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El Avisador Malagueño REVISTA HISTÓRICO-CULTURAL ONLINE

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<strong>El</strong> <strong>Avisador</strong><br />

<strong>Malagueño</strong><br />

N.º 58 <strong>REVISTA</strong> <strong>HISTÓRICO</strong>-<strong>CULTURAL</strong> <strong>ONLINE</strong><br />

OCTUBRE 2011


ANTONIO DELGADO ©<br />

VISTA DEL PUEBLO<br />

GENALGUACIL


EDITORIAL<br />

ANDALUCES DE FERIA<br />

(Portada y comentario de Manuel Martínez Molina)<br />

Nuestra colorista y vistosa portada de octubre, es la evocación otoñal de alguna típica escena de<br />

preparativos para cualquier romería o feria veraniega andaluza; alguno de esos abundantes festejos<br />

populares que nos empapan en regocijo y esparcimiento, con heterogéneas ofertas de placer y recreo,<br />

en ruidosa caterva o en amoroso bisbiseo por algún festejo folklórico-devocional, una tienta, un<br />

encierro, una verbena, un festival o un desfile en el escaparate de vanidades que representa el real.<br />

Los enamorados que abren “EL AVISADOR MALAGUEÑO” de este mes, ya ataviados para la fiesta,<br />

no parecen estar en desacuerdo. Ambos están prestos para dar rienda suelta a tan palpable pasión<br />

amorosa, ante el importante abanico de posibilidades que les ofrece esta especial jornada estival de<br />

esparcimiento y parranda.<br />

Nuestro espigado garrochista propone a su reflexiva moza, planes que giran en torno a la fiesta<br />

nacional, porque así lo delata su atuendo, sin descartar otras vías de ronroneante cortejo por lugares<br />

íntimos y solitarios. Esta andaluza rubia que colma su balcón de colores y romántica hermosura, no parece<br />

tener tan claras ideas, aunque la felicidad de la pareja está asegurada, por el mutuo cariño perfumado de<br />

geranios y vespertinas brisas frescas, que impregnan de pasión y ternura esta relación amorosa.<br />

Ahora pelan la pava, aunque acabarán galopando hacia algún paraje solitario, al compás que<br />

marque tan elegante jaca, para felicidad de la pareja y envidia de la enjaulada urraca lenguaraz.<br />

Ilustración colorista y alegre de Carlos Sáenz de Tejada, (1897-1958) pintor costumbrista e ilustrador<br />

español que trató de empaparse en sentimientos patrios por los innumerables rincones de la España<br />

rural trabajadora y pintoresca, prodigando sus visitas por innumerables territorios, mezclándose con<br />

la gente, aprendiendo los variadísimos pasos de baile que iba descubriendo, muy atento siempre<br />

a los cánticos e instrumentos musicales, para transmitirnos muy acertadas observaciones sobre la<br />

extraordinaria diversidad de nuestro folklore regional, con el variado, artesanal y artístico vestuario<br />

de las bodas charras, maragatas o lagarteranas, atento a las tradiciones que aún perduran en el valle<br />

de Ansó, Candeleda, Carvajales, Zamarramala, Astorga, el Rocío y el Cabezo, Vejer y la comarca<br />

almeriense de Níjar con sus tapadas, o Málaga con el tipismo tan particular de nuestros cenacheros y<br />

biznagueros.<br />

No conforme con lo relatado, Sáenz de Tejada quiso bajar a conocer también minas y mineros, talleres<br />

artesanos, fábricas y tajos de labor por toda España; se permitió retratar fantásticas escenas de siembra<br />

y barbecho, de aceituneros y almazaras, de zafra, de siega, trilla y aventado, de telares, de ferrerías, de<br />

pesca y almadraba, de vendimia y bodega, porque este prolífico pintor e ilustrador, nos relata la vida<br />

celtibérica en innumerables vertientes y con extraordinarios matices, que ponen a nuestro alcance la<br />

singularidad de algunos oficios tradicionales, junto al tipismo de barrios, rincones, plazas, calles con<br />

encanto, romerías, encierros, corridas, procesiones, tabernas de guitarra, tertulia y cante, abundando en<br />

la España trabajadora y en la que se divierte conmemorando gloriosas y ancestrales efemérides, porque<br />

Sáenz de Tejada fue un potente exaltador de la patria en su vida, sus carteles, sus murales y sus cuantiosas<br />

y admirables ilustraciones para libros, revistas o decorados teatrales y cinematográficos.<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 3


DIRECTOR<br />

Diego Ceano González<br />

SUBDIRECTOR<br />

José A. Barberá Fernández<br />

REDACTOR JEFE<br />

Carlos Moncada Linares<br />

REDACTORES<br />

José Manuel Frías Ciruela<br />

Francisco Collado Campaña<br />

Juan José Palop Ruiz<br />

Manuel Martínez Molina<br />

Rafael Bejarano Pérez<br />

Antonio Lara Villodres<br />

Vicente Manchado Cortés<br />

Josefina Molino Peregrina<br />

Salvador Valverde Gálvez<br />

Mercedes Sophía Ramos Jiménez<br />

Antonio Márquez Flores<br />

Luis A. Utrera Madroñero<br />

Manuel Garrido Jiménez<br />

Juan M. Díaz Romero<br />

Juan Benítez Ruiz<br />

CORRECTOR<br />

Alfonso C. García Molina<br />

REDACTORES GRÁFICOS<br />

Antonio Delgado Rodríguez<br />

Francisco Ordoñez Olalla<br />

Lola A. Carretero Vaquer<br />

ILUSTRACIONES<br />

Ignacio Padilla Troya<br />

DISEÑO GRÁFICO Y MAQUETACIÓN<br />

Francisco Ordóñez Olalla<br />

DPTO. INFORMÁTICO<br />

Carlos Fernández Montañés<br />

Francisco Moyano Jiménez<br />

Fco. Javier Moyano Vergara<br />

DEPÓSITO LEGAL<br />

MA-1771-05<br />

4 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

57<br />

Enigmas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13<br />

REDACCIÓN<br />

<strong>El</strong> <strong>Avisador</strong> ÍNDICE<br />

<strong>Malagueño</strong><br />

N.º 58 <strong>REVISTA</strong> <strong>HISTÓRICO</strong>-<strong>CULTURAL</strong> <strong>ONLINE</strong><br />

OCTUBRE 2011<br />

Portada: “Andaluces de feria”<br />

PREMIO “PUBLICACIÓN DEL AÑO 2008”<br />

OTORGADO POR LA ASOCIACIÓN<br />

MALAGUEÑA DE ESCRITORES<br />

PREMIO “SENTIR MÁLAGA 2011”<br />

OTORGADO POR LA FUNDACIÓN<br />

SIGLO XXI DE MÁLAGA<br />

DELCEA<br />

BANCO DE IMÁGENES<br />

EL AVISADOR MALAGUEÑO<br />

Historias malagueñas. . . . . . . . . . . . . 05<br />

Desde la osera . . . . . . . . . . . . . . . . . . 09<br />

Torre del Atabal. . . . . . . . . . . . . . . . . 15<br />

De chupitira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17<br />

Ilustrados por el vino . . . . . . . . . . . . 19<br />

Escritos malagueños . . . . . . . . . . . . . 23<br />

Curiosidades malagueñas . . . . . . . . . 25<br />

La jabalina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28<br />

Tierras de Campanillas . . . . . . . . . . . 31<br />

Leyendas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33<br />

La ventana soleada. . . . . . . . . . . . . . . 37<br />

Anotaciones sobre la Victoria. . . . . . . 41<br />

Flamenquerías. . . . . . . . . . . . . . . . . . 45<br />

Puerto de la Torre . . . . . . . . . . . . . . . 47<br />

La Málaga de Ayer . . . . . . . . . . . . . . . 49<br />

<strong>Malagueño</strong>s singulares. . . . . . . . . . . . 51<br />

Tierras de Antikaria . . . . . . . . . . . . . . 57<br />

MUY IMPORTANTE<br />

Según la Ley 34/2002 de Servicios de la Sociedad de la<br />

Información y de Comercio <strong>El</strong>ectrónico (LSSI-CE), y de la Ley<br />

Orgánica 15/1999 del 12/12/1999 de Protección de Datos Española,<br />

le informamos que tiene derecho a que se proceda a<br />

la cancelación de sus datos. Si desea no recibir la revista, sólo<br />

tiene que enviarnos un correo manifestando su deseo y de inmediato<br />

se borrarán de nuestra base de datos.<br />

Si desean que sus amistades reciban directamente la revista<br />

<strong>El</strong> <strong>Avisador</strong> <strong>Malagueño</strong>, sólo tienen que solicitárnoslo e indicarnos<br />

el correo electrónico.<br />

Este ejemplar ha sido enviado a 15.733 correos directos<br />

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Correo: cartas@elavisador.es - Móvil: 617 238 470<br />

www.elavisador.es


HISTORIAS M AL AGUEÑAS<br />

CAFÉ DE CHINITAS<br />

UN CAFÉ CON MUCHA HISTORIA<br />

Sin duda, el nombre del popular “Café de Chinitas” nos suena<br />

a todos.<br />

Según se dice, fue el propio don Antonio María Álvarez<br />

quien ordenó la construcción de un pequeño teatrillo, al que<br />

él le daría un uso muy particular y exclusivo, es decir en ese<br />

lugar, él celebraría sus fiestas con amigos exclusivos y así ganarse<br />

sus favores. Para ello eligió uno de los locales de planta<br />

baja, discreto y de fácil acceso, un lugar muy discreto que disimulara<br />

las entradas y salidas de amigos y señoritas de dudosa<br />

moral. Lo recóndito de este establecimiento se debía a que en<br />

Málaga ya existían algunos cafés cantantes que prácticamente,<br />

cada noche, protagonizaban escándalos nocturnos, hasta el<br />

punto de hacer intervenir en muchas ocasiones a las autoridades.<br />

Don Antonio María, deseaba que él y sus amistades pasasen<br />

desapercibidos, de ahí el celo tomado para que este lugar<br />

no estuviera muy a la vista. Según podemos leer:<br />

Esto puede explicar la atípica situación de un local, primero<br />

de los de su género que se constata en la arquitectura<br />

doméstica de aquellos decenios, simulando su interior desde<br />

la calle por unos huecos enrejados que parecían iluminar<br />

alcobas y espacios familiares, cuando en realidad aireaban<br />

la atmósfera cargada de un cafetín.<br />

Por el interior y a través de un ojo de patio en el que la<br />

vecindad ponía a orear su ropa entraba cenitalmente la luz<br />

del día, alcanzando únicamente los balcones superiores. La<br />

cubierta era de teja moruna y vertía pluviales hacia el mismo<br />

ojo de patio por el lado interior y hacia la placita que<br />

centra el pasaje por el exterior.<br />

Era un local reducido. Y así como las tejas de la cubierta<br />

Diego Ceano González<br />

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6 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

se distribuyen en diez segmentos irregulares que casi le dan<br />

la forma decagonal, el salón público, elevado en la primera<br />

planta, era casi un círculo pentagonal tan mal diseñado<br />

como peor enlucido. <strong>El</strong> escenario era de modestas dimensiones<br />

y a sus lados se abrían seis palcos, en realidad verdaderos<br />

reservados para gentes con ganas de nocturna jarana<br />

con presencia femenina. Carecía de camerinos y los artistas,<br />

hombres o mujeres, tenían que ataviarse y desvestirse<br />

amparados por un sistema de cortinas y lonas que nadie<br />

custodiaba. <strong>El</strong> piano quedaba a pie de escenario y el público<br />

se acomodaba en veladores situados de manera que, por sus<br />

estrechos pasillos, pudieran transitar activos camareros de<br />

grandes y redondas bandejas, largas patillas y engomados<br />

bigotes. 1<br />

Pasado el tiempo, el uso de este cafetín o reservado, cae<br />

en desuso y es traspasado a un artista de medio pelo. En la<br />

segunda década del siglo XX, aquel local se convirtió en un<br />

establecimiento de “mala nota”, donde solían acudir señoritas<br />

de vida azarosa con clientes de todo tipo. Se tiene constancia<br />

de que en tiempos de carnaval había una señorita que hacía un<br />

número un tanto sexual, la artista que cantaba con un plátano<br />

en la mano, y preguntaba a los señores que la observaban, al final<br />

de su actuación, por qué orificio de su anatomía deseaba el<br />

respetable que se lo introdujera, luego ella obediente obedecía<br />

ante los aplausos del “respetable”.<br />

Existe un artículo que escribió el viajero inglés, Havelock<br />

<strong>El</strong>lis, en 1908, para su revista de viajes, decía así:<br />

«... Los bailes más notables no se descubren, a lo mejor,<br />

sino al cabo de muchos meses, porque nadie se preocupa de<br />

ello ni de orientarle a uno. Así me pasó a mí, por ejemplo,<br />

en Málaga con “Las Chinitas” (sic), hace algunos años. En<br />

efecto, oculto en una calle mal aireada, próxima a la Plaza,<br />

encontraba uno, después de subir unas escaleras, el refugio<br />

diecisiete, donde, en el más reducido tabladillo imaginable,<br />

ante un grave concurso genuinamente nacional, algunas de<br />

las mejores bailarinas españolas, envueltas en hermosos<br />

pañolones filipinos, ejecutaban ciclos inacabables de característicos<br />

bailes españoles, en tanto que las madres y las<br />

tías, veladores de las artistas, ocupaban unas sillas en torno<br />

de ellas. Luego me he enterado de que el baile de “Las Chinitas”<br />

ha sido clausurado y extinguido con algún pretexto<br />

por los españoles celosos, anhelantes de unirse al ritmo de


la civilización, porque es, sin duda, más fácil destruir que<br />

levantar. Acaso “Las Chinitas” haya sido la última institución<br />

de su género en España».<br />

Como podrán observar, el texto, hace referencia al primer<br />

cierre del establecimiento, por lo que no nos resulta difícil suponer<br />

que sus escándalos alcanzaron los oídos inquisidores de<br />

la opinión pública.<br />

A partir de ahí, este establecimiento pasó a llamarse Salón<br />

Royal, pero el cambio de denominación de nada sirvió. <strong>El</strong><br />

Chinitas, con su nuevo nombre, no dejó de ofrecer el mismo<br />

servicio, dado que la clientela deseaba que el establecimiento<br />

siguiera ofreciendo el mismo espectáculo de siempre.<br />

Poco a poco aquellos picantes cuplés y actuaciones subidas<br />

de tono, fueron dejando paso a intervenciones de flamenco,<br />

pasando por aquellos escenarios algunas figuras de la época,<br />

configurándose así otro modo de hacer espectáculo.<br />

Nos queda alguna referencia de los últimos años de existencia<br />

de este café, referencias que nos hacen ver cuáles eran los<br />

precios de aquel establecimiento, que se mantuvieron hasta su<br />

cierre en los años treinta:<br />

“Café con espectáculo, 1,25 pesetas; media botella de machaco,<br />

3 pesetas; una de vino fino, 7 pesetas”.<br />

Para finalizar, quiero hacer referencia a su nombre, ahora<br />

oficial, de “<strong>El</strong> Pasaje de Chinitas”. Al iniciarse la legislatura de<br />

