Los armenios Retratos de una esperanza - Imago Mundi
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Huberta von Voss<br />
<strong>Los</strong> <strong>armenios</strong><br />
<strong>Retratos</strong> <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>esperanza</strong>
Agra<strong>de</strong>cimientos<br />
Este libro no existiría si no fuera por mi amiga Ruth Keshishian.<br />
En su maravillosa librería <strong>de</strong> Moufflon encontré el refugio<br />
<strong>de</strong>l sol <strong>de</strong> Chipre en los innumerables libros sobre su gente, los<br />
<strong>armenios</strong>. Por su generosidad y paciencia por satisfacer cada uno<br />
<strong>de</strong> mis <strong>de</strong>seos durante años, le ofrezco mi más profunda gratitud.<br />
Sin el generoso apoyo financiero <strong>de</strong> Sara Chitjian (<strong>Los</strong> Angeles)<br />
y otros que prometieron su apoyo al Profesor Dadrian, este<br />
libro no hubiera sido traducido al inglés. Me encuentro profundamente<br />
en <strong>de</strong>uda con todos ellos. También <strong>de</strong>seo agra<strong>de</strong>cer a mi<br />
traductor Alasdair Lean (Buenos Aires) por su placentera colaboración,<br />
lo mismo que a Eduardo Karsaclian (Buenos Aires) y a<br />
la Editorial <strong>Imago</strong> <strong>Mundi</strong> (Buenos Aires) por revisar el texto con<br />
tanto cuidado.<br />
En el camino <strong>de</strong> redactar este libro me topé con innumerables<br />
preguntas. Deseo expresar mi gratitud a todos aquellos que me<br />
ayudaron a encontrar las respuestas. Las numerosas discusiones,<br />
sugerencias y estímulos fueron <strong>una</strong> enorme ayuda para mí. Estoy<br />
significativamente en <strong>de</strong>uda con Su Santidad Aram I (Antelias,<br />
Líbano) cuyo valioso consejo y ayuda me acompañaron a través<br />
<strong>de</strong> todo el proyecto. También estoy muy agra<strong>de</strong>cida con el Profesor<br />
Vahakn N. Dadrian (Instituto Zoryan, Cambridge, MA) por su fe<br />
en esta i<strong>de</strong>a cuando aún se encontraba en sus etapas iniciales.<br />
Él me abrió las puertas, me dio muchas indicaciones, y siempre<br />
me alentó. Agra<strong>de</strong>zco a la Dra. Tessa Hoffman (Berlín) por sus<br />
correcciones. Le agra<strong>de</strong>zco a Ralph Giordano por su aliento, al<br />
igual que a George Shirinian <strong>de</strong>l Instituto Zoryan (Toronto) por<br />
su cálida ayuda.<br />
Por su confianza en mi libro, le agra<strong>de</strong>zco a Jorge Vartparonian<br />
(Buenos Aires) quien hizo posible esta traducción al español.<br />
Sin embargo, por encima <strong>de</strong> todo, tengo <strong>una</strong> enorme <strong>de</strong>uda <strong>de</strong><br />
gratitud con Nouritza Matossian (Londres) y Garo Keheyan (Nicosia),<br />
quienes estuvieron presentes para mí por tres años cada<br />
uno. Ambos me persuadieron a terminar el libro, con su energía<br />
1
2 Huberta von Voss<br />
creativa y su contagioso entusiasmo, a pesar <strong>de</strong> multitud <strong>de</strong> obstáculos.<br />
Hay personas y lugares que no figuran en este libro. Des<strong>de</strong><br />
el momento en que hay cerca <strong>de</strong> 8 millones <strong>de</strong> <strong>armenios</strong> en el<br />
mundo, <strong>de</strong> los que más <strong>de</strong> la mitad viven esparcidos por todas<br />
partes, es imposible incluir a cada país y a cada personalidad<br />
interesante. Pero hubo otros, si bien muy pocos, que no quisieron<br />
figurar. Sus <strong>de</strong>seos fueron respetados. Todos los <strong>Retratos</strong> en este<br />
libro están basados en conversaciones que sus autores tuvieron<br />
con las personas que figuran en los artículos. Agra<strong>de</strong>zco a todos<br />
los representados en los <strong>Retratos</strong> por su confianza en nuestros<br />
autores.<br />
Huberta von Voss<br />
Berlín, 2007
Prefacio<br />
El Genocidio Armenio en la Turquía otomana, principalmente<br />
