El avisador malagueño

El Avisador
Malagueño
N.º 72 REVISTA HISTÓRICO-CULTURAL ONLINE
FEBRERO 2013

DIRECTOR
Diego Ceano González
SUBDIRECTOR
José A. Barberá Fernández
REDACTORES
José Manuel Frías Ciruela
Francisco Collado Campaña
Juan José Palop Ruiz
Manuel Martínez Molina
Rafael Bejarano Pérez
Antonio Lara Villodres
Vicente Manchado Cortés
Josefina Molino Peregrina
Salvador Valverde Gálvez
Mercedes Sophía Ramos Jiménez
Antonio Márquez Flores
Luis A. Utrera Madroñero
Manuel Garrido Jiménez
Juan M. Díaz Romero
CORRECTOR
Alfonso C. García Molina
REDACTORES GRÁFICOS
Antonio Delgado Rodríguez
Francisco Ordóñez Olalla
Lola A. Carretero Vaquer
ILUSTRACIONES
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DISEÑO GRÁFICO Y MAQUETACIÓN
Francisco Ordóñez Olalla
DPTO. INFORMÁTICO
Carlos Fernández Montañés
Francisco Moyano Jiménez
Fco. Javier Moyano Vergara
REDES SOCIALES
Salvador Valverde Gálvez
DEPÓSITO LEGAL
MA-1771-05
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72
Enigmas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
REDACCIÓN
El Avisador ÍNDICE
Malagueño
N.º 72 REVISTA HISTÓRICO-CULTURAL ONLINE
FEBRERO 2013
Portada: Pedro Romero
PREMIO “PUBLICACIÓN DEL AÑO 2008”
OTORGADO POR LA ASOCIACIÓN
MALAGUEÑA DE ESCRITORES
PREMIO “SENTIR MÁLAGA 2011”
OTORGADO POR LA FUNDACIÓN
SIGLO XXI DE MÁLAGA
DELCEA
BANCO DE IMÁGENES
EL AVISADOR MALAGUEÑO
Historias malagueñas. . . . . . . . . . . . . 04
Desde la osera . . . . . . . . . . . . . . . . . . 07
Torre del Atabal. . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Ilustrados por el vino . . . . . . . . . . . . 15
Escritos malagueños . . . . . . . . . . . . . 18
La jabalina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
Tierras de Campanillas . . . . . . . . . . . 22
Leyendas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
La ventana soleada. . . . . . . . . . . . . . . 27
Flamenquerías. . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
La Málaga de ayer . . . . . . . . . . . . . . . 32
Tierras de Antikaria . . . . . . . . . . . . . . 34
Anotaciones sobre la Victoria. . . . . . . 37
MUY IMPORTANTE
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EDITORIAL
PEDRO ROMERO, LA ESENCIA DEL TOREO
(Comentario de Manuel Martínez Molina)
Inclina tu rostro, mortal adorador del evangelio
taurino, porque en nuestra portada de febrero
tienes a Pedro Romero Martínez, la más excelsa
figura de la lidia de todos los tiempos; él te puede
deslumbrar más que los rayos mitológicos de
Hermes, que aunque nació en Ronda el 19 de noviembre
de 1754, no sabemos si sus orígenes hay
que buscarlos en una galaxia más lejana, porque
su impecable biografía supera todo lo creíble,
para establecerse en el mundo de lo inconcebible,
o mejor de lo milagroso e impensable, agotando
su existencia en la misma ciudad de nuestra provincia
de Málaga en el año 1839, a los ochenta y
cinco años de edad, dejando luminosas huellas de
una popularidad sin límites, que han hecho época
y continuarán pregonando su estilo inigualable,
repleto de fecundas enseñanzas en un planeta llamado
tauromaquia.
Casta, la suya, de hidalgos inteligentes y perfeccionistas
de la lidia en el Siglo XVIII, con antecedentes
en su abuelo Francisco Romero, primer
torero conocido, que ya en la primera mitad de la
citada centuria inventó la Muleta, tabla de salvación
para innumerables matadores, que sin este
invento habrían perecido. Hijo de Juan Romero,
así como José, Antonio y Gaspar sus hermanos,
todos toreros formados en la cuadrilla de su padre,
hasta que se consideraron suficientemente
preparados, porque Juan fue un auténtico maestro,
llegando a ser el diestro mejor valorado y pagado
de su tiempo.
A Pedro Romero nos lo recuerdan sus acciones
heroicas y valerosas, su bizarría, su maestría en el
oficio haciendo nula cualquier comparación con
los mejores de su época como Joaquín Rodríguez
“Costillares” y José Delgado Guerra, alias “Pepe
Hillo”: el primero fue un gran triunfador en innumerables
ocasiones, truncando su brillante trayectoria
un tumor en la mano derecha, que impidiéndole
torear, le condujo a una retirada temporal
que resultó ser definitiva; Hillo fue un lidiador
hambriento de triunfos, que compitió ciegamente
con Romero al que le resultaba imposible superar,
dejándose la vida en la plaza de Madrid, el día
once de mayo del año 1801, al incumplir preceptos
de una tauromaquia que él mismo publicó.
Pedro Romero era un diestro sosegado y tranquilo,
conocedor de todos los movimientos de la
res, estudioso y cumplidor inteligente de todas las
normas, muy bien parecido, estatura adecuada, robustez
y fuerza colosal, cualidades evidentes que
presagiaban la espectacular carrera de este lidiador,
que no defraudó a nadie, porque cada día eran
más sobresalientes sus adelantos, llegando su fama
a todos los mentideros, tertulias y cosos taurinos,
donde recibía enfervorizados aplausos y vítores
merecidos.
En sus veintiocho años como lidiador, desde
1771 hasta 1799 en que se retiró en plenas facultades,
mató a 5.600 toros bravos, sin haber recibido
ni un rasguño, y sin dar ninguna importancia a sus
méritos que causaban fascinación y sorpresa; nunca
olvidado por sus compañeros que admiraban
sin reservas su extraordinario conocimiento del
mundo de los toros, su inteligencia y su valentía.
Ya anciano fue nombrado director de la escuela
de tauromaquia sevillana por el rey Fernando
VII, dirigiéndola con gran maestría, para retirarse
posteriormente a Ronda su ciudad natal, donde
pasó sus últimos días entre familiares y amigos.•
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HISTORIAS M AL AGUEÑAS
EL MONSTRUO
DE CALLE ALTA
Esta es una de esas historias en que debido a la profusión
de datos que se tienen, especialmente obtenidos mediante testimonios
de personas que vivieron aquellos acontecimientos,
hace que la verdad de los hechos se enrarezcan y nos lleven a
caer en la leyenda que siempre es más jugosa. Yo por mi parte,
“ni quito ni pongo” e intentaré ceñirme a la narración de
aquellos acontecimientos que hicieron que durante un corto
periodo de tiempo, muchos malagueños, especialmente los vecinos
del barrio de Capuchinos de Málaga, en especial en los
alrededores de calle Alta, vivieran angustiados ante el temor
de ser atacados por un terrible monstruo que muchos vieron
deambular por los viejos tejados de las casas de aquel humilde
y populoso barrio.
Todas estas cosas extrañas parece que suelen ocurrir en Málaga,
llegando el verano, ¿será que los espíritus también salen
de veraneo?, bueno no lo creo pero si fuera así, les alabo el gusto,
¿qué mejor lugar para estar de vacaciones que en Málaga,
aunque estos sean entes etéreos?
Bromas a parte, esta historia causó un gran desasosiego en
la ciudad y con especial incidencia en las calles de Dos Aceras,
Montaño, Mariblanca y Alta.
Todo comenzó en el mes de agosto de 1968, cuando ya de
anochecida, una mujer al pasar por delante de lo que se conocía
como la casa de doña Trinidad, una casa de vecinos, del tipo
corralón con patio central, macetas, lavadero común, escalera
y un primer piso con balaustradas de madera verdes, se fijó que
en el tejado había algo que se movía haciendo extraños gestos.
Aquello llamó la curiosidad de la buena señora que intentaba
agudizar su cansada vista mirando a aquello que como
Diego Ceano González

