Resúmenes - Universidad Católica San Antonio de Murcia
Resúmenes - Universidad Católica San Antonio de Murcia
Resúmenes - Universidad Católica San Antonio de Murcia
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
30<br />
RESÚMENES▲<br />
que precisa una a<strong>de</strong>cuada especialización <strong>de</strong> sus segmentos constituyentes, con una <strong>de</strong>finida orientación ligamentosa y en la que adquiere una gran importancia el disco<br />
intervertebral y la arquitectura <strong>de</strong>l esqueleto axial y <strong>de</strong> las partes blandas relacionadas.<br />
La anatomía clínica asigna a la columna vertebral humana cuatro funciones: a) estática, con una primera fase con una única curvatura en cifosis y que se da en los peces<br />
y en el embrión humano; una segunda fase don<strong>de</strong> aparece la lordosis cervical, como vemos en los cuadrúpedos y en el recién nacido humano; y una tercera fase en la que<br />
aparece la segunda lordosis en la región lumbar, como suce<strong>de</strong> en los bípedos niños y adultos. b) Una función <strong>de</strong> estabilidad, con un componente vertical <strong>de</strong> tres columnas<br />
(cuerpos y apófisis articulares), un componente transversal (pedículos y láminas) y un complejo fibro-ligamentoso altamente especializado; c) una función dinámica a cargo<br />
<strong>de</strong>l segmento funcional <strong>de</strong> la columna y d) una función nerviosa con una eficaz protección mieloradicular que interviene a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong> forma <strong>de</strong>cisiva, en el dinamismo mielomeníngeo-radicular.<br />
Y es en esta columna don<strong>de</strong> se produce la complicación más frecuente en la osteoporosis, la fractura vertebral.<br />
Des<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista etimológico, osteoporosis quiere <strong>de</strong>cir hueso poroso y es una entidad patológica compleja que constituye un grave problema <strong>de</strong> salud pública en<br />
la mayor parte <strong>de</strong>l mundo, tanto por su magnitud, como por las enormes repercusiones socio-sanitarias que conlleva. Es por estas razones que ha sido consi<strong>de</strong>rada la epi<strong>de</strong>mia<br />
silenciosa <strong>de</strong>l siglo XXI.<br />
Des<strong>de</strong> la clasificación <strong>de</strong> Von Recklinghausen sobre las alteraciones óseas, a saber: enfermeda<strong>de</strong>s malácicas, poróticas y esclerosantes, es en el siglo XX, con el<br />
espectacular <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las técnicas <strong>de</strong> diagnóstico por la imagen, cuando se va concretando y actualizando esta entidad patológica.<br />
Sin embargo, la <strong>de</strong>finición aceptada en el Osteoporosis Consensus Development en Hong Kong (1993) es más compleja: -enfermedad ósea sistémica caracterizada por<br />
disminución <strong>de</strong> la masa ósea y <strong>de</strong>terioro <strong>de</strong> la microarquitectura <strong>de</strong>l tejido óseo que provoca un aumento <strong>de</strong> la fragilidad ósea y, como consecuencia, un aumento <strong>de</strong>l riesgo<br />
<strong>de</strong> fractura. Aquí se contemplan dos conceptos: pérdida <strong>de</strong> masa ósea y alteración <strong>de</strong> la microarquitectura trabecular.<br />
En España, la osteoporosis afecta a más <strong>de</strong> 2 millones <strong>de</strong> mujeres mayores <strong>de</strong> 50 años, el 40% <strong>de</strong> las cuales estarían sin diagnosticar, y a unos 800.000 varones. Cada 30<br />
segundos se produce en Europa una fractura <strong>de</strong> origen osteoporótico. De no instaurarse medidas eficaces, en España, el bajo índice <strong>de</strong> natalidad y el aumento <strong>de</strong> la población<br />
anciana tendrán, en un futuro inmediato, serias repercusiones sobre el sistema sanitario.<br />
En la columna, los cuerpos vertebrales están construidos <strong>de</strong> tal forma que su arquitectura proporciona una máxima resistencia con la menor masa posible. En cierto modo,<br />
las trabéculas horizontales “apuntalan” a las verticales. En los menos jóvenes, hay una mayor fragilidad, se reduce la capacidad <strong>de</strong> almacenaje <strong>de</strong> energía, hay una pérdida<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>nsidad ósea, las trabéculas longitudinales se a<strong>de</strong>lgazan y las transversales se reabsorben. Hay una reducción <strong>de</strong>l hueso esponjoso y un a<strong>de</strong>lgazamiento <strong>de</strong>l hueso cortical,<br />