durante la Primera Guerra <strong>Mundi</strong>al, fue <strong>una</strong> tragedia histórica <strong>de</strong><br />
amplia significancia. El presente libro es un intento <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir no<br />
sólo los hechos y las consecuencias <strong>de</strong>l genocidio sino también, y<br />
acaso especialmente, presentar a los <strong>armenios</strong> al lector europeo: su<br />
cultura, sus costumbres, y su sociedad – temas apenas conocidos<br />
por el público europeo – .<br />
De hecho la sociedad armenia actual, tanto la <strong>de</strong> la Diáspora<br />
como la <strong>de</strong>l estado in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> Armenia, lleva implantado –<br />
casi podría <strong>de</strong>cirse marcado a fuego – el recuerdo <strong>de</strong>l genocidio; ni<br />
es <strong>de</strong> asombrarse que así sea. Se encuentran paralelismos en otras<br />
etnias que han soportado masacres y genocidios que, igual que<br />
los <strong>armenios</strong>, sufren un trauma colectivo: judíos, tutsi, los roma<br />
(gitanos), y otros. La única manera <strong>de</strong> ubicarse en este trauma, al<br />
parecer, es confrontarlo, y elaborar lo ocurrido con tanto realismo<br />
y objetividad como sea posible. El hecho <strong>de</strong> que la Turquía mo<strong>de</strong>rna<br />
rechaza la responsabilidad por el genocidio perpetrado por<br />
un gobierno turco otomano anterior, muy distinto, imperial – frente<br />
a la existencia <strong>de</strong> masas gigantescas <strong>de</strong> documentación – vuelve<br />
mucho más difícil la tarea <strong>de</strong> elaborar la herida. Otras naciones<br />
no niegan siempre ni en todas partes matanzas masivas perpetradas<br />
por generaciones anteriores. <strong>Los</strong> estadouni<strong>de</strong>nses actuales<br />
hablan abiertamente <strong>de</strong>l genocidio <strong>de</strong> sus indígenas; los alemanes<br />
reconocen no sólo la responsabilidad <strong>de</strong>l partido nacionalsocialista<br />
alemán por la Shoa y el exterminio <strong>de</strong> los romá y los polacos, sino<br />
también el cometido por la Alemania imperial contra los herero<br />
<strong>de</strong> la actual Namibia a comienzos <strong>de</strong>l siglo XX. En Camboya se<br />
reconocen las matanzas masivas llevadas a cabo por el régimen<br />
Pol – Pot, y existen otros ejemplos.<br />
El Genocidio Armenio, como nos recuerda siempre Vahakn N.<br />
Dadrián, fue juzgado minuciosamente por un trib<strong>una</strong>l militar turco<br />
en 1919. Sin embargo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esa época los gobiernos turcos<br />
llevan a<strong>de</strong>lante <strong>una</strong> política fundamentada en la no – aceptación<br />
<strong>de</strong>l régimen <strong>de</strong> los Jóvenes Turcos <strong>de</strong> la Primera Guerra <strong>Mundi</strong>al,<br />
3
4 Huberta von Voss<br />
régimen que condujo a Turquía no sólo al genocidio sino a la catástrofe<br />
nacional, que se articula en <strong>una</strong> campaña oficial <strong>de</strong> tildar<br />
los sucesos históricos <strong>de</strong> propaganda enemiga al modo orwelliano.<br />
Quizás? ojalá? nos encontremos hoy en el umbral <strong>de</strong> <strong>una</strong> nueva<br />
época en que la sociedad turca ya no tema reconocer la realidad<br />
como tal. En tanto esto no pase no podrá <strong>de</strong>sarrollarse <strong>una</strong> sociedad<br />
turca mo<strong>de</strong>rna y liberal; rechazar el negacionismo resulta<br />
fundamental para la propia Turquía, como se mostrará aquí.<br />
El presente libro tiene también, por así <strong>de</strong>cirlo, la obligación<br />
<strong>de</strong> hablar <strong>de</strong>l genocidio en sí, y procura <strong>de</strong>scribir tanto el pasado<br />
como el presente, sin temor a ejercitar la autocrítica. La Armenia<br />
actual, un país minúsculo, pobre, <strong>de</strong>sgarrado por disi<strong>de</strong>ncias internas,<br />