mínimo no era nada natural, pero que sin duda
era de origen animal.
Las sombras de la noche ayudaban para que
aquel ser extraño no fuera descubierto en todos
sus detalles. En un momento dado aquel ser dio
un salto y pasó al tejado contiguo, esto hizo que
aquella impresionable señora comenzara a gritar
en medio de la silente calma de la noche. Al momento
se personaron en el lugar muchos vecinos
que hasta ese momento hacían lo imposible para
conciliar el sueño, librando una dura batalla contra
los calores del terral 1 .
Uno de los que se personó era un guardia urbano
que en ese momento se encontraba fuera de
servicio. Tras ser interrogada por los alarmados
vecinos, los cuales se pensaban que aquella mujer
había sido objeto de las impertinencias o agresiones
de algún borracho noctámbulo, esta les contó
que había visto un gorila saltando por los tejados.
Al principio nadie dio crédito a lo que esta
buena señora decía que había visto, especialmente
porque ¿de dónde iba a salir un gorila?, como
no fuera de las películas en blanco y negro de
Tarzán. La verdad es que en aquellos años pocos
habían visto un gorila y menos en Málaga.
Cuando estas personas intentaban convencer
de que aquello había sido una alucinación u
otra cosa por el estilo, un ruido hizo que todos
miraran para arriba. Desde lo alto del tejado una
teja se desprendió yendo a caer junto a una de
las vecinas que estaban en la calle. Todos corrieron
a ponerse a salvo en la acera de enfrente a la
par que veían que efectivamente en aquel tejado
había algo, había lo que bien pudiera parecer un
gran mono. Todos se quedaron con la boca abierta
ante aquella aparición.
Al momento aquel ser extraño desapareció y
en el resto de la noche, nada más se supo de él.
Por la mañana, ya no sólo junto a la casa corralón
de doña Trinidad García Sánchez, sino en el resto
del barrio de Capuchinos, se hablaba con gran
alarma sobre lo que aquella noche habían visto
aquellos aterrados vecinos.
Todos daban una explicación más o menos
convincente, algunos identificaron a aquel ser
como de monstruo y el boca a boca hizo que en
apenas un día todos hablaran, con una cierta exageración
sobre del monstruo de Capuchinos, de
la calle Alta o de la Cruz Verde.
Por la tarde del día siguiente, aquel ser se dejó
ver en dos ocasiones y los testimonios de quienes
le vieron eran bastante coincidentes. Sobre lo que
habían visto comentaron:
“Era de baja estatura, andaba encorvado
como un mono, iba totalmente desnudo y por
las claras evidencias que se mostraban era de
genero masculino. Su cuerpo estaba cubierto
de pelo, especialmente en la espalda, el torso,
los brazos y las piernas, así como en la cabeza,
la cual lucía una gran cabellera negra
de pelo ensortijado. Sus andares eran dubitativos
y más que andar daba saltos. Gruñía
y parecía como si protestara por algo, como
si algo le incomodara. Cuando estaba sentado
comenzaba a balancearse de atrás hacia
delante y de vez en cuando alzaba el brazo
como queriendo coger algo en el aire”.
Este fue el testimonio que recogieron algunos
periodistas que se acercaron al lugar para entrevistarse
con los testigos.
Muchos fueron los que dudaron de aquellos
testimonios e incluso apuntaron que aquello había
sido un ardid del popular y populoso cine Atlántida,
ubicado en aquella zona y que en aquellos
días proyectaba una terrorífica película de
monstruos y con ello, según decían, se estaba ha-
1— En Málaga se conoce como terral a ese viento caliente que proviene de las tierras del interior y que es verdaderamente
molesto y angustioso
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ciendo una gran publicidad gratuita. Aquello fue
fruto de la casualidad y para nada tenía visos de
que se hubieran manipulado los acontecimientos
en beneficio del cinematógrafo.
Lo que si era seguro es que aquellas buenas
gentes no mentían, ellas habían visto algo y eso
era un hecho que ya nadie dudaba porque los testimonios
eran muy parecidos y provenientes de
personas que apenas si se conocían.
La verdad es que a pesar de todo fueron muchos
los que dudaron del asunto y fue muy poca
la credibilidad se le dio a aquel asunto, especialmente
porque después de esta aparición ya jamás
se volvió a ver al supuesto monstruo y éste se desvaneció
por entre aquellos tejados. Además de ser
tachados de “majaretas” los que vieron al ser extraño,
hubieron de sufrir las muchas mofas de los
incrédulos que afirmaban, con vehemencia, que
todo aquello había sido sólo una patraña.
Pocos meses después todo se calmó y ya nadie
hablaba de esta aparición. Pero lo que si podemos
afirmar es que aquellos testigos no mintieron,
quizás se dejaron llevar por la fantasía, pero ellos
vieron lo que vieron.
Según me contaba el ya desaparecido cronista
de la ciudad y gran sabedor de los
entresijos de Málaga, como fue don
Antonio Canca Guerra (q.e.p.d.),
aquel monstruo no resultó ser otra
cosa que un desdichado enfermo
psíquico.
En aquellos años sesenta, tanto
en Málaga como en otras provincias,
el desconocimiento o la
incultura hacía que las gentes se
pronunciaran y cotillearan maldicientemente
y no era raro ver que
cuando una familia había tenido
un hijo o hija deficiente psíquico
y más si presentaban alguna tara
física, terminaran por ocultarlo a
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la sociedad, porque muchos cuando se enteraban
del caso siempre achacaban la enfermedad del
hijo, debido a la crasa incultura de aquella sociedad,
a que se había debido al desarrollo de algún
vicio secreto que habían tenido los padres y de
ahí ese castigo divino.
Una total idiotez, pero eso hacía que muchos
ocultaran de por vida a estas criaturas humanas.
El este caso del mal llamado “monstruo”, fue
uno de estos casos. No era más que un oligofrénico
profundo y esquizofrénico, el cual había
desarrollado unos hábitos anómalos por falta de
atención adecuada que le hacía estar siempre desnudo,
sin apenas dejarse cortar el pelo o uñas y
sin desarrollar una bipedestación normal o un habla
entendible.
Este joven de unos veinte y algo de años vivía,
al parecer en un sótano de una casa de calle Cruz
Verde y un día se escapó, subiéndose a los tejados
y armando la “marimorena”.
El caso se mantuvo en secreto y aquel joven,
después de haber sido avisada la autoridad competente,
fue ingresado en la sala 21 edl pabellón
de psiquiatría del hospital Civil de Málaga, y a
partir de ahí ya nunca más se supo de él. •

