Lentes de contacto en niños. Tercera parte - Imagen Optica

CONTACTOLOGÍA
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Los lentes de contacto son un método de
corrección óptica que podemos ir ajustando
y modificando con los cambios de refracción
y topografía al ir creciendo el niño. Generalmente
se indican a niños con afaquia, anisometropía,
miopía elevada, astigmatismo, entre otros.
La decisión de adaptarle lentes de contacto
a un niño(a) surge una vez que hemos terminado
la revisión optométrica y hemos analizado los
resultados del examen en conjunto con los datos
que nos arrojó el interrogatorio (p.e. actividades
que realiza el paciente, necesidades visuales,
etc.). Los especialistas son los encargados
de proponer el uso del lente de contacto, sin
embargo la decisión final se toma en conjunto
con el paciente y sus familiares (generalmente
los Papás). En la mayoría de casos de niños
hasta aproximadamente 9 años de edad, se
propone el uso de lentes de contacto con
la finalidad de prevenir ambliopía. En niños
de entre 9 a 14 años de edad, los lentes de
contacto se prescriben para corregir errores
refractivos.
Para saber sí el paciente es candidato o no
es candidato a lentes de contacto, se realizan
diversos estudios dentro del examen visual.
LENTES DE
CONTACTO EN NIÑOS
TERCERA PARTE
Opt. Norma Leticia Orozco Macías
Servicios Profesionales CIBA VISION
norma.orozco@novartis.com
El primer paso y uno de los esenciales en
el examen visual y la adaptación del lente de
contacto es lograr la confianza del paciente.
Podemos lograr la confianza de un niño
durante el examen si desde el inicio nos
dirigimos la mayor parte del tiempo a él y no
sólo a los padres de familia. Es muy probable
que de este modo captemos su atención y lo
más importante, obtengamos su cooperación
durante todo el examen y adaptación del lente
de contacto.
Interrogatorio
Algunas preguntas que podemos incluir en el
interrogatorio y que nos ayudarán a darnos un
panorama de lo que el paciente padece son:
- ¿Sí la mamá tuvo algún problema durante el
embarazo?
- ¿El parto llegó a término o fué un bebé
prematuro?
- El peso y talla del niño al nacer
- En caso de bebés que requirieron de
incubadora ¿Cuánto tiempo estuvo ahí?
- ¿Ha estado hospitalizado?
- ¿Le han practicado alguna cirugía?
- ¿Cómo está la salud general del niño?
- Antecedentes familiares de salud general y
ocular
- ¿Le han realizado anteriormente examen
visual, hace cuánto tiempo y cuál fue el
resultado?
- ¿Ha usado lentes?
- ¿Le han dado tratamiento oftalmológico?
¿Hace cuánto tiempo?
- ¿Han notado si se le desvía un ojo? En
caso afirmativo ¿Qué ojo se desvía y hacia
dónde? ¿Hace cuánto tiempo notaron que
se le desvía el ojo?

