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-Mahtor en Madrid:<br />
MÚSICA Y V 1<br />
Entrevista:<br />
Encuentros:<br />
MIDORI<br />
i<br />
fila<br />
"JL-L .<br />
l.J X_JL.l_<br />
Lm 'Vi.<br />
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />
CINCUENTA AÑOS
U./7A l;"" :; í ;<br />
Pablo Sorazábal<br />
DON MANOLITO<br />
RECIO<br />
LOS GAVILANES<br />
LAS DE CAÍN<br />
7*74282^<br />
ZARZUELA<br />
BLACK. EL PAYASO<br />
EJVII Odeon, S. A. / Torrelaguna, 64 / 28O43 Madrid
Edita<br />
SCHERZO EDrrORlAL SA<br />
OMarqués de Mondéiar, II - Z°<br />
28028-Madnd<br />
Faxpi)Í56 18 64<br />
Presídeme de honor<br />
Gerardo Queipo de Llano<br />
José Marfa Queipo de Llano<br />
Director<br />
Amonio Moral<br />
Javier AJfaya<br />
Redactor Je/e<br />
Ennque Martínez Miura<br />
£dfci6Yi y moqueta:<br />
ArariUa Quintanilla<br />
Consejo de fiedacctán<br />
|avier Alfaya, Roberto Andrade Malde. Domingo del<br />
Campo Cartel, Santiago Martín Bermúdez. Antonio<br />
Moral, josé Luis Pérez de Arteaga, Arturo Reverter.<br />
|osé Luis TéHez.<br />
Secciones:<br />
Redacción en Bortdonc; Albert Vilardell. Redocoón en<br />
Voferoo: Blas Corles. Actualidad |avier Alfaya y |o¿quln<br />
Martin de Sagarmlnaei Discos. Ennque Pérez Adnán.<br />
Alta fidelidad: Alfredo Orozco. Jazz Ebbe Traberg.<br />
Músico contemporánea: Manel Rodeiro. Educación<br />
rnuscof Víctor Riego Danza' jesús Castañar.<br />
Colaboran en este número.<br />
Javier Alfaya. Roger Alier, Julio Andrade Malde. Roberto<br />
Andrade Malde, Joaquín Ajnau Amo, Alfredo Brotó^<br />
Muñol. Francisco Bueno Came|o, Santiago<br />
Bueno Salinas, Ennque Caballera, Luií Femando Carvajal<br />
Blazquez, Eduardo Casanueva Pedraja. Aldo Ceccato.<br />
Blas Cortés. Pedro Elias. Antonro Femández-Gd.<br />
Femando Fraga, Rafael Frühtjeck, Florentino Gracia<br />
Utnllas, Leopoldo Montaron, Clara Janes, José Antonio<br />
Lacárcel, Henry-Louis de La Grange. Antonio<br />
Lasierra, Kertneth Loveland. Nadir Madriles, Tomás<br />
Marco. Santiago Martín Bermúdez. Joaquin Martín de<br />
Sagarrnínaga, Ennque Martínez Miura, Blas Matarnoro.<br />
Ennque Moya. Antonio Navarro, Vidal Peña. Ennque<br />
Pérez Adrián, José Luis Pérez de Arteaga. Arturo<br />
Reverter. Manel Rodeiro, Antoni Ros Marbá. CaHos<br />
Ruiz Silva. Jeffrey C Smitti, Los Sobnnos del Capean<br />
Granl, Luis Suüén, Ebbe Traberg, José Luis Vidal.<br />
Albert Vllaidell. Walter Weller, Rafeel Yáfiez Pérez.<br />
Cooidtna e¡ Dosier de este número:<br />
José Luis Pérez de Arteaga<br />
Diserto de portada<br />
Arquetipo<br />
foto de portada<br />
Femando Suárez P.<br />
Cristóbal Andújar (Contabilidad), Cristina Millet<br />
(Administración). Olga Andú)ar (Secretaria).<br />
Publicidad.<br />
Doble Espacio<br />
General Yagüe, 10 - 28020-Madnd<br />
Teléfs. (91)555 67 67 Fax (91)556 13 07<br />
Impnme: GRÁFICAS AGA<br />
Teléfs. (91)30)84 10-304 73 09<br />
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Telíf. (91) 304 30 01 - Fa> (91) 304 95 48<br />
Depásiio legal: M-41822-1985<br />
ISSN-0213^802<br />
SCHEFI2O es una publicación de carácter plural y no<br />
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FRANCIA' 30 FF, ITALIA: B.000 L.<br />
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Año VIH - n. D <strong>62</strong> - Marzo 1992 - 500 ptas.<br />
OPINIÓN 4<br />
TRIBUNA UBRE:<br />
- Por el templo de¡ oído, Gara Jones 7<br />
ACTUALIDAD 8<br />
ENTREVISTA:<br />
- Mischa Maisrcy, el vitalista modesto, José Luis Pérez de Arteago 47<br />
ACTUALIDAD DISCOGRAFICA SI<br />
REFERENCIAS:<br />
- Batallón de Carmencitas. Blas Matomoro 54<br />
DISCOS 58<br />
LÁSER DISC 86<br />
ESTUDIOS DISCOGRAFICOS: 88<br />
LA GUIA 113<br />
DOSIER: Orquesta Nacionai, cincuenta años I 15<br />
- ONE: pasado, presente y futuro, Tomás Marco I 16<br />
- Ataúlfo Argenta: doce años decisivos, Antonio Femández-Gd I 18<br />
- Mis años con la Nacional, Rofael Frühbeck de Burgos 122<br />
- La etapa de Rafael Frühbeck de Burgos, Leopoldo Hontañón 124<br />
- Una titularidad y una transición, Arturo Reverter 128<br />
- Hacia el fin de la larga marcha, Luis Suñén 132<br />
- Testimonios 136<br />
MÚSICA CONTEMPORÁNEA:<br />
- Música y escena, Manel Rodeiro 140<br />
ENCUENTROS:<br />
- Midori: La mariposa prodigiosa, José Luis Pérez de Arteaga 143<br />
OPERA DEL SIGLO XX;<br />
- Riderstothe sea de Ralph Vaughan Williams, Santiago Martín bermúdez 147<br />
MAHLER EN MADRID:<br />
- Música y vida, Henry-Louis de La Grange 150<br />
ALTA FIDELIDAD:<br />
- Spendor, ¿también sobre la alfombra?, Eduardo Casanueva Pedraja 156<br />
- Soluciones inteligentes, Enrique Caballero 157<br />
JAZZ:<br />
- Episodios, Ebbe Troberg 160<br />
EFEMÉRIDES. Luis Femando Carvajal ülózquez 1<strong>62</strong><br />
SCHERZO 3
OPINIÓN<br />
Audios, vídeos, libertades<br />
Siempre hubo lugar en Televisión Española,<br />
aunque a veces precario, para programas<br />
culturales. Quedan muy atrás los tiempos<br />
en que en Prado del Re/ se atrevían a<br />
producir una pieza teatral de Harold Pinter<br />
o Samuel Beckett, en que acometían la adaptación<br />
en forma de serial de una novela de Henry James o<br />
Dostoievski. Los aficionados a la música se<br />
conformaban con la errática programación de<br />
productos enlatados que procedían del exterior,<br />
cuya calidad artística a menudo estaba garantizada.<br />
Se sometían, cuando el Ente ponía casi a traición,<br />
una imprevista noche de agosto, una estupenda<br />
Vuelta de tuerca (la de Britten, no la de Henry<br />
James). Ahora todo eso está a punto de concluir<br />
ante la falta de recursos del Ente. Nos queda el<br />
consuelo de saber que es en virtud del<br />
debilitamiento del oprobioso monopolio estatal de<br />
la imagen televisada, en aras de la libertad de<br />
empresa y de la otra, más importante, la de<br />
expresión. La libertad de expresión de las<br />
televisiones autonómicas, que tanto ha hecho por el<br />
empleo de unos cuantos adeptos en cada<br />
Comunidad con canal (para desesperación de<br />
adeptos sin canal). La libertad de expresión de los<br />
que mantienen cadenas de profunda preocupación<br />
por esa libertad y esa expresión, como Telecinco y<br />
Antena 3. Ya lo saben los melómanos (la cosa<br />
puede extenderse a otras artes de carácter<br />
escénico), si TVE les mantiene ayunos de óperas<br />
dignas, si se dejan huir sin grabar acontecimientos<br />
como el estreno de La dueña, remediado en el<br />
último momento, si los conciertos producidos en<br />
nuestro país tienen prácticamente vetadas las<br />
cámaras, ello es debido a que la libertad de<br />
expresión y de antena, sagradas como toda libertad,<br />
ha dejado sin recursos al Ente, justo cuando se<br />
disponía a librar la batalla cultural más importante<br />
de su histona. De manera que no ha habido más<br />
remedio que convertirse en feroces concurrentes<br />
del enemigo. Los directos de TVE hacen continuo<br />
zapping en sus despachos, contemplando<br />
indignados las argucias de Beriusconi y copiándolas<br />
a continuación. Teatro, música, ballet, buen cine:<br />
¡por favor, de qué nos están ustedes hablando, eso<br />
no produce ni una peseta de publicidad!<br />
Casi al mismo tiempo que se imponen restricciones<br />
en el Ente Público, se produce en nuestro país un<br />
auge de las reivindicaciones laborales por derechos<br />
4SCHERZO<br />
de antena y, sobre todo, de imagen. Se da así el<br />
caso de que filmar y televisar un vídeo grabado en<br />
La Zarzuela puede serían costoso que su<br />
producción se hubiera hecho difícil en los buenos<br />
tiempos, pero que es imposible en los actuales: hay<br />
que pagar hasta a los electricistas por participación<br />
en las imágenes cuyos derechos posee casi todo el<br />
mundo, con excepción del propio teatro que<br />
produce y gestiona las óperas de allí se dan. Peor<br />
aún es el caso de la Orquesta Nacional. Si en La<br />
Zarzuela se hacen al menos vídeos privados de<br />
cada producción, los músicos de la ONE han<br />
impedido celosamente que tamaña práctica se<br />
pusiera en funcionamiento sin previo pago. Los<br />
responsables no han reaccionado; se han aguantado<br />
como si fuera un derecho, no vayan a poner en<br />
peligro sus precarias carreras políticas. Con las<br />
pautas actuales en las televisiones, las producciones<br />
de tan significativos e importantes centros de<br />
producción musical de nuestro país permanecerán<br />
siempre encerrados entre las paredes donde se dé<br />
el acontecimiento.<br />
Mas para los melómanos hay algo muy doloroso en<br />
todo este proceso de redistribución de recursos<br />
hacia la televisión basura. Es el hundimiento de la<br />
programación de Radio Dos Clásica, emisora que<br />
los directivos de Radio Nacional de España están<br />
dejando morir. Siempre ha habido asechanzas en su<br />
contra. Recuerden un reciente director de Radio<br />
Nacional de España que pretendió incluir, en<br />
directo, los finales de las vueltas ciclistas más<br />
importantes, a fin de darle agilidad popular a tan<br />
elitista emisora. Pues bien, ha corrido la voz en eso<br />
del elitismo y se han recortado los magros<br />
presupuestos, aduciéndose que el coste de Radio<br />
Dos Clásica se asume mediante subvención que<br />
pagan todos los españoles. Pobres españoles,<br />
obligados a pagar la inutilidad de Radio Dos Clásica,<br />
que sólo oyen unos cuantos. ¿Será la única cosa<br />
inútil que pagan los ciudadanos del reino? No<br />
contentos con invitarla a morir, con dejar de<br />
comprar el chocolate del loro, le han recortado la<br />
palabra. Si TVE le hace la competencia a Beriusconi,<br />
RNE pretende hacérsela ahora al hilo musical. Vieja<br />
tentación, todo hay que decirio, que las actuales<br />
circunstancias permiten establecer sin pudor<br />
van a escuchar ustedes la Quinta de Beethoven;<br />
acaban de escuchar ustedes la Quinta de<br />
Beethoven, ¡Hermoso panorama audiovisual!
Leonard Bernstein<br />
BRÜCKNER SYMPHONIE NO.9<br />
SIBEUUS -SYMPHONIE NQ1<br />
Wiener Philhannoniker - Lfonard Bernstein WENER PH LHARMON KER- LEONAÍD 8ERNS1BH<br />
CD IPTDTDI Í35 350-2 EE]<br />
FIRST RELÉASE OF<br />
THE LIVE RECORDING<br />
OF THE LEGENDARY<br />
1979 BERLÍN PERFORMANCE<br />
LEONARD BERNSTEIN<br />
BERLÍN PHILHARMONIC<br />
2 CD FOTPTDI 435 378-2 Í5IHH
OPINIÓN<br />
EN Mí MENOR<br />
Mahler<br />
V<br />
uelve Mahler a Madrid, en<br />
triunfo esta vez, lejano el tiempo<br />
en que la programación de<br />
todas las Sinfonías del compositor en el<br />
ciclo de abono de la ONE contribuyó<br />
decisivamente a la defenestración del<br />
entonces comisario general de la música<br />
Federico Sopeña No sin gracia comentaba<br />
el inolvidable monseñor que los<br />
abonados a los viernes del Real temían<br />
para el año siguiente un codo ñruckner<br />
cuando, en realidad, él tenia pensado<br />
hacerles hincar el diente por fuerza o de<br />
grado a los susodichos en la Segunda Escuela<br />
de Viena.<br />
Pero Mahler es algo más que su música<br />
o, mejor, en su música hay mucho<br />
más de lo que las notas dicen. Mahler es<br />
un mundo tan cerrado en sí mismo que<br />
nos abre toda la perspectiva fascinante<br />
de una cultura en crisis, resistiendo no<br />
ya el paso del tiempo sino la trivialización<br />
que acecha a todo lo que se transforma<br />
-a pesar de sf mismo- en moda.<br />
Y nos recuerda la convulsión que acompaña<br />
siempre al cambio de siglo -aun<br />
por debajo de la postmodemidad conformista-,<br />
como si en el hombre las cifras<br />
tuvieran un cierto sentido mágico,<br />
capaz de convertir su sucesión en un rito<br />
de paso colectivo para una humanidad<br />
que nunca se ha encontrado del todo,<br />
que no ha sabido reconocerse ella<br />
en el espejo de la historia<br />
La vuelta a Mahler sin motivo aparente<br />
bien pudiera ser el deseo por indagar<br />
en una actitud que contiene a la música,<br />
sí, pero que también se contiene en ella.<br />
Lo sublime y lo vulgar, el guiño cómplice<br />
desde una cultura que se asume en su final.<br />
(Qué hubiera sido de un Mahler<br />
contemporáneo de Schoenberg, Webem<br />
o Berg, de un maestro admirado<br />
probablemente convertido en discípulo<br />
de quienes fueron más allá que él? ¿Del<br />
enterrador de una cultura frente a los<br />
restos del naufragio al que se sumó con<br />
una lucidez extrema? Alguna de esas<br />
preguntas se contestan escuchando la<br />
«versión ejecutable» que de los esbozos<br />
de la Décima Sinfonía hiciera el musicólogo<br />
inglés Deryck Cooke. Su no audición<br />
en el espléndido ciclo Mahler madrileño<br />
convierte la confrontación con<br />
tan apasionante intento en obligado encuentro<br />
íntimo, en solitaria conversación<br />
con lo que pudo ser, con lo que no<br />
siendo plenamente abre aún más ciertas<br />
preguntas mientras responde otras. Porque<br />
Mahler no fue sólo un intelectual<br />
comprometido consigo mismo, sino el<br />
arquetipo de un tiempo de contradicción<br />
en el que todavía vivimos.<br />
CÍSCHERZO<br />
LUÍS Suñén<br />
a DISPARATE MUSICAL<br />
Faro, luz y guía<br />
A demás<br />
dos huevos duros. ¡Mee,<br />
Mee!... mmm en lugar de dos pon<br />
tres. Esto, que parece -es- el camarote<br />
de Una Noche en la Opero, de los<br />
hermanos Marx, podría muy bien haber sido<br />
el leitmotiv de la nueva edición del<br />
Concierto-Gala de Reyes, organizado, dingido,<br />
presentado y animado por el ubicuo<br />
Plácido Domingo. Sólo faltaron los Coros<br />
y Danzas de la Sección Femenina para<br />
que aquello pareciera la demostración sindical.<br />
En el número final, Alicia de Larrocha<br />
y Nicanor Zabaleta. estupefactos, tenían<br />
cara de preguntarse qué demonios<br />
hacían ellos allí, si ya habían terminado de<br />
tocar, mientras entraba el Coro de la Politécnica<br />
con banderas y trajes regionales y<br />
el inagotable Plácido se afanaba en esfuerzos<br />
tan denodados como vanos por hacer<br />
cantar el Amigos, siempre amigos a un público<br />
que, por mas que el tenor-directorasesor-presentador-animador<br />
se empeñe,<br />
no se la sabe.<br />
Antes, había habido música (alguna espléndida,<br />
especialmente a cargo de la pianista<br />
catalana) y. sobre todo, había habido<br />
movimiento. O sea, escena, lo que se dice<br />
escena, no. pero movimiento, tela. Bueno,<br />
ahora que lo pienso, movimiento, lo que se<br />
dice movimiento, tampoco. En realidad, lo<br />
que hubo fue metisaca. Metisaca piano, metisoco<br />
arpa. Y sobre todo unas buenas dosis<br />
de entnsale. Entrisa/e Plácido, entnsale Carreras,<br />
entusóte Larrocha. Mayormente, yo<br />
diría que hubo proporciones casi equivalentes<br />
de música, metisaca y enlósale, con el<br />
añadido final citado anteriormente. Los<br />
asistentes al concurrido camarote (a doce<br />
mil del ala la mas cara y seis mil la más barata)<br />
presenciaron el concierto mas prolongado<br />
que uno recuerda en bastante tiempo<br />
(oratorios aparte), y yo me preguntaba si<br />
en algún momento alguien no saldria diciendo<br />
aquello de Cese ya el alambor, que<br />
están mis nobles consodos de redobles, y yo<br />
ahilo, de tonto parchear y tonto pito, pero se<br />
ve que a esos precios estaban por el todos<br />
queremos mds. Allí, por salir, no faltaba más<br />
que B Fon cantando lo de Ay Tona que llevas<br />
botines y no vas descalzo.<br />
A todas estas, los amantes de los goles<br />
de televisión echando las muelas, ponqué<br />
la cosa se retrasaba. Claro que, para compensar,<br />
al día siguiente, los del Ente cortaron<br />
el concierto que retransmitían desde<br />
Asturias (Spivakov) y dejaron a presentador<br />
y audiencia con varios palmos de nances.<br />
El pobre locutor de la radio se quedó<br />
literalmente posmoo. Como verán, el año<br />
no podía empezar mejor para el futuro de<br />
esta sección. Y como parece que está feo<br />
que Don Plácido se quede solo entre los<br />
maestros del arte canoro que organizan<br />
algún show de vez en cuando, previamente<br />
había acudido en su auxilio la admirable<br />
cantante Teresa Berganza, conocida en algunos<br />
círculos operísticos por el sobrenombre<br />
-Cancela- que, colocado a modo<br />
de apellido, hace referencia al suspense<br />
que rodea sus presentaciones en público.<br />
La gran cantante madrileña se marcó tal<br />
que la versión moderna del sermón de la<br />
montaña sobre el bicentenario de Mozart<br />
en el ABC Cultural del 6 de diciembre. Teresa<br />
Berganza -Cancela- llega a (a asombrosa<br />
conclusión de que ella es la única<br />
que en el universo entiende, ha entendido<br />
y entenderá a Mozart. Desde Robbins<br />
Landon hasta el pobre y sufrido público (y<br />
yo creyendo que éste era el supuesto<br />
destinatario de sus interpretaciones, si seré<br />
ingenuo), pasando, claro está, por los<br />
críticos, esa subespecie de retrasados<br />
mentales, nadie tiene puñetera idea de lo<br />
que el compositor de Saízburgo significa y<br />
mucho menos de cómo acercarse a su<br />
música, porque es que, en fin, hay que estar<br />
en la berganzina atalaya de perfección<br />
para poder asimilar estas cosas y eso, oigan,<br />
ni con colegio de pago, se lo digo yo.<br />
Afirmaciones jesucrlsticas de presunta redentora<br />
como el Perdónalos, porque no soben<br />
lo que hacen, son tan sólo perlas de un<br />
artículo que uno no sabe si es más hilarante<br />
que triste, teniendo en cuenta que desaprovecha<br />
la oportunidad de dar en el auténtico<br />
clavo de la excesiva comercialización<br />
del año Mozart (en lo que le asiste<br />
buena parte de razón). Mozart parece poco<br />
menos que su propiedad privada con<br />
lo que igual resulta que tenemos que pagar<br />
derechos. Lo peor del asunto es que la<br />
magnífica cantante, que desde luego no ha<br />
perdido la voz, pero sí parece haber perdido<br />
el norte, le ha debido encontrar gustimnln<br />
a esto del papel de martillo de herejes<br />
y amenaza con convertirse asimismo en la<br />
salvadora de Rossini en el año que acaba<br />
de comenzar, con lo que es de esperar<br />
otra muestra más de prepotencia por parte<br />
de quien también despreciara tiempo ha<br />
a Karajan o Sorti, dos pobres desgraciados<br />
que aprendieron música en fascículos coleccionables<br />
y que, supongo, deben ser<br />
también genuinos ejemplares del pobre<br />
hombre-moso de este fin de siglo (sic). en la<br />
peculiar clasificación de Doña Teresa que<br />
aplica aquello de nosotros somos tos buenos,<br />
nosotros, ni más ni menos. Acudamos, pues,<br />
a Teresa Berganza -Cancela-, faro, luz y<br />
guía de todos nosotros, los pobres de este<br />
mundo, porque ella nos iluminará (si es<br />
que no cancela). Claro que antes habrá<br />
que hacer propósito de enmienda.<br />
Rafael Ortega Basagoiti
TRiBUNA LIBRE<br />
Por el templo del oído<br />
•• • uién no ha visto una figurilla de Shiva, el dios iné<br />
\ J dio de ia danza, cercado del nimbo que represen-<br />
^ ta la rueda del cosmos en constante movimiento?<br />
En su mano derecha lleva un tambor, símbolo de la palabra<br />
cósmica, origen de toda manifestación; en la izquierda el luego:<br />
la destrucción de lo que alcanza a ser. De sus otras dos<br />
manos, una conforta, la otra indica el camino de la salvación.<br />
Mientras, el dios baila sobre el enano dei materialismo o el<br />
olvido.<br />
Inmóviles en el bronce, esas figurillas son movimiento puro,<br />
tienen un dinamismo que nos hace pensar en la incesante<br />
danza de los electrones y partículas subatómicas, en la vibración<br />
primordial origen de la materia (Servier) y en aquella<br />
afirmación de Octavio Paz al comentar las correspondencias<br />
de Baudelaire: «todo es ritmo».<br />
Todo es ritmo y todo es mousiké (concepto platónico<br />
que quiere decir armonía, proporción), por ello, decía Walter<br />
Pater, «todas las artes tienden a la música», por ello todo<br />
está en todo y puede ser cifra del todo. De ahí, por un lado,<br />
el carácter sacro de este arte en su origen, y también que él<br />
mismo, en sus elementos, simbolice y represente. Asi, sus<br />
siete notas, según la tradición india clásica, equivalen a siete<br />
dioses, un arco iris melódico que penetra en nosotros por el<br />
templo del oído.<br />
La primera nota, Shadaj (Sa), está regida por Agni (el fuego),<br />
la fuente de energía y posterior movimiento; ta segunda,<br />
Rishba (Re), da forma a la energía, constituyéndola en vida y<br />
equivale a Brahma (el creador); la tercera, Gandar (Ga), representa<br />
a Saraswati, la que bendice a la humanidad con el<br />
don de las Bellas Artes; la cuarta nota es Madhyan (Ma) y está<br />
regida por Siva: la quinta, Pancham (Pa), por Vishnú, dios<br />
con poder de preservar la vida en la tierra: la sexta, Dhaivat<br />
(Dha), por Ganapathi. dios de la sabiduría, y la séptima, Nishad<br />
(Ne). representa al Dios Sol, símbolo de Prakasha (la divina<br />
luz).<br />
Estas siete notas, llamadas Saptak (octava), equivalen a las<br />
siete estrellas que conducen a la redención (Nirvana). Junto<br />
a ellas, en la música india, existen veintidós microtonos llamados<br />
Surutis: son lo que no se ve. lo subyacente, al igual<br />
que el Saptak es la consistencia del mundo exterior.<br />
Todo lo engloba, pues, la música, de todo es cifra y, a pesar<br />
de su mvisibilidad, su penetración en el espíritu es inapelable.<br />
De aht su poder extraordinario, próximo al de la magia,<br />
que ya las sirenas y Orfeo conocían y que, pese a la evolución<br />
actual del mundo, no ha dejado de manifestarse.<br />
Sucede asi, acaso, porque el dios Shiva, el ritmo cósmico, sigue<br />
danzando incesante, con la protopalabra en una mano y<br />
el fuego en otra, sobre el enano del materialismo y del olvido.<br />
Gara Janes<br />
OPINIÓN<br />
SCHÉRZO 7
ACTUALIDAD<br />
S<br />
on frecuentes las visitas del<br />
director 1 suizo Charles Dutoit<br />
a España con su Orquesta<br />
Sinfónica de Montreal, a la<br />
que ha hecho ascender a una envidiable<br />
altura. Ahora el músico<br />
suizo acude a Madrid con una de<br />
las mejores orquestas, la Philharmonia<br />
londinense, y con un programa<br />
poco habitual en este maestro,<br />
más conocido por sus intepretaciones<br />
de los modernos<br />
franceses y rusos. Dentro del ciclo<br />
Orquestas del Mundo de Ibermúsíca,<br />
Dutoit dirigirá un programa<br />
que incluye la Sinfonía n° 39 en mi<br />
bemol mayor (K. 543) de Mozart y<br />
la Sinfonía n° I en do menor, Op.<br />
60 de Brahms. Una ocasión excelente,<br />
pues, para comprobar la<br />
capacidad del suizo, discípulo de otro<br />
gran suizo, Ernest Ansermet, para habérselas<br />
con un repertorio para él in-<br />
C<br />
on la quietud con que tejía Penélope,<br />
la incansable Staatsoper<br />
de Viena sigue desgranando, uno<br />
tras otro y así hasta cien, los más variados<br />
títulos líricos. Cada día una ópera,<br />
casi como si de un juego se tratara,<br />
con una oferta media impresionante,<br />
incluso este año en que ya van advirtiéndose<br />
las huellas de la dilatada crisis<br />
financiera del ente que dirige el barítono<br />
Eberhard Wachter,<br />
Una prueba para<br />
Charles Dutoit<br />
Si tomamos casi al azar el mes de<br />
marzo y aislamos media semana larga<br />
podrá comprobarse cómo en tan ínfimo<br />
plazo temporal es posible oír otras<br />
tantas óperas de estéticas marcadamente<br />
diversas. Y en matena de cantantes,<br />
directores y registas no están<br />
reñidas en semejante oferta cantidad y<br />
calidad. Día 18: Khovantschma. Un título<br />
imprescindible de Mussorgsky. que<br />
en principio debía haber dirigido el<br />
ahora ex-director artístico Claudio Abbado,<br />
con un reparto vocal importante,<br />
encabezado por Ghiaurov y Atlantov.<br />
Día 19: la soprano Cheryl Studer será<br />
la bella luminaria de un Rapto en el Serrallo<br />
mozartiano con dirección musical<br />
de Bruno Weil, a quien, como excepción,<br />
no hay más remedio que tildar de<br />
medianía. Día 20: el director y musicólogo<br />
Marcello Panm dirigirá un titulo<br />
entrañable del repertorio más tradicio-<br />
#SCHERZO<br />
Charíes Datan FOTO: PAUL HUF<br />
frecuente -al menos por estos pagos-.<br />
Auditorio Nacional, Sala Sinfónica, sábado<br />
7 de marzo, a las 22.30 horas<br />
Bondades vienesas<br />
Cheryi Sluder<br />
nal. L'Ehsir d'amore de Donízetti. con<br />
dos figuras míticas reunidas bajo un<br />
mismo techo, el barítono Rolando Panerai,<br />
aquí en el cometido en Dulcamara,<br />
y el tenor Luciano Pavarotti, Nemorino<br />
de vocalidad ideal para el escenario<br />
de la Staatsoper, de tamaño y<br />
acústica tan perfectas que parece como<br />
si almidonara las voces. Pongamos,<br />
finalmente, adecuado remate a nuestra<br />
Gerd Albrecht<br />
a Praga<br />
Poco ha durado la titularidad de Jirí<br />
Belohlávek en la gloriosa Orquesta<br />
Filarmónica Checa. Belohlávek<br />
sustituyó hace años al gran Václav Neumann,<br />
que e|erció la titularidad del conjunto<br />
desde 1968. sustituyendo a otro<br />
no menos grande, Karel Ancerl, que<br />
abandonó su país después de que fuera<br />
invadido por los carros de combate del<br />
desaparecido Pacto de Varsovia. Ahora<br />
la Orquesta Filarmónica Checa tendrá<br />
como director principal a Gerd Albrecht,<br />
el excelente maestro alemán, un músico<br />
de carrera escasamente espectacular pero<br />
de reconocida solvencia, que en los<br />
últimos años se ha hecho notar por el<br />
cuidado con el que se ha dedicado a dar<br />
a conocer a compositores cuya obra ha<br />
sido relegada injustamente al olvido. De<br />
este modo Albnecht ocupa el lugar que<br />
han llevado a extraordinarias alturas<br />
maestros como Václav Talich, Karel Sejna,<br />
Kubelik Ancerl o Neumann.<br />
FOTO: SCHAFFLER<br />
selección reseñando el día 21 Der Rosenkavalier,<br />
la ópera vienesa por antonomasia,<br />
dirigida musicalmente por Leopold<br />
Hager. con escenografía de Otto<br />
Schenk, y que hasta ayer mismo ha<br />
contado en este escenario con una de<br />
las escenografías más veteranas de toda<br />
la historia del teatro cantado. ¡La<br />
misma que firmaron el día de su estreno<br />
en 1911 Roller y Reinhardt!
Destie el pasado 30 de octubre<br />
hasta después de<br />
Semana Santa se está celebrando<br />
en la Catedral de León<br />
la ambiciosa exposición Los Edades<br />
del Hombre, prorrogable hasta<br />
junio a causa de la ingente cantidad<br />
de público que hasta ahora<br />
se ha acercado a ella. Organizada<br />
por las diócesis de Castilla y León,<br />
con un presupuesto superior<br />
a los 100 millones de pesetas,<br />
posible gradas a las juntas respectivas<br />
y a la ayuda de la Caja de<br />
Ahorros de Salamanca y Soria, la<br />
exposición se despliega a lo largo<br />
de tres fases, Integramente dedicada<br />
a la música la tercera de<br />
ellas.<br />
A lo largo de diez capítulos,<br />
que llevan los descriptivos títulos<br />
de Los esferas de cristal, El aire y<br />
tos pájaros, Escribir sonidos, Lo alabanza<br />
de/ mundo a todos horas, El<br />
discanto: cada uno con su voz. La<br />
alegría de la materia, La celebración<br />
barroca, La músico callada y<br />
El jardín de la música, la exposición<br />
quiere ser un reflejo fel de<br />
la cosmología del artista, o mejor,<br />
del hombre, en un momento<br />
concreto de su historia. Lo primero<br />
que reclama la atención del<br />
inquieto, o simplemente curioso<br />
visitante, es una alegoría sobre el origen<br />
de la música, que habla por boca de<br />
vientos, pájaros, piedras y agua, dispuesta<br />
en el acceso a la Catedral. «No se<br />
trata de presentar tales o cuales objetos<br />
ordenados cronológicamente -afirma el<br />
comisario de la exposición, José Velicia-,<br />
sino de acercar al visitante un orden<br />
cósmico que existía en la mente de<br />
la comunidad y de cómo este orden se<br />
reflejaba en sus obras».<br />
Las obras expuestas, a su vez de un<br />
enorme valor intrínseco, incluyen manuscritos<br />
como el Código de ios Huelgas,<br />
muestras de canto mozárabe conservadas<br />
en el Monasterio de Silos, o de<br />
nuestra gloriosa tradición polifónica (los<br />
Guerrero, Morales, Victoria...), a través<br />
de copias conservadas en el archivo catedralicio<br />
de Valladolid. El archivo de la<br />
Catedral de Astorga, por su parte, exhibe<br />
un Libro de Órgano con muestras<br />
de Cabanilles, Nasarre o Elias, mientras<br />
que el de la Catedral burgalesa presenta<br />
una copia manuscrita, efectuada hacia finales<br />
del siglo XVIII o comienzos del<br />
Las Edades del Hombre<br />
LAMV51CA<br />
EN 1A IGLESIA<br />
ES EDADES<br />
mam<br />
XIX, del oratorio temprano de joseph<br />
Haydn £í Retomo de Tobías, que puede<br />
arrojar cierta luz sobre la recepción no<br />
tan tardía en nuestro país de la obra del<br />
gran músico de Rohrau. Asimismo, la<br />
exposición permite examinar escritos<br />
teóricos de gran importancia histórica,<br />
como El por qué de la Música de Andrés<br />
Lorente, fechado en 1672, £/ Ale/opeo<br />
de Pedro Cerón, o un Tratado sobre el<br />
Laúd, obra de Alessandro Piccinim.<br />
También figuran la Declaración de Instrumentos<br />
de Juan Bermudo o £/ Arre de<br />
Tañer de Tomás de Santa María.<br />
El visitante encuentra a su vez una<br />
amplia muestra de instrumentos, que<br />
van desde un piano de mesa de Muzio<br />
Qementi, conservado por los Concepcionistas<br />
Franciscanos de San Luis<br />
Obispo de Burgos, o el antaño revolucionano<br />
piano Pleyel. hasta, remontándonos<br />
en el tiempo, el órgano realejo<br />
del Museo Catedralicio de León, construido<br />
en 1739, además de clavicordios,<br />
chirimías, arpas, salterios, la familia<br />
de ortos, todo ello en un plausible es-<br />
ACTUALIDAD<br />
LEÓN<br />
octubre<br />
1991<br />
tado de conservación, a veces francamente<br />
bueno. Cada instrumento lleva<br />
debajo una ficha con su descripción<br />
detallada. Un buen número de muestras<br />
pictóricas, asi como tapices, algunas<br />
de ellas con más interés propiamente<br />
documental que artístico, completan<br />
el ingente esfuerzo de las<br />
diócesis castellano-león esas.<br />
Por último está la propia música sonando<br />
físicamente; los conciertos que<br />
tendrán lugar en la catedral, así como<br />
en otros radiantes ámbitos. Volverán a<br />
sonar los Morales y los Victoria, los<br />
compositores barrocos españoles, desde<br />
Martínez de Arce a Juan Hidalgo, y<br />
una amplísima nómina de nombres, entre<br />
los que no ha faltado una representación<br />
de nuestra vanguardia actual,<br />
centrada en un Oficio de Difuntos y dos<br />
Motetes de Cristóbal Haíffter. El estreno<br />
mundial de una Misa de Juan Montón<br />
y Mal lea maestro de capilla de la<br />
Catedral de Segovia en la segunda mitad<br />
del XVIII, y su grabación en disco,<br />
dan cuenta también de la envergadura<br />
SCHERZO 9
ACTUALIDAD<br />
Simplemente Carmen<br />
La Carmen de Bizet es el título con<br />
más gancho de toda la temporada<br />
lírica madrileña si nos atenemos a<br />
la demanda masiva de localidades. En lo<br />
que a la música atañe no es para menos.<br />
Esta Andalucía mediterránea y decimonónica<br />
que tanto sedujo a Nietzsche,<br />
musicalmente hablando, y que el propio<br />
Bizet como es sabido, jamás conoció; estas<br />
figuras guiadas por impulsos primitivos<br />
que dio a luz al sesudo Menmée,<br />
ejercen una fascinación sobre el público<br />
que está aún muy lejos de extinguirse.<br />
Además, como sucede con Offenbach y<br />
su Hoffmann, con ella Bizet conquistara<br />
en el úttimo tramo de la vida, como si<br />
fuera de golpe, el laurel de la obra maestra.<br />
Con Carmen, su autor deja atrás las<br />
muy meritorias Lo jotie filie de Perth y Les<br />
péchente de perles.<br />
Pero el reparto de esta Carmen, a<br />
priori, no es ni mucho menos para dar<br />
gritos de júbilo. Lo encabeza, eso sí, la gitana<br />
con más morbo aparecida en las<br />
dos últimas décadas, Teresa Berganza,<br />
quien, si a última hora no decide cancelar<br />
y nos colocan a una Marina Senn cualquiera,<br />
puede hacer aún hoy del proscenio<br />
de La Zarzuela su escenario ideal.<br />
Lo demás posee escaso valor. Son nom-<br />
Fachada del Gran Teatro del Liceo<br />
L<br />
a Traviota, estrenada en 1853, fue<br />
uno de los más sonados fracasos<br />
de la carrera de Giuseppe Verdi y<br />
ello debióse, en parte, a que la acción<br />
escénica y el público que inundaba el<br />
coliseo veneciano de La Feníce eran estrictamente<br />
contemporáneos. A nadie<br />
10 SCHERZO<br />
bres que tienen cierto cartel<br />
internacional, como el de Luis<br />
Lima (Don José), o el de Justino<br />
Díaz (Escamillo), pero ya<br />
conocemos el mediocre jugo<br />
que dan como cantantes. No<br />
es verdad que ésta sea una<br />
mala temporada, ni mucho<br />
menos; se trae lo que hay.<br />
Pero hoy la lírica son toros<br />
afeitados, de ahí que sobren<br />
tantos nombres. La propia<br />
María Bayo (Micaela auténticamente<br />
navarra en esta producción<br />
de Carmen), es víctima<br />
de la inflación del mérito<br />
verdadero a que someten actualmente<br />
la publicidad y los<br />
agentes a todo nuevo valor<br />
Antoni Ros-Marbá al menos,<br />
el sensibilísimo y detallista<br />
Ros, sabrá mantener la cabeza<br />
fría y extraer lo mejor,<br />
o lo menos malo, Berganza<br />
aparte, de esta provinciana<br />
compañía de canto, La escenografía<br />
es obra de Pier-Luigi Pizzi, el alma<br />
del Rinaldo del año pasado, de quien un<br />
malintencionado dijo que visla una puesta<br />
en escena vistas todas, pero al que no<br />
Violeta, otra vez en el Iiceu<br />
debió gustarle demasiado comprobar lo<br />
tenues que eran las fronteras entre la<br />
ficción y la realidad, que es lo que parecía<br />
decir aquella obra osada en la que<br />
vestían igual los personajes de la fábula<br />
y los de la platea,<br />
En esta reposición liceística del ya in-<br />
Teresa ñerganzó FOTO: 1 ES77WDA<br />
puede negarse un sentido de la estética y<br />
un buen gusto hoy insólitos.<br />
(Teatro Úrico Nacional La Zarzuela: días<br />
13, 17,21,25y29)<br />
mortal título lírico concurren dos elementos<br />
a la plaza del director, dependiendo<br />
de las funciones: Uwe Mund y<br />
Randall Behr. Sin despreciar las muchas<br />
virtudes del titular, tal vez el segundo se<br />
encuentre milimétricamente más a gusto<br />
en el repertono tradicional italiano. Por<br />
lo que respecta a la inefable Dama de<br />
las Camelias el principal atractivo será en<br />
esta ocasión la presencia en el reparto<br />
de la prometedora soprano chilena Verónica<br />
Villarroel, vocalista notable y, sobre<br />
todo, actriz de gran temperamento.<br />
Dos tenores, Kerth Oisen (antiguo barítono),<br />
y Femando de la Mora (el mexicano<br />
que sueña con el poco aconsejable<br />
proyecto de ser algún día Otello), se alternarán<br />
en la tarea de dar consistencia<br />
al juvenil Alfredo, mientras que con el<br />
substancioso papel de Germont se encararan<br />
los barítonos Franz Gnjndheber<br />
(uno de los peores del mundo en el repertono<br />
italiano) y Barry Mora, un hombre<br />
nuevo que ya ha actuado en Viena.<br />
La producción es obra del propio Liceo,<br />
con dirección escenográfica de Helmut<br />
Polixa y vestuario de Ramón Ivars.<br />
(Gran Teatro del Liceo; días ?, ti, 14,<br />
15, 17, 18 y 20),
Aldo Ceccato dinge la ONE FOTO: COVER<br />
ONE: Dos programas infrecuentes<br />
Después de su reciente actuación en el marco del Festival de Música de Canarias,<br />
que le ha valido críticas no muy halagüeñas en la prensa local, la Orquesta<br />
Nacional ha iniciado una nueva tanda de conciertos dirigidos por su titular,<br />
Aldo Ceccato. En el segundo de ellos nos encontramos con un programa especialmente<br />
atractivo, puesto que reúne a Schubert (Quinta Sinfonía), riahler (X/ndertotenlieder)<br />
con Doris Sóffel como solista y Shostakovich (Primera Sinfonía). Un programa<br />
lo suficientemente variado como para poner a prueba la ductilidad de la orquesta y<br />
la versatilidad de su director. A la vista de los resudados que Ceccato ha conseguido<br />
hasta ahora de la ONE se puede esperar un concierto interesante. Un par de semanas<br />
después sube al podio de la orquesta un antiguo conocido, el polaco Antom<br />
Witt (nacido en 1944), un maestro de catrera poco brillante pero de reconocida<br />
solvencia, que ha trabajado hasta hace poco con la Orquesta Filarmónica de Gran<br />
Canaria. Witt tendrá la responsabilidad de un programa con obras de sus compatriotas<br />
Wojciech Kilar -nacido en 1932 y discípulo en París de Nadia Boulanger- y<br />
WitoW Lutoslawski -Concertó para piano y orquesto, estreno en España. Solista: Piotr<br />
Paleczny- El programa se cierra con la Segundo Sinfonía de Sibehus.<br />
(Auditorio Nacional. Salo Sinfónica. Días i (Ceccato), 20. 21 y 22 (Wta)<br />
En el monumental<br />
L<br />
a temporada de la Orquesta de Radiotelevisión Española, leída detenidamente,<br />
revela la presencia de un grupo de competentes directores, como son Lothar<br />
Zagrosek, David Zinman, el compositor Maxwell-Davies, o el joven Mier<br />
Mmsky, que actúan a lo largo de la misma en calidad de batutas invitadas.<br />
David Zinman nació en Nueva York en 1936 y se graduó en violln y composición<br />
en 1960. Fue ayudante de dirección de Pierre Monteux y dirige regularmente desde<br />
la década de los sesenta En 1974 asumió las funciones de director de la Orquesta<br />
de Rochester y en 1979 se hizo cargo de la Filarmónica de Rotterdam. Es un director<br />
de trazo claro, capaz de lograr ¡os más bellos colores y esfumaturas, cuya sensibilidad<br />
y acento intimista son, precisamente, sus mejores bazas. En el Monumental dirigirá<br />
Amériques, sin duda la obra importante más asequible de Várese, y la popular<br />
Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak.<br />
Él interés de marzo se completa con la programación del que acaso sea el fruto<br />
más bello de la vejez rossimana; su Síobot Mater Al titular Sergiu Comissiona quizá le<br />
falte un punto de ligereza y refinamiento al encararse con el repertorio clásico, pero<br />
es un maestro seguro, que saca adelante los más variados empeños. Algunos de los<br />
solistas, como la soprano Pamela Cobum o el bajo Roberto Scandiuzzi, aunque están<br />
realizando una carrera internacional, en el fondo son cantantes modestos.<br />
(Teatro Monumental: días 19 y 20 de marzo -Rossini-; 26 y 21 -Várese y Dvorak)<br />
ACTUALIDAD<br />
Un chelo y dos<br />
pianos<br />
Un intérprete con mayúsculas, el<br />
chelista Mstislav Rostropovich,<br />
no por Habitual menos bienvenido,<br />
y a quien el Ciclo de Grandes Maestros<br />
del Palau de Barcelona dedica una<br />
de sus primeras lomadas. He aquí un<br />
músico que ha dejado atrás la obsesión<br />
por la técnica para concentrarse absolutamente<br />
en la búsqueda de la más acendrada<br />
expresión, y que si alguna vez se<br />
permite éste o aquel desliz formal -como<br />
se los permitía Casáis—, cabe recordar<br />
una vez más que el verdadero arte<br />
es esencialmente imperfecto, y cuando<br />
hoy olmos a Rostropovich tocar una<br />
Zarabanda de Bach -como ayer ocurría<br />
con el propio Casáis-, nos sacude el estremecimiento<br />
de escuchar a un músico<br />
sin número de preso en la espalda, creador<br />
de un aura impalpable entre él y<br />
su público.<br />
Si alguien cree que ya está bien de<br />
contratar sólo al pope del violonchelo,<br />
por grande que éste sea. y que hay que<br />
traer también a otros brillantes representantes<br />
del instrumento, como son<br />
Starker. Bylsma, Coin, Maisky o Perényi,<br />
cabe añadir a renglón seguido que este<br />
año, a excepción del último, vienen a<br />
nuestro país todos los citados.<br />
A su vez, dentro de la temporada regular<br />
de la Orquesta Ciudad de Barcelona,<br />
dirigida en ambos casos por el titular<br />
Luis Antonio García Navarro, actuarán<br />
como solistas invitados los pianistas<br />
estadounidenses Horacio Gutiérrez y<br />
Gamck Ohlssohn. Al primero, al igual<br />
que Bolet un cubano nacionalizado yanqui,<br />
el crítico Harold C. Schonberg auguraba<br />
un futuro espléndido. Por mi<br />
parte, sólo puedo decir que he intentado<br />
escucharle en directo dos veces y las<br />
dos ha cancelado, Es de esperar que los<br />
asiduos a Palau —donde tocará la parte<br />
solista del Primer Condeno de Chaikovski-<br />
tengan más suerte. Ohlssohn es mejor<br />
conocido; alumno de Claudio Arrau<br />
en los fundamentos técnicos (aunque a<br />
través de Olga Barabini), pero heterodoxo<br />
en algunas concepciones interpretativas<br />
según él mismo explica en el libro<br />
de J. Horowrtz, está dotado por la<br />
naturaleza de unas manos de extensión<br />
prodigiosa. Aquí pondrá su brillante talento<br />
al servicio del Emperador de Beethoven.<br />
(Palau de la Música Catalana: H. Gutiérrez<br />
-días 28 y 29 de febrero y I de marzo-:<br />
M. Rostropovich -3 de marzo-; G.<br />
Obtsson: 6,7 y 8 de marzo).<br />
SCHERZO 11
ACTUALIDAD<br />
Adiós, Filarmónica<br />
de Leningrado,<br />
adiós<br />
La vasta conmoción que sacude ai<br />
antiguo imperio soviético se ha<br />
llevado muchas cosas malas por<br />
delante, pero también algunas excepcionalmente<br />
buenas. No se trata de hablar<br />
aquí de situaciones tan penosas como la<br />
que ha hecho que se hable hasta de la<br />
venta del maravilloso museo de L'Ermitage<br />
en la ex-Petrogrado, ex-Leningrado<br />
y actual San Petersburgo. Sucede que<br />
algunas de las grandes formaciones sinfónicas<br />
rusas se están empezando a hacer<br />
pedazos y sus componentes a buscarse<br />
la vida en climas económico-sociales<br />
que les sean más propicios. Una<br />
orquesta de tradición tan gloriosa como<br />
la de Leningrado, fruto del largo y ejemplar<br />
trabajo que llevó a su frente aquel<br />
maestro de maestros que se llamó Evgeny<br />
Mravmksy, además de cambiar de<br />
nombre -ahora, por supuesto, es Orquesta<br />
Filarmónica de San Petersburgoparece<br />
estar cambiando hasta de piel.<br />
En los últimos años numerosos de sus<br />
componentes se han quedado en Europa<br />
Occidental- unos cuantos de ellos<br />
en nuestro país -en orquestas más bien<br />
provincianas y de escaso relieve. Resulta<br />
que ahora va a ser verdad aquella broma<br />
que se hacía antaño /que rezaba:<br />
¿Qué es un cuarteto de cuerda? Lo que<br />
queda de una orquesta sinfónica soviética<br />
después de hacer una gira por el<br />
mundo occidental.<br />
Cantantes<br />
a la greña<br />
L<br />
amentable el espectáculo de<br />
descalificaciones mutuas entre<br />
dos grandes cantantes españoles,<br />
José Carreras y Alfredo Kraus,<br />
que han llegado hasta las primeras páginas<br />
de los periódicos españoles y<br />
han servido para que ciertas revistas,<br />
de probada incompetenciacultural,<br />
ofrezcan<br />
truculentos reportajes<br />
sobre el<br />
asunto. Entrar en<br />
los porqués de<br />
semejante sucesión<br />
de dislates,<br />
de equívocos y<br />
de fruslerías seria<br />
un error. Lo que<br />
es penoso es que<br />
semejantes situaciones<br />
se produzcan<br />
y que dos<br />
grandes artistas<br />
se enzarcen en<br />
una especie de riña<br />
de verduleras.<br />
Aunque tal vez<br />
las responsabilidades<br />
estén situadas<br />
más altas, en quienes piensen que<br />
nombres ilustres son garantía de gestión<br />
adecuada. Lo cual no parece muy<br />
acertado. Un divo es un divo y un<br />
programador<br />
cultural, con responsabilidades<br />
sobre la administración<br />
de los<br />
espectáculos artísticos,<br />
de su<br />
planificación y<br />
selección, algo<br />
completamente<br />
distinto. Pero en<br />
este país nuestro<br />
Dios da narices a<br />
quien no tiene<br />
pañuelo, o viceversa.<br />
El caso es<br />
que para una vez<br />
que los periódicos dan noticias musicales<br />
en su primera página es para sacar<br />
a la luz sucesos tan impresentables<br />
como éste.
Los catálogos de la SGAE<br />
Muy encomiable la iniciativa de la Sociedad General de Autores<br />
de España (SGAE) de publicar una sene de Catálogos de<br />
Compositores Españoles, de los cuales han aparecido ya los<br />
dedicados a Ramón Barce, Claudio Pneto. Alfredo Aracil, Miguel Alonso, José Luis<br />
Turina. Joan Guinjoán. Miguel Ángel Coria, Francisco Cano,<br />
Tomas Marco, Agustín Bertomeu, Ángel Ohver, Agustín González Acilu,<br />
Francisco Otero y Javier Darias. Tomás Marco, en el texto<br />
introductono a la sene, nos habla así de los propósitos que animan la<br />
redacción de los folletos, indicando que éstos, además de contener una sucinta<br />
biografía de cada autor, presentarán su catálogo puesto al día,<br />
lógicamente ordenado, y con los datos que permitan ayudar a la localización y<br />
descripción de cada obra. Asi, pues, podremos disponer de una<br />
información de primer orden sobre los más destacados<br />
compositores españoles contemporáneos.<br />
Nuestra más cordial enhorabuena a los promotores<br />
y realizadores de esta iniciativa.<br />
Música en Córdoba<br />
Recibimos la muy bien hecha revista El espectador que edita la<br />
Fundación Pública Municipal Gran Teatro de Córdoba, que nos<br />
trae la constancia de la eficacia de una política cultural sin alharacas,<br />
modesta pero exigente y sobre todo bien proyectada.<br />
Asi nos encontramos con que en Córdoba actuaron<br />
en el mes de febrero artistas de la talla de Etly Amelmg o<br />
Los Virtuosos de Moscú con su director, Vladimir Spivakov. A lo cual hay<br />
que añadir sendos recítales de Krystian Zimerman y de Andreí<br />
Gavnlov en marzo. Y todo ello combinado con representaciones<br />
de óperas -Los cuentos de Hoffmann-, una integral de las Sonólos pora violonchelo<br />
y piano de Beethoven por Alvaro Campos y Rafael Quero<br />
ballet teatro, música pop, etc. Propuestas de altísima<br />
calidad en algunos casos pero sin la malsana compañía<br />
habrtual de boato y vanidad sociales. Un ejemplo, en suma.<br />
ACTUALIDAD<br />
Los conciertos<br />
del Real<br />
A<br />
ccidentada historia la del Teatro<br />
Real, pnmero teatro de la ópera,<br />
luego silencioso habitáculo<br />
de fantasmas, después sala de conciertos<br />
y -¿finalmente?- de nuevo proyectada<br />
sala de ópera. Antonio Femández-<br />
Cid. que une a su calidad de crítico eminente<br />
la de cronista puntual de nuestra<br />
vida musical, nos ofrece en su libro Historio<br />
del Teatro Real como Sala de Conciertos,<br />
1966-1988, que ha editado el<br />
Ministeno de Cultura, una minuciosa reconstrucción<br />
del periodo en que el Teatro<br />
pasó a albergar una gran parte de la<br />
vida concertística madrileña. El libro está<br />
ilustrado con obras de un fotógrafo insigne,<br />
Gyenes. en las que aparecen algunos<br />
de los rostros y de los acontecimientos<br />
que marcaron de una manera<br />
especial a la que fue Sala de Conciertos.<br />
El libro constituye una muy útil aportación<br />
a la historia de nuestra vida musical.<br />
Fernández-Cid apunta breves comentarios<br />
críticos acerca de las diversas<br />
actuaciones aquí reseñadas y apunta<br />
también problemas e incidentes planteados<br />
y ocurridos en estos años. El resultado<br />
es un libro magníficamente presentado,<br />
bien escrito, que se lee con gusto<br />
y que sobre todo colma un vado al historiar<br />
una época que, en país tan frágil<br />
de memoria colectiva como el nuestro,<br />
podría quedar sumido, de aquí a unos<br />
años, en un espeso silencio. Nuestra enhorabuena<br />
a Antonio Femández-Cid.<br />
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Cámara D
ACTUALIDAD<br />
BOLONIA<br />
Manca di Nissa y Devia: lecciones magistrales<br />
El Teatro Comutiale de Bolonia ha<br />
abierto este año RosanJ con un<br />
enero dedicado al Tancredi (ocho<br />
funciones, de las que he asistido a la del<br />
día 23) que pone las cosas difíciles de superar.<br />
Satisfacción para filólogos: la producción<br />
incluía los dos finales posibles.<br />
Yuxtaponía el alegre de la versión original<br />
de Venecia al trágico escrito por Rossini<br />
para Ferrara, reconstruido no hace aún<br />
muchos años. El trágico es más coherente<br />
y nos dice ho/ más; añadir el alegre,<br />
con todo, introduce un encanto abstracto,<br />
concordante con la relativa abstracción<br />
del modo rossiniano serio. Sobre la<br />
escena, la yuxtaposición resultó convinvente;<br />
en general, lo fueron la dirección,<br />
decorados y vestuario de Pieriuigi Pizzi.<br />
Cierto uso excesivo (para el gusto del<br />
firmante) de lo que en otro tiempo se<br />
llamó plexiglás (que hace bastante ruido,<br />
al moverse quienes lo visten) no impidió<br />
reconocer buen gusto en selección cromática<br />
e iluminación, dentro de un medievalismo<br />
estilizado no pasmoso de soluciones,<br />
pero de buen efecto. Tal vez un<br />
reproche: hacer cantar mucho a Argirio<br />
desde el fondo, sabiendo cuál es el volumen<br />
de la voz de William Matteuzzi...<br />
Gianluigi Gelmetti llevó la obra con<br />
delicadeza, convertida en debilidad al pasar<br />
con menos vigor del esperable sobre<br />
algún momento heroico. Eso sí: dejó cantar<br />
y oír siempre al canto, lo que es de<br />
agradecer con cantantes como los de esta<br />
vez. La Amenaide de Mariella Devia<br />
podría objetarse -puntillosamente- en<br />
ciertos tramos de canto d foizo.donde su<br />
timbre -nunca singularmente rico- ofrece<br />
poco atractivo. Pero Mariella Devia<br />
(con la que la fama operístico-mundana<br />
ha sido ¡njustamente avara) sigue siendo<br />
maestra de canto: ligado impecable y<br />
media voz auténtica, afinación, brillante<br />
agudo y sobreagudo, adecuación a lo doliente<br />
de su parte. Muy justo, pues, el clamor<br />
del teatro tras momentos como las<br />
arias Non, che il morir non é si bárbaro, o<br />
Gusto Dio. Del Tancredi de Bemadette<br />
Manca di Nissa casi no cabe decir más<br />
que toca la perfección (quizá exceso de<br />
sobriedad, que rehuye posibles alardes<br />
legítimos: ¿nadie es perfecto, o manías<br />
del crítico?). Decaídas ilustres voces rossinianas<br />
de su cuerda (omitamos nombres),<br />
la de Manca di Nissa está en lo<br />
más alto, y este año Rossini la coronara.<br />
Un análisis detallado de sus excelencias<br />
(hermoso timbre, precisión de coloratura,<br />
variedad de acentos, etc.) es aquí imposible;<br />
baste decir que, con ella, se<br />
14 SCHERZO<br />
Joncreú en el Teatro Comunal? á ñologno<br />
aprecian los motivos que tenía Stendhal<br />
para reputar sublimes fragmentos aparentemente<br />
inocentes como Di tanti pal-<br />
BUDAPEST<br />
piti. Por supuesto, ios dúos Tancredi-<br />
Amenaide (como el soberbio del primer<br />
acto, L'aura che intomo spin, una cumbre<br />
rossimana) resultaron de calidad refinada.<br />
Ya dijimos que William Matteuzzi no<br />
fue muy bien tratado por la dirección de<br />
escena. Pero el formato de bolsillo de su<br />
voz (ostensible en momentos que piden<br />
más filo y poder, como el dúo II vivo lampo<br />
por ejemplo) no hace desdeñable su<br />
Argirio, pues Matteuzzi afronta las agilidades<br />
y tesrturas estratosféricas como pocos,<br />
y eso siempre es apreciable en Rossim,<br />
sin negar carencias. Natale de Carolis,<br />
en su breve Orbazzano, lució un claro<br />
y bello timbre baritonal. Monica Barcelli<br />
g hizo una Isaura (incluida su aria Tu che i<br />
g misen 1 confort!) de correcto canto aunque<br />
W parco volumen; completó las voces gra-<br />
< ves femeninas -Roggiero- una Barbara<br />
Briscik de escaso relieve. El coro del Co-<br />
múñale bolones no me pareció esta vez<br />
o<br />
o<br />
"• tan firme y rotundo como otras: ¿amortiguado<br />
por la dirección? Nada empaña,<br />
en todo caso, el privilegio de escuchar en<br />
Rossini a dos maestras, y en ésas estamos.<br />
Festival de Primavera<br />
«Con este festival intentamos, también<br />
descubrir nuevas estrellas, dar a<br />
conocer nuevos artistas y obras contemporáneas».<br />
Esta frase que bien podría<br />
corresponder a Gerard Mortier,<br />
uno de los que desea imponer estos<br />
nuevos criterios gerenciales en las instituciones<br />
culturales europeas, es en realidad<br />
de Tamas Klonjánzky director del<br />
Festival de Primavera de Budapest quien<br />
anda a la caza de nuevos talentos. Algo<br />
que, según él, es objetivo de esta duodécima<br />
versión de este festival húngaro<br />
que se llevara a efecto del 14 al 29 de<br />
marzo de este año en la ciudad homónima.<br />
El Festival de Budapest cuenta con la<br />
participación del tenor español José<br />
Carreras, quien abrirá el festival con un<br />
concierto de gala en el gran estadio de<br />
Budapest Los fondos serán destinados<br />
a la fundación dirigida por Carreras para<br />
los enfermos de la leucemia.<br />
El acontecimiento contará con la<br />
presencia de algunos importantes invi-<br />
Vidal Peña<br />
tados foráneos: Les Musidens de Louvre;<br />
Los Maestros percusionistas franceses<br />
(una parte de la programación girará en<br />
tomo en compositores franceses); la<br />
Opera efe Cámara de Moscú; la joven Filarmonía<br />
alemana y el Kiangforum de<br />
Viena. Entre los participantes locales cabe<br />
destacar a la excepcional O/questo<br />
de Cámara Franz Üszt, Budapest Sinfonietta,<br />
Señóla Hungáriza y solistas de la<br />
talla de Miklós Perényi, chelista, y Zoltán<br />
Kocsis. pianista, entre otros. En<br />
óperas se podrán ver Tanbüuser de<br />
Wagner, Anna Bofena de Donizetti,<br />
Falstaff de Vendí, La Bohéme de Puccini,<br />
etc., en la programación de danza tenemos<br />
que se representará Romeo y Julieta<br />
de Prokofiev, y otras compañías que<br />
llevarán lo suyo tales como: la Bebe Mi-<br />
Ikr Company de USA; el English National<br />
Ballet dollet de la Opera de Lyort, y<br />
Carolyn Carlson. Sin duda esta primavera<br />
de Budapest se presenta muy atractiva<br />
Enrique Moya
LONDRES<br />
Mitridate pasa la prueba<br />
Mtndate, re á Ponto en el Ccvent Garden<br />
Londra Royal Opera Covent Garten. 9-XII-9I. Moíiit-<br />
MjMdüte, re di Ponto.<br />
Gran Bretaña ha estado bien provista<br />
de excursiones aventuradas<br />
por los caminos mozartianos más<br />
apartados durante el año del bicentenano,<br />
pero una de las mas provechosas se<br />
reservó para el mes final, cuando la Royal<br />
Opera presentó un montaje de Mitridate<br />
que proclamó de manera casi desafiante<br />
que la opera seno tiene un lugar en el<br />
teatro moderno, No se había representado<br />
antes en el Covent Garden y de<br />
hecho la única interpretación escénica<br />
británica fije en 1979 en el valiente Festival<br />
de Camden.<br />
La audaz decisión del Covent Garden<br />
de reanimarla planteó unas cuantas preguntas.<br />
¡Merecería la pena incluso en el<br />
año del bicentenano? ¿Tendría más valor<br />
que el de mera curiosidad? ¿Podría la primera<br />
opero serio de un compositor de<br />
14 años soportar la prueba de la búsqueda<br />
de un lugar en el repertorio de hoy?<br />
La respuesta a todas ellas fue un sí rotundo.<br />
No es necesario objetar que Mitndote<br />
está atada por las convenciones<br />
de su época Ni procede quejarse de las<br />
carencias de caractenzación musical o diferenciación<br />
de los protagonistas, o de<br />
que las arias virtuosas se refieran más a la<br />
exhibición vocal que a la pintura de las<br />
emociones de las personas implicadas.<br />
Que Mtndote nos llegase tan convincentemente<br />
como una obra de fuerza poderosa<br />
se debió a una producción ingeniosa.<br />
Más que montar algo que se disculpaba<br />
por las limitaciones de su<br />
convencionalismo, Graham Vick las capitalizó,<br />
conviniendo en virtudes los posibles<br />
defectos. Los gestos eran hermosos,<br />
y toda la producción estuvo rodeada de<br />
un rasgo extravagante que, en tanto que<br />
rara- CUVE BARDA<br />
procedía de la música, tenía resonancias<br />
de verdad. Si no fuimos implicados más<br />
que superficialmente con los conflictos y<br />
motivaciones de los personajes, hubo<br />
una exposición honesta, un foco claro y<br />
empuje dramático. Los diseños de Paul<br />
Brown eran simples aunque enérgicos,<br />
basados en un esquema de negro lúgubre,<br />
rojo llameante y rico azul de intención<br />
vagamente clásica, que con un vestuario<br />
sorprendente se combinó de manera<br />
impresionante. Todo ello se sumó<br />
para un efecto más hondo.<br />
Sin excepción, los cantantes estuvieron<br />
seguros en la respuesta a las demandas.<br />
Declamación vigorosa y ornamentación<br />
de técnica experta de la línea vocal. Ann<br />
Murray, como Sifare, añadió nuevos laureles<br />
a una frente ya bien cargada de ellos,<br />
tratando incluso de investir el papel de<br />
profunda humanidad, Ella encabezó el reparto,<br />
pero también fue admirable la pureza<br />
de afinación de Lilian Watson como<br />
Ismene (otro tnunfo mozartiano de una<br />
soprano cuyas Blondchen, Zeriina y Papagena<br />
han sido todas memorables). La voz<br />
de Bruce Ford sonó al principio demasiado<br />
ligera para Mitridate, pero al final el<br />
personaje fue redondeado artísticamente.<br />
De modo similar, Ivonne Kenny creció<br />
progresivamente como Aspasia. Jacqueline<br />
Fumace fue un bnllante Arbate. La ejecución<br />
orquestal, bajo la dirección de Helmut<br />
Haenchen, tuvo estilo y autoridad.<br />
Contra todos los pronósticos. Mitridate<br />
ha tenido éxito popular. La obra se<br />
justifica plenamente por sí misma ante la<br />
prensa y el público y cuando el montaje<br />
retome (como debe) formando parte<br />
del repertorio general, sin la excusa de<br />
un bicentenario, será bien recibido por<br />
sus propios méritos.<br />
Kenneth Loveland<br />
ACTUALIDAD<br />
Caritas<br />
Wikefidd. Opera Nortíi. 2I-XI-9I. Robert Saxton,<br />
Comas.<br />
A los 38 años, Robert Saxton es claramente<br />
una de las mejores esperanzas de<br />
que Gran Bretaña produzca al llegar el<br />
próximo siglo un compositor de gran importancia.<br />
Su progreso ha sido firme y<br />
consistente más que sensacional, y todo lo<br />
que escribe tiene lógica, sentido musical y<br />
un gusto por la aventura moderado por la<br />
conciencia de la tradición. Ignora las tentaciones<br />
de modas pasajeras, su música suena<br />
siempre dotada de un propósito serio.<br />
Naturalmente, su primera ópera se esperaba<br />
con impaciencia, y cuando ha sido estrenada<br />
por la Opera North, como parte<br />
del vivo Festival de Música Contemporánea<br />
de Huddersfield, vino a cumplir todas<br />
las esperanzas, Saxton añade a sus talentos<br />
mencionados las exigencias esenciales<br />
para el realismo de la música escénica, la<br />
creación de personajes, emociones y situaciones<br />
por medio de una escritura clara<br />
y comunicativa. Todas están presentes<br />
en Coritos. Se basa en la obra de teatro de<br />
Amold Wesker del mismo titulo.<br />
Saxton la ha moldeado como una ópera<br />
de cámara, empleando sólo trece instrumentistas<br />
y concentrando las trece escenas<br />
en sólo 80 minutos. Estas escenas<br />
se alternan entre la desintegración gradual<br />
de Christine dentro de la celda y acontecimientos<br />
del extenor, y puesto que Saxton<br />
adelanta la obra hasta los últimos años del<br />
siglo XIV, esos hechos son inexorables, incluyendo<br />
la trágica rebelión de Wat Tyler,<br />
la marca con un hierro al rojo de un siervo<br />
escapado, la descripción de una Iglesia<br />
cruelmente impasible, y la persecución de<br />
un inspector de impuestos. Cosas fuertes<br />
tanto fuera como dentro de la celda, pero<br />
la invención de Saxton funciona igualmente<br />
para ambas, con música que cambia fácilmente<br />
de la contemplación serena a la<br />
violencia, y de la angustia a la histeria. La<br />
culminación es la escena de la locura de<br />
Christine, en la que se requiere virtuosismos<br />
de actuación y de canto no menos<br />
formidables que en la Lucio de Donizetti.<br />
Ante semejante desafío, la joven Einan<br />
Davies se elevó, magníficamente en el estreno.<br />
A lo largo de toda la representación,<br />
su radiante timbre de soprano fue<br />
penetrantemente expresivo, su implicación<br />
fuerte y entregada, pero en el climax<br />
superó todo lo que había hecho antes. El<br />
don de Saxton para la caracterización musical<br />
ya se ha mencionado; aquí ha producido<br />
una galena vividamente contrastada<br />
de papeles secundarios, y un reparto inteligente<br />
dio forma a las oportunidades<br />
creadas por Saxton.<br />
ÍCL<br />
SCHERZO 15
ACTUALIDAD<br />
NUEVA YORK<br />
L<br />
a Fanáulla del West tuvo su estreno<br />
mundial en 1910. con Caruso y<br />
Tostanini en la Metropolitan Opera<br />
que la ha vuelto a representar tan sólo<br />
66 veces. Ahora Giancarlo del Monaco ha<br />
dirigido una nueva producción, escenificada<br />
por Michael Scott y dirigida musicalmente<br />
por Leonard Slatkin. Barbara Daniels<br />
(Minnie) sorprendió con una exitosa<br />
aunque no memorable caracterización.<br />
Poderosa en las notas agudas, su voz colmó<br />
la sala de 3.800 asientos, si bien a ratos<br />
sonó forzada. En la actuación enfatizó<br />
más la ternura que la rudeza se fue a los<br />
extremos en el acto segundo, cuando lanzó<br />
un plato a la cara de Johnson y gritó<br />
«Mentische!» Plácido Domingo<br />
(Ramírez/)ohnson) lució un fino fraseo,<br />
modulación y belleza vocal, especialmente<br />
durante Ch'ella mi credo libero. Pero poco<br />
fue lo que actuó y, vestido de negro durante<br />
su entrada, no lucró ni romántico ni<br />
amenazante. Sherrill Milnes estuvo en<br />
buena forma vocal e hizo de su Jack Ranee<br />
un personaje muttidimensional en lugar<br />
de un morón o un ultravillano. Scott le sacó<br />
provecho al gigantesco escenario del<br />
MET, escenificando la riña en un salón de<br />
polka, en donde un minero se cayó desde<br />
el segundo piso a los brazos de sus compañeros<br />
en el primero. La cabana de Minnie<br />
estuvo rodeada de oscuridad y de una<br />
montaña en la cual Ranee se escondía, a la<br />
espera de Johnson para dispararle en el<br />
escenario. El tercer acto ocurrió en un<br />
alucinante pueblo fantasma, con edificios a<br />
ambos lados de la calle central. La ópera<br />
finalizó con un descorazonado Ranee con<br />
un largo abngo blanco, abandonado en el<br />
pueblo y de cara a la audiencia, con sus<br />
brazos colgando en actrtud desperanzadainoMdable,<br />
mas no el montaje en el Gran<br />
Bosque de California que Puccini especificase.<br />
La dirección de Slatkin fue articulada<br />
y equilibrada, pero careció de excitación y<br />
atrojo.<br />
The Ghost of Versátiles, la única ópera<br />
nueva que el MET haya presentado en<br />
24 años, fue un éxito rotundo. John Corigliano<br />
y el libretista Willlam M. Hoffman<br />
se tomaron 12 arios para escribir su denominada<br />
grand opera buffa. Hábilmente<br />
orquestada, la música es linca y derivativa;<br />
algunos pasajes denvan de Broadway y el<br />
pop, otros intencional mente recuerdan a<br />
Mozart Rossini. Gilbert y Sullivan, Strauss,<br />
y Wagner. La Once There Wos a Golden<br />
Bird de Marie Antoinette sonó nostálgica,<br />
la Pat&r Song de Fígaro cómica, y la cavatina/cavaletta<br />
de la cantante egipcia, burlona.<br />
El intrincado libreto (basado en La<br />
16 SCHEPZO<br />
MET y NYCO<br />
Plácido Dominga como Ramírez en La Fanaulta del West FOTO: WINNIE KLOTZ<br />
madre culpable de Beaumarchais, el tercero<br />
de sus dramas sobre Fígaro) fue clara<br />
e imaginativamente escenificado por Colín<br />
Graham, y john Conklin creó la estupenda<br />
decoración, que ¡ncljyó una inmensa<br />
Pasha. Madre es un drama dentro<br />
de la ópera y ocurre 20 años después de<br />
Nozze. Los hijos ilegítimos de los Almaviva<br />
se quieren casar el uno con la otra,<br />
pero el Conde quiere que su hija Rosina<br />
se despose, no con su hijastro Cherubino,<br />
sino con Bergeass, un malvado revo-<br />
lucionario. En la ópera, la audiencia de<br />
Madre está compuesta de fantasmas; la<br />
corte de Louis XVI y Beaumarchaís. Enamorado<br />
de Marie y dispuesto a cambiar<br />
su destino histónco, Beaumarchaís entra<br />
en su propia Madre e intenta que el renuente<br />
Fígaro salve a la aristócrata real.<br />
Bergeass es derrotado, pero Mane decide<br />
que la histona no debe cambiarse y<br />
que se reunirá con Beaumarchais en el<br />
Paraíso. El enorme elenco estuvo magnifico:<br />
Teresa Stratas (Marie), Hakan Hage-
gard (Beaumarcháis), G¡no Quillico (Fígaro),<br />
Marilyn Home (cantante egipcia).<br />
Graham Clark (Bergeass), y Renee Fleming,<br />
Peter Kazaras. Judith Chnstin, Tracy<br />
Dahl. James Levine armonizó magistralmente.<br />
Dos obras modernas<br />
La New York Gty Opera brtndó dos<br />
obras modernas, el estreno en EEUU de<br />
The Moírier ofJhree Sons (1990) y Oie Saldaten<br />
(1965). La música de Leray jenkins<br />
para Moiher, una ópera-danza con blues y<br />
jazz, es mucho más interesante que la del<br />
So/doten de AI015 Zimmerman, un trabajo<br />
atonal y difícil. La Mother del libreto de<br />
Anne T. Greene quiere sólo hijos varones<br />
y, después de despachar a morir a su hija<br />
recién nacida, engendra con Rio tres varones,<br />
uno ciego, uno mudo, y otro sordo.<br />
Uno por uno parten en busca del barro<br />
para proveerla con más hijos: perecen<br />
ahogados por Rio. La música mayormente<br />
tonal, incluye también himnos negros<br />
americanos, tambores africanos de Babatunde,<br />
y violln eléctrico del mismo Jenkins.<br />
Ruby Hinds enriqueció con su vo; y conmovió<br />
como la destructiva y nada simpática<br />
pero a la postre trágica Madre, aunque<br />
no todas sus palabras cantadas se entendieron.<br />
Madre es el único personaje que<br />
canta en el escenario, pues los 4 cantantes<br />
que vocalizaron a Genio, Luna. Pájaro,<br />
y Rio se hallaban fuera, si bien cerca, del<br />
escenario. La dirección coreográfica del<br />
carismático Bill T, Jones, quien habió a Rio<br />
con poder y magnetismo, fue excitante y<br />
hermosa. Todos los bailarines hicieron<br />
una buena labor, y Arthur Aviles estuvo<br />
excelente como el enérgico Sol. Cuerpos<br />
desnudos en el agua aparecieron en un<br />
film en blanco y negro de Gretchen Bender,<br />
proyectado a mitad de la ópera. El<br />
maestro Henry Curry acompañó hábilmente<br />
los apremiantes ritmos y expresiones<br />
de la ópera<br />
A menudo considerada una de las más<br />
importantes óperas de este siglo, Soldaren<br />
consta de I 10 músicos en su orquesta,<br />
algunos de los cuales tuvieron que sentarse<br />
en un cuarto contiguo a la platea.<br />
Percutiente e influida por el jazz, la música<br />
sonó ocasionalmente hermosa en un<br />
brutal texto cuyo mensaje es que tanto la<br />
mentalidad militar como el abuso de la<br />
mujer son socialmente destructivos. La<br />
excepcional dirección musical de Chnstopher<br />
Keene sobresalió; no así la nada<br />
sutil dirección de Rhoda Levine ni los<br />
montajes ralos y funcionales de John<br />
Conklin. La vocalización fue impresionante:<br />
los varios y relajados re agudos de Lisa<br />
Saffer (Mane), Thomas Young como el<br />
desagradable Barón Desportes, y Claudia<br />
Cumming. como una articulada Condesa<br />
Jtffrey C Smith<br />
ACTUALIDAD<br />
PARÍS<br />
Un Boris Godunov descolorido<br />
Pírft. Opera Bastilla. 18-1-92. Mussorg*y, Hons Godunor Producción del Teatro Comjnal de Bolonia. Orquesta y<br />
Coros de la Opera de Paris. Director Myung-Whun-Qiung. Escenógrafo. Yanru Kokkoi.<br />
Bons Godunor en la bastilla FOTO: KLBNEFENN/MORATTI<br />
S i<br />
hay óperas cuyo desarrollo escénico<br />
exfge un ámbito reducido, otras, con<br />
un marcado carácter espectacular,<br />
deben disponer de la mayor amplitud posible.<br />
Bons Godunov, por el protagonismo que<br />
tiene el pueblo, pertenece sin duda a la segunda<br />
categoría Y, sin embargo, por razones<br />
que me resultan desconocidas, Yannis<br />
Kokkos ha planteado la ópera con una drástica<br />
reducción del gran escenano de la Bastilla,<br />
acortado en profundidad y en anchura<br />
por un friso de cartón-piedra, decorado<br />
con pinturas alusivas a la conocida imagmeria<br />
rusa de los tradicionales iconos. El resultado<br />
ha sido el que cabla esperar una representación<br />
pobremente vestida (tampoco<br />
acertó Kokkos en decorados y vestuario) y<br />
con un movimiento escénico carente de<br />
bnilantez, con dificultades evidentes para la<br />
evolución del coro sobre las tablas.<br />
Ello aparte -y es mucho apartar- tampoco<br />
el elenco alcanzó un nivel medio sobresaliente.<br />
Hubo dos grandes voces: cantantes<br />
notables: y el resto, que se situó entre lo<br />
estimable y lo mediocre. Las dos grandes<br />
voces fueron, por este orden, el barftonobajo.<br />
Paata Burchuladze, que compuso un<br />
Godunov en la linea de sus grandes intérpretes,<br />
desde el legendario Chaliapm, con<br />
su hermosa voz, de timbre homogéneo y<br />
poderoso volumen, que llenaba sin aparente<br />
esfuerzo, toda la sala; y el bajo, Serguei<br />
Koptchak extraordinario por calidad<br />
vocal y buen hacer escénico,<br />
en el monje vagabundo Variaam.<br />
Las sopranos Anne Sophíe Schmidt<br />
-Xema- y Olga Boradma<br />
-Manna- fueran las dos cantantes<br />
notables. La primera, por su<br />
bella voz linca, bien emitida y<br />
adecuada al personaje; la segunda<br />
una excelente dramática (que<br />
no mezzosoprano), resolvió a la<br />
perfección su difícil papel.<br />
Entre lo estimable, podemos<br />
situar al tenor. Vrtali Tarachenko,<br />
un Dimrtn de condiciones vocales<br />
irregulares, con un registro agudo<br />
bastante bien impostado, aunque<br />
a veces de emisión forzada, y<br />
centro y graves, descolondos. Esta<br />
carencia de color, de intensidad<br />
timbrica esas voces que no<br />
coren, que no logran pasar el foso,<br />
se ha reiterado en otros cantantes.<br />
Por ejemplo, el bajo, Serguei<br />
Martinov, que debido a ese<br />
problema no alcanza a dar carácter<br />
a un personaje tan importante<br />
como el monje Pimen; lo mismo<br />
sucede en el caso del tenor. Vladislav<br />
Piavko, un Principe Chouisky de voz envejecida<br />
y destimbrada; o el barítono, Grigori<br />
Ceriziuk, encamando al jesuíta Rangoni...<br />
En cambio, cabe destacar a las segundas<br />
partes: Susan Shafer, una Nodnza de voz interesante,<br />
con verdadero timbre de mezzosoprano;<br />
Leonard Pezzmo, tenor, un correctísimo<br />
Inocente; Alessandra Papadjiakou,<br />
encantadora como Muchacha de la<br />
Hosteria.<br />
Los aplausos más encendidos estuvieron<br />
dedicados -con toda justicia y por este orden-<br />
a la Orquesta, a su Director, al Coro y<br />
a Burchu!ad2e. Kokkos no salió a saludar y<br />
probablemente esta medida de prudencia<br />
evitó el escándalo que sistemáticamente se<br />
produce en este teatro cuando aparece el<br />
Director de escena sobre las tablas.<br />
En suma; un Bons escénicamente descolorido<br />
y con un reparto irregular. Si se ha salvado<br />
del fracaso ha sido sobre todo por la espléndida<br />
base instrumental y por los dos grandes<br />
protagonistas de esta obra maestra: el autócrata<br />
Bons Godunov. y el pueblo ruso.<br />
Se ha tenido el acierto de ofrecer la versión<br />
ongmal de Mussorgsky (1874) y no alguna<br />
de las sea revisiones que, total o parcialmente,<br />
ha sufrido esta música profundamente<br />
genial, hasta nuestros dias.<br />
Julio Andrade Malde<br />
SCHERZO 17
ACTUALIDAD<br />
VENECIA<br />
L<br />
a Fenice ha iniciado su año doscientos<br />
con un Rigoletto discutido<br />
a causa de la puesta en escena de<br />
Andrei Serban, nombre que ilustra, de<br />
pleno derecho, el luminoso catálogo del<br />
narcisismo directorial de hoy. Carente<br />
de folleto explicativo, no intentaré dilucidar<br />
los profundos designios de la regio.<br />
Supuestos ellos, los decorados de Gianni<br />
Quaranta estaban bien realizados sin<br />
duda, pero es aquella suposición el problema.<br />
Allí estaban<br />
todos los tks regfeticos<br />
del presente.<br />
Estaba el astutísimo<br />
cóctel cronológico,<br />
quizá enderezado<br />
a insinuar<br />
que una ópera es<br />
tanto el momento<br />
que represento como<br />
aquél en que<br />
se concibe: pasmosa<br />
idea que. sin<br />
Serban o similares,<br />
nunca se nos habría<br />
ocurrido a los<br />
estúpidos espectadores.<br />
Estaban los<br />
inevitables elementos<br />
oníricos,<br />
abiertos a la hermenéuticapsieoanalítica,<br />
o así, y<br />
dando lugar, de<br />
paso, a la exhibición<br />
de considerables<br />
anatomías. Estaba<br />
la irrupción<br />
de figuras -¿simbólicas?-<br />
en medio<br />
de un aria, para<br />
recordarnos que<br />
escuchar un ana a palo seco es pura frivolidad.<br />
También la inevitable vtsuai'izaáón<br />
de sentidos del texto, como si con<br />
éste no bastara; y aquí Serban se superó<br />
en el final: Gilda, muerta tras lo de Lossü<br />
in cielo, abandonaba extática su posicón<br />
de difunta, dingiéndose hacia un chillón<br />
cielo con angelotes figurado en un telón<br />
caído ad hoc poco antes (mientras Rigoletto,<br />
en un rapto de distracción, seguía<br />
contemplando el lugar vacío dejado por<br />
el cadáver), y sólo la excesiva educación,<br />
o la estupidización colectiva, impidieron<br />
la merecida carcajada, tntelectualizar<br />
óperas como R/go/etto (como si<br />
fueran casos italianos de Gesamtkunstwetk)<br />
me parece pedantería y ganas de<br />
fastidiar la diversión. Pero, qué cosas, ya<br />
se ve que esta misma critica está cum-<br />
/¿ÍSCHERZO<br />
Combate de Serban y Rigoletto<br />
Esceno de Rigofetto en Lo feroce de Venecra<br />
pliendo los probables designios del señor<br />
Serban, o sea, que hablemos de él.<br />
Por supuesto, también estaba el Rigo-<br />
/etto propiamente dicho: el que intentaban<br />
cantar y representar, en medio de<br />
todo tipo de dificuttades (incluidos equilibrios<br />
en un escenario muy inclinado)<br />
unos profesionales que, sabe Dios por<br />
qué, no se niegan a ser marionetas en<br />
manos del redicho de tumo. Sin embargo,<br />
el público, que soportaba paciente<br />
tanta orgia visual (en esta representación<br />
del 26 de enero, y supongo que en<br />
las demás) llegó a enfervorizarse. Lo hizo<br />
cuando un cantahte dijo aquí estoy,<br />
dando a entender que allí se había ido a<br />
oírlo a él cantando Verdi, y no a desentrañar<br />
nebulosidades estéticas. El tal fue<br />
Leo Nucci. que en Coniggiom, vil raiza<br />
largó todo el trapo de su hermoso instrumento<br />
bantonal y, con antigua demagogia<br />
operística, enloqueció a las masas.<br />
Bisó el fragmento, lo que también era<br />
una reivindicación de modos tradicionales,<br />
y el reencuentro con R/go/etto se<br />
produjo. Buen Rigoletto el de Nuca, especialmente<br />
en el canto desplegado<br />
(muy bello timbre, brillante agudo), aunque<br />
en el recogido y ligado (el de los<br />
dúos con Gilda, por ejemplo) no falta-<br />
ron emisiones nasaJizantes. En todo caso,<br />
puso la representación en su sitio.<br />
June Anderson, en cambio, pareció<br />
esta vez, en su Gilda, una sombra del<br />
pasador voz avenada calante, tremolante,<br />
aunque con destellos de clase innegables.<br />
La voz de Vincenzo La Scola no<br />
parece muy notable por timbre ni esmalte,<br />
pero posee el acento y estilo<br />
vendíanos en el fraseo (estuvo incluso<br />
excelente, por ejemplo, al introducir el<br />
FOTO BUSCAR/NO<br />
cuarteto), de manera superior a la media<br />
actual de tenores; tuvo que pechar<br />
con especiales intromisiones regísticas, y<br />
ya es un mérito que no se confundiera<br />
-dado el contexto femenino de la escena-<br />
y no dijera La puítana é mobile en<br />
vez de lo habitual. El Sparafucile de<br />
Giancarío Pasquetto (uom di spada con<br />
chistera y navaja esta vez) tuvo poder,<br />
pero también cierta cavernosidad, y la<br />
Maddalena de Serena Lazzarini resultó<br />
demasiado amortiguada. Pero, con todo,<br />
los cantantes, junto con una sólida<br />
orquesta, muy seguramente llevada por<br />
Vjekoslav Sutej, consiguieron a la postre<br />
que recordáramos que estábamos<br />
oyendo, y disfrutando, ftgoietto.<br />
Vidal Peña
VIENA<br />
La primavera del este se da cita en Viena.<br />
ACTUALIDAD<br />
En la actualidad, tualidad, la política del go- gobierno<br />
austríaco ha conseguido, a<br />
pesar de los grupos extremistas<br />
HWBft^.x , ^rasa^^^^M nía, Checoslovaquia, 8ulg. Bulgaria, Hungría,<br />
Comunidad de Estados Independientes,<br />
CEI (antigua URSS). De allí, que la pro-<br />
xenófobos, que las instituciones y emgramaoón<br />
de más de 50 conciertos de<br />
presas privadas inviertan o establezcan<br />
este festival nos permitirá conocer con<br />
intercambios cooperativos en diversos<br />
mayor detalle música, agrupaciones e in-<br />
renglones con los países del otro blotérpretes<br />
de los cuales ya teníamos alque<br />
antagónico. En el caso particular<br />
guna refenóa anterior y de otros ya co-<br />
que nos ocupa, la música, tenemos que<br />
nocidos en occidente.<br />
esta política ha comenzado hace algún<br />
tiempo a surtir su efecto, y el Wien Modem<br />
91, organizado por el Konzerthaus<br />
y el Musikverein, es un ejemplo palpable.<br />
Por todo ello este I Festival de Primavera<br />
de Viena, bajo la dirección del<br />
Konzerthaus y la Alcaldía de Viena, da<br />
sentida más formal a esta directriz global<br />
que persigue invertir (por llamarlo<br />
de alguna forma), en las instituciones<br />
culturales del Este, que las consecuencias<br />
económicas y sociales las ha llevado<br />
Entre las orquestas y solistas invitados<br />
que tendremos ocasión de escuchar están:<br />
la Orquesta del Festival de Budapest<br />
Filarmónica Rumana "George Enescu"; la<br />
Orquesta del Teatm Nacional de Pratislava;<br />
la Capolta Savana; la Filarmonía de Eslovenía;<br />
la Academia de Cámara de Moscú;<br />
Coro de Cámara de Berlín; el Coro de tos<br />
Patriarcas de Moscú; Coro de Cámara de<br />
Berlín; Künhs Chor de Praga, y a la Singakadamie<br />
Vienesa. El Schaorum-Emsemble de<br />
virtualmente a la extinción. Esto es lo<br />
-^ la Filarmónica de Berlín; Hagen Quarttet;<br />
que ha llamado de un modo poético<br />
Kartens Witt y Úrsula Pasterk, del Kon-<br />
•° Ardim Quarttet Haydn trio, y, por supues-<br />
P to, el Klanforum de Viena. Entre los soliszerthaus<br />
y la Alcaldía de Viena, respectivamente:<br />
"Una nueva visión; una nueva<br />
Roger Nanington<br />
tas y directores vemos a Elizabeth Leonskaja,<br />
Lucía Popp, Sándor Végh, Roger<br />
primavera de las relaciones del Este y<br />
Nomngton, Michel Gielen, Iván Fischer, y<br />
Oeste a través de la música".<br />
20 de marzo al 10 de mayo de este<br />
año, contará con la participación de<br />
Mariss jansons dirigiendo la orquesta anfitriona:<br />
la Filarmónica de Viena.<br />
Esta primera edición del Festival de<br />
Primavera de Viena, que se realizara del<br />
compositores, orquestas e intérpretes<br />
de los países del este de Europa: Ruma-<br />
Enrique Moya<br />
Viena es una máquina de hacer<br />
ópera: más de 350 representaciones<br />
al año o siete títulos diferentes<br />
a lo largo de una semana, son<br />
datos más que elocuentes de lo que a<br />
buen seguro es el escaparate lírico más<br />
caro y mejor montado del mundo. Pero<br />
como siempre, allí donde tanta abundancia<br />
puso el Señor, no siempre es oro<br />
todo lo que reluce. Y algo así ha sucedido<br />
en la última ópera vista por el firmante<br />
de esta crónica a su paso por la<br />
antigua capital imperial.<br />
Un bailo in mascbera no es precisamente<br />
una de las óperas más innovadoras<br />
de Verdi, aunque posee una amplia<br />
gama de estilos canoros y un gran<br />
refinamiento en el diseño melódico<br />
creado por el compositor italiano, que<br />
a partir de aquí comienza a dar los primeros<br />
pasos para eliminar definitivamente<br />
la tradicional oposición entre recitativo<br />
y aria, que había marcado la<br />
pauta operística en los siglos anterior.<br />
La actual producción vienesa, estrenada<br />
en 1986 por Abbado, con dirección es-<br />
Opera al por mayor<br />
cénica de Gianfranco de Bosio y una<br />
barroca y oscura escenografía —más<br />
bien fea— a base de telones pintados<br />
de Emanuelle Luzzati, nos devuelve al<br />
drama original ideado por Scribe: cambia<br />
el Boston colonial por la corte sueca<br />
de finales del siglo XVIII. No obstante,<br />
los cantantes de la presente reposición<br />
parece que no se enteraron del<br />
cambio histórico propuesto por Gianfranco<br />
de Bosio y continuaron par su<br />
cuenta y riesgo en la lejana colonia<br />
americana de Massachussets. Allí, donde<br />
debían estar Gustavo III o Ankarstrom<br />
aparecían Riccardo y Renato.<br />
Y donde debían aparecer las nobles<br />
Horn y Warting se nos presentaban los<br />
conspiradores Sam y Tom. Vocalmente<br />
tampoco fue nada del otro mundo la<br />
representación. Como Riccardo cantaba<br />
el tenor italiano Alberto Cupido,<br />
que tanto predicamento tiene en su país.<br />
Su voz posee un centro bien timbrado<br />
y tiene extensión y volumen notables<br />
hasta que llega a la zona aguda,<br />
que pierde el color y se hace más lán-<br />
guida. Su Riccardo, aunque bastante correcto,<br />
no se adentra en la complejidad<br />
vocal y psicología del gobernador británico/rey<br />
sueco. Gabnela Benackova, excelente<br />
intérprete de las óperas de Janacek,<br />
no es una voz para encamar el<br />
papel de Amelia, máxime cuando presenta<br />
ya un fuerte desgaste vocal con<br />
unos graves áfonos y unos agudos muy<br />
forzados. El veterano Piero Cappudlli,<br />
uno de los mejores Renatos de los últimos<br />
años, fue el único que cantó con<br />
gusto y estilo verdiano, a pesar de tener<br />
ya la voz bastante tocada. Por último, la<br />
Ulrica de Nelly Boschkowa fue directamente<br />
impresentable y el Osear de la<br />
joven Elizabeth Norberg estuvo carente<br />
de encanto y brillantez. De todas formas,<br />
lo peor, con mucho, fue la tosca y<br />
exagerada dirección musical del joven<br />
director germano Jan Latham-Koning,<br />
un experto en la música de nuestro siglo,<br />
que demostró no entender absolutamente<br />
nada del mundo verdiano.<br />
A.M.<br />
SCHEBZO 19
ACTUALIDAD<br />
BARCELONA<br />
Quien tuvo retiene<br />
Barcelona. Gran Teatre de 1 Uceu. 20-1-1992 Raina Kabaivanska, soprano. Leone Magier&<br />
piano. Obras de Pergolesi, Rossim. Donizetti. Puccini, Vendí, Massenet, Rubmstem,<br />
Tosti f Olea<br />
A<br />
pesar de su larga catrera, las actuaciones de la soprano<br />
búlgara en nuestro teatro han sido pocas: Lo forza del<br />
destino, la temporada 1971 -2, y Manon Lescaut en 1985-<br />
6. en las que sin embargo mostró sus grandes cualidades que la<br />
acreditaron como una gran artista, dotada de gran musicalidad,<br />
con una voz, que si no era de gran calidad sí estaba<br />
inteligentemente utilizada y ello permitía a la cantante establecer<br />
la comunicación con el espectador. Ademas, un recital no puede<br />
estar totalmente integrado por arias de ópera, por el<br />
consiguiente cansancio que ello representaría y para<br />
solucionarlo se incluyen oberturas, cuando la audición se realiza<br />
con orquesta, o canciones, cuando se realiza acompañado por el<br />
piano; en este repertorio Kabaivanska se encuentra poco<br />
cómoda por la falta del respaldo de una conte>ctura dramática.<br />
En este recital, además, parecía que la cantante no se<br />
encontraba en sus condiciones actuales óptimas ya que la voz<br />
aparecía fatigada y con la sensación de desgaste. Con estos<br />
condicionantes, la cantante encontró sus mejores momentos en<br />
aquellos fragmentos que permitían desarrollar su instinto<br />
escénico como el Addio del passato de ía Traviata, dicho con<br />
gran patetismo desde el recitativo, el Wssi d'arte de Tosca,<br />
expresado con verdadera fuerza o lo son l'umilk ancdte de<br />
Adriana Lecouvreur, con gran expresividad. Menos interesante fue<br />
Manon y ía bohéme. En las canciones encontró un mayor estilo<br />
en las de Donizetti, Verdi y Rubinstem, sobre todo esta última<br />
llena de carácter, y un carácter menos fluido en las de Pergofesi,<br />
Rossini y Tosti. Dentro de los tres bises que la soprano<br />
concedió, por la sorprendente entrega del público, destacó un<br />
interesante Vais de Mussetto de La bohéme, a pesar de unas<br />
ciertas limitaciones, en una pieza poco habitual por estilo y<br />
repertono. Leone Magiera mostró su habitual gran<br />
conocimiento de las obras, aunque su sonido no fuera tan sutil<br />
como en otras ocasiones,<br />
AV<br />
La veteranía en su punto<br />
Barcelona. Palau de ja Música. 26-1-92. Victona de los Angeles, soprano; Nicolai Gedda. tenor; Geoflrey Parsons,<br />
piano Obras de Schumann, Mussorgski. Benoz, Sant-Sáens. Fauré. PaiadilHíe y populares catalanes<br />
C<br />
onsidero un gran acierto de<br />
Ibercámera la programación de<br />
este ciclo de Grandes Maestros,<br />
y haber encargado la inauguración<br />
a dos artistas de la talla de Victona de<br />
los Angeles y Nicolai Gedda, cantantes<br />
veteranos que ofrecieron un programa<br />
poco habitual en parte, y de gran interés.<br />
En artistas de larga carrera puede<br />
preocupar su estado vocal, pero la inteligencia<br />
de los mismos hace que en<br />
este tipo de repertorio puedan desarrollar<br />
todas sus virtudes y soslayar el<br />
lógico desgaste de su instrumento. Victoria<br />
de los Angeles tuvo una gran noche<br />
porque su voz se plegaba a sus de-<br />
20SCHERZO<br />
seos, lo que unido a su musicalidad innata<br />
y a ese fraseo tan delicado y señorial,<br />
nos permitió gozar tanto en los<br />
dúos como en las Concorts populan calalanes,<br />
armonizadas por Manuel García<br />
Morante, a las que supo dar todo el<br />
carácter festivo o Inste, romántico o<br />
descriptivo, junto a este saber decir<br />
que pocas intérpretes poseen.<br />
Nicolai Gedda, que es un cantante<br />
que sólo ha cantado en Barcelona Rigoletto.<br />
con poca suerte, inició sus dúos<br />
con Victona un poco inseguro, como<br />
si necesitara calentar la voz, pero<br />
poco a poco fue dominando la situación<br />
para ofrecer unas canciones de<br />
Ratna Kabaívanska FOTO. &OFILL<br />
Mussorgski llenas de fuerza, gran intención,<br />
con voz brillante en el registro<br />
medio y contundencia en el registro<br />
agudo. Fue además un programa muy<br />
interesante por su carácter inhabitual<br />
en los dúos de Schumann, en la primera<br />
parte, y una variedad de autores<br />
franceses en la segunda con páginas de<br />
gran belleza de Fauré, Samt-Saens,<br />
Berlioz, y un compositor que no se<br />
oye en las salas de concierto, Emile<br />
Paladilhe, que en su día tuvo un cierto<br />
renombre como compositor de óperas.<br />
Para completar la magnífica velada,<br />
el pianista Geoffrey Parsons demostró<br />
una vez más cómo se puede ser protagonista<br />
en el acompañamiento.<br />
AV.
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ACTUALIDAD<br />
Barcelona. Palau de la Musita Catalana. I3-I-I99Í.<br />
lean-Baptiste Lully; Ateste (suite orquestal). Andre<br />
Campra; Tamrétk (selección;. fean-Philippe Rameau 1<br />
Hippofyte e[ Anee (seJetcjonJ. Véronique Gens, soprano,<br />
Peter Harvey. barftoiiD. La Grande Ecune et La<br />
Chambre du Roy. Director Jean-Claude Malgcwe.<br />
L<br />
a interpretación de la música<br />
barroca siempre depara sorpresas<br />
inesperadas. Yo tenía un<br />
cierto disgusto previo con el trabajo<br />
del oboísta y director Jean-Claude<br />
Malgoire, ya que sus grabaciones de<br />
unos quince años atrás no me gustaron<br />
en absoluto: le encontraba exagerado<br />
en sus planteamientos; me parecía<br />
que buscaba un sonido desagradable<br />
y estridente a propósito (sobre<br />
todo me molestaba una cuerda excesivamente<br />
chirriante...) y para mí representaba<br />
todo lo que en cierta interpretación<br />
auténtica me parecía<br />
desdeñable: el intento de hacernos<br />
creer que los instrumentos sonaban<br />
rematadamente mal. Por ello, para<br />
perjuicio económico del Mgr. Malgoire,<br />
dejé de hacerme con sus grabaciones.<br />
Pero en este concierto me llevé<br />
una gran sorpresa: no sólo ha evolucionado<br />
favorablemente Herr Har-<br />
Lully, Campra, Rameau<br />
noncourt, ¡Malgoire también lo<br />
ha hecho! Ha abandonado aquellas<br />
primeras ideas que yo desechaba,<br />
y en la interpretación de<br />
estas selecciones operísticas de<br />
Lufly, Campra y Rameau se me<br />
reveló como algo inesperado. La<br />
formación que dirige, con el mismo<br />
tipa de instrumentos, ahora da<br />
un sonido bello, musical, lógico<br />
para la época (es decir, con limitaciones<br />
técnicas, pero con un<br />
virtuosismo envidiable). Malgoire<br />
y sus músicos nos dieron unas<br />
interpretaciones historicistas, es<br />
cierto, pero no por ello frías ni<br />
asépticas, sino matizadas, introspectivas,<br />
cálidas... y, tratándose<br />
de un repertorio auténticamente<br />
inusual, el concierto se convirtió<br />
en una delicia. Por otra parte, los<br />
dos cantantes me parecieron<br />
muy adecuados, con una voz plena,<br />
dominando en todo momento<br />
su parte. Entre todo, si algo<br />
hay que destacar, me gustó especialmente<br />
el aria de Teseo Qu'oi-je appris?,<br />
dicha por Harvey con aire romántico<br />
y sobriedad en la dicción.<br />
Diez años fecundos<br />
Sabadell. Teatre de la Farándula. 31-1-92. Donizett Don Posqyote Sung-Uen Kim, |osep Bros, Sanios Arifto. Enric<br />
Serra, Roger Alier. Cor deis Amics de Topera de Sabadell. Orquestra del Valles. Director Ivan Anguelov.<br />
C<br />
uando una entidad como E/s<br />
Amics de /'ópera de Sabadell lleva<br />
una década programando<br />
representaciones, y además consigue<br />
ampliar las funciones en otras plazas,<br />
como es el caso de ía itinerante Opera<br />
a Catalunya merece el máximo elogio<br />
por el esfuerzo realizado. Por si esto<br />
fuera poco, colaboran con el Concurso<br />
de Canto Francisco Viñas, otorgando<br />
unos premios vinculados a representar<br />
una ópera en Sabadell; éste es<br />
el caso de Don Pasquale, que ha contado<br />
con unos elementos vocales muy<br />
interesantes, a partir de la soprano<br />
Sung-Uen Kim, ganadora del pasado<br />
año, a la que se han unido otros cantantes<br />
españoles. El primer triunfador<br />
de la noche fue, sin duda Enric Serra,<br />
que ya había cantado el personaje del<br />
Dr, Malatesta, pero que ahora, asumiendo<br />
el papel del viejo rico, sabe<br />
dar toda la intención y la vis cómica<br />
para despertar las nsas del espectador,<br />
a base de un estudio detallado al servicio<br />
de una voz que se impone en los<br />
22 SCHERZO<br />
registros medio y alto, y que quizá<br />
presente alguna carencia en el grave,<br />
hecho normal por tratarse de un barítono<br />
cantando un papel de bajo.<br />
A su lado la soprano coreana recordó<br />
las cualidades que le hicieron<br />
ganar el concurso: una voz muy bella,<br />
un timbre penetrante y un registro<br />
agudo brillante; pero además mostró<br />
cualidades interpretativas dando vida<br />
a Norina. El tenor Josep Bros fue una<br />
interesante sorpresa, demostrando<br />
que es una firme promesa, con una<br />
voz varonil, timbrada, de bello color,<br />
y un buen registro agudo, que mejorando<br />
su técnica de emisión puede<br />
redondear siempre; es musical y supo<br />
dar vitalidad al juvenil Ernesto. Santos<br />
Ariño posee una bella voz de barítono<br />
lírico, con una correcta línea, aunque<br />
a veces le falta un poco de intención<br />
en el fraseo. Completaba el reparto<br />
nuestro compañero Roger<br />
Alier, que al igual que hizo en las representaciones<br />
de esta obra en el Teatre<br />
Grec dio vida al notario con su<br />
Jean-Oaude Malgoire<br />
En fin, me parece que voy a tener<br />
que rectificar con Malgoire,..<br />
Santiago Rueño Satinas<br />
espontaneidad habitual. Ivan Anguelov<br />
que en otras ocasiones había conseguido<br />
buenos resultados con la Orquestra<br />
Simfónica del Valles, no alcanzó<br />
esta vez igual brillantez, al<br />
mostrarnos una versión que olvidaba<br />
el espíritu de la obra, por el exceso<br />
de volumen, el poco matiz y el sonido<br />
grueso. El Cor deis Amics de<br />
Topera de Sabadell cumplió como en<br />
él es habitual en unas intervenciones<br />
no muy amplias, pero sí comprometidas.<br />
Las puestas en escena en Sabadell<br />
adolecen, quizá por falta de mayor<br />
presupuesto, de un esquematismo<br />
excesivo que en ocasiones<br />
funciona, pero que esta vez, a base<br />
de unos paneles que se iban moviendo<br />
según las escenas, bien iluminados,<br />
no consiguieron captar la atmósfera, a<br />
la que tampoco ayudó el cambio de<br />
época; la dirección escénica estuvo<br />
correcta con el movimiento del coro,<br />
pero quizá le faltó un poco de apoyo<br />
a aquellos cantantes que por tener<br />
menos experiencia necesitaban ayuda<br />
para mejorar su composición del personaje.<br />
A.V.
Rozhdestvensky y la retórica<br />
. Palau de la Música 23-1-93. State Symphony Capella (intes Soviet PMharmonic Ortiestra). Orfeo Caula<br />
(Dir. Jordi Casas). Susan Roberts, soprano Director Gennadí ftoztxtestverrsiiy. Obras de Saint-Safen y Poulenc<br />
A l<br />
parecer en el lenguaje al uso el<br />
sustantivo retórica, si es que alguna<br />
vez se emplea, y. sobre todo,<br />
el adjetivo retórico tienen un sentido<br />
más bien peyorativo. Eso no siempre<br />
fue así. Al contrario. Tiempos hubo en<br />
que la retórica era el noble y necesario<br />
arte de organizar el discurso y podía utilizarse<br />
bien o mal. En el primer caso<br />
proporcionaba placer a los sentidos y a<br />
la inteligencia y, por lo tanto, su uso era<br />
muy apreciado. Avisado, pues, el lector,<br />
ya podemos decir que la Primera Sinfonía<br />
de Saint-Sa&ns (mi bemol mayor<br />
-como la Heroico- y op. 2) es un ejemplo<br />
de música escrita con un buen gusto<br />
retórico y académico {siendo la academia<br />
nada menos que el conservatorio<br />
de París a fines del siglo XIX). La State<br />
Symphony Capella hizo gala de tersura<br />
y refinamiento sonoros para interpretar<br />
esa música y un Rozhdestvensky tan sabio,<br />
sutil e irónico como de costumbre<br />
hizo de la superficialidad de esa obra<br />
sinfónica un arte y convirtió sus carencias<br />
-de auténtica inspiración, por ejemplo,<br />
de desarrollos y reexposiciones vigorosa<br />
y auténticamente sinfónicos,<br />
también por ejemplo- en primores y<br />
lindezas, dicho sea con todo respeto<br />
para el gran autor de Sansón y Datila.<br />
Dóciles a su director y a su valoración<br />
positiva, sm complejos, de esta Sinfonía<br />
académica, los músicos rusos (?) proporcionaron<br />
a Saint-Saéns y a su excelente<br />
mediador, Rozhdestvensky, lo que<br />
pedían: claridad y elegancia en el movimiento<br />
inicial, un refinamiento literalmente<br />
risueño -Rozhdestvensky se encogía<br />
de hombros y batía con desmayo<br />
gracioso y un tanto displicente la batuta<br />
con la mano izquierda- en el <strong>Scherzo</strong>;<br />
en fin, una majestad ampulosa y algo vacía<br />
en el fugato no del todo bien resuelto<br />
del final. ¿Qué hubiéramos preferido<br />
todas esas -y otras virtudes- aplicadas<br />
sin ir mas lejos a la Sinfonía Heroica de<br />
Beethoven, cuyo impresionante tema<br />
inicial citaba -con mucho menos impresionante<br />
solución- emblemáticamente<br />
Saint-Saéns en su último movimiento?<br />
Es posible. Pero lo que se oyó fue hermoso,<br />
agradable, complaciente, lo que<br />
no es poco para los tiempos que corren.<br />
Curiosamente fueron menores los<br />
logros en una obra a nuestro juicio<br />
más interesante que la anterior, el Stobat<br />
Mater de Poulenc, con cuya inter-<br />
pretación se llenó la segunda parte del<br />
concierto. Aquí hemos de alabar en<br />
primer lugar la excelente actuación del<br />
Orfeó Cátala, una de las mejores que<br />
le recordamos en los últimos tiempos,<br />
con muy hermosas intervenciones o<br />
capelta, con piani muy justamente emitidos<br />
y afinación segura en todo momento.<br />
La parte de solista fue bien desempeñada<br />
por la soprano Susan Roberts.<br />
Fue en la versión de la obra y en<br />
su ejecución orquestal donde se pro-<br />
ACTUALIDAD<br />
dujo cierta decepción. Rozhdestvensky<br />
pareció menos entregado a la partitura.<br />
En su lectura no faltó, por supuesto, inteligencia<br />
y elegancia, pero pareció eso,<br />
más bien una lectura con mucho oficio<br />
y sensibilidad que la plasmación de una<br />
concepción personal de la obra. Quizá<br />
en otros casos, es decir, con otros directores,<br />
nos hubiera parecido suficiente.<br />
Pero Rozhdestvensky suele estar<br />
genial y nunca habíamos asociado su<br />
nombre a la sensación de cierto desencanto...<br />
Sobre el virtuosismo y el arte<br />
Bu-etlon*. Palau de la Música, 30-4-93. h/o Pogorelirfi. piano. Obras de Chupín. Ravel y Radimaninov.<br />
L<br />
a Sonata n° 2, en si bemol<br />
mayor, op. 36 de Rachmaninov<br />
es probablemente una<br />
obra de dificultad técnica rayana con<br />
lo imposible. Interpretándola de una<br />
forma avasalladora y apabullante Ivo<br />
Pogorelich cerró como con un deslumbrante<br />
fuego de artificio un programa<br />
en el que su técnica y su virtuosismo<br />
siempre vencieron y no<br />
siempre convencieron. Uno diría que<br />
hay por lo menos dos Pogorelich, el<br />
capaz de producir implacablemente<br />
una cascada de notas rutilante, como<br />
en la citada, impresionante y vacua Sonoto<br />
de Rachmaninov; y al creador de<br />
unos sonidos también impresionantes,<br />
que parecen cada uno hijo de un estudio<br />
individualizado y sumamente sofisticado,<br />
pero que, sin perder su individualidad<br />
sonora, se imbrican en una<br />
obra superior por obra y gracia del<br />
omnímodo control del ejecutante. De<br />
esta segunda manera parecía interpretar<br />
Pogorelich los tres Nocturnos (op.<br />
48. op. 52 n D 2 y op. <strong>62</strong> n° 2) de<br />
Chopin con los que abrió el programa.<br />
En alguna ocasión -así en el primer<br />
Nocturno- esos dos Pogorelich se<br />
fundieron en uno francamente convincente:<br />
un uso declarado del pedal<br />
en forte y fortissimo sin merma ninguna<br />
de la calidad individual del sonido,<br />
subordinado todo a una expresión<br />
enérgica y fría a la vez, sin una gota de<br />
morbidez (¡en Chopin!) es algo que<br />
inquieta y convence a la vez. Ahora<br />
bien, cuando se trata de recrear en su<br />
José Luís Vidal<br />
totalidad una obra compleja, como la<br />
Sonata n° 3 en s/ msnor, op. 58, también<br />
de Chopin, el imprescindible virtuosismo<br />
tiene que subordinarse a<br />
una concepción global y superior de<br />
la obra de arte: en esa particular recreación<br />
se cifra el arte del intérprete.<br />
En esta Sonata Pogorelich pudo habernos<br />
ganado decididamente si la<br />
maestría con que dosificó robustez<br />
del sonido con control de la expresión,<br />
agitación del tempo con elocuencia,<br />
tal como hizo en el Finale, la<br />
hubiera extendido a toda la obra. Pero<br />
el Largo había sonado extrañamente<br />
distante, casi aséptico. No es fácil<br />
dilucidar cuánto de esa expresión responde<br />
a una especial austeridad de<br />
Pogorelich, justo en las antípodas del<br />
divismo de enfant temblé que alguna<br />
vez se le ha reprochado, y cuánto a<br />
una batalla en la que el arte de la interpretación<br />
no siempre vence frente<br />
al virtuosismo técnico. Quizá el mejor<br />
momento del recital estuvo, y no por<br />
casualidad, en la obra central del programa,<br />
los Valses nobles y sentimentales<br />
de Ravel, Pogorelich pareció encontrarse<br />
a sus anchas en el elegante<br />
y mundano universo sonoro de los<br />
Valses, justamente donde su interpretación<br />
fue plenamente artística, con<br />
una sofisticaron y con preciosismo<br />
nada gratuitos, sino del todo convenientes<br />
al espléndido lenguaje de la<br />
obra.<br />
J.LV.<br />
SCHERZO 23
ACTUALIDAD<br />
Chaikovski en el Iiceu<br />
Barcelona. Gran Teatro del Uceo 16-1-91 Cnaikovski. Domo de Pujue Jan Blmkbo (Hermán], Natalia Romanova<br />
(Lea); Sergei Lelleriois (Tomski y Zlalogor); Leonte Rysanek (la Condesa): Dimitn Hanlónov (Príncipe Yelelsla); Alfredo<br />
Heilbnon (Maestro de ceremonias) Josep Ruiz (TthekalinslG); Giancarlo Boldnni (Sunn); Claire Powell (Polina<br />
y Milowor); Mercé Obiol (Mana), Franceses Rolg (Institutriz): Rosa Mana Conesa (Pnlepa)r Miguel Lópeí GaJmdo<br />
(Narumov). ele. Coro de l'Escola Pía Balmes, Director; Montserrat Pi. Coro del Gran Teatre del Liceu. Director<br />
Romano Gandoffi. Orquesta del Gran Teatre del üceu. Director Mark Ermler. Dirección de escena. Glibert Deflo<br />
Escenógrafo y diseñador del i/estuano' Wiiiiam Onandi, Realización 6e los decorados: Spazio Scemco, Roma. Coreografía<br />
Nadejda Loujine.<br />
L<br />
a Dame de Pique de Chaikovski<br />
ha aparecido sólo en<br />
contadas ocasiones en el Liceo,<br />
y dada la considerable renovación<br />
de público que ha habido en estos<br />
últimos tiempos era una novedad<br />
para la mayoría. Desgraciadamente,<br />
el público nuevo tampoco aprecia<br />
gran cosa del repertorio que no sea<br />
el más trillado, y por esta razón aunque<br />
siguió atento la representación<br />
se entregó poco a la hora de valorar<br />
los elementos positivos de esta producción<br />
en la que el Liceo, por una<br />
vez, ha hecho un considerable esfuerzo,<br />
logrando agilizar el escenario<br />
y dar una verdadera categoría a la<br />
obra, con una escenografía de gran<br />
calidad visual (destacándose sobre<br />
todo ef primer acto y la habitación<br />
de la condesa, en el acto<br />
segundo).<br />
La dirección de escena de<br />
Gilbert Defo pecó, en cambio,<br />
de convencional: coros rígidos,<br />
movimientos de personajes<br />
bastante estereotipados, falta<br />
de vida en algunas escenas, etc.<br />
Por otra parte, el día de la primera<br />
representación se echaba<br />
de ver que a la producción le<br />
faltaba rodaje, y que aunque<br />
en general el compfejo juego<br />
de puertas móviles funcionó<br />
bien, se produjeron incidentes<br />
y algún accidente (en el segundo<br />
acto se oyeron gritos de<br />
dolor) con el natural y patente<br />
desconcierto en el coro que<br />
sin embargo, en conjunto, realizó<br />
una soberbia labor que<br />
puede añadirse a la corona de<br />
sus numerosos méritos de estos<br />
años. El coro infantil de la Escola<br />
Pia colaboró eficazmente en la realización<br />
de su número del primer acto.<br />
Los solistas formaron en conjunto<br />
un equipo más que notable encabezado<br />
por el tenor jan Blinkhof, que<br />
supo enfrentarse con el temible papel<br />
de Hermán con una voz poderosa<br />
que proyectaba con potencia y ni-<br />
24 5CHERZO<br />
tidez aunque en algunas ocasiones<br />
dejaba entrever cierta dificultad en<br />
calentarse, al inicio de la ópera, y exhibió<br />
lógicamente una perceptible fatiga<br />
en la última y tremenda escena.<br />
A pesar de algún detalle elegante,<br />
decepcionó un tanto Natalia Romanova<br />
en el papel de Lisa, con una actuación<br />
gris, una voz insegura, un tanto<br />
huidiza y poco timbrada, salvo en<br />
su aria del último acto, pero tampoco<br />
aquí acabó de convencer del todo.<br />
Más ¡ntereante, a pesar de algún<br />
defecto, la labor de Claire Powell<br />
-en un papel muy agradecido, todo<br />
hay que decirio: el papel de Polina-,<br />
y muy eficaz en la pantomima. El barítono<br />
ruso Dimitri Harilonov, sin tener<br />
una gran voz, se acreditó bien<br />
Lo Domo de Pique en el Teatro del Liceo de Barcelona.<br />
con su vistosa aria de Yelelski.<br />
Muy notable Sergel Leiferkus en el<br />
papel de Tomski (que ya cantó en el<br />
Liceo en la anterior versión de 1981:<br />
ya entonces llamó la atención por su<br />
bella voz y por la solidez de su emisión<br />
vocal. En esta ocasión recibió un<br />
espectacular aplauso al final de la<br />
obra a pesar de su papel secundario.<br />
Por encima de todo, sin embargo,<br />
hay que valorar la creación dramática<br />
excepcional de Leonie Rysanek como<br />
condesa, con su patética rememoración<br />
del pasado versallesco y<br />
con su muerte impresionante por la<br />
gestualidad fascinante de esta magnífica<br />
cantante y actriz. Por primer vez<br />
hemos oído el papel realmente cantado<br />
y no simplemente murmurado o<br />
recitado.<br />
No pueden dejar de citarse la labor<br />
de todos los restantes del equipo,<br />
especialmente de Josep Ruiz,<br />
Giancarlo Boldrini y Miguel López<br />
Galindo. También fue bastante eficaz<br />
la pantomima, vistosa y sumamente<br />
barroca, pero había una clara mezcla<br />
de estilos en el vestuano, que conjuntaba<br />
trajes del período del Directorio<br />
en el coro y el primer grupo de<br />
bailarines, del Rococó en el poco verosímil<br />
color rojo del segundo grupo<br />
de danza, y el estilo barroco tardío<br />
(de hacia 1730) de Zlalogor y sus<br />
acompañantes. La coreografía tuvo<br />
una calidad mediana y los bailarines<br />
FOTO-. dOFiLL<br />
salieron correctamente del paso.<br />
Bien Mark Elmler al frente de la orquesta,<br />
aunque estuvo mas atento a<br />
ésta que a los cantantes. En conjunto<br />
la función resultó, pues, de un nivel<br />
más que notable teniendo en cuenta<br />
las dificultades de crear una ópera<br />
rusa en un país con tan poca tradición<br />
en este campo.
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ACTUALIDAD<br />
VIII FESTIVAL DE CANARIAS<br />
Con color checo<br />
Las Palmai. Teatro Pírez GaWús. 20-1-92. Obras de Bntten. Tippett, Walton y Elear 21-1-92. Obras de (ves. Rauel<br />
y Dvorak. RoyaJ Liverpool Philharnionic Orchestra. Director Libor Pesek. 23-1-92. Obras de Falcón Sanabna,<br />
|anack y Dvorak.<br />
L a<br />
Filarmónica de Liverpool se<br />
presentó con un programa<br />
monográfico dedicado a la música<br />
inglesa de irregular calidad. En el<br />
Passacaglia de Pecer Grimes de Bntten<br />
el conjunto inglés demostró sus virtudes;<br />
sonido homogéneo, terso, transparente<br />
en las cuerdas y bastante redondo<br />
en los vientos. La dirección de<br />
Libor Pesek tiene dos cualidades muy<br />
definidas, la nitidez en las indicaciones,<br />
que yo calificaría de excesivamente didáctica<br />
en ocasiones, / el talante mtimista.<br />
Su articulación suave y sus planteamientos<br />
introvertidos dan, lógicamente,<br />
resultados algo dispares según<br />
el repertorio. La obra de Tippett<br />
(1905) Fantasía sobre un tema de Core-<br />
Ih tiene, en mi opinión, escaso interés.<br />
El Concierto para violonchelo y orquesta<br />
de William Walton, de un eclecticismo<br />
desigual, destacó por el impulso rítmico<br />
del scherzo y por algunas páginas<br />
solistas, bien interpretadas en este caso<br />
por Timothy Hugh.<br />
Lo más interesante resultó Variaciones<br />
sobre un tema origina!, «Enigma» de Bgar,<br />
en la que la batuta de Pesek explicó<br />
con claridad la fina trama de la obra y<br />
sus contrastes, siempre en un tono contenido,<br />
Más destacado fue el segundo<br />
concierto del conjunto inglés, en el que<br />
hay que destacar la interpretación del<br />
pianista canario Guillenrio González. Seguro<br />
en (a digitación y natural en la expresión<br />
consiguió un magnifico segundo<br />
movimiento del Concierto para piano en<br />
sol mayor de Ravel. Aunque la poética<br />
de González conjugaba bien con Pesek,<br />
la relación con la orquesta no fue siempre<br />
precisa, quizá por falta de ensayos.<br />
La Sinfonía «Del Nuevo Mundo» de Dvorak<br />
tuvo enorme interés por la óptica<br />
interior y sutil de Libor Pesek, capaz de<br />
enseñar una versión totalmente alejada<br />
de la grandilocuencia y a veces, demasiado,<br />
del lujo sonoro, centrada en la<br />
claridad estructural y en el lirismo. Ni siquiera<br />
el Allegro con fuoco fue brillante,<br />
sino contenido e intenso.<br />
La versión de Decoración day de<br />
Charles Ivés, que abrió el concierto, sólo<br />
añadió trivialidad a la trivialidad sustantiva<br />
de la página. Ni Pesek ni los músicos<br />
ingleses acertaron a salvar la obra<br />
desde el juego distanciado y la precisión<br />
rítmica.<br />
26 SCHERZO<br />
Libor Pesek<br />
El primer concierto de la Filarmónica<br />
Checa, bajo la dirección de su actual titular,<br />
Jiri Behlolávek, estrenó Atlántica,<br />
obra de Juan José Falcón Sanabria encargada<br />
expresamente para este Festival.<br />
La obra, de unos cuarenta minutos,<br />
resume y culmina, en palabras del com-<br />
Horas antes del estreno de Atlántica<br />
del compositor canario Falcón Sanabria,<br />
fue presentado el libro de Guillermo<br />
García Alcalde, dedicado al músico. En<br />
él se analizan las más de cuarenta obras<br />
de Falcón Sanabria y esta Atlántica encargada<br />
por Rafael Nebot expresamente<br />
para el VIII Festival de Música de Canarias.<br />
Como nos explica García Alcalde,<br />
el primitivo proyecto de Falcón de<br />
escribir una Cantata colombina, oportuna<br />
para este 1992, fue perdiendo f¡gurativísmo<br />
para ganar en abstracción.<br />
La obra la inspiran los venos de José<br />
Otero y, por ellos, el gran tema del<br />
Atlántico como memoria de las rutas<br />
históricas. Pero la obra, en forma sinfónico-coral,<br />
es sobre todo un resumen<br />
de todas las experiencias musicales del<br />
compositor. La obra, en atonalismo libre,<br />
tiene un recitador, una numerosa<br />
orquesta capaz de violentos tutti o delicados<br />
episodios camerfsticos, y un coro<br />
Atlántica<br />
positor, gran parte de sus inquietudes y<br />
logros compositivos. Sustentada sobre<br />
un hermoso poema de José Antonio<br />
Otero, la obra esconde bajo su decantación<br />
formal una complejidad nada fácil.<br />
El lenguaje orquestal fue interpretado<br />
con vigor y suficiente claridad por la<br />
orquesta checa y su director. No ocurrió<br />
lo mismo con la difícil escritura vocal.<br />
El recitador Roberto Valera estuvo<br />
muy desigual en la prosodia, ademas de<br />
que, técnicamente, no hubo siempre<br />
equilibrio entre el volumen de la voz y<br />
la orquesta. El Coro Filarmónico de Praga,<br />
tantas veces admirable, no estuvo a<br />
toda la altura demandada. La importancia<br />
de esta Atlántica quedó patente, pero<br />
necesita de una versión mas depurada<br />
en lo vocal. El director, Jiri Behlolávek<br />
nos ofreció un magnífico 7e Deum, en el<br />
que se identificó plenamente con el carácter<br />
exultante, desde la primera nota,<br />
de esta obra tan jubilosa y tan injustamente<br />
poco interpretada de Dvorak. El<br />
vigor popular, y algo agreste, de gran<br />
parte de la obra, parece afín al estilo del<br />
director checo. La soprano Livia Aghova,<br />
en el Sanctus Dommus, y el barítono<br />
Ivan Kusnjer en el Tu Rex glorias, no rebasaron<br />
la simple corrección.<br />
Blas Cortés<br />
mixto que despliega una compleja polifonía.<br />
Dos rotundos leitmotivs, entre<br />
otros, recorren la obra. La desintegración<br />
de la palabra "para obtener de<br />
ellas su abstracción estética» (Falcón<br />
Sanabria) produce pasajes de un primitivismo<br />
muy sugestivo: así, como una algarabía<br />
organizzata, acentuada en ocasiones<br />
por la percusión, o con un tono<br />
sacro («Quien salga a media noche..»,<br />
parte III) que remiten a una música originaria,<br />
elemental por su expresividad<br />
vigorosa o, por contraste, ensoñadora.<br />
La larga experiencia coral del compositor<br />
se hace patente en esa escritura vocal<br />
con numerosas pautas simultáneas,<br />
como señala García Alcalde, y subdivisiones<br />
en las distintas cuerdas. El aliento<br />
original y, a su vez, la complejidad formal<br />
de esta Atlántica , creo que quedarán<br />
aún más evidentes en posteriores<br />
lecturas de la obra.
