Libro Digital - Fundación Sathya Sai Baba de Argentina

48 UNA ESPERANZA PARA EL MUNDO
ra en que un cuervo se siente celoso cuando canta bien un cuco, estas personas
se sienten celosas ante los atributos de los demás. Así como el cuervo
ridiculiza al cisne, estas personas ridiculizan a la gente buena. Están en el
nivel más bajo del amor.
Aunque el amor este presente en estos tres tipos de personas, ellas
gozan, experimentan y usan este amor de diferente manera. En cada árbol
de la vida, el amor está presente en la forma de dulce jugo en su fruta, pero
ésta se halla cubierta por una cáscara llamada deseo. De aquí que no estemos
conscientes del dulce jugo que hay en la fruta. Sólo esas personas que quitan
la cáscara del deseo y arrojan lejos las duras semillas de la ira y los celos,
pueden gozar del dulce jugo del fruto del amor. Cuando arrojan las semillas
de los gustos y aversiones, y desechan la cáscara del deseo, pueden gozar del
Amor Divino que es la dulzura misma.
Las Upanishads dicen que esta dulzura es Brahman. Con la mira de
experimentar esta bienaventuranza, prescriben nueve tipos de devoción.
Los nueve tipos son los siguientes:
1) escuchar, 2) reflexionar en lo que se ha aprendido, 3) practicar lo
que se ha predicado y aprendido, 4) rituales relacionados con ofrenda o sacrificio,
5) visita a lugares sagrados en peregrinación, 6) varios tipos de
servicio como caridad, 7) Repetición del Nombre del Señor, 8) Austeridades,
9) ritos relacionados con el primer tipo de devoción”. 60
La devoción es la internalización o exteriorización de nuestro
amor a Dios a través de diferentes caminos. Puede ser el canto, la
música, el rezo, la meditación o el estudio de textos sagrados. Sirviendo
a los que sufren, se puede desarrollar un acto de devoción a
Dios. El dulce néctar de nuestro amor a Dios es devoción. Luego de
habernos deleitado con estos párrafos expuestos por Sathya se puede
entender que:
“LA DEVOCIÓN ES AMOR EN ACCIÓN”