El Avisador Malagueño REVISTA HISTÓRICO-CULTURAL ONLINE
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<strong>El</strong> <strong>Avisador</strong><br />
<strong>Malagueño</strong><br />
N.º 58 <strong>REVISTA</strong> <strong>HISTÓRICO</strong>-<strong>CULTURAL</strong> <strong>ONLINE</strong><br />
OCTUBRE 2011
ANTONIO DELGADO ©<br />
VISTA DEL PUEBLO<br />
GENALGUACIL
EDITORIAL<br />
ANDALUCES DE FERIA<br />
(Portada y comentario de Manuel Martínez Molina)<br />
Nuestra colorista y vistosa portada de octubre, es la evocación otoñal de alguna típica escena de<br />
preparativos para cualquier romería o feria veraniega andaluza; alguno de esos abundantes festejos<br />
populares que nos empapan en regocijo y esparcimiento, con heterogéneas ofertas de placer y recreo,<br />
en ruidosa caterva o en amoroso bisbiseo por algún festejo folklórico-devocional, una tienta, un<br />
encierro, una verbena, un festival o un desfile en el escaparate de vanidades que representa el real.<br />
Los enamorados que abren “EL AVISADOR MALAGUEÑO” de este mes, ya ataviados para la fiesta,<br />
no parecen estar en desacuerdo. Ambos están prestos para dar rienda suelta a tan palpable pasión<br />
amorosa, ante el importante abanico de posibilidades que les ofrece esta especial jornada estival de<br />
esparcimiento y parranda.<br />
Nuestro espigado garrochista propone a su reflexiva moza, planes que giran en torno a la fiesta<br />
nacional, porque así lo delata su atuendo, sin descartar otras vías de ronroneante cortejo por lugares<br />
íntimos y solitarios. Esta andaluza rubia que colma su balcón de colores y romántica hermosura, no parece<br />
tener tan claras ideas, aunque la felicidad de la pareja está asegurada, por el mutuo cariño perfumado de<br />
geranios y vespertinas brisas frescas, que impregnan de pasión y ternura esta relación amorosa.<br />
Ahora pelan la pava, aunque acabarán galopando hacia algún paraje solitario, al compás que<br />
marque tan elegante jaca, para felicidad de la pareja y envidia de la enjaulada urraca lenguaraz.<br />
Ilustración colorista y alegre de Carlos Sáenz de Tejada, (1897-1958) pintor costumbrista e ilustrador<br />
español que trató de empaparse en sentimientos patrios por los innumerables rincones de la España<br />
rural trabajadora y pintoresca, prodigando sus visitas por innumerables territorios, mezclándose con<br />
la gente, aprendiendo los variadísimos pasos de baile que iba descubriendo, muy atento siempre<br />
a los cánticos e instrumentos musicales, para transmitirnos muy acertadas observaciones sobre la<br />
extraordinaria diversidad de nuestro folklore regional, con el variado, artesanal y artístico vestuario<br />
de las bodas charras, maragatas o lagarteranas, atento a las tradiciones que aún perduran en el valle<br />
de Ansó, Candeleda, Carvajales, Zamarramala, Astorga, el Rocío y el Cabezo, Vejer y la comarca<br />
almeriense de Níjar con sus tapadas, o Málaga con el tipismo tan particular de nuestros cenacheros y<br />
biznagueros.<br />
No conforme con lo relatado, Sáenz de Tejada quiso bajar a conocer también minas y mineros, talleres<br />
artesanos, fábricas y tajos de labor por toda España; se permitió retratar fantásticas escenas de siembra<br />
y barbecho, de aceituneros y almazaras, de zafra, de siega, trilla y aventado, de telares, de ferrerías, de<br />
pesca y almadraba, de vendimia y bodega, porque este prolífico pintor e ilustrador, nos relata la vida<br />
celtibérica en innumerables vertientes y con extraordinarios matices, que ponen a nuestro alcance la<br />
singularidad de algunos oficios tradicionales, junto al tipismo de barrios, rincones, plazas, calles con<br />
encanto, romerías, encierros, corridas, procesiones, tabernas de guitarra, tertulia y cante, abundando en<br />
la España trabajadora y en la que se divierte conmemorando gloriosas y ancestrales efemérides, porque<br />
Sáenz de Tejada fue un potente exaltador de la patria en su vida, sus carteles, sus murales y sus cuantiosas<br />
y admirables ilustraciones para libros, revistas o decorados teatrales y cinematográficos.<br />
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DIRECTOR<br />
Diego Ceano González<br />
SUBDIRECTOR<br />
José A. Barberá Fernández<br />
REDACTOR JEFE<br />
Carlos Moncada Linares<br />
REDACTORES<br />
José Manuel Frías Ciruela<br />
Francisco Collado Campaña<br />
Juan José Palop Ruiz<br />
Manuel Martínez Molina<br />
Rafael Bejarano Pérez<br />
Antonio Lara Villodres<br />
Vicente Manchado Cortés<br />
Josefina Molino Peregrina<br />
Salvador Valverde Gálvez<br />
Mercedes Sophía Ramos Jiménez<br />
Antonio Márquez Flores<br />
Luis A. Utrera Madroñero<br />
Manuel Garrido Jiménez<br />
Juan M. Díaz Romero<br />
Juan Benítez Ruiz<br />
CORRECTOR<br />
Alfonso C. García Molina<br />
REDACTORES GRÁFICOS<br />
Antonio Delgado Rodríguez<br />
Francisco Ordoñez Olalla<br />
Lola A. Carretero Vaquer<br />
ILUSTRACIONES<br />
Ignacio Padilla Troya<br />
DISEÑO GRÁFICO Y MAQUETACIÓN<br />
Francisco Ordóñez Olalla<br />
DPTO. INFORMÁTICO<br />
Carlos Fernández Montañés<br />
Francisco Moyano Jiménez<br />
Fco. Javier Moyano Vergara<br />
DEPÓSITO LEGAL<br />
MA-1771-05<br />
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57<br />
Enigmas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13<br />
REDACCIÓN<br />
<strong>El</strong> <strong>Avisador</strong> ÍNDICE<br />
<strong>Malagueño</strong><br />
N.º 58 <strong>REVISTA</strong> <strong>HISTÓRICO</strong>-<strong>CULTURAL</strong> <strong>ONLINE</strong><br />
OCTUBRE 2011<br />
Portada: “Andaluces de feria”<br />
PREMIO “PUBLICACIÓN DEL AÑO 2008”<br />
OTORGADO POR LA ASOCIACIÓN<br />
MALAGUEÑA DE ESCRITORES<br />
PREMIO “SENTIR MÁLAGA 2011”<br />
OTORGADO POR LA FUNDACIÓN<br />
SIGLO XXI DE MÁLAGA<br />
DELCEA<br />
BANCO DE IMÁGENES<br />
EL AVISADOR MALAGUEÑO<br />
Historias malagueñas. . . . . . . . . . . . . 05<br />
Desde la osera . . . . . . . . . . . . . . . . . . 09<br />
Torre del Atabal. . . . . . . . . . . . . . . . . 15<br />
De chupitira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17<br />
Ilustrados por el vino . . . . . . . . . . . . 19<br />
Escritos malagueños . . . . . . . . . . . . . 23<br />
Curiosidades malagueñas . . . . . . . . . 25<br />
La jabalina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28<br />
Tierras de Campanillas . . . . . . . . . . . 31<br />
Leyendas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33<br />
La ventana soleada. . . . . . . . . . . . . . . 37<br />
Anotaciones sobre la Victoria. . . . . . . 41<br />
Flamenquerías. . . . . . . . . . . . . . . . . . 45<br />
Puerto de la Torre . . . . . . . . . . . . . . . 47<br />
La Málaga de Ayer . . . . . . . . . . . . . . . 49<br />
<strong>Malagueño</strong>s singulares. . . . . . . . . . . . 51<br />
Tierras de Antikaria . . . . . . . . . . . . . . 57<br />
MUY IMPORTANTE<br />
Según la Ley 34/2002 de Servicios de la Sociedad de la<br />
Información y de Comercio <strong>El</strong>ectrónico (LSSI-CE), y de la Ley<br />
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HISTORIAS M AL AGUEÑAS<br />
CAFÉ DE CHINITAS<br />
UN CAFÉ CON MUCHA HISTORIA<br />
Sin duda, el nombre del popular “Café de Chinitas” nos suena<br />
a todos.<br />
Según se dice, fue el propio don Antonio María Álvarez<br />
quien ordenó la construcción de un pequeño teatrillo, al que<br />
él le daría un uso muy particular y exclusivo, es decir en ese<br />
lugar, él celebraría sus fiestas con amigos exclusivos y así ganarse<br />
sus favores. Para ello eligió uno de los locales de planta<br />
baja, discreto y de fácil acceso, un lugar muy discreto que disimulara<br />
las entradas y salidas de amigos y señoritas de dudosa<br />
moral. Lo recóndito de este establecimiento se debía a que en<br />
Málaga ya existían algunos cafés cantantes que prácticamente,<br />
cada noche, protagonizaban escándalos nocturnos, hasta el<br />
punto de hacer intervenir en muchas ocasiones a las autoridades.<br />
Don Antonio María, deseaba que él y sus amistades pasasen<br />
desapercibidos, de ahí el celo tomado para que este lugar<br />
no estuviera muy a la vista. Según podemos leer:<br />
Esto puede explicar la atípica situación de un local, primero<br />
de los de su género que se constata en la arquitectura<br />
doméstica de aquellos decenios, simulando su interior desde<br />
la calle por unos huecos enrejados que parecían iluminar<br />
alcobas y espacios familiares, cuando en realidad aireaban<br />
la atmósfera cargada de un cafetín.<br />
Por el interior y a través de un ojo de patio en el que la<br />
vecindad ponía a orear su ropa entraba cenitalmente la luz<br />
del día, alcanzando únicamente los balcones superiores. La<br />
cubierta era de teja moruna y vertía pluviales hacia el mismo<br />
ojo de patio por el lado interior y hacia la placita que<br />
centra el pasaje por el exterior.<br />
Era un local reducido. Y así como las tejas de la cubierta<br />
Diego Ceano González<br />
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se distribuyen en diez segmentos irregulares que casi le dan<br />
la forma decagonal, el salón público, elevado en la primera<br />
planta, era casi un círculo pentagonal tan mal diseñado<br />
como peor enlucido. <strong>El</strong> escenario era de modestas dimensiones<br />
y a sus lados se abrían seis palcos, en realidad verdaderos<br />
reservados para gentes con ganas de nocturna jarana<br />
con presencia femenina. Carecía de camerinos y los artistas,<br />
hombres o mujeres, tenían que ataviarse y desvestirse<br />
amparados por un sistema de cortinas y lonas que nadie<br />
custodiaba. <strong>El</strong> piano quedaba a pie de escenario y el público<br />
se acomodaba en veladores situados de manera que, por sus<br />
estrechos pasillos, pudieran transitar activos camareros de<br />
grandes y redondas bandejas, largas patillas y engomados<br />
bigotes. 1<br />
Pasado el tiempo, el uso de este cafetín o reservado, cae<br />
en desuso y es traspasado a un artista de medio pelo. En la<br />
segunda década del siglo XX, aquel local se convirtió en un<br />
establecimiento de “mala nota”, donde solían acudir señoritas<br />
de vida azarosa con clientes de todo tipo. Se tiene constancia<br />
de que en tiempos de carnaval había una señorita que hacía un<br />
número un tanto sexual, la artista que cantaba con un plátano<br />
en la mano, y preguntaba a los señores que la observaban, al final<br />
de su actuación, por qué orificio de su anatomía deseaba el<br />
respetable que se lo introdujera, luego ella obediente obedecía<br />
ante los aplausos del “respetable”.<br />
Existe un artículo que escribió el viajero inglés, Havelock<br />
<strong>El</strong>lis, en 1908, para su revista de viajes, decía así:<br />
«... Los bailes más notables no se descubren, a lo mejor,<br />
sino al cabo de muchos meses, porque nadie se preocupa de<br />
ello ni de orientarle a uno. Así me pasó a mí, por ejemplo,<br />
en Málaga con “Las Chinitas” (sic), hace algunos años. En<br />
efecto, oculto en una calle mal aireada, próxima a la Plaza,<br />
encontraba uno, después de subir unas escaleras, el refugio<br />
diecisiete, donde, en el más reducido tabladillo imaginable,<br />
ante un grave concurso genuinamente nacional, algunas de<br />
las mejores bailarinas españolas, envueltas en hermosos<br />
pañolones filipinos, ejecutaban ciclos inacabables de característicos<br />
bailes españoles, en tanto que las madres y las<br />
tías, veladores de las artistas, ocupaban unas sillas en torno<br />
de ellas. Luego me he enterado de que el baile de “Las Chinitas”<br />
ha sido clausurado y extinguido con algún pretexto<br />
por los españoles celosos, anhelantes de unirse al ritmo de
la civilización, porque es, sin duda, más fácil destruir que<br />
levantar. Acaso “Las Chinitas” haya sido la última institución<br />
de su género en España».<br />
Como podrán observar, el texto, hace referencia al primer<br />
cierre del establecimiento, por lo que no nos resulta difícil suponer<br />
que sus escándalos alcanzaron los oídos inquisidores de<br />
la opinión pública.<br />
A partir de ahí, este establecimiento pasó a llamarse Salón<br />
Royal, pero el cambio de denominación de nada sirvió. <strong>El</strong><br />
Chinitas, con su nuevo nombre, no dejó de ofrecer el mismo<br />
servicio, dado que la clientela deseaba que el establecimiento<br />
siguiera ofreciendo el mismo espectáculo de siempre.<br />
Poco a poco aquellos picantes cuplés y actuaciones subidas<br />
de tono, fueron dejando paso a intervenciones de flamenco,<br />
pasando por aquellos escenarios algunas figuras de la época,<br />
configurándose así otro modo de hacer espectáculo.<br />
Nos queda alguna referencia de los últimos años de existencia<br />
de este café, referencias que nos hacen ver cuáles eran los<br />
precios de aquel establecimiento, que se mantuvieron hasta su<br />
cierre en los años treinta:<br />
“Café con espectáculo, 1,25 pesetas; media botella de machaco,<br />
3 pesetas; una de vino fino, 7 pesetas”.<br />
Para finalizar, quiero hacer referencia a su nombre, ahora<br />
oficial, de “<strong>El</strong> Pasaje de Chinitas”. Al iniciarse la legislatura de<br />
uno de los mejores alcaldes que Málaga ha conocido, don Francisco<br />
García Grana, se llevó a cabo una iniciativa muy plausible<br />
que mandaba publicar un edicto en los periódicos locales para<br />
dar a conocer su decisión de bautizar oficialmente con el nombre<br />
de Pasaje de Chinitas al hasta entonces Pasaje de Álvarez.<br />
Para ello, previamente había convocado, en plazo y forma,<br />
a las personas que tuvieran que hacer algún tipo de alegación<br />
contra aquella iniciativa municipal. Como quiera que a nadie<br />
le pareció mal tal iniciativa y a todos gustó, se cambió el rótulo<br />
de cerámica del Pasaje de Álvarez por el definitivo de Pasaje de<br />
Chinitas y es que aunque no le hubieran cambiado el nombre,<br />
para los malagueños, aquel era el Pasaje de Chinitas.<br />
A esta iniciativa de García Grana siguieron otras no menos<br />
importantes, consistentes en dotar al pasaje de pavimento de<br />
piedra de Sierra <strong>El</strong>vira, además de colocarle en su centro una<br />
fuente del siglo XIX donada por Fernando Barceló. Y como gran<br />
Café con<br />
espectáculo:<br />
1,25 pesetas<br />
Media botella<br />
de Machaco:<br />
3 pesetas<br />
Una de<br />
Vino Fino:<br />
7 pesetas<br />