GRANADA<br />
E<br />
l Patronato del Festival Internacional<br />
de Música y Danza de Granada,<br />
asi como la comisión ejecutiva<br />
decidieron, en el transcurso de la reunión<br />
celebrada el día 9 de enero, proponer<br />
como director del Festival Internacional<br />
de Música y Danza a Juan de Udaeta,<br />
que sustituye a Mari Carmen Palma que<br />
habla presentado su dimisión, la cual fue<br />
aceptada en el transcurso de la misma<br />
reunión, celebrada en el salón de comisiones<br />
del Ayuntamiento granadino y<br />
que contó con la asistencia del director<br />
general del INAEM, Juan Francisco Marco.<br />
Asimismo el actual Patronato será<br />
sustituido por una nueva figura que estará<br />
integrada por representantes del<br />
Ayuntamiento, Diputación Provincial,<br />
Junta de Andalucía y Ministerio de Cultura.<br />
Con este cambio en la formación del<br />
Patronato parece que se quiere dar a la<br />
ciudad un mayor protagonismo en todo<br />
lo concerniente a la organización y gestión<br />
del Festival. El acuerdo institucional a<br />
que se llegó en el transcurso de la reunión<br />
citada fija un plazo de dos meses<br />
transcurrido el cual el Ayuntamiento deberá<br />
crear una figura jurídica que dirija y<br />
controle toda la actividad musical granadina.<br />
A tal efecto, el alcalde de Granada,<br />
Jesús Quero informó que se pretende<br />
una «optimización» de los recursos que<br />
las distintas Administraciones públicas<br />
destinan al Festival; la armonización de la<br />
oferta musical de la ciudad y la modempzación<br />
y armonización de ese esfuerzo.<br />
También añadió el alcalde granadino que<br />
la nueva institución no significa el descuelgue<br />
de la participación de algunos de<br />
los organismos que componen el Festival,<br />
Todo esto traerá como consecuencia<br />
la derogación de la orden ministerial por<br />
la que actualmente se rige el Patronato.<br />
A partir de ese momento el presidente<br />
será el alcalde de Granada para que «la<br />
ciudad tome protagonismo en una de las<br />
mayores manifestaciones culturales que<br />
posea» según palabras del alcalde que<br />
subrayó también que el Festival «se va a<br />
gestionar desde y en Granada».<br />
El ministro de Cultura, Jordi Solé Tura<br />
tendrá que ratificar personalmente el<br />
nombramiento de Juan de Udaeta el cual<br />
tiene ahora un plazo de un mes para<br />
conformar la programación de esta edición<br />
el Festival que ya había sido iniciada<br />
por la anterior directora Mari Carmen<br />
Palma, y que se encuentra todavía sujeta<br />
a cambios. El nuevo director tendrá que<br />
enfrentarse a la cuarenta y una edición<br />
del prestigioso Festival granadino, en un<br />
Nuevo director<br />
Juan de Udoew<br />
marco de especial importancia, teniendo<br />
en cuenta que se ha de competir con<br />
verdaderos acontecimientos culturales<br />
como son los conciertos y actos musicales<br />
que se han de programar con motivo<br />
de ía Expo 92 de Sevilla y fa olimpiada<br />
cultural de Barcelona.<br />
Juan de Udaeta es actualmente director<br />
de la Orquesta Ciudad de Granada,<br />
un elenco clásico que sin embargo también<br />
aborda repertorio sinfónico en sus<br />
programaciones. Udaeta continuará en<br />
su puesto de director de la orquesta al<br />
tiempo que asume la máxima responsabilidad<br />
del Festival. Es más, se pretende<br />
que sea una especie de coordinador de<br />
toda la vida musical de Granada. En este<br />
aspecto el alcalde de la capital de la Alhambra<br />
fue claro y preciso al afirmar que<br />
Udaeta contará con un apoyo superior al<br />
que han contado directores anteriores y<br />
deberá imprimir una coherencia musical<br />
a la institución, pero tendrá que crearse<br />
la figura de un gerente o un subdirector<br />
que se encargue de los aspectos de organización.<br />
Ahora mismo Granada cuenta con una<br />
programación propia del Auditorio del<br />
Centro Manuel de Falla y paralelamente<br />
los conciertos que organiza la propia orquesta<br />
también en el Auditorio. Con esta<br />
nueva infraestructura toda la programación<br />
musical de la ciudad, incluido Festival,<br />
parece que va a tener una interdependencia<br />
y todo señala a que Juan de<br />
Udaeta sea el máximo responsable de la<br />
actividad musical granadina.<br />
José Antonio Lacárcel<br />
ACTUALIDAD<br />
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del mundo.<br />
SCHERZO 27
ACTUALIDAD<br />
48 horas de un hombre de nuestro tiempo<br />
La noticia escueta podría ser ésta:<br />
«Sir Michael Tippett asistió en<br />
Madrid al estreno en España de<br />
su oratorio A Child of our Time». La realidad<br />
de la noticia fue, por fuerza, mucho<br />
más que esto, aunque pocos se<br />
enteraran. Tippett recién cumplidos (2<br />
de enero) 87 años de venturosa creatividad<br />
activa -capital en el devenir musical<br />
de nuestro tiempo-, regresó a España<br />
(no habla vuelto desde que el<br />
Premio Mundial del Disco galardonara<br />
en Santander, 1982, su King Príam) para<br />
presenciar el estreno entre nosotros,<br />
casi medio siglo después de la primera<br />
interpretación pública (I 9 de<br />
marzo de 1944). de Un niño de nuestro<br />
tiempo, su poderosa llamada de atención<br />
sobre la opresión y la injusticia ante<br />
un mundo que, en la época de composición<br />
de la obra (1939/41), ya se<br />
había lanzado a una nueva guerra mundial<br />
y encarcelaba al propio compositor<br />
por sus ideas pacifistas. Es comprensible<br />
que el Bntish Council, ante la relevancia<br />
de la visita de Tippett a España,<br />
capitalizara la presencia del músico en<br />
Madrid con la organización de una mesa<br />
redonda -con el compositor y su<br />
valioso biógrafo Merion Bowen- y de<br />
un interesantísimo concierto de cámara<br />
que incluía los Cuartetos Primero y<br />
Cuarto (¿estreno en España de este último?);<br />
menos comprensible -y totalmente<br />
reprochable para el instituto inglés—<br />
es la completa falta de difusión e<br />
información de estos actos, verificados<br />
un día antes del concierto coral, el jueves<br />
9 de enero, que convirtieron la doble<br />
sesión en un affaire casi clandestino:<br />
12 personas en la mesa redonda,<br />
incluidos ponentes y organizadores, y<br />
alrededor de 20 en el concierto cameristico<br />
brindado dos horas más tarde.<br />
La proverbial hospitalidad del Círculo<br />
de Bellas Artes no pudo paliar la desolación<br />
de una velada convertida en cenáculo<br />
para iniciados. Afortunadamente,<br />
pese al aviso telefónico dado en la<br />
misma mañana, Radio Nacional pudo<br />
grabar el coloquio, vivaz y animado<br />
gracias al inefable buen humor del propio<br />
Tippett, que transformó el bochornoso<br />
acto (mesa redonda convertida<br />
en charla y té de mesa-camilla) en jugoso<br />
encuentro: debe destacarse también<br />
la presencia de uno de nuestros<br />
más extraordinarios creadores, Luis de<br />
Pablo, que, justo es recordado, rara<br />
vez se pierde la visita de un colega ¡lustre,<br />
en emulable ejemplo de modestia.<br />
El British Council, nueva muestra de<br />
28 SCHERZO<br />
Sir. Michael Tippett<br />
desafortunada gestión cultural, no<br />
aprobó la grabación radiofónica del<br />
concierto en el Salón de Columnas del<br />
Círculo de Bellas Artes, que quedó así<br />
constreñido al entusiasmo de los asistentes<br />
al coloquio y otros pocos, avisados<br />
entre un acto y otro, que pudieron<br />
acudir a tan extemporánea llamada. Un<br />
joven y admirable pianista, Nicholas<br />
Unwin, no sólo ofreció una modélica,<br />
hiper-virtuosa traducción de la concentrada<br />
Sonata n° 2 (19<strong>62</strong>) de Tippett, sino<br />
que interpretó -de memoria- dos<br />
composiciones de autores españoles,<br />
seleccionados por el mismo artista:<br />
Quasar de Zulema de la Cruz (obra del<br />
año 1979, reelaborada en 1989 por la<br />
autora) y el poético Amatichten (1987,<br />
estreno en España) de Eduardo Pérez<br />
Maseda. Al principio y al final de la sesión,<br />
dos Cuartetos de Tippett, en impresionante<br />
traducción de un jovencísimo<br />
grupo británico, el Cuarteto Bmgham,<br />
fundado en 1985. El Cuarteto n° I<br />
data de 1934/35, aunque el compositor<br />
refundió -con buen criterio- sus<br />
dos primeros movimientos en uno solo<br />
en 1943: su estructura ternaria, con un<br />
contenido y denso tiempo central, es<br />
una buena muestra del talento del Tippett<br />
anterior a Child of our Time. Más<br />
de 40 años separan la pieza del Cuarteto<br />
n° 4(e\ último por el momento, aunque<br />
en mayo de este 92 se prevé el<br />
estreno de un Quinto Cuarteto en Sheffield).<br />
compuesto entre 1977 y 1978,<br />
tras un lapso de más de 20 años en el<br />
que el maestra británico no cultivó la<br />
esentura para tal formación instrumental.<br />
La pieza, en un solo movimiento de<br />
25 minutos, refleja su vecindad cronológica<br />
y conceptual con la intensa Sinfonía<br />
n" 4(1976/77). en su reflejo de una<br />
trayectoria vital, desde el nacimiento<br />
(los bisbíseos tremolados del inicio)<br />
hasta el tránsito -más que extinciónde<br />
los compases finales, con una inteligente<br />
referencia a la célula básica de la<br />
Gran Fuga beethoveniana intercalada<br />
en el discurso. Si ha de reservarse para<br />
unas pocas obras el pluri-empleo epígrafe<br />
de obra maestro, ésta de Tippett<br />
lo es sin ambages.<br />
Al día siguiente, 10 de enero, Sergiu<br />
Comissiona (que ya había dirigido Un rano<br />
de nuestro tiempo en Houston, en<br />
presencia del compositor, el día de su<br />
80 cumpleaños) comandó a su Orquesta<br />
y Coro de RTVE en una cálida, vibrante<br />
y tensa lectura de la veterana<br />
partitura, cuyos valores musicales (y éticos)<br />
siguen imperturbables medio siglo<br />
después de su creación, inspirada por el<br />
atentado en París del joven judío Herschel<br />
Grynspan contra un diplomático<br />
alemán que le negaba información sobre<br />
su madre, encarcelada en Alemania;<br />
Grynspan murió ajusticiado en los mismos<br />
días del estreno de la pie2a, que, al<br />
modo de las Pasiones bachianas -mutado<br />
el coral luterano en espintual negro-,<br />
combina narración y plegaria en la<br />
mixtura de coro y solistas. Siendo buenos<br />
los escuchados en Madrid (Linda<br />
Finnie, Neil Jenkins y David Wilson-<br />
Johnson), la excelente soprano Alison<br />
Hargan superó con creces a sus compañeros<br />
de cuarteto vocal. Y si, una vez<br />
más, la radio acudió a la cita en la transmisión<br />
del domingo 12, dificuftades técnicas<br />
de última hora impidieron que las<br />
cámaras de televisión captaran el que ha<br />
sido uno de los mejores conciertos de<br />
la agrupación sinfónica de RTVE. Tippett<br />
en fin, pasó por Madnd casi de incógnito,<br />
aunque su huella sea ya inomitible<br />
para quienes compartieran sus 48<br />
horas españolas.<br />
José Luis Pérez de Arteaga
La Iberia a ocho manos<br />
Madrid- Sala de Cámara del Audrtono Nacional 4. 7. II y 14 de febrero EJ Picno en España y Aménca 5y*wa Toran.<br />
Rosa T ores-Pardo, Pedro Carboné e Ignacio Marín Bocanegra. Con el patrocinio de la Fundación Cajamadnd.<br />
S yh/ia<br />
Torán no es una<br />
pianista técnicamente<br />
infalible, pero tiene<br />
sensibilidad y. cuando es necesario,<br />
vehemencia. Usa el<br />
pedal con bastante variedad<br />
especialmente en los pasajes<br />
recogidos, donde encuentra<br />
adecuadas medias tintas. Estuvo,<br />
por lo demás, muy brava<br />
en los 12 Preludios Amenconos<br />
de Ginastera. subrayando<br />
ciertos automatismos<br />
rítmicos característicos de la<br />
escritura de este autor, y mejor<br />
aún en sus 3 Danzas, destacando<br />
de manera muy especial<br />
la segunda, en que subrayó<br />
exquisitamente la<br />
melodía de su canto principal.<br />
Sylvia supo también reconstruir<br />
el esqueleto interno,<br />
a veces fragmentario, de<br />
las siete primeras piezas de la<br />
inaprensible Música Callada<br />
de Mompou, a ella asignadas,<br />
redescubriéndose la sencilla<br />
melodía curvada de la 2 1 , las<br />
evocaciones satianas de la 5 a ,<br />
los tiernos acentos de canción<br />
infantil de la última. En<br />
una muestra mas difícil técnicamente como<br />
la Fantasía ñética el sonido se abre un<br />
poco y pierde algo de su redondez cuando<br />
toca intervalos muy separados, y son<br />
patentes los esfuerzos (en los que colaboró<br />
un convulsivo pedal) para neutralizar<br />
las terribles dificultades técnicas.<br />
Roso Tones-Paido<br />
Rosa Torres-Pardo toca el piano con<br />
un entusiasmo contagioso, con vehemencia<br />
apabullante quizá hoy algo refrenada.<br />
El sonido es compacto, la vena rítmica<br />
sugestiva, y el único problema es<br />
que la dinámica parece arrancar a veces<br />
del mezzoforte. En Ibena huyó de todo<br />
folklorismo fácil y sólo en ¡os momentos<br />
en que una de las manos tiene un canto<br />
muy nítido (como en Almería o en los<br />
dos grandes temas de Triana) dotó al<br />
conjunto de sabor andalucista. En £1<br />
Amor y la Muerte da la impresión de que<br />
Granados no sabe terminar lo que había<br />
comenzado tan espléndidamente. El trazado<br />
melódico, estorbado por las carrenllas<br />
de la izquierda, condena al ejecutante<br />
a algún inevitable atrope I lamiento. Rosa<br />
logró, pese a estas contranedades, una<br />
patente unidad de intención, dotando a<br />
la primera sección de un aura fantasmal,<br />
de un romanticismo huidizo, La obra de<br />
G Halffter mostró a una pianista dotada<br />
de aplomo y reflexión, capaz de transmutar<br />
en verdadera savia musical los<br />
complejos vectores y relaciones de la<br />
pieza y mostrando a las claras que no le<br />
es en absoluto indiferente esta música.<br />
Pedro Carboné no abusa de sus poderosas<br />
facultades, que aparecen cuando son<br />
requendas, y asi, su selección de las Candones<br />
y Danzas de Mompou fue respetuosa<br />
con el característico recogimiento<br />
de este autor, destacable por su coherencia<br />
general, la claridad de los trinos y la<br />
buena fusión de los acompañamientos. En<br />
la Segunda Sonata de Ginastera, muchas<br />
de cuyas ideas nacen de una obsesión rítmica,<br />
con crescendos repentinamente<br />
abortados, la habilidad del zaragozano para<br />
contrastar los diversos bloques rítmicos,<br />
convirtió la obra en una demostración de<br />
control pianístico. Las enseñanzas de su<br />
primera maestra, la excelente Pilar Bayona,<br />
¡as ha pasado por el tamiz de la escuela<br />
americana, siendo el resultado una cunosa<br />
Ibeno caracterizada por la brillantez algo<br />
cortante, el sonido compacto e igual en<br />
toda la gama, los acentos incisivos y una<br />
cierta neutralidad expresiva. En Lavapiés<br />
algún climax estaba levemente forzado.<br />
)M.S.<br />
ACTUALIDAD<br />
Tocada, pero no<br />
hundida<br />
Madrid. Audífono Nacional. 6 de febrero.<br />
Ofyas de Ven*. Brahms. Schumann, l-iassenet<br />
Wagier y Espintuates. Grace Bumtxy soprano,<br />
jonathan Moms: piano. Organizado por Amigos<br />
de la Opera de Madrid.<br />
No se sabe muy bien si fue<br />
un acto de valentía por parte<br />
de Grace Bumbry o el<br />
deseo de lidiar cuanto antes uno de<br />
los toros más temibles del recital,<br />
pero sorprende que éste empezara<br />
con el Pace, Pace! verdiano. Al margen<br />
de espléndidas frases aisladas,<br />
con la voz más montada por piezas<br />
previas hubieran podido atenuarse<br />
la discontinuidad del (rato y de los<br />
reguladores, la emisión algo áspera,<br />
la dificultad para adornar algunas<br />
notas con una cresta. Los heder de<br />
Brahms y Schumann tuvieron un<br />
enfoque general moderado. La dicción<br />
no tenía tampoco la suciedad<br />
o el descuido de otros colegas americanos,<br />
pero en ocasiones Bumbry<br />
forzaba, lo que pudo dar una equívoca<br />
impresión de desencuadre estilístico,<br />
ich grolle nicht gustó menos,<br />
claro está, por exhibir la cantante<br />
unos graves de crooner.<br />
La segunda parte fue mejor en líneas<br />
generales. La musculatura estaba<br />
más a punto y la voz parecía llegar<br />
más, proyectarse mejor y con<br />
más timbre, A priori su mejor Wesendonk<br />
podía haber sido el 4 o ; no<br />
fue asi, y el recuerdo conserva el<br />
primero y el último. El desamparo<br />
con que dijo la frase Ertósung flefit<br />
demuestra que, a la postre, algo ha<br />
aprendido de Lehmann sobre el tema<br />
de la Redención en Wagner.<br />
Mejor también, como es natural, los<br />
Espirituales, sin la lujuria vocal de<br />
Norman y algo más domesticados,<br />
pero licitamente contagiosos. Reseñable<br />
a su vez la Dalila, un tanto instrumental<br />
y, sobre todo, la Seguidilla<br />
de Carmen, dicha con ritmo y sentido<br />
del espectáculo. Como la voz<br />
había recuperado bastante de la antigua<br />
blandura, uno no podía dejar<br />
de pensar cuan importante han sido<br />
siempre, tratándose de Bumbry, la<br />
opulencia y carnosidad de los medios<br />
vocales sobre el juicio global<br />
que merece su canto. El pianista,<br />
panfilo y seguro, era un poco académico<br />
en todo, incluso en la dosificación<br />
del rubato,<br />
J.M.S.<br />
SCHERZO 29
ACTUALIDAD<br />
Retornos<br />
Midrfd. Auditorio Naaonal. 36-1-92. Granados, Dan¡e. Marte Anuabarrena, meno. Gerhard, Ln peste. Genewéve<br />
Page. recitadora. Coro Nacional. Joven Orquesta Nacional de España. Director Edmon Colóme:<br />
Con la no bien explicada<br />
desaparición del programa<br />
de Prácticas de Pasión de<br />
César Cano (obra ganadora<br />
del Premio JONDE,<br />
1990), el concierto de la<br />
joven institución hermanada<br />
con la ONE se convirtió<br />
en un ejercicio de recuperación<br />
de nuestro pasado<br />
musical. Dante no se<br />
tocaba desde hacia varios<br />
años: no es. desde luego,<br />
una página orquestal redonda,<br />
si bien completa<br />
nuestra visión de Granados,<br />
compositor entendido<br />
casi siempre desde lo<br />
salonero y lo goyesco. Colomer<br />
intentó clarificar el<br />
confuso trabajo temático de la pieza, a<br />
la que enlazó con la tradición orquestal<br />
hsztiana. En cuanto a La peste, se<br />
trataba de la primera interpretación<br />
madrileña de esta creación capital del<br />
catálogo gerhardiano, Si La dueña, escenificada<br />
por vez primera en estas<br />
mismas fechas, es una diversión, tanto<br />
como una añoranza de la luz de España,<br />
en La peste desata el compositor<br />
su registro dramático, basado en un<br />
lenguaje poderosísimo y una imaginación<br />
orquestal sellada por la originalidad.<br />
Y precisamente en la orquesta es-<br />
Por fin un músico<br />
tuvo la fuerza dramática de esta interpretación,<br />
porque Geneviéve Page dio<br />
muy poca variedad a su parte, con énfasis<br />
mu/ contados (muerte del niño) y<br />
dicción monótona, aunque cuidada.<br />
Endeble también el coro. Concierto,<br />
en suma, que aparte de su programa<br />
de interés superlativo, ha demostrado<br />
que la JONDE en en este momento<br />
no sólo un instrumento pedagógico<br />
imprescindible, es una auténtica orquesta.<br />
EM.M.<br />
Madrid. Auditorio Nacional. 28-1-92. Obras de Haydn, Beethoven y Schubert Dezsñ Ránki, piano.<br />
Si la sequedad de la Sala de Cámara<br />
no lo impidiese, el sonido del joven y<br />
extraordinario pianista húngaro Dezso<br />
Ránki seria puro y cristalino, Con todo,<br />
el músico no se dejó nunca coartar<br />
por este handicap, y la Sonata en mi<br />
bemol mayor de Haydn puso en evidencia,<br />
muy a las claras, algunas de las<br />
cualidades más sobresalientes de su<br />
pianismo: sonido diáfano, sobriedad<br />
exenta de amaneramientos, perfecto<br />
contrapeso entre ambas manos, ancha<br />
dinámica y mimo de las sonoridades:<br />
también graves un poco percutientes y<br />
alguna vehemencia que es y no es<br />
haydn iana.<br />
La Sonata n° IS de Beethoven, en<br />
absoluto una más de su catálogo, significó<br />
el culmen del concierto. Impeca-<br />
30 SCHERZO<br />
ble interpretación, con un signo esencialmente<br />
positivo, aunque Ránki, que<br />
de contrastes sabe bastante, no dejó<br />
escapar el momentáneo sesgo más<br />
dramático insinuado durante la reexposición.<br />
La izquierda de este movimiento<br />
es muchas veces un auténtico<br />
bajo continuo al que, resaltando en su<br />
justa medida el salpicado de staccati. el<br />
húngaro dotó de variedad inagotable,<br />
El subsiguiente Menuetto, convertido<br />
con justicia o no en un casi lento y en<br />
auténtico punto de énfasis de la obra,<br />
tuvo una lectura emotiva, con un juego<br />
de dimmuend'i bellísimo en la coda,<br />
El Presto final sorprendió a su vez por<br />
el carácter inusualmente vigoroso e inclusive<br />
un poco tenso. En Schubert<br />
(Sonata en do menor, D.958: tercera<br />
En un espacio<br />
inadecuado<br />
Madrid. Auditorio Nacional. I 1-1-92. Frans<br />
Brüggen. flauta; Gustav LeonharrJt, clave.<br />
Obras de Dieupart, Porquera/, Corelli, van<br />
Eyck, Buxtehude y Telemann.<br />
Los organizadores, atados por sus<br />
sistemas de abonos y sus deseos de<br />
convocatorias masivas, parecen no tener<br />
en ocasiones muy en cuenta las<br />
condiciones acústicas de la sala para la<br />
que planean los actos musicales. Así,<br />
este concierto de Brüggen y Leonhardt<br />
resuftó poco menos que inaudible<br />
en la mayor parte de las localidades<br />
de la Sala Sinfónica del Audrtono.<br />
A partir de lo que si se pudo apreciar,<br />
resaltó el hecho de un entendimiento<br />
de décadas de estos maestros de la<br />
música histórica. Desde luego, eí sonido<br />
de Brüggen ha perdido un poco<br />
de su condición intachable, pero incluso<br />
ahora su técnica, salvo por los<br />
levísimos roces, controlados de inmediato,<br />
sigue siendo capaz de solventar<br />
los problemas más arduos y es base<br />
siempre de una expresividad elocuente.<br />
En Dapbne, una pieza de van Eyck<br />
para flauta sola, expuso con nitidez la<br />
linea enrevesada y laberíntica de esta<br />
página con evocaciones descriptivas.<br />
Por su parte, Leonhardt elegante y<br />
virtuoso, abordó las Piezas que Antoine<br />
Forqueray escribió para viola da<br />
gamba y transcribió para clave su hijo<br />
Jean-Baptiste. Deslumbrante la interpretación<br />
del Preludio, también para<br />
clave solo, de Buxtehude.<br />
LMM<br />
empezando por la cola), el estupendo<br />
pianista volvió a imponerse, esta vez<br />
de forma apasionada. Durante el tiempo<br />
inicial, cada nueva repetición de<br />
material temático era afrontada con<br />
más vehemencia, cargado como está<br />
el discurso de presagios; durante el<br />
Adagio, de sonoridades hermosísimas,<br />
las notas repetidas y el bajo crearon<br />
una tensión insostenible, y en el final,<br />
que toma su impulso de una Tarantella,<br />
un nervio rítmico fluyente y renovado<br />
evitó cualquier prolijidad o mengua<br />
de unidad.<br />
j.MS.
Nuestras<br />
Orquestas<br />
Precisamente, uno de los ciclos más<br />
interesantes y mejor pensados del Madrid<br />
92, el de Nuestras Orquestas, es el<br />
que se está saldando con un fracaso<br />
de público más rotundo. Es cierto que<br />
la oferta musical en Madrid es muy superior<br />
a la demanda, pero también es<br />
cierto que los responsables del Consorcio<br />
debían haber ponderado me¡or<br />
los pros y los contras al programar un<br />
ciclo como éste. Traernos a las orquestas<br />
de provincias a la Capital del<br />
Reino, precisamente cuando éstas se<br />
encuentran en el mejor momento artístico<br />
-después de la profunda reconversión<br />
que han sufrido la gran mayoría<br />
de ellas en los últimos cinco añoses<br />
una idea tan oportuna como digna<br />
de aplauso. Pero estos músicos no<br />
pueden llegar al Auditorio Nacional<br />
madrileño y encontrarse con menos<br />
de 300 personas en una sala que tiene<br />
capacidad para 2.300. A buen seguro,<br />
para la gran mayoría de estas orquestas<br />
el hecho de venir a Madrid suponía<br />
revalidar el trabajo de los últimos<br />
años, su puesta de largo artística. La<br />
respuesta del público madrileño ha sido<br />
flagrante: indiferencia total. En el<br />
mejor de los casos, de los cinco conciertos<br />
celebrados al cierre de esta<br />
edición de SCHERZO -Orquestas de<br />
Euskadi, Valencia, Sevilla, Tenerife y<br />
Bilbao- en ninguno de ellos se llegaron<br />
a vender más de 50 localidades en<br />
taquilla. Todo un éxito, Solución de última<br />
hora: el concejal de cultura compra<br />
todo eí aforo y lo reparte gratuitamente<br />
entre las juntas de Distrito del<br />
Ayuntamiento de Madnd. ¡Y los pocos<br />
que han comprado su entrada, qué pasa<br />
con ellos?<br />
Esta situación, tan esperpéntica como<br />
injustificable, nos debe hacer reflexionar<br />
seriamente sobre Madrid, su público,<br />
y sus programado res. No hay derecho<br />
a que orquestas -en algún caso,<br />
mejores que las madrileñas- pasen un<br />
bochorno como éste. Pero tampoco<br />
hay derecho que primero se pidan<br />
3,200 pesetas por estos conciertos y<br />
después se tengan que regalar las entradas<br />
porque no acude nadie a escuchar,<br />
por ejemplo: un concierto tan interesante<br />
y de tanta calidad musical como<br />
el ofrecido por la Orquesta<br />
Sinfónica de Tenerife y su titular, Víctor<br />
Pablo Pérez, el pasado I 2 de febrero.<br />
AM.<br />
Jano-Beethoven<br />
ACTUALIDAD<br />
Madrid. Teatro Monumental. 14-11-92. Beethoven. Sinfonías Cuarta y Tercera English Baroque Soloists.<br />
Director }ohn Eliot Gardmer.<br />
Dentro del ciclo Academia armónica<br />
del Madrid 92, Gardiner ofreció dos Sinfonías<br />
beethoven i anas en orden inverso a<br />
su cronología, un procedimiento ciertamente<br />
eficaz para evidenciar las lejanías y<br />
las distancias de dos de los registros estilísticos<br />
del compositor, el clásico de la<br />
Giarto y el que cuestiona el molde hasta<br />
el límite de la Heroico. Así, los sforzandi,<br />
recurso de acentuación que Beethoven<br />
explota como nadie antes lo había hecho,<br />
aparecieron con vigor en la Cuarta (IV,<br />
c 169-180) y con toda su carga dramática<br />
en la Heroico (I, c.25 y ss., 109 y ss, etc.),<br />
igual que una especificación dinámica tan<br />
difícil de seguir como sforzando-piano<br />
(Cuarta, cuerda y viento en I, c.29-30) cobró<br />
todo su valor atmosférico en esta interpretación.<br />
Recreación cristalina del Op.<br />
60 y desbordada de energía, de tensión<br />
extrema, tampoco exenta de transparencia<br />
de la supuesta sinfonía Ronaparte, una<br />
página que vista de tal forma es tanto la<br />
lucha -con el dolor y la épica- por un<br />
mundo nuevo, como la despedida (Marcha<br />
fúnebre) retrasada del XVIII. Si entráramos<br />
en detalles, podríamos multiplicar<br />
los ejemplos de los logros interpretativos<br />
de la sesión: mencionemos la poesía del<br />
Adagio, de tempo animado, de la Cuarta<br />
en la fusión/contraposición de elementos<br />
melódicos y rítmicos, la elegancia del Trío<br />
de esta misma partitura, el vértigo de su<br />
¡ohn B/ol Ganjiner<br />
De todo un poco<br />
último tiempo. Algunos instantes de claridad<br />
en la Heroica fueron reveladores:<br />
percepción de la línea de los violines primeros<br />
bajo el solo de flauta {Finale,<br />
el90-198), maderas sobrevolando el diseño<br />
rítmico de la cuerda (Id, c.2l I y ss.).<br />
Jomadas como la que se comenta renuevan<br />
el mundo inagotable del sinfonismo<br />
beethoven i ano.<br />
E.M.M.<br />
Madrid. Audífono Nacional. 19-1-92. Obras de Bntten, Albéniz y Strauss. Miseria Maisky, chelo. Roj-al<br />
Philharmoíiic Orchestra Director: Vladimir Ashkenazy,<br />
Es imposible imaginar dos universos musicales más diversos que los de la Sinfonía de<br />
Réquiem de Sntten y la Suite Española de Albéniz, que cubneron la primera parte del<br />
concierto de la RPO. Música razonablemente abstracta la primera, formalista aunque intensa,<br />
en ella sus músicos obtuvieron los mejores resultados globales de la velada, con<br />
nervio rítmico y adecuado equilibrio entre las familias orquestales. Trompas y trombones<br />
lo quebraron en el rapsódico Albéniz El estilo de Ashkenazy, tan rudimentario en la<br />
forma como alambicado en ciertos fraseos, conviene poco a estas juveniles páginas de<br />
raigambre popular, que deben sonar con una inmediatez y una lozanía lejanas a cualquier<br />
afectación. Este tono no se logró del todo en una Cádiz excesivamente elaborada,<br />
ni en Asturias, cuyas dificilísimas articulaciones se resolvieron pesantemente y, menos<br />
aún, en Cataluña, donde hubo ostensibles fallos en el metal.<br />
Por mucho que se diga, cabe encontrar pocas afinidades entre el burgués Strauss y el<br />
desilusionado hombre de armas Cervantes; por eso el Don Qui/ote del primero es tan<br />
poco cervantino. Ashkenazy no atemperó los instantes plomizos de este poema sinfónico<br />
alemán con ribetes vieneses, como no fue tampoco capaz de dotar de variedad a los<br />
distintos episodios de la obra, ni de establecer tampoco una adecuada sintonía con el<br />
solista principal. La obra excede algo la técnica de Maisky, pero la comunicatividad del<br />
músico acaba imponiéndose. Lo mejor fueron los dos grandes solos, las ausencias de<br />
Dulcinea y la muerte del hidalgo, con las bellísimas medias tintas del intérprete. Destacó<br />
también el apunte socarrón del contrafagot y la impecable finura del viola.<br />
|MS.<br />
SCHERZO 31
ACTUALIDAD<br />
Una autocrítica<br />
Mjdrid. Teatro de Madnd. Los sobrinos del capitón Grant Fernández Caballero/Ramos Camón. Escenografía; Juan<br />
Carlos Eguillor. Coreografía: Rafael Lorca. Dirección artfstica: Luis Itum. Dirección musical: Miguel Groba. Orquesta<br />
y Cero de la Comunidad de Madnd.<br />
N osotros<br />
estábamos muy contentos.<br />
Por fin, después de muchos<br />
años de proscripción íbamos<br />
a subir a un escenario y a recorrer<br />
el globo terráqueo en busca de nuestro<br />
fantasmal tío, el capitán Grant. Para que<br />
nuestro gozo fuera completo, nos hablan<br />
encargado a nosotros mismos hacer<br />
el programa de mano. Todo ello a<br />
golpe de bombo y platillo en la conmemoración<br />
de la capitalidad culturaf de<br />
Madrid e inaugurando un nuevo teatro<br />
que, se dice, tiene uno de los mayores<br />
escenanos de la capital. ¿Qué más podríamos<br />
pedir? (Del Teatro y sus condiciones<br />
escénicas y acústicas podremos hablar<br />
cuando tengamos elementos de juicio<br />
suficientes después de presenciar<br />
una representación que no adolezca de<br />
las deficiencias de la que comentamos).<br />
Pues podríamos pedir que la representación<br />
fuera medianamente digna y<br />
que no nos hicieran arrastramos, como<br />
Los sobrinos del Capitán Grant<br />
furcia por rastrojo, delante de todos los<br />
espectadores. La dignidad de la representación<br />
exigirla, en principio, un aparato<br />
escénico suficiente, unos cantantes<br />
adecuados y una acción dramática inteligible<br />
y que permitiese disfrutar con<br />
nuestro elemental discurso.<br />
La producción del Teatro Arriaga de<br />
Bilbao ofrecida el 2 de febrero en el Teatro<br />
de la Vaguada se aproximaba a la de<br />
un coliseo parroquial. Los decorados de<br />
Juan Carlos Eguillor (¡y cuidado que Eguillor<br />
merece todo el respeto como humorista!)<br />
parecían caldos del cielo sin<br />
ninguna relación con el contenido de<br />
nuestra historia. No es esto lo peor, sino<br />
que las posibilidades de espectaculandad<br />
escénica de la zarzuela estaban absolutamente<br />
desaprovechadas. Y esta zarzuela<br />
32 SCHERZO<br />
no se concibe sino como una obra de<br />
gran espectáculo. Para rematar, la pobretonería<br />
escénica que, sin embargo, tenía<br />
la peculiar gracia náíf de Eguillor no se<br />
correspondía con el resto de la acción<br />
escénica: el vestuano parecía sacado de<br />
la guardarropía de cualquier compañía de<br />
zarzuela barata y el movimiento y puesta<br />
en escena eran un resumen de las rutinas<br />
más arch i (repetidas del género.<br />
En lo musical, una de cal y otra de arena.<br />
Los cantantes mostraron una incalificable<br />
pobreza de medios. Hemos visto a<br />
un ciudadano llamado Luis Várela, que<br />
debía haber sido tenor cómico, llevar su<br />
osadía hasta el extremo de cantar auxiliándose<br />
de la megafonía de la sala. Esperamos,<br />
avergonzados porque haya sido<br />
en nuestra zarzuela, que tal abominación<br />
no se vuelva a producir jamás, ¡Manes de<br />
Miguel Ligero, Gerardo Monreal, Santiago<br />
Ramalle, Rafael Castejón o Joaquín<br />
Portillo! Un tenor cómico es un tenor<br />
que sabe cantar y<br />
tiene voz, lo que<br />
pasa es que es una<br />
voz fea y se presta<br />
a la deformación.<br />
En ningún caso es<br />
un simulacro de<br />
cantante. Mario Ferrer<br />
(barítono) tenía<br />
un papel corto y fácil.<br />
No pudo con él.<br />
Se ahogaba, calaba.<br />
en fin dio toda una<br />
demostración de<br />
cómo no se debe<br />
cantar. Las dos sopranos<br />
tampoco tu-<br />
FOTapUAN vjeron demasiada<br />
fortuna, Para lo poco<br />
que hay que cantar en esta obra debieron<br />
de pensar que no hacía falta gran<br />
esfuerzo, y así fueron las cosas, No obstante,<br />
el coro y la orquesta de la Comunidad<br />
Autónoma de Madrid supieron sacar<br />
lucimiento a sus cometidos y Miguel<br />
Groba mostró que tenía idea de lo que<br />
se traía entre manos. Los actores defendieron<br />
mejor sus papeles que los cantantes.<br />
Alfonso del Real, cómico con todas<br />
las tablas del mundo a sus espaldas supo<br />
dar cuerpo al doctor Mirabell. El propio<br />
Luis Várela cuando no tenía que cantar<br />
vistió dignamente su papel. Los restantes<br />
supieron cumplir con su cometido.<br />
En definitiva, nos hemos quedado<br />
compuestos y sin función.<br />
Los sobrinos del Capitán Grant<br />
Pompe<br />
e feste<br />
Midnd. Audrlono Nacional. Otxas de C. Halffter, J.L<br />
lunna y Mahler. Maria Oran, soprano. Orquesta/ Coros<br />
Nacionales de España. Director Víctor Pablo Pérez.<br />
Madrid capital de la Cultura:<br />
desde el comienzo el divorcio<br />
habitual. En el Auditorio los<br />
fastos, el boato un poco esténl, mientras<br />
el mismo día y a la misma hora<br />
otro lugar -en este caso La Zarzuela-,<br />
daba albergue a la verdadera cultura<br />
con el virtual estreno mundial de La<br />
Dueña de Gerhard. Hubo, tampoco<br />
ha/ que negarlo, notas de mérito en<br />
este programa inagural, que dio comienzo<br />
con el ya famoso antes de estrenarse<br />
Preludio Modrid-92 de Halffter.<br />
Verterbrado sobre el Fandango del Padro<br />
Soler, es una prueba más de la<br />
tontera que les ha entrado a algunos<br />
compositores españoles con la música<br />
de nuestro borbónico siglo XVIII; bien<br />
resuelto técnicamente, es de lamentar<br />
que el nombre de la davecinista no figurara<br />
en el programa de mano. A este<br />
pórtico siguieron los momentos de<br />
mayor interés, concretados en el Concierto<br />
para viotín de Tunna, autor notable.<br />
El pnmer tiempo recuerda un poco<br />
a aquellas obras un tanto naif de los<br />
años sesenta en las que los elementos<br />
contexturales se combinaban con cierta<br />
aparente aleatonedad. Hoy estas<br />
premisas se advierten menos, sobre todo<br />
en la parte solista (con un Víctor<br />
Martín muy integrado), de articulaciones<br />
frecuentemente muy ligadas y algún<br />
tímido devaneo rapsódico tras la<br />
cadenza más larga.<br />
Ya desde el primer motivo a cargo<br />
de las cuerdas, casi al inicio mismo de<br />
la Cuarta de Mahler, se advirtió que algo<br />
en el asunto no iba a marchar bien.<br />
Desmadejada y sin peso, privada de<br />
ese algo indefinible que llamamos idioma,<br />
la ONE recordó al instrumento<br />
frágil e inseguro de épocas cercanas.<br />
Poco pudieron hacer los buenos oficios<br />
de Víctor Pablo Pérez, que dieron<br />
su principal fruto en algunos momentos<br />
del tiempo lento, en una ejecución<br />
en la que todo era un poco de tente<br />
mientras cobro. Sólo María Oran que,<br />
contrariamente, recuerda en tantas cosas<br />
a una cantante centroeuropea, estuvo<br />
en regla con el estilo.<br />
J.M.S.
JORDISAVALL<br />
Ref. CD: V 4640. Ref. MC: V54640.<br />
• Banda sonora original del film<br />
• Más de 110.000 copias vendidas en Francia<br />
• Más de 1,400.000 espectadores en seis semanas de proyección<br />
• 11 nominaciones para los "Césars 1992", entre ellas la nominación a la mejor música<br />
• Grand Prix en el "Palmares des Palmares 1991" otorgado por<br />
la Nouvelle Académie du Disque a Jordi S a valí<br />
• Trophée de la Ville de Cannes, en el Premier Festival de L'Audiovisuel Musical,<br />
en la categoría "Ouvres Cinématograpniques"<br />
• "Classique D'Or R.T.L." del mes de febrero 1992<br />
• Primer puesto de los Top Nuggets de músicas de películas<br />
• Segundo puesto de los Top 30 de VirginlMegastoreslR.T.L. durante 4 semanas consecutivas<br />
• Próximo estreno en España en junio 1992<br />
S51/IU/ÍDÍS<br />
IBÉRICA C/ Bertrán. 72. 08023 BARCELONA.Tel. 418 80 80. Fax 211 08 15.
ACTUALIDAD<br />
Madrid. Ajdrtorio Nacional. 24-1-92. Hanna Schware,<br />
meüo: Horst Laubenthal, tenor. State Symphony Cape<br />
IFa. Director Guennadi RozhdestvenEky. Marco,<br />
Mahlenana. Mahler Dos Ued von Oer &cte 29-1-92. Filarmónica<br />
Checa. Robert H6II. bajo Director Jiri Belohlavek.<br />
Mahler. Kindertotenheder, Primera. 3Q-1-92.<br />
Coro Filarmónico de Praga. Filarmónica Checa. Robería<br />
Aiexander, soprano; Janice Tifiar. Director Vádav<br />
Neirman. Mahler, Segundo.<br />
E l<br />
ciclo de las Sinfonías de Gustav<br />
Mahler, organizado por la<br />
Fundación Caja de Madrid y<br />
que se ha de prolongar hasta el 13 de<br />
junio, va a renovar seguramente el viejo<br />
dilema de la interpretación de esta<br />
música: ¡inflación romántica final o<br />
apertura al lenguaje moderno? De hecho,<br />
ambas posibilidades ya han hecho<br />
acto de presencia con los tres conciertos<br />
iniciales, Rozhdestvensky, con la<br />
State Symphony Capella (ex Soviet<br />
Philharmonic), actualizó en su visión<br />
de La canción de la Tierra las posibilidades<br />
hacia el futuro de partitura tan singular.<br />
Acaso como un dato de semejante<br />
proyección debía tomarse la inclusión<br />
de Mahlenana, homenaje al<br />
creador bohemio no edificado con citas,<br />
de Tomás Marco. Rozhdestvensky<br />
acentuó el sentido direccional de la<br />
obra hacia la ardentísima Abscheid,<br />
aquí no en toda su febril temperatura<br />
debido en gran parte a la solista. Disección<br />
camerística, con pinceladas sobre<br />
timbres difuminados tantas otras<br />
veces (mandolina, celesta) fueron asimismo<br />
puntales de la lectura, cuyo<br />
otro solista vocal, Laubenthal, cantó<br />
con estilo, pero de manera casi inaudible.<br />
Para los K/ndertoten/ieder, por el<br />
contrario, se contó con un protagonista<br />
destacado, Robert H6II, bajo de voz<br />
firme que, introspectivo pero no patético,<br />
sondeó la amargura de esas canciones<br />
sin adentrarse por su posible<br />
vena neurotizante, Belohlávek, que<br />
acompañó a Holl con tonos ocres,<br />
prefirió eludir en la Primera los trazos<br />
groseros (música callejera del tercer<br />
tiempo) / su aproximación osciló entre<br />
la pintura de la Naturaleza y la<br />
marcialidad.<br />
Con un sonido más refinado de la<br />
Orquesta Filarmónica Checa (desafinaciones<br />
de las trompas en la Primera),<br />
Václav Neumann encaró con un criteno<br />
de unidad la heterogénea y monumental<br />
Segundo. Dinámica contenida y<br />
control de los estallidos tremendistas<br />
ayudaron a reducir a un nivel más humano<br />
el tema de la muerte al que se<br />
supone que se refiere la obra. Extraordinaria<br />
la intervención del coro, em-<br />
34 SCHERZO<br />
Encrucijada mahleriana<br />
Vádav Neumonn<br />
pastado y verdaderamente diferenciado<br />
tímbricamente en sus cuerdas (los<br />
bajos son de una seguridad y color<br />
pasmosos), con un instante único: la<br />
emergencia como un rayo de luz de la<br />
soprano solista.<br />
Dos disparos sin diana<br />
LMM.<br />
Madrid. Auditorio Nacional. H y 15-1-91 Obras de Weber, Chaikovski Brahms. Chopin y Shostakovich Orquesta<br />
Nacional Rusa. Director Mikfcad Pletnev. tvo Pogorekh, piano<br />
En el celebérrimo Primer Condeno<br />
chaikovskiano el pianista Ivo Pogorelich<br />
se mostró más bien ausente, calando<br />
poco el teclado, con ataques<br />
indolentes desde cierta altura, o curvando<br />
exageradamente los índices.<br />
Fue ya sintomática la escasa relevancia<br />
otorgada a los vigorosos acordes<br />
con que se inicia la parte solista: luego,<br />
sorteó bien las peliagudas octavas,<br />
cuyo acompañamiento llevó<br />
Pletnev a un tiempo comodísimo para<br />
que no se fatigara el joven divo, y<br />
desaprovechó ésta y tantas ocasiones<br />
de hacer pianismo heroico -sin<br />
descargar nunca su inmenso potencial-;<br />
no brillando tampoco particularmente<br />
en los momentos líricos,<br />
perezosamente desgranados. Mucho<br />
mejor, con mayor participación emotiva,<br />
en el Segundo de Chopin, de<br />
ejecución más diáfana, por momentos<br />
acariciando las teclas. Ello se manifestó<br />
en los instantes que anteceden<br />
a ia reexposición del primer<br />
tiempo, o en el plañidero segundo<br />
tiempo, en que la similitud con un<br />
coí/oge de esbozos de arias sugiere la<br />
vecindad con la voz. El movimiento<br />
final tuvo cierto virtuosismo, pero no<br />
es fácil hilvanarlo, porque parece un<br />
disco con una selección de bailables<br />
del propio Chopin. En general, la falta<br />
de una verdadera estructura en<br />
arco hace difícil, en ambos conciertos,<br />
la vertebración del cometido solista.<br />
La orquesta de Pletnev, salvo en<br />
las escandalosas propinas, parecía<br />
una formación de cámara ampliada,<br />
cuya familia más relevante era la<br />
cuerda, de bello aunque no poderoso<br />
sonido. El metal fue pródigo en<br />
ataques inseguros, resbaladizos, sin<br />
encontrar empaste ni redondez. Lo<br />
mejor de la aportación global fue<br />
una Novena de Shostakovich de perfiles<br />
no demasiado encrespados ni<br />
ásperos, en la que lo más interesante<br />
coincidió con ¡o mejor de la propia<br />
obra: el careo entre los trombones y<br />
el fagot durante el Largo.<br />
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Alicia de !_arroi;h;i
ACTUALIDAD<br />
Sol y sombra<br />
Madrid. Teatro de la Zarzuela 4-1-92. Anna Tomowa-Sintow. soprano, Helmut Oerlel, piano. Canciones de Oiaikovski.<br />
Brahms y Strauss.<br />
P<br />
osiblemente a<br />
causa de los días<br />
de fiesta y su correspondientedesbandada<br />
ciudadana, ya que no<br />
las compras de Reyes,<br />
hayan sido la causa de<br />
que el teatro madrileño,<br />
recién estrenada la capitalidad<br />
cultural, estuviera<br />
medio vacío para escuchar<br />
a esta importante<br />
soprano. Tomowa-Sintow<br />
fue en este recinto<br />
hace unos años una fugaz<br />
Fiordiligi y en el pasado<br />
ejercicio una deslumbrante<br />
Ariadna<br />
straussiana. La soprano<br />
búlgara tiene una hermosa<br />
voz, timbrada, carnosa,<br />
grande. Canta con<br />
una musicalidad aristocrática,<br />
aprovechando el<br />
contenido dramático de<br />
algunas composiciones<br />
cuando éstas se lo permiten,<br />
pero sin dejar de<br />
lado otro tipo de expresividad:<br />
el lirismo, la elegancia,<br />
en unas medias<br />
voces cálidas y fluidas. Pero en su<br />
debe se apreciaron (ya presentes en<br />
la Ariadna citada) algunas máculas: el<br />
agudo estridente, al que asciende<br />
con bastante temor, siempre con alguna<br />
apoyatura intermedia, una afinación<br />
por momentos bastante imprecisa,<br />
y un control del fiato que a<br />
veces se le escurre. Particularidades<br />
que afearon un recital por lo demás<br />
valioso. Con cinco canciones de<br />
Chaikovski situó la soprano su instrumento<br />
porque las páginas le dieron<br />
la base del resto del programa: dramatismo<br />
en Olvidar tan pronto, linea<br />
en fa Canción de cuno (donde exhibió<br />
una mezzavoce ejemplar) y registro<br />
en ¡Me quiso tanto! Los 9 Brahms<br />
sucesivos fueron desiguales, oscilando<br />
entre la monotonía (Mádcbenlied,<br />
Wie Melodien ziebt es), y la pesantez<br />
(Sonntag) para ofrecer lo mejor en<br />
un intenso Liebertreu y un contrastado<br />
Der Tod, das /sí die kühle Nacht<br />
En la segunda parte se produjo<br />
esa afinidad que se vende entre la<br />
3CÍSCHERZO<br />
Anna Tomawa-Stnlow Foto: fAVER<br />
cantante y la música de Richard<br />
Strauss. El nivel subió de golpe, incluso<br />
en el piano de Oertel hasta<br />
entonces de una honestidad abúlica<br />
y sosa. Salvo en Wiegenleid, con algún<br />
problema de apoyo sonoro, los<br />
ocho lieder restantes fueron modélicos<br />
en introspección (Margen), expresividad<br />
(Cdcilie) y elaboración<br />
(Die Nacbt). Y hace más firme el<br />
elogio el comprobar que los números<br />
elegidos representaban casi toda<br />
la variada oferta del abanico del músico.<br />
El público respondió con merecido<br />
entusiasmo. La cantante entusiasmada<br />
continuó en las propinas el<br />
clima straussiano con un Zueignung<br />
de altura, para luego continuar con<br />
canciones de su tierra (una ella misma<br />
al piano, en un arranque frenético),<br />
para poner colofón, quizás<br />
recordando el pasado, con Come<br />
scoglio de Fiordiligi, que hizo globalmente<br />
bien.<br />
Fernando Fraga<br />
Sancha le<br />
quedó ancha<br />
Madrid, Teatro de la Zarzuela. 6-2-9Z Donizetti.<br />
Soooo di Castiglia. Caballé. Martinovich. Sempere.<br />
Mwitxaca. Slnfúnica de Madrid. Coro dd Teatro Lineo<br />
Nacional. Director José Collado.<br />
Estreno en España en versión de<br />
concierto de esta obra donizettiana<br />
que se sitúa entre L'elisir damare y la<br />
cervantina II furiosa all'isoh di San Dominga,<br />
o sea, en pleno periodo de esplendor<br />
del músico. Dentro de su habitual<br />
rutina de nivel tiene Sondo sus<br />
mejores armas en la cavatina y cabaleta<br />
de presentación de la heroína, en<br />
el espléndido cuarteto que precede al<br />
primer finóle, en el dúo Sancia-lrcano<br />
del II acto y en la magnífica escena final,<br />
que, con un más amplio desarrollo,<br />
no tenía nada que envidiar a la de<br />
Anna Bolena.<br />
José Collado dirigió con amor, interés<br />
y ensayos a una orquesta y un coro<br />
que sonaron como en sus mejores<br />
noches. Caballé gracias a su astucia,<br />
sigilo y sapiencia logró recuperar momentos<br />
de antaño, aunque fueran pocos,<br />
sonando la voz vieja y cansada.<br />
La rossiniana cabaíetta, el allegretto Se<br />
contra luí mi parlano, fue adaptada a la<br />
avaricia de unos medios presentes<br />
que carecen de aliento, coloratura y<br />
registro. La segunda parte del dúo<br />
con Ircano fue asimismo atroz y a la<br />
escena final le faltó línea, fraseo y<br />
fuerzas, creando la sensación de que<br />
a la par fenecían personaje e intérprete.<br />
Martinovich, bajo abaritonado de<br />
medios bellos y nobles cantó muy<br />
bien el papel de Ircano y sólo merecerla<br />
mejorar algo el estilo y ganar en<br />
el registro grave que resultó pobre<br />
para su Rodrigo va, consiglia el aria de<br />
presentación, cabaletta que pronostica<br />
rasgos del futuro Attila verdiano. El<br />
papel de Rodngo está menos desarrollado<br />
que los anteriores; no tiene<br />
una escena tenoril como Roberto<br />
Devereux o Edgardo de Lucia; lástima,<br />
ya que Sempere hubiera lucido<br />
aún más una voz rica, firme y entusiasta.<br />
Mentxaca en el personaje travestí<br />
de Garzia empezó algo pálida,<br />
pero se desquitó en su escena del acto<br />
II (la 5 a ), cantando con brillo y condiciones<br />
idóneas la deliciosa Al suon<br />
dé grao ew/ra. En competencia con<br />
este Donizetti anómalo, Grace<br />
Bumbry cantaba en el Auditorio. Quizás<br />
restó público a Caballé, pero no<br />
mermó un éxito sobrado.<br />
F.F.
El que se ponga en escena una<br />
ópera del Barroco es ya una noticia<br />
importante en nuestra medio<br />
cultural, bastante pobre a pesar de<br />
lo que pretenden algunos optimistas<br />
interesados. Que sea una obra del<br />
Clasicismo francés, e interpretada con<br />
criterios de la época e instrumentos<br />
originales, y que ademas constituya todo<br />
un espectáculo, como se requería<br />
en su tiempo, es algo que desborda<br />
cualquier expectativa. El aparente milagro<br />
se ha producido en La Zarzuela<br />
entre los días 15/ 19 de febrero, al invitar<br />
este teatro al conjunto Les Arts<br />
Florissants, dirigido por Wilham Christie,<br />
acompañados por la compañía Ris<br />
et Dancenes y un elenco vocal extraordinario.<br />
En Francia empiezan a menudear este<br />
tipo de conjuntos, que se zambullen<br />
en determinado periodo y consiguen<br />
dominarlo mediante el estudio, el ensayo,<br />
el riego y la curiosidad.<br />
Al mismo tiempo<br />
hay un público y unas<br />
instituciones que los apoyan.<br />
Al contemplar la riqueza<br />
de un espectáculo<br />
como el Atys que nos<br />
han traído Christie y su<br />
gente no tenemos más<br />
remedio que recordar<br />
que, en la misma época<br />
en que se representaban<br />
en Francia obras así, existía<br />
en nuestro país un teatro<br />
riquísimo en música<br />
y en textos. La ópera española<br />
del momento se<br />
llamaba zarzuela, era<br />
igualmente cortesana, al<br />
tiempo que era destinada<br />
a un público más amplio,<br />
poseía sus propias convenciones,<br />
su especial ornamentación,<br />
su código,<br />
y en ella se afanaron libretistas<br />
como Calderón<br />
y músicos como Juan Hidalgo.<br />
No nos preocupa<br />
ese pasado, Prescindimos<br />
de él. Es lamentable. Pero<br />
al menos podemos<br />
importar (somos grandes importadores,<br />
ya que no creadores) las recuperaciones<br />
que de su patrimonio hacen<br />
continuamente otros países de nuestro<br />
entorno.<br />
Los comentarios que escuchábamos<br />
entre el público antes de comenzar la<br />
representación eran deseo razo nado res,<br />
pero a medida que ésta avanzaba, ante<br />
Atys: Sabiduría, talento, amor<br />
Atys en el Teatro de b Zarzuela<br />
aquel despliegue de belleza, de sabiduría<br />
escénica y musical, al ver tan bellas<br />
dancenes, frente a un saber estar en<br />
período tan lejano y saber decirlo (el<br />
recitativo es esencial en la tragedia linca<br />
francesa), al escuchar el hermoso<br />
color del conjunto Les Arts Florissants<br />
y el empaste singular de su coro,el público<br />
fue conquistado. Es un público<br />
desconfiado ante la novedad, pero bastante<br />
agradecido. Le molesta que le<br />
den gato por liebre, algo que a veces<br />
ha sucedido en óperas de paisanos<br />
contemporáneos nuestros. Entonces<br />
no protesta. Se marcha. Si protesta, es<br />
buena señal. En este caso el público se<br />
quedó y aplaudió a conjuntos, solistas y<br />
director con insistencia y reconocimiento.<br />
Los protagonistas vocales del día que<br />
asistimos estaban encabezados por<br />
Howard Crook, tenor, un espléndido<br />
Atys en lo vocal y en esa dimensión<br />
imprescindible que es lo histriónico,<br />
siempre medido, contenido, pródigo<br />
en sutiles efectos escénicos. Su oponente<br />
masculino fue el barítono Nicolás<br />
Rtvenq de impresionante presencia<br />
y poderosa y matizada voz en su bella<br />
creación del personaje de Celeno. jennifer<br />
Smrth compuso una diosa Cibeles<br />
memorable, acaso el cometido dado<br />
ACTUALIDAD<br />
con mayor categoría artística en esta<br />
inolvidable velada, con procedimientos<br />
vocales claramente prebelcantistas.<br />
Con la delicada y muy bella construcción<br />
del personaje de Sangánda por la<br />
soprano Monique Zanetti concluimos<br />
la relación de cantantes, que en justicia<br />
habría de ser más amplia. Sería preciso<br />
recordar varios momentos culminantes<br />
de la pieza. Bastará con uno solo, tal<br />
vez el más bello, casi en el corazón<br />
mismo de la pieza, cuando no interviene<br />
ninguno de los protagonistas: es el<br />
sueño de Atys, con la visita de los sueños<br />
propicios y el sueño funesto, soberbiamente<br />
cantados, una amplia escena<br />
de auténtica música vocal de cámara,<br />
con instrumentistas en escena,<br />
que añadía unos bellos bailes y un vestuario<br />
realmente de sueño.<br />
William Chnstie ha conquistado Madrid<br />
con este Atys. Ojalá su ejemplo<br />
(hay otros, desde luego) nos sirviera<br />
FOTO:). ALCÁNTARA<br />
para lo mucho que hay que hacer en<br />
la recuperación para los escenarios y<br />
las salas de conciertos de nuestro pasado<br />
musical, olvidado casi siempre, y<br />
en ocasiones, helas 1 ., devuelto con precipitación<br />
e ignorancia a una vida aparente.<br />
En resumen: Vive Les Arts Florissants!<br />
S.M.&.<br />
SCHERZO 37
ACTUALIDAD<br />
La Dueña fiie una fiesta<br />
Madrid. Teatro Unco Nacional La Zarzuela. 21-1-92. Gerhard: Lo dueña, ópera en tres actos Richard Van Alian<br />
(Don Jerónimo). Sharon Cooper (Doña Luisa), Anthony Mkhaels-t-Toore (Don Femando), Felicity Palmer ¡La dueña),<br />
Enrique Baquenzo (Don Isaac). Davfd Rendall (Don Antonio), Anne Masón (Doña Clara). Coro del Teatro Lírico<br />
Nacional. Orquesta Sinfónica de Madnd. Dirección musical 1 Amoni Ros Marbá. Dirección de escena José Carlos<br />
Plaza. Coreografía: Goyo Montero.<br />
El Dosier dedicado a Roberto<br />
Gerhard en et anterior número<br />
de SCHERZO con motivo del<br />
estreno mundial de Lo dueña nos exime<br />
de insistir en su enorme importancia.<br />
Ha sido necesario reunir varias<br />
sensibilidades en un proyecto común.<br />
Y un público minoritario e insistente.<br />
Se les ha unido -lo cual no estaba<br />
previsto- el aplauso del público operistico<br />
madrileño, que ha podido comprobar<br />
que ópera de nuestro siglo no<br />
significa necesariamente ópera sin sentido<br />
dramático, sin texto, sin sentido<br />
de la armonía (cualquier armonía), sin<br />
raices, sin ritmo, sin gracia. De todo<br />
tiene La dueña, una ópera española<br />
ciento por ciento, pero que está escrita<br />
en inglés por un exiliado. Como toda<br />
obra auténtica -a ellos nos hemos<br />
referido en el citado dosier-<br />
La dueña posee raíces.<br />
Se trata de una pieza<br />
plenamente teatral<br />
que, primero, se basa en<br />
un buen texto (Sheridan)<br />
y, después, acude a<br />
determinados procedimientos<br />
musicales que<br />
nada tienen que ver con<br />
la mimesis ni con ese tipo<br />
de escapismo sonoro<br />
que han practicado tantas<br />
compositores tras la<br />
coartada, hasta hace poco<br />
benéfica, de la vanguardia,<br />
Ahí está el tema,<br />
una comedia de enredo<br />
situada en Sevilla; los tipos<br />
humanos, los esquemas<br />
dramáticos, las variantes<br />
sobre los mismos.<br />
Ahí está la música, trufada<br />
por una armonía plenamente<br />
moderna, pero<br />
basada siempre en ritmos<br />
auténticos. La lección<br />
de Pedrell es mayor<br />
que la de Schoenberg.<br />
Pero, además, Gerhard<br />
38 SCHERZO<br />
apreciable y que constituye lo más auténtico<br />
que se ha hecho en España, la<br />
zarzuela. La dueña es una ópera que<br />
surge a partir de lo zarzuelero de buena<br />
ley. Con obras como ésta comprendemos<br />
qué espléndida ópera podría<br />
haber sido, por ejemplo, Doña<br />
Froncisquita, mas también qué fallida es<br />
La villana, ambas de Vives. ¿Por qué la<br />
segunda quiso ser ópera o por qué el<br />
salto cualitativo de los zarzuelistas no<br />
fue dado más que en raras, aisladas y<br />
abruptas ocasiones? (Será La dueña<br />
uno de ellos? El público madrileño<br />
aceptó con agrado esta obra, tan bien<br />
servida artísticamente, pese a recelos<br />
previos. Por desgracia, en las cinco representaciones,<br />
no llegó a las seis mil<br />
personas, por imperativos del aforo.<br />
Televisión Española, atenta a oconted-<br />
construye su obra a partir de elementos<br />
que, a un oído poco avisado<br />
Lo Duerto.<br />
o aje-<br />
en el TXN. ía Zarzuela<br />
no, podrían parecerle neoclasicistas mientas como e! vergonzoso concierto<br />
(en rigor, hay belcantismo, aunque del cinco de enero, no consideró ade-<br />
matizado por lo que se dirá), cuando cuado grabarla. Hubiera sido algo ex-<br />
se trata de procedimientos que están portable, rentable, demandado por to-<br />
presentes en ese género no siempre das las grandes cadenas del mundo.<br />
Qué importa. Su preocupación, ahora,<br />
es hacerle la competencia, en su terre-<br />
no, a las privadas, sobre todo a la Cinco,<br />
con su inimitable (aunque tal vez<br />
no) modelo de televisión-basura.<br />
Dónde quedan las promesas de una<br />
televisión como servicio público, con<br />
especial atención a la cultura (que no<br />
es sinónimo de pesadez, habrá que<br />
advertírselo a algunos). De eso hace<br />
casi diez años, Quién lo reclama.<br />
Quién se acuerda de ello. Lo sorprendente<br />
no es que se haya estrenado La<br />
dueña tras cuarenta y cinco años de su<br />
composición, sino que por fin se haya<br />
estrenado.<br />
El maestro Ros Marbá ha trabajado<br />
este espectáculo con el ngor, la minuciosidad<br />
y la dedicación que le son característicos.<br />
Ros ha sido una vez más<br />
consciente de la responsabilidad de<br />
poner una gran obra en un escenario<br />
con dignidad musical y altura artística.<br />
Tanto él como fosé Carlos Plaza estaban<br />
decididos a dar La dueña con su<br />
esencial claridad, con su españolismo,<br />
con sus toques belcantistas y su auten-<br />
FOTO:¡ESU$ ALCANTAM<br />
ticidad idiomática, tanto en lo sonoro<br />
como en lo escénico. El entusiasmo<br />
de Plaza ha llegado hasta la más comprensible<br />
complicidad con unos ambientes<br />
que él ha recreado con un placer<br />
manifiesto. Ros ha concertado con<br />
pautas que van más allá del rigor y
Felttity Palmer y Ennque 6oquenzo en lo Dueño en el T.LN. Lo Zarzuela FOTO: ALCÁNTARA<br />
que tienen que ver con la recreación y<br />
la resurrección. Ojalá todos los compositores<br />
españoles que han valido la<br />
pena (histórica) tuvieran su resurrec-<br />
El estreno el 21 de enero de 1992<br />
de la ópera The Duerma de Roberto<br />
Gerhard ha constituido uno<br />
de los más importantes acontecimientos<br />
en la vida musical madnleña de los últimos<br />
decenios. Era el estreno mundial de<br />
un titulo escrito por el maestro catalán<br />
entre 1945 y 1947. Aquí las fechas son<br />
importantes. Nada menos que 35 años<br />
ha tardado esta obra maestra en subir a<br />
un escenario. ¿Cómo ha sido posible<br />
una injusticia tan escandalosa?<br />
En su artículo Cuatro etapas hacia un<br />
estreno mundial aparecido en el programa<br />
de mano de La Zarzuela, David<br />
Drew intenta justificar -o al menos explicar-<br />
las razones por las que La Dueña<br />
no pudo ser representada en Inglaterra 1<br />
el Covent Ganden había visto el fracaso<br />
de tres óperas inglesas -The Oiympians<br />
de BLiss, Troi/fjs and Cress/do de Watton<br />
y The Midsummer Marriage de Tippettío<br />
que habria dejado «a la Ftoyal Opera<br />
House en mala posición para experimentar<br />
con una obra aparentemente<br />
comparable de un compositor no editado<br />
y nacido en el extranjero». El razonamiento<br />
me parece pobre ya que, según<br />
eso. la calidad de una obra no tendría<br />
nada que ver con su estreno y no se<br />
podrían dar a conocer nuevos títulos si<br />
fracasase alguno anteríor. Por otra parte,<br />
Londres dispone de otro gran teatro, el<br />
ción de manos de artista semejante.<br />
aunque TVE siguiera negándoles, mezquina,<br />
el soporte vídeo.<br />
Felicity Palmer compuso una Dueña<br />
A propósito de la Dueña<br />
Coliseum donde la English National<br />
Opera ofrece títulos en lengua inglesa<br />
Es obvio que The Duenna hubiese cabido<br />
perfectamente en una programación<br />
así. Creo más bien que ha sido la ignorancia<br />
de los directores de teatro británicos<br />
la que ha impedido hasta el momento<br />
el que la excelente obra de Gerhard<br />
sea conocida en la isla.<br />
¿Y España? Después de todo y aunque<br />
la ópera esté en inglés tanto su autor<br />
como la partitura son esencialmente<br />
españolas. También aquí se podrían<br />
aducir razones para el olvido de La Dueña.<br />
El Liceo de Barcelona -que debió<br />
ser la institución encargada de estrenarla-<br />
tampoco hizo nada por daría a conocer.<br />
Claro que Gerhard era un rojo,<br />
un exiliado al que no se le podía hacer<br />
el favor de montarle una ópera Faltaría<br />
más. Pero, si no recuerdo mal, el famoso<br />
general Franco murió en 1975 y La<br />
Dueña llega al Uceo 17 años más tarde.<br />
¡Y Madrid? Con una infraestructura pobre<br />
y con un teatro no propiamente de<br />
ópera era todavía más difícil. Yo he sido<br />
muy crítico con algunos aspectos de la<br />
gestión de Campos Borrego en su etapa<br />
de director de La Zarzuela pero es justo<br />
reconocer que ha sido gracias a él el<br />
que La Dueño haya, por fin, tenido<br />
oportunidad de ser representada. Y al<br />
margen de mi desacuerdo con los deco-<br />
ACTUALIDAD<br />
de enorme energía vocal (qué voz tan<br />
poderosa, tan gruesa, en un descenso<br />
que parece no conocer dificultades) y<br />
espléndida de histrionismo. Los otros<br />
protagonistas que dieron la doble dimensión<br />
de comedia y canto fueron<br />
Richard Van Alian y Enrique Baquerizo,<br />
un verdadero descubrimiento este<br />
último por su composición del personaje.<br />
Sharon Cooper demostró no sólo<br />
gran agilidad vocal, sino además un<br />
considerable sentido de la comedia<br />
(que, en teatro, es tal vez lo más difícil);<br />
su espléndida presencia física no<br />
daba para una típica dama joven, pero<br />
sí para una mujer en su máximo esplendor.<br />
Los dos go'ones fueron muy<br />
bien servidos por las voces adecuadas<br />
de Michaels-Moore y Rendall. El espectáculo<br />
fue una fiesta, como Plaza y<br />
Ros pretendían, y como sin duda pretendió<br />
Gerhard. El Finale es excesivo,<br />
quizás ya en el original. Lamentablemente,<br />
el compositor no pudo concederse<br />
una segunda oportunidad operística,<br />
Santiago Martín Bermúdez<br />
rados y algunos aspectos de la dirección<br />
escénica, el montaje de Lo Dueño ha tenido,<br />
en conjunto, un excelente nivel.<br />
Habrá que contentarse, por aquello de<br />
«Más vale tarde...», aunque no deja de<br />
ser amargo, muy amargo, que Roberto<br />
Gerhard haya muerto sin poder ver su<br />
ópera, una ópera, además que puede<br />
ser gustada por todos (en las tres representaciones<br />
a las que asistí el éxito fue<br />
notorio) una obra divertida, con un excelente<br />
trabajo vocal y sobre todo con<br />
una soberbia labor orquestal.<br />
Triste destino el de los músicos con<br />
talento en España. ¿Cómo iba el maestro<br />
catalán a aventurarse de nuevo en el<br />
campo de la ópera si tales dificultades<br />
tuvo con la pobre Dueña! En un panorama<br />
tan anémico y desnutrido como es<br />
el de la época en España, el caso de La<br />
Dueña es hasta significativo. Si se sigue<br />
por el mismo camino que no se impaciente<br />
Pablo Sorozábal en su tumba A<br />
lo mejor dentro de 20 ó 30 años algún<br />
director con un mínimo de sentido de la<br />
justicia se le ocurrirá montar Juan José. Y<br />
un consejo final para los posibles operistas:<br />
si no quieren seguir los pasos de<br />
Gerhard y Sorozábal que no se les ocurra<br />
escribir ninguna ópera a no ser que<br />
tengan un contrato en la mano,<br />
Carlos Ruiz Silva<br />
SCHERZO 39
ACTUALIDAD<br />
VALENCIA<br />
Cálida Cenerentola<br />
Valencia. Teatro Principal. 11 24 y 26-1-92 Rossmi: La Cenerentola. Raquel Pierotti (días 22 y 24) e Nxaro Meninala<br />
(Angelina), Ernesto Palacio (Don Ramiro), Carlos Chausson (Don Magnifico), Oinstopher Robertson (Daratim).<br />
Dirección escénica Emilio Sagí Orquesta Sinfónica de Valencia. Coro de Valencia. Dirección musical: Bertrand de<br />
Btlly. Producción del Festival de Glyndeboume. propiedad del Teatro de la Zarzuela.<br />
La Cenerentola<br />
L<br />
a versión de La Cenerentola -primera<br />
ópera rossiniana que sube<br />
este año a un escenario españolescuchada<br />
en el Teatro Principal puede<br />
calificarse de redonda. Esta vez, el equilibrio<br />
de calidades fue indiscutible y, desde<br />
luego, a la aitura de la calidad, relativa,<br />
con la que se interpreta a Rossini en los<br />
más destacados teatros. La puesta en escena<br />
restituía en parte el carácter de<br />
cuento de la obra original de Perrautt despojada<br />
de elementos mágicos por el filtro<br />
ilustrado y el clasicismo de Rossini. La figuración,<br />
barroca y abstracta, del canto<br />
rossiniano (antirrealista por excelencia)<br />
devuelve ya toda la magia de la obra.<br />
Desde la triste canción Uno vofca c'era un<br />
Re hasta el triunfal Rondó de Angelina,<br />
Rossini obra como auténtico alquimista.<br />
Consigue oro puro. La escena, bien concebida<br />
en conjunto, aportaba de forma<br />
ndife¡ sesgo de fábula: los caballos de cartón,<br />
las maquetas enfrentadas de los palacios<br />
del Príncipe y de Don Magnifico o la<br />
representación en un teatro de guiñol de<br />
ia Tormenta. Sobre este transfondo encantador<br />
v nada pretencioso Emilio Sagí<br />
dirigió la escena con intención, gracia y<br />
nunca contra el principio Pnma la Música<br />
Musicalmente, la versión fue deudora, excepto<br />
algún corte en las repeticiones, de<br />
la moderna restitución rossiniana. Resultó<br />
sorprendente la soltura y el buen estilo<br />
del jovencísimo director Bertrand de Bill/,<br />
que obtuvo buena respuesta de la Orquesta<br />
Sinfónica de Valencia. Claro está,<br />
de Btlly todavía es incapaz de exprimir la<br />
genialidad de algunos conjuntos, de sostener<br />
toda la progresión, tan precisa, de páginas<br />
como el final del primer acto, cuya<br />
música la desarrolló mejor en la obertura,<br />
y el Questo é un nodo awsluppato. que fue<br />
40 SCHERZO<br />
Foto: A DE 8EMT0<br />
magnifico pero no mágico. El conjunto de<br />
las voces mantuvo un buen nivel. A Raquel<br />
Pierotti, segura en el registro medio<br />
y agudo, sólo la escuché en el ensayo general.<br />
La representación que aquí comento<br />
presentaba a la joven rtxaro Mentxaca<br />
en el difícil papel de Angelina Para estrenarse<br />
en tal papel el resultado fue bueno<br />
y prometedor. La voz fue a más a lo largo<br />
de la obra, aunque le falte lógicamente<br />
ganar volumen o acentuación en algunas<br />
notas. La coloratura resultó nítida casi<br />
siempre y abreviada en algún pasaje del<br />
Rondó final. Ernesto Palacio demostró su<br />
cualidad de buen rossiniano. dominio del<br />
fraseo, elegancia y el buen oficio para resolver,<br />
actualmente, los sobreagudos de<br />
su aria y cabal etta. Carlos Chausson está<br />
en un excelente momento; no sólo ha<br />
recuperado, sino ganado en volumen, redondo<br />
en todo el registro y peso en los<br />
graves. Muy bien en la intención vocal,<br />
exagerado para mi gusto en algunos momentos<br />
escénicos, pero no escamoteando<br />
jamas el canto. Voz fresca y bien timbrada<br />
la de Christopher Robertson en<br />
Dandini, resolviendo la ornamentación<br />
por lo general. En este aspecto es difícil<br />
un Dandini perfecto. Es, Robertson, un<br />
cantante a tener en cuenta. Correcto el<br />
Alidoro de Serraiocco y destacada la Clorinda<br />
de Isabel Monar. Por debajo de sus<br />
posibilidades el Coro de Valencia, que<br />
atravesó un mal momento, quizá por fatiga<br />
y disparidad en sus últimas actividades.<br />
En resumen, una función demostratrva en<br />
muchos sentidos. Se es capaz de hacer<br />
buena ópera en Valencia y debe hacerse<br />
más: ¡escucha esto quien debe escucharlo?<br />
Rías Cortés<br />
Rossini<br />
al sesgo<br />
Valencia. Palaii de a Música. I 1-1-92 Rossini: Pequeña<br />
Misa Solemne Glona Fabuel. soprano; Itxaro<br />
Mentxaca, mezzo; Joan Cabero, tenor jos* Antonio<br />
Gaml, barítono; Bertomeu |aurne, piano; Miquel<br />
Estelnch. armonio Coro de Valencia. Director<br />
FranGscoJ. Perales.<br />
La Pequeño Misa solemne, compuesta<br />
en 1864, cuando Rossini tiene 72<br />
años, no deja de ser inquietante. Tres<br />
años antes se ha estrenado Los Troyanos<br />
de Berlioz y. durante los tres años<br />
siguientes se estrenan Tristón e Isolda y<br />
el Don Cario, por ejemplo. £1 reacdonario<br />
Rossini, aunando formas preclásicas<br />
y tentando fórmulas contemporáneas,<br />
nos presenta en esta obra magistal<br />
-nada pequeña y nada solemne- un<br />
alegato de su clasicismo y de sus gustos<br />
más íntimos e ¡rren un dables; y no<br />
sólo en matena de canto. Esta creación,<br />
íntima y depurada, dirigida fundamentalmente<br />
a músicos, es difícil recrearla<br />
en la versión original prefenda por<br />
el compositor: doce voces, incluidos<br />
los solistas, dos pianos y un armonio.<br />
Todavía más si no se produce en el<br />
espacio exactamente adecuado. La<br />
versión que escuchamos en el Palau<br />
de Valencia prescindió del ripieno del<br />
segundo piano, el armonio fue completamente<br />
inaudible, excepto en el<br />
breve pasaje del Sonctus, el coro estuvo<br />
formado por 49 voces y el Prélude<br />
religieux, para piano, fue suprimido.<br />
Hubo, pues, desequilibrio. Desde este<br />
punto de partida la interpretación sólo<br />
funcionó a ratos, sobre todo gracias a<br />
los solistas. Francisco J. Perales, excelente<br />
director del Coro de Valencia y<br />
que ha protagonizado algunas interesantes<br />
versiones como director de orquesta,<br />
planteó la obra con un tempo<br />
en conjunto demasiado lento, en mi<br />
opinión, aunque no hasta el extremo<br />
de El Mesías ofrecido en diciembre<br />
pasado. Quizá el momento actual del<br />
Coro lo propició en parte. Hubo desajustes<br />
en las entradas de los bajos,<br />
emisión destimbrada en ios tenores.<br />
En el Cum Soneto Spiritu el piano fue<br />
prácticamente sepultado por la masa<br />
coral. Lo mejor fueron, pues, los solistas<br />
vocales. Joan Cabero por su voz lírica<br />
fresca y aJgunas conseguidas modulaciones<br />
en su solo; Glona Fabuel<br />
por su gusto y timbre, aunque pareció<br />
incómoda por momentos en tesitura,<br />
e Itxaro Mentxaka por su magnífico<br />
Agnus De; y por la notable evolución<br />
de su voz. Y poco mas.<br />
B.C.
Sawallisch, maestro<br />
Viten. Palau de la Música 3-2-93. Bntten: Vonoaones sofcfe un [eme de Purcet Stravmskr Suite de HJnneJIa; Mendelssotm:<br />
Sinfonía n* 3. Orquesta filannónica deila Scala. Director Wofgang Sawallisch<br />
Sawallisch dio una lección, sólo una.<br />
Cuando ha/ tantos conciertos pulcros,<br />
muchos buenos, pero en los que es siempre<br />
raro que se produzca el momento<br />
mágico, la versión de la Escocesa de Sawallisch<br />
ha/ que considerada memorable.<br />
Incluyo en este concepto tanto la interpretación<br />
que nos parece admirable desde<br />
una mirada despierta / reflexiva, como<br />
la que nos arrastra con entusiasmo / nos<br />
anula toda distancia critica Fue, esta última,<br />
mi respuesta ante el Mendelssohn de<br />
Sawallisch, subjetiva sin paliativos y, por<br />
tanto, abierta a la disidencia. La Orquesta<br />
della Scala no es la Filarmónica de Viena<br />
No importa. Como demostraron, en las<br />
demás obras, no era impecable ni extraordinaria.<br />
Pero la calidad técnica / la entrega<br />
entusiasta a la batuta del director<br />
fueron suficientes. La mano derecha marcó<br />
claro y firme el compás, dejando libertad<br />
al fraseo del viento, sobre todo en los<br />
solos; la mano izquierda de Sawallisch, estuvo<br />
atenta, expresiva, nerviosa, constantemente<br />
regulando la dinámica de cada<br />
familia de los arcos. El primer movimiento<br />
resultó excepcional por la pulsación mantenida<br />
El Adagio no fue profundo, si por<br />
ello se entiende un rubato romántico, pero<br />
el sentido del canto, natural y simple,<br />
es una de las virtudes de Sawallisch y de<br />
la Orquesta italiana El Allegro final fue vigoroso<br />
y entusiasta, no siempre impecable<br />
en la respuesta orquestal. Sawallisch,<br />
desde el ngor formal, recreó un Mendels-<br />
Wo//garg Sav/allixh<br />
sohn luminoso, juvenil, nervioso. La evocación<br />
de Escocia, del primer romanticismo,<br />
queda ante todo en algunos pasajes<br />
de las maderas, pero ¡a Escocesa de Sawallisch<br />
mira literalmente hacia el Sur El<br />
planteamiento formal de este buen representante<br />
de la escuela alemana, no<br />
siempre bien valorado, en conjunción con<br />
su punzante vivacidad y la Orquesta della<br />
Scala, consiguieron un Mendelssohn, desde<br />
mi punto de vista, extraordinario. La<br />
obra de Britten resultó brillante, sin mas.<br />
En Pule/neto, ni Sawallisch pareció inspirado,<br />
ni los músicos precisos. La obra transcurrió<br />
ajena, como si la orquesta quisiera<br />
descansar de ese repertorio (vía Muti).<br />
Tres sopranos valencianas<br />
Valónela. Centro Giftural Caja 6e Valencia. 29, 3I-I/6-H-92. Anemona/ Cbmien Andú^ar. Recitales de las sopranos<br />
Angeles Lúpez Artigas. Goria Fabuel y M* Angeles Peten. Bertomeu Jaume, piano.<br />
Bajo el título Tres Voces Valencianas<br />
de la Lírica se quiso rememorar la figura<br />
de Carmen Ándújar, cantante valenciana<br />
destacada en el bed y protagonista<br />
en estrenos de músicos valencianos<br />
como Rodrigo, Palau, Esplá, Garcés,<br />
entre otros. Angeles López Artiga, que<br />
días después tenia previsto un recital<br />
de obras propias en el Palau de la Música,<br />
centró su programa en Manuel Palau,<br />
del que cantó La Pinja y Cuatro Lieder.<br />
La segunda parte del programa estuvo<br />
dedicada a páginas de zarzuela.<br />
Los recitales de Gloria Fabuel / M* Angeles<br />
Peters sirvieron en gran parte,<br />
para medir el momento vocal de dos<br />
jóvenes sopranos valencianas. Gloria<br />
Fabuel parece atravesar una transformación<br />
vocal o punto de inflexión que<br />
no debe pasar inadvertido. Al mismo<br />
tiempo que un aumento de volumen y<br />
densidad en el registro central, se advierten<br />
notas fijas y tensas, en forte, en<br />
las inmediatas al poso, Fue demostrativo<br />
en la romanza de Lo parranda y en<br />
la canción de La Tempronica. En las<br />
propinas, sobre todo en la Gran Vía,<br />
volvió a confirmar su exacto fraseo y<br />
timbre. M* Angeles Peters abordó un<br />
programa comprometido y en un espacio<br />
que no favorece la expansión de<br />
los armónicos. En las tres canciones y<br />
cuatro arias de Vicente Martín y Soler<br />
demostró su dominio estilístico y su<br />
ACTUALIDAD<br />
Un conjunto<br />
admirable<br />
Vitan*. Music-Hill del Rjatto. 6-2-92. Obra» de<br />
SchcVíberg. Tor\i Tatonitsu, Edsori Denissow. Strawnsta<br />
y Luis fBanes. Gmpo InOnxnental de Valenria.<br />
Patricia Llorera soprano. Director Jean ñerre<br />
Dupuy.<br />
Tercer concierto del Grupo Instrumental<br />
bajo la batuta del prestigioso<br />
pianista y director francés Jean-Pierre<br />
Dupuy, actualmente titular de la formación.<br />
Este grupo, uno de los escasos<br />
grupos estables dedicados a la<br />
música contemporánea en España,<br />
ha sido creado desde el Centro de<br />
producción del Área de Música de<br />
Valencia. Tiene /a previstas varias giras<br />
internacionales y una grabación<br />
discográfica. En el concierto que se<br />
comenta, la calidad del grupo resultó<br />
notable, con algunos solistas, como<br />
el clarinetista José Cerveró, excelentes.<br />
La Sinfonía de Cámara op. 9 de<br />
Schonberg nos demostró la óptica<br />
de Dupuy, más desde el presente<br />
que desde los precedentes, no escasos,<br />
de la música anterior a 1906,<br />
año de la composición. Dupuy acentuó<br />
ese despojamiento, sin complacencias<br />
por rellenar o suavizar los pasajes<br />
más melódicos y poniendo en<br />
evidencia la complejidad contrapuntlstica<br />
de la obra, la permanente huida<br />
de la polarización tonal. Stanza I<br />
de Takemitsu crea interesantes atmósferas<br />
y pasajes de canto sobre el<br />
texto del Tractotus de Wittgenstein.<br />
La obra estrenada de Luis Blanes,<br />
Desintegraciones (ganadora del Concurso<br />
de composición de música de<br />
cámara, de la Diputación de Valencia),<br />
desde la sencillez formal / la tradición<br />
que asume, produjo un gratificante<br />
juego tímbrico y una notable<br />
capacidad norraúva o de movimiento.<br />
Las Trois piéces pour quatour á cor-<br />
EL ESPLENDOR ESPAÑOL<br />
LO ESENCIAL DE LA MÚSICA CLASICA ESPAÑOLA<br />
MÚSICA DE LA ÉPOCA £)E CRISTÓBAL COLON<br />
— Música Resérvala 434 201-2<br />
Caja 10 CDs Sena Media 434 200-2<br />
"ambién disponibles individualmente<br />
MÚSICA BARROCA ESPAÑOLA<br />
Figueras-Savall-Koopman 434 202-2<br />
MÚSICA CORAL SACRA ESPAÑOLA<br />
Obras de Victoria-Ferrer-Esplá-Mompou «34 2032<br />
ANTOLOGÍA DE LA ZARZUELA<br />
Orquesta Sinfónica y Coros de la RTVE<br />
Igor Markevitch 434 204-2<br />
CANCIONES ESPAÑOLAS<br />
José Carreras 454 205-2<br />
ESPAÑA<br />
Orquesta Sinfónica y Coros de la RTVE<br />
Igor Markevilch 434 206-2<br />
FAMOSAS DANZAS ESPAÑOLAS<br />
Pepe y Celín Romero 434 207-2<br />
JOAQUÍN RODRIGO<br />
Pepe Romero - Sir Pieville Marriner 434 208 2<br />
MANUEL DE FALLA<br />
Varios intérpretes y directores 434 209-2<br />
PADRE ANTONIO SOLER<br />
Rafael Puyaría 434 210-2
Maisky,<br />
el vitalista modesto<br />
Esta entrevista tuvo lugar coincidiendo con la actuación, a comienzos de año, de (a<br />
Royal Philharmonjc y Ashkenazy en el primer concieto Fuero de Sene, del Madrid 92.<br />
En el programa, el Don Quijote straussiano, interpretado en su parte solista<br />
por el violonchelista israeli, de origen ruso. Míscha Maisky, que ya ha<br />
visitado España en ocasiones anteriores (gira con la Filarmónica de Israel<br />
y Mehta, o actuaciones en el Festival de Cananas). De Maisky impresionan dos<br />
características, su sencillez, que le hace reconocer su admiración por todos<br />
los grandes del violonchelo, desde Casáis hasta Du Pré, pasando por sus dos<br />
maestros sucesivos, Rostropovich y Piatigorsky, y que se prolonga hasta su respeto<br />
y afecto por otros muchos colegas no violonchelistas, y de otra parte su optimismo<br />
vitalista, patente en toda la conversación. Que una persona sepa sacar enseñanzas<br />
y aspectos positivos de su experiencia en prisiones, campos de trabajos y sanatorios<br />
psiquiátricos de la antigua Unión Soviética -único delito, la marcha de su hermana<br />
mayor a Israel-, entre los 21 y los 24 años de edad, define la categoría humana<br />
de este artista. Maisky, de inmediata actuación en otro de los conciertos del<br />
Madrid Cultural, habla, para entendemos, como un aficionado (esa cualidad que,<br />
en esta misma revista, se ha señalado en ocasiones de otro entrañable músico,<br />
Antoni Ros Marbá), mantiene intacta su capacidad de asombro<br />
y define la práctica de la música como el mejor bobby posible..<br />
Estas son sus manifestaciones.<br />
ENTREVISTA<br />
FOTO: S.E.MAEDER/DGG<br />
SCHERZO 43
ENTREVISTA<br />
SCHERZO.-Pora muchos de nosotros, la primera<br />
noticia directa acerca de su capacidad interpretativa<br />
llegó con la grabación del Doble Concierto<br />
de Brahms que usted y Kremer tocoron en<br />
Viena, bajo la dirección de ñemstein. ¿Podría hablarme<br />
de su trabajo con este último, al que usted<br />
ya ha conocido en los estadios finales de su<br />
carrera?<br />
MISCHA MAISKY.-B¡en. yo siempre digo, a este respecto,<br />
que me considera el violonchelista más afortunado del mundo,<br />
por muchas razones diferentes; como usted ha dicho, yo<br />
no tuve muchas oportunidades de tocar con Bernstein, pero<br />
en total vine a hacer con él unos veinte conciertos, / efectué<br />
tres grabaciones a su lado, esto es, el Doble Concierto de<br />
Brahms que usted ha citado, el Concierto en la menor de Schumann<br />
-que también se grabó con la Filarmónica d» Viena-,<br />
más el Concierto de Dvorak y Schelomo de Bloch, estas dos últimas<br />
grabadas en Israel con la Filarmónica. Se suponía también,<br />
estaba así previsto, que íbamos a hacer juntos el Primer<br />
Concierto de Shostakovích y la Sinfonía Concertante de Prokoffev,<br />
pero, desgraciadamente, para esto ya no hubo tiempo.<br />
Este último disco, no grabado, era idea suya, porque eran dos<br />
obras que él no había llevado nunca al disco y estaba muy ilusionado<br />
con el proyecto, y yo, naturalmente, me sentía muy<br />
honrado por su proposición, pero... Bueno, el hecho de haber<br />
tenido el privilegio de trabajar con él, muy intensamente, aunque<br />
haya sido sólo durante tres años, más o menos, lo considero<br />
muestra de una gran suerte a mi favor. Otra de las razones<br />
por las que me creo muy afortunado es por el hecho de<br />
haber sido alumno, me parece que el único, tanto de Rostropovich<br />
como de Piatigorsky. Y también me considero muy<br />
agraciado por la suerte al haber podido trabajar con pianistas<br />
extraordinarios: Radu Lupu, Peter Serkin, Malcolm Frager, Nelson<br />
Freiré, Martha Argerich, y muchos otros, con los que he<br />
vivido conciertos extraordinarios, ¿Le digo otro motivo para<br />
sentirme orgulloso de mi suerte? Pude conocer a Pablo Casáis<br />
dos meses antes de su muerte, cuando él tenia casi 97 años, y<br />
tocar para él: eso es algo que nunca olvidaré; siempre fue mi<br />
sueño, desde que yo era un muchacho, poder tocar un día el<br />
violonchelo para Pablo Casáis, máxime cuando los periódicos<br />
empezaron a decir, en la URSS -en la época en que yo todavía<br />
residía en Rusia-, que había posibilidades de que él viniera<br />
a la Unión Soviética. Claro, esto nunca sucedió, así que yo<br />
empecé a perder toda esperanza de llegar a conocerle: pero<br />
luego, cuando yo me había ya marchado de allí, Casáis acudió<br />
al Festival de Israel, en el año 73, a dirigir una orquesta<br />
juvenil, y dio dos conciertos, impresionantes; yo estuve en<br />
los conciertos y en todos los ensayos, y fue algo increíble. Él<br />
apenas podía andar, y tampoco se esforzaba demasiado en<br />
ello, porque trataba de preservar sus energías, las que le<br />
quedaban; y es que murió de puro anciano, como una vela<br />
que se extinguiera y llegara a su fin. y él lo sentía, sabía que<br />
no le quedaba mucha energía, y por eso iba rodeado de<br />
personas que lo hacían todo por él, y le llevaban en una silla<br />
de ruedas, y le ayudaban a llegar hasta el pódium... Bueno,<br />
cuando tú le veías llegar, pensabas; "¡Oh, Dios mío!, pero<br />
¿qué va a hacer este pobre hombre, si apenas se tiene en<br />
pie?" Y, de súbito, en el pódium, una energía increíble salía a<br />
la superficie, y empezaba a dirigir, y a hablar a todos los músicos,<br />
¡algo impresionante! Yo tuve la oportunidad de tocar<br />
ante él, y pasé tres horas en la suite de su hotel, y toqué<br />
fragmentos de las Su/tes de Bach, y de las Sonatas para Violo<br />
da gamba, y también el Concierto en si menor de Dvorak, y<br />
algunas otras obras; luego estuve hablando con él largo rato,<br />
fue una experiencia inolvidable, y siempre me he tenido por<br />
el hombre más venturoso del mundo, porque esta oportunidad<br />
se produjo dos meses antes de su muerte, e incluso las<br />
44 SCHERZO<br />
fotos que alguien tomó durante este encuentro, esto me lo<br />
dijo Martita, su viuda, seguramente fueron las últimas que se<br />
le hiñeron a Casáis, porque en los dos últimos meses de su<br />
vida, en Puerto Rico, no le tomaron ninguna foto. Así que, ya<br />
se lo he dicho, me parece que soy un hombre bendecido<br />
por la suerte por muchas razones.<br />
Bueno, pero usted me preguntaba por Bemstein, y creo<br />
que con él fui especialmente afortunado: para mí, Bemstein ha<br />
sido uno de los grandes músicos de nuestro tiempo, y ciertamente<br />
uno de los más grandes músicos con los que yo haya<br />
tenido el privilegio de trabajar o de estar asociado- Él tenía,<br />
desde luego, una personalidad más bien única, especialísima.<br />
con una rara combinación de cualidades y talentos, era la suya<br />
una personalidad inspiradora, aunque también difícil, porque<br />
no era fácil trabajar con él..<br />
S.-Creo que cuando acompañaba a un solista no le prestaba<br />
una atención excesiva...<br />
M,M.-¡Sí, exacto, eso es! (Gestos diversos, en los que imita por<br />
unos momentos o Bemstein, dirigiendo, como si se diera cuento<br />
en un cierto instante de que a su izquierda habla un solista) ya<br />
sabe usted lo que él solía decir "Lo siento, no soy un acompañante;<br />
ni siquiera soy un director ¡sólo soy músico!" Y esto,<br />
en un cierto sentido, probablemente era cierto, porque él era<br />
tan profundamente músico, y se dejaba envolver tan hondamente<br />
por la música, hasta el encantamiento mismo, hasta ser<br />
dominado por la emoción de la música, que, muy a menudo,<br />
¡se olvidaba por completo de que allí había un solista! Él no<br />
era, en absoluto, uno de esos grandes directores acompañantes,<br />
como Zubin Mehta, o Seiji Ozawa, o Abbado, o como dicen<br />
era Ormandy, o como Maazel, con los que tú puedes hacer<br />
exactamente lo que quieras, porque ellos ya saben cómo,<br />
dónde y cuándo vas a hacer lo que vas a hacer, y se anticipan<br />
a tus acciones, Bemstein no era de este tipo de artistas y por<br />
eso no era nunca fácil para un solista tocar con él en concierto,<br />
porque para ir juntos, ¡tú eras el que te tenías que preocupar<br />
de ir con él, porque él no iba a estar pendiente de ir contigo!<br />
Así, por ejemplo, en el Concierto de Dvorak yo me tenía<br />
que preocupar de hacer cosas que habitualmente no hago,<br />
¡para no perderle!, pero la experiencia era sumamente inspiradora<br />
S.-EJ Doble Concierto de Brahms, ¿es la única obra que grabó<br />
con Hemstein en vídeo o Laser-Disc?<br />
M.M.-No, el Concierto de Schumann también fue grabado<br />
por la Unitel para televisión, y creo que se editará pronto en<br />
el soporte del Video-Disco. En cambio, nunca se hizo filmación<br />
del Concierto de Dvorak, porque para los equipos de televisión<br />
resultaba muy costoso desplazarse hasta Israel, así que<br />
de ese trabajo sólo existe la grabación de audio, y quiero decirle<br />
algo: yo soy un gran creyente en las posibilidades de la<br />
imagen, y soy un fon de las grabaciones en Laser-Disc.<br />
S.-Cuondo usted dice que se considera una persona muy afortunada<br />
me imagino que no se refiere al período comprendido entre<br />
1969 y 1972, ya que por esas fechas se bailaba internado en<br />
prisión, en la antigua Unión Soviética.<br />
M.M.-Pues... (Con cierta expresión de "Me temía esta pregunta.,."),.,<br />
todo depende de cómo te tomes las cosas en la vida;<br />
la verdad es que la vida es bastante complicada, y todo depende<br />
de tu propia perspectiva, porque hasta los mismos hechos<br />
pueden ser experimentados de forma muy diferente, según<br />
sea la perspectiva con que se contemplen. Claro, si usted<br />
examina mi caso, privado de libertad muy joven, cuando, siendo<br />
estudiante, mi carrera empezaba a parecer promisoria, sin<br />
poder ver ni siquiera mi violonchelo durante dos años y medio,<br />
en los que tuve que dedicarme a amasar y mezclar cemento<br />
en un campo de trabajo, mas otros dos meses en un<br />
hospital psiquiátrico, por mi negativa a hacer el servicio militar<br />
soviético, bueno, claro, todo eso es una experiencia muy trau-
mética y desdichada, es verdad. Pero, mire, yo siempre trato,<br />
unas veces con éxito, otras no, de encontrar cualidades positivas<br />
en todas las experiencias de la vida, porque creo que somos<br />
capaces de sacar algo de valor en todo lo que nos sucede.<br />
Por ejemplo, a causa de esas experiencias que acabamos<br />
de mencionar, no tuve la oportunidad de acabar el último año<br />
del Conservatorio de Moscú, asi que nunca obtuve el diploma<br />
de tal institución: yo siento que conseguí una educación mucho<br />
mas completa gracias a ello, ¡bueno, eso creo! Las experiencias<br />
de la vida, lógicamente, te afectan mucho como ser<br />
humano. Naturalmente, también te afectan como músico. Yo<br />
he aprendido mucho de tales experiencias, y, en un cierto<br />
sentido, aunque puede sonar perverso ío que voy a decirle,<br />
creo que he tenido suerte al vivirlas. Creo que a mi visión, a<br />
mi perspectiva de la vida, le han dado una amplitud mucho<br />
MiSCHA MAISKY<br />
mayor, una dimensión superior.<br />
Hace no mucho, como unos dos<br />
años, me hicieron una entrevista<br />
en el Japón, y alguien me preguntó:<br />
"¿Cómo podría usted describir<br />
si su manera de tocar cambió durante<br />
esos años." Bueno, pues la<br />
pregunta me pilló por sorpresa,<br />
era algo que no me había planteado<br />
hasta entonces, y así se lo dije<br />
a mi entrevistados Pero para<br />
hablarle de ello tomé un ejemplo<br />
de técnica fotográfica: yo no soy<br />
un fotógrafo profesional, me limito<br />
a sacar fotos de mis hijos, y<br />
uso una cámara automática muy<br />
simple, nada compleja, pero el caso<br />
es que los fotógrafos utilizan<br />
diversos tipos de lentes, e incluso<br />
de cámaras, y ello me dio la idea<br />
de este ejemplo, es decir la experiencia<br />
de todos esos años me<br />
ha enseñado a ajustar mi óptica a<br />
diversos tipos de lentes, desde el<br />
zoom al gran angular, a aumentar<br />
mis posibilidades de visión de las<br />
cosas, y si esto lo llevamos a la<br />
música, mi superior graduación,<br />
por así decirio, me ha ayudado a<br />
no quedarme en los meros detalles,<br />
sino a contemplar con más<br />
alcance el diseño de una obra, sus<br />
lineas maestras o sus claves de<br />
desarrollo, y a no sacrificar la visión<br />
del todo por la de las partes,<br />
o sea que mi expenencia de enclaustramiento<br />
y prisión me ha<br />
ayudado a tener más puntos de<br />
vista sobre casi todas las cosas y<br />
personas. ¡Hay tantas cosas en la<br />
vida que damos por supuestas,<br />
que nos parecen lo más normal<br />
del mundo, y no nos damos<br />
cuenta de lo maravilloso que es el<br />
milagro mismo de su existencia,<br />
de su presencia entre nosotros!<br />
Mire, ya ni apreciamos lo extraordinario<br />
que es poder pasear sobre<br />
la tierra, sentirla y tocarla: claro,<br />
hoy, en las grandes ciudades,<br />
eso de ver y palpar la tierra, ¡no<br />
suele estar a la orden del día! ¿Y<br />
qué me dice de la posibilidad de andar bajo los árboles o de<br />
fOT0iS£.MAEDER/DGG.<br />
ver el cielo? Esas cosas, por desgracia, se nos olvidan, y tendríamos<br />
que estar dando gracias, a diario, por tenerías tan cerca<br />
de nosotros.<br />
S-¿Podríamos hablar de sus primeros años de estudio y de trabajo<br />
en Rusia, de la época en que usted obtuvo el Premio Chaikovski<br />
y empezó a Trabajar con Rostropovich en Moscú? Entiendo<br />
que sus problemas con las autoridades empezaron más tarde,<br />
con motivo de un viaje de su hermana a Israel...<br />
M.M.-Sí, fue así, ese fue el motivo, al menos el motivo oficial...<br />
S.-En el tiempo en que estudió con Rostropovich, ¿tuvo ocasión<br />
de conocer o tratar a Shostokovich?<br />
M.M.-Sí, ¡fue algo fantástico! Yo era muy joven, y tampoco<br />
es que fuera, por entonces, muy despierto, pero tenía plena<br />
SCHERZO 45
ENTREVISTA<br />
conciencia de lo que era estar ante él. Para nosotros era el<br />
más grande compositor vivo, quiero decir para los jóvenes, y<br />
la oportunidad de poder tener frente a ti a un músico de tal<br />
calibre era algo fascinante. Con todo, no me quiero adornar<br />
con méritos ajenos; yo nunca tuve un encuentro, digamos, íntimo<br />
con él, siempre que hablé con él fueron conversaciones<br />
breves, pero tuve la suerte de estar presente en varias de las<br />
primeras audiciones de sus obras finales, como, por ejemplo,<br />
el Segundo Concierto para violonchelo, la Sonata para violln, las<br />
últimas Sinfonías o algunos de los Cuartetos, y también tuve la<br />
suerte de estar en muchos de estos ensayos, a los que él asistía<br />
invariablemente, y era algo muy especial el verle en esos<br />
instantes. Por desgracia nunca llegué a tocar para él, lo cual<br />
era en parte lógico, ¡porque Rostropovich era quien siempre<br />
tocaba el violonchelo para él! Los demás nos limitábamos a<br />
mirar y a aprender,<br />
S.-¿ Tiene usted en repertono sus Conciertos para vio I ánchelo?<br />
Deduzco que el Primero sí, por lo que antes me contó de Bemstein...<br />
M.M.-¡Sí, sí, naturalmente! ¡Y no sólo los dos Conde/tos! To-<br />
•ÍCÍSCHERZO<br />
co prácticamente todas<br />
las obras que él concibió<br />
para violonchelo, como la<br />
Sonata, o el Moderólo, o<br />
los mismos Tríos, cuya parte<br />
para chelo es tan extraordinaria.<br />
La verdad es<br />
que amo toda la música<br />
de Shostakovich, y tengo,<br />
desde hace años, la ilusión<br />
de grabar los dos Conciertas<br />
de chelo. El año pasado,<br />
ya se lo he contado,<br />
parecía que iba a poder<br />
hacer el Primero con<br />
Bemstein, pero ahí el destino<br />
jugó en contra; ahora<br />
estoy en conversaciones<br />
con las gentes de mi compañía<br />
de discos para intentar<br />
una nueva grabación<br />
de estas dos obras,<br />
naturalmente con otros<br />
directores y seguramente<br />
otra orquesta, diferente<br />
de la de Israel. Confío en<br />
que esto se pueda grabar<br />
el año próximo. Me haria<br />
mucha ilusión poder incluir<br />
a Shostakovich, por<br />
fin, en mi repertorio grabado.<br />
Los dos Conciertos<br />
son obras admirables, tan<br />
diferentes el uno del<br />
otro... Desde luego quiero<br />
grabar la Sonata para violonchelo<br />
y piano, y también<br />
algo que seguramente le<br />
sorprenderá, la Sonata para<br />
viola y piano en la versión<br />
de violonchelo, ¡que<br />
existe!, y que es casi una<br />
transcripción litera!, sin alterar<br />
nada de la escritura<br />
original para viola. Le confesaré<br />
que todavía no he<br />
tocado esta transcripción,<br />
pero conozco muy bien la obra original, que es su última comroro:fi£¡NHARI<br />
•AUu-/ D.G.G<br />
posición, la terminó pocos días antes de su muerte, y que es<br />
profundamente diferente de la Soneto para violonchelo, que está<br />
escrita en los años 30, pero creo que esto hace aún más interesante<br />
la idea de grabar juntas, en un mismo disco, las dos<br />
obras.<br />
S.-Me atrevería a decirle que, a través del repertorio que de<br />
usted ha publicado su empresa fonográfica, Deutsche Crammophon,<br />
se puede tener la idea de Mischa Maisky como un artista<br />
exclusivamente volcado en el repertorio clasico-romántico, pero,<br />
por lo que voy deduciendo de esto conversación, usted no se conforma<br />
sólo con esa parcela..,<br />
M.M.-Ya le entiendo, si, y en parte es una pena esa limitación<br />
en el repertorio... De todas formas, todas las compañías<br />
de discos tienen sus propias ideas sobre la política comercial,<br />
y, bueno, no sé si es muy acertado que yo comente estos<br />
temas, porque yo no tengo nada en contra de mi empresa, y<br />
no me importa reconocer que estoy muy contento con las<br />
grabaciones que me han ido proponiendo, pero me doy<br />
cuenta de que, ¡lógicamente!, la venta de los discos es el ob
ach, vfvaldi:<br />
j' conciertos para 3 y 4 violines<br />
¿ o claves (versiones originales<br />
1 sus transcripciones)<br />
v5»5»*>cademy oí Ancient Musíc<br />
K£ Christopher Hogwood<br />
433053-2<br />
moiBrt<br />
sonatas K 545 y 570<br />
fantasía K 475. glga K 574<br />
rondó* K 485 y 511<br />
mlnuftto K 355. andante K 616<br />
Andrés Schiff en el<br />
fortepiano de Mozart<br />
(grabado en la habitación<br />
donde nació el compositor)<br />
.433326-2<br />
vlvaldi:<br />
conciertos para cello<br />
RV 402, 406 y 414<br />
sonatas para cello<br />
RV 39, 42 y 44<br />
Christophe Coin<br />
Academy of Ancient Music<br />
Christopher Hogwood<br />
433052-2<br />
PolyGram<br />
] í BACH<br />
f*w 1 kr.<br />
CHR.I3TOFHFB. HOGWOOD<br />
*»:•..%• . .<br />
VIVAtQI<br />
ICUt C'-iftai 6 S,<br />
CHBISTOFHE COIhj<br />
K4II fi Kf lí<br />
CHHISTOFHEll HOüWOOP<br />
nyman:<br />
songbook sobre textos de<br />
celan, Shakespeare, mozart<br />
y rlmbaud<br />
Ute Lemper<br />
Michael Nyman Band<br />
Michael Nyman<br />
425227-2/4<br />
geiualdo:<br />
responsos del viernes santo<br />
canciones sacras<br />
Centro Música Anlica<br />
di Padova<br />
Llvio Picotti<br />
430832-2<br />
widor<br />
sintonía gótica.<br />
3 nuevas piezas<br />
movfmlentos de las sinfonías<br />
V (toccata), VI y Vil<br />
Thomas Trotter (órgano)<br />
433152-2<br />
nyman: 1-100<br />
rackham: which ever way your<br />
nose bend)<br />
fltkin: sexteto, seddon: 16<br />
Piano Circus<br />
433522-2<br />
"trompeta voluntario"<br />
obras para órgano y metal<br />
bach, haendel, purcell, clarke,<br />
charpentier, trescobaldl...<br />
Peter Hurford<br />
Michael Laird Brass Ensemble<br />
433451-2<br />
novedades L<br />
IHOUAS IROITES<br />
. \
ENTREVISTA<br />
jetivo último de una firma de este tipo, y ellas tienen sus<br />
¡deas acerca de qué cosas venden más y qué otras venden<br />
menos, y lo llevan a la práctica. Yo creo que ellos se fijan como<br />
objetivo la promoción de un artista joven... porque todavía<br />
me permito encuadrarme entre los jóvenes, supongo que<br />
cuando tenga 90 años me seguiré sintiendo joven... Ya que,<br />
no sé si le he comentado esto, pero tengo la intención de<br />
llegar hasta los 120 años, Mire, hace poco nació mi hijo, y,<br />
como yo tengo ya una hija, decidí, de repente, que m¡ ambición<br />
mayor sería un dia hacer música con ellos, así que pensé<br />
que si uno de los dos estudiaba piano, y et otro, naturalmente,<br />
violín, ¡en unos 20 años podría tener organizado el<br />
Maisky Tnol Esto se lo conté a mi mujer entusiasmado, y ella<br />
me comentó: "No te hagas tantas ilusiones, porque a menudo<br />
sucede que los niños de los músicos no quieren luego ser<br />
músicos, y eligen otra actividad, o sea que a veces hace falta<br />
una generación de por medio". Asi que me quedé pensativo<br />
unos segundos, y enseguida le dije: "Está bien, no hay problema,<br />
esperaré a mis nietos. A partir de ahora, ¡mi ambición<br />
mayor será hacer música con mis nietos! ¡Tengo tiempo!"<br />
¿Lo ve? ¡Soy un optimista! Debe ser porque me siento más<br />
joven que hace quince años, así que, si lo del Trío Maisky no<br />
puede ser dentro de 30 años, ¡pues será dentro de 40!<br />
S.-En este momento, ¿es usted et único músico de su familia?<br />
M.M.-Si, más o menos. Quiero decir que mi esposa practica<br />
la música como aficionada, pero no es profesional de la<br />
música. ¡O sea, que es una persona normal! ("Entre grandes risos)<br />
De otra parte, mi hermano y mi hermana si son músicos.<br />
M¡ madre, de jovencita, siempre quiso estudiar seriamente<br />
el piano, pero nunca tuvo oportunidades, así que trató<br />
de dar esa posibilidad a sus niños. Cuando yo nací, con<br />
mis otros dos hermanos ya estudiando música, mi madre se<br />
hizo una reflexión parecida y decidió que el nuevo hijo debería<br />
ser riormai, no músico, pera yo no ayudé mucho, porque<br />
desde muy pequeño insistí en que quería estudiar violonchelo<br />
a toda costa. Mi esposa, aunque se dedicó en la<br />
Universidad a otras materias, tales como la historia o la criminología,<br />
estudió privadamente el violonchelo y el piano, y<br />
es una estupenda amateur. Y tiene un oído excepcional, por<br />
cierto, hasta el punto de que cuando grabé las Su/tes de<br />
Bach ella fue mi supervisora del registro, y su nombre aparece<br />
en el libreto de los CDs, como responsable de la "preparación<br />
y asesoramiento musical", ¡en letra pequeña! Ese fue<br />
un detalle bonito por parte de la compañía de discos, y /a le<br />
digo que ella posee un oído privilegiado, le diría incluso que<br />
mejor que el mío,<br />
S.-¿No le importa si volvemos por unos momentos al tema<br />
de su repertorio discográfico?<br />
M.M.-¡No, claro que no! Además, precisamente en estos<br />
días he de firmar mi nuevo contrato con Deutsche Grammophon,<br />
y el tema está sobre la mesa. Y la verdad es que<br />
entre mis planes de trabajo para los próximos meses está el<br />
abordar, fonográficamente, varios Conciertos para violonchelo<br />
del Siglo XX. Como ya le he dicho, voy a hacer los dos de<br />
Shostakovich, la Sinfonía-Concierto y también el pequeño Concertino<br />
de Prokofiev, el mismo Don Quijote que he interpretado<br />
en Madrid -y que es una obra que, lógicamente, adoro-,<br />
el Concierto de Hindemith -que para mí es una gran<br />
obra, desgraciadamente poco tocada-, y también la Sinfonía<br />
para chelo de Britten y el Concierto de Walton -estas dos<br />
obras me gustaría combinarlas en un mismo disco, porque la<br />
obra de Britten fue dedicada a Rostropovich, y la de Walton<br />
se escribió para Piatiogorsky. ¡con lo cual uniría en la grabación<br />
los nombres de mis dos maestros, algo muy simbólico!-,<br />
y yendo a una zona más luminosa de nuestro siglo también<br />
quiero grabar los Conciertos de Honegger y Milhaud,<br />
que cuando se tocan, no ya bien, maravillosamente -como<br />
48 SCHEBZO<br />
Rostropovich lo ha hecho, por ejemplo-, se nos presentan<br />
como música notabilísima. En el campo camerístico. sí quiero<br />
ir más al repertorio romántico, porque he grabado muy poca<br />
literatura para violonchelo y piano: aquí los nombres serían,<br />
de nuevo, Shostakovich y Prokofiev. y con ellos Britten. pero<br />
también Brahms, Rachmaninov o Chopin, con sus espléndidas<br />
obras para tal combinación. Varias veces me han preguntado<br />
si voy a interpretar el Concierto para violonchelo de Lutoslawski,<br />
y he de volver a contestar que todavía no. Creo<br />
que es una gran obra, no sólo un gran concierto, y me gustaría<br />
mucho interpretaría, y supongo que un día lo haré, porque,<br />
además, he tenido la suerte de conocer personalmente<br />
a Lutoslawski y le admiro mucho, no sólo como compositor,<br />
sino como persona, pero, para ser totalmente honestos, he<br />
de confesar que no he tenido aún tiempo de estudiar a fondo,<br />
hasta el último detalle, esa partitura, que es de una densidad<br />
impresionante y que no admite la superficialidad.<br />
Cuando se ejerce una vida de solista activo, usted sabe muy<br />
bien que se viaja mucho y que tu tiempo está limitado, y el<br />
Concierto de Lutoslawski no es el tipo de obra que te apetezca<br />
estudiar en la sala de espera de un aeropuerto. Y lo<br />
mismo me ocurre con otras obras, que creo se deben preparar<br />
con un cierto tempo, un reposo mental y, sobre todo,<br />
una experiencia muy profunda.<br />
S.-Los que asistimos, hace dos años, a los conciertos maratomanos<br />
que usted, Martha Argerich, Freiré y otros ofrecieron en<br />
Salzburgo, sabemos de su interés por la música de cámara, ¿Podemos<br />
hablar de esta parcela?<br />
M.M.-Bueno, lo que más me gusta de la música de cámara<br />
es que te da la oportunidad de tocar con colegas, con músicos<br />
maravillosos, de comunicarte con ellos y de intercambiar<br />
ideas, experiencias, y, en suma, de enriquecerte y de ampliar<br />
tus propias miras. Creo que el contacto personal y profesional<br />
de la música de cámara te ayuda a mantener fresca y viva<br />
la imaginación. La música de cámara es para mí algo así como<br />
un hobby... Bueno, ¡de hecho para mí la música en general<br />
es el más deseable hobby del mundo!, pero creo que la<br />
camerística tiene una cualidad extra en este sentido. El placer<br />
de la música de cámara, de nacería y de vivirla, es algo<br />
muy especial. Durante cinco años, por ejemplo, la experiencia<br />
del Festival de Gidon Kremer, el de Lockenhaus, ha sido<br />
algo revitalizador para mí. El mismo miní-festivo/, dentro del<br />
Festival de Salzburgo, que usted ha mencionado, Martha Argerich<br />
and Fnsnds, fue una ocasión maravillosa, que recuerdo<br />
con enorme cariño.<br />
S.-Creo que uno obra que usted ha grabado recientemente<br />
con Sinopoh, el Concierto para violonchelo de Etgar, es página<br />
que tiene un significado especial en su can-era.<br />
M.M.-Bueno, es cierto. Yo siento un afecto muy especial<br />
por esta obra, que no todos los violonchelistas ponderan. Si<br />
tratas de ser muy, muy objetivo -algo que yo no suelo ser<br />
con la música que toco, ¡porque me vuelco en ella por entero!-,<br />
con esta obra, puedes decir que no es una pieza perfecta<br />
de principio a fin, como otras páginas del mismo Elgar,<br />
o que carece de la perfección total de una obra de Mozart<br />
-cuyo único fallo, por cierto, ¡fue no dejarnos una pieza concertante<br />
para violonchelo!-, o del mismo Bach; Elgar no era<br />
de este tipo de autores, y se puede argumentar que el movimiento<br />
final es imperfecto, lo cual es bastante típico, también,<br />
de los autores románticos, en los que no siempre es el<br />
movimiento último el más depurado, El final mismo de la<br />
pieza de Elgar es, para mí. algo maravilloso, quiero decir la<br />
Cada, conclusión, pero partes de ese mismo tiempo no poseen<br />
idéntica concentración, y puede usted buscar cortocircuitos<br />
de diseño o de forma, pero, con todo eso. yo creo<br />
que es uno de los grandes Conciertos para violonchelo, y, como<br />
usted ha mencionado, tengo una relación muy peculiar
con esta pieza. Durante muchos años no quise tocarla, pero<br />
era por una razón muy concreta; antes incluso de haber tenido<br />
ocasión de estudiar la partrtura, yo presencié una interpretación<br />
en concierto de la obra, en Moscú, en el 1967, con Jacqueline<br />
Du Pré, que fue algo indescriptible, luego conseguí sus<br />
dos grabaciones de la obra, con Barbirolli la primera y Barenboim<br />
la segunda, y mas recientemente he podido ver su interpretación<br />
en una película de televisión publicada ahora en Laser-Disc,<br />
y siempre he encontrado que estas traducciones de<br />
la obra, la que vi en concierto y las otras grabadas, eran algo<br />
tan sobrecogedor que yo quedaba bloqueado para acercamiento<br />
alguno a la partitura. Su forma de tocar esta música<br />
era algo tan especial que yo no podía imaginar una interpretación<br />
mejor, y todavía hoy soy incapaz de concebir algo superior<br />
a eso. Ni siquiera podía pensar en otra forma de tocar la<br />
obra, porque la suya era la manera de tocarla. Yo tenía un temor<br />
inconsciente a tratar de imitar su interpretación, y eso<br />
nunca podría ser bueno, porque ninguna copia puede mejorar<br />
el original. Así que decidí que era mejor no intentarlo siquiera.<br />
Durante muchos años mantuve esta postura, pero, postenormente,<br />
varias personas me fueron convenciendo de que un<br />
violonchelista no se podía permitir el lujo de prescindir de una<br />
obra como ésta. Así que volví a estudiar la música, cuidadosamente,<br />
y me di cuenta, y no me malinterprete pensando que<br />
mi admiración por la labor de Du Pré haya disminuido en algo,<br />
de que era posible un acercamiento diferente; por ejemplo,<br />
advertí que hay indicaciones, acotaciones del propio Elgar<br />
—numerosísimas, por cierto—, que nunca se observan, ni en<br />
el concierto ni en el disco, y supongo que esto se debe a esa<br />
cantidad inusual de indicaciones anotadas en la partrtura, tantas<br />
que es casi imposible memorizarias y tenerlas presentes a<br />
MÍSCHA MAíSKY<br />
FOrO.-S.EAMEDEfl/D.G.G.<br />
la hora de la interpretación, Por esto yo siempre toco esta<br />
música, y es el único caso en mi repertorio, con la partitura<br />
delante. O sea que es una relación completamente distinta de<br />
la que tengo, por ejemplo, con el Sckelomo de Bloch, que sí<br />
entiendo es mi obra, y creo que en ella sí he podido ser uno<br />
de los primeros en generar una interpretación personal, propia,<br />
de la pieza. Pero incluso en este caso, cuando grabé Scfiehmo<br />
con Bemstein, decidí re-examinar la partitura y tenerla<br />
frente a mí, no sólo en la grabación, sino en los conciertos.<br />
Por ejemplo, en el segundo movimiento del Conaeno de Elgar,<br />
cada entrada del tema principal lleva acotaciones distintas de<br />
dinámica, ataque, fraseo, entonación o carácter, y creo que no<br />
es algo gratuito; sin duda Elgar deseaba que cada vez el tema<br />
se abordara en un estado mental diferente; naturalmente, eso<br />
no es fácil, te obliga, como digo, a tener !a partitura delante,<br />
pero creo que es nuestra obligación tratar de acercamos, lo<br />
más posible, a lo que el autor quena de nosotros, los intérpretes.<br />
Mire, una de las anécdotas musicales que más me gustan,<br />
quizá mi favorita es una que se atribuye a Rachmaninov: tocaba<br />
en una ocasión un Concierto de Beethoven, ya sabe usted<br />
que era un pianista consumado, y el director de la orquesta,<br />
impresionado por la presencia de Rachmaninov, le dijo: "Maestro,<br />
hágame cuantas sugerencias desee sobre la obra, y yo<br />
las llevaré a la práctica"; Rachmaninov se le quedó mirando y<br />
le contestó: "Verá, amigo mío, la verdad es que yo no soy un<br />
experto en Beethoven, así que, ¿por qué no probamos a hacerlo<br />
como está escrito?" Esa anécdota es única, creo que deberían<br />
inscribirla en un mural en todos los Conservatorios.<br />
José Luis Pérez de Aneaga<br />
SCHERZO 49
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ACTUALIDAD DISCOGRARCA<br />
Wilhelm FurtwSngler. Un curioso disco<br />
dedicado al gran director alemán en<br />
su faceta de compositor, acaba de publicarse<br />
en el sello Timpani. en colaboración<br />
con la Sociedad Wilhelm Furtwangler-Francia<br />
(distribuido por Diverdi). El<br />
compacto en cuestión contiene la Sonata<br />
n° 2 en re mayor para viofín y piano, obra<br />
de 1938, interpretada por Alexis Galpérine<br />
y Francois Kerdoncuff, más una entrevista<br />
con Furtwángler hecha por Hans<br />
Müller-Kray en la que se habla de la actividad<br />
compositiva del director de orquesta<br />
(traducida de inglés y francés en<br />
el libreto que acompaña al disco).<br />
Neeme JSrvi ha grabado para BIS un<br />
compacto con dos obras de Hugo Alf-<br />
vén: £n Sfcrjrgardssdgen, Op. 20 y la Sinfonía<br />
n° 4, Op. 39, ambas interpretadas con<br />
la Orquesta Filarmónica de Estocolmo.<br />
Además, ha registrado para Chandes las<br />
obras que detallamos a continuación: juego<br />
de canas y Orfeo (Stravinsky) con la<br />
Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam;<br />
la Tercera de Schmidt y el Concierto<br />
para orquesta de Hindemith, ambas<br />
con la Sinfónica de Chicago; un compacto<br />
con obras de Roussel y Ravel con la<br />
Sinfónica de Detroit; y, finalmente, con la<br />
Royal Scottish Orchestra, el Concierto para<br />
orquesta (Bartók), las Rapsodias rumanas<br />
(Énesco), la Cuarta de Mahler, los Lieder<br />
eines fahrenden Gesellen del mismo<br />
autor y la conclusión de su ciclo Dvorak<br />
Sin duda, estamos ante uno de los directores<br />
más prollficos en los estudios de<br />
grabación.<br />
Con nombre propio<br />
Nikolaus Hamoncourt. Como es sabido,<br />
el director berlinés fue galardonado<br />
con uno de los mas prestigiosos premios<br />
discográficos franceses; el Grand Pnx du<br />
Disque - Academie Charles Cros, por su<br />
grabación para Teldec de las Sinfonías<br />
núms. 98 y 99 de Haydn al frente de ¡a<br />
Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam.<br />
Posteriormente, Hamoncourt firmó<br />
para Teldec en la sede del Palacio<br />
Schwarzenberg -el mismo en el que Harnoncourt<br />
dirigió su primer concierto con<br />
el Concentus Musicus Wien hace más de<br />
30 años— un contrato en exclusiva que lo<br />
ligará a esta firma hasta el aña 2001.<br />
Cario Mará Giulini iniciará su colaboración<br />
con la firma británica Collins Records<br />
grabando el War Réquiem de Benjamín<br />
Britten al frente de la Orquesta y<br />
Coro Philharmonia<br />
Clemens Krauss. Dos nuevos registros<br />
de este maestro aparecerán en breve<br />
el de la serie Historie de Decca: Don<br />
Juan y Vida de héroe (R. Strauss) y B murciélago<br />
(|. Strauss II), ambas con la Filarmónica<br />
de Viena. Esta serie de Decca se<br />
completará con un álbum Ravel por Ansermet,<br />
los Kindertoten/ieder por Kathleen<br />
Ferrier y Klemperer, Tercera de Brahms y<br />
Octava de Dvorak por Szell y, finalmente,<br />
obras de Britten con Peter Pears y el<br />
propio autor al piano y dirigiendo.<br />
Plácido Domingo. Mientras esperamos<br />
la publicación de su Parsifal a las órdenes<br />
de Riccardo riuti, el sello amarillo<br />
acaba de presentar en Hamburgo una<br />
peculiar Domingo Eátion aprovechando<br />
por un lado el interés internacional despertado<br />
por España 92 y por otro el indudable<br />
gancho de esta popular voz. La<br />
colección, de 20 compactos, ofrece una<br />
selección de las más importantes intervenciones<br />
del tenor español en Deutsche<br />
Grammophon, y serán comentados<br />
próximamente en las páginas de crítica<br />
discográfica de nuestra revista. (Una sugerencia<br />
para el Departamento de Creación<br />
artística de PolyGram en Hamburgo:<br />
Presentar esta Edición en todo el mundo<br />
con Plácido Domingo con cara de malo<br />
de película y vestido con aire de bandolero<br />
de Sierra Morena ascendido a señorito<br />
andaluz, (en realidad se trata de un<br />
Aristxfe Bruand sin Toulouse-Lautrec), es<br />
caer en el más típico de los vulgares tópicos<br />
-y aquí no valen las acostumbradas<br />
tretas de que así vende más... Plácido<br />
vende siempre, aunque se disfrace de<br />
castañera. Lo que hace fárta es un poco<br />
más de imaginación y buen gusto, que<br />
por lo visto no es lo que caracteriza pre-<br />
DISCOS<br />
cisamente a las grandes multinacionales<br />
del disco-).<br />
Alfredo Kraus. Para que vean que el<br />
tenor canario sabe hacer más cosas que<br />
pelearse con josep Carreras, pueden adquirir<br />
el álbum de 2 compactos que acaba<br />
de publicar el sello Bongiovanni titulado<br />
Una íecoón de canto, grabación en vivo<br />
de una clase de canto impartida por el<br />
señor Kraus en el Teatro Brancaccio de<br />
Roma el 22 de marzo de 1990. El álbum,<br />
que será comentado próximamente desde<br />
estas páginas, se completa con una selección<br />
de Manon de Massenet cantada<br />
por Virginia Zeani y Alfredo Kraus en el<br />
Teatro San Cario de Ñapóles en 1964.<br />
Giuseppe Sinopoli. El nuevo Chefdirigent<br />
de la Staatskapeile Dresden, orquesta<br />
con ía que ha grabado ya la Tercera y la<br />
Cuarta de Brud-ner. continúa sin embargo<br />
desplegando una incansable actividad discográfica<br />
con su orquesta londinense, la<br />
Philharmonia, agrupación que veremos este<br />
1992 dirigida por Sinopoli en las siguientes<br />
producciones; Sinfonía n" I y Marchas<br />
de Pompa y circunstancia (Elgar); Octava de<br />
Mahler (con Studer, Blasi, Jo, Meier, Nagai,<br />
Lewis, Alien y Sotin), Dos Wogende L/ed,<br />
también de Mahler (con Studer, Meier,<br />
Goldberg y Alien) y, finalmente, Tosco de<br />
Puccini (con Frenl Domingo y Ramey).<br />
Yevgeny Mravinsky. Un conjunto inédrto<br />
de grabaciones de conciertos públicos<br />
del legendario Maestro soviético a la<br />
cabeza de la Filarmónica de Leningrado,<br />
será publicado próximamente en un álbum<br />
Erato de once compactos a precio<br />
económico. Los conciertos, pertenecientes<br />
al final de su vida, poseen excelentes<br />
tomas de sonido, abarcando Sinfonías de<br />
Mozart, Beethoven, Chaikovski, Shostakovich<br />
y fragmentos de óperas de Wagner,<br />
mas un disco con ensayos que será regalado<br />
a los compradores de esta magnífica<br />
colección.<br />
Sergiu Celibidache ha sido invitado<br />
por Claudio Abbado a dirigir la Orquesta<br />
Filarmónica de Berlín. Después de aceptar<br />
el desacostumbrado y excesivo número<br />
de ensayos solicitado por el rumano,<br />
el próximo día I de abril la agrupación<br />
berlinesa volverá a encontrarse con<br />
este Maestro 45 años después (recordemos<br />
que Celibidache dirigió la Filarmónica<br />
de Berlín de 1945 a 1947, perdiendo<br />
todo contacto con ella desde el regreso<br />
de Furtwángler). La obra que interpretará<br />
será la Séptimo de Bruckner y no es<br />
descabellado suponer que ante tal acontecimiento<br />
cualquier multinacional del<br />
disco grabe el concierto en Láser Disc<br />
SCHERZO 51
DISCOS<br />
ACTUALIDAD DISCOGRAFICA<br />
C<br />
on sorprendente celeridad, Teldec acaba de sacar al<br />
mercado discográftco el concierto inaugural de Kurt Masur<br />
como director titular de la Orquesta Filarmónica de<br />
Nueva York, celebrado en el Avery Fisher Hall el pasado 13<br />
de septiembre de 1991 (estas lineas se redactan a finales de<br />
enero, y en esas fechas ya estaba el disco en todos los establecimientos<br />
especializados -digamos también que el compacto<br />
ha sido comprado por SCHERZO, ya que la distribuidora en<br />
España de Teldec no promociona sus discos con la debida<br />
efectividad-). El director alemán interpretó para estrenar su titularidad<br />
la Séptimo de Bruckner, obteniendo una espectacular<br />
respuesta orquestal del conjunto neoyorquino, realmente una<br />
versión memorable, sólida, dentro de la gran tradición germánica,<br />
efectiva, brillante y cálida, con la particularidad de que los<br />
tempi en las codas están más ralentizados, quizá para obtener<br />
mayor transparencia orquestal. De cualquier forma, una gran<br />
interpretación que podría dar lugar a un nuevo ciclo Bruckner<br />
protagonizado por este gran maestro al frente de una de las<br />
primeras orquestas del mundo. Suponemos que este proyecto<br />
podría ser efectivo durante la temporada 1992-1993, cuando<br />
la Orquesta Filarmónica de Nueva York celebre su 150 aniversario.<br />
En fin, la primera piedra bnjckneriana ya está puesta, y<br />
además con brillantes resultados. El disco, de espectacular toma<br />
sonora, fue grabado por Eberhard Sengpiel y Ulrich Ruscher.<br />
52 SCHERZO<br />
Kurt Masur en Nueva York<br />
Barroco V arias<br />
publicaciones importantes de este periodo de la<br />
historia de la música han tenido lugar recientemente en<br />
toda Europa. En primer lugar, la ampliación de la intere-<br />
sante colección Serenata de Decca, con obras de Corelli (Con-<br />
certí grossi, Op. ó), Hándel (Concerti grossi. Op. 3 y Conciertos<br />
para órgano, Op. 4), Alessandro Scariatti (Misa de Santa Cecilia),<br />
Schütz (Historia del nacimiento de Jesucristo). Telemann (Conciertos)<br />
y Vivaldi (La stravaganza y ['estro armónico), la mayoría<br />
de ellas interpretadas con el virtuosismo y la maestría habituales<br />
de la Academia de St Martin in the Fields y Sir Neville Marriner<br />
en discos de Hogwood y, además, a precio moderado.<br />
Harmonia Mundi, por su parte, acaba de sacar un interesante<br />
álbum de tres compactos titulado Opera-Raroque, con fragmentos<br />
operísticos de compositores de esos años pertenecientes<br />
a Italia. Inglaterra y Francia. El primer disco está dedicado<br />
a Monteverdi, Cesti y Cavalli; el segundo, a Blow, Purcell y<br />
Handeí; y el tercero a Charpentier, Lully y Rameau. Se trata de<br />
una panorámica de las principales óperas (L'incoronazione di<br />
Poppea, Lamento d'Arianno, Xerse, Dido y Éneos, Fairy Queen,<br />
Rodelinda, Flavio, Atys, etc., etc.) interpretadas por los especialistas<br />
más prestigiosos de la actualidad, desde Rene Jacobs y<br />
Charles Medlam a William Oiristie y Alfred Deller. El álbum<br />
viene acompañado por los textos cantados en los cuatro idiomas<br />
de siempre (pero sin comentarios ni estudios introductorios).<br />
Especialmente indicado para los que quieran iniciarse en<br />
la ópera del Barroco interpretada con criterios históricos.
