UN SIGNO ClINICO A PROPONER: "LA BARRA ASCITICA"
UN SIGNO ClINICO A PROPONER: "LA BARRA ASCITICA"
UN SIGNO ClINICO A PROPONER: "LA BARRA ASCITICA"
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232 ACTA MEDICA DOMINICANA NOVIEMBRE-DICIEMBRE 1985<br />
SECCION DE OBSERVACIONESClINICAS<br />
<strong>UN</strong> <strong>SIGNO</strong> <strong>ClINICO</strong> A <strong>PROPONER</strong>: "<strong>LA</strong> <strong>BARRA</strong> ASCITICA"<br />
Una parte importante del examen f(sico del paciente es<br />
la inspección de la pared abdominal. Se observael abdomen<br />
en cuanto a su simetría general, masas visibles,etc. La piel<br />
debe ser igual a la que se observa en otras partes del cuerpo.<br />
A la inspección, el abombamiento de los costados suele<br />
indicar ascitis (presencia de líquido en la cavidad peritoneal).<br />
La ascitis puede aparecer en la insuficiencia cardiaca<br />
congestiva, cirrosis hepática, nefritis y nefrosis y en otras<br />
enfermedades.<br />
Nos vamos a limitar mencionando los procedimientos<br />
clásicos descritos hasta ahqra en la literatura mundial que<br />
nos indican la presencia de ascitis. Las modificaciones de<br />
forma y volumen del abdomen son directamente proporcionadas<br />
a la cantidad de líqui~o existerlte en la cavidad<br />
peritoneal. Como reglageneral se admite que son necesarios<br />
1,500 cc para que la percusión lo denuncie, mientras que es<br />
menester una cantidad tres veces mayor para que constituya<br />
un síndrome ascítico completo. Frente a esta última situación,<br />
y observando al paciente en decúbito dorsal, el abdomen<br />
se presentará ensanchado y el líquido ocupará preferentemeñte<br />
los flancos. Es el llamado "vientre de batráceo".<br />
El revestimiento cutáneo del abdomen sufre modificaciones.<br />
Unas veces la piel es lisa, luciente y blanca. Otras<br />
veces hay pigmentacion~s o infiltración edematosa. La<br />
ruptura de las fibras elásticas de la dermis provoca cicatrices<br />
y algunas ascitis determinan circulación colateral. Los<br />
métodos clínicos usuales para determinar la onda líquida<br />
son los siguientes:<br />
1. Con el paciente en decúbito dorsal, el examinador<br />
coloca su mano izquierda contra el flanco derecho del paciente<br />
mientras un ayudante coloca el borde cubital de una<br />
mano sobre la línea media del ~bdomen. El examinador,<br />
con su mano derecha, da golpesfirmes en el blanco izquierdo<br />
del paciente. Si existe un volumen importante de líqui-<br />
'do ascítico, se transmitirá una onda a través del Iíquido, la<br />
cual será palpada por la mano izquierda del examinador.<br />
2. Zona de matidez cambiante. Clásicamenteconocida.<br />
Se le pide a la paciente que descanse sobre su flanco derecho.<br />
En caso de líquido libre, habrá matidez en la zona baja<br />
derecha y timpanismo en el flanco izquierdo superior. Lo<br />
contrario ocurre cuando se le pide a la paciente que descan-<br />
(*) Médico en el ejercicio de la profesión. Santiago, R.D.<br />
* Dr. José de J5. liménez O.<br />
se sobre su flanco izquierdo.<br />
3. Posición genupectorál. La presencia de líquido puede<br />
advertirse si se coloca al paciente en posición genupectoral.<br />
Si hay líquido libre, se desplazará a la zona más baja, es.<br />
decir, a la región periumbilical, donde se advertirá matidez<br />
a la percusi6n.<br />
Estos son los procedimientos clásicos descritos para<br />
detectar la presencia de ascitis. Hemos revisado para tal fin<br />
una amplia bibliografía al re~cto como se ve al final del<br />
trabajo. .<br />
Sin embargo, cuando hay poca cantidad de líquido, es<br />
dif(cil constatarlo, aun en manos expertas.<br />
Hemos notado que, aun con pequeñas cantidades de<br />
líquido ascítico, se puede diagnosticar éste fácilmente pidiéndole<br />
al paciente que, estando, en decúbito supino, trate<br />
de incorporarse en la cama. Inmediatamente, los músculos<br />
rectos mayores del abdomen van a protruir, a tornarse<br />
abombados. (Figura No. 1)<br />
Figura No. 1
Vol. 7, No. 6<br />
Muchas veces hemos presenciado pacientes que llegan<br />
con una marcada ascitis y con este signo clínico muy presente.<br />
Luego de realizarse una lenta paracentesis, si es que<br />
aún queda algo de líquido en la cavidad peritoneal, presentarán<br />
dicho signo, aunque menos marcado.<br />
Desde hace varios añós he difundido es~e signo entre<br />
médicos pasantes y residentes en el Hospital Universitario<br />
José María Cabral de Santiago y le he bautizado con el<br />
nombre de "barra ascítica". Algunos, por cortesía, le han<br />
añadido mi apellido al mismo.<br />
Quiero proponer este signo útil entre la clase médica<br />
dominicana, algo posiblemente visto y notado por todos,<br />