se encuentra <strong>de</strong>scrita minuciosamente y con gran simpatía<br />
crítica. Costumbres y modalida<strong>de</strong>s propias <strong>de</strong>l pueblo armenio son<br />
<strong>de</strong>talladas aquí, quizás por primera vez, en un idioma occi<strong>de</strong>ntal.<br />
Se enten<strong>de</strong>rá que los <strong>armenios</strong> son uno <strong>de</strong> los pueblos más antiguos<br />
que existen, y ya se encontraban como estado en partes <strong>de</strong> la<br />
actual Anatolia y el sur <strong>de</strong>l Cáucaso hace más <strong>de</strong> tres mil años. El<br />
cristianismo se expandió ahí más temprano que en muchos otros<br />
lugares <strong>de</strong>l mundo antiguo, a saber, a comienzos <strong>de</strong>l siglo IV. Así,<br />
los <strong>armenios</strong> pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>cir legítimamente que fueron el primer pueblo<br />
en aceptar la nueva religión. La escritura armenia se inventó<br />
en aquella época, agitada por acontecimientos cambiantes – épocas<br />
<strong>de</strong> florecimiento <strong>de</strong> la civilización armenia alternando con otras <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia – .<br />
Todo eso vuelve a reflejarse en el mundo <strong>de</strong> hoy, y los capítulos<br />
<strong>de</strong> este libro cuentan no sólo sobre la civilización <strong>de</strong>l pasado sino<br />
también acerca <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>esperanza</strong> <strong>de</strong> un nuevo avance. Esto no<br />
es cosa sencilla. La enorme mayoría <strong>de</strong> los <strong>armenios</strong> viven en la<br />
diáspora: en EEUU, Europa, y otros lugares. Armenia es pobre y<br />
sub<strong>de</strong>sarrollada, consecuencia también <strong>de</strong> largos años <strong>de</strong> dominación<br />
soviética. A<strong>de</strong>más ha surgido un conflicto entre Armenia y los<br />
azeríes por el control <strong>de</strong>l territorio <strong>de</strong> Karabaj, y los dos estados,<br />
Armenia y Azerbaiján, se enfrentan con hostilidad. <strong>Los</strong> azeríes<br />
hablan un idioma emparentado con el turco, lo que no ayuda en<br />
absoluto en las negociaciones. Sin la diáspora apenas lograría Armenia<br />
salir <strong>de</strong> la miseria; pero incluso con el apoyo <strong>de</strong> la diáspora<br />
no les resulta fácil. Numerosos intelectuales abandonan el país, y<br />
la ayuda financiera por sí sola no alcanza. Pese a todo esto, la
<strong>Los</strong> <strong>armenios</strong> | <strong>Retratos</strong> <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>esperanza</strong> 5<br />
Armenia <strong>de</strong> hoy constituye el núcleo <strong>de</strong> la conciencia nacional armenia,<br />
y las <strong>esperanza</strong>s <strong>de</strong> muchos <strong>armenios</strong> se concentran en el<br />
pequeño país montañoso.<br />
Sin embargo esto es insuficiente. Se le dará al armenio <strong>de</strong> la<br />
diáspora y al lector general <strong>una</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l sabor <strong>de</strong> platos <strong>armenios</strong>,<br />
recuerdos <strong>de</strong> los lugares <strong>de</strong> la infancia, y las ambiciones por<br />
un futuro que es <strong>de</strong> esperar sea mejor. <strong>Los</strong> esbozos biográficos<br />
<strong>de</strong> intelectuales, artistas, periodistas, y otros son auténticos, actuando<br />
como partes <strong>de</strong> un complicado calidoscopio <strong>de</strong> un pueblo<br />
dividido pero vivo que trata, <strong>una</strong> vez más, <strong>de</strong> volver a hallar su<br />
coherencia étnica. La civilización armenia no consiste únicamente<br />
<strong>de</strong> historias acerca <strong>de</strong> <strong>una</strong> lejano pasado, sino también <strong>de</strong> tradiciones<br />
y conciencia nacional que sugieren un futuro que trascien<strong>de</strong><br />
el presente.<br />
