHAEL LfVINAS. Piano<br />

CICLO I<br />

ESPLÁ Sinfonía Aitana<br />

BEETHOVEN. Corroerlo oara Piano y Orq. núm. 3<br />

BOUSSEL Boeo y Ahodng<br />

Locoldadej de 300 a 3.200 otos<br />

CON EL PATROCINIO DÉ<br />

I li [• K D R O 1. A<br />

I CICLO<br />

DE ÓRGANO<br />

MARZO<br />


DOSIER<br />

Antoni Ros Marbá<br />

Fu¡ titular de la Orquesta Nacional de<br />

España durante tres temporadas, entre<br />

1978 y 1981, y recuerdo que fue<br />

una época dura y difícil. Hoy la perspectiva<br />

del tiempo nos permite contemplar aquellos<br />

años con distanciamierrto, y es posible<br />

comprender que aquella fue una etapa de<br />

transición, transición que, por cierto, no se<br />

cerró con mi marcha de la orquesta, sino<br />

que continuó durante los años posteriores.<br />

Creo que. a partir de su fundación con Pérez<br />

Casas y la consolidación con Argenta,<br />

se cierra un ciclo que culmina en la etapa<br />

de Rafael Fruhbeck; esto es, con Frühbeck<br />

de Burdos se cierra todo un primer ciclo de<br />

la Orquesta Nacional. Una de las cosas que<br />

advertí desde el momento de hacerme cargo<br />

de la orquesta fue el principio de una<br />

posible nueva etapa; esto tenia, hoy podemos<br />

verlo, un perfecto reflejo en la situación<br />

política del país, que también se llamó<br />

de transición, en donde se salla de una situación<br />

muy concreta, y en ese momento, no<br />

se percibía con total precisión hacia dónde<br />

se iba. Yo me vi en el centro de aquella situación<br />

musical, nueva, en donde a la orquesta<br />

se le exigía una nueva dinámica, como<br />

se le exigía también al país, pero no<br />

siempre se evaluaba cuan inmersa y atada<br />

podía estar a su significativa historia anterior.<br />

No se puede olvidar que la Orquesta<br />

nace en el año 42, es decir, que es reflejo y<br />

testigo de la historia reciente de este país.<br />

El sistema, la organización, la burocracia en<br />

que la Nacional está inmersa hacen, por<br />

otro lado, muy difícil su gestión. Creo, y es<br />

lógico verio hoy así, que había una falta de<br />

perspectiva por parte de todos nosotros,<br />

perspectiva que no podía<br />

tener ni el Director General,<br />

Jesús Aguirre, ni podía tener<br />

yo. Todo ello supone la entrada<br />

de la Orquesta en una<br />

crisis, que es no sólo de funcionamiento,<br />

sino también<br />

ideológica y de identidad. Y<br />

esa transición de la que estoy<br />

hablando, también fue<br />

para mí una especie de<br />

transición, incluso personal.<br />

Me atrevería a decir que<br />

esas experiencias paralelas<br />

generaron una mayor unión<br />

entre la orquesta y yo; años<br />

después, al reencontrarme<br />

yo con la Nacional, ese nuevo<br />

contacto ha sido muy feliz<br />

y grato, porque ambos, la<br />

orquesta y yo, tenemos la<br />

vivencia de haber pasado<br />

juntos una etapa muy difícil,<br />

con un gran respeto por las<br />

dos partes, y también un<br />

gran cariño. Me siento contento<br />

de que la Nacional<br />

136 SCHERZO<br />

Testimonios<br />

haya ahora encontrado, porín, una estabilidad,<br />

como tuvo en su primera etapa; la<br />

orquesta conoció entonces una gran época,<br />

incuestionable, que incluye a mi predecesor,<br />

Rafael Frühbeck. al que yo he escuchado<br />

conciertos memorables, perfectamente<br />

en sintonía con las veladas<br />

extraordinarias que, quienes tuvieron la<br />

suerte de presenciarlas, evocan de Ataúlfo<br />

Argenta.<br />

Hoy. también, hemos podido advertir.<br />

yo mismo lo he comprendido, que esa<br />

transición no se cerró con la etapa de Jesús<br />

López Cobos, sino que esa dinámico<br />

de cambio continuó, por razones ideológicas<br />

y hasta funcionales. Las cosas nunca<br />

son tan sencillas como nos parecen al primer<br />

vistazo, y sólo el tiempo nos da su<br />

medida. De mi etapa, si quiero destacar el<br />

regreso de Celibidache y el intento de vincular<br />

a Giulini con la Nacional. Creo que<br />

el recuerdo, como historia, del paso de<br />

Celibidache por la Orquesta Nacional, y el<br />

del concierto de Giulini -que, importante,<br />

ya habla acudido a Madnd en la etapa de<br />

Frühbeck-, constituyen una experiencia<br />

capital.<br />

En resumen; la transición tenia que empezarla<br />

alguien, y me tocó a mi; no echo<br />

esa experiencia en saco roto, aunque hoy<br />

tengo mis dudas de que yo fuera la persona<br />

más adecuada para hacerla. Yo sucedía<br />

a un maestro con un cansma muy determinado,<br />

muy integrado y aceptado por<br />

una orquesta, por una determinada sociedad<br />

cultural y, no lo olvidemos, por un público.<br />

£1 cambio, también hoy lo sé, suponía<br />

un choque para todos: para mí, para la<br />

orquesta y, naturalmente, para el público.<br />

Fueron años difíciles, pero valió la pena vivirios.<br />

WalterWeller<br />

E n<br />

enero de 1992 he celebrado<br />

un doble aniversario, relacionado<br />

con la Orquesta Nacional,<br />

los diez años de mi primer concierto<br />

con este conjunto, en enero de 1982, y<br />

los cinco años, que también fue en enero<br />

(pero de 1987), de mi designación<br />

como principal director invitado. Mi contacto<br />

con la orquesta, y con España en<br />

general, se produjo a través de mi agente,<br />

Felicitas Keller. Debo decir, con total<br />

sinceridad, que he disfrutado esta relación,<br />

que persiste con el agrado de ambas<br />

partes, y, más importante, que la orquesta<br />

ha ido mejorando considerablemente<br />

su calidad técnica en el curso de<br />

estos años. Al principio, recuerdo que<br />

tuvimos problemas de entonación y afinación<br />

que hoy han desaparecido, y desde<br />

entonces el sonido de la cuenda ha<br />

mejorado considerablemente: hace pocas<br />

semanas he interpretado con la Nacional<br />

una obra como la Cuarta Sinfonía<br />

de Brahms. que no perdona problemas<br />

de entonación ni admite otro sonido<br />

que no sea cálido, pleno y grande; sé cómo<br />

era ese sonido hace diez años y cómo<br />

ha sido ahora, casi perfecto como tal<br />

sonido, y creo que ese tipo de obras hablan<br />

claramente del progreso de la Nacional.<br />

Agradezco que algunas personas<br />

me atribuyan una parte de ese proceso<br />

de perfeccionamiento, supongo que por<br />

el hecho de que yo provengo también<br />

de la orquesta, y además soy músico de<br />

cuerda, violinista como es bien sabido;<br />

me encantada que fuera asi realmente,<br />

ya que he hecho y estoy dispuesto a ha-<br />

Ensayo del primer concierto tfe Antoni Ros Maiba como titular de la ONE, junto o Alexis We/ssenberg.


Concierto de clausura del Teatro Rea! o cargo de la ONE, dingida por Jesús López Cobos<br />

cer todo lo que sea necesario por la orquesta,<br />

porque yo quiero mucho a esta<br />

agrupación: se trata de gente estupenda,<br />

con la que resulta muy agradable trabajar<br />

de otra parte, muchos músicos me<br />

han comentado, y eso me honra, que<br />

también para ellos es gratificante colaborar<br />

conmigo, asi que ésta es una relación<br />

que funciona muy bien por ambas partes.<br />

Además, hace dos años fui invitado<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

Mi paso por la unidad de producción<br />

Orquesta y Coro Nacionales de<br />

España fue demasiado breve para<br />

poder hacer algo con la primera (o con el<br />

segundo, que no es objeto de este dosier)<br />

en cuanto servicio público. Trece meses y<br />

medio dan muy poco de si. Sobre todo si<br />

hay que atender, simultáneamente, a la apertura<br />

de más frentes bélicos de los previstos.<br />

Porque habíamos previsto varios. Pero una<br />

sda persona, que no es un atleta (uso aquí<br />

(a expresión de un viejo amigo al referirse a<br />

un titular del conjunto que no acabó en demasiado<br />

buenas relaciones con él), no puede<br />

atender a los disparos que provienen de<br />

la retaguardia y de la intendencia al mismo<br />

tiempo que defiende la posición frente al<br />

enemigo y trata de conquistarle terreno a<br />

éste. ¿Cómo iba uno a imaginarse que algunos<br />

responsables de la organización eran,<br />

además de incompetentes, contrarios a los<br />

objetivos de la misma? Pues bien, como soy<br />

un caballero, opté por el suicidio, Un suicidio<br />

que se configuró, en todo momento, como<br />

una huida hacia adelante.<br />

Un articulo publicado en el suplemento<br />

musical de ABC con cierto seudónimo (que<br />

desencadenó paranoias y cazas de brujas,<br />

pero eso es otra historia, de la que habrá<br />

que tratar aunque nunca se sepa quién estaba<br />

tras el sugestivo nombrecito) me comparó,<br />

por mi actitud y por mi nombre y primer<br />

apellido, con un torero. Fui, en efecto, tore-<br />

a participar en las audiciones para los<br />

nuevos miembros de la orquesta, y recuerdo<br />

que estuve presente en todas<br />

ellas (oboe, fagot violonchelo, otros solistas<br />

de cuerda, etc.), y me satisfizo poder<br />

prestar mi ayuda a la Nacional en un<br />

tema tan capital como la entrada de<br />

nuevos instrumentistas en el conjunto.<br />

Desde hace muchos años tengo una<br />

teoría propia acerca de la obtención de<br />

ra. Un torero valiente y con vergüenza torera,<br />

Pero fui torero zaragatero, esto es, apresurado,<br />

atropellado. Torpe. Ojala hubiera sido<br />

frío de cuello. Cai en el defecto de dar el<br />

segundo pase antes que el primera. Y fui<br />

empitonado en uno de tantos volapiés (mis<br />

toras, astutos, no se arrancaban de por sí)<br />

por un cuerno de tamaño natural. Lo que<br />

no me impidió seguir toreando en otras<br />

ruedos. Quedaba el amargo sabor de una<br />

certidumbre: toro, empresario, presidente y<br />

varios monosabios, no todos conchabados,<br />

propiciaron simultáneamente la cogida del<br />

diestro, que fue trasladado a la enfermería.<br />

Allí se recuperó pronto, si bien demasiado<br />

tarde para seguir lidiando. Pronto lo vi como<br />

un destino más en mi carrera administrativa,<br />

mucho más apasionante que otros, aunque<br />

pródigo en reveses. Tuve al menos un consuelo,<br />

resucitar el Ciclo de Cámara, donde<br />

gocé de libertad creativa,<br />

Pero los problemas, si realmente existen,<br />

nunca se congelan por completo. Ya habrá<br />

quien se plantee de nuevo resolverlos. Por<br />

el momento se ha acudido a la hibernación.<br />

Una orquesta que no graba, que es carísima<br />

de mover, que tiene graves problemas de<br />

métrica y de afinación en su familia básica,<br />

que no puede ser dingida en ningún sentido<br />

por los responsables de la misma como servicio<br />

público, una orquesta asi no está cumpliendo<br />

la función social que le es obligatoria.<br />

Por no acudir a su apellido. Nacional, en un<br />

sistema autonómico, cuando sólo Madrid se<br />

sirve del conjunto, sin que ni Comunidad ni<br />

Ayuntamiento aporten nada. Se resuelven<br />

ORQJJESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />

resultados con una orquesta: no sólo es<br />

importante el trabajo de preparación y<br />

ensayo, e! control de la sonoridad, acertar<br />

en los tempí, etc.; también contribuye<br />

al éxito de un concierto, a lo que sucede<br />

Cuando se toca la música por la tarde,<br />

el ambiente de la mañana, esto es,<br />

una buena relación de amistad y camaradería,<br />

de saber que todos perseguimos<br />

lo mismo. Para mí los músicos de la Orquesta<br />

Nacional no son sólo colegas y<br />

compañeras, son amigos, y en el resultado<br />

final esto puede advertirse. Añadiré<br />

otro elemento que me parece decisivo<br />

en una relación artística de este tipo: la<br />

voluntad de mejorar, y esa voluntad no<br />

ha dejado de estar presente en la Orquesta<br />

Nacional desde que yo trabajo<br />

g con ella,<br />

g No quiero dejar de mencionar otro<br />

v elogio que se me ha hecho, y del que me<br />

£ siento orgulloso: me encanta saber que<br />

g soy el director de esta orquesta que más<br />

obras españolas ha interpretado en los<br />

últimos años. Cuando empecé a trabajar<br />

con la Nacional se me preguntó si me<br />

interesaba la música española, y de inmediato<br />

conteste que sí, y he tratado de<br />

incluir obras españolas en casi todos mis<br />

programas. Además, este contacto con<br />

la música española me ha hecho descubrir<br />

las apasionantes partituras de un<br />

compositor al que apenas conocía antes<br />

de venir a España, Amaga, cuya Sinfonía<br />

estoy incluyendo, no sólo aquí, sino en<br />

mis conciertos con otras orquestas.<br />

los problemas en cuanto a maestra titular e<br />

invitado (agudos hace cinco años), pero sigue<br />

sobre el tapete la manejabilidad de un<br />

conjunto que se comporta autogestionariameme<br />

con el paraguas protector de los presupuestos<br />

generales del Estado. Los políticos<br />

se indignan con la rutina de la orquesta, con<br />

éste o aquel maestro, con un poderoso sindicalismo<br />

amarillo (que les enfada y atemoriza)<br />

que no impone obligaciones, pera que<br />

defiende con gran eficacia el más mínimo de<br />

los derechos explícitos o deducidos de la<br />

normativa aplicable. Sin embargo, callan y no<br />

actúan. Saben que el sistema funcionarial es<br />

contrario al buen funcionamiento de una orquesta,<br />

al logro de una auténtica rentabilidad<br />

como servicio público cultural, pero siguen<br />

cubriendo todas las plazas vacantes: el problema<br />

continuará vigente años y años.<br />

«¿Problemas la orquesta? -decía uno de<br />

los músicos, uno de los mejores, por cierto-,<br />

Nosotros no tenernos ningún problema<br />

El problema es vuestra». Nuestro, sí.<br />

De los técnicos, de los políticos. Dos razas,<br />

por cierto, condenadas a no entenderse.<br />

Aquel excelente músico tenia razón.<br />

El problema era nuestro. De ellos,<br />

puedo decir ahora que estoy lejos de la<br />

administración musical.<br />

Mientras tanto, lo es del público. Aunque,<br />

como habrán notado lo; aficionados madrileños,<br />

con el traspaso al Auditorio Nacional<br />

y el estancamiento de las prestaciones de la<br />

orquesta, el ciclo de la Nacional ha sido relegado<br />

como símbolo de status. Para eso<br />

está el de Ibermúsica.<br />

SCHERZO 137


DOSIER<br />

Antonio Navarro<br />

Mi etapa como Delegado General de<br />

la Orquesta y Coro Nacionales de<br />

España abarca dos años y medio,<br />

de enero de 1988 ajumo de 1990,<br />

fecha en la que me incorporo a EXPO'92<br />

como Director Artístico de Programación de<br />

Espectáculos. Cuando este hecho se produce,<br />

dejo completamente cerrada la programación<br />

de la Temporada 90/9I. tanto en el<br />

Ocio de la O.CN.E. como en el de Cámara<br />

y Polifonía.<br />

El 21 de octubre de 1988 se inaugura el<br />

Auditorio Nacional de Música con Atíántida<br />

de Falla/Halfrter. A la Orquesta y Coro Nacionales<br />

se les unen el Orfeón Donostiarra,<br />

la Coral Carmina y una ilustre nómina de solistas<br />

españoles con la dirección de Jesús López<br />

Cobos. Unas fechas antes, el 13 de octubre,<br />

la Orquesta y Coro Nacionales, con la<br />

dirección también de su titular, clausuraban<br />

el Teatro Real como Sala de Conciertos,<br />

Nueva etapa que auguraba horizontes optimistas,<br />

al dotarse a nuestro primer conjunto<br />

sinfónico/coral de una sede dignísima con<br />

instalaciones idóneas para el desarrollo de la<br />

actividad musical. Esa etapa seria de transición<br />

al dimitir en enere de 1989 el Director<br />

Titular, Jesús López Cobos, que cerraba su<br />

brillante andadura de cinco años al frente de<br />

la O.CN.E.<br />

Vanas decisiones se toman de inmediato<br />

para cubrir ese importante hueco en la rectoría<br />

musical: se fortalece la presencia del<br />

Principal Director invitado, el Maestro austríaco<br />

Walter Weller, al que se encomienda<br />

un importante número de programas por<br />

temporada acordes con un perfil musical.<br />

Por otra parte, se nombra a Cristóbal Halffter<br />

Principal Director Invitado, con la idea de<br />

complementar la mejor formación de ta Orquesta<br />

cubriendo un amplio arco sinfónico y<br />

también se designa al notable músico Alberto<br />

Blancafoit Director del Coro Nacional.<br />

El complemento necesario, siempre pensando<br />

en la progresión del nivel artístico de<br />

la Orquesta, es conseguir la presencia en el<br />

podio de batutas importantes que puedan<br />

ejercer su magisterio. Sin agotar la lista, durante<br />

las dos temporadas tienen presencia<br />

en distintos ciclos los directores españoles y<br />

una importante nómina de directos extranjeos<br />

de contrastada personalidad musical. Así,<br />

junto a Frühbeck Ros Marbá, Odón Alonso,<br />

Gómez Martínez, García Asensio, Salvador<br />

Mas, Víctor Pablo Pérez, García Navarro,<br />

etc..., aparecen también Rojdestvenski, Temirkanov,<br />

Sanderiing Inbal, MacKerras, Leitner,<br />

Comissiona, Ceccato, Hager.,., a los cuales<br />

se les encomienda en bastantes ocasiones,<br />

la dirección de más de un programa<br />

para dotar de continuidad el errteno musical.<br />

En el caso de Aldo Ceccato se monta en<br />

cuatro programas un Ciclo Schumann, habiendo<br />

cnstal izado posteriormente esa fructífera<br />

colaboración en el nombramiento del<br />

Maestro milanés como Director Titular.<br />

Además de los Ciclos de Temporada en<br />

Madrid, se realizan en este periodo giras con<br />

presencia en importantes Festivales Nacionales<br />

e Internacionales: gira a Japón de quince<br />

conciertos: Festivales Internacionales de Edim-<br />

138 SCHERZO<br />

Aldo Ceccato<br />

E<br />

ste año será para nosotros, Orquesta<br />

Nacional de España, un<br />

año que recordaremos, ya que<br />

tengo la gran satisfacción de celebrar con<br />

la que desde este año es mi Orquesta, la<br />

solemne fecha del cincuentenario de su<br />

actividad. Que esta fecha, que coincide<br />

con mi primer año como Director Trtular,<br />

dé eí reconocimiento de su nivel y<br />

sea el punto de partida para el próximo<br />

cincuentenario que iniciamos juntos, con<br />

el empeño de conseguir siempre mejores<br />

resultados para la alegría de los que<br />

aman la Música, para la importancia que<br />

la Orquesta tiene en la vida de Madnd y<br />

de España. Una alegría y un orgullo particular<br />

que siento en este acontecimiento<br />

histórico que estamos viviendo en Madrid,<br />

como capital no solamente de España<br />

sino de la cultura europea, en la que<br />

toda Europa tendrá puesta su atención y<br />

nosotros haremos lo imposible por demostrar"<br />

que este título es bien merecido.<br />

Trabajo con la Orquesta desde hace muchos<br />

años, nos conocemos bien, hacemos<br />

música juntos y nos entendemos. Es<br />

una gran emoción sentir juntos que<br />

nuestro público participa con nosotros.<br />

Este año ademas nuestros conciertos se<br />

transmiten por radio en directo los domingos<br />

por la mañana para toda España<br />

y la repercusión que esta responsabilidad<br />

confiere a nuestra ejecución es como<br />

una embriaguez que nos inspira y gratifica<br />

más que nunca... España es un país<br />

maravilloso y su Orquesta Nacional es<br />

digna de él.<br />

Inauguración del Auditono Nacional de Música, jesús López Cobos dirige la ONE en laAOónadO de falla.<br />

