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MIERCOLES, 21 DE SEPTIEMBRE DE 2005 La esclavitud política y la inercia moral Un amigo mío que regresó de Cuba, america<strong>no</strong> de origen, viene asombrado. Asombrado <strong>no</strong> de la miseria, que en el hotel en que él vivía <strong>no</strong> la vio, ni de la permanente opresión, que el extranjero <strong>no</strong> siente. Asombrado de la mo<strong>no</strong>tonía. ¡My God! me dice mi amigo, allá <strong>no</strong> pasa nada, aquello es un cementerio. A mí me dijeron siempre que Cuba era la tierra de la alegría y del bullicio, que el cuba<strong>no</strong>, más que trabajar, lo que quiere es divertirse. (¡But, my friend, yo <strong>no</strong> vi nada de eso!). Lo que vi fueron mujeres mal vestidas y hombres flacuchos, vagando por la ciudad de La Habana como si fueran zombies. Tell me the truth, termina diciendo mi amigo, dime la verdad y <strong>no</strong> me engañes. ¿Eso ha cambiado con el comunismo o ustedes me han estafado y Cuba fue siempre así? Lo que le dije a mi amigo america<strong>no</strong> <strong>no</strong> lo tengo que repetir aquí ya que los que me leen son cuba<strong>no</strong>s. La Cuba de hoy tiene que ver con la Cuba de ayer lo que tengo yo que ver con los talibanes. Pero cuando el america<strong>no</strong> se marchó y quedé con otro amigo, este cuba<strong>no</strong>, sí tuve que darle la razón. Cuba es otra. Otra por fuera y otra por dentro. Otra arriba y otra abajo. Lo que más se echa de me<strong>no</strong>s en la Cuba de Castro es algo tan sencillo como la variedad. La Cuba de antes <strong>no</strong> sería perfecta pero era por lo me<strong>no</strong>s variada. U<strong>no</strong>s eran pobres y otros eran ricos pero nadie envidiaba a nadie y todo el mundo se divertía. El que tenía dinero iba a Tropicana, el que <strong>no</strong> lo tenía se metía en los cabareticos de la Playa. U<strong>no</strong>s eran ministros y profesores y otros eran empleados y obreros. Más a ningu<strong>no</strong> le faltaba el lechoncito y un pedazo de turrón con su correspondiente cerveza en la Nochebuena. Ahora todo el mundo es igual, <strong>no</strong>s dicen, sí, y acaso sea verdad. Pero el pueblo monta en camellos mal olientes y los generales y sus queridas andan en Mercedes Benz. Lo peor de todo es la mo<strong>no</strong>tonía, la ausencia de cambios. Hace cuarenta años había un jefe de Estado, hoy es el mismo. Hace cuarenta años había un jefe del Ejército, hoy es el mismo. Hace cuarenta años había un solo partido, una sola central sindical, un solo periódico y una sola estación de televisión y hoy son los mismos. A veces las caras cambian cuando algún mercachifle cae en desgracia. Pero en general nada se altera, todo responde a una ausencia de ritmo que <strong>no</strong> parece una parálisis, y lo es. Voy a poner un ejemplo: el del programa de televisión que ellos llaman Mesa Redonda. Todo allí es copiado, desde el AL PAN... PAN Y AL VINO... VINO Agustín Tamargo título. Pero lo peor es que ese programa, que pretende ser un mini-escenario de debates como son, por ejemplo, los progra- La Cuba de antes <strong>no</strong> sería perfecta pero era por lo me<strong>no</strong>s variada. U<strong>no</strong>s eran pobres y otros eran ricos pero nadie envidiaba a nadie y todo el mundo se divertía. El que tenía dinero iba a Tropicana, el que <strong>no</strong> lo tenía se metía en los cabareticos de la Playa. U<strong>no</strong>s eran ministros y profesores y otros eran empleados y obreros. Más a ningu<strong>no</strong> le faltaba el lechoncito y un pedazo de turrón con su correspondiente cerveza en la Nochebuena. Ahora todo el mundo es igual, <strong>no</strong>s dicen, sí, y acaso sea verdad. Pero el pueblo monta en camellos mal olientes y los generales y sus queridas andan en Mercedes Benz. Lo peor de todo es la mo<strong>no</strong>tonía, la ausencia de cambios. Hace cuarenta años había un jefe de Estado, hoy es el mismo. Hace cuarenta años había un jefe del Ejército, hoy es el mismo. Hace cuarenta años había un solo partido, una sola central