uno de los mejores alcaldes que Málaga ha conocido, don Francisco<br />

García Grana, se llevó a cabo una iniciativa muy plausible<br />

que mandaba publicar un edicto en los periódicos locales para<br />

dar a conocer su decisión de bautizar oficialmente con el nombre<br />

de Pasaje de Chinitas al hasta entonces Pasaje de Álvarez.<br />

Para ello, previamente había convocado, en plazo y forma,<br />

a las personas que tuvieran que hacer algún tipo de alegación<br />

contra aquella iniciativa municipal. Como quiera que a nadie<br />

le pareció mal tal iniciativa y a todos gustó, se cambió el rótulo<br />

de cerámica del Pasaje de Álvarez por el definitivo de Pasaje de<br />

Chinitas y es que aunque no le hubieran cambiado el nombre,<br />

para los malagueños, aquel era el Pasaje de Chinitas.<br />

A esta iniciativa de García Grana siguieron otras no menos<br />

importantes, consistentes en dotar al pasaje de pavimento de<br />

piedra de Sierra <strong>El</strong>vira, además de colocarle en su centro una<br />

fuente del siglo XIX donada por Fernando Barceló. Y como gran<br />

Café con<br />

espectáculo:<br />

1,25 pesetas<br />

Media botella<br />

de Machaco:<br />

3 pesetas<br />

Una de<br />

Vino Fino:<br />

7 pesetas<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 7


1— “Los cafés de Málaga” - Don Francisco Bejarano Robles.<br />

8 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

complemento de aquella operación municipal se encargó a José<br />

Espinosa Alonso, gran maestro madrileño de la forja artística,<br />

todos los rótulos tanto de oficios artesanales como industriales<br />

y comerciales del pasaje, todos ellos labrados en hierro forjado,<br />

hoy en día desaparecidos.<br />

A finales del siglo XX, como muy bien recoge nuestro admirado<br />

periodista don Julián Sesmero Ruiz, sucedieron ciertos<br />

acontecimientos curiosos como que en la medianoche del 11<br />

de marzo de 1962, un borracho decidió quitarse la melopea<br />

metiéndose en la fuente que donara el señor Barceló. La fuente<br />

del siglo XIX quedó destrozada. Luego se restituyó, siendo<br />

restaurada por el marmolista Baeza y allí permaneció hasta su<br />

total destrucción en 1978.<br />

<strong>El</strong> Ayuntamiento colocó una escultura de “Mariquilla”, realizada<br />

por el escultor Adrián Risueño que en un principio estaba<br />

prevista colocar en los jardines de la calle Alcazabilla. Después<br />

de varias agresiones que sufrió esta escultura, el ayuntamiento<br />

decidió retirarla.<br />

Hoy el Pasaje de Chinitas, es uno de los lugares más entrañables<br />

y emblemáticos de nuestra Málaga, un lugar con historias,<br />

anécdotas, un lugar que ha echado raíces en el devenir de<br />

los tiempos. •


DESDE L A OSER A<br />

LOS FESTEJOS DEL<br />

PERCHEL<br />

<strong>El</strong> Perchel, histórico barrio malagueño de ya inexistentes<br />

charranes, barateros y “guapos”, arrabal de larga lista de chulos<br />

y matones con muchos hechos delictivos a las espaldas, los<br />

que posiblemente fuesen aumentados por la fama del lugar<br />

y el decir pregonado en coplas o melódicos poemas, como el<br />

que da comienzo a este escrito. <strong>El</strong> transcurrir de los años les<br />

haría desaparecer como el humo en el tiempo, dando paso a<br />

trabajadores, artesanos e industriales, muy difíciles de hallar<br />

igualmente en la actualidad, aunque por diferentes motivos.<br />

Este bravío arrabal guardó durante mucho tiempo el aspecto<br />

morisco, con calles angostas y empedradas con cantos rodados<br />

de todos los tamaños, levantándose a sus laterales inmuebles,<br />

que salvo algunas excepciones de tres plantas, el resto, casi todos<br />

fueron de dos, estimándose esta uniformidad como típicas<br />

edificaciones de la segunda mitad del siglo XVIII y todo el XIX,<br />

cuyo recuerdo lentamente se va diluyendo, al ir quedando de<br />

sus orígenes cada vez menos vestigios.<br />

Muchos fueron los percheleros que dieron gloria a Málaga<br />

con su arte, como por ejemplo el excelente escritor Arturo Reyes,<br />

nacido en una humilde casa de la calle del Rosal, el gran pintor<br />

José Moreno Carbonero, que lo hizo en un viejo caserón de dos<br />

pisos, llamado “Casa de los Pájaros”, o el matador de toros Francisco<br />

Madrid, que vino al mundo en una casa de calle Eslava.<br />

Algunas de las casas, de pequeñas y húmedas habitaciones,<br />

tuvieron el misterio que les ofrecía el estar habitadas por echadoras<br />

de cartas, que siempre daban algunas buenas noticias;<br />

hechiceras, a las que se acudía para la preparación de filtros<br />

amorosos y para el mal de ojo, y espiritistas que daban consuelo<br />

a familias y amigos al contactar con los espíritus de los<br />

desaparecidos.<br />

S’arremató la partía,<br />

de los majos del Perchel…<br />

A aquel que la culpa tenga,<br />

tan mala suerte le den<br />

que muera sin confesión<br />

pa que se junda en la tierra<br />

con su malina intención.<br />

“<strong>El</strong>egía de los Majos”,<br />

de Enrique López Alarcón.<br />

J. A. Barberá Fernández<br />

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1 0 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

<strong>El</strong> Perchel también tuvo sus propios festejos populares, que<br />

a causa de la Guerra Civil tuvieron un paréntesis de diez o doce<br />

años, volviéndose a retomar en 1946, siendo alcalde de la ciudad<br />

Manuel Pérez Bryan y presidente de la Diputación, Baltasar<br />

Peña Hinojosa. Tras ese largo periodo de tiempo en que el barrio<br />

permaneció en desacostumbrado silencio, la iniciativa de<br />

un grupo de personas hizo que, a partir de ese año se creyese<br />

llegado el momento de volver a vivir las fiestas.<br />

Y así ocurrió; los festejos del popular y populoso barrio del<br />

Perchel se reanudaron, volviendo a ser el barrio alegre y bullicioso<br />

que siempre fue; las calles se engalanaron de las formas<br />

más pintorescas, con carteles y cuadros, flores y floreros,<br />

imágenes y figurillas, luces y faroles, cobres y loza, tapetes y<br />

cortinas, guitarras y panderetas, fotografías y cromos artísticos,<br />

lo que cada cual encontró para decorar lo mejor posible<br />

su entorno.<br />

Las cadenetas de papel, se trenzaron con habilidad y paciencia,<br />

durante los días previos a las jornadas de las fiestas, usando<br />

cromolitografías de cajas de pasas; los farolillos que adornarían<br />

las calles, también fueron auténticas manualidades de fabricación<br />

casera; los balcones se engalanaron por unos días con<br />

hermosos mantones de Manila y festivas colchas, las fachadas<br />

y portales se adornaron con pañuelos bordados o estampados,<br />

tapetes morunos, mesas, mesitas, sillones, flores y macetas. Lo<br />

único que faltaba para que este animoso preparativo llegase a<br />

tener el éxito necesario, era que la música, los cantes y los bailes<br />

envolvieran su ambiente, no faltando nada de esto, porque<br />

además de las actuaciones de algunos profesionales, no faltaron<br />

espontáneos entre la chiquillería y la juventud que desearan<br />

demostrar su arte y buen estilo.<br />

Un gran malagueño, que elevó más aun el nombre del barrio<br />

al escribir sus libros bajo el seudónimo de “Paco Percheles”,<br />

(Don Francisco Bejarano Robles) dijo sobre esta fiesta: “Ha sido<br />

el corazón entero del barrio el que se ha entregado generosamente,<br />

y a su cariño ha correspondido Málaga entera, desde la Alameda a<br />

la Caleta y desde el Puerto a la Victoria. Yo sé de algunas reuniones<br />

en que el encanto que fraguara la noche fue tan intenso, que al irse<br />

tiñendo de malva y rosa el cielo, se deseaba que no amaneciera”.<br />

<strong>El</strong> Perchel fue un barrio de solera y fina gracia malagueña,<br />

sus talleres y sus fábricas, sus industrias y sus faenas, sus saladeros<br />

y sus barcas decían de su artesanía, de su laboriosidad


y de sus aspiraciones, que hizo que las autoridades que visitaron<br />

el nuevo comienzo de los festejos de aquel Perchel de<br />

mediados del siglo pasado, viesen la conveniencia de reparar<br />

sus calles, cuidar su ornato, destacar la belleza de sus rincones<br />

y pensar en convertir el antiguo y superpoblado Perchel, en un<br />

barrio que no perdiese su fisonomía, sino que la aumentase,<br />

creando centros de enseñanzas, dando facilidades para estudios,<br />

arte, y oficios especializados, incrementando asimismo<br />

los servicios urbanos.<br />

Ese fue el deseo, otra fue la cruda realidad, ya que unos<br />

años más tarde, con la obra de la prolongación de la por entonces<br />

llamada Avenida del Generalísimo, hoy Alameda Principal,<br />

comenzó su final. <strong>El</strong> barrio quedó dividido en dos, dejando las<br />

demoledoras piquetas y las destructoras excavadoras a la ciudad<br />

sin ese rincón de tradición marinera, de leyenda y cantares<br />

que en similares casos, otras ciudades hermanas supieron conservar,<br />

reconstruyéndolos y manteniéndolos como patrimonio<br />

histórico.<br />

Hoy día, sólo quedan en pie algunas calles desperdigadas,<br />

algún que otro antiguo edificio y poco más, el Perchel que inspirara<br />

a poetas y literatos ha desaparecido, pero no su recuerdo<br />

con el bullicio de sus fiestas, su leyenda y cuanto aconteció<br />

por sus lares, que han quedado para siempre en la Historia de<br />

Málaga. •<br />

Nota—. Las fotografías pertenecen al archivo del autor.<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 1 1


ANTONIO DELGADO ©<br />

ESCULTURA A LA SALIDA DEL PUEBLO<br />

GENALGUACIL


ENIGM AS<br />

MISTERIOS DE<br />

CAMPILLOS (II)<br />

LAS MARIPOSAS DEL PADRE TIBURCIO ARNAIZ<br />

A principios del siglo XX, el misterioso jesuita Tiburcio Arnaiz,<br />

hombre rodeado de misterios y de dones sobrenaturales,<br />

visitó Campillos en su obra de misiones urbanas por Andalucía.<br />

Se conmemoraba en aquellas fechas la festividad de la<br />

Patrona, y el Padre Arnaiz acudió a predicar sus apreciados<br />

sermones. Como era habitual a lo largo de su existencia, eran<br />

tantos los fieles que fueron a verle y oírle, que no entraban<br />

todos en la iglesia, para lo cual se habilitó el balcón del Ayuntamiento<br />

para tal fin, ya que la plaza que lo rodeaba era bastante<br />

grande para cumplir el requisito deseado.<br />

Cuentan a manera de tradición oral, que durante el sermón<br />

se apagaron solas las luces de las calles del pueblo, y que aparecieron<br />

dos extrañas mariposas que despedían una luz viva, las<br />

cuales comenzaron a desplazarse por las cabezas de los fieles.<br />

Al terminar la charla el Padre Arnaiz, las luces de las calles<br />

se encendieron de nuevo, y las mariposas desaparecieron espontáneamente.<br />

En el pueblo, aquella situación sería conocida<br />

desde entonces como “el milagro del Padre Arnaiz”.<br />

EL POBLADO SUBMARINO DE PEÑARRUBIA<br />

La década de los sesenta registró una gran explosión demográfica<br />

en la provincia de Málaga, incrementando el turismo<br />

y aumentando el consumo de agua en la ciudad. Para ello se<br />

había creado el pantano del Chorro, que por una parte servía<br />

de generador de electricidad por sistema hidráulico, y por otro<br />

lado parecía satisfacer las necesidades de la capital y los pueblos<br />

en cuanto a la necesidad de tan preciado líquido, proporcionando<br />

suficiente caudal.<br />

Padre Tiburcio Arnáiz<br />

José M. Frías Ciruela<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 1 3


Pantano de Peñarrubia<br />

Avenida de Campillos en la antigüedad<br />

1 4 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

Pero los años pasaron y la necesidad de agua aumentó siendo<br />

insuficiente cantidad que presentaba el embalse. Se planteó<br />

entonces la construcción de nuevos pantanos que pudieran<br />

aprovechar las corrientes que provenían de los ríos Turón y<br />

Guadalteba. Pero para ello era necesario sacrificar la existencia<br />

de un pequeño pueblo que se había erigido en torno a un caserío,<br />

y que formaba parte del término municipal de Campillos.<br />

Su nombre, Peñarrubia, se debía a los colores de la sierra bajo<br />

la cual se ubicaba, con tonalidades grises y azuladas.<br />

En el año 1972, los habitantes de este poblado a orillas<br />

del río Guadalteba se marcharon a otras localidades cercanas,<br />

como Teba o Campillos. Las obras concluyeron ese mismo año,<br />

y el agua comenzó a extenderse rápidamente, cubriendo poco a<br />

poco las casas del pueblo. Curiosamente, una vez las viviendas<br />

estuvieron sumergidas, la gente descubrió con asombro que<br />

la iglesia parroquial del poblado, Nuestra Señora de los Remedios,<br />

del siglo XVII, no llegó a ser engullida. En la época<br />

de más afluencia, quedaba fuera del agua el campanario de la<br />

misma, como luchando por sobrevivir.<br />

“ el agua, causando el temor entre los presentes...<br />

<strong>El</strong> mito comenzó a<br />

rodar de lugar en lugar,<br />

cuando varias personas<br />

de la localidad de<br />

Campillos, senderistas<br />

y bañistas del pantano,<br />

afirmaban que en las horas de misa, la campana de la iglesia de<br />

Peñarrubia sonaba bajo el agua, causando el temor entre los<br />

presentes. Parecía que el pueblo, maldito desde su hundimiento,<br />

se quejaba de su triste final de esa curiosa manera, como si<br />

alguna energía flotara entre las aguas, pugnando por escapar.<br />

En el año 1990, una fuerte sequía asoló Málaga, reduciendo<br />

de tal manera el agua del pantano de Guadalteba, que los escombros<br />

de Peñarrubia quedaron al descubierto por completo,<br />

con la iglesia casi intacta como si de un milagro se tratara. Los<br />

antiguos habitantes del poblado, como si aquello se tratara de<br />

una misteriosa convocatoria, acudieron en romería para recobrar<br />

la memoria popular de sus antiguas vivencias. Después de<br />

pasar varias horas entre las desoladas callejas, colocaron al pie<br />

de la iglesia una placa como recuerdo de la emotiva reunión,<br />

que decía: “La Virgen del Rosario nos reúne como pueblo. Peñarrubia<br />

1972-1990”. •<br />

“...la campana de la iglesia de Peñarrubia sonaba bajo


TORRE DEL ATABAL<br />

LOS BARRIOS DE MÁLAGA<br />

LA VICTORIA<br />

La Victoria es uno de los barrios emblemáticos de Málaga y<br />

cuyo nombre hace honor a la patrona de la ciudad. <strong>El</strong> origen<br />