Ultimas<br />
novedades<br />
en Diverdi<br />
La distribuidora española nos<br />
comunica que próximamente<br />
sumará tres importantes sellos a<br />
los que ya tiene en exclusiva para el<br />
territorio español: Supraphon,<br />
Hungaroton y Sis, cuyos discos<br />
comenzarán en breve a reseñarse<br />
desde nuestras páginas de crítica<br />
discográfica (ver en este mismo<br />
número el primer disco Supraphon<br />
que se comenta: el ciclo Mó Vlast por<br />
Rafael Kubelik). Además. Diverdi<br />
anuncia los próximos proyectos en<br />
CPO Recordings. con las Sinfonías y<br />
Cuartetos de cuerda de Boccherini, las<br />
obras orquestales completas y<br />
Conciertos de Busoni; obras<br />
orquestales, Conciertos y Cuartetos de<br />
Sofia Gubaidulina; Sinfonías completas<br />
de Michael Haydn; Sinfonías completas<br />
de Emst Krenek; diversas obras del<br />
prollfico Louis Spohr... y asi un<br />
sustancioso e inhabitual etcétera,<br />
caracterizado por la novedad del<br />
repertorio. Asimismo, el catálogo<br />
Arkadia (antiguo Hunt) se enriquece<br />
con nuevas grabaciones históricas<br />
protagonizadas por Bruno Madema<br />
(en su prácticamente desconocida y<br />
genial faceta de director de orquesta),<br />
Pierre Boulez dirigiendo Mahler, un<br />
ciclo de las Sinfonías de Beethoven por<br />
Otto Klemperer al frente de la<br />
Philharmonia en el Festival de Viena<br />
de 1960, Hans Rosbaud dirigiendo<br />
Bruckner y Mahler, Stokowski<br />
dirigiendo Mahler, Cantelli en las tres<br />
últimas Sinfonías de Chaikovski y<br />
Celibidache dirigiendo la Séptimo de<br />
Bruckner al frente de la Orquesta<br />
Sinfónica de la Radio de Stuttgart<br />
(grabación radiofónica en estéreo de<br />
suficiente calidad). Asimismo se<br />
anuncia un disco protagonizado por<br />
Arturo Benedetti-Michelangeli<br />
interpretando el Emperador de<br />
Beethoven y el Concierto de<br />
Schumann, ambos dirigidos por<br />
Celibidache, más la Tercera de Mahler<br />
por Dimttri Mrtropoulos (su último<br />
concierto, el 31 de octubre de 1960).<br />
Finalmente, Diverdi distribuirá también<br />
el sello Coi legno, dedicado a la<br />
publicación de obras posteriores a<br />
1950 y que todavía no hablan sido<br />
registradas en disco.<br />
Christa Ludwig<br />
DISCOS<br />
Bajo el título de Les introuvob/es de Chnsta ludwihg, EMI Classics acaba<br />
de publicar un espléndido álbum dedicado a la versátil, sensible<br />
e inigualable mezzosoprano alemana. Los cuatro discos están<br />
repletos de joyas liederlsticas que van de Schubert (15 üeder)<br />
y Schumann (Frauenliebe und Leben) aBrahms (30), Mahler (15),<br />
Hugo Wolf (2), Richard Strauss (3) y Ravel (3), con algunas<br />
curiosidades como La regata veneziana de Rosslni, unos sobrios<br />
y dramáticos Wesendoncfc Lieder (acompañada por Klemperer<br />
y la Philharmonia) y arias y canciones de Bach, Handel,<br />
Reger, Rachmaninov y Saint-Saéns. En los Lieder para voz<br />
y piano es acompañada por Gerlad Moore y Geoffrey Parsons.<br />
Los registros están comprendidos entre 1957 y 1969 (producciones<br />
de Walter Legge y varios de los nombres legendarios de EMI), espacio<br />
de tiempo que podemos considerar crucial<br />
en lo que respecta a la plenitud vocal de esta artista. El álbum viene<br />
acompañado por los textos de los Lieder (sin traducción) y un típico<br />
artículo de los firmados por André Tubeuf. Discos excepcionales,<br />
en definitiva, publicación idónea para cualquier sensibilidad musical.<br />
EL BARATILLO<br />
Esta vez echamos la casa por la<br />
ventana trayendo a nuestra desconcertante<br />
pero útil sección nada<br />
menos que un álbum de tres discos<br />
O, lo que es lo mismo, la proposición<br />
de un exceso debido a la ocasión que<br />
deviene alopécica gracias a la liquidación,<br />
en algunos comercios, de los fondos<br />
en disco compacto del sello italiano<br />
Meladram. En grandes almacenes y<br />
en algunas tiendas el lector afanoso<br />
podrá encontrarlos desde poco más<br />
de 700 pesetas unidad, lo que multiplicado<br />
por tres le dará el precio exacto<br />
a que puede conseguir, si tiene suerte,<br />
esta Díe ¿Jebe der Danae, £1 amor de<br />
Danae, penúltima de las óperas de Richard<br />
Strauss, representada por vez<br />
primera en forma de ensayo general<br />
en Salzburgo en fecha tan difícil como<br />
el 16 de agosto de 1944, y estrenada<br />
con todos los honores casi ocho años<br />
después, en el Festival de la hermosa<br />
ciudad arzobispal el 14 de agosto de<br />
1952.<br />
Pues bien, este álbum recoge con<br />
muy decente sonido -a pesar del malhadado<br />
corte del Intermezzo del acto<br />
II) justo en el paso de un competo a<br />
otro- aquel estreno no ya inolvidable<br />
sino fácilmente reproducible en cualquier<br />
hogar melómano. Bajo la dirección<br />
cuidadosa, genial en ocasiones, del<br />
fidelísimo Clemens Krauss, un reparto<br />
excelso encabezado por Annelies Kupper,<br />
Paul Schóffler y josef Traxel, da vida<br />
a esta comedia mitológica de la<br />
que, al no dársenos el libreto en la no<br />
muy cuidada presentación habitual de<br />
Lluvia de oro<br />
la casa, se nos brinda sin quenjr la posibilidad<br />
de no distraemos en prolijidadades<br />
y de dejamos caer rendidos ante<br />
la belleza de una música que encierra,<br />
en su elegancia, todo un mundo<br />
tan crepuscular como el de £/ caballero<br />
de ia rosa antes o Capnccio después.<br />
Una vez más Strauss consigue no irritar<br />
con su deseo por vivir soñando antes<br />
que conocer una verdad terrible. Juega<br />
como casi siempre la coartada perfecta<br />
de la belleza. Nos cubre de oro, como<br />
ese Júpiter que visita en sueños a la hija<br />
de Polux.<br />
Esta joya de la historia del sonido grabado,<br />
gloria inmarcesible de la piratería<br />
cultural, viene acompañada de la versión<br />
que de algunas de sus escenas -incluida<br />
toda la segunda mitad del tercer<br />
y úHimo acto-dio un año después, probablemente<br />
en Munich, el gran Rudolf<br />
Kempe teniendo a sus órdenes nada<br />
menos que a Leonie Rysanek como<br />
Danae y a Ferdinand Frantz como Júpiter.<br />
Por si alguien no quería caldo.<br />
Nadir Madriles<br />
STRAUSS: B orna de Danoe. Kuppar, SchOfltar,<br />
Traxell, Siemere, Sprtnger, Gojtlt. Coro da la<br />
Opera del Erado de Vtona. Orquesta Hlarmónlci<br />
de Vleni. Director Clemeni Kriuis. Fragmento»<br />
de la misma obri por Leonie Rysanek y Ferdirund<br />
Frano, con la Orquesta de la Opera del Estado de<br />
Baviera dirigida por Rudoll Kempe. 3 CD's. MELO-<br />
DRAM MEL 3706). AAD. 6TW, 64'17" y 7«B".<br />
Grabaciones an vivo: Sahburgo, 14 de agosto de<br />
1952 (Krjuu) y Munich (!), 1953- Deida 1.120 pesetas.<br />
SCHÉRZO 53
DISCOS<br />
REFERENCIAS<br />
C<br />
armen es una obra de frontera<br />
Esto va dicho en el mejor sentido<br />
de la expresión, pues apunta<br />
a señalar cómo esta ópera, un hito en la<br />
historia del género, contiene las cualidades<br />
del mundo que deja atrás y de aquel<br />
que anuncia. No es un híbrido de melodrama<br />
romántico y acción verista. como<br />
La Qoconda de Ponchielli, o una mezcolanza<br />
de drama filosófico germánico y<br />
ópera italiana, como el Mefktofek de Boito.<br />
Es síntesis y género propio, puente<br />
que une el drama cantado con la recitación<br />
naturalista, el pintoresquismo exótico<br />
del romanticismo con la introspección<br />
psicológica, la ambivalencia tragicómica<br />
del dramma gjocoso con el fatalismo del<br />
inconsciente, propio de la tragedia moderna.<br />
Esta pluralidad otorga a Carmen su riqueza,<br />
su diversidad de lecturas posibles<br />
y, también, sus dificultades. Una atañe a la<br />
dirección orquestal, que ha de moverse<br />
con una paleta tímbrica vanada y brillante,<br />
pero que no puede quedarse en la descripción<br />
impresionista y olvidarse de la<br />
acción dramática. Lo contrarío también<br />
es erróneo y empobrecedor enfatizar el<br />
canto en los números cerrados o reducir<br />
la acción a los contrastes psicológicos<br />
de cada situación, olvidando<br />
cuanto hay de ambiental y aun de<br />
paisajístico en la música de Bizet.<br />
Un buen director saca partido de<br />
los momentos de conjunto y de<br />
los abundantes pasajes puramente<br />
orquestales, pero no puede hacer<br />
de ellos los protagonistas del discurso,<br />
ya que acaban devorándose<br />
a los personajes individuales, que<br />
llevan y soportan la acción.<br />
Las perspectivas directoriales<br />
que se abren son, pues, igualmente<br />
distintas (valga la paradoja) y equivalentes.<br />
Beecham, por ejemplo,<br />
despliega toda su ciencia orquestal<br />
y su gusto por la pintura sonora.<br />
Sus preludios e interludios son cuadros<br />
que hacen de contrapunto<br />
descriptivo a la acción teatral. Son descansos<br />
visuales en el crescendo dramático<br />
de la intriga. En cambio, Reiner o Abbado<br />
utilizan la orquesta sola para describir estados<br />
de ánimo no expresos, no verbales,<br />
de ios personajes. Sus paisajes son interiores<br />
y de carácter narrativo. Van a desaparecer<br />
cuando acabe el drama. Los de<br />
Beecham, no; quedarán como queda el<br />
mundo cuando se esfuman nuestros perfiles<br />
y destinos personales.<br />
54 SCHERZO<br />
Batallón de Carmencitas<br />
A cuento de lo anterior va et tema de<br />
cuan española es Carmen. En sentido estricto,<br />
no es nada española. Su España, dejando<br />
de lado los anacronismos e incongruencias<br />
(los vertiginosos viajes de Micaela<br />
entre Pamplona y Sevilla, el ¡nacredrtable<br />
cortejo del torero en el último acto, Escamillo<br />
que, tras lidiar en Granada sale a las<br />
murallas sevillanas, etc.), es una España de<br />
viajero europeo del siglo XIX, de tunsta<br />
erudito y amante del pintoresquismo romántico,<br />
que ve en España sólo las bajeras<br />
meridionales, teñidas de aduar magrebí y<br />
de gitanería Es la España de Gustavo Doré<br />
y de Regnauft, las evocaciones góticas<br />
de Víctor Hugo y ia mirada oriental izante<br />
de Delacroix. Cualquier intento de dar autenticidad<br />
española o siquiera andaluza a<br />
estas ocurrencias produce un fiasco. Insistir<br />
en que unos bailarines flamencos resuelvan<br />
estos fandangos y estas habaneras resulta<br />
ridículo. Ambientar con verosimilitud<br />
fotográfica y documental estas acciones<br />
puede provocar el batiburrillo que se arma<br />
Francesco Rosi en su película homónima<br />
La España de Bizet es una deliciosa españolada<br />
francesa, no un estudio de trasposición<br />
culta de la música popular<br />
española. Lo mismo cabe decir en cuanto<br />
a los cantantes y directores. Afortunadamente,<br />
las cantantes españolas que asumieron<br />
el papel tuvieron sutilmente en<br />
cuenta estos peligros. Léase Supervía, de<br />
los Angeles, Rubio o Berganza<br />
En prueba de lo dicho, recuérdense los<br />
inconvenientes que debieron afrontar<br />
unos hábiles escritores como José Marta<br />
Pemán o Femando Quiñones cuando intentaron<br />
poner letra en español a la ópera<br />
bizetiana.<br />
Lo más interesante, a mi juido, de esta<br />
riqueza fronteriza de Carmen, es la vocalidad<br />
de sus personajes. En verdad, tesitura<br />
definida sólo tiene Micaela, una soprano<br />
lírica, y ello responde a la un ¡lateral id ad<br />
de la criatura. Micaela, en efecto, más que<br />
una figura, es la portadora de la voz de<br />
un personaje que nunca vemos y que está<br />
siempre en escena: la madre de don<br />
José. Repite fórmulas y sugiere conductas,<br />
nunca actúa por cuenta propia.<br />
Los otros protagonistas tienen unas caracterizaciones<br />
vocales fluctuantes. La<br />
más famosa es la propia Carmen, una<br />
mezzosoprano a medias que puede ser<br />
resuelta por una soprano dramática, pero<br />
que siempre está al borde de lo imposible,<br />
en un sentido o en otro.<br />
Una voz pesada puede quedar corta<br />
en el agudo y torpe en las agilidades de la<br />
canción y del ayeo o el traíala. Una voz<br />
más liviana puede vérselas y deseárselas<br />
en la escena de las cartas. La aparente comodidad<br />
de los registros se convierte en<br />
un obstáculo.<br />
El papel fue afrontado por ¡lustres sopranos<br />
dramáticas, como Destinn y Ponselle,<br />
por mezzosopranos falcón (Simionato,<br />
Stignani, Cossotto), por voces de<br />
tesitura amplia e indefinida (Verrett,<br />
Bumbry, Ludwig), o, en la tradición<br />
italiana, por voces anchas y<br />
oscuras, de fuertes resonancias<br />
pectorales, tirando a contraltos,<br />
como las italianas Besanzoni y Barbieri,<br />
la mejicana Anitúa y la española<br />
Buades. Esta orilla paibinée del<br />
personaje conviene a su empuje y<br />
a su iniciativa. Es, si se quiere, su<br />
matiz viril, opuesto a la fragilidad<br />
asustadiza y a la sumisión tópicamente<br />
femenina de Micaela. Pero<br />
Carmen no rinde nada en manos<br />
de una contralto. En efecto, ¿quién<br />
imagina a la gitana incorporada por<br />
Kathleen Ferrier o Manan Anderson?<br />
Las sopranos líricas que asumieron<br />
la parte son escasas y entre<br />
ellas cuenta el magistral acierto de Victoria<br />
de los Angeles (fuera del escenario, al<br />
que llegó su Carmen tardía y aisladamente)<br />
o el patinazo de Anna Moffo. Una<br />
Carmen sopranil ha de tener un pasaje<br />
medio-bajo de altísima calidad y no ofrecer<br />
saltos de color que pueden afear insoportablemente<br />
su linea de canto. A<br />
Callas se le disculpan estas minucias porque<br />
ella es, ante todo, una actriz, y su<br />
canto funge de instrumento y no de fin.
Tal vez Consuelo Rubio tenga tas medios<br />
más indicados para el caso. Regine Crespin,<br />
con hacer una Carmen de poderosa<br />
impronta dramática, sutil en los matices y<br />
de insólitas soluciones histrionicas, canta<br />
con unos medios más wagneriano5<br />
que bizetianos y, en ocasiones,<br />
su gitana es una zafada<br />
modistilla del Segundo Imperio.<br />
En cuanto a la ¡lustre Jessye<br />
Norman, sabemos que erro en<br />
su trabajo, con la morosa complicidad<br />
de Seiji Ozawa, y según<br />
ha apuntado la mayoría de la<br />
critica internacional.<br />
Igualmente compleja es la<br />
vocalidad de don José. Se la<br />
han visto con el personaje unos<br />
tenores de medios muy variables.<br />
Y es que don José va cambiando<br />
su tesitura a medida<br />
que avanza la ópera y el atolondrado<br />
y lírico muchacho del comienzo<br />
se transforma en un<br />
alucinado aprendiz de criminal.<br />
Es una parte, entonces, de dominante<br />
lírica en los dos primeros<br />
actos y dramática en los<br />
dos últimos. Su dicción teatral<br />
también cambia. Tiene momentos<br />
decididamente melódicos<br />
en el dúo con Micaela y en la<br />
romanza de la flor, pero ha de<br />
desempeftor su ¡pinta vocal en<br />
las amenazas del tercer acto y, en el diálogo<br />
final, meterse en la harina verista.<br />
Tefcso Berganzo<br />
Destacados tenores líricos se midieron<br />
con don (osé en todas las épocas, desde<br />
Gigli y Fleta en la edad de oro hasta Nicolai<br />
Gedda y Neil Shicoff. Paralelamente,<br />
fueron don ¡oses dramáticos tanto Caruso<br />
como Perfile, Kirchoff y Zenatelb, en<br />
tilo témpora, como, más tarde, del Monaco,<br />
Vinay, vlckers o Corelli. Destacaron<br />
en momentos puntuales de sus actuaciones<br />
y, en cualquier caso, tratándose de<br />
prestaciones muy cualificadas, nunca lograron<br />
un resultado homogéneo.<br />
Quizá, la única referencia modélica del<br />
papel la siga teniendo Georges Thill, Su<br />
integral flaquea por el lado de la protagonista<br />
y ofrece una orquesta correctamente<br />
manejada y aplastada por la sonoridad<br />
de la técnica contemporánea, Pero su papel<br />
se sigue rescatando porque tiene una<br />
calidad vocal fluctuante, que le permite<br />
desplegar un centro ancho y flexible, un<br />
agudo seguro aunque no brillante {ni falta<br />
que hace en este caso), un lirismo de desarrollo<br />
melódico amplio y un desgarro<br />
dramático oportuno y contenido. Es, de<br />
otra parte, el máximo exponente del discurso<br />
operístico francés, por su dominio<br />
de la prosodia y la articulación, su maestria<br />
en el detalle, su elegancia elocutiva y<br />
cierto sensualismo melancólico y austero<br />
que contiene la fórmula equilibrada entre<br />
el defirió y la sentimentafidad, es decir el<br />
don José bizetiano por excelencia. En<br />
nuestros días, se le aproxima, en medios<br />
vocales, Plácido Domingo, aunque la<br />
comparación es odiosa, ya que las virtu-<br />
des del tenor madrileño van más hacia la<br />
desenvoltura y el fair play que hacia la sólida<br />
maestría. Más que resolver, Plácido se<br />
las arregla bien y convence a todo el<br />
mundo. Esto demuestra que una cosa es<br />
el estratega sabio y otra, el táctico habilidoso.<br />
Plácido es un espada listo, pero<br />
que depende demasiado del toro que le<br />
haya caído en suerte esa noche.<br />
En cuanto a Escamillo, tiene la doble<br />
vertiente; es un personaje unilateral en lo<br />
dramático y voluble en lo vocal. Se lo<br />
puede encarar como el símbolo de la solidez<br />
en medio de unos fantoches manejados<br />
por la pasión y la delicuescencia.<br />
Serta la porte paterna del drama, el que<br />
siempre cae de pie y está en su lugar. Pero<br />
también se lo puede ver como la supe/star<br />
del elenco, un torero de éxito, fachendoso,<br />
seductor y calentorro, aunque<br />
no enamoradizo. Por eso, cabe que lo<br />
asuman unos bajos cantantes o unos barítonos<br />
de la tradicional blancura francesa,<br />
barítonos d la Martin, nobles y ligeros.<br />
En la linea de los bajos líricos tenemos<br />
recuerdos ilustres, como Marcel Joumet,<br />
Paal Planeon y Ezio Pinza, en tiempos<br />
idos, y, más cerca de nosotros, Justino Díaz,<br />
Ruggiero Raimondi, José van Dam, Simón<br />
Estes y Samuel Ramey. Barítonos<br />
normales han cantado el papel y la lista<br />
sería interminable, pero subrayo el aporte<br />
de las voces baritonales típicamente fran-<br />
DISCOS<br />
cesas, según el detalle precedente; Emest<br />
Blanc, Miche! Dens, Roben Massard.<br />
Si pasamos be lo individual a lo colectivo,<br />
la historia discografica de Carmen, entre<br />
versiones de conjunto, selecciones y<br />
tomas en vivo, puede abrumarnos.<br />
Hay para todos los gustos<br />
y disgustos, sin excluir traducciones<br />
al italiano y alemán, o<br />
curiosidades como una función<br />
moscovita con la protagonista<br />
de Inna Arkhipova en ruso y el<br />
don José de del Monaco, en<br />
italiano.<br />
La primera Carmen notable<br />
del disco, más allá de las excelencias<br />
de sus colegas Destinn.<br />
Parrar, Besanzoni y Anrtúa, puede<br />
ser Conchita Supervía, con<br />
una selección grabada entre<br />
1927 y 1930, bajo la dirección<br />
de Gastón Clóez y con el buen<br />
tenor corso Gastone Micheletti.<br />
La cantante barcelonesa está<br />
plena de sensualismo, gracia y<br />
sandunga, proponiendo una<br />
Carmen que representa la vida<br />
como juego, incluida la ruleta<br />
rusa final. La voz, de resonancias<br />
redondas en el centro y<br />
graves colondos, no es impecable.<br />
Su vibrato es, en ocasiones,<br />
abusivo, y su agudo, un tanto<br />
chato, pero ya sabemos con<br />
qué genio Supervía sacaba partido de sus<br />
defectos.<br />
Más adelante, ya podemos considerar<br />
las grabaciones de director, aunque no<br />
conviene desdeñar las prestaciones en vivo<br />
de Rosa Ponselle, la gran soprano de<br />
todos los tiempos, que hizo una Carmen<br />
sólida, inteligente, pródiga de vocalidad.<br />
pero que le costó un disgusto íntimo y la<br />
hizo abandonar la escena. El genio no es<br />
siempre cuerdo, claro está.<br />
Un bloque puede ocuparlo la lectura<br />
francesa de nuestra obra. Dos notables<br />
batutas del pasado, Wolff y Cluytens, grabaron<br />
la ópera completa en 1950, y<br />
ejemplifican bien las dos matizaciones gálicas<br />
de Bizet Wolff es mas austero, introspectivo<br />
y jansenista. Su colega belga,<br />
más sensual, colorido y católico ortodoxo.<br />
En ambos casos hay una honda tradición<br />
puesta en escena con extrema sabiduría:<br />
el escuchar la obra desde el personaje de<br />
Carmen, que es, en WorrT, una figura interior<br />
y irágica, en tanto en Cluytens es la<br />
sensualidad desatada sobre la superficie<br />
de la tierra. Los repartos respectivos son<br />
discretos, salvo en el caso del tenor Jobin,<br />
que era el mejor elemento de su cuerda<br />
en aquellos años. Más modernamente,<br />
Prétre ha reavivado el brío y la elegancia<br />
franceses en dos versiones interesantes<br />
por motivos distintos: la de 1964, por el<br />
protagonismo de Callas, y la de 1967,<br />
SCHERZO 55
DISCOS<br />
con una estupenda Verrett, plena de estilo<br />
y de una vocalidad imperial, rodeada<br />
por un competente elenco.<br />
En la línea italiana, tenemos la versión<br />
de Bellezza, de 1948^?, que es, en el mejor<br />
sentido de la palabra, una traducción.<br />
Aquí de Bizet queda poco pero, en cambio,<br />
estamos a las puertas del verismo.<br />
Hecha para soporte sonoro de una película<br />
que nunca se filmó, cuenta con esos<br />
dos enormes animafes operísticos que<br />
son Stignani y Gigli, dueños de una maestría<br />
vocal, de un haz de trucos expresivos<br />
y de una segundad en la elocución que<br />
convencen al más remiso.<br />
Si Bellezza nos evoca el buen concertador<br />
operístico italiano, y nos permite imaginar<br />
cómo sería la Carmen de Guamieri,<br />
Marinuzzi o Serafín, en nuestros días, Abbado<br />
rescata la posible herencia de Toscanini.<br />
Su Carmen, siendo latina por la<br />
transparencia de las texturas, no deja de<br />
respetar el sutil impresionismo bizetiano<br />
y pone al servicio del conjunto un sentido<br />
del contraste escénico verdaderamente<br />
supremo. La suya queda como versión<br />
de referencia y no es poco lo que a ello<br />
aportan Berganza y Domingo, aunque<br />
conviene decir, en elogio de la cantante<br />
madrileña, que gana mucho al vérsela en<br />
escena, dada la minuciosa y desenfadada<br />
caracterización que ha hecho de su personaje.<br />
Hereda a Supervía, al menos, en<br />
cuanto a sacar partido de limitaciones y<br />
modestias vocales.<br />
Fuera de estos dos ámbitos tenemos<br />
un poco de todo. Algunos directores de<br />
indiscutible autoridad han abordado con<br />
resultados muy pobres la popular partitura.<br />
Es el caso de Karajan (versiones en estudio<br />
de 1963, 1966 y 1983, la segunda<br />
como banda sonora de un film) y Bemstetn<br />
(1973). En el caso de Karajan, su<br />
error no está en el defecto sino en el<br />
abuso. Se cree Carmen él mismo y no<br />
nos deja tranquilos asistiendo al drama,<br />
pues se mete a cada momento con un<br />
sinfonismo deslumbrante (que fastidia a la<br />
vista) e impertinente. Y, lo que es peor,<br />
desaprovecha a elementos de óptima calidad,<br />
como Pnce (fuera de tesitura, pero<br />
cantante respetable), Corelli, Bumbry y<br />
Vickers. Algo similar ocurre con Bemstein,<br />
mareado por sus incursiones a Broadway,<br />
brilloso, machacón, ordinario, que<br />
malogra a una Carmen de la envergadura<br />
vocal y dramática de Home.<br />
Pero, fuera de Francia e Italia, hay dos<br />
versiones definitivas de Carmen que dejamos<br />
para el final pues, junto con la de<br />
Abijado, quedan en el listón referencial.<br />
Lamentamos, todo hay que deciHo, las<br />
ausencias discográficas de Emest Ansermet<br />
y Pierre Monteux, pero las juzgamos<br />
recompensadas por estas lecturas que<br />
ahora reseñamos.<br />
Una es la de Fritz Reiner (1951), curio-<br />
56 SCHERZO<br />
so enamorado germánico de esta partitura,<br />
de la que ha dejado una lectura modélica<br />
por la coherencia dramática de la narración,<br />
vista desde la perspectiva trágica,<br />
es decir, desde el final. Este juego oe ocultarniento<br />
y evidencia se personifica en la<br />
estupenda protagonista de Rise Stevens,<br />
que encama el enigma de la sensualidad<br />
Claudio Abbada rescata ¡a posible herencia de Toconini<br />
fatalista con una poderosa prestación vocal<br />
y una articulación histriónica medida y<br />
profunda. Aunque las otras voces son feas<br />
(Albanese y Peerce) o meramente correctas<br />
(Merrill), su solidez técnica y su<br />
musicalidad las vuelven respetables.<br />
Beccham es el otro referente prometido.<br />
En el polo opuesto de Reiner, su Carmen<br />
es colorida, juguetona y, a veces, irónica<br />
respecto al españolismo bizetiano.<br />
De pronto, la tragedia irrumpe con el furor<br />
estival de una tarde taurómaca. La<br />
Carmen de Beecham es, tras la envoltura<br />
sensual de una orquesta arrebatadora y<br />
multicolor, una tragicomedia<br />
En otro sentido, es notable el juego dramático<br />
que obtiene el director inglés al<br />
centrar el drama en el desgarro de don José,<br />
forcejeado por sus dos madres: la normativa,<br />
que habla por Micaela, y la incestuosa,<br />
que es Carmen, una promesa de<br />
juego libre, de placer y de crimen. Cuenta<br />
para ello con la superlativa prestación de<br />
Victoria de los Angeles, que aporta una<br />
acariciante presencia vocal, un desenfado a<br />
la vez chulesco y elegantísimo, y un desgarro<br />
comedido con toques de arrebato verista<br />
dosificados con extrema inteligencia.<br />
No digamos nada de su musicalidad, su<br />
cristalino francés, su dominio del matizado<br />
españolismo que Bizet reclama, porque<br />
vienen en el precio de esta Carmen que<br />
figura entre las mejoras del disco. Rodean<br />
a Victoria tres voces deliberadamente ligeros<br />
(Gedda, Micheau y Blanc), para no desequilibrar<br />
a esta protagonista confiada a<br />
una soprano linca. Y es sabido que Gedda<br />
ha sido, quizá, la voz tenonl que mejor ha<br />
empastado, por vocalidad y estilo, con la<br />
cantante barcelonesa.<br />
Quedan arriesgadas, ya, las referencias<br />
en cuanto a versiones de conjunto. Pero<br />
hay otras grabaciones integrales que merecen<br />
señalarse por lo notable de algunos<br />
elementos comprometidos.<br />
Giuletta Simionato ha sido, sobre todo<br />
en lo vocal, una de las Carmenes solventes<br />
de los años cincuenta y sesenta. No<br />
ha registrado el papel en estudio, afortunadamente,<br />
porque siempre rinde más<br />
en vivo, donde la podemos juzgar en cinco<br />
prestaciones distintas, entre 1952 y<br />
1955, acosada por Karajan, a veces, y<br />
ayudada por la múltiple belleza de Franco<br />
Corelli, en otras.<br />
La versión dirigida por Kozman en el<br />
Metropolitan (1954), aparte de recurrir a<br />
la notable Stevens, suma una infrecuente<br />
y rutilante Micaela (de los Angeles) y al<br />
insolente y cálido don José de Richard<br />
Tucker, uno de los grandes tenores de<br />
fuerza de su tiempo, que tampoco ha impresionado<br />
su papel en estudio, salvo la<br />
romanza aislada.<br />
De distintas grabaciones podemos extraer<br />
algunas protagonistas destacadas.<br />
Consuelo Rubio, en 1959, y con un elenco<br />
modesto, director incluido, hace una<br />
faena cuidadosa y depurada, mostrando<br />
un órgano colorido y sensual cuya tesitura<br />
de soprano corta con buenos pasajes y<br />
grave cálido y corpóreo, es ideal para<br />
Carmen. Reznik, una soprano estropeada<br />
y una gran actriz, convence más allá de<br />
desigualdades y flaquezas vocales. Lo mismo<br />
podemos decir de Crespin en 1974,<br />
un tanto declinante en sus medios, pero<br />
de una presencia histriónica y una opulencia<br />
de medios expresivos que la convirtieron<br />
en la gran actriz cantante de su<br />
tiempo.<br />
Bueno, por fin, hay la Carmen de María<br />
Callas (1964), arropada por Prétre y<br />
Gedda, que es mucho decir. La soprano<br />
griega nunca encamó al personaje en escena<br />
y lo grabó con unos medios notoriamente<br />
disminuidos, sobre todo en el<br />
pasaje bajo-medio, de un desequilibrio de<br />
color y cuerpo más bien fastidioso. Pero,<br />
a cambio, Callas inventa una Carmen<br />
freudiana de notable hondura y novedad.<br />
Así como Victoria seduce a Gedda como<br />
una madre que halaga a su niño con promesas<br />
de placer y libertad, Callas lo envuelve<br />
prometiéndole el crimen y la degradación.<br />
Su Carmen está contenida en<br />
la frase de la habanera; «Si me amas, ten<br />
cuidado». La Carmen de Callas es de un<br />
oscuro erotismo sadomasoquista que
abre nuevas perspectivas sobre el<br />
personaje y eso, flaquezas vocales<br />
aparte, siempre se agradece. Una<br />
Carmen con mucho futuro, la seductora<br />
de la amenaza tal como la<br />
concibió el magnífico Jean-Pierre<br />
Ponnelle y la repuso Vera Calabria<br />
(Chicago, 1990/1991): una historia<br />
cutre en una España subdesarrollada,<br />
abúlica, cochambrosa y violenta,<br />
con un don José que se descubre a<br />
través de una Carmen indiferente,<br />
desharrapada, sucia y tal vez piojosa<br />
cuyo encanto reside, justamente,<br />
en despertar al auténtico don José:<br />
un homicida que habrá de matarla<br />
para placer de ambos y felicidad del<br />
destino.<br />
Espumando don José en el disco,<br />
hay para elegir y diriamos que vocalmente<br />
los más probos son Tucker y Corel l¡<br />
{sin desdeñar a del Monaco, con todas<br />
sus asperezas y groserías) y, como creación<br />
dramática, descuella la de Vickers,<br />
seguido por Domingo. Micaela es un personaje<br />
unilateral y monótono, según queda<br />
dicho, y le convienen una sopranos<br />
cuidadosas y bien dotadas musicalmente.<br />
Las mejores son Freni y Cotrubas. Menos<br />
provista, aunque eficaz, Micheau. Correcta<br />
Guiot Los olvidos son deliberados. O<br />
sea: no son olvidos.<br />
(La relación sigue este orden de datos Ornen.<br />
Don José, Micaela, Escarnido. Coros y Orquesta Director.<br />
Aflo de Grabación. Se especifica el idioma<br />
cuando la obra no está cantada en el onpnal francés).<br />
- Destmn, Jorn, Nast. Bachmann. Grammophone.<br />
Seidler-Winkter (1908). (En alemán).<br />
- Mererrtié, Affre. Vallandn, Albers. Qpera-Comique<br />
Paris. Rünlmann(l9l2).<br />
- Anrtua, Bolis. Ferraris, Fomiichi. MMN.N. (1920).<br />
(En italiano)<br />
- Visconti, Thill, Nespoulous. GuenoL Opera-Comique<br />
Paris. Cohén (1928).<br />
- Penslli. de Trevi, Brothier, Musy. Opera-Comique<br />
Parts.Coppola(l93D).<br />
- Besanzoni, Pauti. Carbone, Etesanzom. Scala de Milán.<br />
SabajrK. (1931), (En italiano).<br />
- Buades. Pertile. Afcni-Tellini, Franti. Scala de Milán.<br />
Molajoli. (1933) fEn italiano).<br />
- Ponselle, Maison, Burke. Pinza. Metropolitan Nueva<br />
York. Hasselsmans (1936).<br />
- Ponselle. Maison. Burke, Huehn, Metropolitan<br />
Nueva York. Papi .<br />
- Ponselle. Rayner, Bodanya. Huehn. Metropolitan<br />
Nueva York Papi( 1937).<br />
- Hongen, Rarf. Weidlich, Herrmann. Opera Estado<br />
Dresde. Bohm (1942). (Alemán).<br />
- Stignaní, Gigli. R. Gigli. Bechi. Opera de Roma. Be-<br />
Ilezza (1948-49). (En italiano).<br />
- Michel, |obin, Angeki. Dens. Opera Comique París.<br />
CliMens 11950).<br />
- Juyol, de Luca, Micheau, Giovannetti. Opera ComiquePans.WorrT(l950)<br />
- Stevens, Peerce. Albanese. Merill. RCA Víctor.<br />
Remer(l95l).<br />
- Stevens. Tucker. Conner. Silven. Metropolitan<br />
Nueva York. Reiner( 1952)<br />
- Bonsenta, Nelepp, Sumskava. Ivanov. Bolshoi de<br />
Moscú. Nebolsm (1952). (En njso).<br />
- Simionato, Corelli. junnac Tagtiabue. Teatro San<br />
Cano Ñapóles. Redan* (I9S2). (Abreviada).<br />
- Simionato, Gedda,Güden, Ftoux. Cwtores Viena.<br />
No nos ocupamos, por imposibilidad<br />
material, de selecciones y grabaciones de<br />
fragmentos, lo cual nos llevada a un laberinto<br />
más peligroso que los encantos de<br />
Carmen. Simplemente, queden consignadas<br />
las grabaciones que sirven de soporte<br />
sonoro a películas, como las de Rosi y<br />
Karajan mencionadas, más el par que enseguida<br />
se detalla<br />
La versión de Glyndebourne (1985)<br />
tiene como protagonista al director de<br />
escena Peter Hall, que se vale del reducido<br />
escenario para proponer una Car-<br />
Discografía de Carmen (versiones completas)<br />
Sinfónica Viefia. Karajan (1954).<br />
- Stevens. Tucker. de los Angeles. Guarrera. Metropolitan<br />
Nueva York. Kozma (1954).<br />
Simionato. Di Stefano, Carten, Roux. Scala de Milán.<br />
Karajan (1955).<br />
Madeira, Filaturidí, Vpvalda. Roux. Coros Conservatoire.<br />
Pasdeloup. Dervaux (1956).<br />
- Stewns, Del Monaco. Amara, Guarrera. Metropolitan<br />
de Nueva York Mrtmpoulos (I9S7).<br />
De los Angeles, Gedda. Micheau, Blanc. FUdio<br />
Nacional Francesa. Beediam (1958).<br />
Sjostedt Niekert Drataler, Krause. Opera Popular<br />
de Viera. Quadn (1958). (En alemán).<br />
• Madeira. Miranda Ferraro, Broigmi. Taddei. Teatro<br />
Colón de Buenos Aires. Beecham (1958).<br />
- Rubio. Simoneau. Alane, ReMúss. Conservatorio<br />
deParts.LeComte(l959).<br />
- AnVhipova, Del Monaco, Maslennikova, Lisitsian.<br />
Teatro Bolsrioi de Moscú. Melik-Pasaiev (1959).<br />
ffn ruso e italiano).<br />
Simionato, Del Monaco, Tuca. Colombo. Scala de<br />
Milán (Tokyo). Verchi (1959).<br />
• Simionato, Corelli. Pobbe, Guelfi. Teatro Massimo<br />
dePalermo. Den^ux (1959). (En italiano).<br />
Cervena. Apreck, Croonen. Lauhofer. Radio Lopiig.KEEel<br />
(1960). (En alemán).<br />
Ludwig, Scnock. Musíely, Préy. Coro municipal y<br />
sinfónica de Beriln. Stein (I96l). (En alemán],<br />
Resnik. Ouiounov, Güden, Prótti. Opera de Viera<br />
Karajan (19<strong>62</strong>).<br />
Resnik, Del Monaco, Sutherland. Krause. Suisse<br />
Romande. Schippers (1963).<br />
Pnce. Corelii, Freni, Memll. Opera de Viena, Filarmónica<br />
de Vrena. Karajan (1963).<br />
Callas. Gedda. Guiot, Ha¿ard. Teatro de la Opera<br />
de Paris. Prétre (1964).<br />
Mirtcheva, Nikolov. Vassilieva, Ghiuselev. Opera<br />
dd Estado Rumano. Mannov (1965).<br />
Bumbry, Vickers, Freni, Díaz. Teatro de la Opera<br />
de Viena. Karajan ¡I966).<br />
Bumbry, Vickers, Freni. Díaz. Festival de SaMxirgo.<br />
Karajan (1967)<br />
DISCOS<br />
men despojada de todo descripcionismo<br />
ambiental, Intima, áspera<br />
rispida, austera y honda Mana<br />
Ewing sigue con eficacia canto le<br />
marca su marido Hall, sin ahorrarse<br />
unas cuantas afectaciones predecibles.<br />
Hall debió dirigir a Bartsa y Carreras<br />
para el láser-disc, pero se<br />
apartó de la empresa dado que<br />
Ewing no estaba comprometida<br />
La versión queda visualmente pobre,<br />
por falta de conducción y escasez<br />
de decoraciones. Bartsa hace<br />
una Carmen empeñosa y deficiente,<br />
brusca y exagerada en lo visible,<br />
escasa en lo audible.<br />
Can-eras luce su órgano bello y<br />
acariciante en la romanza pero el<br />
dramatismo de don José lo excede y él<br />
trata de resolverlo con desaconsejable rigidez.<br />
Ramey, sor/ente y un poco exigido,<br />
y Mrtchell, correcta aunque poco metida<br />
en la harina francesa, completan el cuadro.<br />
Pero habrá más, no obstante este<br />
telón que provisoriamente cae sobre la<br />
úrtima Carmen de nuestro desfile. Los<br />
inopinados rincones de esta obra maestra<br />
nos auguran un largo porvenir.<br />
Blas Matamoro<br />
- Verrett Lance. Garcísanz, Massard. RA3 de Roma.<br />
Pr*tre(l967).<br />
- Dunn. Dominga, Cooper. Guarrera. Opera de<br />
Verano de Cincinnati Guadagno (1968).<br />
- Bumbry, V-ckers. Freni, Paskalis. Teatro de la Opera<br />
de Paris. Frunbeck de Burgos (1970).<br />
- Mofla Corelli, Oonath, Cappuccilli. Opera de Berlín.<br />
Maazel (1971).<br />
- Home, MacCraken. Maliponte, Krause. Metropolitan<br />
de Nuírra York. Bemstein (1973).<br />
- Fassbaender, Spiess. Rothemberger, Anneisser.<br />
Opera de DresUe. F. Patane (1973J. (En alemán).<br />
- Crespin. Pv. Pilou, van Dam. Opera de Estrasburgo.<br />
Filarmónica de Estrasburgo. Lombard (1974).<br />
- Tróvanos, Domingo, Te Kanawa, van Dam. John<br />
Alklis coro. Filarmónica de Londres. Sota (1975).<br />
- Berganza, Domingo. Cotrubas, Milnes. Arnbrosian<br />
Smgere. Sinfónica de Londres. Abbado (1977).<br />
- Migenes, Domingo, Esham. Rumondi. Radio Francia<br />
Nacional de Francia. Maazel (1982).<br />
- Baldani, Carreras. Ferranni. Díaz. Coro ZarTuela.<br />
Sinfónica de Madnd. Gamia Navarro (I9B2).<br />
- Bittsa, Carreras, Ritciarelli, van Dam. Opera de<br />
París. Filarmónica de Berlín. Karajan (1983).<br />
- Ewing, McCauley, Mac Laughlm. Holloway. Glyndeboume.<br />
Filannónica de Londres. Haitink (1985).<br />
(En vfdeo).<br />
- Bartsa, Carreras, Mrtchell. Ramey. Metropolitan de<br />
Nueva York. Levine (1987). (En laser-video).<br />
- Norman, Schicofí Freni, Estes. Nacional de Francia.<br />
Ozawa (1968).<br />
- Alperyn, L»mberti, Titus, Palade. Radio Checa.<br />
Rahban(l990).<br />
(A titulo puramente informativo cabe consignar<br />
que Osear Hamrnerstem II adaptó algunos números<br />
de Cormen para un ftím de Otto Premmger. Cormen<br />
Jones de 1954, de la que ensten tanto la banda sonora<br />
ongmal como otra de reciente publicación dirigida<br />
por Henry Lewis).<br />
Femando Fraga<br />
SCHERZO 57
DISCOS<br />
ANÓNIMO: Román de Fauvei. Jean Bollery,<br />
narrador. Studio der Frühem Musik.<br />
Director: Thomas Blnkley. EMI CDM 7<br />
63430 2. Grabación: Munich, XI1/1970. Edición<br />
en CD; 1991. Productor Gerd Berg.<br />
Todo acercamiento fonográfico<br />
a Fauvel ha de ser parcial, dada<br />
la longitud de miles de versos<br />
del poema, y tentativo, pues poco es lo que<br />
se sabe a fin de cuentas de las posibilidades<br />
interpretativas de comienzos del siglo XIV,<br />
Pese a todo, contamos con esta reedición y<br />
con la versión del Clernencic Consort ambas<br />
son plausibles y dan vida a aspectos diversos<br />
contenidos en el Román. Óerrtencic,<br />
con sonondades más penetrantes y un tono<br />
hasta grosero, recalca el lado popular, de<br />
mordacidad agresiva de esta historia que narra<br />
La carrera y la boda del asno Fauvei. Bintíey.<br />
por el contrario, mantiene la sátira dentro<br />
de limites más cortesanos sin que ello<br />
embote su incisividad critica. Lamentablemente,<br />
el disco de EMI carece de los textos.<br />
BACH: Variaciones Gctdberg. Fantasía CTD-<br />
mdtica y fuga en fe menor. Bronislawa Kawalla.<br />
piano. Fantasía y fuga en la menor. Grabación:<br />
Varsovia. 11/1989. Productor: Maria<br />
Oteewska. Ingeniero: Afina Kazon Regulska.<br />
FOLSKIE NAGRANIA PNCD 055 DDD.<br />
72'05". Precio económico.<br />
Las Variaciones Goldberg son un<br />
universo pianístico bachiano que<br />
pone a prueba el despliegue y la<br />
compenetración estilística de cualquier intérprete.<br />
Es todo Bach, aunque parezca una<br />
parte de Bach.<br />
Las lecturas admisibles son muy variadas y<br />
van desde la energía suntuosa y neorromántica<br />
de Landowska al subjetivismo concentrado<br />
de Gould, pasando por el puntillismo historicista<br />
de Gustav Leonhardt<br />
Kawalla se alinea en la tradición de recuperación<br />
bachiana para el piano moderno,<br />
con un discreto sensualismo tfmbrico, gran<br />
nitidez de voces y un cantable entregado y<br />
finre. Se parece, por buscar aires de familia,<br />
al Bach de Maria Tipo. Ello va en su abierto<br />
elogio. No obstante, lo mejor del compacto<br />
son las dos Fantasías, leídas con arrestos y<br />
brillantez, como propinas al trabajo, más esforzado<br />
y minucioso, de las Venaciones.<br />
B.M.<br />
BACH: Magníficat BWV 243 en re mayor,<br />
VIVALDi; Gloria RV 589 en re mayor. Barbara<br />
Hendricks, soprano; Ann Murray, mezzoíoprano;<br />
Jean Rigby, contralto: Uwe<br />
Heilmann. tenor; Jorma Hynninen, bajo.<br />
Coro y Orquesta de la Academy of St.<br />
Martin ¡n the Relds. Director Nevllle Marriner.<br />
Grabación: Londres, X/1990. Productor:<br />
David Graves. Ingeniero: Mark Virar<br />
s. DDD 55'42-. EMICIasiies CDC 7<br />
54283 2.<br />
La voz sobrenatural de Barbara<br />
Hendricks bastarla por si sola<br />
para hacer apetecible este compacto<br />
que, por otra parte, conjuga otros<br />
5í?SCHER2O<br />
atractivos, tales como la coherencia de tiempo<br />
y de estilo, de género e incluso de armadura<br />
tonal. Estos Glono y Magníficat son tal<br />
para cual en genio y figura, y Marriner, con<br />
su conocido prodigioso coro, curtido en<br />
HHndel, aprehende ambos con certeza y el<br />
frescor de un talante de ensayo permanente.<br />
Recuérdese que el Bach germánico, como<br />
otras muchas veces, italianiza en este caso y,<br />
como pocas, latiniza. EMI por su parte hace<br />
honor a su prestigio: bien valen, pues, la pena,<br />
que es un decir, otro Magníficat y otro<br />
Glono. cuando todos, si buenos, son pocos-<br />
JAA.<br />
BEETHOVEN: Sinfonía n.° 9 en re menor,<br />
Op. 125, «Coral». Wllma Lipp (sop.). Eliíabeth<br />
Hoengen (meno), Julius Patzak (ten.),<br />
Otto Wiener (bajo). Coro de la Asociación<br />
de Amigos de la Música de Viena. Orquesta<br />
Sinfónica de Viena. Director; Jascha Horenstein.<br />
TUXEDO MUSIC 1083. ADD.<br />
65'. Grabación: Viena, 1953. Precio económico.<br />
Distribuidor Di ver di.<br />
Una gran versión, extraordinariamente<br />
clara e intensa, como la<br />
mayoría de las interpretaciones<br />
de Jascha Horenstein. Estuvo publicada en España<br />
allá por la década de los 60, en un LP<br />
Setter de sonido algo borroso y que ahora se<br />
ve mejorado relativamente en este compacto<br />
reprocesado por la empresa suiza Tuxedo<br />
Music Esta dirección de la Novena la podríamos<br />
encuadrar dentro de la más pura y clasica<br />
tradición directorial germánica: severa,<br />
densa, cuidada, libre de afectaciones y preocupada<br />
solamente de la transmisión del mensaje<br />
musical. A ello podríamos añadir una rara<br />
e intensa efusividad que en ocasiones recuerda<br />
a Furtwangler, y en otras nos da una<br />
dimensión casi expresionista que curiosamente<br />
no desentona con el mensaje beethoveniano<br />
(un poco como lo que hada Furtwangler<br />
en su apocalíptica visión de 1942). Excelentes<br />
coros y solistas, especialmente Julius<br />
Patzak, que en su breve intervención da una<br />
soberana lección de canto que puede servir<br />
de modelo para todos los tenores que ejecuten<br />
esta parte. Así. pues, una de las grandes<br />
lecturas de la Novena, modelo de escrupulosidad<br />
en la letra y con una expresividad y una<br />
vibración interior propias de ios maestros de<br />
antaño. Por poco mis de mil pesetas usted<br />
podra disfrutar del arte de un excepcional director<br />
(y si ha tenido la paciencia franciscana<br />
de escuchar la versión de Hamoncourt, podrá<br />
discernir con meridiana claridad qué es lo<br />
realmente auténtico).<br />
EPA<br />
BEETHOVEN: Quinteto para pkmo e instrumentos<br />
de viento en mi bemol mayor. Op.<br />
16. Cuarteto para piano y cuerda en mi bemol<br />
mayor, Op. 16 (transcripción del anterior<br />
por el autor). MOZART: Quinteto pera piano<br />
e instrumentos de viento en mi bemol mayor,<br />
K 452 Zortin Kocils, piano. Miembros<br />
del Conjunto de Viento de Budapest (Gabor<br />
Dienei, Oboe; Kálmán Berkes, clarinete:<br />
Miklós Nagy, trompa; Julia Gibor, fagot).<br />
Miembros del Cuarteto Keller (András<br />
Keller, violín; Zortan Gal. viola; Ottó<br />
Kertész, violonchelo). Producción; Ibolya<br />
Tóth. Ingeniero: Ferenc Pécsi. Grabación:<br />
Budapest, 1989. QUINTANA. Harmonía<br />
Mundi France QUI 903020. 6721".<br />
A pesar del innegable virtuosismo<br />
de Zortán Kocsis, que probablemente<br />
se encuentra mejor<br />
en otro repertorio, la correcta y poco inspirada<br />
lectura del Quinteto K 452 de Mozart<br />
que se nos ofrece en este disco no pasara,<br />
en nuestra modesta opinión, a la historia del<br />
sonido grabado. Es más, quien escuche esta<br />
obra por primera vez gracias a este registro,<br />
creerá que se trata de una pieza menor En<br />
el Quinteto de Beethoven la cosa se pone<br />
peor. Cuesta trabajo pensar en ocasiones<br />
que ese piano, que parece en tales momentos<br />
tocado simplemente por un alumno<br />
aventajado y sin experiencia, obedezca a los<br />
dedos de quien ha sabido enfrentarse con<br />
espléndidos resultados a UszL a Brahms ¡o a<br />
Bartók! Decididamente, Kocsis se las ve mejor<br />
en los pasajes rápidos, virtuoslsticos, pero<br />
el resto del discurso se les cae a él y a sus<br />
compañeros. En la transcripción para"?uarteto<br />
con piano y cuerdas la cosa mejora algo.<br />
Es evidente que los miembros del Cuarteto<br />
Keller son superiores a sus colegas de la familia<br />
de los vientos. Pero eso es todo.<br />
S.M.Í<br />
BEETHOVEN: Trios con piono, Op. I n° I<br />
y Op. I n.° 2. Patrlck Cohén, fortepiano.<br />
Erich HiSbarth. violfn. Christophe Coin,<br />
violonchelo. Productor e ingeniero: Pere<br />
Casulleras. HARMONÍA MUNDI France<br />
HMC 901361. 69'45".<br />
Este disco nos ofrece sólo dos<br />
de los tres Trfos catalogados como<br />
Op. I. Nada nos indica que<br />
se trate del comienzo de una integral, pero<br />
los buenos resultados podrían aconsejarlo y<br />
hasta hacérnoslo desear. El prurito de conseguir<br />
una interpretación de sabor clasicista preside<br />
el discurso sonoro de este bello disco.<br />
Seria equivoco sacar aquí a relucir, como<br />
comparación, antiguos registros como los de<br />
Szeryng-Foumier-Kempf (que ya teñen más<br />
de vente años, cómo pasa el tiempo), u otros<br />
más modernos, como los de Periman-Harrell-<br />
Ashkenazy, Los intérpretes del disco que ahora<br />
reseñamos no pertenecen a esa categoría<br />
de divos y, sin embargo, consiguen un producto<br />
muy bello, muy en el periodo, renunciando<br />
a cualquier énfasis o tentación de llevar<br />
hacia el futuro una música que por solo<br />
tres años no pudo llegar a escuchar un Mozart<br />
y que es contemporánea de un Haydn a)<br />
que aún le quedan bastantes artos de vida<br />
SM.B.<br />
BEETHOVEN: Ragoietas, Op. 33, 119 y<br />
126. Gregor Weiehert, piano. Grabado en<br />
Thum en I98B. Productor: Jakob Staempfli.<br />
ACCORD 200432. Digital. 5T3V. Precio<br />
económico.<br />
En tres momentos diversos de<br />
su obra, Beethoven encaró la<br />
composición de estas Bogotefeis,
cuyo modelo remoto parece extraerse del<br />
barroco francés: libertad, capricho, concentración<br />
formal. En 1782 eran los tímidos esquicios<br />
de un muchacho. En 1801 acompañan<br />
las obras de un primer periodo (ejemplo:<br />
Segundo Sinfonía) y un momento de<br />
mortal depresión. En 1821 comentan su madurez<br />
mas conceptual.<br />
Beethoven no bagateliza, no trivializa su<br />
música mayor al abordar estas piezas. Al contrario,<br />
son como glosas o entre lineas que le<br />
permiten distanciarse de las partituras más<br />
empeñosas, escucharse, miniatunzarse. Escuchamos<br />
en ellas aires y momentos de sus<br />
edificios ejemplares.<br />
El ciclo integral es una prueba de complejo<br />
beethovenismo para cualquier pianista ya<br />
que debe pasar, en una hora, del joven al<br />
viejo maestro de Bonn, sin equivocarse de<br />
atmósfera, de época de estilo ni de sonoridad.<br />
Vaya en elogio de Weichert el describirlo<br />
llenando todas estas condiciones. El piano<br />
histórico que pulsa agrega un elemento<br />
documental a sumar en favor de esta entrega.<br />
BEN-HAIM: Salmo. BEETHOVEN: Sinfonía<br />
n.° 5 en do menor. Op. 67. RAVEL Lo Valse.<br />
Orquesta Filarmónica de Israel y Orquesta<br />
Filarmónica de Berlín. Director: Zubín<br />
Mehta. SONY SK 45968. DDD. 56*58".<br />
Grabación en vivo: Tel Aviv, 1990. Productor:<br />
S te ven Epstein. Ingeniero: Keven P.<br />
Bo utote.<br />
Confieso mi prevención inicial<br />
ante este disco, aparentemente<br />
un producto que aprovecha la<br />
reunión de dos orquestas de primera fila bajo<br />
un director cuya popularidad ha traspasado<br />
el circulo de los aficionados a la música<br />
clasica para sacar mis partido al pretexto<br />
que al texto mismo. Y debo confesar también<br />
-noblesse ob/ige- mi equivocación por<br />
aquello que los catecismos llamaban juicio<br />
temerario. Porque la verdad es que el disco<br />
en cuestión está bastante bien. La obra de<br />
Paul Ben-Haim, que no es sino el segundo<br />
movimiento de su Primera Sinfonía, se escucha<br />
gratamente y sirve para ampliar un poco<br />
nuestro conocimiento de mundos contemporáneos<br />
aunque lejanos. Pero es que la<br />
Quinto de Beethoven, con Mehta al frente de<br />
dos orquestas juntas -porque no es que los<br />
de Israel toquen una cosa y los de Berlín<br />
otra sino que todos lo tocan todo-, tiene<br />
solidez y empaque, y no le falta la necesaria<br />
flexibilidad en la dinámica, lo que con tan alto<br />
contingente de intérpretes no era asunto<br />
fácil. Lo Valse queda un poco peor, pues es<br />
música hermosa y traicionera, y hace falla<br />
más sutileza para tratarla como se merece.<br />
Ni el Beethoven ni el Ravel que aquí se nos<br />
ofrecen son de referencia, pero el acercamiento<br />
de Mehta al primero de ellos sirve<br />
para mostrar que el hindú es mucho mejor<br />
director de lo que se nos quiere hacer ver<br />
últimamente. Un notable arto para los ingenieros<br />
de sonido que consiguen que nos creamos<br />
que las dos orquestas -160 personas,<br />
se nos dice- tocan juntas ponqué lo afirman<br />
las notas al programa y mentir es pecado,<br />
LS.<br />
BERG: Concierto pora víoífr) a la memoria<br />
de un dngel STRAVINSK1: Concierto para violln<br />
en re mayor. RAVEL T>igane. Frank Peter<br />
Zimmermann, violin. Orquesta Sinfónica de<br />
la Radio de Stuttgart. Gianluígi Gelmetti.<br />
Productor: Dr. Luti Lüdemann y Gerd<br />
Berg. Ingeniero: Bemhard Bauer. Grabación:<br />
Stuttgart, V y XI/1990. EMI CDC 7<br />
54248 2. DDD. 25'32-y 2I15' y lO'l I".<br />
Es probable que se me quede<br />
alguno por ahí escondido, pero<br />
creo que este es el duodécimo<br />
Concierto de Berg para el disco. Habría que<br />
añadirle ei recientemente reseñado, con registro<br />
de 1936, en que tocaba Krasmer y dirigía<br />
Webem. En esa docena de discos hay<br />
un montón de excelentes interpretaciones.<br />
La magnifica lectura que reseñamos ahora<br />
no alterara la pnmacla de que gozan, en<br />
nuestra opinión, parejas como Grumiaux y<br />
Martevich o como Perlman y Ozawa. Estos<br />
úrtimos temas, con ei acoplamiento del Concierto<br />
de Stravinski, que no falta en el protafonizado<br />
por Grumiaux en su formato CD.<br />
!immermann consigue unas versiones crispadas,<br />
a veces decididamente agresivas. Las<br />
aristas de la Toccaw o del Copnroo del Condena<br />
de Stravinski son una opción valiente y<br />
desusada, una espléndida y original manera<br />
de redescubrir partitura ya tan impuesta en<br />
el repertorio. En el campo de la expresividad<br />
Sir Colín Davis, el primer ber-<br />
Ilozano de nuestros días, graba<br />
por tercera vez la Fantástico<br />
para el mismo sello (Philips) pero con orquesta<br />
distinta, en esta ocasión la filarmónica<br />
de Viena con una espectacular toma<br />
sonora realizada en la Musikvereinsaal en<br />
noviembre de 1990. Las dos grabaciones<br />
anteriores fueron con la Sinfónica de Londres<br />
(abril de 1964) y con la Orquesta del<br />
Concergebouw (marzo de 1975). La verdad<br />
es que no hay grandes diferencias entre<br />
la versión con la orquesta holandesa y<br />
esta que ahora comentamos. En las dos<br />
podemos encontrar los mismos criterios<br />
interpretativos: elegancia, precisión, claridad,<br />
equilibrio, inimitable personalidad expresiva<br />
y absoluto respeto a todo lo escrito<br />
(Sir Colin incluye la parte de cometin<br />
en el segundo movimiento, introducida<br />
por Berlioz, od libitum, tres afios después<br />
de terminar la obra, en una de las numero-<br />
Berlioz insuperable<br />
DISCOS<br />
bergiana los resultados son menos relevantes,<br />
aunque siempre dentro de un elevado<br />
nivel. Esa agresividad ha de convertirse en<br />
otra cosa en esa obra. Zimmermann opta,<br />
no por el lamento, sino por una especie de<br />
increpación. El virtuosismo de Zimmermann<br />
es una gran baza de este disco y, lógicamente,<br />
consigue el apoteosis en Tzigone. esa<br />
obra de Ravel a la que los ravelianos no suelen<br />
poner buena cara El acompañamiento es<br />
del mismo nivel de calidad, con amplia compenetración<br />
en el sentido de las obras, más<br />
afortunado en Stravinski y muy lucidito en<br />
Ravel.<br />
BIBER: Sánalas del Rosana Reinhard Goebel,<br />
violln. Música Antiqua Koln. 2 CD AR-<br />
CHIV 431 656-2. DDD. 113'38". Grabación:<br />
1/1990. Productor e ingeniero: Wolfgang<br />
Miclehner.<br />
Aún no lejana la reedición en<br />
compacto de la versión de<br />
Franzjosef Meier (Deutsche<br />
Harmonia Mundi. Comentada en SCHERZO<br />
n.° 48), llega un nuevo registro de las Sonatas<br />
del Rosana de &ber, la mayor aportación a la<br />
literatura violinística anterior a las Sonatas y<br />
sas revisiones que sufrió la partitura; también<br />
se oyen más claramente en este registro<br />
las partes del piccolo). La versión que<br />
ahora comentamos está lejos de la acumulación<br />
de violencia en los contrastes, del<br />
efectismo, del exceso que normalmente<br />
suele provocar e irritar a todos los detractores<br />
de la música de Berlioz y, de otra<br />
parte, entusiasmar a sus amantes; al contrario,<br />
se hace especial hincapié en una intensa<br />
contención y, sobre todo, en su estructura<br />
formal, de tal forma que parece<br />
que escuchamos una sinfonía cualquiera<br />
del modelo sinfónico clásico. Lejos, pues,<br />
de la intuición genial y descuidada de un<br />
Charles Münch (RCA, EMI), o de las miles<br />
de versiones brillantes y huecas que el sufrido<br />
comprador puede encontrar en las<br />
tiendas especializadas (no olvidar que estamos<br />
ante una de las obras más grabadas<br />
de toda la historia de la música). En fin,<br />
una gran interpretación, de cálida y espectacular<br />
respuesta orquestal, protagonizada<br />
por un excepcional conocedor de los pentagramas<br />
del gran compositor francés. El libreto<br />
viene con comentarios en los cuatro<br />
idiomas de siempre, firmados por Christopher<br />
Fifield, Uwe Kraemer, Jean-Pierre<br />
Bartoli y Gloria Staffieri, mas el programa<br />
literario que Beriioz dio a conocer en el<br />
estreno de la obra. Muy recomendable.<br />
EPA<br />
BERLIOZ: Sinfonfo fantástica, Op. 14.<br />
Orquesta Filarmónica de Viena. Director:<br />
Sir Colin Davis. PHILIPS 432151 -2, DDD.<br />
56'. Grabación: Viena, XI/1990. Producción:<br />
Mike Bremner. Ingeniero: Erdo Groot,<br />
SCHERZO 59
DISCOS<br />
Partitas de Bach. Erizada de dificultades extremas,<br />
entre ellas el cambio (sconJoturo) de<br />
la afinación normal del instrumento, la colección<br />
plantea al intérprete problemas al borde<br />
de lo insoluble. Goebel. mejor dotado<br />
técnicamente y con una imaginación más rica<br />
que Meier, nos convence de que las Sonotas<br />
son tocables. Salvo ligeros afeamientos en la<br />
afinación, muy ocasionales, el violinista es de<br />
un virtuosismo asombroso. No lo es menos<br />
el constante diálogo consigo mismo, verdadera<br />
columna de la serie, como viene a demostrar<br />
la Possocagiiafinal. donde enmudece<br />
el continuo. Con una articulación ágil y variada,<br />
Goebel imprime a las Sonotos del Rosario<br />
una imaginería barroca, paralela a la escultórica,<br />
cargada de retórica, como si de sermones<br />
musicales se tratasen.<br />
EMM.<br />
8LJSS: Concierto para violonchelo. The Endionteress<br />
fEscena pora contralto y orquesta).<br />
Himno a Apolo- Raphael Wallflsch (violonchelo),<br />
Unda Finnie (mezzosoprano). Ulster<br />
Orchestra. Director: Vernon Handley.<br />
CHANDOS CHAN 88IB. DDD. Grabación:<br />
Belfast. VIII y XI/1989. Ingeniero:<br />
Ralph Couzens. 56'. Sonólo paro viola y piano.<br />
Masks. Triptyeh. Dos interludios. Toccata.<br />
Emanuel Vardi (viola) y Kathron Sturrock<br />
(piano). CHANDOS CHAN 8770. DDD.<br />
Grabación: Londres. IV y IX/1989. Ingeniero:<br />
Ralph Couzens. 61 50*. Distribución:<br />
Harmonía Mundi.<br />
Este año se cumplen los cien<br />
del nacimiento de Sir Arthur<br />
Bliss, en cierto modo un típico<br />
compositor británico de lo que podríamos<br />
llamar la linea tradicional, con arranque y desarrollo<br />
en un postromanticismo sin especiales<br />
calidades, carente de la personalidad de<br />
otros compatriotas de talante artístico conservador<br />
-Vaughan Williams. Bax, incluso<br />
Rubbra o Amold- y no digamos del genio<br />
de otros más eclécticos como Watton, Britten<br />
y TippetL Su Condeno para violonchelo,<br />
dedicado a Mstislav Rostropovrtch y estrenado<br />
por éste y Benjamín Britten en el Festival<br />
de Aldeburgh en 1970, es obra impensable<br />
para su tiempo, fuera por completo de época,<br />
llena de la honestidad de quien cree en<br />
lo que hace pero que no se salva ni escuchándola<br />
con la mejor voluntad del mundo.<br />
Su duración -algo más de veinticinco minutos-<br />
acude en socorro de un oyente que<br />
piensa de inmediato en el Concierto de Elgar<br />
-ése si es una obra maestra-.o hasta en el<br />
de William Walton, como punto de comparación<br />
poco indulgente. Raphael Wallfisch es<br />
un espléndido intérprete y hace lo que puede<br />
por darle a la obra -por la vía expresivauna<br />
credibilidad estética de la que carece.<br />
Algo más interesante resulta la escena The<br />
Enchantress, en absoluto comparable a £i vino<br />
de Berg, Knoxville: Summer of 1915 de Barber<br />
o fécfro de Britten. a pesar de lo que tratan<br />
de sugerir las notas que acompañan al disco.<br />
Con un texto de Henry Reed. basado en el<br />
segundo Idilio de Teócrito, la obra fue estrenada<br />
por Kathleen Ferrier en 1951. Linda Finnie<br />
es aquí una intérprete con la necesana<br />
vena dramática, aunque eso no sea suficiente<br />
a la hora de rescatar a la obra de la retórica<br />
en que se envuelve. La misma retórica, es<br />
60 SCHERZO<br />
verdad, que hace del Himno o Apolo una obra<br />
que va poco más allá de su anclaje en una escritura<br />
que ya lo ha dicho casi todo. La estrenó<br />
Pierre Monteux -paladín de las obras de<br />
Bliss- al líente de la Orquesta del Concertgeobuw<br />
de Amstendam en 1926. La escasa<br />
diferencia entre esta obra y el Conderto para<br />
violonchelo, estrenado cuarenta y cuatro años<br />
después, da idea de cómo la música orquestal<br />
de Bliss permaneció siempre fiel a si misma.<br />
Richard Hickox no es Pien-e Monteux,<br />
pero se entrega con pundonor y ganas en la<br />
defensa de su compatriota en una muestra,<br />
una vez más, del amor de los ingleses hacia<br />
su propia cultura, aunque sea al mareen de<br />
unas calidades reales que. por otra parte, sólo<br />
con la audición pueden comprobarse.<br />
En la Sonoco para noto y piano nos encontramos<br />
con un aliento de intención romántica/un<br />
continente al que la pasión -sobre<br />
todo al inicio- le desborda en forma de casi<br />
incontrolada expresividad. Su estreno -a cargo,<br />
nada menos, que de üonel Tertis y el<br />
pianista Solomon- data de 1933, y pone al<br />
oyente en la sintonía de ese buen camerista<br />
británico que fue Frank Bridge. Da la sensa-<br />
Segunda oportunidad<br />
Dos nuevos ciclos de la música<br />
sinfónica de Brahms están a<br />
punto de concluir. Para uno y<br />
otro director se trata de una segunda<br />
oportunidad: Sawallisch grabo su primer integral<br />
durante los anos 60 para Philips y<br />
Abbado hizo lo propio en tomo a 1970<br />
para DG. Aún a falta de la Tercera Sinfonía<br />
puede afirmarse ya que Sawallisch ha desaprovechado<br />
la ocasión: Segundo y Cuarzo,<br />
aceptables, no aportaron nada sustancial<br />
(SCHERZO, 53) a lo que el maestro muntqués<br />
habla dicho anos atrás y esta Primera,<br />
dirigida con desgana, sin tensión ni emoción,<br />
es mejor olvidaría. Un aceptable<br />
Schicksalslied (inferior al del propio Abbado,<br />
o al de Bruno Watter) poco añade a un<br />
disco inútil y decepcionante.<br />
Caso diferente es el de Abbado. cuya<br />
nueva Tercera (SCHERZO, SI) mejoraba<br />
claramente su versión anterior, mientras la<br />
Primera que ahora comentamos mantiene<br />
nivel similar, si no superior, al de hace cuatro<br />
lustros. Fue grabada en septiembre de<br />
1990, muy próxima a los conciertos que tuvieron<br />
lugar en Lucerna y Berlín, que Radio<br />
2 y TVE I ofrecieron en su momento. Abbado<br />
conserva la tensión propia del concierto<br />
y ofrece un Brahms elástico de tempi<br />
ción, por otra parte, de que en ella se encuentra<br />
el Bliss que. de seguir más por ahí,<br />
hubiera dado mejores frutos. Ponqué esa pasión<br />
no carece de ¡deas, pero la razón que la<br />
controlaba debió pensar que sacaba demasiado<br />
los pies del tiesto. La obra para piano<br />
-de la que se recogen en el mismo disco colecciones<br />
como Masks. Triptych, Dos interludios<br />
y Toccota- tampoco revela demasiada<br />
personalidad. Algo de jazz y unas gotas de<br />
Stravinski en las páginas más juguetonas -la<br />
mejor de ellas la Toccata, de 1926- y la vuelta<br />
a lo demasiado visto por aquí y por allá en<br />
lo más serio. Emanuel Vardi y Kathron Sturrock<br />
negocian con arrojo unas músicas que<br />
sólo interesarán a quienes se aventuran,<br />
cueste lo que cueste, por los terrenos de lo<br />
desconocido.<br />
LS.<br />
BRUCKNÉR: Sinfonía n.° I en do menor.<br />
Te Deum. Jessye Norman, soprano; Yvonne<br />
Minton, mezzo; David Randall. tenor; Sa-<br />
e impulsivo, dentro de un planteamiento<br />
clásico, bien equilibrado y musical, La Filarmónica<br />
de Berlín toca con la precisión, brillantez<br />
y belleza tlmbrica que son bien conocidas<br />
desde los tiempos de Karajan, aunque<br />
la sonoridad de Abbado sea más<br />
transparente, menos opulenta y la articulación<br />
más ligera y mejor contrastada, lejos<br />
del pemianente legato tan caro a von Karajan.<br />
En conjunto, el discurso resulta más vivo,<br />
menos marmóreo que a veces podía ser<br />
el de este último. Un Contó de tos Parcas vibrante<br />
y entusiasta estupendamente cantado<br />
y tocado (espléndida la cuerda grave y el<br />
modo en que Abbado la valoriza), se constituye<br />
en versión de referencia; con defensores<br />
de esta categoría, la Opus 89 podría<br />
entrar rápidamente en el repertorio habitual.<br />
Excelente calidad de sonido en ambos<br />
CD, algo más cálida en el de DG, probablemente<br />
no sólo por causas técnicas.<br />
Abbado tiene ante s( una inmejorable<br />
oportunidad de redondear un excelente ciclo<br />
sinfónico Brahms, complementado de<br />
modo idóneo con obras corales, si mantiene<br />
este nivel y supera aquella flojísima Cuereo<br />
que. con la London Symphony, grabara<br />
para DG veinte anos atrás. Ojalá no la desaproveche,<br />
RAM<br />
BRAHMS: Sinfonía n.° I en do menor, Op.<br />
68. Contó de tos Parcos. Op. 89. Coro de la<br />
Radio y Orquesta Filarmónica de Berlín.<br />
Director: Claudio Abbado. CD. DDD.<br />
DELfTSCHE GRAMMOPHON 431.790-2.<br />
Grabación: Berlín, IX/1990 (Op. 68) y<br />
XI/1990. Productor: Christopher Alder.<br />
Ingeniero: Klauss Hiemann. 4S"2é", I2'32".<br />
BRAHMS. Sinfonía número I. Canta del desuno.<br />
Op. 54. Ambrosian Singeri. Orquesta<br />
Filarmónica de Londres, Director, Worfgang<br />
Sawallisch. CD DDD EMI CDC<br />
7.S4359.2. Grabación: Londres, IV/I99I.<br />
Productor: John Fraser. Ingeniero; Mark<br />
Vigan.44'31", I6'O7".
muel Ramey, bajo. Orquesta Sinfónica de<br />
Chicago. Director: Daniel Barenboim.<br />
DEUTSCHE GRAMMOPHON 43S 068-1<br />
DDD. 69'3S". Productor: Werner Mayer.<br />
Ingeniero; Kiaus Scheibe. Grabación; Chicago.<br />
XII/1980, III/I9BI.<br />
Triste suerte discoerafica -no<br />
digamos ya en las salas de concierto-<br />
la comda por la Primera<br />
de Bruckner. En las integrales es siempre una<br />
de las hermanas pobres junto con la Segundo<br />
y la 0; las tres compiten por la cola en el número<br />
de registros. Por eso, para una oportunidad<br />
que tiene uno de decirlo, no va a pnvarse;<br />
es una maravilla, a la que urve prestar<br />
atención por si misma, más allá del interés<br />
cierto que encierra coma anuncio del posterior<br />
sinfonismo de su autor.<br />
De la supuestamente enriquecida versión<br />
de 1981, la lectura de Wand y la Orquesta<br />
Sinfónica de la Radio de Colonia es be calidad<br />
suprema, muy superior en todo caso a<br />
la de Chailry con la de la Radio de Berlín. Pese<br />
a haber sido más frecuentada, la versión<br />
onginal de 1866 aún espera grabación de referencia.<br />
Esta de Barenboim no cuenta en<br />
pnncipio con una orquesta experta en la matena.<br />
Es. sin embargo, la que. por su empuje<br />
primitivista y su tratamiento no menos deliberadamente<br />
cuidadoso del color orquestal,<br />
más cerca está de merecer tal título, aurtque<br />
en dura pugna con Karajan y la Filarmónica<br />
de Berlín, Jochum con idéntica orquesta<br />
-desconocemos su grabación para EMI con<br />
Oresde- y, sobre todo, el mucho más refinado<br />
-nobleza obliga- Sawallisch con la Orquesta<br />
del Estado de Baviera.<br />
Pero lo que acaba de decantar definitivamente<br />
la balanza en favor de la perentoria<br />
necesidad de adquirir este disco es el sensacional<br />
Te Deum que lo completa Los cuatro<br />
solistas, aun situados por los técnicos de sonido<br />
varios metros por detrás del coro y fa<br />
orquesta, son verdaderamente las «lenguas<br />
angelicales» a que Mahler se referia cuando<br />
en su ejemplar sustituyó por estas palabras el<br />
subtitulo original «para coro, voces de solo...».<br />
Y la doble fuga final, lo mismo que el<br />
imponente arranque, tiene las dosis justas de<br />
grandiosidad cuantitativa y control agógico<br />
que el espíritu y la letra de la partitura demandan<br />
a partes iguales.<br />
A8.M<br />
BRUCKNER: Sinfonía n.° 4 en mi bemol<br />
mayor «Romántica», Orquesta de Cleveland.<br />
Director Christoph von Dohnányi. DECCA<br />
430 099-2 DH. 63'09". Precio económico.<br />
Grabación: X/1989. Productor Paul Myers,<br />
Ingeniero: Colín Moorfoot<br />
Dohnányi nos propone aquí la<br />
última versión de la Sinfonía (ífiomóntica»<br />
hecha por Bruckner:<br />
es decir, la partitura de 1874 con el <strong>Scherzo</strong><br />
alia cacáa y los retoques de 1880. De las varias<br />
tradiciones brucknerianas, el director<br />
húngaro escoge la objetividad de Bruno<br />
Walter. Su lectura se orienta hacia la descripción,<br />
es un gran mural donde las diversas<br />
escenas han sido detenidas en un momento<br />
ideal por la coetaneidad de los espacios pictóncos.<br />
No es un drama o una historia, ni un<br />
coral neobarroco, ni un momento de éxtasis<br />
desarrollado por el fenómeno sinfónico. Es,<br />
mas bien, la escucha de diversas voces que la<br />
orquesta misma va proporcionando y que el<br />
director discierne.<br />
Como resultado, tenemos un Bruckner luminoso<br />
y privado de la pompa solemne y del<br />
monumentalismo tardorromántico que le<br />
pueden adjudicar, respectivamente, un Klemperer<br />
o un FurtwSngter. El trabajo be Dohnányi<br />
es sereno, equilibrado y de una exquisita<br />
sensibilidad. Prueba que Bruckner no es<br />
uno solo y que sus edifioos sonoros tienen diversos<br />
puntos de ingreso, a partir de los cuales<br />
se puede investigar su jungla sinfónica con<br />
resultados divergentes e igualmente válidos.<br />
B.M.<br />
BRUCKNER: Sinfonía n° 4 en mi bemol<br />
mayor «Romántico». Orquesta Filarmónica<br />
de Berlín. Director: Klaus Tennstedt, EMI<br />
CDD 7 63895 2. 70'2B". Precio económico.<br />
Productor: John WMIan. Ingeniero: John<br />
Kuriander. Grabación: 1982.<br />
La presente grabación utiliza la<br />
versión revisada por Bruckner<br />
en 1880 y que puede considerarse<br />
definitiva en relación al autor, y editada<br />
por Robert Haas. Hay otra que data del reestreno<br />
de 1889 y que es postuma y en<br />
buena medida, obra de sus discípulos.<br />
La profusión de antecedentes bnjcknerianos<br />
de interpretación hace imposible que<br />
una lectura actual se escape a alguna de las<br />
tradiciones. Bruckner puede ser visto como<br />
un sinfonista del tardío romanticismo (Bruno<br />
Walter). como el último representante de la<br />
polifonía católica alemana del barroco, monumental<br />
y arquitectónico (Otto Klemperer),<br />
puede ser objeto de un rapto iluminado<br />
(Furtwangler, Celibidache) o. como prefiere<br />
aquí Tennstedt recuperado por el modelo<br />
de la sinfonía del siglo XIX: un drama abstracto,<br />
una historia sucesiva y cíclica cuyo héroe<br />
es un complejo de temas que se yuxtaponen,<br />
dialogan y pelean entre si. Tennstedt<br />
hermana a Bruckner con Brahms y Chaikovslo<br />
por citar parecidos de familia.<br />
El resultado es de primera calidad: limpidez<br />
de voces, luminosidad de timbres, atmósferas<br />
contrastadas y matizadas, aprovechamiento<br />
dramático de las reiteraciones y<br />
desorientaciones del compositor para ahondar<br />
ese descenso al abismo del alma que es<br />
también, o ante todo, el abismo be la orquesta<br />
tardorromántka.<br />
B.M.<br />
BUSONI: Contieno para piano, orquesta y<br />
coro masculino, Op. 39. Franco¡s-Joél Thiollier,<br />
piano. Orquesta Filarmónica de Niza.<br />
Director: Michael Schonwandt. Grabación:<br />
V/1990. Productor: Nili Winther. Ingeniero:<br />
Jesper Jorgensen. KONTRAPUNKT<br />
32057. DDD. 68'57". Distribuidor Nahuel.<br />
Contamos con ésta al menos<br />
cinco versiones distintas de una<br />
importantísima pieza concertante-sinfón<br />
ico-coral. Por una parte, la grabada<br />
por EMI a finales de los sesenta con John<br />
Ogdon al piano, el Coro John Alldis y la Ro-<br />
DISCOS<br />
yal Philharmonic Orchestra, bajo la dirección<br />
de Daniel I Revenaugh, en dos elepés que<br />
contenían ademas dos estudios para el Dofccor<br />
Foust Por otra, la de la Radio de Baviera,<br />
de I9B6 y ya en CD (lo que no impide que<br />
la grabación sea de origen analógico sin reprocesar,<br />
es decir, AAD), con su orquesta y<br />
coro, Volker Banfield al piano y dirección de<br />
Lutz Herbig (CPO, distribuida en España por<br />
Diverdi). Ademas, la de Viktona Poshnikova<br />
al piano con Gennadi Roztidestvenski en el<br />
podio, para Erato. En fin, otra de EMI, la de<br />
los Proms de 1988. con Donohue al piano y<br />
la dirección de Erdler, versión que no ha caído<br />
aún en nuestras manos. Ignoramos si hay<br />
otras, pero todo podría ser.<br />
El Condeno Op. 39 de Busoni es una de<br />
esas típicas obras ambiciosas de comienzos<br />
de siglo, una época de experimentalismo de<br />
buena ley, la de Scriabin, la de Ivés, la del<br />
Schoenberg de los Gurre-üeder. Busoni fue<br />
uno de esos experimentadores y. como todos<br />
ellos, necesitó explicarse con escritos<br />
para defender su concepción de la música y<br />
levantar espléndidos monumentos sonoros<br />
como su Fousto o esta casi desconocida obra<br />
maestra que intenta fundir lo italiano y lo<br />
germánico en una pieza que va más allá de<br />
lo concertante, que dura más de una hora y<br />
que en el úttimo de sus cinco largos movimientos<br />
(el tercero se despliega en más de<br />
veinte minutos), incluyen un expresivo coro<br />
masculino. La parte pianística es de asombrosa<br />
dificultad, y pasa del protagonismo al<br />
momentáneo oscurecimiento ante la orquesta<br />
en una construcción fascinante y llena<br />
de grandeza.<br />
Michael Schonwandt construye un meritorio<br />
discurso sonoro, que sin embargo no alcanza<br />
la densidad de aquella primera lectura<br />
de Revenaugh ni la tensa magia del equipo<br />
de Baviera. Ignoramos si EMI tiene intención<br />
de editar en soporte CD lo que probablemente<br />
no fue un gran éxito comercial (en<br />
España no se llegó a distribuir nunca). Tampoco<br />
sabemos si Drverdi dispone aún de la<br />
versión bávara de CPO. De no ser asi. la<br />
versión de Thiollier y Schonwandt puede<br />
constituir una referencia, aislada, pero suficiente.<br />
Los mimbres que necesita una obra,<br />
asi no se encuentran juntos en cualquier parte,<br />
y el equipo de este disco de Kontrapunkt<br />
ha sabido, al menos, dar la talla con esta<br />
obra realmente formidable. Por cierto, no<br />
aparece por parte alguna el nombre del COTO<br />
de hombres que interviene en el Cántico final.<br />
Su intervención, sin embargo, refuerza<br />
una interpretación digna que, aunque no posea<br />
más virtuosismo que el de Thiollier, consigue<br />
damos una adecuada idea de obra tan<br />
impresionante.<br />
S.M.B.<br />
CATALANI: Edmeo. Maurizio Frusoni,<br />
ten. (Oberto); María Sokolinska Noto, sop.<br />
(Edmea); Marco Chingari, bar. (Ulmo); Graziano<br />
del Vivo, baj. (Leitmeritz). Orquesta<br />
del Teatro Úrico de Lucca. Director: Masilmo<br />
di Bernart. BONGIOVANNI GB<br />
2093/94-2. DDD. 58' 10" y «'38". Grabación:<br />
Lucca, 1989. Distribuida por Diverdi.<br />
Catalani. siempre entre su admiración<br />
por lo nórdico y sus<br />
reticencias a la hora de hacer<br />
SCHERZO 61
DISCOS<br />
cantar a sus personajes, encuentra en este<br />
argumento bastante trasnochado y a las<br />
puertas del verismo, un vehículo poco propicio<br />
para resultados convincentes. Después<br />
de una obertura brillantísima, donde se impone<br />
(a su pesar) lo melódico y donde<br />
también aparecen modulaciones y giros casi<br />
mascagnianos, el compositor lucha por poner<br />
algo de inspiración en un tema aburrido,<br />
indolente. Y consigue parcialmente el<br />
efecto, cuando se olvida de innovar, cuando<br />
se deja llevar por la operatividad (escasamente<br />
original) del texto: aria de barítono,<br />
por ejemplo. La ópera, con sus debilidades<br />
e inesperados aciertos no alcanza i a altura,<br />
obviamente, de La Wally, tan rica melódicamente,<br />
pero tampoco el dramatismo de Loreleí,<br />
ni el exotismo decadente de Dejonice,<br />
muy oportuno: sin embargo, hay bastantes<br />
elementos en esta obra para interesar al<br />
adicto al repertorio italiano: los dos dúos<br />
de Edmea y Oberto, los coros, inmediatamente<br />
representativos del clima escénico,<br />
los momentos orquestales. Hay, pues, material<br />
rescatable. El reparto es discreto. Frusoni<br />
soporta valeroso un papel dificilísimo,<br />
escrito en una tesitura que luego sera la de<br />
Marat o la de Giannetto (// piccolo Marat de<br />
Mascagni y La cena de/le Sefíe de Giondano);<br />
es decir, con una incidencia inhumana<br />
en el registro de paso. Sokolinska Noto<br />
{que ahora figura sin el primer apellido) hace<br />
lo que puede con una octava aguda algo<br />
hiriente. El bajo, del Vivo, es también muy<br />
modesto. Sólo Chingari está a la altura de<br />
las circunstancias. Bien dirigida por Massimo<br />
di Bemart<br />
Ff.<br />
CHAIKOVSKI: Concierto n.° I para piano y<br />
orquesta en si bemol menor, Op. 23. RACH-<br />
MANINOV: Concierto n.° 2 para piano y orquesta<br />
en cío menor, Op. (8. Milthail Rudy,<br />
plano. Orquesta Filarmónica de Leningrado.<br />
Director Mariis Jansons. Grabación: Leningrado,<br />
XII/1990. Productor: John Fraser. Ingeniero:<br />
John Kurlander, EMI CDC 7<br />
54232 2.DDD. 70'40".<br />
Con viva emoción narra Mildiail<br />
Rudy su retomo a San Petersburgo<br />
y a la Sala de los Nobles,<br />
lugar histórico de este registro. Pero las<br />
emociones espaciales y la historia evocada se<br />
graban mal o a duras penas, si la música no<br />
embebe en ellas su substancia. Y a la postre<br />
es la Filarmónica de Leningrado, un mito inquebrantable,<br />
la que resplandece en este<br />
compacto, palideciendo otros esplendores<br />
individuales, más occidentales y menos indiscutibles.<br />
Ello no obstante, episodios como el<br />
Allegro con füoco de Chaikovski han de ser<br />
consignados como de fábula y el cuidado de<br />
John rraser, productor, no es en vano.<br />
CHARPENTIER: Louistt. Georges Thill.<br />
ten. (Julíen); Ninon Val I i n, jop. (Louiie);<br />
André Pernet, baj. (El Padre); Ai mee Lecouvreur,<br />
mez. (La Madre). Coros Raugel<br />
y Orquesta. Director Eugene BigoL NIM-<br />
BUS Prima Voce NI 7829. ADD. 69'06".<br />
<strong>62</strong> SCHERZO<br />
Grabación: París, 1935. Ingeniero: M.<br />
Caílly.<br />
Versión abreviada de la ópera<br />
de Charpentier que el mismo<br />
músico realizó para el disco.<br />
Charpentier, al prescindir de la mayor parte<br />
de las escenas de calle, en una obra que es<br />
un canto de amor y admiración a la ciudad<br />
de París, da a esta reducción una atmósfera<br />
de intimidad y recogimiento que la mejoran.<br />
De hecho, en la partitura original, las escenas<br />
de masas, muy eficaces para ver en un teatro,<br />
quedan auditivamente como lo más modesto<br />
de la inspiración del músico. Nimbus<br />
no es la primera marca que edita la versión<br />
que se comenta. Una firma francesa le precedió<br />
incluyendo junto a la ópera otras páginas<br />
de Charpentier: Mélodies. el poema sinfónico<br />
/mpressícns d'ltalia, el aria de Louise<br />
cantada por una histórica del papel, Mary<br />
Ganden, entre otras páginas y en un total dé<br />
3 discos. Nimbus compensa aquella entrega<br />
generosa, por lo cuidado de la realización<br />
técnica y la copiosa información. En fin. de la<br />
parte interpretativa sería ocioso insistir sobre<br />
la categoría de la pareja protagonista, Vallin y<br />
Thill, los intérpretes ideales (fraseo, estilo,<br />
vocal i dad), sin posible competencia en ediciones<br />
posteriores (y completas) de la obra.<br />
Sólo Sills, por disposición, y Gedda, por elegancia,<br />
se acercan algo, pero a bastante distancia.<br />
Pemet por su parte, interesa mas que<br />
Lecouvreuer en la Madre. La onjuesta, a pesar<br />
de la época, tiene presencia y asistencia.<br />
F.F.<br />
CHAVEZ: Sinfonía de Antlgona. Sinfonía<br />
Romántica, REVUELTAS: Caminos. Música<br />
para chañar. Ventanas. Roya! Philharmonic<br />
Orchestra. Orquesta Filarmónica de la Ciudad<br />
de México- Director: Enrique Bátiz.<br />
ASV CDDCA 653. DDD. 7IW 1 . Grabación:<br />
Londres y México, 1989. Productor e<br />
ingeniero: Brian B. Culverhouse. Distribuidor:<br />
Auvidls.<br />
El conocimiento como mal: versiones<br />
extraordinanas, por fuerza<br />
e idiomatismo, de obras menores,<br />
y hasta irrelevantes en el caso de Revueltas,<br />
de dos compositores muy<br />
representativos de la música mejicana del siglo<br />
XX. Chávez, posiblemente el creador<br />
más original y poderoso que haya dado el<br />
país, evidencia síntomas de regresión en la<br />
Sinfonía Romántica, que carece tanto de la<br />
audacia de la Tercera, como de la austeridad<br />
y concentración de la Anügono (construida a<br />
partir de una música incidental para la tragedia<br />
de Sófocles) y el color y vida rítmica de<br />
la India (de estas tres Sinfonías existe un registro<br />
modélico de Eduardo Mata, con la<br />
Sinfónica de Londres. MMG). Revueltas aparece<br />
en el disco como una personalidad sonora<br />
muy secundaria por lo que respecta al<br />
ámbito de la música universal de su momento.<br />
Ausente la convulsión telúrica de Sensemayó,<br />
Caminos no encuentra una vía fértil<br />
para la yuxtaposición de lo avanzado y lo<br />
trivial, la Músico para charlar imita concretamente<br />
la marcha de una locomotora, sin la<br />
justificación de movimiento intrínseco logrado<br />
por Honegger en Pacific 231. Reencontramos<br />
Sensemoyd en Ventónos, donde la<br />
violencia expositiva se ha vuefto estentórea<br />
y gratuita.<br />
CHOPIN: Sonata para violonchelo y piano,<br />
Op. 65. STRAUSS: Sonólo para violonchelo y<br />
piano, Op. 6. Lluís Claret (violonchelo) y<br />
Alain Flanes (piano). HARMONÍA MUNDI<br />
HMC 901370. DDD. Grabación; 11/1991.<br />
Toma de sonido y dirección artística: Jean-<br />
Martial Golaz. 55'56".<br />
Ninguna de las dos obras que<br />
recoge el presente disco pertenece<br />
a lo más granado de cuanto<br />
compusieron sus dos excelsos autores. La<br />
Sonata de Chopin es fruto de madurez, una<br />
de sus últimas obras, y no deja de revelar el<br />
genio de su autor, ceñido para el oyente habitual<br />
al capitulo casi exclusivo del piano solo.<br />
Tampoco se trata, por otra parte, de una<br />
rareza, y hasta hace poco podía disponerse<br />
en el mercado de una buena porción de<br />
competentes versiones: Starck-Requejo, Du<br />
Pré-Barenboim, Gregor-Smith-Wrigley, Bylsma-Van<br />
Blerck, Rostropovich-Argerich, Tortellier-Ciccolini<br />
y Navarra-Kilcher. Todas ellas<br />
competentes y algunas, que el lector adivinará<br />
sin duda, cargadas del magnetismo de<br />
unos intérpretes de muy acusada personalidad.<br />
La Sonólo de Strauss es obra primeriza y<br />
no demasiado anticipadora de grandezas futuras.<br />
Como ocurre con su homónima para<br />
piano, participa de tópicos expresivos propios<br />
de quien sólo comienza una carrera que<br />
no es fácil adivinar, por ejemplo, tras el académico<br />
y plano allegro con brío inicial. La<br />
pieza se toca muy poco y la discografla corriente<br />
sólo ofrecía hasta hace bien poco las<br />
versiones Ma-Ax, Rostropovich-Devetzi y<br />
Navarra-Kilcher. Esta última aún podía encontrarse<br />
a precio de ganga entre las descatalogaciones<br />
del sello Calliope.<br />
Lluls Claret es un violonchelista excepcional,<br />
un músico de extraña inteligencia<br />
que sabe situarse ante estas músicas como<br />
corresponde. Por eso esa cierta frialdad<br />
que a veces se le advierte tiene aquí un<br />
perfecto acomodo intelectual, en lo que<br />
estas Sonatas poseen de cierre y apertura<br />
de unas obras completas en las que ocupan<br />
casi, casi -más en Strauss que en Chopin-<br />
unas líneas en el capítulo dedicado a<br />
la miscelánea. Alain Planes, acompasante<br />
habitual de Janos Starker, se muestra también<br />
como un pianista de primer orden, sobre<br />
todo a la hora de encararse con la escritura<br />
chopiniana que, como no podía ser<br />
menos, va más lejos del puro apoyo al violonchelo.<br />
LS.<br />
CIMAROSA; I tre amanü. Martina Musacchio,<br />
sop. (Violante); Valeria Baiano, sop.<br />
(Brunetta); Remo Casellato, ten. (Arsenio);<br />
Ernesto Palacio, ten. (Riccardo); Alfonso<br />
Antonlozzi, bar. (El barón). Camerata de<br />
Moscú. Director: Domenico Sanfilippo.<br />
BONGIOVANNI GB2I0S/6-2. DDD.<br />
6O'O7" y 48"IB". Grabación: Palermo. 1990.<br />
Distribuida por Dlverdi.