burgo, Paris, Granada, Santander, Alicante<br />

(Música Contemporánea); Quincena Musical<br />

de San Sebastián: conciertos en Barcelona, Lérida,<br />

Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Murcia. Valencia,<br />

Albacete, AJicante, Festival de San Javier.<br />

Santiago de Compostela {inauguración<br />

del Aud torio). Cádiz (inauguración del restaurado<br />

Teatro Manuel de Falla)., .y con la dirección,<br />

entre otros, de los maestros López Cobos,<br />

Frühbeck. Gómez Martínez, Rojdestvenski,<br />

Herbig, Kalmar. Odón Alonso, Cristóbal<br />

Halffter. García Navarro y en programas con<br />

presencia importante de música española<br />

Complemento importante de las temporadas<br />

sinfónicas han sido los Ciclos de Cámara<br />

y Polifonía (XII y XIII) en los que han tenido<br />

colaboración nuestras Orquestas de Cámara<br />

(Española, Reina Sofía, Villa de<br />

Madnd..) Coro Nacional, grupos de cámara<br />

de la O.N.E.. solistas españoles (Alicia de Larrocha.<br />

Rafael Orozco, Joaquín Achúcarro..)<br />

junto a importantes artistas extranjeros: Barbara<br />

Hendncks. Tokyo String Quartet, Bcgitte<br />

Fassbaénder, Christa Ludwig. Orquesta de<br />

Cámara Orpheus, Cuarteto Borodin (con la<br />

integral de cuartetos de Shostakovkfi)-<br />

En mayo de 1989, se celebró en el Auditono<br />

Nacional la reunión de la Conferencia<br />

Europea de Orquestas Sinfónicas, siendo país<br />

organizador y anfitrión España a través de la<br />

Orquesta Nacional. Más de cuarenta gerentes<br />

de las Orquestas Sinfónicas debaten en<br />

amplio temario los problemas gerenciales y<br />

artísticos de las mismas.<br />

Quisiera resaltar el magnífico espíritu y<br />

profesional idad demostrados por los profesores<br />

de la Orquesta Nacional y los cantantes<br />

del Coro Nacional, en el período de ausencia<br />

del Director Titular, superando muy<br />

dignamente tan delicada etapa, de la que el<br />

mejor testigo es el público asistente a los<br />

conciertos de las temporadas 89/90 y 90/91.<br />

Termino con mi agradecimiento al Ministerio<br />

de Cultura en la persona de José<br />

Manuel Garrido, entonces Director General<br />

del I.NA.E.M., y a todos mis excelentes<br />

colaboradores, sin cuya inestimable ayuda<br />

hubieran sido imposibles mis modestas<br />

aportaciones para ayudar a bien navegar<br />

ese noble barco de la cultura española<br />

que es la Orquesta y Coro Nacionales de<br />

España.


IFEMA<br />

mos a dar la nota<br />

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PARQUE-FERIAL JUAN GARLOS-I<br />

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DÍAS 25 Y 26'ABIERTO AL PUBLICO EN GENERAL'<br />

•HORARIOS: DÍA 25; DE-10.00 A 19:06 H. •- DÍA 26; DE-10.00 A 18-.00:


MÚSICA CONTEMPORÁNEA<br />

La imposibilidad por parte de los<br />

compositores actuales de dar una<br />

solución a los grandes problemas<br />

de la ópera, que no son otros que el<br />

del tratamiento de la voz y ei de la narración<br />

de una historia, ha generado en<br />

los últimos años un nuevo tipo de teatro<br />

o acción musical que pretende anular<br />

cualquier tipo de referencia a la ópera<br />

tradicional y en muchos casos como<br />

en el Prometeo de Luigi Nono, pretende<br />

ser la negación misma del género. Pero<br />

en definitiva muy pocas han sido las alternativas<br />

que han venido a decir algo<br />

esencialmente nuevo.<br />

Yo no creo en la vigencia de la ópera<br />

en su forma más convencional, es decir,<br />

como historia cantada, ni<br />

en su capacidad para poder<br />

englobar el tipo de<br />

discurso de la música actual,<br />

pero sin embargo,<br />

en lo que si creo es en la<br />

posibilidad de crear un<br />

nuevo tipo de espectáculos<br />

(creo que se les puede<br />

llamar así) en los que<br />

intervengan distintos medios<br />

artísticos, para de<br />

esta forma ensanchar y<br />

enriquecer el discuro puramente<br />

acústico.<br />

Nuevos espacios musicales<br />

Música y escena<br />

música popular?».<br />

Hacia un nuevo tipo de espectáculo<br />

Hoy, más que en ninguna otra época,<br />

con el enorme desarrolío tecnológico y la<br />

continua aparición de nuevos medios técnicos,<br />

las artes tienden a beber las unas de<br />

las otras, y se podría decir también que<br />

persiguen un objetivo común. No debemos<br />

olvidar tampoco que la música, como<br />

hecho cultural y como forma de representación<br />

de la realidad, tiende a buscar los<br />

medios y espacios que le permitan expresarla.<br />

De la misma forma, cada artista debe<br />

procurarse también los medios que contribuyan<br />

a su propia expresión. Además, las<br />

distintas posibilidades de todo tipo que<br />

En primer lugar, se trata<br />

de buscar un espacio<br />

de representación acorde<br />

con la música de nuestro<br />

tiempo, como el que<br />

existía en el barroco entre<br />

los cánones y principios<br />

de construcción de<br />

la música y los espacios<br />

arquitectónicos en que<br />

era interpretada. De la<br />

misma manera, se puede<br />

pensar en una música<br />

compuesta específicamente<br />

para determinados<br />

espacios, y éstos no tienen<br />

por qué ser necesariamente<br />

convencionales.<br />

El problema no es nuevo,<br />

ya que en 1903 Debussy<br />

reclamaba estos nuevos<br />

espacios para la música Very GenOe de Luis de Pobh y íuáano Serio<br />

cuando se preguntaba; «¿por qué el or- continuamente aparecen en todos los camnamento<br />

de plazas y paseos permanece. pos (ciencia, tecnología, etc.), se nos preexdusívamente,<br />

bajo el monopolio de la sentan, no ya como meras alternativas, sino<br />

1-ÍOSCHERZO<br />

como realidades absolutamente inevitables.<br />

Actitud<br />

La puesta en funcionamiento de distintos<br />

discursos artísticos nos lleva a la<br />

creación de un discurso único, mucho<br />

más compiejo y aglutinador de todos<br />

los demás, Cuando cada uno de estos<br />

discursos permanece integrado en el total,<br />

tienden a anularse las diferencias<br />

parciales y a forjar una única identidad<br />

mediante el reforzamiento mutuo. Algo<br />

así como ocurre en el campo musical<br />

cuando una determinada frecuencia sirve<br />

para reforzar a otra a través de la<br />

potenciación de sus armónicos naturales.<br />

Al igual que sucede en la propia<br />

composición musical, se<br />

debe concebir el espectáculo<br />

desde esta perspectiva<br />

global, nunca a partir de<br />

un elemento preestablecido,<br />

al que los demás deban<br />

subordinarse. De la<br />

misma forma que un compositor,<br />

que se precie de<br />

tal, nunca pensó una melodía<br />

para luego armonizarla.<br />

A raíz de esto nos encontramos<br />

con un problema<br />

inherente a la propia<br />

música y al arte en general,<br />

como es el establecimiento<br />

de jerarquías. No debemos<br />

pensar de una forma<br />

radical, poniendo como<br />

ejempío una composición<br />

musical para un determinado<br />

número de instrumentos,<br />

que cada una de<br />

las partes debiera tener la<br />

misma presencia. Cada<br />

una de estas líneas sólo<br />

tiene que cobrar importancia<br />

en relación a lo que<br />

se le exija desde la estructura<br />

global, la que da identidad<br />

a cada una de las<br />

partes. Además, cada una<br />

de ellas debe defender su<br />

derecho a existir en el<br />

contexto, porque en un<br />

proyecto global se deben<br />

dejar de lado todos los aspectos<br />

anecdóticos, para<br />

{3 dotar a cada elemento de<br />

2 un verdadero papel constructivo,<br />

es decir, de necesidad.<br />

Este pnncipicio de<br />

establecimiento de distintas jerarquías<br />

de escucha dentro de la propia música<br />

ha de ser trasladado a la escena, para


Veta oxorwmétrico del Po/ftopo de Montrval de Xenote.<br />

se con el discurso puramente acústico y<br />

crear asi una impresión determinada, en<br />

la idea de reforzamiento mutuo a la que<br />

antes aludíamos. Ante esta situación, no<br />

debemos olvidar como músicos que el<br />

punto de partida de todo esto lo constituye<br />

la propia música, y en este sentido<br />

debe asumir la primera jerarquía.<br />

Aun así, un espectáculo sólo puede ser<br />

considerado total cuando la ausencia de<br />

alguno de sus componentes significase<br />

una pérdida irreparable, algo asi como si<br />

a un organismo vivo le faltase alguno de<br />

sus órganos vitales.<br />

Una aproximación técnica<br />

Como argumentaba al principio, la<br />

posibilidad de creación hoy en día de<br />

proyectos escénicos parece una alternativa<br />

mas viable que nunca, al darse una<br />

mayor aproximación entre los procedimientos<br />

técnico-compositivos de la música<br />

y los de las demás artes. Cuando<br />

Xenakis decía a propósito del Polytopo<br />

de Montreal «Toda mi experiencia en la<br />

composición musical la he empleado<br />

aquí para las luces», no hace sino corroborar<br />

esta realidad. Antiguamente, el<br />

tratar de establecer una correspondencia<br />

entre las posibilidades estructurales<br />

de la música y las del movimiento escénico<br />

o la luz, por poner dos ejemplos,<br />

parecía una idea descabellada<br />

Los parámetros sobre los que se instaura<br />

la música, es decir, lo audible (alturas,<br />

duraciones, timbre e intensidad),<br />

no son todos ellos extrapolabas a otros<br />

medios artísticos, pero sí lo son las técnicas<br />

de su elaboración y transformación.<br />

Xenakis ha personalizado y creado<br />

un sinfín de procedimientos de composición<br />

musical sobre bases en principio<br />

no musicales, como la teoría de la probabilidad,<br />

la distribución estocástica. etc.<br />

Esta correspondencia de medios técnicos<br />

que se puede establecer hoy en día<br />

entre la música y otras manifestaciones<br />

artísticas parece más sensata que la que<br />

podía aplicar hace algunas decadas. A<br />

nadie se le ocurría crear un sistema de<br />

MÚSICA CONTEMPORÁNEA<br />

luminotecnia basándose en una escala<br />

musical o en los principios rítmicos sobre<br />

los que entonces se sustentaba la<br />

música. La concepción moderna que se<br />

tiene del ritmo en física, definido como<br />

un elemento de estabilidad y no como<br />

un encasiIIamiento métrico, aienta todo<br />

este nuevo campo de posibilidades.<br />

Várese, al refenrse a su punto de partida<br />

para la concepción be Hyperprism a<br />

raíz de lo siguiente: «Una impresión auditiva<br />

de deformación prismática: el movimiento<br />

de planos y masas sonoras, variando<br />

en intensidad y densidad, se encuentra<br />

en mi obra sustituyendo al<br />

antiguo contrapunto lineal, fijo. Cuando<br />

éstos son oídos en colisión, resultan fenómenos<br />

de penetración o repulsión.<br />

Ciertas transmutaciones tienen lugar en<br />

el plano. Proyectándolos sobre otros<br />

planos crearían una impresión auditiva<br />

de deformación prismática. Aquí tenemos<br />

de nuevo, como un punto de partida,<br />

los mismos procedimientos que se<br />

han encontrado en el contrapunto clásico,<br />

con la diferencia de que ahora, en<br />

lugar de notas, son masas organizadas<br />

de sonidos las que se mueven unas contra<br />

otras», podría estar sentando las bases<br />

para la creación de una estructura<br />

de luminotecnia<br />

Este punto de encuentro no sólo se<br />

produce entre los presupuestos técnicos<br />

de los distintos medios artísticos, sino<br />

también entre la naturaleza de su<br />

percepción. Ya Leonardo da Vino escribía<br />

en sus cuadernos de notas que las<br />

ondas del sonido y las de la luz se rigen<br />

por las mismas leyes que las del agua.<br />

Hecho que queda verificado por Helmholtz<br />

en sus teorías, cuando explica con<br />

ejemplos de agua los fenómenos sonoros<br />

y compara la estructura del ojo con<br />

la del oído. Esto nos lleva a saber hoy<br />

en día, de una forma muy clara, que la<br />

distinción humana de los colores, los<br />

timbres, etc., corresponde a funciones<br />

sensoriales que proceden de un mismo<br />

tipo de inteligencia.<br />

A partir de esto, se puede reconsiderar<br />

una idea que en principio no tiene<br />

por qué parecer descabellada, y es<br />

la posibilidad de hacer música con la<br />

luz, el color y otros elementos extramusicales,<br />

retomando la idea de<br />

Schónberg de «hacer música con los<br />

medios de la escena». En este sentido,<br />

cabe recordar el intento de Luigi Nono<br />

de servirse en su acción escénica Prometeo,<br />

de las posibles relaciones entre<br />

los sonidos y los colores, investigando<br />

en los trabajos de Runge, Goethe, la<br />

Bauhaus y las partituras de La mano feliz<br />

de Schónberg o el propio Prometeo<br />

de Scriabfn.<br />

Alone/ Rodeiro<br />

SCHERZO 141


YAMAHA<br />

MD l£N ¡iS'LADQ PURO<br />

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Nuevos lectores de Compact Disc YAMAHA HI-FI<br />