de este nombre se remonta hasta 1487 cuando los Reyes Católicos<br />

instalaron durante el asedio a la ciudad su campamento a<br />

los pies de donde se encuentra actualmente el Convento de la<br />

Victoria. Dice la leyenda que la Virgen se apareció a Fernando<br />

el Católico anunciándole la victoria al día siguiente sobre los<br />

musulmanes. Cuando el líder cristiano asaltó las murallas de la<br />

Alcazaba y se apoderó de la ciudad erigió el convento en honor<br />

a dicha aparición y le nombró Nuestra Señora de la Victoria.<br />

De esta forma, el barrio de la Victoria fue construido más<br />

allá de los muros de la Málaga árabe, aumentando el desarrollo<br />

urbano de la ciudad y siendo un origen militar el que decantó<br />

sus inicios. A partir de la conquista cristiana, esta zona se<br />

convirtió en el corazón de la ciudad y un auténtico centro neurálgico.<br />

Se pensó que en un principio se instalaría el Hospital<br />

de San Lázaro para atender a los leprosos de la ciudad, pero<br />

debido a las inundaciones sufridas en torno al siglo XVII, se<br />

perdió esta función. Para fechas de 1508, se trasladó a la plaza<br />

la Orden de los Mercedarios que daría nombre a la plaza homónima.<br />

Lo que sería clave para la historia de este barrio. En<br />

esa época, comenzó a desarrollarse la vida urbana en esta zona<br />

con la construcción de la Plaza del Mercado y el Santuario de la<br />

Victoria. No obstante, tardaría tres siglos más en convertirse en<br />

una zona urbana en términos legales. Por lo que, la calle de la<br />

Victoria se convirtió en la vía principal que unía ambas plazas.<br />

Para principios del siglo XIX, el barrio de la Victoria era<br />

bastante bullicioso y estaba habitado por la pequeña burguesía,<br />

comerciantes, modistos y tenderos. Así, el cementerio de San<br />

Miguel fue un recinto importante, aunque manifestó bastante<br />

Calle la Victoria<br />

Fran Collado Campaña<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 1 5


Plaza de la Merced<br />

1 6 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

polémica por su insalubridad y la cercanía a la zona habitada.<br />

También durante esta época sobresalen la Capilla del Agua, el<br />

Colegio de los Maristas y la Capilla de San Lázaro.<br />

Una relación interesante es la manifestada entre el barrio<br />

de la Victoria y el liberalismo. Así, para 1822, el general Riego<br />

se alojó en dicho barrio muy unido a las ideas liberalizadoras<br />

de España. Asimismo, el general Torrijos y los soldados que<br />

fueron fusilados por oponerse al sistema absolutista del momento<br />

se encuentran sepultados bajo el obelisco de la Plaza de<br />

la Merced. Por ello, es importante profundizar en este estrecho<br />

vínculo entre el barrio de la Victoria y su apoyo a la causa liberal<br />

durante la época decimonónica.<br />

En este sentido, el barrio de la Victoria representa uno de<br />

los emblemas fundamentales de la ciudad malacitana. Además,<br />

su emplazamiento está situado en una posición geográfica ventajosa,<br />

disfrutando al este del monte Gibralfaro y el castillo,<br />

al sur, con el Centro y al oeste con Capuchinos. No obstante,<br />

aunque es un barrio extramuros corrió una suerte bien distinta<br />

a la de otras zonas similares como la Trinidad y el Perchel que<br />

teniendo un origen anterior a la época decimonónica, mantuvieron<br />

unas relaciones sociales distintas con los habitantes del<br />

centro malagueño.<br />

Es curiosa la denominación de “chupa y tira” que adquirió<br />

este barrio debido a las comidas de pobres, hechas a partir de<br />

almejas, que los humildes habitantes de sus calles tenían que<br />

hacer para salir del paso. De ahí también, esta original denominación<br />

tan típica y habitual en Málaga. •<br />

Santuario de la Victoria


DE CHUPITIR A<br />

LA<br />

CRUZ DE MAYO<br />

LA CRUZ DE MAYO EN LA CASETA DE LA TERCERA<br />

EDAD VICTORIANA DECIDIÓ EL PRIMER PREMIO DE LA<br />

XVII SEMANA DEL MAYOR<br />

Fueron 50 las asociaciones y 49 los expositores cargados<br />

de muestras procedentes de todos los barrios de Málaga los<br />

que, en el pasado mes de mayo, protagonizaron una larga cita<br />

en el Parque de la capital con el epígrafe de XVII Semana del<br />

Mayor, bajo patrocinio y organización del Área de Bienestar<br />

Social del Ayuntamiento malagueño. Expositores con muestras<br />

artísticas y artesanas, muy pacientes y muy valiosas, de lo que<br />

las personas de la Tercera Edad de Málaga han ido realizando<br />

en sus respectivas asociaciones a lo largo de todo un año y en<br />

su tiempo de ocio colectivo y compartido. Expositores que se<br />

ganaron el aplauso y el beneplácito de los miles de malagueños<br />

que visitaron esa XVII Semana del Mayor. Visité, por supuesto,<br />

todos los expositores, a cual más cuidado y ornamentado.<br />

En uno de ellos, en el de la Asociación Tercera Edad del<br />

Barrio de la Victoria, me llamaron la atención dos valiosas piezas<br />

expuestas: la Cruz de Mayo y el trofeo taurino “Capote de<br />

Plata” de la Feria de Agosto de Málaga, ambas confeccionadas<br />

en los talleres de la entidad. Era la primera vez que una Cruz<br />

de Mayo se exponía en la Semana del Mayor. Realizada por las<br />

mujeres de la Tercera Edad victoriana bajo la orientación de<br />

los directivos Francisco Delgado y Enrique Perea, integraban la<br />

pieza conchas marinas, como almejas, coquinas, peregrinas y<br />

corrucos. Lo propio del barrio de Chupa y Tira. La exhibición<br />

de esta artística obra en el Parque tuvo lugar precisamente en el<br />

mes de mayo, que es cuando los distintos barrios malagueños<br />

conmemoran, festejan y montan sus tradicionales cruces de<br />

Juan José Palop Ruiz<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 1 7


1 8 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

mayo. Célebres eran las cruces de mayo, por citar un solo ejemplo,<br />

del barrio del Perchel y de sus históricos patios y corralones.<br />

¿Cuál es el origen de la Cruz de Mayo y de sus conmemoraciones<br />

y fiestas populares? Fue santa <strong>El</strong>ena, madre del emperador<br />

romano Constantino, convertido al cristianismo, la que,<br />

frisando ya los 80 años, se impuso recuperar la cruz donde<br />

Cristo entregó su vida por la humanidad. Se dirigió santa <strong>El</strong>ena<br />

a Jerusalén con el propósito de buscarla. Encontró en el Monte<br />

Calvario un templo dedicado a Venus. Mandó derribarlo, excavó<br />

después y halló, al fin, las tres cruces del drama del Gólgota.<br />

Recoge la tradición que pudo identificar la de Jesús, haciendo<br />

tocar a las tres cruces a una mujer paralítica que, al contacto<br />

con la de Cristo, sanó repentinamente. Se inició así la devoción<br />

y exaltación del símbolo de la cruz. Desde el año 327 se conserva<br />

ya esta tradición, es cierto que con el paso del tiempo más<br />

mistificada, pero siempre popular.<br />

Decir, por último, que en ese mes de mayo pasado se produjo<br />

una triple coincidencia: la beatificación del papa Juan Pablo<br />

II, destacado líder del siglo XX, promotor y partícipe de grandes<br />

cambios; la exaltación del símbolo cristiano y la llegada a<br />

Málaga y su provincia de la cruz que Juan Pablo II donó a los<br />

jóvenes de todo el mundo. Miles de jóvenes malagueños participaron<br />

en la visita de los iconos vaticanos. La beatificación de<br />

Juan Pablo II ha sido la más rápida en los últimos 500 años de<br />

Cristianismo. No queda sino añadir que el expositor de la Asociación<br />

Tercera Edad del Barrio de la Victoria, con su Cruz de<br />

Mayo, obtuvo el primer premio de esa XVII Semana del Mayor.<br />

Nuestra enhorabuena. •<br />

La Cruz de Mayo 2011 de la Asoc. 3.ª Edad del Barrio de la Victoria. A la izquierda, el directivo y artista Francisco Delgado.


ILUSTR ADOS POR EL VINO<br />

“SABOR A HUÉNEJA”<br />

NUEVO LIBRO DE MOISÉS GÓMEZ<br />

<strong>El</strong> buzón de mi casa me acaba de proporcionar una alegría<br />

muy particular: el segundo libro de Moisés, que ha conseguido<br />

transportarme hasta el feliz hogar donde nací y me crié, “mi<br />

patria chica” a la espalda de la Alpujarra granadina.<br />

Fascinado de emoción ante tan inesperado encuentro con<br />

mis raíces en Huéneja, aquel pequeño cantón inexplorado de<br />

Sierra Nevada, una de las ocho villas que componen el recóndito<br />

Marquesado del Cenete, aguardo a partir de ahora su tercer<br />

libro, para decir con el justo y piadoso Simeón de la Sagrada<br />

Escritura: “Ahora, Señor, puedes ya dejar ir a tu siervo en paz.”<br />

Lucas, 2.<br />

La sierra, la vega, los pedregales, los olivares, los abundantes<br />

almendrales, las alamedas, los viejísimos castaños seculares<br />

alineados por los pechos de un aprendiz de río, que en su bajada<br />

sirve de fuerza motriz a varios molinos harineros de empiedro,<br />

los océanos de trigo, cebada y centeno con su acompasado<br />

oleaje de espigas, las bien abancaladas y cuidadas hortalizas,<br />

las eras con sus monótonas escenas de trilla, aventado y cante,<br />

las abundantes viñas de monte sin viñedo, aunque con algunas<br />

cepas asilvestradas, que sobrevivieron a la devastación filoxérica,<br />

llegando hasta el presente, sin que nadie se haya ocupado<br />

de ellas. <strong>El</strong> cielo tan claro, las brisas frescas que llegan desde<br />

las cumbres nevadas, trayendo un sinfín de aromas lejanos a<br />

encina, pino, retama y esparto, las fragancias del celindo, la<br />

albahaca y el jazmín, aires de tomillo, poleo, hinojo, miel de<br />

abeja y leña aromática abundante para la chimenea y los guisos,<br />

aunque también para que los nativos y sus huéspedes celebren<br />

algunas fiestas con descomunales hogueras nocturnas,<br />

a las que allí denominan pinchos, pero que son regocijantes<br />

oportunidades de galanteo, jolgorio colectivo y agradable con-<br />

Manuel Martínez Molina<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 1 9


vivencia, mientras desbrozan caminos y linderos<br />

de zarzas y arbustos que entorpecen el tránsito.<br />

Moisés nos introduce en los silencios de Huéneja,<br />

consiguiendo que nos parezcan estrofas; en<br />

los rumores de sus angostas y empinadas calles<br />

nos hace adivinar originales cánticos de cencerrada<br />

o ánimas, bulliciosas y juveniles veladas<br />

domiciliarias, acompasados y cansinos pasos de<br />

herradura, secos golpes de martinete, trajines de<br />

fragua, horno y lavadero, fandangos y otros estandartes<br />

de su pequeña historia y su leyenda, solapados<br />

en este oasis penibético por descubrir, al<br />

que nuestro escritor ha convertido en particular<br />

fuente de inspiración, aportando la originalidad<br />

de un viajero romántico de sombrero, mochila y<br />

botas, al rescatar para la posteridad antiquísimas<br />

recetas, que son auténticos hallazgos, aunque no<br />

sean finolis ni estén en el diseño culinario chic,<br />

heredadas en arcas de buen paño por sus confidentes:<br />

“Angelitas Triviño, María Serrano, Pepita<br />

Hernández, Antonia Aranda y Mercedes Barragán”.<br />

Esta es la buena nueva, que contiene tan interesante<br />

ejemplar con 269 páginas, titulado por<br />

su autor: “Sabor a Huéneja”, aunque subtitulado:<br />

Comida y tradición, que no me parece un libro de<br />

cocina, a pesar del exhaustivo desarrollo de tan<br />

especial ramillete de recetas, porque el autor no<br />

sólo se empapa de la cocina huenejera, sino que<br />

escudriña las numerosas rarezas que guardan tan<br />

especiales alacenas, para transmitirnos los afanes<br />

de quienes nos precedieron sin electricidad<br />

ni tecnología. Moisés nos descubre la existencia<br />

de una gran variedad de orejones, que son los<br />

frutos asoleados hasta deshidratarse, para que el<br />

secado permita su reutilización en los guisos de<br />

todo el año, de manera que por tan interesante<br />

tratado sobre la historia de la supervivencia humana,<br />

quedamos enterados de la existencia del<br />

orejón de tomate, de pimiento o de calabaza en<br />

finas tiritas, descubriremos la sencilla fórmula de<br />

conservar las castañas para todo el año con frescura<br />

de recién cosechadas, así como las aceitunas,<br />

2 0 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

los productos del cerdo o el queso, en orzas con<br />

aliños y salmueras, con manteca o aceite; también<br />

nos mostrará el cañizo y las vigas de los techos,<br />

donde cuelgan los jamones y embutidos serranos<br />

junto al resto de piezas voluminosas de la matanza,<br />

así como los racimos de uvas del barco si<br />

proceden de Almería, o las dulcísimas moscateles<br />

si son originales de Málaga, las ristras de ajos,<br />

cebollas, maíz y serbas enteras o partidas por la<br />

mitad, para convertirlas en orejones.<br />

Queda dicho, que no estamos ante un libro<br />

de cocina, aunque este título de Moisés Gómez<br />

no nos engaña, así que harían bien en adquirirlo,<br />

quienes tengan inquietudes culinarias. De entre<br />

tan exquisitas recetas, tan solo dispongo de espacio<br />

para comentar dos de ellas: la de los almendrados,<br />

sencilla y sabrosa exquisitez a base de:<br />

almendras, clara de huevo y azúcar, presentada y<br />

horneada en la misma cápsula de papel ondulado<br />

que las magdalenas. Estamos ante una de esas<br />

ambrosías, capaces de rendir a los paladares más<br />

exquisitos y extravagantes, de la que tan sólo se<br />

me ocurre cantar sus efectos saludables, porque<br />

nada malo hay que decir sobre la clara de huevo,<br />

pero las almendras son enemigas del colesterol<br />

malo y del exceso de triglicéridos, gracias a su<br />

alto contenido en potasio, proteínas, ácido oleico<br />

y fibra.<br />

La zalamandroña es un suculento plato del<br />

buen yantar, feliz herencia de la dominación musulmana,<br />

que los repobladores cristianos conservaron<br />

en espíritu y materia, llegando hasta nuestros<br />

días, repleta de variados frutos locales en sus<br />

exclusivas formas de conservación, por lo que<br />

me parece además, una de esas rarezas para saborear<br />

“in situ”: Bacalao, cebolla, tomates secos,<br />

pimientos rojos secos, pimientos verdes asados<br />

secos, orejones de calabaza, aceitunas y aceite de<br />

oliva son sus provisiones indispensables, además<br />

de una paciente y amorosa dedicación humana.<br />

No he escogido al azar esta opípara y saludable<br />

receta de la página 124, última de la relación alfa-


ética de Moisés, sino que me rindo ante ella, enternecido por<br />

la lectura de su dedicatoria: “A mi tía Ana, que tenía un pulso<br />

y un punto, no igualados hasta hoy, para hacer este plato tan de<br />

nuestro pueblo”. Como su tía Ana fue mi madre, huelga explicar<br />

lo que para mí representa tan particular homenaje de gratitud y<br />

estima, al que me sumo.<br />

<strong>El</strong> maestro olfatea en todas las épocas de la literatura, para<br />

escudriñar consejos y frases, relatos y poemas que amenizan<br />

la lectura y optimizan nuestra atención; nos acompaña por la<br />

dehesa o la vega, reflexionando sobre la cabaña con sus usos<br />

y costumbres, hasta invitarnos a entrar en su propia casa, que<br />

lo fue de sus padres y abuelos, para mostrarnos los artilugios<br />

empleados en la elaboración del queso, remitiéndonos también<br />

a aquellos aromas, tras cincuenta años de reposo como elementos<br />

de decoración y nostalgia.<br />

Vuelve Moisés a la literatura, para husmear en los refraneros,<br />

seleccionando con acierto y fortuna centenares de sabias<br />

y rancias sentencias sobre el pan, el agua, el vino, el ayuno, el<br />

aceite y las aceitunas, la carne, la cocina, la comida, los comensales,<br />

el hambre y la glotonería, el pescado, las frutas, las verduras<br />

y todos aquellos productos que llegan a la cocina, para<br />

convertirse en ricas viandas, concluyendo con el canto malagueño<br />

de Ramón Perelló, titulado: “Échale guindas al pavo”:<br />

“Huyendo de los civiles,<br />

un gitano del perchel<br />

sin cálculo y sin combina,<br />

¡que donde vino a caer!<br />

en un corral de gallinas,<br />

¿y qué es lo que allí encontró?<br />

pues una pavita fina<br />

que a un pavo le hacía el amor…”<br />

No haría falta seguir con el romance de Perelló, para adivinar<br />

el destino culinario inmediato de aquella pareja de aves<br />

de corral, aunque el propio autor nos sigue relatando el buen<br />

servicio que prestaron a aquella familia depredadora, a la que<br />

se unió, por sorpresa, el guardia civil que les seguía la pista,<br />

con la boca hecha agua:<br />

“A ver dónde está ese pavo,<br />

a ver dónde está esa pava,<br />

porque tiene mucha guasa<br />

que yo no pruebe ni un ala…”<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 1