DESDE L A OSER A
JOSÉ NEGRETE
EL LIBRERO Y SU ENTORNO:
CALLE GRANADA
Uno de esos días de tempranero caminar, apagadas las farolas
por innecesarias, ya que “Eos con sus dedos rosados” había
dado luz y color a las calles malagueñas, con el fresco aire matutino
por compañero, y diferenciando mis pasos de aquellos
ligeros, de quienes con apresuramiento transitaban por la calle
de Granada camino de algún lugar desconocido para mi, admiraba
sus antiguos y bellos edificios, a la vez que recordaba
trozos de la historia de esta vía, que hace tiempo leí en “Las
calles de Málaga”, de don Francisco Bejarano.
Esta calle de tan histórico pasado, debe su sinuoso trazado
a las aguas provenientes del Arroyo del Calvario y de la torrentera
de Gibralfaro, que desde tiempo inmemorial pasaban por
ella buscando la salida al mar, siendo desde sus orígenes una
de las principales vías de Málaga, que durante la Edad Media
y Moderna se cerraba con una puerta llamada de Granada, por
ser la salida hacia la ciudad hermana; por ella entraron los Reyes
Católicos y su séquito una vez tomada la ciudad, y siguiendo
la costumbre castellana, fue llamada calle Real, por ser la
principal y poner en contacto la puerta mas importante de la
muralla con la Plaza Mayor.
Guillén Robles indica que debió ser una calle muy estrecha
donde, posiblemente existieron algunas espléndidas moradas,
con hermosos a la vez que olorosos jardines, con varios hornos
y una mezquita, que al estar a la espalda de la iglesia de Santiago,
y esta ser ampliada en 1545, pudo extenderse al terreno de
aquella, citándose en los Libros de Repartimientos la fecha de
1493 como la de la cesión para ampliar sus naves, construyéndose
a la vez la torre.
“Hay que ser culto
para ser libre”
Norma número 8º
del decálogo de
José Negrete.
J. A. Barberá Fernández
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En los solares de esta calle, después de la conquista, se construyeron
conventos y casonas, algunas de las cuales han llegado
hasta nuestros días, como la casa que hace esquina al callejón
de Medina Conde, levantada en 1777 por el marqués del Vado,
o el ocupado por la Antigua Bodega “El Pimpi”, que es del siglo
XVIII, aunque posiblemente la obra más importantes de la arquitectura
civil del siglo ilustrado, la casa-palacio del Marqués
de la Sonora, don José de Gálvez, Regidor Perpetuo de Málaga,
Caballero Gran Cruz de la Real Distinguida Orden de Carlos
III, Consejero de Estado, Gobernador de Indias, y Secretario
del Despacho Universal de Indias, que fue totalmente derruida
hace unos años, quedando de ella solo la hermosa fachada y su
puerta principal, por la que tanta gente importante del reinó
pasó a su esplendoroso interior, del que hoy, solo permanece el
recuerdo en fotografía, y en quienes lo conocimos.
Aunque existen algunas otras construcciones importantes
del XVII, frente a la iglesia de Santiago, entre la casa del Marqués
del Vado y la del Maques de la Sonora, separada de esta
última por la calle de Tomás de Cózar, donde existió un entramado
de estrechas calles hoy inexistentes, hay un grupo de viviendas
del siglo XVIII, cuyos bajos están ocupados por pequeños
comercios, habiendo sido uno de ellos la librería museo
de José Negrete, el inolvidable librero de esta calle de Granada
para quienes le conocimos y disfrutamos de su amistad.
La tranquilidad de la hora de mi paseo, la cerrada puerta y
ventanas de ese modesto edificio del siglo XVIII, de dos plantas
y estrecha fachada, me ofreció el momento propicio de contemplar
y recordar el que fuese cálido hogar y lugar de trabajo
de aquel romántico librero y poeta, soñador de entelequias y
propietario de una de las no muy abundantes librerías que por
entonces tenía Málaga, cuya fama de carecer de ellas, lo indica
el antiguo dicho: “la de las cien tabernas y una sola librería”.
Una pequeña entrada totalmente recubierta de estanterías
con libros, y un mostrador donde depositarlos, era donde recibía
a los clientes; los amigos nos acogíamos en el lugar mas
entrañable: la trastienda, sitio de importantes encuentros, reuniones
y animadas tertulias, donde nacería la conmemoración
del 50 aniversario de la muerte del poeta de Benaque, Salvador
Rueda; pasada esta, a la izquierda comenzaba la escalera,
donde ya colgaban de las paredes antiguas fotos y vetustos documentos,
premonitores de lo que se podía ver en la primera
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planta, donde Pepe había creado un modesto y popular museo
para exponer “su tesoro de antigüedades”, que había ido almacenando
a lo largo de los años, donde se hallaban antiguas
monedas árabes, romanas y de otras épocas compartiendo espacio
en las estanterías junto a otra multitud de curiosidades,
como el dorado botón de la chaqueta de un tranviario, un trozo
de madera de la nave alemana hundida en nuestro puerto, piezas
de arcilla y cerámicas realizadas en algunos de los antiguos
hornos alfareros de la época musulmana, y muchas antiguas
fotos de su querida Málaga y sus personajes, así como libros
y revistas que doblaban o triplicaban la edad de quienes las
hojeábamos, así como un sin fin de objetos que la memoria no
alcanza a recordar, tras el tiempo transcurrido.
Todo cuanto allí se podía ver y tocar, estaba relacionado con
el ayer de una ciudad siempre evocada en las conversaciones
de Pepe, que compartió su pasión por el pasado histórico de la
ciudad con el vivir de su presente, matizando a través de los
gruesos cristales de sus gafas la añorante mirada al recuerdo de
una Málaga dorada, que se iba desvaneciendo en el tiempo: la
de su juventud.
Amable y acogedor en el trato personal, sus clientes encontraban
en aquel pequeño reino del libro, cuanto precisaban,
incluso obras no fáciles de conseguir por estar censuradas en
España, y editarse en países como Argentina, México, Colombia
o en la más cercana Francia.
Esta calle donde Pepe tuvo su librería museo, fue siempre
comercial desde 1501, cuando por real cédula se reglamentó,
que a principio de ella, y a partir de la plaza, se instalasen los
zapateros de obra prima, borceguineros y chapineros, y a continuación
hacia la puerta de Granada, los herreros y caldereros;
y en 1533, en esta misma calle también llamada de la Zapatería
de Obra prima y de la Herrería, se dispuso que los albarderos se
agrupasen hacia el final de la misma cerca de la Puerta, siendo
un lugar de artesanos y de fundaciones piadosas que se iniciaron
a partir del siglo XV.
Pepe se marchó para siempre el 15 de octubre de 1987, posiblemente
a mantener la biblioteca de la Gloria “como Dios
manda”, habiendo dedicado poco antes de su muerte, uno de
sus últimos poemas a María Zaya, su mujer, la compañera de
su vida, titulado “Para siempre”.
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La octava norma del librero José Negrete, abre este escrito,
y con el décimo, que lo cierra, volveré a dejar descansar en el
lugar del corazón que le corresponde, a quien tanto enseñó a
sus semejantes a conocer y amar a su tierra, entre los que afortunadamente
me encuentro, dice así:
“Y por último, un librero debe ser un hombre austero,
honesto, preparado para cualquier eventualidad adversa en
su modesto patrimonio, esperando siempre en este país, solo
el apoyo de un sector minoritario, jamás, por descontado, el
de los padres de la patria, pues nunca debe olvidar para su
consuelo, que Miguel de Cervantes vivió y murió pobre, incomprendido
y arrinconado. (Hoy se dice marginado”). •
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JUICIO INÉDITO
ENIGM AS
LOS ILUMINADOS DE
TOLOX (V)
Al día siguiente, la Guardia Civil que acudió a la zona motivada
por los comentarios de un posible incendio, no salía de
su asombro al ver aquel dantesco espectáculo. Con delicadeza,
aquellas personas fueron tapadas con mantas y alimentadas,
para posteriormente ser puestos a disposición judicial bajo el
cargo de lesiones e incendio. A raíz de ahí, se llevó a cabo un
juicio inédito en la historia de nuestro país, por varios motivos…
Principalmente, porque los auténticos culpables salieron
totalmente impunes de la catástrofe. En ningún momento buscaron
al Padre José, causante de la fanatización, quién huyó
durante el ritual, el cual contempló escondido y asombrado
tras las zarzas. Y es que se le había ido la mano en sus predicaciones.
Tampoco fue requerida la presencia de Teresita Villatoros,
la misteriosa firmante de las cartas religiosas que llegaban al
pueblo, y compañera de Mateo Romero, el otro visitante desconocido.
A pesar de saber todo el mundo que residía en una
determinada casa de la barriada del Perchel, en la capital malagueña,
las autoridades ni siquiera la reclamaron para testificar.
Una vez más en la historia de España, la justicia hizo de todo
menos justicia.
El otro aspecto inédito del juicio fue el uso que se le dio a
“una nueva ciencia que en un futuro podría ser muy útil de
cara a la justicia”. Esa ciencia aun en pañales era la hipnosis.
Imagínense un juicio público que había atraído la mirada de
todos los medios de comunicación nacional, y miles de curiosos,
durante el cual se realizan auténticas sesiones hipnóti-
José Manuel Frías
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 1 1

cas por parte de los miembros del jurado hacia los imputados.
Aquello tuvo que ser todo un espectáculo.
Pero no era desmedido el hecho de usar prácticas hipnóticas
en la sala, ya que lo que pretendían era saber si aquellas
pobres gentes habían sido sugestionadas de alguna manera,
dando resultados positivos y asombrosos. Finalmente, el juez y
miembros del jurado decidieron imponer una multa y diversos
meses de cárcel a la mayor parte de los habitantes de Tolóx que
habían participado en el ritual. Y por supuesto, el peor de los
castigos, que fue arrastrar hasta nuestros días una terrible fama
de “iluminados”, algo que aun a día de hoy causa rubor entre
los toloxeños, y más concretamente entre sus descendientes. •
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TORRE DEL ATABAL
LOS BARRIO DE MÁLAGA:
CIUDAD JARDÍN
En el Norte de la ciudad de Málaga, se encuentra el barrio
conocido como Ciudad Jardín, en su salida camino hacia la
Vega de Antequera. Esta zona tiene su origen en la primera mitad
del siglo XX, si bien los proyectos de “ciudad-jardines” se
remontaN un siglo atrás. En sí, estos núcleos fueron diseñados
en su origen por distintos arquitectos europeos para crear zonas
de residencia confortables y con un buen nivel de vida para
las clases trabajadoras y los obreros de la nueva era industrial.
A partir de aquí, el Estado español promulga una serie de normas
referentes a casas baratas y viviendas populares que pudiesen
ser adquiridas por las clases populares, con unas buenas
condiciones de higiene y con acceso a las principales arterias
de comunicación y transporte de la ciudad. Con el objetivo de
facilitar la movilidad de los trabajadores hacia sus centros de
trabajo y otras zonas del entramado urbano.
En este sentido, una serie de concejales malagueños presentaron
una propuesta para construcción de 500 casas baratas en
1921, acogiéndose a esta normativa. Fue el arquitecto Gonzalo
Iglesias y Fernando Loring quienes se responsabilizaron de la
realización de estas viviendas. Así, surge la Sociedad de Casas
Baratas S.A. liderada por distintos miembros de la burguesía
malagueña, que se alternaron en ella, entre ellos Joaquín Benjumea,
Manuel Giménez, Francisco Giménez y Manuel Álvarez,
entre otros. Con el paso de las décadas, se fueron construyendo
estas casas que fueron adquiridas por los trabajadores
del ferrocarril y del tranvía, las centrales hidroeléctricas como
las del Chorro y de la industria tabacalera. Además de las viviendas
para las clases obreras, se construyeron otras casas colectivas,
formando cada una de ellas una manzana y sin casas
a su alrededor. De esta forma, el espacio urbano crecía hacia el
Fran Collado Campaña
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norte de Málaga con cierta celeridad. Por lo que,
para la década de 1930 se finaliza la segunda fase
de las citadas viviendas y se dota de una arteria
principal que se conocerá como “el Paseo”. Más
tarde, las carencias económicas y el estallido de
la Guerra Civil paralizan esta expansión urbana.
Las primeras viviendas se inauguran en 1926
con la presencia de sus Majestades y el alcalde,
Gálvez Ginachero, según los recortes de prensa y
la obra de Rafal Soto. Este hecho fue recogido por
el períodico ‘La Unión Mercantil’ y se cedieron
otros inmuebles a distintos organismos como el
consistorio, la Diputación y el ejército por citar
algunos.
En torno a 1940, se inaugura el estadio de fútbol
de La Rosaleda con la celebración de un partido
entre el equipa malacitano y el hispalense y
dos años más tarde se dota al barrio con la Iglesia
de Cristo Rey. Posteriormente, en la década de los
cincuenta se entregan un total de 248 pisos y se
abre el mercado de Ciudad Jardín junto a los de
Churriana y Torremolinos. No será hasta finales
de esa década, cuando se dote a Ciudad Jardín
de alumbrado público y de un centro de atención
médico adjunto al equipamiento de la parroquia.
Por tanto, se puede afirmar que el barrio crece
de una forma continua, aunque con falta de
equipamientos como alumbrado, acerado y saneamiento.
Además, de una oferta mínima de
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comercios y ocio. Por lo que, la vida en Ciudad
Jardín hasta la década de los sesenta estará marcada
por la falta de equipamientos, la lejanía con
el núcleo del Centro Histórico y cierto alejamiento
del corazón de la ciudad malagueña. A partir
de los sesenta, aparecen el Jardín Cinema como
cine de verano y el Cine Monumental, que contaba
con una sala de verano y otra cubierta para
las temporadas de invierno. De hecho, este cine
funcionaría hasta 1981. Más tarde, aparece la
sala Martín Cinema y un segundo cine de verano.
Asimismo, se construye un canódromo que
fue único en la ciudad malagueña, y más tarde
sería usado como velódromo y para competiciones
hípicas. Tras su demolición, se construirá en
su lugar el Polideportivo de Ciudad Jardín en la
década de los ochenta.
Entre los setenta y ochenta, la construcción de
viviendas será caótica y no será hasta la llegada
de la primera corporación democrática cuando se
empieza a poner cierto orden en el urbanismo de
Ciudad Jardín. Por esas fechas, surgen las zonas
de Alegría de la Huerta, Santa Teresa, Jardín de
Málaga o Cortijillo Bazán, disponiendo algunas
viviendas ya de aparcamientos y una altura más
baja para evitar la concentración de población.
Finalmente, para 1983 se levanta la presa de El
Limonero junto a la barriada completándose una
infraestructura de gran envergadura en esta barriada
y distrito de Málaga. •

