Sin azúcar no hay país - LIBRE Semanario y diario digital on-line

8
MIERCOLES, 21 DE SEPTIEMBRE DE 2005
La política
editorial
de
A fin de continuar velando por la credibilidad de esta
publicación, queremos aclarar lo siguiente:
1) Ninguna persona en <strong>no</strong>mbre de esta publicación
está autorizada a aceptar, solicitar o recibir boletos para
banquetes, actos o utras actividades. Tampoco reco<strong>no</strong>cemos
compromisos de devolución de fotos <strong>no</strong> solicitadas
por este periódico.
2) No es aceptable proponer a un entrevistado la
compra de cualquier artículo, que en definitiva compromete
la integridad del reportaje. Agradecemos su
<strong>no</strong>tificación.
3) Los reportajes de <strong>LIBRE</strong> son motivados por el interés
informativo y el deseo de actualidad de esta publicación.
En momento algu<strong>no</strong> se deben subordinar a intereses
especiales.
Gracias por ayudar<strong>no</strong>s a cumplir estas reglas.
REGLAS
PARA PUBLICACION
DE CARTAS
A fin de poder brindar atención
y espacio a las tantas
cartas que llegan semanalmente
a esta redacción de
<strong>LIBRE</strong>, con ustedes queremos
compartir estas reglas
para poder complacer el
interés y preocupación de
todos:
1) Sólo consideramos cartas
escritas a máquina, a
dos espacios, que sean
legibles y que <strong>no</strong> excedan
más de 25 líneas.
2) Limitaremos la publicación
a un máximo de una
carta por persona.
3) Nos reservamos el derecho
de edición y reproducción
de las mismas, cuidando
por una ortografía, respeto
y redacción apropiada.
4) No mantenemos correspondencia
sobre cartas <strong>no</strong>
solicitadas.
Las cartas deben dirigirse a:
<strong>LIBRE</strong>
904 SW 23 Ave.
Miami, Fl 33135
Vía fax
(305) 649-2767
www.libreonline.com
Hace u<strong>no</strong>s días, viajo
a Cuba la española Luz
Madroño, miembro de
Amnistía Internacional,
afiliada al Partido
Socialista y sindicalista de
UGT. Resumiendo: una
señora de izquierda con la
que, se supone, el dictador
Castro tiene afinidad. La
señora llegó como turista.
Pero como en la finca privada
del sátrapa <strong>no</strong> se
salva ni Dios, desde el primer
día le atojaron a los esbirros, los
que llegaron a la conclusión de que
era una espía. (Todo el que <strong>no</strong> aplauda
sus crímenes es un espía del
Pentágo<strong>no</strong>). Siendo Cuba el <strong>país</strong> que
mayor número de espías tiene en
todo el mundo, allí donde tenga una
embajada o un consulado, <strong>hay</strong> docenas
de perros rabiosos dispuestos a
la caza. (El ladrón cree que todos son
de su condición). “Se trata de otra
agente extranjera al servicio de la
contrarrevolución, por lo que tiene
que atenerse a las consecuencias”,
informaron al gurú. Madroño es,
además, componente del Grupo
Internacional para la Responsabilidad
Social Corporativa en la Isla,
la cual exige un planteamiento ético
y responsable a las empresas de
España que invierten dinero en la
isla, y que se garanticen los derechos
laborales de los trabajadores cuba<strong>no</strong>s.
Eso, para el gran H. de P.
Castro, le tiene que caer como una
patada donde más le duele (si es que
aún le queda ese sitio en su hedionda
naturaleza), porque su costumbre es
apoderarse de los sueldos en dólares
para cambiarlos por la inmunda
moneda cubana hecha de papel de
periódico. El propósito de la turista
era co<strong>no</strong>cer la realidad social y
redactar un informe. Los perros al
servicio de la dictadura dieron tiempo
a que ésta se entrevistara con
periodistas y sindicalista independiente,
y cuando recopilaron sus
datos, se aparecieron al hotel y la
acusaron de tener contacto con la
oposición y de ser miembro de
Amnistía Internacional, una organización
que tiene prohibida la entrada
en la isla desde 1988. ¿Por qué,
Fidel, si en tu isla particular todo
ocurre con la mayor <strong>no</strong>rmalidad, si
<strong>no</strong> se tortura, y se respetan los derechos
huma<strong>no</strong>s? ¿Qué le temes, mal
nacido? Ante la amenaza de que
iban a registrar su habitación, ésta
exigió la orden de registro.
“Nosotros somos de la Alta
Seguridad y <strong>no</strong> necesitamos ningún
papel. Tenemos que interrogarla”, le
www.libreonline.com
La Espuela
No se salva ni Dios
R. Cazorla
Desde Madrid
dijo u<strong>no</strong> de los esbirros
con el desprecio y la altanería
con que suelen dirigirse
a los que <strong>no</strong> apoyan
sus crímenes. Le requisaron
cintas de vídeos en los
que aparecían familiares
de los disidentes, artículos
de opinión y fotografías.
Incluso la amenazaron con
llevarla a la cárcel más
temible y en la que se tortura
sin piedad, a Villa
Marista. Ella repitió pertenecer
al Partido Socialista, de UGT y
de Amnistía. Subrayó ser española y
europea. “No <strong>no</strong>s interesa. Aún así,
limítese a ejercer de simple turista,
porque si sigue haciendo fotografías
y relacionándose con miembros de la
oposición, será acusada de agente
extranjera al servicio de Estados
Unidos, y la expulsaremos del <strong>país</strong>”.
¿Qué pensará José Luis Rodríguez
Zapatero y el resto de los socialistas
y comunistas (tanto monta, monta
tanto), ante la actitud del Hitler caribeño?
El chofer que estuvo al servicio
de la señora Marañón le hizo
saber, embargado por el terror, que
la Alta Seguridad le había interrogado,
aconsejándole a la vez que se
convirtiera en su sombra. Todas las
<strong>no</strong>ches tenía que contar al pie de la
letra cada movimiento de su presa.
“Si <strong>no</strong> me chivateo, me aplicarán la
Ley de Peligrosidad Social por <strong>no</strong>
tener un trabajo fijo y a mi abuela le
retirarían la licencia para alquilar
habitaciones” (¡Esta es Cuba, señores!).
Tras haberle requisado sus
pertenencias, Marañón se dedicó a
recorrer La Habana en compañía
del periodista disidente Víctor
Manuel Domínguez, que demostró
tenerlos bien puestos al exhibirse
por toda La Habana con la española
“apestada”. Como éste, <strong>hay</strong> muchos
en Cuba con los que el dictador <strong>no</strong>
podrá silenciar definitivamente.
Seguro que la señora regresó a
España con datos en su mente que le
tuvo que suministrar su valiente
colega. Dicha odisea, ocurrió en un
<strong>país</strong> donde los creti<strong>no</strong>s comunistas
españoles y del resto del mundo, se
empecinan en defender y en promocionar
como ejemplo. Recuerdo la
frase del cómplice más cínico y ya
requetemuerto Antonio Gades:
“Cuando quiero respirar libertad,
me voy a Cuba”. ¡Cuán perro <strong>hay</strong>
que ser para decir semejante barbaridad!
Me gustaría que en España,
ocurriera la milésima parte de lo que
en Cuba, para ver qué reacción tendrían
los malévolos amigos del verdugo
Fidel Castro.