con tecnología S-BIT PLUS<br />

La nueva gama de lectores de Compact Disc YAMAHA<br />

incluye la nueva tecnología exclusiva S-BH PLUS.<br />

La filosofía de YAMAHA HI-FI<br />

como fabricante de equipos de audio<br />

siempre ha sido conseguir un sonido<br />

excepcional. Aunque el concepto es<br />

simple, lograrlo en la práctica no lo es<br />

tanto, pero en YAMAHA somos<br />

especialistas en tecnologías<br />

contemporáneas cuyos más recientes<br />

ejemplos en el mundo de audio-se<br />

denominan DSP e YST y hemos<br />

creado para nuestra gama de Lectores<br />

de Compact Disc un conjunto de<br />

desarrollos técnicos denominados<br />

S-BIT PLUS.<br />

Para ello tuvimos que desarrollar<br />

nuevas tecnologías digitales así como los<br />

chips y microprocesadores necesarios<br />

para que los aparatos de nuestra nueva<br />

gama consigan el sonido más puro<br />

alcanzado hasta la fecha por un Lector<br />

de Compact Disc.<br />

Nuestros nuevos Lectores de<br />

Compact Disc son la máxima<br />

representación de lo que es YAMAHA<br />

HI-FI actualmente. Una marca clásica y<br />

prestigiosa de alta fidelidad en la que la<br />

innovación ocupa un lugar<br />

preponderante.<br />

YAMAHA HI-FI<br />

CDX450 CDX-550 CDX-750


Midori<br />

Midori,<br />

La mariposa prodigiosa<br />

FOTO- aSTÜNERAONY<br />

ENCUENTROS<br />

20 años, camino de los 21. Frágil,<br />

pequeña (¿diminuta?), con el violín<br />

sobre el hombro parece empuñar<br />

una viola, y ésta puede semejar<br />

a un violonchelo a su lado. Midori Goto,<br />

estudiante de violín con su madre,<br />

Setsu Goto, desde los cuatro años,<br />

marchó en 1980, con nueve años de<br />

edad, a Nueva York, donde Dorothy<br />

De Lay, la maestra de Cho-Liang Lin,<br />

Shlomo Mintz y Gil Saham, hizo de ella<br />

su alumna preferida. Poco tiempo después,<br />

Daniel Barenboim ensayaba con<br />

la Filarmónica de Nueva York, y una niña<br />

armada con un enorme Snoopy<br />

pidió tocar para el director de la<br />

orquesta; ausente Zubin Mehta<br />

de Nueva York, Barenboim decidió<br />

perder unos minutos con<br />

aquella personita. El «¿Qué te<br />

sabes, nena?» fue respondido<br />

por un «Lo que usted quiera,<br />

señor»; cuando Barenboim, en<br />

broma, dijo, «Pues toca el Concierto<br />

de Alban Berg», no esperaba<br />

que aquella criatura<br />

empezara a interpretar la<br />

obra cinco segundos después.<br />

La leyenda de Midori,<br />

la japonesita capaz de<br />

tocarlo Codo, empezaba en<br />

ese instante.<br />

Visitante regular de<br />

nuestro país -al que vuelve<br />

este 17 de marzo, con un<br />

concierto en el Auditorio Nacional-,<br />

Midori ha interpretado en España<br />

obras de Chaikovski (con Rostropovitch<br />

y la Sinfónica de Londres, en<br />

Madrid) y de Brahms (con Masur y la<br />

Gewandhaus, en Granada). En su<br />

charla, de una naturalidad encantadora<br />

(v.g.: la historia del cartel de Zubin<br />

Mehta), Midon también da muestras<br />

de una inteligencia (sus observaciones<br />

sobre Mozart) que está por encima<br />

de todo virtuosismo.<br />

SCHERZO 143


ENCUENTROS<br />

S<br />

CHERZO.-Supongo que esto /o ha<br />

explicado muchas veces, pero, ¿puede<br />

contomos cómo se produjo su llegada<br />

al mundo prvfesional de la música?<br />

MIDORI.-Bien, mi primer concierto<br />

con una orquesta fue con la Filarmónica<br />

de Nueva York y Zubin Menta. Antes de<br />

eso, yo habla dado conciertos... Bueno,<br />

no sé si se pueden llamar así, no eran<br />

grandes conciertos, quiero decir que<br />

eran recitales para estudiantes, y algunas<br />

actuaciones en universidades y locales de<br />

este tipo.-<br />

S.-Creo que el pnmer<br />

maestro de importancia<br />

que le escuchó fue Daniel<br />

Barenbotm, en Nueva<br />

York..<br />

M.-Sí, eso fue después<br />

de haber dado ya<br />

algunos conciertos y recítales,<br />

pero no mu/ importantes,<br />

como le digo.<br />

Yo tenía entonces<br />

doce, o trece años. Y,<br />

no me acuerdo demasiado<br />

bien, la verdad.<br />

¡Ni siquiera me acuerdo<br />

de lo que interpreté para<br />

él, sé que fueron bastantes<br />

piezas! Y muy<br />

poco después de eso<br />

me contrató Zubin<br />

Mehta para el Concierto<br />

de Nochebuena de<br />

1982, y ese fue mi comienzo.<br />

S.-Poco después tocó<br />

usted con ieonard Bemstein<br />

en el Festival de<br />

Tanglewood, ¿qué impresión<br />

tiene de aquella sesión?<br />

M.-¡Eso /a es casi<br />

otra época! Fue en<br />

1986, en Tanglewood,<br />

efectivamente, y yo toqué<br />

con Bernstein una<br />

obra suya, extraordinaria,<br />

que me gusta muchísimo,<br />

su Serenata para<br />

violln y orquesta, y<br />

ese concierto fue también<br />

mi pnmera actuación<br />

en Tanglewood. Al<br />

acabar pasó algo tremendo: Bernstein<br />

era... Bueno, usted sabe cómo era, ¡tan<br />

expresivo, tan especial! No sé, da vergüenza<br />

contarlo: yo terminé de tocar, él<br />

se bajó del pódium, me besó y se arrodilló<br />

delante de mí, ¡bueno, yo no sabía<br />

dónde meterme! Además, aquél día pasó<br />

de todo: se me rompió una cuerda del<br />

violín y el concertino me tuvo que dejar<br />

el suyo, pero creo que no fue una mala<br />

interpretación, y Bemstein estaba muy<br />

contento, muy feliz; tengo recuerdos ma-<br />

144 SCHERZO<br />

ravillosos de él, era una persona adorable...<br />

S,-¿Qué me puede decir de su padrino<br />

mus/caí, Zubin Mehta?<br />

M.-Pues... ¡tantas cosas! Empezaré por<br />

el principio, espero no sonar muy cursi.<br />

Cuando yo tenía seis o siete años, y era<br />

una colegiala, en Japón, bueno, yo ya estudiaba<br />

un poquito violín, pero, ¡ni de leeeeeejos!<br />

se me ocurría pensar que yo<br />

podría dedicarme a esto, que yo iba a<br />

ser profesional, o sea, que ^ practicaba<br />

con el violín y me lo pasaba muy bien ju-<br />

gando con él, porque las lecciones primeras<br />

me las había dado mi madre, ¿sabe?,<br />

y... Bueno, lo que le contaba, fui con<br />

mi madre a una tienda de discos, de discos<br />

LP,¿sabe?, entonces todavía no habla<br />

CDs, eran los años 70, y allí había, en la<br />

tienda, un cartel enorme, un cartel de un<br />

director de orquesta anunciando sus grabaciones<br />

de Mahler, y, claro, el de la foto<br />

era Zubin Mehta, y yo me lo quedé mirando<br />

y dije: «¡Dios mío!, pera, ¡qué guapo<br />

es este hombre!» Y mi madre, cuan-<br />

do hubo hecho sus compras, me dijo:<br />

«Niña, vamonos ya». Pero yo seguía allí<br />

embelesada, y, ¡por favor, no se n'a!, ¿eh?,<br />

yo le decía: «Pero, mamá, ¡por Dios!, ¡no<br />

te has fijado en lo guapo que es el señor<br />

de la foto?» Y tanta lata di que al final mi<br />

madre habló con el dueño de la tienda, y<br />

quedamos en que cuando ya no fueran a<br />

utilizar el cartel me lo darían a mí. Bueno,<br />

al cabo de unas semanas me lo dieron, y<br />

yo lo coloqué en mi habitación, y todos<br />

los días lo miraba embelesada. Yo, por<br />

entonces, ni siquiera sabía que aquel<br />

hombre era un director<br />

de orquesta, para<br />

mí sólo era el hombre<br />

del cartel. Bueno,<br />

el resto ya se lo sabe<br />

usted, pasaron los<br />

años, un día le conocí<br />

personalmente, y sólo<br />

al cabo de un tiempo<br />

me di cuenta de que<br />

era él, ¡el hombre de<br />

mi cartel! Cuando se<br />

lo conté, porque él ¡o<br />

sabe, se lo dije asi:<br />

«¿Sabe que lleva usted<br />

casi diez años en<br />

mi habitación?» Bueno,<br />

es una historia<br />

muy simple, pero<br />

cuando Mehta dio en<br />

mayo su concierto de<br />

despedida de la Filarmónica<br />

de Nueva<br />

York, con los Gurre-<br />

Lieder de Schónberg,<br />

a varios de los artistas<br />

que hemos colaborado<br />

con él nos pidió la<br />

Filarmónica una carta<br />

dirigida a Mehta. y yo<br />

conté esta historia en<br />

la mía ¡Me dio un poco<br />

de vergüenza que<br />

lo inscribieran en el<br />

programa del concierto,<br />

pero, bueno,<br />

es la verdad! Hoy me<br />

impresiona pensar<br />

que mi productor en<br />

Sony, el productor de<br />

mis discos, es el mismo<br />

de Zub¡n Mehta,<br />

o sea, Steven Epstein, me parece como<br />

un sueño.<br />

S.-Ale imagino que también conocía a<br />

Leonard Bemstein, de una forma o de otra,<br />

antes de trabajar con él por vez primera,<br />

M.-Bueno, sí, le conocía por ser el<br />

compositor de West Side Story. Es que.<br />

claro, es una sensación muy especial el<br />

encontrarte en persona en la vida real, a<br />

gente a la que has idolatrado. A Bemstein<br />

le conocí antes del concierto de<br />

Tanglewood, en un aeropuerto: yo partí-


FOTOS SONY<br />

cipaba en una gira con la Filarmónica<br />

de Nueva York, él dirigía una parte<br />

de la gira y coincidimos todos en<br />

el vuelo.<br />

S.—¿Había trabajado usted, antes<br />

del condeno de Granada, con el sucesor<br />

de Mentó en Nuevo York, o sea.<br />

Kan Masur?<br />

M-SI, /o también le conocía de<br />

nombre antes de tocar para él por<br />

vez primera, conocía sus discos con<br />

la Gewandhaus de Leipzig, y le había<br />

visto también en Nueva York. Siempre<br />

había pensado lo mismo: «¡Dios.<br />

qué señor más arto, a su lado ni se<br />

me va a ver!» Desde el punto de<br />

vista musical, me parece interesantísimo<br />

todo lo que hace: al principio<br />

me llamaba mucho la atención que dirigiera<br />

sin batuta, es el pnmer músico al<br />

que vi hacer eso; aparte de esto, siempre<br />

me han impresionado sus concepciones<br />

musicales, tan sólidas, tan profundas. Recuerdo<br />

que lo vi en Nueva York, hace<br />

muy poco, con la Filarmónica de Israel,<br />

haciendo Sinfonías de Mendelssohn, y,<br />

bueno, quizá no sepa explicarlo muy<br />

bien, pero me pareció maravillosa, reveladora<br />

su forma de hacer esa música: yo<br />

nunca había escuchado así la música de<br />

Mendelssohn, ¡ni me imaginaba que podía<br />

sonar asi! Con él toqué por primera<br />

vez en mayo del 91, en el Festival de mayo<br />

de Ann Arbor, en Michigan: hicimos<br />

el Concierto de Sibelius, ¡fenomenal, lo dirigió<br />

admirablemente] Además tengo todas<br />

sus grabaciones de Beethoven: me<br />

entusiasma su forma de interpretar a Beethoven.<br />

S.-Sé que tiene usted un repertorio amplísimo,<br />

pero, ¿qué concíenos ha trabajado<br />

últimamente?<br />

M.-Pues, Sibelius. como le he dicho,<br />

Brahms, Chaikovski, el Primero de Wienawski,<br />

Dvorak, el Segundo de Bartók,<br />

Bruch, y de éste también la Fantasía Escocesa.<br />

En total, tengo en repertorio...<br />

Bueno, cuidado, yo practico todos los<br />

días, y no vuelvo a tocar una obra<br />

sin repasarla entera una semana<br />

antes, pero me sé alrededor de<br />

20 ó 25 conciertos... Todavía no<br />

he tocado los de Shostakovich,<br />

Szymanowski o Hindemith, pero<br />

de los de este siglo si que me sé<br />

los de Elgar, Stravinsky, Wakon o<br />

Bartók. Pero, no se ría, los Conciertos<br />

más difíciles me parecen<br />

los de Mozart, porque todo depende<br />

del gusto, del estilo: son<br />

tan aparentemente sencillos, [tan<br />

bonitos!, pero hay tantas cosas<br />

Midori con Pinchos Zukermon y Zubin Mehia<br />

debajo, ¡tantas! Era un carácter muy<br />

complejo, y eso está en la música: no<br />

está en la superficie, pero está ahí, y no<br />

puedes escapar de ello, Mejor dicho:<br />

puedes, pero no debes, En cambio tengo<br />

una relación especialmente buena<br />

con sus Sonatas paro violín y piano, siempre<br />

incluyo una o dos de sus Sonatas en<br />

mis recitales, las amo. En cambio, es curioso.<br />

Mehuhin me contaba lo que le<br />

había supuesto, de dedicación y de<br />

tiempo, aprender el Segundo Concierto<br />

de Bartók, y yo no he tenido apenas<br />

PHIUPS<br />

(1985) PAGANINI: Condeno pora votti y orquesto n' I<br />

CHAIKOVSKI: Vofse Sitara Sérénode méfandTo/ique<br />

Orquesta Sinfónica de Londres. Director Leonard<br />

Slatkn. CD 4J0.943-2.<br />

(1986) BACH: Conoerto poro dos wines. BVW 1043<br />

(con Pinchas Zukerman). Concierto paro vtolin en mi<br />

mayor. 8WV 1042<br />

VIVALDl Canoera pora dos «aliñes, Op. 3/8 (cotí Pinchas<br />

Zukerman). Conoertfl paro violín Rv. 199


V I<br />

• Ho<br />

Instituto de Crédito Oficial<br />

AGENCIA FINANCIERA DEL GOBIERNO


John Millington Synge es. junto con<br />

Yeats y Lady Gregory, creador de<br />

la moderna dramaturgia irlandesa,<br />

que en el siglo XX da lugar a una de las<br />

mejores escuelas teatrales del mundo, la<br />

que culmina literariamente en la espléndida<br />

figura de Sean O'Casey. Por desgracia.<br />

Synge vivió demasiado poco, no<br />

llegando a cumplir los treinta y ocho<br />

años (1871-1909). Provenía de la clase<br />

dominante irlandesa, ligada a Inglaterra,<br />

pero a diferencia de George Bemard<br />

Shaw (que era catorce años mayor)<br />

buscó su inspiración a partir de determinado<br />

momento en el acervo popular,<br />

Su obra mas importante es quizá la preciosa<br />

comedia Tbe playboy o{ the Western<br />

Worid (1907), incomprendida por<br />

el patrioterismo irlandés de aquellos<br />

tiempos tanto a uno como a otro lado<br />

del océano, pero el comienzo de su carrera<br />

dramática está marcado por dos<br />

poderosas piezas en un acto, The Sfiodow<br />

af the Gen (1903) y Riders to the<br />

seo (1904), escritas a partir de sus experiencias<br />

entre las clases populares de<br />

Irlanda.<br />

Riders to tbe sea (Jinetes hacia el<br />

mar), que Vaughan Williams utilizó casi<br />

Integro como libreto de su ópera, es un<br />

breve drama con unidad de tiempo, lugar<br />

y acción. El tema es una fatalidad, la<br />

derrota del ser humano por las fuerzas<br />

naturales. El tratamiento es intenso, lleno<br />

de fuerza, contenido y de enorme<br />

densidad y economía de medios. Estos<br />

principios serian seguidos por el compositor,<br />

veintitantos años más tarde,<br />

tanto en el espíritu como en la letra, al<br />

hacer uso de una pequeña orquesta de<br />

cámara y echar mano de un limitado repertorio<br />

de recursos que, sin embargo,<br />

como la propia pieza de Synge, son de<br />

gran efectividad.<br />

La acción tiene lugar en «la cocina<br />

de la cabana de una isla en la costa<br />

oriental de Irlanda», al caer la tarde. Los<br />

personajes son cuatro, más uno espisódico.<br />

Se trata de Cathleen, Nora y Bartley,<br />

hermanos, y de Maurya, la madre<br />

de los tres. Bartley es el único hijo superviviente<br />

de los seis varones que ha<br />

tenido Maurya, muertos todos los anteriores<br />

en el mar.<br />

Al levantarse el telón, Cathleen está<br />

sola en escena. Entra Nora, que trae las<br />

ropas de un hombre ahogado. Puede<br />

tratarse de la que llevaba otro hermano<br />

de ambas, Michael, cuya muerte ignora<br />

aún la madre. Cuando ésta llega, las her-<br />

Riders to the sea<br />

de Ralph Vaughan Williams<br />

manas ocultan las ropas del ahogado.<br />

Viene también Bartley, decidido a embarcarse<br />

para llevar a la fena unos caballos,<br />

base del comercio en aquella tierra.<br />

Pero Maurya pretende impedírselo, debido<br />

al mal estado del mar y a los fuertes<br />

vientos. Discuten. El hijo parte, a pesar<br />

de los temores de Maurya. Cathleen<br />

le reprocha a ésta no haberle dado su<br />

bendición a Bartley. por si no hubiera ya.<br />

suficiente dolor en casa, y la convence<br />

de ir en su busca. «En todo el mundo<br />

-dice la madre al salir- son los viejos los<br />

que dejan todo tras de si para sus hijos,<br />

pero aquí son los jóvenes quienes lo<br />

Ralph Voughon Williams (1572-1958)<br />

OPERA DEL SIGLO XX<br />

dejan todo y no envejecen».<br />

Las hermanas, a solas, discuten angustiadas<br />

si el cuerpo ahogado es o no<br />

su hermano Michael. Se impone la evidencia<br />

En efecto, aquellas prendas son<br />

del hermano desaparecido. Ven que regresa<br />

Maurya, ocultan las ropas e intentan<br />

disimular su llanto. Horrorizada, la<br />

madre cuenta que ha visto a Bartley,<br />

con el pony, y a Michae! al lado. Las hijas<br />

intentan convencerla de que no es<br />

posible, porque Michael ha muerto.<br />

Maurya intentó bendecir a Bartley, pero<br />

no le salieron las palabras y fue él quien<br />

le bendijo a ella. Y allí estaba Michael.<br />

SCHERZO 147


OPERA DEL SIGLO XX<br />

Comprende que ha perdido<br />

a Bartley, el último de<br />

sus hijos, como a su marido,<br />

como a los cinco anteriores.<br />

Alguien grita, dice Nora.<br />

Maurya continúa el recitado<br />

de los hombres<br />

perdidos. Llegan las mujeres<br />

del pueblo. Una de<br />

ellas anuncia que traen un<br />

cuerpo, tal vez Bartley. El<br />

pony gris le arrojó al mar.<br />

Llegan con el cuerpo y lo<br />

ponen encima de la mesa.<br />

«Ahora todos se han ido<br />

-dice Maurya- y ya nada<br />

puede hacerme el mar».<br />

Es el monólogo final de la<br />

madre, apenas interrumpido<br />

por pequeñas intervenciones<br />

de las hijas, en el<br />

que pide la bendición de<br />

Dios para todos sus desaparecidos<br />

y muestra su pavorosa<br />

conformidad: «No<br />

hay hombre alguno que viva<br />

por siempre, hay que<br />

aceptarlo así», son sus últimas<br />

palabras.<br />

Vaughan Wilfiams en dos<br />

palabras<br />

John Milltngton Synge<br />

Si J.M. Synge protagonizó<br />

el renacimiento del teatro irlandés, el música del pueblo ignora, cuando no<br />

compositor Ralph Vaughan Williams fue descarta, el sentimiento imperialista y<br />

una de las figuras más destacadas del re- caballeresco que impregna casi toda la<br />

nacimiento de la música inglesa.Vaughan obra (y en ocasiones la afea) del padre<br />