sindical, un solo periódico y una sola estación de televisión y hoy son los mismos. www.libreonline.com mas de la radio de Miami (donde hasta el teléfo<strong>no</strong> es un participante que discrepa) aquel, por el contrario, es una especie de misa pagana donde ejercen su ministerio todos los días los mismos aburridos monjes locos. Todos opinan lo mismo, nadie discrepa de nada y el 90 por ciento de lo que se habla allí <strong>no</strong> tiene más que una aburrida finalidad: alabar al sistema opresor y al jefe de ese sistema. Me dicen los que vienen de allá que nadie ve ese programa, que la gente se aburre con tantas estupideces. Y yo lo creo. El cuba<strong>no</strong> fidelista habrá perdido un poco el paladar del cambio, ese agridulce sabor que sale del dudar, del cuestionar lo que le plantean a u<strong>no</strong>. Pero de todos modos se aguantan esa reiterativa verborrea. El clic del botón del televisor es su única venganza. Yo <strong>no</strong> he vivido nunca en una sociedad como la sociedad cubana actual. Por lo tanto, desco<strong>no</strong>zco ese sabor a gaveta vieja o a camisa sudada que deben tener hoy los periódicos y las radios allí. Nada de lo grande, o nuevo, o sensacional, que ocurre en el mundo es reflejado en Cuba de una manera consecuente. Cayó el Muro de Berlín, y nada. Ganó Walesa en Polonia, y nada. Se desmanteló como un trasto viejo el Soviet, y nada. Hay dos ciudada<strong>no</strong>s negros en el gabinete de Bush, y nada. Lo que en otros sitios causa sensación allí produce indiferencia. Los hechos que están cambiando el mundo, (en la ciencia, la cultura o la política internacional) son mirados allí, sí. Pero como mira la vaca desde el potrero el automóvil de último modelo que pasa por la carretera: con una mirada muerta. Dos vicios eter<strong>no</strong>s tiene la humanidad, lacras de las que toda sociedad civilizada huye, y los dos predominan fúnebremente en la Cuba de Castro: la esclavitud política y la inercia moral. Antes, los cuba<strong>no</strong>s eran pobres, pero sabían reír y gritar. Ahora son pobres y de la mañana a la <strong>no</strong>che <strong>no</strong> hacen más que llorar. Yo, sin embargo, nunca pierdo la fe, la confianza en algo que <strong>no</strong> podría quizás definir. Es el susto, la sorpresa, lo inesperado, ese cartero que un día toca a la puerta y le dice al que abre: señora, aquí <strong>hay</strong> una carta para usted. Así le va a pasar a Castro un día. Solo que esa carta, o ese telegrama, o lo que sea, <strong>no</strong> lo será entregado a él rutinariamente si<strong>no</strong> con el estampido infernal que suelen emitir los artefactos de la muerte. Y <strong>no</strong> lo soñé, ni me lo dijo el america<strong>no</strong> que fue a Cuba. Lo sé de buena tinta porque leo la historia y allí aprendí lo que les pasó una vez a Mussolini y a Trujillo. 3
4 MIERCOLES, 21 DE SEPTIEMBRE DE 2005 MIAMI (FL, EEUU).- El director del Centro Nacional de Huracanes, Max Mayfield, habló sobre la tormenta tropical “Rita” a los medios locales. La tormenta tropical Rita, que amenazaba a Cuba y al sur de Florida (EEUU), se fortaleció sobre el archipiélago de Bahamas y se transformó en un huracán al superar sus vientos los 115 kilómetros por hora. EFE/Yesikka Vivancos. NOVELA, “CASI UN ATENTADO” Antes de llegar a ser <strong>no</strong>vela, Casi un atentado nació como un cuento corto con el que encabecé mi libro titulado Cuentos negros, publicado y distribuido en Miami hace u<strong>no</strong>s años. Como cuento recibió algu<strong>no</strong>s elogios que surgieron de colegas tan ilustres como Raúl Tápanes Estrella, Ignacio Cárdenas Acuña y Ernesto Morales Alpízar (tres grandes <strong>no</strong>velistas del exilio cuba<strong>no</strong>); elogios con los cuales me honro. <strong>Sin</strong> embargo, convertirlo en una <strong>no</strong>vela por entregas para aprovechar la oportunidad que se me brinda de colaborar con esta popular sección del semanario <strong>LIBRE</strong>, me ha obligado a realizar algu<strong>no</strong>s cambios que espero enriquezcan la obra y contribuyan a generar