Otra recuperación cimarosiana<br />
que nos llega. El autor del Matrimonio<br />
secreto es aquí menos<br />
ambicioso al describir una típica historia del<br />
género buffo, por la que desfilan personajes<br />
ya rituales: el militar fanfarrón, el noble petulante,<br />
el amoroso (aquí un burgués). El metodismo<br />
del compositor, su capacidad para la<br />
pincelada rápida y directa en la pintura del<br />
prototipo, son las de un maestro, que además,<br />
dada la categoría intermezzo que define<br />
a la obra, ha de ser más preciso, menos divagante.<br />
La versión es suficiente. Destacan dos<br />
nombres tenoriles: Palacio, un experto en<br />
estas lides, y Casellato, un veterano con la<br />
experiencia de las tablas. El segundo, el galán<br />
de la historia, cuenta con las más bellas páginas,<br />
desde su cavatina Queffo é il terto a Mol<br />
mío, y Casellato sabe sacarles partido. Antoniozzi<br />
queda un poco verde, por la voz indefinida<br />
y por la sosería en traducir un personaje<br />
con recursos económicos. Ellas: Musacchio<br />
destaca la gracia de los recitativos;<br />
escasa a la hora de las arias, encuentra su<br />
mejor momento, ya segura de si, en su Forse<br />
soiete un gxjmo. Baiano tiene la voz requerida<br />
por Brunetta, una especie de Despina<br />
metida a locandiera Sanfilippo tiene mano de<br />
su apellido; es decir, de santo, para este repertorio,<br />
ya que desde 1985 está volcado en<br />
el empeño, en su colaboración con el Festival<br />
de Opera Gozosa<br />
F.F.<br />
COPLAND: Oíd American Songs. IVÉS;<br />
Songs. Samuel Ramey, bajo; Warren jones,<br />
piano. ARGO 433 027-2. DDD. Sl'41".<br />
Grabación: Londres, (X/1990. Productor:<br />
Chris Hazctl. Ingeniero: Simón Eadon.<br />
La dHTcil convivencia de fblclore<br />
y elaboración culta fue salvada<br />
por Copland en sus Oíd Amencari<br />
Songs preservando la lírica original y concediendo<br />
al piano un papel muy modesto.<br />
Para su interpretación, Ramey se acerca al<br />
modelo del canto de las personas de color,<br />
su altivez, su desgarro, su honda tristeza, pero<br />
la concepción es inequívocamente culta, incluso<br />
con un cierto engolamiento pernicioso<br />
(Í-Ong Time ABO) donde quiere ser más (ritmo<br />
y sugerente. También lima las onomatopeyas<br />
de I bougfrt me a col El vibrato, omnipresente,<br />
acentuado en los pianísimos, es un recurso<br />
más que nos aleja de una idea popular de<br />
estas canciones. Ramey aborda con presupuestos<br />
similares las diez Songs de Ivés, logrando<br />
momentos de indudable fuerza interpretativa<br />
y magnificencia vocal, como en la<br />
S/ow March. pero no deja de ser patente que<br />
su deseo por solemnizar algunas de estas<br />
músicas acaba por desvirtuarlas. Así, At tfie ft¿yer<br />
suena más directamente comunicativa en<br />
la voz de Fischer-Dieskau (DG, con Michael<br />
Ponti al piano), quien elige una linea más sencilla<br />
y sin afectación en su disco de Ivés,<br />
LMM<br />
COUPERIN: Les Nations. Música Antiqua<br />
Kfiln. Director Reinhard Goebel. ARCHIV<br />
427 164-1 DDD. 2 CD. Duración: 48'I2";<br />
48'06*. Grabación: Bamberg,, 1983. Productor<br />
Andreas Holschneider. Ingeniero:<br />
Worfgang Mirlen ner.<br />
Bajo e) titulo Les Natmns se publica<br />
en París, en 1726, una colecoón<br />
de sonatas y surtes escritas<br />
por Francois Couperin. La colección<br />
comprende cuatro Ordenes; es decir, cuatro<br />
sonatas, seguidas, cada una de ellas, por<br />
otras tantas surtes. Tres de estas sonatas habían<br />
sido escntas por el propio Couperin ya<br />
en el año 1692. E autor las reelaboro y, con<br />
título diferente, las incorporó a la colección<br />
de que se trata. La sonata L'/mpériole. que<br />
constituye el tercer Orden, es de nueva<br />
composición y, al mismo tiempo, la más elabórala<br />
del conjunto.<br />
Con un reducido soporte instrumental (dos<br />
flautas traveseras, dos violines, viola da gamba<br />
y clave), el grupo Música Antiqua Koln, bajo la<br />
dirección de su concertino y director Reinhard<br />
Goebel, realiza una recreación de la obra<br />
con un perfecto sentido musical. Los tempí de<br />
las danzas de las cuatro surtes se ajustan perfectamente<br />
a la idea interpretativa y rftmica<br />
de este tipo de movimientos en las postrimerías<br />
del siglo XVII y primera mitad del XVIII.<br />
Especial mención merece, por su limpieza y<br />
excelente sonoridad, la intervención de las<br />
flautas en las partes agudas. La calidad sonora<br />
de los instrumentos empleados, todos ellos<br />
originales, y una grabación nítida en todas sus<br />
partes, son dos tactores esenciales, que, unidos<br />
a lo dicho sobre la labor interpretativa del<br />
conjunto, permiten una audición sumamente<br />
grata de estas páginas.<br />
F.G.U.<br />
DELALANDE: Te Deum. Super /fumino &obilonis.<br />
Confitebor Ubi Domine. Geni, Piau,<br />
Steyer, Fouchécourt, Pío I i no, Correas. Les<br />
Arts Florlsiants. Director: William Chriítíe.<br />
HARMONÍA MUNDI HMC 901351.<br />
M'I9". Grabación: IX/1990. Productor Michel<br />
Bernard. Ingeniero: Michel Pierre. O/es<br />
(rae. Miserere. Perillo, Kwella. Croóle, Lamy,<br />
Harvey. La Chapelle Royale. Director: Phillppe<br />
Herreweghe. HARMONÍA MUNDI<br />
HMC 901352. <strong>62</strong>72'. Grabación: Saintes,<br />
IX/1990. Productor Michel Bernard. Ingeniero:<br />
Michel Pierre.<br />
Luego de la grabación integral<br />
de las Symphonies pour Íes Soupers<br />
de Roy (la Simphome du<br />
Marais. Hugo Reyne. Harmonia Mundi), que<br />
nos mostraba el lado más funcional de la<br />
música de Delalande, llegan ahora al disco<br />
varias obras sacras. Se esperaría estar en un<br />
mundo más severo, pero esto sólo ocurre<br />
en contadas ocasiones: el compositor continúa<br />
suministrando aquí músicas de consumo<br />
cortesano inmediato. Asi, las dos piezas mis<br />
cercanas a un sentimiento dramático, Dies<br />
Irae y Miserere, son controladas por la razón<br />
y hasta evidencian influencias de la danza,<br />
Los solos vocales, como en el Te Deum, son<br />
de un lucimiento marcadamente operístico,<br />
lo que viene a probar que esta contaminación<br />
no fue patrimonio exclusivo de la Viena<br />
clasica. De los dos intérpretes, Herreweghe<br />
consigue una respuesta coral más flexible y<br />
de colorido mis rico. Christie, algo exterior<br />
en Super fiumina Babilonis, escoge el camino<br />
de la brillante pompa lullysta para el Te<br />
Deum. Por su parte, Herreweghe no inventa<br />
un Delalande dramático, sino que subraya el<br />
DISCOS<br />
carácter palaciego de esta religiosidad supuestamente<br />
atormentada. Un detalle ayuda<br />
a situamos temporalmente en este disco: la<br />
pronunciación a la francesa del latín, tal como<br />
se supone que debía de ocurrir con los<br />
intérpretes de la época.<br />
LM.M.<br />
DOWLAND: The Third Boofce o/" Songs.<br />
The Consort of Musicke. Anthony Rooley,<br />
laúd. L'OISÉAU-LYRE 430 284-2. ADD.<br />
72'12". Grabación: 1977. Edición en CD:<br />
1991. Productor Peter Wadland. Ingeniero:<br />
Martin Haikell.<br />
Un disco que en cierto modo<br />
viene a representar ta plenitud<br />
del canto británico auténtico interpretando<br />
música propia. Emma Kirkby y<br />
Martyn Hill, un poco más que el contratenor<br />
john York Skinner y el bajo David Thomas,<br />
dan lecciones de belleza timbrica y frescura<br />
de ideas musicales. Se recorren con total<br />
elocuencia los diversos humores que Dowland<br />
distnbuye en el libro, pero éste es sólo<br />
un elemento mis de la variedad de que goza<br />
el disco. Otro modo para diversificar colores<br />
y talantes consiste en los cambios dei número<br />
de ejecutantes, siguiendo la posibilidad<br />
que ofrece el propio compositor, desde la<br />
canción a solo al conjunto.<br />
E.MM<br />
DVORAK: Sinfonía n° 4 en re menor. Op.<br />
13. Obertura «Ótelo», Op. 93. Orquesta Filarmónica<br />
Checa. Director Übor Pesek. Grabación:<br />
Praga, VI/1989. Productor Dr. Mllan<br />
Slavicky. Ingeniero: Václav Roubal. VIR-<br />
GIN VC 7 91144-2. DDD.<br />
Los dos primeros movimientos<br />
de la Cuarta Sinfonía de Dvorak<br />
la convierten en una atractiva<br />
página de sabor wagnenano, el Wagner del<br />
Tannhúuser, inspiración plenamente reconocible<br />
en el espíritu y en la letra que al feriar en<br />
el <strong>Scherzo</strong> y en el Finale hace que esta obra<br />
tenga menor interés en su tercio final. La belleza<br />
del Allegro y del Andante permiten una<br />
revalorización de esta Sinfonía, pero su carácter<br />
epigonal pudo provocar la actividad negativa<br />
del propio compositor, que no la estrenó<br />
hasta 1892. casi veinte años después de escribirla,<br />
cuando ya se sentía plenamente seguro<br />
de sí mismo. Pesek opta por una lectura que<br />
se diferencia tanto del vigor de un Kertész<br />
como del idiomatismo nacional de un Neumann.<br />
El resultado es una síntesis más que un<br />
compromiso. En esta versión hermosa y lúcida<br />
de una página que, pese a sus atractivos<br />
inmediatos, no figura entre lo más destacado<br />
de su autor. Tendría una lógica superior dentro<br />
de una integral posible cuya suerte desconocemos:<br />
adviértase la fecha de grabación,<br />
poco antes de los acontecimientos en la ahora<br />
República Federativa Checa y Eslovaca,<br />
cuando aún se pretendía desconocer la magnitud<br />
de la catástrofe económica de ese y<br />
otros países del área; ahora los checos ya no<br />
están en condiciones de ofrecer ventajas ni a<br />
Virgin ni a nadie. La espléndida aunque un<br />
punto amanerada versión de la Obertura Ótelo<br />
nos hacían esperar más que una integral<br />
SCHERZO 63
DISCOS<br />
sinfónica. Ante la falta de datos (culpa nuestra),<br />
esperaremos acontecimientos. Por el<br />
momento, se trata de un disco de elevado nivel,<br />
aunque haya otras lecturas importantes y<br />
aunque la Sinfonía sea una pagina cuyas bellezas<br />
pardales no ocutten su categoría relativamente<br />
menor.<br />
S.M.B.<br />
DVORAK: Danzas esloras, Op. 46 y Op.<br />
72. Royal Philharmonic Orcheítra. Director<br />
Anta! Dorati. Productor james Mallínson.<br />
Ingeniero: Colin Moorfoot Grabación:<br />
Londres. IX-X/1983. DECCA 430 735-2.<br />
DDD. 36'05" y 34 - O5".<br />
Disco generoso en tiempo, de<br />
interpretación más que aceptable,<br />
sonido lujurioso y obras relativamente<br />
menores, al tiempo que manidas<br />
(son el socorro de las orquestas invitadas,<br />
cuando el voraz público aplaudidor solicita<br />
una propina). Dorati ya las grabó antes. Dentro<br />
de su amplia y a menudo espléndida discografía.<br />
este disco puede figurar como pariente<br />
menor y muy lindo. Es de esas veces<br />
en que el repertorio limita todo el producto.<br />
Ya sabemos que estas series de danzas supusieron<br />
el lanzamiento de Dvorak y de la<br />
música checa intemadonalmente Pero también<br />
sabemos que Dvorak hizo cosas mucho<br />
mejores. Es un disco tan descaradamente comercial<br />
que no sera necesario recomendarlo.<br />
Más le agradecemos a Decca que haya recuperado<br />
en CD la integral Dvorak de Kertész.<br />
Y a Polygram le agradeceríamos muchísimo<br />
que hiciera lo propio con los poemas sinfónicos<br />
y otras piezas orquestales en las lecturas<br />
de Kubelik (D.G.), entre las que figuran<br />
estas danzas.<br />
ELGAR: Sinfonía n.° I en la bemol mayor,<br />
Op. 55. Obertura In the South (Alassio). Op.<br />
50. Academia de St. Martín in the Flelds.<br />
Director: Sir Neville Marriner. COLLINS<br />
12692. DDD. 74'. Grabación: Londres.<br />
XI/1990. Producción: John H. West. Ingeniero;<br />
John Tlmperley. Distribuidor: Dtver-<br />
Las abundantes visitas de Sir<br />
Neville Mamner a los estudios<br />
de grabación y la dispandad de<br />
estilos de que últimamente hace gala el maestro<br />
británico, han hecho que mirásemos<br />
con cierto recelo y desconfianza este disco<br />
Collins, presumiblemente el inicio de un nuevo<br />
ciclo Elgar de Mamner para este sello. Sin<br />
embargo, la escucha ha sido mu/ gratificante.<br />
Ambas lecturas, la de la Obertura y la de la<br />
Sinfonía, sobre todo esta última, están caracterizadas<br />
por una intensidad, un equilibrio,<br />
un sentido de la construcción y un vigor<br />
constantes, de tal forma que, sin llegar a la<br />
absoluta maestría de, por ejemplo, un Sir<br />
John Barbirolü (EMI), la versión es una sobredi<br />
SCHERZO<br />
saliente lectura que podemos situar en paralelo<br />
a otras grandes traducciones de esta<br />
partitura; recordemos a Bryden Thomson<br />
(Chandes), a Bemard Haitink (EMI) o a André<br />
Previn (Philips) -ver números I y 9 de<br />
SCHERZO-- En fin, versión que podemos<br />
considerar alejadísima de la celebre definición<br />
de Sir Thomas Beecham sobre la Primera<br />
de Elgar «The musical equivalent of St<br />
Paneras Station». dadas su ligereza y claridad<br />
de exposición. Excelente toma de sonido y<br />
aceptables comentarios de Michael Kennedy<br />
en los idiomas de siempre. Recomendable.<br />
LPA.<br />
FRESCOBALDI: Toccote e Parirte. Sergio<br />
Vartolo. clave y órgano. 3 CD TACTUS TC<br />
58060780. PDD. ISS'OS". Grabación: Bolonia,<br />
111/1987. Productor: Roberto Meo- Ingenieros:<br />
Thomas Gallia y Paul Dery. Distribuidor<br />
PDI. II prima libro á Capricá. Gustav<br />
Leonhardt, clave y órgano. Harry van<br />
der Kamp, barítono. DEUTSCHE HARMO-<br />
NÍA MUNDI GD 77071. ADD. 72'57".<br />
Grabación: Bolonia y Nüremberg, 1979.<br />
Edición en CD: 1990. Distribuidor: BMG.<br />
Obras paro dove. Gustav Leonhardt, clave.<br />
PHILIPS «2 128-2. DDD. 5S P 12". Grabación:<br />
Haarlem, IX/1990. Productor: Hein<br />
Dekker. Ingeniera: Fiona Gale.<br />
Dos formas diversas pero igualmente<br />
apasionantes de entender<br />
la música de Frescobaldi.<br />
Vartolo escoge una lírica mis libre, que<br />
aproxima posiblemente más al autor a sus<br />
raíces renacentistas. Desde luego, el intérprete<br />
se deja conducir un tanto por su rica<br />
fantasía, como denota su manera de tocar<br />
los adornos. Leonhardt es mis severo, más<br />
barroco. Sus contrastes de ternpi en el Primo<br />
libro á Caprica animan eficazmente la colección<br />
(con menos contenido que la precedente<br />
edición en LP). Es admirable, en especial,<br />
la integración de la voz y el órgano en el<br />
Copricdo obligo di cantare la quinta parte. En<br />
su disco recital más reciente, Leonhardt nos<br />
coloca frente a un Frescobaldi aún más depurado,<br />
tanto en lo sonoro -muy bello el<br />
clave construido por Comelis y Hubrecht<br />
Bom-, como en la sobriedad expresiva, que<br />
sigue una línea ligeramente retórica.<br />
EMM.<br />
GIORDANO: Andrea Chenier. Cario Bergonzi,<br />
ten. (Chenier); Angeles Gulín, sop.<br />
(Maddalena); Sherill Milnas, bar. (Gerard).<br />
Ambrollan Coro. Orquesta Nueva Filarmonía.<br />
Director: Antón Guadagno. MYTO<br />
2 MCD 917.S0. ADD. 78' 15" y 78'24". Grabación:<br />
Londres, 1970. Distribuidor Diverdi.<br />
El disco pjroto, eufemístícamente<br />
live, en demasiados casos ha venido<br />
a subsanar injusticias molestas.<br />
Esta es una de ellas. ¡Cómo es posible<br />
que Bergonzi no haya grabado en estudio un<br />
personaje como el de Chenier que está hecho<br />
a su medida? La miopía de las multinacionales,<br />
en muchos casos, es de clamar al<br />
cielo. Chenier, por un lado poeta (canto elegiaco,<br />
lirismo a raudales); por otro, heroico y<br />
apasionado patriota (frases ardientes, agudos<br />
intrépidos) contiene un material para un tenor<br />
de múltiple registro, como es Bergonzi,<br />
quizá el último, por ahora, capaz de ofrecer<br />
aquella vanedad musical. Tanto el Improwiso<br />
(a partir sobre todo de un di ali'azzurro spozro)<br />
como Credo o una posonzo arcana, al<br />
igual que el dúo con la soprano que clausura<br />
ese acto, Bergonzi, por fraseo, variedad de<br />
colores, ímpetu amoroso, es el personaje<br />
ideado por la pluma de Giordano. Hay que<br />
remontarse a los tiempos de Gigli para encontrarle<br />
rival; Gigli le ganaba en belleza vocal<br />
y en seducción canora. Las partes más<br />
heroicas, amén de las que comprometen en<br />
mayor medida la octava aguda, Bergonzi<br />
apenas se resiente, a pesar de ser su bagaje<br />
menos generoso. Gulín se fija evidentemente<br />
en el modelo de Tebaldi cantando su tierna<br />
y maternal Maddalena. La gallega de Rivadabia,<br />
voz gigantesca, dotadísima en tantos<br />
conceptos (sentido del canto dramático, en<br />
especial) tiene de todo; desde lo extraordinario<br />
hasta lo propio de una alumna de primer<br />
curso de canto. Siempre ha sido así el<br />
servicio de esta cantante, con una carrera<br />
tan desigual, por culpa de tantos avalares del<br />
destino. Milnes repite su versión discogiafica<br />
de siete años después con Levine, particularmente<br />
en su forma tan superficial de dar<br />
contenido al personaje con mayor contenido<br />
psicológico de la ópera. Milnes pasa por encima<br />
a Gerard, con una voz dotada, con agudos<br />
brillantes y sin color tanto como es su<br />
costumbre. Guadagno hace una limpia y vibrante<br />
lectura, poco teatral dada la ejecución<br />
en concierto, pero suficiente para resaltar el<br />
canto de los intérpretes. El equipo de secundarios<br />
(amplio equipo el demandado por la<br />
obra) flojo, en general.<br />
El Bonus incluido en este caso se dedica a<br />
una selección de La forza del destino de 1965<br />
de la Scala milanesa, donde Bergonzi en uno<br />
de sus grandes papeles (se incluye completo,<br />
salvo el dúo con el barítono Ne gustare m'e'<br />
dato omitido en la representación) viene<br />
acompañado por llva ügabue (la eterna Alice<br />
de Falstafi) y Cario Meliciani, un barítono<br />
que recuerda al actual Zancanaro. Ghiaurov<br />
sólo participa en el terceto final.<br />
FJ.<br />
GRIEG: Peer Gynt (surtes I y 2). ALFVEN:<br />
Swedish Rhapsody. Elegía de la «Gusta/ Adolf<br />
II Suite». JARNEFELT: Praeluéum. Bournemouth<br />
Symphony Orchestra. Director Paavo<br />
Berglund. Grabación: Southampton,<br />
VI/1973. Productor David C. Motttey. Ingeniero:<br />
Stuart Eltham. EMI EMINENCE<br />
CDM 7 64052 2. ADD. S3'36".<br />
Hugo Alfven y Armas JSmefert<br />
son dos músicos nórdicos de la<br />
generación de Rachmaninov,<br />
epigonales ambos, pos-románticos ambos. Y<br />
poco conocidos ambos. Se entiende, pues,<br />
que en este compacto y tratando de componer<br />
algo asi como una trinidad escandinava,<br />
con representación de sus tres países de<br />
origen, sea Edvard Grieg, inagotable, su mantenedor.<br />
La operación es inteligente y
evidencia, de paso, que el noruego, precediendo<br />
a los otros dos en una generación<br />
larga, es absolutamente más moderno que<br />
ellos. Y a la postre lo que nos queda es otro<br />
Peer Gynt que no hace daño', pero, ¿se justifica<br />
el reprocesado?<br />
JAA.<br />
HAENDEL Las Surtes pora clave. Colín<br />
Tilney, clave, ARCHIV 427 170-2. ADD. 2<br />
CD. Grabación: Berlín, XI/1973, (CD I):<br />
Hamburg-Harburg, XII/1973 (CD 2): M 1 12"<br />
y 63'48". Productor Andreas Holschneider.<br />
Ingeniero: Heinz Wildhagen.<br />
Archiv presenta, dentro de su<br />
colección Gallería, las ocho Suites<br />
para clave que Haendel, reuniendo<br />
composiciones anteriores y nuevas,<br />
publicó en 1720. Se trata, en realidad de una<br />
grabación que el citado sello discografico lanzó<br />
al mercado en 1974. El reprocesamiento<br />
al sistema de disco compacto ha supuesto,<br />
como es lógico, una considerable mejora del<br />
aspecto sonoro, a pesar de que, ya en los<br />
correspondientes discos negros, éste era<br />
uno de los aspectos mas logrados.<br />
La versión de Colin Tilney conserva, a pesar<br />
de sus casi veinte años, una enorme frescura<br />
y un gran poder de atracción. Tilney imprime<br />
a su lectura un sello fuertemente personal<br />
y una nitidez encomiable. La fuerza y la<br />
energía de la música de Haendel, su rica ornamentación,<br />
las fugas, amplias y desarrolladas,<br />
son varios de los múltiples aspectos a<br />
tener en cuenta en la positiva interpretación<br />
que realiza Colin Tilney, A lo dicho hay que<br />
añadir que el interés por esta versión se ve<br />
considerablemente acrecentado merced a la<br />
gran belleza sonora de los dos instrumentos<br />
-años 1710 y 1728- utilizados para realizar<br />
la grabación.<br />
F.G.U<br />
HAENDEL Messiüh. Lorraine Hunt, sop.;<br />
Janet Williams, sop.; Patricia Spence, mez.;<br />
Drew Minter, contrate; Ieffrey Tilomas, ten.;<br />
William Parker, baj. Berkeley Chamber<br />
Chorus. Philharmonia Baroque Orchestra.<br />
Director; N¡cholas McGegan. 3 CD HAR-<br />
MONÍA MUNDI HMU 907050.51 ADD (f).<br />
I9O'I2". Grabación: Berkeley, 1/1991. Productora:<br />
Robina G, Young. Ingenieros: Peter<br />
McGraih y Hugh B. David.<br />
Tras la grabación de la Resurrezione,<br />
McGegan vuelve a adentrarse<br />
en el repertorio haendeliano<br />
con este Messiab, que viene a ser otro<br />
semifiasco. El mayor interés del registro se<br />
centra en su condición erudito, pues nos<br />
ofrece todos los añadidos y versiones alternativas<br />
que el compositor manejó en las interpretaciones<br />
en las que intervino. Aparte<br />
de esto, no puede decirse que la lectura esté<br />
fuera de estilo, naturalmente, pero el idioma<br />
haendeliano de estos músicos norteamericanos<br />
carece del nervio y la penetración sonora<br />
de Hogwood (L'Oiseau-Lyre). La dirección<br />
tiene incluso algo de desmayada, en es-<br />
pecial en los coros, por mucho que se obtenga<br />
una clarificación de lineas supuestamente<br />
compensatoria. El equipo vocal es<br />
bastante desigual, con dos sopranos que<br />
contribuyen con una tabor en general correcta,<br />
pero Minter -sugerente cantante de<br />
cámara-es deficitario en una obra de estas<br />
características, y Parker pierde ostensiblemente<br />
la entonación, como en The Trumpei<br />
shall sound. Resumiendo: una grabación de<br />
significación mis informativa que estética.<br />
E.M.M.<br />
HAENDEL Amaégi di Caula. Nathalie<br />
Stutxmann (Amadigi). Jennifer Smith<br />
(Orianna), Eiddwen Harrhy (Meliisa), Bernarda<br />
Fink (Dardano). Pascal Bertin (Orgando).<br />
Les Musiciens du Louvre. Director<br />
Marc Minkowski. 2 CD ERATO 2292-<br />
45490-2. DDD. 149'. Grabación París. XI-<br />
XII/1989. Productor Michel Bernard. Ingeniero:<br />
Gilíes Pezerat uñando, james Bowmm<br />
(Orlando), Arleen Auger (Angélica),<br />
Catherlne RobbiníMedoro), Emma Kirkby<br />
(Dorinda), David Thomas (Zoroastro). The<br />
Academy of Ancient Music. Director Christopher<br />
Hogwood. L'OISEAU LYRE. 3<br />
CD 430 845-2. DDD. IST'Sr. Grabación:<br />
Londres. III y VH/1990. Productor: Peter<br />
Wadland. Ingeniero: John Dunkerley.<br />
Dos óperas caballerescas de<br />
Haendel que replantean, aunque<br />
sea en el disco, el problema<br />
de la ópera seria. Dicho problema no es otro<br />
que el de la supuesta inviabilidad dramática<br />
de este tipo de teatro. Amodigí (1715), una<br />
típica ópera de argumento mágico, es la que<br />
sigue de manera más fiel la estructura del género,<br />
pero es entonces el genio del músico<br />
el que da variedad a las arias. Haendel parece<br />
mostrar una cierta simpatía hacia el personaje<br />
malvado, la hechicera Melissa, que tiene<br />
su característica aria de rabia -con trompeta<br />
obligada-, pero a cuya muerte se da un<br />
tono de patetismo extremo, subrayado en la<br />
versión de Minkowski. Por el contrario. Orlando<br />
(1733) emprende un camino diferente,<br />
en el cual el tema sacado del Orlando furioso<br />
de Ariosto es llevado a un terreno más verosímil,<br />
Se apunta incluso la ruptura del molde<br />
de la ópera seria, con pasajes de música<br />
continua. Curiosamente, las direcciones musicales<br />
parecerían estar intercambiadas. Minkowski<br />
consigue una lectura fuertemente<br />
dramática de la ortodoxa Amadigi, en tanto<br />
que Hogwood se muestra menos unitario y<br />
vigoroso. En el primer reparto, destacan<br />
Stutzman. como Amadigi, y Harrhy, como la<br />
maga. El Orlando de Bowman. de bella línea<br />
vocal aunque no en su plenitud, es una composición<br />
del personaje un punto blanda. Junto<br />
a la pastoril Kirkby, Thomas evidencia de<br />
nuevo su capacidad tan plástica para los papeles<br />
malignos y siniestros.<br />
EM.M.<br />
HAYDN: Sinfonías n.° 94 en sol mayor ala<br />
sorpresa», n° 100 en sol mayor «Militar» y n.°<br />
101 en re mayor «ei reloj». Orquesta Sinfóni-<br />
DISCOS<br />
ca de Viena- Director: Worfgang Sawallisch.<br />
PHILIPS 422 973-2 PCC. 75'39". Precio<br />
económico. Grabaciones de 1961, 19<strong>62</strong> y<br />
1963. Director artístico: Erik Kessels.<br />
Estas Sinfonías haydnianas son,<br />
probablemente, las mis popularizadas<br />
y sostienen una discografía<br />
muy generosa. Sawallisch, que no es<br />
un director especializado en el repertorio<br />
neoclásico, nos ofrece unas versiones que<br />
convienen a los principiantes. No vaya esto<br />
en desmedro de su buen hacer como concertador,<br />
sino señalando que su tarea se reduce<br />
a una lectura técnica, basada en la nrbdez<br />
de las voces y el equilibrio del conjunto.<br />
Tal vez esta impersonalidad sea para el director<br />
de Munich un rasgo de clasicismo.<br />
Si, en rigor, las tres obras pertenecen a un<br />
mismo y maduro peHodo de la producción<br />
haydniana, son (listonas distintas y apelan a<br />
elementos dramáticos también divergentes.<br />
En estas complejidades, Sawallisch no se mete<br />
y él sabrá por qué. Para quienes las oigan<br />
por primera veí, es sufciente. Para quienes<br />
busquen un Haydn con una historia propia,<br />
algo menos que suficientes.<br />
B.M.<br />
HAYDN: La creación. Gundula Jinowitz<br />
(soprano), Christa Ludwtg (contralto), Fritz<br />
Wunderlíeh y Werner Kren (terrores), Dletrich<br />
Fischer-Oieskau (barítono), Walter<br />
Berry (bajo), Wiener Singverein y Orquesta<br />
Filarmónica de Berlín. Director: Herbert<br />
von Karajan. 2 CD ADD. DEUTSCHE<br />
GRAMMOPHON. 435 077-2. Productor<br />
Hans Weber. Ingeniero: GUnther Hermanns.<br />
Grabación: 1/1966. IX y XI/1968,<br />
IV/1969. S7"53" y 51 "02".<br />
Es un auténtico placer recomendar<br />
un disco como éste, tan<br />
largamente esperado en formato<br />
CD. Sin menospreciar las muchas alternativas<br />
válidas con que cuenta una de las obras<br />
fonográficamente mejor tratadas (Bemstein,<br />
Marriner, Hamoncourt Münchinger, Krauss...,<br />
todos ellos admirables desde sus peculiares<br />
supuestos de partida), esta Creación de Karajan<br />
se lleva la palma por rozar como ninguna<br />
otra ese punto de equilibrio ideal entre la<br />
grandilocuencia y el más sutil refinamiento<br />
prosódico, entre placidez paradisiaca y dramatismo<br />
desgarrado. Por supuesto, supera<br />
con ventaja aT posterior registro, también en<br />
DG, a partir de un concierto público celebrado<br />
en Salzburgo el año 1982, con Mathis,<br />
Murray, Araiza, idéntico coro y la Filarmónica<br />
de Viena.<br />
Para empezar, el equipo de solistas es inmejorable.<br />
Janowrtz deja por una vez de ser<br />
ese instrumento perfecto pero frío que acostumbra,<br />
para infundir a su parte el calor expresivo<br />
que humaniza a Gabriel y confiere<br />
credibilidad a Eva. Fischer-Dieskau encama<br />
con su característica elocuencia comunicativa<br />
a un Adán eminentemente heroico. Berry da<br />
a Rafael un peso y una hondura estremecedores.<br />
Y para colmo la intensidad expresiva<br />
con que el Uriel del llorado Wunderlich<br />
(sustituido con notable solvencia por Walter<br />
Krenn en los recitativos que no llegó a grabar)<br />
describe los sublimes prodigios que<br />
contempla.<br />
SCHERZO 65
DISCOS<br />
El comportamiento de coros y orquesta<br />
(especialmente los vientos) está a la attura<br />
de las circunstancias, bajo la inspirada batuta<br />
de un Karajan en la plenitud de su talento<br />
para traducir lo sublime en sonidos Sin un<br />
ápice de los amaneramientos de que encontramos<br />
viciados tantos de sus posteriores<br />
trabajos- La calidad técnica y el moderado<br />
precio hacen aún más atractiva, si cabe, la<br />
oferta.<br />
A.B.M.<br />
HINDEMITH: Lo otra pora piano (vol. I}-'"<br />
eiber Ñachi.. Tróume und Erfebnisse, Op. 15.<br />
1922. Surte poro piono, Op. 26. Siegfried<br />
Mauser, piano. WERGO WER 6181-2.<br />
DDD. 49'3I". Grabación: Sandhausen. Director<br />
de la grabación: Teije van Geest.<br />
Interesantísimo este Hmdemith<br />
cosecha temprana que nos trae,<br />
una vez más, ese excelente pianista<br />
que es Siegfned Mauser, excelente traductor<br />
de la música del compositor de Hanau.<br />
Se trata aquí de dos composiciones integradas<br />
por piezas breves que recogen<br />
todo el cúmulo de influencias y de intereses<br />
que pod'a recibir un ¡oven compositor en la<br />
Europa de los últimos años diez y de los pnmeros<br />
de la enlreguerra. Tanto en In einer<br />
Nacht... como en la Surte pora piano, encontraremos<br />
desde los rasgos que ponen en solla<br />
el rastro del expresionismo hasta las influencias<br />
que tienen que ver con el jazz mas<br />
o menos transferido a la música popular, pasando<br />
por determinadas evocaciones de una<br />
suerte de romanticismo residual. Son pues,<br />
los años de las grandes esperanzas hindemithianas,<br />
de las Rezos pora violonchelo y piano,<br />
de la Lustige Sinfonietta y, sobre todo, de<br />
Nusch-Nuschí las Tres canciones. Sancta Susanna.<br />
Morder, Hofíhung der Frauen o Die junge<br />
Mago.<br />
Esta música, que duda de continuo entre<br />
la emoción que quiere desbordarse y esa<br />
austeridad formal que llevaría a su autor por<br />
caminos demasiado cercanos al estreñimiento<br />
expresivo, necesita de un intérprete capaz<br />
de estar siempre en estilo mientras controla<br />
su propio deseo como de empujar al creador<br />
siempre un poco más allá de lo que se<br />
propuso. Siegfned Mauser vuelve a ser el<br />
pianista ideal en estos menesteres poco<br />
agradecidos aparentemente, pero sin los<br />
cuales nos quedaría por redescubrir una parte<br />
importante de nuestro tiempo.<br />
LS<br />
IVÉS: Sinfonía n." 2. Sinfonía n.° 3 «The<br />
Camp Meetíng», Orquesta de! Concertgebouw<br />
de Amsterdam. Director: Michael<br />
Tilson Thomas. SONY SK 46440. DDD.<br />
60'59". Grabación: Amsterdam. Productor:<br />
David Mottley. Ingeniero: Kenneth Singleton.<br />
Cuando apareció este disco en<br />
su soporte original en microsurco<br />
ya fue saludado como la interpretación<br />
cimera de dos de las obras mayores<br />
de Charles Ivés. Su edición en disco<br />
compacto no hace ahora sino corroborar<br />
65SCHERZO<br />
con mayor énfasis aquella primera impresión.<br />
Tilson Thomas. un director irregular que de<br />
vez en cuando -recordemos por ejemplo su<br />
Wdo de héroe straussiana- muestra un talento<br />
muy especial, comprende a la perfección<br />
una música que puede arrastrar a intérpretes<br />
y oyentes por el camino fácil del asilvestramiento<br />
natural. El director norteamericano,<br />
actual titular de la Sinfónica de Londres, opta<br />
por la vía. a mi entender más certera, de la<br />
puesta en sintonía de Ivés con una tradición<br />
de la que no deja de partir por mucho que<br />
luego la desarrolle por vías personallsimas.<br />
Con una extraordinaria atención al detalle,<br />
con un extremo cuidado en las dinámicas y<br />
con un ordenado planteamiento de las transiciones,<br />
Tilson Thomas conduce la música<br />
de Ivés hacia lo que en ella hay de fusión de<br />
elementos tradicionales y nuevos a través de<br />
la utilización, como amalgama, de guiños explícitamente<br />
nacionales. Asi, las citas hlmnicas<br />
del segundo movimiento de la Segunda Sinfonía<br />
tendrán más importancia que ese abrupto<br />
final que, en otras manos, hubiera sido, en<br />
definitiva, lo que le hubiera quedado al oyente<br />
poco cuidadoso.<br />
En la Tercero -contemporánea de la anterior,<br />
aunque de mayor audacia formal-, el<br />
buen criterio rector huye de la tentación de<br />
lo excéntrico para poner el acento en la reconstrucción<br />
de un mundo de ¡deas apoyadas<br />
en un lenguaje sin cuya sabiduría cualquier<br />
intento por articular un discurso coherente<br />
devendría inútil. Nada, pues, del<br />
diletantismo de un millonario eycéntrico en<br />
el Ivés de Tilson Thomas. referencia primerlsima<br />
de estas dos Sinfonías.<br />
LS.<br />
KROMMER: Octetos paro instrumentos de<br />
wento, Op 57. 71, 76 y 78. ÍWSserensemble<br />
Sabine Meyer. Productor Gerd Berg. Ingeniero:<br />
Hilmar Kerp. Grabación: Gdnningen,<br />
XI/1990. EMI. CDC 7 54363 2. DDD.<br />
69W.<br />
El compositor moravo Frantisek<br />
Vincenc Krommer-Karmar (pedimos<br />
disculpas par la ausencia<br />
de acentos checos en determinadas consonantes,<br />
que cambian por completo la pronunciación,<br />
y que no es posible incluir) es un<br />
estricto contemporáneo de Mozart, poco<br />
menos de cuatro años menor que el maestro<br />
de Salzburgo. Como todos los músicos<br />
checos hasta mediados del siglo XIX, fue<br />
emigrante, estuvo en diversas cortes, y adaptó<br />
su nombre allí donde llegó. Por eso a Jan<br />
Vaclav Stamic le conocemos como Johann<br />
Stamitz y a Krommer-Kramar como Franz<br />
Vincenz (Crommer. El sello checoslovaco Supraphon,<br />
en su serie Músico Antiqua Bohémico<br />
ha rescatado del olvido mucha música de<br />
sus numerosos compositores del pasado y,<br />
sobre todo, en la década pasada, le tocó el<br />
tumo, entre otros muchos, a Krommer, con<br />
piezas corno algunos cuartetos para un instrumentó<br />
de viento y cuerdas, piezas concertantes<br />
y sinfonías. Ahora que la República<br />
Federativa Checa y Eslovaca se encuentra en<br />
un desastroso estado económico, es probable<br />
que el sello Supraphon sea privatizado y<br />
los criterios de programación sean muy distintos.<br />
Por eso es una buena noticia que nada<br />
menos que la EMI ofrezca de momento<br />
cuatro bellas obras de este representante<br />
del Clasicismo vienes del que se tenia poca<br />
noticia en esta parte del continente. Los entusiastas<br />
y excelentes intérpretes de estos<br />
cuatro octetos son los de nueve componentes<br />
del Conjunto de Viento Sabine Meyer,<br />
que toma su nombre de la joven clarinetista<br />
y directora del mismo- Nada dice sobre ellos<br />
el libreto, que se limrta al compositor, pero<br />
la audición de estas cuatro piezas es deliciosa<br />
y también bastante instructiva El criterio interpretativo<br />
es rigurosamente clásico y enfoca<br />
estas obras, cuya composición debe de<br />
fecharse en el tránsito del siglo XVIII al XIX,<br />
a la luz de los tres grandes maestras del período.<br />
Se trata de obras en cuatro movimientos,<br />
siempre con un minuetto en segundo<br />
o tercer lugar, un movimiento lento inmediato<br />
y dos rápidos en los extremos.<br />
Históncamente, este tipo de obras camerfsticas<br />
obedece tanto a la música al oiré libre como<br />
a las inferiores posibilidades de mantenimiento<br />
de conjuntos orquestales en las cortes<br />
menores. Es éste un disco muy<br />
recomendable para todo tipo de público, sobre<br />
todo ese tan especial que se inclina por<br />
el Preclásico y el Clasicismo, desde Mannheim<br />
en adelante. Los checos siempre estuvieron<br />
inmersos en ese movimiento. No olvidemos<br />
que el alma de la Escuela de Mannheim<br />
fue un checo, el ya mencionado Stamic<br />
(o Stamitz), Krommer, con su numerosa producción,<br />
es un importante exponente tardío<br />
que concluyó y culminó su carrera en Viena,<br />
en una época en la que aún no hablan estallado<br />
los conflictos de carácter nacionalista:<br />
falleció en 1831. cuando Smetana sólo tenia<br />
siete años.<br />
S.M.R.<br />
USZT: Conciertos para piano núms. I y 2.<br />
Fantasía Húngara para piano y orquesta. Totentanz<br />
paro piano y orquesto. Jean-Yves Thlbaudet<br />
Sinfónica de Montreal. Charles Dutoit.<br />
CDDECCA 433 075-2. DDD, 1990.<br />
por I. Dunkerley. Director artístico: R.<br />
Minshull.<br />
Jean-Yves Thibaudet es un pianista<br />
extraordinario, la Sinfónica<br />
de Montreal ha llegado con<br />
Charles Dutort a codearse con las más grandes<br />
orquestas, este disco es pues magnífico,<br />
pero ¡era necesario? El repertorio está atiborrado<br />
por los Krystian Zimerman (con Ozawa,<br />
DG), Lazar Berman (con Giulini, DG),<br />
Sviatoslav Richter (con Kondrashin, Philips).<br />
Claudio Arrau (con Davis, Philips), Marta Argench<br />
(Abbado, DG), y están anunciadas las<br />
reediciones de Gyorgy Czüfra. Yuri Boutoff,<br />
Samson Francois... Thibaudet ha demostrado<br />
unas raras afinidades con el repertorio francés<br />
menos concurrido (Chausson, Ravel,<br />
Decca), ¡por qué su director artístico no le<br />
hace grabar la obra genial de Emmanue!<br />
Chabrier?<br />
RE<br />
USZT: Sonata en si menor. Tres Sonetos<br />
de Petrarca. Sonata después de una lectura<br />
de Dante. Rafael Orczco (piano). AUVI-<br />
DIS VALOIS V4643. DDD. Grabación:
Hertí, 111/1990. Ingeniero: Anthony Howell.<br />
Director artístico: Mark Brown.<br />
64W.<br />
Los cuatro gatos que tuvimos la<br />
suerte de escuchar a Rafael<br />
Orozco en su recita) madrileño<br />
del último Festival de Otoño sabíamos -tras<br />
esa experiencia inolvidable- que el pianista<br />
cordobés estaba en el mejor momento de<br />
su carrera, que parecían recobrarse aquellas<br />
grandes esperanzas de su integral de los conciertos<br />
para piano y orquesta de Rachmaninov<br />
con Edo de Waart (Philips), una de las<br />
referencias insoslayables de esas obras, hicieron<br />
concebir y que sus altibajos en otras actuaciones<br />
habían hecho palidecer. Pues bien,<br />
este disco admirable, nos da la razón mientras<br />
nos llena de alegría ver cómo un intérprete<br />
español alcanza su madurez de manera<br />
tan inteligente y de la mano de un repertorio<br />
cargado de geniales puntos de comparación,<br />
de Horowrtz a Zimerman. pasando por Bolet,<br />
Pletnev, Ranki, Cherkasski, Barenboim.<br />
Berman. Brendel, Curcon, Arrau. Pollini, Leonskaia...<br />
Porque, digámoslo pronto, el Liszt de<br />
Orozco se sitúa a la altura de tan impresionante<br />
nómina. Desde la primera nota de la<br />
Sonólo en si menor la emoción es sólo comparable<br />
a la sorpresa. Una emoción que crecerá<br />
a través dé la perfecta puesta en estilo<br />
de la música a la que se está sirviendo con<br />
una técnica a la vez asombrosa y natural, con<br />
una pasión que conviene al Ustzt que pone<br />
toda su cultura, su humanidad de personaje<br />
consciente de estar construyendo la estética<br />
de su tiempo, al servicio de una concepción<br />
global del arte. Hay en estas páginas mucha<br />
literatura, desde su titulo, desde lo que poseen<br />
de glosa de aquello que Steiner ha llamado<br />
presencio real de las grandes obras literarias<br />
en el espíritu del hombre que se descubre<br />
en ellas. Y toda esa literatura aparece<br />
aquí transformada en lo que, con su pretexto,<br />
es capaz de hacer este arte de lo inmediato<br />
y de lo eterno que llamamos música.<br />
Para descubrir todo eso hace falta, además<br />
de una técnica soberbia, la capacidad<br />
para asumir toda la tradición que desde su<br />
creación ha tratado de traducido. Y como<br />
Oroico es un virtuoso en el sentido más engrandecedor<br />
del término, su dominio aparece<br />
conformado siempre por la inteligencia,<br />
por una efusiva expresividad que sabe llegar<br />
incólume al final de su aventura Escuchar así,<br />
por ejemplo, el Soneto 104 de Petrarca es<br />
comprender cómo la reunión de dos genios<br />
-el escritor y el músico- ha servido, en definitiva,<br />
para que seamos nosotros quienes<br />
terminemos la lectura del mundo que uno y<br />
otro nos proponen y que nuestro contemporáneo<br />
-el intérprete- nos ofrece como<br />
posibilidad a compartir. Rafael Orozco ha<br />
entrado en el paraíso -cerrado para muchos<br />
y abierto para pocos, como diría el clásico<br />
Soto de Rojas- sólo reservado a los más<br />
grandes.<br />
LS.<br />
MARTINU: Sinfonías núms. I y 5. Royal<br />
Seottijh National Orchestra. Director:<br />
Bryden Thomson. Productor: Tim Oldham,<br />
Ingeniero: Philip Couzans. Grabación:<br />
Dundee, IV/1990. CHANDOS CHAN<br />
B9I5. DDD. 34'37" y 29"26". Distribuidor:<br />
Harmonía Mundi.<br />
Ya hemos reseñado la primera<br />
entrega de esta integral sinfónica<br />
de Martinu. Remitimos al lector<br />
a lo que decíamos en el número 58 de<br />
SCHEBZO, página 65. El nivel es igual de alto,<br />
como era de esperar. Los momento más<br />
elevados quizá correspondan, en esta ocasión,<br />
al Moderato y aJ Largo de la Pnmera<br />
Sinfonía, asi como al Larghetto y al Lentoallegro<br />
de la Quinta. Insistimos en que Thomson<br />
no pretende superar a Neumann. sino<br />
más bien obtener una lectura diferenciada,<br />
con mayores aristas y a la luz de determinadas<br />
aportaciones sinfónicas de nuestro tiempo,<br />
como la de Shostakovich. Los movimientos<br />
lentos de Thomson están cargados de<br />
tensión, sus crescendi son realmente impresionantes.<br />
Otra insistencia: la excelente prestación<br />
de una orquesta que no figura entre<br />
las grandes, que graba habitual mente y ademas<br />
lo hace bien. Un ejemplo a seguir que<br />
en nuestro país teñen en cuenta en Tenerife<br />
y casi en ninguna otra parte. La integral Martinu<br />
de los escoceses y Bryden Thomson es<br />
hasta el momento excelente, cuando falta el<br />
disco en que estén registradas la Segundo y la<br />
Sexto.<br />
S.MA<br />
MASSENET; Manon. Jeannette Pilou, sop.<br />
(Manon); Jaime Arapll, ten. (Des Grieux);<br />
Giampiero Mastromei, bar, (Lescaut); Wladimiro<br />
Ganzarolll, bar. (Conde Des<br />
Grieux). Orquesta y Coro de la Opera de<br />
Viena. Director: Serge Baudo. MYTO 2<br />
MCD 916.49. ADD. 7B'3I" y 78'48". Grabación:<br />
Viena, 1971. Distribuida por Diverdl.<br />
Con muy buen sonido, se presenta<br />
esta edición vienesa, que<br />
reúne a un solvente cuarteto<br />
vocal. Pilou. una soprano greco-francesa habitual<br />
Micaela (que grabó con Crespin), Marguerite<br />
(que lo fue en Madrid), Juliette y<br />
otras heroínas galas, suplía lo módico de su<br />
instrumento (con un agudo siempre de una<br />
dureza lacerante) por medio de una musicalidad<br />
legítima y un cuidado en la aproximación<br />
del personaje verdaderamente ejemplar<br />
escúchese la entrada (presentación) de<br />
la protagonista de esta ópera. Aragall es lo<br />
opuesto. Voz dotadísima, que el intérprete<br />
malgasta. Su Des Gneux es monocorde: la<br />
mezzavoce le es ajena (incluso en el suefio,<br />
cuando intenta utilizarla, está a punto del gcjllo).<br />
Aragall destaca entonces los aspectos<br />
más apasionados, los juveniles y amorosos,<br />
de Des Grieux: su mejor momento es en la<br />
escena de Saint Sulpice y en el Hotel Transilvania.<br />
Mastromei y Ganzarolli pueden con<br />
sus respectivos empleos y Baudo, poco volcado<br />
al repertorio teatral, hace una lectura<br />
dinámica y, por secciones, escrupulosa. Por<br />
ello ofrece la partitura casi completa, más de<br />
lo que suele hacerse en escena (pero se come<br />
el bellísimo minueto que Massenet colocó<br />
como preludio de la Coura de la Reine).<br />
MESSIAEN: Quotour pour la fin du<br />
F.F.<br />
DISCOS<br />
Théme et variations (1932). Yvonne Lorlod,<br />
piano. Chriitoph Poppen, víolln. Manuel<br />
Fischer-Dieslcau, violonchelo. Wolfgang<br />
Meyer. clarinete. Grabación París, XI/1990.<br />
Productor Gerd Berg. Ingeniero: Hartwig<br />
Paulien. EMI CDC 7 54395 2. DDD.<br />
Con esta lectura deben de ir<br />
«*<br />
por la docena las verdiones fonográficas<br />
del Cuarteto para el<br />
fin del tiempo, página sobrecoged ora e ¡mpresionarrte<br />
donde las haya. Los aficionados<br />
conocen de sobra las circunstancias de esta<br />
composición, dramáticas en si mismas. La<br />
versión que nos ocupa está protagonizada<br />
por tres jóvenes virtuosos de talla indiscutible,<br />
a los que se añade Yvonne Loriod, grandísima<br />
intérprete y esposa de Messiaen. Pues<br />
bien, todos estos espléndidos mimbres, a los<br />
que hay que añadir la presencia de! compositor,<br />
no consiguen un Cuarteto mínimamente<br />
inquietante, salvo en el último de los ocho<br />
movimientos, la Alabanza a la inmortalidad de<br />
Jesús, con Poppen y Loriod a solas. El tono<br />
es claro, optimista, sensual incluso. Están tocando<br />
otra obra, no el Cuarteta de Messiaen.<br />
Mejor le fue a EMI con el traspaso a CD de<br />
aquella espléndida versión de Gruenberg<br />
(violín), de Peyer (clarinete), Pleeth (chelo) y<br />
Béroff (piano), una entre las cuatro o cinco<br />
desentrañadoras lecturas de referencia que<br />
el sonido grabado nos dio de esta página<br />
hermosa, dura y (a pesar de los pesares) nada<br />
optimista. No es rara que a Poppen y a<br />
Lonod les vaya mejor en la densa pero no<br />
trascendental pieza de bravura de 1931 Temo<br />
y variaciones, donde nadie puede discutirles<br />
la grandeza de su discurso.<br />
S.M.B.<br />
MOZART: Serenólos y Divertimerttos. Una<br />
pequeña músico nocturna en sol mayor, K 525.<br />
Serenata en re mayor, K 239 («Serenata nocturno»).<br />
Uno broma muskal. K 522, Dwrtimento<br />
en re mayor, K 251, Diverümento en re mayor,<br />
K 131. Serenata en si bemol mayor, K. 361<br />
(370a). D/verümento en mi bemol mayor, K<br />
232 (240a). Serenata en mi bemol mayor, K.<br />
375 Serenata en do menor, < 386 (384a). Divertimento<br />
en si bemol mayor; K 270. Orquesta<br />
de Cámara Orphaus. 4 CD DDD.<br />
DEUTSCHE GRAMMOPHON 431 689-2.<br />
Productor Worf Erichson. Ingenieros: Stephan<br />
Schellmann y Andreas Neubronner.<br />
Grabaciones: Nueva York, III/I98S-III/I990.<br />
, 58 r 3r. 63'32-, 60'38".<br />
La explotación de grabaciones<br />
previas mediante su agrupación<br />
en las más variadas compilaciones<br />
bajo la leyenda «all setections previously released<br />
on CD» es una estratega comercial muy<br />
común. En el caso de la Orpheus y la Deutsche<br />
Grammophon resulta paradigmática.<br />
Esta entrega está por entero dedicada al<br />
Mozart ligero de las serenatas y divertimentos<br />
(casaciones, danzas y contradanzas quedan<br />
al parecer para otra ocasión), música en<br />
la que el grupo neoyorkino se muestra como<br />
consumado especialista. Nueve de las diez<br />
piezas reunidas están en tono mayor sólo la<br />
enigmáticamente seria Serenólo K 388 constituye<br />
una excepción. Salvo la Bromo música)<br />
y la Pequeflo músico nocturno, las fechas de<br />
SCHERZO 67
DISCOS<br />
composición están comprendidas en la década<br />
que se inicia en 1772, y si descartamos el<br />
Divertimento K 131, nos quedamos con un<br />
cwpus central de siete obras firmadas entre<br />
1776 y 1782, es decir, de los últimos años<br />
en Salzburgo y primeros en Viena.<br />
El primer disco contiene tres best-seller<br />
absolutos. La violencia con que se ataca el<br />
Allegro inicial de la Pequeño músico nocturno<br />
sorprenderá a no pocos, pero es plenamente<br />
coherente con la sombra trágica que, tras<br />
los delicados movimientos centrales, nubla<br />
fugazmente el humor desenfadado y burlón<br />
del final. Siempre en ejecuciones de gran nivel,<br />
más gustará sin duda la contundencia de<br />
los tutti en la Serenata nocturna, particularmente<br />
por el logrado contraste que en el<br />
rondó conclusivo ofrecen frente a la exquisita<br />
sutileza que en sus múltiples reprises exhibe<br />
el anónimo concertino. Este destaca asimismo<br />
en la Bromo musical, donde además es<br />
secundado por las trompas más afinadamente<br />
desafinadas que se pueda imaginar.<br />
Los dos Divertimeníos K 251 y K 131 son<br />
en sentido estncto dos serenatas escritas en<br />
estilo francés e italiano evolucionado respectivamente.<br />
Aunque la calidad interpretativa<br />
va aumentando a medida que las cuerdas<br />
van perdiendo protagonismo, en ambos seguiremos<br />
sin embargo gustando más del preciso<br />
pero amplio e imaginativo fraseo de los<br />
movimientos lentos que de la brusquedad<br />
relativa con que se marcan los ritmos de<br />
Allegros y Minuetos.<br />
Los dos últimos discos son propiedad exclusiva<br />
de los instrumentos de viento y constituyen<br />
en su conjunto la razón de más peso<br />
para la adquisición del álbum. Claro que para<br />
ello habrá que pasar por arto la Serenata K<br />
361, ya comentada en el número 53 de<br />
SCHERZO, cuando apareció integrada en la<br />
colección de DG Mozart 3D: ni por lo más remoto<br />
puede competir con la magistral versión<br />
de los doce solistas de la Orquesta de Cámara<br />
Inglesa bajo la dirección de Daniel Barenboim,<br />
que EMI acaba de publicar en otra edición<br />
comprensiva. Pero a continuación vienen<br />
cuatro joyas sencillamente excepcionales, plenas<br />
de carácter, admirables por la exactitud<br />
de articulación, el atractivo empaste y la compacta<br />
unidad de concepto de todos los intérpretes.<br />
De entre las muchas maravillas que<br />
aquí encontrara, el indeciso no tiene más que<br />
escuchar el primer Allegro de la Serenoto K<br />
388, todo un prodigio de contagiosa vehemencia<br />
que nos remite inmediatamente al clima<br />
del final del segundo acto de Los todos de<br />
Fígaro, asi como el Presto del Diverúmento K.<br />
210 a la letra del Dúo de la carta en la misma<br />
ópera. O bien puede extasiarse con la cálida<br />
expresividad del Adagio de la Serenata K 375,<br />
cuya descripción instrumental en el folleto adjunto<br />
omite por cierto la presencia de los darinetes.<br />
En resumen: dos discos que valen por<br />
cuatro; o a la inversa, según se mire.<br />
A.B.M<br />
MOZART: Sonatas para violln y piano. tahalí<br />
Perlman, violln, Daniel Barenboim, piano.<br />
Grabación: París y Nueva York. 1984-<br />
1990. DEUTSCHE GRAMMOPHON<br />
43I784-2.DDD.3O5'57-.<br />
68 SCHERZO<br />
Esta integral de Sonotos para<br />
v/o//n y piano de Mozart, comenzada<br />
hace casi ocho artos<br />
por Perlman y Barenboim, ha perdido por el<br />
camino alguna preciosa obrita, como las Venaciones<br />
K 359 y K 360. Es una lástima, pero<br />
no es eso lo que puede dar lugar a polémica<br />
o a desacuerdo entre los aficionados.<br />
El rechazo de algunos puede venir de la manera<br />
de interpretar estas obras de Mozart<br />
cuando ya llevamos tanto tiempo acostumbrándonos<br />
a otro tipo de sonoridades y<br />
conceptos al escuchar nuevas lecturas de las<br />
obras del maestro de Salzburgo y de sus<br />
contemporáneos. Dos grandes divos, dos<br />
monstruos de la interpretación musical de<br />
nuestros días, hacen un Mozart camerlstico<br />
en el sentido posterior o Mozón: del término.<br />
Lo que para ciertos aficionados (acaso no,<br />
quién sabe) puede resultar incongruente o<br />
inadecuado a estas alturas, a m( me parece<br />
fascinante. Los instrumentos originales y las<br />
pautas del pasado no han dicho aún, ni creo<br />
que la digan nunca, la última palabra sobre la<br />
interpretación de Mozart Como no la dijeron<br />
los grandes maestros del pasado que<br />
aún desconocían ese universo sonoro que<br />
ha sido descubierto tan sólo en las últimas<br />
décadas. Por eso aún resultan estimulantes<br />
lecturas magistrales como la de estos dos<br />
sensacionales músicos. Cada palo debe<br />
aguantar su vela. Y la de Perlman y Barenboim<br />
es la de grandes concertistas en el<br />
Excelentes recreaciones<br />
DANIEL<br />
BARENBOIM<br />
En primer lugar, excusas para<br />
los lectores y también para<br />
EMI Classics, ya que este álbum,<br />
por error, se quedó sin adjudicar y<br />
quien esto firma lo ha tenido que escuchar<br />
deprisa y corriendo durante las vacaciones<br />
de Navidad para que el comentario puediese<br />
salir cuanto antes. Advirtamos también<br />
a los posibles compradores de estos<br />
discos que la serie de Vonoriones de Mozart<br />
no tiene nada que ver con los enormes<br />
edificios que representan las Goldberg de<br />
Bach o las Diabelii de Seethoven; tampoco<br />
se puede comparar con los bellísimos movimientos<br />
en forma de variaciones del propio<br />
Mozart (por ejemplo, recordemos los<br />
de los Conciertos de píono, K 450, K 453, K<br />
456, K. 491; los de los Cuartetos de cuerdos,<br />
K 421 y K. 464, o bien las Variaciones paro<br />
piano o cuatro manos, K 501). La mayoría<br />
de estas obras se basan en temas célebres<br />
de la época, extraídos de óperas que el público<br />
de entonces conocía bien y que el<br />
propio compositor destinó a la enseñanza,<br />
si bien las más difíciles en el aspecto técnico<br />
se las reservó para sí mismo. De cualquier<br />
forma, música menor, compuesta por<br />
sentdo tradicional, sin que tradición signifique<br />
aquí reacción ni apego al pasado. No<br />
quiera el destino que Perlman se convierta<br />
en Kuijken ni Barenboim en Badura-Skoda.<br />
Ni viceversa. Por eso este recital, con sus<br />
toques de densidad romántica, su discurso<br />
casi brahmsiano, su dimensión de música de<br />
salón vista muy a posterion, su acentuación<br />
del carácter concertante de las piezas, es un<br />
logro, una necesidad para los aficionados y<br />
una propuesta musical de singular altura. Eso<br />
sí, el concepto de Clasicismo es secundario<br />
o ha desaparecido. El virtuosismo de Perlman<br />
y Barenboim, su excelente compenetración,<br />
el coherente concepto que como<br />
totalidad quizá corresponda al excelente<br />
pianista argentino en su calidad de maestro<br />
concertador, sitúan esta integral en la línea<br />
de las mejoras lecturas del repertorio, no<br />
desmereciendo de versiones antiguas como<br />
las de Gnjmiaux y Clara Haskil.<br />
s.M.a<br />
MOZART: Música pora prono o cuatro monos,<br />
j ustus Frantz y Christoph Eschenbach,<br />
DEUTSCHE GRAMMOPHON 435042-2<br />
GX2. 2 CD 75'06". 76 1 05". Precio econó-<br />
un genio, claro que siempre tiene interés y<br />
más si está interpretada tan convincentemente<br />
como Daniel Barenboim lo hace en<br />
este excelente álbum.<br />
El critico y musicólogo italiano Piero<br />
Rattalino, una de las autoridades indiscutibles<br />
en el aspecto pianístico, siempre ha<br />
considerado las grabaciones de Barenboim<br />
(sobre todo las de las Sonetos de Beethoven)<br />
como muy controladas y «con algo<br />
de magistrales, pero siempre de maestro<br />
de escuela antes que de maestro de arte»<br />
{ver Da Clementi a Potlini, pág, 490). En este<br />
álbum, no obstante, el gran pianista hace<br />
acto de presencia y deja traslucir una fe<br />
y un amor inquebrantable por esta música,<br />
poniendo todas sus indudables dotes al<br />
servicio de la misma. La serie de variaciones<br />
está presentada en orden cronológico,<br />
de la K. 24 a la K 613, y son interpretaciones<br />
coherentes, redondas, estilísticamente<br />
irreprochables, intensas, espontáneas, claras<br />
y expresivas. No son las únicas, desde<br />
luego (ahí tienen a Gieseking, a Gould y a<br />
un largo etcétera), pero suponen un hito<br />
importante en la discografta mozartiana y<br />
en la del propio Barenboim (que, por cierto,<br />
grabó las quince series de Voriociones<br />
en pocos días, sin el menor atisbo de rutina<br />
o arbitrariedad). Un gran álbum, en suma,<br />
muy bien grabado y con excelentes<br />
comentarios de Robín Golding y Eckhardt<br />
van den Hoogen, especialmente los del<br />
primero.<br />
MOZART: Voriociones paro piano sota<br />
Daniel Barenboim, piano. EMI 7 543<strong>62</strong> 2.<br />
3 CD. DDD. 61', 65', 65'. Grabación: Munich<br />
111/1991. Producción: John Frwer. Ingeniero:<br />
Mark Vigars.
mico. Grabación: 1972, 1973 y 1974. Productor:<br />
Fraiu Christian Wulff. Ingeniero:<br />
Karl August Naegler.<br />
La obra pianística a cuatro manos<br />
de Moíart ocupa una zona<br />
insistente de su producción<br />
(1765-1791) aunque un tanto marginal en relación<br />
a su obra de teclado para instrumento<br />
solo o con orquesta. Hay un poco de todo<br />
en ella: sonatas, una fantasía, variaciones, alguna<br />
transcripción de instrumento mecánico a<br />
manual. En buena medida, es un trabajo doméstico,<br />
íntimo, hecho para la hora familiar<br />
de los Mozart en algún salón privado. El genio,<br />
en cualquier caso, inquieta a estas páginas<br />
y Mozart nunca pudo por menos.<br />
La versión (je Frantz y Eschenbach rescata,<br />
sobre todo, la textura para teclado, es decir<br />
que es objetiva y distante. Son dos pianistas de<br />
cámara, atentos a las voces que acompañan o<br />
secundan, que suman, directamente, entre sus<br />
cuatro manos, el sonido de un solo piano.<br />
Si pensamos en el dúo Badura-Demus, aquí<br />
se nos presenta un Mozart más germánico y<br />
menos wenés. A los especialistas en Europa<br />
Central corresponde desovillar el enigma.<br />
MOZART: Sonatas paro piano. Georges<br />
Piudermacher, piano. 5 CD HARMONÍA<br />
MUNDI HMC 90173.77. ADD (O- 68'42",<br />
67"48-, 6S'57", 6T49", 68'49-, 68'14". Grabación:<br />
III-VI/I99I. Productor: Jacques Drillon.<br />
Ingeniero: Michel Pierre.<br />
Al parecer, más un proyecto de<br />
la industria que del arte, este ciclo<br />
de las Sonatas mozartianas<br />
no está destinado a abrirse un camino propio<br />
en la discografla Existen opciones muy claras<br />
tanto con instrumento moderno (Pires) como<br />
con teclado de época (Badura-Skoda), En<br />
el caso de Pludermacher, se han asumido<br />
hasta las últimas consecuencias unos planteamientos<br />
ale]ados del estilo, aquí el medio instrumental<br />
condiciona como nunca el resultado.<br />
Escuchamos una música nítida, pero que<br />
por color o volumen puede pertenecer a<br />
cualquier autor y cualquier época. La sombra<br />
de la tradición distorsionadora posterior a<br />
Mozart es por demás evidente, en especial la<br />
de un pianismo técnicamente deslumbrante,<br />
a la manera de Liszt El sonido se agiganta,<br />
con unos acordes demoledores en la mano<br />
izquierda, como en la Fantasía en do menor,<br />
colocada bajo la óptica decimonónica, pero<br />
también en piezas más galantes, por ejemplo<br />
la Sonata K-283. Un sentido lúdico más ingenuo,<br />
empero, puede apreciarse en alguna de<br />
las páginas del último periodo, como la Sonata<br />
K-5?ó, mis el balance final no mejora mucho<br />
por elfo.<br />
LM.M.<br />
MOZART: Misa en do menor K. 427<br />
(417a). Ave Verum Corpus K. 618. Audrev<br />
Mlchael y Bernarda Fink (sopranos). Marx<br />
Tucker (tenor), Michel Brodard (bajo). En-<br />
Caraycruz<br />
Empecemos por la cruz, si<br />
bien afortunadamente Sir Georg<br />
mejora su tan cacareada<br />
versión del Réquiem, y ofrece una lectura<br />
con sus consabidos cntenos interpretativos<br />
basados siempre en la exactitud, brillantez,<br />
respuesta orquestal perfecta y mensaje<br />
prácticamente inexistente; es decir, Solti dirige<br />
igual esta Misa que la Noveno de Shostakovich<br />
o que ía Segundo de Schumann,<br />
por poner dos universos estéticos bien distintos<br />
entre sí y, por supuesto, diametralmente<br />
opuestos al mundo mozartiano. De<br />
cualquier forma, y a pesar de que la espiritualidad<br />
de esta música sublime brille por<br />
su ausencia, la interpretación puede dar el<br />
pego sin excesivos problemas (el Réquiem<br />
de la Catedral de San Esteban, tosco y zafio,<br />
no llegó ni a eso), ya que cuenta con<br />
cuatro competentes solistas, con una Filarmónica<br />
de Viena a la que en esta ocasión<br />
no castiga demasiado con sus acostumbrados<br />
y contundentes trallazos y, finalmente,<br />
con una espectacular e imponente grabación<br />
en la línea de calidad habitual de los<br />
registros Decca. Así pues, otro disco típico<br />
del último Solti que seguramente hará felices<br />
a los amantes de la alta fidelidad y a los<br />
que se deleitan en el suntuoso sonido orquestal<br />
de la Filarmónica de Viena. ¡Mozartí.<br />
¡y quién en ése?<br />
Lo de Bemstein en otra cosa en todos<br />
los sentidos, menos en la grabación que<br />
también es excelente. El disco compacto,<br />
que contiene dos obras más que el de Solti<br />
(Ensartóte jubilóte y Ave verum), nos ha sido<br />
enviado en una caja con la cinta VHS del<br />
correspondiente Láser Disc. Estamos, pues,<br />
ante el típico concierto en vivo de Lenny,<br />
hecho en esta ocasión en la hermosa iglesia<br />
barroca de Waídsassen (Baviera), de una<br />
admirable realización cinematográfica y, sobre<br />
todo, de una interpretación musical sincera<br />
y profunda, de una alegría trascendental,<br />
como bien señala el comentario anónimo<br />
que acompaña a este documento. La<br />
iglesia, de acústica perfecta y de hermosa<br />
decoración rococó, contribuye a hacer más<br />
atractivo el concierto, que posee un extraño<br />
magnetismo y una vibración propia de<br />
las grandes interpretaciones. Buenos solistas,<br />
especialmente los femeninos (von Stade<br />
ocupa el lugar de Arleen Auger en el<br />
Laudamos Je de la Miso) y excelentes coro<br />
y orquesta, absolutamente hipnotizados<br />
semble Vocal el Instrumental de Lausanne.<br />
Director: Michel Corboz. CASCAVELLE<br />
VEL 1011. Grabación: Lausanne, XI/1989.<br />
Dirección artística: Michel Garcin. Ingeniero;<br />
Jean Chatauret 58'. Réquiem en re menor<br />
K <strong>62</strong>6 (Instrumentación: Fram Beyer).<br />
Catherine Dubosc (soprano), Ewa Podles<br />
(contralto), Guy de Mey (tenor), Michel<br />
Brodard (bajo). Ensemble Vocal et Instrumental<br />
de Lausanne. Director Michel Corbox.<br />
CASCAVELLE 1012. Grabación: Friburgo,<br />
111/1990. Director artístico: Michel<br />
Garcin. Ingeniero: Jacques Dolí. S0'37".<br />
Michel Corboz lleva anos demostrando<br />
que es un músico<br />
honesto, trabajador, sensanto.<br />
DISCOS<br />
por el peculiar imán de Leonard Bemstein.<br />
Una gran versión, en suma, sin dudar la primera<br />
entre las modernas interpretaciones<br />
de la Misa, K 421 (Abbado, Levine, Karajan,<br />
la muy interesante de Gardiner y la que<br />
hemos comentado de Solti). Una diana de<br />
Bemstein, que además escribe un interesante<br />
artículo titulado Mracfes are in tne oír,<br />
sobre el lugar donde se interpreta este<br />
concierto y su significación.<br />
E.PA<br />
MOZART: Misa en do menor, K 427 (en<br />
la versión editada por H.C. Robbins Lando<br />
n). Elizabeth Norberg-Schulz (sop. I),<br />
Aune Sofie von Octer (sop. II), Uwe Heitmann<br />
(ten.), Rene Pape (bajo). Coro de la<br />
Asociación de conciertos de la Opera Estatal<br />
de Viena. Maestro de coro: Peter Burían.<br />
Orquesta Filarmónica de Viena. Director<br />
Sír Georg Sotó. DECCA 433749-2.<br />
DDD. 52'. Grabación: XI1/1990 en la Gran<br />
Sala de la Wiener Konzerthaus. Productor:<br />
Michael Haas. Ingeniero: John Pellowe.<br />
MOZART: Miso en do menor, K 427. Ave<br />
verum, K. 618. Exsuttate ¡ubiiate, K 165- Arleen<br />
Auger (sop.), Frederica von Stade<br />
(mezzo), Frank Lopardo (ten.), Cornelius<br />
Hauptmann (bajo). Coro y Orquesta Sinfónica<br />
de la Radiodifusión Bávara. Director:<br />
Leonard Bernstein. DEUTSCHE<br />
GRAMMOPHON 431791-2. DDD. 72'<br />
Grabación: IV/1990 en concierto público<br />
en la Stiftbasilika de Waídsassen. Producción:<br />
Hans Weber. Ingeniero: Hans-Peter<br />
Schweigmann.<br />
que sin lograr habitualmente resuftados espectaculares<br />
-con alguna excepción, como<br />
sus Solmos de Mendelssnon grabados a finales<br />
de los setenta con la Orquesta y el Coro<br />
de la Fundación Gulbenkian de Lisboa- no<br />
deja nunca un mal sabor de boca en quien<br />
escucha,<br />
Esta vez se atreve con dos obras capitales<br />
en el catálogo mozartiano que. para colmo,<br />
poseen ya una discografta muy amplia y, en<br />
ocasiones, muy valiosa, ciertamente difícil de<br />
superar. La Moa en do menor, para empezar,<br />
se ha beneficiado ya, sin ir más lejos, de unas<br />
cuantas lecturas modélicas y distintas en sus<br />
planteamientos, como para conformar a tirios<br />
y troyanos: Gardiner (Philips), Hamoncourt<br />
(Teldec), Hogwood (Decca), Fricsay<br />
SOHERZO 69
DISCOS<br />
(DG) y Leppard (EMI). No está nada mal.<br />
Corboz le echa dignidad al asunto y cuenta,<br />
sobre todo, con un coro de excelente calidad<br />
-lo que viene de perlas al Ave Verum<br />
Corpus- y una soprano digamos principal<br />
-Audrey Michael- que irá a menos, pero<br />
que al inicio de su intervención en el Kyrie<br />
deja al oyente con la boca abierta, por expresividad<br />
y por belleza de voz. Es un momento<br />
casi milagroso pero que, ay, no habrá<br />
de repetirse. Lo que puede ser mucho y no<br />
ser demasiado.<br />
En el Réquiem también lo tiene crudo el<br />
buen director suizo. Otra vez Gardiner (Philips),<br />
la primera versión de Karajan (DG),<br />
Bemstein (DG)... No son malos botones de<br />
muestra y,sobre todo, son opciones cargadas<br />
de la fuerte personalidad de sus intérpretes,<br />
algo que difícilmente podremos pedirle al<br />
siempre probo Corboz. Como en la Misa, lo<br />
mejor de su versión son las voces del coro,<br />
ágiles, prontas y resueltas además de hermosas.<br />
Los solistas sólo regular, con una soprano<br />
algo atiplada, una contralto de oscuridad<br />
metálica y un tenor y un bajo de no muy bellos<br />
timbres, por mas que todos, como su<br />
conductor, honestos, las bazas de Corboz.<br />
pues, no son demasiadas, pero como se trata<br />
de obras que siempre han tentado al coleccionista...<br />
LS.<br />
MOZART: Die Entfíifvung ous dem Serail.<br />
Lynne Dawson (Konstanie), Marianne<br />
Hirsti (Blonde), Uwe Heilmann (Belmonte),<br />
Wilfried Gahmlich (Pedrillo), Gunther von<br />
Kannen (Osmin), Wolfgang Hinze (Pasha<br />
Selim). The Academy of AncienI Music Orchestra<br />
and Chorus. Director ChrisCopher<br />
Hogwood. L'OISEAU LYRE 430 339-2. 2<br />
CD. DDD. 144" 13". Grabación: Londres.<br />
1/1990. Productor Peter Wadiand. Ingeniero:<br />
John Dunkeríey.<br />
Con esta grabación del Rapto<br />
mozartiano nos acercamos posiblemente<br />
más que con Harnoncourt<br />
(Teldec) a los auténticos volumen<br />
y color orquestales en los que pudo pensar<br />
su autor. Por lo demás, Tos dos registros<br />
-los más interesantes hasta la fecha -son<br />
muy distintos en cuanto a la concepción del<br />
Singspiel. Hamoncourt, con su agresividad<br />
de perfiles, lo acerca al drama, mientras que<br />
para Hogwood continúa siendo una operela,<br />
un juego en suma. Pero esto no significa<br />
que los personajes se conviertan en marionetas:<br />
a partir de un reparto basado en general<br />
en voces ligeras, la versión consigue<br />
una aportación convincente en el plano vocal.<br />
Heilmann es un Selmonte noble, de<br />
canto juvenil y linea mozartiana sin afectación.<br />
Dawson da a su Konstanze tonos moderadamente<br />
patéticos, en tanto que Kannen<br />
salva a Osmin de la caricatura (O, wie<br />
YÁII Ich thumphieren). Un punto más flojo es<br />
el Pedrillo de Gahmlich, quien roza la pérdida<br />
de la afinación en In Mohrenland. Gran<br />
interés tiene la dirección de Hogwood. secundado<br />
por una Academy deslumbrante<br />
-por ejemplo en las terquerías-, cobrando<br />
un relieve nuevo los instrumentos de viento.<br />
70SCHERZO<br />
EMM<br />
El célebre registro de La Pauto<br />
mágica dirigido por Sir Thomas<br />
Beecham y producido por<br />
Walter Legge alcanza con este reprocesado<br />
de Nimbus Records (que nos ha sido<br />
enviado directamente desde Londres, ya<br />
que el distribuidor español del sello británico<br />
anda un poco en la higuera) su enésima<br />
reedición, pena esta vez con un sonido que<br />
supera en claridad y definición a todos los<br />
anteriores lanzamientos y publicaciones en<br />
diversos sellos, desde ÉMI-La voz de su<br />
amo a Tumabout pasando por Worid Record<br />
Club, Odeón o Electrola. Si a ello añadimos<br />
un3 presentación óptima, con un libreto<br />
que contiene una amplia documentación<br />
sobre la ópera y sobre su grabación, la<br />
elección no debe ofrecer ninguna dificultad.<br />
Añadamos también una aclaración necesaria<br />
para futuros compradores de este álbum,<br />
y es que lo que se anuncia en la caja<br />
como The historie first compíeíe recontfng no<br />
es del todo cierto, ya que esta grabación<br />
fue hecha por Beecham durante sus dos<br />
viajes a Alemania en noviembre de 1937 y<br />
febrero de 1938. Cuando el director ingfés<br />
parto de Berlín el 3 de marzo de ese año,<br />
faltaba la última toma de grabación que, lamentablemente,<br />
no pudo llegar a realizarse<br />
por el comienzo, en 1939, de la Segunda<br />
Guerra Mundial -además, en el libreto que<br />
acompaña a estos discos, consta como última<br />
fecha de grabación el 8 de marzo de<br />
1938, cuando Sir Thomas ya no estaba en<br />
Berlín-. El registro fue completado por<br />
otro director, y asi ha sido publicado desde<br />
su primera publicación en discos de 78<br />
r.p.m. (un treintaflero Karajan dirigía entonces<br />
en la Berliner Staatsoper Unter den<br />
Linden varias representaciones de esta<br />
ópera, por lo cua), no es de extrañar que<br />
fuese él quien completase la grabación,<br />
aunque nunca se ha llegado a confirmar la<br />
veracidad de esta suposición). De cualquier<br />
forma es una versión en la que el color, el<br />
brio, el sentido del estío, el refinamiento, el<br />
encanto y la justa proporción y el equilibras<br />
de todos los medios, se alian para formar<br />
una versión de nivel óptimo que pasa por<br />
ser una de las grabaciones clásicas en toda<br />
la dtscografía mozartiana.<br />
Las voces que intervienen son también<br />
excelentes: Berger posee una voz demasia-<br />
MOZART: Rarezas y sorpresas. Cuaderno<br />
Reedición definitiva<br />
de notas de Londres. Músicas de «Don Govonni»<br />
y
M Ú S I C A A M E R I C A N A H O Y<br />
Hl<br />
,-MSB<br />
Área tk ^tus¡ea<br />
I V A E<br />
JOSÉ LUIS RUIZ DEL PUERTO guitarra Y GLORIA FABUEL, soprano.<br />
OeíAi DE: R. SMfTH-BRNDLE - F. HACER PLA - J.A. ORTS - E. CALANDh<br />
J.L RUfe DEL PUERTO - ENRIQUE SANZ - J.W. WJARTE.<br />
DÍA 12 / 20.15 h. PALAU DE LA MÚSICA DE VALENCIA"<br />
LE NOUVEL ENSEMBLE MODERNE, de Montreal (CANADÁ)<br />
LORRAINE VAILLANCOURT, directora.<br />
OBRAS DE: GTORGY UGET1 • JOSÉ EVANGEUSIA • BRIAN CHERNEY - CLAUDE VIVIR<br />
JULIA WOLFE.<br />
DÍA 13 / 20,30 h. RIALtO SAtA OlíATC<br />
FERNANDO PUCHOL, plano.<br />
OBRAS M: «. BARCE - J. DAMAS - C. VERDÚ - A. MÁRQUEZ - C. PALACIO,<br />
DÍA 14 / 20 i5h<br />
DE VALENOA<br />
ORQUESTA SINFÓNICA DE VALENCIA. MANUEL GALDUF, director.<br />
OBRAS DE: JOHN ADAMS • R. GERHARD - B.<br />
DIA 15 / 20,30 h. RIALTO SALA QUATRE<br />
STEFANO SCODANIBBIO, contfabOjO.<br />
OBRAS DE: JUUO ESIRADA - JACOS DRUCKMAN - JOHN CAGE - MANUEL ENRIQUE<br />
STÍFANO SCOOANIBeO.<br />
DIA16 / 18 h. / 20,15 h. PALAU DE LA MÚSICA DE VALENCIA<br />
GRUP INSTRUMENTAL DE VALENCIA. JEAN PIERRE DUPUY, director.<br />
OBRAS DE: E. VÁRESE - M. RODEIRO - M. ENRtQUEZ - K 5TOCKHAUSEN - L. DANCEANU.<br />
GRUPO ARCHAEUS de Rumania. LIVIU DANCEANU, Olrector.<br />
OBSAS DE: CHARlfS BOONE - AURELIO TEliO - STEFAN NCOLESCU - RAFAEL MIRA<br />
SOR1N LERESCU • MIKAI MIREA CELAWANU - UVIU DANCEANU.
DISCOS<br />
bozos infantiles distan mucho de obras acabadas<br />
y listas para la ejecución y la escucha.<br />
Los arreglos para grupos de instrumentos<br />
de viento de Dan Giovanm, debido a Triebensee,<br />
y El rapto en e' Serrallo, tal vez de<br />
Johann Wendt testimonian una etapa de la<br />
difusión de las obras musicales, y son ciertamente<br />
habilidosos. Poco del gran Mozart se<br />
encuentra en estos juguetes sonoros.<br />
LMM.<br />
NIELSEN: Maskarade. Hansen, Landy,<br />
Plesner, Bastían, Brodersn. Coro y Orquesta<br />
de la Radio Danesa. Director: John<br />
Frandsen. 2 CD UNICORN DKP 9073/4.<br />
ADD. 139*47". Grabación: Copenhague,<br />
VI/1977. Productor: Peter Willemoes. Ingeniero:<br />
Evald Rasmussen. Distribuidor Harmonía<br />
Mundi.<br />
Anterior a la Segundo Sinfonía,<br />
esta ópera de Cari Nielsen no<br />
desarrolla aún su estilo maduro.<br />
Lejos del dramatismo de la QuinW y la experimentación<br />
de la Sexto. Maskarade aparece<br />
como una pieza ligera, una visión de comienzos<br />
de nuestra centuna de las óperas<br />
bufas italianas del XVIII, traducida en términos<br />
un tanto arlequinescos. Pero la capa exterior<br />
de las máscaras, la buria constante no<br />
deben engañamos, bajo su bamiz no deja<br />
de percibirse una mirada un punto socarrona<br />
y hasta pesimista del ser humano: igualdad<br />
de los antifaces y en la mediocridad.<br />
Nielsen pinta con gran plasticidad los diversos<br />
tipos, aunque las lineas melódicas, desde<br />
luego adaptadas al danés, sean más bien<br />
convencionales. Frandsen y sus colaboradores<br />
se mueven con habilidad en la dimensión<br />
humorística escogida, un carrusel vertiginoso<br />
y chispeante,<br />
EALM.<br />
N0RHOLM: Cuartetos de cuerda nos. 3.<br />
4, 7 y 8. The Danish Quartet. KONTRA-<br />
PUNKT 32049. DDD. 7111'. Grabación:<br />
Copenhague, 1989-1990. Productor: Michael<br />
Petersen. Ingenieros: Ronald Skovdal<br />
y Lar* Pabig. Ttirbutens-Laminar- Contrast-Continuum.<br />
So to soy. Sonata para guitarra<br />
n° 2. The orthodox Dreoiti. Variante.<br />
Befare siience. Bodil Rarbeek, vlolín; Gert<br />
So re usen percusión; Per Salo, piano, clave;<br />
Nieli Ullner, chelo; Jacob Christensen,<br />
guitarra; The Kuhlau Quartet. KONTRA-<br />
PUNKT 3206S. DDD. 66'13'. Grabación:<br />
Copenhague, IX/1990. Productor e ingeniero:<br />
Jesper Jorgensen. Distribuidor:<br />
Nahuel.<br />
Ib Nerholm (1931) es uno de<br />
los compositores daneses más<br />
destacados de su generación.<br />
Curiosamente, su figura tiene algunos paralelismos<br />
con los músicos españoles de su tiempo:<br />
como ellos, hubo de pasar una crisis que<br />
le permitiese abandonar una tradición nacional<br />
obsoleta y como ellos asumió luego un<br />
camino propio e investigador. Precisamente,<br />
cada pieza de Nartiolm vive una vida propia,<br />
lo que es especialmente contrastable en los<br />
Cuartetos, donde las acotaciones autobiográ-<br />
72 SCHERZO<br />
ficas que sirven de subtítulos más parecen<br />
referencias privadas que verdaderas intenciones<br />
programáticas. Sencillez casi ingenua y<br />
complejidad son los polos de la esentura en<br />
estas obras, sin desdeñar los procedimientos<br />
inhabituales de producción del sonido (Kaleidoscope<br />
II del Cuarteta n" 3). El Cuarteto<br />
Danés recorre los vericuetos de la música<br />
con un control muy medido (tal vez por la<br />
supervisión del autor) de la materia sonora.<br />
Menos importante parece la creación no<br />
cuartetlstica de Narholm, si bien los intérpretes<br />
obtienen un satisfactorio rendimiento<br />
tfmbrico de piezas como So to soy, para flauta<br />
y percusión, y TTie orthodox ttream, para<br />
flauta, chelo y clave.<br />
E.M.M.<br />
PROKOREV: Romeo y Julieta (Ballet completo).<br />
Orquesta del Teatro Kirov de Leningrado<br />
(sic). Director: Valery Gergiev.<br />
2CD. PHILIPS 432 166-2. DDD. 144^16'.<br />
Grabación: San Petersburgo, VIH/1990.<br />
Productor: Anna Barry. Ingeniero: Staan<br />
Taal. PROKOFIEV: Romeo y Julieta (Selección).<br />
Orquesta Sinfónica de Montreal. Director:<br />
Charles DutoiL DECCA 430 279-2.<br />
DDD. 74'50". Grabación: Montreal,<br />
X/1989. Productor: Ray Mimhull. Ingeniero:<br />
John Dunkerley.<br />
Estos dos discos plantean juntos<br />
la eterna canción de si realmente<br />
vale la pena escuchar fragmentariamente<br />
una obra creada para ser oída<br />
en su totalidad. Es verdad que el propio<br />
Prokofiev extrajo dos surtes de su ballet para<br />
ser interpretadas fuera de la escena, lo que<br />
de algún modo legitima la primera opción.<br />
Pero Dutoit prefiere aquí hacer su propia selección<br />
y nos ofrece veinticuatro números de<br />
los cincuenta y dos que comprende la partitura<br />
completa, lo que convierte su disco en<br />
una muestra brillante pero incompleta tanto<br />
de su gusto personal como de la propia música<br />
de Prokofiev.<br />
Si frente a tal oferta nos hallamos con una<br />
versión del ballet completo que, como la de<br />
Gergiev, prima por encima de todo su condición<br />
teatral y juega a fondo la carta de la<br />
escena, la elección no puede ser más sencilla,<br />
Y es que la Orquesta del Teatro Kirov,<br />
todavfa de Leningrado en esta grabación y<br />
hoy ya de San Petersburgo, conoce de memoria<br />
una partitura a la que ha servido muchas<br />
veces desde el foso. Músicos y directores<br />
parecen, en efecto, estar supeditados a<br />
unos invisibles bailannes que serian, al menos,<br />
tan protagonistas como ellos, y eso es<br />
lo que da a su versión, en efecto, una impagable<br />
condición de música viva Deben luchar<br />
con grabaciones tan brillantes orquestalmente<br />
como las de Maazel (Decca), Ozawa<br />
(DG) y Previn (EMI), referencias hasta<br />
ahora indudables, y con la también muy teatral<br />
de Zuraitis con la Orquesta del Bolshoi<br />
(Classics for Pleasure). A pesar de ello, se sitúan<br />
como una magnifica opción que agradará<br />
especialmente a quienes vivan esta música<br />
como lo que es: el genial pretexto de<br />
una acción danzada. La toma de sonido ayuda<br />
inteligentemente a la consecución de ese<br />
clima escénico.<br />
RAMEAL): Reces de clavecín. Christophe<br />
Rousset. clave. (Henri Hemsch, París, 1751;<br />
Anthony Sidey, París, 1988, copia de Ruckers-Hemsch,<br />
1636/1763). L'OISEAU-LYRE<br />
2 CD 42S 886-2. DDD. I29'I4". Grabación:<br />
Castres, Francia, VI/1989. Productor<br />
Peter Wadland. Ingeniero: Jonathan Stokes.<br />
Considerado fundamentalmente<br />
como un opensta genial -refundador<br />
de la tragedia lírica<br />
creada por Lully-, Rameau compuso una<br />
obra para clave no tan nutrida como la de<br />
Franccois Couperin, pero de semejante nivel<br />
de exigencia técnica y gran valor estético. Siguiendo<br />
convenciones inveteradas, como la<br />
de música de danza o el programatismo descnptivo,<br />
su arte se eleva hasta lo aristocrático<br />
y la nobleza expresiva. Rousset con una<br />
técnica muy sólida -escúchese su lectura de<br />
vértigo de los fiigoudons de la Suite de<br />
1724-, ha buscado una fidelidad máxima a<br />
Rameau. Utiliza la afinación sugerida por ef<br />
compositor, toca en un instrumento contemporáneo<br />
estricto de Rameau, salvo, incongruentemente,<br />
el Premier Uvre, tañido sobre<br />
una copia. Sus Píéces ofrecen un plan<br />
global marcado por la rapidez, sin que quede<br />
afectada la claridad, y con un estudio de la<br />
ornamentación. Rousset aparece como poseedor<br />
de una poética más refinada que Gilbert<br />
(Archiv), de estilo evidente fiero poco<br />
librado a la imaginación, y de una perfección<br />
mecánica superior a Christie (Harmonía<br />
Mundi). Por su avance en la investigación,<br />
nos da igualmente esta grabación una puesta<br />
al día muy notable de lo que se sabe del estilo<br />
interpretativo de las obras para clave de<br />
Rameau.<br />
EM.M.<br />
ROSSINI: El barbero de Sevfflo. Frta Wunderllch,<br />
ten. {Almaviva); Reri Grist. sop.<br />
(Rosina); Eberhard WSchter. bar. (Fígaro);<br />
Erich Kunz, bar. (Bartolo); Oskar Cierwenka,<br />
baj. (Basilio). Coro y Orquesta de la<br />
Opera de Viena. Director Karl Bóhm. MY-<br />
TO 2 MCD 917.52. ADD. 7872" y 78'43".<br />
Grabación: Viena, 1966. Distribuidor: Diverdi.<br />
Es un obstáculo escuchar a Rossini<br />
cantado en alemán, aunque<br />
musicalmente la versión sea de<br />
nivel. Suena demasiado a Lortzing o Marschner,<br />
aunque los esfuerzos de Bohm lleven la<br />
partitura por derroteros mozartianos. Si se<br />
supera este inconveniente idiomático puede<br />
asimilarse y gozarse con el equipo, entusiasmado<br />
y divertido, rindiendo al máximo.<br />
Wunderlich canta muy bien, dando al personaje<br />
toda su elegancia y humor, Grist, a<br />
quien cada día Battle se parece más, es la<br />
Rosina típica en edición de soprano ligera<br />
(con agudos gratuitos, coloraturas inventadas)<br />
que puede horrorizar a los puristas.<br />
WSchter distribuye a raudales la belleza de<br />
una voz de barítono lírico propia del papel<br />
que interpreta. Kunz no resulta tan caricato<br />
como sus colegas italianos, aunque sepa sacarte<br />
su jugo al personaje y Czerwenka, por<br />
el contrario, le quita presencia vocal a Basilio<br />
(otros intérpretes suelen tener mejores medios)<br />
para cargar un poco las tintas. Entre los<br />
secundarios, Berta aparece en una voz legen-
T<br />
Trampita<br />
Basta con leer los créditos<br />
transcritos más abajo para<br />
comprender que estamos ante<br />
un disco en el que el intérprete es autor.<br />
O coautor. Poca cosa se nos dice en<br />
el libreto, pero la audición nos permite<br />
comprender que se trata de una recreación<br />
a partir de obras, a menudo poco<br />
conocidas, de Erik Satie, una especie de<br />
surte protagonizada por un pequeño conjunto,<br />
piano y arreglos en cinta magnética.<br />
Wilbrandt dedica unas cuantas líneas a<br />
mostrarnos su admiración por Satie, y<br />
aunque reconoce que su obra fue «relativamente<br />
modesta», asegura que también<br />
influyó en una serie de movimientos contemporáneos<br />
y posteriores. «En Aíone, for<br />
a second, he intentado, a partir de ese<br />
mundo Intimo, explorar por medio de la<br />
reflexión, de las variaciones y de la meditación<br />
sobre los elementos, las estructuras,<br />
las atmósferas y los ntmos. ese aspecto<br />
de la esencia de Satie, lo espiritual». El<br />
resultado es de una sonoridad que puede<br />
resultar, en el mejor de los casos, lindo,<br />
bonito, pera en modo alguno trasciende el<br />
original ni crea una propuesta de suficiente<br />
altura artística. El disco entra de lleno<br />
en el terreno de la música ligera con pretensiones<br />
de calidad. Y cae a menudo en<br />
la cursilería, en la languidez, en el sensualismo<br />
acomodaticio. Por ejemplo, por referimos<br />
sólo a la pieza que da título al disco,<br />
la número seis; es la Gnosienne n° 3,<br />
transcrita para clarinete y cuerdas con<br />
punteo de oboe, pero ralentizada hasta el<br />
manierismo más autocomplaciente. No es<br />
el primer disco que se hace en este plan<br />
entrando a saco en la música de 5at¡e,<br />
que en mi opinión merece mejor suerte.<br />
Pero si los clásicos son sometidos a arreglitos<br />
pop, ¡por qué la obra vulnerable de<br />
Satie no iba a serlo a envolturas de un<br />
consumismo refinado en apariencia, a una<br />
sensibilidad de boutique de modas, a un<br />
rediseñado de suplemento dominical?<br />
S.MA<br />
SATIE: Alone, forasecand Modam Sinfonietta.<br />
Concebido, arreglado y dirigido<br />
por Thomas Wilbrandt. Producción;<br />
Thomas Wilbrandt y Klaus Buhlert.<br />
Grabación: Londres (Ingeniero: John<br />
Kurlander) y Berlín (Ingeniero; Siegbert<br />
Ernst). 1991. DECCA 42S 226-2. DDD.<br />
S5W.<br />
daría, de dlma wagneriano, la Sieglinda para<br />
Furtwangler en la RAÍ, Hilde Konetzni, que<br />
con 61 años consigue dar relieve al papel.<br />
Detalle curioso, la lección de música está<br />
cantada en italiano y en alemán. Los Bonus<br />
se dedican al tenor Wunderiich canta unos<br />
fragmerrtos de Serse y Afano, ésta de la versión<br />
de Colonia de Lertner que ya está completa<br />
en CD, siendo la protagonista Joan Sutneriand.<br />
F.F.<br />
A. SCARLATTI: II Gardtno d'Amore. Una<br />
Akerlund. soprano; Derek Ragin, contratenor.<br />
Clemencic Conjort. Rene Clemencic,<br />
clave y dirección. ACCORD 200082.<br />
DDD. 53'2I". Grabación: Hamburgo.<br />
XI/1987. Ingeniero: Ge raid Gotze. Distribuidor:<br />
Auvidis.<br />
II Gordino d'Amore es una serenata<br />
compuesta por Alessandro<br />
Scarlatti hacia 1700. Se trata de<br />
un ejemplo de ópera a pequeña escala, donde<br />
la escena es más una posibilidad que una<br />
prescripción. A partir del mito de Venus y<br />
Adonis, apenas hay trama en sentido riguroso,<br />
sino ocasión para los afectos y un cierto<br />
lucimiento vocal en las breves arias. El instrumental<br />
utilizado en la grabación es reducido<br />
hasta lo cameristico, con destacadas intervenciones,<br />
como la muy brillante de la trompeta<br />
en la Sinfonía inicial. Los cantantes<br />
aportan una línea de ingenuidad natural a sus<br />
personajes, pero no despegan realmente en<br />
la elaboración del canto virtuoso, un poco<br />
más, en todo caso, ella que él, pues la técnica<br />
de contratenor de Ragin se queda corta<br />
para redondear su color-. La imitación del ruiseñor,<br />
indicada en el manuscrito, en el aria<br />
de Adonis Piü non m'olletto y algún otro momento,<br />
aparece resueto con un realismo literal.<br />
EMAt<br />
SCHARWENKA: Concierto pora piano y<br />
orquesto n° I en si bsmol menor Op. 32.<br />
CHOPIN: Concierto paro piano y orquesto n°<br />
I en m: menor Op. I I. Sota Tanyel (piano).<br />
Orquesta Philharmonia. Directores: Yuri<br />
Simonov (Scharwenka) y Cario Rizií (Chopin).<br />
COLLINS 12632. DDD. 73'55". Grabación:<br />
Londres, II y IV/I99I. Productor:<br />
John H. West. Ingenieros: David Flower y<br />
John Timperley.<br />
A priori, el interés de este disco<br />
residía en la vuelta a la discografla<br />
del Concierto de Xaver Scharwenka<br />
(1850-1924), inencontrable ya la excelente<br />
grabación de Eari Wild con la Sinfónica<br />
de Boston y Erich Leinsdorf (RCA),<br />
aparecida hace veinte años. Scharwenka<br />
-uno de los interpretes emblemáticos de la<br />
música de Chopin- dedicó su obra a Liszt y<br />
de ambos músicos mayores aparece ésta como<br />
deudora. Se trata de una obra en que el<br />
virtuosismo adquiere caracteres enérgicos<br />
-salvo un breve Adagio y la codenzo en maestoso<br />
del tercer tiempo no es sino una sucesión<br />
de Allegros-, de no mucha aunque<br />
suficiente facundia que es negociada aquí<br />
DISCOS<br />
con competencia por la sefíora Tanyel -que<br />
parece va a seguir grabando música del autor<br />
polaco- y e) habrtualmerrte no demasiado<br />
sutil Yuri Simonov.<br />
Pero la sorpresa surge en el Pnmer Concierto<br />
de Chopin, una obra de la que la discogralía<br />
brinda versiones tan enjundiosas como<br />
las de Arrau {Philips), Zimerman (DG),<br />
Pollini (DG), Perahia (Sony) o el joven y brillante<br />
Székery (Naxos). Pues bien, Seta Tanyel<br />
se muestra aquí como una excelentísima<br />
intérprete, dominadora del concepto y. a la<br />
vez. capaz de exponer con una claridad perturbadora<br />
toda la mecánica solista. El potnos<br />
romántico chopiniano, dlel que si antes se<br />
abusaba hoy se huye temiendo el exceso, alcanza<br />
en sus dedos el punto justo. Le acompaña,<br />
con una rara inteligencia, el muy joven<br />
maestro italiano Cario Rizzi, habitual en el<br />
Covent Garden londinense y que rompe el<br />
viejo tópico de la impericia orquestal del autor.<br />
Altamente recomendable.<br />
SCHNITTXE Cuarteto n° 3. Quinteto con<br />
piono. MAHLER-SCHNITTKE: Cuarteto con<br />
piano. Ludmilla Berlinsky, piano. Cuarteto<br />
Borodin. VIRGIN VC 7 91436-2. DDD. 66'.<br />
Grabación: Londres, II y VI i\ 190. Productor<br />
e ingeniero: Tryggvi Tryggvason.<br />
Alfred Schnittke es posiblemente<br />
una figura que simboliza a las<br />
mil maravillas la situación del<br />
compositor en el mundo de hoy: su estilo<br />
rabiosamente ecléctico puede ser entendido<br />
como desorientación tanto como variedad<br />
de recursos disponibles. Algunos rasgos parecen<br />
proceder de Shostakovich, como es la<br />
inserción de pasajes triviales en el curso de<br />
músicas densas y dramáticas. Tampoco desdeña<br />
Schnittke la cita -más o menos fiel pero<br />
reconocible-, como la del tema de la<br />
Gran Fugo de Beethoven en el Andante que<br />
inicia el Cuarteta n° 3. En el Cuarteto con piano<br />
que figura en el disco ha procedido a un<br />
ejercicio arriesgado, como es añadir un<br />
<strong>Scherzo</strong> de lenguaje inequívocamente suyo<br />
al Allegro dejado por Mahler. El éxito de semejante<br />
empresa es discutible, pero el ensayo<br />
no deja de fascinar. Ludmilla Beriinsky y<br />
los Borodin evidencian su maestría instrumental<br />
en la dial puesta en sonidos de estas<br />
obras, que se mueven de la explosión al<br />
intimismo.<br />
E.M.M.<br />
SCHUBERT: Lo muerte y la doncella, D.<br />
810, en transcripción para orquesta de<br />
cuerda de Gustav Mahler. Pieza de cuarteto<br />
en do menor, 0. 703. Orquesta de Cámara<br />
Ferene LJizL Director: Jinos Rolla. Productor<br />
Gyorgy Kidar {D. 810) y Kati Puszcási<br />
(D. 703). Ingenieros: Rerenc Pécsi y Rudorf<br />
Pechan. Grabación: Budapest, 1/1991.<br />
QUINTANA. Harmonía Mundi Frunce QUI<br />
903025. DDD. Duración total: 56'23".<br />
Existe un buen buen puñado de<br />
excelentes interpretaciones fonográficas<br />
del Cuarteto n" 14,<br />
«Der Toó uñó das Modchen» de Franz Schu-<br />
SCHERZO 73
DISCOS<br />
bert Es una de sus obras finales, densa y dramática,<br />
uno de esos ejemplos que nos sirven<br />
para especular (es decir, para lamentamos)<br />
sobre lo que hubiera podido haber hecho<br />
este compositor de haber tenido una vida<br />
menos mezquinamente breve. Las interpretaciones<br />
suelen acentuar el lado expresivo<br />
propiamente romántico. La versión para orquesta<br />
de cuerda de Mahler es, comprensiblemente,<br />
mucho menos conocida. Al margen<br />
de los valores estéticos de la transcripción<br />
mahleriana. Ésta sirve para probar los<br />
mimbres de la familia de los arcos en una orquesta<br />
sinfónica.<br />
A priori, antes de escuchar la versión orquestal,<br />
podemos pensar que se tratará de<br />
una lectura pasada por la experiencia sinfónica<br />
de todo el siglo XIX. Pero no es asi. Mahler<br />
respetó perfectamente los valores clásicos<br />
de los que, en rigor, nunca salió Schubert.<br />
La versión que nos ofrecen la<br />
estupenda Orquesta de Cámara Ferenc Liszt<br />
v (anos Rolla respeta ese sentido clásico, hasta<br />
el punto de que en ocasiones nos parece<br />
estar escuchando una pieza beethoveniana.<br />
Se busca una expresividad elegante, que no<br />
renuncia a sugerir la tragedia, pero que no la<br />
explícita ni acude jamás al poínos ni al énfasis.<br />
Por comparada con una lectura para cuarteto<br />
bastante reciente, la del Alban Berg Quartet,<br />
podemos comprobar que se trata de<br />
una visión menos fuerte, menos incisiva, y no<br />
por ello menos rigurosa.<br />
Se trata, sin duda, de una opción de estilo.<br />
El Andante, por ejemplo, es sutil y su tensión<br />
es más evocada que mantenida, en una opción<br />
de lirismo de la mejor ley, Y sabemos<br />
que este movimiento lento y el Adagio del<br />
Quinteto de cuerda han dado lugar a algunas<br />
de las lecturas más sobrecogedoras que hayamos<br />
podido escuchar tanto en vivo como<br />
en disco. Ambas opciones, cuando están<br />
bien hechas, son exquisitas. Es preciso advertirlo,<br />
porque puede haber quien eche de<br />
menos ese Schubert tocado a lo Mahler que,<br />
curiosamente, está ausente en este aumento<br />
mahleriano de efectivos, en el que, advirtámoslo,<br />
no se añade ni se quita nada que no<br />
estuviera ya en Schubert Sin embargo, será<br />
muy tegftimo que cualquier aficionado dude<br />
que sea imprescindible hacerse con una toma<br />
sonora de esta transcripción, sea cual sea<br />
su calidad.<br />
A imitación de Mahler, la Orquesta que<br />
protagoniza este disco ha realizado la transcripción<br />
de la inquietante Pieza para cuortelo<br />
en do menor, con unos resultados muy estimables<br />
en el papel y en la interpretación que<br />
completa el disco.<br />
S.M.B.<br />
SCHUBERT: Mámenlos musico/es D. 780<br />
op. 94. Allegreito en do menor D. 915. 2<br />
Scherzi D. 953. 12 vahes nobles D. 969. Daniel<br />
Barenboim, piano. DEUTSCHE GRAM-<br />
MOPHON «Gallería» 435 072-2. ADD.<br />
57"35'. Productor Wolfgang Stengel, Ingeniero:<br />
Klaus Scheibe. Grabación: París,<br />
X/1977.<br />
Como pianista, Daniel Barenboim<br />
ha obtenido sus mayores<br />
— triunfos con Mozart, Beethoven<br />
y, al menos para nuestro gusto particular,<br />
sobre todo con Liszt. Pianista de robusta<br />
74 SCHERZO<br />
pulsación, aparentemente sólo capaz de la<br />
intimidad a través de la más tirante tensión,<br />
a su Schubert le ha faltado precisamente<br />
esa capa superficial de tierna y un tanto frivola<br />
afabilidad tras la cual otros (Curzon,<br />
por ejemplo) han sabido alojar y revelar a<br />
un tiempo la tremenda carga poética subyacente.<br />
Éste disco, paso a digital impecable<br />
de una toma analógica de excelente presencia,<br />
sorprenderá por tanto por prescindir<br />
desde el primer momento del habitual<br />
velo de alegres colores y dirigirse directamente<br />
al fondo melancólico e incluso trágico<br />
que late en toda la obra de Schubert, arquetipo<br />
en este sentido de artista ligado a<br />
la ciudad de Vena<br />
Guste o no la concepción, su ejecución<br />
posee coherencia, virtud máxima a que debe<br />
aspirar y mínima que se le ha de exigir a todo<br />
intérprete que se precie de tal. Sin embargo,<br />
la coherencia debe guardarse de degenerar<br />
e incurrir en rigidez, v¡oo del que no<br />
podemos absolver sin reservas parciales a<br />
Barenboim cuando nos percatamos de la<br />
uniformidad expresiva a que su muy percutivo<br />
ataque somete unas piezas animadas por<br />
impulsos de inspiración tan opuestos entre sí<br />
como los Momentos musientes. Disco, pues,<br />
más recomendable por lo mucho que da<br />
que pensar que por sus -pese a todo, innegables-<br />
valores intrínsecos.<br />
A.B.M.<br />
SCHUflERT: vWnterreise. P««r Pears, tenor;<br />
Benjamín Britten, piano. DECCA 417<br />
473-2. ADD. 73'23". Grabación: Londres.<br />
X/1963. Edición en CD: 1991, Productor<br />
John Culi haw. Ingeniero: Kenneth Wilkinson.<br />
Una obra como el Winierreise<br />
permite un gran número de<br />
acercamientos posibles. Cada<br />
canción es un microcosmos y el todo puede<br />
ordenarse en varias direcciones: introspectiva,<br />
romántica, desolada. Pears y Britten son<br />
más unitarios y direccionales que Dieskau y<br />
Moore, mientras que los segundos plantean<br />
un viaje atormentado hacia la nada interior,<br />
los británicos sitúan el drama -puede ser<br />
amor contrariado, puede ser el dolor del<br />
mundo- en e! exterior del poeta/cantor Sin<br />
duda, la gran baza de la interpretación de<br />
Pears y Britten es la manera tan estrecha de<br />
interrelacionarse voz y teclado; una y otro se<br />
responden, se provocan, se justifican. Pears<br />
no es tan detallista como Dieskau, prefiere<br />
una gran linea que abarca el cido entero. Su<br />
expresión nace de la lucha misma con la materia<br />
vocal, sus colores, también con el propio<br />
idioma alemán, mas al final se impone su<br />
concepción, donde la emoción es dominada<br />
virilmente.<br />
EM.M.<br />
SCHUMANN: Sinfonía n." 2 en do mayor<br />
opus 61. SCHUBERT: Sinfonía n." 8 en si menor<br />
D. 759 «Incompleta». Orquesta del Festival<br />
de Mari boro. Director: Pablo Casáis.<br />
CD. ADD- SONY. SMK 47.297. Grabación:<br />
Marlboro. Vil /I968 (Schubert) y VII/1970<br />
(Schumann). Productores: Thomas Frost<br />
(Schubert) y Mischa Schneider. Ingenieros:<br />
Bud Graham y John Guerriere {Schubert) y<br />
Bud Graham. 37"IO". 23'I3". Precio medio.<br />
Luis Suñén escribió muy favorablemente<br />
(SCHERZO, 57) acerca<br />
de estas grabaciones llevadas<br />
a cabo en el Festival de Marlboro. Este CD,<br />
que ofrece como novedad una Segundo de<br />
Schumann inédita, me parece de poco interés.<br />
Casáis fue un gran músico, pero no<br />
siempre un gran director y para llevar a buen<br />
puerto la Sinfonía de Schumann se requieren<br />
ambas condiciones. Los tempi son muy moderados,<br />
la articulación pesante y falta vida y<br />
entusiasmo en los movimientos I, 2, y 4. En<br />
el Adagio, que evidentemente Casáis ama, se<br />
puede escuchar un fraseo bello y expresivo,<br />
pero el crescendo que lleva al climax se<br />
acompaña de una aceleración del tempo<br />
más bien torpe e inoportuna. Parecidas características<br />
tiene la Incompleta, más intuitiva<br />
que precisa, aunque, en todo momento, se<br />
siente la presencia de un artista al frente de<br />
un grupo de músicos que disfrutan con lo<br />
que hacen.<br />
Así, pues, recomendable sólo para curiosos.<br />
En el número 51 de SCHERZO se examinó<br />
con cierto detalle la discografía de la<br />
Segunda de Schumann. Recordemos los<br />
nombres más destacados: Kubelik, Sawallisch,<br />
Szell, Schuricht, Rojdestvensky y Celibidache.<br />
Para la Incompleta, obra grabadlsima -y con<br />
mejor fortuna que la de Schumann- procede<br />
limitar" la lista: Schuricht. Krips, Giulini,<br />
Furtwangler y Bohm. Como se ve, para ambas<br />
hay mucho y bueno donde elegir.<br />
RAM.<br />
SMETANA: La novia vendida. Hílete Konetzni,<br />
sop. (Marie); Richard Tauber, ten.<br />
(Hans); Fritz Krenn. baj. (Kezal). Orquesta<br />
y Coro del Covent Garden. Director: Sir<br />
Thomas Beecham. Recital de Richard Tauber<br />
con arias, opereta y canciones. STAN-<br />
DING ROOM ONLY SRO 830-2, ADD.<br />
Duraciones: 73'07" y 76'52". Producción:<br />
Ed Rosen. Ingeniero: Vlcent Totone. Grabación:<br />
Londres. 1939 (Smetana); varías fechas<br />
(el resto). Distribuidor: Dhverdi.<br />
A pesar de sus numerosos re-<br />
Los discos Supraphon, gracias<br />
a Diverdi, parece que por fin<br />
van a tener una correcta distribución<br />
en España. El sello lo merece, ya<br />
que hay nombres como los de Neumann,<br />
Ancerl, Richter. Sanderiing, Gilels, Kondrashin<br />
y un largo etcétera cuyos testimonios<br />
fonográficos son verdaderos tesoros. Este<br />
registro que ahora comentamos recoge la<br />
intervención da la Orquesta Filarmónica<br />
Checa dirigida por Rafael Kubelik en el Festival<br />
de la Primavera de Praga de 1990; era<br />
la vuelta de este gran director a su país<br />
después de 41 años de ausencia, de este<br />
hombre honesto y de carácter firme que<br />
jamás se ha doblegado ante nadie (en las<br />
breves y anónimas notas del libreto se dice<br />
que su nombre no podía ser pronunciado<br />
en Checoslovaquia, lo mismo que el de su<br />
padre, el gran violinista Jan Kubelik, ambos<br />
desaparecidos de la historia de la música<br />
checa). La situación actual, como todo el<br />
mundo sabe, es otra -suponemos que mejor-,<br />
y aquí tenemos para demostrarlo una<br />
importante muestra: la mejor orquesta checa<br />
y el más importante de los músicos che-<br />
dios, más adecuados para papeles de mejor<br />
peso, canta bien pero se piensa en una Marie<br />
más poética (sobre todo frente a un<br />
Hans tan expresivo), Fritz Krenn. uno de los<br />
Ochs de referencia de toda la historia del<br />
Rosenkovoííer, hace en Kezal rico de juego,<br />
sin tendencia a la exageración que está servida<br />
en su papel. El buen equipo aglutinado<br />
por un Beecnam, que hace honor a su fama<br />
de brillante y cuidadoso, destaca la voz de<br />
Marko Rothmüller (Kruscina) y el Wenzel,<br />
suficientemente divertido, de Heinrich Tessmer.<br />
El complemento recrtallsbco es muy interesante,<br />
destacando, por curiosidad, un<br />
fragmento de una opereta (Oíd Chelsea),<br />
compuesta, como se sabe, por el propio<br />
Tauber. (El sonido, aceptable dada la época<br />
y medio).<br />
Kubelik con los suyos<br />
F.F.<br />
STRAVINSKI: Apolton Musagéts. Concierto<br />
en re. Contata. Yvonne Kenny, soprano;<br />
John Aler, tenor - Orquesta de Cámara de<br />
Estocolmo. Orquesta y Coros London Sinfonletta<br />
(Cantata). Director Esa-Pekka Sa-<br />
cos en el exilio, unidos para recrear Ma<br />
Vlóst, el ciclo de poemas sinfónicos que podemos<br />
considerar emblemático de esta nación.<br />
Como es sabido, Rafael Kubelik había registrado<br />
estos poemas anteriormente nada<br />
menos que cuatro veces: con la Sinfónica<br />
de Chicago (Mercury), con la Filarmónica<br />
de Viera (Decca), con la Sinfónica de Boston<br />
(Deutsche Grammophon) y con la Sinfónica<br />
de la Radiodifusión Bávara (Orfeo).<br />
cuatro importantes recreaciones a las que<br />
se añade ahora esta quinta hecha en concierto<br />
público. Las constantes interpretativas,<br />
curiosamente, parecen provenir de un<br />
maestro joven e impetuoso, aunque siempre<br />
atento a la estructura general, a la correcta<br />
dosificación dinámica (con unas voces<br />
intermedias de la orquesta de dandad pasmosa)<br />
y a la justa expresividad (£1 Moldava,<br />
sobre todo, parece conectado totalmente<br />
con la insuperable y vrtalista interpretación<br />
de Ferenc Fricsay). La Filarmónica Checa se<br />
halla en buena forma, y la interpretación la<br />
podemos considerar impecable a pesar de<br />
algún que otro fallo instrumental (2* flauta al<br />
principio del Moldava, inseguro y tremolante<br />
solo de trompa en Btoník), y a pesar también<br />
de ser una orquesta inferior a cualquiera<br />
de las cuatro con las que Kubelik había<br />
grabado este ciclo con anterioridad. En fin,<br />
espontaneidad e idioma a partes ¡guales, extraordinaria<br />
emotividad y buena respuesta<br />
orquestal. La excelente toma de sonido de<br />
este documento histórico facilitará la adquisición<br />
a algún comprador indeciso. Muy recomendable.<br />
EPA<br />
SMETANA; Mi Patrio. Orquesta Filarmónica<br />
Checa. Director: Rafael Kubelik.<br />
SUPRAPHON 11 1208-2, DDD. 79 1 . Grabación:<br />
Praga, V/1990. Producción: Zdenek<br />
Zahradník. Ingeniero: Jan Koomann.<br />
lonen. SONY SK 46 667. DDD. <strong>62</strong>'IO".<br />
Grabación: Estocolmo, IX/1990. Londres,<br />
IV/1990. (Cantata). Productor: David Mottley.<br />
Ingenieros: Sid McLauchlan y Mike<br />
Ross-Trevor.<br />
Una cuestión de principio: Apoto<br />
es un ballet Una pregunta: ¡hasta<br />
qué punto su interpretación<br />
debe considerar tal asunto como punto de<br />
partida inexcusable? Una respuesta posible:<br />
la que nos ofrece Esa-Pekka Salonen en este<br />
disco. El joven y brillantísimo director finés<br />
opta por no conceder a la escena sino un<br />
papel de simple pretexto para concentrarse<br />
en el discurso musical estricto. Y lo hace a<br />
través del despojamiento de lo que para él<br />
resulta prescindible: curiosamente el origen.<br />
La propuesta parece fuerte en alguien tan riguroso,<br />
y los resuftados avalan la postura en<br />
cuanto que lo que se perseguía se consigue<br />
al fin. Así, el Apoto en manos de Salonen se<br />
muestra como una pieza de perfección marmórea<br />
que más que invitar a compartir sugerencias<br />
obliga a aceptarlas. Es el reino de lo<br />
exacto, el triunfo de la inteligencia -por una<br />
vez al margen la otra gran cualidad de Stravinsky:<br />
ser más listo que nadie-, el discurso<br />
DISCOS<br />
de la razón. Una confrontación entre las versiones<br />
de Salonen y Végh (Capriccio) no dejara<br />
de resultar el corotano lógico a la aventura<br />
de escuchar así una música como ésta<br />
que revela, una vez más, el talento de un director<br />
a quien la palabra cultura parece que<br />
no le estorba.<br />
El Concierto en re y la Contato son algo<br />
más que complementos del sorprendente<br />
ballet en un disco excelentemente planteado<br />
hasta en lo cronológico, pues nos ofrece<br />
la versión de Apoto de 1947, la del Concierto<br />
de 1946 y una Cantata que abre las puertas,<br />
en 1952, del periodo final de su autor.<br />
Solistas y orquestas cumplen a plena satisfacción.<br />
LS.<br />
STRAVINSKl: El pájaro de fuego (suíte,<br />
1919); Petrushka (versión de 1947); Fuegos<br />
artificiales. Orquesta Sinfónica de Bartimore.<br />
Director David Zinman. I CD DDD. TE-<br />
LARC CD-8O270. Productor Roben Woods.<br />
Ingeniero: Michael Bishop. Grabación:<br />
Baltimore. 111/1991. 56'36".<br />
Dentro de la época tan rara por<br />
que atraviesa la cultura en general,<br />
la situación de la interpretación<br />
musical, tanto en las salas de concierto<br />
como en los estudios de grabación, es particularmente<br />
desconcertante. De la música escrita<br />
hace más de doscientos años empieza a<br />
no ser fácil encontrar dos interpretaciones<br />
recientes regidas por idéntico o siquiera semejante<br />
criterio estético: animados por el<br />
prurito de la máxima fidelidad posible al sonido,<br />
la articulación, el ritmo y el fraseo prístinos,<br />
quien más, quien menos acaba por ser<br />
original aun cuando su producto diste de la<br />
anhelada originariedad. Por distintas razones<br />
en las que no es aquí el caso detenerse, lo<br />
mismo viene a suceder con la música contemporánea.<br />
En cambio, las obras del resto<br />
de autores, es decir, aquellos comprendidos<br />
en el periodo que va desde el segundo romanticismo<br />
hasta grosso modo la primera mitad<br />
del presente siglo, son en la actualidad<br />
servidas mayorrtariamente en versiones entre<br />
las que hoy resulta tan arduo discernir<br />
como podía serlo hace veinte o treinta años.<br />
La única diferencia radica en la mayor amplitud<br />
del repertorio al que entonces era aplicable<br />
esta descripción.<br />
Los registros de las dos obras mayores del<br />
primer Stravinski por enésima vez emparejadas<br />
en este disco constituyen cabales ejemplos<br />
de lo que decimos. Al frente de una orquesta<br />
de brillante sonido -por más que su<br />
captación no hace justicia a los merecimientos<br />
que se le adivinan-y respuesta pronta y<br />
precisa, las de David Zinman vienen a sumarse<br />
al pelotón de grabaciones intercambiables<br />
que confirman las excelencias del<br />
grupo de escapados, esas cuatro o cinco referencias<br />
que -seamos generosos- podrían<br />
llegar a acordarle para cada pieza.<br />
Lo que en conjunto repele es precisamente<br />
lo que hace más amable la superficie de<br />
ambas, el suave redondeamiento de unos<br />
contomos que el estro del autor demanda<br />
acabados en cortantes aristas. En et Pájaro, la<br />
ausencia de un salvajismo contradictoriamente<br />
anunciado en la introducción por el percutiente<br />
pizzicato de los segundos contraba-<br />
SCHERZO 75
DISCOS<br />
JQS aun puede considerarse medianamente<br />
compensada por el sugerente orientalismo,<br />
de fuerte sabor rimskiano, que anima sobre<br />
todo a maderas y violines en la Danza del<br />
Pájaro de fuego (soberbios el piccolo y la<br />
flauta al final, a partir de 4'08"), en la Rondo<br />
(con perfecta observancia de los ritardandos,<br />
asi en 4'35'), en Danza infernal o en una<br />
Canción de cuna de clima lunar impecablemente<br />
conseguido.<br />
Mucho más reducido es aún el mareen para<br />
el consuelo en Petrushka. Aparte de la<br />
contra ladísima histeria del pelele y del carácter<br />
poco amenazante del Moro, junto a<br />
grandes intervenciones de flautas (S'27*) y<br />
trompetas (1675", 29'49". 32'50") y estupendas<br />
exhibiciones de virtuosismo en los<br />
arcos (32'00'), encontraremos todo en vasto<br />
catálogo de flagrantes y muy concretas faftas<br />
de respeto a las indicaciones de tiempo contenidas<br />
en la partitura. Para limitamos solamente<br />
a lo más escandaloso, señalemos las<br />
groseras desvirtuad o nes del «meno mosso»<br />
en I '56", asi como del "L'ístesso tempoii en<br />
2'10' (aceleración) y 2'30" (retendón), todo<br />
ello en el lapso de un mismo minuto; o la falta<br />
de contraste entre tan rápido como escasamente<br />
poético vals (I7'52") y el subsiguiente<br />
Allegretto (l7'50'). En cuanto a las<br />
dinámicas, resulta especialmente llamativa la<br />
injustificada lejanía de metales y percusión en<br />
29'19". Y, por supuesto, todas las escenas<br />
carnavalescas en la Plaza del Almirantazgo de<br />
San Petersburgo están pidiendo a gritos una<br />
luz y una nitidez de texturas muy otras y superiores.<br />
La adición de la miniatura orquestal Fuegos<br />
ortj/Jdo/es no aporta mucho ni a Stravinski ni<br />
a sus ejecutantes.<br />
A.BM<br />
STRAVINSKIr £1 pájaro de fuego (versión<br />
Integra). <strong>Scherzo</strong> ó la njsse. Filarmónica de<br />
Berlín. Director: Bemard Haitink. Productor:<br />
Volker Straus. Ingenieros: Cees Heijkoop,<br />
Úrsula Singer, Willem van Leeuwen.<br />
Grabación: Berlín. Vll-X/1989. PHIUPS 426<br />
317-2. DDD. 47"54-, 3'38".<br />
Los aficionados recordarán<br />
aquel triple álbum con los ballets<br />
Pájaro, Petrushka y Consagración<br />
dirigidos por Haitink a la Orquesta<br />
del Concertgebouw de Amsterdam. Eran<br />
de un alto grado de precisión y perfecciones.<br />
Pero ya antes había grabado el holandés<br />
ahorra errante, con la misma orquesta y<br />
entre otras cosas stravinski anas, la Surte del<br />
Pájaro, en un disco de necesaria y buena recordación,<br />
que iba emparejado con el Petrushka<br />
de Hans Rosbaud. El tiempo le ha<br />
servido a Haitink para ¡r más allá de la perfección<br />
y entrar de lleno en el lado del misterio<br />
de esta primera partitura stravinskiana<br />
para ballet No se trata de un misterio sobrecogedor,<br />
sino de una iniciación en el laberinto<br />
de los matices, la belleza sutil y<br />
oculta de unas páginas que no por mostrarse<br />
debussystas y rimskianas son epigonales.<br />
Este Pájaro quedará como una de las más<br />
bellas referencias, con Haitink superándose<br />
a si mismo y a una sensacional orquesta<br />
que no será necesario encominar a estas alturas.<br />
Junto a él, ahora, muy pocos: Boulez<br />
en la versión de 1910, el propio Stravinski<br />
7(5 SCHERZO<br />
en la de 1947. Y a continuación, todos los<br />
demás, con versiones magnificas que ya no<br />
es necesario evocar. Haitink. en esta tercera<br />
incursión, desentraña la esencia de ES pájaro<br />
de fuego. Esperemos que siga adelante con<br />
el repertorio y que. en esta ocasión, no se<br />
limite a ios ballets stravinskianos de siempre.<br />
S.M.B.<br />
STRAVINSKI: Petrushka. Detrimento «B<br />
beso del hada». Orquesta de París. Director<br />
Semion Bishkov. Productor: Hein Dekker.<br />
Ingeniero: Hans Lauterslager. Grabación:<br />
París II y IX/1990. PHIUPS 432 145-2.<br />
DDD. 59' 13".<br />
Petrushka es una partitura en la<br />
que hay algo parecido a un<br />
compromiso, pero que en realidad<br />
es una síntesis. Entre la inspiración y el<br />
tratamiento popular, circense, de verbena,<br />
de barraca de feria, y el refinamiento impresionista<br />
de obras como £/ pojara de fuego.<br />
Por eso admite, a diferencia de este ballet<br />
anterior, la pincelada gruesa. Aunque no la<br />
busque necesariamente. Bishkov dirige con<br />
ese criterio y resulta superior en los momentos<br />
extremos de la feria. Su versión no<br />
supera a algunas de las grandes, pero se coloca<br />
junto a los mejores maestros por su<br />
superior sentido del idioma. Ahora bien, la<br />
sorpresa mayor de este disco no es Petrushka,<br />
sino la espléndida lectura del Divertimento<br />
de El beso del hada. Y precisamente es en<br />
esta obra donde la dimensión idioma es de<br />
total importancia. Obra de difícil ejecución,<br />
aue se derrumba en conjuntos y en manos<br />
de directores sabios y eficaces con gran facilidad,<br />
necesita de este elemento como base<br />
y contenido. Al fin y al cabo, se trata de<br />
música de Chaikovski recreada por Stravmski.<br />
Y Bishkov prima aquí el idioma chaikovskiano.<br />
Desde el principio, en la Sinfonía, se<br />
nos evoca ese Chaikovski cuyo lenguaje conocemos<br />
bien. Y, al mismo tiempo, se mantiene<br />
un discurso tenso, vivo, rico. Una opción<br />
que resulta iluminadora de una obra,<br />
después de todo, menos conocida dentro<br />
del legado stravinskiano. En resumen: una<br />
buena Petrushko, un superior Divertsmenio,<br />
una lección de idioma en ambos casos<br />
S.M.R.<br />
STRAVINSKI: Los bodas. OHANA- Cantigas.<br />
Solistas vocales. Les Percusstons de<br />
Strasbourg. Choeur Con temporal n. Director<br />
Rolartd Hayrabedian. productor e ingeniero:<br />
ñerre Verany. Grabación: XI/1986.<br />
DISQUES PIERRE VERANY PV.787032. C<br />
DDDD.23'i2"y28'33.<br />
Este registro de Los bodes de<br />
Stravinski posee unas características<br />
que hacen improcedente<br />
cualquier comparación. Frente a lujuriosos<br />
repartos como el de Bemstein a finales de<br />
los setenta, esta obra relativamente poco<br />
grabada aparece aquí primada en lo que le<br />
es mis fundamental, el elemento percutivo.<br />
Los bodas es un ballet con voces en el foso y<br />
un conjunto orquesta) configurado por todo<br />
tipo de percusión, afinada o no. Muy pocas<br />
agrupaciones pueden dar esa dimensión mejor<br />
que los Percusionistas de Estrasburgo.<br />
que protagonizan este registro. La dirección,<br />
implacable, nerviosa, ascendente, de Roland<br />
Hayrabedian, posee además color, idioma y<br />
sentido de esa rítmica compleja que es otra<br />
de las características de tan difícil partitura-<br />
Desde los tiempos de aquel registro de Boulez,<br />
distribuido en España hace algo más de<br />
diez años por Movieplay, raras veces se habrá<br />
dado tanta pureza en la traducción sonora<br />
de esta decisiva obra del siglo XX.<br />
Pero mas de la mitad del disco está ocupada<br />
por una bella secuencia de seis Cantigas<br />
de Mauncio Ohana, compuestas en la primera<br />
mitad de la década de los cincuenta, que<br />
se basa en poemas españoles de los siglos<br />
XIII y XIV obtenidos por el autor de una antología<br />
de Dámaso Alfonso. Con una excepción,<br />
la cuarta cantiga, que proviene de las<br />
de Alfonso el Sabio. El conjunto es de una<br />
belleza contrastada, equilibrada, rica en sabor<br />
clásico y sin embargo plenamente contemporáneo.<br />
Son piezas corales de una altura<br />
semejante a la Miso de Stravinski, y ambas<br />
obras se benefician de la lejana y siempre viva<br />
lección polifónica de finales del Medievo.<br />
La interpretación es de nuevo excelente, y si<br />
antes silenciábamos al excelente Choeur<br />
Contemporain, ahora debemos resaltar su<br />
magnífico protagonismo. El acoplamiento resulta<br />
así. exquisito, lleno de espíritu auténticamente<br />
cameristico. en soberbias interpretaciones<br />
que es imposible no recomendar<br />
con entusiasmo.<br />
SUK: Sinfonía en do menor Op. 27 irAsraef?;.<br />
Royal Liverpool Philharmonic Orchestra.<br />
Director: Libor Pesek. VIRGIN VC 7<br />
91221-2. DDD. <strong>62</strong>'09". Grabación: Liverpool,<br />
V y XJI/1990. Productor John H. West.<br />
Ingeniero: Mike Clements.<br />
Asrael (1906) fue compuesta<br />
por Suk bajo el impacto causado<br />
por las muertes de Dvorak<br />
-su maestro- y la hija de éste, esposa del<br />
músico. La época, las dimensiones y el motivo<br />
conductor de la muerte invitan a la<br />
comparación de esta Sinfonía en do menor<br />
con algunas de las de Mahler. Es una forma<br />
de comprobar la fuerte personalidad del<br />
lenguaje de Suk, quien en Asrael se sacude<br />
la influencia precedente de Dvorak. Mas si<br />
el gigantismo iguala al checo con Mahler, su<br />
arte está libre, aun en esta obra tan dramática,<br />
de la neurastenia del compositor de La<br />
canción de la Tierra. El sentido de la imposición<br />
del destino -también su aceptaciónestá<br />
presente en la idiomática e imaginativa<br />
interpretación llevada a cabo por Pesek.<br />
Colores impresionísticos en los instantes<br />
calmos contrastan con las explosiones dramáticas<br />
verdaderamente terroríficas. El<br />
tranquilizador Adagio que figura como<br />
cuarto movimiento da paso al estallido furioso<br />
con que se abre el finale. un tiempo<br />
que, sin embargo, acaba apaciguadoramente.<br />
Pesek otorga a estos últimos compases<br />
un valor casi místico.<br />
E.M.M.
VERDI: II vwatore. Franco Coreíli, ten.<br />
(Manrico); Leonqme Price, sop. (Leonora);<br />
Irene Dalís, mez. (Azucena); Mario Serení,<br />
bar. (Luna); William Wildermann, baj. (Ferrando).<br />
Orquesta y coro del Metropolitan<br />
de Nueva York. Director: Fausto Cleva.<br />
MYTO 2 MCD 91751. ADD. 78'38" y<br />
73'56". Grabación: Nueva York. 1961. Distribuidor:<br />
Diverdi.<br />
De Corelli. ademas de su grabación<br />
EMI de estudio, hay cuatro<br />
Manrico l/ve. Aquí, exuberante y<br />
firme, da rienda suelta a su voz de acero,<br />
sosteniendo notas, manteniendo agudos,<br />
que. a pesar de afear la línea de canto, arrasan<br />
y el oyente se rinde. Price, que por su lado<br />
tiene alrededor de cuatro Leonoras por<br />
ahí danzando, timbricamente se ajusta con el<br />
tenor, Empieza algo fria en lacea la notte<br />
placida, pero la voz va subiendo de entidad<br />
para ofrecer lo mejor de la noche en O'amor<br />
sull'alii, con sus frases largas y lánguidas, proclives<br />
a facilrtar su oferta. Serení, condenado<br />
por el disco oficio/ a papeles de barítono lírico<br />
(Enrico. Belcore, Marcello. Germont) es<br />
aquí un Conde de Luna fiero y con agresividad<br />
vocal. Wildermann, un bajo abaritonado<br />
de carrera sudamericana y norteamericana<br />
larguísima (debutó en 1948 y sigue aún en<br />
rodaje) es un convencional Ferrando. La única<br />
mácula de la noche neoyorkjna que se<br />
nos rescata es la Azucena de Dalis, una mezzo<br />
wagneriana (la Kundry de Knappertsbusch)<br />
a la que el mundo verdiano, particularmente<br />
Azucena, le es hostil. Su intencionalidad<br />
cierta no puede compensar una voz<br />
demasiado hiriente y desagradable. Cleva es<br />
el profesional seguro de siempre. El sonido,<br />
espléndido. De Bonus se agradece una nutrida<br />
selección de Payasos con un espectacular<br />
Corellt y una sincera Nedda de Lucine Amara.<br />
F.F.<br />
VILLA-LOBOS: Cuartetos de cuerdo nos.<br />
I, 2 y 1 Cuarteto Bessler-Reis. Productor:<br />
Mario de Ara tan ha. Ingenieros: Denilson<br />
Campos y Mario «Leo» Possolo.<br />
Grabación: Rio de Janeiro, Vil/1988 (1°),<br />
IX-XII/1989 (2° y 3 o ). CHANT DU<br />
MONDE, Harmonía Mundl Franee LDC<br />
278I0S2.<br />
Entre 1915 y 1957 compuso<br />
Heitor Villa-Lobos nada menos<br />
que diecisiete cuartetos de<br />
cuerda. Este CD. que incluye los tres primeros<br />
(I9IS-I9I6), constituye el comienzo de<br />
una integral a cargo del Cuarteto Bessler-<br />
Reis, formado por Bernardo y Michel Bessler<br />
(violines), Marie-Christine Spnnguel (viola) y<br />
Alceu Reis (violonchelo). Se trata de una<br />
enorme empresa, como casi todo lo que teñe<br />
que ver con Villa-Lobos. Será muy interesante<br />
apreciar el producto final, la importancia<br />
y desigual evolución de un compositor<br />
del que quedaran varias obras señeras, que<br />
quizá compuso demasiado, No es que creamos<br />
que componer mucho es negativo, al<br />
contrario, nos sentimos muy lejos de la estética<br />
del estreñimiento y descreemos de la<br />
escasez como presupuesto cualitativo. Pero<br />
en el caso de Villa-Lobos hay grandes momentos<br />
de inspiración junto a apresuramien-<br />
tos que denotan una escasa actitud autocrítica.<br />
Estos tres Cuartetos tienen muchos de<br />
sus elementos habituales: espléndida factura<br />
pasajes inspirados, concreción, y también lirismo<br />
que a veces roza lo banal junto con<br />
una tendencia al discurso desperdigado que<br />
puede conducimos a la indiferencia. De todas<br />
formas, preferirla aguardar a tener la<br />
perspectiva de la integral completa antes de<br />
lanzar las campanas al vuelo por lo heroico<br />
de una empresa que pretende recuperar un<br />
repertono bastante desconocido. Esta entrega,<br />
en solitario, tiene en si misma un sentido<br />
sólo prometedor.<br />
S.M.ñ.<br />
VIVALDI: L'estro armónico. Academia de<br />
San Martin de los Campos. Director Neville<br />
Marriner. DECCA 430 SS7-2 DM2. 2<br />
CD 46'39". 5S'5S". Grabación: 1972. Productor:<br />
Michael Bremmer. Ingeniero: Stankey<br />
Goodall. Precio económico.<br />
Este conocidísimo ciclo vivaldiano<br />
se ofrece aquí en la revisión<br />
de Christopher Hogwood,<br />
quien tuvo a la vista las dos primeras impresiones<br />
de la obra, las de Amsterdam y Londres<br />
(1712 y 1715). Ellas mostraban las partes<br />
aisladas y, con pocas sugestiones, daban<br />
el bajo cifrado y buen espacio a las improvisaciones.<br />
El editor ha provisto de órgano y, a<br />
veces, de tiorba, a los bajos, tomando como<br />
guía a Corelli. Asimismo, ha dispuesto los<br />
dos grupos de violines solistas a los costados<br />
y el ripieno, en el centro.<br />
Se trata, pues, de una versión moderno,<br />
que apela a las sonoridades actuales y se<br />
maneja con los tnjeos de la estereofonía.<br />
Todo ello permite una audición nítida que el<br />
paso a compacto dota de una notable hondura.<br />
Marriner dirige con su habitual bonhomía<br />
enfatuada de entusiasmo. El suyo es su<br />
Vivaldi brillante, enjundioso y cachondo: el<br />
barroco es también celebración de la materia<br />
y del presente como fiesta de la creación.<br />
Sus instrumentistas son obedientes y<br />
esmaltados.<br />
B.M.<br />
VIVALDI: Conciertos pora flauta dulce: fa<br />
mayor. RV 433, «Tempestó di more»; do menor.<br />
RV 441 • do mayor, RV 443; sol menor, RV<br />
104, «lo notte»; fa mayar, RV 434; do mayor.<br />
RV 444; sol mayor. RV 435. Marión Verbruggen,<br />
flauta. Philharmonla Baroque Orchestra.<br />
Director: N ¡cholas McGegan. Producción<br />
: Robina C. Young. Ingeniero: Anthony<br />
Faulkner. Grabación; IX/1990. HARMONÍA<br />
MUNDI. France HMU 907040. 60'20".<br />
En este disco hay que hacer, en<br />
nuestra opinión, dos juicios distintos.<br />
Por una parte, la solista,<br />
Marión Verbruggen, gran intérprete de la<br />
flauta dulce (sopranino en los RV 443 y 444.<br />
contralto en el resto), virtuosa y muy en el<br />
periodo. Por otra parte, la orquesta, cuya<br />
manera de acompañar tal vez podría haber<br />
resultado de interés hace quince o más años,<br />
y que hoy resulta especialmente conservadora,<br />
sin gran interés, sin poderlo en los tempi,<br />
DISCOS<br />
con un discurso musical que se cae sin remedio,<br />
que no consigue mantenerse al nivel de<br />
empuje y musicalidad que reclama Verbruggen<br />
(que. no lo olvidemos, es una aventajadísima<br />
álumna de Frans Brüggen). La asociación<br />
es realmente sorprendente y muy poco<br />
provechosa para tan magnifica sofista, hasta<br />
el purrto de que los sobs de la misma nos<br />
hacen creer que estamos en otro disco, en<br />
nada. Resulta chocante que un sello como<br />
Harmonia Mundi France, que tan buena música<br />
nos ofrece del periodo barroco, presente<br />
un conjunto así. Creemos que Marión<br />
Verbruggen merecerla registrar estas obras<br />
con Leonhardt o con Música Antiqua Koln,<br />
por no referimos sino a dos de los grupos<br />
que suelen asociarla a sus conciertos en vivo.<br />
Aconsejaríamos esperar a tal ocasión... pero<br />
ahí está esa magnifica solista.<br />
S.M&<br />
WAGNEAAR: De getemde freía. Saúl en<br />
Dawd. Dnettoningenavond De Cid Amphitnon,<br />
Wiener Dreiviettzkakt Cyrano de Bergeroc<br />
Roya! Concertgebouw. Director: Riccardo<br />
Chaílty. DECCA 425 833-2. DDD. M'M".<br />
Grabación: Amsterdam, II-V/I989. Productor<br />
Andrew Cornall. Ingeniero: John Dunkerley.<br />
Johann Wagenaar fue una de las<br />
figuras menores de la reactivación<br />
de la creación musical holandesa<br />
en las primeras décadas de este siglo<br />
(SCHERZO se ha ocupado de este tema:<br />
ver n" 25). El disco dirigido por Chailly nos<br />
propone varias piezas orquestales, poemas<br />
sinfónicos y oberturas, de las que sólo la correspondiente<br />
a De Od está extraída de una<br />
ópera. La música de Wagenaar posee una<br />
escritura de virtuosismo exuberante, pero su<br />
lenguaje tardorromántico cae demasiadas<br />
veces en los lugares comunes más transitados<br />
o las imitaciones de un servilismo acusados.<br />
Los expedientes tópicos son abundantes:<br />
asi, el empleo tan poco original del soto<br />
de arpa en Soul en David. Chailly opta por ía<br />
brillantez a ultranza, acercando bien a Berlioz,<br />
bien a Richard Strauss (en Cyrono la vecindad<br />
es notoria) la orquesta de Wagenaar.<br />
El intento del compositor y del intérprete de<br />
recrear la atmósfera del vals vienes en Wiener<br />
DreivíertetoJct no pasa de una imitación<br />
falaz.<br />
E.M.M.<br />
WALTON: Hom/et As You like ¡t Henty V.<br />
John Gielgud, narrador (Hamlet). Christopher<br />
Plummer, narrador (Henry V). Academy<br />
of Saint Martin in the Fields. Director;<br />
Neville Marriner. 2 CD CHANDOS<br />
CHAN 8842/6892. DDD. 51 '42". 67'03".<br />
Grabación; 1990. Distribuidor: Harmonia<br />
Mundi.<br />
Dos nuevas entregas del proyecto<br />
de Marriner de grabar la música<br />
lilmica de William Walton. Como<br />
labor divulgadora, se trata de una empresa<br />
estimable, posible en gran medida gracias al<br />
trabajo de archivo de Christopher Plum-<br />
SCHERZO 77
DISCOS<br />
mer, pero musicalmente (as aportaciones no<br />
son siempre relevantes. El propio Plummer<br />
ha ordenado como versiones de concierto<br />
los tres títulos reseñados, a los que llama escenarios<br />
sfiofeespeoreonos -poemo en el caso<br />
de As You Mee ¡t- y el resultado no siempre<br />
funciona Clare que el problema está la mayor<br />
parte de las veces en la música de Walton,<br />
que huérfana de la imagen aparece demasiado<br />
empobrecida. Plummer tampoco<br />
está especialmente fascinador en su composición<br />
del personaje de Henry V. Sí, en cambio,<br />
el Hamlet de John Gielgud, actor enorme<br />
que restituye la música a la voz humana<br />
habtada. Pero lo cierto es que su príncipe de<br />
Dinamarca, más que un joven atrapado por<br />
el dilema de la acción y el pensamiento, es<br />
un anciano escéptico (acaso Lear) que sabe<br />
la inutilidad de cualquier acto.<br />
LM.M.<br />
ZEISL Suite Op. 8 Cuarteto de cuerda n° 2.<br />
Brandeis-Bardin Ensembte. Anwfieod Tno.<br />
Trío Debussy. HARMONÍA MUNDI HMU<br />
9070+4. 72'43". Grabación: Claremont, Ca-<br />
PIERRE BOULEZ<br />
Estamos en presencia de Antón<br />
Webem, el músico más<br />
importante en la evolución de<br />
la música occidental posterior a la segunda<br />
guerra mundial, y este álbum transiendo a<br />
compacto con toda su obra -publicado<br />
dentro de la Edición Pierre Boulez- nos<br />
demuestra otra ver lo que ya fue evidente<br />
cuando se comercializó en un álbum de<br />
cuatro LPs. allá por el año 1978: su importancia<br />
cultural y artística sigue intacta, aparte<br />
de la homogeneidad propiciada por unas<br />
versiones lúcidas y ngurosamente objetivas.<br />
Naturalmente, la presencia de Píeme Boulez<br />
es decisiva para este enfoque, que además<br />
supervisó cuidadosamente todas las interpretaciones<br />
que recoge este álbum. El<br />
conjunto de lecturas es idóneo, y la misma<br />
frialdad distanciada que se adopta facilitará<br />
la escucha, despojada de subjetivismos innecesarios,<br />
a los que se acerquen por primera<br />
vez a estos pentagramas. Recordemos<br />
también que si bien el álbum es imprescindible<br />
en su conjunto, existen por el<br />
contrario versiones aisladas más conseguidas<br />
que algunas de las notables recogidas<br />
aquí: por ejemplo, Maurizio Pollini en DG<br />
revela más claramente que Charles Rosen<br />
la intensidad y profundidad de las Variaao-<br />
7SSCHERZO<br />
Álbum clave<br />
lifornia, X/1990. Productor: Paul F. Wlrt<br />
Ingeniero: Hugti B. Davies.<br />
Ene Zeisl (1905-1959) fue un<br />
músico austríaco que hubo de<br />
abandonar su país, para instalarse<br />
en tos Estados Unidos, a causa de su ascendencia<br />
judía, En América fue precisamente<br />
donde cuftivó la música instrumental que<br />
aparece en este disco, salvo la Surte, para trío<br />
con piano, que es la composición de un muchacho<br />
de quince años. Muy tradicionalista, el<br />
estilo de Zeisl es el del romanticismo centroeuropeo<br />
y sus formas, las heredadas del clasicismo.<br />
La interpretación resalta las posibilidades<br />
dramáticas del Cuarteto, partitura de cierta<br />
fuerza, al tiempo que imparte claridad a la<br />
textura contrapuntística. Todavía más convencional<br />
es el Arrowheaü Trio, que no saca<br />
gran partido a la combinación tJmbrica para la<br />
que está escrito, flauta, arpa y vida.<br />
LMM<br />
ZELENKA: Lamentaciones de Jeremías. M¡chael<br />
Chance, contratenor; jonh Mark<br />
nes. Op. 27: el Cuarteto LaSalle, también en<br />
el sello amarillo, es superior al Juilliard en<br />
las páginas cuartetísticas. Otros, quizá, preferirán<br />
el fervor de las ya citadas versiones<br />
de Robert Craft -en la extinta CBS, suponemos<br />
que prácticamente inencontrables—,<br />
o la suntuosidad sonora puesta de manifiesto<br />
por Herbert von Karajan en las páginas<br />
orquestales (otra vez Deutsche Grammophon).<br />
Pero, aunque así sea, el álbum<br />
que ahora comentamos, de sobria y austera<br />
realización, de superlativa depuración sonora,<br />
de increíble diferenciación de planos<br />
y, sobre todo, de absoluta pureza de expresión,<br />
es un testimonio de valor inapreciable<br />
para divulgar la música de ese genio<br />
llamado Antón Webem, que aún en mayor<br />
medida que Schonberg, supo trascender a<br />
su tiempo. El álbum viene con excelentes<br />
comentarios y estudios introductorios a la<br />
obra del compositor austríaco en los cuatro<br />
idbmas acostumbrados, destacando especialmente<br />
el escrito en francés por Dominique<br />
Jameux, además de los poemas y<br />
textos utilizados por Webem para su Ueder<br />
y Contatos. Excelente sonido, más brillante<br />
y presente que el del álbum en LPs.<br />
Un álbum clave, en definitiva, más que recomendable,<br />
obligatorio.<br />
E.PA<br />
WEBERN: Obro completa, Op. I a 31.<br />
Orquesta Sinfónica de Londres. Director:<br />
Pierre Boulez (con la participación de Isaac<br />
Stern, Heather Harper, Charles Rosen,<br />
Gregor Piatigoriky, Cuarteto Juilliard.<br />
etc.). SONY Classical SM3K 459+5, álbum<br />
de tres discos ADD. 74', 75' y 76'. Grabaciones<br />
hechas entre 1967 y 1972 en Londres<br />
y Cleveland. Producción: Paul Myerr y<br />
Roy Emerson. Ingenieros: Robert Gooch.<br />
Bud Graham. Keith Grant Helmuth Kolbe,<br />
Chrístopher Parker y Mike Ross-Trevor.<br />
Aínsley, tenor; Michael George, bajo. The<br />
Chandos Baroque Players. HYPERION<br />
CDA 66426. DDD. 73 . Grabación: Londres,<br />
IV/I 190. Productor e ingeniero: Nicholas<br />
Parker.<br />
Resulta incomprensible que esta<br />
música haya podido estar olvidada<br />
alguna vez comienza a ser<br />
un tópico comparar a Zelanka con Bach -se<br />
entiende que por el gusto de ambos por el<br />
contrapunto- cuando precisamente el compositor<br />
bohemio está marcado por una gran<br />
originalidad. En las Lamentaciones, además,<br />
descubrimos hasta qué punto puede ser<br />
hondamente expresivo. Semejante fuerza<br />
nos es comunicada por una interpretación<br />
sumamente envolvente, que ha puesto casi<br />
todas sus bazas en el fluir melódico. Los cantantes<br />
comunican el sentido doliente de la<br />
página, en especial un impresionante Michael<br />
George, pero aportando igualmente Ainsley<br />
y Chance la sugerencia de sus timbres. Muy<br />
plástica la cuerda de los Chandos Baroque<br />
Players. Una Infidelidad: el solo de chalumeau<br />
pedido en la Lamentación del Sábado es<br />
encomendado a un oboe.<br />
RECITALES<br />
LM.M.<br />
Vladímir Horowiu, piano SCHUBEftT;<br />
Sonólo número 21 en si bemol mayor D. 960.<br />
SCHUMANN: Escenas infantiles opus 15. C<br />
D. DDD. DEUTSCHE GRAMMOPHON.<br />
435025-2. Grabado en Nueva York, II,<br />
111/1986 (Schubert) y Viena, V/1987. Productores:<br />
Günther Breest y Thomas FrosL<br />
Ingenieros: Paul Goodman (Schubert) y<br />
Ewald Faiss. 38'S9* y I702".<br />
Schubert no fue autor favorito<br />
de Vladimir Horowite ni le sirvió<br />
para mostrar sus mejores cualidades.<br />
Pero esta verdión que ahora nos propone<br />
DG de la Sonata D. 960 supera con<br />
creces a la grabada para RCA en 1953 -de<br />
reciente reedición- más perfecta técnicamente,<br />
sobremanera en lo relativo a la estabilidad<br />
de los tempi, pero mucho menos poética.<br />
A los ochenta arios largos. Horowitz<br />
llegó a identificase de verdad con la bellísima<br />
música schubertiana al igual que le ocurrió<br />
con Mozart Los amplios tempi adoptado le<br />
permiten destilar toda su ciencia de alquimista<br />
de la sonoridad, riquísima en colores y<br />
matices, de sorprendentes contrastes dinámicos,<br />
que confieren al discurso un atractivo<br />
en buena parte ausente en el registro RCA<br />
Horowrtz conservó hasta la última hora una<br />
habilidad única para diferenciar e independizar<br />
cada voz, que confiere a su fraseo una<br />
cualidad única. Por todo ello, y aunque el<br />
pionero Schnabel. el inspiradísimo Kempff de<br />
1950 (Decca, superior a la versión DG) y el<br />
meditativo Rjchter -sin olvidar a Haskil, Pires,<br />
Pollini o Serkin- han calado más hondo en el<br />
último Schubert, esta versión de Horowitz
- • * • • • • •<br />
• • • • • • • • • -<br />
• • • • • • • • -<br />
FESTIVAL<br />
INTERNACIONAL<br />
DE ORQUESTAS<br />
DE JÓVENES<br />
MURCIAR<br />
XI EDICIÓN<br />
Del 11 al 17 de Abril<br />
H•:•>.. ••••»-<br />
>:•:•:•:•:•>:•.<br />
; : : ; : : : : : : : : : : : : : : : : : : : :<br />
: : : : : : : : : : : X : : : : : Í X : : : : S Orquesto de Jóvena de la Región de Murcia. España.<br />
- -<br />
V« I%*«*I Í<br />
>XTXT>ÍSÍ'ÍX'XVX;X;X'X'X Coral Universitaria de Murcio. Espona.<br />
Orquesta de la Escuela Superior de Música de GKH. Austria. *#*#*»*«*«*»*«*«'<br />
Orquesta Sinfónica de la Universidod de Münsler. Alemania.<br />
Jóvenes Solistas de Brotislava. Checoslovaquia.<br />
'•;-.*»*»*«*«*>*»"»*»*«<br />
Cameroto San Petersburgo. Rusia.<br />
Orquedo y Coro de la Universidod de Utrecht (USKO). Holonda.<br />
Orquesto Internacional '92. X<br />
J¿¿¿¿¿v;I;X Concuños de Violin, Violo, Violonchelo, Contrabajo y Composición. •''•''•^<br />
Mueshtu de Jóvenes Pianistas y Música de Cámara. X;<br />
LTN IVÉS SI DAD DE MURGA<br />
INFORMACIÓN: Umveriidod de Murcia. Ap*)o. dt Corrws 4.031. C/. Granero, 4 -30.001 MUKUL<br />
Vi: [96813í 13 72 / 71 / 70 / 74. Fu: |96t) II íl 03<br />
Región de Murcia<br />
XV<br />
MINISTERIO DE CULTURA<br />
r^mo htóionG'dt kjiAfinEittniíDirde la WUWÍO
DISCOS<br />
\<br />
Estos tres CD de la firma austríaca<br />
Amadeo suponen un valioso<br />
añadido a la discografla de<br />
Aifredo Kraus: no sólo ofrecen novedades<br />
dentro de su repertorio sino que, ademas, la<br />
excelente toma sonora refina con toda fidelidad<br />
el admirable estado vocal del tenor canario<br />
a los <strong>62</strong> ó 63 años. Es sabido que las<br />
voces muy timbradas, como la que nos ocupa,<br />
son difíciles de captar por el micrófono;<br />
mérito doble, pues, el de los técnicos al conseguir<br />
una imagen sonora idónea, bien equilibrada<br />
con el piano. Kraus está brillante, fácil<br />
de voz y seguro en toda la gama. Su espléndida<br />
actuación halla adecuado complemento<br />
en el buen trabajo de Edelmiro Arnaftes,<br />
más centrado y seguro en estudio que en<br />
concierto, y que se mueve con corrección y<br />
soltura en los diferentes estilos.<br />
En el repertorio francés, Kraus es otra<br />
vez el maestro bien conocido, cuya perfecta<br />
emisión, claridad en el decir y elegante linea<br />
no hacen sino mejorar con el paso del<br />
Maestro<br />
es esencial en cuanto testimonio de un arte<br />
pianístico ¡rremplazable.<br />
6n cambio. Schumann si fue autor favorito<br />
de Horowrtz: recordemos su soberbia Kreisleriana<br />
para CBS (que comparte lugar de honor<br />
en la discografla con la de Argerich). la<br />
Humoresfce. las Fantasía, Arabesfce y Toccata.<br />
amén de un sorprendente Amor de poeto<br />
con Fischer-Dieskau. La aquí recogida es la<br />
tercera de sus grabaciones de las Escenas infantiles,<br />
y fue tomada durante un concierto<br />
en Viena ante un catarroso auditorio. Tan<br />
sólo las octavas del número 6, algo rigidas si<br />
las comparamos con registros precedentes<br />
(C0S o RCA), muestran ciertos limites en<br />
una técnica todavía admirable. El resto de su<br />
interpretación, cálida poética y muy hermosa,<br />
revela un profundo entendimiento del<br />
mensaje shcumannniano. Buen sonido y sabrosos<br />
comentarios en inglés de Thomas<br />
Frost -productor de ambos registros- traducidos<br />
a alemán, francés e italiano. Un gran<br />
disco.<br />
RAM<br />
YEHUDI MENUHIN. El violln del siglo.<br />
Obras de Bach, Vivaldi, Mraart, Beethoven,<br />
80 SCHERZO<br />
tiempo. Sigue siendo admirable cómo concilia<br />
una pronunciación ejemplar (¡o que reconoce<br />
la propia critica francesa) con las<br />
reglas de la fonación canónica. Ninguno de<br />
estos CD incluye textos pero, por una vez,<br />
casi resultan innecesarios: tal es la claridad<br />
de la dicción de Kraus. Seguramente éste<br />
es el CD más recomendable de los tres en<br />
cuanto que contiene la mejor música, especialmente<br />
las canciones de Fauré y Duparc.<br />
Dieciocho romanzas de Torti son muchas<br />
y muy uniformes como para escucharlas<br />
sin interrupción. Las más bellas coinciden<br />
con las más conocidas (L'ullima conzone,<br />
Aprile, L'altia separa, acaso Malla) que<br />
Kraus literalmente borda: destaquemos la<br />
facilidad insolente de los dos do en la primera<br />
citada. El disco de repertorio español<br />
es musicalmente desigual y algunas de las<br />
canciones incluidas (Los ojillos neg/os. Cantores,<br />
Coplas de Curro Dulce) las asociamos<br />
más con una voz femenina. Pero aun en<br />
ellas, el buen gusto, el dominio del estilo y<br />
la riqueza de matices provocan la admiración.<br />
Enhorabuena a Edelmiro Arnaltes,<br />
productor de estos registros.<br />
RAM.<br />
ALFREDO KRAUS. Tenor. Edelmiro Arnaltes,<br />
piano. Tosti: )8 condones. CD<br />
AMADEO 429.555-2. DDD. Condones de<br />
Faure (5), Biiet (2), Duparc (*), Massenet<br />
(3) y Lisn (3). CD AMADEO 429.557-<br />
2.DDD. Canciones de Tu riña (8), Obradon<br />
(3), Falla (3), Montsalvatge (I), Mompou<br />
(I), Otafio (3), RuJz de Luna 92) y<br />
Arronivio. CD AMADEO 429.556-2.<br />
DDD. Grabación: Austria/1989. Productor:<br />
Edelmiro Arnaltes. Ingeniero: Josef<br />
Kamykowski. 63'26", S3STy 60'2l".<br />
Mendelssohn, Brahms, Paganini, Schubert,<br />
Novacek, Faure. Bartok, WiEniawski, Cahikovski,<br />
Lalo, Shankar. Gersriwin y otro».<br />
Bach Festival Orchestra. Camerata Lysy.<br />
Orquesta Filarmónica de Viena. Orquesta<br />
Filarmónica de Berlín. Royal Philharmonic<br />
Orchestra. Phi I harmonía Orchestra. Directores:<br />
Y. Menuhin, A. Lysi, C, Silvestri, E.<br />
Kunz, R. Kempe, A. Erede. J. Pritchard, E.<br />
Goossens. Otros Intérpretes: C, Ferras, H.<br />
Menuin, J. Menuhln, M. Gendron, G, Moore,<br />
Ravi Shankar, S, Grappelli. Grabaciones<br />
de 1956 a 1981. EMI Classics CDS 7 54218<br />
2 ADD mono stereo 75'43778"34'.<br />
Una antología de intérprete, como<br />
la que este compacto doble<br />
precipita, corre siempre el riesgo<br />
de enmascarar al héroe objeto de su homenaje:<br />
la EMI Francia celebra con esta edición<br />
1991 los setenta y cinco anos del maestro,<br />
que, en su agradecimiento, recuerda su<br />
aprendizaje en Parfs con George Énesco,<br />
desde sus once afios, entre 1927 y 1935. La<br />
objeción apuntada obedece a que una panorámica<br />
de esta especie -aparte su valor documental,<br />
indiscutible- subraya, aun sin proponérselo,<br />
las constantes del intérprete, cuyo<br />
genio consiste por el contrario, en el ser<br />
múltiple que. como el buen actor, encama a<br />
los diversos grandes personajes/autores. Y la<br />
desviación se agrava cuando se nos sirven<br />
movimientos aislados de los grandes conciertos<br />
-Beethoven. Mendelssohn. Brahms, etclo<br />
que no ¡lustra al aprendiz, ni satisface al<br />
conocedor. De este modo, la antología se<br />
reduce a puna homenaje, merecidlsimo por<br />
supuesto, pero que despega al filarmónico,<br />
como no sea por la fruición de algunas golosinas<br />
-los postres de la edición-, propias,<br />
ellas sí. para un protocolo de este género.<br />
Todo lo cual no obsta para que los nueve<br />
minutos, por ejemplo, del D. 929 -inefable<br />
Andante con moto de un inefable Trio- nos<br />
compense todo lo que haya que compensar.<br />
Debe reconocerse además que el reprocesado<br />
es tan pulcro que apenas se nota.<br />
JAA<br />
LUCIANO PAVAROTT!; 0 holy night Páginas<br />
de Adam, Stradella, Franck, Mercadante.<br />
Yon, Gluck, Rossini, Gounod, Bizet,<br />
Beríioz, Verdi y Wade. Varias orquestas y<br />
coros. Directores: Adler, Gamba, Kertesz<br />
y Solti. DECCA 433 710-2. ADD. Duración:<br />
68'47". Dirección artística: David<br />
Smart, Grabaciones: 1967-1977. Precio<br />
económico.<br />
Disco conyuntural, especialmente<br />
concebido para la Navidad,<br />
de ahí el título inglés que es una<br />
•traducción francesa de la canción de Adolph<br />
Adam Minuit Oiretiens/ Luego el contenido<br />
se aleja bastante del engañoso título, ya que<br />
en un batiburrillo anárquico aparecen tres<br />
fragmentos de Misas de Difuntos, al lado de<br />
un aria de Orfeo de Gluck, junto al archimanido<br />
Píetá, Signare de Stradella Se incluyen<br />
las dos Ave Mana, la de Schubert y la de<br />
Bach-Gounod, sin que Pavarotti añada en su<br />
interpretación nada extraordinario a la histona<br />
repetida de la misma. Por suerte, aparecen<br />
dos momentos menos difundidos y que<br />
son especialmente bellos: el villancico de Pietro<br />
Yon Gesú bambino y Qual giglio candido<br />
de un oratorio de Mercadante. Pavarotti exhibe<br />
la belleza inmaculada de un timbre sin<br />
deterioro y un canto ejemplar, aunque algo<br />
monótono, ofreciendo lo mejor en los fragmentos<br />
verdianus y rossinianos. Un disco barato<br />
para la casa, ya que son todos refritos,<br />
pero que no está reñido con una calidad suficiente<br />
y que puede tener su valor para el<br />
adquirente que sólo pida melodías agradables<br />
y un intérprete efusivo. {Los arreglos<br />
son dignos, pero en el caso de Gluck se podía<br />
haber ahorrado el trabajo).<br />
F.F.<br />
TUTTO PAVAROTTI 2: Canciones y<br />
arias de Di Curtís, Bixio, Toso, Leoneavallo,<br />
Rossini, Arana. Di Capua, Denra, Schubert,<br />
Verdi, Giordano, Yon, Mercadante y<br />
otros. Varias orquestas y directores. DEC-<br />
CA 430.531-2. ADD y DDD. 63'11",<br />
6I'I4*. Grabación: 1968-1987. Precio económico.