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- ¿Cómo es el aprovechamiento escolar del
niño?
- ¿Se queja de dolor de cabeza, visión
borrosa, entrecierra los ojos al ver de lejos,
etc?
- Antecedentes familiares de problemas
visuales.
- Que actividades realiza el niño (por ejemplo
algún deporte, actividad artística, etc).
Pruebas preliminares
Un examen visual completo comprende varias
pruebas, dependiendo la edad del paciente.
Las pruebas básicas son:
Agudeza Visual
La agudeza visual en un niño se desarrolla
paulatinamente hasta por lo menos los 4 años
de edad; debemos evaluar en niños preverbales
el seguimiento a la luz con una lámpara de
mano. Las alteraciones de la agudeza visual
más frecuentes en el niño son debidas a miopía,
hipermetropía, astigmatismo y ambliopía u ojo
flojo.
Los niños entre el año y los tres años no
colaboran mucho durante la exploración. Estos
niños son especialmente sensibles a presentar
ambliopía, una de las causas más frecuentes
de la ambliopía es el estrabismo. Por eso en los
niños de esta edad valoramos, además de la
capacidad de fijar la mirada en un objeto y segirlo
cuando lo desplazamos, posibles desviaciones
de los ojos. Debe ser signos de alarma aquel
niño que no fija la mirada en la cara de su mamá
al mes de edad, que no sigue objetos grandes
a los dos meses, que tiene movimientos raros o
no coordinados en los ojos.
A partir de los 3 años de edad los niños
son capaces de colaborar y reconocer figuras,
dibujos, letras en diferentes posiciones y
números. Podemos utilizar diferentes cartillas
de optotipos.
El estudio de la agudeza visual se hace
monocularmente, tapando el ojo derecho y
el izquierdo de forma alternante. El hallazgo
más importante es la diferencia de la agudeza
visual entre un ojo y el otro. Los niños con
antecedentes familiares de ametropías tienen
más riesgo de desarrollar estos problemas, por
lo que se recomienda su seguimiento por parte
de su especialista, especialmente a partir de
los 7 años.
La Asociación Estadounidense de
Optometría recomienda realizar un examen
visual a un bebé durante sus primeros 12
meses de vida. Cuando son recién nacidos, un
75% de los niños son hipermétropes aproximadamente
de +2.00D, es decir, ven mal de cerca
(esto se va modificando con el crecimiento) y
no es necesario ninguna ayuda óptica. Si después
de los 3 a 4 años de edad el niño presenta
hipermetropía, se vuelve necesario prescribirle
anteojos.
Tomar queratometrías a un niño es, en
muchos casos, casi imposible. Sin embargo
cuando el niño es cooperador, debemos tomar
la medida queratométrica.
Retinoscopía y Oftalmoscopía
En aquellos pacientes que presentan
endotropias acomodativas, puede ser necesario
hacer retinoscopía bajo midriasis. Los niños
con hipermetropías arriba de +6.00D necesitan
tratamiento óptico lo más pronto posible para
prevenir el desarrollo de una ambliopía.
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Selección del Lente de contacto y
adaptación
Los lentes de contacto de primera elección
para un niño son los lentes blandos, por ser
más fáciles de adaptar, más cómodos y el
tiempo de adaptación para el paciente es más
corto. Lo ideal es proponerle al paciente el uso
combinado de anteojos y lentes de contacto.
Para evitar problemas relacionados a hipoxia
como edema corneal, neovascularización y
lesiones epiteliales, la mejor opción es adaptar
lentes de hidrogel de silicona, por ejemplo
O2OPTIX y NIGHT & DAY de CIBA Vision.
Estos lentes ofrecen grandes ventajas debido a
la alta transmisibilidad de oxígeno, además de
ser más resistentes al acumulo de depósitos en
el lente.
Al seleccionar el diámetro del lente de contacto,
recordemos que la media del diámetro corneal
al nacer es de 10 mm y a los dos años de edad
ya creció a 11.7 mm, casi el diámetro corneal
del adulto; por lo que los lentes de contacto
que utilizamos con nuestros pacientes adultos
podrán ser utilizados en niños.
En aquellos casos en donde los poderes
que requiere el paciente no lo tenemos en
hidrogeles de silicona, podremos recurrir a los
lentes de contacto de hidrogel. En cualquiera
de los casos se requiere de un seguimiento
regular y cuidadoso.
En aquellos niños que requieren terapia
oclusiva por algún problema de ambliopía
y el niño rechaza el uso del parche, puede
realizarse la adaptación del lente de contacto
con alto poder positivo o negativo sobre el ojo
de mejor visión para lograr que desenfoque y
así forzar al ojo ambliope a trabajar. También se
recurre a lentes blandos de pupila negra para
que sirva como oclusor.

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Una vez que elegimos el lente de contacto
debemos colocárselo al niño, dándole
indicaciones sencillas y claras. La inserción
del lente se realiza igual que con un adulto,
colocando el lente en esclera inferior evitando
tocar la córnea para que no moleste el lente.
Una vez colocado el lente al niño, debemos
evaluar:
1. Centrado. Revisar en todas las posiciones
de mirada.
2. Movimiento. Para revisar el movimiento
del lente, sobre todo sí tienen hendiduras
palpebrales estrechas, podremos hacerlo
pidiéndole al niño que vea hacia arriba y
parpadee o empujando el lente con el borde
del párpado inferior (push-up test)
3. Agudeza Visual. Utilizando la cartilla
adecuada según la edad del paciente. En
caso necesario hacer sobre-refracción
para obtener el poder final del lente de
contacto.
Un paciente con ojos sanos, no importa
la edad que tenga, puede utilizar lentes de
contacto. Por lo cual podremos adaptar lentes
de contacto a niños, brindandoles mejor calidad
de vida y la posibilidad de combinar el uso de
sus lentes de contacto con sus anteojos.
Una vez que terminamos la adaptación del
lente de contacto debemos entrenar a nuestro
paciente en el uso y cuidado de los lentes,
además de darle citas de seguimiento.
Para mayor información y/o asesoría en
adaptación de lentes de contacto en niños,
favor de hablar directamente a CIBA Vision.
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