LA MISIÓN DE CRISTO ES NUESTRA MISIÓN

El jubileo está basado en el entendimiento de que
los seres humanos tienen la tendencia a acumular
riqueza a expensas de otros. Así que cada cincuenta
años era necesario nivelar las cosas, restaurar algún
sentido de equidad dentro de la familia humana. Sin
duda, una necesidad que hace falta en el mundo de
hoy. Sin embargo, como he señalado anteriormente,
Jesús estuvo haciendo más que solamente anunciar
el evento de una vez cada cincuenta años. Él estaba
anunciando una nueva manera de vivir. Estaba proclamando
que las iniquidades, injusticias y opresión
eran malignas, que no eran el camino de Dios, y
que debían desaparecer. Este nuevo camino era de
hecho el antiguo camino, el único camino que Dios
pensó cuando creó el mundo y sus habitantes. En
este sentido, fue el jubileo para poner fin a todos los
jubileos. Si el camino de Dios hubiese prevalecido,
entonces no habría más malas acciones que corregir.
Que las desigualdades en el mundo actual se
estén pronunciando más con el tiempo prueba que
la declaración de un jubileo en el sentido tradicional
no es suficiente. Algunos expertos prevén el decaimiento
del ambiente natural al punto en el que la
vida como la conocemos ahora no podrá continuar.
Sin embargo, personas de fe continúan aseverando
su confianza en que el camino de Dios prevalecerá,
que el reino de Dios está “cerca”.
Jesús predicó el reino de Dios, pero también lo
representó. Empezó a tratar a otras personas como
importantes, particularmente a aquellas rechazadas
socialmente. Sanó enfermedad y deformidad física.
Pero Jesús fue más allá al sanar las almas de aquellos
quienes habían sufrido opresión y cautividad en las
manos de los que estaban en el poder. Fue un revolucionario
que se negó a consentir lo que aquellos en
el poder hicieron. Jesús anunció el reino de Dios y lo
llevó a la realidad entre aquellos a quienes tocó.
En su corazón, el “año agradable del Señor” es
una condición de las relaciones humanas marcadas
por la equidad, justicia y la afirmación del valor de
cada individuo. Aún muchas poblaciones en el mundo
viven en circunstancias injustas con una escasa
participación de la abundancia del mundo. Liberar a
los económicamente oprimidos, llevando las buenas
nuevas a aquellos en pobreza, y liberando a los cautivos
por los sistemas injustos requiere de la participación
voluntaria del resto del mundo. Aquellos de
nosotros quienes poseemos más de la justa parte de
la generosidad de Dios debemos ceder algo de lo que
disfrutamos para el beneficio de aquellos quienes
tratan de reclamar las promesas de Dios.
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Para reflexión y discusión
1. ¿Qué significa para usted la frase “el año agradable
del Señor”? Bajo estas circunstancias,
¿cómo sería el mundo diferente de lo que es
ahora?
2. ¿Qué conexiones ve entre la idea del jubileo y
su idea del reino de Dios?
3. ¿Cuál fue la principal queja de Dios contra los
escribas, abogados y fariseos? ¿Qué quejas similares
pueden hacerse en contra de las personas
hoy, incluyéndole a usted y a mí?
4. ¿Qué pueden los individuos hacer para abordar
los problemas que afectan a las personas de
todo el mundo? Identifique algunos problemas
en los cuales los individuos pueden tener un
impacto positivo.
5. ¿Qué oportunidades para ayudar a otros en
necesidad ha ignorado recientemente? ¿Cuándo
dejó de ayudar? ¿Qué lo hizo decidir ayudar
o dejar de ayudar?
6. Lea Hechos 2:43-47. ¿Cómo la práctica de tener
todas las cosas en común sería una expresión
del jubileo o del año agradable del Señor?
7. Al final de este tiempo de exploración de “proclamar
el año agradable del Señor”, ¿qué hará
ahora para involucrarse más en la misión de
Cristo?