Los milagros de la Cruz de Carabuco

Los milagros de la Cruz de Carabuco
Ximena Medinaceli, Raúl Reyes, Lourdes Uchanier
El mito de Tunupa es uno de los más intensamente estudiados 1 . La mayoría de los autores
enfoca sus esfuerzos en comprender su relación con Viracocha (Duviols, Urbano,
Szemiñski, Salles) guiados por una perspectiva orientada desde el Cuzco de donde era
la deidad principal y apoyados en una abundante información, mucho mayor que para el
Collao. Esto, como es obvio, no significa que la relación Viracocha-Tunupa sea más importante
que la de Illapa-Tunupa. Al contrario como intentaremos mostrar esta filiación
resulta consistente.
En las primeras versiones recogidas en el periodo colonial se lo encuentra asociado
con el apóstol San Bartolomé y en las de fines del siglo XVI con Santo Tomás, pero en
otras ambos se confunden. Este apóstol, santo o dios andino iba por el Collao predicando
contra la idolatría y las malas costumbres. Santa Cruz Pachacuti dice que se trataba de un
hombre mayor, barbudo, mediano de cuerpo y con cabello largo. Su itinerario marca sitios
rituales del Collasuyu: Cacha, Carabaya, Carabuco, Copacabana y también Sicasica además
de Yamquesupa y la Isla Titicaca. Posteriormente su cuerpo sacrificado fue botado al lago
Titicaca y, atado a una balsa, abrió el río Desaguadero que antes de este suceso no existía y
de allí se dirigió hasta Aullagas o lago Poopó. En su trayectoria tuvo algunos episodios que
en las versiones de los cronistas quedan escondidas, como que en un momento dado dos
mujeres peces – Quesintu y Umantu - seducen a Tunupa que “peca” con ellas.
En otras ocasiones Tunupa tiene enfrentamientos con otras deidades como con Aahuacasa 2
quien sopló cuatro días y cuatro noches contra él (Bertonio en Gisbert:35). En algunos de
los lugares donde fue maltratado, el apóstol maldijo el sitio enviando calamidades. El pueblo
de Yamquesupa fue anegado por el agua mientras que el cerro de Cacha, donde había un
ídolo, fue arrasado por el fuego. En Carabuco, Tunupa habitaba cerca de una fuente o puquio
que durante siglos siguió siendo venerada. Es en este lugar donde tiene lugar una serie de
hechos fantásticos o milagrosos que están narrados pictóricamente en la iglesia del pueblo.
En una ocasión “el santo tendiendo su capa sobre las aguas” navegó hasta Copacabana y en
otra serenó los aires. Dicen las versiones que desde entonces “el demonio enmudeció”.
Como vimos el conjunto de relatos se centra en la región del lago Titicaca 3 . Carlos Ponce
como otros autores posteriores, propone que este dios del Collasuyu fue desplazado por
el cuzqueño Wiracocha 4 . La versión que sostiene la filiación de Tunupa con el Rayo es la de
la Carta Anua de 1603, escrita por Rodrigo de Cabredo y publicada por Wachtel (2001).
En esta carta se señala explícitamente:
“de esta oscuridad salió un hombre a quien ellos adoraban por dios y que se llamó Puçica’ka,
este fue muy poderoso y crió la luz en este mundo. ... Este Puçica’ka a quien también llaman
criador de todas las cosas, tomó por mujer una doncella que se llamaba Iqui, y sin juntarse
con ella concibió y parió un hijo al cual pusieron por nombre Tuñupa” (Nathan Wachtel. El
retorno de los antepasados: 518)
1 Podemos citar los trabajos de Rowe, Gisbert, Ponce Sanjinés, Bouysse-Cassagne, Wachtel, Urbano, Pease, Cereceda, Duviols, Salles,
Urton, Zuidema como los más conocidos.
2 “Nombre de un cerro o guaca que se concertó de soplar viento cuatro días con sus noches contra Tunupa, según las fábulas de los
indios” Bertonio, II:5.
3 URBANO Enrique. Wiracocha y Ayar. Héroes y funciones en las sociedades andinas. 1981. Centro Bartolomé de Las Casas. Cusco.
4 GISBERT Teresa. Iconografía y arte en el mundo andino.
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Pusicakha según Bertonio, es el trueno. “Pusicakha y todos los infinitivos de los verbos
de tronar, cootaña, kaakhtaña” (Bertonio I,460) y kakhcha: Trueno o rayo o arcabuz (ibid
II,44). Más aun al incluir la raíz pusi que significa cuatro, está refiriéndose a una totalidad,
a un dios creador como sostiene Wachtel (El retorno... 2001: 520). Además de Pusicacka,
el rayo asume varios nombres como ser: Illapa Libiac, Pariacaca, Curi y otros. En tiempos
coloniales asumió el nombre de Santiago con el que sobrevive hoy.