2 2 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

“Sabor a Huéneja” no sólo representa el gusto por los halagos<br />

del paladar, sino que Moisés se extiende mas allá, llevándonos<br />

a presenciar el paso de cabreros y pastores con sus rebaños<br />

por calles y caminos hacia los pastos, a saber la hora echando<br />

una mirada a la posición del sol en el cielo, a entender el lenguaje<br />

de las campanas, que nos hablan de todo lo importante o<br />

grave que se cuece en la población, a participar en las tertulias<br />

de calle y taberna, junto a infinidad de detalles que el huésped<br />

agradece, como este que sirve de colofón a mi escrito, ennobleciendo<br />

la figura de Pepita Hernández y Juan Cascales su marido,<br />

porque cada vez que detectan mi presencia entre ellos, me<br />

ofrecen su casa, su cocina y su mesa, preparándome un menú<br />

de mi elección y preferencia. ¿Se puede ser más hospitalario<br />

y complaciente? Confieso mis escasos méritos para alcanzar<br />

tanta generosidad, aunque también he de reconocer que los<br />

guisos de Pepita, son de una perfección tal, que jamás rehusaré<br />

una invitación suya, porque si agradables son sus comidas,<br />

seguidas con tranquila sobremesa de café y pastas de aquellas<br />

tierras, más gratificante es el valor de nuestra inquebrantable<br />

amistad. •


ESCRITOS M AL AGUEÑOS<br />

EL DÍA DE<br />

SAN LUIS<br />

Con una transcripción como la que presentamos en “<strong>El</strong> origen<br />

de la fiesta de agosto” ya es suficiente; sirva de muestra. En<br />

lo sucesivo, cualquier cita que haga de tales documentos será<br />

en español actual, en un lenguaje claro, inteligible en todos sus<br />

aspectos, y si se conserva algún anacronismo será por mantener<br />

cierto sabor de antigüedad.<br />

<strong>El</strong> texto que hoy comento ya fue publicado, por el mismo<br />

motivo, dos veces: en un periódico y en un libro. En ambos<br />

casos se cometió un error. <strong>El</strong> defecto que en él observo no le<br />

afecta a la tesis que defiendo (creo que la refuerza), pero es<br />

más que suficiente para confesarlo, culpándome y haciendo un<br />

acto de humildad, tan necesario y conveniente siempre. Descubrir<br />

una verdad tiene su valor, pero “descubrirnos una falsedad”,<br />

(aunque sea involuntaria), vale muchísimo más si se confiesa:<br />

en los 18 renglones que tiene el texto nos saltamos dos trozos,<br />

en total unas cuatro líneas de su contenido, que nunca expuse<br />

completo.<br />

<strong>El</strong> acuerdo municipal al que nos referimos ahora fue tomado<br />

en cabildo el 17 de agosto de 1492, al margen del cual, en el<br />

libro de actas (volumen I folio 179), se ha escrito “candelas”,<br />

por ser la materia de que trata el acuerdo: candelas, es decir velas<br />

y se refiere a las que debían llevar el corregidor y regidores<br />

(de libra y media cada uno), y los jurados y otros oficiales (que<br />

serían de una libra), en la procesión solemne a celebrar con motivo<br />

de la festividad de San Luis en que habría misa y sermón, y<br />

a la que acudiría toda la Ciudad, es decir, el cabildo municipal<br />

o Ayuntamiento, el 19 de dicho mes de agosto, que cae dentro<br />

de la octava de la fiesta de Nª Sª Santa María en dicho mes,<br />

día en que, ya rendida la ciudad, entraron en ella los reyes. <strong>El</strong><br />

origen de esta disposición lo encontramos en la constitución<br />

Rafael Bejarano Pérez<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 3


2 4 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

que hizo el obispo de Málaga “con acuerdo y mandato del rey y<br />

la reina”.<br />

Las velas, terminada la función religiosa, se devolverían al<br />

portero del cabildo “para que los dichos oficiales las tengan cada<br />

un año, así en la dicha fiesta de San Luis como en la fiesta de nuestra<br />

señora Santa María de la Candelaria, y que cuando tales velas<br />

estuviesen gastadas de tal manera que ya no sirvan, se deshagan y<br />

hagan de nuevo, pagando el mayordomo de la ciudad lo que costase,…”<br />

Hemos cambiado la letra ex profeso los dos párrafos que<br />

vienen a completar lo que nos faltó por transcribir. Así queda<br />

subsanado el error.<br />

Y ahora, para terminar, hagamos un recorrido completo de<br />

todos los festejos previstos (sacros y profanos) a celebrar en<br />

agosto, reflejado en dos documentos; Primero el de 1491 (citado<br />

en <strong>El</strong> origen de la feria de agosto): con vísperas y misa, y<br />

corrida de cuatro toros (cuya piel venderá el cabildo para los<br />

pobres); y segundo el de 1492: con misa, sermón conmemorativo<br />

y procesión con candelas (velas). Unos en la Virgen de<br />

Agosto, el día 15, y otros en San Luis, el día 19; todos por el<br />

mismo motivo: la victoria y conquista (o reconquista, diferencia<br />

que podemos ver en otro momento).<br />

Está claro que con la segunda disposición la fiesta se prolongaba<br />

y, además esto se haría “cada un año”, es decir, todos<br />

los años. •


CURIOSIDADES M AL AGUEÑAS<br />

LA CAPILLA DE<br />

SAN JOSÉ<br />

Entre los gremios malagueños más antiguos y mejor organizados<br />

se encontraba el de los Carpinteros, que ya en las<br />

ordenanzas municipales salían reflejados. Hacia 1570 el mencionado<br />

gremio, compuesto de obreros de esa actividad artesanal,<br />

inició sus cultos al patrón San José en la parroquia de los<br />

Santos Mártires de Málaga; y deseando perpetuar el mismo, se<br />

propuso crear una Cofradía cuyo objetivo principal fuera el de<br />

recoger y cuidar a los niños desvalidos y expósitos.<br />

Por esta razón, el mencionado gremio acudió al Santo Padre<br />

Gregorio XIII, en ayuda de sus ideas y propósitos. Al poco<br />

tiempo, finales de 1573, el Papa otorgó licencia, mediante Bula,<br />

para levantar dicha Cofradía en la iglesia que se deseara así<br />

como los privilegios para todos sus cofrades. <strong>El</strong> obispo Pacheco<br />

recibió dicha Bula de constitución y se dispuso a cumplir las<br />

mismas, en el menor tiempo posible. Para ello mandó redactar<br />

las Constituciones en 1576, sin embargo, por razones desconocidas<br />

las mismas no fueron aprobadas hasta bien entrado el<br />

siglo XVII (14 de marzo de 1606) en que lo licenció otro obispo<br />

de la diócesis malacitana llamado Juan Alonso de Moscoso.<br />

Durante este tiempo, la Cofradía de Carpinteros continuó<br />

ofreciendo culto al maestro San José en la iglesia de Los Mártires<br />

y los niños abandonados eran recogidos en el hospital de<br />

los Convalecientes. <strong>El</strong> sostenimiento de los niños era efectuado<br />

por la propia Cofradía por medio de rentas, proporcionadas<br />

por el propio obispo Moscoso y algunas proporcionadas por<br />

las limosnas.<br />

Un siglo más tarde, el 24 de agosto de 1733, la Cofradía de<br />

Carpinteros adquirió unos terrenos en la calle Granada, propiedad<br />

de la Obra Pía, ante el escribano de Martín Delgado,<br />

Antonio Lara Villodres<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 5


2 6 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

por mediación del deán y cabildo catedralicio. Dicho solar se<br />

encontraba cercano al convento de San Bernardo. Sin embargo,<br />

dificultades económicas imposibilitaron la erección total en las<br />

condiciones que se habían acordado.<br />

Por aquel tiempo, llegaron a oídos del prelado de la diócesis<br />

de Málaga, el zamorano fray Antonio Enríquez, descendiente de<br />

una familia aristocrática, las penurias y dificultades por las que<br />

estaba pasando la Cofradía por levantar su templo y hospital<br />

de Expósitos. <strong>El</strong> obispo, hombre de tesón, se propuso ayudar<br />

a sus expensas la construcción del mencionado templo para el<br />

mencionado gremio. Para ello dio instrucciones al provisor y<br />

las obras volvieron a continuar. La capilla tuvo entrada por la<br />

calle de Granada y las dependencias para el recogimiento de<br />

los niños expósitos se extendieron por la calle San José. En<br />

la portada de la iglesia de San José, se colocaron las estatuas,<br />

en mármol blanco, del patrono San José con el Niño Jesús. Y<br />

a un lado y a otro de la misma, campeaban los escudos de Armas<br />

del obispo zamorano Antonio Enríquez. Mientras tanto la<br />

construcción de la misma se finalizaba, los niños expósitos se<br />

mantuvieron cuidados en el Hospital de Convalecientes. Una<br />

vez terminado el edificio, los niños fueron trasladados en julio<br />

de 1745.<br />

A partir de aquella fecha, el gremio de Carpinteros abandonó<br />

la iglesia parroquial de los Mártires como sede de sus cultos<br />

y juntas y se trasladó a su nueva sede. Desde aquel momento<br />

fueron muchos los que dedicaron sus limosnas para lograr su<br />

objetivo. Entre ellos el propio obispo Enríquez, algunos miembros<br />

del cabildo catedral o el teniente general de artillería Sebastián<br />

Arriola quien legó al hospicio toda su fortuna, entre<br />

otros. Pero con el paso del tiempo, surgieron diferencias entre<br />

los miembros del gremio de carpinteros y aquellos personajes<br />

que sostenían la obra pía, con respecto a la interpretación de<br />

los Estatutos. Esta situación dio pie a largos pleitos y desavenencias<br />

entre ambos. Pero realmente quienes se sintieron más<br />

perjudicados fueron los niños, quienes sufrieron en sus carnes<br />

el descuido y la desnutrición.<br />

Aquella situación tan lamentable fue tenida en cuenta por<br />

la condesa de Guadiaro, quien a finales de este siglo XVIII,<br />

elevó una súplica al Rey en la que ofrecía su ayuda, junto a una<br />

Junta de Damas de la alta sociedad aristocrática malagueña,<br />

a cuidado de los niños y de la fundación, siendo aprobados<br />

sus nuevos Estatutos en diciembre de aquel año 1796. A te-


nor de esta nueva situación, otros muchos niños provenientes<br />

de zonas deprimidas de la provincia de Málaga como Vélez,<br />

Marbella o Coín, fueron acogidos en el mencionado Asilo a lo<br />

largo de ese siglo XVIII, siendo de destacar la figura de uno de<br />

sus mejores administradores, don Pedro Nieto capellán de la<br />

capilla de Santa Bárbara de la catedral.<br />

A lo largo del siglo XIX, el Asilo sufrió un gran declive económico<br />

que fue sorteado a duras penas hasta que la comunidad<br />

de niños asilados, fue trasladada a principios de este siglo, a la<br />

calle de Parras donde se encontraba otro asilo instituido hacía<br />

años, conocido por la Casa de Niños de la Providencia y desde<br />

aquellos días, también como Casa Hogar de San José, nombre<br />

grabado en la piedra, que aun se puede ver en el arco de su<br />

portada.<br />

Con el nuevo siglo XX, la iglesia de San José sufrió los avatares<br />

del año 1931. La noche del 11 de mayo de ese año, grupos<br />

de individuos trataron de incendiar la capilla, pero la enérgica<br />

oposición de muchos de los vecinos y comerciantes de la calle<br />

Granada lo impidieron. Pero desgraciadamente otros lograron<br />

acceder a la misma y causaron graves daños al mobiliario y<br />

ajuar. Incluso su fachada, quedó muy dañada a causa del intenso<br />

tiroteo a que fue sometida.<br />

Unos años más tarde, 1935, la iglesia de San José fue sometida<br />

a obras de restauración financiada por la asociación<br />

de la Milagrosa, imagen que se veneraba por aquellos días, en<br />

aquella capilla. Con tal motivo, se celebraron actos religiosos a<br />

cargo del párroco de Santiago. Igualmente por aquellas fechas<br />

fue fundada una Cofradía, la del Santísimo Cristo de la Agonía<br />

y María Santísima de las Penas que nunca fue sacada por sus<br />

feligreses, sobre todo debido a los graves desperfectos causados<br />

por la guerra civil, desatada un año más tarde.<br />

Tras la guerra civil, la capilla volvió a estar abierta al culto<br />

religioso hasta los años 60, en el que Málaga volvió a sufrir una<br />

nueva ordenación urbana, que en pocos años hizo desaparecer<br />

no sólo la capilla de la que hemos hablado sino también el antiguo<br />

Teatro Principal, inaugurado a finales del siglo XVIII, el<br />

cine Victoria y el convento de la Encarnación.<br />

Aquel año de 1966, (22 de mayo) la antigua capilla de San<br />

José fue enajenada y pocos meses después, hecha desaparecer<br />

bajo el rigor destructivo de las piquetas. •<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 7


L A JABALINA<br />

LOS<br />

BAÑOS DE VILO<br />

Cercano a Periana, a menos de tres km se encuentra un bello<br />

paraje donde se asienta la aldea de Baños de Vilo, al lado norte<br />

de la carretera comarcal Periana-Riogordo, término privilegiado<br />

por la Naturaleza ya que en su enclave nace un manantial,<br />

cuyas aguas subterráneas proceden de la Sierra de Alfarnate<br />

circulando entre rocas de naturaleza carbonatadas, saliendo a<br />

la superficie con una temperatura de 21ºC y un caudal de 20<br />

litros por segundo, siendo consideradas aguas minero medicinales<br />

por las propiedades curativas que posee, gracias a la<br />

composición magnésico-cálcicas y nitrogenadas. Se afirma que<br />

están especialmente indicadas para aliviar padecimientos de<br />

anemia, clorosis, trastornos de la menstruación, inflamación<br />

de los bronquios, enfermedades de la piel, y alguna que otra<br />

más.<br />

No se sabe con exactitud la fecha de que data este balneario,<br />

no obstante se tiene constancia de que en el siglo XVIII era<br />

muy visitado, siendo considerado uno de los más importantes<br />

de Andalucía, aun a pesar de la gran dificultad que conllevaba<br />

llegar hasta él, ya que por la inexistencia de caminos, la única<br />

forma de alcanzar este lugar de sanación y descanso era andando,<br />

y a ser posible, para mayor comodidad de los viajeros, a<br />

lomos de bestias.<br />

Según recogen algunos historiadores, este balneario árabe, a<br />

poco más de 600 metros sobre el nivel del mar, se inauguró un<br />

edificio construido con dinero público con habitaciones adosadas<br />

para uso de los agüistas en el año 1828, constando en su<br />

frontal la siguiente inscripción: “Esta obra se hizo por disposición<br />

y celo del Sr. don Juan Ruiz Marín, Corregidor del Partido, a<br />

la que contribuyeron varios pueblos del mismo y cooperó el Iltre.<br />

Ayuntamiento de Vélez.-Año de 1828”. Si bien a causa de proble-<br />

Vicente Manchado Cortés<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 2 8