ILUSTR ADOS POR EL VINO
COMPAÑÍA MATA
VINOS CASTIZOS DE MÁLAGA
Cuando un numeroso grupo de mercaderes farsantes y sin
escrúpulos, se afanaban en la exportación de vinos adulterados,
supuestamente malagueños, a la corte rusa de Catalina
II durante el último cuarto del siglo XVIII, autoridades y bodegas
malagueñas decidieron restaurar el honor mancillado,
enviando en 1791 una partida de cuarenta y ocho cajas de los
principales caldos malagueños embotellados al embajador español
Miguel de Gálvez, malagueño ilustre natural de la villa
axarqueña de Macharaviaya, que fue el encargado de conducir
hasta San Petersburgo, sede oficial de la zarina y su gobierno,
aquella expedición de vinos variados, para ofrecerlos a Catalina
La Grande en el fastuoso palacio imperial de los zares.
Los vinos de Málaga puros y naturales, “castizos”, como refleja
el cronista de la época Cecilio García de la Leña, fueron
escrupulosamente seleccionados y controlados por la hermandad
de viñeros, entre los cosecheros y bodegueros más acreditados.
La emperatriz quedó tan gratamente complacida por la
exquisitez, pureza y fragancia demostradas por el vino de estas
tierras malagueñas, que no escatimando elogios ante el diplomático,
cursó órdenes, para que su administración exonerase
de impuestos y gravámenes a todo envío procedente de Málaga
durante el año 1792, a fin de que los súbditos de su imperio
disfrutasen de aquellos especialísimos mostos tan dulces, saludables
y generosos, poniendo exclusivamente una condición:
que todas las expediciones estuviesen fletadas en el puerto de
Málaga sobre navíos españoles, y certificadas por la hermandad
de viñeros.
Entre los vinicultores elegidos para tan altísimo honor, se
encontraban “Adolfo Príes Co.”, y “Miguel Heredia y Hnos.”,
empresarios solventes y de confianza que algún tiempo des-
Manuel Martínez Molina
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 1 5

pués servirían como base en la creación de “Compañía Mata”,
heredera y continuadora de tan importante legado, y argumento
que condujo a José Mata hacia el mundo de los vinos y a su
militancia en la citada cofradía de viñeros.
José Mata Marrodán fue un malagueño nacido en mayo de
1898, que alimentó desde niño la intención de moverse entre
los sectores comerciales e industriales tan típicos y abundantes
en la Málaga de aquellos tiempos, con la intención de mejorar
su particular estatus social y progresar de acuerdo con su especial
inteligencia.
Va transcurriendo el tiempo a la par que J. M. Marrodán,
aún joven, contempla como van haciéndose realidad, aquellos
sueños juveniles de futuro por los que lucha sin desmayo, y
en 1904 ya es propietario de una industria alcoholera en los
Callejones de El Perchel, donde confía el buen funcionamiento
a su padre Juan Mata López y a su hermano Manuel, situación
que le permite ocuparse de otros negocios, cuyas ganancias va
invirtiendo en el propio.
Casado con Rafaela Pérez de Guzmán, una joven foránea
que conoció en las veladas festivas del Círculo Mercantil, fue
padre de seis hijos: José, Rafaela, María Luisa, Pilar, Menchu y
Victoria, en un hogar sin estrecheces y con un creciente desahogo
económico, basado en la explotación inteligente de su
primer oficio como marchante de algunos importantes pintores
de la época, entre los que cabe destacar a José Moreno Carbonero,
con el que mantuvo estrechos lazos de amistad, continuados
incluso cuando se produjo su meteórico ascenso en
la nómina de industriales Malagueños, situación que convierte
en imposible mantenerse en la marchantía, para ocuparse en
exclusiva de la buena marcha de los negocios propios.
A finales de 1916, Mata ostentaba la propiedad de la alcoholera
citada, además de una almadraba en Zahara de los Atunes
(Cádiz), y una flotilla de barcos pesqueros que faenaba entre
Málaga y Barbate.
Como industrial ambicioso y emergente, sigue la pista a
toda información relativa a los negocios, descubriendo los planes
de Adolfo Príes, consistentes en la venta o liquidación de
su grupo industrial, situado frente a las playas de la Malagueta,
donde despliega un amplio complejo con importante bodega
de crianza y exportación, almacén manipulador y exportador
1 6 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O

de frutos del país, fábrica de licores, almazara, y serrería tonelería
con muy extenso surtido en estuchería de lujo para la
exportación de pasas.
Tras algunas jornadas de negociaciones fructíferas, Mata
Marrodán consigue la propiedad de todo el entramado industrial
citado, incluyendo también la bodega que Príes poseía en
Manzanares (La Mancha), totalizando una extensión de 36.000
metros cuadrados, sin incluir el espacio manchego.
Bajo la denominación de “Compañía Mata, Unión de Bodegas
Andaluzas”, se reorganiza y refunda en Málaga la agrupación
de empresas, constituidas desde 1770 por el conde de Príes, el
día 12 de marzo de 1917.
Con una continuidad tranquila arranca la nueva propiedad,
manteniendo casi intactas las estructuras administrativa y laboral
heredadas, a la vista de la profesionalidad y experiencia
de una plantilla cifrada en sesenta y tres empleados fijos entre
vinateros, capataces, oficinistas, carpinteros y operarios, a los
que hay que añadir casi doscientas faeneras en temporada de
vendeja.
José Mata Marrodán dirige con maestría y meticulosidad
su nuevo negocio, aplicando buenas maneras que agradan al
personal, con el que conversa continuamente requiriendo sus
experiencias y opiniones, incorporando también a su hermano
Manuel, que asume el cargo de gerente con amplios poderes,
siendo aceptado con buena disposición por todos, dado su carácter
dialogante y su contagiosa ilusión por el trabajo bien
hecho. •
Nota: Las ilustraciones pertenecen al patrimonio gráfico del Museo del
Vino Málaga.
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 1 7

1 8 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O
ESCRITOS M AL AGUEÑOS
DEL CHARRÁN AL
CENACHERO
En Alguna ocasión escribí sobre costumbrismo, lo que me
llevó a comentar ciertos vocablos. El charrán nos llevará al cenachero
a través de un proceso bibliográfico adecuado, de los
ejemplos literarios y vitales, y de un minucioso análisis.
Fue imprescindible el Diccionario de la Lengua Española
(1970); según él charrán procede “del árabe sarrani, malvado…
Pillo, tunante. Díjose en un principio de los esportilleros malagueños
vendedores de pescados…” En una edición de carácter
divulgativo y distribuida por la prensa (2004), figura junto
con un ave marina y migratoria del mismo nombre. También
tuvimos en cuenta el diccionario de Besse, el vocabulario de
Cepas y el trabajo de Pabanó.
El significado que se le dio a la palabra charrán es muy variado:
desleal, mal amigo, vil; granuja, pillo, tunante; tampoco
sabemos el comportamiento del ave que al parecer dio nombre
a tal personaje. Seguramente iría picoteando por la playa para
vivir. Y al hablar de aquellos niños de la playa (incluida su
infancia y adolescencia) nos recuerda el diccionario: “Díjose
en un principio de los esportilleros malagueños vendedores de pescado.”
¿Cuál era el comportamiento de aquellos supuestos vendedores
de pescado? Posiblemente vivían en la playa y de ella
obtendrían parte del sustento, como los charranes (las aves),
un sustento escaso y difícil, y agudizaron el ingenio.
¿Pero fueron ellos los vendedores de pescado como esportilleros?
¿Qué eran las esportillas? Según el diccionario es un
“receptáculo, de forma cóncava con dos asas pequeñas”; servían
para transportar compras: objetos, comida, etc.; y del esportillero
nos dice: “En Málaga y en otras partes, mozo que estaba
Rafael Bejarano Pérez

ordinariamente en las plazas y otros parajes públicos para llevar
en su espuerta lo que se le mandaba.” El charrán no era un esportillero
vendedor de pescado. El vendedor llevaba su mercancía,
el pescado, para vender, no la portaba para nadie. Su
esportilla, si alguna vez lo fue, se había transportado: más plana,
más abierta por arriba, de esparto; redonda con una sola
asa muy larga con los extremos unidos al recipiente en puntos
claramente opuestos de su circular perímetro. Así eran los llamados
cenachos, y de ahí el nombre de cenacheros, con el que
estos vendedores fueron conocidos… Con uno a cada lado del
cuerpo, sujetos entre el brazo y el antebrazo, doblados convenientemente
y pasando el asa sobre el codo para evitar que
resbalasen; puestos los brazos en jarra y apoyadas las manos en
las caderas. Quedaban los cenachos así a la altura de las pantorrillas;
y la cintura, que maltrataba el peso de los mismos, se
protegía con una faja. •
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 1 9