Tras el éxito comercial de Tutto<br />
Povorora. Decca se lanza con esta<br />
entrega en busca de similares<br />
resultados económicos. Ahora la selección<br />
de anteriores grabaciones del tenor se centra<br />
mis en lo popuíar que el anterior volumen,<br />
incluyéndose mayor número de canciones<br />
que de anas. Entre las primeras, ocupan<br />
un lugar destacado las napolitanas, género<br />
donde el modenés brilla a aítura similar con<br />
dos predecesores ilustres y conspicuos: Gigli<br />
y Di Stefano. Y con este criterio, aparecen<br />
canciones antiiconoddas como Tomo a Sumento,<br />
Mari, Mari la Motünctto de Leoncavallo,<br />
junto a otros ejemplos menos conocidos,<br />
pero igualmente ¿trayentes, corno l'te vurria<br />
u Occhi di foto. Pavarotti interpreta también<br />
composiciones de carácter religioso, del abanico<br />
más trillado, que forman parte igualmente<br />
del disco Hoiy night, contemporáneamente<br />
editado (seis títulos en total). La oferta<br />
de estos dos discos se contempla con<br />
ocho humildes fragmentos de ópera. Entre<br />
ellos el Pavarotti de los grandes días es el del<br />
cuarteto de Rigolerto o el de la escena de<br />
Edgardo de Lucio di Lammermoor Un disco<br />
fácil y jugoso, a medio camino para satisfacer<br />
al forofo poco exigente y al público en general,<br />
con sólo un mínimo y superficial interés<br />
por el canto y sus manifestaciones mayores.<br />
Es decir, muy vendible, que es lo que se pretende.<br />
Michael Rabin era el único gran<br />
violinista de este siglo, junto a<br />
Joseph Hassid que Sitaba en el<br />
catálogo. Michael Rabin no supo o no quiso<br />
separar el arte de la vida, y no aguantó el ritmo<br />
del Gran Circo Musical. Murió en 1972 a<br />
los 36 años, en completo anonimato, ya que<br />
habla dejado más o menos la carrera doce<br />
(!) años antes. Tuvo, sin embargo, el tiempo<br />
de grabar algunas versiones de referencia como<br />
los Caprichos de Paganini: Rabin no intenta<br />
nacerios clásicos y de buen gusto (opdón<br />
avalada por Menuhin o Accardo, y también<br />
por liiritz) sino restituir lo diabólico (y<br />
el placer por lo circense), tal como lo oían<br />
los contemporáneos del compositor. Esta vi-<br />
sión, única entonces, está recogida por la novísima<br />
ola: Gil Shaham en el Concierto n.° I<br />
(DG) y Alexander Markov en los Caprichos<br />
(Erato). En este sentido, su Concierto n.° /<br />
también puede considerarse como referencia.<br />
No dudarla en hablar de modernidad para<br />
su interpretación del Concierto de Mendelssohn,<br />
no sólo por la densidad de la interpretación,<br />
sino por el entendimiento<br />
absoluto entre solista, director (Adrián<br />
Boult) y orquesta (Philharmonia), adelantándose<br />
a las realizaciones de Hennk Szervng y<br />
de Arthur Grumiaux (ambos Philips). En las<br />
otras obras (Chaikovski, Wieniawski,<br />
Bruch...). Rabin se codea con los más grandes<br />
y célebres violinistas.<br />
Una selección que es también un poco<br />
batiburrillo, que interesa, sin duda, a los<br />
amantes del instrumento y a los admiradores<br />
de Tortelier. que servirá a quien quiera hacerse<br />
de una tacada con una buena parte del<br />
repertorio y que resultará insuficiente a<br />
quien acuda en busca de las versiones de referencia<br />
de las obras que contiene. En todo<br />
caso,, casi cinco horas de buena música,<br />
LS.<br />
DISCOS<br />
RECITAL DE WILLARD WHITE. CO-<br />
PLAND: Diez Amencan Spintuah. Otó American<br />
Songs. POPULAR: Tres Foík-Songs de Barbados<br />
y jamaica. Willard White, bajo. Graeme<br />
McNaught, piano. Grabación: Suffolk,<br />
1/1991. Productor Tim Oldham. Ingeniero:<br />
Richard Lee. CHANDOS CHAN 8960.,<br />
DDD. 54'. Distribuidor: Harmonía Mundi.<br />
Quien lea el contenido de este<br />
disco, resumido más arriba,<br />
comprenderá inmediatamente<br />
que se encuentra ante un recital de diversos<br />
legados folclóricos. más o menos emparentados<br />
entre si. Por una parte destacan las dos<br />
recopilaciones de Copland a partir de anti-<br />
Tratándose de la presentación de un violinista<br />
casi desconocido hoy, no se entiende la<br />
política de la EMI, que obliga a comprar un<br />
estuche de 6 CDs (a precio medio), repitiendo<br />
el Concierto de Paganini (con dos directores<br />
distintos) y con otro CD dedicado<br />
a arreglos que difícilmente puedan interesar<br />
a quienes no toquen el violln.<br />
guas canciones populares americanas, no<br />
siempre anónimas. La primera de ellas fue<br />
estrenada por Peter Pears y Benjamin Britten<br />
en el Festival de Aldeburgh (no es de extrañar,<br />
pues, el lugar de grabación de este CD)<br />
en 1950. Si el acoplamiento del repertorio<br />
es sabio y sugerente, también lo es que los<br />
arreglos de Copland se ubiquen precisamente<br />
en la parte central, entre los Spirituals y las<br />
canciones de Barbados y Jamaica. Esos arreglos,<br />
que evocan la manera bartókiana de<br />
tratar los materiales populares en una época<br />
ya madura del compositor centroeuropeo.<br />
F.F.<br />
PAUL TORTELIER: Los grandes conciertos<br />
poro violonchelo. Obras de Haydn, Boccherin¡.<br />
Saint-Saens. Lalo, Boéllmann, Fauré,<br />
Dvorak. Brahms, Vivaldi, Paganini, Bruch y<br />
Chaikovski. Paul Tortelier (violonchelo).<br />
Varias orquestas y directores. 4 CD. EMI<br />
764069 2. ADD. 77'SI*. 66'0l\ 73'06" y<br />
64'48".<br />
dan sentido al disco. Tras los bellísimos Spintuals,<br />
los arreglos de Copland nos advierten<br />
de que, en realidad, este material es algo<br />
muy diferente al de la práctica etno-musical<br />
de Bartók. La elaboración curto de Copland<br />
es paralela a la propia elaboración popular<br />
de materiales de diversa procedencia que<br />
desemboca en el Spiriwal. Pero, además, y<br />
como el sensacional bajo Willard Whrte es<br />
jamaicano (aunque afincado en Estados Uni-<br />
MICHAEL RABIN. Violín: Paganini: Con-<br />
Paul Tortelier (1914-1990) ha<br />
cierto n.° I, Wieniawskl: Concierto n.° 2.<br />
sido uno de los grandes violon-<br />
Chaikovski: Concierto. Op 35. Mendelssohn:<br />
chelistas de nuestro tiempo y,<br />
Concierto en mi menor, Op. 64. Bruch: Fanta- con Pierre Foumier, André Navarra y Maunsía<br />
escocesa Glaiunov: Contieno, Op. 82. Pace Gendron, ha colaborado a consolidar el<br />
ganini: Capncbos. Bach: Sonota n.° 3 BWV magnifico panorama francés de su instru-<br />
1005. Ysaye: Sonata. Op. 27, n.° 3, Sonata. mento. Estos cuatro discos nos muestran,<br />
Op, 27, n.° 4. Ravel: Pieza en forma de Haba- con diferentes resultados -pero con una exnera<br />
paro v/o/ln y piano, Jzigane, con orquesta. celente nota media- algunos de sus me¡ores<br />
Missefiec Meditación. Kreislen Caprice vie- testimonios discográficos bajo un título algo<br />
nois, Op. 2. Saint-Saens: Havanaise, Op. 83. engañoso. Falta, por ejemplo, y no se explica<br />
Introducción y Rondó caprichoso. Sarasate: Za- uno por qué. su magnifico Concierto de Elgar<br />
pateado y Habanero. Elpr: lo copncieuse, grabado con Sir Adrián Boult.<br />
Op. 17. Suk: Burfeska. Y varios arreglos de<br />
obras de Wieniawski, Debussy, Dinicu, Pa- En todo caso, aquí están las cualidades<br />
ganini. Brandl, Rimskl-Korsakov, Chopin, más caracteristicas de Tortelier, su bello so-<br />
Mompou, Scriabln, Engel, Prokofiev. León nido, su buen legato, su pasión a veces arre-<br />
Pommers, piano. Orquestas: Phi I harmonía, batada. Unas cualidades que lucen sobre to-<br />
Hollywood Bowi. Directores: Eugene Goodo en el repertorio francés -Concierto n.° I y<br />
sens, Adrián Boult, Lovro tan Maiacic, Al- Allegro Appassionato de Saint-Sa^ns, Concierto<br />
ceo Galliera, Félix Slatkin. 6 CDs EMI, pre- de Lalo (siempre con Frémaux)-, en el Doble<br />
cio medio. Grabaciones (muy buenas) de Concierto de Brahms -con un adecuadísimo<br />
1955-1960. CMS 7 64123 2. 420".<br />
Ferras y Paul Kletzki a la batuta- y en el Concierto<br />
de Dvorak (con Sargent), Excelente<br />
también en las piezas breves de Fauré ícon<br />
Plasson), Dvorak (con Previn) y Bruch (con<br />
su hijo Yan-Pascal). Menos convincente en<br />
Haydn y Boccherini y espléndido en las casi<br />
desconocidas Variaciones Sinfónicas de Boellmann.dos<br />
y con un repertorio operístico que va<br />
desde Osmin hasta Pimen. desde Ramfis hasta<br />
Porgy), introduce tres canciones isleñas al<br />
final como lógico corolario de resultado en<br />
un entrevero musicalmente fértil de diversas<br />
civilizaciones. El acompañamiento del escocés<br />
Me Naught resurta muy adecuado en este<br />
recital en que la poderosa voz de Willard<br />
White resplandece en lüerza. estilo y verdad.<br />
S.M.&.<br />
BARROCO ITALIANO TEMPRANO.<br />
Castillo: Soneto Cuorte. Sonota Prima. Sonata<br />
Seconda. Cima; Sonoto I. Sonóla íí. Fontana:<br />
Sonota Secando. Sonota Terzc. Sonota Quorta.<br />
Merula: La Merula. L 'Ansia. La Dada. La Pighetto.<br />
Frescobaldi: Conzona Quorta. Conzona<br />
detto la Bemoniínia. Vicki Beockman, flauta<br />
de pico. Finn Hanse, viola da gamba. Lar»<br />
Ulrik Montensen, clave. Ingeniero: Finn<br />
Kaufmanas. Productor: Nils Winther. Grabación:<br />
Copenhage, IX/1990. KONTRA-<br />
PUNKT 32059. 64'44". Distribuidor:<br />
Nahuel.<br />
La joven virtuosa de la (lauta de<br />
pico Vicki Boeckman ha sido<br />
disclpula de Eve Legene (Copenhague)<br />
y Marión Verbruggen (Amsterdam).<br />
Ya ha grabado, con los mismos compañeros<br />
de este disco, las Sonoras poro flauta<br />
y continuo de Telemann, también para Korv<br />
trapunkl El disco que comentamos se bene-<br />
SCHERZO 81
DISCOS<br />
ficia de un sonido bello y sugestivo más allá<br />
de la posible fidelidad, pero de ese tipo de<br />
irrealidades está lleno el universo del sonido<br />
grabado y no es cuestión de hacerle ascos.<br />
Lo importante es la enorme musicalidad de<br />
Vicki Boeckman, su gran sentido del periodo,<br />
su gran capacidad para la emisión de frases<br />
con pleno significado y continuidad. En una<br />
palabra, su virtuosismo ilustrado para damos<br />
un repertorio desconocido y al mismo tiempo<br />
digno de ser desenterrado. La belleza de<br />
las obras de Fontana, Cima. Merula, Frescobaldi<br />
y Castello sirve para un despliegue de<br />
sabiduría interpretativa por parte de tres jóvenes<br />
intérpretes que nos ofrecen un hermoso<br />
e inesperado recital de cámara. Eso si,<br />
es una belleza sin aristas, sin grandes propuestas,<br />
nada inquietante. Pero estos músicos<br />
son tres nombres mas a tener en cuenta<br />
en ese enorme despliegue de grupos dedicados<br />
a la música barroca que, al margen de<br />
determinadas confusiones concretas, está resultando<br />
tan fértil.<br />
S.M.B.<br />
THE CHRISTMAS ÁLBUM. Páginas tradicionales<br />
y de Kirkpatrick, Pierpoint. Chaikovski,<br />
Hopkins, Mendelssohn, Gruber,<br />
Ha'ndel y Pretoriuj. Cañad¡an Brass y Elmer<br />
Iseler Slngers. Arreglos: David Gray. PHI-<br />
UPS 426 835-2. DDD. Grabación: Canadá,<br />
1990. Productor Hein Dekker. Ingeniero:<br />
Fiona Gale. Duración: 65'0S". Precio normal.<br />
Un quinteto de metales y un<br />
coro, en un repertorio navideño<br />
arreglado con libertad y con algunos<br />
insertos de humor enjdfto, prometen<br />
evocamos esas fiestas municipales donde los<br />
vecinos de alguna ciudad germánica o anglosajona<br />
se juntan y se divierten, a la vez que<br />
celebran tanto la cnstiana fecha como las<br />
tradiciones paganas del muérdago y el abeto<br />
de fidelísimas agujas verdes.<br />
A todo este encanto festival se aflade, en<br />
el caso, el bnllo de los cinco solistas y la excelencia<br />
del coro, lo cual se ofrece como valor<br />
añadido- El repertorio es amplísimo y el<br />
arreglista no se detiene ante ningún tipo de<br />
música, aunque predominan las melodías tradicionales<br />
y algunas páginas del mundo litúrgico<br />
que se han incorporado ya al folclore<br />
del fin de año. Una suerte de tárjela de felicitaciones<br />
con dorados timbres y regocijos para<br />
las vacaciones de invierno.<br />
El virtuosismo de las tomas permite ensanchar<br />
la sonoridad de ios conjuntos y dotar<br />
de rotunda polifonía a una formación<br />
fundada en 1970 para revalorizar el repertorio<br />
camerfstico de los bronces.<br />
6.M<br />
CHRISTMAS STARS. JOY TO THE<br />
WORLD. Páginas tradicionales de HSndel,<br />
Schubert, Gruber, Gounod, Yon, Bach y<br />
Mendelssohn. Joan Suttierland, Renata Tebaldi,<br />
Ktri Te Kanawa y Leontine Pryee, sopranos.<br />
Luciano Pavarotti, tenor. Diversas<br />
orquestas. Directores: Richard Bonynge,<br />
Antón Guadagno, Kurt Adler, Herbert von<br />
Karajan y Cari Davies. DECCA 433 010-2<br />
82 SCHERZO<br />
DM. 54 P 53-. Grabación: 1961, 1965, 1971.<br />
1976 y 1985. Dirección artística: Jeremy<br />
Tilston. Precio económico.<br />
Las Navidades atraen este tipo<br />
de misceláneas, en las cuales se<br />
suelen escuchar tas mismas páginas<br />
alusivas a las fechas, convenientemente<br />
abrillantadas por orquestas suntuosas, generosidad<br />
de coros y, como en este caso, solistas<br />
extraídos del Olimpo operístico. El resultado<br />
es un mosaico, si no coherente, al menos<br />
agradable, que contribuye a que nos<br />
sintamos buenos y elevados, si no para el<br />
resto de nuestras vidas, al menos un par de<br />
semanas.<br />
La calidad de los elementos empeñados<br />
es obvia. Cabe apuntar que Sutherland está<br />
en su mejor forma, porque se le encargan<br />
unas obras barrocas o barroquizantes, Kanawa<br />
se regodea en un repertorio doméstico,<br />
Pavarotti seduce con sus medios acariciantes<br />
y luminosos, Pryce pone un acento de negro<br />
spírftuaí que no queda mal y Tebaldi, aunque<br />
no ya en su mejor momento, sentimental iza<br />
a la italiana y exhibe un órgano aterciopelado<br />
y mórbido. Nadie intenta aterrorizamos<br />
por el nacimiento de un dios en fonna de niño<br />
pobre. En cambio, nos proponen considerar<br />
el mundo a partir de la fraternidad entre<br />
el Creador y sus criaturas.<br />
a/vi.<br />
FESTIVAL DE MARLBORO: 40 ANIVER-<br />
SARIO. MOZART: Sinfonía n° 35 K. 385<br />
ítHafiher Sinfonía n° 40, K. 550. Sinfonía n.°<br />
41, K. 551 «Júpiter». Orquesta del Festival<br />
de Marlfaoro. Director: Pablo Casáis.<br />
SONY SMK 47294. ADD. 7S'2r. Grabación:<br />
Marlboro, Vermont, VII/1967 y<br />
Vil/1968. Pequerfa músico nocturno, K, 525.<br />
Serenata n.° 12, K. 386. Serenata n.° I1, K<br />
375. Orquesta del Festival de Mari boro.<br />
Director; Pablo Casáis (K. 525). Solistas del<br />
Festival de Marlboro. Director Alexander<br />
Schneider (K. 388). Solistas del Festival de<br />
Marlboro (K. 375). SONY SMK 47295.<br />
ADD. 72'26". Grabación: Marlboro. USA.<br />
VIII/1972. Trio para piano, clarinete y violonchelo,<br />
Op. 11. Quinteto para piano, oboe, clarinete,<br />
trompa y fogot. Op. 16. Variaciones para<br />
piano, vioHn y violonchelo, Op. I2la. Rudolf<br />
Serkin, piano, y solistas del Festival de<br />
Mariboro. SONY SMK 47296. AAD. 71'32*.<br />
Grabación: Marlboro. VII-Vlil/1974,<br />
Vil/1983.<br />
Tres nuevas entregas de esta joya<br />
de edición dedicada a los<br />
cuarenta años del Festival de<br />
MaHboro de cuyos primeros volúmenes ya<br />
nos hemos ocupado en SCHEPZO. Y, otra<br />
vez. no puede haber sino elogios para el<br />
modo de hacer música de unos intérpretes<br />
en estado de gracia, tocados por la magia de<br />
un momento irrepetible, decididos a convertir<br />
el arte en una suerte de necesidad espiritual<br />
imperiosa. Casáis nos ofrece un Mozart<br />
rotundo, pletórico. casi sobreabundante con<br />
una orquesta que pasa por las imperfecciones<br />
inevitables en quien atiende más a la expresión<br />
que a la letra. Y. una vez más. como<br />
en Beethoven. como en Schubert, como en<br />
Brahms, cuánta naturalidad, qué ausencia de<br />
retórica, qué lejos de dulzuras o de acritudes<br />
más o menos historidstas. Y qué placer d de<br />
recibirtanta verdad.<br />
Con Serkin, con Schneider, tres cuartos de<br />
lo mismo. El grandísimo pianista vuelve a<br />
mostrar su talento en piezas menores de un<br />
Beethoven en los aledaños de la madurez o<br />
en la cercanía del fin. Y es que las grandes<br />
lecciones tienen también su pequeño corolario<br />
dedicado al puro placer de hacer música<br />
mientras se nos descubren los tesoros ocultos<br />
tras las cataratas del genio. A los amantes<br />
de las discograflas comparadas, a los zahoríes<br />
del ínter pluribus unum, a lo peor no les convence.<br />
A los buscadores de emociones, seguro<br />
que si.<br />
LS.<br />
HAMMERSTEIN II: Carmen Jones. Wilhelmenia<br />
Fernandez, Damon Evans, Gregg<br />
Barker. Orquesta dirigida por Henry Lewis.<br />
EMI 7 54351 2. DDD. 63'07". Grabación:<br />
Londres. VI/1991. Productor: David Cullen.<br />
KATIA Y MARIELLE LABEQUE íove ofcotours.<br />
Obro de Camilo, MeLaugtilin, Davis,<br />
Corea, Carmichael, Sol al, Warren y Me-<br />
Night. Monk y Jeanneau. SONY SK 47227.<br />
DDD. 58'20". Grabación: París. XII/1990.<br />
Productor John McLaughlin. NEW YORK<br />
CITY GAY MENS CHORUS: Oinstmos comes<br />
anew. Canciones de Navidad populares<br />
y de Adam, Niles. Bax, Reger, Berlín, Martin<br />
y Blane. Director Gary Milier. VIRGIN<br />
VC 7 91749-2. DDD. Productora: Judrth I.<br />
Sherman. THE KING'S SINGERS: Get<br />
Hoppy! Canciones de Gershwin, Arlen y<br />
Shearing. EMI CDC 7 54190 2. 69'54*. Grabación:<br />
Londres, VI/1990. Productor: Simón<br />
Woods.<br />
Recojamos en este cajón de<br />
sastre un poco de esa miscelánea,<br />
como ni carne ni pescado,<br />
que llega con frecuencia a los escaparates de<br />
novedades. En ella encontraremos un poco<br />
de todo, desde el musical sin más al laudable<br />
y con frecuencia inútil intento de querer<br />
otorgar a lo que no es sino música para pasar<br />
el rato carta de naturaleza algo más que<br />
efímera. Asi, la grabación de Carmen jones<br />
recogida en los días del estreno londinense<br />
de la producción de Callow-Lewis-Santini. es<br />
un modelo del género, una joya que no se<br />
perderán los amantes de este teatro musical<br />
que ataca sin ambages a un clásico, le da la<br />
vuelta, lo acomoda a sus necesidades y lo<br />
sirve con una fuerza, una frescura y un estilo<br />
dignos de causa tan honrada como sus pretensiones.<br />
Acerqúese a ella también el comido<br />
de prejuicios, que no se arrepentirá.<br />
Las hermanas Labeque firman, de la mano<br />
de John McLaughlin, una interesante glosa a<br />
determinadas propuestas más o menos jazzfsticas.<br />
En algún momento se roza el horror<br />
del minimalismo o de su hijuela la new oge,<br />
pero las guapas hermanas huyen de ello en<br />
cuanto lo atsban. Así pasamos de lo agradable<br />
en McLaughlin a lo interesante de veras<br />
en Davis, Corea, Solal o Monk. De esta forma,<br />
un disco de los de temer se convierte<br />
en una buena forma de pasar el rato o en<br />
objeto de regalo a ese conocimiento sin demasiadas<br />
luces, pero que se cree listo.<br />
Como la temporada de Navidad comienza<br />
pronto, pero acaba abruptamente, el disco<br />
del New York City Gay Men's Chorus se
quedaríi para el ano que viene. Si lo rebajan,<br />
hágase con él, porque los intérpretes son excelentes<br />
y el repertorio no estrictamente el<br />
habitual en fiestas tan entrañables.<br />
Y finalmente, los King's Stngers que, personalmente,<br />
me ponen un poco nervioso con<br />
lo pulido de sus voces y lo acabado de su<br />
swing. Me recuerdan a los Four Seasons,<br />
aquel grupo americano de los sesenta, que<br />
sólo pudo gustarme cuando me hice definitivamente<br />
mayor. Como no quiero envejecer<br />
antes de tiempo, prefiero dejar a estos simpáticos<br />
caballeros ingleses, de impecable trayectoria,<br />
para otro momento.<br />
LS.<br />
OPERA STARS 2: Páginas de Verdi. Donizetti,<br />
Pucciní, Tosti, J. Strauss, Gastaldoni,<br />
Genhwin, Rossini, Lehar, Farvo. Bernstein,<br />
Loewe, Leoncavallo, Lara, Cardillo, Bixio.<br />
Webber. Con Renata Scotto, Alfredo<br />
Kraus, Melanie Holliday, Gail Gil more, Ramón<br />
Vargas y Paolo Coni. Orquesta Filarmónica<br />
Eslovaca. Director: Konrad Leítner.<br />
RNE Clisica 75006. 2 LP. Toma de sonido:<br />
Miguel A. Barcos y Luis Díaz. Una producción<br />
Tres in para RTVE Precio económico.<br />
Grabación: Barcelona, 1991.<br />
Después de la experiencia veraniega de las<br />
Ventas que dio lugar a la publicación del primer<br />
volumen, con éxito inesperado, sucede<br />
ahora este Star 2. desde el Palau Sant Jordi<br />
barcelonés. Para esta edición se enfocó el<br />
asunto desde el punto de vista mas popular,<br />
acudiéndose preferentemente al repertorio<br />
cancioneril, con bastante incidencia además,<br />
dada la filiación de algunos intérpretes, en la<br />
comedia musical americana. El resultado global<br />
es similar al disco precedente, con lo que<br />
puede augurarse un buen rendimiento de<br />
ventas. Kraus evita el repertono operístico<br />
(sólo canta La donna rigolettiana y pone su<br />
voz al Brindis de Traviata en cooperativa, algo<br />
que promete futuro en similares manifestaciones)<br />
y se adentra, a lo Pavarotti, en la canción<br />
napolitana o aledaños; algo para lo que<br />
no tiene spolvero (digamos desenvoftura),<br />
aunque siga cantando como los dioses. Una<br />
revelación ha sido la del tenor mejicano Ramón<br />
Vargas (ya en disco Corasmino en la<br />
Zairo con Ricciarelli) que tiene excelentes<br />
medios y sabe cómo emplearlos, sobre todo<br />
en la trillada Furtivo Ingrimo, Scotto lucha<br />
contra el paso del tiempo y el consiguiente<br />
deterioro vocai, logrando con su pericia hacemos<br />
olvidar las imperfecciones. Holliday es<br />
una íigera de buena coloratura y frescura vocal<br />
que destaca la pagina domzettiana de Lindo<br />
de Chamounix. raolo Coni se luce más en<br />
lo italiano (Gastaldoni, BIXIO) que cuando<br />
ataca con My fair lady (La coí/e donde tu vft
DISCOS<br />
cosecha melódica para el escenano. En fin,<br />
una velada variopinta y sabrosa.<br />
Mamner sirve este itálico menú con su<br />
brío acostumbrado, su facundia melódica y<br />
su bnllo de timbres. En todos los casos, se le<br />
agradece tanto entusiasmo por el oficio de<br />
concertador.<br />
SAINT SAENS: Introducción y rondó caprichoso.<br />
MASSENET: Meditación. SARASATE:<br />
Aires gitanos. CHAUSSON: Poema. YSAYE:<br />
Capricho en forma de vals. RAVEL Tzigane.<br />
Joshua Bell, violto. Orquesta Filarmónica<br />
Real. Director: Andrew Litton. DECCA<br />
433 519-2 DH. 60'26". Grabación: MI/1991.<br />
Productor: Paul Myers. Ingeniero: Matthew<br />
Hutchinson.<br />
Bell es, sobre todo, un depurado<br />
y sensible violinista de cámara.<br />
Ello se advierte no sólo en<br />
su sonido recogido y depurado, sino en un<br />
talante interpretativo introvertido y excelso<br />
de matices. En este compacto se mide con<br />
el repertorio virtuosístko y peso pesodo de<br />
la música francesa posromartica, Sarasate incluido.<br />
En general, sale airoso de todas las pruebas,<br />
aunque, en contadas ocasiones, la agilidad<br />
no es impecable y el timbre sea un tanto<br />
metálico en el agudo. Sobresale en los pasajes<br />
líricos, donde su capacidad de cantar,<br />
su dominio de la frase larga y del talante elegiaco<br />
rayan a gran altura. Pero no desmerece<br />
cuando se le plantean cuerdas flojas, tnnos y<br />
guitarreados, con alguna salvedad ya apuntada.<br />
Lrttofi lo acompaña con respeto y discreción.<br />
SJM.<br />
TRECENTO: Música italiana del siglo<br />
XIV. Berry Hayward Consort. Grupo Vocal<br />
Claire Caillard-Hayward. BNL 112803.<br />
DDD. 72'34". Grabación: París, XII/I99Ü.<br />
Ingeniero: Bernard Neveu. Distribuidor<br />
Auvidis. SEICENTO: Música italiana de la<br />
¿poca de Frescobaldi. Berry Hayward Consort.<br />
BNL 112804. DDD. 70'03". Grabación:<br />
XII/1990. Ingeniero: Bernard Neveu.<br />
Distribuidor Auvidis.<br />
Los interpretes se han propuesto<br />
una definición de lo italiano en<br />
música por medio de los dos<br />
cortes temporales representados por los discos.<br />
Palpamos las mismas texturas, casi el mismo<br />
color, en las piezas instrumentales de Gma<br />
o Frescobaldi y en las voces que cantan a<br />
Landini. Tal vez sea esto lo que se llama el<br />
melodismo mediterráneo, peto Haywart, heterodoxamente,<br />
lo ha sustentado en sus<br />
aproximaciones en la orilla africana. Un tono<br />
ciertamente monsa> teñen las estampes, con<br />
su imaginativa utilización de las percusiones,<br />
pero también respiran levemente el mismo<br />
aroma las otras piezas. En Seicento. por su lado,<br />
la base de las interpretaciones se encuentra<br />
en la flexibilidad y libertad del canto instru-<br />
84 SCHEBZO<br />
Rosas<br />
Christopher Wilson confirma<br />
en lo que creo su primer<br />
disco solista, el inmenso talento<br />
que dejaba entrever en sus colaboraciones<br />
con el Hilliand o los English Baroque:<br />
refinada técnica y agudo sentido<br />
del ritmo, sonido variado dentro del clima<br />
monótono de la música isabelina para<br />
laúd, en sus dos facetas, la meditación y la<br />
danza, Wilson es uno de los principales<br />
laudistas de Gran Bretaña, dice modestamente<br />
el libreto: no cabe duda ninguna, y<br />
podríamos ensanchar los límites geográficos.<br />
Más sutil que Paul O'dette (Astrée)<br />
en los affexxi que requiere la música de<br />
Dowland, Wilson nos debe una integral<br />
de este compositor, y colmar así una<br />
cruel laguna discogrífica.<br />
Rosa lleva como titulo el disco de Wilson<br />
(y la pavana de John Danyel), Espinos<br />
podría ser el del recital de Bob van<br />
Asperen: las obras cubren un siglo y medio<br />
de música y sólo encuentran una relación<br />
en la genialidad de sus compositores<br />
y una desesperante unidad de clima<br />
interpretativo: la agresividad, la furia áspera<br />
del intérprete puede convenir a las<br />
obras más brillantes, la Tbccotc de Bach,<br />
la Caza del Rey de John Bull (agresividad<br />
aumentada por la toma de sonido que<br />
nos pega el oído a las cuerdas), pero este<br />
aspecto definitivo de la interpretación<br />
contradice la melancolía del Ptéiude non<br />
mesuré de Louis Couperin y las sombras<br />
que aparecen, a pesar del título Goliardos,<br />
en la escritura de Frescobaldi. Mis<br />
reticencias pueden ser fácilmente barridas,<br />
basta dejarse arrastrar por la cegadora<br />
pirotecnia del intérprete.<br />
P.£<br />
ROSA: Recital de música isabelina para<br />
laúd. Obras de Philips, Johnson, Tavemer.<br />
Van Wilder, Ferrabosco, Danyel.<br />
Cutting, Robinson, Holbome y Dowland.<br />
Christopher Wilson (laúdes). CD<br />
VIRGIN VC79I2I6-2. DDD. 1990 por<br />
N. Parker. Director artístico: A. Hunter.<br />
51*37*. Recital de Bob van Asperen (clave):<br />
Bach: Toccata flvW 912. Muflat Passacogfia.<br />
Bull: The King's Hunt Frescobaldi;<br />
5 goliardos del 2° Libro. Storace: Possocagíio.<br />
Scarlatti: Sonatas K 8. K. 202.<br />
Duphty: La Félix. La de Helombre. L CCHIperin:<br />
Prélude en re menor. Sweelinclc<br />
Ballo del Grandtica. Purcell: Gmund D.<br />
222. CDEMICDC 7 54319 2, DDD,<br />
por C, Feldgen. Director artístico: H.B.<br />
Batzing. 59\<br />
menta), un canto que busca obviamente el reencuentro<br />
ideal con el auténtico, el de la ópera,<br />
género fascinador del momento.<br />
EJAM<br />
OPERAMANIA: Página* de Verdi, Rossini,<br />
Mozart, Puccíni, Donizetti, Bellini, Bizet<br />
Gluck, Meyerbeer, Gounod, Leoncavallo,<br />
Wagner, Catalán i, Giordano, Mascagni,<br />
Saint-Saéns, Ponchielli. Con Sutherland, Pavarotti,<br />
Caballé, Del Monaco, Bjoerling, Lorengar,<br />
Arañil y otros mis. Varias orquestas<br />
y directores. DECCA 433 755-2, ADD<br />
y DDD. Duraciones: 61 "03" y <strong>62</strong>'27". Grabaciones<br />
entre 1956 y 1990. Precio económico.<br />
Todas las grandes marcas discograficas<br />
abren de vez en cuando<br />
su archivos y forman potpurris<br />
operísticos como el presente, donde atraen<br />
al presunto cliente con el gancho del fragmento<br />
en sí (coro de Nobucco. Habanera de<br />
Carmen) o del intérprete vocal seleccionado.<br />
Disco ideal para entrar a saco en este singular<br />
mundo que es el de la ópera. Se dan cita<br />
en este ejemplar, servido por el variopinto<br />
equipo que a lo largo de más de treinta años<br />
pudo reunir bajo contrato la Decca. el clasicismo<br />
gluckiano y el verismo de buenas maneras<br />
de Puccini, encuadrando un período<br />
de la historia lírica de más de doscientos<br />
años y con una tímida incursión wagneriana<br />
(el coro de peregrinos de Tonnháuser). Sin<br />
hacer menos a nadie, se destacan la magnífica<br />
lectura del Amor ti vieta de Fedorú por<br />
Bjoerling, el salvaje Vestí la gtubo de Del Monaco<br />
en Poyosos y la brillante pira trovadoresca<br />
de Pavarotti, con un agudo espectacular<br />
(grabación en recital con Magiera, superior<br />
a la edición completa de la obra con<br />
Bonynge).<br />
Ff.<br />
TITO SCHIPA, tenor. Albert Cario Arnaco,<br />
piano. Despedida de Nueva York, Grabado<br />
en el Town Hall, Nueva York, 3-10-<br />
19<strong>62</strong>. Complemento: 3 fragmentos de II-<br />
19<strong>62</strong>. CDAADSRO 817-1. Producido por<br />
Legato Classics, Productor Ed Rosen. Ingeniero<br />
y comentarista: Vincent Títone.<br />
64'22".<br />
Aun los incondicionales de Schipa<br />
-entre quienes me cuento-,<br />
experimentarán sentimientos<br />
opuestos al escuchar este CD. Por una parte,<br />
es admirable que a los 73 años -80, si<br />
atendemos a otras fuentes- su canto fuera<br />
elegante y delicado, de una dicción clara y<br />
exquisita, sobre todo en su repertorio más<br />
frecuente, como Don Pasquale, Elsir, Weither<br />
o Artesiana; por otra, la voz, que ya comenzó<br />
a descamarse a partir de 1940, aquí era la<br />
sombra de una sombra. A la postre, la sensación<br />
de tristeza acaba por imponerse a todas<br />
las demás cuando se oye a Schipa malgastar<br />
tiempo, talento y buena linea de canto en<br />
páginas del género ínfimo. No me refiero a<br />
las napolitanas, que parecen obras maestras<br />
al compararlas con Wvere o con Monolito, de<br />
cuya letra y música reclama la paternidad el<br />
tenor, con un punto de orgullo, al anunciada.<br />
Un CD, pues, de un interés vocal y musical<br />
limitadísimo, que a nadie se puede recomendar,<br />
por más que ia grabación sea tolerable:<br />
RCA EMI y Nuova Era han publicado colecciones<br />
del arte de Schipa, obligadas en toda<br />
discoteca, que dan la imagen real de ta que<br />
fue su arte, objeto de nuestro dosier en ef<br />
número 31 deSCHERZO.<br />
RAM.
.VIII Concurso<br />
Internacional de Piano<br />
^José Iturbi^<br />
\" 111 Inicrnational Piano Cunipctition -José Iturbi<br />
El concurso tendrá lugar en la ciudad de Valencia entre<br />
los días 15 al 25 de septiembre.<br />
BASES DEL CONCURSO<br />
Participantes<br />
Podrán tomar parte en este Concurso los pianistas de<br />
cualquier nacionalidad que no hayan cumplido los 32<br />
años el día de la prueba final. El plazo de admisión de<br />
solicitudes, finalizará el día 30 de mayo de 1992. Las<br />
solicitudes junto con los documentos que se detallan<br />
seguidamente, deberán remitirse a:<br />
SECRETARIA DEL VIII CONCURSO INTERNACIONAL<br />
DE PIANO «JOSÉ ITURBI».<br />
Diputación Provincial de Valencia<br />
Plaza de Manises, 4<br />
46003 VALENCIA (España)<br />
Pruebas del Concurso<br />
El concurso constará de CUATRO pruebas: dos eliminatorias,<br />
una semifinal y una final.<br />
Premios<br />
Primer Gran Premio VIII Concurso Internacional de Piano<br />
«JOSÉ ITURBI», dotado con 1.000.000 ptas., por la<br />
Diputación de Valencia, recitales por España, un Concierto<br />
con la Orquesta Municipal de Valencia y un recital<br />
para la Sociedad Filarmónica de Valencia.<br />
Segundo Premio, dotado con 750.000 ptas., por Banca-<br />
ja, y recitales patrocinados por la Consellería de Cultura,<br />
de la Comunidad de Valencia.<br />
Tercer Premio, dotado con 500.000 ptas., por el Excmo.<br />
Ayuntamiento de Valencia y recitales patrocinados<br />
por la Diputación Provincial de Valencia.<br />
Cuarto Premio, dotado con 300.000 ptas., por la Sociedad<br />
Filarmónica de Valencia.<br />
Premio Especial al mejor intérprete de MÚSICA ESPA-<br />
ÑOLA; dotado con 250.000 ptas., por la Diputación<br />
Provincial de Valencia.<br />
Generalidades<br />
Se otorgarán a los pianistas residentes en España, bolsas<br />
de viaje de 30.000 ptas., cada una, y a los pianistas<br />
residentes en el extranjero de 60.000 ptas., cada una.<br />
ORGANIZA:<br />
- DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE VALENCIA<br />
COLABORAN:<br />
-AYUNTAMIENTO DE VALENCIA. BANCAJA.<br />
- CONSELLERÍA DE CULTURA, EDUCACIO I CIEN-<br />
CIA.<br />
- CONSERVATORIO SUPERIOR DE MÚSICA.<br />
- SOCIEDAD FILARMÓNICA.<br />
- ORQUESTA MUNICIPAL DE VALENCIA, Dirigida por<br />
el Maestro Manuel Galduf.
LÁSER DÍSC<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Richard Strauss es célebre,<br />
entre el gran público,<br />
por una danza donde<br />
caen siete velos. Ai red I los<br />
de vals recorren El caballero<br />
de la rosa y aun acompañan la<br />
furia vengativa de Electra. Al<br />
maestro se le iban los pies,<br />
pero sólo escribió un solo ballet,<br />
en sentido estricto, ya que<br />
Eí burgués gentilhombre es una<br />
suite extractada de una ópera<br />
rehecha. Dicho ballet es La leyenda<br />
dejóse (París, 1914, con<br />
los ballets rusos de Diaghilev y<br />
los decorados de José María<br />
Sert). El guión de Hofmannsthal<br />
y Kessler imaginaba a un<br />
José, obviamente casto, cuyo<br />
amor es divino y no humano,<br />
por lo cual rechaza a la ardiente<br />
mujer de Putifar.<br />
Strauss compuso una partitura<br />
musicalmente poco memorable,<br />
pero de una eficacia danzante<br />
y dramática francamente irresistible.<br />
Aparte de la coreografía original de<br />
Fokine, mereció otras de Kroller, Balanchine<br />
y Anthony Tudor.<br />
En 1977, el norteamericano John<br />
Neumeier estrenó la versión que ahora<br />
disfrutamos en láser-disc, en la Opera de<br />
Viena. De la historia original queda la secuencia<br />
de las escenas, pero muy poco<br />
del místico José y de la evocación del Renacimiento<br />
italiano imaginada por Sert<br />
Neumeier lleva la obra a un Oriente<br />
muy ecléctico, dominado por el decorativismojugenc/stil<br />
de la Viena contemporánea<br />
de Strauss y Hofmannsthal. Es un<br />
acierto de partida, que se complementa<br />
con otros hasta completar una obra<br />
maestra del neomodemismo actual.<br />
El conjunto del drama es la disidencia<br />
entre el deseo y su objeto. José sueña<br />
con un ángel del cual se enamora y cuyo<br />
amor es correspondido. El ángel es<br />
un robusto y ambiguo guerrero romano<br />
vestido de fulgores dorados, José es un<br />
atleta adolescente, que nada semidesnudo<br />
por la vida, y lo bien que hace, envuerto<br />
en una túnica que muestra más<br />
que oculta y zarandeando sus oscuros<br />
bucles de pastora I lo barroco.<br />
El resto son los desencuentros eróticos<br />
que hacen a esta historia sensual y<br />
desesperada. La mujer de Putifar busca,<br />
en vano, los favores de su marido, un<br />
jerarca faraónico, desorientado y cachas.<br />
S6SCHERZO<br />
Esplendores gay<br />
Luego intenta seducir a José, que sólo<br />
ama a su ángel. Pero también José intenta<br />
enamorar a Putifar, que lo huye,<br />
no sin su cuota de confusión. Finalmente,<br />
José se encuentra con su amante en<br />
un espacio onírico y celestial, y la mujer<br />
de Putifar se inmoviliza en su oscura soledad,<br />
acentuada por el hecho de que la<br />
bailarina es negra. Negra y hermosa, como<br />
la Sulamita bíblica, oscura como la<br />
grave carne que la lleva de hombre imposible<br />
en imposible hombre. El deseo<br />
sólo se encuentra con su objeto en los<br />
sueños. Lo demás es danza, vana y bella<br />
danza de cuerpos desnortados por la<br />
selva de la sensualidad y la histeria.<br />
STRAUSS: La leyendo de ¡osé. Coreogrifi*<br />
John Neumeitr. Judlth Jarniion (h mujer de Pudín"),<br />
Kevln Haigen (|osé. Karl Musil (el ángeJ) y<br />
fnra Wilhelm (Putifar). Miembros del ballet de la<br />
Opera de Viona. Orquesta Filarmónica de Viena.<br />
Director Heinrich HolJrelser. Decorados y vwtuario:<br />
Emst Fuchs. Dirección coreografía: John<br />
Neumeier. Ingeniero de sonido: Bert Grund. Productor:<br />
Horant Hohfeld. Filmación: VI11/1977.<br />
PHILIPS CD Video 070 109-1 PHG PG 716.<br />
6517".<br />
EL ARTE DEL BALLET DEL SIGLO XX Bolero<br />
de Maurice Ravel. Orquesta de París. Director:<br />
Jean Martinon. Adagteno de li Quinto Sintonía<br />
y tres movimientos de la Tercera 'vnfonlo de Gustav<br />
Mahler. Naoko IWa, soprano, confunto vocal<br />
y Nueva Orquesta Smfónica (no consta director).<br />
Coreografía: Maurice Bé|art. Bailarines solistas:<br />
Jorge Donn y Shonach Mirk. Ballet del Siglo Veinte.<br />
Director: Maurice Béiart. Producción: Dream<br />
Factory de BíMca. Director artlitico: Ene Butin.<br />
Filmación: 1985. CD Video PHIUPS 070 134-1<br />
PHG PG 716. 74'IS'.<br />
Los cuatro protagonistas<br />
son excelentes bailarines-actores,<br />
dueños de una presencia<br />
física que define a sus personajes<br />
y de un juego coreográfico<br />
persuasivo y brillante. No desmerecen<br />
los comprimarios, secuestradores,<br />
verdugos, luchadores<br />
y cortesanos. Una fiesta<br />
de la vista golosa y la muda expresividad<br />
de los miembros<br />
elásticos y sudorosos. Una cámara<br />
habilísima sigue el rastro<br />
de los personajes y sorprende<br />
detalles de actitudes y de vestuario<br />
con una sutileza que un<br />
espectador teatral no alcanzarla<br />
jamás. Un rostro, una mano,<br />
una axila, un casco guerrero o<br />
el busto de una armadura cobran<br />
el carácter de auténticos<br />
protagonistas.<br />
La otra pieza que comentamos<br />
exhibe una muestra desigual<br />
del coreógrafo Maurice<br />
Béjart Junto a una de sus piezas culminantes,<br />
el raveliano Bolero, unos fragmentos<br />
de Mahler deslucidos por una<br />
coreografía literaria e ineficaz. Se echan<br />
de menos otras obras maestras de Béjart,<br />
como La consagración de la primavera<br />
o la surte de danzas griegas. Aqu! se<br />
ha centrado la producción en la figura<br />
del bailarín argentino Jorge Donn, de<br />
dotes discretas y físico un tanto pesado,<br />
más para cubrir que para desnudar, como<br />
se ve de sobra en este láser disc.<br />
Sofero fue concebido como un contrapunto<br />
austero, creciente y finalmente<br />
apoteósico entre el ritmo masculino y la<br />
melodía femenina, todo muy cerca de<br />
lo que Ravel desarrolla en su espléndida<br />
partitura. Una mujer, subida a una mesa<br />
circular, va atrayendo a un coro de bailarines<br />
que se incorpora poco a poco a<br />
la danza general, acabando de formar<br />
un circulo humano en tomo a la solista.<br />
Donn imrta las evoluciones de la bailarina<br />
con encomiable efecto, pero ei contrapunto<br />
mujer-varón se echa en fafta.<br />
Un trabajo de cámara muy inteligente<br />
nos ofrece puntos de vistas generales,<br />
particulares y algunos planos cenitales<br />
de elocuente plasticidad.<br />
El resto mahleriano es prescindible y,<br />
como queda dicho, merecerla ser suplantado<br />
por otras creaciones de Béjart.<br />
Bíos Matamoro
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
La actividad concertística de Pavarotti<br />
fue tardía en su periplo profesional.<br />
El primer recital del tenor<br />
tuvo lugar en 1973; es decir, después<br />
de 12 afíos de carrera ya 18 de<br />
distancia de! presente. El modenés de<br />
oro tardó en decidirse porque consideraba<br />
esta actividad tan arriesgada como<br />
laboriosa. No le fue mal en la experiencia.<br />
Supo encontrar una fórmula infalible<br />
que equilibrara los elementos en<br />
juego, arriesgando lo menos posible. En<br />
la elección del programa compatibilizó<br />
lo sentimental con lo ligero, lo oneroso<br />
con lo fácil, logrando una especie de<br />
pastel canoro que llega inmediatamente<br />
al auditorio. Para aliviar una continua<br />
presencia del cantante ante el público,<br />
quitando monotonía al acto y dando<br />
respiro al intérprete, Pavarotti introduce<br />
una estrella invitada en sus conciertos,<br />
algo asi como un telonero o telonera<br />
que unas veces era una especie de<br />
alumna (Madelyn Rhenée) y otras, en<br />
espectáculos con orquesta, un excelente<br />
flautista. Andrea Griminelli, que infaliblemente<br />
interpretaba la exigente fantasía<br />
sobre la Carmen bizetiana organi-<br />
Treinta años no es nada<br />
zada por Borne. Aquí en Hyde Park,<br />
además del citado ¡oven flautista, el coro<br />
(con el imprescindible Vo pensiero)<br />
suma su presencia a un acto que dura<br />
casi los cien minutos, de los cuales el<br />
tenor ocupa algo más de la mitad con<br />
su presencia vocal. Coincide el acto con<br />
los treinta años de Pavarotti en escena.<br />
La presentación, como se recordará,<br />
fue en Reggio Emilia en abril de 1961, y<br />
ha sido suficiente y oportunamente<br />
conmemorada en el Teatro Romolo<br />
Valli de aquella ciudad, y contó con la<br />
preciosa colaboración de un grupo más<br />
como amigos que como cantantes del<br />
tenor modenés: Cappuccilli, Kavaibanska,<br />
Verrett, etc. Televisión Española la<br />
emitió no hace mucho y su aparición<br />
en Laser-Disc es inminente (una ausen-<br />
PAVAROTTI IN HYDE PARK; Pigirai
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRABCQ<br />
Las últimas novedades editadas<br />
por la serie Vivarte<br />
de Sony poseen un interés<br />
algo menor que la primera<br />
entrega ya reseñada en SCHER-<br />
ZO (ver n.° 53). El pie forzado<br />
del bicentenario mozartiano de<br />
1991 juega un poco en contra<br />
del balance general de estos discos<br />
llegados a la redacción.<br />
Es de nuevo el Huelgas Ensemble<br />
el que propone los registros<br />
más originales y conseguidos.<br />
En el titulado In morte di Madonna<br />
Laura, ciclo madrigalistico heterogéneo<br />
a partir del Cancionero<br />
de Petrarca, Nevel rastrea, como<br />
es su costumbre, los rincones<br />
más desatendidos de la historia<br />
de la música. Aquí el melodismo<br />
italiano se tiñe de una coloración<br />
sombría por la pendida del amor<br />
o el golpe de la muerte. Dan<br />
contrapartida popular a esto la? vitalistas,<br />
desbordadas Ensotados de Mateo<br />
Flecha, a las que Nevel confiere un carácter<br />
más definidamente grotesco que<br />
Savall (Astrée), incidiendo también en la<br />
multiplicidad de procedencias de las<br />
músicas hilvanadas por el autor. La pronunciación<br />
del castellano de los cantantes<br />
presenta algunas dificultades que la<br />
erudición del director consigue equilibrar.<br />
Bemius dispone dos cantatas profanas<br />
de Bach, escritas en honor de Augusto<br />
III, elector de Sajonia y rey de Polonia.<br />
Piezas de circunstancias de alabanza<br />
al poder, en las que, al menos, se<br />
piden para los subditos frutos del supuesto<br />
buen gobierno. Bach cumple<br />
con encargo tan ingrato guardando el<br />
nivel de toda su obra. La interpretación<br />
recrea un ambiente cortesano, evitando<br />
la violencia de un Hamoncourt (como<br />
en Eoto propidador, de una energía telúrica,<br />
Teldec). Las versiones se cimentan<br />
antes que nada en las excelentes prestaciones<br />
vocales, tanto de los solistas como<br />
del coro. En lo instrumental, Berniius<br />
aplica soluciones de moderación,<br />
siendo atractiva la tímbrica de los vientos,<br />
pero un punto deslizada hacia lo<br />
convencional la articulación de las cuerdas.<br />
Entramos en el referente mozartiano<br />
con el Don Govanni de Gazzaniga. pues<br />
no mucha mayor significación tiene esta<br />
ópera que la relación contextualizadora<br />
para la obra mayor homónima del salz-<br />
88 SCHERZO<br />
Sonidos redescubiertos<br />
Hateo Hecha el Vleto nu\ - IHH<br />
tas Ensaladas<br />
El Fuego - La Negrina- La lusla<br />
Huelgas Ensemble • Paul van Nevel<br />
burgués. Con respecto a la versión de<br />
Soltesz (Orfeo, ver SCHERZO n.° 52),<br />
Bruno Weil redondea un producto global<br />
más centrado en el estilo, pero con<br />
dos graves inconvenientes: el reparto<br />
vocal ofrece tan sólo una labor muy justa<br />
y, sobre todo, se han suprimido completamente<br />
los recitativos (cuyos textos<br />
pueden leerse en el libreto adjunto al<br />
disco), con lo que el sentido dramático<br />
de la grabación ha desaparecido. La decisión<br />
podra justificarse por el deseo de<br />
la editora de brindar la ópera en un único<br />
disco, pero es incomprensible en una<br />
interpretación con pretensiones de fidelidad.<br />
No recibidas para critica las Sinfonías<br />
(a partir de SerenawsJ de Mozart registradas<br />
por Weil, sus otras dos aporta-<br />
IN MORTE DI MADONNA LAURA Madrigaleí<br />
con testen de Pemrca. FLECHA; £j (liego Lo Negnno.<br />
Lo justa Huelgas Eniemble. Director Paul<br />
van Nevd. BACH: Cantaos BVW 20b y 207o. Z3esak.<br />
Chance, Prégardien, Kooy. Coro de Cánurj<br />
de Stuttgart. Conceno KOln. Director Frieder<br />
Hcrniui. GAZZANIGA: Don Owonrii Johruon. Serra.<br />
Szmytka, FurlanettO- Coro de Cimara de<br />
Stuttgart. Tafelmustk. Director Bnno Weit. MO-<br />
ZART: Oberturas Serenoto K. 525 Danza criémonos<br />
TaWmmik. Director Bruno Weil. MOZART:<br />
Uno bromo musco! Quinteto pora trompa Mordías<br />
Dúos. Dtvwiirrwntos. Oñfümento K. 563. Cuartro<br />
Adagios y fugas. Gran Sexteto Concertóme. Dos Dúos<br />
poro viofti y vota. L'Archibuddli. MOZART. Moa. K<br />
2<strong>62</strong>. iníer natos mufjerum Ten Deum ioudarnuí Vevte.<br />
popuíi Regrna Coeír. Ave vewm Corpus. Ci«lewtá,<br />
GUnther, Müller, Irrmier. Coro da Muchacho*<br />
oe Toiz. Solista] Barroco] Europeo!. Director:<br />
Gerhard Schmidt-Glden. SCHUBERT:<br />
Sinfonías túms- 5 y 6. The CtasicaJ Band. Director<br />
Bruno Weil. II CD SONY Vtwre, 1991.<br />
ciones a este campo teñen un talante<br />
muy menor el disco de oberturas<br />
de las siete grandes óperas,<br />
de Idomeneo a Clemenza di Tito<br />
(más la del Sdiauspie/diretóor y con<br />
acompañamiento de la inevitable<br />
Serenara K. 525), resufta en estos<br />
instantes de producción fonografía<br />
masiva perfectamente inútil. En<br />
cambio, las Danzas alemanas, fruto<br />
del Mozart suministrador de material<br />
para la diversión, cobran en las<br />
manos de Weil una alegría inusitada<br />
por su fuerza motórica incitadora<br />
del baile. Así, podemos creer<br />
que la danza apasionase a Mozart<br />
por encima de cualquier otra cosa.<br />
Los extraordinarios instrumentistas<br />
de l'Archibudelli indagan en el<br />
catálogo mozartiano desde las páginas<br />
de mayor celebridad (ñromo<br />
musical) a las rarezas. Todas las<br />
acritudes armónicas de la broma<br />
aparecen en esta versión desnuda, en la<br />
que lo paródico surge de la cara oculta<br />
del propio rigor de la interpretación.<br />
Apasionante por su novedad, que es<br />
restitución, la fusión de timbres en el<br />
Quinteto para trompo, y tensa, dramática<br />
la lectura del Dwertimenta K. 563, que<br />
por su contenido no responde al género<br />
donde lo clasifica el tftulo. Demostración<br />
de las posibilidades de los ejecutantes<br />
en el Gron Sexteto Concertante,<br />
no otra cosa que una transcripción anónima<br />
de la Sinfonía concertante para vio-<br />
Ün y viola K-364. En la interpretación se<br />
potencian los valores cameristicos del<br />
arreglo (muy solvente), sin que se aprecien<br />
las limitaciones inherentes a toda<br />
reducción.<br />
Ejemplos secundarios del arte musical<br />
sacro de Mozart en la grabación de<br />
Schmidt-Gaden. Sin embargo, las versiones,<br />
que cuentan a su favor con el coro<br />
sensacional de los muchachos de Tolz,<br />
defienden las partituras en recreaciones<br />
que se inclinan mayoritanamente por io<br />
afirmativo, en especial en el Kyrie de la<br />
Miso K. 2<strong>62</strong>, así como en el Te Deum y<br />
la Regina Coeli.<br />
Con The Classical Band, Bruno Weil<br />
plantea un Schubert cristalino, de sonido<br />
frágil y refinado, próximo al universo<br />
mozartiano. Movimiento, dinámicas y<br />
acentuación en el <strong>Scherzo</strong> de la Sexto<br />
hacen de este pasaje uno de los puntos<br />
destacados del disco.<br />
Enrique Martínez Miura
TORROELLA DE MONTGRÍ (COSTA BRAVA)<br />
IX CURSOS INTERNACIONALES DE MÚSICA<br />
XII Festival Internacional de Música<br />
JULIO-AGOSTO 1992<br />
CURSO DE INTERPRETACIÓN<br />
{instrumento, música de cámara y orqucst.<br />
14 - 30 de Agosto<br />
Profesores del Royal College y invitados.<br />
Rodney Friend, violin<br />
jae Park, violín<br />
Roger Best, viola<br />
Tlm Hugh, violoncelo<br />
Yonty Solomon, piano<br />
Alvaro Pierri, guitarra<br />
Xavier Joaquín, percusión<br />
]ohn Fosttr, director de lo orquesta<br />
y la participación de<br />
The Royo/ College Strlng Ensemble,<br />
música de cámaro<br />
• La FUNDACIÓN CAIXA DE CATALUNYA otorgará 80 becoi pera<br />
participar en ios cursos. Las interesados tendrán que mandar a la<br />
FUNDACIÓN CAIXA DE CATALUNYA ("Lo Pedrera". Pnjseig de<br />
Grada, 92, 3°, I' - 08008 Barcelona) un detallado curriculum pe'sanol<br />
y académico y una grabación en cinta cassette de dos abras<br />
pertenecientes a dos períodos musicales distintos, de una duración<br />
mmpma de S minutas cada una.<br />
Organización e información Colaboran<br />
JMATdM<br />
•7<br />
Joventuis<br />
Muslcals<br />
de Tonoeila<br />
de Montgrí<br />
Aportado 70<br />
I 725 7 TorroeJIo de Montgr/<br />
Te). (972) 75 83 96<br />
Fax. (972) 7* 06 48<br />
CURSO DE CANTO<br />
12 - 19 de Julio<br />
Joume Aragall<br />
CURSO EUROPEO DE PIANO<br />
18 - 25 de Agosto<br />
Aqullles Delle-Vigne,<br />
Conservatorio de Rotterdam,<br />
acole Nórmale de Musiaue de París.<br />
Carlota Garrlga,<br />
Academia Marshall de Barcelona.<br />
Carla Giudlcl,<br />
Conservatorio de Santa Cecilia de Roma.<br />
María Gol/o,<br />
Conservatorio de Turin.<br />
Alfredo Spemnza,<br />
Escuela Rímini.<br />
Oxono Yablontkaya,<br />
¡uillard School de Nueva York.<br />
CONVOCATORIA DE BECAS OTORGADAS<br />
POR LA FUNDACIÓN CAIXA DE CATALUNYA<br />
lijij The Brítish Couneil<br />
J.JORQUERA<br />
kAWAI<br />
IWrVERSITAT DE BARCELONA<br />
El plazo de entrega de esta documentación terminará el próximo<br />
30 de Abril.<br />
La decisión del Jurado se comunicará a ios interesados antet<br />
del 30 de Moyo.<br />
El plazo de inscripción paro tedas los alumnos termino el 15 de<br />
Junio.<br />
Patrocinan<br />
Ajuntament de<br />
Torroella de Montgrí<br />
CONSOL COMAFCAL<br />
•TE. BAIX EMPORDr.<br />
mm<br />
•»•— l<br />
Generalltat de Catalunya<br />
! Departament de Cultura<br />
Diputado de Girona FU NDAOO CAIXA DE CATALUNYA
DISCOS<br />
ESTUDIO DiSCOGEÁFICO<br />
Christian Zacharías: camino intermedio<br />
D<br />
ice Christian Zacharias en el libreto<br />
que acompaña este álbum:<br />
«La cadencia que posiblemente<br />
me subyuga mas es la del Concierto<br />
de ¡a Coronación, donde intento<br />
emplear otros medios encaminados a establecer<br />
una comunicación con algo que<br />
está sucediendo en algún lugar fuera de<br />
la escena musical. Por eso, empiezo la<br />
cadencia y. en algún punto, muestro una<br />
vacilación. Espero la inspiración, apareciendo<br />
entonces el glockenspieí, que toca<br />
la melodía que yo buscaba y a la cual<br />
replico (...) Incluso el Comendador se alza<br />
de su tumba para atemorizarme al comienzo<br />
de la cadencia del tercer movimiento<br />
del Condeno en re menor».<br />
Efectivamente, el oyente del Concierto<br />
núm. 20 no da crédito a lo que escucha<br />
cuando, justo en el momento que indica<br />
Zaeharias, se oye casi como en una interferencia<br />
uno de los acordes previos al<br />
Don Giovanni, a cenar teco. Es la misma<br />
Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera<br />
distorsionada en su sonido de forma<br />
premeditada para buscar ese o!go mós<br />
que pretende el pianista en su interpretación.<br />
El citado glockenspiel hace su aparición<br />
en la cadencia del primer movimiento<br />
del n° 26, como si se hubiera abierto<br />
de pronto una cajita de música que<br />
acompaña momentáneamente al intérprete.<br />
En la cadencia del primer movimiento<br />
del n" 22 las maderas tocan junto<br />
a Zaeharias ofreciendo una peculiarisima<br />
vía interpretativa menos chocante que la<br />
del Comendador.<br />
Son unos ejemplos de las licencias que<br />
se ha tomado Christian Zaeharias en algunos<br />
momentos de su interpretación,<br />
las cuales, por lo extravagantes, las firmaría<br />
el mismísimo Glenn Gould. No en vano<br />
el pianista alemán es el gran protagonista<br />
de este registro, figurando su nombre<br />
en la carátula a la misma altura que<br />
el del compositor, mientras que se necesita<br />
una lupa para apreciar el de los directores.<br />
La interpretación al piano de estos<br />
conciertos puede ser clara, rotunda y beetfioveniana<br />
(Barenboim), acaramelada<br />
(Perahia), transparente, amable y mesurada<br />
(Casadesus), inmaculada en su perfección<br />
(Brendel), cálida y estimulante<br />
(Haskil), suave y apolínea (Pires) o schubertiana<br />
(Curzon, quien, ademas, tararea<br />
algunos pasajes). Zaeharias demuestra<br />
que no toca esta música como un trámite.<br />
Su sonido es acuoso y muy claro, seguramente<br />
deudor de la gran Oara Haskil,<br />
de quien se declara ferviente admira-<br />
90 SCHERZO<br />
dor. Por momentos se muestra original<br />
en el planteamiento -óigase el primer tema<br />
del primer movimiento del Concierto<br />
n" 22-, a veces de manera plausible -pnmer<br />
movimiento del n" /5-, otras, más<br />
discutible -Allegretto del / 7 o Adagio<br />
del 23, donde unos improvisados adornos<br />
en forma de grupetos especialmente<br />
inoportunos contribuyen a romper parte<br />
del encanto de esa espléndida música--<br />
Demuestra una notable seguridad en<br />
los pasajes más enrevesados e intenta<br />
evitar, cosa que logra, caer en lo que él<br />
denomina «el Mozart de confitería». Como<br />
ejemplo de que Zaeharias consigue<br />
alcanzar ese difícil justo medio óigase el<br />
Andante del n° 15 -donde recuerda a<br />
Gieseking- o el frecuentemente endulzado<br />
Andante del K-467.<br />
Todas las cadencias no escritas por<br />
Mozart han sido realizadas por Zaeharias,<br />
labor que entraña una trampa a veces<br />
mortal para el responsable. Aquí, en<br />
cambio, constituyen un modelo de equilibrio<br />
y luminosidad. En alguna se percibe<br />
el aliento de Papageno -tercer movimiento<br />
del K-4I5- o la sonrisa de Don<br />
Juan -también tercero del n° 20-, pero<br />
todo siempre dentro de una gran discreción<br />
afortunadamente alejada de las cadencias<br />
por las que Zaeharias dice sentir<br />
horror -«aquellas de Czemy, Saint-Saéns<br />
y Busoni que en siete u ocho minutos no<br />
dejaban de ir arriba y abajo en el piano»-.<br />
En cuanto a esas soluciones tan<br />
personales a la búsqueda de la inspiración<br />
resultan agradables al oído si nos libramos<br />
de los prejuicios correspondientes<br />
-excepto la del acorde del Don Cíovanni<br />
para la cadencia del K-466 que se<br />
nos antoja descabellada-.<br />
Seis orquestas, seis, para estos Conciertos<br />
La que queda un tanto por debajo<br />
de las demás es la Orquesta de Cámara<br />
Polaca, «provinciana en el mejor sentido<br />
de la palabra» como dice Zaeharias. Por<br />
el contrario, la que sale airosísima de la<br />
inevitable comparación es la de la Staatskapelle<br />
de Dresde, dirigida por Zinman<br />
en los Conciertos n" 22 y 23. Su sonido<br />
claro y muy cálido a la vez -registrado en<br />
la Lukaskirche de Dresde- parece ideal<br />
para estas obras.<br />
La parte del león se la lleva, por expreso<br />
deseo de Zaeharias, David Zinman, Él<br />
se encarga de los Conciertos n° 13 y IS<br />
(Inglesa de Cámara), 22 y 23 (Staatskapelle).<br />
20, 21, 25 y 26 (Radio de Baviera).<br />
Zinman fue músico de la Orquesta<br />
de Cámara Holandesa y se hizo muy<br />
amigo de Maniner cuando ambos coinci-<br />
dieron en Nueva Inglaterra para estudiar<br />
a las órdenes del admirado Pierna Monteux.<br />
Su dirección es muy correcta, con<br />
cada cosa en su sitio y especial énfasis en<br />
las maderas -acorde con los tiempos<br />
que corren-. 5in embargo, no logra traspasar<br />
el límite entre el artesano y el artista<br />
(como si hacía su maestro Monteux<br />
en la 35 y 39 de Mozart con la NDR<br />
meses antes de morir, en grabación que<br />
recomendamos vivamente; CD Preludio).<br />
El oyente podrá certificar lo que decimos<br />
al oír el arranque del Concierto n"<br />
2/ o el primer movimiento del n° 13.<br />
Precisamente el Allegro final de este K-<br />
415 necesita más alegría y buen humor<br />
del que Zinman aporta. ¡Qué bien tocado<br />
está el Concierto n" 20, con una Sinfónica<br />
de la Radio Bávara brillantísima -tómese<br />
buena nota del tempo lento-, pero<br />
qué lejos del empuje heroico que le<br />
proporcionaba Szell con Rudolf Serkin y<br />
la Orquesta de Cleveland! Destaquemos<br />
como curiosidad el Andante del K-467,<br />
llevado a un tempo mucho más ligero<br />
del que suele ser habitual, aunque coherente<br />
con la linea interpretativa en la que<br />
pianista y director se mueven (dura 5' 12"<br />
frente a los 6'48" de Perahia, los 6'17"<br />
de Brendel/Marriner o los 835" de Barenboim).<br />
Lo más destacable de la labor<br />
de Zinman está en los Conde/tos rf 22 y<br />
23 al frente de la ya convenientemente<br />
alabada Staatskapelle.<br />
Neville Marriner es el encargado de<br />
los Conciertosn"5, 6, //, 16, 17, I8y 19,<br />
con la Sinfónica de la Radio de Stuttgart<br />
-la única onquesta del mundo cuyos integrantes<br />
se escuchan unos a otros cuando<br />
tocan, al decir de Celibidache cuando era<br />
titular de la misma-. Estos conciertos se<br />
pueden dirigir con mucho brío y mucho<br />
duende (Fricsay o Szell) con poco brío y<br />
poco duende (Bohm) o como Marriner.<br />
es decir, con mucho brío y poco duende.<br />
El director de Lincoln opta por una frescura<br />
haydniana muy apropida para El<br />
Oso, Lo Gallina o La Reina pero que quizá<br />
parecerá demasiado fría a quienes busquen<br />
en estas obras el calor que indiscutiblemente<br />
irradian. Su concepto puede<br />
ser adecuado para los primeros Conciertos<br />
-en nuestra grabación, los n" 5, 6 y<br />
/ /-, pero en los demás queda corto de<br />
sentimiento. Habrá quienes prefieran este<br />
Mozart, alejado de cualquier voluptuosidad<br />
romántica. A nosotros nos parece<br />
peor el remedio que la enfermedad. Interpretaciones,<br />
en fin, en línea paralela a<br />
la de su anterior grabación con Brendel y<br />
la Academy.
WOZART<br />
D E<br />
THE PIANO CONCERTOS<br />
LES COlfCERTOS POÜR PIANOnn<br />
Jerzy Maksymiuk dirige a la Orquesta<br />
de Cámara de Polonia en los Conciertos<br />
n a 8,9, 12 y 14. La orquesta, correcta en<br />
su elección por sus reducidas dimensiones<br />
no lo es tanto por la mano que la<br />
gobierna Maksymiuk se muest/a falto del<br />
encanto necesario y llega a caer en un dirigir<br />
mecánico que, tratándose de esta<br />
música, es delito de lesa interpretación<br />
-puede oírse como comprobación el difícil<br />
Andante del K-246-.<br />
La versión de Günter Wand y la Sinfónica<br />
de la NDR de Hamburgo merece<br />
capítulo aparte. Se trata de los Condenas<br />
n° 24 y 27. Precisamente Zachanas comenta<br />
que pidió a Wand su intervención<br />
en estas grabaciones tras haber coincidido<br />
con él en concierto público tocando<br />
el K-595. Allí dice que se dio cuenta de<br />
que el anciano director encamaba toda<br />
la tradición musical centroeuropea fundamental,<br />
según él, para afrontar estas dos<br />
obras.<br />
En la dirección de Wand hay detalles<br />
que por su peculiaridad interpretativa llaman<br />
la atención. Por ejemplo, los segundos<br />
violines en el primer movimiento del<br />
K-491 (compases 271 y ss.), la respuesta<br />
orquestal a la primera frase del piano en<br />
el mismo movimiento (compases 118 a<br />
123) o el olor, color y sabor a Emperador<br />
que tienen los instantes previos a la ca-<br />
dencia (compases 481 a 486). Del mismo<br />
modo, la interpretación de pianista /<br />
director en el K-595 mira hacia delante<br />
pero sin caer en un exagerado romanticismo.<br />
Asi es como lo ve Zacharias,<br />
quien explica que este Concierto tiene para<br />
él mucho de los lieder schubertianos.<br />
El oyente descubrirá frases de las maderas<br />
en cuyo realce ha puesto especial<br />
hincapié el director de Elberfeld -antes<br />
del resurgimiento del primer tema del<br />
piano en el primer movimiento-. Y verá,<br />
además, la delicadeza casi postara! en el<br />
acompañamiento orquestal del Largnetto.<br />
MOZART: Los condenas pora piano. Qirtítlan Zachariai.<br />
plano. Ortfue» Sinfónica de b NDR- Director<br />
GUnur Wtnd. Cirquera Sinfónica de la '<br />
Radio d* Scuttjart. Director: Str Nevllte Nirriner.<br />
Orquua de Címan de Polonia. Director Jan)'<br />
M»kiymluk. Orquein Inglesa de Cámara. Orquesta<br />
de la Soankapelle de Drudt y Orqueita<br />
Sinfónica da la Radio Bavan. Director David Zlnman.<br />
EMI CMS 7 6405I 2 A, B y C I0CD-DDD.<br />
ÍT, 55'. «'. 48'. 48', SV, 55'. 6ff, 63', ti. Grabación:<br />
Stuttgart, Londres, Munich. Drade y Hunburgo,<br />
1983-IMI Productor Lúa Lüdeminn,<br />
Gerd Berg, Dietmar WolF. Otlo Tomek. Theodor<br />
Holzinger, Helm Wegner. Fnedrich Wtíi y<br />
Lrtf TSomion. Ingeniero! Bernhard Bauer. Wolfpng<br />
Gullich. Neville Bovting, Mark Vljarí, Fnnk<br />
Rkhter. Martin Vfleland. Gorhard Knobelidorfi.<br />
Hont Kun». Hira SchmM, Fri«drkh Wapier y<br />
Kari-Otto Bremer.<br />
EMI<br />
CLASSICS<br />
DISCOS<br />
Grandes interpretaciones,<br />
por tanto,<br />
de estos dos Conciertos.<br />
Sin duda, lo mejor<br />
del integral junto<br />
a los 22 y 23 de Zinman<br />
-aun con las salvedades<br />
ya apuntadas<br />
sobre la dirección<br />
en estos últimos-,<br />
Wand demuestra<br />
que son muchos<br />
años de convivir y<br />
amar esta música.<br />
Música de Mozart<br />
que para él es una de<br />
las cuatro vías, ciertamente<br />
poco ontológicas,<br />
por las que se<br />
demuestra la existencia<br />
de Dios (las otras<br />
tres hay que buscarlas<br />
en la obra de Beethoven,<br />
Schubert y<br />
Bruckner).<br />
En resumen, Conciertos<br />
muy bien tocados<br />
por Chrístian<br />
Zacharias -quizás podría<br />
ser un camino<br />
intermedio entre la<br />
visión de un Barenboim<br />
y la de un Perahia-<br />
a pesar de las<br />
veleidades apuntadas<br />
al principio, Notable labor de Zinman y<br />
Marriner y memorable la colaboración<br />
de Wand en los K-491 y 595. El buen<br />
sonido los hace muy recomendables para<br />
aquellos que quieran oírlos por vez<br />
primera o deseen una piedra de toque<br />
inicial para profundizar más adelante. Los<br />
coleccionistas encontraran onginalidad en<br />
los planteamientos pianísticos de Zacharias<br />
y variedad en las diferentes orquestas,<br />
además de muy buenas versiones aisladas<br />
de los conciertos ya señalados.<br />
Aun asf, si se quiere un integral, nos<br />
decantaríamos por el precio medio y la<br />
muy buena interpretación del de Barenboim<br />
y la Inglesa de Cámara, con un<br />
punto de excesivo arrebato romántico<br />
en algunos momentos -EMI-: o el de<br />
Perahia con la misma orquesta -Sonyaunque<br />
ésta no raye a la misma altura<br />
que con el pianista argentino.<br />
Finalmente, los que opten por ir recabando<br />
versiones en pequeñas dosis no<br />
deben olvidar Szell/Casadesus-Serkin<br />
(sólo disponibles en CD Sony el 21 y el<br />
24 por el momento), los preciosos 23 y<br />
24 de Kertész/Curzon -Decca- o los<br />
(9 y 27 de Fricsay-Haskil (DG, Dokumente).<br />
Rafael Yáftez Pérez<br />
SCHERZO 91
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Beethoven, como un diablo cojudo<br />
B<br />
rahms, Bach, Chopin, Chaikovski...<br />
y por fin DGG propone ia<br />
Beethoven dompoct edition, otro<br />
de esos cofres de la casa diseñados más<br />
para suscitar el elogio que para un manejo<br />
cómodo, con un precio francamente<br />
asequible -alrededor de las dieciséis mil<br />
pesetas-, libreto suficiente en las cuatro<br />
lenguas de costumbre -el lector sabe<br />
cuál se echa en fatta-, y copia de hermosos<br />
grabados de retratos y paisajes beethoven<br />
ianos.<br />
Edición orientada sin duda hacia el público<br />
menos especializado -contiene sólo<br />
las obras más populares-, puede ser un<br />
fino regalo para quien inicia su discoteca<br />
beethoven ¡ana, pero apenas puede saciar<br />
al melófilo de toda la vida y a los buscadores<br />
de rarezas; a quienes desean, en<br />
suma, algo más que los archimanidos Karajan,<br />
Kempff, Barenboim, Abbado, Menú<br />
hin, PollinL<br />
Faltan casi la mitad de las sinfonías, falta<br />
el que cronológicamente es primer<br />
concierto pianístico, faltan veintrtantas sonatas<br />
para piano -jno está la Hammerklavieri-,<br />
falta cualquier muestra de Heder,<br />
falta Fidelio... Este Beethoven ad usum<br />
delphini es como un diablo cojuelo encerrado<br />
en su botella; conserva su naturaleza<br />
pero se antoja inofensivo y caprtidismlnuido.<br />
Herr Ludwig es demasiado grande<br />
para ser reducido al contenido de sólo<br />
diez compactos; aunque se trate de buenos<br />
compactos -en varios casos, magníficos-.<br />
Las sinfonías indican por dónde van los<br />
tiros y qué intenciones tiene DGG. El<br />
arranque fuera de tónica de la Primera<br />
parece asustar aún, como a algunos desagrada<br />
el humor liviano de la Octava.<br />
Han sido arrojadas a las tinieblas exteriores,<br />
como las impopulares Segundo y<br />
Cuarta (¿por qué no haber incluido la excepcional<br />
Cuarta de Karajan?). El compendio<br />
se abre, pues, con la Heroica de<br />
Giulini-Los Angeles. Olvidando la tradición,<br />
el maestro italiano se venga del corso<br />
que un día dominó su tierra y, negando<br />
el tributo a la memoria del gran hombre,<br />
ofrece casi una hora de<br />
medrterraneidad ajena a los referentes<br />
de Furtwangler y Klemperer. Con insólrta<br />
lentitud, cuidando cada filigrana, iluminando<br />
cada contracanto, mimando con calor<br />
detalles que otros ignoran, rubrica una<br />
versión memorable, distinta mas no distante<br />
sino cercana al corazón de la mas<br />
enjundiosa musicalidad, muy superior,<br />
por ejemplo, a la Pastoral de Bemstein-<br />
Viena, grabada, como las tres oberturas<br />
92 SCHERZO<br />
que completan el disco, en concierto público:<br />
el llorado maestro americano era<br />
un auténtico animal teatral -¿o un histrión?-<br />
y se hallaba menos a gusto en<br />
plein air. El mismo Giulini ha firmado -varias<br />
veces- la mejor Sexta- Quinta y Séptimo<br />
han permitido múltiples lecturas superiores<br />
a las digitales de ia integral Abbado-Viena<br />
(para la primera, y en la<br />
misma DG, Bohm, Giulini y Karajan; para<br />
la segunda, Furtwangler, Sorti, y, en DG,<br />
de nuevo Karajan). Don Claudio, como si<br />
de la Caballé se tratara, prefiere el oropel<br />
sonoro que la fibra dramática. Por<br />
momentos bordea el tedio, sin que las fidelidades<br />
repetitivas y novedades textuales<br />
(coronas en el Allegro de la Quinta)<br />
den suficiente interés a unas versiones de<br />
arte y ensayo más aséptico que sincero.<br />
Para concluir, la Novena de Karajan-Beriln<br />
en 19<strong>62</strong>, buena pero no tanto como<br />
otras de la misma batuta también pare<br />
DGG o las digitales de B&hm y Sorti. O<br />
sea que tros e intenciones van por interpretaciones<br />
de todo la vida a cargo de estrellas.<br />
Los modernos pueden buscar en<br />
otra parte los Hogwood. Norrington y<br />
Hamoncourt<br />
El cuarto disco de la serie es una grata<br />
sorpresa Eschenbach-Karajan-Beriln consiguen<br />
un Primero de galana ligereza vienesa:<br />
se admira tanto la preciosa articulación<br />
del solista como la habilidad del<br />
salzburgués para trocar la centuria berlinesa<br />
en un conjunto casi camerfstico.<br />
Zertser-Mutter-Ma, muy jóvenes, carecen<br />
de la autoridad de Karajan-Beriln. Pero la<br />
batuta tiene ganas de dejar sitio a la juventud<br />
y derrocha alegría y espontaneidad:<br />
entre todos hacen un Triple arrebatador.<br />
Kempff-Lertner-Berlín realizan un Te/cero<br />
algo ajado y lo lógico hubiera sido encomendário,<br />
como Cuarto y Quinto, a Po-<br />
BEETHOVEN; Sm|bnto n" 3, 7, 4 y 9. Obertura fidelta.<br />
Los cnaturas de Prometeo y Egnant (Orquena<br />
Filarmónica de Loi Angela, GILJJÍHI; Orquesta Filarmónica<br />
de Vkena. Abbado, Orquetoi Filarmónica<br />
d* Viera. Bemsteln. Orquesta Rtarmonlc» á»<br />
Berlín, Kanjan), Coftoenos poiü ptano y orquesta n°<br />
I. 3. 4 y 5, Kernpf. Leitner. Filarmónica de Berlín<br />
(n* 3), Eichenbach. Karajan. filarmónica de Berlín<br />
(n* I); Polllni, Bühm, Filarmónica de Vlena (n° A y<br />
5). Triple concertó {Eschenbach, Zelaer. Yo Yo<br />
Ma, Filarmónica de Berlín, Karajan}. Concierto para<br />
vtodri y orquesto. Romanía poro iroíTn y Orquesto en<br />
soi mayor y fa mayor (Zukermarh, Orquesta Sinfónica<br />
de Chicago, Orquesta Filarmónica de Londres.<br />
Barenboim). Sonólas n° 17,8 (Kwnpíl). W 14. 23 y<br />
21 (Barenboim). Sonóla para vtotín y ptaito en fa<br />
mayor, iiPnma^trah: Safóla para «oln y piano en lo<br />
mayor, ttKreuUer» {Menuhin, Kempff). 10 CD<br />
DEUSTCHE GRAMMOPHON.<br />
Ilini-Bohm-Viena. Son versiones tan buenas<br />
como difundidas aunque la palma la<br />
ostentan Arrau-Dresde-Davis y AITBU-<br />
Concertgebouw-Hartink para Philips y Barenboim-New<br />
Phüharmonia-Klemperer y<br />
Barenboim-BerHn-Barenboim para EMI.<br />
Precisamente Barenboim es reconocido<br />
como el mejor intérprete moderno<br />
de las Sonotos para piano, y, más que en<br />
su integral de los sesenta, en la de los<br />
ochenta, de la que se han extraído las Sonotos<br />
a él encomendadas: AJ claro de luna,<br />
Apasionada y Waldstein. No faltará<br />
quien prefiera a Brendel o Arrau en estas<br />
Sonólos, claro, pero, con pleno respeto al<br />
intelectualismo de aquél y la humanidad<br />
de éste, hay que quebrar una lanza por la<br />
técnica superior y la calidez inspirada del<br />
pianista y director -¿o músico, ni más ni<br />
menos?- argentino, muy por encima del<br />
clásico Kempff, del que se incluyen las Sonatas<br />
Patética y Tempestad. El alemán,<br />
desaparecido poco ha, fue antaño el intérprete<br />
de referencia, pero los maestros<br />
ufteriores le pusieron en evidencia y comgieron<br />
sus debilidades, arbitrariedades<br />
e irregularidades.<br />
Zukerman-Chicago-Barenboim firman<br />
un excelente Concierto para vioHn, posiblemente<br />
la mejor de las posibilidades en<br />
DGG -en EMI las hay superiores: varias<br />
de Menuhin-Furtwangler y la de Perlman-Philharmonia-Giulini-.<br />
Como lujosa<br />
propina, el disco correspondiente añade<br />
las dos Romanzas, también con Zukerman-Barenboim,<br />
esta vez con la Filarmónica<br />
londinense.<br />
Todo concluye con las Sonatas Primovera<br />
y Kieutzer en la versión, bella por<br />
siempre, de Menuhin-Kempff.<br />
¿Queda alguien que no posea múltiples<br />
interpretaciones de este conjunto<br />
de imprescindibles beethovenianos? Regálese<br />
o regálele la Beethoven compoct<br />
edition de DGG. Con sus lagunas, con<br />
sus tropiezos, disfrutará con muestra tan<br />
ilustrativa del Beethoven que se hacía,<br />
que se hace, y que -sin daño para los<br />
Brüggen, Norrington, Hamoncourt Badura-Skoda,<br />
Bilson y demás renovadores-se<br />
hará.<br />
Para concluir, una advertencia. Todos<br />
los discos incluidos en la caja hablan aparecido<br />
previamente en compacto. Ninguno<br />
de ellos tiene carácter de primicia En<br />
cuanto a las indicaciones técnicas (obras,<br />
intérpretes, año de grabación, sistema,<br />
duración del disco y número de referencia),<br />
el lector puede consultar la ficha.<br />
Antonio ¡.asierra
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Las colecciones de música histórica<br />
española han corrido diversas<br />
suertes, pero casi todas se han<br />
salvado al final negativamente. Su existencia<br />
misma no indica otra cosa sino<br />
que. salvo contadlsimas excepciones<br />
(Cantigas, los polifonistas mas grandes,<br />
Cabezón, Soler y muy poco más), la<br />
música hispana no existe en el repertorio<br />
internacional hasta Albéniz. La situación<br />
empieza ahora a cambiar tímidamente<br />
y cabe esperar grandes cosas<br />
de algunos proyectos en marcha.<br />
La colección del Ministerio de Educación<br />
y Ciencia, transferida recientemente<br />
a compacto, fue en su momento un<br />
esfuerzo válido, varios grados por encima<br />
de la serie dirigida por Roberto Pía.<br />
muy poco exigente ésta con la calidad<br />
del sonido y el estilo, y que llegó a contar<br />
con el dudoso honor de la grabación,<br />
verdaderamente deplorable, de la<br />
obra completa de cierto célebre compositor<br />
renacentista. Los registros del<br />
M.E.C, aun cuando su primer ejemplar<br />
(Música en la corte de los reyes cató/icos)<br />
data de 1967, parecen proceder del paleolítico<br />
de la interpretación histórica<br />
hispana. Debe reconocerse que fueron<br />
tentativas en algunos casos pioneras,<br />
con lo que ello implica de valentía y<br />
consecuentemente de falibilidad. Labor<br />
necesaria como eslabón para lo que había<br />
de venir, de lo que es prueba elocuente<br />
la presencia de músicos ahora<br />
famosos en el grupo Ars Musicae. que<br />
dirigía Enrique Gispert<br />
Pocas interpretaciones dejan de acusar<br />
el paso del tiempo, como es patente<br />
en el canto mozárabe marcadamente<br />
tradicional de los Antics Scolans de<br />
Montserrat, o las de la música en las<br />
cortes de Jaime I, los reyes católicos y<br />
Carlos I. Conserva su frescura, en cambio,<br />
la propuesta de las Cantigas a cargo<br />
de Música Ibérica de Holanda, con dirección<br />
de Nelly van Ree Bemard, si<br />
bien contamos hoy con lecturas más radicales<br />
(Lamandier) o más refinadas<br />
(Conjunto Medieval de la Schola Cantorum<br />
Basiliensis) y la presentación del<br />
compacto ha perdido mucho (es algo<br />
que afecta a toda la colección), al tener<br />
que renunciar al hermoso libro que<br />
acompañaba a los LP.<br />
El caso de las Ensaladas de Mateo<br />
Flecha (Coral Carmina. Conjunto Instrumental.<br />
Dirección de Jordi Casas) es interesante:<br />
la interpretación las plantea<br />
como una derivación estilísticamente indiferenciada<br />
de la polifonía del XVI. Só-<br />
Años como siglos<br />
lo gracias a las versiones de Savall (Astrée)<br />
y van Nevel (Son/) han recobrado<br />
estas páginas toda su fuerza popular y<br />
su carácter grotesco. La decisión de grabar<br />
la obra completa de Juan del Enzina,<br />
por Música Antiqua de Madrid / dirección<br />
de Miguel Ángel Tallante, tuvo en<br />
su época importancia por si misma, pero<br />
de nuevo el tiempo se ha vuelto un<br />
factor en contra. Con una materia vocal<br />
a su servicio de poca entidad, Tallante<br />
sólo logra un mundo sonoro monótono,<br />
blando, frente al disco de Savall (Astrée),<br />
donde el compositor crece en<br />
dramatismo / desgarro a nuestros oídos.<br />
No mucha mejor fortuna corren<br />
los otros dos discos de Tallante (Música<br />
Santiago Kastner, el influyente musicólogo,<br />
interpreta a la tecla (Música de<br />
teda del s. XVI y, con Cremilde Rosado,<br />
Músico instrumento/ del s. XVIII) y dirige a<br />
los Ministriles de Lisboa (Música instrumental<br />
de los ss. XVI y XVII), Desde lue-<br />
MONUMENTOS HISTÓRICOS D€ LA MÚSICA<br />
ESPAÑOLA. Canto moiírabe. Cnnugas. Múlici<br />
en las cortes de Jaime I. los reyes católicos y Carlos<br />
I. Polifonía. Múnci Instrumental de los ss.<br />
XVI, XVII. XVIII. Obra de Juan del Emlna. Música<br />
de Cervantes. Flecha Ortiz. Herrando. Maestros<br />
de capilla de las catedrales de Las Palmas. León y<br />
Oviedo- Música para órgano. Música en la capilla<br />
de Palacio. Valls: Mao Scolo An?Dno. Divenoj Intérpretes,<br />
entre dios: Múilca Iberia de Holtnda,<br />
Pro Musita Antiqua de Madrid. Ars Musicae.<br />
Centro de Publicaciones del Ministerio óe Educación<br />
y Ciencia. Colección de 22 CD, ADD. fabricados<br />
por Ibermemory. Distribución: Etnoi.<br />
DISCOS<br />
go, se trata de documentos sonoros que<br />
resumen toda una vida de investigación;<br />
interpretaciones en las que la musicología<br />
cristaliza en música, dentro de una<br />
ortodoxia indinada hacia la rigidez.<br />
Encontramos en la grabación de piezas<br />
de Diego Ortiz por Marcial Cervera<br />
y Christianne Jaccotett un trabajo honesto,<br />
pero el primero está lejos de Savall<br />
(Astrée) por sonido y fantasía, en<br />
tanto que la segunda acompaña caprichosamente<br />
al instrumento de cuerda.<br />
De los tres discos de órgano (Música de<br />
los ss. XVI y XVII por Montserrat Torrent.<br />
Bruna por Julián Sagasta, Aguilera<br />
de Heredia por González Uriol) sobresale<br />
el de Torrent por su seriedad y rigor<br />
musical, en tanto que Uriol es estilista<br />
pero algo seco.<br />
Las Seis Sonatas de José Herrando<br />
(Josefina Salvador, violin; Henriette Puig-<br />
Roget), en principio tan interesantes,<br />
deben luchar con la desorientación de<br />
lenguaje de las intérpretes, sus instrumentos<br />
modernos, aquí tan inapropiados,<br />
/ una toma sonora deficiente (el<br />
sonido de los compactos, en general, no<br />
es intachable, con ostensibles ruidos de<br />
fondo) que altera los timbres del violín<br />
y del piano.<br />
Las muestras de músicas debidas a<br />
compositores que trabajaron en las capi-<br />
llas de varias catedrales (Oviedo, León,<br />
en la obra de Cervantes y Cantatas barrocas<br />
del s. XVIII), pese al innegable atracti-<br />
Las Palmas) suponen probablemente las<br />
vo de sus programas. Correctos, un<br />
incursiones en los terrenos más desco-<br />
punto asépticos los discos de polifonía<br />
nocidos del acervo español. Lamentable-<br />
(Victoria, Guerrero), carentes de la vitamente,<br />
las interpretaciones no pasan de<br />
lidad / la luz de los conjuntos de can-<br />
ser puestas en sonidos desde ópticas<br />
tantes ingleses. Fuera de estilo el Cancio-<br />
claramente contaminadas por las práctinero<br />
de la Colombina (Cuarteto Renacicas<br />
musicales posteriores. Más inquietud<br />
miento) y las Canciones y Villancicos de<br />
idiomática y relevantes intervenciones<br />
Vásquez {Coro Alleluia).<br />
instrumentales (sobre todo las de Enrique<br />
Santiago y Sergi Casademunt) se<br />
dan en el registro titulado Músico de cámara<br />
en la Real Capilla de Palacio.<br />
Todo un símbolo de la posición que<br />
ocupaba ya la música española en la escena<br />
europea lo encarna la Misa Scala<br />
Aretina de Francisco Valls, una obra que<br />
en su tiempo desató una viva polémica<br />
por sus audacias armónicas perfectamente<br />
asimiladas en el extranjero. El<br />
London Oratory Choir y The Thames<br />
Chamber Orchestra, dirigidos por fohn<br />
Hoban, realizan una versión convencida<br />
pero no especialmente clara de la composición.<br />
Enrique Martínez Míura<br />
SCHERZO 93
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Ante estos cuatro Importantes álbumes,<br />
y para que el cuadro fuera<br />
redondo, sólo faltaría el dedicado<br />
a las mélodies de Maurice<br />
Ravel, que publicó EMI hace unos seis<br />
años en soporte CD y que al parecer<br />
formará pronto parte de esta serie muy<br />
bien denominada L'ésprit francais. Esprit<br />
se traduce no sólo por espíritu, sino<br />
también por inventiva, agudeza, inteligencia,<br />
creatividad. En ese sentido, el<br />
contenido sonoro de estos cuatro álbumes<br />
es una buena muestra de la creatividad<br />
francesa en algo menos de cien<br />
años, desde los primeros logros de Fauré<br />
en el género canción, allá por los<br />
años setenta del siglo XIX hasta<br />
el último ciclo de Poulenc, La<br />
courte paille, de 1960. Fauré y<br />
Pouienc tienen el género como<br />
base de su estro creativo. No es<br />
el caso de Debussy, que acumula<br />
más de la mitad de sus canciones<br />
_antes del Prélude d l'aprés-midi<br />
d'un faune. Con Messiaen cambia<br />
todo, las sonoridades, la intención,<br />
la armonía. Aunque no hay<br />
ruptura, estamos en otro universo<br />
creativo. Tampoco él -mucho<br />
menos aún- tiene la canción como<br />
base de su labor como músico.<br />
Sin embargo, estas cuatro integrales<br />
tienen algo en común,<br />
una exquisita manera de convertir<br />
en música las palabras francesas.<br />
Aunque en algún caso (Debussy)<br />
se trata de darle a las palabras<br />
una traducción musical, no una<br />
correspondencia sonora correlativa.<br />
El veterano Fauré y el ya no tan joven<br />
Debussy son espléndidos representantes<br />
del género mélodíe en el tránsito del<br />
siglo. Ellos han seguido y trascendido la<br />
tradición de Gounod, Reynaldo Hahn,<br />
Duparc y Massenet 5u misión histórica<br />
consistió en superar esa tradición y asimilar<br />
la canción francesa al ejemplo alemán.<br />
Será la intemacionalización del género<br />
creado en Francia. Fauré ha empezado<br />
por serle fiel a maestros como<br />
Saint-Saéns, pero a estas alturas ha<br />
aprendido demasiado, y eso se advierte<br />
en todo, desde la elección de los poemas<br />
hasta un elemento esencial, el<br />
acompañamiento. La última época de<br />
Fauré como mélodiste se ha situado entre<br />
1906 y 1922, la época de sus grandes<br />
ciclos finales (La chanson d'Eve, Le<br />
94 SCHERZO<br />
Arte poética.<br />
La canción francesa en cuatro integrales<br />
jardín dos, Mrage,s L'korizon chiméñque).<br />
En ella se advierte una importante independencia<br />
relativa al acompañamiento<br />
pianístico, un uso del silencio como elemento<br />
musical, determinados atisbos<br />
del recitativo cantado que con el tiempo<br />
codificara a su manera la Escuela de<br />
Viena. Pero Fauré no es un renovador.<br />
En este género lo será, al menos en una<br />
importante medida, el gran Claude Debussy.<br />
En él la independencia entre la linea<br />
vocal y el acompañamiento es total,<br />
son dos elementos que cobran unidad<br />
semántica posterior al margen del significado<br />
de las palabras y gracias a la dialéctica<br />
de ambas propuestas diferencia-<br />
das. Debussy parecía pretender crear<br />
una obra vocal a la aftura de la obra lírica<br />
de Baudelaire, Verlaine o Mellarme,<br />
con ¡a expresividad del primero, el sentimiento<br />
del segundo y la sutileza del último<br />
(el Fauno, después de todo, es o<br />
pretende ser Mallarmé por otras medios).<br />
Pelléas tendrá la culpa de que Debussy<br />
no componga canciones durante<br />
cierto tiempo por dedicar a esa obra<br />
sus esfuerzos vocales. Pero sus grandes<br />
hallazgos se verterán en la famosa e<br />
irrepetible ópera. Y asi, si Fauré representó<br />
la incorporación de la lección alemana<br />
a la especial inflexión de la lengua<br />
francesa, Debussy supone la conquista<br />
de una musicalidad francesa a partir de<br />
textos y poemas propios, sin pasar por<br />
la adaptación de otra curtura. El recitativo<br />
cantabile es la gran aportación, la decisiva<br />
conquista de Debussy. Podrán<br />
darse más tarde logros quintaesenciados<br />
como los Trois poémes de Mollarmé, de<br />
1913, donde la ambigüedad tonal va más<br />
allá de la sugerencia para trascender incluso<br />
el dima de irrealidad de Pelléas.<br />
Poulenc tuvo dos poetas favoritos, si<br />
tenemos en cuenta la cantidad de poemas<br />
suyos a los que puso música. Apollinaire<br />
y Eluard. Lo cual no le impidió<br />
acudir a otros muchos, e incluso a alguna<br />
poetisa apócrifa, como Louise Lalanne<br />
(inventada, de todas formas, por<br />
Apollinaire, aunque el ciclo a ella dedicado<br />
esté escrito por Mane Uurencin y<br />
el propio Poulenc). La gran aportación<br />
de Poulenc es la manera de tratar la palabra,<br />
en ocasiones la palabra concreta.<br />
Pero también el acompañamiento,<br />
no divorciado, sino servidor<br />
y descriptivo; la concepción<br />
del tempo como recurso dramático,<br />
dentro de una misma canción<br />
o dentro de un mismo ciclo, que<br />
cobra unidad por éste y otros<br />
procedimientos; el equilibrio entre<br />
lo popular, incluso lo canaitk, y lo<br />
curto, entre lo banal y lo que bordea<br />
la trascendencia* la progresiva<br />
tendencia a una condensación expresiva,<br />
que lleva a la miniatura<br />
más refinada. La historia de las<br />
canciones de Poulenc está muy<br />
bien contada por quien fue su espléndido<br />
amigo e intérprete vocal,<br />
Pierre Bemac, en su libro Frontis<br />
Poulenc et ses mélodies (Buchet-<br />
Chastel, París, 1978). Ambos grabaron<br />
varios discos juntos para Vega y<br />
para Columbia (CBS ha rescatado algunos<br />
de estos registros recientemente).<br />
La aportación al género canción por<br />
parte de Messiaen se reduce a tres piececitas<br />
juveniles, a los Poémes pour Mi<br />
de 1936, dedicados a Claire Delbos, su<br />
primera esposa, a los Qiants de terre et<br />
du del de 1938, y a una trascendente<br />
culminación, el ciclo Harawi, Üiant d'amour<br />
et de mort, de 1945. Messiaen<br />
compuso entre 1945 y 1949 tres obras<br />
de muy diferentes exigencias en cuanto<br />
a dispositivos: Harawi, una docena de<br />
canciones con solista y acompañamiento<br />
pianístico; la Sinfonía Turangalila, para<br />
gran orquesta, piano y ondas Martenot;<br />
y los Cnq Recfwnts, para coro a capella.<br />
Era lo que él mismo denominó Trilogía<br />
de Tristón e Isolda, que conseguía una<br />
universalización del mito. En Harawi,
Isolda es una joven maya, Pirucha<br />
(Piroutcha, en transcripción francesa).<br />
El texto francés del propio<br />
Messiaen accede a menudo a elementos<br />
lingüísticos quechuas o a<br />
onomatopeyas e invenciones emparentadas<br />
con esa lengua, de la<br />
misma manera que la música se<br />
sirve de elementos melódicos y<br />
rftmicos del acervo peruano. El ciclo<br />
no responde a una composición<br />
musicaJ a partir de un texto,<br />
sino que es la generación paulatina<br />
de ambos, de manera que lo<br />
que resulta es el desentrañamiento<br />
musical y literario realizado por<br />
el autor a partir de un material en<br />
bruto y de una idea El sutil men- " -<br />
saje de los poemas apenas garantiza<br />
unidad evidente y se hace necesario<br />
un vinculo mediante determinados parentescos<br />
temáticos entre canción y<br />
canción. El acompañamiento es plenamente<br />
independiente, como en Debussy<br />
y como en Viena. Acompañamiento<br />
y onomatopeya rítmicamente<br />
tratada producen repeticiones a veces<br />
obsesivas, que constituyen un lírico subrayado<br />
o asumen sugerencias ultramundanas.<br />
Puede decirse que los cuatro álbumes<br />
aquí resecados constituyen auténticas<br />
integrales. Salvo que Messiaen haya<br />
compuesto alguna que otra canción en<br />
los últimos años y no hayamos reparado<br />
en ello. O si no tenemos en cuenta la<br />
supresión de esa pequeña obra maestra<br />
del middlebmw que compuso Poulenc a<br />
principios de los cuarenta para la comedia<br />
Leocadia de jean Anouilh, Les chemíns<br />
de l'amour. A cambio de esa única<br />
falta, el álbum de Poulenc nos regala<br />
con piezas que el propio Bemac considera<br />
que no son mélodies, como el Toreador<br />
de Cocteau, las Quatre chonsons<br />
pour enfants, la shakespeariana Foncy y<br />
las Ocho condones polacas, armonizadas<br />
por el autor para Mana Modrakowska a<br />
mediados de los treinta. La integral de<br />
Debussy incluye obras sin publicar, como<br />
Rondel zbinois o Aimons-nous, y a<br />
cambio prescinde de un texto de Lhermite,<br />
Lo Gratte, segunda entre dos de<br />
Charles d'Orleáns, un ciclo de 1904. En<br />
la integral de Fauré sólo faltan tres canciones<br />
juveniles con textos de Victor<br />
Hugo, y a cambio se incluyen los Dos<br />
Dúos op. 10, para dos sopranos (donde<br />
Elly Ameling se dobla a si misma), y el<br />
dúo para soprano y barítono Pleurs d'or,<br />
op. 72; sin lugar a dudas, salimos ganando<br />
en el cambio.<br />
Las interpretaciones tienen en tres de<br />
los cuatro álbumes un protagonista permanente<br />
y decisivo, el pianista Dalton<br />
Baldwin, que va más allá de la esoecialización<br />
para darle a sus acompañamien-<br />
DHUltY<br />
Mékéia<br />
tos un decisivo sentido a asumir por los<br />
intérpretes vocales. Estos van de lo adecuado<br />
a lo espléndido, dependiendo a<br />
menudo del estado de sus facultades<br />
vocales, ya que las otras, las de interpretación<br />
en el sentido de generosidad de<br />
planteamientos y sentidos, son de garantía.<br />
Asi, la maestría de Gérard Souzay<br />
se resiente en Fauré, donde es más protagonista<br />
que en los otros repartos, en<br />
que su concurso es más matizado al<br />
tiempo que queda más diluido. Elly<br />
Ameling resulta convincente, pero no<br />
entusiasma lo mismo que, por ejemplo,<br />
en Mozart o Schubert Aunque en tanto<br />
que integral con espléndido sonido y<br />
excelente acompañamiento no tenga rival<br />
este álbum, no podrá hacemos olvidar<br />
los viejos registros protagonizados<br />
por el barítono Camille Maurane.<br />
En ía integral de Debussy, Baldwin<br />
consigue mejor provecho de sus cantantes,<br />
acaso porque están mejor distribuidos<br />
en grupos más amplios, con una<br />
secuencia de sentido histórico. Ameling<br />
está magistral de sugerencia, versatilidad<br />
en adelgazamientos y engrosamientos<br />
de la voz en páginas como, por ejemplo,<br />
los Tro/s poémes de Maliarmé, El<br />
propio Souzay, aunque los registros son<br />
mas o menos contemporáneos, se supera<br />
a si mismo en compañía de una<br />
magnífica Von Stade, amante del repertorio<br />
francés, así como de las especial i s-<br />
DEBUSSY: Intégrale *s métodies Airwllng. Mejpl*,<br />
Comnund. Von Snde, Souziy. Dalton Etaldwm,<br />
piano. Pirit. 1971-1979. EMI Lélprit (nn;i¡s<br />
CMS 7 64OT5 2. E CD ADD. 17SVT.<br />
FAURE: Intégrale des mélodies Souny, Amellni<br />
Dilton Bildwln, plano. Pirli. 1970-1974. EMI<br />
L'taprtt frwnali. CMS 7 M0798 2. 4 CD ADD.<br />
244'W<br />
MESSIAEN: MéMies Michele Commsnd, Jopr«no.<br />
Mirie-Mídelelne Pecit piano. Pirii. 1977. EMI<br />
l'éiprli franjin. CMS 7 64092 2. 2 CD ADD.<br />
II3W.<br />
POULENC: Intégrate des método, Amding, Gelda.<br />
Senédul Souny, Parker. Dlhon Baldwin. plano.<br />
Píris. 1974-1977. EMI lésprtt franjáis. CMS 7<br />
M087 2. * CD ADD. IS4'S0".<br />
DISCOS<br />
tas Mespié y Command. EMI no<br />
debería olvidar su antiguo registro<br />
parcial protagonizado por Janine<br />
Micheau y Aldo Occolini; como<br />
Telefunken (ahora Teldec, supongo)<br />
no debería escatimamos aquel<br />
precioso recital de Bemard Kruysen<br />
acompañado por Noel Lee,<br />
Ameling y Souzay (éste ya habla<br />
grabado parte de Poulenc con<br />
Baldwin) repiten con fortuna en la<br />
integral del autor de Diálogos de<br />
carmelitas, ciclo que casi alcanza la<br />
cumbre interpretativa deseable tal<br />
vez porque se trate de un repertorio<br />
relativamente menos difícil y<br />
sutil; junto a ellos está nada menos<br />
que Nicolai Gelda, un todo terreno<br />
que conoce muy bien e! repertono<br />
francés, recordemos que fue uno<br />
de los grandes Hoffmann), además de<br />
otros dos especialistas, Sénéchal y Parker.<br />
Sin embargo, tampoco ellos nos hacen<br />
olvidar a Bemac, ni a Geneviéve<br />
Touraine, acompañados ambos por el<br />
autor, ni una terrible rival de nuestros<br />
días, Jessye Norman, aliada con un Baldwin<br />
que no tiene en los dedos los problemas<br />
de Souzay en la voz. De todas<br />
maneras, la presencia de Souzay, en la<br />
medida en que trabajó con Bemac y<br />
con el propio Poulenc, es una buena garantía<br />
de autenticidad (o como queramos<br />
llamarlo), al margen de la situación<br />
vocal en sí misma,<br />
Mlchéle Command, presente en el álbum<br />
de Debussy, protagoniza el de Messiaen<br />
con un refinamiento que se advierte<br />
en la sutil evolución del impresionismo<br />
descendente de los tres primeros ciclos<br />
hasta la eclosión de nuevas sonoridades<br />
de Harawi. El acompañamiento de Marie-Madeleine<br />
petit consigue ese ámbito<br />
de expresividad sonora envolvente y enfrentada<br />
que hace de las canciones de<br />
Messiaen una propuesta diversa en significado.<br />
Ambas logran un álbum que resulta<br />
imprescindible para quienes puedan<br />
disfrutar de esta música, que no es para<br />
cualquiera. No olvidamos, de todas formas,<br />
el elevado nivel de aquel LP con<br />
Noelle Barker acompañada por Robert<br />
Sheriaw Johnson (Decca) en los dos ciclos<br />
intermedios.<br />
En resumen, cuatro álbumes que,<br />
aunque no nos proporcionen interpretaciones<br />
ideales y no sean novedad absoluta,<br />
son un acontecimiento para determinado<br />
tipo de aficionado exigente,<br />
conocedor y de paladar propicio a lo<br />
más exquisito del repertorio francés.<br />
Los demás, absténganse; es un consejo<br />
sin ironía alguna, basado en una convicción,<br />
que estos autores son más accesibles<br />
en otros géneros.<br />
Santiago Martín Bermúdez<br />
SCHERZO 95
DISCOS<br />
FSTIJDIO DISCOGRAFICO<br />
En nuestra época, la carrera de los<br />
directores jóvenes se ve acechada<br />
por un peligro al que eran ajenos<br />
los maestros del pasado: el de verse situados<br />
prematuramente en niveles que<br />
no les corresponden, con misiones encomendadas<br />
para las que les falta conocimiento<br />
y madurez. El mejor recuerdo<br />
que guando de los conciertos de Simón<br />
Rattle es del ofrecido hace unos diez<br />
años en el Real con la Philharmonia y<br />
Rosa Sabater (Sinfonietta de Janacek,<br />
Conc/erto de Ravel y Vañaáones Enigma).<br />
Posteriormente, Dos Lied van der Efde<br />
(Proms'85) y una reciente Novena de<br />
Beethoven en Madrid fueron dos decepciones<br />
tan mayúsculas como previsibles;<br />
ni una ni otra son adecuadas para<br />
un joven en los treinta años de edad.<br />
Esta colección de las Sinfonías de Sibelius<br />
fue precedida por un ciclo de<br />
conciertos en Londres y por una Quinto<br />
con la Philharmonia (EMI, 1981) que sigue<br />
siendo el mejor Sibelius de Rattle<br />
en disco. La aquí incluida, grabada posteriormente<br />
con su Orquesta de Birmingham,<br />
se queda en buena a lo sumo:<br />
es bello el tiempo central, pero aun en<br />
éste y en el primero, los muy problemáticos<br />
cambios de tempo no están resueltos<br />
de modo convincente, y al Finale<br />
le falta la grandeza épica de, por<br />
ejemplo, Blomstedt {SCHERZO, 58),<br />
por no hablar de tos grandes: Bemstein<br />
1 y II, Barbirolli, Colin Davis o Rojdestvensky.<br />
La versión primitiva tenia una<br />
espontaneidad de la que ésta carece.<br />
Los mejores resultados los obtiene Rattle<br />
en las piezas breves: excelentes Oceánides<br />
(ver SCHERZO, 10: crítica a la<br />
edición en LP de la Primera Sinfonía),<br />
muy buena Cabalgata nocturna (que<br />
acompañaba a la citada Quinta, con la<br />
Philharmonia); bella atmósfera en la Escena<br />
con pullas de Kuokma. El éxito de<br />
Rattle en estas páginas revela no sólo a<br />
un maestro capaz de elevar a una orquesta<br />
desconocida, como ia de Birmingham,<br />
a rango internacional, sino<br />
también a un intérprete con ideas personales<br />
sobre la música de Sibelius. Pero<br />
el conjunto de las Siete Sinfonías de<br />
este autor es difícil de llevar a buen<br />
puerto en su integridad, pues sin presentar<br />
las diferencias abismales que separan<br />
entre si a las de Beethoven, Primera<br />
y Séptimo del finlandés no parecen<br />
obras del mismo autor. Así por ejemplo,<br />
Maazel, en su ciclo con la Filarmónica de<br />
Viena (Decca, años 60, de reciente reedición)<br />
acertó plenamente en Tapióle y<br />
en las Sinfonías I, 4 y 7 mientras que las<br />
5 y ó resurtaron mediocres; Bemstein,<br />
96 SCHERZO<br />
Maestro y aprendiz<br />
en su antiguo ciclo para CBS,<br />
fracasó en la Cuarta mientras firmaba<br />
una espléndida Quinto;<br />
Colin Davis (Philips) se mostró<br />
menos sensible a la vena nacionalista<br />
de las dos primeras que a<br />
las restantes, en las que hizo<br />
pleno.<br />
En el ciclo de Rattle, los mayores<br />
aciertos -después de las<br />
piezas breves- creo yo que se<br />
dan en Tercero y Sexto, juiciosas<br />
de tempi, bien entendidas y<br />
construidas, superiores a las de<br />
Ashkenazy (SCHERZO, I I)<br />
aunque muy por debajo de Colis<br />
Davis. La Primero, comentada<br />
hace unos años (SCHERZO<br />
10), resulta exagerada y pomposa,<br />
especialmente en el<br />
<strong>Scherzo</strong>, y en Cuarto y Séptimo,<br />
aceptables, la competencia feroz<br />
de Beecham, Davis o Maazel<br />
deja al joven Rattle en evidencia,<br />
as! sucede también en la Segundo,<br />
al comparada con las de<br />
Monteux, Szell. Beecham o<br />
Bemstein II: escúchese al incandescente<br />
finale del anciano director<br />
francés.<br />
Para adquirir un ciclo Sibelius económico<br />
es preferible esperar la reedición<br />
completa del que Barbirolli firmó para<br />
EMI en los años 60; o rogar para que<br />
Melodía resucite el de Rojdestvenskv; o<br />
completar el de Maazel con Tercera y<br />
Sexta de Str Colin Davis y con este acoplamiento<br />
de Primera y Quinto grabadas<br />
por Barbirolli en 1957, con anterioridad<br />
al ciclo completo crtado. Michael Ken-<br />
SIBELJU5: Stnfbnto número I opus 39. Las Oceóndes<br />
opus 73. Grabación: XJI/I9S4. Productor. David<br />
Grovai. Ingeniero: Micha ti Sheidy. 41 1 20*.<br />
IffJC. Sinfonías 2 y 3, opus 43 y 52. Grabación:<br />
VI/1984 y XYI9B5 (opui 52). Productor»:John<br />
Wlllin (opui 43) y Divid R. Murray. 44'53'.<br />
28"34". Sinfonía 4 >- í, opus 63 y ¡04 Grabación:<br />
XI1/1986. Productor: David R. Murray. Ingeniero:<br />
Michael Sheady. 3r36", 2VM", Sinfonías 5/7.<br />
opus 82 y 105 Esceno con grullas (de Kuolema<br />
opus 44). Cabalgóte nocturno y amanecer opus 55.<br />
Grabación»- 11/1987. X/1985, V/I9B4 y X/I98I.<br />
Productores: D.R. Murny (Sinfonías). John Fraser<br />
(opul 44) y John Wlllan. 3O'I3", 21*30", 5'1S".<br />
1430". Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Birmingham<br />
(Sinfonías; ooin- 44 y 73) Orquesta PMharmania<br />
(opuj SS). Director Simón Hattie. Lugar<br />
de grabación. Sata Butterworth, Universidad<br />
de Warwck. Reino Unido, excepto opus 55 (Estudio<br />
Abbev Road. Londres). 4 CD. ODD. EMI .<br />
CDM 7.64119.2. 7.64120.2. 7.MI2I.I 7.64IIZZ<br />
Precto medio. Sinfonías númtros I y 5 opus 39 y<br />
ñ2. OrqueiD Hallé. Director Sir John Barblrolfl.<br />
CD EM1. ADO. CDM 7 M1391. Grabación: Manchesrer,<br />
V/I9S7 (opus 82) y XII/I9S7. Productur;<br />
Douglas Terry. Ingenieros: Robert Anger y John<br />
Mosefy. Reproceiado digital por Mjchad J. button<br />
y John HoUutd. 4014", 3377". Precio nttdlo.<br />
jan Sibelius por A MiOerfeltner<br />
nedy, en sus notas de presentación en<br />
inglés {no traducidas), subraya la duradera<br />
asociación -cerca de cuarenta<br />
años- de Barbiroíli con la música de Sibelius,<br />
de la que fue entusiasta en grado<br />
no menor que Beecham, y en la que se<br />
produjo con similar acierto. A finales de<br />
los 50, Sir )ohn era un maestro consumado<br />
en estos pentagramas, y no un<br />
aprendiz prometedor como todavía lo<br />
es Rattle. Las dificultades en ia organización<br />
del discurso sibeliano que para éste<br />
aún son a menudo insoluoles, parecen<br />
no existir para Barbirolli quien, aun con<br />
tempi invariablemente amplios, jamás<br />
deja caer la tensión -como a Rattle le<br />
ocurre- ni resulta ampuloso, sino poético,<br />
entusiasta, espontáneo, alcanzando a<br />
menudo un grado de intensidad más<br />
propio de los conciertos excepcionales<br />
que del estudio. Valgan como ejemplo,<br />
entre varios posibles, el fraseo del célebre<br />
segundo tema en el Finale de la Primera<br />
Sinfonía y la Coda del mismo movimiento<br />
de la Quinto, literalmente al rojo<br />
vivo, y que le dejan a uno sin atiento.<br />
Además, la grabación de Barbirolli, aunque<br />
es 25 años anterior a las de Rattle,<br />
no lo parece y suena mu/ bien, con<br />
presencia, atmósfera y buena definición<br />
de timbres.<br />
Roberto Andrade
ORQUESTA SINFÓNICA<br />
DE<br />
CASTILLA Y LEÓN<br />
Director Artístico y Musical<br />
MAX BRAGADO DARMAN<br />
TEMPORADA 91-92<br />
VALLADOLJD<br />
TEATRO CARR1ON<br />
Con el Patrocinio de<br />
ferrovial<br />
Miércoles. 11 de Marzo-Jue\es\ 12 de Marzo<br />
Director invitado: ODÓN ALONSO<br />
Programé;:<br />
SINFONÍA SEVILLANA, TURINA.<br />
SINFONÍA nüm. 5, TCHAKOVSKY.<br />
Miércoles. 1 de Abiil-Jueies. 2 de Abril<br />
Director: MAX BRAGADO DARMAN<br />
Solistas: CARMELO MOLINA (Clarinete)<br />
JAMES HOUGH (Fagot)<br />
DAVID BUSHENLL (Trompa)<br />
KRZYSZTOF WISNEWSKI<br />
(Violín)<br />
CARMEN CRISTIAN (Viola)<br />
Programa:<br />
CONCIERTO PARA CLARINETE Y<br />
ORQUESTA, MOZART.<br />
CONCIERTO PARA FAGOT Y OR-<br />
QUESTA, MOZART.<br />
CONCIERTO núm. 2 PARA TROM-<br />
PA Y ORQUESTA, MOZART.<br />
SINFONÍA CONCERTANTE PARA<br />
VIOLIN, VIOLA Y ORQUESTA,<br />
MOZART.<br />
Lime. 13 de Abril-Martes. 14 de Abril<br />
Director: MAX BRAGADO DARMAN<br />
Solistas: FÉLIX AYO (Violín}<br />
VIOLETTA WISNESKA,<br />
(Violín)<br />
EMMA JIMÉNEZ (Piano)<br />
Programa:<br />
CONCERTÓ DE BRANDENBURGO<br />
núm. 3, BACH.<br />
CONCIERTO PARA VIOUN Y OR-<br />
QUESTA, BACH.<br />
CONCIERTO PARA DOS VIOLINES<br />
Y ORQUESTA, BACH.<br />
CONCIERTO PARA PIANO, VIOLIN<br />
Y ORQUESTA, MENDELSSOHN.<br />
Miércoles. 29 de Abril-Jueies. 30 lie Abril<br />
Director invitado: SUNG KWAK<br />
Solista: JOSÉ ORTI (Trompeta)<br />
Programa:<br />
OBERTURA DE "SEMIRAMIDE",<br />
ROSSINI.<br />
CONCIERTO PARA TROMPETA Y<br />
ORQUESTA, C. PRIETO.<br />
SINFONÍA <strong>Núm</strong>. 5 (DE LA REFOR-<br />
MA), MENDELSSOHN.<br />
Mimóles, lí de Uno-Jueves. 11 fie Maio<br />
Director: MAX BRAGADO DARMAN<br />
Solista: JOAQUÍN ACHUCHARRO<br />
Programa:<br />
(Piano)<br />
OBERTURA TRÁGICA, BRAHMS.<br />
CONCIERTO núm. 2 PARA PIANO<br />
Y ORQUESTA, BRAHMS.<br />
SINFONÍA <strong>Núm</strong>. 1, BRAHMS.<br />
Miércoles. 27 de Mavo-Jueics, 28 de Mitvü<br />
Director: MAX BRAGADO DARMAN<br />
Solista: DIMITRIRATSER (Piano)<br />
Programa:<br />
SALAMANCA (POEMA SINFÓNI-<br />
CO), BRETÓN.<br />
CONCIERTO núm. 1 PARA PIANO<br />
Y ORQUESTA, USZT.<br />
Sinfonía núm. 5, SHOSTAKOVICH.<br />
Miércoles, 24 de Junio-Junes. 25 de Junio<br />
Director invitado: ALBERTO ARGUDO<br />
Programa:<br />
SERENATA PARA VENTOS, Op. 7,<br />
R. STRAUSS.<br />
SINFONÍA EN DO, STRAVINSKY.<br />
SERENATA núm. 1, Op. 11, BRAHMS.<br />
junta de<br />
Castilla y León<br />
Consejería de Cultura y Turismo
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
El folklore tradicional, el folklore arreglado (I)<br />
S<br />
e supone que lo que llamamos música<br />
tradicional consiste justamente<br />
en esto; o sea en una música cultivada,<br />
trasmitida de generación en generación<br />
como dicen los sefardíes, o de pecho<br />
a pecho como dicen los maestros iraníes,<br />
y por qué no, a través también de una escritura<br />
como ocurre con algunas músicas<br />
en la India, Turquía, y algunos países árabes.<br />
Estas músicas tradicionales, a través<br />
del tiempo, a través de quienes las practicaron,<br />
cambiaron y este cambio, estas capas<br />
sucesivas contribuyen a su belleza, o<br />
a! menos a su vida El trabajo de los etnomusicólogos<br />
consiste en grabarlas tal cual,<br />
y así lo hicieron Kutsi Erguner, Manuel<br />
Gomes- El disco dedicado a las músicas<br />
instrumentales de Pakistán corresponde<br />
adecuadamente a su título: Tesoros de/ Paquistán.<br />
Podemos escuchar en él varios<br />
instrumentos en vfa de desaparición: el sarangi<br />
del Pendjab, viela de tres cuerdas<br />
melódicas y una docena<br />
de cuerdas simpáticas<br />
que podría<br />
ser un antepasado de<br />
la viola d'amore para<br />
la que escribió algunos<br />
conciertos Antonio<br />
Vivaldi; el laúd rabab,<br />
en su versión paquistaní,<br />
con cuerdas<br />
simpáticas; la pequeña<br />
viela sehnda.<br />
Aparte de su belleza,<br />
la música instrumental<br />
de Paquistán (al<br />
igual que la vocal, como<br />
se pudo comprobar<br />
en el recital que<br />
dio Nusrath Fateh en<br />
Madrid) nos interesa<br />
por ser una de las raíces<br />
posibles del flamenco.<br />
Los documentos<br />
sonoros fueron<br />
grabados por<br />
Kutsi Erguner (que<br />
tuve ocasión de presentar en SCHERZO,<br />
en su faceta de intérprete de música sufi)<br />
y por la Radio Nacional de Paquistán (Radio<br />
Pediavar).<br />
El disco dedicado a las músicas de Etiopia<br />
es bastante completo: dos tipos de<br />
polifonías vocales, dos de los instrumentos<br />
mas importantes en Etiopfa (la viela<br />
masenqo y una de las liras kiar), cantos<br />
de la Iglesia cristiana etíope... Puede ser un<br />
buen disco de acercamiento ai universo<br />
98 SCHERZO<br />
tan peculiar y complejo<br />
de la música<br />
etíope, aunque crea<br />
más interesante escoger<br />
unos discos<br />
dedicados a un solo<br />
estilo, por ejemplo<br />
el de las varias polifonías<br />
{Dorze, Rashaida,<br />
Jimira, Maji,<br />
GujL) publicado por<br />
Ocora, a la cultura<br />
cushrte con su peculiar<br />
hoquetus, o a los<br />
tres cordófonos (liras<br />
bagana, krar y<br />
viela masenqo<br />
acompañando la<br />
voz) publicados por<br />
Musicaphon (LPs<br />