2 9 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

mas relacionados con la propiedad, sus instalaciones se fueron<br />

deteriorando hasta llegar al abandono total. Ya en 1860 el director<br />

de aquella temporada, el Dr. Martín Yébenes, decía: “…<br />

pues los Baños de las Rozas o Vilo, eficacísimos y muy favorecidos<br />

por la naturaleza, se encuentran abandonados…y este deplorable<br />

abandono reconoce por causa principal el no tener dueño que lo<br />

mejore”.<br />

Un año más tarde, el mismo doctor escribe sobre un dueño<br />

que vivía en Periana, y de una tardía reivindicación de la propiedad<br />

por parte del Ayuntamiento de Vélez, en disputa con el<br />

de Periana, los veleños aducían que la ciudad de Vélez, desde<br />

la conquista, tenía señorío sobre todas las aguas que nacen en<br />

la comarca y, además había costeado todas las obras ejecutadas;<br />

Periana se defiende argumentando que era cierto lo expuesto,<br />

pero que la independencia del municipio en 1761 llevaba consigo<br />

la propiedad de todos los bienes públicos.<br />

Tras algunos tiras y aflojas, el conflicto se solventó en 1866<br />

con la intervención del Gobierno de la Provincia, que concedió<br />

a Periana el derecho de la propiedad, aunque no dejaron<br />

de aparecer quienes pretendían ser sus legítimos propietarios,<br />

incluso de forma fraudulenta; tras esto y sin haber constancia<br />

de cómo llegó a ser su legítimo propietario Rafael Zamora,<br />

este vende al doctor Antonio Álvarez en la temporada de 1875<br />

la propiedad, que consistía en una extensión de 18 áreas, 15<br />

centiáreas y 6.779 cm 2 (1.840 metros cuadrados) donde se encuentran<br />

dos albercas de aguas minerales y ”un departamento<br />

contiguo a ella con varias oficinas para tomar baños templados y<br />

una casa ermita de un solo cuerpo”.<br />

Aparece un nuevo comprador de la propiedad en 1887, el<br />

Dr. don Miguel González Gosálvez, que lo vende en el año 1896<br />

a don Emilio de San Martín y Villa, quien realizó en la propiedad<br />

una serie de mejoras. Años más tarde, en 1907, el mismo<br />

de la famosa riá de Málaga, una tormenta arrasó las instalaciones<br />

del edificio termal, llegándose, como indicaba líneas más<br />

arriba a su abandono total.<br />

Es ya a partir de los años 90 cuando el Ayuntamiento de<br />

Periana se interesa por su recuperación convirtiéndolo en un<br />

lugar de relax y disfrute de sus aguas curativas y de la riqueza<br />

paisajística de su entorno, poniendo en el año 2006 en funcionamiento<br />

los cinco apartamentos rurales ejecutados por iniciativa<br />

municipal. •


ANTONIO DELGADO ©<br />

BUGANVILLA<br />

GENALGUACIL


TIERR AS DE CA M PANILL AS<br />

LAS DEHESAS DE<br />

CAMPANILLAS (II)<br />

DISPOSICIONES REALES PARA PROTEGER<br />

LAS DEHESAS<br />

A pesar de existir una carta de merced de los Reyes Católicos,<br />

que otorgaba la propiedad de las dehesas de Campanillas<br />

al cabildo de Málaga, los sucesivos monarcas las consideraron<br />

realengas y exigieron cada año al Ayuntamiento el pago de un<br />

impuesto especial por ellas. Al estar protegidas por el poder<br />

real el Ayuntamiento no podía venderlas, por lo que permanecieron<br />

intactas hasta el siglo XIX.<br />

La cría de yeguas y caballos era una actividad económica y<br />

estratégica muy importante. Casi podíamos decir que era una<br />

cuestión de estado, pues el caballo era el medio de locomoción<br />

más rápido y era usado tanto por la población civil como por el<br />

ejército. La mayoría de los reyes dictaron leyes a favor de que<br />

se mantuvieran las dehesas para la cría caballar. Felipe II, en<br />

1572 encomendaba a los corregidores propiciar las asociaciones<br />

de caballeros y ayudar en la organización de justas y torneos<br />

para fomentar la caballería; Felipe III, en 1614 se dirigió<br />

de nuevo a los ayuntamientos para que procurasen por todos<br />

los medios a su alcance el auge y desarrollo de las instituciones<br />

caballerescas; Felipe IV, en una real ordenanza de 15 de abril<br />

de 1637, decretó que se destinaran nuevas tierras para pastos<br />

y prohibía que las dehesas de la Fresneda y del Prado, fueran<br />

vendidas, pues habían de quedar perpetuamente para pastos<br />

de yeguas y por último Carlos III en 1789 dispuso, mediante<br />

una real orden que las dehesas pertenecientes a los Bienes de<br />

Propios fueran destinadas a la cría de caballos para el ejército<br />

y que el Ayuntamiento que no las tuviera, las arrendara con<br />

dinero de Propios. En Málaga esta medida afectó de manera<br />

determinante a las dehesas de Campanillas que pasaron a ser<br />

Carlos III, rey que dispuso que las dehesas de Campanillas<br />

pasaran a ser administradas por la Junta de Caballería.<br />

Josefina Molino Peregrina<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 3 1


3 2 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

administradas por la Junta de Caballería, dependiente del Consejo<br />

de la Guerra.<br />

ADMINISTRACIÓN Y GESTIÓN DE LAS DEHESAS<br />

DE CAMPANILLAS LLEVADA A CABO POR LA<br />

JUNTA DE CABALLERÍA<br />

<strong>El</strong> 13 de septiembre de 1796 se creó la Junta Suprema de Caballería,<br />

organismo dependiente del Consejo de Guerra que fue<br />

el encargado de administrar las dehesas de Campanillas hasta<br />

1834. Entre sus atribuciones estaban las de elegir los criadores<br />

de ganado, administrar y atender los gastos y necesidades de<br />

la granjería. Tuvo competencias absolutas sobre dicho ramo,<br />

independiente de cualquier otro tribunal que existiera en el<br />

reino. Impulsó notablemente la cría de caballos, tomando entre<br />

otras medidas la de construir una casa de montas donde alojar<br />

los sementales.<br />

En Málaga, la Junta de Caballería estaba integrada por hombres<br />

principales de la ciudad y la administración que hizo de<br />

las dehesas estuvo muy cuestionada. Fue acusada de haber<br />

convertido la cría de caballos para el ejército en un negocio lucrativo<br />

para los componentes de dicha Junta y los propietarios<br />

colindantes con las dehesas la acusaron en varias ocasiones de<br />

usurpación de tierras en nombre del gobierno. Así don Gaspar<br />

de Cárdenas en representación de doña Josefa de la Cueva, solicitó<br />

que fuera revisado el término de los cortijos de Trévenez y<br />

Pocapringue, ambos de propiedad de su representada, pues al<br />

parecer la Junta le había usurpado parte de sus tierras.<br />

De cualquier manera, los terrenos de las dehesas se siguieron<br />

arrendando en parcelas de cuatro fanegas cada una, a jornaleros<br />

y labradores en su mayoría residentes en la capital. •<br />

BIBLIOGRAFÍA:<br />

— Archivo Municipal de Málaga legajos 60 y 27 C<br />

— Bejarano Robles, Francisco: “Los Repartimientos de Málaga”. Ayuntamiento de Málaga. Málaga.1985.<br />

— Cabrillana de Ciézar, Nicolás: “Las desamortizaciones de Madoz en la provincia de Málaga: Ventas Judiciales”. Ministerio de Cultura.<br />

Madrid. 1990.<br />

— Molino Peregrina, J. y Gómez Martín, P: “<strong>El</strong> partido rural de Campanillas a finales del siglo XIX”. Jábega nº 95. Diputación Provincial<br />

de Málaga. 2006


LEYENDAS<br />

EL ENSOLADO DE ORO<br />

DE LA IGLESIA DE<br />

MACHARAVIAYA<br />

Son poco más de siete kilómetros cuadrados de extensión,<br />

pero los suficientes para que antaño se conociera al pueblo de<br />

Macharaviaya como el “pequeño Madrid”. Este calificativo con<br />

que se le empezó a conocer a finales del siglo XVIII, vino dado<br />

por el periodo de esplendor que vivió este pequeño pueblo<br />

axárquico gracias a la ilustre familia de los Gálvez, y en especial<br />

a don José de Gálvez.<br />

Providencial fue, como punto de partida de la bonanza que<br />

le tocaría vivir el pueblo, la visita que hizo a Macharaviaya el<br />

obispo de la diócesis, don Diego González Toro y Villalobos, y<br />

el consecuente encuentro con un niño que le sorprendió sobremanera.<br />

<strong>El</strong> historiador Francisco Guillén Robles describe lo<br />

acontecido en su obra “Historia de Málaga y su provincia”:<br />

“En una de las frecuentes visitas pastorales, que el obispo<br />

de Málaga don Diego González Toro, hacía a su diócesis,<br />

hallábase confirmando en la pequeña iglesia de Macharaviaya<br />

cuando le llamaron la atención las agudas frases y<br />

notables muestras de talento que daba un acólito de la parroquia.<br />

Llamábase aquel muchacho José Gálvez Gallardo,<br />

y había nacido en Macharaviaya el 7 de enero de 1720, de<br />

padres que se encontraban en la más absoluta indigencia.<br />

Despertada la atención del obispo se propuso sacar al niño<br />

Gálvez del miserable estado que le esperaba, presintiendo<br />

que había de alcanzar un porvenir brillantísimo...”<br />

Sin duda, el señor obispo tenía buena intuición, este niño,<br />

descendiente de antigua hidalguía, se convertiría en uno de los<br />

hombres más influyentes e importantes de la política española<br />

<strong>El</strong> autor de este artículo junto al sarcófago donde reposan los restos<br />

de don José de Gálvez en el panteón familiar debajo de la iglesia.<br />

Salvador Valverde Gálvez<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 3 3


3 4 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

de la mano del monarca Carlos III, sin olvidar a sus hermanos<br />

Matías, Miguel, Antonio y su sobrino Bernardo (hijo de Matías),<br />

que ocuparon cargos importantes en la corte madrileña. De todos<br />

ellos el que más destacó fue don José de Gálvez que después<br />

de alcanzar el título de doctor en leyes en Alcalá, fue nombrado<br />

como secretario del Marqués de Grimaldo. Posteriormente su<br />

carrera sube como la espuma, Carlos III lo nombra como su<br />

Consejero de Indias, director de los asuntos de América, en<br />

España le concedió el título de Marqués de la Sonora y de Caballero<br />

Gran Cruz de la Orden de Carlos III, ocupa el cargo de<br />

Ministro Universal de Indias y Regidor perpetuo de Málaga.<br />

A pesar de lo relevante que fueron los Gálvez en la política<br />

española, no se olvidaron de su pueblo natal, dotándolo de una<br />

serie de medidas y construcciones que transformó completamente<br />

el pueblo, destacando la realización de la Real Fábrica<br />

de Naipes y su producción con destino americano, la creación<br />

del Banco Agrícola de San Carlos que fue conocido popularmente<br />

como “el del tres por ciento”, el empedrado de las calles<br />

que actualmente se sigue conservando, la realización de fuentes<br />

públicas abasteciendo de agua al pueblo, se construye la<br />

escuela para que los niños y niñas disfruten de una educación<br />

elemental, crean un circuito viario, un lavadero cubierto, una<br />

carnicería etc.<br />

Pero de todas las medidas que realizan en Macharaviaya,<br />

cabe destacar la reedificación de la iglesia de San Jacinto en<br />

1785, de la que se cuentan algunas leyendas e historias curiosas,<br />

como la del ensolado de monedas.<br />

Cuenta la leyenda que una de las medidas que quiso adoptar<br />

don José de Gálvez para dejar constancia de la grandeza y<br />

buena posición de la familia, era cubrir el suelo de la iglesia<br />

con monedas, al parecer, de oro. Para tal empeño, nuestro protagonista<br />

solicitó la aprobación del monarca Carlos III, ya que<br />

buena parte de los fondos venían dados de una parte de las<br />

ganancias de la Real Fábrica de Naipes instalada en la villa. La<br />

contestación del Rey fue de negativa, y no por el desembolso<br />

para tal empeño, sino por la simbología que tendría tal medida.<br />

<strong>El</strong> monarca argumentó que si se ponían las monedas de cara<br />

con su imagen, todas las personas que entrasen en el templo<br />

pisarían su rostro, al igual pasaría si colocaban las monedas<br />

por la otra cara, pero esta vez pisarían el escudo real, con lo<br />

que valoró el monarca como un acto inadecuado y de falta de<br />

respeto a su imagen y hacia la corona española. <strong>El</strong> monarca


adoptó una solución ante el empeño de su hombre de corte,<br />

sería la de colocar las monedas de canto, y así la imagen suya<br />

y de la corona no sería, nunca mejor dicho, pisoteada. Pero el<br />

presupuesto de la parte de las ganancias de la fábrica, junto a<br />

lo que la familia Gálvez y el Calbildo de Málaga iban a destinar,<br />

no llegaban para cubrir todo el suelo del templo con las monedas,<br />

así que con el presupuesto que contaban, tuvieron para<br />

la reconstrucción completa de la iglesia pero no para ensolarlo<br />

con los doblones de oro.<br />

Según cuenta la leyenda, parte del oro que se iba a destinar<br />

para el ensolado, la familia Gálvez lo dejó escondido entre el<br />

templo y la cripta para que sirviera de gran recurso por si en un<br />

futuro la iglesia nuevamente fuera reconstruida en caso de que<br />

quedara en ruinas, estado del que casi llega a estar si no fuera<br />

por la restauración que tuvo lugar en 1992, la primera desde la<br />

reedificación de 1785.<br />

Estando o no escondido el supuesto oro debajo de la iglesia,<br />

sin lugar a dudas, el mejor tesoro que tuvo el pueblo, fue la familia<br />

de los Gálvez, fuente de riquezas en el tranquilo, bonito<br />

y apacible pueblo axárquico de Macharaviaya. •<br />

BIBLIOGRAFÍA:<br />

— Guillén Robles, Francisco. «Historia de Málaga y su provincia». Málaga, 1874.<br />

— Campos Rojas, M. Victoria. «La iglesia de Macharaviaya». Revista Jábega Nº 15, 1976.<br />

Fuentes consultadas en el Archivo Histórico Cultural Díaz de Escovar. Fundación Unicaja:<br />

— Vázquez Otero, Diego. “Pueblos malagueños: Macharaviaya”. Prensa, Diario Sur, 1966.<br />

— Reder Gadow, Marion . “Influencias de las nuevas poblaciones de Carlos III en Málaga: Macharaviaya (Actas del V congreso sobre Nuevas<br />