2 0 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O
L A JABALINA
UNA MIRADA AL EDIFICIO DEL
AYUNTAMIENTO
La hermosa y antigua casona del grabado que ilustran este
escrito, divulgada por la revista El Guadalhorce en 1839, nació
o mas bien renació, ya que fue reconstruida con aires de
palacio, en la plaza de la Constitución como sede del Cabildo
Municipal, cuyo recuerdo ha llegado hasta nosotros gracias a
antiguos grabados como este, o añejas fotografías como la que
le acompaña, publicada en la década de los años 20 del pasado
siglo por la revistas malagueña El Pregón, cuyo original al igual
que otros muchos, están guardados y protegidos del paso del
tiempo, en el archivo Díaz Escobar.
La fachada de este viejo ayuntamiento malagueño, ocupaba
toda la acera comprendida entre las calles Especerías y Compañía,
donde estuvieron las tiendas de tejidos La Costa Azul,
Páez y Mérida; siendo centro y lugar de congregaciones sus
balcones, desde los que se dirigían los gobernantes a la gente
del pueblo en los mítines políticos, en las grandes fiestas, y en
las solemnidades ciudadanas.
El predicador, misionero, y más tarde santo capuchino fray
Diego José de Cádiz, dice en una de sus cartas haber predicado
a un concurso de más de 20.000 almas, apiñadas en la plaza.
La mejor identificación de su enclave, es la iglesia del Santísimo
Cristo de la Salud que, muy cercana aparece en el lateral
izquierdo de la foto, donde al parecer debido a su proximidad,
asistían los ediles municipales a misa y otras celebraciones religiosas.
Mari Pepa Lara, entre sus muchos e interesantes trabajos,
tiene una magnífica publicación sobre la historia del Archivo
Municipal, donde detalla ampliamente la historia del continuado
éxodo y los diferentes emplazamientos que hubieron de pa-
Vicente Manchado Cortés

decer libros y legajos, hasta llegar a su actual emplazamiento
en la Alameda Principal, incluyendo en dicho escrito cómo y
cuando llegó a instalarse el Ayuntamiento en los diferentes lugares
de la ciudad.
Concretamente este de la antigua Plaza de las Cuatro Esquinas,
actual Plaza de la Constitución, se inicio en diciembre
de 1528, cuando los regidores de la ciudad acordaron sacar a
pública subasta el edificio del Postigo de los Abades, que estaba
en ruinas, para destinar el producto de su venta a la construcción
de una nueva casa consistorial en la plaza de las Cuatro
Calles, la actual plaza de la marina; y aunque se desconoce con
exactitud la ubicación que tenia en ella, existe constancia de
que en 1529 ya estaba allí.
En las actas capitulares de septiembre de ese año, en la sesión
del día 3, se puede leer que los regidores se quejaban de
que debido a las malas condiciones del local que ocupaban,
sus discusiones se oían desde la calle, por lo que tomaron el
acuerdo de construir una casa nueva en la parte poniente de la
plaza, el lugar donde está situada en la foto. Debiendo haber
quedado terminada en 1533.
Con el paso de los años, el estado ruinoso del edificio hizo
ver la necesidad de construir otra casa, demoliéndose en 1636,
no finalizándose las obras de remodelación hasta 1652.
En el siglo XVIII otra vez volvió a amenazar ruina y volvió a
reedificarse; las obras terminaron aproximadamente, en 1705.
Sin embargo, no debió ser muy buena su construcción, ya
que en el año 1849 el edificio estaba en tan mal estado, que
el Ayuntamiento debió trasladarse provisionalmente al de San
Telmo, que luego sería sede de la Sociedad Económica de Amigos
del País, hoy popularmente conocido como La Económica,
donde permaneció durante cuatro años.
En 1854 volvió el Ayuntamiento a instalarse en el, para un
año mas tarde trasladarse al convento de San Agustín, retornando
nuevamente en 1859, al edificio de la plaza.
Sin embargo, su estado precisó que fuese demolido, trabajo
que comenzó en el año 1860, durando las obras hasta finales
de 1869. •
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 1

INTRODUCCIÓN
2 2 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O
TIERR AS DE CA M PANILL AS
LA GUARDIA RURAL EN
CAMPANILLAS
Desde que el sistema feudal y señorial cayó en desuso por
la paulatina implantación de un estado moderno centralizado,
la seguridad en los campos y ciudades ha sido una de las preocupaciones
más importantes de los gobernantes. Los Reyes
Católicos fueron los primeros en crear un cuerpo de policía
estatal al instaurar la Santa Hermandad. Esta se ocupaba sobre
todo de la seguridad en las zonas rurales y en los caminos,
pues el asalto a diligencias y caminantes por bandidos era muy
frecuente. En 1834 se disolvió esta institución, a pesar de que
la inseguridad seguía siendo bastante grande, sobre todo por
la proliferación de grupos de bandoleros que actuaban en las
zonas rurales y se refugiaban en la sierra.
En 1844, diez después de la disolución de la Santa Hermandad,
se fundó La Guardia Civil y años más tarde se constituyó
La Guardia Rural como un cuerpo filial.
A mediados del siglo XIX, Campanillas formaba parte del
partido segundo de la Vega. Existían tierras de titularidad
pública en las dehesas del Prado y la Fresneda y también de
propiedad privada. La población se distribuía en los distintos
cortijos y haciendas que a partir de la década de los cincuenta
se fueron construyendo como consecuencia del proceso desamortizador.
La vega de Campanillas fue en esta época una de
las zonas agrícolas más productivas, regada por los ríos Campanillas
y Guadalhorce. Además era camino natural hacia el
interior de la provincia, ponía en comunicación localidades
como Cártama o Álora con la capital.
Antes de la desamortización de las dehesas de Campanillas,
las tierras de titularidad pública eran vigiladas por un guarda,
Josefina Molino Peregrina

que cuidaba que no pastase ganado no autorizado
en la dehesa o que no se sacara leña indebidamente.
Cuando la propiedad privada dominó sobre la
pública y los cultivos primaron sobre el pastoreo,
los conflictos y robos de cosechas fueron cada
vez más importantes, por lo que a Campanillas
se adscribió una dotación de la Guardia Rural de
Málaga.
Los Partidos Rurales de Málaga estaban divididos
en cuatro Distritos. El Distrito Uno se componía
de los Partidos 1º y 2º de la Vega, Santa
Catalina y los Verdiales. La plantilla de la Guardia
Rural de cada distrito estaba compuesta por un
jefe, cuatro cabos y 32 guardias, Campanillas adscrita
al partido 2º de la Vega le correspondía un
cabo y cinco guardias. Una Comisión Inspectora
de la que formaban parte concejales y representantes
de labradores y propietarios, era la encargada
de administrar la institución de la Guardia
Rural. En 1867, Jaime Janer, propietario de la hacienda
Sta. María, formaba parte de ella.
Las funciones de esta comisión eran:
• Velar por el buen funcionamiento del Cuerpo
• Ratificar y administrar el presupuesto asignado
anualmente.
• Aprobar los nombramientos de jefes y
guardias
• Decretar la cuantía del salario que debía percibir
cada uno de los componentes del Cuerpo,
así como establecer el uniforme y las insignias
que debían portar.
Para ser guardia rural el interesado debía aportar
un informe favorable del cura párroco además
de referencias de algunos propietarios de la zona
y del alcalde pedáneo. Normalmente los licenciados
del ejército sin medios económicos tenían
preferencia a la hora de solicitar una plaza.
En 1869, el equipo de un guardia rural se componía
de una carabina, una bayoneta, 13 cápsulas,
un revolver con funda, un pito, un reglamento,
unos calzones, unas polainas, un capote de monte,
una chaqueta, un chaleco y un sombrero. En
la parte alta del sombrero, sobre paño grana debía
llevar una chapa de latón dorado con un número
con la antigüedad en el cargo y los jefes con el
distrito que mandan. Cada guardia debía pagar su
vestuario, se les descontaba 25 céntimos al mes.
En caso de cesar en el cargo debía entregarlo, sólo
se lo podían quedar si ya lo había pagado.
Un cabo ganaba 2,5 pesetas al día y un guardia
2,25, aunque no estaba establecida la dedicación
exclusiva hay constancia de traslado de distrito
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 3