Sus atributos lo muestran como una deidad generalmente agresiva y tremendamente
poderosa que se manifiesta como el trueno, rayo y relámpago. Bertonio traduce Illapuatha
“Enviar el rayo del cielo, hacerle caer, es propio de Dios” (II, 173). Pero además, se manifiesta
como granizo, arco iris, terremoto, volcanes, fuego de la tierra, remolinos, tempestades,
torbellinos, agua en abundancia. Son expresiones de exceso relacionadas con las tormentas
y el fuego que sale de las entrañas de la tierra.
La huella que dejó en la memoria de la región caló tan profundo que los evangelizadores
instalados en Copacabana, como Ramos, se dedicaron a rastrear la presencia del santo a
través no sólo de relatos sino buscando reliquias que permitieran confirmar su presencia.
Probablemente la más importante sea la famosa Cruz de Carabuco.
La Cruz de Carabuco
Sobre la Cruz, Ramos recoge una importante información. Inicialmente relata un
conflicto entre las parcialidades de Hanansaya y Hurinsaya de Carabuco, la primera conformada
por gente puesta por el inca y la segunda por los lugareños a quienes se los acusa
de ser grandes hechiceros. Los hanansayas culparon a los urinsayas de haber apedreado al
apóstol que traía una cruz y de haber intentado destruir esta reliquia. La explicación de
Ramos de por qué se habría elegido Carabuco es porque se trataba de gente muy dada a la
idolatría entonces “allí donde los hechiceros hacían sus juntas y siempre que puso la cruz
enmudecieron los demonios” (81). Serán los cuadros de la iglesia de Carabuco, pintados por
López de los Ríos, que permiten ubicar al lugar de estos rituales como el cerro Quilima,
junto al lago Titicaca.
La información sobre los milagros de la cruz se ubica en el momento justo del cambio
de siglo: en 1599 Cristóbal Muñoz se informó “de un indio anciano” que cuenta que el
Santo estuvo en Sicasica donde quisieron quemarlo sobre un montón de icho y se salvó del
fuego para luego mostrar su poder sobre los relámpagos serenando los aires (76-77). Este
habría sido el primer milagro.
Para confirmar el origen santo de la cruz, Ramos relata cuatro milagros más:
• El primero trata de una india que llevaba una astilla de la cruz y siendo victima de un indio que
quiso abusar de ella, fue muerto por un rayo (81).
• El otro milagro cuenta que cuando Bernabé Sedeño celebraba al Santo de su nombre, uno de sus
criados le puso fuego a su casa “y llegando el fuego al cuarto que tenia su cama, no teniendo otro
remedio sacó una cruz del palo de Carabuco ... quiso Dios por virtud de la Santa Cruz no pasase
de allí el fuego” (82).
• El tercero relata cómo el año 1618, cuando se amotinaron los ochosumas del Desaguadero (urus
del lago Titicaca), ... un mozo, hijo del cirujano de Juli salvó la vida de una bala de arcabuz gracias
a que llevaba una medida de la Virgen de Copacabana y una Cruz de Carabuco 5 . .... (82- 83).
5 “que tenían muchas armas y a su castigo salió Don Pedro Xarava gobernador de Chucuito, y llevó consigo muchos Españoles,
entre los cuales iba un mozo de edad de veinte años, hijo de Francisco Gómez ... el cual llevaba una medida de nuestra Señora de
Copacabana con una cruz de Carabuco al cuello .... quiso nuestro señor que la medida se le pusiese a las espaldas, saltando éste en
la isla que era el fuerte de los indios, el arcabucero que iba tras él, disparó su escopeta con una bala de cadena ... y hirió al mozo
por las espaldas más resurtiendo hacia arriba le pasó el sombrero por dos partes... y las dos balas quedaron señaladas en las espaldas
y la cadena quedó asida en la ropilla del mozo como manifestando el caso milagroso que hacía a la Virgen como a la Santa Cruz de
Carabuco le atribuyó” (Ramos p. 83).
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• Finalmente el cuarto milagro cuenta que el año 1619, fue en romería a Copacabana un hombre
llamado Pedro de Landa llevando una medida de la Virgen de Copacabana con una cruz de Carabuco.
Cuando iba a Chucuito “se levantó una gran tempestad de truenos y rayos”. En medio de
la tormenta le cayó un rayo quemando su ropa pero dejándolo sin heridas. Ramos no sólo vio la
ropa de Landa sino que habló con él (83-84).