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1— “Los cafés de Málaga” - Don Francisco Bejarano Robles.<br />
8 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
complemento de aquella operación municipal se encargó a José<br />
Espinosa Alonso, gran maestro madrileño de la forja artística,<br />
todos los rótulos tanto de oficios artesanales como industriales<br />
y comerciales del pasaje, todos ellos labrados en hierro forjado,<br />
hoy en día desaparecidos.<br />
A finales del siglo XX, como muy bien recoge nuestro admirado<br />
periodista don Julián Sesmero Ruiz, sucedieron ciertos<br />
acontecimientos curiosos como que en la medianoche del 11<br />
de marzo de 1962, un borracho decidió quitarse la melopea<br />
metiéndose en la fuente que donara el señor Barceló. La fuente<br />
del siglo XIX quedó destrozada. Luego se restituyó, siendo<br />
restaurada por el marmolista Baeza y allí permaneció hasta su<br />
total destrucción en 1978.<br />
<strong>El</strong> Ayuntamiento colocó una escultura de “Mariquilla”, realizada<br />
por el escultor Adrián Risueño que en un principio estaba<br />
prevista colocar en los jardines de la calle Alcazabilla. Después<br />
de varias agresiones que sufrió esta escultura, el ayuntamiento<br />
decidió retirarla.<br />
Hoy el Pasaje de Chinitas, es uno de los lugares más entrañables<br />
y emblemáticos de nuestra Málaga, un lugar con historias,<br />
anécdotas, un lugar que ha echado raíces en el devenir de<br />
los tiempos. •
DESDE L A OSER A<br />
LOS FESTEJOS DEL<br />
PERCHEL<br />
<strong>El</strong> Perchel, histórico barrio malagueño de ya inexistentes<br />
charranes, barateros y “guapos”, arrabal de larga lista de chulos<br />
y matones con muchos hechos delictivos a las espaldas, los<br />
que posiblemente fuesen aumentados por la fama del lugar<br />
y el decir pregonado en coplas o melódicos poemas, como el<br />
que da comienzo a este escrito. <strong>El</strong> transcurrir de los años les<br />
haría desaparecer como el humo en el tiempo, dando paso a<br />
trabajadores, artesanos e industriales, muy difíciles de hallar<br />
igualmente en la actualidad, aunque por diferentes motivos.<br />
Este bravío arrabal guardó durante mucho tiempo el aspecto<br />
morisco, con calles angostas y empedradas con cantos rodados<br />
de todos los tamaños, levantándose a sus laterales inmuebles,<br />
que salvo algunas excepciones de tres plantas, el resto, casi todos<br />
fueron de dos, estimándose esta uniformidad como típicas<br />
edificaciones de la segunda mitad del siglo XVIII y todo el XIX,<br />
cuyo recuerdo lentamente se va diluyendo, al ir quedando de<br />
sus orígenes cada vez menos vestigios.<br />
Muchos fueron los percheleros que dieron gloria a Málaga<br />
con su arte, como por ejemplo el excelente escritor Arturo Reyes,<br />
nacido en una humilde casa de la calle del Rosal, el gran pintor<br />
José Moreno Carbonero, que lo hizo en un viejo caserón de dos<br />
pisos, llamado “Casa de los Pájaros”, o el matador de toros Francisco<br />
Madrid, que vino al mundo en una casa de calle Eslava.<br />
Algunas de las casas, de pequeñas y húmedas habitaciones,<br />
tuvieron el misterio que les ofrecía el estar habitadas por echadoras<br />
de cartas, que siempre daban algunas buenas noticias;<br />
hechiceras, a las que se acudía para la preparación de filtros<br />
amorosos y para el mal de ojo, y espiritistas que daban consuelo<br />
a familias y amigos al contactar con los espíritus de los<br />
desaparecidos.<br />
S’arremató la partía,<br />
de los majos del Perchel…<br />
A aquel que la culpa tenga,<br />
tan mala suerte le den<br />
que muera sin confesión<br />
pa que se junda en la tierra<br />
con su malina intención.<br />
“<strong>El</strong>egía de los Majos”,<br />
de Enrique López Alarcón.<br />
J. A. Barberá Fernández<br />
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<strong>El</strong> Perchel también tuvo sus propios festejos populares, que<br />
a causa de la Guerra Civil tuvieron un paréntesis de diez o doce<br />
años, volviéndose a retomar en 1946, siendo alcalde de la ciudad<br />
Manuel Pérez Bryan y presidente de la Diputación, Baltasar<br />
Peña Hinojosa. Tras ese largo periodo de tiempo en que el barrio<br />
permaneció en desacostumbrado silencio, la iniciativa de<br />
un grupo de personas hizo que, a partir de ese año se creyese<br />
llegado el momento de volver a vivir las fiestas.<br />
Y así ocurrió; los festejos del popular y populoso barrio del<br />
Perchel se reanudaron, volviendo a ser el barrio alegre y bullicioso<br />
que siempre fue; las calles se engalanaron de las formas<br />
más pintorescas, con carteles y cuadros, flores y floreros,<br />
imágenes y figurillas, luces y faroles, cobres y loza, tapetes y<br />
cortinas, guitarras y panderetas, fotografías y cromos artísticos,<br />
lo que cada cual encontró para decorar lo mejor posible<br />
su entorno.<br />
Las cadenetas de papel, se trenzaron con habilidad y paciencia,<br />
durante los días previos a las jornadas de las fiestas, usando<br />
cromolitografías de cajas de pasas; los farolillos que adornarían<br />
las calles, también fueron auténticas manualidades de fabricación<br />
casera; los balcones se engalanaron por unos días con<br />
hermosos mantones de Manila y festivas colchas, las fachadas<br />
y portales se adornaron con pañuelos bordados o estampados,<br />
tapetes morunos, mesas, mesitas, sillones, flores y macetas. Lo<br />
único que faltaba para que este animoso preparativo llegase a<br />
tener el éxito necesario, era que la música, los cantes y los bailes<br />
envolvieran su ambiente, no faltando nada de esto, porque<br />
además de las actuaciones de algunos profesionales, no faltaron<br />
espontáneos entre la chiquillería y la juventud que desearan<br />
demostrar su arte y buen estilo.<br />
Un gran malagueño, que elevó más aun el nombre del barrio<br />
al escribir sus libros bajo el seudónimo de “Paco Percheles”,<br />
(Don Francisco Bejarano Robles) dijo sobre esta fiesta: “Ha sido<br />
el corazón entero del barrio el que se ha entregado generosamente,<br />
y a su cariño ha correspondido Málaga entera, desde la Alameda a<br />
la Caleta y desde el Puerto a la Victoria. Yo sé de algunas reuniones<br />
en que el encanto que fraguara la noche fue tan intenso, que al irse<br />
tiñendo de malva y rosa el cielo, se deseaba que no amaneciera”.<br />
<strong>El</strong> Perchel fue un barrio de solera y fina gracia malagueña,<br />
sus talleres y sus fábricas, sus industrias y sus faenas, sus saladeros<br />
y sus barcas decían de su artesanía, de su laboriosidad
y de sus aspiraciones, que hizo que las autoridades que visitaron<br />
el nuevo comienzo de los festejos de aquel Perchel de<br />
mediados del siglo pasado, viesen la conveniencia de reparar<br />
sus calles, cuidar su ornato, destacar la belleza de sus rincones<br />
y pensar en convertir el antiguo y superpoblado Perchel, en un<br />
barrio que no perdiese su fisonomía, sino que la aumentase,<br />
creando centros de enseñanzas, dando facilidades para estudios,<br />
arte, y oficios especializados, incrementando asimismo<br />
los servicios urbanos.<br />
Ese fue el deseo, otra fue la cruda realidad, ya que unos<br />
años más tarde, con la obra de la prolongación de la por entonces<br />
llamada Avenida del Generalísimo, hoy Alameda Principal,<br />
comenzó su final. <strong>El</strong> barrio quedó dividido en dos, dejando las<br />
demoledoras piquetas y las destructoras excavadoras a la ciudad<br />
sin ese rincón de tradición marinera, de leyenda y cantares<br />
que en similares casos, otras ciudades hermanas supieron conservar,<br />
reconstruyéndolos y manteniéndolos como patrimonio<br />
histórico.<br />
Hoy día, sólo quedan en pie algunas calles desperdigadas,<br />
algún que otro antiguo edificio y poco más, el Perchel que inspirara<br />
a poetas y literatos ha desaparecido, pero no su recuerdo<br />
con el bullicio de sus fiestas, su leyenda y cuanto aconteció<br />
por sus lares, que han quedado para siempre en la Historia de<br />
Málaga. •<br />
Nota—. Las fotografías pertenecen al archivo del autor.<br />
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ANTONIO DELGADO ©<br />
ESCULTURA A LA SALIDA DEL PUEBLO<br />
GENALGUACIL
ENIGM AS<br />
MISTERIOS DE<br />
CAMPILLOS (II)<br />
LAS MARIPOSAS DEL PADRE TIBURCIO ARNAIZ<br />
A principios del siglo XX, el misterioso jesuita Tiburcio Arnaiz,<br />
hombre rodeado de misterios y de dones sobrenaturales,<br />
visitó Campillos en su obra de misiones urbanas por Andalucía.<br />
Se conmemoraba en aquellas fechas la festividad de la<br />
Patrona, y el Padre Arnaiz acudió a predicar sus apreciados<br />
sermones. Como era habitual a lo largo de su existencia, eran<br />
tantos los fieles que fueron a verle y oírle, que no entraban<br />
todos en la iglesia, para lo cual se habilitó el balcón del Ayuntamiento<br />
para tal fin, ya que la plaza que lo rodeaba era bastante<br />
grande para cumplir el requisito deseado.<br />
Cuentan a manera de tradición oral, que durante el sermón<br />
se apagaron solas las luces de las calles del pueblo, y que aparecieron<br />
dos extrañas mariposas que despedían una luz viva, las<br />
cuales comenzaron a desplazarse por las cabezas de los fieles.<br />
Al terminar la charla el Padre Arnaiz, las luces de las calles<br />
se encendieron de nuevo, y las mariposas desaparecieron espontáneamente.<br />
En el pueblo, aquella situación sería conocida<br />
desde entonces como “el milagro del Padre Arnaiz”.<br />
EL POBLADO SUBMARINO DE PEÑARRUBIA<br />
La década de los sesenta registró una gran explosión demográfica<br />
en la provincia de Málaga, incrementando el turismo<br />
y aumentando el consumo de agua en la ciudad. Para ello se<br />
había creado el pantano del Chorro, que por una parte servía<br />
de generador de electricidad por sistema hidráulico, y por otro<br />
lado parecía satisfacer las necesidades de la capital y los pueblos<br />
en cuanto a la necesidad de tan preciado líquido, proporcionando<br />
suficiente caudal.<br />
Padre Tiburcio Arnáiz<br />
José M. Frías Ciruela<br />
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Pantano de Peñarrubia<br />
Avenida de Campillos en la antigüedad<br />
1 4 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
Pero los años pasaron y la necesidad de agua aumentó siendo<br />
insuficiente cantidad que presentaba el embalse. Se planteó<br />
entonces la construcción de nuevos pantanos que pudieran<br />
aprovechar las corrientes que provenían de los ríos Turón y<br />
Guadalteba. Pero para ello era necesario sacrificar la existencia<br />
de un pequeño pueblo que se había erigido en torno a un caserío,<br />
y que formaba parte del término municipal de Campillos.<br />
Su nombre, Peñarrubia, se debía a los colores de la sierra bajo<br />
la cual se ubicaba, con tonalidades grises y azuladas.<br />
En el año 1972, los habitantes de este poblado a orillas<br />
del río Guadalteba se marcharon a otras localidades cercanas,<br />
como Teba o Campillos. Las obras concluyeron ese mismo año,<br />
y el agua comenzó a extenderse rápidamente, cubriendo poco a<br />
poco las casas del pueblo. Curiosamente, una vez las viviendas<br />
estuvieron sumergidas, la gente descubrió con asombro que<br />
la iglesia parroquial del poblado, Nuestra Señora de los Remedios,<br />
del siglo XVII, no llegó a ser engullida. En la época<br />
de más afluencia, quedaba fuera del agua el campanario de la<br />
misma, como luchando por sobrevivir.<br />
“ el agua, causando el temor entre los presentes...<br />
<strong>El</strong> mito comenzó a<br />
rodar de lugar en lugar,<br />
cuando varias personas<br />
de la localidad de<br />
Campillos, senderistas<br />
y bañistas del pantano,<br />
afirmaban que en las horas de misa, la campana de la iglesia de<br />
Peñarrubia sonaba bajo el agua, causando el temor entre los<br />
presentes. Parecía que el pueblo, maldito desde su hundimiento,<br />
se quejaba de su triste final de esa curiosa manera, como si<br />
alguna energía flotara entre las aguas, pugnando por escapar.<br />
En el año 1990, una fuerte sequía asoló Málaga, reduciendo<br />
de tal manera el agua del pantano de Guadalteba, que los escombros<br />
de Peñarrubia quedaron al descubierto por completo,<br />
con la iglesia casi intacta como si de un milagro se tratara. Los<br />
antiguos habitantes del poblado, como si aquello se tratara de<br />
una misteriosa convocatoria, acudieron en romería para recobrar<br />
la memoria popular de sus antiguas vivencias. Después de<br />
pasar varias horas entre las desoladas callejas, colocaron al pie<br />
de la iglesia una placa como recuerdo de la emotiva reunión,<br />
que decía: “La Virgen del Rosario nos reúne como pueblo. Peñarrubia<br />
1972-1990”. •<br />
“...la campana de la iglesia de Peñarrubia sonaba bajo
TORRE DEL ATABAL<br />
LOS BARRIOS DE MÁLAGA<br />
LA VICTORIA<br />
La Victoria es uno de los barrios emblemáticos de Málaga y<br />
cuyo nombre hace honor a la patrona de la ciudad. <strong>El</strong> origen<br />
de este nombre se remonta hasta 1487 cuando los Reyes Católicos<br />
instalaron durante el asedio a la ciudad su campamento a<br />
los pies de donde se encuentra actualmente el Convento de la<br />
Victoria. Dice la leyenda que la Virgen se apareció a Fernando<br />
el Católico anunciándole la victoria al día siguiente sobre los<br />
musulmanes. Cuando el líder cristiano asaltó las murallas de la<br />
Alcazaba y se apoderó de la ciudad erigió el convento en honor<br />
a dicha aparición y le nombró Nuestra Señora de la Victoria.<br />
De esta forma, el barrio de la Victoria fue construido más<br />
allá de los muros de la Málaga árabe, aumentando el desarrollo<br />
urbano de la ciudad y siendo un origen militar el que decantó<br />
sus inicios. A partir de la conquista cristiana, esta zona se<br />
convirtió en el corazón de la ciudad y un auténtico centro neurálgico.<br />
Se pensó que en un principio se instalaría el Hospital<br />
de San Lázaro para atender a los leprosos de la ciudad, pero<br />
debido a las inundaciones sufridas en torno al siglo XVII, se<br />
perdió esta función. Para fechas de 1508, se trasladó a la plaza<br />
la Orden de los Mercedarios que daría nombre a la plaza homónima.<br />
Lo que sería clave para la historia de este barrio. En<br />