Williams siguió en este cometido a Elgar de la moderna música británica.<br />

y a Delius, quince y diez años, respecti- Lo que se da entre el rigurosamente<br />

vamente, mayores que él, sólo que su protestante Vaughan Williams que aca-<br />

estilo e inspiración estro se basan de ba de componer una Miso según el or-<br />

manera más decidida que en el primero, dinario católico, que ha escrito tres de<br />

y contra la tendencia del segundo en la sus nueve sinfonías y algunas óperas co-<br />

música popular y en las tradiciones inmo Hugh the Drover o Sir John ¡n fove. y<br />

glesas. Vaughan Williams es, en muchos el irlandés que le ha vuelto la espalda a<br />

sentidos, uno de los últimos represen- los decadentes prejuicios e intereses de<br />

tantes de la primera oleada musical de sus antepasados, es precisamente esa<br />

carácter nacionalista. Nacionalismo que autenticidad popular que se da en la in-<br />

no significa diferenciación hostil, sino tensa situación que acabamos de descri-<br />

búsqueda del propio ser. Si a ello le unibir. Synge hace uso de las palabras, de la<br />

mos el beneficioso entronque con la situación, de la poesía, del drama. Vaug-<br />

tradición tardorromántica europea, que han Williams se plantea un enorme de-<br />

fue obra de los Elgar y los Delius y de la safio y le pone la música que era nece-<br />

que se beneficiaron los Vaughan Wisaria, basada también en el acervo polliams<br />

y los Holst, y la búsqueda en el pular.<br />

tiempo de los Tudor, nos haremos una<br />

pequeña idea de la estética de Vaughan<br />

Williams.<br />

No sabemos si el compositor conocía<br />

la existencia de una ópera compuesta<br />

por el francés Henri Rabaud. L'appel<br />

No es posible imaginarse a Sir Edward<br />

Elgar poniéndole música a un drama<br />

de corte popular como el de Synge.<br />

Que, además, era irlandés, y cantaba a<br />

ese pueblo. Pero la sensibilidad de<br />

Vaughan Williams era muy distinta. La<br />

búsqueda de las propias raíces en la<br />

de to mer, basada en el mismo texto y<br />

concluida el año 1924, aquél en que se<br />

ponía a trabajar en la pieza de Synge. En<br />

cualquier caso, el tiempo (ignoramos si<br />

con justicia) no ha respetado tanto la<br />

obra de Rabaud como a la de Vaughan<br />

Williams.<br />

74&SCHERZO<br />

Una ópera breve<br />

y magistral<br />

Riders to the seo está<br />

orquestada para conjunto<br />

de cámara que incluye, entre<br />

los metales, sólo una<br />

trompeta y dos trompas,<br />

reducida presencia de la<br />

cuerda y maderas sin doblar<br />

(con una excepción:<br />

ha/ dos flautas).<br />

En R/dera to the seo el<br />

recitativo se funde íntimamente<br />

con el arioso. Este<br />

último surge siempre de<br />

un mismo motivo, que es<br />

planteamiento de melodía,<br />

y que nunca es resuelto<br />

por las voces mismas, pero<br />

que puede ser eventualmente<br />

completado por alguno<br />

de los instrumentos<br />

solistas del conjunto. El<br />

tutti recoge este tema en<br />

numerosas ocasiones y<br />

tanto los solistas como el<br />

conjunto lo hacen reaparecen<br />

continuamente, de<br />

manera sabiamente dramática,<br />

como uno de los<br />

elementos de unidad de la<br />

breve ópera.<br />

La violencia del mar en<br />

el agitado tema del comienzo<br />

(se trata de un brevísimo y condensado<br />

preludio), con el trémolo de<br />

las cuerdas y la presencia definidora de<br />

los instrumentos de soplo, es un primer<br />

signo de la amenaza que se cierne sobre<br />

los personajes. De repente, el clarinete<br />

bajo entona lo que se percibe como<br />

engañosa calma. Le dobla el oboe,<br />

que introduce una célula a cargo de las<br />

cuerdas, de tempestuosa sugerencia, lo<br />

que da paso a la acción. La primera escena,<br />

entre Nora (soprano) Cathleen<br />

(mezzo), nos introduce de lleno en la<br />

acción y en las soluciones musicales<br />

puestas a su servicio. El agitado intercambio<br />

se da a través de un recitativo<br />

melódico que cambia de carácter mediante<br />

transiciones sorprendentemente<br />

breves y efcaces. Al citar al cura, Nora<br />

Introduce por primera vez un motivo a<br />

manera de letanía. La entrada de la furia<br />

del mar, con vientos y violenta descarga,<br />

resuelve esta primera escena, que ha<br />

estado marcada también por el continuo<br />

puntear de las maderas.<br />

La discusión de madre e hijo (contralto<br />

y barítono), progresivamente agitada,<br />

se describe en una secuencia que<br />

parte de un sinuoso tema inicial, retomado<br />

por el oboe, y prosigue con la<br />

sombría presencia de frases cortas en la<br />

cuerda grave. El enfrentamiento está


Jinetes hacia el mar de JAI. Synge, TVE. 1958. Dirección: Juan Guerrero Zamora FOTO: ftAWEGO<br />

marcado por dramáticas intervenciones<br />

del conjunto en las que menudean las<br />

síncopas. Se llega asi a un primer punto<br />

climático en el bello arioso de Maurya,<br />

justo cuando pronuncia las palabras<br />

«against a son».<br />

Nueva irrupción del furioso temporal.<br />

A solas, angustiosas dudas de ambas<br />

hermanas: la tensa calma se resuelve en<br />

silencios que dan lugar en dos ocasiones<br />

a un terrible grito subrayado por la percusión.<br />

Recitativo, letanía y motivo irresuelto<br />

son utilizados por las convulsas<br />

réplicas de las solistas femeninas, a las<br />

que subraya una orquesta rica en sutiles<br />

apuntes con muy escasos medios.<br />

Regresa la madre. Se produce un<br />

agudo contraste entre la cantinela que a<br />

partir de este momento se asocia a<br />

Maurya y la agitación del discurso musical<br />

de Cathleen. Ante la terrible visión<br />

que anuncia Maurya. Nora dibuja ya la<br />

linea vocal de lamento sin palabras que<br />

asumirá más adelante el coro femenino.<br />

Se aproxima un coro de mujeres, sobre<br />

el que destaca la voz de otra contralto.<br />

Salvo las breves palabras de esta<br />

mujer, el coro vocalizará el lamento ya<br />

diseñado por Nora. El coro desarrolla<br />

su queja junto con el descriptivo discur-<br />

OPERA DEL SIGLO XX<br />

so del mar, agitado o retirado en tensa<br />

calma.<br />

Las cuerdas entonan un bellísimo tema<br />

fúnebre cuando es introducido el<br />

cadáver de Bartley. El gran monólogo o<br />

ana final de Maurya se produce a partir<br />

de este motivo, de la cantinela de Maurya<br />

y del planteamiento melódico que<br />

atraviesa toda la obra. Es acompañado<br />

por la intervención del coro (siempre<br />

en su lamento, que se limita a la exclamación<br />

Ab, puesto que Vaughan Williams<br />

no le añade una parte literaria<br />

propia), por el acompañamiento orquestal,<br />

que alterna los pasajes de descripción<br />

de los elementos con retomos<br />

a la cantinela de Maurya, que a su vez<br />

asumen Nora y Cathleen en las dos<br />

breves interrupciones del discurso de la<br />

madre. El COTO tiene intervenciones que<br />

pueden recordar engañosamente el de<br />

Sirenas de Debussy. Mas el coro del<br />

compositor francés está deliberadamente<br />

des human izado, como lo está su descripción<br />

de los elementos en otra obra,<br />

£/ mar. Por el contrario, el de esta ópera<br />

es una queja muy humana que se corresponde<br />

con los vientos y el mar aquí<br />

humanizados, cuya agitada presencia,<br />

manifiesta aunque invisible, marca el<br />

sentido de la acción dramática, configurándose<br />

como cristalización sonora del<br />

destino a lo largo de la trágica situación<br />

planteada. Vaughan Williams volverá a<br />

hacer uso de un procedimiento semejante<br />

en su SépOma Sinfonía. «Antartica»<br />

(1942-1952), en la que habrá de incluir<br />

un pequeño coro femenino.<br />

Tras el monólogo de Maurya, la obra<br />

concluye en una resolución hacia las gamas<br />

dinámicas inferiores, como en una<br />

sugerencia de la desolada resignación de<br />

la protagonista. Como ha sido repetidas<br />

veces señalado, la desolación final de esta<br />

ópera se da con determinados procedimientos<br />

acórdicos que resurgirán<br />

en su momento de la Sexta Sinfonía del<br />

mismo autor.<br />

Ríders to Che seo se estrenó el I de<br />

diciembre de 1937 en el Royal College<br />

of Music de Londres. Habían transcurrido<br />

cinco largos años desde su conclusión.<br />

Aún faltaban unos años para que<br />

surgiera el gran operista británico del siglo<br />

XX, el que daría todo un repertorio<br />

de títulos ingleses a los escenarios líricos.<br />

Nos referimos a Benjamín Bntten.<br />

Sin duda alguna, obras maestras como<br />

la admirable ft'dere to the seo le abrieron<br />

caminos. Y no sólo en lo que se refiere<br />

a la prosodia musical inglesa. Aunque el<br />

gran ejemplo se daba, precisamente, al<br />

demostrar que podían escribirse buenas<br />

óperas en inglés.<br />

Santiago Martin Bermúdez<br />

SCHERZO 149


MAHLER EN MADRID<br />

D<br />

urante .los años de revisión que<br />

siguieron al segundo conflicto<br />

mundial, los intelectuales franceses<br />

apenas se interesaban más que por el<br />

objeto artístico en si mismo, y tal vez todavía<br />

más por las leyes que rigen la composición.<br />

La imagen rechazaba la representación,<br />

hasta el punto de que lo innovador<br />

no podía ser otra cosa que<br />

figurativo. En el pensamiento dominaba el<br />

estructuralismo. En música el redescubrimiento<br />

de Webem llevó a la insensata<br />

esperanza de una teoría absoluta, el serialismo<br />

integral. Por doquier triunfaba una<br />

supuesta objetividad y las claves de la<br />

obra misma no podían buscarse más que<br />

en la obra en sí.<br />

En ese movimiento estético que rechazaba<br />

la melodía, que rompía la Imealidad<br />

del relato mediante los juegos de<br />

espejos del nouveou ramón y que, en resumen,<br />

creía poder alcanzar lo universal<br />

mediante la abstracción, no estaba de<br />

moda interesarse en las contradicciones<br />

de la naturaleza humana, en las peripecias<br />

de la existencia y en las secretas motivaciones<br />

de la creación artística. Y quizá<br />

sea a ese fenómeno a lo que hay que<br />

atribuir el escaso número de biografías<br />

musicales publicadas por entonces. En el<br />

caso de Mahier, la ausencia de cualquier<br />

biografía estaba totalmente justificada<br />

por el poco interés que la clase musical<br />

francesa prestaba a ese compositor. Porque<br />

a sus ojos Mahier poseía los múltiples<br />

defectos de traer hasta el siglo XX<br />

las bisuterías del romanticismo, de llegar<br />

a la desmesura que hace disolver las formas,<br />

y de arrastrar un patetismo subconsciente<br />

que no podía sino molestar a<br />

los espíritus fuertes. No es difícil imaginar<br />

la repugnancia que algunos manifestaban<br />

ante las confesiones de Mahier acerca de<br />

sí mismo y de su obra: «Mi música es vivida.<br />

Qué pensarán los que no viven,<br />

esos en cuyos pulmones no entra el menor<br />

soplo de ese viento huracanado que<br />

barre nuestra gran época. {1895)'». o,<br />

«Solamente cuando experimento, o<br />

siento (eriebe) creo y solamente cuando<br />

J50SCHERZO<br />

Música y vida<br />

La biografía como instrumento de análisis<br />

Iniciamos la publicación de una sene de artículos sobre Gustav Mahier de quien es<br />

uno de los más prestigiosos estudiosos internacionales de la obra de este<br />

compositor genial: Henry-Louis de La Grange-al que tendremos ocasión de escuchar<br />

en Madrid dentro del Ciclo Viena 1900 que se celebra en la Residencia de<br />

Estudiantes con el patrocinio de la Fundación Caja de Madrid los días 3, 4 y 5 de<br />

marzo -es autor, como nuestros lectores saben, de una fundamental biografía de<br />

Mahier, dividida en tres tomos- Vers lo gloire, L'age d'or y Le genie foudroyé-, el<br />

primero de los cuales se publicó en 1979. El gran musicólogo francés analiza aquí la<br />

importancia de lo biográfico en el estudio de la creación artística en general y de la<br />

