Descargar PDF - Centro Cultural José Pío Aza

C R Ó N I C A
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Ocurre en el Colorado
Su bronca
Me llaman por teléfono. Cuando me
disponía a dar de comer a las gallinas
alguien me grita. Corro mientras escucho
la cuarta timbrada.
Soy el padre Miguel, desde Quincemil.
Aquí está Óliver.
Los otros llegan corriendo y les dejo
pegados al auricular recibiendo noticias
de los suyos y contando sus aventuras.
Fr. Pablo Zabala, OP
Boca Colorado - Puerto Maldonado
El padre Miguel quiere hablar con usted.
Tú dirás.
Por si necesitas más chicos hay otro grupo dispuesto a ir a Colorado a trabajar.
Pregúntele los nombres, me insinúan los chicos y mientras les voy repitiendo
hay un gesto de sorpresa y disgusto. Paso el fono a Miguel para que se entienda
con su tocayo el P. Miguel.
¿Quién más va a venir? ¡Uuuy! Es su bronca, mejor que no vengan. Óliver es el
que repite: que vengan. James insiste: yo me marcho. Son muy traviesos,
fosforito, enseguida se amargan, medio locos.
Ya ves, parece que no se llevan. Lo dejamos para otra vez.
Ellos están dispuestos a seguir en el trabajo de Paujil enero y febrero. Más bien les
aclaro que yo en febrero tendré que ir a Lima al capítulo de los frailes y que
pensaba sólo en enero, por eso si se puede avanzar, mejor. Los otros chicos se
pueden dedicar a otro trabajo, recoger el maíz de la chacra, hacer el camino,
acarrear el material y se verá cómo trabajan.
Aún con mala cara, como disgustados, todos repiten: que vengan. Vuelta a llamar
a Quincemil. Unos teléfonos ocupados, otros no responden, al fin le van a pasar el
mensaje al P. Miguel. Para más seguridad, antes de misa, acierto a comunicarme
y casi adivino su sonrisa.
Tú diles cómo está el ambiente y ya los domesticaremos aquí.
Me alegra que los chicos tengan ganas de trabajar. Suele resultar que por ganar