de algunos guardias por tener una tienda o ser propietario de
tierras y no atender bien el servicio. En una reunión de la Comisión
presidida por el cuarto Teniente de Alcalde, Antonio
Buro, se puso de manifiesto la viciosa actitud de la Guardia
Rural, con problemas entre los jefes y la poca disciplina y celo
en el cumplimiento del deber de los guardias. Ante tal desorganización
se solicitó la disolución de la guardia existente y se
procedió a una reordenación del servicio, se nombraron nuevos
guardias y jefes.
El mal funcionamiento de la institución no parece que se
arreglara con la reestructuración del personal, pues entre 1895
y 1896 varios propietarios de la Vega solicitaron tener guardas
jurados particulares para vigilar su hacienda. José Carnero
Molina, propietario del cortijo Lira solicitó en 1895 tener un
guardia jurado, así como Carlos Larios Martínez, propietario
del cortijo Colmenares, Felipe Neri Casado, Antonio Herrero
Sevilla, entre otros.
Las denuncias que hacían tanto la guardia rural como los
guardas jurados particulares tenían que tramitarse en el cuartel
de la guardia civil de Los Remedios. La mayoría de ellas estaban
relacionadas con los daños causados por el ganado en los
cultivos y por cazar o cortar y extraer leña de las dehesas del
Ayuntamiento.
En 1926 la guardia civil instaló un puesto en el cortijo de
Campanillas, cerca de la estación de ferrocarril y prácticamente
la guardia rural dejó de ejercer sus funciones, no así los guardas
jurados particulares. •
DOCUMENTACIÓN:
Archivo Municipal de Málaga.
2 4 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O

LEYENDAS
LA FALTA DE CARIDAD DE
LA BEATA GOLOSA
DOÑA ANICA
Allá, hacia finales del siglo XIX, existía en Málaga la figura
de una anciana que llamaba mucho la atención por su extraordinaria
obesidad. Conocida por doña Anica, sin falta se
trasladaba hacia la parroquia de los Santos Mártires, de noche,
cuando sonaba el tercer toque después de las oraciones, para
rezar muy devotamente.
Siendo soltera, y encontrando ocioso el sexto mandamiento,
le aterraba la idea de la no salvación de su alma, presintiendo
su inevitable contacto con el demonio una vez falleciera. En
citado oficio, aprovechaba el cuarto de hora de prórroga, entre
la terminación del rezo y la temporal clausura del templo, para
dirigir alguna plegaria al milagroso San Judas Tadeo, por existir
la costumbre de ser elegido de intermediario de las malagueñas
para resolver ciertos asuntos de sus vidas, sobretodo a
lo de amores se refieren.
A la salida de la iglesia solía dirigirse a una confitería que
por entonces se encontraba a poca distancia, más exactamente
en la esquina de calle Comedias. Uno detrás de otro, se tragaba,
con gula y casi sin masticar, tantos merengues como piezas
dulces de dos cuartos le hubiesen sobrado de las necesidades
del día. Se decía que, era tal la cantidad de pasteles que de un
movimiento se metía en la boca, que parecía tener un túnel
de ferrocarril en vez de garganta. Además de por los dulces,
también era conocida por su afición a las empanadas y natillas,
siendo apodada como “la beata golosa”. Se cuenta que, debido
a tal dulce afición, las vecinas le decían que si temía tanto al
infierno, no debíase a que el diablo no es confitero.
Salvador Valverde Gálvez
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 5

La falta de caridad de esta mujer estaba a
proporción de su pasión por los dulces. Era tan
egoísta, que siempre permanecía, sin remordimientos,
insensible ante los “cuadros” de las mayores
desdichas que se encontraba, pues nunca
jamás dio limosna ni ofreció obra misericordiosa.
Las únicas noticias que la mujer tenía de ello, era
por lo que leía en el catecismo, sin darse cuenta
de la lógica relación entre la teoría y la práctica.
En cierta noche, al salir de la iglesia, se le acercaron
cinco niños muy famélicos y hambrientos
acompañados por su padre, que lo estaba más
aún, pues no había manera de que le diesen trabajo.
Doña Anica, que se dirigía a su enclave favorito,
pasando de largo, mirándolos con desprecio,
pensó que si les daba algo, menos quedaba para
ella. Dos minutos después entró en la confitería
dándose el atracón que a todos tenía acostumbrados
ver.
En otra noche, que llovía con gran violencia,
cayó delante suya un pobre niño vagabundo ensangrentado
debido a un golpe que recibió en su
cabeza. La reacción por parte de la beata golosa
brilló por su ausencia, pues allí mismo lo dejó,
pensando que, si lo auxiliaba, perdería el tiempo y
haría gran esfuerzo en una noche tan mala climatológicamente.
El niño, pidiendo clemencia, fue
2 6 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O
atendido por otra persona que por el lugar pasaba
atónitamente observando la reacción de doña
Anica. La anciana obesa nunca mostró arrepentimiento
y remordimientos por estas actitudes que
se repetían continuamente año tras año.
Cuentan que cierto día, un famoso misionero
debido a su austeridad y franqueza, le confesó.
Éste le hizo pasar gran temor al decirle que estaba
a punto de condenarse si no se enmendaba y
arrepentía por su egoísmo.
— Pero, ¿por qué? –decía doña Anica angustiada–
¿No iré a la gloria?
— Porque sin caridad para el prójimo –le dijo
el predicador–, la oración sola, dedicada a un fin
personal exclusivo, pesará en la balanza lo que
los merengues de que usted si atraca. Y en cambio
la falta de compasión pesa en el platillo de las
culpas como plomo.
Gran llanto derramó la anciana al oír al
religioso, escuchándose sus sollozos durante largo
tiempo, aunque no dejó de comer merengues
ni nunca se le ocurrió dar a los pobres limosna
alguna.
Como le han pasado, y pasan a muchos, doña
Anica pensaba que ganarse el cielo era sólo a costa
de Padres Nuestros y Aves María. •

L A VENTANA SOLEADA
MARIA PEPA
LARA
UNA JOYA DE LA CULTURA EN MÁLAGA
El Archivo Municipal de Málaga, al igual que lo hacen los
demás, deposita su labor en recoger toda la información acontecida
en la ciudad para poder ofrecerla a todos aquellos ciudadanos
que deseen consultar o investigar en ellos.
Todo lo que ofrece los libros, las antiguas anotaciones de
prensa, los asientos minuciosamente archivados, son documentos
y datos que se suman para obtener una memoria dinámica
de la historia completa y puntual de Málaga. Básicamente
ese podría ser el acometido exacto de un archivo municipal, en
sus prestaciones más generalizadas se conceptualiza la fuente
de la cultura histórica que emana para todos. Sin embargo,
con la dedicación exhaustiva de María Pepa Lara el archivo se
renueva muy positivamente y consigue protagonizar un papel
más activo en todos sus ángulos de gestión, entre ellos, un considerable
auge en el uso de la Biblioteca Auxiliar del Archivo
Municipal de Málaga.
María Pepa ha trabajado en el Archivo Municipal 35 años,
desde el año 1978, en los últimos 15 años ha ejercido de Directora
del mismo a partir del año 1997, así para ella existían
nuevos caminos para vislumbrar una preciosa vista de la cultura
malagueña, por su recorrido han pasado diferentes ciclos
políticos y sociales, desde su sabiduría y prestancia elegía el
modo más eficiente de proporcionar información exacta a las
muchas peticiones que recibía.
Comentando algunas de las consultas que atendía, cabe reseñar
la petición de un numeroso grupo de carabineros (funcionarios
del puerto en la época republicana) que necesitaban
M. Sophía Ramos Jiménez
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 7