obra mahleriana en particular.<br />

creo, experimento». (1897)', o aún más,<br />

«Desde Beethoven no hay música alguna<br />

que no tenga un programa interior»<br />

(1902) 3 , o bien, por último: «Es indiscutible<br />

que nuestra música lleva dentro todo<br />

lo que en nosotros es puramente humano<br />

(...) Lo que se pone en la música es al<br />

hombre por entero, que siente, que<br />

piensa, que respira y que sufre» (1904)\<br />

Por mi parte debo confesar hoy que<br />

no buscaba a través de su vida las claves<br />

de la música de Mahier cuando me metí<br />

en esta empresa biográfica que me ha absorbido<br />

-durante unos treinta años- la<br />

mayor parte de mis energías y cuando<br />

me decidí a explorar, con una obstinación<br />

que me extraña a mí mismo, los diversos<br />

aspectos del hombre Mahier y del autor<br />

de esa música tan singular. Por otra parte,<br />

su música me parecía mucho menos<br />

Mahier de paseo cerca de Tobkxk "Mi musca no es más que ruido de la naturafezo*


compleja que hoy. Ni siquiera conocía la<br />

famosa frasecilla de Schoenberg sobre la<br />

corbata de MaNer «Si se sabia cómo<br />

anudaba Mahler su corbata, se aprendía<br />

más que en tres años de contrapunto en<br />

el Conservatorio» 5 . Por fin ahora, después<br />

de tres decenios de tenaz trabajo,<br />

después de haber terminado mi labor<br />

biográfica, es cuando me doy cuenta plenamente<br />

de hasta qué punto se encuentran<br />

ligadas íntimamente la vida y ia obra<br />

de Mahler.<br />

Sin duda alguna, ocurre lo mismo, en<br />

cierta medida, con todos los artistas, pero<br />

mi propósito es mostrar hoy cómo ese<br />

vínculo es aún mas estrecho en el caso<br />

de Mahler, cómo es imposible, según<br />

creo, comprender plenamente la obra<br />

mahleriana sin referirse a una existencia<br />

que, sin embargo, nada tiene de novelesca.<br />

Esa vida, que se parece a la de Strauss.<br />

de la misma época es la de un gran profesional<br />

de la música, repartida de modo<br />

desigual entre la creación (el verano), la<br />

dirección de orquesta y la administración<br />

de un teatro la mayor parte de su vida.<br />

Pero, sin embargo, es diferente porque<br />

Mahler se dedicó en cuerpo y alma a recrear<br />

las obras del pasado (y del presente),<br />

al tiempo que dar a luz las suyas, con<br />

idéntico entusiasmo, idéntico olvido de sí<br />

mismo, con la misma pasión y el mismo<br />

minucioso cuidado.<br />

Desde el principio fue justamente esa<br />

actividad febril de intérprete y de administrador<br />

lo que condicionó el propio ritmo<br />

de la creación mahleriana Pero, además,<br />

exigió de él un auténtico desdoblamiento<br />

de la personalidad como no se<br />

conoce otro igual en la historia. Cuando<br />

Mahler estaba en el teatro se olvidaba<br />

por completo de su trabajo creador (con<br />

la única excepción de los Wunderfiom tieder<br />

con orquesta de 1892). Más tarde, en<br />

el verano, tenia que olvidarse por completo<br />

del teatro para sumergirse en la<br />

composición. Cada día de la temporada<br />

el creador tenía que sufrir y hasta aceptar<br />

la permanente agresión de la vida teatral,<br />

que no le dejaba ni un rato de ocio, salvo<br />

para copiar sus partituras y realizar trabajos<br />

de orquestación.<br />

Para soportar esa presión cotidiana de<br />

la música de otros, Mahler hubiera podido<br />

refugiarse en la abstracción y el formalismo.<br />

Brahms lo habla hecho antes que<br />

él, sin duda para defender su torre de<br />

marfil contra los males de la época, y de<br />

modo especial contra la descomposición<br />

del lenguaje y de las formas que caracterizó<br />

al final del post-romanticismo. Los trucos<br />

del oficio hubieran podido constreñir<br />

a Mahler a su naturaleza, a buscar, por<br />

encima de todo, la unidad y la coherencia<br />

de un esfuerzo intelectual del que, con<br />

certeza, hubiera sido capaz. De esta manera<br />

hubiera respondido mejor a las ex-<br />

pectativas de los medios vieneses prendados<br />

del clasicismo, pero habría quizá olvidado<br />

sus orígenes y compuesto una música<br />

que no le reflejarla por entero.<br />

No fue esa su elección. Como todos<br />

los artistas de temperamento fuerte, escogió<br />

un camino infinitamente más peli-<br />

Wolrer Grapius con uniforme de oficio) de Caballería<br />

durante (o / GUSTO Mundial.<br />

groso. Escogió el rechazo del artificio, conocerse<br />

a fondo, ser totalmente ftel a sí<br />

mismo. Por asi decirlo se puso por entero<br />

en escena, no quiso excluir nada de su<br />

arte. Así encontró toda la nqueza y la<br />

ambigüedad de su naturaleza, al tiempo<br />

que su visión metafísica y el ideal de pureza,<br />

de sencillez -que era para él el rechazo<br />

de las mezquindades de la vida cotidiana<br />

De ahí el movimiento deliberado<br />

mediante el cual Mahler vuelve sin cesar a<br />

las más lejanas fuentes de su infancia y en<br />

especial a las músicas populares de su país<br />

natal, con un rico patrimonio de numerosas<br />

etnias, checas, judías y alemanas.<br />

De la Primera a la Novena Sinfonía, y<br />

aún más en los Wunderhom Ueder, están<br />

siempre presentes esas fuentes populares.<br />

Es cierto que su presencia se ranfica<br />

en las obras de las maneras segunda y<br />

tercera Pero se vuelven a encontrar has-<br />

MAHLER EN MADRID<br />

ta en la Noveno Sinfbnfa músicas milrtares<br />

y «ruidos de la noche" (Naturlauf) en forma<br />

de cantos de pájaros, esos cantos que<br />

Mahler niño había escuchado en el bosque<br />

de Iglau y que le habían provocado<br />

una sensación de maravilla literalmente<br />

inagotable Es justamente ese amor al aire<br />

libre y a los grandes espacios, ese amor a<br />

la naturaleza y sus misterios, que están<br />

siempre presentes en su música y que le<br />

dan a ésta con frecuencia su dimensión,<br />

su significación, su fuera, a veces incluso<br />

su substancia Él mismo se ha explicado a<br />

ese respecto, en 1896: «Mi música no es<br />

más que ruido de la naturaleza (Naturlauf).<br />

No sé de otro programa» 6 . Más tarde,<br />

en un pasaje aún más revelador, habla<br />

del «misterio eterno y aterrador» de la<br />

naturaleza, que se puede, si acaso, «adivinar»<br />

pero nunca realmente «comprender<br />

ni penetrar» 7 . Ejemplifica esa concepción<br />

de la naturaleza mediante una alegoría tomada<br />

de la Edo: el episodio en el que<br />

uno de los gigantes, gran bebedor, habla<br />

de absorber cualquier cantidad de liquido.<br />

Con medios mágicos, los otros han conseguido<br />

meter toda el agua de los mares<br />

en su cuemo. El charlatán termina por<br />

comprender la trampa y, vencido, lo tira.<br />

Mahler añade: «La mar es infinita y cada<br />

obra de arte debe contener también una<br />

parcela de infinito, que de alguna forma<br />

debe reflejar a la naturaleza... «Lo que<br />

cuenta en la obra de arte, es lo que hay<br />

dentro de ella de mistenoso, de inconmensurable.<br />

Si se puede abarca la obra<br />

entera de una sola mirada, es que ha perdido<br />

su magia, su atractivo, al igual que el<br />

más hermoso de los parques puede volverse<br />

aburrido cuando se conocen todos<br />

sus caminos tan bien que se pierden las<br />

ganas de pasar*.<br />

Pero no es únicamente la naturaleza la<br />

que da a la música de Mahler su dimensión,<br />

su aliento, su apertura al mundo, es<br />

también lo que le permite encontrar el<br />

orden secreto que subyace en el desorden<br />

aparente de las cosas, es también, en<br />

otros momentos, un símbolo de paz, de<br />

pureza, de alejamiento (la esquila de las<br />

vacas), es un espacio acústico, generador<br />

de efectos de todo tipo, es, finalmente, ia<br />

fuente de inspiración de la polifonía específicamente<br />

mahleriana. Se debe resaltar<br />

este mérito porque en general se considera<br />

la escritura a varias voces como el<br />

mayor logro de la música occidental y sobra,<br />

su elemento más abstracto y cerebral,<br />

por tanto más alejado de la naturaleza.<br />

Porque Mahler veía las cosas muy de otra<br />

manera. Los sonidos, las músicas que, en<br />

el poema de Baudelaire y el Preludio de<br />

Debussy, girón en eí aire de la tarde y que<br />

él escucha de lejos, en el corazón de la<br />

naturaleza, le fascinan porque le descubren<br />

la mismísima esencia de cualquier<br />

polifonía digna de ese nombre. Asi se lo<br />

SCHERZO 151


MAHLER EN MADRID<br />

afirmará a uno de sus compañeros de paseo<br />

un día en que camina por el sendero<br />

forestal que lleva de Maiemigg a Klagenfurt,<br />

un día en que escucha dos organillos<br />

superponer sus estribillos, amén de una<br />

lejana música militar y por último el chinchin<br />

de un orfeón campesino. En el mismo<br />

momento en que su acompañante se<br />

tapa los oídos, horrorizado por esa cacofonía,<br />

en Mahler estalla su felicidad musical:<br />

«¿Lo oyes? -dijo, -¡Esto es polifonía<br />

de vendad! En música tiene que ser igual.<br />

Los temas deben llegar de varios lugares<br />

diferentes, con sus melodías y sus ritmos<br />

bien diferenciados. Si no es así. no es más<br />

que simple escritura y homofonía disfrazada.<br />

El artista debe acordar, ordenar y<br />

unir el conjunto en una única entidad sonora»'.<br />

Su niñez, pasada en una región colmada<br />

de música, hizo de Mahler desde su<br />

edad más temprana un músico instintivo,<br />

un Musikant mucho antes de que se convirtiera<br />

en un músico Musiker (un músico<br />

culto). Sus primeras composiciones importantes,<br />

Das Klagende bed y los Lieder<br />

emes fanrenden Gesellen, beben en ambas<br />

fuentes. En ocasiones el Musikant se oculta<br />

tras el Musiker, y viceversa. Sin duda<br />

fue esa musicalidad instintiva y enseguida<br />

desarrollada la que permitió a Mahler encontrar<br />

a los veintitrés anos su estilo propio<br />

y componer a los veinticuatro una<br />

obra maestra tan perfectamente terminada<br />

como los Lieder emes fahrenden Gesellen.<br />

El mismo reconoció la importancia<br />

fundamental de las fuentes de su infancia:<br />

«La composición se parece a esos juegos<br />

de construcción en los cuales siempre se<br />

levantan con las mismas piedras nuevos<br />

edificios. Estas piedras están ahí, desde la<br />

infancia, dispuestas a ser reconocidas y<br />

reunidas para ser utilizadas enseguida» 10 .<br />

Sin embargo, esas fuentes de la niñez<br />

más temprana no son las únicas que regaron<br />

el arte mableriano. Existe otra, casi tan<br />

importante como ellas, aunque un poco<br />

mas tardía. Se trata de las lecturas de juventud<br />

/ en especial la de los grandes románticos<br />

como E.TA Hoffmann y jean<br />

Paul. Su sola influencia basta para explicar<br />

uno de los aspectos mas llamativos y originales<br />

de su música: la mezcla de lo grotesco<br />

y de lo trágico, de ironía y de ingenuidad,<br />

al igual que los famosos cambios<br />

de humor y las brutales rupturas de clima.<br />

La sombra de Jacques Callot, el famoso<br />

grabador francés que admiraba Hoflrnann,<br />

el recuerdo de Roquairol, el anti-héroe de<br />

Titán, la gran novela de Jean Paul, nos viene<br />

a la memoria cuando se escucha esa<br />

música y no sólo cuando se evocan explícitamente,<br />

como ocurre en la Primera Sinfonía.<br />

Por su parte, Adorno ha comparado<br />

la estructura de las Sinfonías de Mahler a la<br />

novela, haciendo así alusión a la manera<br />

de encadenar episodios sin recurrir a un<br />

152 SCHERZO<br />

plan predeterminado sino transformando<br />

y deformando los materiales temáticos a<br />

ía medida que se desarrolla el relato y a la<br />

manera de un proceso biológico.<br />

La lectura de grandes textos filosóficos<br />

abrió también ef espíritu de Mahler a los<br />

problemas de la condición humana «¿Para<br />

qué existimos? ¡Continuaremos existiendo<br />

después de la muerte?»", tales son<br />

las preguntas fundamentales a las cuales<br />

responde sobre todo el autor de la Segun-<br />

tancia ha sido subestimada durante mucho<br />

tiempo. Se trata de la violenta hemorragia<br />

que le llevó cerca de la muerte durante<br />

la noche del 24 al 25 de febrero de<br />

1901. A sus íntimos les habló vanas veces<br />

de su pavor retrospectivo: «Se hizo más<br />

tierno e indulgente -escribe Bruno Walter-<br />

una gran capa de calma, que subía<br />

de las profundidades, había recubierto, en<br />

cierto modo, el conjunto de su personalidad.<br />

Había sentido la proximidad de la<br />

La HiJuschen de Steiníwd). ufo de tos rejiígios preferidos de Moble', donde compuso lo Tercero Sinfonía.<br />

do Sinfonía. Goethe y Holderiin, Schopenhauer,<br />

Kant y Nietzsche, Gustav Theodor<br />

Fechner son poetas y pensadores que le<br />

han permitido tomar distancias con respecto<br />

a la trivialidad cotidiana y abrir su<br />

obra al mundo del espíritu, mediante una<br />

reflexión fundamental que no se encuentra<br />

en casi ningún otro compositor.<br />

El primer período creador de Mahler<br />

se acaba en una Sinfonía cuya ingenuidad<br />

de estilo y simplicidad de materiales encubren<br />

una complejidad de escritura y estructura<br />

sin precedentes en su obra. El<br />

neoctosrasmo anticipado de la Cuarta, la<br />

imaginería popular del Finale y su descripción<br />

medio ingenua y medio paródica del<br />

cielo y de sus alegrías despistaron tanto a<br />

sus contemporáneos que creyeron que<br />

Mahler se burlaba de ellos. Pero esa Sinjbnía<br />

la más objetiva de todas, al menos en<br />

apariencia, no puede separarse del contexto<br />

biográfico que la rodea. En efecto,<br />

el bienestar y la calma que rezuma, no<br />

puede impedir relacionarla con la satisfacción<br />

que sentía el músico, después de un<br />

largo vagar por los teatros de Austria-<br />

Hungría y de Alemania, al verse por fin<br />

de vuelta en su patria y a la cabeza de<br />

una de las instituciones musicales más<br />

prestigiosas del mundo germánico.<br />

Un año después de terminar la diana,<br />

el primer viraje decisivo que aparece en<br />

la vida creadora de Mahler es desencadenado<br />

por un acontecimiento cuya impor-<br />

muerte». 12 , En adelante nada será igual ni<br />

en la vida ni en la obra de Mahler. Al año<br />

siguiente va a casarse. Mientras espera las<br />

obras compuestas en el verano siguiente,<br />

durante una auténtica explosión creadora,<br />

poseen un carácter fúnebre y desesperado:<br />

se trata de los primeros movimientos<br />

de la Quinto, del Tambourg'sell. de<br />

los pnmeros tQndertotenlieder. De pronto<br />

toda su obra cambia de carácter. Entra<br />

más en profundidad dentro de sí mismo,<br />

choca violentamente con las fuerzas hostiles<br />

del yo y del destino (Sexta), Ceíebra<br />

la Noche, sus misterios y sus visiones fantasmagóricas<br />

(Séptima). Con excepción<br />

de esas obras maestras en miniatura que<br />

son los RückertLieder, abandona por el<br />

momento la voz humana. Interioriza, reflexiona,<br />

se prohibe la utilización de poemas<br />

o de alusiones literarias. Evita para<br />

siempre en sus obras los progromos, los<br />

textos, los coméntanos o las explicaciones<br />

verbales. Su reflexión se convierte en<br />

más musical que Irterana, es la época de<br />

las formas cada vez más libres, de las polifonías<br />

cada ve2 más elaboradas. Los triunfos<br />

afirmativos que Adorno juzga escasamente<br />

convincentes en la Quinta, la Séptima<br />

y la Octavo Sinfonías, rodean la única<br />

de sus obras que termina en una derrota<br />

y en el marasmo absoluto, la Sexta Sin<br />

embargo, en ese momento, Mahler está<br />

en la cumbne de su gloria, parece feliz y<br />

satisfecho tanto en su vida privada como


en la pública. Igual que en otro tiempo<br />

habla compuesto en la angustia alegre, la<br />

resplandeciente Cuarta, su obra más luminosa<br />

demuestra aquí, en la Sexta, que<br />

si los acontecimientos de la vida ejercen<br />

una influencia muy fuerte sobre su creación,<br />

esta influencia no es, la mayoría de<br />

las veces, ni directa ni inmediata. Por el<br />

contrario, la nueva evolución que se encuentra<br />

en el origen de su tercer período<br />

creador, como anteriormente del segundo,<br />

es otra vez un acontecimiento de<br />

su vida, el más doloroso quizá de toda su<br />

existencia de adutto, ya que se trata de la<br />

muerte de su hija amadísima de cuatro<br />

años. Ocurre que, acerca de todo el periodo<br />

que le sigue y al principio del cual<br />

nos encontramos a Mahler presa de una<br />

desesperación absoluta y casi muda, se<br />

han cometido errores muy graves. Bajo<br />

el pretexto de que los médicos le diagnosticaron<br />

entonces una ligera «insuficiencia<br />

mrtral», afección bastante corriente<br />

de una válvula de su corazón, bajo el<br />

pretexto de que le llevaron sin ningún<br />

motivo a vivir durante unos meses como<br />

un enfermo grave, se ha descrito al Mahler<br />

de esa época como un hombre que<br />

no puede más. Asi se ha pretendido una<br />

y otra vez que Dos<br />

Ued van der érete y<br />

la Novena fueron<br />

compuestas por un<br />

muerto con la sentencia<br />

en suspenso<br />

que no tenia más<br />

propósito en este<br />

bajo mundo que<br />

despedirse de la tierra,<br />

lo que, por otra<br />

parte, iba a hacer<br />

tres veces, en las<br />

dos obras que acabo<br />

de crtar y en la<br />

inacabada Décimo.<br />

Pero, ¡qué nos enseña<br />

la realidad biográfica?<br />

Un director<br />

de orquesta tan hiperactivo<br />

como de<br />

costumbre, que va a<br />

dirigir dos temporadas<br />

de ópera bien<br />

prever su próximo fin. Durante esa última<br />

temporada escnbe varias veces a su familia<br />

que nunca se ha sentido mejor de salud.<br />

De hecho, durante esa segunda temporada<br />

filarmónica, realmente conquistó<br />

América y tuvo algunos de los mayores<br />

tnunfos de su carrera. Es este, pues, el<br />

hombre acabado, el enfermo grave, obsesionado<br />

por la idea de su fin inminente,<br />

que nos descnben la mayor parte de los<br />

musicógrafos. En este caso me parece importante<br />

rectificar nuestra manera de entender<br />

las obras del tercer período creador<br />

de Mahler, a la luz de la verdad histórica.<br />

Porque componiéndolas pensaba, en<br />

mi opinión, mucho menos en su próxima<br />

muerte que en la muerte de los hombres<br />

en general. La obsesión que parece haber<br />

sentido de la partida, del adiós, le sobrevino<br />

al ver morir ante sus ojos a la hermosa<br />

niña que lo había sido todo en su vida.<br />

Verosímilmente el acontecimiento despertó<br />

en él las emociones de su niñez, las<br />

que habla sentido al ver monr en tomo<br />

suyo a ocho de sus hermanos y hermanas,<br />

cuando compartió la pena de sus padres.<br />

En 1907 la pena causada por la<br />

muerte de su hija fue tan fuerte que no<br />

pudo hablar jamás de ello y reprimió las<br />

MAHLER £N MADRID<br />

de esa crisis y de esa pena otro hombre,<br />

más profundo y mas fuerte. Esa fuerza y<br />

esa profundidad nuevas enriquecerán las<br />

dos obras maestras más preciosas.Dos<br />

Ued y la Novena.<br />

Para comprender la Décima Sinfonía, es<br />

también indispensable conocer los acontecimientos<br />

del verano de 1910. En efecto,<br />

desde hace algún tiempo, la revelación<br />

de la correspondencia entre Alma y Walter<br />

Gropius ha arrojado una luz nueva y<br />

desoladora sobre los úrtimos meses de la<br />

vida de Mahler. Porque Alma no había<br />

confesado nunca que sintiera por Gropius<br />

una pasión física tan intensa. En ningún<br />

otro sitio habla dicho que continuó<br />

viéndolo a pesar de la promesa que le hizo<br />

a Mahler, y que consideraba al joven<br />

arqurtecto como su amante titular y como<br />

una legitima compensación después<br />

de años de renuncia a todas las alegrías<br />

de la carne. Tal como ha sido revelado<br />

recientemente por el biógrafo de Walter<br />

Gropius, la situación entre Mahler y Alma<br />

parece, a primera vista, de una comedia<br />

de enredos, pero en realidad se trata de<br />

una gran tragedia Casi es imposible creer<br />

que haya podido durar tanto y no se<br />

puede dejar de pensar que Mahler posiblemente<br />

adivinó<br />

y lo presintió todo.<br />

La melancolía<br />

la tristeza punzante<br />

y casi metafísica<br />

de determinados<br />

pasajes de Das<br />

hed y de la Noveno<br />

Sinfonía deben<br />

ser, en mi opinión,<br />

entendidos<br />

en segunda instancia,<br />

como una<br />

meditación sobre<br />

la condición humana<br />

y la muerte,<br />

de las más profundas<br />

y esenciales<br />

que nos haya<br />

dejado creador<br />

de música alguno.<br />

Por el contrario,<br />

determinados pa-<br />

sajes de la Déci-<br />

La aclmdad de intérprete y administrador condicionó la creación rnohlenona. Mahler dinge la Noveno<br />

nutridas y seguidamente las dos tempo-<br />

Sinfonía de Beelhonen.<br />

ma, en especial el segundo <strong>Scherzo</strong> y el<br />

radas de conciertos mas intensas de su<br />

Finale, sin duda compuestos después de la<br />

carrera: en primer lugar, cincuenta con-<br />

manifestaciones demasiado visibles de crisis de 1910-las famosas frases desesciertos<br />

e innumerables ensayos, y esto<br />

dolor. Después, realmente la impresión peradas lo demuestran-, expresan un do-<br />

en cinco meses, después, al año siguien-<br />

del diagnóstico cardiaco, que hicieron lor sin limites, de un hombre que cose<br />

te, un número igualmente elevado de<br />

médicos que no le conocían y que le haber fracasado en su vida ya que no ha<br />

conciertos en quince semanas, es decir,<br />

asustaron innecesariamente, fue cruel. Pe-<br />

conseguido conquistar el único corazón<br />

en menos de cuatro meses, ya que esa<br />

última temporada se verá interrumpida<br />

ro consiguió superarla Se dedicó a vivir<br />

que le importa, el único ser que en adelante<br />

cuenta para él. Ese es el sentido, me<br />

por los primeros síntomas de una grave<br />

normalmente de nuevo y a hacer largas<br />

parece, que se le debe dar al grito desga-<br />

enfermedad infecciosa {y no cardiaca) caminatas a pie, si no escaladas. En definirrador<br />

que cierra el último movimiento<br />

que se le declaró antes de finales de fetiva, la crisis de 1908 fue tan fértil como la<br />

de la Sinfonía inacabada de Mahler.<br />

brero de 191 I.<br />

de 1901: las cartas que escribe a Bruno<br />

En aquel momento Mahler no podía Walter lo prueban. Mahler se rehizo, se<br />

volvió a encontrar a si mismo, induso volvió<br />

a componer, actividad indispensable Se podría seguir aún la búsqueda de<br />

para su equilibrio. Una vez más emerge claves y de instrumentos de análisis en la<br />

