Descargar PDF - Centro Cultural José Pío Aza

S E M B L A N Z A
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España eso era imposible por el tema de no encontrar fuentes con las que
consultar la historia, pues me dio por hacer un relato de ficción en el cual se
recogiera el espíritu de la Convención. Es decir, para mi era coger la historia de la
historia o digamos el carisma de la historia de este pueblo, el alma del pueblo
convenciano. Y eso quiere reflejar la novela. Si se ha conseguido o no, eso cada
uno que lo lea puede decir si está conseguido o no.
Ahora como veo yo La Convención. Vine hace ocho años también en un paso
esporádico y ahora llevo también unos días por aquí, es difícil hacer un juicio
desde un recorrido tan breve. La impresión que uno tiene, habiendo recorrido
desde Quillabamba hasta Sepahua, es que la población, sobre todo en el Bajo
Urubamba y en la última parte antes del Pongo, se ha multiplicado mucho. Así
como parece ser que la ciudad de Quillabamba ha crecido también mucho. Pero
en los alrededores de Quillabamba se mantiene la población, pero no ha crecido
porque no puede crecer porque el elemento agrícola no da para más. Pero sí se ha
colonizado todo el bajo Urubamba, sobre todo esa parte cercana al Pongo. No
puedo apreciarlo a fondo desde la avioneta, pero se ve toda esa parte colonizada.
Por aquí se ha introducido mucha gente. Lo que yo no se es si los movimientos
populares han calado en esta gente nueva que ha venido. Porque claro, los
movimientos populares en La Convención nacieron cuando había unas grandes
dificultades en los tiempos de los hacendados, con una lucha a vida o muerte. Así
decían: "Tierra o muerte" el slogan clásico de la lucha. Pero ahora yo no sé si la
gente que viene de la sierra o se traslada al interior, tiene este sentimiento de lucha
por sus derechos.
Da la impresión de que la situación está como apagada, como que no se siente
esa necesidad. Sin embargo yo pienso que los problemas de La Convención
están ahí y son tan agudos como los de hace veinte o treinta años. Pienso que el
problema de la tierra no está resuelto, porque no lo resolvió la reforma agraria y el
gobierno nunca ha tenido intención de resolverlo. Los problemas de
comunicaciones, aunque se han hecho carreteras, ha ingresado la luz y la
televisión, lo cual son elementos positivos, sin embargo no parece tampoco muy
acabados. Se ha suprimido el tren, que es una lástima. La provincia ha perdido ahí
un medio de transporte fundamental en una comunidad. Sobre todo ha
desperdiciado un medio que ya lo tenía. O sea que eso es un retroceso tremendo
desde mi punto de vista.
En educación, me da la impresión que ya en mi tiempo se ha expandido mucho, se
ha expandido incluso los centros de secundaria. Ya hay universidad en
Quillabamba. Pero quizá falta una dinámica de carisma educativo. Siempre me ha
admirado el deseo de los padres de familia de La Convención de que sus hijos
estudien. Pero siempre ha cojeado la educación convenciana por la parte técnica,
es decir, por la parte del profesorado, de las instituciones; siempre me han
parecido pobres, no solamente en recursos, sino quizá en entusiasmo por la
educación. Yo pienso que la educación es uno de los pilares. La salud parece que