esa época, comenzó a desarrollarse la vida urbana en esta zona<br />
con la construcción de la Plaza del Mercado y el Santuario de la<br />
Victoria. No obstante, tardaría tres siglos más en convertirse en<br />
una zona urbana en términos legales. Por lo que, la calle de la<br />
Victoria se convirtió en la vía principal que unía ambas plazas.<br />
Para principios del siglo XIX, el barrio de la Victoria era<br />
bastante bullicioso y estaba habitado por la pequeña burguesía,<br />
comerciantes, modistos y tenderos. Así, el cementerio de San<br />
Miguel fue un recinto importante, aunque manifestó bastante<br />
Calle la Victoria<br />
Fran Collado Campaña<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 1 5
Plaza de la Merced<br />
1 6 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
polémica por su insalubridad y la cercanía a la zona habitada.<br />
También durante esta época sobresalen la Capilla del Agua, el<br />
Colegio de los Maristas y la Capilla de San Lázaro.<br />
Una relación interesante es la manifestada entre el barrio<br />
de la Victoria y el liberalismo. Así, para 1822, el general Riego<br />
se alojó en dicho barrio muy unido a las ideas liberalizadoras<br />
de España. Asimismo, el general Torrijos y los soldados que<br />
fueron fusilados por oponerse al sistema absolutista del momento<br />
se encuentran sepultados bajo el obelisco de la Plaza de<br />
la Merced. Por ello, es importante profundizar en este estrecho<br />
vínculo entre el barrio de la Victoria y su apoyo a la causa liberal<br />
durante la época decimonónica.<br />
En este sentido, el barrio de la Victoria representa uno de<br />
los emblemas fundamentales de la ciudad malacitana. Además,<br />
su emplazamiento está situado en una posición geográfica ventajosa,<br />
disfrutando al este del monte Gibralfaro y el castillo,<br />
al sur, con el Centro y al oeste con Capuchinos. No obstante,<br />
aunque es un barrio extramuros corrió una suerte bien distinta<br />
a la de otras zonas similares como la Trinidad y el Perchel que<br />
teniendo un origen anterior a la época decimonónica, mantuvieron<br />
unas relaciones sociales distintas con los habitantes del<br />
centro malagueño.<br />
Es curiosa la denominación de “chupa y tira” que adquirió<br />
este barrio debido a las comidas de pobres, hechas a partir de<br />
almejas, que los humildes habitantes de sus calles tenían que<br />
hacer para salir del paso. De ahí también, esta original denominación<br />
tan típica y habitual en Málaga. •<br />
Santuario de la Victoria
DE CHUPITIR A<br />
LA<br />
CRUZ DE MAYO<br />
LA CRUZ DE MAYO EN LA CASETA DE LA TERCERA<br />
EDAD VICTORIANA DECIDIÓ EL PRIMER PREMIO DE LA<br />
XVII SEMANA DEL MAYOR<br />
Fueron 50 las asociaciones y 49 los expositores cargados<br />
de muestras procedentes de todos los barrios de Málaga los<br />
que, en el pasado mes de mayo, protagonizaron una larga cita<br />
en el Parque de la capital con el epígrafe de XVII Semana del<br />
Mayor, bajo patrocinio y organización del Área de Bienestar<br />
Social del Ayuntamiento malagueño. Expositores con muestras<br />
artísticas y artesanas, muy pacientes y muy valiosas, de lo que<br />
las personas de la Tercera Edad de Málaga han ido realizando<br />
en sus respectivas asociaciones a lo largo de todo un año y en<br />
su tiempo de ocio colectivo y compartido. Expositores que se<br />
ganaron el aplauso y el beneplácito de los miles de malagueños<br />
que visitaron esa XVII Semana del Mayor. Visité, por supuesto,<br />
todos los expositores, a cual más cuidado y ornamentado.<br />
En uno de ellos, en el de la Asociación Tercera Edad del<br />
Barrio de la Victoria, me llamaron la atención dos valiosas piezas<br />
expuestas: la Cruz de Mayo y el trofeo taurino “Capote de<br />
Plata” de la Feria de Agosto de Málaga, ambas confeccionadas<br />
en los talleres de la entidad. Era la primera vez que una Cruz<br />
de Mayo se exponía en la Semana del Mayor. Realizada por las<br />
mujeres de la Tercera Edad victoriana bajo la orientación de<br />
los directivos Francisco Delgado y Enrique Perea, integraban la<br />
pieza conchas marinas, como almejas, coquinas, peregrinas y<br />
corrucos. Lo propio del barrio de Chupa y Tira. La exhibición<br />
de esta artística obra en el Parque tuvo lugar precisamente en el<br />
mes de mayo, que es cuando los distintos barrios malagueños<br />
conmemoran, festejan y montan sus tradicionales cruces de<br />
Juan José Palop Ruiz<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 1 7
1 8 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
mayo. Célebres eran las cruces de mayo, por citar un solo ejemplo,<br />
del barrio del Perchel y de sus históricos patios y corralones.<br />
¿Cuál es el origen de la Cruz de Mayo y de sus conmemoraciones<br />
y fiestas populares? Fue santa <strong>El</strong>ena, madre del emperador<br />
romano Constantino, convertido al cristianismo, la que,<br />
frisando ya los 80 años, se impuso recuperar la cruz donde<br />
Cristo entregó su vida por la humanidad. Se dirigió santa <strong>El</strong>ena<br />
a Jerusalén con el propósito de buscarla. Encontró en el Monte<br />
Calvario un templo dedicado a Venus. Mandó derribarlo, excavó<br />
después y halló, al fin, las tres cruces del drama del Gólgota.<br />
Recoge la tradición que pudo identificar la de Jesús, haciendo<br />
tocar a las tres cruces a una mujer paralítica que, al contacto<br />
con la de Cristo, sanó repentinamente. Se inició así la devoción<br />
y exaltación del símbolo de la cruz. Desde el año 327 se conserva<br />
ya esta tradición, es cierto que con el paso del tiempo más<br />
mistificada, pero siempre popular.<br />
Decir, por último, que en ese mes de mayo pasado se produjo<br />
una triple coincidencia: la beatificación del papa Juan Pablo<br />
II, destacado líder del siglo XX, promotor y partícipe de grandes<br />
cambios; la exaltación del símbolo cristiano y la llegada a<br />
Málaga y su provincia de la cruz que Juan Pablo II donó a los<br />
jóvenes de todo el mundo. Miles de jóvenes malagueños participaron<br />
en la visita de los iconos vaticanos. La beatificación de<br />
Juan Pablo II ha sido la más rápida en los últimos 500 años de<br />
Cristianismo. No queda sino añadir que el expositor de la Asociación<br />
Tercera Edad del Barrio de la Victoria, con su Cruz de<br />
Mayo, obtuvo el primer premio de esa XVII Semana del Mayor.<br />
Nuestra enhorabuena. •<br />
La Cruz de Mayo 2011 de la Asoc. 3.ª Edad del Barrio de la Victoria. A la izquierda, el directivo y artista Francisco Delgado.
ILUSTR ADOS POR EL VINO<br />
“SABOR A HUÉNEJA”<br />
NUEVO LIBRO DE MOISÉS GÓMEZ<br />
<strong>El</strong> buzón de mi casa me acaba de proporcionar una alegría<br />
muy particular: el segundo libro de Moisés, que ha conseguido<br />
transportarme hasta el feliz hogar donde nací y me crié, “mi<br />
patria chica” a la espalda de la Alpujarra granadina.<br />
Fascinado de emoción ante tan inesperado encuentro con<br />
mis raíces en Huéneja, aquel pequeño cantón inexplorado de<br />
Sierra Nevada, una de las ocho villas que componen el recóndito<br />
Marquesado del Cenete, aguardo a partir de ahora su tercer<br />
libro, para decir con el justo y piadoso Simeón de la Sagrada<br />
Escritura: “Ahora, Señor, puedes ya dejar ir a tu siervo en paz.”<br />
Lucas, 2.<br />
La sierra, la vega, los pedregales, los olivares, los abundantes<br />
almendrales, las alamedas, los viejísimos castaños seculares<br />
alineados por los pechos de un aprendiz de río, que en su bajada<br />
sirve de fuerza motriz a varios molinos harineros de empiedro,<br />
los océanos de trigo, cebada y centeno con su acompasado<br />
oleaje de espigas, las bien abancaladas y cuidadas hortalizas,<br />
las eras con sus monótonas escenas de trilla, aventado y cante,<br />
las abundantes viñas de monte sin viñedo, aunque con algunas<br />
cepas asilvestradas, que sobrevivieron a la devastación filoxérica,<br />
llegando hasta el presente, sin que nadie se haya ocupado<br />
de ellas. <strong>El</strong> cielo tan claro, las brisas frescas que llegan desde<br />
las cumbres nevadas, trayendo un sinfín de aromas lejanos a<br />
encina, pino, retama y esparto, las fragancias del celindo, la<br />
albahaca y el jazmín, aires de tomillo, poleo, hinojo, miel de<br />
abeja y leña aromática abundante para la chimenea y los guisos,<br />
aunque también para que los nativos y sus huéspedes celebren<br />
algunas fiestas con descomunales hogueras nocturnas,<br />
a las que allí denominan pinchos, pero que son regocijantes<br />
oportunidades de galanteo, jolgorio colectivo y agradable con-<br />
Manuel Martínez Molina<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 1 9
vivencia, mientras desbrozan caminos y linderos<br />
de zarzas y arbustos que entorpecen el tránsito.<br />
Moisés nos introduce en los silencios de Huéneja,<br />
consiguiendo que nos parezcan estrofas; en<br />
los rumores de sus angostas y empinadas calles<br />
nos hace adivinar originales cánticos de cencerrada<br />
o ánimas, bulliciosas y juveniles veladas<br />
domiciliarias, acompasados y cansinos pasos de<br />
herradura, secos golpes de martinete, trajines de<br />
fragua, horno y lavadero, fandangos y otros estandartes<br />
de su pequeña historia y su leyenda, solapados<br />
en este oasis penibético por descubrir, al<br />
que nuestro escritor ha convertido en particular<br />
fuente de inspiración, aportando la originalidad<br />
de un viajero romántico de sombrero, mochila y<br />
botas, al rescatar para la posteridad antiquísimas<br />
recetas, que son auténticos hallazgos, aunque no<br />
sean finolis ni estén en el diseño culinario chic,<br />
heredadas en arcas de buen paño por sus confidentes:<br />
“Angelitas Triviño, María Serrano, Pepita<br />
Hernández, Antonia Aranda y Mercedes Barragán”.<br />
Esta es la buena nueva, que contiene tan interesante<br />
ejemplar con 269 páginas, titulado por<br />
su autor: “Sabor a Huéneja”, aunque subtitulado:<br />
Comida y tradición, que no me parece un libro de<br />
cocina, a pesar del exhaustivo desarrollo de tan<br />
especial ramillete de recetas, porque el autor no<br />
sólo se empapa de la cocina huenejera, sino que<br />
escudriña las numerosas rarezas que guardan tan<br />
especiales alacenas, para transmitirnos los afanes<br />
de quienes nos precedieron sin electricidad<br />
ni tecnología. Moisés nos descubre la existencia<br />
de una gran variedad de orejones, que son los<br />
frutos asoleados hasta deshidratarse, para que el<br />
secado permita su reutilización en los guisos de<br />
todo el año, de manera que por tan interesante<br />
tratado sobre la historia de la supervivencia humana,<br />
quedamos enterados de la existencia del<br />
orejón de tomate, de pimiento o de calabaza en<br />
finas tiritas, descubriremos la sencilla fórmula de<br />
conservar las castañas para todo el año con frescura<br />
de recién cosechadas, así como las aceitunas,<br />
2 0 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
los productos del cerdo o el queso, en orzas con<br />
aliños y salmueras, con manteca o aceite; también<br />
nos mostrará el cañizo y las vigas de los techos,<br />
donde cuelgan los jamones y embutidos serranos<br />
junto al resto de piezas voluminosas de la matanza,<br />
así como los racimos de uvas del barco si<br />
proceden de Almería, o las dulcísimas moscateles<br />
si son originales de Málaga, las ristras de ajos,<br />
cebollas, maíz y serbas enteras o partidas por la<br />
mitad, para convertirlas en orejones.<br />
Queda dicho, que no estamos ante un libro<br />
de cocina, aunque este título de Moisés Gómez<br />
no nos engaña, así que harían bien en adquirirlo,<br />
quienes tengan inquietudes culinarias. De entre<br />
tan exquisitas recetas, tan solo dispongo de espacio<br />
para comentar dos de ellas: la de los almendrados,<br />
sencilla y sabrosa exquisitez a base de:<br />
almendras, clara de huevo y azúcar, presentada y<br />
horneada en la misma cápsula de papel ondulado<br />
que las magdalenas. Estamos ante una de esas<br />
ambrosías, capaces de rendir a los paladares más<br />
exquisitos y extravagantes, de la que tan sólo se<br />
me ocurre cantar sus efectos saludables, porque<br />
nada malo hay que decir sobre la clara de huevo,<br />
pero las almendras son enemigas del colesterol<br />
malo y del exceso de triglicéridos, gracias a su<br />
alto contenido en potasio, proteínas, ácido oleico<br />
y fibra.<br />
La zalamandroña es un suculento plato del<br />
buen yantar, feliz herencia de la dominación musulmana,<br />
que los repobladores cristianos conservaron<br />
en espíritu y materia, llegando hasta nuestros<br />
días, repleta de variados frutos locales en sus<br />
exclusivas formas de conservación, por lo que<br />
me parece además, una de esas rarezas para saborear<br />
“in situ”: Bacalao, cebolla, tomates secos,<br />
pimientos rojos secos, pimientos verdes asados<br />
secos, orejones de calabaza, aceitunas y aceite de<br />
oliva son sus provisiones indispensables, además<br />
de una paciente y amorosa dedicación humana.<br />
No he escogido al azar esta opípara y saludable<br />
receta de la página 124, última de la relación alfa-
ética de Moisés, sino que me rindo ante ella, enternecido por<br />
la lectura de su dedicatoria: “A mi tía Ana, que tenía un pulso<br />
y un punto, no igualados hasta hoy, para hacer este plato tan de<br />
nuestro pueblo”. Como su tía Ana fue mi madre, huelga explicar<br />
lo que para mí representa tan particular homenaje de gratitud y<br />
estima, al que me sumo.<br />
<strong>El</strong> maestro olfatea en todas las épocas de la literatura, para<br />
escudriñar consejos y frases, relatos y poemas que amenizan<br />
la lectura y optimizan nuestra atención; nos acompaña por la<br />
dehesa o la vega, reflexionando sobre la cabaña con sus usos<br />
y costumbres, hasta invitarnos a entrar en su propia casa, que<br />
lo fue de sus padres y abuelos, para mostrarnos los artilugios<br />
empleados en la elaboración del queso, remitiéndonos también<br />
a aquellos aromas, tras cincuenta años de reposo como elementos<br />
de decoración y nostalgia.<br />
Vuelve Moisés a la literatura, para husmear en los refraneros,<br />
seleccionando con acierto y fortuna centenares de sabias<br />
y rancias sentencias sobre el pan, el agua, el vino, el ayuno, el<br />
aceite y las aceitunas, la carne, la cocina, la comida, los comensales,<br />