Poblaciones)”. 1992.<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 3 5


ANTONIO DELGADO ©<br />

RINCÓN TÍPICO<br />

GENALGUACIL


L A VENTANA SOLEADA<br />

Mª VICTORIA ATENCIA<br />

UNA POETA DE ALTOS VUELOS<br />

Hace algunos días la poeta malagueña Mª Victoria Atencia<br />

estuvo recitando en el Hotel Molina Lario, fue un acto que presentaba<br />

la escritora Aurora Luque, directora del Centro Cultural<br />

Generación del 27.<br />

Aurora elogió muy acertadamente la obra antológica de Mª<br />

Victoria, disertó profundamente y sin paradigma en los locuaces<br />

poemas de la poeta y de su selección escogida, concretó por<br />

todos los paseos poéticos de la autora y reafirmó públicamente<br />

la importancia de la creatividad y la cultura que en su nombre<br />

enardecen.<br />

La autora leyó sus poemas con el discernir solemne de una<br />

maestra, autorizó la interpretación de sus rimas a la libertad de<br />

pensamiento e incluso se interrogó sobre la influencia que pueden<br />

ofrecer sus poemas en distintos criterios, eludiendo todo<br />

tipo de contundencia por su parte.<br />

Quédese Atencia tranquila y segura, quédese Mª Victoria<br />

sosegada y convencida; quédese la poeta inequívoca e indudable,<br />

contenta y satisfecha; quédese ineludiblemente persuadida<br />

de que la ciudad de Málaga la admira como a una de las mejores<br />

literatas del siglo XX y XXI, y, quédese también con su<br />

ciudad, hágala toda suya, porque ya Málaga se ha entregado a<br />

sus poemas entre remolinos azul de mar o en cualquiera de sus<br />

atardeceres crujidos de sol. Para siempre.<br />

Mª Victoria nació en el año 1931, de niña se formó en el<br />

colegio de la Asunción y más tarde adquirió estudios en el<br />

conservatorio, muy pronto se descubre a sí misma como escritora<br />

y poeta, comienza escribiendo en cuadernos sin otra<br />

pretensión que tenerlos en su propia intimidad, ignorando la<br />

importancia que fluía encumbrando cada verso, la perspecti-<br />

M. Sophía Ramos Jiménez<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 3 7


3 8 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

va tomaba semblanza en cada palabra escrita, la esencia de su<br />

creatividad artística ya iba de la mano en muy estrecha unión<br />

con la inspiración, en nombre de todas esas virtudes publica<br />

su primer libro en el año 1953 con el título: “Tierra Mojada”.<br />

Su obra se extiende a partir de sus primeras publicaciones,<br />

Sueños, <strong>El</strong> Coleccionista, La Señal, <strong>El</strong> Puente y muchas otras,<br />

en el año 1997 obtiene el Premio Andalucía de la Crítica y en<br />

1998 el Premio Nacional de Crítica por Las Contemplaciones,<br />

fue entonces como su nombre pasa muy merecidamente a formar<br />

parte de los grandes poetas españoles de la última mitad<br />

de siglo.<br />

En medio de sus publicaciones existen<br />

pequeños paréntesis de tiempo que<br />

Mª Victoria empleó para atender a sus<br />

cuatro hijos, su marido, Rafael León se<br />

implicó de manera activa en su obra poética<br />

y editó alguno de sus libros. La incompatibilidad<br />

que por causas familiares<br />

suele disuadir a las mujeres en el campo<br />

artístico afortunadamente no se cumplió<br />

en el caso de Mª Victoria. <strong>El</strong>la fue aún<br />

más lejos, en el año 1971 obtuvo el título<br />

de piloto de aviación, cumpliéndose así<br />

uno de sus sueños y demostrando que las<br />

personas pueden volar muy alto y en distintas direcciones, su<br />

pasión por las alturas se advierte en su poesía llena de luz y<br />

aire, donde transforma alados y de modo visible muchos de los<br />

poemas que escribió en esa etapa. Sonetos, alejandrinos, que,<br />

mantienen de manera impecable la métrica más rigurosa, al<br />

mismo tiempo, su clasicismo lleva impregnado muy sabiamente<br />

la naturalidad más explícita.<br />

La cotidianidad y la sencillez infunden una elección exenta<br />

de excentricidades, componiendo poemas cercanos al transcurso<br />

diario y también al amor, uno de sus poemas titulado:<br />

Marta y María dice:<br />

Una cosa, amor mío, me será imprescindible<br />

para estar reclinada a tu vera en el suelo:<br />

que mis ojos te miren y tu gracia me llene;<br />

que tu mirada colme mi pecho de ternura<br />

y enajenada toda no encuentre otro motivo<br />

de muerte que tu ausencia.<br />

(Poemario, “Marta & María” 1966)


Hoy Mª Victoria posee la Medalla de Oro de nuestra ciudad,<br />

es Hija Predilecta de Andalucía y su nombre se inscribe en un<br />

Instituto y en algunas calles malagueñas, es académica numeraria<br />

de la Real Academia de Bellas Artes, así como consejera<br />

del Centro Andaluz de las Letras. Entre sus muchos premios<br />

destaca el que recibió en 2010, Premio Internacional de poesía<br />

Ciudad de Granada, Federico García Lorca.<br />

Aún es esperado por todos un mayor reconocimiento para<br />

nuestra ilustre poeta, le deseamos grandes inspiraciones para<br />

seguir disfrutando por mucho tiempo de su extraordinaria<br />

obra. •<br />

Nota: A propósito de la inspiración literaria elijo en dedicatoria<br />

un fragmento de un poema mío publicado en Colección<br />

Wallada, titulado: Inspiración.<br />

“Querría… querría, encontrar una vez más el brote de<br />

tu palabra en su medida exacta, pásame tu esencia, para<br />

que fluya en mí la efervescencia renovada de tu sangre”<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 3 9


ANTONIO DELGADO ©<br />

FUENTE ALTA<br />

GENALGUACIL


ANOTACIONES SOBRE L A VICTORIA<br />

La vinculación de la Virgen con la ciudad de Málaga nace<br />

en agosto de 1487, cuando después de tres meses de asedio,<br />

las tropas de Castilla y Aragón conquistaron la ciudad. Según<br />

cuenta la tradición el rey Fernando poseía en su oratorio una<br />

imagen mariana y en un sueño del monarca, un anciano intercedía<br />

y pedía ante la Virgen por la consecución de la conquista.<br />

Ese mismo día llegaron a las estancias reales unos religiosos<br />

enviados por san Francisco de Paula, para pedir el permiso de<br />

fundación en España de la Orden de los Frailes Mínimos. Al mismo<br />

tiempo llevaban una carta del fundador en la que a modo<br />

de profecía indicaba al rey, que no levantase el cerco porque en<br />

tres días la ciudad caería en sus manos. <strong>El</strong> monarca entendió<br />

su sueño como una revelación divina y reconoció en el anciano<br />

a san Francisco de Paula y por tanto que la responsable de la<br />

victoria, era la imagen de la Virgen que tenía en su oratorio.<br />

Tres días después, 19 de agosto, la ciudad comenzaba un nuevo<br />

capítulo de su historia.<br />

FERIA DE MÁLAGA<br />

UNA HISTORIA DE<br />

524 AÑOS<br />

Para conmemorar el episodio de 1487, la ciudad de Málaga<br />

celebra sus festejos en torno al 19 de agosto y dentro<br />

del programa de actos se desarrolla la ofrenda de la bandera<br />

de Málaga a Santa María de la Victoria; en carruajes, la corporación<br />

municipal acompaña al “abanderado”, personalidad<br />

encargada de portar la bandera desde el Ayuntamiento<br />

hasta la Basílica de la Victoria. Igualmente la imagen de la<br />

Virgen es el motivo principal del “capote de paseo”, galardón<br />

que se otorga al triunfador de los festejos taurinos del<br />

año anterior.<br />

Antonio Márquez Flores<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 4 1


4 2 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

IMAGEN CORONADA CANÓNICAMENTE<br />

Santa María de la Victoria es una escultura ejecutada en madera<br />

policromada, sedente sobre roca y con Niño en el regazo.<br />

Su autoría es una incógnita, si bien se barajan hipótesis en torno<br />

a Pedro Millán y Juan de Figueroa (Siglo XV). Destacan su<br />

frontalidad de gran empaque mayestático, rostro oval de serena<br />

expresión realista y pliegues angulosos de los vestidos. En la<br />

mano derecha porta un cetro y sobre la izquierda lleva posado<br />

un pajarito; a los pies figura la inscripción de rasgos gotizantes<br />

de finales del siglo XV (+SANTAMDLAVITORIA+). <strong>El</strong> Niño se<br />

encuentra en actitud de bendecir, es obra de Adrián Risueño<br />

(1943). En 1940 el Papa Pío XII concedió la Coronación Canónica<br />

a la imagen de Santa María de la Victoria. En 1941 se<br />

constituye la junta pro-coronación, encargada de organizar los<br />

actos y buscar fondos necesarios. La Virgen fue coronada el 8<br />

de febrero de 1943 por el nuncio de su Santidad, don Cayetano<br />

Cicognani, en el Paseo del Parque junto a la fuente de las Tres<br />

Gracias. Era Obispo de Málaga don Balbino Santos y Olivera.<br />

UNA BASÍLICA CON ENJUNDIA HISTÓRICA<br />

<strong>El</strong> 20 de mayo del año 2007 fue proclamada como Basílica<br />

el templo de Santa María de la Victoria, por concesión del Papa<br />

Benedicto XVI, que ya gozaba del título de Real Santuario. La<br />

Basílica se sitúa en el mismo lugar donde estuvo el campamento<br />

de Fernando <strong>El</strong> Católico durante la conquista de la ciudad en<br />

1487. En 1492 los frailes Mínimos fueron autorizados a fundar<br />

su orden en España y en 1493 fundaban aquí la casa Matriz en<br />

España, desde aquel momento también son conocidos como<br />

frailes “Victorios” y fundaron la gran mayoría de los conventos<br />

en honor a la malagueña Virgen de la Victoria; actualmente<br />

continúa siendo abogada de los Mínimos. En la sala museo se<br />

guarda un báculo que según la tradición perteneció a San Francisco<br />

de Paula, fundador de esta orden. La iglesia actual fue<br />

finalizada en el año 1700, sufragada por el Conde de Buenavista.<br />

En su exterior destaca la arquería y la espadaña campanario;<br />

tiene planta de cruz latina, dos naves de capillas y coro a los<br />

pies. <strong>El</strong> retablo es del siglo XVII y está compuesto por escenas<br />

de la vida de san Francisco de Paula; en su centro se abre un<br />

arco que da paso al camarín de la Virgen. Un elemento muy<br />

particular es su torre-camarín, que encierra una gran simbología,<br />

el conjunto es calificado de pieza clave del barroco anda-


PACO OLALLA ©<br />

luz. Está conformado por tres estancias: cripta de los Condes de Buenavista, antigua sacristía y camarín<br />

de la Virgen; es obra del maestro Unzurrunzaga.<br />

CATEDRAL<br />

La segunda casa de la Virgen es la Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación. Hasta allí baja<br />

Santa María de la Victoria a finales del mes de agosto, donde se le celebra una novena y el 8 de septiembre<br />

regresa en procesión triunfal hasta su Basílica y Real Santuario. En los jardines del Sagrario se<br />

instaló en 1987 una estatua pétrea, obra de Suso de Marcos, cuando se cumplió el quinto aniversario<br />

de la llegada de la Virgen a Málaga.<br />

Durante la estancia de Santa<br />

María de la Victoria en la Catedral<br />

suena desde el carrillón del campanario,<br />

ubicado en el costado Sur de<br />

la torre, una jaculatoria dedicada a<br />

la Patrona; que reza: “Oh Virgen de<br />

la Victoria / madre y abogada nuestra<br />

/ rogad por nos / rogad por nos / rogad<br />

por nos”, de Domingo López Salazar,<br />

(1ª ½ s.XX); desde el 30 de agosto<br />

puede escucharse cuando el reloj<br />

marca las 08:00, 12:00, 19:00, 19:30,<br />

19:45 y 20:00 horas. <strong>El</strong> resto del año<br />

a las 12.00 horas suena la “Salve Malagueña<br />

a Santa María de la Victoria”,<br />

de Manuel Gámez (1984).<br />

La Catedral de Málaga cuenta<br />

con una campana consagrada en<br />

honor a “Santa María de la Victoria”.<br />

La advocación de la Virgen<br />

figura desde el año 2006, tras la<br />

restauración de todas las piezas del<br />

campanario; este nombre se le asignó<br />

a la situada en el costado de poniente,<br />

más próxima a la plaza del<br />

Obispo, que anteriormente sólo ostentaba<br />

como inscripción el año de<br />

ejecución y el taller de fundición.•<br />

Más información en:<br />

www.santamariadelavictoria.com<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 4 3


ANTONIO DELGADO ©<br />

PAISAJE DESDE EL PUEBLO<br />

GENALGUACIL


FL A M ENQUERÍAS<br />

MANOLILLO<br />

“EL HERRAOR”<br />

A Manuel Soto Fernández, “Manolillo el Herraor”, lo conocí<br />

siendo yo muy pequeño, creo que por los años cuarenta y tantos<br />

o cincuenta del siglo pasado.<br />

Vivía yo en Ciudad Jardín y solía frecuentar una zapatería<br />

y una barbería. Allí compartía mis horas de libertad charlando<br />

con Manolo, zapatero de los que antes se conocían como “remendones”;<br />

también utilizaba los servicios y pasaba ratos de<br />

charla con dos hermanos barberos, Chico y Gonzalo.<br />

Por aquél entonces “Manolillo el Herraor” hacía sus faenas<br />

propias del oficio a la entrada de un callejón llamado Martín<br />

Aldehuela. Allí, en medio de la tierra, extendía los propios de<br />

su oficio: cuchillas, clavos, martillos …<br />

En los ratos libres nos reuníamos Manolillo, mayor que nosotros,<br />

Chico, Gonzalo, Manolo y yo, para jugar a las “pencas”<br />

o a las “cañasdurces”. <strong>El</strong> primer juego consistía en atravesar<br />

una penca con una “perra gorda” desde una distancia de unos<br />

cinco metros. <strong>El</strong> segundo juego, más peligroso y utilizando las<br />

herramientas de Manolillo, consistía en sostener con la mano<br />

izquierda una “cañadú”, comprada entre todos, alzando la<br />

mano hasta donde se podía; en la mano derecha se mantenía<br />

una “faca” muy cortante que se subía con fuerza dejando caer<br />

la caña. Hasta dónde llegaba el corte, se partía la caña y ese<br />

trozo era tuyo. Si acaso rajaba la caña completa, desde abajo<br />

hasta arriba, la caña era tuya y los demás tenían que satisfacer<br />

su importe.<br />

Manolillo solía canturrear a menudo algo que a mí me sonaba<br />

bien, aunque yo no era, ni tenía idea de que pudiera llegar<br />

a serlo, aficionado al flamenco. De ese arte sólo sabía que se<br />

practicaba la mayoría de las veces en sitios cerrados y muy mis-<br />

Luis A. Utrera Madroñero<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 4 5