mayor interés entre el público aficionado a ese género co<strong>no</strong>cido como <strong>no</strong>vela negra o roman <strong>no</strong>ir, en francés. Debo aclarar que, aunque está basada en realidades de nuestra era y ubicada en sitios que muchos co<strong>no</strong>cemos, esta obra se mantiene fiel a su condición ficticia; es decir, los personajes y hechos que describo entre sus páginas son meros frutos de la imaginación. Es una historia que se mueve rápido, escrita en un lenguaje diáfa<strong>no</strong>, con el objetivo de mantener siempre en alto el grado de suspenso y así aligerar el paso de la narración. La trama está narrada en primera persona, como cabe en una intriga a lo Ahard-boiled@ semejante a aquellas que hicieran famosos los <strong>no</strong>mbres de Dashiell Hammett y Raymond Chandler, en el mundo del Apulp@ america<strong>no</strong>. Esta es la historia de Cornelio Tadeo, EN PÁGINA 71 personaje central de la obra, un hombre atormentado por el chantaje de que está siendo víctima y que lo empuja irremediablemente a realizar un acto de Oscar F. Ortiz traición a la patria. Este conlleva un disparo de precisión en medio de un banquete destinado a recaudar fondos y apoyo político para una campaña electoral, que elevará al triun fador hasta la silla más alta del ayuntamiento de Miami. El acto se desarrolla en medio de las fastuosas acomodaciones del hotel Sofitel. Mientras atraviesa por este vía crucis, Cornelio padece toda una gama de intensas emociones. Desprecia con vehemencia a aquellos que lo manipulan desde las sombras y también se desprecia a sí mismo por carecer de valor para frenar al agente de la inteligencia china que lo está controlando. Sobre su testa cuelga, como la espada de Damocles, una amenaza que <strong>no</strong> puede ig<strong>no</strong>rar. En resumen, es éste el drama que les sirvo en bandeja: el de un hombre acorralado al cual toca caminar sobre el filo de la espada, con un final tan impactante como inesperado. Fue escrito por entretenimiento y para entretener; su mérito, de tenerlo, estriba en que <strong>no</strong> pretendo otra cosa. Oscar F. Ortiz Septiembre de 2005 ARMANDO PÉREZ ROURA 2 SIN AZÚCAR NO HAY PAÍS AGUSTÍN TAMARGO 3 LA ESCLAVITUD POLÍTICA... CRITERIOS EDITORIALES 7 LA ONU 60 AÑOS DESPUÉS 23 LOS LÍMITES DE LA CIENCIA 51 LA QUEJA DE LOS CULPABLES 59 MUCHO DINERO CUESTA LA... 67 ¡VAN TRECE Y FALTAN OTROS! 75 UN JUEZ SEPARA A DIOS DE LA... NICK ANDERSON 8 OPINIÓN GRÁFICA ROBERTO CAZORLA 8 NO SE SALVA NI DIOS REV. MARTÍN AÑORGA 9 LA MÁS IMPORTANTE... ROBERTO LUQUE ESCALONA 10 JAN Y CUJE 36 LORENZO Y EL CORDERO... DR. DANIEL ROMÁN 13 LAS VERDADERAS GLORIAS ALEIDA LEÓN DURÁN 15 BURRITO Y CHINO PARA... DR. ORLANDO GÓMEZ GIL 27 PLATON: EL ORIGEN DE... FOR A BETTER COMMUNITY POR UNA COMUNIDAD MEJOR Founded / Fundado en 1966 Distributed on Wesnesday / Se distribuye los miércoles Annual Subscription / Suscripción anual: $19.99 DIRECTOR: DEMETRIO PÉREZ, JR. 904 SW 23 Ave., Miami, Florida 33135 Tel: (305) 267-2000 Fax: (305) 649-2767 main@libreonline.com 7 días... 24 horas Edición <strong>digital</strong> diaria www.libreonline.com Circulación auditada / Audited circulation www.libreonline.com EFEMERIDES 28 SANTORAL Y FRASES MENSAJE DEL PRESIDENTE 39 NUESTROS COMPROMISOS MARÍA ARGELIA VIZCAÍNO 53 LA PERLA DE LAS ANTILLAS DEMETRIO J. PÉREZ, Esq. ENGLISH/INGLÉS ROBERTO RODRÍGUEZ DE ARAGÓN 63 ¡QUE LOS HAY, LOS HAY! REV. JUAN BAREK 64 PASTOR, MI VIDA NO... CRUCIGRAMA Y SEGURO SOCIAL 66 LECCIONES DE REGRESO... 68 MATRIMONIOS, DIVORCIOS, DEFUNCIONES, BANCARROTAS Y NEGOCIOS HORÓSCOPO (Por Ignacio Teodoro) 70 HORÓSCOPO EN LAS CORTES LUIS GONZÁLEZ LALONDRY 73 VOLKSWAGEN JETTA SARVELIO DEL VALLE 76 MOMENTOS CRUCIALES RUBÉN NAVARRETE JR. 79 UN ESTADO DE EMERGENCIA OSVALDO OZÓN CARICATURAS EXCLUSIVAS PARA <strong>LIBRE</strong> nPáginas: 7, 11, 23, 37, 51, 55, 59, 67, 71 y 75 GERMÁN ACERO E. REPORTAJES EXCLUSIVOS PARA <strong>LIBRE</strong> REINALDO BRAGADO... † 54 LA MUERTE SIN REMITENTE “El deber de un hombre está allí donde empieza la vida”. JOSÉ MARTÍ
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