el hambre y la glotonería, el pescado, las frutas, las verduras<br />
y todos aquellos productos que llegan a la cocina, para<br />
convertirse en ricas viandas, concluyendo con el canto malagueño<br />
de Ramón Perelló, titulado: “Échale guindas al pavo”:<br />
“Huyendo de los civiles,<br />
un gitano del perchel<br />
sin cálculo y sin combina,<br />
¡que donde vino a caer!<br />
en un corral de gallinas,<br />
¿y qué es lo que allí encontró?<br />
pues una pavita fina<br />
que a un pavo le hacía el amor…”<br />
No haría falta seguir con el romance de Perelló, para adivinar<br />
el destino culinario inmediato de aquella pareja de aves<br />
de corral, aunque el propio autor nos sigue relatando el buen<br />
servicio que prestaron a aquella familia depredadora, a la que<br />
se unió, por sorpresa, el guardia civil que les seguía la pista,<br />
con la boca hecha agua:<br />
“A ver dónde está ese pavo,<br />
a ver dónde está esa pava,<br />
porque tiene mucha guasa<br />
que yo no pruebe ni un ala…”<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 1
2 2 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
“Sabor a Huéneja” no sólo representa el gusto por los halagos<br />
del paladar, sino que Moisés se extiende mas allá, llevándonos<br />
a presenciar el paso de cabreros y pastores con sus rebaños<br />
por calles y caminos hacia los pastos, a saber la hora echando<br />
una mirada a la posición del sol en el cielo, a entender el lenguaje<br />
de las campanas, que nos hablan de todo lo importante o<br />
grave que se cuece en la población, a participar en las tertulias<br />
de calle y taberna, junto a infinidad de detalles que el huésped<br />
agradece, como este que sirve de colofón a mi escrito, ennobleciendo<br />
la figura de Pepita Hernández y Juan Cascales su marido,<br />
porque cada vez que detectan mi presencia entre ellos, me<br />
ofrecen su casa, su cocina y su mesa, preparándome un menú<br />
de mi elección y preferencia. ¿Se puede ser más hospitalario<br />
y complaciente? Confieso mis escasos méritos para alcanzar<br />
tanta generosidad, aunque también he de reconocer que los<br />
guisos de Pepita, son de una perfección tal, que jamás rehusaré<br />
una invitación suya, porque si agradables son sus comidas,<br />
seguidas con tranquila sobremesa de café y pastas de aquellas<br />
tierras, más gratificante es el valor de nuestra inquebrantable<br />
amistad. •
ESCRITOS M AL AGUEÑOS<br />
EL DÍA DE<br />
SAN LUIS<br />
Con una transcripción como la que presentamos en “<strong>El</strong> origen<br />
de la fiesta de agosto” ya es suficiente; sirva de muestra. En<br />
lo sucesivo, cualquier cita que haga de tales documentos será<br />
en español actual, en un lenguaje claro, inteligible en todos sus<br />
aspectos, y si se conserva algún anacronismo será por mantener<br />
cierto sabor de antigüedad.<br />
<strong>El</strong> texto que hoy comento ya fue publicado, por el mismo<br />
motivo, dos veces: en un periódico y en un libro. En ambos<br />
casos se cometió un error. <strong>El</strong> defecto que en él observo no le<br />
afecta a la tesis que defiendo (creo que la refuerza), pero es<br />
más que suficiente para confesarlo, culpándome y haciendo un<br />
acto de humildad, tan necesario y conveniente siempre. Descubrir<br />
una verdad tiene su valor, pero “descubrirnos una falsedad”,<br />
(aunque sea involuntaria), vale muchísimo más si se confiesa:<br />
en los 18 renglones que tiene el texto nos saltamos dos trozos,<br />
en total unas cuatro líneas de su contenido, que nunca expuse<br />
completo.<br />
<strong>El</strong> acuerdo municipal al que nos referimos ahora fue tomado<br />
en cabildo el 17 de agosto de 1492, al margen del cual, en el<br />
libro de actas (volumen I folio 179), se ha escrito “candelas”,<br />
por ser la materia de que trata el acuerdo: candelas, es decir velas<br />
y se refiere a las que debían llevar el corregidor y regidores<br />
(de libra y media cada uno), y los jurados y otros oficiales (que<br />
serían de una libra), en la procesión solemne a celebrar con motivo<br />
de la festividad de San Luis en que habría misa y sermón, y<br />
a la que acudiría toda la Ciudad, es decir, el cabildo municipal<br />
o Ayuntamiento, el 19 de dicho mes de agosto, que cae dentro<br />
de la octava de la fiesta de Nª Sª Santa María en dicho mes,<br />
día en que, ya rendida la ciudad, entraron en ella los reyes. <strong>El</strong><br />
origen de esta disposición lo encontramos en la constitución<br />
Rafael Bejarano Pérez<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 3
2 4 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
que hizo el obispo de Málaga “con acuerdo y mandato del rey y<br />
la reina”.<br />
Las velas, terminada la función religiosa, se devolverían al<br />
portero del cabildo “para que los dichos oficiales las tengan cada<br />
un año, así en la dicha fiesta de San Luis como en la fiesta de nuestra<br />
señora Santa María de la Candelaria, y que cuando tales velas<br />
estuviesen gastadas de tal manera que ya no sirvan, se deshagan y<br />
hagan de nuevo, pagando el mayordomo de la ciudad lo que costase,…”<br />
Hemos cambiado la letra ex profeso los dos párrafos que<br />
vienen a completar lo que nos faltó por transcribir. Así queda<br />
subsanado el error.<br />
Y ahora, para terminar, hagamos un recorrido completo de<br />
todos los festejos previstos (sacros y profanos) a celebrar en<br />
agosto, reflejado en dos documentos; Primero el de 1491 (citado<br />
en <strong>El</strong> origen de la feria de agosto): con vísperas y misa, y<br />
corrida de cuatro toros (cuya piel venderá el cabildo para los<br />
pobres); y segundo el de 1492: con misa, sermón conmemorativo<br />
y procesión con candelas (velas). Unos en la Virgen de<br />
Agosto, el día 15, y otros en San Luis, el día 19; todos por el<br />
mismo motivo: la victoria y conquista (o reconquista, diferencia<br />
que podemos ver en otro momento).<br />
Está claro que con la segunda disposición la fiesta se prolongaba<br />
y, además esto se haría “cada un año”, es decir, todos<br />
los años. •
CURIOSIDADES M AL AGUEÑAS<br />
LA CAPILLA DE<br />
SAN JOSÉ<br />
Entre los gremios malagueños más antiguos y mejor organizados<br />
se encontraba el de los Carpinteros, que ya en las<br />
ordenanzas municipales salían reflejados. Hacia 1570 el mencionado<br />
gremio, compuesto de obreros de esa actividad artesanal,<br />
inició sus cultos al patrón San José en la parroquia de los<br />
Santos Mártires de Málaga; y deseando perpetuar el mismo, se<br />
propuso crear una Cofradía cuyo objetivo principal fuera el de<br />
recoger y cuidar a los niños desvalidos y expósitos.<br />
Por esta razón, el mencionado gremio acudió al Santo Padre<br />
Gregorio XIII, en ayuda de sus ideas y propósitos. Al poco<br />
tiempo, finales de 1573, el Papa otorgó licencia, mediante Bula,<br />
para levantar dicha Cofradía en la iglesia que se deseara así<br />
como los privilegios para todos sus cofrades. <strong>El</strong> obispo Pacheco<br />
recibió dicha Bula de constitución y se dispuso a cumplir las<br />
mismas, en el menor tiempo posible. Para ello mandó redactar<br />
las Constituciones en 1576, sin embargo, por razones desconocidas<br />
las mismas no fueron aprobadas hasta bien entrado el<br />
siglo XVII (14 de marzo de 1606) en que lo licenció otro obispo<br />
de la diócesis malacitana llamado Juan Alonso de Moscoso.<br />
Durante este tiempo, la Cofradía de Carpinteros continuó<br />
ofreciendo culto al maestro San José en la iglesia de Los Mártires<br />
y los niños abandonados eran recogidos en el hospital de<br />
los Convalecientes. <strong>El</strong> sostenimiento de los niños era efectuado<br />
por la propia Cofradía por medio de rentas, proporcionadas<br />
por el propio obispo Moscoso y algunas proporcionadas por<br />
las limosnas.<br />
Un siglo más tarde, el 24 de agosto de 1733, la Cofradía de<br />
Carpinteros adquirió unos terrenos en la calle Granada, propiedad<br />
de la Obra Pía, ante el escribano de Martín Delgado,<br />
Antonio Lara Villodres<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 5
2 6 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
por mediación del deán y cabildo catedralicio. Dicho solar se<br />
encontraba cercano al convento de San Bernardo. Sin embargo,<br />
dificultades económicas imposibilitaron la erección total en las<br />
condiciones que se habían acordado.<br />
Por aquel tiempo, llegaron a oídos del prelado de la diócesis<br />
de Málaga, el zamorano fray Antonio Enríquez, descendiente de<br />
una familia aristocrática, las penurias y dificultades por las que<br />
estaba pasando la Cofradía por levantar su templo y hospital<br />
de Expósitos. <strong>El</strong> obispo, hombre de tesón, se propuso ayudar<br />
a sus expensas la construcción del mencionado templo para el<br />
mencionado gremio. Para ello dio instrucciones al provisor y<br />
las obras volvieron a continuar. La capilla tuvo entrada por la<br />
calle de Granada y las dependencias para el recogimiento de<br />
los niños expósitos se extendieron por la calle San José. En<br />
la portada de la iglesia de San José, se colocaron las estatuas,<br />
en mármol blanco, del patrono San José con el Niño Jesús. Y<br />
a un lado y a otro de la misma, campeaban los escudos de Armas<br />
del obispo zamorano Antonio Enríquez. Mientras tanto la<br />
construcción de la misma se finalizaba, los niños expósitos se<br />
mantuvieron cuidados en el Hospital de Convalecientes. Una<br />
vez terminado el edificio, los niños fueron trasladados en julio<br />
de 1745.<br />
A partir de aquella fecha, el gremio de Carpinteros abandonó<br />
la iglesia parroquial de los Mártires como sede de sus cultos<br />
y juntas y se trasladó a su nueva sede. Desde aquel momento<br />
fueron muchos los que dedicaron sus limosnas para lograr su<br />
objetivo. Entre ellos el propio obispo Enríquez, algunos miembros<br />
del cabildo catedral o el teniente general de artillería Sebastián<br />
Arriola quien legó al hospicio toda su fortuna, entre<br />
otros. Pero con el paso del tiempo, surgieron diferencias entre<br />
los miembros del gremio de carpinteros y aquellos personajes<br />
que sostenían la obra pía, con respecto a la interpretación de<br />
los Estatutos. Esta situación dio pie a largos pleitos y desavenencias<br />
entre ambos. Pero realmente quienes se sintieron más<br />
perjudicados fueron los niños, quienes sufrieron en sus carnes<br />
el descuido y la desnutrición.<br />
Aquella situación tan lamentable fue tenida en cuenta por<br />
la condesa de Guadiaro, quien a finales de este siglo XVIII,<br />
elevó una súplica al Rey en la que ofrecía su ayuda, junto a una<br />
Junta de Damas de la alta sociedad aristocrática malagueña,<br />
a cuidado de los niños y de la fundación, siendo aprobados<br />
sus nuevos Estatutos en diciembre de aquel año 1796. A te-
nor de esta nueva situación, otros muchos niños provenientes<br />
de zonas deprimidas de la provincia de Málaga como Vélez,<br />
Marbella o Coín, fueron acogidos en el mencionado Asilo a lo<br />
largo de ese siglo XVIII, siendo de destacar la figura de uno de<br />
sus mejores administradores, don Pedro Nieto capellán de la<br />
capilla de Santa Bárbara de la catedral.<br />
A lo largo del siglo XIX, el Asilo sufrió un gran declive económico<br />
que fue sorteado a duras penas hasta que la comunidad<br />
de niños asilados, fue trasladada a principios de este siglo, a la<br />
calle de Parras donde se encontraba otro asilo instituido hacía<br />
años, conocido por la Casa de Niños de la Providencia y desde<br />
aquellos días, también como Casa Hogar de San José, nombre<br />
grabado en la piedra, que aun se puede ver en el arco de su<br />
portada.<br />
Con el nuevo siglo XX, la iglesia de San José sufrió los avatares<br />
del año 1931. La noche del 11 de mayo de ese año, grupos<br />
de individuos trataron de incendiar la capilla, pero la enérgica<br />
oposición de muchos de los vecinos y comerciantes de la calle<br />
Granada lo impidieron. Pero desgraciadamente otros lograron<br />
acceder a la misma y causaron graves daños al mobiliario y<br />
ajuar. Incluso su fachada, quedó muy dañada a causa del intenso<br />
tiroteo a que fue sometida.<br />
Unos años más tarde, 1935, la iglesia de San José fue sometida<br />
a obras de restauración financiada por la asociación<br />
de la Milagrosa, imagen que se veneraba por aquellos días, en<br />
aquella capilla. Con tal motivo, se celebraron actos religiosos a<br />
cargo del párroco de Santiago. Igualmente por aquellas fechas<br />
fue fundada una Cofradía, la del Santísimo Cristo de la Agonía<br />
y María Santísima de las Penas que nunca fue sacada por sus<br />
feligreses, sobre todo debido a los graves desperfectos causados<br />
por la guerra civil, desatada un año más tarde.<br />
Tras la guerra civil, la capilla volvió a estar abierta al culto<br />
religioso hasta los años 60, en el que Málaga volvió a sufrir una<br />
nueva ordenación urbana, que en pocos años hizo desaparecer<br />
no sólo la capilla de la que hemos hablado sino también el antiguo<br />
Teatro Principal, inaugurado a finales del siglo XVIII, el<br />
cine Victoria y el convento de la Encarnación.<br />
Aquel año de 1966, (22 de mayo) la antigua capilla de San<br />
José fue enajenada y pocos meses después, hecha desaparecer<br />
bajo el rigor destructivo de las piquetas. •<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 7
L A JABALINA<br />
LOS<br />
BAÑOS DE VILO<br />
Cercano a Periana, a menos de tres km se encuentra un bello<br />
paraje donde se asienta la aldea de Baños de Vilo, al lado norte<br />
de la carretera comarcal Periana-Riogordo, término privilegiado<br />
por la Naturaleza ya que en su enclave nace un manantial,<br />
cuyas aguas subterráneas proceden de la Sierra de Alfarnate<br />
circulando entre rocas de naturaleza carbonatadas, saliendo a<br />
la superficie con una temperatura de 21ºC y un caudal de 20<br />
litros por segundo, siendo consideradas aguas minero medicinales<br />
por las propiedades curativas que posee, gracias a la<br />
composición magnésico-cálcicas y nitrogenadas. Se afirma que<br />
están especialmente indicadas para aliviar padecimientos de<br />
anemia, clorosis, trastornos de la menstruación, inflamación<br />
de los bronquios, enfermedades de la piel, y alguna que otra<br />
más.<br />
