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García-Sanz CE y cols.<br />

26<br />

INTRODUCCIÓN<br />

L a instrumentación del sistema de conductos<br />

radiculares, ene como objevo específico<br />

limpiarlos de restos de tejido pulpar, bacterias,<br />

restos sulares necrócos y dar una conformación<br />

que permita su relleno con un material<br />

biológicamente inerte. Este tratamiento ha<br />

experimentado cambios fundamentales en las<br />

úlmas décadas, en especial con la aparición de los<br />

sistemas rotatorios, para la preparación y<br />

conformación de los conductos. Los líderes de la<br />

especialización en Endodoncia coinciden en la idea<br />

de que el sistema de conductos radiculares, debe<br />

ser limpiado y conformado de forma rigurosa, pero<br />

aun existe controversia respecto a cual podrá ser el<br />

mejor método para lograr este propósito (1).<br />

Como consecuencia de la caries, los procedimientos<br />

restauradores o de un traumasmo, el tejido pulpar<br />

puede degenerar hacia una necrosis pulpar. Los<br />

productos de esta degeneración, se dispersan<br />

desde el sistema de conductos radiculares hacia los<br />

puntos de salida a los tejidos circundantes y<br />

penetran en los tejidos circundantes, donde se<br />

generan lesiones periodontales de origen<br />

endodónco. Para que se produzca la reparación es<br />

necesario limpiar, conformar y sellar<br />

hermécamente el sistema de conductos. De estos<br />

principios depende el éxito del tratamiento (2).<br />

En este contexto, el conocimiento del sistema de<br />

conductos radiculares es la clave del éxito clínico,<br />

pues se pueden presentar caracteríscas<br />

anatómicas variadas como son conductos en forma<br />

de cintas, hojas y banderas, y en ocasiones pueden<br />

llegar a ser hasta seis veces más anchos en<br />

dirección buco-lingual que en sendo mesio-distal.<br />

La excentricidad, curvaturas e irregularidades son<br />

frecuentes, por esto se dice que es un sistema<br />

tridimensional (3).<br />

Hace ya más de cuarenta años, en 1967, Schilder<br />

introdujo el concepto de limpieza y conformación.<br />

La limpieza hace referencia a la eliminación de<br />

todos los contenidos de los conductos radiculares.<br />

La conformación se refiere a que la preparación del<br />

espacio pulpar debe tener una forma específica, de<br />

mayor diámetro en la porción cervical y menor en<br />

apical, que facilite una obturación tridimensional.<br />

Para facilitar la desgastante y laboriosa<br />

instrumentación, se han desarrollado diversos<br />

implementos que han intentado facilitar esta labor,<br />

como el taladro para conductos radiculares de<br />

Rollins en 1899, el cabezal de limado de Racer en<br />

1958, que tenía movimientos oscilatorios<br />

longitudinales y el contra ángulo de Giromac en<br />

1964, donde comenzó la verdadera época de la<br />

instrumentación mecánica del sistema de<br />

conductos radiculares (4).<br />

Las aleaciones de Níquel-Titanio se desarrollaron en<br />

los laboratorios de la marina estadounidense en los<br />

años setenta. Su primera aplicación en odontología,<br />

fue para los alambres de ortodoncia por su gran<br />

resistencia a la faga. Desde hace unos años se<br />

ulizan aleaciones para instrumentos de<br />

endodoncia, generalmente con un 56% de níquel y<br />

44% de tanio, provenientes de China (Nitalloy),<br />

Japón o Estados Unidos (Ninol-NOL = Naval<br />

Ordnance Laboratory, Silver Spring) (5).<br />

De acuerdo a los estudios realizados por Schaefer y<br />

Walia y colaboradores, los instrumentos de níquel-<br />

tanio han demostrado una mayor flexibilidad y<br />

resistencia a la fractura por torsión comparada con<br />

los instrumentos de acero inoxidable. El níquel-<br />

tanio además absorbe tensiones y resiste el<br />

desgaste mejor que el acero inoxidable (6).<br />

La preparación biomecánica requiere de cuidados<br />

especiales, donde se debe tener en cuenta la<br />

morfología de los conductos radiculares, los<br />

instrumentos empleados y la selección de las<br />

técnicas de preparación. La dificultad que presentan<br />

los conductos curvos, ha impulsado el desarrollo de<br />

diversos métodos de preparación, como la técnica<br />

de fuerzas balanceadas y las invesgaciones de la<br />

geometría del conducto radicular (7,8).<br />

Lim y Webber (9) describieron algunas de las<br />

complicaciones resultantes de la preparación de los<br />

conductos radiculares curvos, y Schneider (10)<br />

realizó una propuesta pionera para la medición de<br />

los ángulos de curvatura del conducto radicular, el<br />

cual consiste en trazar una línea paralela al eje<br />

longitudinal del conducto en su tercio coronal,<br />

luego, una segunda línea se traza desde el foramen<br />

apical, que se ene que dirigir hacia el punto donde<br />

la primera línea se separa del eje axial del conducto,<br />

entonces se mide el ángulo formado por estas dos<br />

líneas.<br />

Weine (11) reportó que las curvaturas superiores a<br />

30 grados, dan lugar a complicaciones en la<br />

preparación del conducto radicular y desarrolló un<br />

Rev Odontol Lanoam, 2010;2(2):25-31

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