Se procura consignar el Genocidio al pasado, dado que ocurrió<br />
hace 90 años, y apenas quedan testigos vivientes <strong>de</strong> él. Vengarse<br />
en los turcos <strong>de</strong> hoy en día, quienes no son responsables por lo que<br />
tuvo lugar en esa época, sería <strong>de</strong>lictivo, absurdo, y contraproducente.<br />
Pero llegar a un entendimiento con la Turquía <strong>de</strong> hoy sólo<br />
podrá lograrse tras un reconocimiento <strong>de</strong> las realida<strong>de</strong>s históricas.<br />
Entretanto se sigue viviendo, sin po<strong>de</strong>r olvidar la historia, pero<br />
tampoco <strong>de</strong>jándose arrastrar por el trauma. El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>una</strong><br />
cultura propia, la promoción <strong>de</strong>l idioma y la escritura propios, y<br />
la disposición <strong>de</strong> coexistir amigablemente con pueblos y culturas<br />
distintos, incluso con los turcos, parece ser lo que sugiere este libro.<br />
El intento que se lleva a cabo aquí <strong>de</strong> acercar este material a<br />
europeos y otros es extraordinariamente importante y, confiemos,<br />
también productivo.<br />
Yehuda Bauer<br />
Jerusalén, verano <strong>de</strong>l 2004
Prólogo<br />
Levón Dai fue un hombre al que todos envidiaban. Cada vez<br />
que los <strong>armenios</strong> <strong>de</strong> Esmirna se reunían a la noche en el restorán<br />
<strong>de</strong>l tío Pusant en Manhattan, toda conversación giraba en torno<br />
a él. Tras escapar <strong>de</strong> los Jóvenes Turcos, llegó a ser un industrial<br />
norteamericano, y sucedió así: <strong>una</strong> triste mañana <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong><br />
1919, apareció repentinamente en lo <strong>de</strong> unos parientes suyos en<br />
Nueva York. Una valija <strong>de</strong> cuero conteniendo 51 latas <strong>de</strong> aceite<br />
<strong>de</strong> sésamo era todo su equipaje. Des<strong>de</strong> Esmirna a Jerusalén, y<br />
<strong>de</strong> ahí a Chipre, Egipto, Francia, y Nueva York había cargado su<br />
maleta, cuidándola como <strong>una</strong> póliza <strong>de</strong> seguro <strong>de</strong> vida. Ahí vendió<br />
caro a otros refugiados el tradicional aceite traído <strong>de</strong> su perdida<br />
patria. Al poco tiempo pudo viajar <strong>de</strong> Nueva York con la firme<br />
voluntad <strong>de</strong> importar aceite <strong>de</strong> sésamo a EEUU. Tomó un tren<br />
a Chicago, don<strong>de</strong> la comunidad armenia ya era mucho más gran<strong>de</strong><br />
que la <strong>de</strong> Nueva York. En el viaje conoció a la señora Slater,<br />
quien encontraba exótica la mirada <strong>de</strong> los oscuros ojos <strong>de</strong> Levón<br />
Dai, y le fascinó conocer a un genuino armenio. ¡Uno <strong>de</strong> esos starving<br />
Armenians, esos famélicos <strong>armenios</strong> <strong>de</strong>l Imperio Otomano,<br />
por quienes los norteamericanos habían donado tanto dinero! La<br />
señora Slater, entusiasmada, convenció al reticente Levón Dai a<br />
que fuera con ella a Council Bluffs, Iowa, para dar <strong>una</strong> charla<br />
sobre su «fascinante vida» a los notables locales. «Espero que se<br />
ponga el turbante, señor Levonián», dijo la señora la noche <strong>de</strong> la<br />
conferencia, «y su sari ¿se llama así esa larga túnica blanca que<br />
se ponen sus compatriotas?»<br />
Levón Dai la corrigió: «Mi buena señora, creo que se <strong>de</strong>be referir<br />
a un charshaf, que es muy distinto <strong>de</strong> un sari. <strong>Los</strong> indios<br />
usan saris, las turcas usan charshafes. <strong>Los</strong> <strong>armenios</strong> usamos traje,<br />
igual que los estadouni<strong>de</strong>nses. No tengo ni turbante ni charshaf ».<br />
Pero la señora Slater no se <strong>de</strong>jó <strong>de</strong>sviar <strong>de</strong> su intención, y así fue<br />
que esa noche <strong>de</strong> 1919 Levón Dai, con turbante y un sari improvisado,<br />