No se sabe con exactitud la fecha de que data este balneario,<br />
no obstante se tiene constancia de que en el siglo XVIII era<br />
muy visitado, siendo considerado uno de los más importantes<br />
de Andalucía, aun a pesar de la gran dificultad que conllevaba<br />
llegar hasta él, ya que por la inexistencia de caminos, la única<br />
forma de alcanzar este lugar de sanación y descanso era andando,<br />
y a ser posible, para mayor comodidad de los viajeros, a<br />
lomos de bestias.<br />
Según recogen algunos historiadores, este balneario árabe, a<br />
poco más de 600 metros sobre el nivel del mar, se inauguró un<br />
edificio construido con dinero público con habitaciones adosadas<br />
para uso de los agüistas en el año 1828, constando en su<br />
frontal la siguiente inscripción: “Esta obra se hizo por disposición<br />
y celo del Sr. don Juan Ruiz Marín, Corregidor del Partido, a<br />
la que contribuyeron varios pueblos del mismo y cooperó el Iltre.<br />
Ayuntamiento de Vélez.-Año de 1828”. Si bien a causa de proble-<br />
Vicente Manchado Cortés<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 8
2 9 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
mas relacionados con la propiedad, sus instalaciones se fueron<br />
deteriorando hasta llegar al abandono total. Ya en 1860 el director<br />
de aquella temporada, el Dr. Martín Yébenes, decía: “…<br />
pues los Baños de las Rozas o Vilo, eficacísimos y muy favorecidos<br />
por la naturaleza, se encuentran abandonados…y este deplorable<br />
abandono reconoce por causa principal el no tener dueño que lo<br />
mejore”.<br />
Un año más tarde, el mismo doctor escribe sobre un dueño<br />
que vivía en Periana, y de una tardía reivindicación de la propiedad<br />
por parte del Ayuntamiento de Vélez, en disputa con el<br />
de Periana, los veleños aducían que la ciudad de Vélez, desde<br />
la conquista, tenía señorío sobre todas las aguas que nacen en<br />
la comarca y, además había costeado todas las obras ejecutadas;<br />
Periana se defiende argumentando que era cierto lo expuesto,<br />
pero que la independencia del municipio en 1761 llevaba consigo<br />
la propiedad de todos los bienes públicos.<br />
Tras algunos tiras y aflojas, el conflicto se solventó en 1866<br />
con la intervención del Gobierno de la Provincia, que concedió<br />
a Periana el derecho de la propiedad, aunque no dejaron<br />
de aparecer quienes pretendían ser sus legítimos propietarios,<br />
incluso de forma fraudulenta; tras esto y sin haber constancia<br />
de cómo llegó a ser su legítimo propietario Rafael Zamora,<br />
este vende al doctor Antonio Álvarez en la temporada de 1875<br />
la propiedad, que consistía en una extensión de 18 áreas, 15<br />
centiáreas y 6.779 cm 2 (1.840 metros cuadrados) donde se encuentran<br />
dos albercas de aguas minerales y ”un departamento<br />
contiguo a ella con varias oficinas para tomar baños templados y<br />
una casa ermita de un solo cuerpo”.<br />
Aparece un nuevo comprador de la propiedad en 1887, el<br />
Dr. don Miguel González Gosálvez, que lo vende en el año 1896<br />
a don Emilio de San Martín y Villa, quien realizó en la propiedad<br />
una serie de mejoras. Años más tarde, en 1907, el mismo<br />
de la famosa riá de Málaga, una tormenta arrasó las instalaciones<br />
del edificio termal, llegándose, como indicaba líneas más<br />
arriba a su abandono total.<br />
Es ya a partir de los años 90 cuando el Ayuntamiento de<br />
Periana se interesa por su recuperación convirtiéndolo en un<br />
lugar de relax y disfrute de sus aguas curativas y de la riqueza<br />
paisajística de su entorno, poniendo en el año 2006 en funcionamiento<br />
los cinco apartamentos rurales ejecutados por iniciativa<br />
municipal. •
ANTONIO DELGADO ©<br />
BUGANVILLA<br />
GENALGUACIL
TIERR AS DE CA M PANILL AS<br />
LAS DEHESAS DE<br />
CAMPANILLAS (II)<br />
DISPOSICIONES REALES PARA PROTEGER<br />
LAS DEHESAS<br />
A pesar de existir una carta de merced de los Reyes Católicos,<br />
que otorgaba la propiedad de las dehesas de Campanillas<br />
al cabildo de Málaga, los sucesivos monarcas las consideraron<br />
realengas y exigieron cada año al Ayuntamiento el pago de un<br />
impuesto especial por ellas. Al estar protegidas por el poder<br />
real el Ayuntamiento no podía venderlas, por lo que permanecieron<br />
intactas hasta el siglo XIX.<br />
La cría de yeguas y caballos era una actividad económica y<br />
estratégica muy importante. Casi podíamos decir que era una<br />
cuestión de estado, pues el caballo era el medio de locomoción<br />
más rápido y era usado tanto por la población civil como por el<br />
ejército. La mayoría de los reyes dictaron leyes a favor de que<br />
se mantuvieran las dehesas para la cría caballar. Felipe II, en<br />
1572 encomendaba a los corregidores propiciar las asociaciones<br />
de caballeros y ayudar en la organización de justas y torneos<br />
para fomentar la caballería; Felipe III, en 1614 se dirigió<br />
de nuevo a los ayuntamientos para que procurasen por todos<br />
los medios a su alcance el auge y desarrollo de las instituciones<br />
caballerescas; Felipe IV, en una real ordenanza de 15 de abril<br />
de 1637, decretó que se destinaran nuevas tierras para pastos<br />
y prohibía que las dehesas de la Fresneda y del Prado, fueran<br />
vendidas, pues habían de quedar perpetuamente para pastos<br />
de yeguas y por último Carlos III en 1789 dispuso, mediante<br />
una real orden que las dehesas pertenecientes a los Bienes de<br />
Propios fueran destinadas a la cría de caballos para el ejército<br />
y que el Ayuntamiento que no las tuviera, las arrendara con<br />
dinero de Propios. En Málaga esta medida afectó de manera<br />
determinante a las dehesas de Campanillas que pasaron a ser<br />
Carlos III, rey que dispuso que las dehesas de Campanillas<br />
pasaran a ser administradas por la Junta de Caballería.<br />
Josefina Molino Peregrina<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 3 1
3 2 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
administradas por la Junta de Caballería, dependiente del Consejo<br />
de la Guerra.<br />
ADMINISTRACIÓN Y GESTIÓN DE LAS DEHESAS<br />
DE CAMPANILLAS LLEVADA A CABO POR LA<br />
JUNTA DE CABALLERÍA<br />
<strong>El</strong> 13 de septiembre de 1796 se creó la Junta Suprema de Caballería,<br />
organismo dependiente del Consejo de Guerra que fue<br />
el encargado de administrar las dehesas de Campanillas hasta<br />
1834. Entre sus atribuciones estaban las de elegir los criadores<br />
de ganado, administrar y atender los gastos y necesidades de<br />
la granjería. Tuvo competencias absolutas sobre dicho ramo,<br />
independiente de cualquier otro tribunal que existiera en el<br />
reino. Impulsó notablemente la cría de caballos, tomando entre<br />
otras medidas la de construir una casa de montas donde alojar<br />
los sementales.<br />
En Málaga, la Junta de Caballería estaba integrada por hombres<br />
principales de la ciudad y la administración que hizo de<br />
las dehesas estuvo muy cuestionada. Fue acusada de haber<br />
convertido la cría de caballos para el ejército en un negocio lucrativo<br />
para los componentes de dicha Junta y los propietarios<br />
colindantes con las dehesas la acusaron en varias ocasiones de<br />
usurpación de tierras en nombre del gobierno. Así don Gaspar<br />
de Cárdenas en representación de doña Josefa de la Cueva, solicitó<br />
que fuera revisado el término de los cortijos de Trévenez y<br />
Pocapringue, ambos de propiedad de su representada, pues al<br />
parecer la Junta le había usurpado parte de sus tierras.<br />
De cualquier manera, los terrenos de las dehesas se siguieron<br />
arrendando en parcelas de cuatro fanegas cada una, a jornaleros<br />
y labradores en su mayoría residentes en la capital. •<br />
BIBLIOGRAFÍA:<br />
— Archivo Municipal de Málaga legajos 60 y 27 C<br />
— Bejarano Robles, Francisco: “Los Repartimientos de Málaga”. Ayuntamiento de Málaga. Málaga.1985.<br />
— Cabrillana de Ciézar, Nicolás: “Las desamortizaciones de Madoz en la provincia de Málaga: Ventas Judiciales”. Ministerio de Cultura.<br />
Madrid. 1990.<br />
— Molino Peregrina, J. y Gómez Martín, P: “<strong>El</strong> partido rural de Campanillas a finales del siglo XIX”. Jábega nº 95. Diputación Provincial<br />
de Málaga. 2006
LEYENDAS<br />
EL ENSOLADO DE ORO<br />
DE LA IGLESIA DE<br />
MACHARAVIAYA<br />
Son poco más de siete kilómetros cuadrados de extensión,<br />
pero los suficientes para que antaño se conociera al pueblo de<br />
Macharaviaya como el “pequeño Madrid”. Este calificativo con<br />
que se le empezó a conocer a finales del siglo XVIII, vino dado<br />
por el periodo de esplendor que vivió este pequeño pueblo<br />
axárquico gracias a la ilustre familia de los Gálvez, y en especial<br />
a don José de Gálvez.<br />
Providencial fue, como punto de partida de la bonanza que<br />
le tocaría vivir el pueblo, la visita que hizo a Macharaviaya el<br />
obispo de la diócesis, don Diego González Toro y Villalobos, y<br />
el consecuente encuentro con un niño que le sorprendió sobremanera.<br />
<strong>El</strong> historiador Francisco Guillén Robles describe lo<br />
acontecido en su obra “Historia de Málaga y su provincia”:<br />
“En una de las frecuentes visitas pastorales, que el obispo<br />
de Málaga don Diego González Toro, hacía a su diócesis,<br />
hallábase confirmando en la pequeña iglesia de Macharaviaya<br />
cuando le llamaron la atención las agudas frases y<br />
notables muestras de talento que daba un acólito de la parroquia.<br />
Llamábase aquel muchacho José Gálvez Gallardo,<br />
y había nacido en Macharaviaya el 7 de enero de 1720, de<br />
padres que se encontraban en la más absoluta indigencia.<br />
Despertada la atención del obispo se propuso sacar al niño<br />
Gálvez del miserable estado que le esperaba, presintiendo<br />
que había de alcanzar un porvenir brillantísimo...”<br />
Sin duda, el señor obispo tenía buena intuición, este niño,<br />
descendiente de antigua hidalguía, se convertiría en uno de los<br />
hombres más influyentes e importantes de la política española<br />
<strong>El</strong> autor de este artículo junto al sarcófago donde reposan los restos<br />
de don José de Gálvez en el panteón familiar debajo de la iglesia.<br />
Salvador Valverde Gálvez<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 3 3
3 4 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
de la mano del monarca Carlos III, sin olvidar a sus hermanos<br />
Matías, Miguel, Antonio y su sobrino Bernardo (hijo de Matías),<br />
que ocuparon cargos importantes en la corte madrileña. De todos<br />
ellos el que más destacó fue don José de Gálvez que después<br />
de alcanzar el título de doctor en leyes en Alcalá, fue nombrado<br />
como secretario del Marqués de Grimaldo. Posteriormente su<br />
carrera sube como la espuma, Carlos III lo nombra como su<br />
Consejero de Indias, director de los asuntos de América, en<br />
España le concedió el título de Marqués de la Sonora y de Caballero<br />
Gran Cruz de la Orden de Carlos III, ocupa el cargo de<br />
Ministro Universal de Indias y Regidor perpetuo de Málaga.<br />
A pesar de lo relevante que fueron los Gálvez en la política<br />
española, no se olvidaron de su pueblo natal, dotándolo de una<br />
serie de medidas y construcciones que transformó completamente<br />
el pueblo, destacando la realización de la Real Fábrica<br />
de Naipes y su producción con destino americano, la creación<br />
del Banco Agrícola de San Carlos que fue conocido popularmente<br />
como “el del tres por ciento”, el empedrado de las calles<br />
que actualmente se sigue conservando, la realización de fuentes<br />
públicas abasteciendo de agua al pueblo, se construye la<br />
escuela para que los niños y niñas disfruten de una educación<br />
elemental, crean un circuito viario, un lavadero cubierto, una<br />
carnicería etc.<br />
Pero de todas las medidas que realizan en Macharaviaya,<br />
cabe destacar la reedificación de la iglesia de San Jacinto en<br />
1785, de la que se cuentan algunas leyendas e historias curiosas,<br />
como la del ensolado de monedas.<br />
Cuenta la leyenda que una de las medidas que quiso adoptar<br />
don José de Gálvez para dejar constancia de la grandeza y<br />
buena posición de la familia, era cubrir el suelo de la iglesia<br />
con monedas, al parecer, de oro. Para tal empeño, nuestro protagonista<br />
solicitó la aprobación del monarca Carlos III, ya que<br />
buena parte de los fondos venían dados de una parte de las<br />
ganancias de la Real Fábrica de Naipes instalada en la villa. La<br />
contestación del Rey fue de negativa, y no por el desembolso<br />
para tal empeño, sino por la simbología que tendría tal medida.<br />
<strong>El</strong> monarca argumentó que si se ponían las monedas de cara<br />
con su imagen, todas las personas que entrasen en el templo<br />
pisarían su rostro, al igual pasaría si colocaban las monedas<br />
por la otra cara, pero esta vez pisarían el escudo real, con lo<br />
que valoró el monarca como un acto inadecuado y de falta de<br />
respeto a su imagen y hacia la corona española. <strong>El</strong> monarca
adoptó una solución ante el empeño de su hombre de corte,<br />
sería la de colocar las monedas de canto, y así la imagen suya<br />
y de la corona no sería, nunca mejor dicho, pisoteada. Pero el<br />
presupuesto de la parte de las ganancias de la fábrica, junto a<br />
lo que la familia Gálvez y el Calbildo de Málaga iban a destinar,<br />
no llegaban para cubrir todo el suelo del templo con las monedas,<br />
así que con el presupuesto que contaban, tuvieron para<br />
la reconstrucción completa de la iglesia pero no para ensolarlo<br />
con los doblones de oro.<br />
Según cuenta la leyenda, parte del oro que se iba a destinar<br />
para el ensolado, la familia Gálvez lo dejó escondido entre el<br />
templo y la cripta para que sirviera de gran recurso por si en un<br />
futuro la iglesia nuevamente fuera reconstruida en caso de que<br />
quedara en ruinas, estado del que casi llega a estar si no fuera<br />
por la restauración que tuvo lugar en 1992, la primera desde la<br />
reedificación de 1785.<br />
Estando o no escondido el supuesto oro debajo de la iglesia,<br />
sin lugar a dudas, el mejor tesoro que tuvo el pueblo, fue la familia<br />
de los Gálvez, fuente de riquezas en el tranquilo, bonito<br />
