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18 martes 1 de JUNIO de 2010 el progreso
sarria
Fallece el escultor
y presidente del
Centro Unesco,
José Díaz Fuentes
▶ el artista sarriano, promotor de la muestra
del salón de Otoño en la villa, falleció en parís
a.c.v.
SARRIA. El escultor y presidente
del Centro Unesco de Sarria, José
Díaz Fuentes, falleció el pasado
domingo a los 69 años de edad en
París, donde tenía fijada su residencia,
al no poder superar una
enfermedad por la que ingresó en
un hospital dos días antes.
El segundo de tres hermanos de
una conocida familia de Sarria,
nació el 6 de agosto de 1940 e
ingresó en la Escuela de Artes y
Oficios de Santiago en 1958, para
continuar luego su formación en
P
ORQUE José Díaz Fuentes
se merece un agradecido
recuerdo, me vengo al
ordenador tras recibir la llamada
de un amigo común, dándome
la inesperada y triste noticia de
su muerte. ¡Qué designios los de
Dios que, tantas veces, nos sorprenden!
Éste es uno de ellos. A
Pepe Díaz Fuentes lo teníamos
allá en París, pero siempre cerca,
como a un tiro de piedra, sobre
todo cuando se trataba de algo en
relación con Sarria, la villa de sus
inquietudes.
Recuerdo, como no podía ser
menos, la primera vez que me
llamó ofreciéndose para trabajar
desde la Unesco para Sarria y para
Galicia. Conocía bien la actividad
de la Unesco por sus años de residencia
en París, por su vinculación
con el mundo del arte y de la
cultura en general, y por los diversos
contactos que generaba su
manera de pasar por la vida. Esa
especie de generosidad desparramada
que le llevaba a ocuparse de
todo, entregarse a todo y a querer
las escuelas de Bellas Artes de San
Jorge de Barcelona y San Fernando
de Madrid. A lo largo de su trayectoria
artística, recibió varias distinciones,
entre las que figura la
medalla de bronce de la Academia
Europea de Bellas Artes y la medalla
de plata en la especialidad de
Arte, Mérito y Dedicación otorgada
por el Senado Francés.
Cautivado por el arte desde
niño, Díaz Fuentes deja constancia
de su obra en la villa que le vio
nacer a través de varias esculturas,
en lugares como el jardín de La
con el afecto de siempre
josé antonio
de mesa basán
ex secretarIO geNeral
de la UNescO eN españa
tenía esa especie de
generosidad desparramada
que le llevaba a ocuparse
de todo, entregarse a todo
y a querer poner alguna
bandera en sarria
poner alguna bandera en Sarria,
para que la gente se acuerde de
que la villa de su infancia está en
el mapa.
Y así surgió el Centro Unesco de
Sarria, con una voluntad de presencia
en esta Galicia del interior,
tantas veces ignorada.
A José Díaz Fuentes se le nombró
Presidente de ese Centro Unesco,
El artista sarriano José Díaz Fuentes, ante una de sus esculturas. aep
Unión, O Mazadoiro o la carretera
LU-546 en Callás. Sus trabajos se
pueden ver también en Lugo —‘La
Medusa’—, A Coruña y diversas
ciudades de Francia, donde realizó
múltiples exposiciones.
El artista fue el impulsor del
Centro Unesco de la villa, organismo
que presidía desde su crea-
cuya constitución él mismo había
sugerido, y Pepe Díaz Fuentes
estaba feliz. Seguía residiendo en
París, donde ejercía su profesión
de escultor y, como tal, atendía
sus encargos, sus exposiciones,
hacía sus viajes y asistía a sus reuniones
profesionales. Pero nadie
de los que le hemos conocido
y éramos sus amigos, podrá negar
que su cabeza la tenía en Sarria y
si me apuran un poco en la Unesco,
y si me aprietan todavía más
en el Camino de Santiago, que él
consideraba lugar de encuentro y
referencia ideal para artistas. Éste
ha sido el juguete más querido con
que se encontró y por el que venía
trabajando con eficacia y ahínco
los últimos años.
He sido testigo directo de su
quehacer. Desde que en 2005 inventó,
organizó e instituyó el Salón
de Otoño, con sus sucesivas
ediciones en Sarria, monasterio
de Samos, Santiago, etc... mantuvimos
un estrecho contacto. Por
teléfono continuamente, y personalmente
cuando venía a verme a
ción, además de ser el comisario
y artífice de la muestra del Salón
de Otoño en Sarria, que marcó un
hito al ser la primera vez que el
prestigioso Salon d’Automne salía
de su sede del Grand Palais de
París y que, durante cinco años,
exhibió obras de todo el mundo.
Impartió también un taller de
Madrid desde París —no he visto
nunca menos pereza para viajar
que la de José Díaz Fuentes—.
También, las veces que hicimos
juntos algún recorrido por los
despachos oficiales de la Xunta
en Santiago, pidiendo ayuda económica
y no económica para el
Salón de Otoño, y cuyo resultado
hubiera desanimado para siempre
al más pintado, salvo a Pepe, que
tenía entusiasmo y coraje para
aguantar al político o al funcionario
de turno, sin perder un ápice
su deseo de cumplir con Sarria.
Uno de esos días en que se celebraba
el Salón de Otoño iba paseando
con él por la calle y le paró
una mujer muy gallega ella, de
avanzada edad, y, aparentemente,
nada entendida en la significación
que pudiera tener esa
muestra cultural. «Mire señor —le
dijo—. Cosas de ésas, de pinturas
y de arte, es de lo que necesitamos
mucho en Sarria, porque nunca
nos han dado nada ni nos han
enseñado nada». Pepe, se volvió
hacia mí y me dijo: «Ves, solo esta
frase me compensa tantas horas
de furgoneta trayéndoles yo mismo,
a mis paisanos, los cuadros
del Salón de Otoño de París».
artes plásticas en la prisión de
Monterroso y, especialmente interesado
en el Camino, organizó
cursos de verano en los que la ruta
jacobea tuvo un papel destacado.
Sus restos serán incinerados
en París y posteriormente trasladados
a Sarria, localidad siempre
presente en su vida y su obra.
Y me reconcilié con José Díaz
Fuentes. Porque yo siempre le decía
que el Centro de Sarria debería
hacer más cosas que el Salón de
Otoño, dado que la Unesco está
abierta a infinitas tareas educativas
y culturales. Reconozco que
era yo el confundido. No se podía
pedir a nadie que, prácticamente
sin ayuda, hiciera más de lo que
tan generosamente ha hecho por
Sarria. Originalísimo mérito suyo
es, además, haber percibido tan
claramente la importancia de la
Unesco para el despertar de las
emociones artísticas.
No puedo terminar este recuerdo
sin pedir a los vecinos de Sarria
y a sus autoridades locales que se
ocupen del Centro Unesco. Hay
una presencia de la Unesco y un
trabajo hecho a base de remontar
dificultades de todo tipo. Ese trabajo
se le debe a Jose Díaz Fuentes,
que Dios ya tiene en su seno,
pero que a todos los que hemos
sido sus amigos nos ha dejado
huérfanos.
Orfandad la que Pepe Díaz
Fuentes, artista, creador, amigo
de sus amigos, de Sarria, siempre
con la ilusión de hacer algo por
Sarria, nos deja y nos obliga.