que no tardaran en<br />
cambiar a CDs).<br />
El disco dedicado a la Kora, el arpa-laúd<br />
de Senegal intenta ser más exhaustivo<br />
con dos surtes de veinte y treinta minutos<br />
Tesoros dtí Paqutíón. Música ¿rotrurnental. CÜ<br />
PLAYA SOUD PS 4S06L «\<br />
Etiopía. Mústcoi tradicionales. CO PLAYA<br />
SOUNOPSÍS074S.40 1 .<br />
Se/iegol io tora de los grioa. CD PLAYA SOUND<br />
PS 45079. 51'.<br />
Las grandes voces de fiufeona. Vd. I: Coro de<br />
mujer» Vol. 1 Coro de hombra. CD ETHNIC<br />
AUV1DB B 6760 y B 67 61. (54' y 7f).<br />
(para una y dos koras) que tal vez puedan<br />
resultar un poco monótonas en un<br />
primer encuentro con la música de Senegal,<br />
pero queda como primera recomendatión,<br />
al estar ausente del catálogo el<br />
doble álbum dedicado a varios estilos e<br />
intérpretes de Kora en Gambia y Senegal<br />
(Afhcon Joumey. una búsqueda de las raices<br />
del 8/ues. Sonet). El mayor reproche que<br />
se puede hacer a estos tres discos se refiere<br />
a los simplistas comentarios, ya que<br />
se trata de divulgación, se supone.<br />
No entiendo muy bien por qué los<br />
dos discos dedicados a Bulgaria están incluidos<br />
en la excelente colección Ethnic<br />
Auvidis, ya que no se trata de música étnico,<br />
ni tampoco tradicional. Los magníficos<br />
cantos de Bulgaria han sido arreglados<br />
(para mí: deformados), y han perdido<br />
por completo su personalidad única:<br />
toda la audacia polifónica (a dos o tres<br />
voces solistas, a menudo en intervalo de<br />
segundas, y segundas con bordón) desaparece<br />
cuando el simple coro se hincha,<br />
o cuando el arreglista se ha tomado a<br />
pecho corregir lo que le parecían faltas<br />
armónicas. El excelente disco grabado in<br />
srtu en los años sesenta por Ethnel Raim<br />
está distribuido en España y es extraordinario<br />
tanto musical como musicológicamente<br />
(CD Nonesuch Elektra). Sin<br />
embargo, seria injusto no aplaudir el<br />
canto virtuoso de los coros búlgaros<br />
propuestos por Auvidis.<br />
Pedro Elias
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Varias reediciones y algunos<br />
discos nuevos acreditan a<br />
Jondi Savall como una de las<br />
personas más activas en el campo<br />
de la música antigua, con el interés<br />
añadido de sus incursiones constantes<br />
en el repertorio español. Precisamente,<br />
la grabación dedicada a la<br />
música secular cristiana y judia de<br />
hacia la época del descubrimiento<br />
de América es una de las realizaciones<br />
fonográficas más admirables de<br />
la carrera de Hesperion XX La recreación<br />
de los cantos sefarditas, tal<br />
vez desde un supuesto algo cultista,<br />
es un prodigio de imaginación; en el<br />
seno de climas mágicos -escúchense<br />
la introducción a Pregoneros van y<br />
vienen, el solo de viola en El rey de<br />
Francia tres hijas tenia y Paxarico tú<br />
te llamas-, la voz de Figueras se<br />
muestra aquí con múltiples sugerencias,<br />
una expresividad que, como en Por<br />
qué llorax blanca niña y La Reina xerifa<br />
mora, es fruto de una sencillez desnuda.<br />
El otro registro de este álbum nos conduce<br />
al proteico mundo renacentista<br />
hispano, mezclándose lo elevado con lo<br />
popular, la interpretación anuncia el logro<br />
extraordinario de los Romances y Villancicos<br />
de Juan del Enzina. Un Enzina<br />
vivo, burlesco o erótico, elegiaco o hedonista,<br />
tocado siempre en algún punto<br />
por el drama, que estalla al fin sin esperanza<br />
en Triste España sin ventura. El poema<br />
Despierto, despierta tus fuercas, Pegoso,<br />
debido al propio Enzina y dicho de<br />
forma escalofriante por Rafael Taibo,<br />
aparece como eje significativo por la<br />
quiebra de las expectativas provocada<br />
por la muerte del príncipe Don Juan.<br />
Una consecución de tono menor es, sin<br />
embargo, el disco de canciones tradicionales<br />
catalanas. Estas muestras del acervo<br />
popular han sido preparadas para su<br />
interpretación por el mismo Savall. Curiosamente,<br />
varias de ellas se nos brindan<br />
únicamente en versión instrumental,<br />
como es el caso de El cont deis ocells,<br />
tocado por violas, tiorba y arpa. La antología,<br />
que se cierra con E/s segadors,<br />
de marcado aliento hímnico, teñe sentido<br />
evolucionista, aplicándose criterios<br />
renacentistas y barrocos a los productos<br />
del folclore. Los programas dedicados a<br />
Cárteres y a los intermedios barrocos<br />
hispánicos nos devuelven al nivel de excelencia<br />
de Enzina y la música sefardita.<br />
Lo mas atractivo del primero es probablemente<br />
ía ensalada £.0 trulla, con un<br />
argumento tópico navideño-pastoril, pero<br />
de música deliciosa y el rasgo distinti-<br />
Multiforme Savall<br />
jordi Sovoí FOTO-.CATANY<br />
vo de que cada personaje canta en su<br />
lengua natal (vasco, valenciano, portugués...).<br />
Lope de Vega es el motivo conductor<br />
del segundo disco; se cantan algunos<br />
textos suyos, enmarcados por<br />
piezas instrumentales. Figueras no está<br />
aquí en su mejor momento; luchando<br />
con la sofísticadón y la monotonía, consigue<br />
empero aportar un toque estilístico.<br />
Si el canto flaquea en el registro precedente,<br />
no es el caso del Músico// &anquet<br />
que nos ofrecen Rogers, Bailes y<br />
Savall. El tenor nos propone una gran<br />
variedad de estilos y afectos, tan diferenciados<br />
como lo son las páginas de<br />
esta colección editada por Dowland en<br />
1610. En la anónima 0 deor Ufe, Savall<br />
toca primero con el arco para luego<br />
imitar al laúd en un efecto muy bello. El<br />
intérprete catalán está también presente<br />
MÚSICA SECULAR DE LA ESPAÑA CRISTIANA<br />
YJUDlA 1450-1550. Heipenon XX. EMI. 197*<br />
ENZINA: Romances y Villancicos Hesperton XX<br />
Jordl Savall. ASTREE. 1991. CANCONS DE LA<br />
CATALUNYA MILENARIA. Montserrat Figueni.<br />
U Capelli Relal de Catalunya, Jordl Savall.<br />
ASTREE. 1991. CARCERE& Maneras / Erao/ndaí<br />
Monoerrat Rgueras. U Capilla Reial de Catalunya.<br />
Jordl Savall. ASTREE. 1990. LOPE DE VEGA.<br />
Imeimecios del Borneo H;sponrto Monuernt Finieras.<br />
Hejp
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Primero: Myung-Whun Chung,<br />
hermano de la violonchelista<br />
Myung-Wha y de la violinista<br />
Kyung-Wha, que dirige de vez en<br />
cuando para ellas el acompañamiento<br />
de obras concertantes,<br />
cuando no tocan los tres juntos, se<br />
acaba de convertir en una de las estrellas<br />
sujeto de lanzamiento de la<br />
Deutsche Grammophon. En estos<br />
dos discos-presentación, sin embargo,<br />
el músico coreano no se sirve<br />
de ninguna de las grandes orquestas<br />
que suelen aparecer asociadas a<br />
los divos en los registros del sello<br />
amarillo. La orquesta es la de la<br />
Bastilla, de la que es titular Chung<br />
desde el comienzo de la temporada<br />
1989-1990. Segundo: Al dorso<br />
del disco puede (eerse en relevantes<br />
caracteres Opero de París y, al<br />
lado, el logo de este teatro Unco, que no<br />
es otro que el perfil del nuevo teatro de<br />
la Bastilla, donde reside hace ya más de<br />
dos años. Evidentemente, se trata de una<br />
operación en la que se asocian la Deutsche<br />
y las instituciones públicas (con patrocinio<br />
privado) responsables del teatro.<br />
El prestigioso sello de Hamburgo se beneficia<br />
de determinadas facilidades y<br />
aportaciones y, al mismo tiempo que lanza<br />
a su nuevo divo, permite que la orquesta<br />
del teatro grabe con él de manera<br />
habitual. Lógicamente, ademas de facilidades<br />
y aportaciones, las instituciones y<br />
la orquesta del teatro se ven obligados a<br />
mantener un nivel de prestaciones artísticas<br />
aceptable para grabar con D.G. Tercero:<br />
Lógicamente, el comienzo consiste<br />
en puro repertorio francés, como es<br />
obligación de esa orquesta. Repertorio<br />
orquestal bien conocido, por una parte, y<br />
una de las mayores obras francesas de<br />
este siglo, por otra. La cosa no va a quedar<br />
ahí; y, si no. repasemos repertorios<br />
como el de la Orquesta de París.<br />
En un sistema como el nuestro es lógico<br />
un acuerdo entre los intereses como<br />
servicio público de determinadas instituciones<br />
públicas y ciertos intereses privados<br />
que los apoyen. D.G. puede resultarle<br />
discutible a más de uno, pero es el sello<br />
de música mas prestigioso del mundo<br />
ante (os ojos de una buena mayoría. Los<br />
franceses no se han andado con chiquitas:<br />
su orquesta grabará para D.G Esta última<br />
frase tiene más miga de lo que pa-<br />
lOOSCHEPZO<br />
Lección para gestores:<br />
Chung y el eje París-Hamburgo<br />
rece. Las instituciones parisienses pueden<br />
referirse a la onquesta como suyo, puesto<br />
que la mantienen (el libre mercado es<br />
incapaz de hacer frente a los costes de<br />
una orquesta y menos de un teatro Unco)<br />
y tienen una política con ella; pueden<br />
plantearse que grabe, porque una orquesta<br />
que no está en los medios, salvo<br />
casos aislados, es como si no existiera<br />
para el gran público, y grabar forma parte<br />
de una política concreta; y pueden plantearse<br />
que sea con D.G. porque han podido<br />
conseguir ese elevado nivel de calidad<br />
artística. Quizá muchos aficionados<br />
no sepan que en nuestro país las instituciones<br />
con orquesta sólo rarísimas veces<br />
pueden hacer algo por el estilo. Las hay<br />
que ni siquiera pueden plantearse que la<br />
orquesta que pagan sea suya puesto que<br />
nada pueden hacer con ella. Y al no ser<br />
realmente suya, sino del sindicalismo<br />
amarillo, no pueden hacerla grabar. Y ante<br />
el pobre nivel medio de sus prestaciones,<br />
no podrían siquiera soñar con un se-<br />
BIZET: Comen fsurtej. Peüte iurte ifordmstre<br />
(jeta tfenfana) L'A/teienne fjuffes I y 2). Ord»»tre<br />
de li Bastille. Director Myung-Whun Chung.<br />
Gribación: Pirli. 111/1991. Productor: Lennart<br />
Dehn. Ingeniero: Mtchiíl Bergek. DEUSTCHE<br />
GRAMMOPHON 431 77B-2. DDD. Í8'37".<br />
MESStAEN: Sfn/bn/o Turangafilo. Yvonne Loriod,<br />
piano, jeanne Loriod, ondú Mirtenot Ochen<br />
de la Bastille. Director Myung-Whun Chung,<br />
Grabación: Parli. X/I99I. Productor: Lennart<br />
Behn. Ingeniero: Mlchael Bergek. DEUTSCHE<br />
GRAMMOPHON«I 781-1 DOO. 7TJ2".<br />
lio prestigioso. No pretendemos<br />
que Madrid se convierta en París,<br />
pero a todos nos gustada que las<br />
instituciones cufturales se pudieran<br />
llegar a plantear la posibilidad de<br />
que orquestas como la Nacional o<br />
la de RTVE grabaran siquiera un<br />
disco al año. Pero es imposible. Y<br />
no sólo por calidad. Ya veremos<br />
algún día por qué. Los aficionados<br />
(y los contribuyentes) merecen saberlo.<br />
Con estos planteamientos, lo de<br />
menos es el análisis de los discos,<br />
que responden a una política muy<br />
coherente. Un Bizet lleno de nervio,<br />
con rubatos y más o menos<br />
sutiles cambios de tempo donde<br />
no solemos esperarlos, pero con<br />
una gran expresividad. Desde luego,<br />
Chung no nos hace olvidar a<br />
Münch (Decca). Pero eso nada tiene que<br />
ver. El disco de Bizet por Chung es espléndido<br />
y suena muy bien. El coreano<br />
se atreve también con la quinta versión<br />
grabada (;no habrá alguna más?) de la Turango/iío.<br />
Y sale muy airoso del empeño.<br />
Tiene como rivales a Salonen, a Previn, a<br />
Ozawa y a Mauricé Le Roux, si vamos<br />
hacia atrás en el tiempo. Pero cuenta<br />
con esa inevitable presencia del propio<br />
Messiaen en cada grabación de obras suyas<br />
que se hace en los últimos ciento<br />
veinte años. Y, desde luego, con Yvonne<br />
Loriod, que ha defendido al piano tres<br />
de esos cinco registros, y con Jeanne Loriod,<br />
que ha estado en cuatro de ellas<br />
(sólo faltó con Salonen, porque los nórdicos<br />
no la citaron). Tan bien asistido,<br />
Chung consigue una espectacular y al<br />
mismo tiempo medida y expresiva Turóngoílo,<br />
muy en la línea de significación exterior,<br />
teatral, que fije también la opción<br />
de Salonen, y que en modo alguno quiere<br />
decir superficial. El elemento teatral,<br />
exterior, es muy propio de Messiaen, como<br />
lo es de la liturgia católica, y sin embargo<br />
nada es más significante, simbólico,<br />
expresivo, hondo... por mucho que no<br />
sea arcano ni inaccesible. No es mistérico.<br />
Es diáfano, pero dramático. Es decir,<br />
la lectura de Chung es adecuada, correcta<br />
y se sitúa sin menoscabo, con su sobrecogedora<br />
toma de sonido, junto a las<br />
otras cuatro versiones ya grabadas.<br />
Santiago Martín Bermúdez
E5TUD/0 DISCOGRAFICO<br />
C<br />
on el sello Decca por delante,<br />
la aureola DDD y unas duraciones<br />
generosas, rondando casi<br />
siempre los setenta minutos, Ovation<br />
surte un repertorio variopinto, lujoso,<br />
donde lo esencial de la Música -los autores,<br />
las obras y los intérpretes- sube y<br />
baja, porque de todo ha/ en la viña del<br />
Señor, Sorpresas hay gratas e ingratas y<br />
también gratitudes que no sorprenden<br />
e ingratitudes que tampoco. Hagamos,<br />
pues, un balance de tanteo.<br />
El as de las sorpresas gratas acaso sea<br />
una pequeña liturgia de diez minutos,<br />
bajo el título Kol Nidret sobre melodías<br />
hebreas, de Max Bruch. Lynn Harrel.<br />
violonchelo, arrebata, sencillamente genial,<br />
y Ashkenazy, una baza fuerte de esta<br />
serie, no le va a la zaga, conmovedoramente<br />
secundado por la Philharmonia.<br />
Es una pieza, por la escritura y por la<br />
lectura, que vale todo el compacto, un<br />
compacto con el Capricho Italiano -capricho<br />
mediterráneo mas bien callejeando<br />
deliciosamente. Y merece que a la<br />
serie se la tome en serio. Se pasa por<br />
alto de buen grado que las Restos de<br />
Debussy se hallen descolgadas de su<br />
tríptico natural, los Nocturnos, o que la<br />
Danza de los siete vetos sea mas deslumbrante<br />
que mórbida. El Aprés-midi es<br />
bellamente moderno, en la descendencia<br />
de Boulez, Finlandia es eficaz e /gor<br />
poderoso. Un plausible plato combinado.<br />
Otra muy grata sorpresa puede ser<br />
—no confundo sorpresa con novedad:<br />
aquélla es un ejercicio estrictamente<br />
subjetivo- la tremebunda Postnikova,<br />
que, con un Rozhdestvenski más bronco<br />
que suntuoso, precipita un Chaikovski<br />
de mucho fuste. De ese modo, este<br />
compacto acopla dos hemisferios irreconciliables<br />
del negocio Chaikovski: porque<br />
el de Wha Chung, Montréal y Dutort<br />
cultiva la cortesía al punto que lo<br />
bello oculta lo sublime. Reconozcamos,<br />
no obstante, que ambas piezas, sea por<br />
idiosincrasia, sea por tradición interpretativa,<br />
propician ese contraste y en ese<br />
sentido. Si hemos de llorar en un caso y<br />
reír en otro, los papeles han sido inteligentemente<br />
repartidos.<br />
Puede ser asimismo sorpresa grata<br />
para los que aman la Sinfonietta de Janacek,<br />
cuya vena castrense a otros retrae,<br />
el buen trabajo de Mackerras, con una<br />
Filarmónica de Viena que lo sazona con<br />
aromas mahlerianos acaso sin proponérselo.<br />
O habrá que ahondar en la re-<br />
Enhorabuena<br />
lación Janacek/Mahler -el primero, seis<br />
años más viejo, envejece más despacio<br />
y da lo mejor de sí cuando ha muerto el<br />
segundo-.<br />
Por el contrario, un tanto ingrata me<br />
parece la sorpresa de Gershwin desangelado,<br />
que arranca corto de gas -y el<br />
arranque, en la R/iopsody, es decisivoy<br />
encabeza un compacto de favoritos<br />
algo trasnochados, para culminar en el<br />
Liszt de Bolet, nada menos que fastuoso<br />
y nada más que fastuoso.<br />
Lo demás es más previsible, lo que<br />
no le impide, en ocasiones, ser admirable.<br />
Y admirable es, a mi juicio, la Pastora/<br />
de Ashkenazy, la Sinfonía, de entre<br />
las nueve, que acaso le cuadra me-<br />
BEETHOV&l: ¡infarta n" í en fa "wyw opus 68 Pastoral<br />
Egmont (obertiroj opus 84. iiteonnro n* 3» (obertma)<br />
opus 72a Phllharmonia Orchestra. Director<br />
Vkwfcnlr AshkefHzv.<br />
ROSSINk Lo BouKjue fomosoue arreglo de Respighi.<br />
CHOPIN: Les Vphtíes arreglo de Dmgas. Nadonal<br />
Phllharmonic Orchestra. Director Richard<br />
Bonvnje.<br />
CHAIKOVSKI: QraoTO pora pono y encestan' I en<br />
s bemol menor opus 13 Condeno pora woln y onjuesto<br />
en re mayor opus 35 Vlktoria Ponnlkovi, plano.<br />
Wlener Symphoniker. Director Genrudí Roihdestveniki.<br />
Kyung Wha Chung, vlolln. Orchestre Symphonique<br />
de Montríal. Director Chartes Dutoft.<br />
GERSHWIN: Rhapsody m Bfue. Katia y Miriell*<br />
Ubéque, plano. The Cleveland Orchenra. Director<br />
WccanJo Cha% ADDINSELL Ccnoeno de Vorsmi<br />
LJTOLFR <strong>Scherzo</strong> de/ Conaena Sm/ünKO n" +<br />
GOTTSCHAUC- Gran fórmala Triunfal (orquejtadon<br />
Chrtí Han*). Cristina Ortiz. piano. Roval Phft<br />
harmonlc Orchestn. Director Moihe Aomon.<br />
LtSZT: r-ontosfe sobre temos poputafes tiúngoros Jorje<br />
Bolet. plano. London Symphonv Orcnam. Director<br />
Kan Fbcher.<br />
JANACBd 5rn|bnieiio Rapsoáa poro On¡ues!fl «Taras<br />
Buba». Wiener PhlIharTrnonlIter. Director Charles<br />
Mackems. SHOSTAKOVICH: SuHeóciLa £dod de<br />
Oro». London Phllharmonlc Orcheitra. Director<br />
BemardH^nk.<br />
DVORAK: Sinfon!as n' 7 en re menor opio 70 y 8 en<br />
sol mayor opta 83. The Cleveland Orcnem. CHnctur<br />
Chrístoph von Dohninvl.<br />
DISCOS<br />
jor ai pianista -la épica, en ella, cede a<br />
la linca- y que baila sin cesar, reinstaurando<br />
una inefable tradición insuficientemente<br />
recordada: la del lúdico y<br />
beato Schuricht, Parece que ciertas<br />
tradiciones asientan mejor en aquellos<br />
intérpretes que, como Ashkena2y, han<br />
sido cocineros antes que frailes. Magnífico<br />
el Egmont que, con Leonora n" 3<br />
prolonga la fruición de este compacto.<br />
Previsible es, a su vez, el bravo Dvorak<br />
de Dohnányi, que recorre, y es natural,<br />
en cierto modo el camino del autor<br />
en sentido inverso: de lo autóctono<br />
a lo universal y viceversa. Sabemos,<br />
por otra parte, que el Shostakovich de<br />
Hattink está garantizado y no nos defrauda,<br />
si bien echamos de menos un<br />
punto de frivolidad, en una pieza como<br />
ésta, radicalmente divertida, con un<br />
humor que el tiempo acrecienta.<br />
Y sabemos que Bonynge, hecho a la<br />
ópera, con la cual contrajo tiempo ha<br />
matrimonio, cumple en el foso, sea<br />
real o fingido. Y sendas coreografías, la<br />
de Rossini/Respighi y la de<br />
Chopin/Douglas, seducen en sus manos,<br />
a condición de que se dé por<br />
buena la remóte previa. La operación<br />
de Respighi tiene sentido, en cuanto<br />
apela a un Rossini semi-inédito. Y a pesar<br />
de todo y del buen oficio -del que<br />
se dice siempre cuando no se sabe<br />
qué decir- la arqueología puede poco<br />
con la gracia.<br />
La peripecia Chopin es sin duda mucho<br />
menos afortunada, aunque no sea<br />
éste el momento de declararla. Pero si,<br />
quizás, el de recordar, puesto que de un<br />
registro se trata, que en las tablas y para<br />
las tablas -el origen de Los S/í/ídes es estrictamente<br />
coreográfico- puede agradar<br />
lo que, en el rigor de la música ensimismada<br />
-y la de Chopin lo es como<br />
pocas-, enoja. Oyendo esas Sílfides,<br />
oyendo y sin ver, el que ama a Chopin<br />
padece por fuer?a. O no, si lo recrea<br />
adentro como verdaderamente es, incomparable.<br />
En las antologías, colecciones si se<br />
quiere, se suele pecar por exceso: se<br />
segrega lo más sabroso bajo el supuesto<br />
de que, cuanto más azúcar, más dulce, y<br />
no se cae en la cuenta de que la obra<br />
de arte -perdón-; hablamos de mercado.<br />
La enhorabuena, pues, para Ovatíon,<br />
que es como dar la enhorabuena a la<br />
enhorabuena.<br />
Joaquín Arnau Amo<br />
SCHERZO 101
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
D<br />
os empresas del grupo Poly-<br />
Gram, Deutsche Grammophon<br />
y Decca, han sido las responsables<br />
de la celebración discográfica del<br />
150 aniversario de la Orquesta Filarmónica<br />
de Viena. Para esta importante conmemoración,<br />
han publicado sendos álbumes<br />
de 12 compactos cada uno conteniendo<br />
los momentos culminantes de la<br />
agrupación tanto en concierto en vivo<br />
(DG) como en estudio (Decca), dirigidos<br />
por prácticamente las más importantes<br />
batutas en toda la historia del sonido grabado<br />
(no se ha contado con Víctor de<br />
Sabata Tostanini, Carlos Kleiber, Kubelik,<br />
Giulini, Barbirolli, Mitropoulos y otros, suponemos<br />
que por problemas<br />
contractuales del grupo Poly-<br />
Gram con estos artistas, ya que<br />
de todos ellos existen grabaciones<br />
de conciertos en la Radio<br />
austríaca). De todas formas, con<br />
estas dos ediciones no se acaban<br />
los registros conmemorativos<br />
de la Filarmónica de Viena;<br />
DG, por ejemplo, en colaboración<br />
con La voz de su amo,<br />
EMI-Columbia, Decca y Sony,<br />
ha prolongado su Edición con<br />
un álbum de dos compactos<br />
conteniendo música de Johann<br />
y Josef Strauss interpretada por<br />
Erich Kleiber, Clemens Krauss,<br />
George Szell. Bruno Walter,<br />
Hans Knappertsbusch, Herbert<br />
von Karajan, Wilhelm Furtwangler,<br />
Willi Boskovsky, Claudio<br />
Abbado, Lorin Maazel, Karl<br />
Bohm y Zubin Menta). Como<br />
quiera que sea, los dos álbumes<br />
suponen hitos interpretativos<br />
irrepetibles y difícilmente superables,<br />
a lo que hay que añadir, además,<br />
la absoluta novedad discográfica que supone<br />
la publicación del álbum Deutsche<br />
Grammophon, compuesto en su totalidad<br />
por grabaciones de la Radio austríaca<br />
efectuadas en conciertos públicos. En<br />
cuanto a los doce discos Decca, varios<br />
de ellos ya hablan aparecido sueltos en el<br />
mercado del disco (salvo error, los protagonizados<br />
por Solti, von Dohnányi,<br />
Bemstein, Szell, Bruno Walter y Erich<br />
Kleiber), a pesar de lo cual, conviene no<br />
perdérselo por las razones que más adelante<br />
expondremos.<br />
El álbum Deutsche Grammophon<br />
Comentaremos brevemente cada una<br />
102 SCHEBZO<br />
150 Años de la Filarmónica de Viena<br />
WIENKH<br />
rillMIAR<br />
MON1KEH<br />
de las interpretaciones, presentadas en<br />
el álbum por orden alfabético de directores.<br />
El disco de Leonard Bemstein recoge<br />
el concierto celebrado el 21 de febrero<br />
de 1971 (o, al menos, parte de<br />
él). La Sinfonía 102 de Haydn es una<br />
versión magistral, cálida, vibrante y clara,<br />
que confirma af director norteamericano<br />
como uno de los grandes traductores<br />
de Haydn de todo? los tiempos. El<br />
Concierto de Ravel, en el que Bemstein<br />
actúa a la vez de solista y director, es<br />
una interpretación inolvidable a pesar<br />
del concepto decididamente romántico<br />
que anima toda la versión, caracterizada<br />
además por un especial hincapié del di-<br />
Wiener PhUharmoniker<br />
Wilhelm Furtuiingier<br />
Brafons: S//mphotiU> Nti.2-1945<br />
Beethoreii: •Leomire ¡U- - ¡944<br />
Grosse Fuge- ¡954<br />
rector norteamericano en los aspectos<br />
¡azzísticos que posee la obra. A pesar<br />
de Benedetti-Michelangeli y de Argerich,<br />
eximios traductores de esta página, la<br />
versión de Bemstein puede equipararse<br />
perfectamente con aquéllas por su honda<br />
convicción y profunda musicalidad.<br />
De Kari Bohm se recogen dos obras<br />
de dos conciertos distintos; un Pelieas<br />
und Melisonde de Schonberg del I de<br />
junio de 1969 y una Muerte y trons/iguraáón<br />
de Richard Strauss, del 19 de mayo<br />
de 1953. Ninguna de las dos es gran<br />
cosa; la obra de Schbnberg le dará la<br />
sensación al oyente de encontrar a Pelleas<br />
y Melisande después de 30 años<br />
de matrimonio, o sea, que en vez de un<br />
viaje alucinante a través del amor y la<br />
muerte, usted encontrará a un aburrido<br />
QUVEHECORQING<br />
matrimonio regularmente bien avenido<br />
y con ganas de pocas monsergas (Karajan,<br />
Barbirolli o Boulez han llegado bastante<br />
más lejos). En cuanto al poema<br />
straussiano, en principio una especialidad<br />
del director de Graz, tampoco hay<br />
que anotar nada especial, salvo su aburrida<br />
perfección de siempre (Víctor de<br />
Sabata, Knappertsbusch, Celibidache,<br />
Reinen, Karajan o el propio Bohm de<br />
años mas tarde, se encuentran bastante,<br />
por delante de esta aséptica lectura En<br />
conjunto es el disco más flojo de los<br />
doce que integran este álbum.<br />
Los dos registros de Furtwangler nos<br />
llevan a otro mundo. La Novena de Beethoven<br />
es la versión del<br />
concierto del 30 de mayo<br />
de 1953 y ya ha estado publicado<br />
en compacto, pero<br />
pirata y de sonido sensiblemente<br />
inferior al que ahora<br />
se comenta, tomado directamente<br />
de las cintas de la<br />
radio de los aliados Rot-<br />
Weiss-Rot (Rojo-Blanco-R,ojo).<br />
La versión es una de las<br />
más perfectas en cuanto a<br />
forma y contenido, con una<br />
fuerza dramática y una claridad<br />
orquestal 'óptima (maderas<br />
en el primer movimiento,<br />
milagrosas). El otro<br />
disco reúne una intensísima<br />
y desolada Segundo de<br />
Brahms, hecha en medio de<br />
una Europa en ruinas (concierto<br />
del 28 de enero de<br />
1945), una vibrante y poética<br />
Leonora n" 3 (atención a<br />
la coda) y, finalmente, una<br />
apocalíptica y sobrecogedora<br />
Gran fuga de Beethoven (orquestación<br />
de Weingartner) que formaba parte<br />
del último concierto dado en vida de<br />
Furtwangler con la Filarmónica de Viena<br />
el 30 de agosto de 1954 en el Festival<br />
de Salzburgo; cualquier oyente medianamente<br />
sensible asistirá atónito a esta especie<br />
de preludio al Fin de los tiempos.<br />
Dos testimonios excepcionales, en definitiva,<br />
impresionantes documentos del<br />
genial quehacer de este director único.<br />
Clemens Hellberg cuenta en el libreto<br />
de la Novena de Bruckner por Karajan,<br />
que las relaciones de éste con ía orquesta<br />
siempre fueran conflictivas, marcadas por<br />
triunfos y decepciones, por el entusiasmo<br />
y el rechazo, por la admiración y el odio<br />
recíprocos... Fácilmente se pueden comprender<br />
las tempestuosas colaboraciones
se sepa del temperamento irascible y autoritario<br />
de este Maestro; sin embargo,<br />
Karajan era un excepcional constructor, y<br />
la Filarmónica vrenesa en sus manos era<br />
una agrupación de un virtuosismo y un<br />
timbre sota comparables a los be la Filarmónica<br />
de Berlín (cualquiera que conozca<br />
sus versiones de la Noveno de Baider<br />
con Berlín, comprobará asombrado que<br />
no hay diferencias aprecables entre aquéllas<br />
y ésta de Viena: la orquesta parece la<br />
>Í£¡Í Wiener Phüharmonücer<br />
1 PHIIHAR I ftw* Knappertsbusch -1957<br />
Schubert: Symphonie No. 9<br />
Sekmidí: Husarenlied-VarUttione»<br />
misma en todos los casos). La versión,<br />
además, posee cierta espontaneidad siempre<br />
dentro de un férreo control en todos<br />
los órdenes y tiene una evidente sensibilidad<br />
para el mensaje de despedida de este<br />
discurso bruckneriano, a pesar de que en<br />
ocasiones prime la elegancia orquestal y el<br />
virtuosismo sobre cualquier otra consideración.<br />
En fin, una versión importante por<br />
suntuosidad, magnificencia, equilibrio, perfección<br />
técnica e innegable belleza. Evidentemente,<br />
los asistentes a este concierto<br />
debieron disfrutar plenamente, lo mismo<br />
(o parecido) que quien escuche<br />
detenidamente este hermoso disco.<br />
Otto Klemperer está representado por<br />
dos bellísimas interpretaciones de dos de<br />
las más populares sinfonías del repertorio:<br />
la /ncomp/eto de Schubert {concierto del<br />
16 de ¡unió de 1968, el último de Klemperer<br />
al frente de la Filarmónica de Viena) y<br />
la Quinta de Beethoven (concierto del 25<br />
de mayo del mismo año). Las dos versiones<br />
ponen de manifiesto las cualidades de<br />
este gran director, tantas veces citadas en<br />
estas páginas: preponderancia estructural,<br />
claridad de texturas, tempi moderadamente<br />
amplios, todo ello dentro de la máxima<br />
concentración y tensión interior. A ello hay<br />
que añadir el peculiar timbre orquestal de<br />
esta orquesta única, con momentos realmente<br />
mágicos (óigase la cantilena del<br />
oboe en el segundo movimiento de la fricompkta<br />
c 207 y ss, hasta donde indica<br />
morando). No es de extrañar, pues, que al<br />
final de la obra de Schubert, se oiga la voz<br />
de Klemperer en un alto y daro «Schon!»<br />
dirigido a la orquesta. Granítica y monumental<br />
Quinto de Beethoven, quizá un<br />
punto pausada de más, pero siempre poderosa<br />
y de singular relieve (escúchese la<br />
perfecta diferenciación<br />
tfmbrica del pic-<br />
_ coló en el último<br />
acorde de la sinfo-<br />
nía). El disco es otra<br />
de las joyas de este<br />
impresionante álbum<br />
V llegamos a Hans<br />
Knappertsbusch, el<br />
director más querido<br />
de los Filarmónicos<br />
vieneses. interpretando<br />
un concierto íntegro<br />
el 27 de octubre<br />
de 1957, compuesto<br />
por las Vorioáones sobre<br />
una canción Húsar<br />
de Franz Schmidt,<br />
y por la Novena de<br />
Schubert Kna contribuyó<br />
con la interpretación<br />
de la primera<br />
obra a establecer y a<br />
• LIVE RECDRDING consolidar la reputación<br />
de este compositor<br />
que fue primer violonchelo de la orquesta<br />
durante catorce años; las variaciones,<br />
algo monótonas, están dirigidas con la<br />
convicción y el aplomo caracteristicos de<br />
todas las partituras que caían en manos de<br />
Knappertsbusch. En cuanto a la Novena de<br />
Schubert nos encontramos claramente<br />
con una versión pre-bruckneriana, con sus<br />
modificaciones de tempi características (el<br />
imperativo prioritario de todas sus interpretaciones,<br />
siguiendo a pies juntillas la<br />
doctrina de Wagner), pero también con<br />
construcción unitaria, respiración dilatada,<br />
nobleza en el fraseo, extraordinaria claridad<br />
de texturas orquestales y una espontaneidad<br />
que seguramente proviene de la<br />
sola fuerza de su presencia en el podio.<br />
Quizá este concierto hubiese sido más<br />
atractivo si en la primera parte del mismo<br />
hubiesen induido algún Concierto de Beethoven<br />
con Arrau, Backhaus o Curzon, o<br />
qu¡2á la Octma de Beethoven, o páginas<br />
orquestales de Wagner, o esas páginas ligeras<br />
de Nicolai, Komzak o los Strauss que<br />
tan maravillosamente eran traducidas por<br />
él. De cualquier forma, un gran disco que<br />
mostará a quien lo escuche el sonido aterciopelado<br />
y denso de una Filarmónica de<br />
Viena conducida por uno de sus directores<br />
predilectos.<br />
DISCOS<br />
Oemens Krauss está representado por<br />
una grabación de la Missa So/emnis de Beethoven<br />
tomada por la Reichsrundfünk el<br />
5 de noviembre de 1940, y por dos<br />
obras mas de bien distinto signo: Putánella<br />
de Stravinsky, y B aprendiz de brujo de<br />
Dukas. La versión de la gran página beethoveniana<br />
está excelentemente concertada,<br />
bien planificada, y orquesta, coros y<br />
solistas responden con entusiasmo a las<br />
demandas del director. Lástima que la<br />
grabación no posea la calidad que tienen<br />
el resto de los registros comentados, y<br />
que a la toma de sonido, algo lejana, haya<br />
que añadir un molesto ruido de fritura<br />
propio de los discos de 78 rpm. Puldnelb<br />
y El aprendiz de btvjo, en cambio, son grabaciones<br />
monofónicas de calidad estándar<br />
(hechas por la Ftott-Weiss-Ftot) que<br />
ganan por la extraordinaria claridad y diferenciación<br />
timbhca de la batuta de<br />
Krauss.<br />
Cari Schuricht dinge una elegante, clara<br />
y ligera Quinta de Bruckner, totalmente<br />
alejada de la tensión de un Horenstein<br />
o del poderío sonoro de un<br />
Knappertsbusch. Como ya hemos dicho<br />
en algún otro número de SCHERZO a<br />
propósito de su Bruckner, está caracterizado<br />
por el amor a la obra bien hecha,<br />
con una pureza de espíritu, un rigor y<br />
una sencillez propios de los maestros<br />
más grandes. En esta Quinto, tomada en<br />
el concierto celebrado el 24 de febrero<br />
de 1963, se pone de manifiesto de nuevo<br />
la claridad de texturas orquestales, la<br />
ligereza en los tempi, el equilibrio, la intensidad<br />
y el absoluto respeto a todo lo<br />
escrito. Versión espléndida, en definitiva,<br />
vibrante, lúcida y efusiva (Schuricht tenía<br />
83 años cuando dirigió este concierto).<br />
Digamos también que esta versión había<br />
estado publicada en un álbum de 2<br />
compactos de la casa italiana MC, acoplada<br />
con el Segundo de Brahms por<br />
Backhaus/Schuricht, pero de sonido sensiblemente<br />
inferior a este registro que<br />
ahora coméntanos.<br />
Richard Strauss, asiduo director de la Filarmónica<br />
de Viena desde su primer encuentro<br />
con ella en 1882, está representado<br />
por tres obras pertenecientes a tres<br />
conciertos distintos del año 1944. De todos<br />
es conocida la capacidad directorial<br />
del gran compositor bávaro; sin embargo.<br />
Oemens Krauss en Titl y la Doméstica, deja<br />
a su admirado maestro en un discreto sfrgundo<br />
puesto (lo mismo que Furtwangler<br />
o Reiner, por citar a otros dos grandísimos<br />
traductores de los pentagramas<br />
straussianos). Demasiado grandilocuente<br />
el primer preludio de Los Maestros Cantores.<br />
Bruno Walter pone punto final (¡y de<br />
qué forma!) a este álbum con el concierto<br />
que dirigió en la Musikvereinsaal el 6<br />
de noviembre de 1955, interpretando la<br />
SCHERZO 103
DISCOS<br />
Sinfonía Praga de Mozart. y la Cuarta de<br />
Mahler. Rara quien haya escuchado su versión<br />
de la sinfonía mozartiana con la Sinfónica<br />
Columbia (Sony), sólo le tenemos<br />
que añadir que el concepto es<br />
el mismo, pero la orquesta mil<br />
veces mejor, con eso está di- ^ s<br />
cho todo. La Qjarta de Mahler<br />
es impresionante, una de las<br />
grandes versiones discográficas<br />
de esta partitura delicada entrañable<br />
y uhrarromántica (en la<br />
línea de la que d propio Walter<br />
dio cinco años más tarde,<br />
en 1960, en el centenario del<br />
nacimiento de Gustav Mahler).<br />
Un disco, pues, imprescindible,<br />
que expresa lo que prácticamente<br />
ningún disco de estudio<br />
puede transmitir, a saber, la vida<br />
y la tensión que sólo pueden<br />
nacer en el encuentro espontáneo<br />
entre una gran orquesta y<br />
un gran director.<br />
Todos los discos llevan un libreto<br />
en el que se habla de la<br />
historia de la orquesta dd director<br />
correspondiente y de tas documentos<br />
sonoros de la Filarmónica<br />
de Viena. B sonido, salvo<br />
et regular ya comentado de la Missa<br />
Sokmnis, excelente. Y el precio, económico.<br />
El álbum Decca<br />
Ya hemos dicho que todas las grabaciones<br />
son de estudio; en consecuencia,<br />
técnicamente supenores a las del álbum<br />
Deutsche Grammophon (salvo los discos<br />
de Clemens Krauss, Erich Kleiber y Bruno<br />
WaJter, buenas grabaciones monofónicas<br />
prácticamente de igual o parecida calidad<br />
a las equivalentes en esta toma de sonido<br />
en DG). Algunos registros, también lo hemos<br />
comentado más arriba, aparecen<br />
por segunda vez en el mercado discográ-<br />
EDICION DEUTSCHE GRAMMOPHON:<br />
150 fflSE<br />
WIENER<br />
PHILHAR<br />
MONIKER<br />
Leonird Bernttein dirige HAYDN: Sinfonía n°<br />
102 y RAVEL Cono&to en Sol moyor. Kari BOhm dirige<br />
R. STRAUSS: Muerte y transfeuroodn, Op. 2* y<br />
SCHONBERG: Pelleos und Melisonds. Op. ¡ Wllhdm<br />
Furcwlngier dirige BEETHOVEN: Smjbnfo n* 9,<br />
Obertura de Leonora n° 3 y Gran fiíga. y BRAHMS:<br />
Sintonía n" 2. Herbert yon Kirajín dirige BRUCK-<br />
NEfc Sinfonía n" 9. Otio Klemptrer dirige BEET-<br />
HOVEN: Sirtjbnfa n° 5 y SCHUBERT: Sinfonía n c 8,<br />
Incompleta Hini Knippertibmth dirige F. SCH-<br />
MIDT: Variaciones sobre une cancón Húsar f SCHU-<br />
BERT: Sinfanfa n* 9, La Grande. Clemem Kríu» dlrtf*<br />
BEETHOVEN: Miso solemne STRAVIN5KY: Pulánella<br />
y DUKAS: B aprenda de bnqo- C»ri Siriuricht<br />
dirige BRUCKNER: Sinfonía n° 5. Richard Stnuti dirigí<br />
WAGNER: Preludio I de Melstertmger, y R.<br />
STRAUSS' Sinfonía doméstica y TiH Eulenspiegeí Bruno<br />
Wiker dirige MOZART Smfonlo n' 38. Praga y<br />
MAHLER; Sinfonía n° 4 OrqueiQ Filirmiinici de<br />
Vlerw. DEUSTCHE GRAMMOPHON 435321-2,<br />
Itwm d* 12 dlicoi ADD manoiatno. Prcdo m«dte.<br />
JO^SCHERZO<br />
fico, a pesar de lo cual el álbum forma un<br />
conjunto de directores de los más célebres<br />
que han pasado por esta orquesta<br />
(curiosamente, falta Furtwangler, que sólo<br />
Wiener PhUharmonücer<br />
Bruno Water-1955<br />
Mozart: Symphfmw No.38 -Prager*<br />
Mahler: Sfpnphfmie NoA<br />
• UVEflECOHDING<br />
hizo una grabación en estudio para Decca<br />
con esta agrupación, la de la Sinfonía en<br />
re menor de Franck). En nuestra opinión,<br />
el álbum tiene dos estratos interpretativos,<br />
los dos de indudable calidad.<br />
El primero estaría formado por los discos<br />
I a 4, más el 8, protagonizado por<br />
Willi Boskovsky. Magnífico el Til! de Clemens<br />
Krauss, con adecuado clima scherzonte<br />
y excelente respuesta orquestal;<br />
grabación típica de los monofónicos Decca<br />
de 1950. La Heroica de Erich Kleiber<br />
es una de las grandes versiones de la historia<br />
del disco, de una lógica expositiva<br />
realmente admirable; merecedora de sal-<br />
EDICIÓN DECCA<br />
VOL I: R. STRAUSS: Titl Eulensptegel (Cl*m«ni<br />
Krum) y BEETHOVEN: Smfória Henka (Eridi KWber).<br />
VOL 2: MAHLHt la conodn de b oerm (Bruno<br />
Wirter). VOL 3: BEETHOVEN: £|mont (Georje<br />
Sidl). R. STRAUSS: Murfíe y Oans¡igjioo6n (Frttx R«n«r),<br />
WAGNER: PreíjdFO y musie de omor de Tnsldn E<br />
toldo (H»m Knappembuxh). VOL 4: HAYDN: Srnfct<br />
rías94y 101 (Ptam Monteu») y SCHUBERT: Snjbnfa<br />
fi* 8 flosef Krips). VOL S: SCHUMANN: SnÍMto r.' /<br />
(Zubici Meha) y K STRAUSS: Don QjfXt (Lorin M«zel).<br />
VOL i: MOZART: Omxna n° 15 y ir^inii n' 36<br />
(Leonird Bemsnin). VOL 7: BEFTHOVEN: OaiMJ y<br />
BRUCKNER: Pnmera (Claudio Abbado). VOL 8: J.<br />
STRAUSS It Voto y potas (Wllll Bokonkv). VOL 9:<br />
R. STRAUSS: Asi bobU Zarathena y BAAHMS; rereern<br />
(Herfwt von Kan|m). VOL I Ch BRUCKNER: GjtTOJ<br />
(Ktrí B6hm). VOL 11: MENDELSSOHN: Tercero y<br />
Ojona, obeftun de Las Hébndos (ChrtKoph yon Dohn*nyl)yVOL<br />
I í WAGNER: Los r*H * la seha<br />
f5wg^)edj y Monjía Jünetns de S^íido (QmoJ y SCHU-<br />
BERT: Wtnb n' 9 (Sir Georj Soló). OrquéiQ Rlirmonka<br />
dt Vksnt DECCA 43323-2. iltun de 12 da-<br />
«a ADD/DDD. mono/nereo. Precio medio.<br />
vas de cañones. De la cantón de la tierra<br />
de Bruno WaHer todo lo que se diga es<br />
poco (¿puede haber algo más emotivo<br />
que Kathleen Ferrier y Bruno Wahter en<br />
esta partitura?). El Egmont de<br />
Szell (con Pilar Lorengar), sen-<br />
^ s sacional, ya ha sido comentado<br />
desde estas páginas. Muy bien<br />
también los fragmentos de Tristan<br />
por Hans Knappertsbusch,<br />
aunque la Isolda de Birgrt Nilsson<br />
haya de tomarse aquí antes<br />
como un instrumento mas<br />
de la orquesta que como una<br />
Isolda de verdad. Muerte y<br />
transfiguración por Fritz Reiner<br />
-y no nos gustarla pecar de<br />
dar proporciones excesivas a<br />
nuestros comentarios-, es uno<br />
de los más perfectos ejemplos<br />
de interpretación orquestal en<br />
toda la historia de la música<br />
grabada, sin el menor ápice de<br />
exageración. Cuando usted,<br />
lector, lo escuche, se acordará<br />
de estas líneas. Vibrante y juvenil<br />
el Haydn de Monteux (Sinfonías<br />
Sorpresa y El reloj), así como<br />
la poética y serena incompleto<br />
de Josef Krips. Este<br />
primer grupo lo cerraríamos con el disco<br />
dedicado a los Strauss interpretado por<br />
Willi Boskovsky con la expresión y el<br />
idioma justos, quizá con una rudeza y espontaneidad<br />
que, antes que perjudicarle,<br />
le van perfectamente a esta música<br />
El segundo grupo, de brillantes interpretaciones<br />
pero de menor entidad artística<br />
que el primero, estaría formado por una<br />
epidérmica Primero de Schumann por<br />
Mehta; un buen Don Quijote por Maazel;<br />
un atractivo Mozart interpretado por<br />
Bemstein; una modélica Primero de Bruckner<br />
por un juvenil Claudio Abbado (grabación<br />
de 1969), más una precisa e inexorable<br />
Octava de Beethoven por el mismo director<br />
un brillante y espectacular<br />
Zarathustra por Karajan, más una Tercera<br />
de Brahms por este mismo Maestro que,<br />
la verdad, nunca fue su fuerte; la célebre<br />
Cuarta de Bruckner por Kari Bohm; dos<br />
buenas versiones de la Escocesa y la Italiana<br />
porvon Dohnanyi y, finalmente, un brillante<br />
y espectacular disco dirigido por SoHJ<br />
en dos páginas de Wagner y Schubert<br />
Asi, pues, otro álbum importante, distinto<br />
al de Deutsche Grammophon y, en<br />
nuestra opinión, de menor interés. Sin<br />
embargo, los cinco discos comentados en<br />
el primer grupo son de antología e indispensable<br />
conocerlos. El álbum va acompañado<br />
por un libreto con fotografías de todos<br />
los directores, más varios artículos entre<br />
los que hay que destacar el firmado<br />
por Christopher Raebum.<br />
Enrique Pérez Adrián
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Una colección que es una especie<br />
de abanico de la ingente producción<br />
bachiana. Aunque vanada,<br />
también presenta una cierta dispersión.<br />
Es ésta una colección destinada<br />
al público que quiere iniciarse en el conocimiento<br />
del mundo musical de Bach.<br />
Aunque su calidad es indiscutible, no la<br />
recomendamos -sin embargo- a aquellos<br />
que ya están muy introducidos en el<br />
cabalístico, religioso, profundo y contrapuntlstico<br />
universo del músico alemán.<br />
Las grabaciones abarcan un periodo<br />
muy dilatado en el tiempo, desde 1963<br />
(Helmut Walcha) hasta 1989 (Gardiner);<br />
por lo que la mayoría de estas versiones<br />
son ya conocidas por los buenos<br />
aficionados.<br />
Otro aspecto a destacar, negativo en<br />
este caso, es la ausencia de una buena<br />
información; ya que los comentarios generales<br />
contenidos en la carpetilla son<br />
insuficientes. Seria interesante, asimismo,<br />
que tales comentarios generales estuvieran<br />
por fin en castellano. La lengua de<br />
Cervantes merece un lugar de honor.<br />
Si desgranamos cada uno de los CD,<br />
Pinnock destaca por su vigor en los<br />
tiempos rápidos y lirismo en los lentos,<br />
en su lectura de los Conciertos de Brandemfcurgo.<br />
Los fraseos están muy bien<br />
cuidados (cornos de caccia, oboes y fagot<br />
en el n" I, violas da braccio y violas<br />
da gamba en el n° ó). Las afinaciones,<br />
casi perfectas (trompeta natural, sin pistones,<br />
en el n" 2; flautas de pico o dulces<br />
en el n° 4). En el n° 3, Pinnock nos<br />
sorprende por su desbordante alegría,<br />
tiempos vivos; pero tampoco descuida<br />
la espiritualidad {Segundo movimiento).<br />
En el n° 5, Pinnock se nos muestra seguro,<br />
potente y virtuoso sobre el clave solista;<br />
aunque también es cierto que -en<br />
algunos momentos- la orquesta hace<br />
palidecer su sonido. Pero, a cambio, se<br />
obtiene una interpretación espontánea<br />
y sincera. Durante el transcurso de estos<br />
concerti grossi, las cuerdas cumplen<br />
con extrema pulcritud su cometido. Sin<br />
duda, The Engiish Concert tiene una sonoridad<br />
muy bien empastada. A pesar<br />
del tiempo transcurrido desde su grabación<br />
(1982), estos Conciertos de Brondembufgo<br />
son una delicia para el aficionado.<br />
Por lo que a las Oberturas respecta<br />
(se recogen aquí 3 de las 4 escritas),<br />
Una excelente miscelánea<br />
de Bach para principiantes<br />
destacan la n° /, BWV 1066, y la pomposa<br />
n° 3. BWV 1068 (en re mayor esta<br />
úrtima, naturalmente), las cuales están<br />
interpretadas con ingrávida imaginación,<br />
articuladas en fraseas cortos, como corresponde<br />
a la época Barroca. En cambio,<br />
la Obertura n° 2, BWV 1067, es ejecutada<br />
demasiado aprisa. Falta glosar los<br />
valores largos. En los cortos, el aliento<br />
suficiente. En general, no se ejecuta con<br />
la misma garra que las anteriores.<br />
En e! CD n° 4, Pinnock vuelve a sorprendemos<br />
por su apasionamiento y espontaneidad,<br />
en el Concierto para clave<br />
en re menor, BWV 1052. Aquí nos<br />
muestra su personalidad clavecinlstica:<br />
riqueza de recursos y depurada técnica<br />
El intimismo de Simón Standage se pone<br />
de manifiesto en el Concierto para<br />
violín BWV 104i, arropado por la aterciopelada<br />
y lírica atmósfera de la orquesta.<br />
El Condeno para oboe d'amore y<br />
orquesto BWV 1055 es genial. Excelente<br />
dicción, con esa sonoridad del oboe<br />
que recuerda al instrumento que paria,<br />
y excelente acompañamiento orquestal.<br />
De bella factura es también el Concierto<br />
pora 2 violines BWV 1043, con diferenciado<br />
sonido por parte de cada uno de<br />
los solistas, realmente extraordinarios.<br />
El CD n.° 5 comienza con el espectacular<br />
Concierto pora 4 daves BWV 1065.<br />
Los solistas, con su inmejorable técnica,<br />
están en perfecta conjunción. Una grabación<br />
con el canadiense Gilbert, entre<br />
otros, quien quizás se encontraba en su<br />
mejor momento artístico. El Concierto<br />
pora violín, BWV 1042 es exuberante. A<br />
destacar, una vez más, el intimismo sonoro<br />
de Standage. El celebérrimo Concierto<br />
para oboe y violln BWV 1060 (reconstrucción<br />
del Condeno para 2 daves)<br />
constituye el Opus Magnum interpretativo;<br />
por el detallismo preciosista y el<br />
sumo cuidado de los diálogos entre am-<br />
BACH: aVW 1046-51 BWV 106648. BWV 1052.<br />
BWV 104'. BWV 1055. BWV 1043. BWV 1065.<br />
BWV 1042. BWV 1060. BWV 1044. BWV 903. BWV<br />
971. SWV 9)3. BWVB3Í. BWV225-31. Anos/ coros<br />
de BWV 244 y BWV 248. BWV 565. BWV 590.<br />
BWV 582. 8WV 535. BWV 536. BWV 603. BWV<br />
700. BWV 73*. BWV 639. BWV 727. BWV ?36.<br />
Trevor finnoík, The Engullí Concert, Capdla<br />
Académica Wien. Edmrd Melkui. Hinm-Mirdn<br />
Sehnd*, The Monteverdl Choir. The Enjltih Baroque<br />
Soloiio, )ohn Bot Gardíner. Helmut Walchi.<br />
DEUTSCHE GRAMMOPHON CD<br />
415081/090-2(10 CD).<br />
DISCOS<br />
bos. El denominado Triple Concierto<br />
BWV 1044 es el menos conocido de los<br />
aquí presentes. Perfecta conjunción entre<br />
la flauta, el violín y el clave concertoto,<br />
embelleciendo con su virtuosismo las<br />
líneas melódicas.<br />
El CD n° 6 nos presenta a Trevor Pinnock<br />
como único solista. La atormentada<br />
Fontosfo (de la Fantasía y Fuga BWV<br />
903) es interpretada en el espíritu de la<br />
improvisación, recordándonos al n" 5 de<br />
Brandemburgo. La fugo en estilo severo<br />
es expuesta con tranquilidad, destacando<br />
el solista con nitidez cada una de las<br />
voces. En el Condeno Italiano BWV 971,<br />
para el cual Bach pidió expresamente un<br />
clave de doble teclado, Pinnock emplea<br />
una delicada y lírica ornamentación. En la<br />
Toccata en re menor BWV 9/3, el solista<br />
llega al climax interpretativo en la doble<br />
fuga. La Obertura Francesa BWV 831, síntesis<br />
entre la surte de clave y la obertura<br />
para orquesta, escrita por Bach también<br />
para un clave de doble teclado, se obtienen<br />
efectos de eco y dinámica de pianoforte.<br />
Aquí Pinnock arriesga demasiado<br />
con los rápidos tempi. Hubiéramos deseado<br />
una obertura más reposada; como<br />
la apacible lectura de Leonhardt,<br />
más cantabile y armoniosa.<br />
La importancia de recuperar viejas pero<br />
excelentes grabaciones se pone de<br />
manifiesto en el CD n" 7, con los ó Motetes<br />
(grabado en 1974). Gardiner, como<br />
de costumbre, pictórico; con sus soberbios<br />
coros, orquesta espectacular y potente<br />
e ígnea interpretación, aunque los<br />
metales se le desmadren en algunos momentos<br />
(CD n° B y 9). Pero, sin duda, hizo<br />
un buen trabajo, cuidando mucho el<br />
fraseo y la articulación; especialmente las<br />
arias y los coros.<br />
Y, por último, el órgano de Walcha<br />
en el CD n° 10. Desde el año 1963, hemos<br />
de decir que -a pesar del tiempo<br />
transcurrido- su calidad permanece inalterable.<br />
Correcta registración (recordemos<br />
que Bach no hizo casi ninguna indicación<br />
en su obra para órgano). Es lamentable,<br />
sin embargo, que en la<br />
carpetilla informativa de esta colección<br />
no aparezcan las características de los<br />
órganos utilizados. La lectura de Walcha<br />
es nítida y bella, no exenta de virtuosismo<br />
y sobriedad a la vez.<br />
Francisco Bueno Camejo<br />
SCHERZO 105
DISCOS<br />
ESTUDIO DtSCOGRAFlCQ<br />
Una buena lectura en profundidad<br />
de algunas de las Sinfonías con mote<br />
o subtituladas del genio de<br />
Rohrau: a las cuales se les han añadido varias<br />
oberturas de relleno, procedentes de<br />
su producción escénica Aunque se trate<br />
de un relleno, es de agradecer el mismo,<br />
pues tanto las oberturas como las obras<br />
dentro de las cuales están inscritas son<br />
poco conocidas por el aficionado. Este es<br />
el caso del drama jocoso & Mundo de la<br />
luna, el heroico Armida, o el mitológico<br />
B alma del filósofo. Por su parte,<br />
las Sinfonías aquí grabadas abarcan<br />
un periodo comprendido entre<br />
1768 y 1795; una etapa de<br />
madurez haydniana, no sustraída a<br />
la influencia del célebre movimiento<br />
Sturrm und Drang {en el caso de<br />
Mozart esta influencia fue una simple<br />
mueca, reducida en el mundo<br />
sinfónico a la Sinfonía n° 29 en la<br />
mayor, y poco más). Las Sinfonías<br />
seleccionadas dentro de este periodo<br />
presentan -en gran medidaun<br />
hit motiv británico; especialmente<br />
eí cuarto y último CD. La grabación<br />
se ha realizado en dos lugares<br />
distintos entre los meses de enero<br />
y julio de 1990. Dentro de esta pequeña<br />
dispersión, al menos se<br />
mantiene la homogeneidad para<br />
cada CD, pues cada uno conserva<br />
su regla interna de espado-tiempo.<br />
Naturalmente, no están todas las<br />
Sinfonías subtituladas de Haydn. Ni<br />
siquiera están presentes todas las<br />
compuestas dentro de los segmentos<br />
anteriormente citados. Faftan,<br />
por ejemplo, Sinfonías tan populares<br />
como La Reina (n° 85 en 9 berro/<br />
mayor, circa 1786), B Refy (n°<br />
¡01 en re mayor, 1794) o La Gallina<br />
(n° 83 en sol menor, 1786). Pero,<br />
eso sí, las aquí grabadas gozan todas<br />
ellas de mucha popularidad.<br />
Decíamos al principio que la leetura<br />
era profunda y es cierto. Procuran<br />
destacarse los contratemas,<br />
las inflexiones del discurso musical (puentes<br />
modulantes, desarrollos, codas, etc.),<br />
los fraseos, una agógica muy cuidada en líneas<br />
generales. La dinámica también se<br />
matiza; aun cuando algunos tempi son un<br />
tanto impropios con respecto a otros similares.<br />
De manera global, la interpretación<br />
está hecha con buen gusto, respetando<br />
mucho el estilo. La versión de Haydon<br />
Clark y el Consort of London es, pues,<br />
una versión clásica, con atención a la poii-<br />
Haydn: Sinfonías con título<br />
fonía instrumental y a la estructura de las<br />
obras. Totalmente recomendable.<br />
Antes de pasar a ésecdonar cada CD,<br />
quisiéramos llamar la atención sobre un<br />
detalle peculiar el papel del clave continuo.<br />
No se trata de un continuo vulgar. En<br />
muchas ocasiones tiene un valor de puente<br />
melódico (grupo de notas que preparan<br />
el retomo del tema o melodía). En<br />
otras, es introducido de manera atípica,<br />
con la finalidad arcaica de gtosor el discur-<br />
O Pí S O RX<br />
O V E.ONDON<br />
RtiBERT HA Y DON CLARK<br />
so musical (y bienvenida sea esta glosa,<br />
tristemente perdida). Este es el caso del<br />
clave en la Sinfonía n" 100 en sol mayor,<br />
«Militar». Nosotros nunca hablamos escuchado<br />
una versión de esta Sinfonía con<br />
clave continuo. En la partitura que hemos<br />
manejado de la misma, la Edrtio Música<br />
Budapest, no figura tal clave. Lamentablemente,<br />
no tenemos la edición del original<br />
(Urtext). Pero, en cualquier caso, la introducción<br />
del clave supone un loable rasgo<br />
de originalidad. Y, francamente, nos ha entusiasmado.<br />
En el CD n° I, y con la obertura que<br />
abre plaza, £/ Mundo cíe la luna, Haydon<br />
Clark silencia con dulzura los tenuti de los<br />
vientos para poder escuchar los contratemas;<br />
expuestos éstos con brío. El desarrollo<br />
en modo menor (muy del gusto de<br />
Haydn, con finalidad contrastante) es vigoroso;<br />
destacando muy bien el ritmo de<br />
corcheas regulares. Las potentes entradas<br />
imitativas de ías cuerdas en la transición<br />
del puente modulante al segundo tema, o<br />
tema B, del primer movimiento de la Smfbnia<br />
n" 48 «Mario Teresa», es una demostración<br />
de esa polifonía instrumental perseguida.<br />
No faltan tampoco las enérgicas codas<br />
en este Allegro. El Adagio es elegante,<br />
sin caer en la ñoñez; conjugándose las alternancias<br />
agógicas (uso del flato, pianoforte-piano)<br />
con el discurso de las distintas<br />
voces (se destacan otra vez bs contrate-
mas en los vio&nes II y violas). B Minueto<br />
es algo marcial, quizás recordando la visita<br />
de la emperatriz de Austria En el Rnale se<br />
ponen de manifiesto las excelentes cuerdas<br />
del Consort of London. Ello puede<br />
observarse también en los detochées violinísticos<br />
del Allegro sptritoso de la Sinfonía<br />
Oxfbrú El Adagio de esta Sinfonía es algo<br />
rápido, con respecto a los tiempos lentos<br />
de otras sinfonías interpretadas por esta<br />
agrupación orquestal. 0 Minueto descuella<br />
por el delicado legato trompfetico (un instrumento<br />
muy querido por Haydn, por<br />
otra parte). Un presto muy bien fraseado<br />
pone punto final a esta Sinfbnfa y al CD.<br />
El CD n° 2 se inicia con la obertura Arrrvdd<br />
una sinfonía de napolitana estructura<br />
interpretada con mayor tranquilidad (trátase<br />
de una obertura-sinfonía). En la Sinfonía<br />
«ta Pasón», Haydon Clark evita la monumentalidad,<br />
con el Adagio inicial ligero,<br />
polifónico, y un dave glosando el discurso.<br />
La versión es cameristica e íntima Pero<br />
aquí fatta una pizca de dramatismo, tan<br />
propio del Sturm and Drang, La rítmica durante<br />
toda la Sinfonía está cuidada con esmero.<br />
Los forte son ligeros y suaves; huyendo<br />
de la tembi//rjj beethoveniana. Los<br />
tuttj, ligeros. Tras un delicado Minueto ga-<br />
lante, con un polifónico trío, cuidando en<br />
todo momento la alternancia forte-piano<br />
(exposición del tema en forte, repetición<br />
en piaña de barroco gusto), el Rnale es<br />
decepcionante, omitiéndose las repeticiones.<br />
En la Sinfonía n° 100 «Militar», Haydon<br />
Clark pierde tos papeles en el movimiento<br />
inicial, pomposo y grandilocuente,<br />
con intervenciones desmesuradas de los<br />
vientos y el timbal. En general, esta Sinfonía<br />
es distinta del resto, pues se silencian<br />
los acompañamientos y otros elementos<br />
del discurso con la finalidad de mostrar la<br />
pompa militar y los elementos de la músico<br />
turca salvo las glosas del dave.<br />
El CD n° 3 es una vuelta a la maternal<br />
HAYDN: Obertura til Minh de la Junan Snfenfa n*<br />
48 en * mjpx, «María Tensa* Sñfcnto n* W en al<br />
Obertwa (Amida» Síifanfa i' 49 en fó menor oto<br />
Pasina infwHb n' 100 en al maya «VíHooi<br />
Sítfbnío n° 94 en sol inoycr nLo Sofpnsau. Snfanfc n*<br />
96 en « mayor «El Milagro» Sinfbnfa rf 45 en ío sostenido<br />
menor IILOS afanes».<br />
Ooertt/n pan uu Opera ligteso Sinfonía n m 103 «i mi<br />
bemol mayor
D¡SCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICÚ<br />
E<br />
n e! número 53 de esta revista<br />
(abril de 1991), y dentro del dosier<br />
dedicado a Antonfn Dvorak,<br />
Incluíamos una amplia Propuesto de discograpa<br />
avorákiana. De las integrales de sus<br />
Sinfonías destacábamos allí tres, las firmadas<br />
por Václav Neumann, Rafael Kubelik<br />
e István Kertész. sin contar con la espléndida<br />
segunda grabación de las cuatro últimas<br />
por el primero de ellos (que ha registrado<br />
la Novena cuatro o cinco veces).<br />
La última de aquellas tres integrales nos<br />
llega por fin en formato CD. Advirtamos<br />
que en muy poco tiempo, Polygram<br />
ofrece en CD nada menos que tres integrales:<br />
Kubelik (Deutsche Grammophon),<br />
Wrtold Rowicki (Philips) y la que motiva<br />
estas líneas, que es tal vez una de las mas<br />
fascinantes, dramáticas y llenas de poderío<br />
y tensión explícitos.<br />
La del malogrado Kertész (que falleció<br />
en 1973, sin llegar a cumplir los cuarenta<br />
y cuatro años) es la integral de los más<br />
motivados contrastes de tempo y tensión<br />
que podamos imaginar. Acerqúese<br />
el aficionado a la escucha de esa preciosidad<br />
que es la Octava y escuchará una<br />
propuesta que le cortará el aliento, pero<br />
de manera motivada, con un sentido de<br />
la transición, del crescendo, de la apertura<br />
de las frases que carece de parangón<br />
posible. El firmante de aquella fascinante<br />
y discutida integral Schubert, de una C/emenza<br />
de insospechado sentido dramático,<br />
se introduce en la Nuevo Mundo con<br />
aparente suavidad y pronto desmenuza<br />
la conocida partitura en poderosos ataques<br />
ricos en sabiduría y musicalidad, con<br />
una crispación siempre lógica, nunca gratuita.<br />
Los pasajes tranquilos le sirven a<br />
Kertész como preparación para episodios<br />
llenos de fuerza y tensión. La introducción<br />
en piano por los bajos del Allegro<br />
maestoso de la Sépúma nos coloca<br />
inmediatamente en un tenso cuando no<br />
tempestuoso discurso que concluye en la<br />
conocida simetría que Kertész convierte<br />
en inquietante; un latente desasosiego<br />
domina el bellísimo Adagio para, tras un<br />
<strong>Scherzo</strong> diabólicamente danzante, resolverse<br />
en uno de los más impetuosos Rnale<br />
posibles, donde de nuevo juega Kertész<br />
con ia coexistencia de calma (para él<br />
sólo aparente) y de su correlato, lo tempestuoso,<br />
que parece expresarse en términos<br />
de catástrofe.<br />
Kertész le otorga grandeza, nervio y altura<br />
incluso a las Sinfonías que no conta-<br />
108 SCHERZO<br />
Cuando István Kertész<br />
cortaba el aliento<br />
ban, aquellas cuatro partituras primerizas<br />
que el tímido Dvorak no consideró dignas.<br />
La dignificación de Kertész de estas<br />
piezas sinfónicas no consigue, claro está,<br />
parangonarlas con las últimas, pero si<br />
arrancarles todo su innegable interés<br />
(que a menudo se pierde en versiones<br />
menos exigentes), a pesar de los excesivos<br />
y no pulidos desarrollos de ciertos<br />
movimientos de las tres que inician el ciclo.<br />
Ya sabemos que, a pesar de todo, la<br />
Cuarto es una pieza merecedora de superior<br />
atención, mayor incluso que Quinto<br />
y Sexto; al fin y al cabo, aunque muy<br />
tarde (1892). la estrenó el propio Dvorák<br />
En la Cuarta Kertész se vuelca sobre<br />
el Allegro inicial, cuyo carácter cantabile<br />
potencia (un canto tenso, desde luego);<br />
después de un tannhauseriano y prometedor<br />
Andante el maestro" húngaro sabe<br />
cumplir como quien es en el más feroz<br />
de los Allegro feroce, cuyo menor interés<br />
musical relativo (cualidad que rom-<br />
DVORAK: Sinfbnfbs. Sdierto copnakso Oberturas<br />
«£n la nawotezo», fCamavota y «Mt hogar» Orquesta<br />
Sinfónica de Londres. Director: Istvin<br />
Kerréll- Productor: ftay MlnthuIL Ingeniero*;<br />
Kenneth Wllk/nson y Arthur LJley. Grabación:<br />
Londrat, IW3-6*. DECCA «0 (Mt-1 ADD-<br />
DECCf)<br />
DVORAK<br />
The Symphonies<br />
London Symphony Orcheatra<br />
István Kertész<br />
parte con el Finale) nos permite comprender<br />
el cómo y por qué de su planteamiento.<br />
Ahora bien, la opción de Kertész no es<br />
patética. La Quinta, que figura entre los<br />
logros de esta integral, y sobre todo la<br />
Sexto, tan propicia a una versión con paitos,<br />
son buena muestra de que se ha renunciado<br />
a tal posibilidad. La vigorosa, vivaz,<br />
tensa y en justificadas ocasiones catastrofista<br />
lectura de Kertész puede<br />
resultar chirriante a algunos oídos acostumbrados<br />
a más suaves acentos. Pero,<br />
al cabo de los años, continúa siendo una<br />
de las mayores referencias en cuanto integral<br />
y algunas de las sinfonías que la<br />
componen (Cuarto, Quinta y las tres últimas,<br />
por ejemplo) se codean con lo mejorcito<br />
que se ha hecho en un repertorio<br />
tan trillado. Es una lástima que, del resto<br />
de la obra orquestal dvorákiana grabado<br />
en aquel entonces por Kertész, sólo se<br />
incluyan aquí tres de las cinco oberturas,<br />
mas ninguno de los poemas sinfónicos<br />
de Erben. ¿Aparecerán en un disco aparte,<br />
colocándose donde merecen, esto es,<br />
junto a los de Kubelik y Neumann, ya<br />
transferidos a soporte CD?<br />
Santiago Martín Bermúdez
FEIWffl i<br />
Wtwi<br />
Mlwm<br />
M tm<br />
José Luis<br />
Romanillos<br />
* * * • * * * i<br />
Philippe<br />
Donnier<br />
Javier<br />
Latorre<br />
CURO de construcción de gnu<br />
según el método íe Antonio Torres<br />
Guitar makmg according to<br />
Antonio de Torres<br />
Formas musicales en el flamenco:<br />
Manuel de Palma<br />
Guitarra /Guilarist<br />
guilarra-baile y cante<br />
Flamenco musical forms: guitar,<br />
dancing and singing<br />
Ángel López<br />
Baile /Dancer<br />
El baile flamenco y su<br />
acompañamiento a la guitarra<br />
Flamenco dancing and<br />
its guitar accompanimem<br />
Curso de guitarra flamenca para<br />
TnnQ A-ntemirt guitarristas clásicos: metanismos<br />
cjose Anromo fímaK0 guilaf couraefor<br />
dassical guitarists: mectianisms<br />
Costas<br />
Cotsiolis<br />
Leo<br />
Brouwer<br />
Sergio &<br />
„ OdairAssad<br />
^y Alvaro<br />
uu... Pierri<br />
trwwn.... .<br />
Q Pepe<br />
»>.,.. Romero<br />
BTHWi a s * * a i<br />
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M Iwi<br />
©<br />
O<br />
n<br />
Enrique<br />
De Melchor<br />
Inmaculada<br />
Aguilar<br />
Joe<br />
Pass<br />
Curso básico de guitarra<br />
clásica de concierto<br />
Basic courseonthe dassical<br />
concen guitar<br />
Lucas de Erija<br />
Carne / Singer<br />
I ManuelAbella I Pablo de la Cruz<br />
Análisis musical e interpretación de piezas<br />
para guitarra : repertorio Leo Brouwer<br />
Musical analysis and performance of<br />
guitar works: ihe Leo Brouwer repertoire<br />
Curso de guitarra para dúo<br />
Course on ihe duet guitar<br />
Guitarra clásica :<br />
repertorio latinoamericano<br />
The dassical guitar;<br />
Latin-American repertoire<br />
Guitarra clásica:<br />
repertorio español (F.Sor)<br />
The dassical guitar:<br />
Spanish repertoire (F.Soi|<br />
Curso de guitarra flamenca solista<br />
y de acompañamiento al cante<br />
Course on solo i si and smging<br />
accompaniment flamenco guitar<br />
Aitixi iMiMrii / ii>iM •mu: Vicenie Solo "El Sordera"<br />
El baile flamenco y su<br />
acompañamiento a la guitarra<br />
Flamenco dancing and<br />
its guitar accompanimem<br />
Curso de guitarra jazz<br />
The jazz guitar<br />
IV JORNADAS DE ESTUDIO SOBRE<br />
HISTORIA DE LA GUITARRA<br />
IV STUDY SESS1ONS ON THE<br />
KISTORY OF THE GUITAR<br />
£% Angelo<br />
^^ Gilardino<br />
£% Ángel<br />
^^ Alvarez Caballero<br />
^% Bernard E.<br />
Richardson<br />
£k Leo<br />
^^ Brouwer<br />
EusebioRioja<br />
El irprrfcinD mnuJ pura («mn*. icgún ua fanón muuain y «u tahona :<br />
L Ü tanñam dt*fc Femado Sor hnU nunun» Ji»<br />
The guiur rnaucul (rp^ioiie Étanbaf lo muicl fuma<br />
J J U . nurn auájc* smee Fosando Sw<br />
i" L'n esquema KLMEPTKÚ<br />
The Hmiienca pjiitf -1 híacnal uchave<br />
EJ deaimUo acOgúco óe b gu<br />
TV tkxkpfywa of Üw pirln't K<br />
BfWflg por Brouwer mi IINSKI<br />
wcT: mj mute<br />
La Guilanaen la Historia. DI<br />
The Guilar in Hislor>. III<br />
s riíapjf4ra2c^ ctnnnlcmcnLarÍD de ks<br />
iiti. á cunio de ^uiiaitJas participantes en k*i grotlr?. LDOL loiiv» dd FtslivaL<br />
Tht. SCUIHÍI fJuill (3kxinipu.s. i >-f vo~^l cuniplcniúiun 1 ktünt>nlTihcLtio>t?i by some of ihe<br />
quitar* liul areinlakc p¿n tn Üie Feslival prai cmcot<br />
UIIIIIIIIIIIIIIIIIII1IIIIIIIIIIIIIIIIIU1<br />
22 i 11<br />
QtiAf concKTins y c^nx.-uk:iikh Je aniaui ml<br />
TUICS de La guitarr-j fbmcn:a,i:l^ü:a. jaü-blues, miienia: Manolo SarJúcar, Víame Amigo,<br />
Itpc Rometo, UK Angeles GuiurQuartR, I^bertn Gi>irinnü, Gilberto GiLíteF^tf...<br />
1\]£K shiill he NIIKII CCIXTTIS mxl rdwws by inanmunally ruitiwn flamenco, classkai,<br />
jazz-Wuesjmi! modem guilansl Midi as Maoclü Sanlucar, VkoKc Amigii. tepe. Romero. Los<br />
Angeles GuilarQuaftixF^bntoGiHiiündGübextoGüa<br />
IHVITAH / iniT» IH«WI Ballet de Crisüna Hoyes<br />
/viHVit i CiranTsiUu, \fczquila. Palacio de VUÜU,...<br />
Quince regiones de encunüm y concienos<br />
en los J jnlmfc> del Alcázar de k» Reyes Crisiianos. Desde los 23 horas.<br />
Thcse will be held as merting and concm sessiom m útt gardobi of the Aká¿ar de ke Reyes<br />
CnMunih LTify nkghl fmm I<br />
^ a abieno ;i Li pnsíntxidn dr mÚHOK y fomia-<br />
Uhk» ripu, c«ii la guitarra cunn* pnnaganisla destacado.<br />
J olrete a ks múa jíBefe^*lo^ un cinuüode iccinii»ylaa&L4cncialeaKaiirce&«a<br />
Debe hacaw íoJícimd de pameipación<br />
Tít |XDgnunnic sh-iJJ IATICÍWI^ cfintributioa^ f<br />
^IÜIM pr>viíif miEnsit^ miHK ians<br />
IJKlllHrrd DI 44ÍRUPACIPHIS<br />
• f flülTíiftlTÜ . PULSO 1 T PU1<br />
j g d c a fúa.<br />
uín en disUntcfi espacKB al ate itbtv. pan concluir en LWiconceninibón final, ai laque<br />
EH.tuanin luid* Us lonmK:K»e> p<br />
fl«wccn 22 uní 24 Jiil> ÜK Fesluval shaJ! he ÜIL wuing for amccluig oíg<br />
l will perform outdom snd dcLiver a final dO including<br />
HflTÍ DE<br />
IA CUITdlRd<br />
Rridí^ liipjr el 4 de jubo, con un msrjíón imBkul desde las 12 a I» 20 horas. Rnalixari<br />
LCÍI b irtíopretacicti de. tora pte^i gujtanfslicu pur LicuVt L-iai inlefpeles<br />
A macicj music v^skms ihall be held on 4 july ffom noon lo 8 pm ttlri will be ctosed wim<br />
iuQr perfonrmnee by aboui one hundred musK-um^<br />
Ex]x»icion» J<br />
Publicaciones /Presentaúon of publications • Feria de la Guitarra /The fjiutur Fair<br />
Concurso de Composición /Composition Cortea<br />
••iién/lnHrlpcl6ai<br />
inhrM«ti*>/Res¡iirfltiMi F.P.M. Cran Teatro<br />
Avda. del Gran Capilán, 3 - 14(108 Córdoba (Spain)<br />
Telfs: (957) 479238 - 4«6700 Telefax : (957) 487494
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRAFÍCO<br />
E<br />
l libro Cuartetos del s/g/o veinte<br />
(S. Goldet Papiers de l'lrcam)<br />
trata de la modernidad de varios<br />
compositores, excluyendo a Britten,<br />
Shostakovich, Scelsi y Tippett entre<br />
otros, o sea a unos compositores que<br />
tenían cuarenta años cuando los otros<br />
hermanos de la postguerra mundial empezaron<br />
a hacerse con un poder casi absoluto.<br />
He aquf una pequeña colección de<br />
discos de compositores más o menos<br />
(re)conocidos, más o menos a (reconsiderar.<br />
En contra de la opinión<br />
ampliamente difundida, si no<br />
aceptada, de que el siglo veinte<br />
ilustra la evolución del lenguaje<br />
musical como un alejamiento<br />
de la tonalidad hacia el atonalismo,<br />
se podría reivindicar esta<br />
característica para el siglo XIX:<br />
la Novena de Beethoven (el última<br />
tiempo parándose en la<br />
undécima nota), la Novena de<br />
Bruckner, el Preludio de Tristón<br />
que a su vez proviene de Romeo<br />
y Julieta de Beriioz, algunas<br />
obras del úftirno Brahms... En<br />
este caso, Schoenberg (en sus<br />
dos primeras épocas) tendría<br />
el puesto que se ha asignado a<br />
Mahler, respecto a la sinfonía.<br />
En este caso, el Schoenberg<br />
rompedor o revolucionario sería<br />
el Schoenberg de última<br />
época, cuando, dentro de un<br />
universo librado de los imanes<br />
tradicionales, vuelve a introducir<br />
una nueva funcionalidad del<br />
sonido, unos polos no tonales.<br />
Si este esbozo de teoría fuera<br />
viable, habría que interpretar<br />
un poco más a menudo a Bruno<br />
Madema y a los compositores<br />
(Várese por ejemplo)<br />
que desarrollaron uno de los<br />
elementos webemianos (el sonido),<br />
mientras que otros<br />
compositores (Boulez, por<br />
ejemplo) aparecerían reducidos<br />
a un enfrentamiento con<br />
el desarrollo del lenguaje. Y<br />
delante de este callejón que<br />
parece hoy cerrado, emergieron<br />
algunas reacciones neos<br />
(románticas, arsnovísticas. tonaJes,<br />
clasicas...).<br />
Durante los primeros años<br />
del siglo podemos analizar<br />
otras tendencias: Scriabin y<br />
Mahler que no tuvieron here-<br />
ÍÍOSCHERZO<br />
El siglo XX no serial<br />
deros, al menos en Europa; Ravel. Prokoftev,<br />
Poulenc, Britten, Shostakovich, y<br />
algunos otros influidos por la música<br />
francesa (Martinu, por ejemplo, en Europa),<br />
que utilizaron la tonalidad en un segundo<br />
grado (el son/do se sigue percibiendo<br />
como función, la polaridad tonal<br />
sigue existiendo pero corroída por el<br />
cromatismo. Mientras que en la Segunda<br />
Escuela de Viene, el cromatismo absoluto<br />
encontraba una radical realización en el<br />
dodecafonismo); los politonales como<br />
Stravinsky y Daríus Milhaud (Ivés me pa-<br />
Matt Hainiovita<br />
URITTEN HKl.EH CIíCMB L1CETI<br />
Su i le- \- v;,1i..,I-.- r.- Solo Olio<br />
rece como un heredero de la politonalidad<br />
particular de Mahler); y otros compositores<br />
que no crearon sistemas, y<br />
que fueron (salvo Bartók y Messiaen) los<br />
más olvidados y despreciados: Janacek.<br />
Sibelius (que se acercó al atonalismo en<br />
La Tempestad y dio un agudo ejemplo<br />
en su Cuarta Sinfonía), Villa-Lobos (sinfonista<br />
de primera importancia según Messiaen),<br />
Janacek (el impresionismo visitado<br />
por el expresionismo y el folklore, o<br />
sea Debussy, más Mendelssohn -los<br />
Cuartetos-, más Wolf, más Liszt), Vaughan<br />
Williams (la Cuarta y la<br />
Sexto entre Bartók y Shostakovich,<br />
y viceversa), Tippett...<br />
Demasiado a menudo clasificados<br />
como anti germanos, estos<br />
compositores {y habría<br />
que añadir a Britten), ya que<br />
rechazan el desarrollo y la retórica<br />
(en esto se oponen<br />
también a los Boulezianos) y<br />
que utilizan la armonía como<br />
potencial de color (Liszt), tienen<br />
una deuda con Schumann,<br />
transformando, según la bella<br />
definición de Marcel Brion, la<br />
construcción formal en efusión<br />
arquitectónica.<br />
Algunos de los discos que<br />
provocaron este artículo me<br />
parecen ser unas posibles referencias:<br />
los Cuortetos de Tippett,<br />
Las Sonetos de Scriabin<br />
por Roberto Szidon: en esta<br />
única integral disponible (Ashkenazy<br />
no las grabó todas, y<br />
con una mala restitución sonora,<br />
Decca), Szidon sigue las<br />
huellas de Horowrtz. escoge la<br />
claridad absoluta (una atención<br />
maníaca a todos los detalles,<br />
como Reiner, Carlos Kleiber)<br />
para expresar los misterios<br />
scriabinescos. Es la opción<br />
opuesta a la de Sofronitski (Le<br />
Chant du Monde), y funciona<br />
igualmente (la técnica del pianista<br />
es también fulgurante) en<br />
cuanto la música de Scriabin<br />
tanto de la inspiración mística<br />
como de la geométrica. (A<br />
propósito: ¿Dónde andará este<br />
excepcional pianista que fue<br />
alumno de Arrau?). Matt Haimovitz<br />
propone por primera<br />
vez la grabación de las Sonatas<br />
de Crumb y de Ugeti, y dado<br />
el nivel del chelista, son referencias,<br />
y la Primera Sonata pa-
Sonata para chelo solo y la proyecta en<br />
la absoluta modernidad. Ugeti y Crumb,<br />
por no habtar de Reger, sufren un poco<br />
de la equiparación con Brrtten y en esto<br />
también reside el interés del disco. Para<br />
las tres Surtes de Britten, Torleif Thedeen<br />
{CD Bis) se sitúa muy por delante de<br />
sus pares. El Segundo Concierto para violin<br />
de Bartók con Anne Sophie Mutter adquiere<br />
una espectacularidad desconocida<br />
(es la segunda versión, más brillante),<br />
un cierto lado romántico y soberbio.<br />
André Gertler con Karel Anceri y la Filarmónica<br />
Checa proponían una versión<br />
más nocturna, mientras que Kyung Wha<br />
Chung con Sofá y la Filarmónica de Londres<br />
puede ofrecer una síntesis entre<br />
ambas versiones. El Concierto de Norbert<br />
Moret (complementa el de Bartók,<br />
para Mutter) está muy bien escrito, en la<br />
linea de Delius.<br />
Bemstein presenta tres obras: el Concierto<br />
poro violin de Rorem (1984) que<br />
renuncia a experimentos tímbricos anteriores<br />
para intentar un homenaje a los<br />
compositores primitivos de Norteamérica<br />
revisado por el impresionismo francés;<br />
Tattoo (1986) de Del Tredici es una<br />
obra grandiosa (y tonal, a lo Schnrttke);<br />
jubilee Gomes de Bemstein, después de<br />
momentos aleatorios (y cantados por<br />
los instrumentistas) y postbartók concluye<br />
en una danza orgiástica (por mucho<br />
que esté basada en la gematrfa) donde<br />
el compositor muestra su maestría.<br />
La Sonata de Schnrttke es un estreno<br />
BRITTEN: Cuartetos de cuenta en re mayor 11931),<br />
n° I, 2. y 3. Simple Synpbony op 4 (versión autori'<br />
zada pin cuarteto). The Britten QuarteL 2 CD.<br />
Precio medio. COLLJNS 70101. DDD. (989. por<br />
S. Rhodet. Director artístico: T. Harrison. 130'.<br />
TIPPETT: Cuatro Cuartetas The Brrtten QuirteL 2<br />
CD. Precio medio. COUJNS 7006I.DDO. 1990,<br />
por S. Rhodei. Director artfnjco: J. WeiL 97".<br />
SCKIABIN: Sonoto en mi bemol menor (I8B7/B9}.<br />
Sonólo fantasía en sol sostenido menor 11886). Roberto<br />
Szidon. plano 3 CD (precio medio) 4 i 747í<br />
ADD (excelente}, 1968/71. por H. Wlldhigen.<br />
Director artístico: K. FauíL I80 1 .<br />
MATT HA1MOVITZ (chelo): Sonatas y suples da<br />
Reger (n° 1 Op. 131), Crumb (ejcrlta en I9S5),<br />
Britten (n' 1 Op 72. en 1964). U(«ti
DISCOS<br />
FTTf ¡DIO DISCOGRAFICO<br />
L a<br />
serie de óperas rusas grabadas<br />
por el director búlgaro Emil Chakarov<br />
para SONY (ex-CBS) quedó<br />
bruscamente interrumpida al fallecer el<br />
maestro, inesperadamente, hace<br />
unos meses. Quedan atrás igor,<br />
jovandiina, Onegu/n y las obras<br />
objeto de este comentario. Podemos<br />
sospechar que este legado<br />
no pasará a la historia como<br />
una gran aportación al repertorio.<br />
Pero se trata de un intento<br />
serio, aunque limitado, de recuperarlo<br />
para el sonido grabado<br />
de nuestros dias.<br />
La versión de La vida por el<br />
zar es la única lectura completa<br />
de la historia del disco. A cambio,<br />
es muy posible que pase sin<br />
gran gloria aunque tampoco sin<br />
demasiada pena. Las virtudes de<br />
este registro se advierten desde<br />
el principio: un espléndido coro,<br />
el de la Opera de Sofia, y una<br />
meritoria Antonida, Alexandrina<br />
Pendashanka, de belia y potente<br />
voz, dulce y esforzada a un<br />
tiempo, dramática y rica en corporeidad,<br />
si bien con ciertas dificultades<br />
de emisión en el diabólico parlamento inicial.<br />
Una Antonida que puede codearse<br />
con la Stich-Randall de Markevich. No sucede<br />
lo mismo, ni mucho menos, con el<br />
Susanin de Boris Martinovich, que no resiste<br />
ninguna comparación con Christoff<br />
(ni, desde luego, con Reizen, Ghiuselev o<br />
Ivan Petrov). Aunque posea un centro<br />
adecuado y bello, puesto que le falta todo<br />
lo demás. La entrada de Chris Merrit hace<br />
temer lo peor, por la dificultad evidente<br />
arriba Felizmente, el personaje de Sobonin<br />
no está siempre en tesitura tal, y el<br />
grosor y presencia de la voz de Merritt le<br />
permiten una aceptable prestación . Que<br />
sin embargo resulta pálida ante el recuerdo<br />
de Nicolai Gedda, un Sobonin hasta el<br />
momento creemos que no superado en<br />
disco.<br />
Desde el principio tenemos también<br />
uno de los elementos más negativos de<br />
este registro, la morosa dirección de Chakarov,<br />
opción que va en contra de cualquier<br />
sentido teatral de la puesta en sonido<br />
y que a menudo ralentiza peligrosamente<br />
el canto de los protagonistas. Sin<br />
embargo, Chakarov y los productores retiran<br />
a la orquesta a un segundo plano<br />
cuando se trata de voces. Ya sabemos<br />
que La vida por el zar no es aún una ópera<br />
con un componente orquestal decisivo<br />
(en cambio, si es la obra en que irrumpe<br />
d coro como protagonista, como pue-<br />
112SCHBtZO<br />
Del legado de Emíl Chakarov<br />
blo), pero la discreción por la que se opta<br />
aquí resurta excesiva y provoca un resultado<br />
dramático tímido, sin fuerza, diluido en<br />
una especie de acompañamiento en sor-<br />
The Russian Opera DieRussischeOperL'OpéraRusse SONY<br />
PIQUE Dameffiestiw Ochraan<br />
Slefta KretiUm<br />
falta Di bva<br />
YuriMazun*<br />
Sdania Thczvskí<br />
(van Konsulw<br />
dina. Los momentos en que interviene el<br />
coro o aquellos en los que se encuentra a<br />
solas con la espléndida Orquesta del Festival<br />
de Sofia son los mas inspirados de la<br />
propuesta de Chakarov, donde alcanza la<br />
fuerza y el vigor de otras prestaciones suyas<br />
en esta serie de óperas trágicamente<br />
interrumpidas. Apoyado en un espléndido<br />
sonido (en esto no tiene rival la lectura<br />
que comentamos), Chakarov consigue<br />
una interpretación a veces bella, a menudo<br />
innecesaria, un producto fallido en muchos<br />
sentidos.<br />
Sin embargo, en La dama de picas las<br />
cosas transcurren de manera muy diferente.<br />
Desde que Rostropovich grabara su<br />
Dama en 1977 transcurren once largos<br />
GLJNKA: La "ida por el zar. BoriJ Mirtlnovich<br />
(tvan Susanin). Alexandrina Pendashanska (Antonlnt),<br />
Chris Merritt (Sotiinin), Swdnii Toczjuka<br />
(Vania). Coro de b Opera Nacional de Sofia. Orquesta<br />
del Festival de Sofia. Director Emil Chakarov.<br />
Productor: Mkhet Gloo. Ingeniero: Woffpn¡<br />
Gullch. Grabación: Soflí, IX/IW. SONY<br />
S3K « «7. 3 CD DDD. KWSO".<br />
CHA1KOVSKI: La domo de pacos Wleiliw Ochmin<br />
(Hermann). Sedka Evjodevi (Lia). Penka<br />
Dilava (Condesa). Stefená Tooysta (Polina), han<br />
Konsulov {Tomtkl), Yuri Mazurok jleletski). Coro<br />
Nacional Búlgaro Svetoilav Obretenov. Coro de<br />
muchachea 6e Gomia rche. Orquesta del Fenival<br />
de Sofía. Director: Emil Chakaror. Productor Mich*l<br />
Gloc Ingeniero: WoHgang Gullch. Grabadón:<br />
Sofia. V1UX/I988- SONY S3K 45 720. 3 CD<br />
DDO. 156-33".<br />
SwKstivObreinK*<br />
Niüonil UMOB<br />
Gtergi Robcv<br />
Sofia<br />
l'ratival Odieslra<br />
tmil Tttlaklim<br />
años hasta el registro de Chakarov, a lo<br />
que hay que añadir otros dos hasta su<br />
aparición en el mercado. Aparte de las<br />
versiones piratas y las soviéticas inencontrables,<br />
las opciones anteriores<br />
son la de Baranovich (Belgra-<br />
do, 1955, ampliamente distribuida<br />
cuando apareció, ya en<br />
los setenta, en Ace of Diamonds,de<br />
Decca), la de Melik-<br />
Pashaev (Bolshoi, 1957), la de<br />
Jaikn (Bolshoi, 1966) y la de<br />
Ermier (Bolshoi, 1974), la única<br />
en formato CD junto con<br />
la que comentamos. Pues<br />
bien, la Dama de Chakarov,<br />
en nuestra opinión, puede codearse<br />
con las anteriores, a las<br />
que supera en algunos aspectos.<br />
Es probable que la auténtica<br />
referencia de esta preciosa<br />
ópera no se haya grabado<br />
aún, pero mientras tanto podemos<br />
consolamos con la de<br />
Rostropovich (lamentablemente<br />
aún no traspasada a<br />
CD) y con la de Chakarov,<br />
que consigue aquí tal vez lo<br />
mejor de su legado operístico ruso.<br />
De nuevo unos espléndidos coros, incluido<br />
un conjunto infantil de excelentes<br />
prestaciones, pero en esta ocasión con un<br />
concepto dramático más coherente, con<br />
una orquesta llena de fuerza y unos cantantes<br />
de muy buen nivel medio. Desde<br />
luego, las voces merecen que nos detengamos<br />
un momento en ellas. Empezando<br />
por el Hermann del tenor polaco Wieslaw<br />
Ochman. El complejo e histérico personaje<br />
de Hermann queda muy bien<br />
construido en la voz de este todo terreno<br />
(cualidad que le debe quizá a las necesidades<br />
de esta época más que a otra cosa),<br />
que se las ha visto con Dimrtri, Hoffrnann,<br />
Idomeneo, Cavaradossi y Lenski, entre<br />
otros. Su eslavismo teñido de italtanitó favorece<br />
el doble carácter del personaje,<br />
dramático y lírico a un tiempo. Su voz es<br />
bella de color, gruesa de cuerpo, poderosa<br />
de emisión, si bien con los consabidos<br />
problemas hacia lo afto. Un espléndido<br />
Hermann que hace oh/ida" al Gugaiov de<br />
Rostropovich.<br />
La comparación con Vjsneshkaia no favorece<br />
a Stefta Evstatieva, pero al margen<br />
de ello podemos sospechar que se trata<br />
de una de las posibles Lisa de nuestros<br />
días, con una voz amplia y de muy bello<br />
centro, vulnerable en los agudos y compenetrada<br />
con uno de bs papeles femeninos<br />
mas hermosos del repertorio (después<br />
de Tatiana, desde luego). La Polina
de la polaca Stdana Toczyska es espléndida,<br />
una auténtica voz eslava cte contralto,<br />
un instrumento de sonido redondeado<br />
y de gran agilidad de movimientos y capacidad<br />
colorista en esa zona tan baja en<br />
que hoy resulta difícil escuchar a nadie. Su<br />
cometido es aqui mucho más sobresaliente<br />
que en el Vania de La vida por d zar,<br />
donde su capacidad de canto estaba por<br />
encima de su sentido del teatro. En Polina<br />
y en el intermedio, en cambio, el equilibrio<br />
roza la perfección.<br />
Y queda nada menos que la Condesa.<br />
Aquí es preferible también la versión de<br />
Rostropovich, con Regina Resnik. Los ba-<br />
LA GUÍA<br />
OPERAS<br />
BARCaONA<br />
Gnu Teatro del Uno<br />
LA TRAVIATA {Verdi). Mund.<br />
Phxa. Villaroel. Olsen. de la<br />
Mora. Grundheber. Mora. 9,<br />
II. 12. 14. 15. 17, IB, 10 d*<br />
nano.<br />
MARÍA STUARDA (Donizetti).<br />
Bonynge. Del Monaco. Batea,<br />
Dessl. Omilian. Sempere, Palatch.<br />
2, 4, S, 8. 10. II de abril.<br />
BILBAO<br />
Teatro Arnap<br />
ADRIANA LECOUVRÉUFt<br />
(Olea). GandoHi. Zennara Fren¡,<br />
Aragill. D'lntrno. Cnausson,<br />
Ruiz, Pascual. 9, 12, 15 de marzo.<br />
LASPALHAS<br />
Teatro Pérez Galdói<br />
LA HORA E5PAÑOLA (Ravel),<br />
LA VIOA BREVE (Falla).<br />
Nlgoghossan. Alvarez. Hamel.<br />
Oran. Perdstem. Ruiz. II, 14<br />
da marro.<br />
LA FAVORITA (Donizetti).<br />
Obratzsova. Hernández, Sempere.<br />
26, 28 de marzo.<br />
MADRID<br />
LiZanuela<br />
CARMEN (ftzet). Ros Marba.<br />
Pizn. Berganza, Lima, Bayo, Dfa¿<br />
13, 17,21, 25.19demar-<br />
MALAGA<br />
Teatro Ceryantei<br />
LA DEL MANOp DE ROSAS<br />
(Eorozábal). Roa. Sao. Martin.<br />
Alvirez, Sénder. 20. 21, 22 de<br />
VALENCIA<br />
Teatro Municipal<br />
UNA COSA RARA (Martín y<br />
Soler). Producción del Uceo. 4,<br />
6.8 de marro.<br />
AMSTERDAM<br />
Nedertandw Opara<br />
MITRIDATE RE DI PONTO<br />
(Mozart). Haenctien. Audi.<br />
Ford. Patterson, Croft, Kowalski.9.<br />
II IS. 17.20.23. 26, 29<br />
de mano. I daabri.<br />
BERUN<br />
Deutsche Op*r<br />
VEC MAKROPOULOS r>neck)<br />
Kout. KrSmer. Armítrong.<br />
Blinkhot Mercker, Wilhs,<br />
Skram. 4. 13. 26 de mano.<br />
LUCIA DI LAMERMOOR<br />
(Donizetti). Weikert Sanjust.<br />
Fortune. Aliberti. Kraus, Gougalov<br />
14. 17,10, 23 de nano.<br />
BOLONIA<br />
Teatro Comunal»<br />
ROBERTO DEVEREUX (Donizetti).<br />
Gavazzeni. Zuffi. Ahbertí,<br />
Frorrtali, D'lntino, La Scola. I. 3<br />
de mano.<br />
FRANCESCA DA RIMINI<br />
(Zandonaí). Oren. Fas^im. Kabarvanska.<br />
Gavanellí. Lotti- 21,<br />
14,24,29,31 de mano. 3, S.<br />
8 de abril.<br />
CATAN1A<br />
Teatro Belllnl<br />
LA TRAVIATA (Vedi). Badea.<br />
Halmen. 15, 17, 19. 31 de<br />
marra. 2, A, 7 de abril.<br />
DRESDE<br />
LA CENERENTOLA (Rossini).<br />
Oslman. Pbntek. 7, 10, 14 de<br />
marzo.<br />
LES CONTES DHOFFMAN<br />
(Offenbach). Zimmer. Konwils
GUIA<br />
CUENCA<br />
Contarvatorio<br />
13 4* mino: W Muestra de<br />
musca dectrónica.<br />
ÉUSCADI<br />
Snfonfca de Eu»la*<br />
7. 10. II de narro: Víctor Pablo<br />
Pérez. Ricardo Requejc,<br />
piano. Ravel. $hostakovich.<br />
(San Sebastián). 9: Irún. II:<br />
Bilbao 13: Victona<br />
20: Grzegon Nowak. Larraun.<br />
Mozart, Dvorak. (Guecho).<br />
23: Baracaldo. 24: Pamplona.<br />
24: Pasajes. 2í: Irun. 17: Azcortia.<br />
4, 8, 9 da abril: James BlaJr.<br />
Beethoven. Prokofiev, Chaikouski.<br />
6: Pamplona. 7: BiFbao.<br />
10: Vitoria.<br />
GRANADA<br />
Orquaiia Ciudad da Granada<br />
7, 8 de mirra: Juan de Udaeti<br />
Mozart, Ginastera.<br />
21, 21 Juan de Udaeta. Rafael<br />
Orozco. piano* García. Mozart<br />
Snostakovich.<br />
4, S de abril; Thomas Indermühle.<br />
CP.E. Bach. Dvorak.<br />
Várese. Spohr.<br />
LAS PALMAS<br />
Filarmónica de Grví Canaria<br />
5 d« abril: Alfred Walter. Fnal<br />
dd Concurso de canto AHredo<br />
Kraus<br />
10, II. 13. 14: PiemsBariholomee.<br />
Berliol, Infancia de<br />
Disto.<br />
MADRID<br />
Madrid CurtunJ<br />
I. S de marzo.- Orquesta y Coro<br />
de la Comunidad. Alonso.<br />
Sagi. Montiel. Martin, Curras.<br />
Chapl, ID revo/roso. Chueca, E7<br />
batea (Teatro de la Vaguada).<br />
1 Gnjpo Alfonso X el Sabio.<br />
Lus Lozano. Canto llano. (Museo<br />
dd Prado).<br />
4: filarmónica de Gran Canana.<br />
Luis Aguirre. (Auditorio Nacioral).<br />
5: Canal Street Jazz Rand (Sala<br />
Galileo Galilei).<br />
9r Gil Saham. violln; Mischa<br />
Maisky. chelo; Hermán n Baummn,<br />
trompa Música de salón<br />
ÍM.PJ.<br />
10; remanda de utrera. Juan<br />
Hibithuela. (Teatro Alfil).<br />
11: Sinfónica de Baleares «Ciudad<br />
de Palma». Luis RemartF-<br />
()<br />
12: Clamores Dixieland Band<br />
ÍS.G.G).<br />
16: Orquesta Rema Sofía<br />
17: Antonio Núte «Chocolate».<br />
Antonio Arenas (TA).<br />
17, 18; Musita Antiqua Koln.<br />
Aeinhard Goebe'- Biber, Albinoni.<br />
Venturini. (Auditono<br />
Conde Duque).<br />
18: Orquesta Cudad de Granada.<br />
Juan de Udaeta. (A.ísn.<br />
19: Philip Cathenne Tno<br />
(S.G.G.).<br />
21: The Sodeen. Harry Christophers.<br />
Haydn. La Creociin<br />
(TK).<br />
114SCH&ZO<br />
23: The TaJIii SthoUrs. (M.P.J.<br />
24: Manuel Soto «Sordera».<br />
Moraito. (TA).<br />
24, 25: Freibúrger Barockorchester.<br />
Corefli, Muffatt. Locateili.<br />
Bach (ACD.).<br />
27: Por Supuesto Rythm and<br />
Blues. (S.G.G.)<br />
30; London Virtuosi. (M.P.).<br />
31: Manuel Agujetas, David<br />
Servas. (TA).<br />
31, I de ibrifc The Academy<br />
of Antient Music. Chnstopher<br />
Hogiwood. Boccherini. Mozart<br />
Haydn.<br />
i Pedro Fluy Blas. (S.G.G.).<br />
5-12: Orquesta MosaVques.<br />
Chnstophe Coin. Almajano,<br />
Fabuel, Villa Nebra, 'fiema es<br />
to d¡cí»a de amor. (T.V.).<br />
6: john Georeiadis, violfn.<br />
(M.P.).<br />
6: Al Aire español. Eduardo<br />
López-Banzo. ios desagravios<br />
de Troya, Lo púrpura de Ja rosa.<br />
rr.M.).<br />
7, 8: Sinfónica de Chicago.<br />
Daniel Barenbdm (AN.).<br />
8: Bach Academy. Helmut Ririjng.<br />
Bach.<br />
9: Jorge Pardo Quartett.<br />
(S.G.G.Í<br />
Cklo Slrrfonfu da Mahbr<br />
19, 20 da mano: Orquesta<br />
de la Radio de Frankfurt.<br />
Eliahu InbaJ. Quinto /Novena.<br />
27, 28: Sinfonía de la Radio de<br />
Colonia. Gary Bertini. Séptima.<br />
Adagio de h Déomo. Cuarta.<br />
Ibermújlci<br />
6, 7 de mino: Philharmonu<br />
Orchestra, Charies Dutoit.<br />
Cosmi, Stravinsld. SibeliusJMozart<br />
Brahms.<br />
Cklo de li Unlvtrtiduj Autónoma<br />
3, 5 de rmrzo: English Chamber.<br />
José Luis Garda Asensto.<br />
Bach, Surtes y Conciertos di<br />
Sronoenbu/go.<br />
4; Sinfónica de la Uniuerjidad<br />
Waseda de Tokio. Chikara<br />
Iwamura.<br />
9 da abril: La Chapelle Royal.<br />
Phüippe Herrewege Bach. Pasión<br />
según Son Moteo<br />
Orqueía Nidonal<br />
6. 7, S da marra: Juan Pablo<br />
Izquiedo. Jean-Pien-e Dupuy.<br />
piano. Franck, Maderna. Ra^«[<br />
13. 14, IS: Jos* Collado. Juana<br />
Guillem, flauta. Gómez, Jolivet<br />
Chaikovskj<br />
20. II, 21 Piotr Palecnv. piano.<br />
ICIar. Lutoslawski. Stbdius<br />
17, 3B, 29: Manuel Galduf. Espiá.<br />
Beethoven. Roussd.<br />
3, 4, 5 de abril: AJdo Ceccato<br />
Berlioz. Ravel. Rachmaninov,<br />
Stravinski.<br />
Ciclo da Cámara y PoWonli<br />
3 de marro: Orquesta Qásica<br />
oe Madnd. Luis Izquierdo. Gamdo,<br />
Bemstein. MonBalvalge,<br />
Ginastera.<br />
5: Orquesta Reina Sofía. Nicolás<br />
Chumacnenco. Martin. Haendel.<br />
M: Conjunto Nacional de<br />
Metales. Purcell, Buomverrojra.<br />
Adson. Hazell, Franosque.<br />
Gabrieli. Buenamente. Cordli.<br />
Haydn. Howarth, Iveson.<br />
12: Gabnd Estarellas, guitarra.<br />
Bach, Prieto, Garda Abril, De<br />
Pablo.<br />
17: Orquesta de Cámara Española.<br />
Luis Aguirre. Isidro Barro,<br />
piano, Mozart Bamo. Janitefc<br />
19; Conjunto Zarabanda. Alvaro<br />
Marías. Vivaldi.<br />
24: Michel Levinas, piano. Beethoven,<br />
Schumann.<br />
14: Marta Oran, soprano; Miguel<br />
Zanetti. piano. Ravel,<br />
Poulenc Messiaen.<br />
31: Fine Arts String Quartet<br />
Haydn. Shostakovich. Schubert<br />
2 *• abril: Angeles Rentería,<br />
piano. Schumann, Bemaola.<br />
rw<br />
8: Coro de la Comunidad de<br />
Madrid Miguel Groba Garda<br />
Padilla, Franco, Victoria- Falla,<br />
Villalobos.<br />
f. Grupo La Folla. Pedro Bonet<br />
Fasch, Haendd. Santacruz,<br />
Vivaldi. ScarlatO. Pía. Janitsch.<br />
Ocio da Orpno<br />
10 de mino: |ose Ennque<br />
Ayana. Buxtehude, Bach, Rossi,<br />
Reger. Messiaen. Manani,<br />
Castillo.<br />
7 d« abril: Mithel Chapuii Sin<br />
determinar.<br />
Orquana d« RTVE<br />
5. i d« mino: David Znman.<br />
Várese, Dvorik,<br />
(9, 20: Lothar Zagrossek. Coro<br />
RTVE. Brahrns, Schoenberg,<br />
Smelana.<br />
2i. 27: Peter MaxwelWavies.<br />
Maxwell-Davies. Mozart.<br />
2. 1 de abril: Franz-Paul Dec-<br />
Icer Bnjckner. iéptíma.<br />
Cantro pan la Difusión
Orquesta Nacional de España,<br />
Cincuenta Años<br />
DOSIER<br />
PALACIO DE LA HUSICA PALACIO DE LA MÚSICA PALACIO DE LA HUSICA<br />
HKPDEBMEKSS •BES. 3 DE HOUORF DE BS2 VBVfS. H DE (TONE K 852<br />
ORQUESTA HIOOHAL ORQUESTA NAGONAL ORQUESTA NAOOHAL<br />
fÍTAÜLfO<br />
DIRECTOR DIRECTOR<br />
DIRECTOR<br />
[CML SCHUWCHT| (amaLJÉñf]<br />
FOTO: ONE<br />
E<br />
3 I de marzo de 1942, en el Teatro María Guerrero de Madrid, daba su primer concierto la<br />
Orquesta Nacional de España, bajo la dirección del maestro portugués Pedro de Freitas Branco,<br />
Fundada oficialmente por Orden Ministenal del 10 de julio de 1940 (mediante la fusión<br />
de Otras dos orquestas, la Filarmónica de Pérez Casas y la Sinfónica de Arbós, con un total de 176 profesores que,<br />
ya ab ongine, dificultaba la concertación de tales efectivos humanos), la Nacional no surge<br />
de modo efectivo, para la actividad musical, hasta la convocatoria del<br />
concurso-oposición de 17 de mayo de 1941; en el Ateneo, en las primeras semanas de marzo de 1942<br />
bajo la presidencia de Joaquín Turina, tienen lugar las audiciones, que dan cuerpo y forma a la agrupación<br />
que. el último día de ese mes, se presenta ante el público.<br />
Casi un año más tarde, el 7 de mayo de 1943, quien va a ser primer titular del conjunto,<br />
Bartolomé Pérez Casas, dirige en primera oportunidad a la Nacional en el Teatro Español.<br />
Su sucesor, Ataúlfo Argenta -desde 1945 responsable de la plaza de «piano, celesta y timbres» en la plantilla-,<br />
titular entre 1947/ 1958, dirige por vez pnmera a la orquesta el 10 de octubre de 1945,<br />
en el Teatro Calderón de Madrid. Rafael Frühbeck, el tercer titular (19<strong>62</strong>-1978), se presenta con el conjunto el 4 de diciembre<br />
del 59, en el Palacio de la Música. Los siguientes titulares ya hacen su presentación en el Teatro Real:<br />
Antoni Ros Marbá (director entre 1978 y 1981) el 10 de enero de 1969,<br />
Jesús López Cobos (responsable de la orquesta entre 1983 y 1988) el 23 de octubre de 1970, y Aldo Ceccato<br />
(titular desde esta campaña 1991 -1992 el I de marzo de 1974. La historia intermedia,<br />
es decir, lo que sucede entre estas escuetas fechas, nos la cuentan, en este Informe, Antonio Fernández Cid,<br />
Leopoldo Hontañón, Arturo Reverter y Luis Suñén.<br />
junto a ellos, tres de los titulares y el principal director invitado de la orquesta en este momento, mas dos de sus gerentes<br />
y el actual responsable técnico, nos brindan valiosos testimonios de su trabajo con la agrupación.<br />
Quienes hemos preparado este dosier tenemos especiales motivos de gratitud hacia Félix Palomero,<br />
Coordinador General del organismo Orquesta y Coro Nacionales de España por su paciente colaboración y ayuda,<br />
que ha de hacerse extensiva al Instituto Nacional de las Artes escénicas y de la Música.<br />
Siendo disímiles, a veces hasta contrapuestos, los textos aquí reunidos, dimana de todos un sentimiento común: el afecto,<br />
el cariño -a veces enfurruñado, otras emotivo, crítico en ocasiones, apasionado siemprehacia<br />
la que los melómanos sienten como nuestra Nacional, reflejo musical de la historia reciente (sólo medio siglo)<br />
de este país, y reflejo, por tanto, de nuestra historia misma. Sirva esta publicación para saludar e inaugurar<br />
los próximos 50 años de la Nacional.<br />
SCHERZO 115
DOSIER<br />
ONE: Pasado, presente y futuro<br />
Hace ya bastante, en marzo de 1955. asistí llevado<br />
por un familiar al primer concierto que he escuchado<br />
en mi vida de la Orquesta Nacional. Tenía<br />
doce años y no era ningún lego en música<br />
pero hasta entonces no había asistido a un concierto<br />
de la ONE. Dio la casualidad de que actuaba Igor Stravinsky<br />
en un programa de obras propias que a mí me fascinó<br />
aunque los moyo/es consideraban que era muy raro. Desde<br />
entonces he escuchado prácticamente todos los conciertos de<br />
la ONE a no ser que estuviera fuera de Madrid. Desde 1963<br />
en que empecé a hacer critica musical también he estado vinculado<br />
a ella en este aspecto y cuando en 1971 tocaron la primera<br />
obra mía también me vinculé como compositor. Posteriormente,<br />
entre septiembre de 1981 y marzo de 1985 y ahora<br />
desde septiembre de 1990 me ha tocado llevada desde un<br />
punto de vista gerencial, Todo ello lo digo únicamente para<br />
señalar cómo mi relación con la ONE ha sido larga y constante<br />
y también que ha abarcado diversos puntos de vista externos<br />
e internos. Lo cual es útil a la hora de valorar el pasado,<br />
presente y futuro de una orquesta que ha cumplido medio siglo<br />
de enorme servicio a la música de España y que no siempre<br />
ha sido justa ni convenientemente valorada o juzgada.<br />
Como tengo una excelente memoria, no soy proclive a la<br />
nostalgia, que no es otra cosa que una mala memoria idealizada.<br />
Por eso me niego a sumarme a lo nostálgico de una presunta<br />
edad de oro de la ONE en la que había maravillosos<br />
músicos, directores titulares míticos y artistas invitados de lujo.<br />
Nada de ello es enteramente cierto si no se atiende a las circunstancias<br />
de cada momento que han cambiado sustancialmente<br />
y que lo único que han hecho es<br />
que la ONE cumpliera en cada momento<br />
su misión.<br />
Se dice que la primitiva orquesta, la de<br />
los fundadores de los que ya no queda<br />
ninguno en activo y pocos incluso vivos,<br />
tenía mejores músicos. Creo que simplemente<br />
eran distintos. En una época de<br />
menos medios mecánicos y salarios casi<br />
de hambre, aquéllos eran músicos muy<br />
profesionales que tenían la práctica del<br />
teatro, del café, de las bodas... lectores<br />
rápidos e infalibles, pero en ningún modo<br />
tenían mejor técnica que los actuales<br />
puesto que en el aspecto formativo también<br />
se ha evolucionado mucho. E incluso<br />
cultural mente, en un aspecto que incluye<br />
la propia cultura musical, no solían<br />
ser mejores que los actuales. Eran distintos,<br />
con virtudes y defectos diferentes,<br />
pero no mejores ni peores. Guardo un<br />
gran respeto y admiración por bastantes<br />
músicos del pasado de la ONE, pero tengo el mismo para<br />
muchos de los actuales.<br />
Otro mito discutible es el de los directores titulares. Yo no<br />
he visto nunca dirigir a Pérez Casas, aunque todos coinciden<br />
en que era excelente, pero sí y bastante a Ataúlfo Argenta.<br />
Nadie puede negar que al final de su vida, truncada en el momento<br />
menos oportuno, Argenta era un grandísimo director.<br />
Pero un director que se hizo día a día con la orquesta y que al<br />
principio apenas si sabía dirigir y no tenía ninguna técnica-<br />
Afortunadamente se transformó, pero lo hizo a base de con-<br />
7JÍÍSCHERZO<br />
cierto con la ONE. ¿Piensa alguien en serio que hoy sería posible<br />
tomar a un joven director sin técnica ni expenencia y darle<br />
la ONE como titular para que fuera aprendiendo? El caso de<br />
Argenta sena hoy imposible e incluso el del propio Frühbeck<br />
de Burgos que, aunque ya era una firme promesa cualificada<br />
cuando tomó la titularidad, se hizo un verdadero director a lo<br />
largo de sus años con la ONE.<br />
También es discutible el que antes vinieran grandes directores<br />
y ahora no, pues dejando aparte unos primeros años<br />
en los que hubo una vinculación de Schuricht y que aparecieron<br />
algunos grandes nombres por la sencilla razón de que<br />
en una Europa recién destrozada por la guerra apenas había<br />
orquestas ni dinero, los directores que han venido a la ONE<br />
lo han hecho en momentos iniciales y medios de su carrera,<br />
como corresponde a las características y posibilidades de la<br />
orquesta. Es fácil decir que antes vería Maazel. Pero Maazel<br />
se presentó con la ONE con veintiséis años y yo he presenciado<br />
cómo le pateaban funosos un programa con Jeux y El<br />
mandarín maravilloso. Celibidache vino también relativamente<br />
joven (y en un momento en que ninguna orquesta quería saber<br />
de él). Y no hace tanto que hemos visto a Muti pasar<br />
inadvertido por la crítica. Y no dudo que dentro de veinte<br />
años nos digan que antes venían Tuomas Ohlla o Antoni<br />
Wit. Peligros de la nostalgia, la mala memona y de pensar<br />
que Bernstein, por decir alguno, nació ya con toda su carrera<br />
hecha.<br />
Una de las razones de mitificar el pasado de la ONE está<br />
en el hecho de que durante muchos años la vida musical española<br />
se basaba en ella; cuando no había casi orquestas<br />
Witoíd Lutoslawski ha ofrecido dos programas monográficos suyos, que se encuentran entre los más interesantes<br />
de lo orquesta.<br />
provinciales o eran ¡nescuchables; cuando no venían orquestas<br />
extranjeras para comparar y el mercado del disco era pequeño<br />
y de menor sofisticación. El aluvión de música de importación<br />
lleva a unas comparaciones que son impertinentes,<br />
pues la ONE tiene que tener su misión y su nivel independientemente<br />
de las demás. Incluso su misión debe ajustarse<br />
en la medida de la realidad pues un público o unas revistas<br />
díscófilas y mitómanas no pueden ocultar el hecho de que<br />
Ibermúsica o similares no está para sustituirá la ONE ni para<br />
compararla y que si ésa u otra empresa asume misiones que
antes hacía la ONE, lo que hay que hacer no es imitarla o<br />
competir estúpidamente, sino complementar y ocuparse de<br />
misiones y aspectos que sólo una orquesta estatal puede (o<br />
quiere) hacer. Preguntar, como se hace, cuándo la ONE va a<br />
ser la Filarmónica de BeHín es una solemne estupidez. No<br />
hay ninguna razón para ello en un país donde la Renfe dista<br />
mucho de ser la Deutsche Bundesbahn o los correos los alemanes.<br />
Si me apuran, y comparando numerosas instituciones,<br />
posiblemente la ONE esté más cerca de la Filarmónica<br />
de Berlín que otras cosas de sus equivalentes en países civilizados.<br />
Es cierto que la ONE ha pasado por ciertas crisis, cosa<br />
normal en cualquier orquesta o institución y que sirven para<br />
renovarse y afinar la misión. Una estuvo dada por la muerte<br />
de Argenta y cubre el periodo hasta la incorporación de<br />
Frühbeck y fue salvada por la profesionalidad de los músicos<br />
y por la continuidad de una gestión que en aquella época -y<br />
antes y después- fue muy negativa en muchos aspectos estéticos<br />
e ideológicos, pero tuvo la gran virtud de la continuidad.<br />
Otra fue toda la etapa Ros Marbá en la que poco tuvie-<br />
ron la culpa la propia orquesta o el director sino los factores<br />
externos. Etapa que coincidió con jubilaciones masivas y la<br />
necesidad de renovar la plantilla. Precisamente fue entonces<br />
cuando accedí por primera vez a la gestión de la ONE con<br />
el objetivo concreto de obtener un titular, ordenar y clarificar<br />
la desastrosa administración y posibilitar el acceso de<br />
nuevos músicos. Todo ello se cumplió y en el aspecto de la<br />
renovación ello ya está cumplido hasta el punto de que la<br />
ONE no sólo es ahora una orquesta de edad media bastante<br />
joven en la que, por ejemplo, en 1991 no se produjo ni<br />
una sola jubilación, sino que además los nuevos y excelentes<br />
valores que accedieron a ella han tomado ya algunos años<br />
de experiencia y se encuentran en su plenitud.<br />
Cuando consideré que los objetivos estaban cumplidos, me<br />
fui en marzo de 1985. Dejaba una orquesta renovada y tocando<br />
bien, un titular bien aceptado, López Cobos, y una gestión<br />
clarificada y en orden. Pero pocos meses después se produjo<br />
el que para mi es el hecho más funesto de la historia de la<br />
ONE con el agravante de que nadie (ni la propia orquesta)<br />
protestó o ni siquiera comentó levemente sus consecuencias:<br />
la ONE perdió su carácter de organismo autónomo. Muchos<br />
de los problemas posteriores se deben, además de a un considerable<br />
desorden administrativo con cuatro gestores en seis<br />
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />
Tomos Mamo, en su pnme/a etapa coma gerente<br />
(te lo ONE.<br />
años, a la pérdida de ese carácter que ha<br />
provocado desafortunadas decisiones y<br />
mucho más desafortunadas aplicaciones<br />
de las mismas por parte de los rectores<br />
de administraciones más amplias. De tal<br />
modo que en septiembre de 1990 me<br />
encontré con los mismos objetivos que<br />
en 1981: conseguir un director titular<br />
adecuado, restablecer el orden gerencial,<br />
definir los objetivos futuros y devolver la<br />
calidad y el prestigio a una institución que<br />
los merece. Evidentemente, como la máxima<br />
ilusión de un compositor no es pre-<br />
La Orquesto Nocional, con motivo de su "Concierto 2000" nombra a SJVL la Reina Madrina de Honor en cisamente la de ser gerente de una or-<br />
febrero* 1976.<br />
questa, me iré en cuanto crea que todo<br />
eso está cumplido. Como creo que para ello no falta mucho y<br />
como estoy segura de que ya no habrá una tercera vez, me<br />
permito sugenr a mis futuros hipotéticos sucesores algunas líneas<br />
para el futuro.<br />
El futuro de la ONE pasa por recuperar de cierta manera su<br />
personalidad jurídica y su independencia. También por redefinir<br />
constantemente sus objetivos y hacerla culturalmente<br />
competitiva fy subrayo lo de culturalmente ante tanto maiketing,<br />
patrocinio hortera y gente que quiere ganar en vez de<br />
gastar con la cultura). No digo que deba ser autogestionaria<br />
sino estatal pero autogestionada (y profesional mente gestionada).<br />
Por eso a mí nunca me ha preocupado que los músicos<br />
sean o no funcionarios, cuestión que se debate siempre de<br />
manera inconveniente ya que no por ser funcionario se toca<br />
mejor, pero tampoco peor. Se trata de una cuestión laboral y<br />
administrativa que no tiene por qué tener trascendencia para<br />
el público. Sí es en cambio importante que se gestione bien y<br />
se cumpla una misión cultural y no sólo de relumbrón. Si así<br />
es, la ONE cumplirá muchas veces medio siglo siendo tan necesaria<br />
e insustituible como, pese a quien pese, io ha sido hasta<br />
ahora.<br />
Tomos Marco<br />
SCHEBZO 117
DOSIER<br />
Ataúlfo Argenta,<br />
doce años decisivos<br />
E<br />
l 10 de octubre de 1945 dirigió a la Orquesta<br />
Nacional por vez primera un joven instrumentista<br />
de sus filas que. sólo meses antes, había ingresado<br />
como profesor de piano, celesta y timbres.<br />
El 19 de enero de 1958 Ataúlfo Argenta recibía<br />
el premio entusiasta y unánime del público por su versión de<br />
El Mesías. Al día siguiente ensayaba con renovadas ilusiones<br />
la Tercero Sinfonía de<br />
Schumann, base del programa<br />
inmediato; el que<br />
nunca podría escucharse,<br />
porque sólo unas horas<br />
más tarde el mundo musical<br />
vibraba conmocionado<br />
por la noticia del fallecimiento<br />
del maestro- Su<br />
historia como tal se encierra<br />
por completo en ese<br />
breve plazo, con el exclusivo<br />
pórtico de unos meses<br />
en los que actuó al<br />
frente ya de elementos<br />
que lo eran de la Nacional,<br />
aunque formasen con<br />
otras etiquetas. Y en un<br />
muy lejano ayer, en marzo<br />
de 1934. cabía recordar la<br />
actuación al frente de una<br />
orquesta de alumnos del<br />
Conservatorio. Salida circunstancial,<br />
premonición<br />
de futuro, cuando lo que<br />
se intentaba era imponer<br />
la condición de pianista,<br />
bien puede afirmarse que<br />
la carrera directorial de<br />
Ataúlfo Argenta, de honda<br />
