arquitectura_biblioteca_cast2

Este estudio de comportamientos lleva a
Eliseo Verón a una serie de conclusiones:
- El usuario, cuando entra por primera
vez en una biblioteca, identifica rápidamente
las zonas que son significativas
para él en función del programa de lectura
que le caracteriza.
- Cuando el usuario se familiariza con el
espacio, su programa se activa en relación
a un fragmento del mismo, y la
percepción inicial del conjunto se atrofia
con el tiempo.
- Dos usuarios que aplican el mismo
programa pero frecuentan dos bibliotecas
diferentes, tienen más similitud de
comportamiento que dos usuarios de la
misma biblioteca que practican dos
estrategias diferentes.
Como reflexión final, se puede decir
que un mismo espacio es interpretado
de distintas maneras por cada tipo de
público. La política de organización de
los espacios debe fundamentarse en
los diversos sistemas de apropiación
por parte de los usuarios. Por lo tanto,
debe ofrecerse un lugar adecuado a
cada uno, con la voluntad de entender
que un espacio de oferta es un lugar de
negociación implícita entre la propuesta
de uso realizada por el creador del
equipamiento y el uso efectivo del
usuario.
ORGANIZACIÓN DEL MOBILIARIO
La última parte del proceso de creación
de una biblioteca es la distribución del
mobiliario.
Se trata de un tema primordial porque el
espacio físico de estos equipamientos
no tiene sentido sin muebles, que son el
elemento más cercano entre el fondo
documental y el usuario, y el que permite
adecuar el espacio a su función.
En el apartado "Ratios", del capítulo
"Programación y planificación", se indica
el espacio ocupado por la información
y por las personas, basado en una
distribución ficticia del mobiliario. Estos
datos son las herramientas para el cálculo
de la "superficie de programa" de
una biblioteca que se indica en el "programa
funcional".
En este capítulo se pretende dar toda la
información relacionada con una distribución
real, con las dimensiones de los
muebles y de los pasos de circulación
aconsejables para el buen funcionamiento
de la biblioteca.
Se podrá verificar que los datos indicados
en el apartado "Ratios", a pesar de
tener una utilidad muy concreta y dar
una impresión impersonal de la problemática
que rodea al proyecto de amueblamiento,
son el resultado de racionalizar
toda una serie de posibilidades que
tienen como dimensiones básicas las
que se tratarán en este capítulo.
Elementos que hay que conocer para
distribuir correctamente los diferentes
elementos de mobiliario:
Espacio ocupado por el hombre en
diferentes posiciones y en movimiento.
Espacio ocupado por el hombre entre
los muebles y otros elementos fijos
para desarrollar el trabajo o circular
con comodidad, todo ello con voluntad
de optimizar el espacio.
Espacio ocupado por la colección.
(Estos datos se indican en el apartado
"Ratios de una biblioteca pública", del
capítulo "Programación y
planificación".)
Dimensiones de los muebles.
(Indicadas posteriormente en el apartado
"Elementos de mobiliario".)
Espacio ocupado por el hombre en
diferentes posiciones
(Fig. 13.09 y 13.10)
Espacio ocupado por los
minusválidos
(Fig. 13.11)
Espacio ocupado por el hombre entre
los muebles y otros elementos fijos
- Estanterías. (Fig. 13.12)
- Audiovisuales. (Fig. 13.13)
- Mesas. (Fig. 13.14 y 13.15)
- Butacas. (Fig. 13.16)
- Sala de actos. (Fig. 13.17)
- Mostrador de atención. (Fig. 13.18)
- Trabajo interno. (Fig. 13.19)
EL PROYECTO DE MOBILIARIO
Organizar el mobiliario de una biblioteca
es un tema complejo: una cosa es distribuir
estanterías y mesas como esquema
general de organización de unos espacios,
y otra es hacer una distribución
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