SCHERZO 153


MAHLER EN MADRID<br />

claves y de instrumentos de análisis en la<br />

vida de Mahler. Se puede comprobar, sobre<br />

todo, que el conocimiento del hombre,<br />

de su carácter, de su personalidad,<br />

terminan con la imagen tradicional que<br />

de él se había formado a causa de sus<br />

obras más populares, Dos Lied von der Erde<br />

y los Kindertotenlieder, imagen que era<br />

la de un compositor morboso e introvertido.<br />

Esa imagen se las arregló para reforzarla<br />

el célebre film de Lucchino Visconti<br />

Muerte en Veneoo, al inventar toda clase<br />

de nuevas ficciones, hasta el punto de<br />

que Mahler se convierte en una caricatura,<br />

un Chaikovski vienes, un marginal que<br />

se deleita con su propia frustración. Ahora<br />

bien, con lo que nos encontramos es<br />

que el hombre desbordaba energías y vitalidad<br />

y la historia de su vida nos lo<br />

muestra como un administrador realista,<br />

un dirigente de hombres, capaz, es verdad,<br />

de grandes impulsos de compasión,<br />

pero totalmente libre de ese sentimentalismo<br />

que los primeros que escucharon<br />

sus obras creyeron descubrir en él. Igualmente,<br />

un examen en profundidad de sus<br />

partituras revela a un creador infinitamente<br />

más audaz y mas orientado hacia el<br />

porvenir de lo que al principio se habla<br />

pensado. Su actitud hacia Schoenberg, sus<br />

interpretaciones neoyorquinas de obras<br />

de Debussy y Dukas, su actitud ante la<br />

vanguardia de su época demuestran cumplidamente<br />

que la modernidad no le<br />

asustaba. Si sus obras trad icio nal mente<br />

impopulares, como la Sexto y la Séptima<br />

Sinfonías, han comenzado a ser captadas y<br />

comprendidas, es porque se ha aprendido<br />

hoy a escuchadas como creaciones<br />

que pertenecen al siglo XX; su complejidad<br />

de estructura y de lenguaje las hacen<br />

dignas contemporáneas de las primeras<br />

creaciones schoenbergianas, con las cuales<br />

comparten la extrema audacia y en<br />

especial los juegos tímbncos y la puntillosa<br />

perfección técnica Entendemos mejor<br />

que nunca, hoy, las sutilezas y audacias de<br />

ese arte en el que el oficio no se ve nunca<br />

y que no ha cesado de evolucionar y<br />

profundizarse hasta alcanzar las cumbres<br />

de la Noveno.<br />

De ordinario, los críticos, e incluso los<br />

exégetas. ponderan el valor de una obra<br />

porque sea auto suficiente, resplandezca<br />

con su propia luz y no haya, resumiendo,<br />

la menor necesidad de las claridades puntillosas<br />

del historiador. Ahora bien, las acciones<br />

y reacciones de Mahler, sus silencios<br />

y sus interjecciones, sus reflexiones<br />

en voz afta, sus provocaciones y ocurrencias,<br />

pero sobre todo sus métodos de<br />

trabajo permiten por lo menos no equivocarse<br />

acerca de las intenciones del creador,<br />

a falta de ofrecer las claves absolutas<br />

de su creación. Si Mahler no hablaba<br />

con gusto de la técnica de sus composiciones,<br />

no tenía nada de un teórico a lo<br />

154 SCHERZO<br />

Schoenberg, no por eso era infinitamente<br />

más consciente de su método de composición<br />

y de su soberano dominio de lo<br />

que se ha admitido generalmente. Cuando<br />

habla por ejemplo, de la repugnancia<br />

que siente ante las re-exposiciones, las<br />

vueltas a atrás, anticipa uno de sus principios<br />

fundamentales, gracias al cual ha<br />

creado realmente una especie de novela<br />

musical en la que los personajes-tema<br />

evolucionan a medida que transcurre el<br />

relato y no recuperan nunca su forma pnmera.<br />

Antes de escoger entre las diferentes<br />

versiones que Mahler ha dejado de varias<br />

de sus obras, antes de aceptar o rechazar<br />

tal o cual retoque, es indispensable<br />

saber qué introducía en cada interpretación,<br />

a veces en función de la acústica de<br />

la sala o bien de los defectos o virtudes<br />

de los intérpretes. Antes de reproducir o<br />

de ejecutar sus indicaciones de matices o<br />

de tempo, se debe también saber que<br />

desconfiaba de los músicos de orquesta,<br />

que siempre tienen tendencia a exagerar<br />

y a hacer más de lo que se les pide, Esa<br />

es la razón por la cual escribe en general<br />

«no apresuran) (nicht eilen) en lugar de<br />

«ralentizar» o bien «no arrastrar» (nicht<br />

schleppen) por «acelerar ligeramente».<br />

En lo que respecta a los programas de<br />

sus primeras obras y a la importancia que<br />

Moble' y Alma en ñasilea, cuando driígiú altita Segundo Sinfonía (1894).<br />

debe concedérseles, hay que conocer<br />

también todo lo que escribió sobre ese<br />

tema saber, especialmente, que la mayor<br />

parte de ellos ha sido redactada a postenon,<br />

con excepción del de la Tercera. Durante<br />

los últimos años de su vida, volvió<br />

una y otra vez sobre esa espinosa cuestión,<br />

y siempre para condenar el propio<br />

principio de los comentarios verbales o<br />

de los análisis de una obra musical. Sin<br />

embargo, se debe saber también que ese<br />

rechazo tan categórico tiene su origen en<br />

su antipatía por la música descriptiva tal<br />

como la practicó Liszt en sus Poemas sinfónicos<br />

y tal como Strauss la cultivaba todavía<br />

con una prestigiosa facilidad y éxito<br />

creciente. Para Mahler, cuando la música<br />

sinfónica describe acontecimientos concretos,<br />

decae y vuelve la espalda a su verdadera<br />

misión. A sus ojos el dominio de<br />

la música comienza donde termina el de<br />

las palabras, como demuestra en sus<br />

obras del segundo y tercer periodo, excepción<br />

hecha de la Octovo Sinfonía y de<br />

La Canción de la Tierra. «Una obra tan<br />

unitaria, tan bien articulada y cerrada sobre<br />

sí misma -dice de la Segunda Sinfonía-,<br />

es tan difícil de explicar como el universo.<br />

Estoy convencido de que si se le<br />

pidiera a Dios que diera un programa para<br />

el universo que ha creado, se sentirla<br />

igual de incapaz 13<br />

Porque Mahler deseaba que cada una<br />

de sus Sinfonías fuera un universo, y esto<br />

por razones que únicamente las condiciones<br />

de su vida permiten comprender. En<br />

efecto, la mayor parte de su tiempo lo<br />

consagraba a su actividad de intérprete,<br />

especialmente en el teatro. Se identificaba<br />

con las obras que dirigía o ponía en escena<br />

con una excepcional entrega personal.<br />

hasta el punto de modificarlas y retocarias<br />

muchas veces. Esas obras de otro las vivía<br />

pues con tanta intensidad que hubiera sido<br />

natural que su música sufriera su influencia<br />

Así, cuando llegaba en el verano<br />

a Maiemigg, tenía que llevara cabo un esfuerzo<br />

sobrehumano, pero indispensable,<br />

para olvidarlas. Recordemos que decía de<br />

un compositor en el que las reminiscencias<br />

eran, en su opinión, demasiado visi-


les, «que debía de tener muy mala<br />

memoria para no haber sabido<br />

evitarlas»" (se trata de Zemlinsky).<br />

Él. para escaparse, hubiera podido<br />

crisparse, recurrir a tal procedimiento<br />

intelectual y a medios por<br />

así decirlo mecánicos, automáticos.<br />

Sin duda de ese modo se hubiera<br />

arriesgado a ser un maestro menor,<br />

dentro de unos limites que se<br />

hubiera secado, límites formados<br />

de la resistencia a ¡as presiones de<br />

fuera, en una época en que el viento<br />

del porvenir soplaba ya con violencia<br />

y los conservadores estaban<br />

vencidos de antemano.<br />

En lugar de ello eligió abandonarse<br />

a su inconsciente al igual que<br />

a su memona, sumergirse en cierto<br />

modo en el plasma original, entregarse<br />

a las corrientes divergentes<br />

de lo consciente y del inconsciente,<br />

dejar libres a las fuerzas, a los sueños,<br />

a las profundas pulsiones del<br />

ser. Fue así como llegó a considerarse<br />

como «un instrumento con<br />

el que toca el universo» 15 . Es cierto<br />

que cada verano una voluntaria<br />

ruptura con el mundo de lo real<br />

(«der Wert abhanden») le permitía<br />

partir a la conquista de sus tierras<br />

interiores. Sabemos hasta qué punto<br />

esa búsqueda era laboriosa y penosa,<br />

y se comprende por qué esa inmersión<br />

total no podía desembocar en pequeñas<br />

formas.<br />

Durante la composición de la Cuarta<br />

percibió que un «segundo yo» había trabajado<br />

en la obra durante las temporadas<br />

estén'es del invierno y la primavera y<br />

que la S/nfonfa así creció sola, dispuesta a<br />

dilatarse durante el verano. Esa concien-<br />

NOTAS<br />

I, «Meine Musik ist «gelebt», und wie sollen stch diejenigen<br />

zu ihr vematten. die nicht deben», und TU denen<br />

nicht ein Luftzug dnngt von dem Sturmflug unserer<br />

grossenZeit»Cf Gusto/Atohtei Bnefe 1879-1911.ZsoJnay,<br />

Wsn-Bertn-Zünch 1924 n° 164 y Gustó" Mahler<br />

ñnefe, Neuausgabe erweitert und revidiert von Herta<br />

Blaukopf, Zsolnav, Wien-Hamburg 1961, n° 139 (obras<br />

otadas en adelante por las iniciales MBRI y M8R2), Cf<br />

también Henry-Lous de La Grange, Mahler. Fayard Parts,<br />

1979-1964, yol. I, p. 495 (en adelante HLG).<br />

2 «So geht es mir immen nur wenn ich erlebe.<br />

«tondithte» ich - nur, wenn ich tondichte, debe ¿chb><br />

Cf MBRI n° 209 y MBR2 n° 21 6; HLGj.451.<br />

3. «So wie Sie auf der Spur smd, wertíen es nach<br />

urid nach alie wertíen. es gibt von Beethoven angelangen<br />

keine modeme Musik. die nicht ¡hr inneres Programm<br />

hat.» Cf MBRI n" 27-1: MRBÍ n° 283;<br />

HLGIU64.<br />

4. «Das unsere Musite das «trein Menschliche» (alies<br />

was dazu gehort, also auch das «Gedankliche»] in irgenú<br />

eine Weise in^ihviert. ist ja dodi nicht zu leugnen.<br />

(._) Wenn man musiz#ren wifl. darf man nicht malen.<br />

dienten, beschreiben wolien Aber was man musiaert is<br />

doch emen ganze (also fünlende, dentonde. atmende,<br />

leidende) Mensch.» Cf MBRI n° ÍS8; MRB) n° 334;<br />

HLG.11^64.<br />

5. «...harte ich sogar Mahler ¡usehen «volten. wie er<br />

ene Kravatte oinden, und harte das interessanter geftmden<br />

und lehrre*cher, ais «v»e írgendeiner unserer Musik-<br />

Alario, cuyo muerte sumid o Mahler en un dotar mudo y desesperado.<br />

cia de las germinaciones secretas, de los<br />

movimientos y procesos del inconsciente<br />

en Mahler había llamado la atención a<br />

Freud cuando, en 1910, el médico le explicó<br />

al músico los fundamentos de una<br />

teoría en úrtimo término más natural para<br />

el artista que para el científico. En mi<br />

opinión, la grandeza de Mahler reside<br />

esencialmente en que se puso por ente-<br />

hofrate emen Kholingen Stoff komponiert» Cf Schíjnberg.<br />

Sbl und Gedanke, in Gesommerte Scftn^en, vol I,<br />

S^n Vojtech. ed-, Fischer, Frankftjrt am Main, 1976, p.<br />

19. La versión definitiva de este texto, aquí crtado er<br />

alemán, difiere ligeramente del texto ongnal.<br />

6. «So; da haben Sie schon eirw Art FVograrnm - dh.<br />

eme Probé, wie ich Musik mache. Sie isl immer und<br />

überall nur Naturlautl (...) Eine andere Art von FTogramm<br />

erkenne ich. wenigstens für meme Werke. ncht<br />

arjiCfMBRI.n" l97,MBR2,n° 195 ^HLG.1^60<br />

7. «Was im Kunstvwrlt wirkt *ird vor allem immer<br />

das Geheimniswolle. Inkommensurabíe sein.(,) Aber die<br />

sind ihr noch mcht auf die Spur gekocnmen. die nicht<br />

alie Schauer eines unendlrchen Geheimnisvollen, Gftttííchen<br />

im Angesichre der Natur ergrerft, das wir nur ahr\er\r<br />

nicht begrertf n und durchdnngen künnenjí Cf Natalle<br />

Eauer-Lechner. Ennnerungn on GustOT AtoHer, Tal.<br />

Leipag-Wien-Zurich. 1923, p 140; Gustav Mahler, Herboi<br />

Kilhan, Ermefungen von Ntnatie ñauer-Ledtner, Knud<br />

Martner, ed., Karl Dieter Wapier. Hamburg. 1984, p.<br />

160 (estas dos edmones son citadas en adelante por ias<br />

iniciales NBLI y NBL2); HLG, 1.900.<br />

B. Ibid.<br />

9. «Húrt ihr's? Das ¡5t Polyphonie und da hab'ich sie<br />

heri (...) Gerade so, von gam verschiedenen Serten her,<br />

mussen die Therrien kommen und so vollig unterschieden<br />

sein in Rhythmik und Melodik (alies andere ist Woss<br />

Vielstimmigkert und verkappte Homophon»e); nur dass<br />

sie der KQnstler zu emein zusammenstimmenden und -<br />

klingenden Ganzen ordnet und veremt Cf NBLI, p.<br />