y apacible pueblo axárquico de Macharaviaya. •<br />
BIBLIOGRAFÍA:<br />
— Guillén Robles, Francisco. «Historia de Málaga y su provincia». Málaga, 1874.<br />
— Campos Rojas, M. Victoria. «La iglesia de Macharaviaya». Revista Jábega Nº 15, 1976.<br />
Fuentes consultadas en el Archivo Histórico Cultural Díaz de Escovar. Fundación Unicaja:<br />
— Vázquez Otero, Diego. “Pueblos malagueños: Macharaviaya”. Prensa, Diario Sur, 1966.<br />
— Reder Gadow, Marion . “Influencias de las nuevas poblaciones de Carlos III en Málaga: Macharaviaya (Actas del V congreso sobre Nuevas<br />
Poblaciones)”. 1992.<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 3 5
ANTONIO DELGADO ©<br />
RINCÓN TÍPICO<br />
GENALGUACIL
L A VENTANA SOLEADA<br />
Mª VICTORIA ATENCIA<br />
UNA POETA DE ALTOS VUELOS<br />
Hace algunos días la poeta malagueña Mª Victoria Atencia<br />
estuvo recitando en el Hotel Molina Lario, fue un acto que presentaba<br />
la escritora Aurora Luque, directora del Centro Cultural<br />
Generación del 27.<br />
Aurora elogió muy acertadamente la obra antológica de Mª<br />
Victoria, disertó profundamente y sin paradigma en los locuaces<br />
poemas de la poeta y de su selección escogida, concretó por<br />
todos los paseos poéticos de la autora y reafirmó públicamente<br />
la importancia de la creatividad y la cultura que en su nombre<br />
enardecen.<br />
La autora leyó sus poemas con el discernir solemne de una<br />
maestra, autorizó la interpretación de sus rimas a la libertad de<br />
pensamiento e incluso se interrogó sobre la influencia que pueden<br />
ofrecer sus poemas en distintos criterios, eludiendo todo<br />
tipo de contundencia por su parte.<br />
Quédese Atencia tranquila y segura, quédese Mª Victoria<br />
sosegada y convencida; quédese la poeta inequívoca e indudable,<br />
contenta y satisfecha; quédese ineludiblemente persuadida<br />
de que la ciudad de Málaga la admira como a una de las mejores<br />
literatas del siglo XX y XXI, y, quédese también con su<br />
ciudad, hágala toda suya, porque ya Málaga se ha entregado a<br />
sus poemas entre remolinos azul de mar o en cualquiera de sus<br />
atardeceres crujidos de sol. Para siempre.<br />
Mª Victoria nació en el año 1931, de niña se formó en el<br />
colegio de la Asunción y más tarde adquirió estudios en el<br />
conservatorio, muy pronto se descubre a sí misma como escritora<br />
y poeta, comienza escribiendo en cuadernos sin otra<br />
pretensión que tenerlos en su propia intimidad, ignorando la<br />
importancia que fluía encumbrando cada verso, la perspecti-<br />
M. Sophía Ramos Jiménez<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 3 7
3 8 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
va tomaba semblanza en cada palabra escrita, la esencia de su<br />
creatividad artística ya iba de la mano en muy estrecha unión<br />
con la inspiración, en nombre de todas esas virtudes publica<br />
su primer libro en el año 1953 con el título: “Tierra Mojada”.<br />
Su obra se extiende a partir de sus primeras publicaciones,<br />
Sueños, <strong>El</strong> Coleccionista, La Señal, <strong>El</strong> Puente y muchas otras,<br />
en el año 1997 obtiene el Premio Andalucía de la Crítica y en<br />
1998 el Premio Nacional de Crítica por Las Contemplaciones,<br />
fue entonces como su nombre pasa muy merecidamente a formar<br />
parte de los grandes poetas españoles de la última mitad<br />
de siglo.<br />
En medio de sus publicaciones existen<br />
pequeños paréntesis de tiempo que<br />
Mª Victoria empleó para atender a sus<br />
cuatro hijos, su marido, Rafael León se<br />
implicó de manera activa en su obra poética<br />
y editó alguno de sus libros. La incompatibilidad<br />
que por causas familiares<br />
suele disuadir a las mujeres en el campo<br />
artístico afortunadamente no se cumplió<br />
en el caso de Mª Victoria. <strong>El</strong>la fue aún<br />
más lejos, en el año 1971 obtuvo el título<br />
de piloto de aviación, cumpliéndose así<br />
uno de sus sueños y demostrando que las<br />
personas pueden volar muy alto y en distintas direcciones, su<br />
pasión por las alturas se advierte en su poesía llena de luz y<br />
aire, donde transforma alados y de modo visible muchos de los<br />
poemas que escribió en esa etapa. Sonetos, alejandrinos, que,<br />
mantienen de manera impecable la métrica más rigurosa, al<br />
mismo tiempo, su clasicismo lleva impregnado muy sabiamente<br />
la naturalidad más explícita.<br />
La cotidianidad y la sencillez infunden una elección exenta<br />
de excentricidades, componiendo poemas cercanos al transcurso<br />
diario y también al amor, uno de sus poemas titulado:<br />
Marta y María dice:<br />
Una cosa, amor mío, me será imprescindible<br />
para estar reclinada a tu vera en el suelo:<br />
que mis ojos te miren y tu gracia me llene;<br />
que tu mirada colme mi pecho de ternura<br />
y enajenada toda no encuentre otro motivo<br />
de muerte que tu ausencia.<br />
(Poemario, “Marta & María” 1966)
Hoy Mª Victoria posee la Medalla de Oro de nuestra ciudad,<br />
es Hija Predilecta de Andalucía y su nombre se inscribe en un<br />
Instituto y en algunas calles malagueñas, es académica numeraria<br />
de la Real Academia de Bellas Artes, así como consejera<br />
del Centro Andaluz de las Letras. Entre sus muchos premios<br />
destaca el que recibió en 2010, Premio Internacional de poesía<br />
Ciudad de Granada, Federico García Lorca.<br />
Aún es esperado por todos un mayor reconocimiento para<br />
nuestra ilustre poeta, le deseamos grandes inspiraciones para<br />
seguir disfrutando por mucho tiempo de su extraordinaria<br />
obra. •<br />
Nota: A propósito de la inspiración literaria elijo en dedicatoria<br />
un fragmento de un poema mío publicado en Colección<br />
Wallada, titulado: Inspiración.<br />
“Querría… querría, encontrar una vez más el brote de<br />
tu palabra en su medida exacta, pásame tu esencia, para<br />
que fluya en mí la efervescencia renovada de tu sangre”<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 3 9
ANTONIO DELGADO ©<br />
FUENTE ALTA<br />
GENALGUACIL
ANOTACIONES SOBRE L A VICTORIA<br />
La vinculación de la Virgen con la ciudad de Málaga nace<br />
en agosto de 1487, cuando después de tres meses de asedio,<br />
las tropas de Castilla y Aragón conquistaron la ciudad. Según<br />
cuenta la tradición el rey Fernando poseía en su oratorio una<br />
imagen mariana y en un sueño del monarca, un anciano intercedía<br />
y pedía ante la Virgen por la consecución de la conquista.<br />
Ese mismo día llegaron a las estancias reales unos religiosos<br />
enviados por san Francisco de Paula, para pedir el permiso de<br />
fundación en España de la Orden de los Frailes Mínimos. Al mismo<br />
tiempo llevaban una carta del fundador en la que a modo<br />
de profecía indicaba al rey, que no levantase el cerco porque en<br />
tres días la ciudad caería en sus manos. <strong>El</strong> monarca entendió<br />
su sueño como una revelación divina y reconoció en el anciano<br />
a san Francisco de Paula y por tanto que la responsable de la<br />
victoria, era la imagen de la Virgen que tenía en su oratorio.<br />
Tres días después, 19 de agosto, la ciudad comenzaba un nuevo<br />
capítulo de su historia.<br />
FERIA DE MÁLAGA<br />
UNA HISTORIA DE<br />
524 AÑOS<br />
Para conmemorar el episodio de 1487, la ciudad de Málaga<br />
celebra sus festejos en torno al 19 de agosto y dentro<br />
del programa de actos se desarrolla la ofrenda de la bandera<br />
de Málaga a Santa María de la Victoria; en carruajes, la corporación<br />
municipal acompaña al “abanderado”, personalidad<br />
encargada de portar la bandera desde el Ayuntamiento<br />
hasta la Basílica de la Victoria. Igualmente la imagen de la<br />
Virgen es el motivo principal del “capote de paseo”, galardón<br />
que se otorga al triunfador de los festejos taurinos del<br />
año anterior.<br />
Antonio Márquez Flores<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 4 1
4 2 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
IMAGEN CORONADA CANÓNICAMENTE<br />
Santa María de la Victoria es una escultura ejecutada en madera<br />
policromada, sedente sobre roca y con Niño en el regazo.<br />
Su autoría es una incógnita, si bien se barajan hipótesis en torno<br />
a Pedro Millán y Juan de Figueroa (Siglo XV). Destacan su<br />
frontalidad de gran empaque mayestático, rostro oval de serena<br />
expresión realista y pliegues angulosos de los vestidos. En la<br />
mano derecha porta un cetro y sobre la izquierda lleva posado<br />
un pajarito; a los pies figura la inscripción de rasgos gotizantes<br />
de finales del siglo XV (+SANTAMDLAVITORIA+). <strong>El</strong> Niño se<br />
encuentra en actitud de bendecir, es obra de Adrián Risueño<br />
(1943). En 1940 el Papa Pío XII concedió la Coronación Canónica<br />
a la imagen de Santa María de la Victoria. En 1941 se<br />
constituye la junta pro-coronación, encargada de organizar los<br />
actos y buscar fondos necesarios. La Virgen fue coronada el 8<br />
de febrero de 1943 por el nuncio de su Santidad, don Cayetano<br />
Cicognani, en el Paseo del Parque junto a la fuente de las Tres<br />
Gracias. Era Obispo de Málaga don Balbino Santos y Olivera.<br />
UNA BASÍLICA CON ENJUNDIA HISTÓRICA<br />
<strong>El</strong> 20 de mayo del año 2007 fue proclamada como Basílica<br />
el templo de Santa María de la Victoria, por concesión del Papa<br />
Benedicto XVI, que ya gozaba del título de Real Santuario. La<br />
Basílica se sitúa en el mismo lugar donde estuvo el campamento<br />
de Fernando <strong>El</strong> Católico durante la conquista de la ciudad en<br />
1487. En 1492 los frailes Mínimos fueron autorizados a fundar<br />
su orden en España y en 1493 fundaban aquí la casa Matriz en<br />
España, desde aquel momento también son conocidos como<br />
frailes “Victorios” y fundaron la gran mayoría de los conventos<br />
en honor a la malagueña Virgen de la Victoria; actualmente<br />
continúa siendo abogada de los Mínimos. En la sala museo se<br />
guarda un báculo que según la tradición perteneció a San Francisco<br />
de Paula, fundador de esta orden. La iglesia actual fue<br />
finalizada en el año 1700, sufragada por el Conde de Buenavista.<br />
En su exterior destaca la arquería y la espadaña campanario;<br />
tiene planta de cruz latina, dos naves de capillas y coro a los<br />
pies. <strong>El</strong> retablo es del siglo XVII y está compuesto por escenas<br />
de la vida de san Francisco de Paula; en su centro se abre un<br />
arco que da paso al camarín de la Virgen. Un elemento muy<br />
particular es su torre-camarín, que encierra una gran simbología,<br />
el conjunto es calificado de pieza clave del barroco anda-
PACO OLALLA ©<br />
luz. Está conformado por tres estancias: cripta de los Condes de Buenavista, antigua sacristía y camarín<br />
de la Virgen; es obra del maestro Unzurrunzaga.<br />
CATEDRAL<br />
La segunda casa de la Virgen es la Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación. Hasta allí baja<br />
Santa María de la Victoria a finales del mes de agosto, donde se le celebra una novena y el 8 de septiembre<br />
regresa en procesión triunfal hasta su Basílica y Real Santuario. En los jardines del Sagrario se<br />
instaló en 1987 una estatua pétrea, obra de Suso de Marcos, cuando se cumplió el quinto aniversario<br />
de la llegada de la Virgen a Málaga.<br />
Durante la estancia de Santa<br />
María de la Victoria en la Catedral<br />
suena desde el carrillón del campanario,<br />
ubicado en el costado Sur de<br />
la torre, una jaculatoria dedicada a<br />
la Patrona; que reza: “Oh Virgen de<br />
la Victoria / madre y abogada nuestra<br />
/ rogad por nos / rogad por nos / rogad<br />
por nos”, de Domingo López Salazar,<br />
(1ª ½ s.XX); desde el 30 de agosto<br />
puede escucharse cuando el reloj<br />
marca las 08:00, 12:00, 19:00, 19:30,<br />
19:45 y 20:00 horas. <strong>El</strong> resto del año<br />
a las 12.00 horas suena la “Salve Malagueña<br />
a Santa María de la Victoria”,<br />
de Manuel Gámez (1984).<br />
La Catedral de Málaga cuenta<br />
con una campana consagrada en<br />
honor a “Santa María de la Victoria”.<br />
La advocación de la Virgen<br />
figura desde el año 2006, tras la<br />
restauración de todas las piezas del<br />
campanario; este nombre se le asignó<br />
a la situada en el costado de poniente,<br />
más próxima a la plaza del<br />
Obispo, que anteriormente sólo ostentaba<br />
como inscripción el año de<br />
ejecución y el taller de fundición.•<br />
Más información en:<br />
www.santamariadelavictoria.com<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 4 3
ANTONIO DELGADO ©<br />
PAISAJE DESDE EL PUEBLO<br />
GENALGUACIL
FL A M ENQUERÍAS<br />
MANOLILLO<br />
“EL HERRAOR”<br />
A Manuel Soto Fernández, “Manolillo el Herraor”, lo conocí<br />
siendo yo muy pequeño, creo que por los años cuarenta y tantos<br />
o cincuenta del siglo pasado.<br />
Vivía yo en Ciudad Jardín y solía frecuentar una zapatería<br />
y una barbería. Allí compartía mis horas de libertad charlando<br />
con Manolo, zapatero de los que antes se conocían como “remendones”;<br />
también utilizaba los servicios y pasaba ratos de<br />
charla con dos hermanos barberos, Chico y Gonzalo.<br />
Por aquél entonces “Manolillo el Herraor” hacía sus faenas<br />
propias del oficio a la entrada de un callejón llamado Martín<br />
Aldehuela. Allí, en medio de la tierra, extendía los propios de<br />
su oficio: cuchillas, clavos, martillos …<br />
En los ratos libres nos reuníamos Manolillo, mayor que nosotros,<br />
Chico, Gonzalo, Manolo y yo, para jugar a las “pencas”<br />
o a las “cañasdurces”. <strong>El</strong> primer juego consistía en atravesar<br />
una penca con una “perra gorda” desde una distancia de unos<br />
cinco metros. <strong>El</strong> segundo juego, más peligroso y utilizando las<br />
herramientas de Manolillo, consistía en sostener con la mano<br />
izquierda una “cañadú”, comprada entre todos, alzando la<br />
mano hasta donde se podía; en la mano derecha se mantenía<br />
una “faca” muy cortante que se subía con fuerza dejando caer<br />
la caña. Hasta dónde llegaba el corte, se partía la caña y ese<br />
trozo era tuyo. Si acaso rajaba la caña completa, desde abajo<br />
hasta arriba, la caña era tuya y los demás tenían que satisfacer<br />
su importe.<br />
Manolillo solía canturrear a menudo algo que a mí me sonaba<br />
bien, aunque yo no era, ni tenía idea de que pudiera llegar<br />