4 6 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

teriosos, porque veíamos llegar taxis y coches de caballos en la<br />

madrugada a las ventas La Ola y Las Terrazas, de los cuales se<br />

bajaban hombres y mujeres con atavíos muy típicos y grandes<br />

estuches, que entonces no sabíamos que eran guitarras.<br />

No podía yo imaginar entonces que trataba y jugaba con<br />

un genio del cante flamenco malagueño. Después de los años<br />

ochenta, después de su fallecimiento, me enteré de la clase de<br />

personaje que era “Manolillo el Herraor”.<br />

Manolillo nació en Málaga, en el año 1900.<br />

Gran aficionado, frecuentaba todos los sitios en los que se<br />

practicaba flamenco y tenía amistad con todo el círculo flamenco<br />

de aquellos años (estamos hablando de la primera y segunda<br />

quincenas del siglo pasado).<br />

Destacaba por sus cantes por martinetes, tarantas, soleares,<br />

guajiras, y, sobre todo, en los cantes del Piyayo, de cuyo personaje,<br />

llamado Rafael Flores Nieto, fue discípulo aventajado.<br />

De todos estos cantes hizo una extensa labor divulgadora,<br />

llegando a grabarlos en un disco, en el año 1972.<br />

Como todo artista que se precie, solía frecuentar la Peña<br />

Juan Breva, de la que fue cofundador. Allí, Manolillo estuvo<br />

cantando y participando durante mucho tiempo en todos los<br />

acontecimientos que tenían lugar.<br />

Manolillo trabó amistad y alternó con personajes del flamenco<br />

malagueño como Diego el Perote y Ángel de Álora, de los<br />

que aprendió mucho y les aportó la sabiduría que tenía para<br />

interpretar.<br />

Hay una copla, atribuida al Piyayo, que dice:<br />

Yo tengo el número uno,<br />

Trinitario tiene el dos<br />

y el número tres lo tiene<br />

Manolillo el Herraor.<br />

Manolillo falleció en Málaga en el año 1980, con ochenta<br />

años o cerca de esta edad.<br />

Será siempre recordado por la naturalidad de su cante y por<br />

su porte altivo.<br />

Manuel Soto Fernández era un hombre sencillo, alegre,<br />

atento, respetuoso del arte y con ánimos para jugar con los<br />

niños de entonces, entre los que yo me encontraba. •


PUERTO DE L A TORRE<br />

MANANTIAL DEL ARROYO<br />

LA CULEBRA<br />

En la antigüedad el río Guadalmedina era la fuente más<br />

adecuada para el abastecimiento urbano de agua a la ciudad<br />

de Málaga. Pero a partir del siglo XV, los problemas surgidos<br />

con el río, como inundaciones, materiales de arrastre, etc., comenzaron<br />

a dificultar el abastecimiento de agua. Este problema<br />

trajo consigo la construcción de las fuentes públicas que se<br />

abastecían de los nacimientos del Arroyo de la Culebra, en el<br />

Puerto de la Torre, situado en terrenos de la finca del Cañavera<br />

(el Arroyo de la Culebra atraviesa el antiguo Camino de la<br />

Escaleruela, o camino Real, junto a la Venta de la Culebra, en el<br />

Puerto de la Torre) y del Almendral del Rey, en la zona actual de<br />

la Colonia de Santa Inés y Teatinos.<br />

En el año de 1872 se llevó a cabo el primer proyecto de<br />

acarreo de agua a la ciudad con la construcción del Acueducto<br />

de San Telmo. Este proyecto fue emprendido por iniciativa del<br />

obispo Molina Lario, cuyas obras fueron dirigidas por el arquitecto<br />

Martín de Aldehuela. Pero a pesar de ello la demanda de<br />

agua seguía aumentando, lo que hizo necesario buscar nuevas<br />

fuentes.<br />

<strong>El</strong> Legajo 58-C, carpeta 1 del Archivo Histórico Municipal<br />

de Málaga está referido a un expediente de indemnización a<br />

José Lachambre por variar el cauce del manantial del Arroyo de<br />

la Culebra en tierras del cortijo de Roldán propiedad de este<br />

señor, y escritura de imposición de servidumbre para dar paso<br />

a las aguas de dicho manantial.<br />

INDEMNIZACIÓN, por los daños a consecuencia de la<br />

nueva cañería del acueducto del Arroyo de la Culebra,<br />

estimados por el agrimensor público de Málaga don Sebastián<br />

Delgado de Arellano el 6 de abril de 1866.<br />

Manuel Garrido Jiménez<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 4 7


4 8 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

“Es mi opinión que se debe abonar a D. José de Lachambre<br />

por una obra de majuelos moscatel que cabe en la zona de todo<br />

el trayecto que atraviesa la viña considerándola en el mismo<br />

estado en que se encuentra lo que se halla a derecha e izquierda,<br />

reales……................................................…4.800.<br />

Por el costo que ha de tener dicha zona hasta ponerla en viña<br />

en el estado que se encuentra la otra y los productos que deja<br />

tomar, reales….......................................................…2.500.<br />

Por el valor de la zona que ocupa el acueducto,<br />

reales ...............................................................…1.000.<br />

Por los perjuicios sufridos en el fruto de la viña a consecuencia<br />

de la porción de trabajadores, reales…...............700.<br />

Por los perjuicios sufridos en los terrenos por Caminos<br />

construidos para el movimiento de materiales reales… 500<br />

Por los honorarios pagados al agrimensor José Rey,<br />

reales ...........................................................................120<br />

Suman reales de vellón…….9.700”<br />

(<strong>El</strong> Agrimensor José Rey, fue contratado por el propietario<br />

de la finca, realizando una valoración el 17 de noviembre de<br />

1865 de 11.073,43 reales)<br />

<strong>El</strong> 28 de marzo de 1871, el notario de Málaga constituye escritura<br />

de imposición de servidumbre para dar paso a las aguas<br />

del Manantial de la Culebra, ante el alcalde 1º de Málaga don<br />

Fernando Ruiz del Portal y don José de Lachambre Pérez Solano<br />

y Larroque.<br />

En dicha escritura se recoge, que la indemnización debe ser<br />

de 9.720 reales de vellón. •


L A M ÁL AGA DE AYER<br />

BREVE HISTORIA DE<br />

MÁLAGA (X)<br />

Seguimos con la apertura de nuevas puertas, después de la<br />

conquista de Málaga por los Reyes Católicos.<br />

La puerta de la Carrera se menciona junto a la Torre Gorda<br />

de Atarazanas, por la parte de afuera en dirección a la de Santo<br />

Domingo, lo que parece indicar que esta estaba en el costado<br />

fluvial de las Atarazanas y que seguramente se abriría por los<br />

cristianos.<br />

En el 1494 el cabildo eclesiástico pide que se abra la puerta<br />

que está cerca de la iglesia, lo que indica que ya existía abierta<br />

dicha puerta y que ésta permanecía cerrada por ser una puerta<br />

mal guardada. <strong>El</strong> interés que tenía el cabildo eran las varias posesiones,<br />

que tenían en esta zona concedida por repartimiento.<br />

En febrero de 1489 se habla de las dos puertas de la mar,<br />

con motivo de conceder a Toribio Vega, cocinero de los reyes,<br />

un corral entre las puertas de la mar: una, la vieja puerta mayor<br />

en recodo otra la nueva puerta abierta con relación con la calle<br />

Nueva que habría que trazarse después. Resultaba inoperante<br />

en la nueva ciudad, por la dificultad de tránsito por ella: por<br />

esto se decidió abrir una nueva puerta, que esté enfrente de la<br />

otra, para que puedan pasar carretas que estén fuera del muro<br />

y llegar hasta las Atarazanas.<br />

Ésta será la decisión oficial para hacer la nueva Puerta del<br />

Mar. La situación de la vieja Puerta Mayor, era junto a las Atarazanas<br />

que se adivina aún en el plano de Carrión de las Mulas<br />

en una gruesa torre trapezoidal junto a la torre del Tirilo en<br />

el ángulo del edificio, que sugiere su estructura acodada y el<br />

calificativo de mayor que se le daba.<br />

Juan M. Díaz Romero<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 4 9


5 0 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

URBANIZACIÓN DE LOS ARRABALES<br />

La ampliación ciudadana más espectacular del siglo XVI es<br />

la ocupación y urbanización de los arrabales, por medio de esquemas<br />

octogonales de calles rectas cortadas por otras en escuadra,<br />

en las que no faltarían los necesarios centros religiosos,<br />

tanta veces aglutinadores de la población.<br />

<strong>El</strong> terreno de los arrabales, con escasos edificios y construcciones<br />

hacía posible soluciones urbanas más libres, sin trabas,<br />

por eso la adaptación será menor, ya que partimos desde cero.<br />

<strong>El</strong> arrabal de la puerta de Antequera y el puente tenían un<br />

muro del que hay algunas referencias como es la Torre de Fonseca<br />

en la playa, y un torreón arruinado hacia la mediación de<br />

la calle de los Mármoles como indicó Emilio de la Cerda.<br />

Este muro rodeaba un terreno de huertas que se siguió utilizando<br />

como tal, pero la zona más próxima al mar, se decidió<br />

dedicarla al secado y salazón de pescado.<br />

Los solares de los Percheles se repartieron en el 1502 en<br />

número de 20, reservando 10 para varadero de barcos, con una<br />

longitud de tres sogas, (equivalente a seis varas) Se situaron<br />

en la otra parte del Guadalmedina, hacia la Torre de Fonseca,<br />

entre el camino de la playa de la mar. Las casas de Anchova se<br />

midieron, justo en las laderas de las huertas, señalándose una<br />

calle mayor, Calle Ancha, con un estadal y medio (igual 3, 334<br />

metros) de ancha, y cinco calles secundarias, de dos varas y<br />

media, para la mejor comunicación con el mar.<br />

En el siguiente número, hablaremos sobre la repoblación<br />

del Arrabal del Perchel, del año 1500. •


M AL AGUEÑOS SINGUL ARES<br />

ALFREDO VIÑAS<br />

UN GALERISTA TRANSGRESOR,<br />

ATREVIDO Y ROMÁNTICO<br />

Su galería regala vanguardia y siempre nos ofrece la<br />

tendencia más actual. Alfredo Viñas inventa al autor. Le<br />

busca, lo conoce. Y muestra, muchas veces desde la nada,<br />

lo mejor de él. Sabe dónde hay pintor, capta como nadie al<br />

artista. Dota de espíritu transgresor lo que toca. Mide con<br />

sutileza y descaro su atrevimiento hacia apuestas por un<br />

perfil singular de artista. Y suele acertar en esa delicada<br />

elección de tendencias innovadoras y propuestas atrevidas.<br />

Este galerista acostumbra dinamizar el panorama cultural<br />

de Málaga con aromas puros de humildad y sencillez. Aun<br />

tímido, es un referente por su firme guiño hacia vanguardias<br />

actuales y el arte más contemporáneo. Coquetea con la<br />

Diputación de Málaga para coordinar artes plásticas desde<br />

la Delegación de Cultura que dirige Salomón Castiel, pero<br />

ello no le impediría continuar con su galería.<br />

Galerista consolidado y respetado, Alfredo García Viñas<br />

(Málaga, 1950) se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad<br />

de Málaga. En su ciudad natal abre en 1993 la galería que<br />

aún 18 años después sigue conservando su original nombre.<br />

Excepto la bancaria, no conoce hipoteca. Y es libre, puesto que<br />

ama y cree en lo que hace. Crea vida en forma de arte. Ha pronunciado<br />

conferencias y ha participado en mesas redondas so-<br />

Fotografía cedida por “La Opinión de Málaga”<br />

Carlos Moncada Linares<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 5 1


ANTONIO DELGADO ©<br />

“Monté la galería<br />

porque sabía que<br />

podía llevarla<br />

para adelante,<br />

por las relaciones<br />

en Málaga, por<br />

mis contactos<br />

con los artistas<br />

y, sinceramente,<br />

por mi capacidad<br />

para el trabajo...”<br />

5 2 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

bre diversas disciplinas culturales. Asiduo miembro en jurados<br />

de certámenes artísticos, se dedica a la promoción y difusión<br />

del arte contemporáneo, tanto con figuras consagradas como<br />

en arriesgadas proyecciones de la obra de jóvenes artistas.<br />

Desde hace más de una década mantiene fiel su presencia<br />

en Madrid en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo<br />

-ARCO-, así como en otras muestras de proyección nacional e<br />

internacional. Es miembro fundador del Instituto de Arte Contemporáneo<br />

-IAC- y del Consorcio de Galerías Españolas de<br />

Arte Contemporáneo.<br />

Pertenece al Consejo Consultivo de la revista “<strong>El</strong> Maquinista<br />

de la Generación” -Centro Cultural del 27-. Es miembro del<br />

Comité editorial de la revista ZUT. Formado en Los Agustinos,<br />

pasó a la Facultad. Terminó Filosofía y Letras y se incorporó a<br />

la enseñanza, pero le ofrecieron irse a trabajar durante 2 años a<br />

La Cartuja sevillana y eso cambió el rumbo de sus deseos para<br />

esta vida. Falleció su padre y pensó en inventarse algo con tal<br />

de no volver a la enseñanza. Así de simple. Viñas no es un profesor<br />

frustrado. Es feliz con lo que hace. Y hace feliz a su vez a<br />

mucha gente, por utópico que suene, porque una herencia rescató<br />

el espíritu emprendedor de este entusiasta por el mundo<br />

de las artes plásticas. Casuísticas de la vida. “Monté la galería<br />

porque sabía que podía llevarla para adelante; por las relaciones<br />

en Málaga, por mis contactos con los artistas y, sinceramente, por<br />

mi capacidad para el trabajo”, confiesa.<br />

Seducido inicialmente por la pintura, reconoce que ahora le<br />

atrae todo porque “cuando vas conociendo nuevas corrientes del<br />

arte de hoy, vas ampliando sensibilidad y el sentido del gusto, y<br />

así empecé a abrirme a la fotografía, al grabado, a la escultura, y<br />

a entablar relaciones con artistas de gran prestigio que me aconsejaron<br />

y ayudaron para evolucionar estéticamente e incorporar<br />

nuevos artistas del panorama nacional. Al principio, la verdad es<br />

que tenía una programación más local con artistas de Málaga fantásticos,<br />

pero claro, cuando los cotejé y los incorporé al contexto<br />

nacional logré quitarme esa caspilla de lo local, intenté ofrecer<br />

otra dimensión”.<br />

¿Cómo te consideras? Más soñador que loco, más loco que<br />

soñador... Dudó en su respuesta: “quizá más un soñador”, dijo.<br />

Estuvo casado y tras divorciarse fundó su actual negocio. Y<br />

“en aquel momento, la galería y los artistas que me acompañaban<br />

eran casi mi familia, me volqué en ello”, sostiene. Sin horarios.