llevó a sus cincuenta oyentes a las lágrimas y, al fin <strong>de</strong><br />
la sesión, recibió la oferta <strong>de</strong> un trabajo en <strong>una</strong> tintorería indus-<br />
7
8 Huberta von Voss<br />
trial, que fue la piedra fundamental en <strong>una</strong> carrera <strong>de</strong> vertiginoso<br />
enriquecimiento.<br />
«Había <strong>una</strong> vez, o no había. . . ». Así empiezan los cuentos <strong>de</strong><br />
hadas <strong>armenios</strong>. La historia <strong>de</strong> Levón fue <strong>una</strong> <strong>de</strong> esos cuentos mo<strong>de</strong>rnos<br />
que nos narra el siglo XX. Esta historia atrapó a Marjorie<br />
Housepian Dobkin, <strong>una</strong> <strong>de</strong>licada dama que ronda los ochenta años,<br />
con la energía <strong>de</strong> <strong>una</strong> veinteañera, <strong>de</strong> quien hablará este libro, como<br />
también <strong>de</strong> numerosos contemporáneos suyos. Fue ella quien<br />
anotó esta historia para nosotros. En su novela autobiográfica, A<br />
Houseful of Love [Toda <strong>una</strong> casa <strong>de</strong> amor] <strong>de</strong> 1954, cuenta <strong>de</strong> su<br />
niñez en Nueva York entre los refugiados <strong>armenios</strong>, y <strong>de</strong>scribe –<br />
con mucha ironía hacia sí misma – lo que significó para esta primera<br />
generación <strong>de</strong> emigrados per<strong>de</strong>r su vieja patria y construir<br />
<strong>una</strong> vida nueva en <strong>una</strong> cultura totalmente extraña: nostalgia y<br />
ensalzamiento por la ausencia, traumas y sueños, éxito y fracaso,<br />
malentendidos y lugares comunes, el aferrarse a la cultura propia,<br />
pero también el abandono <strong>de</strong> viejas i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s. El presente libro<br />
amplía esa historia. Más <strong>de</strong> cuarenta <strong>armenios</strong> <strong>de</strong> todo el mundo<br />
cuentan – a menudo por vez primera – sus vidas, que el siglo<br />
XX con sus numerosos conflictos apropiadamente ha <strong>de</strong>jado patas<br />
para arriba.<br />
<strong>Los</strong> <strong>armenios</strong> son <strong>una</strong> <strong>de</strong> las culturas étnicas más antiguas <strong>de</strong><br />
la tierra, y sin embargo en muchos lugares, incluida Alemania, es<br />
bien poco lo que se sabe <strong>de</strong> ellos. ¿Qué sabemos <strong>de</strong> su historia, que<br />
se extien<strong>de</strong> tres mil años atrás? ¿Quiénes son hoy los <strong>armenios</strong>,<br />
noventa años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que el régimen <strong>de</strong> los Jóvenes Turcos asesinó<br />
hasta un millón y medio <strong>de</strong> ellos, y arrió a cientos <strong>de</strong> miles al<br />
exilio, al amparo <strong>de</strong> la Primera Guerra <strong>Mundi</strong>al? ¿Cómo manejan<br />
el negacionismo <strong>de</strong> <strong>una</strong> Turquía en vías <strong>de</strong> integrarse a la Unión<br />
Europea? ¿En qué medida <strong>de</strong>termina el Genocidio la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong><br />
ese pueblo y la situación política en el sur <strong>de</strong>l Cáucaso? ¿Porqué<br />
luchan tantos <strong>armenios</strong> por el reconocimiento <strong>de</strong> los hechos históricos?<br />
¿No es todo eso sólo historia? ¿Y qué significa el 24 <strong>de</strong><br />
abril, el día en que los <strong>armenios</strong> <strong>de</strong> todo el mundo recuerdan el<br />
comienzo <strong>de</strong>l Genocidio, para las generaciones más jóvenes, que<br />
muchas veces ya no hablan más el idioma <strong>de</strong> sus antepasados?<br />
<strong>Los</strong> treinta autores <strong>de</strong> este libro se han puesto a rastrear. <strong>Los</strong><br />
retratos son partes <strong>de</strong>l rompecabezas <strong>de</strong> la realidad armenia <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