a serlo, aficionado al flamenco. De ese arte sólo sabía que se<br />
practicaba la mayoría de las veces en sitios cerrados y muy mis-<br />
Luis A. Utrera Madroñero<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 4 5
4 6 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
teriosos, porque veíamos llegar taxis y coches de caballos en la<br />
madrugada a las ventas La Ola y Las Terrazas, de los cuales se<br />
bajaban hombres y mujeres con atavíos muy típicos y grandes<br />
estuches, que entonces no sabíamos que eran guitarras.<br />
No podía yo imaginar entonces que trataba y jugaba con<br />
un genio del cante flamenco malagueño. Después de los años<br />
ochenta, después de su fallecimiento, me enteré de la clase de<br />
personaje que era “Manolillo el Herraor”.<br />
Manolillo nació en Málaga, en el año 1900.<br />
Gran aficionado, frecuentaba todos los sitios en los que se<br />
practicaba flamenco y tenía amistad con todo el círculo flamenco<br />
de aquellos años (estamos hablando de la primera y segunda<br />
quincenas del siglo pasado).<br />
Destacaba por sus cantes por martinetes, tarantas, soleares,<br />
guajiras, y, sobre todo, en los cantes del Piyayo, de cuyo personaje,<br />
llamado Rafael Flores Nieto, fue discípulo aventajado.<br />
De todos estos cantes hizo una extensa labor divulgadora,<br />
llegando a grabarlos en un disco, en el año 1972.<br />
Como todo artista que se precie, solía frecuentar la Peña<br />
Juan Breva, de la que fue cofundador. Allí, Manolillo estuvo<br />
cantando y participando durante mucho tiempo en todos los<br />
acontecimientos que tenían lugar.<br />
Manolillo trabó amistad y alternó con personajes del flamenco<br />
malagueño como Diego el Perote y Ángel de Álora, de los<br />
que aprendió mucho y les aportó la sabiduría que tenía para<br />
interpretar.<br />
Hay una copla, atribuida al Piyayo, que dice:<br />
Yo tengo el número uno,<br />
Trinitario tiene el dos<br />
y el número tres lo tiene<br />
Manolillo el Herraor.<br />
Manolillo falleció en Málaga en el año 1980, con ochenta<br />
años o cerca de esta edad.<br />
Será siempre recordado por la naturalidad de su cante y por<br />
su porte altivo.<br />
Manuel Soto Fernández era un hombre sencillo, alegre,<br />
atento, respetuoso del arte y con ánimos para jugar con los<br />
niños de entonces, entre los que yo me encontraba. •
PUERTO DE L A TORRE<br />
MANANTIAL DEL ARROYO<br />
LA CULEBRA<br />
En la antigüedad el río Guadalmedina era la fuente más<br />
adecuada para el abastecimiento urbano de agua a la ciudad<br />
de Málaga. Pero a partir del siglo XV, los problemas surgidos<br />
con el río, como inundaciones, materiales de arrastre, etc., comenzaron<br />
a dificultar el abastecimiento de agua. Este problema<br />
trajo consigo la construcción de las fuentes públicas que se<br />
abastecían de los nacimientos del Arroyo de la Culebra, en el<br />
Puerto de la Torre, situado en terrenos de la finca del Cañavera<br />
(el Arroyo de la Culebra atraviesa el antiguo Camino de la<br />
Escaleruela, o camino Real, junto a la Venta de la Culebra, en el<br />
Puerto de la Torre) y del Almendral del Rey, en la zona actual de<br />
la Colonia de Santa Inés y Teatinos.<br />
En el año de 1872 se llevó a cabo el primer proyecto de<br />
acarreo de agua a la ciudad con la construcción del Acueducto<br />
de San Telmo. Este proyecto fue emprendido por iniciativa del<br />
obispo Molina Lario, cuyas obras fueron dirigidas por el arquitecto<br />
Martín de Aldehuela. Pero a pesar de ello la demanda de<br />
agua seguía aumentando, lo que hizo necesario buscar nuevas<br />
fuentes.<br />
<strong>El</strong> Legajo 58-C, carpeta 1 del Archivo Histórico Municipal<br />
de Málaga está referido a un expediente de indemnización a<br />
José Lachambre por variar el cauce del manantial del Arroyo de<br />
la Culebra en tierras del cortijo de Roldán propiedad de este<br />
señor, y escritura de imposición de servidumbre para dar paso<br />
a las aguas de dicho manantial.<br />
INDEMNIZACIÓN, por los daños a consecuencia de la<br />
nueva cañería del acueducto del Arroyo de la Culebra,<br />
estimados por el agrimensor público de Málaga don Sebastián<br />
Delgado de Arellano el 6 de abril de 1866.<br />
Manuel Garrido Jiménez<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 4 7
4 8 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
“Es mi opinión que se debe abonar a D. José de Lachambre<br />
por una obra de majuelos moscatel que cabe en la zona de todo<br />
el trayecto que atraviesa la viña considerándola en el mismo<br />
estado en que se encuentra lo que se halla a derecha e izquierda,<br />
reales……................................................…4.800.<br />
Por el costo que ha de tener dicha zona hasta ponerla en viña<br />
en el estado que se encuentra la otra y los productos que deja<br />
tomar, reales….......................................................…2.500.<br />
Por el valor de la zona que ocupa el acueducto,<br />
reales ...............................................................…1.000.<br />
Por los perjuicios sufridos en el fruto de la viña a consecuencia<br />
de la porción de trabajadores, reales…...............700.<br />
Por los perjuicios sufridos en los terrenos por Caminos<br />
construidos para el movimiento de materiales reales… 500<br />
Por los honorarios pagados al agrimensor José Rey,<br />
reales ...........................................................................120<br />
Suman reales de vellón…….9.700”<br />
(<strong>El</strong> Agrimensor José Rey, fue contratado por el propietario<br />
de la finca, realizando una valoración el 17 de noviembre de<br />
1865 de 11.073,43 reales)<br />
<strong>El</strong> 28 de marzo de 1871, el notario de Málaga constituye escritura<br />
de imposición de servidumbre para dar paso a las aguas<br />
del Manantial de la Culebra, ante el alcalde 1º de Málaga don<br />
Fernando Ruiz del Portal y don José de Lachambre Pérez Solano<br />
y Larroque.<br />
En dicha escritura se recoge, que la indemnización debe ser<br />
de 9.720 reales de vellón. •
L A M ÁL AGA DE AYER<br />
BREVE HISTORIA DE<br />
MÁLAGA (X)<br />
Seguimos con la apertura de nuevas puertas, después de la<br />
conquista de Málaga por los Reyes Católicos.<br />
La puerta de la Carrera se menciona junto a la Torre Gorda<br />
de Atarazanas, por la parte de afuera en dirección a la de Santo<br />
Domingo, lo que parece indicar que esta estaba en el costado<br />
fluvial de las Atarazanas y que seguramente se abriría por los<br />
cristianos.<br />
En el 1494 el cabildo eclesiástico pide que se abra la puerta<br />
que está cerca de la iglesia, lo que indica que ya existía abierta<br />
dicha puerta y que ésta permanecía cerrada por ser una puerta<br />
mal guardada. <strong>El</strong> interés que tenía el cabildo eran las varias posesiones,<br />
que tenían en esta zona concedida por repartimiento.<br />
En febrero de 1489 se habla de las dos puertas de la mar,<br />
con motivo de conceder a Toribio Vega, cocinero de los reyes,<br />
un corral entre las puertas de la mar: una, la vieja puerta mayor<br />
en recodo otra la nueva puerta abierta con relación con la calle<br />
Nueva que habría que trazarse después. Resultaba inoperante<br />
en la nueva ciudad, por la dificultad de tránsito por ella: por<br />
esto se decidió abrir una nueva puerta, que esté enfrente de la<br />
otra, para que puedan pasar carretas que estén fuera del muro<br />
y llegar hasta las Atarazanas.<br />
Ésta será la decisión oficial para hacer la nueva Puerta del<br />
Mar. La situación de la vieja Puerta Mayor, era junto a las Atarazanas<br />
que se adivina aún en el plano de Carrión de las Mulas<br />
en una gruesa torre trapezoidal junto a la torre del Tirilo en<br />
el ángulo del edificio, que sugiere su estructura acodada y el<br />
calificativo de mayor que se le daba.<br />
Juan M. Díaz Romero<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 4 9
5 0 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
URBANIZACIÓN DE LOS ARRABALES<br />
La ampliación ciudadana más espectacular del siglo XVI es<br />
la ocupación y urbanización de los arrabales, por medio de esquemas<br />
octogonales de calles rectas cortadas por otras en escuadra,<br />
en las que no faltarían los necesarios centros religiosos,<br />
tanta veces aglutinadores de la población.<br />
<strong>El</strong> terreno de los arrabales, con escasos edificios y construcciones<br />
hacía posible soluciones urbanas más libres, sin trabas,<br />
por eso la adaptación será menor, ya que partimos desde cero.<br />
<strong>El</strong> arrabal de la puerta de Antequera y el puente tenían un<br />
muro del que hay algunas referencias como es la Torre de Fonseca<br />
en la playa, y un torreón arruinado hacia la mediación de<br />
la calle de los Mármoles como indicó Emilio de la Cerda.<br />
Este muro rodeaba un terreno de huertas que se siguió utilizando<br />
como tal, pero la zona más próxima al mar, se decidió<br />
dedicarla al secado y salazón de pescado.<br />
Los solares de los Percheles se repartieron en el 1502 en<br />
número de 20, reservando 10 para varadero de barcos, con una<br />
longitud de tres sogas, (equivalente a seis varas) Se situaron<br />
en la otra parte del Guadalmedina, hacia la Torre de Fonseca,<br />
entre el camino de la playa de la mar. Las casas de Anchova se<br />
midieron, justo en las laderas de las huertas, señalándose una<br />
calle mayor, Calle Ancha, con un estadal y medio (igual 3, 334<br />
metros) de ancha, y cinco calles secundarias, de dos varas y<br />
media, para la mejor comunicación con el mar.<br />
En el siguiente número, hablaremos sobre la repoblación<br />
del Arrabal del Perchel, del año 1500. •
M AL AGUEÑOS SINGUL ARES<br />
ALFREDO VIÑAS<br />
UN GALERISTA TRANSGRESOR,<br />
ATREVIDO Y ROMÁNTICO<br />
Su galería regala vanguardia y siempre nos ofrece la<br />
tendencia más actual. Alfredo Viñas inventa al autor. Le<br />
busca, lo conoce. Y muestra, muchas veces desde la nada,<br />
lo mejor de él. Sabe dónde hay pintor, capta como nadie al<br />
artista. Dota de espíritu transgresor lo que toca. Mide con<br />
sutileza y descaro su atrevimiento hacia apuestas por un<br />
perfil singular de artista. Y suele acertar en esa delicada<br />
elección de tendencias innovadoras y propuestas atrevidas.<br />
Este galerista acostumbra dinamizar el panorama cultural<br />
de Málaga con aromas puros de humildad y sencillez. Aun<br />
tímido, es un referente por su firme guiño hacia vanguardias<br />
actuales y el arte más contemporáneo. Coquetea con la<br />
Diputación de Málaga para coordinar artes plásticas desde<br />
la Delegación de Cultura que dirige Salomón Castiel, pero<br />
ello no le impediría continuar con su galería.<br />
Galerista consolidado y respetado, Alfredo García Viñas<br />
(Málaga, 1950) se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad<br />
de Málaga. En su ciudad natal abre en 1993 la galería que<br />
aún 18 años después sigue conservando su original nombre.<br />
Excepto la bancaria, no conoce hipoteca. Y es libre, puesto que<br />
ama y cree en lo que hace. Crea vida en forma de arte. Ha pronunciado<br />
conferencias y ha participado en mesas redondas so-<br />
Fotografía cedida por “La Opinión de Málaga”<br />
Carlos Moncada Linares<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 5 1
ANTONIO DELGADO ©<br />
“Monté la galería<br />
porque sabía que<br />
podía llevarla<br />
para adelante,<br />
por las relaciones<br />
en Málaga, por<br />
mis contactos<br />
con los artistas<br />
y, sinceramente,<br />
por mi capacidad<br />
para el trabajo...”<br />
5 2 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
bre diversas disciplinas culturales. Asiduo miembro en jurados<br />
de certámenes artísticos, se dedica a la promoción y difusión<br />
del arte contemporáneo, tanto con figuras consagradas como<br />
en arriesgadas proyecciones de la obra de jóvenes artistas.<br />
Desde hace más de una década mantiene fiel su presencia<br />
en Madrid en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo<br />
-ARCO-, así como en otras muestras de proyección nacional e<br />
internacional. Es miembro fundador del Instituto de Arte Contemporáneo<br />
-IAC- y del Consorcio de Galerías Españolas de<br />
Arte Contemporáneo.<br />
Pertenece al Consejo Consultivo de la revista “<strong>El</strong> Maquinista<br />
de la Generación” -Centro Cultural del 27-. Es miembro del<br />
Comité editorial de la revista ZUT. Formado en Los Agustinos,<br />
pasó a la Facultad. Terminó Filosofía y Letras y se incorporó a<br />
la enseñanza, pero le ofrecieron irse a trabajar durante 2 años a<br />
La Cartuja sevillana y eso cambió el rumbo de sus deseos para<br />
esta vida. Falleció su padre y pensó en inventarse algo con tal<br />
de no volver a la enseñanza. Así de simple. Viñas no es un profesor<br />
frustrado. Es feliz con lo que hace. Y hace feliz a su vez a<br />
mucha gente, por utópico que suene, porque una herencia rescató<br />
el espíritu emprendedor de este entusiasta por el mundo<br />
de las artes plásticas. Casuísticas de la vida. “Monté la galería<br />
porque sabía que podía llevarla para adelante; por las relaciones<br />
en Málaga, por mis contactos con los artistas y, sinceramente, por<br />
mi capacidad para el trabajo”, confiesa.<br />
Seducido inicialmente por la pintura, reconoce que ahora le<br />
atrae todo porque “cuando vas conociendo nuevas corrientes del<br />
arte de hoy, vas ampliando sensibilidad y el sentido del gusto, y<br />
así empecé a abrirme a la fotografía, al grabado, a la escultura, y<br />
a entablar relaciones con artistas de gran prestigio que me aconsejaron<br />
y ayudaron para evolucionar estéticamente e incorporar<br />
nuevos artistas del panorama nacional. Al principio, la verdad es<br />
que tenía una programación más local con artistas de Málaga fantásticos,<br />
pero claro, cuando los cotejé y los incorporé al contexto<br />
nacional logré quitarme esa caspilla de lo local, intenté ofrecer<br />
otra dimensión”.<br />
¿Cómo te consideras? Más soñador que loco, más loco que<br />
soñador... Dudó en su respuesta: “quizá más un soñador”, dijo.<br />
Estuvo casado y tras divorciarse fundó su actual negocio. Y<br />
“en aquel momento, la galería y los artistas que me acompañaban<br />
eran casi mi familia, me volqué en ello”, sostiene. Sin horarios.