Según el mito, la cruz que aparece milagrosamente en Carabuco fue llevada al lugar por
un apóstol llamado el Santo que, como ya explicamos, a su vez sustituye a Tunupa. Este,
como hijo del Rayo, también concentra los atributos de Illapa. Coincidimos con Gisbert
que “Tunupa tanto en vida como después de muerto, deja una estela de fuego señalada por
la leyenda y por una secuencia de volcanes desde Quimsachata en Racchi hasta Tunupa en
Carangas” (Gisbert iconografía:59). Es, pues, imposible desligar a Tunupa del Rayo.
Si analizamos el carácter de los milagros es fácil observar que aún siendo la cruz un
elemento absolutamente cristiano, los milagros que realiza corresponden a los atributos
del rayo, es decir el dominio del fuego celeste y terrestre, representados en el incendio,
la tormenta y el arcabuz. Recordemos que la versión cristianizada de Illapa es Santiago a
caballo y armado.
Teresse Bouysse se pregunta si la cruz de Carabuco tiene la función de reemplazar a un
lugar específico dedicado al culto del rayo. Entonces una huaca dedicada a Illapa podría
haber sido sustituida por la presencia de la cruz (2004:181-184). Pero como vimos, la cruz
sigue actuando como Illapa mostrando un entretejido de elementos de la cultura religiosa
andina con la cristiana, elementos manifestados a través del tiempo en las fiestas patronales
como la de Carabuco.
La Fiesta de la Cruz
El 3 de mayo se celebra la Fiesta de la Cruz. En esta fecha, el santoral católico actual no
la presenta como la de la Cruz sino con la advocación a San Diego y Santiago el menor 6 ,
recién instituida en 1959 7 . Previamente su festividad era el 31 de mayo y mucho antes el
10 de mayo. Tiene su origen en el mito del hallazgo que habría hecho Santa Elena – madre
de Constantino - de la cruz donde murió Cristo, pero lo cierto es que el arraigo popular
de la fiesta proviene de celebraciones entre los romanos.
La festividad sigue vigente y goza de gran popularidad en varios lugares como en España
donde se efectúa la tradicional ruta de Santiago, y en los Andes, existen numerosas poblaciones
que la celebran como Carabuco. En el altiplano, a comienzos del mes de mayo, es
el momento de la cosecha y se celebra la fertilidad. Guaman Poma relata que durante el
periodo inca se festejaba la fiesta del Aymoray Quilla:
6 Santiago el menor era un discípulo de Jesús, llamado también Santiago el Justo, (“Sostenido por el talón”) nombrado Jacobo en la
Biblia, el nombre es una derivación a partir de la voz San Jacobo (Sant-Iacob), el cual es mencionado en el Nuevo Testamento como
“hermano del Señor” (Galatas 1:19) fue una figura importante del cristianismo primitivo. Según la tradición, tras la muerte de Jesús
fue el líder de la comunidad cristiana de Jerusalem (Lucas 10: 1-20)). Murió lapidado hacia el año 62, es identificado en ocasiones
con Santiago el menor. Era hijo de Cleofás (Alfeo),hermano de José, y de María, y hermano de Judas Tadeo (Marcos15:40) pero
según algunos autores, sobre todo protestantes, sería hijo de José y de María, y hermano carnal de Jesús e identifican a Santiago “el
hermano del Señor”, con un primo u otro pariente, (algo que era común en el lenguaje arameo y hebreo, y cuyo uso se podía dar
también en griego. “Santiago, hijo de Alfeo” (Mc. 10, 3 y paralelos; Hech. 1,13) que aparece en noveno lugar en todas las listas
de los Doce, es apodado “Santiago el Menor” (Mc. 15,40) -probablemente porque era de baja estatura-, para distinguirlo del otro
Santiago, el hijo de Zebedeo y hermano de Juan.
7 La Iglesia Católica, a partir del año 1959, celebra la fiesta de Santiago el Menor el 3 de mayo junto con el otro apóstol Felipe. Previamente
su festividad era el 31 de mayo y más anteriormente el 10 de mayo. Religiosamente, parecen tener su origen en el hallazgo
por Santa Elena – madre de Constantino - de la cruz donde murió Cristo, pero lo cierto es que el arraigo popular de la fiesta
proviene de ciertas celebraciones de los romanos. En el mundo andino inicios de mayo es el momento de la siembra y la fertilidad
y estuvo muy arraigada entre la población altiplánica. En el diario del cerco del Oidor Diez de Medina leemos que en El Alto : “...
anoche eran muy aparente por la común borrachera y fiesta de la cruz en que se hallan con muchos bailes y danzas...” ( Del Valle de
Siles: 151). Choqueguanca (1996/2005) sostiene que durante la rebelión indígena, el 3 de mayo se celebraba la fiesta de Alasitas,
es decir la fiesta del Ekeko, el otro nombre de Tunupa según Bertonio o el hermano de Tunupa, según nosotros.