con un extraordinario aumento <strong>de</strong>l riesgo <strong>de</strong> fractura; las vértebras se <strong>de</strong>forman y radiológicamente se hacen “transparentes” con el típico aspecto <strong>de</strong> “caja vacía”.<br />
Más <strong>de</strong>l 30% <strong>de</strong>l mineral óseo pue<strong>de</strong> per<strong>de</strong>rse sin que se aprecie un cambio radiológico notable. La pérdida <strong>de</strong> masa ósea no genera dolor, pero sí la fractura vertebral<br />
osteoporótica en un 20-25% <strong>de</strong> los casos; hay una disminución <strong>de</strong> la talla; <strong>de</strong>formidad en base a un acuñamiento o a un aplastamiento vertebral y rara vez hay complicaciones<br />
neurológicas.<br />
La fractura vertebral está claramente infradiagnosticada; cada año, se estima que alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> medio millón <strong>de</strong> mujeres españolas sufren una fractura vertebral, <strong>de</strong> las<br />
cuales sólo se <strong>de</strong>tecta la tercera parte <strong>de</strong> los casos. La primera fractura es un marcador claro <strong>de</strong> fragilidad, por lo que la prevención <strong>de</strong> esa primera fractura se convierte en<br />
una cuestión primordial.<br />
No existe un “patrón oro” en la imagen <strong>de</strong> fractura vertebral osteoporótica, aunque la primera aproximación podría ser una radiografía lateral <strong>de</strong> columna (el 90% <strong>de</strong> las<br />
lesiones más importantes se <strong>de</strong>tectan en proyección lateral). Pero antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir una <strong>de</strong>formación vertebral por fractura osteoporótica, convendría disponer <strong>de</strong> una rX <strong>de</strong> ese<br />
mismo paciente realizada años atrás. Así no habría falsos positivos y el porcentaje <strong>de</strong> éxito se acercaría al 100%.<br />
Como afirma la Dra. Juliet Compston, <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> la IOF (Fundación Internacional <strong>de</strong> Osteoporosis), “paso a paso, estamos trabajando para prevenir las fracturas<br />
evitables con el objetivo <strong>de</strong> cambiar a mejor las vidas <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> europeos”.<br />
INFLUENCIA DEL CALZADO EN LA MARCHA HUMANA<br />
Prof. D. José Luis Martínez Gil<br />
Diplomatura en Fisioterapia. Departamento <strong>de</strong> Ciencias <strong>de</strong> la Salud. <strong>Universidad</strong> <strong>Católica</strong> <strong>San</strong> <strong>Antonio</strong> <strong>de</strong> <strong>Murcia</strong>.<br />
La marcha es nuestro modo habitual y específico <strong>de</strong> locomoción, lo que permite al hombre <strong>de</strong>splazarse en posición vertical sin cansarse <strong>de</strong>masiado.<br />
En esta posición erguida, el ser humano camina hacia <strong>de</strong>lante y cada pierna <strong>de</strong> manera alternante, soportará el peso <strong>de</strong>l cuerpo, mientras que la otra pierna también<br />
<strong>de</strong> manera alternante, se balancea y se prepara para el siguiente apoyo.<br />
Al caminar tenemos:<br />
Una fase <strong>de</strong> oscilación: Cuando el pie se encuentra en el aire.<br />
Una fase <strong>de</strong> apoyo: Cuando el pie está en contacto con el suelo.<br />
Fase <strong>de</strong> apoyo unipodal o monopodal: Cuando sólo un pie tiene contacto con el suelo.<br />
Fase <strong>de</strong> apoyo bipodal. Cuando los dos pies están en contacto con el suelo.<br />
Durante la marcha, las personas jóvenes tienen una separación media <strong>de</strong> los pies, entre 6 y 8 cm y los adultos entre 8 y12 cm.<br />
La distancia entre los <strong>de</strong>dos y el suelo durante la marcha, es muy reducida y se sitúa entre los 0,5 y 1,5 cm.<br />
En el momento <strong>de</strong>l contacto <strong>de</strong>l talón con el suelo, el pie suele estar en rotación externa con una variación entre 0 y 20°.<br />
El talón <strong>de</strong> la extremidad que está <strong>de</strong>lante inicia el paso, recibe todo el peso <strong>de</strong>l cuerpo y cumple la función <strong>de</strong> absorber y amortiguar la energía cinética. La superficie<br />
en el talón para el impacto, es muy pequeña (unos 23 cm 2 para el talón entero y unos 15 cm 2 para el calcáneo).<br />
El número <strong>de</strong> impactos por kilómetro recorrido se sitúa entre 1.000 y 1.300 lo que nos pue<strong>de</strong> dar una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> traumatismos que acumula.<br />
La grasa situada bajo el talón es anisotrópica y las mejores plantillas para el calzado <strong>de</strong>portivo, intentan precisamente imitar las cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> absorción <strong>de</strong> la grasa<br />
