Epale - Ciudad Caracas

Desde pequeño, “Huguito” jugaba chapita y pelotica de goma en
Sabaneta. Agarraba clavitos, teipe, una tablita y ¡a jugar se ha dicho!
Sí, su mayor deseo era ser grandeliga. ¿Su inspiración? Ser como
Néstor Isaías, ese pelotero que llevaba su apellido: el “Látigo” Chávez.
Cuando podía, el Presidente recordaba eso de ser como él, cómo escuchaba
con pasión los partidos de beisbol a través de una radio de
pilas y por qué se convirtió en su motor, en su gran sueño. Ya había
desechado eso de querer ser pintor, aunque de vez en cuando hacía
sus trazos.
Con tristeza recordaba cuando aquella mañana del 16 de marzo de
1969, mientras escuchaba música llanera, un reporte de última hora
daba la noticia de que el “Látigo” Chávez había fallecido en un accidente
aéreo ocurrido en Maracaibo. “Lloré mucho, sentí que el mundo
se me acabó”, resaltó en un documental. En ese entonces juró ser
como su ídolo, solo que no sabía que luego el ejército le atraparía y
sería su otra gran pasión.
Llegó la reflexión, el amor a la patria, pero necesitaba sentirse liberado
de esa promesa de ser pitcher. Entonces visitó su tumba en el
Cementerio General del Sur y le pidió perdón al “Látigo”, pues su
camino era ser soldado. Sí, se liberó, pero no por eso dejó de jugar
alguna que otra caimanera o un juego amistoso.
Muchos recuerdan al Presidente como “Tribilín” porque era alto, delgado
y de pies grandes. Así le decían cuando era joven. Fue magallanero
de cepa como ninguno, tanto que , ya siendo primer mandatario
nacional, dejó de lado sus cadenas para que la fanaticada disfrutara
los juegos entre los “eternos rivales” y, así, él cantar strike, “bola” y
hasta condenar al árbitro por alguna mala decisión, por supuesto,
sin ser televisado. Como buen fanático, ¡madres rabias habrá agarrado
cuando su equipo perdía!
UnA PROMESA HECHA LEY
Chávez era un gran trabajador. Exigente como ninguno, pero también
se daba cuenta de la carga de estrés que pasaban sus más cercanos
ante tanta obligación las 24 horas del día. De hecho, en una
oportunidad contó que una madrugada, en plena reunión de trabajo,
le dijo a sus ministros para jugar una caimanera. Quizá fueron
varias las que hicieron para relajar un poco a su tren de trabajadores.
Hasta en eso era incansable.
Su máxima, entre tantas, era apoyar siempre al deporte. Incluso,
el 4 de octubre de 1998, vestido de pelotero, cuando era candidato
presidencial, envió un mensaje desde el Estadio Universitario de la
Universidad Central de Venezuela: “Como dice ese viejo dicho: hacer
deporte es hacer patria. Que eso no se quede en una mera consigna
hueca, no. Hagamos deporte, rescatemos el deporte, impulsemos el
deporte porque es una manera de impulsar la patria, la educación,
la salud, la recuperación de nuestos propios valores, la camaradería,
la amistad verdadera, la lucha. A través del deporte yo, hace muchos
años, comencé a aprender lo que es la disciplina, el espíritu de equipo,
la colaboración entre todos y, sobre todo, el espíritu de lucha, el
espíritu invencible de un deportista. Así que eso me sirvió de mucho
Caracas, 24 de marzo de 2013.
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en los caminos tan difíciles que nos ha tocado transitar”. Ya allí se
convirtió en promesa su compromiso con los deportistas. Siendo
Presidente la concretó.
Sí, así lo hizo y no se quedó solo en palabras porque hasta la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela le dedica el
artículo 111: “(...) El Estado asumirá el deporte y la recreación como
política de educación y salud pública y garantizará los recursos para
su promoción (...) El Estado garantizará la atención integral de los y las
deportistas sin discriminación alguna, así como el apoyo al deporte
de alta competencia y la evaluación y regulación de las entidades deportivas
del sector público y del privado, de conformidad con la ley”.
Por algo nació también la Ley Orgánica de Deporte, Actividad Física
y Educación Física el 15 de agosto de 2011. Todo un logro, así como lo
ha sido la Misión Barrio Adentro Deportivo, que nació el 31 de julio
de 2004, con el fin de “elevar los niveles de salud y calidad de vida de
la población, así como la promoción de la práctica de ejercicios físicos,
el empleo del tiempo libre, la capacitación de promotores deportivos
y la recreación sana de niños, jóvenes y adultos”.
Edición Número Veintitrés. Año 01. ÉPALE CCS