Revista "Paginas Sueltas" - Potosi, mas cerca del cielo

por muerto y se fueron”.
El testimonio corresponde a las declaraciones indagatorias de
Domingo Arista, socio de la Cooperativa Minera Siglo XX, quién
pudo reconocer a uno de sus agresores y entablo un juicio
penal en su contra. El expediente fechado en diciembre de 1991
señala como cargo “Tentativa de asesinato con dinamita”. Luego
de dos años el caso fue archivado.
La justicia trato de sentar precedente, pero solo 5 caso llegaron
al Juzgado de Instrucción de los cuales tan solo uno paso a la
siguiente instancia, por falta de dinero para los abogados y las
diligencias, los juicios no prosperaron y con el tiempo se los
archivó con el rótulo de “abandonados”. Esta es una prueba que
ningún “ninja” recibió castigo o sentencia jurídica por sus actos
vandálicos.
Una explicación para que los acusados no sigan un proceso
legal, la tiene el Dr. Zenón Villarroel – Asesor jurídico de la
Cooperativa Minera Siglo XX:
“Por la difícil situación de los transgresores y además por que
sus familiares vienen llorando a decir que es la primera vez y que
si lo encarcelan nadie mantendrá a su familia, no tenemos más
remedio que llegar a una transacción…se busca el resarcimiento
de los damnificados y de acuerdo a una proporción equitativa,
se realiza la transacción y allí acaba todo”.
“Los “ninjas que llegan a dependencias policiales, irónicamente
tardan mas en entrar que en salir; una multa estándar de 50
bolivianos deja el asunto saldado y punto; al mismo tiempo en
que los dirigentes acudían a la policía en busca de indagaciones,
los detenidos ya se encontraban en interior mina haciendo
de las suyas. De este hecho se desprende la mención de que,
en el ampliado regional –citado en el subtitulo anterior- se
determinó crear celdas de arresto propias, para enviarlos luego
directamente a la cárcel de Oruro, obviando deliberadamente a
la policía de Llallagua.”
El problema de la policía en Llallagua es un caso muy particular;
a grandes rasgos se puede indicar que para empezar no cuenta
con ambientes ni personal adecuado (19), y lo que es más,
cambia de Comandante Provincial y efectivos en forma continua
e inesperada.
El Teniente Ottmar Flores, Comandante provincial de entonces,
con relación a los “ninjas” afirmó contundentemente: No
tenemos los medios necesarios para entra a la mina puesto que
estos señores manejan armas de fuego y explosivos, lo que es
muy riesgoso aventurarse”
UN CAMBIO INESPERADO Y UN FUTURO INCIERTO
¿Qué hacer ante un panorama tan desolador? El dirigente
Sacarías Solís, Secretario Gral. De la Cooperativa Siglo XX en
esa gestión, explico una actitud que por fin dio resultado: “A
los compañeros que no tenían fuentes de trabajo y andaban
deambulando, hemos tratado de ubicarles algunos parajes,
entonces poco a poco acomodamos otras cuadrillas y por eso la
actividad de los “ninjas” fue disminuyendo”.
La Cooperativa Dolores empleó el mismo sistema y la 20 de
Octubre fue más allá; a todo los “ninjas” sorprendidos, lejos de
conducirlos a la policía, se les trasladaba a las oficinas, firmaban
un documento de compromiso para no reincidir en su actitud
e inmediatamente se les buscaba un paraje. La solución, al
parecer resultó mucho más práctica que cualquier otra y los
ataques dejaron de ser un cuento de cada día.
Los primeros meses de 1993, esporádicamente se sabía de una
puerta violentada con dinamita, algún sereno amarrado y otros
casos aislados. Cuando alguien preguntaba: ¿Dónde están los
“ninjas”, en tono sarcástico la respuesta era: están trabajando.
Paradójicamente, el golpe asestado a los “ninjas”, no fue
precisamente la decisión salomónica de los dirigentes. La
drástica caída de la cotización del estaño cambio de rumbo los
sucesos (20)
En un cerrar y abrir de ojos, el juqueo en el distrito de Huanuni-
distante a 40 Km. De Llallagua- captó la atención de todos. Si
bien la cotización del estaño bajaba, la calidad del mineral
recompensaba la pérdida.
Así como en forma inexplicable aparecieron en escena los
“ninjas”, de la misma forma surgió otro fenómeno: el “lobeo”,
que se presenta como sinónimo de migración; como decir: de
lo que se trata ahora es de buscarse la vida en otras minas y a
cualquier costa.
La historia de los ninjas se perdía y surgía la leyenda, cientos de
cuentos se propagaron en la población en forma de progresión
aritmética.
Con el paso de los años, la situación cooperativista se torno en
franca decadencia, mientras la cotización del estaño subía y
bajaba, el panorama seguía incierto.
¿Y los “ninjas”…?
Nadie puede determinar el fin de esta actividad. En instancias
en que se realizaba el trabajo de campo en el interior de la
mina, (12 de octubre de 1994) se pudo documentar en cinta
magnetofónica el último testimonio:
“Hace unas semanas atrás, estaba con 3 amigos; primero nos
llamaron ¡bajen, bajen!, como el terreno es como para resistir
no les hicimos caso. ¡No molesten, váyanse! Les gritamos
y se escucho 2 disparos y nos “lamearon” (21) y de nuevo
nos gritaron, ¡bajen carajos, bajen! Nosotros les tiramos con
piedras (…) luego empezaron a provocar humareda, juntaron
seguramente troncos viejos, ropa, bidones y el humo empezó
a subir. Pensamos que esto iba a pasar en una o dos horas
mientras decíamos – que vamos a hacer Dios mío?...después de
tres horas mas o menos se escucho una fuerte explosión , cundo
nos dimos cuenta los “ninjas” habían bloqueado la entrada con
carga. Al día siguiente nos rescataron casi asfixiados, para ellos
seguro que ya estamos muertos”.
15 Bolsa de polietileno a manera de mochila.
16 Herramienta manual de perforación.
17 Encargado de Supervisar las tareas de interior mina.
18 La documentación policial es un caos total. Según el
Comandante provincial se tardara tres meses en ordenarla.
19 En Llallagua y siglo XX se cuenta con 12 efectivos para una
población que supera los 30 mil habitantes.
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