Beirut a Jerusalén, El Cairo, Alejandría, Estambul, Deir – ez –
<strong>Los</strong> <strong>armenios</strong> | <strong>Retratos</strong> <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>esperanza</strong> 9<br />
Zor, Isfahán, Teherán, París, Venecia, Viena, Bruselas, Ginebra,<br />
Londres, Berlín, Nueva York, <strong>Los</strong> Ángeles, Pasa<strong>de</strong>na, Toronto,<br />
Moscú, Buenos Aires, Madrás hasta Ereván, Echmiadzín, y Karabaj.<br />
Son historias <strong>de</strong> <strong>armenios</strong> famosos como Charles Aznavour,<br />
y otros menos conocidos como la vida extraordinaria <strong>de</strong> Madame<br />
Anahit, musica callejera <strong>de</strong> Estambul. La editora consi<strong>de</strong>ró importante<br />
no tanto confeccionar un ¿quién es quién? <strong>de</strong> los cuarenta<br />
<strong>armenios</strong> más significativos <strong>de</strong> la actualidad, sino presentar en toda<br />
su variedad un calidoscopio <strong>de</strong> la diáspora internacional y el<br />
estado patrio. Escritores, historiadores, periodistas, intelectuales,<br />
lobbyistas, prelados, monjes, pintores, músicos, cineastas, fotógrafos,<br />
filántropos, políticos, y diplomáticos confluyen en este retrato.<br />
Tan importantes como las personalida<strong>de</strong>s en estos ámbitos son los<br />
<strong>de</strong>stinos individuales, como el <strong>de</strong> Monte Melkonián, el architerrorista<br />
armenio y luchador por Karabaj, o el <strong>de</strong> Armén Petrossián,<br />
el dueño <strong>de</strong>l emporio <strong>de</strong> caviar <strong>de</strong>l mismo nombre, o la profesora<br />
Rosita Youssefián <strong>de</strong> Buenos Aires, y muchos más. Todas estas<br />
vidas reflejan un pedazo <strong>de</strong> la realidad viviente <strong>de</strong> la historia y<br />
actualidad armenias. <strong>Los</strong> retratos personales se amplían con algunos<br />
lieux <strong>de</strong> mémoire lugares memorables que poseen un alto<br />
valor simbólico en la conciencia <strong>de</strong> los <strong>armenios</strong>, como Deir – ez –<br />
Zor, el <strong>de</strong>stino final <strong>de</strong> las marchas <strong>de</strong> la muerte a través <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto<br />
mesopotámico, como también la resistencia en Musa Dagh,<br />
<strong>de</strong> la que Franz Werfel construyó un monumento literario.<br />
Este libro es, como ha indicado el profesor Yehuda Bauer en su<br />
prefacio, uno <strong>de</strong> simpatía crítica hacia los <strong>armenios</strong> y <strong>de</strong> respeto<br />
hacia su rica y frecuentemente trágica historia. La gente <strong>de</strong> Haiastán,<br />
como llaman los <strong>armenios</strong> su patria, se tienen a sí mismos por<br />
los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l <strong>de</strong>saparecido imperio <strong>de</strong> Urartú, y <strong>de</strong>scendientes<br />
<strong>de</strong> Noé, cuya arca vino a reposar «en el monte Ararat» según el<br />
relato <strong>de</strong> la Creación (Génesis 8:4). Tal vez el mito bíblico <strong>de</strong> la<br />
supervivencia <strong>de</strong> la humanidad los haya impregnado <strong>de</strong> <strong>una</strong> fuerte<br />
voluntad <strong>de</strong> sobrevivir, que ha superado todas las contrarieda<strong>de</strong>s<br />
naturales y amenazas políticas, mientras a su alre<strong>de</strong>dor surgían<br />
y caían imperios. El pequeño país entre el Ararat y el Cáucaso<br />
se encuentra en la cima <strong>de</strong>l Asia Anterior, como en <strong>una</strong> ban<strong>de</strong>ja<br />
<strong>de</strong> presentación. Ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> importantes po<strong>de</strong>res regionales, ha<br />
soportado innumerables invasiones, ocupaciones, <strong>de</strong>vastaciones, y<br />
masacres. Ya se tratara <strong>de</strong> persas, bizantinos, árabes, selyúcidas,
10 Huberta von Voss<br />
