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vel de la calle Camèlies y la sección de doble
crujía decalada del aparcamiento, obligan a
adoptar una sección de la biblioteca en tres
niveles desplazados.
La profundidad del edificio entre la fachada sur
(jardín del Submarí) y la fachada norte (calle
Camèlies) da pie a que la cubierta lleve la luz
al interior mediante su trazado recortado y zigzagueante,
de modo que el interior recibe diferentes
calidades de luz del techo, de los
dobles espacios y de las fachadas.
La biblioteca se plantea como una serie de
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Alzado norte
espacios diferentes donde cada visitante
encontrará el lugar donde llevar a cabo las actividades
que quiera. En este caso, la lectura
individual de libros, a la manera de las bibliotecas
clásicas, ocupa muy poca superficie.
Existen zonas amplias para la hemeroteca, la
discoteca, el trabajo individual o colectivo, la
consulta y el servicio de préstamo.
Màrius QUINTANA, arq.
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