!47;NBL2,p. 165; HLG.I,902JÍ<br />

\MAHLER EN MADRID<br />

ro en su música, con sus ambigüedades,<br />

sus contradicciones. Pero<br />

es también maravilloso ver transformar<br />

esa materia bruta en un arte<br />

tan perfectamente elaborado y<br />

controlado, sin perder nada de la<br />

rica ambigüedad de su subconsciente.<br />

Porque se recordará, a guisa de<br />

conclusión, que si Mahler ha hecho<br />

de su ser profundo, de las experiencias<br />

que ha vivido, de las especulaciones<br />

filosóficas que compartió<br />

y de las visiones que le habrtaron,<br />

si hizo de todo ello materia<br />

viva de su arte, hay una gran parte<br />

inexplicable en su música, como<br />

señaló varias veces. Como dos paralelas<br />

en el infinito, el hombre y la<br />

obra terminaron aquí por encontrarse.<br />

Al igual que todos los grandes<br />

creadores. Mahler es a la vez lúcido<br />

y extra-lúcido. Su obra no da<br />

cuenta ni de una realidad ni de un<br />

sueño sino que se esfuerza por hacer<br />

que coincidan realidad y sueño.<br />

La contradicción, pues, la habata,<br />

la misma que gobierna la vida y<br />

que, mediante el juego de los contrarios,<br />

nos permite mantener el<br />

equilibrio. «Mi música es vivida»,<br />

decía por un lado, mientras que<br />

por el otro proclamaba «Mi obra no es la<br />

autobiografía de un director de ópera».<br />

Lo que diferencia al genio del hombre<br />

corriente es que aquél cuando dice cosas<br />

opuestas continúa diciendo la verdad.<br />

Henry-Louis de La Grange<br />

(Traduce**" de Javier Alfa")<br />

10. aDas Kompomeren ist wie en Spieten mit Bausteinen,<br />

wobei aus denselben Stenen imrrier ein neues<br />

Gebaude ertsteht Die Steine aber llegen von derjugend<br />

an, die alien zum Sammeln und Aufhehmen bestimmt<br />

ist. alie schonfix und ferOgdi»Cf NBLI, p. 120;<br />

NBL2,p. l38;HLai,80I<br />

I I. «Wozu sind wirf und: Werden wir setn auch<br />

(iber dieses Leben hinaus?» Cf NBLI, p. 45; NBLZ p.<br />

59; HLG.^63.<br />

12. «Er «var Stter, milder und wscher geworrfen und<br />

eme tiefemste Ruhe war über sein Wesen gebreitet»<br />

Cf Bruno Walter. Motiléis Weg. £n EnnnervngsWaa Der<br />

Merte-, lili.1911<br />

13. «Nun gar erst dieses Werk. das 5o ebheithch<br />

geschfossen und verburiden ist und das man ebenso<br />

vttnig ertóíren kann wie die Welt Ich bin namkh Uberzeugt,<br />

Yi^nn Gott aufgefordert würde, sein Programm<br />

zur oWelt», die er geschaffen. zu geben, kúnnte er es<br />

ebensowenig». Cf Alma Mahler. Gustiw Mohkr Erinnerugen<br />

und Bnefe Fiícher, Frankfurt, 1949, p. 275. Carta<br />

del 18 de diciembre de 1901.<br />

14. «GusQv sagte von ihm: Er rriüsse ^in schlechtes<br />

Gedaditnis haben, denn auf óessen Mangel schiebt er<br />

vor allem Plagíate, die einer bei anderen oder auch sich<br />

selbst zir Schulcten kommen lassL» Cf r*iatahe Bauer-<br />

Lechner, MaNetkxxi, manuscrito inédito. Biblioteca Mu-<br />

Bcal Gustav Mahler. Parls.<br />

15. fiNun aber denke Dir ein so grosses Werk, ¡n<br />

wekhem sich in der Tal die ganze Weit spiegett - man<br />

ist sozusagen selbst nur ein instrument. auf dem das üniversumspetwCfMBRI<br />

n° 153, p. 163.<br />

SCHERZO 155


ALTA FIDELIDAD<br />

Spendor: ¿También sobre la alfombra?<br />

C<br />

asi por eliminación, las cajas<br />

acústicas Spendor se han convertido,<br />

de un tiempo a esta<br />

parte, en referencia obligada dentro de lo<br />

que hoy ya podemos denominar Alta Fidelidad<br />

razonable, es decir aquella que<br />

sólo es un instrumento para escuchar<br />

música y que todavía no constituye un fin<br />

en sí misma considerada.<br />

Spendor es una pequeña fábrica de altavoces<br />

absolutamente británica, fundada<br />

a principios de aquellos Zocos 60 por<br />

el técnico acústico (ex BBC) Spencer<br />

Hughes con la ayuda de su mujer, la entusiasta<br />

Dorothy, casi en el garaje de la<br />

casa (Spen-Oor), así que a pesar de su<br />

actual implantación en el mercado internacional,<br />

estamos hablando, en el buen<br />

sentido, de una empresa de ámbito artesana<br />

I-familiar, hoy en manos de su hijo<br />

Derek, muy en la órbita filosófica de lo<br />

que podemos denominar, como tanto<br />

gusta decir a los ingleses, herencia de la<br />

BBC<br />

Sabido es que pocos laboratorios han<br />

investigado con tanto rigor, competencia<br />

y paciencia como el de la veterana radio<br />

británica. En afortunada frase, se ha dicho<br />

que este laboratorio era la cátedra en diseño<br />

de cajas acústicas. Sus resultados<br />

prácticos nunca tienen la espectaculandad<br />

ficticia de los esotéricos diseños que<br />

hacen furor en las páginas de las revistas<br />

hifi, pero por el contrano, gozan de una<br />

sólida base técnica (a veces, no evidente)<br />

y durante estos años han tenido un éxito<br />

indiscutible en los hogares de miles de<br />

aficionados. Creo que los lectores asiduos<br />

recordaran con facilidad que la famosa<br />

mmicaja LS3/5A, imbatida en ciertos<br />

aspectos, es en realidad un diseño<br />

original de la BBC, comercializado por diversas<br />

firmas británicas.<br />

Así que a Spendor se la ha considerado<br />

siempre un satélite cercano a las enseñanzas<br />

de la BBC, aunque yo diría que<br />

también tiene muy bien asimilada la indudable<br />

revolución que ocasionaron en su<br />

día los sistemas electrostáticos de Quad.<br />

El sonido Spendor se caracteriza por su<br />

naturalidad, por sus excelentes medios,<br />

su espacialidad y muy especialmente por<br />

su exquisita precisión tímbrica. Son, pues,<br />

sistemas domésticos ideales para la audición<br />

de música clásica. Durante años, en<br />

aquella buena época de los Chnstopher<br />

(los legendarios Chnstopher Bishop y<br />

Christopher Parker), cajas fabricadas por<br />

esta firma (especialmente los modelos<br />

BC I y BC III) han equipado los estudios<br />

de grabación de la EMI y también los de<br />

la propia BBC, así como muchos otros<br />

privados.<br />

?5


C<br />

omo ya se hizo referencia en un<br />

número anterior de la revista,<br />

Maranz ha relanzado en el mercado<br />

español su gama de electrónicas<br />

con gran éxtto. La clave probablemente<br />

se encuentre en ofrecer unos buenos<br />

productos, aportar soluciones inteligentes<br />

y hacer hincapié en los aspectos mas<br />

importantes de un producto de audio:<br />

calidad de construcción y buena reproducción<br />

sonora. Si además, y como es el<br />

caso, el precio es competitivo,<br />

pocos peros quedan<br />

por oponer.<br />

Dentro del sector de<br />

los amplificadores de precio<br />

accesible, Maranz lejos<br />

de ofrecer luces y botones<br />

sin fin, ha optado por<br />

ofrecer prioridad a los aspectos<br />

musicales, cuidando<br />

sobremanera la selección<br />

de los materiales o<br />

incluso suprimiendo lo<br />

que no sea estrictamente<br />

necesario. De esta manera,<br />

en algunos modelos se<br />

han desarrollado versiones<br />

especiales, y en concreto<br />

en el PM-40- SE las conexiones<br />

de CD y Phono<br />

son de tipo dorado, se<br />

han supnmido los circuitos<br />

de control de tono mientras<br />

que las entradas de linea<br />

alimentan directamente<br />

al amplificador de potencia.<br />

A diferencia del amplificador de<br />

la serie normal, en el PM-40SE no cabe<br />

la conexión de dos parejas de altavoces,<br />

sino que se ha preferido cuidar las conexiones<br />

de uno solo, pero permitiéndose<br />

un montaje bifilar, esto es, la posibilidad<br />

de conectar por separado los cables<br />

de graves y agudos, Tan buenos<br />

detalles en un amplificador que ofrece<br />

50 Watios por canal y con una excelente<br />

respuesta dinámica, hacen de él un<br />

producto más que digno, y serio competidor<br />

de otras electrónicas, sobre todo<br />

si se estima que su precio ronda las<br />

45.000 pts.<br />

Sin embargo, es en el amplificador integrado<br />

PM-80, el modelo más alto de<br />

la gama, donde Maranz obtiene los resultados<br />

más interesantes. Disfruta de<br />

una estética negro mate y sus lineas bellamente<br />

diseñadas le dan un soberbio<br />

aspecto que pasa en seguida a un segundo<br />

plano cuando se inicia su escucha.<br />

Ante todo hay que hacer constar que<br />

se trata de un integrado muy versátil.<br />

Soluciones inteligentes<br />

Gracias a su selector giratorio de entradas,<br />

se puede optar entre fonocaptores<br />

de imán y bobina móvil, CD, sintonizador<br />

y otras fuentes auxiliares. Además<br />

es posible conectar tres monitores de<br />

cinta. En total hasta diez entradas. Otros<br />

controles permiten la selección de dos<br />

parejas de altavoces, el control de tono,<br />

la posibilidad de pasar a mono, y la opción<br />

de grabar de una fuente escuchando<br />

al mismo tiempo otra, lo que incre-<br />

Moronz, amplificador integrado PM-80<br />

menta la comodidad del aparato.<br />

Por otro lado, el PM-80 es uno de los<br />

primeros amplificadores que permiten<br />

eliminar los controles de tono y balance<br />

tanto en las fuentes analógicas como en<br />

las digitales. Actualmente es habitual encontrar<br />

aparatos donde es posible escuchar<br />

la fuente de CD directamente con<br />

los controles intermedios bloqueados,<br />

pero pocos han aplicado esa propiedad<br />

a las fuentes analógicas, lo que es incluso<br />

mas necesario. Aprentando el botón<br />

de Source Direct se obtiene un trayecto<br />

directo de cualquier fuente a la etapa<br />

del amplificador de potencia evitándose<br />

cualquier degradación no deseada de la<br />

señal.<br />

Sin embargo, quizá la peculiaridad<br />

qué distingue a este aparato de los<br />

competidores directos de otras marcas,<br />

es que es el único en que puede seleccionarse<br />

la dase de funcionamiento en<br />

la fase final de salida. Con sólo apretar<br />

una tecla, e! amplificador deja de funcionar<br />

en la habitual clase A/B donde sumi-<br />

ALTA FIDELIDAD<br />

nistra una potencia continua de hasta<br />

100 Watios y pasa a trabajar en pura<br />

clase A. De esta manera se suministra<br />

un quinto de la potencia nominal, 20<br />

Watios, pero de una calidad notablemente<br />

superior. El sondo es más puro y<br />

nítido y su distorsión prácticamente nula.<br />

Conmutando, por tanto, el amplificador<br />

en clase A o en el modo convencional<br />

de alta potencia, se obtienen resultados<br />

sonoros distintos, aun siendo<br />

todos de gran calidad.<br />

Las pruebas de escucha se hicieron<br />

con un lector de discos compactos Maranz<br />

CD-80 y altavoces Mission 764i y<br />

B&W Matrix 803. El resultado ha revelado<br />

un sonido de gran neutralidad y un<br />

timbre equilibrado. Claridad, nitidez y<br />

pureza lo definen. Los niveles de dinámica<br />

han resultado óptimos, sin distorsión.<br />

El funcionamiento de los 20 watios<br />

en clase A ha mostrado una calidad sonora<br />

de la que carecen amplificadores<br />

de similar nivel y precio. Su peso, además,<br />

de 13 kilos, da idea de la robustez<br />

de su construcción.<br />

En conjunto, el PM-80 es un amplificador<br />

excelente, bien realizado y totalmente<br />

digno de pertenecer a un sistema<br />

de Alta Fidelidad con pretensiones.<br />

Además, el precio, unas 80.000 pts., lo<br />

sitúa dentro de unos valores perfectamente<br />

aceptables.<br />

SCHERZO 157


ALTA FIDELIDAD<br />

Amplificadores multiuso<br />

Dentro de la tendencia cada vez mas extendida de fabncar amplificadores<br />

audiovisuales, Denon presenta el modelo AVC-3020 con una original<br />

configuración. La selección del amplificador posee seis canales, dos frontales de 80<br />

WRMS, dos centrales de 35 WRMS y otros dos traseros de 35 WRMS a 8 Ohms y<br />

un sinfín de conexiones para audio y video, Láser Disc y D.A.T. Se complementa<br />

con un nuevo desarrollo de circuito envolvente Dolby Pro-Logic en modos Wide.<br />

normal, fantasma, sala, surround simulado, en vivo, sintético y spectra, entre otros,<br />

para modificar hasta el infinito cualquier señal. El futuro de estos aparatos es<br />

enorme, habida cuenta del interés del aficionado porque un solo componente<br />

pueda Integramente gobernar todo el sistema de audiovisión de un hogar desde la<br />