Pero era su ideal. <strong>El</strong> “puntito picaresco y guasón”<br />
se le incontrola alguna vez. Y resultan curiosas<br />
esas fugas de alegría y carcajada, en confianza<br />
siempre, ante una persona que presenta un semblante<br />
serio junto a un genuino carácter. Viñas<br />
es un continuo burbujeo, permanente ebullición<br />
creativa.<br />
Siempre le ha interesado<br />
conocer “lo más nimio<br />
de la vida de un artista; las<br />
películas que ve, los libros<br />
que lee, lo más profundo de<br />
la persona”. Estima que si<br />
no se dedicase “a esto del<br />
arte, para ser práctico, creo<br />
que hubiera sido funcionario,<br />
aunque igualmente<br />
creo que me habría aburrido”. Argumenta que,<br />
“apalancado y en un país que no es precisamente<br />
productivo, el tejido del funcionario es estupendo”.<br />
Las galerías abren, cierran... y constata que<br />
la clave de su éxito es “la pasión, porque cuando<br />
estás convencido de lo que haces, sabes transmitirlo,<br />
aunque abras el cajón y veas que los recursos<br />
económicos son cada vez más limitados, todo el día<br />
gastando, y eso influye en el mercado del arte, especialmente<br />
aquí en el sur”. Confiesa que en sus “revisiones<br />
en soledad, a veces te preguntas qué hago yo<br />
con este quiosco con una situación tan complicada,<br />
pero anima saber que, por un lado, el negocio y mi<br />
cuota de mercado que me invita a esperar y me motiva,<br />
y por otro, tener el equipo de 20-22 artistas que<br />
trabajan en exclusividad con la galería, un grupo<br />
humano detrás que sé que vive de la galería, lo que<br />
también me impide tomar medidas drásticas. No son<br />
amigos, ya son más que eso”.<br />
Según él, la suya “es una profesión autodidacta<br />
en la que debes aprender las claves a través de<br />
las relaciones, ya que es un comercio muy especial<br />
que yo he ido aprendiendo a manejar a trompicones,<br />
equivocándome siempre. Y hoy, afortunadamente,<br />
conozco las herramientas de cómo llevar bien este<br />
negocio, pero ahora falta capital”.<br />
Sí es verdad, exclama, que “deberíamos tener<br />
ese apoyo institucional que también tienen el olivo<br />
o el pepino en tiempos de crisis, pues además generamos<br />
puestos de trabajo y una red de personas<br />
que viven de alguna manera de esto; por ello estimo<br />
que son necesarias las galerías,<br />
para la calidad de vida<br />
y el desarrollo cultural de un<br />
país, para estimular la sensibilidad,<br />
que es el sentido<br />
más grande de la vida”.<br />
“Soy feliz y no me quejo,<br />
ya sabía de las dificultades<br />
de esto cuando monté la<br />
galería”, asevera sabiendo<br />
que “era un negocio innovador<br />
y pionero” en una ciudad en la que acababan<br />
de cerrar sus galerías Carmen de Julián y Pedro<br />
Pizarro. Tras su esquema de viabilidad vio en Málaga<br />
un segmento poblacional de clase media-alta<br />
interesado por el arte. “Todos estábamos verdes y,<br />
a la vez que abría la galería, tenía que ir generando<br />
interés social”, recuerda.<br />
Una galería es una “tienda de barrio” y los museos,<br />
grandes “centros comerciales”...<br />
“Los museos familiarizan al público general con<br />
el arte de hoy gracias a su lenguaje. Bienvenido<br />
Thyssen, Museo Picasso, CAC... porque hacen una<br />
campaña de divulgación artística que genera interés<br />
en el tejido social por el arte. Esto es una cadena,<br />
desde la creación hasta la proyección, con intermediarios<br />
en la promoción del arte como yo”, sostiene.<br />
Cuando abrió la galería sólo existía el Museo de<br />
Bellas Artes, donde actualmente se encuentra el<br />
Museo Picasso y con pintura del XIX... “no había<br />
nada”. Y “18 años después, la ciudad ha dado<br />
un vuelco y ha mejorado muchísimo. Ahora, las referencias<br />
son Picasso, Thyssen, pintura del XIX y<br />
CAC, con las corrientes más actuales del arte que<br />
enseñan y dan conocimiento”.<br />
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 5 3
ANTONIO DELGADO ©<br />
5 4 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />
Aspira a verse así “muchos años” y “morir con las botas puestas<br />
mientras la economía me lo permita”. Es su pasión. Cuando<br />
abrió la galería le vino gente con pasteles, libros de poesía... y<br />
recuerda que le decían “valiente, aventurero... era gente cálida,<br />
entrañable”. En aquel momento, la galería estaba concurridísima,<br />
con cola en la puerta antes de su apertura. Y no para<br />
comprar, sino para ver. Para disfrutar. Recuerda amargamente<br />
cuando le robaron una escultura de bronce enorme, pero “pasé<br />
página por desagradable, en aquel momento tuve que pagarle la<br />
obra al artista”.<br />
Como figuras que le han marcado en su vida se atreve a destacar<br />
a un “artista silencioso” como Chema Lumbreras, con el<br />
que tiene “mutua complicidad en claves estéticas”. “<strong>El</strong> roce con el<br />
universo de los artistas es lo que me ha hecho ir evolucionando”,<br />
señala.<br />
Son buenos tiempos para la lírica, no aptos para el resentido<br />
mercado del arte. Hay crisis, aunque los artistas la obvian y<br />
siguen trabajando en continua tensión creativa. “Cuando tengamos<br />
más estabilidad económica, sueño con que podamos construir<br />
una sociedad más culta, libre, flexible... más abierta... ese es al<br />
mundo que aspiro”. Echa de menos “sensibilidad en la clase política,<br />
es fundamental su apoyo, básico para aspirar a tener un país<br />
libre en conciencia”.<br />
Denuncia que fue víctima de una política dañina en Arco,<br />
pero “afortunadamente aquella directora dimitió para el bien de<br />
este escaparate de la periferia y las provincias, una muestra competitiva<br />
donde es fundamental estar”.<br />
Le encanta la cita anual de junio en Basilea en la que habitualmente<br />
es fiel visitante y observador, pero su máxima<br />
aspiración y obsesión como galerista es “poder estar allí con<br />
representación, mi tarea pendiente”. Unas 8 galerías son de España<br />
entre un total de 250, y “necesitamos más reconocimiento<br />
internacional, porque aquí hay grandes artistas y espero que algún<br />
día tengamos en España una ventana real y abierta a esta Feria”,<br />
indica Viñas.<br />
Ha tenido ofertas políticas y también para la compra de su<br />
galería, pero nunca cuajó. “Este es mi trabajo y creo que no sabría<br />
hacer otra cosa, jamás podría ser un agente activo del mundo<br />
político”, adelanta. “Únicamente aspiro a que algún día el arte<br />
contemporáneo esté reconocido igual que el cine, la literatura, el<br />
teatro o la música, pues creo que es la gran riqueza de un país, esa<br />
cultura con mayúsculas... ese es el futuro”.
¿Un defecto? “La pereza, aunque intento disciplinarme,<br />
me afectan bastante los aires del sur, me<br />
ensimismo leyendo”. ¿Una virtud? “<strong>El</strong> trabajo”.<br />
¿Un hobbie? “Ir los domingos al campo. Así trato<br />
de no fumar. Procuro hacer senderismo por la provincia,<br />
respirar y andar en plena naturaleza”. ¿Algunos<br />
valores humanos? “Fidelidad, complicidad,<br />
inteligencia”.<br />
Desde el corazón, es él respondiendo. Ese amigo<br />
de sus amigos de tiempos de pupitre y aula.<br />
Sensible y capaz de montarse su propio escaparate<br />
con valentía, sin pensar en los rendimientos.<br />
Cariñoso. Sin ánimo de enriquecerse nunca, es<br />
el clásico y desinteresado promotor cultural que<br />
vive siempre entregado a una misión: destacar<br />
o hacer resurgir artistas de valía. Pero antes les<br />
conoce a fondo. Y para ello, hasta viaja. O sea,<br />
invierte. Por eso es bueno en su trabajo. Sabe qué<br />
es lo que hay que proponer para despertarnos el<br />
“gusanillo, el hambre de arte”.<br />
Seguro que Viñas sufre más que otro gran promotor<br />
como es Fernando Francés con su incuestio-<br />
ANTONIO DELGADO ©<br />
nable gestión al frente del CAC. Y es que desde el<br />
sector privado no existe tanto abrigo institucional...<br />
Difícil panorama el que se respira en los ambientes<br />
culturales malagueños cuando -tristemente-<br />
uno de los máximos exponentes en la<br />
proyección del arte contemporáneo de la ciudad<br />
tiene que hacer cábalas y virguerías para llegar a<br />
fin de mes desde “el balcón” de esa siempre indispensable<br />
iniciativa privada empresarial. Ridícula<br />
y cruda circunstancia en una ciudad que aspira a<br />
ser “algún día” capital cultural europea. Y parece<br />
que las administraciones aún no han tomado<br />
buena nota de las lágrimas y gotas de sudor que<br />
Alfredo Viñas ha ido derramando por el camino<br />
(la Diputación parece haberse dado cuenta).<br />
Los malagueños saben de su loable trabajo. Le<br />
conocen. Se valora y admira su pundonor y lucha.<br />
Su leal entrega al arte. Ofrecer, ofertar, regalar...<br />
sin esperar nada a cambio. Duro, muy duro, pero<br />
sí reconocido y recompensado en cariño. Ese es...<br />
Alfredo Viñas. •<br />
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ANTONIO DELGADO ©<br />
CALLE ESTRECHA<br />
GENALGUACIL
TIERR A DE ANTIK ARIA<br />
LAS ESCALERUELAS<br />
PASO DE CIVILIZACIONES<br />
Los vehículos y las carreteras que hoy nos rodean, hacen<br />
una vida más llevadera y en ocasiones facilitan que sea más<br />
rápido nuestro traslado y más acelerada nuestra forma de vivir,<br />
dejándonos una sensación de ser menos atractiva en referencia<br />
a la vida de otros tiempos, en la que todo se hacía más pausado.<br />
<strong>El</strong> cambio de medios de locomoción y de infraestructuras, han<br />
cambiado el hábito de vida que en otros tiempos concurrían.<br />
Las escaleruelas es parte del trayecto de una calzada romana,<br />
que unía la ciudad de Antequera con la ciudad de Málaga. E<br />
incluso había ramificaciones que unían otras poblaciones tales<br />
como Álora, Valle de Abdalajís, Villanueva de la Concepción<br />
con las anteriores. Tal como menciona Carlos García Gravioto<br />
en su libro.<br />
Su trazado se hacía caminando o en caballería, siendo parte<br />
de su trayecto un camino de herradura, ya que no podría hacerse<br />
con los carros, su diseño y su estrecho tramo en el puerto<br />
de las Escaleruelas, zigzagueando su recorrido no permitía<br />
usar los carruajes. Se tiene constancia que este camino formó<br />
parte del uso de caminos y carreteras, que usaron los romanos<br />
y posteriormente los árabes en la península.<br />
Fernando Colón 1 en su Cosmografía de 1517, lo mismo que<br />
Juan de Villuga en su Repertorio de Caminos de 1546, citan la<br />
mencionada vía como camino real, sin describir su estado de<br />
conservación aunque lo más probable es que, en estas fechas,<br />
siguiera siendo carretera desde las Escaleruelas a Málaga.<br />
Se tiene conocimiento que en las Escaleruelas, en su parte<br />
sur hay una zona que se llama “la entrada de los carros”,<br />
por la información que se tiene, los canteros labraban y posteriormente<br />
trasportaban la piedra para la construcción de<br />
Juan Benítez Ruiz<br />
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la Catedral de Málaga y hay quien afirma que también la<br />
Catedral de Cádiz, pudiese estar construida con piedra labrada<br />
del Torcal.<br />
En 1772 Juan Peyron, de su viaje por España, escribiría: “al<br />
dejar Antequera por la parte del medio día, se escalan montañas<br />
escarpadísimas y que nada agradable tiene que ofrecer a la vista,<br />
más que precipicios y rocas estériles. Después de haber hecho de<br />
ese modo cuatro leguas a lomos de mulo, porque no hay allí camino<br />
para los coches, se llega a una venta o posada cuyos alrededores<br />
son alegres: el camino se hace entonces menos rudo, menos<br />
montuoso, y la campiña está más cultivada”.<br />
En el tramo que hoy hablamos, se han producido hechos<br />
diversos. Bandolerismo y el pillaje en la edad moderna, el apresamiento<br />
de las tropas de Napoleón, del capitán antequerano<br />
“<strong>El</strong> Capitán Moreno”, la muerte de la comedianta, el trasporte<br />
en camillas a hombros, de enfermos de la zona sur del Torcal<br />
al hospital de Antequera. <strong>El</strong> tránsito continuo de personas de<br />
Antequera a la zona sur de su término a Almogía y Málaga<br />
y es que estamos hablando de una vía de comunicación muy<br />
importante.<br />
Me contaba un vecino de la zona sur del Torcal, que cuando<br />
fue a acompañar andando a su hermano a la estación del tren<br />
de Antequera para que éste se incorporase al servicio militar, a<br />
su vuelta y cumpliendo el encargo de una vecina, llevaba dos<br />
kilos de cal en la mano, en ese momento dos hombres salieron<br />
a su encuentro llegando al paraje de las Escaleruelas, al parecer<br />
con la intención de robarle, fue un vendedor ambulante,<br />
un recovero llamado de apodo “Camuña” de Antequera, quien<br />
conociendo a los asaltantes y a la persona a la que pretendían<br />
asaltar, desde lejos lo evitó vociferando: —“sinvergüenzas, que<br />
vais a robar al muchacho, granujas ¿no os da vergüenza?”—.En<br />
ese momento los hombres esquivaron al chiquillo y continuaron<br />
el camino corriendo al verse sorprendidos. Aquel joven<br />
hoy ya jubilado al recordar lo relatado, comenta, “me hicieron<br />
pasar mucho miedo, yo sólo tenía dos kilos de cal, no tenía nada<br />
más.”<br />
Hay una piedra de grandes dimensiones, que le llaman “la<br />
piedra de la comedianta”, cuenta la leyenda que una mujer, que<br />
trabajaba haciendo comedia en Málaga, a su paso hacia a Antequera,<br />
resbaló y cayó por un precipicio muriendo en aquel<br />
lugar.
Esta ruta, es el trazado del cordel Antequera<br />
Málaga, que parte desde la calle picadero de Antequera<br />
y acaba, en la vía “el camino de Antequera”<br />
en Málaga, de ahí su nombre a lo largo del paso<br />
del tiempo. Su anchura es de 37,5 metros, salvo<br />
nuevo ajuste de su anchura por parte de las autoridades<br />
competentes.<br />
Por este trayecto han pasado varias civilizaciones,<br />
romanos, árabes, los mozárabes que se dirigían<br />
desde la costa del sol a Santiago de Compostela,<br />
los cristianos durante la reconquista. Este<br />
puerto ha servido hasta 1970 para el tránsito de<br />
personas y animales a ambos lados del Torcal, el<br />
uso de nuevas vías de comunicación y de vehículos<br />
ha hecho caer en desuso éstas.<br />
Los árabes durante su estancia en la península<br />
ibérica, construyeron una fortaleza, en la zona<br />
sur del Torcal en Jeva con el fin de controlar el<br />
paso de ese camino y evitar intrusiones en sus<br />
posesiones.<br />
En otros tiempos era el único camino existente<br />
y por el que trascurría el vivir de los arrieros,<br />
vecinos del sur del Torcal o simplemente aquellos<br />
de las poblaciones del sur que decidían trasladarse<br />
a la vega antequerana a trabajar en sus cortijos.<br />
FUENTES:<br />
1— ANTONIO MAYORGA GONZÁLEZ, <strong>El</strong> camino de las Escaleruelas. Publicación.<br />
Revista socio-cultural Isla de Arriarán Pág. 143-150.<br />
— CARLOS GARCÍA GRAVIOTO, en su libro. Las Vías Romanas en Málaga.<br />
— Vecinos de la Pedanía de la Higuera (Jeva).<br />
Y que al contarlo lo recuerda cuando los veían<br />
pasar, diciendo. “Venían en cuadrillas de quince o<br />
veinte hombres todos, con la herramienta que en ese<br />
tiempo tocase de trabajar al hombro “.<br />
Este espacio, también ha sido lugar de nacimiento<br />
de algún chico, que sus padres han apurado<br />
el tiempo de trasladarse hasta el hospital tanto,<br />
que su madre ha terminado de parto en alguna<br />
casa de la zona, y que a modo de broma entre los<br />
vecinos, han terminado llamándole con el sobre<br />
nombre el “escaleruelo”.<br />
Hace unos años se ha llevado acabo una restauración<br />
importante en su pavimento, ya que<br />
los socavones que había hacían muy difícil su<br />
tránsito. Hoy este camino suele ser el recorrido<br />
de grupos que hacen este tramo por ocio senderistas,<br />
que deciden vivir sus propias aventuras en<br />
el trayecto histórico.<br />
Cada año los vecinos de La Higuera, la Joya y<br />
Villanueva de la Concepción, realizan lo que hace<br />
unos años dieron en llamar la caminata por la amistad,<br />
esta actividad se suele realizar por marzo –abril<br />
y consiste en hacer la ruta de senderismo desde el<br />
Cortijo de las Ánimas en Antequera, hasta Villanueva<br />
de la Concepción, unos 12 kilómetros. •<br />
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málaga<br />
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