e inmediata proyección internacional<br />
y sólida huella,<br />
no rebasó, apenas, los doce<br />
años. Y que si en ellos<br />
son muchas y brillantes las<br />
actuaciones en otros países<br />
-Francia, Suiza y Austria<br />
en cabeza- desde su<br />
presentación con la Sinfónica<br />
londinense y José Iturbi<br />
de solista y padrino ante<br />
diez mil personas que colman<br />
el recinto de Harringay Arena en 1948, es el podio de la<br />
Orquesta Nacional su permanente puesto de mando y el pedestal<br />
de triunfos in crescendo.<br />
Ataúlfo Argenta, castreño por nacimiento y devoción -vio<br />
la luz en Castro Urdíales el 19 de noviembre de 19 13 y buscaba<br />
siempre ilusionado el encuentro con su tierra y sus gentes-<br />
parecía llamado a ser un concertista de clase. La formación<br />
recibida en el Conservatorio madrileño de manos de<br />
Fernández Alberdi, ampliada en Bélgica después, los premios<br />
.7ÍSSCHERZO<br />
Ataúlfo Argenta estuvo al /rente de la Orquesto Nooonai desde 1947 hasta 1958<br />
que jalonaron sus estudios, entre los que no faltaron las sabias<br />
enseñanzas de don Conrado del Campo, justificaban la creencia.<br />
La guerra española, que paralizó en momentos cruciales su can-era;<br />
la mundial, cuando había impuesto su calidad en Alemania,<br />
intérprete y pedagogo de reconocido talento; el regreso a<br />
España en momentos económicamente difíciles, dramáticos para<br />
él por la carga y responsabilidad de la propia familia, pudieron<br />
ser determinantes de la<br />
agudización de lo que<br />
constituía su mayor peligro:<br />
los nervios que le atenazaban<br />
ante la responsabilidad<br />
que suponía actuar<br />
en público. Bien lo sabíamos<br />
sus amigos: hasta qué<br />
punto el rendimiento se limitaba<br />
en los recitales y<br />
conciertos.<br />
De ahí su afán de probar<br />
en otro campo, el de la dirección<br />
de orquesta, no sin<br />
el temor de muchos que<br />
pensábamos en el peligro<br />
de la tensión, multiplicada<br />
incluso, que pudiese dar ai<br />
traste con las esperanzas.<br />
Ni aun los más optimistas<br />
podíamos saber hasta qué<br />
punto aquel muchacho de<br />
aventajadísima estatura que<br />
se encorvaba al fondo del<br />
escenario, inclinado sobre<br />
los timbres para cooperar<br />
en una versión más del<br />
Don pan straussiano, lo dirigiría<br />
poco después, vibrante<br />
y firme. Muy al contrario,<br />
lamentábamos que<br />
el artista que se había impuesto<br />
a tres notables<br />
compañeros que con él<br />
opositaban gracias a sus<br />
versiones de los Estudios<br />
sinfónicos de Schumann y<br />
un memorable Nocturno<br />
postumo de Chopin, no lograse<br />
el lugar que su calidad<br />
merecía en el mundo<br />
del teclado.<br />
1945. Buen número de profesores distinguidos, puntales de<br />
la vida musical madrileña, se ofrecieron a colaborar en ayuda<br />
del amigo y tocar, dirigidos por él. en una Orquesta de circunstancias,<br />
en actuación para Radio Nacional, Calificados de<br />
insensatos por algún comentarista de presumible objetividad,<br />
lo cierto es que la brillantez de los resultados induce a convertir<br />
a la formación en fi|a de la emisora. A partir de junio, se<br />
celebran más de un centenar de conciertos con el más variado<br />
repertorio. Poco después de cumplido el año, en octubre
del 46, acuerda la emisora prescindir del conjunto y ofrecer la<br />
continuidad, pero con otro, al maestro, que, por solidaridad<br />
con sus amigos, declina la oferta. Ellos, con Argenta de rector<br />
y el Marqués de Bolarque como presidente de una Asociación<br />
de Amigos, crean la Orquesta de Cámara de Madrid, integrada<br />
por primerísimos elementos de la Nacional -en el<br />
Viento, los dos solistas de cada familia de ésta, cubrían los<br />
puestos primero y segundo- y protagonista de ciclos, graba-<br />
Los profesores de la Nocional -Luis Alonso en el centro- hocen entrego • Argenta, enfermo, de una placa conmemorativa<br />
de sus diez orlos de trabajo con la orquesto en 1955.<br />
dones y hasta alguna representación lírica de signo ejemplar.<br />
Mientras, Argenta ya se ha impuesto como director en la Orquesta<br />
Nacional.<br />
El 10 de octubre de 1945 se realiza la experiencia inicial:<br />
en el concierto que sirve como apertura del curso de la Asociación<br />
de Cultura Musical. En el Calderón. Programa, como<br />
era entonces habitual, muy amplio: la obertura de Oberón de<br />
Weber, el Concierto en sol, tercero de los bachianos de Brandenburgo,<br />
la Segundo S/nfonfa de Brahms, Lo isla alegre de<br />
Claude Debussy, las Danzas fantásticas de Turina.<br />
Creo que vale bien la pena recordar el primer ensayo, del<br />
que fui testigo. Mi entrañable afecto por Argenta justificaba el<br />
interés y un poco el temor. ¿Cómo iban a recibir el centenar<br />
de profesores, con abundancia de expertos y maduros, al juvenil<br />
colega ascendido al puesto rector? ¿Y cómo se producida<br />
éste? Las incógnitas se despejaron pronto. De una parte,<br />
porque la actitud general de afecto era evidente. De otra,<br />
porque el hombre nervioso ante el teclado actuaba con total<br />
seguridad en sí mismo, sin timideces ni reservas. Sirva para<br />
muestra una anécdota. Se ensayaba el pnmer tiempo de la<br />
Segundo Sinfonía de Brahms. Llegó el solo de trompa, en sus<br />
finales. Argenta interrumpió la ejecución para expresar la forma<br />
en que deseaba que se tocase. El instrumentista, uno de<br />
los más brillantes, famosos y populares de la Orquesta, no se<br />
calló: «Nunca lo hemos hecho así». «Por eso; como siempre<br />
lo habéis hecho mal, ya es hora de que comencéis a hacerlo<br />
bien».<br />
La carrera de Argenta se colma de hechos semejantes, si<br />
bien con menor peligro por la misma autoridad forjada. Un<br />
día, molesto por cierto abandono en la atención de algún<br />
profesor multiplica las advertencias duras: «¡Cuidado que tocáis<br />
mal el violln; así lo tocaba yo; por eso lo dejé!». Justo en<br />
ese instante, él mismo tiene un error al señalar una entrada.<br />
Hay murmullos, risitas, una leve percusión de negativo signo...<br />
«¿Qué pasa?». Alguien apunta: «Que los directores también<br />
se equivocan». Calla Argenta. Sigue el ensayo de la obra, el<br />
Concierto de Aranjuez. A la noche, por vez primera, dirige de<br />
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />
memoria, lejos del hábito de hacerio, como siempre cuando<br />
hay solista, con partitura. El mando es irreprochable. Mientras<br />
el público aplaude, veo que habla con los instrumentistas próximos.<br />
Le pregunto después, curioso, por lo que les dijo:<br />
«Que los directores también se equivocan, pero sólo una<br />
vez. ¡A ver si aprendéis la lección!».<br />
Y con la Nacional francesa, en un laborioso ensayo, al advertir<br />
que el primer contrabajo sonde ante su forma de expresarse<br />
en un francés que no<br />
domina, Argenta no se inmuta:<br />
«¡Habla usted español? ¿No?<br />
Pues ya ve usted, señor gracias a<br />
mi francés, del que usted se ríe,<br />
podemos entendemos, de modo<br />
que...».<br />
Autoridad. Rigor. Sencillez y<br />
simpatía, naturalidad y brazos<br />
amicales abiertos. Compañerismo<br />
con sus músicos a los que valora<br />
y admira: Los nuestros -dice- lo<br />
tocan todo: Beethoven, Brahms,<br />
Debussy, Ravel. ¡Y lo español como<br />
nadie!». Segundad y fe comunicativas.<br />
En la presentación de la<br />
Nacional, en París, en el ensayo<br />
de la mañana: «¡Somos los mejores!<br />
¡Se prohibe el miedo por Real<br />
Decreto! ¡Esta noche, nos los<br />
comemos vivos!». En los regalos<br />
de los fragmentos líricos, la<br />
apuesta con los amigos: «¿A que les hago aplaudir cinco compases<br />
antes del final del Tambor de granoderosí».<br />
Para conseguirlo, para, en tan pocos años, lograr el placel<br />
general, jugaba Argenta con las armas de su musicalidad, su<br />
temperamento, su fuerza dramática al servicio de la gran forma<br />
germana, su garbo castizo para imprimir gracia y vida al<br />
repertorio más español... y su inconformismo, su busca de la<br />
perfección, a través de un autoanálisis por el que, sirva el<br />
ejemplo, tardó en sentirse satisfecho consigo mismo en el logro<br />
del clima sonoro, la sensibilidad de timbres que el impresionismo<br />
francés encierra.<br />
Eso, y la seguridad del gesto. Opina un profesor «Con Argenta,<br />
ademas de tocarse bien, se tocaba cómodamente». Y<br />
todo un Cari Schuricht «Su técnica ha llegado a ser onginal,<br />
propia, como punto de partida de una nueva escuela de dirección».<br />
* * *<br />
Argenta llega a dirigir doscientos setenta y dos conciertos<br />
a la Orquesta Nacional,<br />
Se habló del primero. La confirmación de la alternativa, ya<br />
en los ciclos normales de la Orquesta, la recibe en el Palacio<br />
de la Música, en el mes de noviembre del mismo año, con un<br />
programa en el que figura la Cuana Sinfonía de Schumann.<br />
Brahms-Schumann serán, con sus sinfonías, caballos de batalla,<br />
músicos predilectos de Argenta y del público, a través de sus<br />
versiones.<br />
A este respecto, habría de marcarse una diferencia. Porque<br />
si el músico hamburgués se convierte en favorito y si en ese<br />
predicamento absoluto infuye de manera decisiva la interpretación<br />
de Argenta, con el impulso inicial extraordinario de<br />
Cari Schuricht las visitas de la Orquesta Filarmónica de Berlín,<br />
con Bohm, Clemens Krauss, Knnapertsbusch, así como el fervor<br />
comunicativo de Eduardo Toldra, en el caso de Roben<br />
Schumann la reacción de los aficionados es más tardía, no sin<br />
la rebelde lucha del maestro que un día llega hasta decirme,<br />
SCHERZO 119
DOSIER<br />
en un momento de infantil rabieta: «Si después de la Renana<br />
que vamos a tocar no reaccionan, estoy por sustituir los dos<br />
secos acordes del final por dos calderones, a ver si de esa<br />
manera...»<br />
Argenta, nombrado Ayudante de Director, se ve designado<br />
segundo maestro de la Nacional, con don Bartolomé Pérez<br />
Casas de titular desde mayo<br />
de 1944, por orden del 31 de<br />
agosto de 1946. Será titular,<br />
en actividad compartida con<br />
aquel insigne maestro, desde<br />
el 2 de enero de 1947 y cada<br />
vez más [imitados, por razones<br />
de salud y edad, los conciertos<br />
de don Bartolomé, será<br />
rector exclusivo a partir del<br />
29 de noviembre de 1949,<br />
cuando ambos se distribuyen<br />
un programa, en el que Pérez<br />
Casas conduce la Pastoral, como<br />
ya lo habían hecho el 29<br />
de abril de dicho año, cuando<br />
el maestro murciano brinda el<br />
Idilio de Sigfndo y la Sinfonía<br />
del Nuevo Mundo,<br />
En otoño de 1947 se somete<br />
a la demostración y responsabilidad<br />
de ofrecer en el<br />
Palacio de la Música el ciclo<br />
integro de las Sinfonías de<br />
Brahms. Después dlel primer<br />
concierto escribo: «Luego de<br />
él habrán de esperarse los<br />
restantes con interés e impaciencia.<br />
Los gntos, las ovaciones<br />
estruendosas del final, encontraron<br />
continuidad en los<br />
gozosos comentarios de salida,<br />
la general satisfacción. Argenta<br />
es un gran director. Y<br />
español. Y joven...», Y en el<br />
mismo ciclo me refiero a las<br />
«versiones apasionadas, cla-<br />
TEATRO<br />
PRICEE<br />
CENTESIMO CONCIERTO POPULAR<br />
Bt INI»». T CO. H »IHC«lO Mi<br />
CIRCULO DE BELLAS ARTES<br />
va AHO<br />
VIERNES 11<br />
NOVIEMBRE<br />
10!1 • , , • =<br />
ORQUESTA FILARMÓNICA<br />
= MiiE-S. PÉREZ CASAS = I<br />
mu HIITM 1FMICHU<br />
ras, vibrantes, llenas de equilibrio,<br />
pujanza y brío, poesía y fuego ¡Qué alegría grande contemplar<br />
la marcha de este director, llamado a ocupar un<br />
puesto en el mundo de los grandes intérpretes!»<br />
Pasará el tiempo. Invitado Paul Kletzki a dirigir la Nacional e<br />
incluir alguna obra de Brahms en su programa, comenta:<br />
«¡Cómo superar el logrado por Ataúlfo Argenta con esta Orquesta?»<br />
Beethoven, también. Es en agosto de 1953, entre el I y el<br />
10, cuando en la Plaza Porticada santanderina escribe el capitulo<br />
cumbre de su historia y dinge el ciclo de las nuevas Sinfonías.<br />
Con treinta y cinco partituras más, Todas ellas, menos<br />
dos, de memoria, lo que constituye una proeza todavía mayor<br />
si se piensa en que las obras han de ensayarse por la mañana,<br />
incluso con dos ensayos al día para la debida preparación.<br />
Argenta sabe probar su firmeza, su eclecticismo y buen<br />
gusto, su fuerza de transmisión, que imanta a los profesores y<br />
se contagia en los públicos. Es, como apunta un critico francés<br />
famoso, una figura viviente arrancada de un cuadro del<br />
Greco. Todo él. los brazos, las manos, los dedos, la mirada incisiva,<br />
como una batuta que se abre en abanico, muchas batutas<br />
mejor, desde el tronco esbelto, a modo de estuche que<br />
las acoge.<br />
720SCHERZO<br />
Bartolomé Péiez Cosos, el primer director de lo ONE. retratado junio al<br />
maestro Bretón en un programo de la época.<br />
El contagio de los públicos. Desde los primeros compases<br />
conquistó al londinense en su presentación internacional de<br />
1948, ya citada. El de París lo consideraba ya un gran director,<br />
por aplaudido al frente de su Sociedad de Conciertos del<br />
Conservatorio, la tradicional orquesta de gran solera, cuando,<br />
por la misma fuerza de su prestigio, quiso verlo en acción con<br />
sus instrumentistas de España.<br />
De ahí surgió la excursión de<br />
la Orquesta Nacional para los<br />
memorables conciertos en el<br />
Teatro de los Campos Elíseos,<br />
los días 6 y 7 de mayo de<br />
1950.<br />
Argenta gozaba de una popularidad<br />
abierta. No deja de<br />
ser curioso que en cierta ocasión<br />
algún compatriota nuestro,<br />
comentase, pretencioso,<br />
con Margueritte Long, la eminente<br />
pianista: «No es director».<br />
La respuesta fue inmediata;<br />
«No me lo puede usted<br />
decir a mí, que he tocado<br />
ciento? de veces el Concierto<br />
en sol de Ravel y pocas tan a<br />
mí gusto como con Argenta».<br />
Bien podemos recordar los<br />
veteranos aquella hermosa<br />
tarde en el Palacio de la Música<br />
en la que se unieron la<br />
artista anciana y el joven director<br />
para la versión magnífica,<br />
bien asistidos por los profesores<br />
de una Orquesta en<br />
momento difícilmente superable.<br />
Porque la Nacional logró<br />
alcanzar la madurez, la calidad<br />
brillante y hasta el especial<br />
orgullo de pertenencia a la<br />
entidad por parte de sus<br />
componentes, en la etapa regida<br />
por Argenta. Sumemos a<br />
la fuerza misma del maestro,<br />
la sólida experiencia de unos instrumentistas forjados en las<br />
Orquestas Sinfónica y Filarmónica, en la plenitud de sus medios<br />
y por fin, beneficíanos de esa tan difícil de lograr personalidad<br />
de un colectivo, para la que no basta la calidad de los<br />
mimbres, sino su compenetración.<br />
Podría asegurarse que Argenta consiguió un nivel para la<br />
Nacional, una buena forma que los otros maestros eran los<br />
primeros en reconocer. Muchos recordarán aquella mañana<br />
del Monumental en la que, al ser ovacionado el maestro Cari<br />
Schuricht por una de sus grandes versiones, se volvió hacia el<br />
palco en el que estaba el titular y aplaudió de manera ostensible.<br />
(Después, a raíz del fallecimiento, escribe a Juanita, su<br />
viuda, una carta emocionante: «La música, sin nuestro querido<br />
amigo, se encuentra abandonada por uno de sus más<br />
grandes y puros genios»).<br />
Años de actividad intensa, que tan sólo se interrumpe unos<br />
meses, a partir de noviembre de 1955, por causa del absoluto<br />
reposo prescrito a causa de una etapa de agudo quebranto<br />
en la salud.<br />
Argenta es uno de los inventores, de los pilares decisivos<br />
del Festival de Granada, lo es básico para el de Santander a<br />
partir del momento en el que lucha por conseguir la autorización<br />
ministerial para que la ONE toque en una plaza pública,
defensor de la Porteada, pronto escenario de su triunfo beeth<br />
oven ¡ano. Y de la Quincena Donostiarra, siempre con la<br />
Nacional y muchas veces con el Orfeón Donostiarra, al que<br />
dinge, en el primer encuentro, en los ensayos preparatorios<br />
de un Réquiem de Verdi, que ha de ofrecer el maestro Hoesslin<br />
cuando Argenta aún no es sino aspirante a titular. Actúa<br />
en distintos puntos de España. En Sevilla, sin an-edrarse<br />
por la muy arta fiebre y los dolores que le atormentaban;<br />
concierto del que nos quedan las únicas imágenes directas y<br />
con sonido. En Castro Urdíales, también, para sus paisanos,<br />
que proclaman su asombro con un «¡jo!» sonoro y colectivo<br />
en el Teatro Circo que habrá de adoptar el nombre del músico,<br />
ante el seco poderosísimo acorde que da paso al curso<br />
vivo de Oberan, después de los compases que abren la obertura<br />
de Weber.<br />
La Nacional, su director se han convertido en el centro de<br />
nuestra vida musical. Ya desde los primeros tiempos justifica<br />
mi fe que no dudo en proclamar, aunque procuro que el entusiasmo<br />
se modere para la ob|etividad del juicio: «Cuanto<br />
pide a la orquesta podrá gustar, más o menos, lograrse, o no,<br />
del todo, pero va siempre respaldado<br />
por un cnteno sano,<br />
honrado, correcto: de músico».<br />
El propio interesado, seguro<br />
de si mismo, no pone limites a<br />
sus afanes de perfección. Después<br />
de la Novena Sinfonía<br />
que dirige en Oviedo para celebrar<br />
las Bodas de Oro de la<br />
Sociedad Filarmónica, comenta:<br />
«Deseo participar en las<br />
próximas en las que. como<br />
tendré más años y experiencia,<br />
tocaremos todavía mejor».<br />
Uno de los aspectos mas<br />
dignos de subrayar en la actividad<br />
directorial de Ataúlfo<br />
Argenta, de los más caracteristicos<br />
y relevantes de su personalidad,<br />
es el de sus afanes<br />
y posibilidades de abarcar un<br />
amplio y ecléctico repertorio.<br />
Aunque pueda resultar farragoso<br />
para el lector, quizá sea<br />
más expresivo que cualquier<br />
comentario que se recoja una<br />
simple relación, quizá con alguna<br />
involuntaria laguna, de<br />
autores, ya que si lo hiciésemos<br />
con especificación de<br />
obras, el conjunto se haría interminable.<br />
Argenta dirigió partituras<br />
de Purcell, Bach, Haendel,<br />
Scarlatti, Couperin, Coreili, Vivaldi,<br />
Cimarosa, Gluck. Gretry, Haydn, Mozart, Beethoven,<br />
Boccherini... De Weber, Schubert, Schumann. Mendelssohn,<br />
Brahms, Wolf, Wagner, Strauss. Chopin, Liszt... De Chaikovsk¡,<br />
Moussorgsky, Rimski, Dvorak, Grieg, Sibelius, Kodaly, Bartók...<br />
Y Beriioz. César Franck, Saint-Saens, Debussy, Ravel, Barraud,<br />
Tailleferre, Poulenc, Rjvier, Ivés Nat.. Como de Verdi,<br />
Menotti, Respighi, Petrassi; de Berg, Hindemith, Prokofiev,<br />
Stravinsky, Ponce, o de tantos y tantos compositores de España.<br />
No podría tildarse al maestro de tibio en la atención a los<br />
Menwr y amigo. Con Schunchi, el maestro que hizo amar o ñrahms a la<br />
Nocional y al público, junta a Algente<br />
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />
músicos nacionales. Su batuta se puso al servicio de muchos y<br />
con mu/ distinta filiación estética. Desde Juan Cnsóstomo de<br />
Amaga, hasta Cristóbal Halffter, éste en los comienzos de su<br />
brillante carrera, Albéniz-Arbós. Granados, Chapí, Giménez,<br />
Usandizaga, Bretón, Falla, Turina, Conrado del Campo, Gundi,<br />
julio Gómez, Palau, María Teresa Pneto, López Chavarm, Federico<br />
Elizalde, Palau, Leoz, Pérez Casas, Esplá, Tellería, Toldra,<br />
Arambarri, Dúo Vital. Rodríguez Albert, Muñoz Molleda,<br />
Javier Alfonso, Mario Medina, Martínez Lluna, Ferrer, Escudero,<br />
Asins Arbó, Joaquín Rodngo -cerraremos con él la relación<br />
quizá incompleta-, señalan bien la versatilidad y el deseo<br />
de servicio que caracterizaron al maestro Argenta.<br />
Su firmeza, su buen gusto, la constante lucha por encontrar<br />
el lirismo, transmitir su fuego, dosificar matices y planos con la<br />
muñeca suave, flexible y la independencia de las manos, sin<br />
que la batuta perdiese nunca el gobierno, supusieron una larga<br />
siembra por la que en enero de 1958 la Orquesta Nacional<br />
era un instrumento de clase proclamada por muchos<br />
magníficos maestros que en aquellas épocas honraron su podio<br />
como invitados.<br />
Pasó el tiempo, crisol determinante<br />
y nguroso fielato<br />
de valores. Aun a pesar de<br />
una lamentable laguna discográfica,<br />
por la que si abundan<br />
las excelentes grabaciones de<br />
género lírico herencia de Argenta,<br />
apenas conservamos<br />
las sinfónicas testimonio de<br />
su actividad con la Orquesta<br />
Nacional, cabe afirmar que<br />
quienes disfrutaron con su<br />
arte han sido los más encendidos<br />
transmisores del recuerdo<br />
merecido por tantas<br />
versiones: Heroicos, Novenos,<br />
Renanas, sinfonismo brahmsiano,<br />
Dofnis, Sombrero de tres<br />
picos, Revo /toso...<br />
En la historia de la Orquesta<br />
Nacional, sí, el capítulo<br />
presidido por Ataúlfo Argenta<br />
se ha inscrito para siempre<br />
entre los capitales del conjunto<br />
que ahora celebra sus<br />
Bodas de Oro.<br />
Un conjunto en el que entonces<br />
eran piezas esenciales<br />
-con la cita de sus nombres<br />
rindo homenaje a todo el<br />
resto de profesores- instrumentistas<br />
con la clase de Luis<br />
Antón, Jesús Fernández, Juan<br />
Palau, José Fernández, Pedro<br />
Meroño. Antonio Arias, Santos<br />
Gandía, Ricardo Vivó.<br />
Martínez Lluna, José Ferrer,<br />
Luisa Pequeño, Mari Carmen Al vira, Francisco Maganto, Servando<br />
Serrano, Leocadio Parras, Inocente López, Francisco<br />
Martínez y Salvador Norte, Julio del Solar y Vicente Lillo, Leopoldo<br />
Cuesta, Luis Vicente, Enrique Aroca... La mayoría de<br />
ellos, ya fallecidos; ninguno en las filas de la actual ONE, de la<br />
que incluso falta Luis Alonso, puntual en el registro de su historia,<br />
por cuyo futuro brindo fervorosamente.<br />
Antonio Fernández-Cid<br />
SCHERZO 121
DOSIER<br />
Mis años con la Nacional<br />
Me hice cargo de la Orquesta Nacional, como director<br />
titular, en el año 19<strong>62</strong>, aunque de facía<br />
ya venía siéndolo desde cuatro años antes. Recibí<br />
una orquesta espléndida, creada par D.<br />
Bartolomé Pérez Casas, a la que Ataúlfo Argenta<br />
dio gran forma. Los primeros años fueron magníficos, y la administración,<br />
a cargo de Antonio de las Heras (a quien nunca se<br />
ha agradecido lo suficiente su labor), era perfecta, aun dado elpoco<br />
presupuesto que tenía: a pesar de ello, dirigieron a la orquesta<br />
como invitados algunos de los mejores maestros del<br />
momento.<br />
Los problemas de la Orquesta Nacional empezaron cuando<br />
se creó la Comisaria de la Música (que, concebida por Florentino<br />
Pérez Embid, evolucionará luego a Dirección General).<br />
organismo totalmente innecesario, normalmente regido por<br />
enemigos de la orquesta. Algunos directores generales pensaban<br />
que la orquesta era una propiedad suya, que se podía dar<br />
graciosamente a<br />
las distintas ciudades<br />
como regalo: si<br />
el Director General<br />
era de Sevilla,<br />
había que ir a Sevilla,<br />
y si el Subdirector<br />
General era de<br />
Lugo, pues se iba a<br />
Lugo. Hice un plan<br />
para que se fuera a<br />
todas las ciudades<br />
españolas por turno;<br />
resultado: no le<br />
convino a nadie.<br />
Además, en aquellos<br />
años era mu/<br />
difícil tocar en muchas<br />
ciudades españolas,<br />
porque no<br />
existía la infraestructura<br />
adecuada<br />
para actuar con un<br />
mínimo de decoro.<br />
Con la inmensa la-<br />
bor musical que<br />
habla que hacer en<br />
España, la única obsesión de los Comisarios era apropiarse de<br />
la programación de la ONE, que, con poco más, era ¡o único<br />
que funcionaba musicalmente bien,<br />
Otro problema que la Nacional tuvo que afrontar en mi época<br />
fue la creación de la Orquesta de la Televisión: en aquella<br />
ocasión dije, de todas las formas posibles, que la enseñanza musical<br />
española estaba muy mal, y que habla muy pocos instrumentistas;<br />
desde el ministerio de Información y Turismo de Fraga<br />
me dijeron que eso era una "tontería', y que había músicos<br />
no para crear una sino diez orquestas. Creo que, pocos años<br />
después de todo esto, se ha podido ver que las orquestas nuevas<br />
se forman con músicos extranjeros, y algo no ha cambiado:<br />
la enseñanza española sigue siendo mala. Posteriormente, he tenido<br />
ocasión de dirigir dos veces a la Orquesta de RTVE y mi<br />
relación música! con este conjunto ha sido impecable.<br />
Durante mi etapa al frente de la Nacional se tomó una me-<br />
122 SCHERZO<br />
La Orquesta Nacional en el Po\oao de la Músico<br />
dida fundamental: dotar a la orquesta de una casa, que fue el<br />
Teatro Real. Creo que desde su entrada en el Real la ONE ha<br />
vivido su época más gloriosa: de menos de 50 conciertos<br />
anuales se pasó a más de 100; el éxito nos acompañó en casa<br />
o en giras españolas e internacionales (Alemania, Suiza, Italia,<br />
Hong-Kong, etc.); tuvimos llenos permanentes en el Real, y los<br />
abonos se daban hasta en testamento, porque ser abonado<br />
de la Nacional se consideraba un orgullo.<br />
De los años finales de mi etapa tengo un recuerdo agridulce;<br />
hasta el último día que yo dirigí me sentí a gusto en lo musical, a<br />
pesar de los problemas padecidos, no tanto por personas hostiles<br />
a mí o ia orquesta, como por la manifiesta incompetencia de<br />
algunos de nuestros responsables administrativos; en muchas<br />
ocasiones, la tontería es bastante más dañina que la mala voluntad.<br />
Lo único que siento de este tramo final de mis años de titularidad<br />
es que me pasaba el día viendo a ministros, subsecretarios,<br />
directores generales o comisarios para convencerles de<br />
que no estropearan la orquesta. El último año de mi titularidad<br />
fuimos de gira a Italia, y la crítica italiana nos recibió con los brazos<br />
abiertos, y en ¡a prensa se llegó a escribir que para Italia era<br />
un desdoro no tener una orquesta como la Nacional de España.<br />
Creo que seis meses después de mi marcha no hubieran escrito<br />
lo mismo, y siento decirio así. Dejé muchos años de labor,<br />
y pude haberme marchado mucho antes, de haber sabido que<br />
tanto esfuerzo se iba a tirar por la borda en unos meses. Como<br />
es lógico, no me arrepiento, en lo musical, de nada de lo vivido.<br />
Nunca me llevé mal con (os profesores de la orquesta, y en todos<br />
mis años jamás se hizo un expediente (cosa que sí se había<br />
hecho antes y se hizo después): la ropa sucia se lavaba en casa,<br />
y los problemas y líos (que los había) se resolvían dentro, nunca<br />
de puertas a fuera. Sí me duele, lo reconozco, el no haberme<br />
¡do cuando presenté la dimisión, porque yo entendía que era el<br />
momento de marcharme, después de esa gira por Italia que he
mencionado más amba; los mismos músicos de la Nacional me<br />
obligaron a retirar la dimisión, y luego, cuando la orquesta estaba<br />
de vacaciones, se me echó por la puerta falsa.<br />
He de decir que me siento orgulloso de muchas de las actividades<br />
programadas con la Nacional, como el ocio Mahler de<br />
1970-71, que creo fije algo muy importante en su momento:<br />
hoy nadie discutida a Mahler, pero habría que releer algunas de<br />
las cosas que por entonces se escribieron. La misión del director<br />
de orquesta, al programar, debe ser ir por delante de su<br />
tiempo. Creo que en los años 60 y gran parte de los 70, la Orquesta<br />
Nacional era el elemento principal de la música en España,<br />
y que los grandes directores, desde los Maazel, Mehta y Muti<br />
hasta Gulini, Abbado o Celibidache, venían a dirigir a la ONE.<br />
Espero que se me permita decir algo más: para la orquesta<br />
ha sido un golpe de gracia sacarla del Teatro Real; no voy a<br />
entrar en la financiación de la obra de reconversión del teatro,<br />
pero con el tiempo y el dinero gastados hasta hoy podrían estar<br />
funcionando el mismo Real como sala de conciertos, el<br />
Auditorio Nacional como válida segunda sala y un teatro de<br />
ópera nuevo, funcional y moderno. Entiéndase también otra<br />
cosa: el Auditorio Nacional está bien, pero no es el Real, sobre<br />
todo acústicamente; el Auditorio tiene mayores facilidades<br />
y comodidades, los músicos tienen mejores habitaciones y salas<br />
de trabajo, pero no se puede defender, a menos que se<br />
tenga un cerrojo por oído, que el Auditorio sueno mejor que<br />
el Real. Hay que felicitar, y yo lo hice en su momento, a José<br />
María García de Paredes, por hacer una obra espléndida que<br />
se puede comparar, como auditorio, con los mejores de esta<br />
época (el Santón Hall de Tokio, el Barbican de Londres), pero<br />
que no puede ponerse al lado del Concertgebouw de Amsterdam,<br />
de la Muslkverem de Viena o del mismo Teatro Real.<br />
Yo tengo un gran cariño, lógico y comprensible, a la Orquesta<br />
Nacional como institución. Deseo, claro es, lo mejor,<br />
para la orquesta y el coro. Pero deseo también que alguien,<br />
acaso un ministro, se decida, de una ve2, a agarrar por los<br />
cuernos el toro de la enseñanza musical. Somos un país capaz<br />
de crear una escuela superior de canto, cuya competencia no<br />
discuto, cuando no hay un teatro nacional de ópera. Nuestras<br />
orquestas, ¿las seguiremos formando con el reclutamiento de<br />
músicos checos, rumanos, alemanes o rusos? ¿Es que no vamos<br />
a tener nunca orquestas españolas? ¿Es que nadie, ningún<br />
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />
sr/<br />
Grabación en el íeatro Monumental de la<br />
ONE con Rafael Frijhbeck de Bu/jos.<br />
Abajo: Ensayo en ei Santón Hall de Tokio<br />
con ío violinista Teito Ataetah durante to<br />
giro realizada por la Orquesto en i 987.<br />
FOTO: ROSLEDO-HARA<br />
político, va a tener las miras de reorganizar la enseñanza musical,<br />
aun sabiendo que, muy probablemente, él ya no estará en<br />
el cargo cuando su propuesta empiece a dar frutos, diez o<br />
quince años después? Si hay buenos músicos, más pronto o<br />
más tarde las cosas se abren camino. La Orquesta Nacional<br />
surge de la unión de cien músicos estupendos de dos orquestas,<br />
la Sinfónica y la Filarmónica, y de dos orquestas buenas salió<br />
una muy buena. Destruir una orquesta, no lo olvidemos<br />
nunca, no lleva más de tres meses; hacer una gran orquesta<br />
supone 25 años de trabajo, ¡por lo menos!<br />
Rafad Friihbeck de Burgos<br />
SCHERZO 123
DOSIER<br />
Transición<br />
La etapa de<br />
Rafael Frühbeck de Burgos<br />
El mazazo que supuso la desaparición del grandísimo<br />
Ataúlfo Argenta fue demasiado brutal como para<br />
que no sembrara por doquier, además de infinita<br />
tristeza, rabia y desesperación que también lo eran,<br />
e invencible sensación de orfandad. Y de haberse<br />
abocado a situación insoluble en lo que atañía a la búsqueda<br />
entre nuestros directores de un sustituto que se le pudiera<br />
acercar artísticamente al castreño siquiera un poco.<br />
Naturalmente, no escapaban a la idea quienes tenían que<br />
asumir, por imposible que fuera, la tremenda responsabilidad<br />
de cubrir la súbita vacante. Esto explica en alguna medida, me<br />
parece, que discurriera un lapso tan extenso entre la muerte<br />
de Argenta -creo que nunca suficientemente llorada por la<br />
música española- y la designación oficial de su sustituto en la<br />
titularidad de la Orquesta Nacional de España: Rafael Frühbeck<br />
de Burgos.<br />
Son, en efecto, cinco largos años prácticamente completos<br />
los que transcurren entre el fatídico 21 de enera de 1958 y el<br />
16 de noviembre de 19<strong>62</strong>, fecha del nombramiento oficial de<br />
Frühbeck. Lógicas dudas, más que justificada necesidad de<br />
consultas y mas consultas, explicable diversidad de preferencias<br />
entre los nombres que podían razonablemente contar,<br />
hacen comprensible ese plazo y aun otro mayor que se hubiera<br />
empleado. Bien es cierto que en ese interregno sin director<br />
titulan la Orquesta Nacional fue dirigida en cincuenta y<br />
cuatro de los doscientos<br />
cuarenta y un conciertos<br />
que ofreció por<br />
quien al cabo iba a<br />
ocupar de pleno derecho<br />
el puesto -lo que<br />
hace que se examine<br />
este periodo de transición<br />
dentro de la propia<br />
etapa frühbeckiana-,<br />
pero, en rigor, la<br />
designación oficial no<br />
se había producido.<br />
Cincuenta y cuatro<br />
conciertos de doscientos<br />
cuarenta y uno, decía,<br />
lo que no es pequeño<br />
porcentaje para<br />
una situación provisional<br />
como la que se vivía.<br />
Y ello, por más<br />
que haya de aclararse<br />
que mucho? programas<br />
se repetían en el ciclo madrileño del Palacio de la Música y el<br />
Monumental, y que uno concreto, el de ¿.o Atlántida, se interpretó<br />
por partida cuádruple, dos veces en Granada y sendas<br />
otras en Santander y San Sebastián. Porque la contnbución de<br />
Rafael Fríihbeck en el lapso de sede vacante -que había arrancado<br />
en el propio Palacio de la Música el 4 de diciembre de<br />
1954—no se limitó a atender las senes madrileñas, ni siquiera a<br />
cubnr las citas provinciales punteras como las mencionadas.<br />
Estuvo también al frente de la centuria nacional en todas estas<br />
124 SCHERZO<br />
Rofoel Fiühbeck fue ulular de la ONE durante más de quince orlos consecutivas.<br />
localidades extranjeras: Burdeos, Berna, Ginebra, Basilea, Zurich,<br />
St Gallen, París y Lisboa.<br />
No me parece ocioso recoger aquí la relación completa de<br />
los directores que ocuparon el podio de la Nacional en este<br />
periodo transiaonal, con expresión del número de veces que<br />
cada uno fue invitado. Aunque no fuera rnás que para que se<br />
advierta y conozca que. si bien con bastante menos asiduidad,<br />
también les fueron concedidas oportunidades a la práctica totalidad<br />
de los maestros españoles que hubieran podido contar<br />
para la designación definitiva. Es ésta, expuesta por el orden<br />
de la primera invitación cursada por la ONE a cada uno: Pedro<br />
de Freitas Branco ¡I), Enrique jordá (7). Eduardo Toldrá<br />
(8), Jesús Arámbam (9), Cari Schuricht (6), José Iturbi (4),<br />
Carlos Suriñach (1), Hans Schmidt-lsserstedt (3), Gothold É.<br />
Lessing (2), Igor Markevich (2). Jean Martinon (6), Sergiu Celibidache<br />
(16), Rafael Ferrer (I), Cristóbal Halffter (5, en todas<br />
limitada su actuación a dirigir su obra), Jascha Horenstein (6),<br />
Alberto Erede (3), Odón Alonso (17), Emest Ansermet (2),<br />
Heinrich Hollreiser (4). Frank Martin (2), Mario Rossi (16),<br />
Jean Foumet (5), Pierre Monteux (4), Helbert Albert (4), Laszlo<br />
Somogyi (4), Benito Lauret (8), Félix Prohaska (4), Theodore<br />
Vavayannis (2), Antal Dorati (2), Leopold Ludwig (5), Víctor<br />
Tevah (2), Christian Voechting (2), Georges Prétre (2) y<br />
Constantin Sirvestri (4).<br />
Por lo que se refere a los títulos más programados por<br />
Frühbeck en este periodo de pretitularidad, La Atlántida aparte,<br />
aparecen los primeros los también fálleseos de El sombrero<br />
de tres picos (ambas<br />
suites) y las Noches<br />
en /os jardines de España,<br />
seguidos por la<br />
Sinfonía del Nuevo<br />
Mundo de Dvorak, 1 la<br />
n° 104, «Londres» de<br />
Haydn; la obertura<br />
de Los esc/ovos fe/ices<br />
de Arriaga; el Don<br />
Quijote de Richard<br />
Strauss; la Heroica, la<br />
Quinta y el Tercer<br />
Concierto de Beethoven,<br />
la Renana de<br />
Schumann, diversos<br />
fragmentos wagnenanos<br />
La consagración<br />
de la primavera de<br />
Stravinsky, Don Quijo-<br />
te velando las armas de Osear Esplá, y las rodrigueras Mus<br />
para un ¡ardín (que se ofreció por primera vez) y Homenaje a<br />
la Tempronica.<br />
No faltaron otros nombres españoles -Montsalvatge, Toldrá,<br />
Albéniz, Remacha-, ni tampoco algún ejemplo de los entonces<br />
primerizos representantes de la que luego sena Generación<br />
del 51: Luis de Pablo (invenciones y Radial) Cristóbal<br />
Halffter (Microformas, Fantasía espoñola, desde Albéniz, e Himnum<br />
Heroicum Panegincum) y Manuel Ángulo (Dos contrastes).
epresentación nuestra se refiere. Hasta el punto de que, en<br />
proporción, lo es mucho menos -parco, quiero decir- que lo<br />
habría de ser la etapa frühbeckiana de titularidad oficial que<br />
voy ya a repasar.<br />
Los años de titularidad<br />
ti primer concierto de Rafael Frühbeck de Burgos al frente<br />
de la ONE, ya como director titular, tuvo lugar en el Palacio<br />
de la Música el 23 de noviembre de 19<strong>62</strong>, es decir una semana<br />
justa después de haberse producido el nombramiento ofi-<br />
Vioje de la ONE a Atenas en agosto de 1986, En lo foto uno de tos conciertos ofrecidos<br />
en el Coliseo Odedn.<br />
cial. El programa -repetido dos días más tarde, domingo, en el<br />
Monumental- figuraba Lo Atiántida de Manuel de Falla, completada<br />
por Ernesto Halffter. Junto a la amplia nómina de solistas<br />
que encabezaba la gran Victoria de los Angeles, colaboró<br />
con la Nacional y su flamante titular el tan entrañablemente<br />
unido a ellos Orfeón Donostiarra, dirigido entonces por el<br />
inolvidable Juan Gorostidi.<br />
La extensión con la que me he referido a la etapa interina<br />
me vale ahora para poder establecer esta afirmación: es posible<br />
deducir ya de ella, por los compositores más utilizados, lo<br />
que iba a ser la tónica programadora del Frühbeck titular, En<br />
buena parte, digo. Porque a los nombre? de Falla. Aibémz,<br />
Montsalvatge. Arriaga, Esplá o Rodrigo, entre los nuestros, y<br />
Strauss, Beethoven, Dvorak, Schumann o Haydn, entre los de<br />
fuera, vendrían a unirse algunos otros de la predilección del<br />
maestro burgalés, aunque no tantos como para que dejara de<br />
ser significativa la inclinación demostrada antes. Hubo, de todos<br />
modos, incorporaciones tan insistentes como las que protagonizaron,<br />
en lo foráneo, la segunda surte del Dofnis y Cloe<br />
de Ravel, la Miso de Réquiem de Verdi, la Sinfonía Fantástica de<br />
Berlioz, Un Réquiem alemán de Brahms, así como sus Sinfonías<br />
Segunda y Cuarta y los Carmina ñurana de Orff, el Mesías de<br />
Haendel, o Eí sueño de uno noche de verano de Mendelssohn,<br />
y sus oratorios Elias y Pautas. Y presencias mas espaciadas pero<br />
no menos indicativas de un criterio seleccionador como las<br />
tres Sinfonías últimas de Chaikovsky, la Segunda y la Octavo de<br />
Mahler, el Primer Condeno de Liszt, los más utilizados de Bartók<br />
y Prokofiev, Eí mar de Debussy, más a última hora... Llama<br />
la atención el poco Schubert y el poquísimo Mozart, del que<br />
entre los dos períodos, el de actuaciones como invitado y el<br />
de titularidad, de sus Sinfonías, Frühbeck sólo interpretó una, la<br />
n° 25, en sol menor.<br />
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />
Entre nuestros autores, ha de añadirse enseguida a los títulos<br />
de Falla que se han señalado en el apartado antenor el<br />
muy empleado, una vez llegada la titularidad of cial, de La vida<br />
breve, incorporar el nombre de Turina, representado principalmente<br />
por las Danzas fantásticos, y citar los nombres, programados<br />
una vez al menos, de Guridi, Julio Gómez, Usandizaga,<br />
Casáis, Escudero o Muñoz Molleda, además de vanos otros,<br />
firmantes de nuestro género lírico. Y éstos otros -aquí sí ensayo<br />
la relación exhaustiva- pertenecientes a las generaciones<br />
del 5 I y siguiente: Luis de Pablo (Cuatro invenciones y<br />
E/éphants ivres), Cristóbal Halffter (Secuencias, Sinfonía para<br />
tres grupos instrumento/es, la cantata Ves, speak ouc. ves, en la<br />
que el compositor actuó de codirector, y Concierto<br />
para violonchelo y orquesta), Antón García<br />
Abril (Concierto pora insrvumentos de arco y Homenaje<br />
a Miguel Hernández), José Pens (Variaciones<br />
sobre un tema de Luis de Mían y Preámbulo<br />
para orquesta), Tomás Marco (Ángelus Novus),<br />
Leonardo Balada (Aurons), Agustín Bertomeu<br />
(Variaciones sobre una configuración), Joan<br />
Guinjoán (Tzakot, encargo de la ONE) y Carmelo<br />
Alonso Bemaola (Entrada).<br />
En el capítulo de las colaboraciones que Frühbeck<br />
reclamó, ya se ha hablado de su fidelidad al<br />
Orfeón Donostiarra, incluso cuando comenzó a<br />
contar con el Coro creado y dirigido por Lola<br />
Rodríguez de Aragón, denominado Coro Nacional<br />
a partir del mes de abnl de 1973. A ellos dos,<br />
Donostiarra y Nacional, sólo se unen en actuaciones<br />
repetidas el Orfeón Pamplonés, el New<br />
Philharmonia y la Escolanía de Nuestra Señora<br />
del Recuerdo.<br />
De las colaboraciones solistas no es posible<br />
hacer tampoco un recuerdo omnicomprensivo.<br />
Me voy a limitar a relacionar a los artistas cuya<br />
colaboración fue solicitada por el maestro en ocasiones suficientemente<br />
reiteradas o memorables: Gonzalo Soriano, José<br />
rturbi, Eduardo del Pueyo. Artur Rubmstein, André Watts, Alicia<br />
de Larrocha. Francisco Corostola y Enrique Pérez de Guzmán,<br />
entre los pianistas; Agustín León Ara, Chnstian Ferras,<br />
Víctor Martín, Salvatore Accardo, Henrik Szeryng, Yehudi Menuhin<br />
y David Oistrakh, entre los violinistas: Gaspar Cassadó y<br />
Pedro Corostola, entre los chelistas: Rafael López del Cid y<br />
Eleina Shaffer, entre los flaustistas; Narciso Yepes y Alirio Díaz,<br />
entre los guitarristas; el arpista Nicanor Zabaleta; la concertista<br />
de castañuelas Lucero Tena y las sopranos Victoria de los Angeles,<br />
Gundula Janowitz e Isabel Penagos.<br />
Y añadiré, en sendos grupos, a aquellos intérpretes que mayor<br />
asiduidad colaboradora prestaron en dos de los títulos<br />
más queridos por Rafael Frühbeck, Lo vida breve y Lo pasión<br />
según San Mateo. Las sopranos Ana Higueras, Angeles Gulín,<br />
Enriqueta Tarrés y Teresa Toumé, las contraltos Inés Rivadeneyra<br />
y Alicia Nafé, el tenor Julián Molina y el barítono Luis Villarejo.<br />
en la primera; y Luis Antón, Juan Palau, después José<br />
Fernández, violines; Louis Devos, tenor, Norma Procter, contralto,<br />
y Wieland Kuijken, viola da gamba, en la segunda.<br />
Porque, en efecto, tan pronto se vio Frühbeck nombrado titular,<br />
inició una costumbre que mantendría inalterada durante<br />
todo su mandato: la de interpretar todos los años, en fechas<br />
inmediatamente anteriores a la Semana Santa, la Pasión según<br />
San Mateo de Johann Sebastian Bach. Coro colaborador f jo: el<br />
fraternal Orfeón Donostiarra. La decisión no se hizo esperar,<br />
como he dicho. Si el nombramiento se había producido el 16<br />
de noviembre de 19<strong>62</strong>, los días 5 y 7 de abril siguiente ya subía<br />
a los atriles nacionales la monumental página.<br />
Por más que haya que completarla en abundancia, también<br />
sirve para este apartado la relación de directores invitados por<br />
SCHERZO 125
DOSIER<br />
la ONE en su periodo de orfandad, Y sirve, porque un considerable<br />
número de tos citados repitió presencia, o presencias,<br />
en el de la titularidad frühbeckiana propiamente dicha. Estos:<br />
Enrique Jordá (6), Cari Schuricht (2), José iturbi (4), Hans Schmidt-lsserstedt<br />
(9), Sergiu Celibidache (II), Cristóbal Halffter<br />
(18). Jascha Horenstein (9), Odón Alonso (4), Mario Rossi<br />
(19), Jean Foumet (6), Laszlo Somogyi (3), Benito Lauret (10),<br />
Hermann Scherchen (9), Antal<br />
Dorati (8), Georges Prétre (2) y<br />
Constantin Silvestri (2).<br />
Los demás -los invitados ex novo,<br />
quiero decir, siendo ya titular<br />
Frühbeck- son, por su parte, todos<br />
estos: Ernesto Halffter (2, una<br />
de ellas parcial). Sir Malcolm Sargent<br />
(2), Eugen Jochum (3), Willem<br />
van Otterloo (12), Jean Martinon<br />
(10), Walter Susskind (2),<br />
Paul Kletzki (14). Lorin Maazel (6),<br />
Efrem Kurtz (9), André Vandemoot<br />
(13). Frtetz Rieger (17), Ferdinand<br />
Leitner (16), José María<br />
Franco Gil (15), Karl Richter (2),<br />
Luis María Millet (2), Charles<br />
Münch (l2),,Maurice Le Roux (6),<br />
Enrique García Asensio (3), Zubin<br />
Mehta (16), Guillermo Espinosa<br />
(I), Vicente Spiteri (19), Fiero Bellugi<br />
(2), Lovro von Matacic (22),<br />
CANTATA<br />
Dimitri Chorafas (3), Claudio Abbado (2), Cari Melles (14),<br />
Heribert Esser (5), Antonio Janigro (2), Sergiu Comissiona (2),<br />
Wolfgang Sawallisch (9), Sixten Ehriing (3). Pedro Pirfano (13).<br />
Carios Chávez (I), Theo Alcántara (18), Moshe Atzmon (19).<br />
Jan Krenz (6), Jerzy Senkov (10), Antonio Ros Marbá (21),<br />
Franz-Paul Decker (12). Henryk Czyz (3), Witold Rowicki<br />
(25), Arturo Tamayo (7, uno de ellos colaborando con Dufallo),<br />
Richard Dufailo (I), Serge Baudo (4), Janos Ferencsik (3),<br />
Cario Mana Giulini (3), Jesús López Cobos (10). Stanislaw<br />
Wislocki (3), Roberto Benzi (6), Silva Pereira (I), Riccardo<br />
Muti (6), Christoph Dohnányi (3), Zdenek Macal (18), Okko<br />
Kamu (3). István Kertész (6), Eirch Leinsdorf (3), Dean Dixon<br />
(3), Wilfried Boettcher (3), Vádav Neumann (3), Michael Tilson<br />
Thomas (3), Lawrence Foster (3), Eliahu Inbal (6), Luis<br />
Antonio García Navarro (16). Peter Eros (3), Kyril Kondrashin<br />
(3), Un Segal (3), Carmelo Llórente (I, de segundo director),<br />
Eugeny Svetlanov (3), Yuri Temirkanov (3), Edouard Serov<br />
(e), Krzysztof Penderecki (3), Yuval Zaliouk (3). Andrew Davis<br />
(3), Aldo Ceccato (6), Michi Inoue (3), Guido Ajmone Marsan<br />
(3), Stanislaw Skrowaczewski (6), Michel Ganot (I), Gerd Albert<br />
(6), Paavo Berglund (3), Dimrtri Kitaenko (3). Miguel Ángel<br />
Gómez Martínez (5), Luis Izquierdo (I), Alexander Gibson<br />
(6), Ench Bergel (3), Helmuth Rilhng (3), Piero Gamba (I), Leif<br />
Segerstam (3) Paul Sacher (3). Lukas Foss (3). Isidoro García<br />
Polo (3), Theodor Guschlbauer (3) yjosé Mana Cervera (3).<br />
Reducidas a números las actuaciones de titular e invitados,<br />
resurta que fueron seiscientas cuarenta y ocho las del primero<br />
-además de las cincuenta y cuatro del período anterior- y setecientas<br />
justas las de los maestros invitados, además también<br />
de las doscientas cuarenta y una que sumaron las de los que<br />
lo fueron en la etapa vacante. Se acerca al cincuenta por ciento,<br />
pues, el porcentaje de veces que se puso Frühbeck al frente<br />
de su orquesta en los quince años largos de titulandad.<br />
La orquesta visitó en ese plazo, Madnd aparte, todas estas<br />
localidades, siendo las tres pnmeras las más beneficiadas, con<br />
diferencia, por los respectivos Festivales Internacionales y<br />
Quincena, en el número de presencias: Granada, Santander,<br />
San Sebastián, Sevilla, Barcelona, Bilbao, Zaragoza, Oviedo, G¡-<br />
J2CÍSCHERZO<br />
jón, Logroño, La Coruña, Cuenca, Huesca, Valencia, Salamanca.<br />
León, Pamplona, Las Palmas de Gran Canana, Santa Cruz<br />
de Tenerife, Castro Urdiales, Alicante, Alcoy, Elche, Pollensa,<br />
Barbastro. Cádiz, Algeciras, Santiago de Compotela, La Granja,<br />
Toledo, Valladolid, Cádiz, Palma de Mallorca y Vitona. entre<br />
las españolas, y Hong-Kong, Pescara, Roma, Perugia, Bolonia,<br />
Turín , Atenas, Lisboa, Coimbra, Oporto, Florencia, Bérgamo,<br />
C. di Massa, Brescta, Lugano,<br />
Laussane, Berna. Zunch, Basilea,<br />
Montreaux, Hannover, Bremen,<br />
Kiel, Frankfurt, Nürenberg, Landau<br />
y Kassel, entre las extranjeras.<br />
•:i+ v<br />
Cubierta de la cantata Yes, Speak out yes de Cristóbal Halffler escnta<br />
en (968 pora conmemorar curiosamente 20 años de Derechos Hu-<br />
mónos en España.<br />
Conciertos de significación especial<br />
y otras efemérides<br />
I odavla dentro de la etapa en<br />
la que el podio de la ONE estuvo<br />
vacante, parece oportuno reseñar<br />
algunos conciertos de la<br />
agrupación que revistieron carácter<br />
especial, relacionados, en todos<br />
los casos, con Ataúlfo Argenta.<br />
Así, en los del 31 de enero<br />
y 2 de febrero de 1958, en el<br />
Palacio de la Música y el Teatro<br />
Monumental, respectivamente,<br />
Eduardo Toldrá tuvo el gran detalle de hacerse cargo del mismo<br />
ejemplar programa que había confeccionado para esas fechas<br />
el inolvidable director castreño. Merece la pena recordarlo:<br />
La novia vendida (obertura) de Smetana, el Concierto pofo<br />
piano y orquesta n" 2 de Chopin (con Nikita Magaloff de solista),<br />
Dos movimientos para timbal y cuerda de Cristóbal Halffter,<br />
y el Concierto para orquesta de Bartók.<br />
En el mes de agosto del mismo año 1958, en el segundo de<br />
los tres conciertos que dirigió a la Nacional Alberto Erede en<br />
Santander los días 19, 20 y 22 -con la obertura Leonora 3 y la<br />
Novena beethoveniana en programa-, se descubrió en la Plaza<br />
Porteada la placa conmemorativa del Ciclo de las Sinfonías del<br />
mismo compositor que Argenta había dirigido al conjunto entre<br />
el I y el 10 de agosto de 1953,<br />
Deben señalarse también los conciertos del 23 y 25 de enero<br />
de 1959, respectivamente en el Palacio de la Música y el<br />
Monumental, en los que Jascha Horenstein dingíó a la Nacional<br />
y al Orfeón Donostiarra, con Mana Stader y Derrik Olsen<br />
de solistas, la Obertura trágica y Un Réquiem alemán, ambos de<br />
Brahms, en memoria del castreño.<br />
Si ros trasladamos ya a la etapa de titularidad de Frühbeck,<br />
nos encontramos con que el 16 de junio de 1964, se celebraron<br />
en la sala del Ministerio de Información y Turismo los llamados<br />
25 años de paz con un concierto de los mismos conjuntos,<br />
al mando ahora del burgalés. en el que junto a Cuevas<br />
de Nerja de Angeí Arteaga, y cuatro números de Lo Atlántida<br />
se estrenaron Testimonio de Luis de Pablo, Secuercios de Cristóbal<br />
Halffter, y Visión profetice de Miguel Alonso. El 6 de octubre<br />
del año siguiente, se celebra con un concierto de la Nacional<br />
en el teatro Español -concierto dingido por Frühbeck, y<br />
con Tunna, Rodrigo y Falla en el programa- la apertura de la<br />
63 Sesión del Comité Olímpico Internacional. Un año y una<br />
semana más tarde, el 13 de octubre de 1966. tendría lugar la<br />
solemne inauguración del teatro Real como sala de conciertos.<br />
Lo harían la Orquesta Nacional y el Orfeón Donostiarra, a las<br />
órdenes del titular de la primera, con la suite Homenajes de<br />
Falla, y la Novena beethoveniana en programa Solistas: Isabel<br />
Penagos, Norma Procter, Hans Hoppe y Víctor de Narké. Fue
un jueves, y los sucesivos viernes, sábado y domingo supusieron<br />
el comienzo de la triple actuación semanal de nuestra primera<br />
agrupación sinfónica.<br />
No es posible ya, por razón de espacio, continuar recogiendo<br />
con el detalle empleado hasta aquí los sucesivos conciertos<br />
que. dentro de la etapa de titularidad de Friihbeck, son dignos<br />
de recordación. SI cabe, en todo caso, agruparlos en una sucesión<br />
de referencias más o menos telegráficas que, como la<br />
gran mayoria de los datos anteriores, tomo del libro 40 Años<br />
de Orquesto Nacional de su antiguo violinista y miembro fundador,<br />
Luis ALonso, a quien rindo recuerdo de gratitud y votos<br />
de mejoría en estos momentos en que escribo en los que<br />
atraviesa dura quiebra de salud: celebración del primer centenano<br />
de Rubén Dario (18 de enero de 1967 en el Real, con<br />
programa Falla); conciertos homenaje a la memoria de Ataúlfo<br />
Argenta (19, 20, 21 de enero de 1968 en el Real, con programa<br />
Brahms); se presenta el Coro Nacional con este nombre<br />
(6, 7 y 8 de abril de 1973, con Un Réquiem alemán del propio<br />
Brahms. En octubre de 1967 se habla presentado con la Nacional<br />
con la denominación de Coro del Teatro Real, y desde<br />
diciembre de 1971 venia actuando con la de Coro de la Escuela<br />
Supenor de Canto, en los tres casos con Lola Rodríguez<br />
de Aragón como directora); homenaje a Ataúlfo Argenta en<br />
el teatro de su nombre de Castro Urdíales (21 de agosto de<br />
1973, con conferencia de Antonio Femández-Gd con el titulo<br />
Ataúlfo Argenta, quince años después); Rafael FnJhbeck celebra<br />
su concierto número 500 (25 de agosto de 1973, en el teatro<br />
Victoria Eugenia de San Sebastián); homenaje a Joaquín Tunna<br />
(25, 26 y 27 de octubre de 1974, en el Teatro Real y con<br />
programa monográfico del compositor sevillano); la ONE ce-<br />
del General Franco en diciembre de í 965 o Jos músicos de la orquesta capitaneados<br />
por Frfíhbede de Burgos<br />
lebra su concierto 2000 (27, 28 y 29 de febrero de 1976. en<br />
el Real); homenaje a Pablo Casáis en su primer centenario<br />
(19, 20 y 21 de noviembre de 1976 en el Real, con E! Pesebre<br />
en los atriles y la colaboración del Orfeó Cátala). Como seguramente<br />
no haría falta aclarar, todos estos conciertos fueron<br />
dirigidos por el maestro cuya titularidad glosamos.<br />
Apunte crítico sobre el período de titularidad<br />
A la hora de ensayar un juicio resumido sobre la etapa Frühbeck,<br />
es menester realizar un ejercicio previo de equilibrio y<br />
mesura. O, mejor, un esfuerzo por olvidar. Por olvidar cuanto<br />
se escuchó y se escucha sobre la labor realizada en esa etapa<br />
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />
por el director burgalés, teñido casi todo, no sé muy bien por<br />
qué, del más extremoso de los radicalismos, positivos o negativos.<br />
Porque, como casi siempre sucede, ni todo lo hecho<br />
por él puede, en modo alguno, ser denigrado, ni tampoco<br />
puede ser defendido todo como arquetipo del bien hacer y<br />
del bien planificar. No es nada fácil, pero, así y todo, voy a intentar<br />
separar, con la cabeza fría y lo más objetivamente que<br />
me sea posible, el grano de la paja.<br />
Por comenzar por cuantas consecuciones elogiables, acertadas<br />
y aún ejemplares se pueden espigar en la gestión de Rafael<br />
Frühbeck, nos tropezamos de entrada con algo que no parecía<br />
ni siquiera viable. Haber sabido, y relativamente pronto,<br />
hacer prender de nuevo la llama del interés, de la devoción y<br />
del apoyo alrededor de la Orquesta Nacional de España, venciendo<br />
lo que parecía imposible: el alejamiento, la vuelta de<br />
espaldas de un fidelísimo y amplio grupo de aficionados que<br />
tenían puesta toda su esperanza en el espléndido tándem Argenta-Nacional.<br />
Luego habría de colocarse en el haber frühbeckiano la forma<br />
en que, con la de haberse captado las voluntades de la<br />
mayor parte de aquel grupo de aficionados, se ganó también<br />
la de la totalidad, o práctica totalidad -comentarios directos<br />
escuchados muchas veces me permiten afirmarle- de los profesores<br />
a sus órdenes. Producto ello de una de las principales<br />
virtudes del director seguridad de mando tal y atención tal a<br />
proporcionar toda y cada una de las entradas, que tocar con<br />
él suponía para aquéllos un seguro a todo nesgo.<br />
Fue la etapa Frühbeck. asi, quizá excepto sus muy últimos<br />
años, una época en la que el nivel ejecutor de la Nacional fue<br />
excelente, con instrumentistas de pnmera fila, motivados y entregados,<br />
y no sólo en los primeros atriles, sino<br />
en la generalidad de ellos. Las caraceristicas dirertonales<br />
del burgalés, por una parte; las que se<br />
acaban de señalar de los profesores, por otra,<br />
determinan entre todas una nota más del período:<br />
no disimulado amigo de las monumental idades,<br />
Frühbeck redondeó con la Nacional, en versiones<br />
de oratorios, cantatas o misas de réquiem<br />
que -pese a cuanto se haya dicho por los puristas<br />
a ultranza- permanecen en la mente de todos,<br />
su extraordinaria capacidad, su aptitud fuera<br />
de sene para armar esos magnos edificios sonoros<br />
con segura y brillante espectacular!dad. Se<br />
estará de acuerdo o no con algunos de sus enfoques.<br />
No podrán ponerse en duda, en ningún caso,<br />
sus grandes triunfos en lo sinfónico-coral.<br />
¿Carencias o lagunas en la etapa? Claro que las<br />
hubo. Aunque vaya por delante que, vistas con la<br />
perspectiva de la que ahora se dispone, pesan<br />
menos, sin duda, que los logros. Que si Frühbeck,<br />
maestro reconocido en lo monumental, lo<br />
fuera algo menos en los refinamientos expresivos,<br />
en las sutilezas y transparencias sonoras o,<br />
por entonces, en la profundización en anchuras brahmsianas,<br />
pongo por caso, puede representar el costado menos dominado<br />
por él como ejecutor e intérprete. Que quizás no acostumbrara<br />
lo suficiente a la orquesta a entender también paisajes<br />
más contenidos y menos densos, como los del primer clasicismo<br />
vienes -no el Beethoven avanzado, claro- y los<br />
barrocos instrumentales; que, como programador de una orquesta,<br />
oficial, desconociera casi la música de fuera posterior a<br />
Stravinsky y atendiera con excesiva cicatería -poco más que<br />
una página por año- a ías generaciones últimas, pueden ser las<br />
lagunas de una gestión en la que en cualquier caso, repito, el<br />
haber venció claramente al debe.<br />
Leopoldo Hontañón<br />
SCHERZO 727
DOSIER<br />
Una titularidad y una transición<br />
Nueva savia: sarto hacia adelante<br />
Hablar transcurrido quince años desde que Frühbeck<br />
de Burgos se había hecho cargo de la titularidad<br />
de ¡a ONE. Nada hacia presagiar que esta<br />
situación pudiera cambian y menos de manera<br />
repentina. Pero asi sucedió: Jesús Aguirre, primer<br />
director general de la música de ía democracia, dio un sorprendente<br />
golpe de timón y deten-niño, por decreto, el cese<br />
del burgalés. Existían sin duda razones objetivas de cierto peso<br />
que avalaban una decisión semejante. Entre ellas: un evidente<br />
agotamiento de la formación, obediente durante demasiado<br />
tiempo a las órdenes de la misma mano rectora; escasas cualidades<br />
de ésta en lo referente a la ideación programadora, poco<br />
ágil, nada novedosa y sometida a una inevitable rutina; relativa<br />
habilidad del titular para mantener -contando con una<br />
apreciable pérdida de calidad del conjunto, conocedor de mejores<br />
épocas- un régimen de ensayos suficientemente didáctico<br />
y ennquecedon; dadas las caracteristicas un tanto autoritarias<br />
de Frühbeck, aparición de ciertos brotes de descontento<br />
laboral; la conscienoa de que una resolución tal entraba en la<br />
normalidad del funcionamiento<br />
de cualquier agrupación sinfónica,<br />
rara vez atada o unida<br />
a una misma batuta durante<br />
más de cuatro o cinco años<br />
(las excepciones, que las hay,<br />
están por supuesto en la mente<br />
de todos).<br />
Pero el anuncio de la marcha<br />
del director no fue bien<br />
recibido ni por el grueso de lo<br />
que podríamos llamar fuerzas<br />
vivas conservadoras -entre<br />
ellas, la mayoría de los tradicionales<br />
abonados y la práctica<br />
totalidad de la prensa-, ni por<br />
la propia Nacional, ésta fundamentalmente<br />
por un prurito<br />
de protagonismo hendo al ser<br />
adoptada la decisión unilateralmente<br />
por la administración,<br />
sin que los instrumentistas hubieran<br />
participado, a favor o<br />
en contra, en ella. El descontento<br />
aumentó cuando se supo<br />
el nombre del sustituto:<br />
Antoni Ros Marbá, un catalán<br />
no especialmente apreciado ni<br />
conocido en Madrid, a pesar<br />
de que aquí habla desempeñado<br />
durante unos años la dirección<br />
-en régimen de cotrtularidad<br />
con García Asensio— de la<br />
Orquesta de la Radiotelevisión<br />
y de que había dado muestras, quizá necesitaba un tanto un cambia tímidas, de de aires. sensibilidad,<br />
preparación y rigor musicales. La recepción que se<br />
hizo en el Real no fue precisamente calurosa y tardó sus buenos<br />
tres o cuatro meses en notar que su hacer empezaba a<br />
calar en el respetable, gran parte del cual no le llegó nunca a<br />
perdonar que viniera a sustituir a Frühbeck Con todo ello,<br />
Ros se encontró un panorama más bien hostil que determina-<br />
128 SCHERZO<br />
ba caras largas o suficientes en los ensayos y que promovía algunas<br />
injustas tomas de postura en los medios de comunicación<br />
-como ejemplo, un cruel trabajo de Ernesto Halffter publicado<br />
en Va- Prácticamente, sólo se mantuvo al margen de<br />
este apriorismo critico la revista Ritmo, que defendió siempre<br />
la opción Ros Marbá como posible motor de un cambio:<br />
mientras no se demostrara lo contrario, suponía una esperanza,<br />
una apuesta para intentar corregir una situación en ciertos<br />
aspeaos estancada.<br />
Apertura a sinistra<br />
Frente a la ya comentada rutina, en la que, después de tres<br />
quinquenios con la misma titularidad, habla caído la Nacional<br />
-las buenas cualidades de su rector hasta entonces no eran ya<br />
idóneas para superar el marasmo-, bueno fue que, luego de algunos<br />
meses de observación de la realidad y antes de dirigir, ya<br />
como titular de hecho y de derecho, su primer concierto, Ros<br />
Marte, apoyado desde la gerencia por Jorge Rubio, sentara las<br />
bases de una selección programadora que sin duda obedecía a<br />
premisas diferentes de las<br />
mantenidas hasta el momento<br />
y que abogaba por un mayor<br />
compromiso, una más clara<br />
diversidad de repertorios y<br />
una más vigorosa imaginación.<br />
Su primer concierto oficial como<br />
titular tuvo lugar en el Real<br />
el 20 de octubre de 1978.<br />
En programa (repetido el 21<br />
y el 22), Villanesca de Bemaola,<br />
Concierto n" ! para piano<br />
de Brahms (con Weissenberg)<br />
y la Quinta Sinfonía de<br />
Prokofiev. No hay espacio<br />
aquí -dentro de un trabajo<br />
que se integra en un dosier<br />
que pretende nada menos<br />
que recoger medio siglo de<br />
existencia de la orquesta- para<br />
reseñar ni siquiera los hitos<br />
y líneas de actuación más sobresalientes<br />
de aquella etapa.<br />
Habrá, pues, partiendo de esa<br />
fecha y de la consignación del<br />
excelente y buscado equilibrio<br />
de ese primer concierto.<br />
que resumir a grosso modo las<br />
características que definieron<br />
las tres temporadas en las<br />
que el director barcelonés rigió<br />
los destinos de la ONE y<br />
que suponían, como ya se ha<br />
A Antont Ros Marta le locú vivir los ortos mus di/rales de uno orquesto que apuntado, un viraje con respecto<br />
a la larga singladura anterior.<br />
Repasando ahora aquellas programaciones y recordando las<br />
sendas por las que discurrieron, cabe sentar estos puntos básicos<br />
de estructuración general: I) una -hay que insistir en ellomayor<br />
fantasía y variedad en la selección; 2) contratación de<br />
dos o más directores de talla, capaces de comunicar al conjunto<br />
los conocimientos necesarios para mejorar una indiscutible
endeblez y potenciar sus no<br />
menos indiscutibles cualidades,<br />
aptos para organizar adecuados<br />
sistemas de trabajo y plantear<br />
ennquecedoras sesiones de ensayo;<br />
3) llamada a dos o mas<br />
orquestas de relieve en el panorama<br />
europeo, útiles no ya<br />
para el solaz del respetable, sino<br />
para obtener un interesante<br />
contraste con la de casa y ofrecer<br />
a ésta (a sus componentes)<br />
la posibilidad de, tras la escucha,<br />
extraer las oportunas consecuencias;<br />
4) intento de ampliar<br />
la presencia de la música<br />
española y de requerir, mediante<br />
encargos, la intervención<br />
de nuestros -jóvenes y menos<br />
jóvenes- compositores, objetivos<br />
éstos que nunca se han llegado<br />
a cumplir del todo.<br />
Siguiendo este cuadro de teóricas<br />
buenas intenciones, puede<br />
considerarse que esta pnmera<br />
-y corta: 19 conciertostemporada<br />
de la era Ros fue tirando<br />
a estimulante. Anotemos<br />
rápidamente lo esencial, En pnmer<br />
lugar, tres programas del<br />
propio titular que, con el indicado<br />
y algún otro, dan idea de<br />
buen criterio: Miso n" 2 y Novena<br />
Sinfonía de Schubert; Sinfonía<br />
concertante de Haydn, Fantasía<br />
castellana de Del Campo<br />
y El mandarín maravilloso de<br />
Bartók; Concierto n° 3 para pia-<br />
Lo Orquesta Nacional y el Orfeo Caíalo con Ros Marbá en el Palau barcelonés<br />
en 1982.<br />
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />
más bien accidentado por<br />
la huelga del Coro Nacional,<br />
aun dirigido artística y<br />
técnicamente por Lola Rodríguez<br />
de Aragón. Se implantaba<br />
también en este<br />
curso el ciclo paralelo llamado<br />
de Cámara y Polifonía,<br />
hoy ya por su 14 edición.<br />
La temporada 1978/80,<br />
asentadas las bases de una<br />
nueva, aunque lógicamente<br />
emparentada con la anterior,<br />
manera de hacer, traería<br />
buenos frutos y, en conjunto,<br />
sería más completa y<br />
también más larga (24 sesiones<br />
de tres conciertos<br />
cada una en lo que respecta<br />
al ciclo sinfónico, que es<br />
el que nos interesa). Tres<br />
estrenos absolutos (junto a<br />
varias primeras audiciones)<br />
indicaban la mayor preocupación<br />
por lo nuevo: ínteracciones<br />
de González Acilu,<br />
Cántico de los soledades de<br />
Alís y Gtío cadencia! en torno<br />
o falla de Rodríguez Albert<br />
(el anunciado de Conté<br />
de Olavide no llegó a producirse).<br />
Ros empezaba<br />
con el War Réquiem de<br />
Bntten y brindaba, entre<br />
otros cosas de relieve, un<br />
programa tan enjundioso y<br />
equilibrado como éste; Ri-<br />
no de Beethoven, Sine Die de Olavide y Muerte y transfiguración<br />
de Richard Strauss. En el capitulo de directores invitados cercana de Bach-Webern, Tres fragmentos de Wozzeck de<br />
hubo nombres importantes: primero, Giuliní (no volvió ya con Berg, Kol Nidre de Schoenberg y Magníficat de Bach. Real-<br />
la ONE) y luego Inbal, Ahronovitch, Lutoslawski (con compomente ejemplar. Celibidache, con cuatro conciertos previssiciones<br />
propias), Jarvi (por entonces poco cotizado), Herbig tos, sólo llegaba a dar dos por las causas antedichas y desa-<br />
y, sobre todo, Celibidache, con cuatro conciertos distintos, parecía para siempre del horizonte de la Nacional. Se anun-<br />
con disposiciones tan atractivas como éstas: Quinto de Sibelius, ciaba a jochum con la Nacional Francesa, pero el viejo<br />
Réquiem de Fauré; Sinfonía concertante K. 297 de Mozart, maestro andaba ya rnuy pachucho y no vino; sí lo hizo en su<br />
Cuarta de Bnjckner, Quem vidistí pastorem de Gabrieli, Sinfoníalugar<br />
el corajudo Ahronovitch con la de la Radio de Ham-<br />
de los salmos de Stravinsky, Noches de Falla, Pinos de Respighi. burgo. Otras formaciones extranjeras eran la de Cámara de<br />
Era el comienzo de lo que se preveía y se quería una larga co- Moscú, la Tonhalle de Zurich (a la que Albrecht dirigió una<br />
laboración entre la orquesta y el maestro rumano, que hizo muy estimable Noveno de Bruckner), la Sinfónica del Estado<br />
tocar a aquélla como hacía mucho que no tocaba. El idilio, y de la URSS (con Svetlanov). Por el podio destilaban entre<br />
las ventajas artísticas derivadas de él, duró poco: a la tempora- otras batutas las de López Cobos -que iniciaba un mayor y<br />
da siguiente, una vez más, agrupación y director se tiraron los más permanente contacto-, Mata, Tchakarov, Gilbert Amy,<br />
trastos a la cabeza. Intolerancia e incomprensión de la una; fa- García Navarro y, en particular, Igor Markevitch (dos conlla<br />
de paciencia y de mano izquierda del otro echaron por tieciertos, uno de ellos con su Le Paradis perdu), que volvía a<br />
rra los excelentes propósitos e impidieron en buena medida España después de varios años de ausencia tras su etapa con<br />
que el conjunto recuperara gran parte de su pasado esplen- la Orquesta de la Radiotelevisión Española.<br />
dor, que, muchos años atrás, había contribuido a forjar la misma<br />
batuta.<br />
La tercera temporada de Ros Marbá se inauguraba con un<br />
nuevo sistema de abonos: se establecía por primera vez más<br />
de un tumo (A y B en esta ocasión) y se comenzaba a dar<br />
Nada menos que cinco formaciones foráneas actuaron en así oportunidades a personas que en su día no hubieran teni-<br />
esta temporada 78/79: las sinfónicas de Berlín {con Herbig), do la fortuna de obtener una suscripción de tipo vitalicio. Se<br />
Gurzenich de Colonia (con Ahronovitch), y Ciudad de Bar- anunciaban estrenos de Olavide (de nuevo, Conté), Guerrecelona<br />
(con Bottcher. después de haber estado anunciado ro (fallido), Villa-Rojo, Montsalvatge y Francisco Cano. De 24<br />
Mario Rossi) y las de cámara de la Fundación Gulbenkian y conciertos, el titular se reservaba 8, mientras que todos los<br />
St Martin-in-the-fields (ésta con Hertay, que dirigió Israel en demás directores participaban sólo en uno. Entre ellos, gente<br />
Egipto de Haendel), con sus respectivos coros. El final de la de talla, como Inbal, Sawalhsch, Previn y Rattle, los tres últi-<br />
serie, que cerraba Ros con la Sinfonía n" 2 de Mahler, fue mos al frente, respectivamente, de la Sinfónica de Viena (pa-<br />
SCHERZO 129
DOSIER<br />
ra una notable Cuarta de Bruckner), la Sinfónica de Londres<br />
(excelente Décima de Shostakovich) y Philharmonia (magistral<br />
Sinfonietxa de Janácek), formaciones que sin duda embellecían<br />
y dotaban de entidad al ciclo. Ros organizaba una hermosa<br />
sesión con tres obras dedicadas a Don Quijote de<br />
otros tantos compositores, Gombau, Esplá y Strauss, y proponía<br />
dos monumentales<br />
oratorios: la Pasión según<br />
Son Moteo de Bach (con<br />
el Coro de Cámara de<br />
Estocolmo, de Ericson) y<br />
Los estocíones de Haydn,<br />
mientras López Cobos situaba<br />
en atriles la Fausto<br />
de Liszt y Encinar recibía<br />
su bautismo con la ONE<br />
con un programa novedoso:<br />
Villa-Rojo (estreno),<br />
Bartók e Ivés (Sinfonía<br />
n° 2). Un bautismo<br />
que había recibido en<br />
1979 otra joven batuta<br />
española, antecesora de<br />
la citada al frente del<br />
Grupo Koan: Arturo Tamayo,<br />
con un programa<br />
en el que se incluán nada<br />
menos que la Sinfonía de<br />
Cámara op. 9 de Schoenberg<br />
y Ancora una volta<br />
de Coria (estreno).<br />
Al cabo de esta temporada 80/81, de corte evidentemente<br />
atractivo y de resultados finales encomiables, la crisis entre<br />
el titular y la orquesta, que se venía anunciando hacía<br />
meses y que había nacido quizá en el mismo momento en el<br />
que Ros Marbá había aceptado el puesto, estalló; ya se sabía<br />
que no habría continuidad y que el alejamiento, hasta ese<br />
instante espiritual y de cntenos, pasaría a ser también físico.<br />
Es curiosa la incapacidad de la orquesta para entender al director<br />
y notable la de éste para ensimismarse y encogerse<br />
ante unos instrumentistas que en su mayoría no le habían<br />
mirado con buenos ojos y que minaban poco a poco la poca<br />
autoridad que en aquel tiempo él se encontraba en disposición<br />
de desplegar. Lastima porque, como se ha demostrado<br />
luego hasta la saciedad, Ros es un músico muy serio y responsable,<br />
que, con un buen ambiente de trabajo, tranquilidad<br />
y horas de ensayo, puede obtener excelentes resultados<br />
en lo tocante a calidad tímbnca y sutileza acentual, bases a la<br />
hora de intentar la búsqueda de la expresión artística más<br />
auténtica. Algo que se ha demostrado posteriormente, con<br />
la RTVE y con la misma ONE, cuando los nervios del compromiso<br />
no atenazaban hasta ese punto al director barcelonés<br />
y cuando los músicos han dejado de lado estúpidos prejuicios<br />
y han comprendido que el gesto no lo es todo en un<br />
maestro.<br />
El interregno<br />
U<br />
vez con más fuerza. No resultaba chocante porque el zamorano,<br />
cotizado ya en el extranjero tras años de brega y que<br />
había demostrado, con la propia Nacional y con la Orquesta<br />
de la Radiotelevisión, aptitudes innegables, se asentaba firmemente<br />
como un seno y nuevo aspirante al cargo. Y lo curioso<br />
era que al parecer no lo anhelaba. Por un lado, cada vez<br />
Sergttu CelriWache con lo ONE en e( Teatro Real ensaya uno de sus m/ficos conciertos al ¡rente de la orquestó en la temporada<br />
1978-79.<br />
na nueva etapa, otra más, comenzaba para la Orquesta<br />
Nacional en la temporada 1981 /82, que al tiempo que suponía<br />
la caída definitiva de Ros Marbá, iba a ser la del inicio del<br />
despegue hacia el ohmpo de la titularidad de López Cobos,<br />
que, desde hacía unos meses, con el catalán todavía al frente,<br />
era -siguiendo esa nomenclatura venida de fuera y que<br />
esconde responsabilidades en ocasiones bastante fantasmales-<br />
director asociado y veía cómo su estrella brillaba cada<br />
/30SCHERZO<br />
eran más numerosas sus obligaciones en el exterior y, por<br />
otro, tenía un cierto, aunque disimulado, pavor a entregarse<br />
a una agrupación un tanto díscola y difícil, que no atravesaba<br />
precisamente, entre unas cosas y otras, un buen momento.<br />
Por eso López-Cobos se dejó desear y aguardó un prudente<br />
espacio de tiempo. Y durante dos temporadas y media<br />
-81/82, 82/83 y la mitad de 83/84- se mantuvo en el cómodo<br />
sitial del asociado, sin responsabilidades directas, asumidas<br />
para esos momentos en lo gerencial por Tomás Marco,<br />
en su primera época, al tiempo que al frente del coro homónimo<br />
se hallaba José de Felipe, que pronto seria reemplazado<br />
por el catalán Enric Ribo. Uno y otro -triste sino- no<br />
acabaron sus respectivos contratos al encontrar no pocas dificultades<br />
de entendimiento con los constas.<br />
En este interregno no se establecieron especiales novedades<br />
en relación con las temporadas precedentes, a no ser la<br />
de la carencia de una batuta que se entregara en mayor medida<br />
-como puede hacerlo un titular- al servicio y cuidado<br />
de la orquesta. En tal sentido, estos tiempos no fueron mejores<br />
que los inmediatamente pasados. Sí merece la pena reseñarse,<br />
como dato relevante previo, la designación, en la<br />
temporada 82/83, del solvente Peter Maag como -otro cargo<br />
traído por los pelos- principal director invitado, lo que le<br />
puso en disposición de ofrecer su fino arte a lo largo de cinco<br />
conciertos en ese curso y de otros cinco en el siguiente,<br />
mientras que López Cobos dirigía únicamente uno en el primer<br />
año y tres en cada uno de los dos siguientes. Las razones<br />
por las que Maag, que años antes había tenido espléndidas<br />
actuaciones con la RTVE, no llegó a cuajar y por las que<br />
los músicos no terminaron de aceptarlo se escapaban al observador<br />
más atento. Cierto es que el maestro suizo posee<br />
una curiosa y a veces algo despistante técnica gestual; pero<br />
no menos verdad que es un músico probado en muchos podios<br />
de campanillas. En todo caso, aun cuando la orquesta<br />
no acabó de sonar del todo bien bajo su batuta y difícilmente<br />
alcanzaba el necesario grado de exactitud y limpieza, se<br />
deben a este artista excelentes conciertos, tanto por su
construcción cuanto por su resolución posterior. Citemos, a<br />
vuela pluma, algunos de ellos: Cuatro últimos heder y Don<br />
Juan de Strauss y Sinfonía Fantástica de Beriioz; ¡domeneo de<br />
Mozart; Músico masónica, Kyrie K. 341 y Misa en do menor<br />
(que alcanzó musitada, y discutible, temperatura dramática)<br />
del mismo compositor Variaciones Haydn, Canto de las parcas<br />
op. 17 y op- 89 y Primera Sinfonía de Brahms, estas dos<br />
últimas sesiones ya bajo la titularidad plena de Jesús López<br />
Cobos, que principió en enera de 1984.<br />
De las tres temporadas -dos y media por mejor decirque<br />
estamos repasando, la segunda, compuesta, inusitadamente,<br />
por 26 programas, se destacó, dentro de lo que cabe,<br />
por sus novedades. Entre ellas, Todo un mundo lejano de<br />
Dutilleux, Lontano de Ligeti, tercer acto de Lo walktria de<br />
Wagner. Escenas de Fausto de Schumann... Y en el capitulo<br />
de estrenos: Biografío de Miguel Alonso, Fantasía castellana<br />
(para piano y orquesta) de Moreno Torraba, Sinfonía n° 2 de<br />
Barce y Sinfonía n° 2 de Prieto, Inbal montaba un apreciable<br />
Réquiem de Vendi. en tanto que se contaba sólo con dos orquestas<br />
extranjeras, la de la Radio de Stuttgart (con Marriner)<br />
y la Sinfónica de Berlín (con Herbig: Octava de Bruckner).<br />
En el capitulo de solistas -que hasta aquí no se ha tratado<br />
específicamente dada su relativa relevancia- habría que<br />
señalar la presencia del ya fenomenal Krystian Zimerman.<br />
Uno de los grandes acontecimientos del 83 (octubre) fue<br />
la presencia de la Filarmónica de Munich con Celibidache,<br />
que brindaba un concierto extraordinario con la Tercera de<br />
Brahms y el Concierto para orquesta de Bartók En esa temposada,<br />
en la que se produciría la transición a la titularidad<br />
de López Cobos, se contaba asimismo, dentro de este apartado<br />
de visitas, con las orquestas Royal PhNharmonic (con<br />
Temirkanov), de la Radio de Frankfurt (con Inbal), la Filarmónica<br />
de Estocolmo (con otro viejo conocido, Ahronovitch) y<br />
la Gulbenkian de Lisboa y su coro (con Scimone); lo que suponía<br />
un nivel nada despreciable de aportaciones foráneas<br />
de cierto cartel.<br />
En la temporada 81 /82 se había producido una visita de<br />
Frühbeck: de Burgos, con la Orquesta Yomiun de Tokio (Réquiem<br />
de Brahms). Walter Weller -hoy principal director invitado-<br />
tomaba contacto con el conjunto español y Kurt<br />
Sanderling, un viejo maestro, que luego no se ha prodigado<br />
lamentablemente demasiado, explicaba una Cuarta de<br />
Brahms de muchos kilates.<br />
Se llegaba de este modo al punto en el que cambiaba de<br />
nuevo el norte de la Nacional, tras unos años de relativo desamparo<br />
en los que la formación anduvo, de sus manos a<br />
otras, sin una política artística férrea, lógicamente despistado;<br />
máxime cuando la insensible transformación que en ella se<br />
había operado, de un sistema autoritario pera caído en la rutina<br />
(Frühbeck) a otro mas flexible e imaginativo pero poco<br />
práctico y que no contó con tiempo (Ros), no tuvo el necesario<br />
desarrollo y apuntalamiento. Hay que recordar que, en<br />
efecto, durante los años finales de la titularidad del burgalés<br />
y los de la del catalán, la orquesta sufrió en su seno la lógica<br />
crisis derivada de la pérdida de muchos de sus históncos y<br />
mejores instrumentistas y el ingreso de los correspondientes<br />
sustitutos. La unidad, la compacidad, el empaste, la sonoridad<br />
que daban carácter a la Nacional se habían ido diluyendo<br />
por unas causas o por otras. Al nuevo rector de sus destinos,<br />
Jesús López Cobos, competía, tras aceptar el reto, poner<br />
los medios precisos para recuperar el antiguo esplendor<br />
y establecer igualmente una adecuada reglamentación, propia<br />
de los tiempos en que ya se vivía. Pera eso es ya otra<br />
historia que encontrarán ustedes relatada en las páginas que<br />
siguen.<br />
.1 Arturo Reverter<br />
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />
VI FESTIVAL INTERNACIONAL<br />
DE PRIMAVERA<br />
"ANDRÉS SEGOVIA"<br />
Auditorio Nacional de Música<br />
Sala de Cámara<br />
Concierto n.° 1<br />
20 de marzo de 1992, 19,30 h.<br />
TRIO ARS ANTICUA DE PARÍS:<br />
- Joseph Sage (Contratenor)<br />
- Michell Sanvoisin (Rauta de Pico)<br />
- Raimond Couste (Laud-Renacentista)<br />
Programa: Música Española de Corte<br />
y del Descubrimiento<br />
Concierto n. 2<br />
27 de marzo de 1992, 19,30 h.<br />
COSTAS COTSIOLJS<br />
Programa: Música del siglo XX<br />
para guitarra (Brouwer, Ginastera,<br />
Piazzola y Theodorakis)<br />
Concierto n.° 3<br />
3 de abril de 1992, 19,30 h.<br />
- Clara Bonaldi (Violín)<br />
- Guy Lukowski (Guitarra)<br />
Programa: Monográfico N. Paganini<br />
Concierto n.° 4<br />
7 de abril de 1992, 19,30 h.<br />
- Eduardo Fernández<br />
Programa: Los Románticos Italianos<br />
(Giuliani, Legnani, Carcassi)<br />
Concierto n.° 5<br />
10 de abril de 1991, 19,30 h.<br />
- Gabriel Estarellas<br />
Programa: Tomás Marco 50 Aniversario,<br />
estreno absoluto de "Cartas del Tarot"<br />
Localidades en la taquilla del Auditorio<br />
Nacional de Música, en horario habitual.<br />
Precio de las localidades: Concierto n.° 1,<br />
1.500 y 800 ptas. Concierto n.° 2, 3, 4 y 5,<br />
1.000 y 500 pts.<br />
Para más información, envíen fax al 577 57 87<br />
Patrocina:<br />
FUNDACIÓN
DOSIER<br />
Hacia el fin de la larga marcha<br />
En los primeros días de I984 se presenta Jesús López<br />
Cobos como director titular de la Orquesta Nacional<br />
de España. Un programa formado por la Sinfonía<br />
n° 103 de Hayan y la Cuarta de Bruckner -músico<br />
muy querido por el nuevo responsable de los destinos<br />
artísticos de la orquesta- abre el camino a una esperanza<br />
que ai fin parecía tomar cuerpo después de ese interregno de<br />
dudosos resultados que va del fin de la época Ros-Marbá a la titularidad<br />
recién estrenada y en el que, una ve2 más, se desaprovecha<br />
la ocasión de trabajar con un músico de talento. Primero<br />
habla sido el mcomprendido maestro catalán -hoy en la cumbre<br />
de su carrera tras un trabajo riguroso que le ha llevado a<br />
ser, sin duda, el mejor de nuestros directores de orquesta-, luego<br />
lo seria el suizo Peter Maag. principal director invitado mientras<br />
López Cobos era director asociado en un compás de espera<br />
hacia la titularidad Maag, un lujo para cualquier orquesta, salió<br />
de su relación con la ONE -que terminó con la temporada 83-<br />
84- tan escaldado como otros no menos ilustres músicos- recordemos<br />
a un Sergiu Celibidache que en la etapa Ros-Marbá<br />
pareció de nuevo felizmente ligado a sus destinos-, dejando en<br />
los aficionados, una vez más, el regusto amargo de la imposibilidad<br />
de una normalización deseada. Maag volvió a su Suiza natal<br />
v consiguió hacer de la Opera de Berna y de la Sinfónica de esa<br />
ciudad formaciones de relieve europeo. Ahí están, para demostrarlo,<br />
sus grabaciones, por ejemplo, de las Sinfonías de Robert<br />
Schumann.<br />
Con López Cobos<br />
la esperanza<br />
renace en función<br />
del crédito que le<br />
otorgan anteriores<br />
actuaciones con la<br />
orquesta y presencias<br />
internacionales<br />
de relieve como la<br />
titularidad en la<br />
Opera de Berlín o<br />
su condición de<br />
principal director<br />
invitado en la London<br />
Philharmonic.<br />
Por otra parte, sus<br />
declaraciones revelan<br />
un deseo cierto<br />
de que las cosas<br />
cambien, incluso su<br />
aparente reticencia<br />
inicial a asumir la titularidad<br />
trasluce<br />
una exigencia hacia<br />
el contexto en el<br />
que deberá moverse sin la que las cosas difícilmente podrían<br />
rodar bien. Rara vez un nuevo titular hubiera encontrado terreno<br />
mejor abonado en la confianza que los aficionados estaban<br />
dispuestos a concederle. Otra cosa fue la imposibilidad para ilusionar<br />
a la orquesta a pesar de ceder en temas tan delicados<br />
entre comillas como la contratación o no de instrumentistas extranjeros<br />
para cubrir vacantes de importancia -cosa difícil en<br />
una orquesta española y de funcionarios-, y hacer crecer la calidad<br />
media de la centuria 1 . Añadamos a elio las famosas oposiciones,<br />
lo dudoso de su dedicación real a la orquesta o el crite-<br />
132 SCHERZO<br />
Jesús López Cobos, la esperanzo truncada<br />
rio no muy acertado con que se decidió sustituir a Maag por<br />
Maximiano Valdés, un joven director chileno cuyo talento no<br />
pareció crecer como la valentía de los programas que solía proponer<br />
a la audiencia. Además, las batutas invitadas tampoco<br />
aportaban especiales enseñanzas a nuestros músicos ni abrían a<br />
los oyentes a otros modos directonales que, muy al contrano,<br />
parecieron ir cerrándose según avanzaban los días. De tal modo,<br />
el ambiente entre orquesta, director y público fue enrareciéndose<br />
paulatinamente hasta que la chispa saltó con el pretexto<br />
-cuando el texto propiamente dicho había ido lanzándose<br />
entre unos y otros- nimio e injusto de un reportaje aparecido<br />
en las páginas del diario El País 1 . Una vez más se pretendía matar<br />
al mensajero -que esta vez no hizo sino poner de manifiesto<br />
una realidad- y pasar por arto problemas muy concretos. Luego,<br />
sin embargo, hasta la precariedad de los estudios musicales<br />
en España fue puesta por López Cobos en el platillo de la balanza<br />
que acabó siendo el más pesado, como para hacer olvidar<br />
lo evidente: que las titulandades en Cincinnati y Lausanne resultaban<br />
más gratas al maestro zamorano que la lucha a brazo partido<br />
con una ONE que parecía cada vez más ingobernable.<br />
Lo más interesante de la época López Cobos fue, sin duda, la<br />
programación de sus temporadas y, más concretamente, de los<br />
conciertos que se encomendara a sí mismo, Naturalmente<br />
Bruckner -curiosamente decepcionante en sus grabaciones<br />
años después con la Cmcinnati Symphony-, pero también Wagner<br />
-la Obertura<br />
Fausto, por ejemplo-,Bach-Webem,<br />
Haendel-<br />
Schoenberg, Bautista<br />
-Sinfonía n"<br />
3-, Berlioz -con<br />
un programa que<br />
reunió la Sinfonía<br />
Fantástica y lelio-,<br />
Granados -Dante,<br />
Goyescas en versión<br />
de concierto-<br />
Gertiard -la Tercera<br />
Sinfonía, la surte<br />
de Don Quijote-,<br />
Schubert -con los<br />
Tres Fragmentos<br />
Sinfónicos-, Zemlinsky<br />
-la Sinfonía<br />
Úrica-, Schoenberg<br />
-Un superviviente<br />
de Varsovia-, Beethoven<br />
-la versión<br />
FOTO: COVER<br />
para orquesta de<br />
cuerda del Cuarte-<br />
to n" 14-, Brahms-Schoenberg -el Cuarteto Op, 25-, Schumann<br />
-Réquiem, Réquiem para Mignon, Fausto, Genoveva-, o Liszt<br />
-Fausto-. Son propuestas que en su día valoró el aficionado, al<br />
que se le abría un horizonte poco o mal conocido, pero que no<br />
supusieron para la orquesta -quizá por su propia dificultad para<br />
ser abundadas en unas temporadas cargadas de conciertos y<br />
con poco tiempo para ensayar adecuadamente- el necesario<br />
replanteamlento de actitudes demasiado consolidadas que abocaban<br />
a un desinterés creciente -aun con buenos y hasta excelentes<br />
resurtados en ocasiones- por el propio trabajo- Quizá la
inutilidad inmediata de tal esfuerzo<br />
contribuyó a que López Cobos tomara<br />
a finales de 1988 -con el Auditorio<br />
Nacional de Música, otra esperanza<br />
para todos, recién inauguradola<br />
decisión de abandonar una Orquesta<br />
Nacional de España que no<br />
ha vuelto a dirigir desde entonces.<br />
Con la marcha de López Cobos la<br />
ONE perdía otro tren, volvían a surgir<br />
los temas de siempre -ios extranjeros,<br />
la reforma del reglamento, la<br />
pertinencia o no de la condición de<br />
funcionarios de los profesores- y a<br />
cundir el desánimo en unos aficionados<br />
que no entendían absolutamente<br />
nada.<br />
Así, las temporadas 88-89 -con el<br />
sólido Walter Weller y el cada vez<br />
más prometedor Víctor Pablo Pérez<br />
como principales directores invitados-<br />
y 89-90 -con Weller y Cristóbal<br />
Halffter- aparecen como las más<br />
dramáticas seguramente de la histona<br />
de la ONE, una formación descabezada,<br />
con la moral por los suelos,<br />
recordando constantemente viejos<br />
tiempos de los que ya no se podía<br />
vivir. La presencia en sus abonos<br />
-cuatro semanas consecutivas- de<br />
las orquestas de Euskadi, jONDE,<br />
Barcelona y Bilbao, y la postenor de<br />
la de Tenerife -una sorpresa mayúscula-,<br />
muestran a la audiencia que las<br />
comparaciones a veces no son sólo<br />
odiosas sino sumamente aleccionadoras.<br />
Pero frente a esa realidad bien<br />
triste, dos rayos de luz asoman con<br />
algo más que un calor tibio: la presencia<br />
de un Walter Weller con el<br />
que los profesores parecen levantar<br />
cabeza y los dos conciertos del mes<br />
de febrero de 1989 -poca cosa pero<br />
en la desolación uno se agarra a<br />
un clavo ardiendo-, previstos para<br />
Jesús López Cobos antes de su dimisión,<br />
en los que el zamorano es sustituido<br />
nada más y nada menos que<br />
por Gennady Rozhdestvensky, uno<br />
de los más grandes directores de la<br />
actualidad. La presencia de este moscovita<br />
genial es recibida por los aficionados<br />
con verdadero clamor, y no<br />
sólo porque casi por sorpresa nos<br />
ofrezca el estreno madrileño de! Don<br />
Quijote de Gerhard en su versión<br />
completa -cuando incluso en el programa<br />
de mano se anuncia sólo la<br />
surte-, sino porque con él la Nacional<br />
vuelve a parecerse a la de sus<br />
mejores tiempos. Se habla incluso de<br />
la posibilidad de ofrecerle la titularidad<br />
-suenan por aquellos días, como<br />
otras veces, nombres tan significativos<br />
como, no nos engañemos, imposibles:<br />
Bemard Hartink (!), Gerd Albrecht<br />
-que daría un magnífico Peer<br />
De arnba a abajo: W. Weller, P Maag y V.P. Pétez, tos tres<br />
principales directores invitados de la ONE en la último década.<br />
Han supuesto una bazaamenlal paro la orquesta.<br />
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />
Gynt un mes después- Václav Neumann...<br />
siempre con ese voluntarismo<br />
del que el público, conocedor<br />
como nadie de un percal ya muy<br />
deteriorado, no podía dar crédito-,<br />
pero en el Festival de Granada de<br />
ese mismo año las relaciones entre<br />
la ONE y el gran director ruso se<br />
rompen tras un episodio tan lamentable<br />
como ilustrativo del estado de<br />
la cuestión. También, a finales de<br />
1989. la orquesta tarifará con Cnstóbal<br />
Halffter, al decidir que no lo<br />
aceptará como director artístico.<br />
Así las cosas. Warter Weller quedará<br />
como único responsable de lo<br />
más parecido a la titularidad. Y el<br />
austríaco será, sin que nadie, ni los<br />
rnás optimistas lo esperaran, el revulsivo<br />
que la formación necesitaba. Pocoa<br />
poco, aguantando el tipo con<br />
fortaleza espartana, el antiguo titular<br />
de la Royal Philharmonic londinense,<br />
a base de una envidiable mano izquierda,<br />
de una simpatía personal a<br />
prueba de bomba y, no lo olvidemos,<br />
de una más que suficiente para<br />
el caso solvencia musical, irá sacando<br />
a la ONE de un abismo del que se<br />
llegó a pensar que sólo saldría disuelta<br />
y vuelta a formar con criterios<br />
muy diferentes, lo que no dejaba de<br />
tentar a muchos aficionados hartos<br />
de soportar un concierto tras otro,<br />
más penoso el siguiente que el anterior.<br />
Y más tras asistir a hechos tan<br />
grotescos como la carta en la que,<br />
con fecha de 7 de noviembre de<br />
g 1989 sus profesores informaban de<br />
o la situación a la opinión pública. Pero<br />
¿i la presencia de Weller y los progra-<br />
Q mas a cargo de Aldo Ceccato -Una<br />
"" Sinfonía Fausto de Liszt-, Eliahu Inbal<br />
-con quien parece que se llega a hablar<br />
para ofrecerle la titularidad de la<br />
orquesta- y Ros-Marbá -ton la Creación<br />
haydmana- abren una puerta a<br />
una esperanza que ya parecía perdida,<br />
como si todo el lamentable asunto<br />
hubiera servido, al menos, para<br />
poner a público, orquesta, y hasta a<br />
la propia Administración de la que<br />
depende, en un disparadero del que<br />
sólo se podía salir con movimiento<br />
uniformemente acelerado. La temporada<br />
89-90 termina así bastante<br />
mejor de lo que sus inicios parecían<br />
presagiar. Sin titular pera con Weller<br />
ratificado en su puesto de principal<br />
director invitado y, lo que habrá de<br />
resurtar decisivo, con la presencia en<br />
la programación de la 90-91 de batutas<br />
de indudable altura: Ros-Marbá,<br />
Ceccato -con un interesantísimo ciclo<br />
Schumann-, el grandísimo Sanderling<br />
y el genialoide Temirkanov<br />
entre ellas.<br />
SCHERZO 133
DOSIER<br />
Y precisamente esa temporada 90-91 será la del ¡nicio de<br />
una recuperación que pareefa imposible y en cuyo difícil devenir<br />
nos hallamos -cómo surge inevitable el plural al hablar de la<br />
ONE, qué nuestra es a pesar de los pesares- hoy inmersos. La<br />
ONE irá mejorando su rendimiento por días y en los primeros<br />
meses del pasado ano se hará pública la contratación de Aldo<br />
Ceccato como director<br />
titular para<br />
las próximas tres<br />
temporadas, un<br />
nombramiento excelentementerecibido<br />
por todos, y<br />
más tras el magnífico<br />
rendimiento de<br />
la orquesta a sus<br />
órdenes en el citado<br />
ciclo schumanniano.<br />
Voces hubo<br />
que se extrañaron<br />
de que no fuera<br />
Weller -que permanece<br />
como principal<br />
director invitado—<br />
el designado.<br />
La rumorología se<br />
disparó y quien no<br />
afirmaba que no le<br />
gustaba a los res-<br />
ponsablesministeriales se decantaba<br />
por la más románti-<br />
juon Francisco Morco, director general del INAEM, y Aldo Ceceólo, nuevo director general de (ti ONL,<br />
formalizan el céntralo.<br />
ca pero psicológicamente sutil versión de que el maestro vienes,<br />
que conoce muy bien a la orquesta, no quiere romper un<br />
idilio que la titularidad -el mando, pues, puro y duro- haría tnzas.<br />
De ahí a que la presencia de Weller en el podio en la temporada<br />
91 -92 se haya reducido a tres ocasiones cuando, al parecer,<br />
había previsto incluso un ciclo Beethoven, va. de todos<br />
modos, un buen trecho.<br />
El presente de la ONE, indisolublemente ligado al futuro y<br />
cada vez más lejos de un pasado que muchas veces ha pesado<br />
como una losa, aparece, tras tantos avatares recientes, como la<br />
necesaria consecución de un esfuerzo común en el que cada<br />
parcela de su actividad tiene su punto de responsabilidad. Desde<br />
la Administración hasta los propios profesores -que deben<br />
ser conscientes de cómo el público ha sabido reconocer un esfuerzo<br />
que otras veces se ha regateado-, pasando por su propio<br />
titular -que no debe dormirle en las iniciales alegrías sino<br />
de verdad trabajar haciendo orquesto-, la crítica y hasta un público<br />
que también porque sabe de verdad lo que es sufnr con esta<br />
orquesta, ha sabido valorar en su justa medida el esfuerzo de<br />
Walter Weller. No se trata de hacer milagros sino de trabajar<br />
honesta, rigurosa e incansablemente. Con los mimbres que hay<br />
-pensemos en instrumentistas de la categoría del percusionista<br />
Regolí, los flautistas Juana Guillém y Antonio Anas, el fagot Ennque<br />
Abargues, el trompa Salvador Navarro, el oboe Rafael Tamarit,<br />
el trompeta José Mana Ortí, el trombón Rogelio Igualada,<br />
el como inglés Ángel Beriaín, el contrabajo Antonio García Araque,<br />
el clarinete Enrique Pérez Piquer, el propio concertino Víctor<br />
Martín, y otros que podrían ahora acudir a la memoria de<br />
cualquier aficionado -la formación posee unas posibilidades<br />
ciertas para cuyo desarrollo habrá de encontrarse con el reto<br />
de otras orquestas españolas en disposición de contratar solistas<br />
extranjeros- se habla, por ejemplo, de que quince antiguos<br />
miembros de la Filarmónica de Leningrado pueden pasar a formar<br />
parte de la Sinfónica de Galicia- y de conseguir unos resultados<br />
acordes con lo que dará de sí la Europa sin fronteras,<br />
134 SCHERZO<br />
Es ese entusiasmo que el aficionado observa en el trombón<br />
Enrique Ferrando cuando se lleva al atnl la partitura de orquesta<br />
para leerla cuando no interviene o en el rostro del violonchelista<br />
José María Mañero cuando se come literalmente con los ojos<br />
los gestos del director de tumo. Y es que la cara de las orquestas<br />
es el espejo de su alma. Por eso la ONE era tan malencara-<br />
da hace tres, cuatro<br />
años, y por eso<br />
hoy si todavía no<br />
rebosa salud si<br />
muestra síntomas<br />
ciertos de una recuperacióncreciente.<br />
Exigencia, autoexigencia<br />
de todos,<br />
pero también<br />
consciencia de la<br />
realidad, de que ha<br />
de trabajarse con<br />
lo que se tiene y<br />
mejorarlo con inteligencia.<br />
Mirarse,<br />
pues, en el espejo<br />
01 de esas otras forg<br />
maciones que es-<br />
•-> tan en la mente de<br />
2 cualquiera -Capi-<br />
2 tole de Toulouse,<br />
Radio de Frankfurt,<br />
Filarmónica de Oslo,<br />
Real de Escocia-,<br />
que han ido ganando con los años un lugar irreemplazable<br />
en esa honesta, brillante a veces, sólida siempre segunda fila del<br />
panorama europeo. Probablemente no haya que aspirar a más.<br />
La cultura no es un oropel o un lujo, sino una necesidad.<br />
Y en esa imprescindible línea ascendente y realista a un tiempo,<br />
la presente temporada habrá de resutor crucial. Había que<br />
responder a las expectativas y se ha hecho desde una programación<br />
arriesgada por lo infrecuente, por la presencia general<br />
de la música española y, digámoslo también, por la ausencia de<br />
esas grandes batutas que otorgan moral a una orquesta y a un<br />
público dispuestos a aprender -el caso Sanderling de hace un<br />
par de temporadas fue arquetlpico-, que sirven para contrastar<br />
-una vez visto el trabajo del titular o el rendimiento bajo rectorías<br />
de menos facundia- lo que pareciendo logros ciertos a lo<br />
peor no lo son tanto. Quizá sea el asunto a replantear más seriamente<br />
cara a la temporada 92-93 -que deberá ser la de la<br />
consolidación- más aún si se ha conseguido que la ONE pierda<br />
definitivamente, a la hora de contratar a sus invitados, esa mala<br />
fama que se ganó a pulso en años pasados. Ahí la inteligencia de<br />
las partes implicadas -y, por qué no, la generosidad del titular<br />
para con su propia orquesta- deberá ir más allá de lo que todos<br />
hemos entendido como una transición con visos de resurrección<br />
ojalá definitiva Esperemos que la travesía del desierto.<br />
que la larga marcha hayan servido para algo. Queremos demasiado<br />
a esta orquesta de nuestros pecados como para no desearle<br />
sino lo mejor para ella. O sea, para nosotros.<br />
Luis Suñén<br />
1 Vid. la entrevista de Antonio Moral y Agustín Muño; a Jesús López<br />
Cobos, publicada en SCHERZO, n° 18, octubre de 1987, pigs. 30-34.<br />
1 José Luis Pére; de Arteaga. «La orquesta de los líos», fj Póís Semanal<br />
23 de octubre de 1988. Como dato curioso revelado por su propio<br />
autor, diremos que el título original de SJ reportaje era «Los nuevos inquirios<br />
de la casa de la música". ¿Hubiera despertado la misma indignación<br />
de aparecer bajo ese lema?
B<br />
Q<br />
i<br />
ORQUESTA<br />
CORO<br />
NACIONALES<br />
de ESPAN<br />
1992<br />
MARZO<br />
Directa Muí ALDO CECCATO<br />
Solista DORIS SOFFEl. L\v>tioiL><br />
ciao i<br />
SCHUBEflT Sintonía núm 5. en Si Demol moya<br />
MAHLER Kindertolenlieder<br />
SHOSIAKOVICH Sinfonía njm 1<br />
JUAN PABLO IZQUIERDO<br />
toista JEAN-PIERRE DUPUY nono<br />
FttANCK Sinfonía en Re menor<br />
MADEBrW Concierto pora Paño y Orq ( )<br />
RAVEL Bolero<br />
JOSÉ COLLADO<br />
Solista JUANA GUILUM. flauta<br />
J.GÓMEZ. SuiteenLa<br />
JOllVET Concierto para flauta y Orq ( )<br />
CHAIKOWKI Sinfonio nüm 4<br />
Director ANTON1 W1T<br />
So ista PIOTR PAUCZNY. Rano<br />
a a o<br />
KILW) Otawo ( )<br />
LUTOSUWSKI Concierto para Piano y OrQ (')<br />
SIBELIUS Sinfonía núm 2<br />
m<br />
Director MANUEL GALDUF<br />
Solista MICHAEL LfVINAS. Piano<br />
CICLO I<br />
ESPLÁ Sinfonía Aitana<br />
BEETHOVEN. Corroerlo oara Piano y Orq. núm. 3<br />
BOUSSEL Boeo y Ahodng<br />
Locoldadej de 300 a 3.200 otos<br />
CON EL PATROCINIO DÉ<br />
I li [• K D R O 1. A<br />
I CICLO<br />
DE ÓRGANO<br />
MARZO<br />
DOSIER<br />
Antoni Ros Marbá<br />
Fu¡ titular de la Orquesta Nacional de<br />
España durante tres temporadas, entre<br />
1978 y 1981, y recuerdo que fue<br />
una época dura y difícil. Hoy la perspectiva<br />
del tiempo nos permite contemplar aquellos<br />
años con distanciamierrto, y es posible<br />
comprender que aquella fue una etapa de<br />
transición, transición que, por cierto, no se<br />
cerró con mi marcha de la orquesta, sino<br />
que continuó durante los años posteriores.<br />
Creo que. a partir de su fundación con Pérez<br />
Casas y la consolidación con Argenta,<br />
se cierra un ciclo que culmina en la etapa<br />
de Rafael Fruhbeck; esto es, con Frühbeck<br />
de Burdos se cierra todo un primer ciclo de<br />
la Orquesta Nacional. Una de las cosas que<br />
advertí desde el momento de hacerme cargo<br />
de la orquesta fue el principio de una<br />
posible nueva etapa; esto tenia, hoy podemos<br />
verlo, un perfecto reflejo en la situación<br />
política del país, que también se llamó<br />
de transición, en donde se salla de una situación<br />
muy concreta, y en ese momento, no<br />
se percibía con total precisión hacia dónde<br />
se iba. Yo me vi en el centro de aquella situación<br />
musical, nueva, en donde a la orquesta<br />
se le exigía una nueva dinámica, como<br />
se le exigía también al país, pero no<br />
siempre se evaluaba cuan inmersa y atada<br />
podía estar a su significativa historia anterior.<br />
No se puede olvidar que la Orquesta<br />
nace en el año 42, es decir, que es reflejo y<br />
testigo de la historia reciente de este país.<br />
El sistema, la organización, la burocracia en<br />
que la Nacional está inmersa hacen, por<br />
otro lado, muy difícil su gestión. Creo, y es<br />
lógico verio hoy así, que había una falta de<br />
perspectiva por parte de todos nosotros,<br />
perspectiva que no podía<br />
tener ni el Director General,<br />
Jesús Aguirre, ni podía tener<br />
yo. Todo ello supone la entrada<br />
de la Orquesta en una<br />
crisis, que es no sólo de funcionamiento,<br />
sino también<br />
ideológica y de identidad. Y<br />
esa transición de la que estoy<br />
hablando, también fue<br />
para mí una especie de<br />
transición, incluso personal.<br />
Me atrevería a decir que<br />
esas experiencias paralelas<br />
generaron una mayor unión<br />
entre la orquesta y yo; años<br />
después, al reencontrarme<br />
yo con la Nacional, ese nuevo<br />
contacto ha sido muy feliz<br />
y grato, porque ambos, la<br />
orquesta y yo, tenemos la<br />
vivencia de haber pasado<br />
juntos una etapa muy difícil,<br />
con un gran respeto por las<br />
dos partes, y también un<br />
gran cariño. Me siento contento<br />
de que la Nacional<br />
136 SCHERZO<br />
Testimonios<br />
haya ahora encontrado, porín, una estabilidad,<br />
como tuvo en su primera etapa; la<br />
orquesta conoció entonces una gran época,<br />
incuestionable, que incluye a mi predecesor,<br />
Rafael Frühbeck. al que yo he escuchado<br />
conciertos memorables, perfectamente<br />
en sintonía con las veladas<br />
extraordinarias que, quienes tuvieron la<br />
suerte de presenciarlas, evocan de Ataúlfo<br />
Argenta.<br />
Hoy. también, hemos podido advertir.<br />
yo mismo lo he comprendido, que esa<br />
transición no se cerró con la etapa de Jesús<br />
López Cobos, sino que esa dinámico<br />
de cambio continuó, por razones ideológicas<br />
y hasta funcionales. Las cosas nunca<br />
son tan sencillas como nos parecen al primer<br />
vistazo, y sólo el tiempo nos da su<br />
medida. De mi etapa, si quiero destacar el<br />
regreso de Celibidache y el intento de vincular<br />
a Giulini con la Nacional. Creo que<br />
el recuerdo, como historia, del paso de<br />
Celibidache por la Orquesta Nacional, y el<br />
del concierto de Giulini -que, importante,<br />
ya habla acudido a Madnd en la etapa de<br />
Frühbeck-, constituyen una experiencia<br />
capital.<br />
En resumen; la transición tenia que empezarla<br />
alguien, y me tocó a mi; no echo<br />
esa experiencia en saco roto, aunque hoy<br />
tengo mis dudas de que yo fuera la persona<br />
más adecuada para hacerla. Yo sucedía<br />
a un maestro con un cansma muy determinado,<br />
muy integrado y aceptado por<br />
una orquesta, por una determinada sociedad<br />
cultural y, no lo olvidemos, por un público.<br />
£1 cambio, también hoy lo sé, suponía<br />
un choque para todos: para mí, para la<br />
orquesta y, naturalmente, para el público.<br />
Fueron años difíciles, pero valió la pena vivirios.<br />
WalterWeller<br />
E n<br />
enero de 1992 he celebrado<br />
un doble aniversario, relacionado<br />
con la Orquesta Nacional,<br />
los diez años de mi primer concierto<br />
con este conjunto, en enero de 1982, y<br />
los cinco años, que también fue en enero<br />
(pero de 1987), de mi designación<br />
como principal director invitado. Mi contacto<br />
con la orquesta, y con España en<br />
general, se produjo a través de mi agente,<br />
Felicitas Keller. Debo decir, con total<br />
sinceridad, que he disfrutado esta relación,<br />
que persiste con el agrado de ambas<br />
partes, y, más importante, que la orquesta<br />
ha ido mejorando considerablemente<br />
su calidad técnica en el curso de<br />
estos años. Al principio, recuerdo que<br />
tuvimos problemas de entonación y afinación<br />
que hoy han desaparecido, y desde<br />
entonces el sonido de la cuenda ha<br />
mejorado considerablemente: hace pocas<br />
semanas he interpretado con la Nacional<br />
una obra como la Cuarta Sinfonía<br />
de Brahms. que no perdona problemas<br />
de entonación ni admite otro sonido<br />
que no sea cálido, pleno y grande; sé cómo<br />
era ese sonido hace diez años y cómo<br />
ha sido ahora, casi perfecto como tal<br />
sonido, y creo que ese tipo de obras hablan<br />
claramente del progreso de la Nacional.<br />
Agradezco que algunas personas<br />
me atribuyan una parte de ese proceso<br />
de perfeccionamiento, supongo que por<br />
el hecho de que yo provengo también<br />
de la orquesta, y además soy músico de<br />
cuerda, violinista como es bien sabido;<br />
me encantada que fuera asi realmente,<br />
ya que he hecho y estoy dispuesto a ha-<br />
Ensayo del primer concierto tfe Antoni Ros Maiba como titular de la ONE, junto o Alexis We/ssenberg.