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“en este mes ofrecían otros ganados pintados de todos los colores. En esto de Aymoray hay
otras fiestas chicas, dicen que hallando una mazorca que nacen dos juntas –o papas- y de
recoger la comida y llevarlo a casa o al depósito, ... hacen muy mucha fiesta y borrachera,
cantan ... en este mes se visitan las comunidades” (1616: 245 [171]).
Consultando el Diccionario de Bertonio, registra Aymura como “un costal lleno” y
aymuratha como “henchir el costal hasta la boca y es una hanega” (1612: II: 28-29) dando
plena cuenta de abundancia.
En otro tiempo y contexto, el diario del Cerco escrito por el Oidor Diez de Medina
-durante la Gran Rebelión- cuenta que el 3 de mayo en El Alto: “...eran muy aparente por
la común borrachera y fiesta de la cruz en que se hallan con muchos bailes y danzas...” (Del
Valle de Siles: 151). Recientemente el historiador Germán Choqueguanca (1996/2005)
sostiene que durante la coyuntura del Cerco, el 3 de mayo se celebraba la fiesta de Alasitas,
es decir la fiesta del Ekeko. En resumen, el Aymoray es la celebración de la abundancia,
momento de la cosecha y de llenar los depósitos de comida.
Hoy en día, al cumplirse la fiesta, en Carabuco salen en procesión tres cruces. La primera
es una gran cruz de los vecinos del pueblo adornada con telas vistosas, al medio va
una cruz más pequeña llevada por un representante del área rural y cubierta por awayos.
Cerrando la hilera está la cruz principal: una pequeña cruz de piedra verde traída desde
el Calvario, y que se distingue por llevar un enchapado de plata y la imagen de Jesucristo.
Durante la procesión esta cruz es llevada en andas y reverenciada en cada esquina de la plaza
principal por el cura de la Iglesia. Todos los pobladores siguen la procesión con devoción.
Se mantiene en la iglesia durante los días de la fiesta, luego vuelve a su lugar de descanso
en el Calvario hasta el próximo año. Alguna gente que asiste a la fiesta de Carabuco el 3
de mayo, arma unas apachetas, amontonando piedras en la playa, mirando hacia la isla del
Sol. Las piedras de la base que son cuatro se las considera “tunu” o simiente, y sus nombres
propios son Imaimana, Tocapo, Viracocha y Tunupa.
Choquehuanca sostiene que la fiesta de la cruz tiene que ver con “la fiesta de las Estrellas”
(40) sin dar mayores detalles ¿se trata de la constelación de la Cruz del Sur?
Si relacionamos este detalle con el conocimiento andino de las constelaciones del cielo
austral, encontramos que la primera semana de mayo constituye un momento clave para la
ubicación de la Cruz del Sur. Ocurre que este momento es la mitad exacta entre el equinoccio
de otoño y el solsticio de invierno, cuando se la aprecia con mayor claridad. En esta semana
la Cruz del Sur se ubica en su cenit, y marca el inicio del tiempo frío aunque no propiamente
del invierno 8 . Este suceso cosmológico coincide plenamente con la fiesta de la Vera Cruz.
La pregunta que seguramente todos se hacen es ¿qué significan estas asociaciones entre
la cruz de Tunupa, la fiesta de la Vera Cruz y la Cruz del Sur? Si seguimos la información
que nos da Ramos, tenemos que la versión sobre la presencia de la cruz nace de un conflicto
entre las parcialidades de Hanansaya y Hurinsaya de Carabuco. Es decir que parece ser que
se trata de una versión indígena sobre la presencia de una cruz en el lugar. Los milagros
realizados por la cruz si bien los recoge Ramos, siendo él incluso testigo, parecen provenir
de una tradición andina donde el poder del rayo es predominante. Lo que interesa subrayar
es la fuerza del conocimiento andino que encontró formas de pervivir en las nuevas
condiciones culturales.
Por otra parte, la coincidencia del festejo de la Cruz con el Aymoray y con el cenit de
la Cruz del Sur, seguramente fue parte de un proceso en que tanto los agustinos como los
pobladores locales encontraron la forma de articular las tradiciones andinas con la imposición
de una nueva fe. Así evidenciamos que a partir del siglo XVII, emerge un diálogo
intercultural muy intenso y fructífero que pervive no sólo en Carabuco.
8 Comunicación personal de Silvia Arze el 3 de mayo de 2008.
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