comodidad del mando a distancia.<br />

£C<br />

Estado Sólido<br />

El nuevo diseño de Morten V. Warren<br />

para Bower & Wilkins, Solid, es un<br />

magnifico monitor digno de la firma inglesa<br />

que ahora cumple su veinticinco<br />

aniversario, En un reducido tamaño<br />

(233X163X150 mm. alto, ancho, profundidad)<br />

se concentra un sistema bassreflex<br />

con un tweeter de policarbonato<br />

y una unidad de graves de 5 1/4 pulgadas<br />

que ofrece una gran capacidad de<br />

potencia, hasta 150 W. de potencia musical<br />

a 8 Ohms. El mimo empleado en<br />

su realización permite un sonido notable,<br />

capaz de proporcionar un volumen<br />

elevado con una distorsión mínima. Está<br />

aislado magnéticamente a fin de que<br />

pueda situarse cerca de un T.V. garantizando<br />

un absoluto mantenimiento de la<br />

calidad de imagen, asi como ausencia de<br />

interferencias, Igualmente, Solid, está<br />

protegido con un dispositivo que limita<br />

automáticamente el nivel de entrada de<br />

potencia al exceder del límite de seguridad,<br />

lo que facilita su compatibilidad con<br />

todo tipo de amplificadores sin asumir<br />

nesgos innecesarios. Por supuesto, y como<br />

suele ocurrir con este tipo de dise-<br />

PM/ps Collection<br />

158 SCHERZO<br />

Disefto de Manen V. Worren<br />

ños, se ofrece en varios colores por<br />

35,000 pts.<br />

£C<br />

Aprovechando la campaña de Navidad,<br />

la multinacional holandesa ha presentado<br />

la llamada Philips Collection,<br />

una nueva gama de productos de audio<br />

y video seleccionados por su alta calidad,<br />

prestaciones y elegante diseño;<br />

desde receptores de bolsillo multibanda,<br />

lectores de CD que incluyen auriculares<br />

sin cable y mando a distancia, los conocidos<br />

T.V. Matchline o lectores Láser<br />

Disc Merece destacarse el excelente<br />

lector muttinorma de LD LDP 600 WS,<br />

que reproduce todo tipo de discos láser<br />

fabncados para los sistemas de video<br />

NTSC y PAL, obteniendo una definición<br />

Una nueva colección<br />

Walkman<br />

D.A.T. TCD-D3<br />

de Sony<br />

La capacidad de miniaturización de que<br />

hacen gala algunos fabricantes es digna de<br />

admiración. Poder condensar en 650 gramos<br />

y en un mínimo espacio las prestaciones<br />

de un aparato que apabulla no sólo<br />

a cualquier walkman convencional, sino<br />

a muchas platinas domésticas no está al<br />

alcance de cualquiera. El TCD-D3 de<br />

Sony es un watkmon que muy poco tiene<br />

que ver con sus homólogos en cuanto a<br />

prestaciones y sonido. Puede grabar digitalmente<br />

tanto las señales digitales procedentes<br />

de un lector de CD u otro DA.T.<br />

como señales analógicas convencionales.<br />

Su versatilidad permite conectarlo tanto a<br />

un equipo HIR como al radiocassette del<br />

coche mediante los oportunos cables que<br />

suministra el fabricante. Posee, obviamente,<br />

sistema de copias en serie. Calidad<br />

contrastada, sonido excelente y precio<br />

poco ajustado, unas 110.000 pts.<br />

£C<br />

de imagen de 440 lineas. Lógicamente,<br />

como reproductor de CD que a la vez<br />

es. se obtiene una gran calidad de sonido<br />

gracias a una de las mejores tecnologías<br />

existentes en el mundo, la conversión<br />

D/A de I bit de alta velocidad Brtstream<br />

a un precio muy contenido, unas<br />

85.000 pts. Comienza a ser poco comprensible<br />

adquirir reproductores de CD<br />

cuando estos Lectores de LD hacen la<br />

misma función con igual calidad y mayor<br />

versatilidad.<br />

£C


El prestigio de que goza<br />

Nakamichi es innegable; en<br />

particular su gama de platinas,<br />

que han adquirido en<br />

muchos casos el merecido<br />

título de clásicas. Sin embargo,<br />

no son tan conocidas<br />

por el aficionado medio sus<br />

electrónicas, de calidad<br />

igualmente contrastada y<br />

excepcional belleza de lineas.<br />

Nakamichi renueva su gama de productos<br />

Con el transcurso de los<br />

Ampíi/icodor f de Nakomió»<br />

años, la empresa japonesa<br />

ha decidido, sin rehuir su<br />

linea clásica, hacer un quizá discutible<br />

lavado de cara a sus productos, actualizando<br />

su diseño. El resultado son unos<br />

aparatos de líneas sencillas pero que<br />

esconden en su interior grandes prestaciones.<br />

La gama completa la componen<br />

amplificadores, platinas, sintonizadores<br />

y lectores de discos compactos que se<br />

complementan perfectamente unos<br />

con otros en su diseño. Es de agradecer<br />

que en vez de designar a los productos<br />

con nombres y letras más o menos<br />

esoténcos, se haya optado por diferenciarlos<br />

con un número, del uno al<br />

cuatro, coincidiendo el uno con las más<br />

altas prestaciones. A su vez, en los distintos<br />

componentes o se suministra<br />

mando a distancia o pueden ser gober-<br />

Al fin han llegado a España las nuevas<br />

series de electrónicas Threshold, que<br />

aparecieron en Estados Unidos este verano<br />

con gran éxito gracias a su precio<br />

relativamente razonable, habida cuenta<br />

sus prestaciones y calidad sonora.<br />

En lo que se refiere a los Amplificadores<br />

de Potencia, éstos se dividen en<br />

dos categorías: los que operan en pura<br />

clase A, reservados para las series más<br />

altas, denominadas e, y los que operan<br />

en clase A/AB tanto en las series e como<br />

en las normales. Si bien deben reseñarse<br />

los modelos SA-3.9/e (2X60<br />

FET-tQ/edeTbr&hokJ<br />

nados por los mandos que incluyen los<br />

amplificadores.<br />

En lo que respecta a los amplificadores,<br />

se caracterizan por una verdadera<br />

versatilidad multifuente y unas más que<br />

notables prestaciones sonoras, destacando<br />

el Amplificador I con sus 80 W. de<br />

potencia por canal, interruptor directo<br />

de CD, control de tono con interruptor<br />

de anulación, conexiones en las tomas<br />

de phono y CD bañadas en oro y la posibilidad<br />

de instalar un pre-amplificador<br />

opcional de phono de bobina móvil.<br />

Respecto a las platinas, merece señalarse<br />

la posibilidad de control del azimut<br />

para mejorar el rendimiento de las altas<br />

frecuencias de las cintas magnéticas durante<br />

la reproducción, la utilización de<br />

Nuevas electrónicas Threshold<br />

W.) y SA-6/e (monofónica, 1X125<br />

W.), que operan en clase A, hay que<br />

hacer especial mención a la nueva S-<br />

250 (2X125 W. en A/AB, excelente<br />

etapa para quien desee introducirse en<br />

la Alta Gama con gran dignidad y a un<br />

precio bastante contenido (498,000<br />

pts.).<br />

El elegante diseño, la cuidada presentación<br />

y su completa versatilidad son algunos<br />

de los puntos fuertes de los nuevos<br />

pre-amplificadores FET-9/e y, sobre<br />

todo, FET-10/e de Threshold. Tanto en<br />

sus opciones para conexión analógica<br />

ALTA FIDELIDAD<br />

reductor de ruido dolby B y C y la calidad<br />

más que contrastada de los cabezales<br />

que se utilizan.<br />

En cuanto a los lectores de CD, se<br />

ofrecen con el sistema de doble conversor<br />

de 16 a 20 bits según modelos y óctuple<br />

frecuencia de sobre muestreo, además<br />

de sistema de reproducción de disco<br />

único o multidisco a elección. Además<br />

presentan todas las características de búsqueda<br />

y programación de pistas.<br />

Un conjunto, en fin, de notables prestaciones<br />

a precios muy contenidos. Entre<br />

50.000 pts. y 100.000 pts. oscilan en<br />

general los modelos, dependiendo de la<br />

categoría numérica que se elija.<br />

£C<br />

como únicamente de línea, el mismo<br />

cuidado con que se han hecho ambos<br />

productos es evidente.<br />

Si soberbio es el aspecto, no menos<br />

incuestionable es el sonido de estas<br />

electrónicas. Definición rica en detalle,<br />

sin apenas coloración, de una excelente<br />

tímbrica y gran dinámica hacen de estos<br />

formidables conjuntos una opción muy<br />

seria.<br />

Distribución en España: Nova Systems,<br />

SA Casp 78. 08010 Barcelona.<br />

£C<br />

SCHERZO 159


¡AZZ<br />

De tal manera crece la producción<br />

discográfica que nos obliga<br />

a ampliar año tras ano nuestra<br />

lista de ediciones imprescindibles. De las<br />

24 que incluía en la del 1990 he llegado<br />

esta vez a más o menos el doble, lo que<br />

puede parecer absolutamente abusivo.<br />

Confieso que son muchos, pero a mi<br />

modo de ver, todos estos cuarenta principales<br />

deben ser tomados en consideración<br />

por cualquier aficionado serio y,<br />

si es posible, ser también adquiridos, En<br />

su conjunto constituyen un amplio y<br />

muy impresionante panorama de lo que<br />

actualmente se mueve dentro del |azz.<br />

indican el todavía enorme peso que sigue<br />

teniendo lo mejor del pasado sobre<br />

las nuevas generaciones de músicos, /<br />

dan al mismo tiempo una idea del altísimo<br />

nivel de calidad que, en general, se<br />

ha logrado con la ayuda de las novedades<br />

técnicas.<br />

Destacan entre tantos nombres algunos<br />

grandes genios: Louis Armstrong,<br />

Duke Ellington. Charlie Parker, Miles<br />

Davis, J.J. Johnson, Tommy Flanagan,<br />

Stan Getz... Es natural. Sin ellos, el jazz<br />

de hoy no seria posible. Todos los demás,<br />

sin excepción, han encontrado<br />

gran parte de su inspiración en sus<br />

obras. Disponer de toda la importante y<br />

hasta ahora mal conocida obra de<br />

Armstrong de los años 30, ordenada<br />

cronológicamente, es todo un lujo, como<br />

lo es escuchar a la orquesta de<br />

Ellington en directo y en dos espléndidos<br />

momentos (1940 y 1960). Descu-<br />

7CÍ0SCHER2O<br />

Episodios<br />

brir a estas alturas una serie de inéditos<br />

de Parker es nada menos que una sensación,<br />

y volver a escuchar los diferentes<br />

quintetos que tuvo Miles Davis en la década<br />

de los 60 es un inmenso placer del<br />

cual nadie se debe privar.<br />

En esta selección se mezcla la veteranía<br />

con la juventud, la vanguardia con<br />

los estilos clasicos o neoclásicos, al mismo<br />

tiempo que los músicos de ambos<br />

lados del Atlántico forman una familia,<br />

A veces resurta tan dificil distinguir entre<br />

las generaciones en el jazz, y con frecuencia<br />

los músicos ya fallecidos nos<br />

suenan infinitamente mas jóvenes y refrescantes<br />

que las figuras recién llegadas<br />

que dominan la escena actual. Al arte<br />

de la grabación discográfica debemos<br />

muchos milagros. Gracias a él el tiempo<br />

desaparece, las décadas se unen, y la<br />

historia llega por fin a formar un todo<br />

sin barreras y en toda lógica. De esta<br />

manera se comprende que un Wynton<br />

Marsalis o un Terence Blanchard logren<br />

tener un sitio al lado de Armstrong y<br />

Davis en el resumen del año que se ha<br />

ido, y que nuevos saxofonistas como<br />

Oliver Lake y Antonio Hart entre los altos,<br />

Vincent Herring y Tomas Franck<br />

entre los tenores, figuren a la altura de<br />

consagrados maestros como Anthony<br />

Ortega y jackie McLean, Eddie Harris y<br />

Joe Lovano.<br />

Donde no aparecen talentos dignos<br />

de mencionar es entre los/las vocalistas.<br />

De momento nos tenemos que conformar<br />

con dos grandes voces del pasado:<br />

Sarah Vaughan en una serie de grabaciones<br />

inéditas de considerable curiosidad<br />

y Abbey Lincoln que tras unos años<br />

de silencio y olvido ha vuelto con impresionante<br />

fuerza y maestría.<br />

En cambio, la lista de pianistas es bastante<br />

más amplia que otros años. Aparte<br />

de contar con nuevas e importantes<br />

grabaciones de indiscutibles figuras como<br />

McCoy Tyner, Ellis Marsalis. Andrew<br />

I—lili. Kenny Barran y Keith Jarrett incluye<br />

varios nombres que todavía son desconocidos<br />

para el gran público: por ejemplo,<br />

el canadiense Jon Ballantyne que sigue<br />

los pasos de su compatriota Paul<br />

Bley, el danés Jan Kaspersen, fiel seguidor<br />

de Thelonious Monk, el cubano<br />

Gonzalo Rubalcaba y el británico Julián<br />

Joseph, los dos últimos virtuosos muy<br />

diferentes de quienes vamos, sin duda, a<br />

oír mucho en el porvenir.<br />

Debo añadir que detrás de varios pianistas<br />

aquí citados se esconden magníficos<br />

saxofonistas que contribuyen a<br />

crear notables obras. Tal es el caso de<br />

Steve Lacy, Arthur Blythe, David Murray<br />

y Branford Marsalis y, por encima de todos,<br />

Joe Henderson sin cuya importantísima<br />

aportación las grabaciones de Walter<br />

Norris y Stephen Scott ni el primero<br />

de los compactos de McCoy Tyner no<br />

figurarían en esta lista.<br />

199 I fue un gran año para el mercado<br />

discografico y para la música de jazz,<br />

jqué duda cabe!<br />

Ebbe Traberg


Los imprescindibles del 91<br />

LOUIS ARMSTRONG (Classics 536, 529, 509, 512, 515,<br />

523).<br />

JON BALLANTYNE: A Musing {Just 39-2).<br />

KENNY BARRON: The Only One (Reservoir RSR I 15).<br />

TERENCE BLANCHARD (Columbia CK 47354).<br />

PAUL BLEY: Changing Hands (|ust 40-2).<br />

Indian Summer (SteepleChase SCCD 31286).<br />

PAUL BLEY/JIMMY GIUFFRE/STEVE SWALLOW: The Ufe Of<br />

a Tno (OWL05W60).<br />

DONALD BROWN: Peop/e MUSJC (Muse MCD 5406).<br />

MILES DAVIS; Cool Boppirí (Fresh Sound FSCD 1008).<br />

NoBíues(|MY 1003).<br />

Cote B/ues(|MY 1010).<br />

DUKE ELUNGTON: Smdl Groups, vol. I (Columbia C2K<br />

46995).<br />

Fargo, North Dakota, November 7, 1940 (Stash 1019/20).<br />

Hor Summer Doñee (Red Barón AK 48631),<br />

TOMMY FLANAGAN: ñeyond 7he Bluebird (Timeless CD SjP<br />

350),<br />

TOMAS FRANCK: ín New York (Oiss Cross 1052).<br />

STAN GETZ: Semnity (EmArry 838 770-2).<br />

CHARUE HADEN LIBERATION MUS1C ORCHESTRA Dream<br />

Keeper (Blue Note 95474).<br />

BARRY HARRIS: uve At Maybeck Recital Hall (Concord<br />

CCD-4476),<br />

EDDIE HARRIS; A Tale OfTwo Gties (Night Records 2-<br />

91589).<br />

ANTONIO HART: For The First Time (Novus PD 83120).<br />

VINCENT HERRING: Ewdence (Landmark LCD 1527-2).<br />

ANDREW HILL Sur Not Farewell (Blue Note 94971-2).<br />

KEITH JARRETT: The Cure (ECM 1440).<br />

j.J. JOHNSON: Standares (Antilles 314-510 059-2).<br />

Quintergy (Antilles 422-848 21402).<br />

HANK JONE: Trío (Storyville STCD 4180).<br />

JULIÁN JOSEPH: The Language Of Truth (East West 9031 -<br />

75122-2).<br />

JAN KASPERSEN: uve ín Copenbogen, vol. I (Olufsen DOCD<br />

5136).<br />

STEVE LACY/MAL WALDRON: Hot House (Novus 3098-2-<br />

N).<br />

OLIVER LAKE: Again And Again (Gramavision R 2 79468).<br />

ABBEY UNCOLN: You Gotta Poy The Band (Vetve 3 14 51 I<br />

110-2).<br />

JOE LOVANO: Landmaríis (Blue Note 96108).<br />

JACKIE McLEAN: fttes OfPassage (Triloka 188-2).<br />

BRANFORD MARSAUS: TTie Beoutyfuí Ones Are No! Yet Bom<br />

(Columbia CK 46990).<br />

ELLJS MARSAUS: Piano ín E/Solo Piano (Rounder CD 2100).<br />

WYNTON MARSALIS: Standard Time vo!. 2/lntimacy Calling<br />

(Colombia CK 47346).<br />

WALTER NORRIS: Sunbursí (Concond CCD-4486).<br />

HOD O'BRIEN: Bidin High (Reservoir RSR 116).<br />

ANTHONY ORTEGA New Doñee.' (hat Art CD 6065).<br />

CHARUE PARKER: The Complete B/rth Of The Bebop {Stash<br />

535),<br />

RALPH PETERSON: Presente The Fo'tet (Blue Note 95475-2).<br />

GONZALO RUBALCAEA: The fltesang (Blue Note 97197-2).<br />

STEPHEN SCOTT: SomethÍDg To Consider (Verve 849 557-2).<br />

CECILTAYLORJozzAoWnce (Blue Note 844<strong>62</strong>-2).<br />

McCOY TYNER: Ne* York Reunión (Chesky JD51).<br />

44th Street Su/te (Red Barón AK 48630).<br />

SARAH VAUGHAN: íl\ 6e Seemg You (Stash 1015).<br />

JAZZ<br />

SCHERZO 161


EFEMÉRIDES<br />

MARZO<br />

I/III/I867: Casi cuarenta años después<br />

del fallecimiento de Franz Schubert,<br />

el Cuarteto Hellmesberger interpreta<br />

en Viena la primera audición pública<br />

del Quortettsatz (Movimiento de<br />

Cuarteto), en do menor, D. 701 Esta pieza,<br />

Allegro assai, era el primer movimiento<br />

de un proyectado cuarteto que<br />

el compositor vienes dejó inacabado.<br />

2/III/I792: Estreno en Londres<br />

de la Sinfonía a" 98, en si<br />

bemol mayor de Franz Joseph<br />

Haydn.<br />

3/III/I932: Fallece en Riga,<br />

Letonia, el pianista, compositor<br />

y musicólogo escocés Eugen<br />

d'Albert (Eugéne Francis-Charles).<br />

Inició sus estudios con su<br />

padre (profesar de ballet en el<br />

Convent Ganden. En 1881 obtuvo<br />

el Premio Mendelssohn de<br />

piano y se trasladó a Viena,<br />

donde fue alumno de Hans<br />

Ríchter y posteriormente a<br />

Weimar, donde tuvo como<br />

profesor de perfeccionamiento<br />

a Liszt. Comenzó una brillante<br />

carrera como concertista que<br />

le proporcionó, además de fama<br />

y fortuna, la posibilidad de<br />

entrar en contacto con otros<br />

músicos: Grieg, Humperdick,<br />

Hans von Bülow, Max Reger,<br />

Pfitzner... En 1907 sucedió a Joseph<br />

Joachim como director<br />

de la Hochschule für Musik de<br />

Berlín. Es autor de una sinfonía,<br />

dos conciertos para piano, dos<br />

cuartetos para cuerda y varios<br />

Heder y varias obras para la escena:<br />

Der Rubin (1893), Ghismonda<br />

(1895), Kain (1900),<br />

Der Improvisator (1902)... Dentro de este<br />

apartado conviene destacar Tiefland<br />

(estrenada en Praga en 1903) considerada<br />

como su mejor ópera y que contó<br />

con Rudolf Lotharcomo libretista que, a<br />

su vez, se basó en textos del escritor<br />

catalán Ángel Guimerá {n. en Santa<br />

Cruz de Tenerife en 1849). D'Albert es<br />

autor de las transcripciones para piano<br />

de obras de Bach, cadencias para el<br />

Concierto para piano n.° 4 de Beethoven<br />

y de la edición de las obras completas<br />

de Liszt Nació en Glasgow en 1864.<br />

1<strong>62</strong> SCHERZO<br />

Franz jostph Hoydn<br />

trae matrimonio con Alma Schindler<br />

9/111/1842: En el Teatro de la Scala<br />

de Milán se estrena la ópera Nabucodonosor<br />

de Giuseppe Verdi. Esta obra obtuvo<br />

un rotundo éxito no exento de<br />

connotaciones patrióticas, el célebre coro<br />

Va, pens/ero se transformó en un oficioso<br />

himno nacional en un momento<br />

en que tropas extranjeras ocupaban<br />

parte de Italia. El compositor se convirtió<br />

en héroe nacional, Nabucco (término<br />

con el que se conoce en la actualidad la<br />

ópera) llegó a represenntarse sesenta<br />

veces en ese mismo año. En 1845 ya<br />

era conocida en toda Europa y en Estados<br />

Unidos de Norteamérica. Este<br />

triunfo consagró al compositor italiano<br />

que en 1843 presentaría otra ópera de<br />

tinte patriótico: / Lombardi olla pnmo<br />

croaata, que como Nabucco tuvo grandes<br />

problemas con la censura.<br />

salvatge. Alumno de la Escuela Municipal<br />

de Música, donde contó con profesores<br />

de la talla de Millet, Costa Morera<br />

y Pahissa. Su pasión por la música de<br />

Chaikovski y Stravinski le llevaron a centrar<br />

la mayor parte de sus obras hacia el<br />

ballet (La Venus d'Üne, Pastoral, Leyenda<br />

y Manfred). En 1947 presenta en el Liceo<br />

de Barcelona su ópera £/<br />

gato con botas, según libreto<br />

de Néstor Lujan. Otras obras:<br />

Una voz en off, Canciones negras,<br />

Cuarteto Indiano, Concierto<br />

para piano. Partida, surte para<br />

orquesta que obtuvo el<br />

Premio Osear Esplá en 1958 y<br />

su insólita Desintegración morfológica<br />

de la Chacona de Bach.<br />

15/111/1842: Fallece en París<br />

el compositor italiano Luigi<br />

Cherubini.<br />

16/111/1942: Fallece en<br />

Nueva York el compositor y<br />

director de orquesta austríaco<br />

Alexander von Zemlinsky.<br />

17/111/1892: Sergei Rachmaninov<br />

interpreta en Moscú<br />

el estreno de su Primer Concierto<br />

para piano y orquesta, en<br />

fa sostenido menor, Op. I.<br />

23/111/1792: Estreno en<br />

Londres de la Sinfonía n.° 94,<br />

en sol mayor de Haydn. Esta<br />

obra es conocida en el mundo<br />

anglosajón con el sobrenombre<br />

de Sorpresa y en Europa<br />

como Golpe de Timbal<br />

en alusión a la súbita introducción<br />

del instrumento al comienzo<br />

del segundo movimiento<br />

(Andante). Si bien la<br />

idea del compositor era la de<br />

sorprender al público no faltó<br />

quien apuntó la posibilidad de que ese<br />

fortissimo tenía cono finalidad despertar<br />

(?) a los asistentes que pudieran haberse<br />

quedado dormidos...<br />

6/III/I932: Fallece en Reading, 10/111/1892: Nace en Le Havre, Nor-<br />

26/111/1932: En el Teatro Calderón<br />

de Madrid se estrena Luisa Fernanda,<br />

zarzuela en tres actos según libreto de<br />

Federico Romero y Guillermo Fernández<br />

Shaw. Música de Federico Moreno<br />

Torroba.<br />

29/111/1902: Estreno en el Teatro<br />

Cómico de Madrid de la fantasía cómico-linca<br />

Sueño de Invierno de Amadeo<br />

Vives, libreto de Gabriel Merino.<br />

Pensylvania, el compositor y director de<br />

bandas militares, john Philip Sousa.<br />

mandía, el compositor Arthur Honegger.<br />

30/111/1872: Nace en Novgorod (ex<br />

URSS, hoy Rusia o CEI o quién sabe...)<br />

8/111/(902: Estreno en Helsinki de la II/IIII882: Estreno en el Teatro de el empresario, director y mecenas artís-<br />

Segunda Sinfonía, en re mayor, Op. 43 deLa<br />

Zarzuela de Madnd de La TEmpestico Sergei Pavlovich Diaghilev,<br />

Jean Sibehus. La obra está dedicada al<br />

barón Axel Carpelan, amigo y protector<br />

del compositor.<br />

tad, zarzuela de Ruperto Chapí según libreto<br />

de Ramos Carrión.<br />

I I/III/I9I2: Nace en Girona el com-<br />

31/111/1732: Nace en Rohrau el compositor<br />

austn acó Franz Joseph Haydn.<br />

9/111/1 902: Gustav Mahler con- posrtor y musicólogo Xavier de Mont-<br />

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