una prueba fehaciente para cobrar su pensión
dentro de la democracia y en el marco legal que
les amparaba, ellos tenían destruidos todos los
documentos que avalaban su puesto, Mª Pepa y
su destreza profesional investigó hasta la más remota
posibilidad y en esa última acertó al examinar
algunos ejemplares del periódico republicano
“El Popular” ¡efectivamente lo encontró, estaba
publicada una lista completa de los admitidos a
carabineros! Todos ellos pudieron disfrutar de
la paga que por justicia les pertenecía. Al igual,
pudo afirmar a una estudiante alemana que la
Emperatriz Sissi estuvo en Málaga invitada por
Amalia Heredia Livermore en la Finca de la Concepción.
También pudo constatar los orígenes del
nombre de la calle Keronnés situada por la malagueta,
usando su esmerada intuición consultó en
la guía telefónica y pudo comunicarse con el hijo,
él le explicó que su padre trabajaba en el Palacio
de la Tinta, justo al lado de esa calle, expresándole
el gran agradecimiento y honor que recibió al
nombrar a esa calle con el nombre de su padre.
(Lara también estuvo en la Comisión de Calles,
en esas comisiones se decidía nombrar una
calle con el nombre de un personaje popular o un
hecho emblemático.)
En todas esas situaciones y en otras muchas
que desconocemos y que Lara desempeñó se llega
a la conclusión evidente de la capacidad humanista
de Mª Pepa, su gran interés por ayudar sin
laxo lo dice todo y en nada se debe reparar para
que Málaga le otorgue todos los reconocimientos
que ella merece y que deberían ser compensados
en la actualidad.
El empirismo que experimentan los acontecimientos
de la historia nos hacen reflexionar sobre
la necesidad ineludible del Humanismo, su referente
invisible es la balsa para salvar gran parte de
las desavenencias que se sufren en la Tierra.
Al hilo de estas aseveraciones que soleaban a
pie de nuestra preciosa Catedral, se acercaron a
2 8 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O
ella un grupo de señores que la conocían bien,
uno de ellos, muy certeramente le dijo:
“Mª Pepa, eres una joya de Málaga, has estado
en un precioso joyerito especial y dorado”
Seguramente su maravillosa timidez y humildad
la ruborizó. Metafóricamente añadiría que
Lara por su labor es un tesoro hallado y compartido
entre todos los malagueños.
Ella afirma que su maestro ha sido Rafael Bejarano,
él estuvo al frente de la dirección del Archivo
desde el año 1972 hasta 1998, así como su
padre Francisco Bejarano que estuvo desde el año
1942 hasta el 1972. Una saga indiscutible de eficiencia.
María Pepa ha sido hasta hace muy poco Directora
del Archivo Municipal de Málaga, empezó
desde muy joven a ayudar a sus padres en la
Farmacia Municipal. Su madre fue una de las tres
primera mujeres en Málaga que desarrollaron la
función de auxiliares de farmacia, curiosamente
y siguiendo los buenos pasos de su madre, Lara
también ha sido una de las primeras mujeres que
ocupó el cargo de Directora del Archivo Municipal
en Málaga, siendo muy relevante en su momento
su valía y conocimientos para poder llegar
a tan alto puesto y nombramiento.
En sus comienzos compartía trabajo con estudios,
su juventud la vivió en la zona de la Avda.
de la Rosaleda, fue alumna del Instituto Gaona,
en su constancia y dedicación se licenció en Filología
Hispánica, previa oposición entró en el
Archivo como auxiliar, más tarde aprobó la plaza
de técnico de archivo y pasó a formar parte del
equipo como Archivera- Bibliotecaria Municipal.
Es funcionaria municipal desde el año 1963.
En la actualidad es Académica numeraria de
las más prestigiosas Academias, entre ellas, Academia
de la Ciencia, Academia de Bellas Artes de
San Telmo, además de ser académica correspondiente
de la Real Academia de la Historia y acadé-

mica en Antequera, de las Ciencias, las Artes y las Letras.
Ha pronunciado distintas conferencias obteniendo extraordinarias
críticas, Doctorada en Historia es conocedora de la
cultura malagueña en todas sus ramificaciones.
Ha publicado numerosos libros, entre ellos destacan: “La
cultura del Agua: Los Baños Públicos en Málaga” escrito para su
tesis doctoral fue editado en segunda edición. “El Cine de la
Posguerra en Málaga” lo escribió para su memoria de licenciatura.
“Historia del Cine en Málaga”,“Historia del Archivo Municipal
de Málaga”,“Franquezas y Privilegios concedidos a la ciudad
de Málaga”, etc.…
Ha publicado infinidad de artículos en distintos medios y
revistas especializadas, algunos de ellos por encargo, el último
que está escribiendo se titula: “La cofradía de los Pobres de la
Cárcel de Málaga desde 1591 hasta 1835”. Destaca también un
artículo muy interesante publicado en la revista Péndulo: “La
Cárcel en la Plaza de las Cuatro Calles de Málaga (1492-1834).”
Mª Pepa es una gran aficionada al cine, conocedora y experta
del mismo, rinde pleitesía al séptimo arte con profunda
admiración a todos los ciclos que han formado la cultura del
cine, así como su convencimiento de la influencia positiva que
la cinematografía ha mantenido en la sociedad contemporánea.
En una dimensión amplia su trayectoria se podría comparar
con un buen libro cuyas últimas páginas no queremos pasar
por temor a que se acabe su lectura. Esperamos que su obra se
amplíe en muchos éxitos futuros para Mª Pepa Lara. •
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 9

3 0 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O
FL A M ENQUERÍAS
PACO DE
ANTEQUERA
Hoy queremos escribir sobre uno de los guitarristas malagueños
más solicitado por los profesionales del cante malagueños
y del resto de España.
Paco de Antequera, cuyo nombre verdadero es Francisco
Márquez y Méndez, debe su nombre artístico a la localidad en
la que nació: Antequera, en la provincia de Málaga.
Este genial guitarrista nació el año 1938 y murió en Diciembre
del año 2000.
Sus comienzos fueron en el Teatro Chino de Manolita Chen,
hasta los años 60 en que comienza a tocar profesionalmente,
debutando en Madrid, en la parrilla del Riscal y permaneciendo
en dicho local durante dos años. Posteriormente se pasa al
Corral de la Morería, también en Madrid.
El año 1964 fue un año propicio para él, ya que actúa en la
Feria Mundial de Nueva York, contratado por el bailarín Antonio
Gades.
En los años siguientes, a partir de 1966 y durante muchos
años, actúa en el tablao flamenco Las Brujas; posteriormente se
le encuentra en Los Canasteros y en la Venta del Gato.
Sobre la mitad de los años 80 es llamado por Manuela Vargas
para acompañarla como primer guitarrista de su espectáculo
“El Sur y La Petenera”.
En su haber cuenta con actuaciones acompañando a figuras
históricas del cante flamenco, como son Manolo Caracol, El
Culata, Terremoto, Beni de Cádiz, Lola Flores, Pansequito y La
Niña de la Puebla, entre otros muchos, y compartir escenario
con otros insignes guitarristas como Paco de Lucía y Manolo
Sanlucar.
Luis A. Utrera Madroñero

Sus grabaciones son numerosas, así como su intervención
en festivales y eventos flamencos de todo tipo, siendo, como
decimos, muy solicitado por su gran técnica, saber hacer y
buen oficio.
Como anécdota, referir que durante algún tiempo se dedicó
a dar clases de guitarra flamenca, siendo una de las hermanas
del que suscribe alumna suya. •
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L A M ÁL AGA DE AYER
HISTORIA DE
MÁLAGA (XX)
En la Alcazaba, se ubicó la residencia del alcalde, primera
autoridad militar de la ciudad. Don Ramiro Núñez de Guzmán
la encuentra buena y apropiada para un nutrido ejército defensivo
de la ciudad, apunta este que se echa en falta un muelle
para guarnecer a los barcos, ya que las atarazanas se habían
convertido en depósitos de pólvora y no podían hacerlo allí.
Hay una excepcional descripción de los aposentos de la Alcazaba
de interés militar y de la descripción de sus puertas,
descripción esta requerida por el nuevo alcalde don Juan de
Guzmán, hijo del marqués de Ardales y conde de Teba. Con
este motivo se hace inventario de las piezas de artillería que
había en el Terraplén de Santiago y en el de la Fuensantilla así
como de las armas ligeras de las caballerizas, cámaras de ballestas
en el cobertizo de Santiago. Se describen en este informe,
que había dos puertas junto a la posición de las guardias, una
a la entrada de la Alcazaba y otra que bajaba de la aduana y
sale a la muy cercana mar. Una de las puertas a la que salen de
las dos corachas, una que se abrió para ir a Gibralfaro y otra al
postigo junto a la torre del homenaje y que por allí bajaban las
dos puertas de la coracha. (Una coracha es un lienzo de muralla
que protege la comunicación entre una fortaleza y un punto
concreto que no está lejos de dicha fortificación.)
El documento es de gran interés por cuanto nos informa de
diversos lugares donde estaban emplazadas las piezas de artillería
y las diferentes puertas de este precioso baluarte. Se describen
las armas, a saber…un cañón barzoque con las armas
reales y su corona grabadas en su cureña, dos culebrinas, dos
lombardas, un cañón pedrero, y diferentes pelotas de hierro
para cañones, muchas ballestas lanzas, puñales y alfanjes del
tiempo de los moros etc. Si nos fijamos, se habla de las dos
Juan M. Díaz Romero