<strong>de</strong>l talón.<br />
Al tomar contacto con el suelo, en una marcha normal, existen tres maneras <strong>de</strong> contacto <strong>de</strong>l pie con el suelo<br />
Contacto sobre el talón. Es la manera más frecuente <strong>de</strong> iniciar el contacto con el suelo.<br />
- Contacto sobre el pie completo. Se suele comenzar por la cabeza <strong>de</strong>l quinto meta (71%), por todo el antepié a la vez (22%) o por la cabeza <strong>de</strong>l primer meta (8%),<br />
y en todos los casos en antepié entra rápidamente en carga.<br />
- Contacto sobre el antepie.<br />
Cualquier interrupción más o menos brusca <strong>de</strong> las secuencias automáticas <strong>de</strong> la marcha, pue<strong>de</strong> provocar inestabilidad y caída al suelo.<br />
El calzado se utiliza siempre para caminar, pero es un fiel acompañante <strong>de</strong> la estética, <strong>de</strong> las modas y <strong>de</strong> las normas sociales, es un atributo <strong>de</strong> elegancia y existe<br />
si se quiere ver así, un tipo <strong>de</strong> calzado para cada ocasión.<br />
Si observamos las distintas partes <strong>de</strong>l calzado encontramos: El contrafuerte posterior , la suela, el espesor, la geometría, la horma, el corte, el tacón..<br />
Por su altura, el tacón lo po<strong>de</strong>mos dividir en tres grupos:<br />
a- Bajo: hasta 2 cm <strong>de</strong> altura.<br />
b- Medio: ente 3 y 5 cm.<br />
c- Alto o <strong>de</strong> aguja: más <strong>de</strong> 6 cm.<br />
Sobre la bipe<strong>de</strong>stación, los tacones altos, provocan una aumento <strong>de</strong> la rotación externa y <strong>de</strong> la flexión plantar <strong>de</strong>l pie y esto podría ser el origen <strong>de</strong> una lumbalgia.<br />
Sobre la cinemática <strong>de</strong> la marcha, la longitud <strong>de</strong>l paso y la velocidad <strong>de</strong> la marcha, disminuyen con el aumento <strong>de</strong> altura en el tacón. Sin embargo, la duración total<br />
<strong>de</strong>l ciclo <strong>de</strong> la marcha, no cambia.<br />
A mayor altura <strong>de</strong>l tacón, vamos a tener una marcha menos estable y menos segura. En diferentes estudios, unas personas por lo general más jóvenes y que<br />
suponemos, con más flexibilidad, al llevar un calzado <strong>de</strong> tacón alto compensan con una hiperlordosis lumbar y otras por el contrario, por lo general personas <strong>de</strong> más<br />
edad y que suponemos con menos elasticidad y con la misma altura <strong>de</strong> tacón que en el caso anterior, compensan realizando una posteriorización <strong>de</strong> la pelvis, reduciendo<br />
la lordosis (es <strong>de</strong>cir reaccionan <strong>de</strong> una manera totalmente contraria).<br />
Sobre la cinética <strong>de</strong> la marcha, un tacón con la altura a<strong>de</strong>cuada hace aumentar el peso que soporta el antepié <strong>de</strong> manera que con un tacón bajo, la presión bajo las<br />
cabezas <strong>de</strong> los metatarsiana 4º y 5º es menor que la existente bajo las cabezas <strong>de</strong> los metatarsiana 1º y 2º . Y con un tacón alto, sólo varía la presión bajo la cabeza <strong>de</strong>l<br />
primer metatarsiano, don<strong>de</strong> es mayor que en el talón.<br />
Como efectos adversos <strong>de</strong>l calzado sobre la marcha po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que los tacones altos provocan un cambio en la postura, en la distribución y configuración <strong>de</strong><br />
cargas en el pie y sobre todo en los <strong>de</strong>dos, que pue<strong>de</strong>n ser comprimidos <strong>de</strong> manera importante por una puntera estrecha al <strong>de</strong>jar caer el peso <strong>de</strong>l cuerpo en cada paso,<br />
obteniendo como resultado final unas alteraciones dolorosas <strong>de</strong>l antepié y <strong>de</strong>formida<strong>de</strong>s tales como <strong>de</strong>dos en garra, <strong>de</strong>dos en martillo, <strong>de</strong>dos montados, juanetes, callos<br />
etc.<br />
La inestabilidad en el pie hace posible el aumento <strong>de</strong> ésguinces luxaciones y fracturas en el tobillo, raquis y en las articulaciones <strong>de</strong> los MMII y aunque a corto<br />
plazo no se produzcan lesiones, a medio y largo plazo el raquis y los MMII sufrirán un <strong>de</strong>terioro más precoz.<br />
El calzado influye en la capacidad <strong>de</strong> amortiguación durante la marcha. De manera que el impacto <strong>de</strong>l miembro inferior contra el suelo, provoca una onda <strong>de</strong> choque<br />
REV FISIOTER (GUADALUPE). 2006; 5 (SUPL): 27 - 73