pero que en una forma u otra no aparece descrito en la<br />
literj(tura semiológica mundial.<br />
BIBLlOGRAFIA<br />
Biblioteca de Semiología. Directores: Cossio y Padilla. Tomo<br />
de Aparato Digestivo. 4ta. edición. Librería y Editorial El<br />
Ateno, Florida 340, Córdoba 2099, Buenos Aires 1946. Pág.<br />
236.<br />
I<br />
<strong>LA</strong> <strong>BARRA</strong> ASCITICA, JOSE DE JS. JIMENEZ O<strong>LA</strong>VARRIETA 233<br />
Propedéutica Médica. Drs. John Prior y Jack Silberstein. Primera<br />
edición en español 1973. Nueva Editorial Americana. Cedro<br />
512, México 4, D.F. Traducido al español de la obra Physical<br />
Diagnosis de Prior por el Dr. José Blengio. Pág. 265. The C.V.<br />
Mosby Company.<br />
Propedéutica Médica de Major. Por los Dres. Delp y Manning.<br />
Tercera edición en español. Nueva Editorial Interamericana.<br />
Cedro. 512, México 4, D.F. Méxioo. Traducida al español por el<br />
Dr. Homero Vela. 1968. W.B.Saunders Co., Philadelphia. Impreso<br />
en México.Pág.210. \<br />
Semiología Clínica por Bariety y Bonniot. Versión española de<br />
la Dra. Bozzl de Peláez. Editores Masson et Cie, París Vle 1965.<br />
Edición española impresa en España. Pág. 256.<br />
Métodos Clínicos por Hutchison y Hunter. Undécima edición.<br />
Versión castellana por Dr. Felipe Jiménez. Editorial Médico-<br />
Quirúrgica. Diagonal Norte 615, Buenos Aires 1948. Pág. 79.<br />
Semiología Médica y Técnica Exploratoria. Dr. Juan Suros<br />
Foms. 6ta. edición. Salvat Edito~, S.A. Mallorca 43, Barcelona,<br />
España. Pág. 462.<br />
Nota: Las páginas señálan dónde esos libros de Propedéutica tratan<br />
el síndrome ascítico.<br />
PROPOSICION DE <strong>UN</strong> NU EVO SUCEDANEO DEL <strong>SIGNO</strong> DE BABINSKI<br />
Dentro de los reflejos superficiales de los miembros<br />
inferiores se encuentra el reflejo plantar. Se pone de manifiesto<br />
excitando con un alfiler la planta del pie, en su lado<br />
externo, medio o interno, con escasa o mucha presión, según<br />
las circunstancias. El reflejo plantar normal consiste en<br />
la flexión de los dedos luego de esa maniobra.<br />
Pero en ciertas condiciones, en lugar de ocurrir esto, se<br />
produce la extensión del dedo gordo y la flexión de .Ios<br />
demás, o bien éstos se abren en abanico. Este fenómeno<br />
constituye el signo de Babinski, nombre del gran neurólogo<br />
francés que lo dio a conocer en una comunicación de apenas<br />
30 líneas a la Sociedad de Biología de París el 22 de<br />
,febrero de 1896.<br />
El signo de Babinski tiene Urlgrélnvalor semiológico.<br />
Revela una lesión de la neurona motora central, o sea, de la<br />
corteza o del fascículo piramidal. Existe en todas las hemiplejías<br />
(en las que generalmente es unilateral), en las paraplejías<br />
espásticas y las paraplejías fláccidas de origen central<br />
(en las que generalmente es bilateral). En el lactante existe<br />
normalmente hasta el final.del segundo año.<br />
El signo de Babinski es uno de los constituyentes del<br />
llamado síndrome piramidal. Este síndrome está constituido<br />
por espasticidad, hiperreflexia osteotendinosa y clonus.<br />
(*) Médico en el ejercicio de la profesión. Santiago, 'R.D.<br />
* Dr. José de Js. Jiménez Olavarrieta<br />
La espasticidad o hipertonia piramrdal se limita por lo general<br />
a los miembros, no participando los músculos de la cara<br />
ni los de la nuca. Afecta más a los músculos distales de los<br />
miembros.<br />
La exageración de los reflejos osteotendinosos o prC?fundos<br />
da lugar a la hiperreflexia. Como se sabe, la-vía<br />
piramidal ejerce un efecto inhibidor sobre los centros reflejos<br />
medulares y cuando dicha vía está lesionada, aparece<br />
hiperreflexia.<br />
El último elemento de este síndrome señalado es el<br />
clonus. El clonus (del griego klonos = agitación) consiste en<br />
una serie de contracciones involuntarias, rítmicas, determinadas<br />
en un grupo muscular, por la extensión brusca y pasiva<br />
de los tendones. Representa fisiopatológicamente una<br />
hiperexitabilidad del arco reflejo por supresión de la acción<br />
frenadora o reguladora que ejerce la vía piramidal cuando<br />
está intacta o normal.<br />
El clonus del pie o trepidación epilectoidea del pie se<br />
busca flecionando la pierna sobre el muslo y tomando a<br />
plena mano el pie del paciente por su cara plantar, provocando<br />
una flexión forzada pasiva. Se inicia entonces una<br />
serie de sacudidas rítmicas. El clenus patológico es muchas<br />
veces inagotable. El clonus de la rótula se busca con el<br />
miembro' en extensión, tomando la rótula entre los dedos<br />
mayor y pulgar de una mano, dando un pequeño golpe seco,<br />
como si se quisiera llevar bruscamente dicha rótula a