corachas y de las puertas que comunicaban con ella, siendo
esta la primera vez que se mención con este nombre y que no
se había empleado hasta el siglo XVII.
Los signos y símbolos que acompañan a esta visita y toma
de posesión, nos habla de la trascendencia de los gestos y del
respeto a las instituciones: de una parte el alcalde saliente, Don
Íñigo Manrique, recibe con respeto la provisión del rey en la
que nombra a su sucesor, besándola y poniéndola sobre su cabeza
en señal de acatamiento. De otra, el nuevo alcaide jura su
cargo en presencia de su padre en el castillo de Teba.
Otra ceremonia es la toma de posesión efectiva de la fortaleza
de la ciudad, para la cual el alcalde, va recorriendo las
puertas de la ciudad, dándose a conocer a los respectivos guardas,
la provisión asignada del Rey, y con cada llave abre y cierra
cada puerta con cuyo gesto toma posesión efectiva, de la Puerta
del Mar, de la de Santo Domingo, Buenaventura, Postigo de
Abades, Puerta del Baluarte, la de Antequera y de Granada,
así como para tomar posesión de las armas y pertrechos de
Gibralfaro.
Otras informaciones que nos suministra el documento, es la
existencia en Gibralfaro de la Iglesia de San Luis, cuyas puertas
de madera estaban guarnecidas de metal a la morisca (con
clavazón de chellas) También había una campana mediana en
la vela cuya finalidad suponemos seria avisar en los momentos
de arrebatos de los acercamientos de los moros. •
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LA LUZ DE SANTA EUFEMIA Y
DE LAS DOÑAS
Se dice que ver la luz, siempre es causa de acierto, ese acierto
de caminar por el buen sendero, unas veces se dice refiriéndonos
a lo divino por aquello de las buenas obras de las
personas y de la repercusión que un día incierto pueda tener
en su vidas, en otras ocasiones se define con esta frase el hacer
lo correcto en un trance o circunstancias que se presentan en
su existencia.
La mujer siempre en su lucha diaria y en su hacer, ha visto
la irradiación de cerca es la causante que dando a luz, por su
gracia divina, nos hizo a todos ver lo grande y maravilloso del
vivir diario, lo poco luminoso de nuestra existencia, fue no saber
agradecer lo suficiente ese esfuerzo que ellas hicieron por
compartir su luz divina.
En estos tiempos que nos tocó vivir, cada poco días nos levantamos
con la triste noticia que alguna mujer que se sentía ilusionada
por mantener viva la luz de su vida, acabó apagándose, a
manos de sus exparejas, parejas o algún poco iluminado que no
concebía como esos ojos no brillaban cuando lo miraban.
En las últimas décadas nos felicitamos por la evolución de la
mujer, sus logros y como se ha situado a las riendas de empresas
en todos los campos y nos felicitamos por que simulamos
que dejamos pasar a la mujer delante, para llevar los mandos,
todo esto mientras guardamos en los bolsillos del machismo,
nuestras envidias, comentarios fogosos y seguimos amañando
y poniendo palos en las ruedas de sus carros para intentar
adelantarles evidenciándoles, mientras hacemos como que nos
lamentamos del paso corto y poco acertado de sus iluminadas
actuaciones.
3 4 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O
TIERR A DE ANTIK ARIA
Juan Benítez Ruiz

Hay una leyenda por la que esa luz que da claridad a las cosas
o hace ver lo que esta despejado, jugó un papel importante
en la historia de la ciudad de Antequera.
En la Ciudad de Antequera durante el siglo XV, el Rey Juan
II decide que a partir de la fecha, la mujer antequerana, es decir
la mujer que ve la luz de la vida en tierra de este Termino
Municipal, desde ese momento, sin pertenecer a la nobleza o
sin valorar su capacidad económica se le da el tratamiento de
Doña, todo esto en agradecimiento por su saber hacer por saber
actuar cuando, solas y desamparadas mientras sus padres,
maridos y hermanos se encontraban luchando por conquistar
otras ciudades y castillos a los nazaríes ellas sin llegar a la batalla
hicieron ver a los nazaríes su luz, su fuerza, y su saber estar,
apagando toda ilusión de hacerse de nuevo con la ciudad que
antes habían perdido.
Cuenta la leyenda como las mujeres de la cuidad al ver la
amenaza de las tropas nazaríes en las proximidades de la villa
y ante el inminente ataque por recuperar la plaza de la ciudad.
Este grupo de mujeres decidieron hacer un número elevado
de candelas por el alrededor de toda la ciudad, esta luz que
clarificaba todo el entorno de la ciudad, hacia presagiar que
había un incalculable número de soldados defendiendo la misma,
en proporción al enorme numero de candelas dispersadas,
este hecho apagó la esperanza de los que tuvieron el deseo de
apagar la llama de los que dominaban la plaza.
Cuenta la leyenda que no estaba solas, contaban con la inestimable
ayuda de Santa Eufemia, patrona de la ciudad. Iluminándoles
que debían hacer. Desde entonces y a lo largo de la
historia se lleva a cabo un acto religioso en la ciudad, conocido
como “la procesión de Santa Eufemia” o “la noche de las candelas”.
Eufemia viene de “De buena Palabra “se representa la imagen
de la virgen y la ciudad al fondo, ello nos hace verla como
la defensora de la misma.
Desde aquellos días y cada año en conmemoración a la fecha
del 16 de Septiembre de la conquista de la ciudad y el posterior
recuperación evitando el peligro de la misma mediante
las candelas, se lleva a cabo la procesión de Santa Eufemia, durante
el recorrido de la misma en diversos puntos de la ciudad,
se prenden varias candelas, a la llegada del trono que porta la
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imagen de la patrona de la ciudad, que junto las personas que
están contemplando el evento rodean el fuego, muchas de las
personas asistentes, terminan quemando algún objeto pequeño,
una nota o esquelas donde hacen peticiones a la Patrona de
la ciudad, otras, rezan por aquellas personas que fueron o que
son importantes en su vida. Al día siguiente tiene lugar en la
iglesia de Santa Eufemia, una misa en la que participa el Cabildo
Municipal, el cual rinde el pendón de la ciudad a la titular
de este templo.
De un modo u de otro, se deja ver lo especial de la mujer y
la luz que proyecta, un recorrido en todo su contesto, ese viaje
de la vida que se hace con la ilusión de recibir la mirada limpia
e iluminada de una Doña. Que a lo largo de la vida, nos aporta
su calor, la luz de su mirar, lo mágico de su luz divina, unos
hijos, y el amor que pone en todo su hacer en el vivir diario. •
Fuente:
Crónicas del Rey Juan II, Biblioteca municipal Antequera.
http://www.malagapueblos.com/fiestas/229/Santa-Eufemia.
Historias populares de Antequera.
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En esta ocasión haremos una pausa en el repaso geográfico
de la advocación victoriana por España. Llega febrero y se rememora
uno de los hechos más destacados en la biografía de
la Patrona y un acontecimiento singular dentro de la dilatada
historia de la ciudad, tuvo lugar el 8 de febrero de 1943 junto
a la fuente de las Tres Gracias.
El próximo sábado, 9 de febrero, tendrá lugar la solemne
función conmemorativa del 70 aniversario de la Coronación
Canónica de Santa María de la Victoria, Patrona Diócesis y de
la Ciudad de Málaga; la ceremonia se desarrollará en su Basílica
y Real Santuario a las 20:30 horas, en la que intervendrá el
Coro de la Basílica, de reciente creación. Presidirá la eucaristía
José Ferrary, vicario general diocesano. Coincidiendo con la
efeméride la Archicofradía de los Dolores de San Juan ofrece su
Medalla de Oro a la ‘Madre de Málaga’.
¿Cómo sucedió todo?
ANOTACIONES SOBRE L A VICTORIA
70 ANIVERSARIO CORONACIÓN
CANÓNICA DE LA
PATRONA
El 16 de abril de 1939, Santa María de la Victoria regresó
hasta su templo, tras permanecer en la Catedral desde 1931.
Según narra la prensa de la época, cuando la procesión se encontraba
en las proximidades de la actual Basílica, el Obispo
de la Diócesis, Balbino Santos Olivera, se dirigió a la multitud
congregada y preguntó si querían la coronación canónica para
Santa María de la Victoria, el pueblo malagueño contesto afirmativamente
con vítores y ovaciones.
En 1943, la Patrona de Málaga y su Diócesis fue trasladada
hasta la Catedral para realizar una Novena en su honor; a su
término, el 8 de febrero, fue llevada en Rosario de la Aurora
Antonio Márquez Flores
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hasta el altar situado en el Paseo del Parque, junto a la Fuente
de las Tres Gracias (actual plaza del General Torrijos). La
‘Schola Cantorum’ del Seminario entono durante la Eucaristía
el ‘Himno Oficial de la Coronación de la Virgen de la Victoria’.
El obispo de la ciudad se dirigió a la multitud, haciendo un
breve recorrido histórico desde el anuncio en el pórtico del
Santuario (1939) hasta ese día, para concluir con una plegaria:
“A Vos, Señora y Madre nuestra lo encomendamos todo; de Vos
lo esperamos todo; por vuestra mediación nos viene todo; con
Vos y por Vos lo tenemos y aseguramos todo. Oídnos, protegednos,
salvadnos”. El Nuncio de Su Santidad bendijo las coronas
de la Virgen y el Niño, que le presentaron el Gobernador de
la Provincia y Alcalde de la Ciudad; concelebraron la ceremonia
los arzobispos de Granada y Valladolid, los obispos de Seo
de Urgel, Barcelona, Jaén y Gibraltar, todo ello fue presenciado
por más de 50.000 personas.
Datos para recordar
El 8 de febrero de 1943 fue coronada canónicamente Santa
María de la Victoria, Patrona de Málaga y la Diócesis desde el
año 1867, según Breve de Su Santidad Pío IX y titular de una
de las hermandades fundadoras de la Agrupación de Cofradías
de Semana Santa en 1921; su vinculación con Málaga se remonta
a 1487 con la conquista de la Ciudad por parte de los
Reyes Católicos. Las coronas fueron regaladas por el pueblo de
Málaga. •
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málaga
El Avisador
Malagueño
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