Concierto de clausura del Teatro Rea! o cargo de la ONE, dingida por Jesús López Cobos<br />
cer todo lo que sea necesario por la orquesta,<br />
porque yo quiero mucho a esta<br />
agrupación: se trata de gente estupenda,<br />
con la que resulta muy agradable trabajar<br />
de otra parte, muchos músicos me<br />
han comentado, y eso me honra, que<br />
también para ellos es gratificante colaborar<br />
conmigo, asi que ésta es una relación<br />
que funciona muy bien por ambas partes.<br />
Además, hace dos años fui invitado<br />
Santiago Martín Bermúdez<br />
Mi paso por la unidad de producción<br />
Orquesta y Coro Nacionales de<br />
España fue demasiado breve para<br />
poder hacer algo con la primera (o con el<br />
segundo, que no es objeto de este dosier)<br />
en cuanto servicio público. Trece meses y<br />
medio dan muy poco de si. Sobre todo si<br />
hay que atender, simultáneamente, a la apertura<br />
de más frentes bélicos de los previstos.<br />
Porque habíamos previsto varios. Pero una<br />
sda persona, que no es un atleta (uso aquí<br />
(a expresión de un viejo amigo al referirse a<br />
un titular del conjunto que no acabó en demasiado<br />
buenas relaciones con él), no puede<br />
atender a los disparos que provienen de<br />
la retaguardia y de la intendencia al mismo<br />
tiempo que defiende la posición frente al<br />
enemigo y trata de conquistarle terreno a<br />
éste. ¿Cómo iba uno a imaginarse que algunos<br />
responsables de la organización eran,<br />
además de incompetentes, contrarios a los<br />
objetivos de la misma? Pues bien, como soy<br />
un caballero, opté por el suicidio, Un suicidio<br />
que se configuró, en todo momento, como<br />
una huida hacia adelante.<br />
Un articulo publicado en el suplemento<br />
musical de ABC con cierto seudónimo (que<br />
desencadenó paranoias y cazas de brujas,<br />
pero eso es otra historia, de la que habrá<br />
que tratar aunque nunca se sepa quién estaba<br />
tras el sugestivo nombrecito) me comparó,<br />
por mi actitud y por mi nombre y primer<br />
apellido, con un torero. Fui, en efecto, tore-<br />
a participar en las audiciones para los<br />
nuevos miembros de la orquesta, y recuerdo<br />
que estuve presente en todas<br />
ellas (oboe, fagot violonchelo, otros solistas<br />
de cuerda, etc.), y me satisfizo poder<br />
prestar mi ayuda a la Nacional en un<br />
tema tan capital como la entrada de<br />
nuevos instrumentistas en el conjunto.<br />
Desde hace muchos años tengo una<br />
teoría propia acerca de la obtención de<br />
ra. Un torero valiente y con vergüenza torera,<br />
Pero fui torero zaragatero, esto es, apresurado,<br />
atropellado. Torpe. Ojala hubiera sido<br />
frío de cuello. Cai en el defecto de dar el<br />
segundo pase antes que el primera. Y fui<br />
empitonado en uno de tantos volapiés (mis<br />
toras, astutos, no se arrancaban de por sí)<br />
por un cuerno de tamaño natural. Lo que<br />
no me impidió seguir toreando en otras<br />
ruedos. Quedaba el amargo sabor de una<br />
certidumbre: toro, empresario, presidente y<br />
varios monosabios, no todos conchabados,<br />
propiciaron simultáneamente la cogida del<br />
diestro, que fue trasladado a la enfermería.<br />
Allí se recuperó pronto, si bien demasiado<br />
tarde para seguir lidiando. Pronto lo vi como<br />
un destino más en mi carrera administrativa,<br />
mucho más apasionante que otros, aunque<br />
pródigo en reveses. Tuve al menos un consuelo,<br />
resucitar el Ciclo de Cámara, donde<br />
gocé de libertad creativa,<br />
Pero los problemas, si realmente existen,<br />
nunca se congelan por completo. Ya habrá<br />
quien se plantee de nuevo resolverlos. Por<br />
el momento se ha acudido a la hibernación.<br />
Una orquesta que no graba, que es carísima<br />
de mover, que tiene graves problemas de<br />
métrica y de afinación en su familia básica,<br />
que no puede ser dingida en ningún sentido<br />
por los responsables de la misma como servicio<br />
público, una orquesta asi no está cumpliendo<br />
la función social que le es obligatoria.<br />
Por no acudir a su apellido. Nacional, en un<br />
sistema autonómico, cuando sólo Madrid se<br />
sirve del conjunto, sin que ni Comunidad ni<br />
Ayuntamiento aporten nada. Se resuelven<br />
ORQJJESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />
resultados con una orquesta: no sólo es<br />
importante el trabajo de preparación y<br />
ensayo, e! control de la sonoridad, acertar<br />
en los tempí, etc.; también contribuye<br />
al éxito de un concierto, a lo que sucede<br />
Cuando se toca la música por la tarde,<br />
el ambiente de la mañana, esto es,<br />
una buena relación de amistad y camaradería,<br />
de saber que todos perseguimos<br />
lo mismo. Para mí los músicos de la Orquesta<br />
Nacional no son sólo colegas y<br />
compañeras, son amigos, y en el resultado<br />
final esto puede advertirse. Añadiré<br />
otro elemento que me parece decisivo<br />
en una relación artística de este tipo: la<br />
voluntad de mejorar, y esa voluntad no<br />
ha dejado de estar presente en la Orquesta<br />
Nacional desde que yo trabajo<br />
g con ella,<br />
g No quiero dejar de mencionar otro<br />
v elogio que se me ha hecho, y del que me<br />
£ siento orgulloso: me encanta saber que<br />
g soy el director de esta orquesta que más<br />
obras españolas ha interpretado en los<br />
últimos años. Cuando empecé a trabajar<br />
con la Nacional se me preguntó si me<br />
interesaba la música española, y de inmediato<br />
conteste que sí, y he tratado de<br />
incluir obras españolas en casi todos mis<br />
programas. Además, este contacto con<br />
la música española me ha hecho descubrir<br />
las apasionantes partituras de un<br />
compositor al que apenas conocía antes<br />
de venir a España, Amaga, cuya Sinfonía<br />
estoy incluyendo, no sólo aquí, sino en<br />
mis conciertos con otras orquestas.<br />
los problemas en cuanto a maestra titular e<br />
invitado (agudos hace cinco años), pero sigue<br />
sobre el tapete la manejabilidad de un<br />
conjunto que se comporta autogestionariameme<br />
con el paraguas protector de los presupuestos<br />
generales del Estado. Los políticos<br />
se indignan con la rutina de la orquesta, con<br />
éste o aquel maestro, con un poderoso sindicalismo<br />
amarillo (que les enfada y atemoriza)<br />
que no impone obligaciones, pera que<br />
defiende con gran eficacia el más mínimo de<br />
los derechos explícitos o deducidos de la<br />
normativa aplicable. Sin embargo, callan y no<br />
actúan. Saben que el sistema funcionarial es<br />
contrario al buen funcionamiento de una orquesta,<br />
al logro de una auténtica rentabilidad<br />
como servicio público cultural, pero siguen<br />
cubriendo todas las plazas vacantes: el problema<br />
continuará vigente años y años.<br />
«¿Problemas la orquesta? -decía uno de<br />
los músicos, uno de los mejores, por cierto-,<br />
Nosotros no tenernos ningún problema<br />
El problema es vuestra». Nuestro, sí.<br />
De los técnicos, de los políticos. Dos razas,<br />
por cierto, condenadas a no entenderse.<br />
Aquel excelente músico tenia razón.<br />
El problema era nuestro. De ellos,<br />
puedo decir ahora que estoy lejos de la<br />
administración musical.<br />
Mientras tanto, lo es del público. Aunque,<br />
como habrán notado lo; aficionados madrileños,<br />
con el traspaso al Auditorio Nacional<br />
y el estancamiento de las prestaciones de la<br />
orquesta, el ciclo de la Nacional ha sido relegado<br />
como símbolo de status. Para eso<br />
está el de Ibermúsica.<br />
SCHERZO 137
DOSIER<br />
Antonio Navarro<br />
Mi etapa como Delegado General de<br />
la Orquesta y Coro Nacionales de<br />
España abarca dos años y medio,<br />
de enero de 1988 ajumo de 1990,<br />
fecha en la que me incorporo a EXPO'92<br />
como Director Artístico de Programación de<br />
Espectáculos. Cuando este hecho se produce,<br />
dejo completamente cerrada la programación<br />
de la Temporada 90/9I. tanto en el<br />
Ocio de la O.CN.E. como en el de Cámara<br />
y Polifonía.<br />
El 21 de octubre de 1988 se inaugura el<br />
Auditorio Nacional de Música con Atíántida<br />
de Falla/Halfrter. A la Orquesta y Coro Nacionales<br />
se les unen el Orfeón Donostiarra,<br />
la Coral Carmina y una ilustre nómina de solistas<br />
españoles con la dirección de Jesús López<br />
Cobos. Unas fechas antes, el 13 de octubre,<br />
la Orquesta y Coro Nacionales, con la<br />
dirección también de su titular, clausuraban<br />
el Teatro Real como Sala de Conciertos,<br />
Nueva etapa que auguraba horizontes optimistas,<br />
al dotarse a nuestro primer conjunto<br />
sinfónico/coral de una sede dignísima con<br />
instalaciones idóneas para el desarrollo de la<br />
actividad musical. Esa etapa seria de transición<br />
al dimitir en enere de 1989 el Director<br />
Titular, Jesús López Cobos, que cerraba su<br />
brillante andadura de cinco años al frente de<br />
la O.CN.E.<br />
Vanas decisiones se toman de inmediato<br />
para cubrir ese importante hueco en la rectoría<br />
musical: se fortalece la presencia del<br />
Principal Director invitado, el Maestro austríaco<br />
Walter Weller, al que se encomienda<br />
un importante número de programas por<br />
temporada acordes con un perfil musical.<br />
Por otra parte, se nombra a Cristóbal Halffter<br />
Principal Director Invitado, con la idea de<br />
complementar la mejor formación de ta Orquesta<br />
cubriendo un amplio arco sinfónico y<br />
también se designa al notable músico Alberto<br />
Blancafoit Director del Coro Nacional.<br />
El complemento necesario, siempre pensando<br />
en la progresión del nivel artístico de<br />
la Orquesta, es conseguir la presencia en el<br />
podio de batutas importantes que puedan<br />
ejercer su magisterio. Sin agotar la lista, durante<br />
las dos temporadas tienen presencia<br />
en distintos ciclos los directores españoles y<br />
una importante nómina de directos extranjeos<br />
de contrastada personalidad musical. Así,<br />
junto a Frühbeck Ros Marbá, Odón Alonso,<br />
Gómez Martínez, García Asensio, Salvador<br />
Mas, Víctor Pablo Pérez, García Navarro,<br />
etc..., aparecen también Rojdestvenski, Temirkanov,<br />
Sanderiing Inbal, MacKerras, Leitner,<br />
Comissiona, Ceccato, Hager.,., a los cuales<br />
se les encomienda en bastantes ocasiones,<br />
la dirección de más de un programa<br />
para dotar de continuidad el errteno musical.<br />
En el caso de Aldo Ceccato se monta en<br />
cuatro programas un Ciclo Schumann, habiendo<br />
cnstal izado posteriormente esa fructífera<br />
colaboración en el nombramiento del<br />
Maestro milanés como Director Titular.<br />
Además de los Ciclos de Temporada en<br />
Madrid, se realizan en este periodo giras con<br />
presencia en importantes Festivales Nacionales<br />
e Internacionales: gira a Japón de quince<br />
conciertos: Festivales Internacionales de Edim-<br />
138 SCHERZO<br />
Aldo Ceccato<br />
E<br />
ste año será para nosotros, Orquesta<br />
Nacional de España, un<br />
año que recordaremos, ya que<br />
tengo la gran satisfacción de celebrar con<br />
la que desde este año es mi Orquesta, la<br />
solemne fecha del cincuentenario de su<br />
actividad. Que esta fecha, que coincide<br />
con mi primer año como Director Trtular,<br />
dé eí reconocimiento de su nivel y<br />
sea el punto de partida para el próximo<br />
cincuentenario que iniciamos juntos, con<br />
el empeño de conseguir siempre mejores<br />
resultados para la alegría de los que<br />
aman la Música, para la importancia que<br />
la Orquesta tiene en la vida de Madnd y<br />
de España. Una alegría y un orgullo particular<br />
que siento en este acontecimiento<br />
histórico que estamos viviendo en Madrid,<br />
como capital no solamente de España<br />
sino de la cultura europea, en la que<br />
toda Europa tendrá puesta su atención y<br />
nosotros haremos lo imposible por demostrar"<br />
que este título es bien merecido.<br />
Trabajo con la Orquesta desde hace muchos<br />
años, nos conocemos bien, hacemos<br />
música juntos y nos entendemos. Es<br />
una gran emoción sentir juntos que<br />
nuestro público participa con nosotros.<br />
Este año ademas nuestros conciertos se<br />
transmiten por radio en directo los domingos<br />
por la mañana para toda España<br />
y la repercusión que esta responsabilidad<br />
confiere a nuestra ejecución es como<br />
una embriaguez que nos inspira y gratifica<br />
más que nunca... España es un país<br />
maravilloso y su Orquesta Nacional es<br />
digna de él.<br />
Inauguración del Auditono Nacional de Música, jesús López Cobos dirige la ONE en laAOónadO de falla.<br />
burgo, Paris, Granada, Santander, Alicante<br />
(Música Contemporánea); Quincena Musical<br />
de San Sebastián: conciertos en Barcelona, Lérida,<br />
Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Murcia. Valencia,<br />
Albacete, AJicante, Festival de San Javier.<br />
Santiago de Compostela {inauguración<br />
del Aud torio). Cádiz (inauguración del restaurado<br />
Teatro Manuel de Falla)., .y con la dirección,<br />
entre otros, de los maestros López Cobos,<br />
Frühbeck. Gómez Martínez, Rojdestvenski,<br />
Herbig, Kalmar. Odón Alonso, Cristóbal<br />
Halffter. García Navarro y en programas con<br />
presencia importante de música española<br />
Complemento importante de las temporadas<br />
sinfónicas han sido los Ciclos de Cámara<br />
y Polifonía (XII y XIII) en los que han tenido<br />
colaboración nuestras Orquestas de Cámara<br />
(Española, Reina Sofía, Villa de<br />
Madnd..) Coro Nacional, grupos de cámara<br />
de la O.N.E.. solistas españoles (Alicia de Larrocha.<br />
Rafael Orozco, Joaquín Achúcarro..)<br />
junto a importantes artistas extranjeros: Barbara<br />
Hendncks. Tokyo String Quartet, Bcgitte<br />
Fassbaénder, Christa Ludwig. Orquesta de<br />
Cámara Orpheus, Cuarteto Borodin (con la<br />
integral de cuartetos de Shostakovkfi)-<br />
En mayo de 1989, se celebró en el Auditono<br />
Nacional la reunión de la Conferencia<br />
Europea de Orquestas Sinfónicas, siendo país<br />
organizador y anfitrión España a través de la<br />
Orquesta Nacional. Más de cuarenta gerentes<br />
de las Orquestas Sinfónicas debaten en<br />
amplio temario los problemas gerenciales y<br />
artísticos de las mismas.<br />
Quisiera resaltar el magnífico espíritu y<br />
profesional idad demostrados por los profesores<br />
de la Orquesta Nacional y los cantantes<br />
del Coro Nacional, en el período de ausencia<br />
del Director Titular, superando muy<br />
dignamente tan delicada etapa, de la que el<br />
mejor testigo es el público asistente a los<br />
conciertos de las temporadas 89/90 y 90/91.<br />
Termino con mi agradecimiento al Ministerio<br />
de Cultura en la persona de José<br />
Manuel Garrido, entonces Director General<br />
del I.NA.E.M., y a todos mis excelentes<br />
colaboradores, sin cuya inestimable ayuda<br />
hubieran sido imposibles mis modestas<br />
aportaciones para ayudar a bien navegar<br />
ese noble barco de la cultura española<br />
que es la Orquesta y Coro Nacionales de<br />
España.
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mos a dar la nota<br />
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MÚSICA CONTEMPORÁNEA<br />
La imposibilidad por parte de los<br />
compositores actuales de dar una<br />
solución a los grandes problemas<br />
de la ópera, que no son otros que el<br />
del tratamiento de la voz y ei de la narración<br />
de una historia, ha generado en<br />
los últimos años un nuevo tipo de teatro<br />
o acción musical que pretende anular<br />
cualquier tipo de referencia a la ópera<br />
tradicional y en muchos casos como<br />
en el Prometeo de Luigi Nono, pretende<br />
ser la negación misma del género. Pero<br />
en definitiva muy pocas han sido las alternativas<br />
que han venido a decir algo<br />
esencialmente nuevo.<br />
Yo no creo en la vigencia de la ópera<br />
en su forma más convencional, es decir,<br />
como historia cantada, ni<br />
en su capacidad para poder<br />
englobar el tipo de<br />
discurso de la música actual,<br />
pero sin embargo,<br />
en lo que si creo es en la<br />
posibilidad de crear un<br />
nuevo tipo de espectáculos<br />
(creo que se les puede<br />
llamar así) en los que<br />
intervengan distintos medios<br />
artísticos, para de<br />
esta forma ensanchar y<br />
enriquecer el discuro puramente<br />
acústico.<br />
Nuevos espacios musicales<br />
Música y escena<br />
música popular?».<br />
Hacia un nuevo tipo de espectáculo<br />
Hoy, más que en ninguna otra época,<br />
con el enorme desarrolío tecnológico y la<br />
continua aparición de nuevos medios técnicos,<br />
las artes tienden a beber las unas de<br />
las otras, y se podría decir también que<br />
persiguen un objetivo común. No debemos<br />
olvidar tampoco que la música, como<br />
hecho cultural y como forma de representación<br />
de la realidad, tiende a buscar los<br />
medios y espacios que le permitan expresarla.<br />
De la misma forma, cada artista debe<br />
procurarse también los medios que contribuyan<br />
a su propia expresión. Además, las<br />
distintas posibilidades de todo tipo que<br />
En primer lugar, se trata<br />
de buscar un espacio<br />
de representación acorde<br />
con la música de nuestro<br />
tiempo, como el que<br />
existía en el barroco entre<br />
los cánones y principios<br />
de construcción de<br />
la música y los espacios<br />
arquitectónicos en que<br />
era interpretada. De la<br />
misma manera, se puede<br />
pensar en una música<br />
compuesta específicamente<br />
para determinados<br />
espacios, y éstos no tienen<br />
por qué ser necesariamente<br />
convencionales.<br />
El problema no es nuevo,<br />
ya que en 1903 Debussy<br />
reclamaba estos nuevos<br />
espacios para la música Very GenOe de Luis de Pobh y íuáano Serio<br />
cuando se preguntaba; «¿por qué el or- continuamente aparecen en todos los camnamento<br />
de plazas y paseos permanece. pos (ciencia, tecnología, etc.), se nos preexdusívamente,<br />
bajo el monopolio de la sentan, no ya como meras alternativas, sino<br />
1-ÍOSCHERZO<br />
como realidades absolutamente inevitables.<br />
Actitud<br />
La puesta en funcionamiento de distintos<br />
discursos artísticos nos lleva a la<br />
creación de un discurso único, mucho<br />
más compiejo y aglutinador de todos<br />
los demás, Cuando cada uno de estos<br />
discursos permanece integrado en el total,<br />
tienden a anularse las diferencias<br />
parciales y a forjar una única identidad<br />
mediante el reforzamiento mutuo. Algo<br />
así como ocurre en el campo musical<br />
cuando una determinada frecuencia sirve<br />
para reforzar a otra a través de la<br />
potenciación de sus armónicos naturales.<br />
Al igual que sucede en la propia<br />
composición musical, se<br />
debe concebir el espectáculo<br />
desde esta perspectiva<br />
global, nunca a partir de<br />
un elemento preestablecido,<br />
al que los demás deban<br />
subordinarse. De la<br />
misma forma que un compositor,<br />
que se precie de<br />
tal, nunca pensó una melodía<br />
para luego armonizarla.<br />
A raíz de esto nos encontramos<br />
con un problema<br />
inherente a la propia<br />
música y al arte en general,<br />
como es el establecimiento<br />
de jerarquías. No debemos<br />
pensar de una forma<br />
radical, poniendo como<br />
ejempío una composición<br />
musical para un determinado<br />
número de instrumentos,<br />
que cada una de<br />
las partes debiera tener la<br />
misma presencia. Cada<br />
una de estas líneas sólo<br />
tiene que cobrar importancia<br />
en relación a lo que<br />
se le exija desde la estructura<br />
global, la que da identidad<br />
a cada una de las<br />
partes. Además, cada una<br />
de ellas debe defender su<br />
derecho a existir en el<br />
contexto, porque en un<br />
proyecto global se deben<br />
dejar de lado todos los aspectos<br />
anecdóticos, para<br />
{3 dotar a cada elemento de<br />
2 un verdadero papel constructivo,<br />
es decir, de necesidad.<br />
Este pnncipicio de<br />
establecimiento de distintas jerarquías<br />
de escucha dentro de la propia música<br />
ha de ser trasladado a la escena, para
Veta oxorwmétrico del Po/ftopo de Montrval de Xenote.<br />
se con el discurso puramente acústico y<br />
crear asi una impresión determinada, en<br />
la idea de reforzamiento mutuo a la que<br />
antes aludíamos. Ante esta situación, no<br />
debemos olvidar como músicos que el<br />
punto de partida de todo esto lo constituye<br />
la propia música, y en este sentido<br />
debe asumir la primera jerarquía.<br />
Aun así, un espectáculo sólo puede ser<br />
considerado total cuando la ausencia de<br />
alguno de sus componentes significase<br />
una pérdida irreparable, algo asi como si<br />
a un organismo vivo le faltase alguno de<br />
sus órganos vitales.<br />
Una aproximación técnica<br />
Como argumentaba al principio, la<br />
posibilidad de creación hoy en día de<br />
proyectos escénicos parece una alternativa<br />
mas viable que nunca, al darse una<br />
mayor aproximación entre los procedimientos<br />
técnico-compositivos de la música<br />
y los de las demás artes. Cuando<br />
Xenakis decía a propósito del Polytopo<br />
de Montreal «Toda mi experiencia en la<br />
composición musical la he empleado<br />
aquí para las luces», no hace sino corroborar<br />
esta realidad. Antiguamente, el<br />
tratar de establecer una correspondencia<br />
entre las posibilidades estructurales<br />
de la música y las del movimiento escénico<br />
o la luz, por poner dos ejemplos,<br />
parecía una idea descabellada<br />
Los parámetros sobre los que se instaura<br />
la música, es decir, lo audible (alturas,<br />
duraciones, timbre e intensidad),<br />
no son todos ellos extrapolabas a otros<br />
medios artísticos, pero sí lo son las técnicas<br />
de su elaboración y transformación.<br />
Xenakis ha personalizado y creado<br />
un sinfín de procedimientos de composición<br />
musical sobre bases en principio<br />
no musicales, como la teoría de la probabilidad,<br />
la distribución estocástica. etc.<br />
Esta correspondencia de medios técnicos<br />
que se puede establecer hoy en día<br />
entre la música y otras manifestaciones<br />
artísticas parece más sensata que la que<br />
podía aplicar hace algunas decadas. A<br />
nadie se le ocurría crear un sistema de<br />
MÚSICA CONTEMPORÁNEA<br />
luminotecnia basándose en una escala<br />
musical o en los principios rítmicos sobre<br />
los que entonces se sustentaba la<br />
música. La concepción moderna que se<br />
tiene del ritmo en física, definido como<br />
un elemento de estabilidad y no como<br />
un encasiIIamiento métrico, aienta todo<br />
este nuevo campo de posibilidades.<br />
Várese, al refenrse a su punto de partida<br />
para la concepción be Hyperprism a<br />
raíz de lo siguiente: «Una impresión auditiva<br />
de deformación prismática: el movimiento<br />
de planos y masas sonoras, variando<br />
en intensidad y densidad, se encuentra<br />
en mi obra sustituyendo al<br />
antiguo contrapunto lineal, fijo. Cuando<br />
éstos son oídos en colisión, resultan fenómenos<br />
de penetración o repulsión.<br />
Ciertas transmutaciones tienen lugar en<br />
el plano. Proyectándolos sobre otros<br />
planos crearían una impresión auditiva<br />
de deformación prismática. Aquí tenemos<br />
de nuevo, como un punto de partida,<br />
los mismos procedimientos que se<br />
han encontrado en el contrapunto clásico,<br />
con la diferencia de que ahora, en<br />
lugar de notas, son masas organizadas<br />
de sonidos las que se mueven unas contra<br />
otras», podría estar sentando las bases<br />
para la creación de una estructura<br />
de luminotecnia<br />
Este punto de encuentro no sólo se<br />
produce entre los presupuestos técnicos<br />
de los distintos medios artísticos, sino<br />
también entre la naturaleza de su<br />
percepción. Ya Leonardo da Vino escribía<br />
en sus cuadernos de notas que las<br />
ondas del sonido y las de la luz se rigen<br />
por las mismas leyes que las del agua.<br />
Hecho que queda verificado por Helmholtz<br />
en sus teorías, cuando explica con<br />
ejemplos de agua los fenómenos sonoros<br />
y compara la estructura del ojo con<br />
la del oído. Esto nos lleva a saber hoy<br />
en día, de una forma muy clara, que la<br />
distinción humana de los colores, los<br />
timbres, etc., corresponde a funciones<br />
sensoriales que proceden de un mismo<br />
tipo de inteligencia.<br />
A partir de esto, se puede reconsiderar<br />
una idea que en principio no tiene<br />
por qué parecer descabellada, y es<br />
la posibilidad de hacer música con la<br />
luz, el color y otros elementos extramusicales,<br />
retomando la idea de<br />
Schónberg de «hacer música con los<br />
medios de la escena». En este sentido,<br />
cabe recordar el intento de Luigi Nono<br />
de servirse en su acción escénica Prometeo,<br />
de las posibles relaciones entre<br />
los sonidos y los colores, investigando<br />
en los trabajos de Runge, Goethe, la<br />
Bauhaus y las partituras de La mano feliz<br />
de Schónberg o el propio Prometeo<br />
de Scriabfn.<br />
Alone/ Rodeiro<br />
SCHERZO 141
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siempre ha sido conseguir un sonido<br />
excepcional. Aunque el concepto es<br />
simple, lograrlo en la práctica no lo es<br />
tanto, pero en YAMAHA somos<br />
especialistas en tecnologías<br />
contemporáneas cuyos más recientes<br />
ejemplos en el mundo de audio-se<br />
denominan DSP e YST y hemos<br />
creado para nuestra gama de Lectores<br />
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Para ello tuvimos que desarrollar<br />
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chips y microprocesadores necesarios<br />
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Midori<br />
Midori,<br />
La mariposa prodigiosa<br />
FOTO- aSTÜNERAONY<br />
ENCUENTROS<br />
20 años, camino de los 21. Frágil,<br />
pequeña (¿diminuta?), con el violín<br />
sobre el hombro parece empuñar<br />
una viola, y ésta puede semejar<br />
a un violonchelo a su lado. Midori Goto,<br />
estudiante de violín con su madre,<br />
Setsu Goto, desde los cuatro años,<br />
marchó en 1980, con nueve años de<br />
edad, a Nueva York, donde Dorothy<br />
De Lay, la maestra de Cho-Liang Lin,<br />
Shlomo Mintz y Gil Saham, hizo de ella<br />
su alumna preferida. Poco tiempo después,<br />
Daniel Barenboim ensayaba con<br />
la Filarmónica de Nueva York, y una niña<br />
armada con un enorme Snoopy<br />
pidió tocar para el director de la<br />
orquesta; ausente Zubin Mehta<br />
de Nueva York, Barenboim decidió<br />
perder unos minutos con<br />
aquella personita. El «¿Qué te<br />
sabes, nena?» fue respondido<br />
por un «Lo que usted quiera,<br />
señor»; cuando Barenboim, en<br />
broma, dijo, «Pues toca el Concierto<br />
de Alban Berg», no esperaba<br />
que aquella criatura<br />
empezara a interpretar la<br />
obra cinco segundos después.<br />
La leyenda de Midori,<br />
la japonesita capaz de<br />
tocarlo Codo, empezaba en<br />
ese instante.<br />
Visitante regular de<br />
nuestro país -al que vuelve<br />
este 17 de marzo, con un<br />
concierto en el Auditorio Nacional-,<br />
Midori ha interpretado en España<br />
obras de Chaikovski (con Rostropovitch<br />
y la Sinfónica de Londres, en<br />
Madrid) y de Brahms (con Masur y la<br />
Gewandhaus, en Granada). En su<br />
charla, de una naturalidad encantadora<br />
(v.g.: la historia del cartel de Zubin<br />
Mehta), Midon también da muestras<br />
de una inteligencia (sus observaciones<br />
sobre Mozart) que está por encima<br />
de todo virtuosismo.<br />
SCHERZO 143
ENCUENTROS<br />
S<br />
CHERZO.-Supongo que esto /o ha<br />
explicado muchas veces, pero, ¿puede<br />
contomos cómo se produjo su llegada<br />
al mundo prvfesional de la música?<br />
MIDORI.-Bien, mi primer concierto<br />
con una orquesta fue con la Filarmónica<br />
de Nueva York y Zubin Menta. Antes de<br />
eso, yo habla dado conciertos... Bueno,<br />
no sé si se pueden llamar así, no eran<br />
grandes conciertos, quiero decir que<br />
eran recitales para estudiantes, y algunas<br />
actuaciones en universidades y locales de<br />
este tipo.-<br />
S.-Creo que el pnmer<br />
maestro de importancia<br />
que le escuchó fue Daniel<br />
Barenbotm, en Nueva<br />
York..<br />
M.-Sí, eso fue después<br />
de haber dado ya<br />
algunos conciertos y recítales,<br />
pero no mu/ importantes,<br />
como le digo.<br />
Yo tenía entonces<br />
doce, o trece años. Y,<br />
no me acuerdo demasiado<br />
bien, la verdad.<br />
¡Ni siquiera me acuerdo<br />
de lo que interpreté para<br />
él, sé que fueron bastantes<br />
piezas! Y muy<br />
poco después de eso<br />
me contrató Zubin<br />
Mehta para el Concierto<br />
de Nochebuena de<br />
1982, y ese fue mi comienzo.<br />
S.-Poco después tocó<br />
usted con ieonard Bemstein<br />
en el Festival de<br />
Tanglewood, ¿qué impresión<br />
tiene de aquella sesión?<br />
M.-¡Eso /a es casi<br />
otra época! Fue en<br />
1986, en Tanglewood,<br />
efectivamente, y yo toqué<br />
con Bernstein una<br />
obra suya, extraordinaria,<br />
que me gusta muchísimo,<br />
su Serenata para<br />
violln y orquesta, y<br />
ese concierto fue también<br />
mi pnmera actuación<br />
en Tanglewood. Al<br />
acabar pasó algo tremendo: Bernstein<br />
era... Bueno, usted sabe cómo era, ¡tan<br />
expresivo, tan especial! No sé, da vergüenza<br />
contarlo: yo terminé de tocar, él<br />
se bajó del pódium, me besó y se arrodilló<br />
delante de mí, ¡bueno, yo no sabía<br />
dónde meterme! Además, aquél día pasó<br />
de todo: se me rompió una cuerda del<br />
violín y el concertino me tuvo que dejar<br />
el suyo, pero creo que no fue una mala<br />
interpretación, y Bemstein estaba muy<br />
contento, muy feliz; tengo recuerdos ma-<br />
144 SCHERZO<br />
ravillosos de él, era una persona adorable...<br />
S,-¿Qué me puede decir de su padrino<br />
mus/caí, Zubin Mehta?<br />
M.-Pues... ¡tantas cosas! Empezaré por<br />
el principio, espero no sonar muy cursi.<br />
Cuando yo tenía seis o siete años, y era<br />
una colegiala, en Japón, bueno, yo ya estudiaba<br />
un poquito violín, pero, ¡ni de leeeeeejos!<br />
se me ocurría pensar que yo<br />
podría dedicarme a esto, que yo iba a<br />
ser profesional, o sea, que ^ practicaba<br />
con el violín y me lo pasaba muy bien ju-<br />
gando con él, porque las lecciones primeras<br />
me las había dado mi madre, ¿sabe?,<br />
y... Bueno, lo que le contaba, fui con<br />
mi madre a una tienda de discos, de discos<br />
LP,¿sabe?, entonces todavía no habla<br />
CDs, eran los años 70, y allí había, en la<br />
tienda, un cartel enorme, un cartel de un<br />
director de orquesta anunciando sus grabaciones<br />
de Mahler, y, claro, el de la foto<br />
era Zubin Mehta, y yo me lo quedé mirando<br />
y dije: «¡Dios mío!, pera, ¡qué guapo<br />
es este hombre!» Y mi madre, cuan-<br />
do hubo hecho sus compras, me dijo:<br />
«Niña, vamonos ya». Pero yo seguía allí<br />
embelesada, y, ¡por favor, no se n'a!, ¿eh?,<br />
yo le decía: «Pero, mamá, ¡por Dios!, ¡no<br />
te has fijado en lo guapo que es el señor<br />
de la foto?» Y tanta lata di que al final mi<br />
madre habló con el dueño de la tienda, y<br />
quedamos en que cuando ya no fueran a<br />
utilizar el cartel me lo darían a mí. Bueno,<br />
al cabo de unas semanas me lo dieron, y<br />
yo lo coloqué en mi habitación, y todos<br />
los días lo miraba embelesada. Yo, por<br />
entonces, ni siquiera sabía que aquel<br />
hombre era un director<br />
de orquesta, para<br />
mí sólo era el hombre<br />
del cartel. Bueno,<br />
el resto ya se lo sabe<br />
usted, pasaron los<br />
años, un día le conocí<br />
personalmente, y sólo<br />
al cabo de un tiempo<br />
me di cuenta de que<br />
era él, ¡el hombre de<br />
mi cartel! Cuando se<br />
lo conté, porque él ¡o<br />
sabe, se lo dije asi:<br />
«¿Sabe que lleva usted<br />
casi diez años en<br />
mi habitación?» Bueno,<br />
es una historia<br />
muy simple, pero<br />
cuando Mehta dio en<br />
mayo su concierto de<br />
despedida de la Filarmónica<br />
de Nueva<br />
York, con los Gurre-<br />
Lieder de Schónberg,<br />
a varios de los artistas<br />
que hemos colaborado<br />
con él nos pidió la<br />
Filarmónica una carta<br />
dirigida a Mehta. y yo<br />
conté esta historia en<br />
la mía ¡Me dio un poco<br />
de vergüenza que<br />
lo inscribieran en el<br />
programa del concierto,<br />
pero, bueno,<br />
es la verdad! Hoy me<br />
impresiona pensar<br />
que mi productor en<br />
Sony, el productor de<br />
mis discos, es el mismo<br />
de Zub¡n Mehta,<br />
o sea, Steven Epstein, me parece como<br />
un sueño.<br />
S.-Ale imagino que también conocía a<br />
Leonard Bemstein, de una forma o de otra,<br />
antes de trabajar con él por vez primera,<br />
M.-Bueno, sí, le conocía por ser el<br />
compositor de West Side Story. Es que.<br />
claro, es una sensación muy especial el<br />
encontrarte en persona en la vida real, a<br />
gente a la que has idolatrado. A Bemstein<br />
le conocí antes del concierto de<br />
Tanglewood, en un aeropuerto: yo partí-
FOTOS SONY<br />
cipaba en una gira con la Filarmónica<br />
de Nueva York, él dirigía una parte<br />
de la gira y coincidimos todos en<br />
el vuelo.<br />
S.—¿Había trabajado usted, antes<br />
del condeno de Granada, con el sucesor<br />
de Mentó en Nuevo York, o sea.<br />
Kan Masur?<br />
M-SI, /o también le conocía de<br />
nombre antes de tocar para él por<br />
vez primera, conocía sus discos con<br />
la Gewandhaus de Leipzig, y le había<br />
visto también en Nueva York. Siempre<br />
había pensado lo mismo: «¡Dios.<br />
qué señor más arto, a su lado ni se<br />
me va a ver!» Desde el punto de<br />
vista musical, me parece interesantísimo<br />
todo lo que hace: al principio<br />
me llamaba mucho la atención que dirigiera<br />
sin batuta, es el pnmer músico al<br />
que vi hacer eso; aparte de esto, siempre<br />
me han impresionado sus concepciones<br />
musicales, tan sólidas, tan profundas. Recuerdo<br />
que lo vi en Nueva York, hace<br />
muy poco, con la Filarmónica de Israel,<br />
haciendo Sinfonías de Mendelssohn, y,<br />
bueno, quizá no sepa explicarlo muy<br />
bien, pero me pareció maravillosa, reveladora<br />
su forma de hacer esa música: yo<br />
nunca había escuchado así la música de<br />
Mendelssohn, ¡ni me imaginaba que podía<br />
sonar asi! Con él toqué por primera<br />
vez en mayo del 91, en el Festival de mayo<br />
de Ann Arbor, en Michigan: hicimos<br />
el Concierto de Sibelius, ¡fenomenal, lo dirigió<br />
admirablemente] Además tengo todas<br />
sus grabaciones de Beethoven: me<br />
entusiasma su forma de interpretar a Beethoven.<br />
S.-Sé que tiene usted un repertorio amplísimo,<br />
pero, ¿qué concíenos ha trabajado<br />
últimamente?<br />
M.-Pues, Sibelius. como le he dicho,<br />
Brahms, Chaikovski, el Primero de Wienawski,<br />
Dvorak, el Segundo de Bartók,<br />
Bruch, y de éste también la Fantasía Escocesa.<br />
En total, tengo en repertorio...<br />
Bueno, cuidado, yo practico todos los<br />
días, y no vuelvo a tocar una obra<br />
sin repasarla entera una semana<br />
antes, pero me sé alrededor de<br />
20 ó 25 conciertos... Todavía no<br />
he tocado los de Shostakovich,<br />
Szymanowski o Hindemith, pero<br />
de los de este siglo si que me sé<br />
los de Elgar, Stravinsky, Wakon o<br />
Bartók. Pero, no se ría, los Conciertos<br />
más difíciles me parecen<br />
los de Mozart, porque todo depende<br />
del gusto, del estilo: son<br />
tan aparentemente sencillos, [tan<br />
bonitos!, pero hay tantas cosas<br />
Midori con Pinchos Zukermon y Zubin Mehia<br />
debajo, ¡tantas! Era un carácter muy<br />
complejo, y eso está en la música: no<br />
está en la superficie, pero está ahí, y no<br />
puedes escapar de ello, Mejor dicho:<br />
puedes, pero no debes, En cambio tengo<br />
una relación especialmente buena<br />
con sus Sonatas paro violín y piano, siempre<br />
incluyo una o dos de sus Sonatas en<br />
mis recitales, las amo. En cambio, es curioso.<br />
Mehuhin me contaba lo que le<br />
había supuesto, de dedicación y de<br />
tiempo, aprender el Segundo Concierto<br />
de Bartók, y yo no he tenido apenas<br />
PHIUPS<br />
(1985) PAGANINI: Condeno pora votti y orquesto n' I<br />
CHAIKOVSKI: Vofse Sitara Sérénode méfandTo/ique<br />
Orquesta Sinfónica de Londres. Director Leonard<br />
Slatkn. CD 4J0.943-2.<br />
(1986) BACH: Conoerto poro dos wines. BVW 1043<br />
(con Pinchas Zukerman). Concierto paro vtolin en mi<br />
mayor. 8WV 1042<br />
VIVALDl Canoera pora dos «aliñes, Op. 3/8 (cotí Pinchas<br />
Zukerman). Conoertfl paro violín Rv. 199
V I<br />
• Ho<br />
Instituto de Crédito Oficial<br />
AGENCIA FINANCIERA DEL GOBIERNO
John Millington Synge es. junto con<br />
Yeats y Lady Gregory, creador de<br />
la moderna dramaturgia irlandesa,<br />
que en el siglo XX da lugar a una de las<br />
mejores escuelas teatrales del mundo, la<br />
que culmina literariamente en la espléndida<br />
figura de Sean O'Casey. Por desgracia.<br />
Synge vivió demasiado poco, no<br />
llegando a cumplir los treinta y ocho<br />
años (1871-1909). Provenía de la clase<br />
dominante irlandesa, ligada a Inglaterra,<br />
pero a diferencia de George Bemard<br />
Shaw (que era catorce años mayor)<br />
buscó su inspiración a partir de determinado<br />
momento en el acervo popular,<br />
Su obra mas importante es quizá la preciosa<br />
comedia Tbe playboy o{ the Western<br />
Worid (1907), incomprendida por<br />
el patrioterismo irlandés de aquellos<br />
tiempos tanto a uno como a otro lado<br />
del océano, pero el comienzo de su carrera<br />
dramática está marcado por dos<br />
poderosas piezas en un acto, The Sfiodow<br />
af the Gen (1903) y Riders to the<br />
seo (1904), escritas a partir de sus experiencias<br />
entre las clases populares de<br />
Irlanda.<br />
Riders to tbe sea (Jinetes hacia el<br />
mar), que Vaughan Williams utilizó casi<br />
Integro como libreto de su ópera, es un<br />
breve drama con unidad de tiempo, lugar<br />
y acción. El tema es una fatalidad, la<br />
derrota del ser humano por las fuerzas<br />
naturales. El tratamiento es intenso, lleno<br />
de fuerza, contenido y de enorme<br />
densidad y economía de medios. Estos<br />
principios serian seguidos por el compositor,<br />
veintitantos años más tarde,<br />
tanto en el espíritu como en la letra, al<br />
hacer uso de una pequeña orquesta de<br />
cámara y echar mano de un limitado repertorio<br />
de recursos que, sin embargo,<br />
como la propia pieza de Synge, son de<br />
gran efectividad.<br />
La acción tiene lugar en «la cocina<br />
de la cabana de una isla en la costa<br />
oriental de Irlanda», al caer la tarde. Los<br />
personajes son cuatro, más uno espisódico.<br />
Se trata de Cathleen, Nora y Bartley,<br />
hermanos, y de Maurya, la madre<br />
de los tres. Bartley es el único hijo superviviente<br />
de los seis varones que ha<br />
tenido Maurya, muertos todos los anteriores<br />
en el mar.<br />
Al levantarse el telón, Cathleen está<br />
sola en escena. Entra Nora, que trae las<br />
ropas de un hombre ahogado. Puede<br />
tratarse de la que llevaba otro hermano<br />
de ambas, Michael, cuya muerte ignora<br />
aún la madre. Cuando ésta llega, las her-<br />
Riders to the sea<br />
de Ralph Vaughan Williams<br />
manas ocultan las ropas del ahogado.<br />
Viene también Bartley, decidido a embarcarse<br />
para llevar a la fena unos caballos,<br />
base del comercio en aquella tierra.<br />
Pero Maurya pretende impedírselo, debido<br />
al mal estado del mar y a los fuertes<br />
vientos. Discuten. El hijo parte, a pesar<br />
de los temores de Maurya. Cathleen<br />
le reprocha a ésta no haberle dado su<br />
bendición a Bartley. por si no hubiera ya.<br />
suficiente dolor en casa, y la convence<br />
de ir en su busca. «En todo el mundo<br />
-dice la madre al salir- son los viejos los<br />
que dejan todo tras de si para sus hijos,<br />
pero aquí son los jóvenes quienes lo<br />
Ralph Voughon Williams (1572-1958)<br />
OPERA DEL SIGLO XX<br />
dejan todo y no envejecen».<br />
Las hermanas, a solas, discuten angustiadas<br />
si el cuerpo ahogado es o no<br />
su hermano Michael. Se impone la evidencia<br />
En efecto, aquellas prendas son<br />
del hermano desaparecido. Ven que regresa<br />
Maurya, ocultan las ropas e intentan<br />
disimular su llanto. Horrorizada, la<br />
madre cuenta que ha visto a Bartley,<br />
con el pony, y a Michae! al lado. Las hijas<br />
intentan convencerla de que no es<br />
posible, porque Michael ha muerto.<br />
Maurya intentó bendecir a Bartley, pero<br />
no le salieron las palabras y fue él quien<br />
le bendijo a ella. Y allí estaba Michael.<br />
SCHERZO 147
OPERA DEL SIGLO XX<br />
Comprende que ha perdido<br />
a Bartley, el último de<br />
sus hijos, como a su marido,<br />
como a los cinco anteriores.<br />
Alguien grita, dice Nora.<br />
Maurya continúa el recitado<br />
de los hombres<br />
perdidos. Llegan las mujeres<br />
del pueblo. Una de<br />
ellas anuncia que traen un<br />
cuerpo, tal vez Bartley. El<br />
pony gris le arrojó al mar.<br />
Llegan con el cuerpo y lo<br />
ponen encima de la mesa.<br />
«Ahora todos se han ido<br />
-dice Maurya- y ya nada<br />
puede hacerme el mar».<br />
Es el monólogo final de la<br />
madre, apenas interrumpido<br />
por pequeñas intervenciones<br />
de las hijas, en el<br />
que pide la bendición de<br />
Dios para todos sus desaparecidos<br />
y muestra su pavorosa<br />
conformidad: «No<br />
hay hombre alguno que viva<br />
por siempre, hay que<br />
aceptarlo así», son sus últimas<br />
palabras.<br />
Vaughan Wilfiams en dos<br />
palabras<br />
John Milltngton Synge<br />
Si J.M. Synge protagonizó<br />
el renacimiento del teatro irlandés, el música del pueblo ignora, cuando no<br />
compositor Ralph Vaughan Williams fue descarta, el sentimiento imperialista y<br />
una de las figuras más destacadas del re- caballeresco que impregna casi toda la<br />
nacimiento de la música inglesa.Vaughan obra (y en ocasiones la afea) del padre<br />
Williams siguió en este cometido a Elgar de la moderna música británica.<br />
y a Delius, quince y diez años, respecti- Lo que se da entre el rigurosamente<br />
vamente, mayores que él, sólo que su protestante Vaughan Williams que aca-<br />
estilo e inspiración estro se basan de ba de componer una Miso según el or-<br />
manera más decidida que en el primero, dinario católico, que ha escrito tres de<br />
y contra la tendencia del segundo en la sus nueve sinfonías y algunas óperas co-<br />
música popular y en las tradiciones inmo Hugh the Drover o Sir John ¡n fove. y<br />
glesas. Vaughan Williams es, en muchos el irlandés que le ha vuelto la espalda a<br />
sentidos, uno de los últimos represen- los decadentes prejuicios e intereses de<br />
tantes de la primera oleada musical de sus antepasados, es precisamente esa<br />
carácter nacionalista. Nacionalismo que autenticidad popular que se da en la in-<br />
no significa diferenciación hostil, sino tensa situación que acabamos de descri-<br />
búsqueda del propio ser. Si a ello le unibir. Synge hace uso de las palabras, de la<br />
mos el beneficioso entronque con la situación, de la poesía, del drama. Vaug-<br />
tradición tardorromántica europea, que han Williams se plantea un enorme de-<br />
fue obra de los Elgar y los Delius y de la safio y le pone la música que era nece-<br />
que se beneficiaron los Vaughan Wisaria, basada también en el acervo polliams<br />
y los Holst, y la búsqueda en el pular.<br />
tiempo de los Tudor, nos haremos una<br />
pequeña idea de la estética de Vaughan<br />
Williams.<br />
No sabemos si el compositor conocía<br />
la existencia de una ópera compuesta<br />
por el francés Henri Rabaud. L'appel<br />
No es posible imaginarse a Sir Edward<br />
Elgar poniéndole música a un drama<br />
de corte popular como el de Synge.<br />
Que, además, era irlandés, y cantaba a<br />
ese pueblo. Pero la sensibilidad de<br />
Vaughan Williams era muy distinta. La<br />
búsqueda de las propias raíces en la<br />
de to mer, basada en el mismo texto y<br />
concluida el año 1924, aquél en que se<br />
ponía a trabajar en la pieza de Synge. En<br />
cualquier caso, el tiempo (ignoramos si<br />
con justicia) no ha respetado tanto la<br />
obra de Rabaud como a la de Vaughan<br />
Williams.<br />
74&SCHERZO<br />
Una ópera breve<br />
y magistral<br />
Riders to the seo está<br />
orquestada para conjunto<br />
de cámara que incluye, entre<br />
los metales, sólo una<br />
trompeta y dos trompas,<br />
reducida presencia de la<br />
cuerda y maderas sin doblar<br />
(con una excepción:<br />
ha/ dos flautas).<br />
En R/dera to the seo el<br />
recitativo se funde íntimamente<br />
con el arioso. Este<br />
último surge siempre de<br />
un mismo motivo, que es<br />
planteamiento de melodía,<br />
y que nunca es resuelto<br />
por las voces mismas, pero<br />
que puede ser eventualmente<br />
completado por alguno<br />
de los instrumentos<br />
solistas del conjunto. El<br />
tutti recoge este tema en<br />
numerosas ocasiones y<br />
tanto los solistas como el<br />
conjunto lo hacen reaparecen<br />
continuamente, de<br />
manera sabiamente dramática,<br />
como uno de los<br />
elementos de unidad de la<br />
breve ópera.<br />
La violencia del mar en<br />
el agitado tema del comienzo<br />
(se trata de un brevísimo y condensado<br />
preludio), con el trémolo de<br />
las cuerdas y la presencia definidora de<br />
los instrumentos de soplo, es un primer<br />
signo de la amenaza que se cierne sobre<br />
los personajes. De repente, el clarinete<br />
bajo entona lo que se percibe como<br />
engañosa calma. Le dobla el oboe,<br />
que introduce una célula a cargo de las<br />
cuerdas, de tempestuosa sugerencia, lo<br />
que da paso a la acción. La primera escena,<br />
entre Nora (soprano) Cathleen<br />
(mezzo), nos introduce de lleno en la<br />
acción y en las soluciones musicales<br />
puestas a su servicio. El agitado intercambio<br />
se da a través de un recitativo<br />
melódico que cambia de carácter mediante<br />
transiciones sorprendentemente<br />
breves y efcaces. Al citar al cura, Nora<br />
Introduce por primera vez un motivo a<br />
manera de letanía. La entrada de la furia<br />
del mar, con vientos y violenta descarga,<br />
resuelve esta primera escena, que ha<br />
estado marcada también por el continuo<br />
puntear de las maderas.<br />
La discusión de madre e hijo (contralto<br />
y barítono), progresivamente agitada,<br />
se describe en una secuencia que<br />
parte de un sinuoso tema inicial, retomado<br />
por el oboe, y prosigue con la<br />
sombría presencia de frases cortas en la<br />
cuerda grave. El enfrentamiento está
Jinetes hacia el mar de JAI. Synge, TVE. 1958. Dirección: Juan Guerrero Zamora FOTO: ftAWEGO<br />
marcado por dramáticas intervenciones<br />
del conjunto en las que menudean las<br />
síncopas. Se llega asi a un primer punto<br />
climático en el bello arioso de Maurya,<br />
justo cuando pronuncia las palabras<br />
«against a son».<br />
Nueva irrupción del furioso temporal.<br />
A solas, angustiosas dudas de ambas<br />
hermanas: la tensa calma se resuelve en<br />
silencios que dan lugar en dos ocasiones<br />
a un terrible grito subrayado por la percusión.<br />
Recitativo, letanía y motivo irresuelto<br />
son utilizados por las convulsas<br />
réplicas de las solistas femeninas, a las<br />
que subraya una orquesta rica en sutiles<br />
apuntes con muy escasos medios.<br />
Regresa la madre. Se produce un<br />
agudo contraste entre la cantinela que a<br />
partir de este momento se asocia a<br />
Maurya y la agitación del discurso musical<br />
de Cathleen. Ante la terrible visión<br />
que anuncia Maurya. Nora dibuja ya la<br />
linea vocal de lamento sin palabras que<br />
asumirá más adelante el coro femenino.<br />
Se aproxima un coro de mujeres, sobre<br />
el que destaca la voz de otra contralto.<br />
Salvo las breves palabras de esta<br />
mujer, el coro vocalizará el lamento ya<br />
diseñado por Nora. El coro desarrolla<br />
su queja junto con el descriptivo discur-<br />
OPERA DEL SIGLO XX<br />
so del mar, agitado o retirado en tensa<br />
calma.<br />
Las cuerdas entonan un bellísimo tema<br />
fúnebre cuando es introducido el<br />
cadáver de Bartley. El gran monólogo o<br />
ana final de Maurya se produce a partir<br />
de este motivo, de la cantinela de Maurya<br />
y del planteamiento melódico que<br />
atraviesa toda la obra. Es acompañado<br />
por la intervención del coro (siempre<br />
en su lamento, que se limita a la exclamación<br />
Ab, puesto que Vaughan Williams<br />
no le añade una parte literaria<br />
propia), por el acompañamiento orquestal,<br />
que alterna los pasajes de descripción<br />
de los elementos con retomos<br />
a la cantinela de Maurya, que a su vez<br />
asumen Nora y Cathleen en las dos<br />
breves interrupciones del discurso de la<br />
madre. El COTO tiene intervenciones que<br />
pueden recordar engañosamente el de<br />
Sirenas de Debussy. Mas el coro del<br />
compositor francés está deliberadamente<br />
des human izado, como lo está su descripción<br />
de los elementos en otra obra,<br />
£/ mar. Por el contrario, el de esta ópera<br />
es una queja muy humana que se corresponde<br />
con los vientos y el mar aquí<br />
humanizados, cuya agitada presencia,<br />
manifiesta aunque invisible, marca el<br />
sentido de la acción dramática, configurándose<br />
como cristalización sonora del<br />
destino a lo largo de la trágica situación<br />
planteada. Vaughan Williams volverá a<br />
hacer uso de un procedimiento semejante<br />
en su SépOma Sinfonía. «Antartica»<br />
(1942-1952), en la que habrá de incluir<br />
un pequeño coro femenino.<br />
Tras el monólogo de Maurya, la obra<br />
concluye en una resolución hacia las gamas<br />
dinámicas inferiores, como en una<br />
sugerencia de la desolada resignación de<br />
la protagonista. Como ha sido repetidas<br />
veces señalado, la desolación final de esta<br />
ópera se da con determinados procedimientos<br />
acórdicos que resurgirán<br />
en su momento de la Sexta Sinfonía del<br />
mismo autor.<br />
Ríders to Che seo se estrenó el I de<br />
diciembre de 1937 en el Royal College<br />
of Music de Londres. Habían transcurrido<br />
cinco largos años desde su conclusión.<br />
Aún faltaban unos años para que<br />
surgiera el gran operista británico del siglo<br />
XX, el que daría todo un repertorio<br />
de títulos ingleses a los escenarios líricos.<br />
Nos referimos a Benjamín Bntten.<br />
Sin duda alguna, obras maestras como<br />
la admirable ft'dere to the seo le abrieron<br />
caminos. Y no sólo en lo que se refiere<br />
a la prosodia musical inglesa. Aunque el<br />
gran ejemplo se daba, precisamente, al<br />
demostrar que podían escribirse buenas<br />
óperas en inglés.<br />
Santiago Martin Bermúdez<br />
SCHERZO 149
MAHLER EN MADRID<br />
D<br />
urante .los años de revisión que<br />
siguieron al segundo conflicto<br />
mundial, los intelectuales franceses<br />
apenas se interesaban más que por el<br />
objeto artístico en si mismo, y tal vez todavía<br />
más por las leyes que rigen la composición.<br />
La imagen rechazaba la representación,<br />
hasta el punto de que lo innovador<br />
no podía ser otra cosa que<br />
figurativo. En el pensamiento dominaba el<br />
estructuralismo. En música el redescubrimiento<br />
de Webem llevó a la insensata<br />
esperanza de una teoría absoluta, el serialismo<br />
integral. Por doquier triunfaba una<br />
supuesta objetividad y las claves de la<br />
obra misma no podían buscarse más que<br />
en la obra en sí.<br />
En ese movimiento estético que rechazaba<br />
la melodía, que rompía la Imealidad<br />
del relato mediante los juegos de<br />
espejos del nouveou ramón y que, en resumen,<br />
creía poder alcanzar lo universal<br />
mediante la abstracción, no estaba de<br />
moda interesarse en las contradicciones<br />
de la naturaleza humana, en las peripecias<br />
de la existencia y en las secretas motivaciones<br />
de la creación artística. Y quizá<br />
sea a ese fenómeno a lo que hay que<br />
atribuir el escaso número de biografías<br />
musicales publicadas por entonces. En el<br />
caso de Mahier, la ausencia de cualquier<br />
biografía estaba totalmente justificada<br />
por el poco interés que la clase musical<br />
francesa prestaba a ese compositor. Porque<br />
a sus ojos Mahier poseía los múltiples<br />
defectos de traer hasta el siglo XX<br />
las bisuterías del romanticismo, de llegar<br />
a la desmesura que hace disolver las formas,<br />
y de arrastrar un patetismo subconsciente<br />
que no podía sino molestar a<br />
los espíritus fuertes. No es difícil imaginar<br />
la repugnancia que algunos manifestaban<br />
ante las confesiones de Mahier acerca de<br />
sí mismo y de su obra: «Mi música es vivida.<br />
Qué pensarán los que no viven,<br />
esos en cuyos pulmones no entra el menor<br />
soplo de ese viento huracanado que<br />
barre nuestra gran época. {1895)'». o,<br />
«Solamente cuando experimento, o<br />
siento (eriebe) creo y solamente cuando<br />
J50SCHERZO<br />
Música y vida<br />
La biografía como instrumento de análisis<br />
Iniciamos la publicación de una sene de artículos sobre Gustav Mahier de quien es<br />
uno de los más prestigiosos estudiosos internacionales de la obra de este<br />
compositor genial: Henry-Louis de La Grange-al que tendremos ocasión de escuchar<br />
en Madrid dentro del Ciclo Viena 1900 que se celebra en la Residencia de<br />
Estudiantes con el patrocinio de la Fundación Caja de Madrid los días 3, 4 y 5 de<br />
marzo -es autor, como nuestros lectores saben, de una fundamental biografía de<br />
Mahier, dividida en tres tomos- Vers lo gloire, L'age d'or y Le genie foudroyé-, el<br />
primero de los cuales se publicó en 1979. El gran musicólogo francés analiza aquí la<br />
importancia de lo biográfico en el estudio de la creación artística en general y de la<br />
obra mahleriana en particular.<br />
creo, experimento». (1897)', o aún más,<br />
«Desde Beethoven no hay música alguna<br />
que no tenga un programa interior»<br />
(1902) 3 , o bien, por último: «Es indiscutible<br />
que nuestra música lleva dentro todo<br />
lo que en nosotros es puramente humano<br />
(...) Lo que se pone en la música es al<br />
hombre por entero, que siente, que<br />
piensa, que respira y que sufre» (1904)\<br />
Por mi parte debo confesar hoy que<br />
no buscaba a través de su vida las claves<br />
de la música de Mahier cuando me metí<br />
en esta empresa biográfica que me ha absorbido<br />
-durante unos treinta años- la<br />
mayor parte de mis energías y cuando<br />
me decidí a explorar, con una obstinación<br />
que me extraña a mí mismo, los diversos<br />
aspectos del hombre Mahier y del autor<br />
de esa música tan singular. Por otra parte,<br />
su música me parecía mucho menos<br />
Mahier de paseo cerca de Tobkxk "Mi musca no es más que ruido de la naturafezo*
compleja que hoy. Ni siquiera conocía la<br />
famosa frasecilla de Schoenberg sobre la<br />
corbata de MaNer «Si se sabia cómo<br />
anudaba Mahler su corbata, se aprendía<br />
más que en tres años de contrapunto en<br />
el Conservatorio» 5 . Por fin ahora, después<br />
de tres decenios de tenaz trabajo,<br />
después de haber terminado mi labor<br />
biográfica, es cuando me doy cuenta plenamente<br />
de hasta qué punto se encuentran<br />
ligadas íntimamente la vida y ia obra<br />
de Mahler.<br />
Sin duda alguna, ocurre lo mismo, en<br />
cierta medida, con todos los artistas, pero<br />
mi propósito es mostrar hoy cómo ese<br />
vínculo es aún mas estrecho en el caso<br />
de Mahler, cómo es imposible, según<br />
creo, comprender plenamente la obra<br />
mahleriana sin referirse a una existencia<br />
que, sin embargo, nada tiene de novelesca.<br />
Esa vida, que se parece a la de Strauss.<br />
de la misma época es la de un gran profesional<br />
de la música, repartida de modo<br />
desigual entre la creación (el verano), la<br />
dirección de orquesta y la administración<br />
de un teatro la mayor parte de su vida.<br />
Pero, sin embargo, es diferente porque<br />
Mahler se dedicó en cuerpo y alma a recrear<br />
las obras del pasado (y del presente),<br />
al tiempo que dar a luz las suyas, con<br />
idéntico entusiasmo, idéntico olvido de sí<br />
mismo, con la misma pasión y el mismo<br />
minucioso cuidado.<br />
Desde el principio fue justamente esa<br />
actividad febril de intérprete y de administrador<br />
lo que condicionó el propio ritmo<br />
de la creación mahleriana Pero, además,<br />
exigió de él un auténtico desdoblamiento<br />
de la personalidad como no se<br />
conoce otro igual en la historia. Cuando<br />
Mahler estaba en el teatro se olvidaba<br />
por completo de su trabajo creador (con<br />
la única excepción de los Wunderfiom tieder<br />
con orquesta de 1892). Más tarde, en<br />
el verano, tenia que olvidarse por completo<br />
del teatro para sumergirse en la<br />
composición. Cada día de la temporada<br />
el creador tenía que sufrir y hasta aceptar<br />
la permanente agresión de la vida teatral,<br />
que no le dejaba ni un rato de ocio, salvo<br />
para copiar sus partituras y realizar trabajos<br />
de orquestación.<br />
Para soportar esa presión cotidiana de<br />
la música de otros, Mahler hubiera podido<br />
refugiarse en la abstracción y el formalismo.<br />
Brahms lo habla hecho antes que<br />
él, sin duda para defender su torre de<br />
marfil contra los males de la época, y de<br />
modo especial contra la descomposición<br />
del lenguaje y de las formas que caracterizó<br />
al final del post-romanticismo. Los trucos<br />
del oficio hubieran podido constreñir<br />
a Mahler a su naturaleza, a buscar, por<br />
encima de todo, la unidad y la coherencia<br />
de un esfuerzo intelectual del que, con<br />
certeza, hubiera sido capaz. De esta manera<br />
hubiera respondido mejor a las ex-<br />
pectativas de los medios vieneses prendados<br />
del clasicismo, pero habría quizá olvidado<br />
sus orígenes y compuesto una música<br />
que no le reflejarla por entero.<br />
No fue esa su elección. Como todos<br />
los artistas de temperamento fuerte, escogió<br />
un camino infinitamente más peli-<br />
Wolrer Grapius con uniforme de oficio) de Caballería<br />
durante (o / GUSTO Mundial.<br />
groso. Escogió el rechazo del artificio, conocerse<br />
a fondo, ser totalmente ftel a sí<br />
mismo. Por asi decirlo se puso por entero<br />
en escena, no quiso excluir nada de su<br />
arte. Así encontró toda la nqueza y la<br />
ambigüedad de su naturaleza, al tiempo<br />
que su visión metafísica y el ideal de pureza,<br />
de sencillez -que era para él el rechazo<br />
de las mezquindades de la vida cotidiana<br />
De ahí el movimiento deliberado<br />
mediante el cual Mahler vuelve sin cesar a<br />
las más lejanas fuentes de su infancia y en<br />
especial a las músicas populares de su país<br />
natal, con un rico patrimonio de numerosas<br />
etnias, checas, judías y alemanas.<br />
De la Primera a la Novena Sinfonía, y<br />
aún más en los Wunderhom Ueder, están<br />
siempre presentes esas fuentes populares.<br />
Es cierto que su presencia se ranfica<br />
en las obras de las maneras segunda y<br />
tercera Pero se vuelven a encontrar has-<br />
MAHLER EN MADRID<br />
ta en la Noveno Sinfbnfa músicas milrtares<br />
y «ruidos de la noche" (Naturlauf) en forma<br />
de cantos de pájaros, esos cantos que<br />
Mahler niño había escuchado en el bosque<br />
de Iglau y que le habían provocado<br />
una sensación de maravilla literalmente<br />
inagotable Es justamente ese amor al aire<br />
libre y a los grandes espacios, ese amor a<br />
la naturaleza y sus misterios, que están<br />
siempre presentes en su música y que le<br />
dan a ésta con frecuencia su dimensión,<br />
su significación, su fuera, a veces incluso<br />
su substancia Él mismo se ha explicado a<br />
ese respecto, en 1896: «Mi música no es<br />
más que ruido de la naturaleza (Naturlauf).<br />
No sé de otro programa» 6 . Más tarde,<br />
en un pasaje aún más revelador, habla<br />
del «misterio eterno y aterrador» de la<br />
naturaleza, que se puede, si acaso, «adivinar»<br />
pero nunca realmente «comprender<br />
ni penetrar» 7 . Ejemplifica esa concepción<br />
de la naturaleza mediante una alegoría tomada<br />
de la Edo: el episodio en el que<br />
uno de los gigantes, gran bebedor, habla<br />
de absorber cualquier cantidad de liquido.<br />
Con medios mágicos, los otros han conseguido<br />
meter toda el agua de los mares<br />
en su cuemo. El charlatán termina por<br />
comprender la trampa y, vencido, lo tira.<br />
Mahler añade: «La mar es infinita y cada<br />
obra de arte debe contener también una<br />
parcela de infinito, que de alguna forma<br />
debe reflejar a la naturaleza... «Lo que<br />
cuenta en la obra de arte, es lo que hay<br />
dentro de ella de mistenoso, de inconmensurable.<br />
Si se puede abarca la obra<br />
entera de una sola mirada, es que ha perdido<br />
su magia, su atractivo, al igual que el<br />
más hermoso de los parques puede volverse<br />
aburrido cuando se conocen todos<br />
sus caminos tan bien que se pierden las<br />
ganas de pasar*.<br />
Pero no es únicamente la naturaleza la<br />
que da a la música de Mahler su dimensión,<br />
su aliento, su apertura al mundo, es<br />
también lo que le permite encontrar el<br />
orden secreto que subyace en el desorden<br />
aparente de las cosas, es también, en<br />
otros momentos, un símbolo de paz, de<br />
pureza, de alejamiento (la esquila de las<br />
vacas), es un espacio acústico, generador<br />
de efectos de todo tipo, es, finalmente, ia<br />
fuente de inspiración de la polifonía específicamente<br />
mahleriana. Se debe resaltar<br />
este mérito porque en general se considera<br />
la escritura a varias voces como el<br />
mayor logro de la música occidental y sobra,<br />
su elemento más abstracto y cerebral,<br />
por tanto más alejado de la naturaleza.<br />
Porque Mahler veía las cosas muy de otra<br />
manera. Los sonidos, las músicas que, en<br />
el poema de Baudelaire y el Preludio de<br />
Debussy, girón en eí aire de la tarde y que<br />
él escucha de lejos, en el corazón de la<br />
naturaleza, le fascinan porque le descubren<br />
la mismísima esencia de cualquier<br />
polifonía digna de ese nombre. Asi se lo<br />
SCHERZO 151
MAHLER EN MADRID<br />
afirmará a uno de sus compañeros de paseo<br />
un día en que camina por el sendero<br />
forestal que lleva de Maiemigg a Klagenfurt,<br />
un día en que escucha dos organillos<br />
superponer sus estribillos, amén de una<br />
lejana música militar y por último el chinchin<br />
de un orfeón campesino. En el mismo<br />
momento en que su acompañante se<br />
tapa los oídos, horrorizado por esa cacofonía,<br />
en Mahler estalla su felicidad musical:<br />
«¿Lo oyes? -dijo, -¡Esto es polifonía<br />
de vendad! En música tiene que ser igual.<br />
Los temas deben llegar de varios lugares<br />
diferentes, con sus melodías y sus ritmos<br />
bien diferenciados. Si no es así. no es más<br />
que simple escritura y homofonía disfrazada.<br />
El artista debe acordar, ordenar y<br />
unir el conjunto en una única entidad sonora»'.<br />
Su niñez, pasada en una región colmada<br />
de música, hizo de Mahler desde su<br />
edad más temprana un músico instintivo,<br />
un Musikant mucho antes de que se convirtiera<br />
en un músico Musiker (un músico<br />
culto). Sus primeras composiciones importantes,<br />
Das Klagende bed y los Lieder<br />
emes fanrenden Gesellen, beben en ambas<br />
fuentes. En ocasiones el Musikant se oculta<br />
tras el Musiker, y viceversa. Sin duda<br />
fue esa musicalidad instintiva y enseguida<br />
desarrollada la que permitió a Mahler encontrar<br />
a los veintitrés anos su estilo propio<br />
y componer a los veinticuatro una<br />
obra maestra tan perfectamente terminada<br />
como los Lieder emes fahrenden Gesellen.<br />
El mismo reconoció la importancia<br />
fundamental de las fuentes de su infancia:<br />
«La composición se parece a esos juegos<br />
de construcción en los cuales siempre se<br />
levantan con las mismas piedras nuevos<br />
edificios. Estas piedras están ahí, desde la<br />
infancia, dispuestas a ser reconocidas y<br />
reunidas para ser utilizadas enseguida» 10 .<br />
Sin embargo, esas fuentes de la niñez<br />
más temprana no son las únicas que regaron<br />
el arte mableriano. Existe otra, casi tan<br />
importante como ellas, aunque un poco<br />
mas tardía. Se trata de las lecturas de juventud<br />
/ en especial la de los grandes románticos<br />
como E.TA Hoffmann y jean<br />
Paul. Su sola influencia basta para explicar<br />
uno de los aspectos mas llamativos y originales<br />
de su música: la mezcla de lo grotesco<br />
y de lo trágico, de ironía y de ingenuidad,<br />
al igual que los famosos cambios<br />
de humor y las brutales rupturas de clima.<br />
La sombra de Jacques Callot, el famoso<br />
grabador francés que admiraba Hoflrnann,<br />
el recuerdo de Roquairol, el anti-héroe de<br />
Titán, la gran novela de Jean Paul, nos viene<br />
a la memoria cuando se escucha esa<br />
música y no sólo cuando se evocan explícitamente,<br />
como ocurre en la Primera Sinfonía.<br />
Por su parte, Adorno ha comparado<br />
la estructura de las Sinfonías de Mahler a la<br />
novela, haciendo así alusión a la manera<br />
de encadenar episodios sin recurrir a un<br />
152 SCHERZO<br />
plan predeterminado sino transformando<br />
y deformando los materiales temáticos a<br />
ía medida que se desarrolla el relato y a la<br />
manera de un proceso biológico.<br />
La lectura de grandes textos filosóficos<br />
abrió también ef espíritu de Mahler a los<br />
problemas de la condición humana «¿Para<br />
qué existimos? ¡Continuaremos existiendo<br />
después de la muerte?»", tales son<br />
las preguntas fundamentales a las cuales<br />
responde sobre todo el autor de la Segun-<br />
tancia ha sido subestimada durante mucho<br />
tiempo. Se trata de la violenta hemorragia<br />
que le llevó cerca de la muerte durante<br />
la noche del 24 al 25 de febrero de<br />
1901. A sus íntimos les habló vanas veces<br />
de su pavor retrospectivo: «Se hizo más<br />
tierno e indulgente -escribe Bruno Walter-<br />
una gran capa de calma, que subía<br />
de las profundidades, había recubierto, en<br />
cierto modo, el conjunto de su personalidad.<br />
Había sentido la proximidad de la<br />
La HiJuschen de Steiníwd). ufo de tos rejiígios preferidos de Moble', donde compuso lo Tercero Sinfonía.<br />
do Sinfonía. Goethe y Holderiin, Schopenhauer,<br />
Kant y Nietzsche, Gustav Theodor<br />
Fechner son poetas y pensadores que le<br />
han permitido tomar distancias con respecto<br />
a la trivialidad cotidiana y abrir su<br />
obra al mundo del espíritu, mediante una<br />
reflexión fundamental que no se encuentra<br />
en casi ningún otro compositor.<br />
El primer período creador de Mahler<br />
se acaba en una Sinfonía cuya ingenuidad<br />
de estilo y simplicidad de materiales encubren<br />
una complejidad de escritura y estructura<br />
sin precedentes en su obra. El<br />
neoctosrasmo anticipado de la Cuarta, la<br />
imaginería popular del Finale y su descripción<br />
medio ingenua y medio paródica del<br />
cielo y de sus alegrías despistaron tanto a<br />
sus contemporáneos que creyeron que<br />
Mahler se burlaba de ellos. Pero esa Sinjbnía<br />
la más objetiva de todas, al menos en<br />
apariencia, no puede separarse del contexto<br />
biográfico que la rodea. En efecto,<br />
el bienestar y la calma que rezuma, no<br />
puede impedir relacionarla con la satisfacción<br />
que sentía el músico, después de un<br />
largo vagar por los teatros de Austria-<br />
Hungría y de Alemania, al verse por fin<br />
de vuelta en su patria y a la cabeza de<br />
una de las instituciones musicales más<br />
prestigiosas del mundo germánico.<br />
Un año después de terminar la diana,<br />
el primer viraje decisivo que aparece en<br />
la vida creadora de Mahler es desencadenado<br />
por un acontecimiento cuya impor-<br />
muerte». 12 , En adelante nada será igual ni<br />
en la vida ni en la obra de Mahler. Al año<br />
siguiente va a casarse. Mientras espera las<br />
obras compuestas en el verano siguiente,<br />
durante una auténtica explosión creadora,<br />
poseen un carácter fúnebre y desesperado:<br />
se trata de los primeros movimientos<br />
de la Quinto, del Tambourg'sell. de<br />
los pnmeros tQndertotenlieder. De pronto<br />
toda su obra cambia de carácter. Entra<br />
más en profundidad dentro de sí mismo,<br />
choca violentamente con las fuerzas hostiles<br />
del yo y del destino (Sexta), Ceíebra<br />
la Noche, sus misterios y sus visiones fantasmagóricas<br />
(Séptima). Con excepción<br />
de esas obras maestras en miniatura que<br />
son los RückertLieder, abandona por el<br />
momento la voz humana. Interioriza, reflexiona,<br />
se prohibe la utilización de poemas<br />
o de alusiones literarias. Evita para<br />
siempre en sus obras los progromos, los<br />
textos, los coméntanos o las explicaciones<br />
verbales. Su reflexión se convierte en<br />
más musical que Irterana, es la época de<br />
las formas cada vez más libres, de las polifonías<br />
cada ve2 más elaboradas. Los triunfos<br />
afirmativos que Adorno juzga escasamente<br />
convincentes en la Quinta, la Séptima<br />
y la Octavo Sinfonías, rodean la única<br />
de sus obras que termina en una derrota<br />
y en el marasmo absoluto, la Sexta Sin<br />
embargo, en ese momento, Mahler está<br />
en la cumbne de su gloria, parece feliz y<br />
satisfecho tanto en su vida privada como
en la pública. Igual que en otro tiempo<br />
habla compuesto en la angustia alegre, la<br />
resplandeciente Cuarta, su obra más luminosa<br />
demuestra aquí, en la Sexta, que<br />
si los acontecimientos de la vida ejercen<br />
una influencia muy fuerte sobre su creación,<br />
esta influencia no es, la mayoría de<br />
las veces, ni directa ni inmediata. Por el<br />
contrario, la nueva evolución que se encuentra<br />
en el origen de su tercer período<br />
creador, como anteriormente del segundo,<br />
es otra vez un acontecimiento de<br />
su vida, el más doloroso quizá de toda su<br />
existencia de adutto, ya que se trata de la<br />
muerte de su hija amadísima de cuatro<br />
años. Ocurre que, acerca de todo el periodo<br />
que le sigue y al principio del cual<br />
nos encontramos a Mahler presa de una<br />
desesperación absoluta y casi muda, se<br />
han cometido errores muy graves. Bajo<br />
el pretexto de que los médicos le diagnosticaron<br />
entonces una ligera «insuficiencia<br />
mrtral», afección bastante corriente<br />
de una válvula de su corazón, bajo el<br />
pretexto de que le llevaron sin ningún<br />
motivo a vivir durante unos meses como<br />
un enfermo grave, se ha descrito al Mahler<br />
de esa época como un hombre que<br />
no puede más. Asi se ha pretendido una<br />
y otra vez que Dos<br />
Ued van der érete y<br />
la Novena fueron<br />
compuestas por un<br />
muerto con la sentencia<br />
en suspenso<br />
que no tenia más<br />
propósito en este<br />
bajo mundo que<br />
despedirse de la tierra,<br />
lo que, por otra<br />
parte, iba a hacer<br />
tres veces, en las<br />
dos obras que acabo<br />
de crtar y en la<br />
inacabada Décimo.<br />
Pero, ¡qué nos enseña<br />
la realidad biográfica?<br />
Un director<br />
de orquesta tan hiperactivo<br />
como de<br />
costumbre, que va a<br />
dirigir dos temporadas<br />
de ópera bien<br />
prever su próximo fin. Durante esa última<br />
temporada escnbe varias veces a su familia<br />
que nunca se ha sentido mejor de salud.<br />
De hecho, durante esa segunda temporada<br />
filarmónica, realmente conquistó<br />
América y tuvo algunos de los mayores<br />
tnunfos de su carrera. Es este, pues, el<br />
hombre acabado, el enfermo grave, obsesionado<br />
por la idea de su fin inminente,<br />
que nos descnben la mayor parte de los<br />
musicógrafos. En este caso me parece importante<br />
rectificar nuestra manera de entender<br />
las obras del tercer período creador<br />
de Mahler, a la luz de la verdad histórica.<br />
Porque componiéndolas pensaba, en<br />
mi opinión, mucho menos en su próxima<br />
muerte que en la muerte de los hombres<br />
en general. La obsesión que parece haber<br />
sentido de la partida, del adiós, le sobrevino<br />
al ver morir ante sus ojos a la hermosa<br />
niña que lo había sido todo en su vida.<br />
Verosímilmente el acontecimiento despertó<br />
en él las emociones de su niñez, las<br />
que habla sentido al ver monr en tomo<br />
suyo a ocho de sus hermanos y hermanas,<br />
cuando compartió la pena de sus padres.<br />
En 1907 la pena causada por la<br />
muerte de su hija fue tan fuerte que no<br />
pudo hablar jamás de ello y reprimió las<br />
MAHLER £N MADRID<br />
de esa crisis y de esa pena otro hombre,<br />
más profundo y mas fuerte. Esa fuerza y<br />
esa profundidad nuevas enriquecerán las<br />
dos obras maestras más preciosas.Dos<br />
Ued y la Novena.<br />
Para comprender la Décima Sinfonía, es<br />
también indispensable conocer los acontecimientos<br />
del verano de 1910. En efecto,<br />
desde hace algún tiempo, la revelación<br />
de la correspondencia entre Alma y Walter<br />
Gropius ha arrojado una luz nueva y<br />
desoladora sobre los úrtimos meses de la<br />
vida de Mahler. Porque Alma no había<br />
confesado nunca que sintiera por Gropius<br />
una pasión física tan intensa. En ningún<br />
otro sitio habla dicho que continuó<br />
viéndolo a pesar de la promesa que le hizo<br />
a Mahler, y que consideraba al joven<br />
arqurtecto como su amante titular y como<br />
una legitima compensación después<br />
de años de renuncia a todas las alegrías<br />
de la carne. Tal como ha sido revelado<br />
recientemente por el biógrafo de Walter<br />
Gropius, la situación entre Mahler y Alma<br />
parece, a primera vista, de una comedia<br />
de enredos, pero en realidad se trata de<br />
una gran tragedia Casi es imposible creer<br />
que haya podido durar tanto y no se<br />
puede dejar de pensar que Mahler posiblemente<br />
adivinó<br />
y lo presintió todo.<br />
La melancolía<br />
la tristeza punzante<br />
y casi metafísica<br />
de determinados<br />
pasajes de Das<br />
hed y de la Noveno<br />
Sinfonía deben<br />
ser, en mi opinión,<br />
entendidos<br />
en segunda instancia,<br />
como una<br />
meditación sobre<br />
la condición humana<br />
y la muerte,<br />
de las más profundas<br />
y esenciales<br />
que nos haya<br />
dejado creador<br />
de música alguno.<br />
Por el contrario,<br />
determinados pa-<br />
sajes de la Déci-<br />
La aclmdad de intérprete y administrador condicionó la creación rnohlenona. Mahler dinge la Noveno<br />
nutridas y seguidamente las dos tempo-<br />
Sinfonía de Beelhonen.<br />
ma, en especial el segundo <strong>Scherzo</strong> y el<br />
radas de conciertos mas intensas de su<br />
Finale, sin duda compuestos después de la<br />
carrera: en primer lugar, cincuenta con-<br />
manifestaciones demasiado visibles de crisis de 1910-las famosas frases desesciertos<br />
e innumerables ensayos, y esto<br />
dolor. Después, realmente la impresión peradas lo demuestran-, expresan un do-<br />
en cinco meses, después, al año siguien-<br />
del diagnóstico cardiaco, que hicieron lor sin limites, de un hombre que cose<br />
te, un número igualmente elevado de<br />
médicos que no le conocían y que le haber fracasado en su vida ya que no ha<br />
conciertos en quince semanas, es decir,<br />
asustaron innecesariamente, fue cruel. Pe-<br />
conseguido conquistar el único corazón<br />
en menos de cuatro meses, ya que esa<br />
última temporada se verá interrumpida<br />
ro consiguió superarla Se dedicó a vivir<br />
que le importa, el único ser que en adelante<br />
cuenta para él. Ese es el sentido, me<br />
por los primeros síntomas de una grave<br />
normalmente de nuevo y a hacer largas<br />
parece, que se le debe dar al grito desga-<br />
enfermedad infecciosa {y no cardiaca) caminatas a pie, si no escaladas. En definirrador<br />
que cierra el último movimiento<br />
que se le declaró antes de finales de fetiva, la crisis de 1908 fue tan fértil como la<br />
de la Sinfonía inacabada de Mahler.<br />
brero de 191 I.<br />
de 1901: las cartas que escribe a Bruno<br />
En aquel momento Mahler no podía Walter lo prueban. Mahler se rehizo, se<br />
volvió a encontrar a si mismo, induso volvió<br />
a componer, actividad indispensable Se podría seguir aún la búsqueda de<br />
para su equilibrio. Una vez más emerge claves y de instrumentos de análisis en la<br />
SCHERZO 153
MAHLER EN MADRID<br />
claves y de instrumentos de análisis en la<br />
vida de Mahler. Se puede comprobar, sobre<br />
todo, que el conocimiento del hombre,<br />
de su carácter, de su personalidad,<br />
terminan con la imagen tradicional que<br />
de él se había formado a causa de sus<br />
obras más populares, Dos Lied von der Erde<br />
y los Kindertotenlieder, imagen que era<br />
la de un compositor morboso e introvertido.<br />
Esa imagen se las arregló para reforzarla<br />
el célebre film de Lucchino Visconti<br />
Muerte en Veneoo, al inventar toda clase<br />
de nuevas ficciones, hasta el punto de<br />
que Mahler se convierte en una caricatura,<br />
un Chaikovski vienes, un marginal que<br />
se deleita con su propia frustración. Ahora<br />
bien, con lo que nos encontramos es<br />
que el hombre desbordaba energías y vitalidad<br />
y la historia de su vida nos lo<br />
muestra como un administrador realista,<br />
un dirigente de hombres, capaz, es verdad,<br />
de grandes impulsos de compasión,<br />
pero totalmente libre de ese sentimentalismo<br />
que los primeros que escucharon<br />
sus obras creyeron descubrir en él. Igualmente,<br />
un examen en profundidad de sus<br />
partituras revela a un creador infinitamente<br />
más audaz y mas orientado hacia el<br />
porvenir de lo que al principio se habla<br />
pensado. Su actitud hacia Schoenberg, sus<br />
interpretaciones neoyorquinas de obras<br />
de Debussy y Dukas, su actitud ante la<br />
vanguardia de su época demuestran cumplidamente<br />
que la modernidad no le<br />
asustaba. Si sus obras trad icio nal mente<br />
impopulares, como la Sexto y la Séptima<br />
Sinfonías, han comenzado a ser captadas y<br />
comprendidas, es porque se ha aprendido<br />
hoy a escuchadas como creaciones<br />
que pertenecen al siglo XX; su complejidad<br />
de estructura y de lenguaje las hacen<br />
dignas contemporáneas de las primeras<br />
creaciones schoenbergianas, con las cuales<br />
comparten la extrema audacia y en<br />
especial los juegos tímbncos y la puntillosa<br />
perfección técnica Entendemos mejor<br />
que nunca, hoy, las sutilezas y audacias de<br />
ese arte en el que el oficio no se ve nunca<br />
y que no ha cesado de evolucionar y<br />
profundizarse hasta alcanzar las cumbres<br />
de la Noveno.<br />
De ordinario, los críticos, e incluso los<br />
exégetas. ponderan el valor de una obra<br />
porque sea auto suficiente, resplandezca<br />
con su propia luz y no haya, resumiendo,<br />
la menor necesidad de las claridades puntillosas<br />
del historiador. Ahora bien, las acciones<br />
y reacciones de Mahler, sus silencios<br />
y sus interjecciones, sus reflexiones<br />
en voz afta, sus provocaciones y ocurrencias,<br />
pero sobre todo sus métodos de<br />
trabajo permiten por lo menos no equivocarse<br />
acerca de las intenciones del creador,<br />
a falta de ofrecer las claves absolutas<br />
de su creación. Si Mahler no hablaba<br />
con gusto de la técnica de sus composiciones,<br />
no tenía nada de un teórico a lo<br />
154 SCHERZO<br />
Schoenberg, no por eso era infinitamente<br />
más consciente de su método de composición<br />
y de su soberano dominio de lo<br />
que se ha admitido generalmente. Cuando<br />
habla por ejemplo, de la repugnancia<br />
que siente ante las re-exposiciones, las<br />
vueltas a atrás, anticipa uno de sus principios<br />
fundamentales, gracias al cual ha<br />
creado realmente una especie de novela<br />
musical en la que los personajes-tema<br />
evolucionan a medida que transcurre el<br />
relato y no recuperan nunca su forma pnmera.<br />
Antes de escoger entre las diferentes<br />
versiones que Mahler ha dejado de varias<br />
de sus obras, antes de aceptar o rechazar<br />
tal o cual retoque, es indispensable<br />
saber qué introducía en cada interpretación,<br />
a veces en función de la acústica de<br />
la sala o bien de los defectos o virtudes<br />
de los intérpretes. Antes de reproducir o<br />
de ejecutar sus indicaciones de matices o<br />
de tempo, se debe también saber que<br />
desconfiaba de los músicos de orquesta,<br />
que siempre tienen tendencia a exagerar<br />
y a hacer más de lo que se les pide, Esa<br />
es la razón por la cual escribe en general<br />
«no apresuran) (nicht eilen) en lugar de<br />
«ralentizar» o bien «no arrastrar» (nicht<br />
schleppen) por «acelerar ligeramente».<br />
En lo que respecta a los programas de<br />
sus primeras obras y a la importancia que<br />
Moble' y Alma en ñasilea, cuando driígiú altita Segundo Sinfonía (1894).<br />
debe concedérseles, hay que conocer<br />
también todo lo que escribió sobre ese<br />
tema saber, especialmente, que la mayor<br />
parte de ellos ha sido redactada a postenon,<br />
con excepción del de la Tercera. Durante<br />
los últimos años de su vida, volvió<br />
una y otra vez sobre esa espinosa cuestión,<br />
y siempre para condenar el propio<br />
principio de los comentarios verbales o<br />
de los análisis de una obra musical. Sin<br />
embargo, se debe saber también que ese<br />
rechazo tan categórico tiene su origen en<br />
su antipatía por la música descriptiva tal<br />
como la practicó Liszt en sus Poemas sinfónicos<br />
y tal como Strauss la cultivaba todavía<br />
con una prestigiosa facilidad y éxito<br />
creciente. Para Mahler, cuando la música<br />
sinfónica describe acontecimientos concretos,<br />
decae y vuelve la espalda a su verdadera<br />
misión. A sus ojos el dominio de<br />
la música comienza donde termina el de<br />
las palabras, como demuestra en sus<br />
obras del segundo y tercer periodo, excepción<br />
hecha de la Octovo Sinfonía y de<br />
La Canción de la Tierra. «Una obra tan<br />
unitaria, tan bien articulada y cerrada sobre<br />
sí misma -dice de la Segunda Sinfonía-,<br />
es tan difícil de explicar como el universo.<br />
Estoy convencido de que si se le<br />
pidiera a Dios que diera un programa para<br />
el universo que ha creado, se sentirla<br />
igual de incapaz 13<br />
Porque Mahler deseaba que cada una<br />
de sus Sinfonías fuera un universo, y esto<br />
por razones que únicamente las condiciones<br />
de su vida permiten comprender. En<br />
efecto, la mayor parte de su tiempo lo<br />
consagraba a su actividad de intérprete,<br />
especialmente en el teatro. Se identificaba<br />
con las obras que dirigía o ponía en escena<br />
con una excepcional entrega personal.<br />
hasta el punto de modificarlas y retocarias<br />
muchas veces. Esas obras de otro las vivía<br />
pues con tanta intensidad que hubiera sido<br />
natural que su música sufriera su influencia<br />
Así, cuando llegaba en el verano<br />
a Maiemigg, tenía que llevara cabo un esfuerzo<br />
sobrehumano, pero indispensable,<br />
para olvidarlas. Recordemos que decía de<br />
un compositor en el que las reminiscencias<br />
eran, en su opinión, demasiado visi-
les, «que debía de tener muy mala<br />
memoria para no haber sabido<br />
evitarlas»" (se trata de Zemlinsky).<br />
Él. para escaparse, hubiera podido<br />
crisparse, recurrir a tal procedimiento<br />
intelectual y a medios por<br />
así decirlo mecánicos, automáticos.<br />
Sin duda de ese modo se hubiera<br />
arriesgado a ser un maestro menor,<br />
dentro de unos limites que se<br />
hubiera secado, límites formados<br />
de la resistencia a ¡as presiones de<br />
fuera, en una época en que el viento<br />
del porvenir soplaba ya con violencia<br />
y los conservadores estaban<br />
vencidos de antemano.<br />
En lugar de ello eligió abandonarse<br />
a su inconsciente al igual que<br />
a su memona, sumergirse en cierto<br />
modo en el plasma original, entregarse<br />
a las corrientes divergentes<br />
de lo consciente y del inconsciente,<br />
dejar libres a las fuerzas, a los sueños,<br />
a las profundas pulsiones del<br />
ser. Fue así como llegó a considerarse<br />
como «un instrumento con<br />
el que toca el universo» 15 . Es cierto<br />
que cada verano una voluntaria<br />
ruptura con el mundo de lo real<br />
(«der Wert abhanden») le permitía<br />
partir a la conquista de sus tierras<br />
interiores. Sabemos hasta qué punto<br />
esa búsqueda era laboriosa y penosa,<br />
y se comprende por qué esa inmersión<br />
total no podía desembocar en pequeñas<br />
formas.<br />
Durante la composición de la Cuarta<br />
percibió que un «segundo yo» había trabajado<br />
en la obra durante las temporadas<br />
estén'es del invierno y la primavera y<br />
que la S/nfonfa así creció sola, dispuesta a<br />
dilatarse durante el verano. Esa concien-<br />
NOTAS<br />
I, «Meine Musik ist «gelebt», und wie sollen stch diejenigen<br />
zu ihr vematten. die nicht deben», und TU denen<br />
nicht ein Luftzug dnngt von dem Sturmflug unserer<br />
grossenZeit»Cf Gusto/Atohtei Bnefe 1879-1911.ZsoJnay,<br />
Wsn-Bertn-Zünch 1924 n° 164 y Gustó" Mahler<br />
ñnefe, Neuausgabe erweitert und revidiert von Herta<br />
Blaukopf, Zsolnav, Wien-Hamburg 1961, n° 139 (obras<br />
otadas en adelante por las iniciales MBRI y M8R2), Cf<br />
también Henry-Lous de La Grange, Mahler. Fayard Parts,<br />
1979-1964, yol. I, p. 495 (en adelante HLG).<br />
2 «So geht es mir immen nur wenn ich erlebe.<br />
«tondithte» ich - nur, wenn ich tondichte, debe ¿chb><br />
Cf MBRI n° 209 y MBR2 n° 21 6; HLGj.451.<br />
3. «So wie Sie auf der Spur smd, wertíen es nach<br />
urid nach alie wertíen. es gibt von Beethoven angelangen<br />
keine modeme Musik. die nicht ¡hr inneres Programm<br />
hat.» Cf MBRI n" 27-1: MRBÍ n° 283;<br />
HLGIU64.<br />
4. «Das unsere Musite das «trein Menschliche» (alies<br />
was dazu gehort, also auch das «Gedankliche»] in irgenú<br />
eine Weise in^ihviert. ist ja dodi nicht zu leugnen.<br />
(._) Wenn man musiz#ren wifl. darf man nicht malen.<br />
dienten, beschreiben wolien Aber was man musiaert is<br />
doch emen ganze (also fünlende, dentonde. atmende,<br />
leidende) Mensch.» Cf MBRI n° ÍS8; MRB) n° 334;<br />
HLG.11^64.<br />
5. «...harte ich sogar Mahler ¡usehen «volten. wie er<br />
ene Kravatte oinden, und harte das interessanter geftmden<br />
und lehrre*cher, ais «v»e írgendeiner unserer Musik-<br />
Alario, cuyo muerte sumid o Mahler en un dotar mudo y desesperado.<br />
cia de las germinaciones secretas, de los<br />
movimientos y procesos del inconsciente<br />
en Mahler había llamado la atención a<br />
Freud cuando, en 1910, el médico le explicó<br />
al músico los fundamentos de una<br />
teoría en úrtimo término más natural para<br />
el artista que para el científico. En mi<br />
opinión, la grandeza de Mahler reside<br />
esencialmente en que se puso por ente-<br />
hofrate emen Kholingen Stoff komponiert» Cf Schíjnberg.<br />
Sbl und Gedanke, in Gesommerte Scftn^en, vol I,<br />
S^n Vojtech. ed-, Fischer, Frankftjrt am Main, 1976, p.<br />
19. La versión definitiva de este texto, aquí crtado er<br />
alemán, difiere ligeramente del texto ongnal.<br />
6. «So; da haben Sie schon eirw Art FVograrnm - dh.<br />
eme Probé, wie ich Musik mache. Sie isl immer und<br />
überall nur Naturlautl (...) Eine andere Art von FTogramm<br />
erkenne ich. wenigstens für meme Werke. ncht<br />
arjiCfMBRI.n" l97,MBR2,n° 195 ^HLG.1^60<br />
7. «Was im Kunstvwrlt wirkt *ird vor allem immer<br />
das Geheimniswolle. Inkommensurabíe sein.(,) Aber die<br />
sind ihr noch mcht auf die Spur gekocnmen. die nicht<br />
alie Schauer eines unendlrchen Geheimnisvollen, Gftttííchen<br />
im Angesichre der Natur ergrerft, das wir nur ahr\er\r<br />
nicht begrertf n und durchdnngen künnenjí Cf Natalle<br />
Eauer-Lechner. Ennnerungn on GustOT AtoHer, Tal.<br />
Leipag-Wien-Zurich. 1923, p 140; Gustav Mahler, Herboi<br />
Kilhan, Ermefungen von Ntnatie ñauer-Ledtner, Knud<br />
Martner, ed., Karl Dieter Wapier. Hamburg. 1984, p.<br />
160 (estas dos edmones son citadas en adelante por ias<br />
iniciales NBLI y NBL2); HLG, 1.900.<br />
B. Ibid.<br />
9. «Húrt ihr's? Das ¡5t Polyphonie und da hab'ich sie<br />
heri (...) Gerade so, von gam verschiedenen Serten her,<br />
mussen die Therrien kommen und so vollig unterschieden<br />
sein in Rhythmik und Melodik (alies andere ist Woss<br />
Vielstimmigkert und verkappte Homophon»e); nur dass<br />
sie der KQnstler zu emein zusammenstimmenden und -<br />
klingenden Ganzen ordnet und veremt Cf NBLI, p.<br />
!47;NBL2,p. 165; HLG.I,902JÍ<br />
\MAHLER EN MADRID<br />
ro en su música, con sus ambigüedades,<br />
sus contradicciones. Pero<br />
es también maravilloso ver transformar<br />
esa materia bruta en un arte<br />
tan perfectamente elaborado y<br />
controlado, sin perder nada de la<br />
rica ambigüedad de su subconsciente.<br />
Porque se recordará, a guisa de<br />
conclusión, que si Mahler ha hecho<br />
de su ser profundo, de las experiencias<br />
que ha vivido, de las especulaciones<br />
filosóficas que compartió<br />
y de las visiones que le habrtaron,<br />
si hizo de todo ello materia<br />
viva de su arte, hay una gran parte<br />
inexplicable en su música, como<br />
señaló varias veces. Como dos paralelas<br />
en el infinito, el hombre y la<br />
obra terminaron aquí por encontrarse.<br />
Al igual que todos los grandes<br />
creadores. Mahler es a la vez lúcido<br />
y extra-lúcido. Su obra no da<br />
cuenta ni de una realidad ni de un<br />
sueño sino que se esfuerza por hacer<br />
que coincidan realidad y sueño.<br />
La contradicción, pues, la habata,<br />
la misma que gobierna la vida y<br />
que, mediante el juego de los contrarios,<br />
nos permite mantener el<br />
equilibrio. «Mi música es vivida»,<br />
decía por un lado, mientras que<br />
por el otro proclamaba «Mi obra no es la<br />
autobiografía de un director de ópera».<br />
Lo que diferencia al genio del hombre<br />
corriente es que aquél cuando dice cosas<br />
opuestas continúa diciendo la verdad.<br />
Henry-Louis de La Grange<br />
(Traduce**" de Javier Alfa")<br />
10. aDas Kompomeren ist wie en Spieten mit Bausteinen,<br />
wobei aus denselben Stenen imrrier ein neues<br />
Gebaude ertsteht Die Steine aber llegen von derjugend<br />
an, die alien zum Sammeln und Aufhehmen bestimmt<br />
ist. alie schonfix und ferOgdi»Cf NBLI, p. 120;<br />
NBL2,p. l38;HLai,80I<br />
I I. «Wozu sind wirf und: Werden wir setn auch<br />
(iber dieses Leben hinaus?» Cf NBLI, p. 45; NBLZ p.<br />
59; HLG.^63.<br />
12. «Er «var Stter, milder und wscher geworrfen und<br />
eme tiefemste Ruhe war über sein Wesen gebreitet»<br />
Cf Bruno Walter. Motiléis Weg. £n EnnnervngsWaa Der<br />
Merte-, lili.1911<br />
13. «Nun gar erst dieses Werk. das 5o ebheithch<br />
geschfossen und verburiden ist und das man ebenso<br />
vttnig ertóíren kann wie die Welt Ich bin namkh Uberzeugt,<br />
Yi^nn Gott aufgefordert würde, sein Programm<br />
zur oWelt», die er geschaffen. zu geben, kúnnte er es<br />
ebensowenig». Cf Alma Mahler. Gustiw Mohkr Erinnerugen<br />
und Bnefe Fiícher, Frankfurt, 1949, p. 275. Carta<br />
del 18 de diciembre de 1901.<br />
14. «GusQv sagte von ihm: Er rriüsse ^in schlechtes<br />
Gedaditnis haben, denn auf óessen Mangel schiebt er<br />
vor allem Plagíate, die einer bei anderen oder auch sich<br />
selbst zir Schulcten kommen lassL» Cf r*iatahe Bauer-<br />
Lechner, MaNetkxxi, manuscrito inédito. Biblioteca Mu-<br />
Bcal Gustav Mahler. Parls.<br />
15. fiNun aber denke Dir ein so grosses Werk, ¡n<br />
wekhem sich in der Tal die ganze Weit spiegett - man<br />
ist sozusagen selbst nur ein instrument. auf dem das üniversumspetwCfMBRI<br />
n° 153, p. 163.<br />
SCHERZO 155
ALTA FIDELIDAD<br />
Spendor: ¿También sobre la alfombra?<br />
C<br />
asi por eliminación, las cajas<br />
acústicas Spendor se han convertido,<br />
de un tiempo a esta<br />
parte, en referencia obligada dentro de lo<br />
que hoy ya podemos denominar Alta Fidelidad<br />
razonable, es decir aquella que<br />
sólo es un instrumento para escuchar<br />
música y que todavía no constituye un fin<br />
en sí misma considerada.<br />
Spendor es una pequeña fábrica de altavoces<br />
absolutamente británica, fundada<br />
a principios de aquellos Zocos 60 por<br />
el técnico acústico (ex BBC) Spencer<br />
Hughes con la ayuda de su mujer, la entusiasta<br />
Dorothy, casi en el garaje de la<br />
casa (Spen-Oor), así que a pesar de su<br />
actual implantación en el mercado internacional,<br />
estamos hablando, en el buen<br />
sentido, de una empresa de ámbito artesana<br />
I-familiar, hoy en manos de su hijo<br />
Derek, muy en la órbita filosófica de lo<br />
que podemos denominar, como tanto<br />
gusta decir a los ingleses, herencia de la<br />
BBC<br />
Sabido es que pocos laboratorios han<br />
investigado con tanto rigor, competencia<br />
y paciencia como el de la veterana radio<br />
británica. En afortunada frase, se ha dicho<br />
que este laboratorio era la cátedra en diseño<br />
de cajas acústicas. Sus resultados<br />
prácticos nunca tienen la espectaculandad<br />
ficticia de los esotéricos diseños que<br />
hacen furor en las páginas de las revistas<br />
hifi, pero por el contrano, gozan de una<br />
sólida base técnica (a veces, no evidente)<br />
y durante estos años han tenido un éxito<br />
indiscutible en los hogares de miles de<br />
aficionados. Creo que los lectores asiduos<br />
recordaran con facilidad que la famosa<br />
mmicaja LS3/5A, imbatida en ciertos<br />
aspectos, es en realidad un diseño<br />
original de la BBC, comercializado por diversas<br />
firmas británicas.<br />
Así que a Spendor se la ha considerado<br />
siempre un satélite cercano a las enseñanzas<br />
de la BBC, aunque yo diría que<br />
también tiene muy bien asimilada la indudable<br />
revolución que ocasionaron en su<br />
día los sistemas electrostáticos de Quad.<br />
El sonido Spendor se caracteriza por su<br />
naturalidad, por sus excelentes medios,<br />
su espacialidad y muy especialmente por<br />
su exquisita precisión tímbrica. Son, pues,<br />
sistemas domésticos ideales para la audición<br />
de música clásica. Durante años, en<br />
aquella buena época de los Chnstopher<br />
(los legendarios Chnstopher Bishop y<br />
Christopher Parker), cajas fabricadas por<br />
esta firma (especialmente los modelos<br />
BC I y BC III) han equipado los estudios<br />
de grabación de la EMI y también los de<br />
la propia BBC, así como muchos otros<br />
privados.<br />
?5
C<br />
omo ya se hizo referencia en un<br />
número anterior de la revista,<br />
Maranz ha relanzado en el mercado<br />
español su gama de electrónicas<br />
con gran éxtto. La clave probablemente<br />
se encuentre en ofrecer unos buenos<br />
productos, aportar soluciones inteligentes<br />
y hacer hincapié en los aspectos mas<br />
importantes de un producto de audio:<br />
calidad de construcción y buena reproducción<br />
sonora. Si además, y como es el<br />
caso, el precio es competitivo,<br />
pocos peros quedan<br />
por oponer.<br />
Dentro del sector de<br />
los amplificadores de precio<br />
accesible, Maranz lejos<br />
de ofrecer luces y botones<br />
sin fin, ha optado por<br />
ofrecer prioridad a los aspectos<br />
musicales, cuidando<br />
sobremanera la selección<br />
de los materiales o<br />
incluso suprimiendo lo<br />
que no sea estrictamente<br />
necesario. De esta manera,<br />
en algunos modelos se<br />
han desarrollado versiones<br />
especiales, y en concreto<br />
en el PM-40- SE las conexiones<br />
de CD y Phono<br />
son de tipo dorado, se<br />
han supnmido los circuitos<br />
de control de tono mientras<br />
que las entradas de linea<br />
alimentan directamente<br />
al amplificador de potencia.<br />
A diferencia del amplificador de<br />
la serie normal, en el PM-40SE no cabe<br />
la conexión de dos parejas de altavoces,<br />
sino que se ha preferido cuidar las conexiones<br />
de uno solo, pero permitiéndose<br />
un montaje bifilar, esto es, la posibilidad<br />
de conectar por separado los cables<br />
de graves y agudos, Tan buenos<br />
detalles en un amplificador que ofrece<br />
50 Watios por canal y con una excelente<br />
respuesta dinámica, hacen de él un<br />
producto más que digno, y serio competidor<br />
de otras electrónicas, sobre todo<br />
si se estima que su precio ronda las<br />
45.000 pts.<br />
Sin embargo, es en el amplificador integrado<br />
PM-80, el modelo más alto de<br />
la gama, donde Maranz obtiene los resultados<br />
más interesantes. Disfruta de<br />
una estética negro mate y sus lineas bellamente<br />
diseñadas le dan un soberbio<br />
aspecto que pasa en seguida a un segundo<br />
plano cuando se inicia su escucha.<br />
Ante todo hay que hacer constar que<br />
se trata de un integrado muy versátil.<br />
Soluciones inteligentes<br />
Gracias a su selector giratorio de entradas,<br />
se puede optar entre fonocaptores<br />
de imán y bobina móvil, CD, sintonizador<br />
y otras fuentes auxiliares. Además<br />
es posible conectar tres monitores de<br />
cinta. En total hasta diez entradas. Otros<br />
controles permiten la selección de dos<br />
parejas de altavoces, el control de tono,<br />
la posibilidad de pasar a mono, y la opción<br />
de grabar de una fuente escuchando<br />
al mismo tiempo otra, lo que incre-<br />
Moronz, amplificador integrado PM-80<br />
menta la comodidad del aparato.<br />
Por otro lado, el PM-80 es uno de los<br />
primeros amplificadores que permiten<br />
eliminar los controles de tono y balance<br />
tanto en las fuentes analógicas como en<br />
las digitales. Actualmente es habitual encontrar<br />
aparatos donde es posible escuchar<br />
la fuente de CD directamente con<br />
los controles intermedios bloqueados,<br />
pero pocos han aplicado esa propiedad<br />
a las fuentes analógicas, lo que es incluso<br />
mas necesario. Aprentando el botón<br />
de Source Direct se obtiene un trayecto<br />
directo de cualquier fuente a la etapa<br />
del amplificador de potencia evitándose<br />
cualquier degradación no deseada de la<br />
señal.<br />
Sin embargo, quizá la peculiaridad<br />
qué distingue a este aparato de los<br />
competidores directos de otras marcas,<br />
es que es el único en que puede seleccionarse<br />
la dase de funcionamiento en<br />
la fase final de salida. Con sólo apretar<br />
una tecla, e! amplificador deja de funcionar<br />
en la habitual clase A/B donde sumi-<br />
ALTA FIDELIDAD<br />
nistra una potencia continua de hasta<br />
100 Watios y pasa a trabajar en pura<br />
clase A. De esta manera se suministra<br />
un quinto de la potencia nominal, 20<br />
Watios, pero de una calidad notablemente<br />
superior. El sondo es más puro y<br />
nítido y su distorsión prácticamente nula.<br />
Conmutando, por tanto, el amplificador<br />
en clase A o en el modo convencional<br />
de alta potencia, se obtienen resultados<br />
sonoros distintos, aun siendo<br />
todos de gran calidad.<br />
Las pruebas de escucha se hicieron<br />
con un lector de discos compactos Maranz<br />
CD-80 y altavoces Mission 764i y<br />
B&W Matrix 803. El resultado ha revelado<br />
un sonido de gran neutralidad y un<br />
timbre equilibrado. Claridad, nitidez y<br />
pureza lo definen. Los niveles de dinámica<br />
han resultado óptimos, sin distorsión.<br />
El funcionamiento de los 20 watios<br />
en clase A ha mostrado una calidad sonora<br />
de la que carecen amplificadores<br />
de similar nivel y precio. Su peso, además,<br />
de 13 kilos, da idea de la robustez<br />
de su construcción.<br />
En conjunto, el PM-80 es un amplificador<br />
excelente, bien realizado y totalmente<br />
digno de pertenecer a un sistema<br />
de Alta Fidelidad con pretensiones.<br />
Además, el precio, unas 80.000 pts., lo<br />
sitúa dentro de unos valores perfectamente<br />
aceptables.<br />
SCHERZO 157
ALTA FIDELIDAD<br />
Amplificadores multiuso<br />
Dentro de la tendencia cada vez mas extendida de fabncar amplificadores<br />
audiovisuales, Denon presenta el modelo AVC-3020 con una original<br />
configuración. La selección del amplificador posee seis canales, dos frontales de 80<br />
WRMS, dos centrales de 35 WRMS y otros dos traseros de 35 WRMS a 8 Ohms y<br />
un sinfín de conexiones para audio y video, Láser Disc y D.A.T. Se complementa<br />
con un nuevo desarrollo de circuito envolvente Dolby Pro-Logic en modos Wide.<br />
normal, fantasma, sala, surround simulado, en vivo, sintético y spectra, entre otros,<br />
para modificar hasta el infinito cualquier señal. El futuro de estos aparatos es<br />
enorme, habida cuenta del interés del aficionado porque un solo componente<br />
pueda Integramente gobernar todo el sistema de audiovisión de un hogar desde la<br />
comodidad del mando a distancia.<br />
£C<br />
Estado Sólido<br />
El nuevo diseño de Morten V. Warren<br />
para Bower & Wilkins, Solid, es un<br />
magnifico monitor digno de la firma inglesa<br />
que ahora cumple su veinticinco<br />
aniversario, En un reducido tamaño<br />
(233X163X150 mm. alto, ancho, profundidad)<br />
se concentra un sistema bassreflex<br />
con un tweeter de policarbonato<br />
y una unidad de graves de 5 1/4 pulgadas<br />
que ofrece una gran capacidad de<br />
potencia, hasta 150 W. de potencia musical<br />
a 8 Ohms. El mimo empleado en<br />
su realización permite un sonido notable,<br />
capaz de proporcionar un volumen<br />
elevado con una distorsión mínima. Está<br />
aislado magnéticamente a fin de que<br />
pueda situarse cerca de un T.V. garantizando<br />
un absoluto mantenimiento de la<br />
calidad de imagen, asi como ausencia de<br />
interferencias, Igualmente, Solid, está<br />
protegido con un dispositivo que limita<br />
automáticamente el nivel de entrada de<br />
potencia al exceder del límite de seguridad,<br />
lo que facilita su compatibilidad con<br />
todo tipo de amplificadores sin asumir<br />
nesgos innecesarios. Por supuesto, y como<br />
suele ocurrir con este tipo de dise-<br />
PM/ps Collection<br />
158 SCHERZO<br />
Disefto de Manen V. Worren<br />
ños, se ofrece en varios colores por<br />
35,000 pts.<br />
£C<br />
Aprovechando la campaña de Navidad,<br />
la multinacional holandesa ha presentado<br />
la llamada Philips Collection,<br />
una nueva gama de productos de audio<br />
y video seleccionados por su alta calidad,<br />
prestaciones y elegante diseño;<br />
desde receptores de bolsillo multibanda,<br />
lectores de CD que incluyen auriculares<br />
sin cable y mando a distancia, los conocidos<br />
T.V. Matchline o lectores Láser<br />
Disc Merece destacarse el excelente<br />
lector muttinorma de LD LDP 600 WS,<br />
que reproduce todo tipo de discos láser<br />
fabncados para los sistemas de video<br />
NTSC y PAL, obteniendo una definición<br />
Una nueva colección<br />
Walkman<br />
D.A.T. TCD-D3<br />
de Sony<br />
La capacidad de miniaturización de que<br />
hacen gala algunos fabricantes es digna de<br />
admiración. Poder condensar en 650 gramos<br />
y en un mínimo espacio las prestaciones<br />
de un aparato que apabulla no sólo<br />
a cualquier walkman convencional, sino<br />
a muchas platinas domésticas no está al<br />
alcance de cualquiera. El TCD-D3 de<br />
Sony es un watkmon que muy poco tiene<br />
que ver con sus homólogos en cuanto a<br />
prestaciones y sonido. Puede grabar digitalmente<br />
tanto las señales digitales procedentes<br />
de un lector de CD u otro DA.T.<br />
como señales analógicas convencionales.<br />
Su versatilidad permite conectarlo tanto a<br />
un equipo HIR como al radiocassette del<br />
coche mediante los oportunos cables que<br />
suministra el fabricante. Posee, obviamente,<br />
sistema de copias en serie. Calidad<br />
contrastada, sonido excelente y precio<br />
poco ajustado, unas 110.000 pts.<br />
£C<br />
de imagen de 440 lineas. Lógicamente,<br />
como reproductor de CD que a la vez<br />
es. se obtiene una gran calidad de sonido<br />
gracias a una de las mejores tecnologías<br />
existentes en el mundo, la conversión<br />
D/A de I bit de alta velocidad Brtstream<br />
a un precio muy contenido, unas<br />
85.000 pts. Comienza a ser poco comprensible<br />
adquirir reproductores de CD<br />
cuando estos Lectores de LD hacen la<br />
misma función con igual calidad y mayor<br />
versatilidad.<br />
£C
El prestigio de que goza<br />
Nakamichi es innegable; en<br />
particular su gama de platinas,<br />
que han adquirido en<br />
muchos casos el merecido<br />
título de clásicas. Sin embargo,<br />
no son tan conocidas<br />
por el aficionado medio sus<br />
electrónicas, de calidad<br />
igualmente contrastada y<br />
excepcional belleza de lineas.<br />
Nakamichi renueva su gama de productos<br />
Con el transcurso de los<br />
Ampíi/icodor f de Nakomió»<br />
años, la empresa japonesa<br />
ha decidido, sin rehuir su<br />
linea clásica, hacer un quizá discutible<br />
lavado de cara a sus productos, actualizando<br />
su diseño. El resultado son unos<br />
aparatos de líneas sencillas pero que<br />
esconden en su interior grandes prestaciones.<br />
La gama completa la componen<br />
amplificadores, platinas, sintonizadores<br />
y lectores de discos compactos que se<br />
complementan perfectamente unos<br />
con otros en su diseño. Es de agradecer<br />
que en vez de designar a los productos<br />
con nombres y letras más o menos<br />
esoténcos, se haya optado por diferenciarlos<br />
con un número, del uno al<br />
cuatro, coincidiendo el uno con las más<br />
altas prestaciones. A su vez, en los distintos<br />
componentes o se suministra<br />
mando a distancia o pueden ser gober-<br />
Al fin han llegado a España las nuevas<br />
series de electrónicas Threshold, que<br />
aparecieron en Estados Unidos este verano<br />
con gran éxito gracias a su precio<br />
relativamente razonable, habida cuenta<br />
sus prestaciones y calidad sonora.<br />
En lo que se refiere a los Amplificadores<br />
de Potencia, éstos se dividen en<br />
dos categorías: los que operan en pura<br />
clase A, reservados para las series más<br />
altas, denominadas e, y los que operan<br />
en clase A/AB tanto en las series e como<br />
en las normales. Si bien deben reseñarse<br />
los modelos SA-3.9/e (2X60<br />
FET-tQ/edeTbr&hokJ<br />
nados por los mandos que incluyen los<br />
amplificadores.<br />
En lo que respecta a los amplificadores,<br />
se caracterizan por una verdadera<br />
versatilidad multifuente y unas más que<br />
notables prestaciones sonoras, destacando<br />
el Amplificador I con sus 80 W. de<br />
potencia por canal, interruptor directo<br />
de CD, control de tono con interruptor<br />
de anulación, conexiones en las tomas<br />
de phono y CD bañadas en oro y la posibilidad<br />
de instalar un pre-amplificador<br />
opcional de phono de bobina móvil.<br />
Respecto a las platinas, merece señalarse<br />
la posibilidad de control del azimut<br />
para mejorar el rendimiento de las altas<br />
frecuencias de las cintas magnéticas durante<br />
la reproducción, la utilización de<br />
Nuevas electrónicas Threshold<br />
W.) y SA-6/e (monofónica, 1X125<br />
W.), que operan en clase A, hay que<br />
hacer especial mención a la nueva S-<br />
250 (2X125 W. en A/AB, excelente<br />
etapa para quien desee introducirse en<br />
la Alta Gama con gran dignidad y a un<br />
precio bastante contenido (498,000<br />
pts.).<br />
El elegante diseño, la cuidada presentación<br />
y su completa versatilidad son algunos<br />
de los puntos fuertes de los nuevos<br />
pre-amplificadores FET-9/e y, sobre<br />
todo, FET-10/e de Threshold. Tanto en<br />
sus opciones para conexión analógica<br />
ALTA FIDELIDAD<br />
reductor de ruido dolby B y C y la calidad<br />
más que contrastada de los cabezales<br />
que se utilizan.<br />
En cuanto a los lectores de CD, se<br />
ofrecen con el sistema de doble conversor<br />
de 16 a 20 bits según modelos y óctuple<br />
frecuencia de sobre muestreo, además<br />
de sistema de reproducción de disco<br />
único o multidisco a elección. Además<br />
presentan todas las características de búsqueda<br />
y programación de pistas.<br />
Un conjunto, en fin, de notables prestaciones<br />
a precios muy contenidos. Entre<br />
50.000 pts. y 100.000 pts. oscilan en<br />
general los modelos, dependiendo de la<br />
categoría numérica que se elija.<br />
£C<br />
como únicamente de línea, el mismo<br />
cuidado con que se han hecho ambos<br />
productos es evidente.<br />
Si soberbio es el aspecto, no menos<br />
incuestionable es el sonido de estas<br />
electrónicas. Definición rica en detalle,<br />
sin apenas coloración, de una excelente<br />
tímbrica y gran dinámica hacen de estos<br />
formidables conjuntos una opción muy<br />
seria.<br />
Distribución en España: Nova Systems,<br />
SA Casp 78. 08010 Barcelona.<br />
£C<br />
SCHERZO 159
¡AZZ<br />
De tal manera crece la producción<br />
discográfica que nos obliga<br />
a ampliar año tras ano nuestra<br />
lista de ediciones imprescindibles. De las<br />
24 que incluía en la del 1990 he llegado<br />
esta vez a más o menos el doble, lo que<br />
puede parecer absolutamente abusivo.<br />
Confieso que son muchos, pero a mi<br />
modo de ver, todos estos cuarenta principales<br />
deben ser tomados en consideración<br />
por cualquier aficionado serio y,<br />
si es posible, ser también adquiridos, En<br />
su conjunto constituyen un amplio y<br />
muy impresionante panorama de lo que<br />
actualmente se mueve dentro del |azz.<br />
indican el todavía enorme peso que sigue<br />
teniendo lo mejor del pasado sobre<br />
las nuevas generaciones de músicos, /<br />
dan al mismo tiempo una idea del altísimo<br />
nivel de calidad que, en general, se<br />
ha logrado con la ayuda de las novedades<br />
técnicas.<br />
Destacan entre tantos nombres algunos<br />
grandes genios: Louis Armstrong,<br />
Duke Ellington. Charlie Parker, Miles<br />
Davis, J.J. Johnson, Tommy Flanagan,<br />
Stan Getz... Es natural. Sin ellos, el jazz<br />
de hoy no seria posible. Todos los demás,<br />
sin excepción, han encontrado<br />
gran parte de su inspiración en sus<br />
obras. Disponer de toda la importante y<br />
hasta ahora mal conocida obra de<br />
Armstrong de los años 30, ordenada<br />
cronológicamente, es todo un lujo, como<br />
lo es escuchar a la orquesta de<br />
Ellington en directo y en dos espléndidos<br />
momentos (1940 y 1960). Descu-<br />
7CÍ0SCHER2O<br />
Episodios<br />
brir a estas alturas una serie de inéditos<br />
de Parker es nada menos que una sensación,<br />
y volver a escuchar los diferentes<br />
quintetos que tuvo Miles Davis en la década<br />
de los 60 es un inmenso placer del<br />
cual nadie se debe privar.<br />
En esta selección se mezcla la veteranía<br />
con la juventud, la vanguardia con<br />
los estilos clasicos o neoclásicos, al mismo<br />
tiempo que los músicos de ambos<br />
lados del Atlántico forman una familia,<br />
A veces resurta tan dificil distinguir entre<br />
las generaciones en el jazz, y con frecuencia<br />
los músicos ya fallecidos nos<br />
suenan infinitamente mas jóvenes y refrescantes<br />
que las figuras recién llegadas<br />
que dominan la escena actual. Al arte<br />
de la grabación discográfica debemos<br />
muchos milagros. Gracias a él el tiempo<br />
desaparece, las décadas se unen, y la<br />
historia llega por fin a formar un todo<br />
sin barreras y en toda lógica. De esta<br />
manera se comprende que un Wynton<br />
Marsalis o un Terence Blanchard logren<br />
tener un sitio al lado de Armstrong y<br />
Davis en el resumen del año que se ha<br />
ido, y que nuevos saxofonistas como<br />
Oliver Lake y Antonio Hart entre los altos,<br />
Vincent Herring y Tomas Franck<br />
entre los tenores, figuren a la altura de<br />
consagrados maestros como Anthony<br />
Ortega y jackie McLean, Eddie Harris y<br />
Joe Lovano.<br />
Donde no aparecen talentos dignos<br />
de mencionar es entre los/las vocalistas.<br />
De momento nos tenemos que conformar<br />
con dos grandes voces del pasado:<br />
Sarah Vaughan en una serie de grabaciones<br />
inéditas de considerable curiosidad<br />
y Abbey Lincoln que tras unos años<br />
de silencio y olvido ha vuelto con impresionante<br />
fuerza y maestría.<br />
En cambio, la lista de pianistas es bastante<br />
más amplia que otros años. Aparte<br />
de contar con nuevas e importantes<br />
grabaciones de indiscutibles figuras como<br />
McCoy Tyner, Ellis Marsalis. Andrew<br />
I—lili. Kenny Barran y Keith Jarrett incluye<br />
varios nombres que todavía son desconocidos<br />
para el gran público: por ejemplo,<br />
el canadiense Jon Ballantyne que sigue<br />
los pasos de su compatriota Paul<br />
Bley, el danés Jan Kaspersen, fiel seguidor<br />
de Thelonious Monk, el cubano<br />
Gonzalo Rubalcaba y el británico Julián<br />
Joseph, los dos últimos virtuosos muy<br />
diferentes de quienes vamos, sin duda, a<br />
oír mucho en el porvenir.<br />
Debo añadir que detrás de varios pianistas<br />
aquí citados se esconden magníficos<br />
saxofonistas que contribuyen a<br />
crear notables obras. Tal es el caso de<br />
Steve Lacy, Arthur Blythe, David Murray<br />
y Branford Marsalis y, por encima de todos,<br />
Joe Henderson sin cuya importantísima<br />
aportación las grabaciones de Walter<br />
Norris y Stephen Scott ni el primero<br />
de los compactos de McCoy Tyner no<br />
figurarían en esta lista.<br />
199 I fue un gran año para el mercado<br />
discografico y para la música de jazz,<br />
jqué duda cabe!<br />
Ebbe Traberg
Los imprescindibles del 91<br />
LOUIS ARMSTRONG (Classics 536, 529, 509, 512, 515,<br />
523).<br />
JON BALLANTYNE: A Musing {Just 39-2).<br />
KENNY BARRON: The Only One (Reservoir RSR I 15).<br />
TERENCE BLANCHARD (Columbia CK 47354).<br />
PAUL BLEY: Changing Hands (|ust 40-2).<br />
Indian Summer (SteepleChase SCCD 31286).<br />
PAUL BLEY/JIMMY GIUFFRE/STEVE SWALLOW: The Ufe Of<br />
a Tno (OWL05W60).<br />
DONALD BROWN: Peop/e MUSJC (Muse MCD 5406).<br />
MILES DAVIS; Cool Boppirí (Fresh Sound FSCD 1008).<br />
NoBíues(|MY 1003).<br />
Cote B/ues(|MY 1010).<br />
DUKE ELUNGTON: Smdl Groups, vol. I (Columbia C2K<br />
46995).<br />
Fargo, North Dakota, November 7, 1940 (Stash 1019/20).<br />
Hor Summer Doñee (Red Barón AK 48631),<br />
TOMMY FLANAGAN: ñeyond 7he Bluebird (Timeless CD SjP<br />
350),<br />
TOMAS FRANCK: ín New York (Oiss Cross 1052).<br />
STAN GETZ: Semnity (EmArry 838 770-2).<br />
CHARUE HADEN LIBERATION MUS1C ORCHESTRA Dream<br />
Keeper (Blue Note 95474).<br />
BARRY HARRIS: uve At Maybeck Recital Hall (Concord<br />
CCD-4476),<br />
EDDIE HARRIS; A Tale OfTwo Gties (Night Records 2-<br />
91589).<br />
ANTONIO HART: For The First Time (Novus PD 83120).<br />
VINCENT HERRING: Ewdence (Landmark LCD 1527-2).<br />
ANDREW HILL Sur Not Farewell (Blue Note 94971-2).<br />
KEITH JARRETT: The Cure (ECM 1440).<br />
j.J. JOHNSON: Standares (Antilles 314-510 059-2).<br />
Quintergy (Antilles 422-848 21402).<br />
HANK JONE: Trío (Storyville STCD 4180).<br />
JULIÁN JOSEPH: The Language Of Truth (East West 9031 -<br />
75122-2).<br />
JAN KASPERSEN: uve ín Copenbogen, vol. I (Olufsen DOCD<br />
5136).<br />
STEVE LACY/MAL WALDRON: Hot House (Novus 3098-2-<br />
N).<br />
OLIVER LAKE: Again And Again (Gramavision R 2 79468).<br />
ABBEY UNCOLN: You Gotta Poy The Band (Vetve 3 14 51 I<br />
110-2).<br />
JOE LOVANO: Landmaríis (Blue Note 96108).<br />
JACKIE McLEAN: fttes OfPassage (Triloka 188-2).<br />
BRANFORD MARSAUS: TTie Beoutyfuí Ones Are No! Yet Bom<br />
(Columbia CK 46990).<br />
ELLJS MARSAUS: Piano ín E/Solo Piano (Rounder CD 2100).<br />
WYNTON MARSALIS: Standard Time vo!. 2/lntimacy Calling<br />
(Colombia CK 47346).<br />
WALTER NORRIS: Sunbursí (Concond CCD-4486).<br />
HOD O'BRIEN: Bidin High (Reservoir RSR 116).<br />
ANTHONY ORTEGA New Doñee.' (hat Art CD 6065).<br />
CHARUE PARKER: The Complete B/rth Of The Bebop {Stash<br />
535),<br />
RALPH PETERSON: Presente The Fo'tet (Blue Note 95475-2).<br />
GONZALO RUBALCAEA: The fltesang (Blue Note 97197-2).<br />
STEPHEN SCOTT: SomethÍDg To Consider (Verve 849 557-2).<br />
CECILTAYLORJozzAoWnce (Blue Note 844<strong>62</strong>-2).<br />
McCOY TYNER: Ne* York Reunión (Chesky JD51).<br />
44th Street Su/te (Red Barón AK 48630).<br />
SARAH VAUGHAN: íl\ 6e Seemg You (Stash 1015).<br />
JAZZ<br />
SCHERZO 161
EFEMÉRIDES<br />
MARZO<br />
I/III/I867: Casi cuarenta años después<br />
del fallecimiento de Franz Schubert,<br />
el Cuarteto Hellmesberger interpreta<br />
en Viena la primera audición pública<br />
del Quortettsatz (Movimiento de<br />
Cuarteto), en do menor, D. 701 Esta pieza,<br />
Allegro assai, era el primer movimiento<br />
de un proyectado cuarteto que<br />
el compositor vienes dejó inacabado.<br />
2/III/I792: Estreno en Londres<br />
de la Sinfonía a" 98, en si<br />
bemol mayor de Franz Joseph<br />
Haydn.<br />
3/III/I932: Fallece en Riga,<br />
Letonia, el pianista, compositor<br />
y musicólogo escocés Eugen<br />
d'Albert (Eugéne Francis-Charles).<br />
Inició sus estudios con su<br />
padre (profesar de ballet en el<br />
Convent Ganden. En 1881 obtuvo<br />
el Premio Mendelssohn de<br />
piano y se trasladó a Viena,<br />
donde fue alumno de Hans<br />
Ríchter y posteriormente a<br />
Weimar, donde tuvo como<br />
profesor de perfeccionamiento<br />
a Liszt. Comenzó una brillante<br />
carrera como concertista que<br />
le proporcionó, además de fama<br />
y fortuna, la posibilidad de<br />
entrar en contacto con otros<br />
músicos: Grieg, Humperdick,<br />
Hans von Bülow, Max Reger,<br />
Pfitzner... En 1907 sucedió a Joseph<br />
Joachim como director<br />
de la Hochschule für Musik de<br />
Berlín. Es autor de una sinfonía,<br />
dos conciertos para piano, dos<br />
cuartetos para cuerda y varios<br />
Heder y varias obras para la escena:<br />
Der Rubin (1893), Ghismonda<br />
(1895), Kain (1900),<br />
Der Improvisator (1902)... Dentro de este<br />
apartado conviene destacar Tiefland<br />
(estrenada en Praga en 1903) considerada<br />
como su mejor ópera y que contó<br />
con Rudolf Lotharcomo libretista que, a<br />
su vez, se basó en textos del escritor<br />
catalán Ángel Guimerá {n. en Santa<br />
Cruz de Tenerife en 1849). D'Albert es<br />
autor de las transcripciones para piano<br />
de obras de Bach, cadencias para el<br />
Concierto para piano n.° 4 de Beethoven<br />
y de la edición de las obras completas<br />
de Liszt Nació en Glasgow en 1864.<br />
1<strong>62</strong> SCHERZO<br />
Franz jostph Hoydn<br />
trae matrimonio con Alma Schindler<br />
9/111/1842: En el Teatro de la Scala<br />
de Milán se estrena la ópera Nabucodonosor<br />
de Giuseppe Verdi. Esta obra obtuvo<br />
un rotundo éxito no exento de<br />
connotaciones patrióticas, el célebre coro<br />
Va, pens/ero se transformó en un oficioso<br />
himno nacional en un momento<br />
en que tropas extranjeras ocupaban<br />
parte de Italia. El compositor se convirtió<br />
en héroe nacional, Nabucco (término<br />
con el que se conoce en la actualidad la<br />
ópera) llegó a represenntarse sesenta<br />
veces en ese mismo año. En 1845 ya<br />
era conocida en toda Europa y en Estados<br />
Unidos de Norteamérica. Este<br />
triunfo consagró al compositor italiano<br />
que en 1843 presentaría otra ópera de<br />
tinte patriótico: / Lombardi olla pnmo<br />
croaata, que como Nabucco tuvo grandes<br />
problemas con la censura.<br />
salvatge. Alumno de la Escuela Municipal<br />
de Música, donde contó con profesores<br />
de la talla de Millet, Costa Morera<br />
y Pahissa. Su pasión por la música de<br />
Chaikovski y Stravinski le llevaron a centrar<br />
la mayor parte de sus obras hacia el<br />
ballet (La Venus d'Üne, Pastoral, Leyenda<br />
y Manfred). En 1947 presenta en el Liceo<br />
de Barcelona su ópera £/<br />
gato con botas, según libreto<br />
de Néstor Lujan. Otras obras:<br />
Una voz en off, Canciones negras,<br />
Cuarteto Indiano, Concierto<br />
para piano. Partida, surte para<br />
orquesta que obtuvo el<br />
Premio Osear Esplá en 1958 y<br />
su insólita Desintegración morfológica<br />
de la Chacona de Bach.<br />
15/111/1842: Fallece en París<br />
el compositor italiano Luigi<br />
Cherubini.<br />
16/111/1942: Fallece en<br />
Nueva York el compositor y<br />
director de orquesta austríaco<br />
Alexander von Zemlinsky.<br />
17/111/1892: Sergei Rachmaninov<br />
interpreta en Moscú<br />
el estreno de su Primer Concierto<br />
para piano y orquesta, en<br />
fa sostenido menor, Op. I.<br />
23/111/1792: Estreno en<br />
Londres de la Sinfonía n.° 94,<br />
en sol mayor de Haydn. Esta<br />
obra es conocida en el mundo<br />
anglosajón con el sobrenombre<br />
de Sorpresa y en Europa<br />
como Golpe de Timbal<br />
en alusión a la súbita introducción<br />
del instrumento al comienzo<br />
del segundo movimiento<br />
(Andante). Si bien la<br />
idea del compositor era la de<br />
sorprender al público no faltó<br />
quien apuntó la posibilidad de que ese<br />
fortissimo tenía cono finalidad despertar<br />
(?) a los asistentes que pudieran haberse<br />
quedado dormidos...<br />
6/III/I932: Fallece en Reading, 10/111/1892: Nace en Le Havre, Nor-<br />
26/111/1932: En el Teatro Calderón<br />
de Madrid se estrena Luisa Fernanda,<br />
zarzuela en tres actos según libreto de<br />
Federico Romero y Guillermo Fernández<br />
Shaw. Música de Federico Moreno<br />
Torroba.<br />
29/111/1902: Estreno en el Teatro<br />
Cómico de Madrid de la fantasía cómico-linca<br />
Sueño de Invierno de Amadeo<br />
Vives, libreto de Gabriel Merino.<br />
Pensylvania, el compositor y director de<br />
bandas militares, john Philip Sousa.<br />
mandía, el compositor Arthur Honegger.<br />
30/111/1872: Nace en Novgorod (ex<br />
URSS, hoy Rusia o CEI o quién sabe...)<br />
8/111/(902: Estreno en Helsinki de la II/IIII882: Estreno en el Teatro de el empresario, director y mecenas artís-<br />
Segunda Sinfonía, en re mayor, Op. 43 deLa<br />
Zarzuela de Madnd de La TEmpestico Sergei Pavlovich Diaghilev,<br />
Jean Sibehus. La obra está dedicada al<br />
barón Axel Carpelan, amigo y protector<br />
del compositor.<br />
tad, zarzuela de Ruperto Chapí según libreto<br />
de Ramos Carrión.<br />
I I/III/I9I2: Nace en Girona el com-<br />
31/111/1732: Nace en Rohrau el compositor<br />
austn acó Franz Joseph Haydn.<br />
9/111/1 902: Gustav Mahler con- posrtor y musicólogo Xavier de Mont-<br />
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