Pero era su ideal. <strong>El</strong> “puntito picaresco y guasón”<br />

se le incontrola alguna vez. Y resultan curiosas<br />

esas fugas de alegría y carcajada, en confianza<br />

siempre, ante una persona que presenta un semblante<br />

serio junto a un genuino carácter. Viñas<br />

es un continuo burbujeo, permanente ebullición<br />

creativa.<br />

Siempre le ha interesado<br />

conocer “lo más nimio<br />

de la vida de un artista; las<br />

películas que ve, los libros<br />

que lee, lo más profundo de<br />

la persona”. Estima que si<br />

no se dedicase “a esto del<br />

arte, para ser práctico, creo<br />

que hubiera sido funcionario,<br />

aunque igualmente<br />

creo que me habría aburrido”. Argumenta que,<br />

“apalancado y en un país que no es precisamente<br />

productivo, el tejido del funcionario es estupendo”.<br />

Las galerías abren, cierran... y constata que<br />

la clave de su éxito es “la pasión, porque cuando<br />

estás convencido de lo que haces, sabes transmitirlo,<br />

aunque abras el cajón y veas que los recursos<br />

económicos son cada vez más limitados, todo el día<br />

gastando, y eso influye en el mercado del arte, especialmente<br />

aquí en el sur”. Confiesa que en sus “revisiones<br />

en soledad, a veces te preguntas qué hago yo<br />

con este quiosco con una situación tan complicada,<br />

pero anima saber que, por un lado, el negocio y mi<br />

cuota de mercado que me invita a esperar y me motiva,<br />

y por otro, tener el equipo de 20-22 artistas que<br />

trabajan en exclusividad con la galería, un grupo<br />

humano detrás que sé que vive de la galería, lo que<br />

también me impide tomar medidas drásticas. No son<br />

amigos, ya son más que eso”.<br />

Según él, la suya “es una profesión autodidacta<br />

en la que debes aprender las claves a través de<br />

las relaciones, ya que es un comercio muy especial<br />

que yo he ido aprendiendo a manejar a trompicones,<br />

equivocándome siempre. Y hoy, afortunadamente,<br />

conozco las herramientas de cómo llevar bien este<br />

negocio, pero ahora falta capital”.<br />

Sí es verdad, exclama, que “deberíamos tener<br />

ese apoyo institucional que también tienen el olivo<br />

o el pepino en tiempos de crisis, pues además generamos<br />

puestos de trabajo y una red de personas<br />

que viven de alguna manera de esto; por ello estimo<br />

que son necesarias las galerías,<br />

para la calidad de vida<br />

y el desarrollo cultural de un<br />

país, para estimular la sensibilidad,<br />

que es el sentido<br />

más grande de la vida”.<br />

“Soy feliz y no me quejo,<br />

ya sabía de las dificultades<br />

de esto cuando monté la<br />

galería”, asevera sabiendo<br />

que “era un negocio innovador<br />

y pionero” en una ciudad en la que acababan<br />

de cerrar sus galerías Carmen de Julián y Pedro<br />

Pizarro. Tras su esquema de viabilidad vio en Málaga<br />

un segmento poblacional de clase media-alta<br />

interesado por el arte. “Todos estábamos verdes y,<br />

a la vez que abría la galería, tenía que ir generando<br />

interés social”, recuerda.<br />

Una galería es una “tienda de barrio” y los museos,<br />

grandes “centros comerciales”...<br />

“Los museos familiarizan al público general con<br />

el arte de hoy gracias a su lenguaje. Bienvenido<br />

Thyssen, Museo Picasso, CAC... porque hacen una<br />

campaña de divulgación artística que genera interés<br />

en el tejido social por el arte. Esto es una cadena,<br />

desde la creación hasta la proyección, con intermediarios<br />

en la promoción del arte como yo”, sostiene.<br />

Cuando abrió la galería sólo existía el Museo de<br />

Bellas Artes, donde actualmente se encuentra el<br />

Museo Picasso y con pintura del XIX... “no había<br />

nada”. Y “18 años después, la ciudad ha dado<br />

un vuelco y ha mejorado muchísimo. Ahora, las referencias<br />

son Picasso, Thyssen, pintura del XIX y<br />

CAC, con las corrientes más actuales del arte que<br />

enseñan y dan conocimiento”.<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 5 3


ANTONIO DELGADO ©<br />

5 4 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

Aspira a verse así “muchos años” y “morir con las botas puestas<br />

mientras la economía me lo permita”. Es su pasión. Cuando<br />

abrió la galería le vino gente con pasteles, libros de poesía... y<br />

recuerda que le decían “valiente, aventurero... era gente cálida,<br />

entrañable”. En aquel momento, la galería estaba concurridísima,<br />

con cola en la puerta antes de su apertura. Y no para<br />

comprar, sino para ver. Para disfrutar. Recuerda amargamente<br />

cuando le robaron una escultura de bronce enorme, pero “pasé<br />

página por desagradable, en aquel momento tuve que pagarle la<br />

obra al artista”.<br />

Como figuras que le han marcado en su vida se atreve a destacar<br />

a un “artista silencioso” como Chema Lumbreras, con el<br />

que tiene “mutua complicidad en claves estéticas”. “<strong>El</strong> roce con el<br />

universo de los artistas es lo que me ha hecho ir evolucionando”,<br />

señala.<br />

Son buenos tiempos para la lírica, no aptos para el resentido<br />

mercado del arte. Hay crisis, aunque los artistas la obvian y<br />

siguen trabajando en continua tensión creativa. “Cuando tengamos<br />

más estabilidad económica, sueño con que podamos construir<br />

una sociedad más culta, libre, flexible... más abierta... ese es al<br />

mundo que aspiro”. Echa de menos “sensibilidad en la clase política,<br />

es fundamental su apoyo, básico para aspirar a tener un país<br />

libre en conciencia”.<br />

Denuncia que fue víctima de una política dañina en Arco,<br />

pero “afortunadamente aquella directora dimitió para el bien de<br />

este escaparate de la periferia y las provincias, una muestra competitiva<br />

donde es fundamental estar”.<br />

Le encanta la cita anual de junio en Basilea en la que habitualmente<br />

es fiel visitante y observador, pero su máxima<br />

aspiración y obsesión como galerista es “poder estar allí con<br />

representación, mi tarea pendiente”. Unas 8 galerías son de España<br />

entre un total de 250, y “necesitamos más reconocimiento<br />

internacional, porque aquí hay grandes artistas y espero que algún<br />

día tengamos en España una ventana real y abierta a esta Feria”,<br />

indica Viñas.<br />

Ha tenido ofertas políticas y también para la compra de su<br />

galería, pero nunca cuajó. “Este es mi trabajo y creo que no sabría<br />

hacer otra cosa, jamás podría ser un agente activo del mundo<br />

político”, adelanta. “Únicamente aspiro a que algún día el arte<br />

contemporáneo esté reconocido igual que el cine, la literatura, el<br />

teatro o la música, pues creo que es la gran riqueza de un país, esa<br />

cultura con mayúsculas... ese es el futuro”.


¿Un defecto? “La pereza, aunque intento disciplinarme,<br />

me afectan bastante los aires del sur, me<br />

ensimismo leyendo”. ¿Una virtud? “<strong>El</strong> trabajo”.<br />

¿Un hobbie? “Ir los domingos al campo. Así trato<br />

de no fumar. Procuro hacer senderismo por la provincia,<br />

respirar y andar en plena naturaleza”. ¿Algunos<br />

valores humanos? “Fidelidad, complicidad,<br />

inteligencia”.<br />

Desde el corazón, es él respondiendo. Ese amigo<br />

de sus amigos de tiempos de pupitre y aula.<br />

Sensible y capaz de montarse su propio escaparate<br />

con valentía, sin pensar en los rendimientos.<br />

Cariñoso. Sin ánimo de enriquecerse nunca, es<br />

el clásico y desinteresado promotor cultural que<br />

vive siempre entregado a una misión: destacar<br />

o hacer resurgir artistas de valía. Pero antes les<br />

conoce a fondo. Y para ello, hasta viaja. O sea,<br />

invierte. Por eso es bueno en su trabajo. Sabe qué<br />

es lo que hay que proponer para despertarnos el<br />

“gusanillo, el hambre de arte”.<br />

Seguro que Viñas sufre más que otro gran promotor<br />

como es Fernando Francés con su incuestio-<br />

ANTONIO DELGADO ©<br />

nable gestión al frente del CAC. Y es que desde el<br />

sector privado no existe tanto abrigo institucional...<br />

Difícil panorama el que se respira en los ambientes<br />

culturales malagueños cuando -tristemente-<br />

uno de los máximos exponentes en la<br />

proyección del arte contemporáneo de la ciudad<br />

tiene que hacer cábalas y virguerías para llegar a<br />

fin de mes desde “el balcón” de esa siempre indispensable<br />

iniciativa privada empresarial. Ridícula<br />

y cruda circunstancia en una ciudad que aspira a<br />

ser “algún día” capital cultural europea. Y parece<br />

que las administraciones aún no han tomado<br />

buena nota de las lágrimas y gotas de sudor que<br />

Alfredo Viñas ha ido derramando por el camino<br />

(la Diputación parece haberse dado cuenta).<br />

Los malagueños saben de su loable trabajo. Le<br />

conocen. Se valora y admira su pundonor y lucha.<br />

Su leal entrega al arte. Ofrecer, ofertar, regalar...<br />

sin esperar nada a cambio. Duro, muy duro, pero<br />

sí reconocido y recompensado en cariño. Ese es...<br />

Alfredo Viñas. •<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 5 5


ANTONIO DELGADO ©<br />

CALLE ESTRECHA<br />

GENALGUACIL


TIERR A DE ANTIK ARIA<br />

LAS ESCALERUELAS<br />

PASO DE CIVILIZACIONES<br />

Los vehículos y las carreteras que hoy nos rodean, hacen<br />

una vida más llevadera y en ocasiones facilitan que sea más<br />

rápido nuestro traslado y más acelerada nuestra forma de vivir,<br />

dejándonos una sensación de ser menos atractiva en referencia<br />

a la vida de otros tiempos, en la que todo se hacía más pausado.<br />

<strong>El</strong> cambio de medios de locomoción y de infraestructuras, han<br />

cambiado el hábito de vida que en otros tiempos concurrían.<br />

Las escaleruelas es parte del trayecto de una calzada romana,<br />

que unía la ciudad de Antequera con la ciudad de Málaga. E<br />

incluso había ramificaciones que unían otras poblaciones tales<br />

como Álora, Valle de Abdalajís, Villanueva de la Concepción<br />

con las anteriores. Tal como menciona Carlos García Gravioto<br />

en su libro.<br />

Su trazado se hacía caminando o en caballería, siendo parte<br />

de su trayecto un camino de herradura, ya que no podría hacerse<br />

con los carros, su diseño y su estrecho tramo en el puerto<br />

de las Escaleruelas, zigzagueando su recorrido no permitía<br />

usar los carruajes. Se tiene constancia que este camino formó<br />

parte del uso de caminos y carreteras, que usaron los romanos<br />

y posteriormente los árabes en la península.<br />

Fernando Colón 1 en su Cosmografía de 1517, lo mismo que<br />

Juan de Villuga en su Repertorio de Caminos de 1546, citan la<br />

mencionada vía como camino real, sin describir su estado de<br />

conservación aunque lo más probable es que, en estas fechas,<br />

siguiera siendo carretera desde las Escaleruelas a Málaga.<br />

Se tiene conocimiento que en las Escaleruelas, en su parte<br />

sur hay una zona que se llama “la entrada de los carros”,<br />

por la información que se tiene, los canteros labraban y posteriormente<br />

trasportaban la piedra para la construcción de<br />

Juan Benítez Ruiz<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 5 7


5 8 | E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O<br />

la Catedral de Málaga y hay quien afirma que también la<br />

Catedral de Cádiz, pudiese estar construida con piedra labrada<br />

del Torcal.<br />

En 1772 Juan Peyron, de su viaje por España, escribiría: “al<br />

dejar Antequera por la parte del medio día, se escalan montañas<br />

escarpadísimas y que nada agradable tiene que ofrecer a la vista,<br />

más que precipicios y rocas estériles. Después de haber hecho de<br />

ese modo cuatro leguas a lomos de mulo, porque no hay allí camino<br />

para los coches, se llega a una venta o posada cuyos alrededores<br />

son alegres: el camino se hace entonces menos rudo, menos<br />

montuoso, y la campiña está más cultivada”.<br />

En el tramo que hoy hablamos, se han producido hechos<br />

diversos. Bandolerismo y el pillaje en la edad moderna, el apresamiento<br />

de las tropas de Napoleón, del capitán antequerano<br />

“<strong>El</strong> Capitán Moreno”, la muerte de la comedianta, el trasporte<br />

en camillas a hombros, de enfermos de la zona sur del Torcal<br />

al hospital de Antequera. <strong>El</strong> tránsito continuo de personas de<br />

Antequera a la zona sur de su término a Almogía y Málaga<br />

y es que estamos hablando de una vía de comunicación muy<br />

importante.<br />

Me contaba un vecino de la zona sur del Torcal, que cuando<br />

fue a acompañar andando a su hermano a la estación del tren<br />

de Antequera para que éste se incorporase al servicio militar, a<br />

su vuelta y cumpliendo el encargo de una vecina, llevaba dos<br />

kilos de cal en la mano, en ese momento dos hombres salieron<br />

a su encuentro llegando al paraje de las Escaleruelas, al parecer<br />

con la intención de robarle, fue un vendedor ambulante,<br />

un recovero llamado de apodo “Camuña” de Antequera, quien<br />

conociendo a los asaltantes y a la persona a la que pretendían<br />

asaltar, desde lejos lo evitó vociferando: —“sinvergüenzas, que<br />

vais a robar al muchacho, granujas ¿no os da vergüenza?”—.En<br />

ese momento los hombres esquivaron al chiquillo y continuaron<br />

el camino corriendo al verse sorprendidos. Aquel joven<br />

hoy ya jubilado al recordar lo relatado, comenta, “me hicieron<br />

pasar mucho miedo, yo sólo tenía dos kilos de cal, no tenía nada<br />

más.”<br />

Hay una piedra de grandes dimensiones, que le llaman “la<br />

piedra de la comedianta”, cuenta la leyenda que una mujer, que<br />

trabajaba haciendo comedia en Málaga, a su paso hacia a Antequera,<br />

resbaló y cayó por un precipicio muriendo en aquel<br />

lugar.


Esta ruta, es el trazado del cordel Antequera<br />

Málaga, que parte desde la calle picadero de Antequera<br />

y acaba, en la vía “el camino de Antequera”<br />

en Málaga, de ahí su nombre a lo largo del paso<br />

del tiempo. Su anchura es de 37,5 metros, salvo<br />

nuevo ajuste de su anchura por parte de las autoridades<br />

competentes.<br />

Por este trayecto han pasado varias civilizaciones,<br />

romanos, árabes, los mozárabes que se dirigían<br />

desde la costa del sol a Santiago de Compostela,<br />

los cristianos durante la reconquista. Este<br />

puerto ha servido hasta 1970 para el tránsito de<br />

personas y animales a ambos lados del Torcal, el<br />

uso de nuevas vías de comunicación y de vehículos<br />

ha hecho caer en desuso éstas.<br />

Los árabes durante su estancia en la península<br />

ibérica, construyeron una fortaleza, en la zona<br />

sur del Torcal en Jeva con el fin de controlar el<br />

paso de ese camino y evitar intrusiones en sus<br />

posesiones.<br />

En otros tiempos era el único camino existente<br />

y por el que trascurría el vivir de los arrieros,<br />

vecinos del sur del Torcal o simplemente aquellos<br />

de las poblaciones del sur que decidían trasladarse<br />

a la vega antequerana a trabajar en sus cortijos.<br />

FUENTES:<br />

1— ANTONIO MAYORGA GONZÁLEZ, <strong>El</strong> camino de las Escaleruelas. Publicación.<br />

Revista socio-cultural Isla de Arriarán Pág. 143-150.<br />

— CARLOS GARCÍA GRAVIOTO, en su libro. Las Vías Romanas en Málaga.<br />

— Vecinos de la Pedanía de la Higuera (Jeva).<br />

Y que al contarlo lo recuerda cuando los veían<br />

pasar, diciendo. “Venían en cuadrillas de quince o<br />

veinte hombres todos, con la herramienta que en ese<br />

tiempo tocase de trabajar al hombro “.<br />

Este espacio, también ha sido lugar de nacimiento<br />

de algún chico, que sus padres han apurado<br />

el tiempo de trasladarse hasta el hospital tanto,<br />

que su madre ha terminado de parto en alguna<br />

casa de la zona, y que a modo de broma entre los<br />

vecinos, han terminado llamándole con el sobre<br />

nombre el “escaleruelo”.<br />

Hace unos años se ha llevado acabo una restauración<br />

importante en su pavimento, ya que<br />

los socavones que había hacían muy difícil su<br />

tránsito. Hoy este camino suele ser el recorrido<br />

de grupos que hacen este tramo por ocio senderistas,<br />

que deciden vivir sus propias aventuras en<br />

el trayecto histórico.<br />

Cada año los vecinos de La Higuera, la Joya y<br />

Villanueva de la Concepción, realizan lo que hace<br />

unos años dieron en llamar la caminata por la amistad,<br />

esta actividad se suele realizar por marzo –abril<br />

y consiste en hacer la ruta de senderismo desde el<br />

Cortijo de las Ánimas en Antequera, hasta Villanueva<br />

de la Concepción, unos 12 kilómetros. •<br />

E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 5 9


málaga<br />

<strong>El</strong> <strong>Avisador</strong><br />

<strong>Malagueño</strong><br />

www.elavisador.es

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