mongoles, otomanos, rusos zaristas o soviéticos, los <strong>armenios</strong> se<br />
han sobrepuesto a sus gobiernos generalmente poco benévolos.<br />
Unidos por la fe cristiana <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un entorno principalmente<br />
musulmán, y por su propio alfabeto, durante la mayor parte <strong>de</strong> su<br />
historia <strong>de</strong>bieron someterse a gobernantes extranjeros. No obstante<br />
se aferraron a su i<strong>de</strong>ntidad asentada en la religión, como atestigua<br />
su riqueza literaria y musical. El Genocidio <strong>de</strong> 1915/1916,<br />
con el que el gobierno <strong>de</strong> los Jóvenes Turcos procuró expulsar a<br />
los <strong>armenios</strong> cristianos <strong>de</strong> sus tierras ancestrales, está inextricablemente<br />
entretejido en la i<strong>de</strong>ntidad armenia. La experiencia <strong>de</strong><br />
la expulsión violenta configura la memoria colectiva, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Ereván<br />
hasta los más alejados rincones <strong>de</strong>l mundo. Más grave que la<br />
pérdida <strong>de</strong>l hogar patrio resulta la traumática experiencia <strong>de</strong> la<br />
masacre sistemática y brutal <strong>de</strong> hombres, mujeres, y niños. Hasta<br />
el día <strong>de</strong> hoy es negado por los here<strong>de</strong>ros políticos responsables <strong>de</strong><br />
los perpetradores. Así permanece el Genocidio como <strong>una</strong> herida<br />
abierta que no pue<strong>de</strong> sanar, y lleva al odio mutuo. El camino <strong>de</strong><br />
la reconciliación permanece sin transitar. Sólo podrá recorrerse <strong>de</strong><br />
común acuerdo.<br />
Científicos, políticos, y representantes <strong>de</strong> grupos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos<br />
humanos coinci<strong>de</strong>n hoy en que es necesario sacar a la luz los peligros<br />
y la historia <strong>de</strong> los genocidios, a manera tanto <strong>de</strong> precaución<br />
como <strong>de</strong> prevención. 1 Un análisis posterior también se consi<strong>de</strong>ra<br />
fundamental para enten<strong>de</strong>r mejor el carácter <strong>de</strong>l asesinato en masa<br />
organizado por un estado con miras a liquidar grupos enteros.<br />
Sin embargo, subsiste <strong>una</strong> discrepancia entre la teoría y la práctica,<br />
ya que no todos los países ejercen <strong>una</strong> presión política para<br />
que Turquía reconozca su pasado, y establezca <strong>una</strong> relación con<br />
los <strong>armenios</strong> sobre <strong>una</strong> base nueva y con visión <strong>de</strong> futuro. La prevención<br />
incluye el reconocimiento público <strong>de</strong> los crímenes <strong>de</strong> parte<br />
<strong>de</strong> los hacedores o sus here<strong>de</strong>ros. La ONG Genoci<strong>de</strong> Watch <strong>de</strong>fine<br />
la negación como «la etapa final <strong>de</strong> un Genocidio». 2 Esta división<br />
en pasos se <strong>de</strong>be a Deborah Lipstadt. Mediante sus estudios sobre<br />
1 Esto se volvió claro finalmente en la conferencia internacional Stockholm<br />
International Forum: Preventing Genoci<strong>de</strong>; Threats and Responsibilities, celebrado<br />
entre 26 y 28 <strong>de</strong> enero, 2004, en la capital sueca, por iniciativa <strong>de</strong>l<br />
primer ministro Göran Persson. Ver página <strong>de</strong> Red www.preventinggenoci<strong>de</strong>.<br />
com 2Véase pág. <strong>de</strong> Red <strong>de</strong> la organización Genoci<strong>de</strong> Watch. The International<br />
Campaign to End Genoci<strong>de</strong>: www.genoci<strong>de</strong>watch.org
<strong>Los</strong> <strong>armenios</strong> | <strong>Retratos</strong> <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>esperanza</strong> 11<br />
la negación <strong>de</strong> la Shoa abrió el camino para la protesta pública<br />
<strong>de</strong> numerosos científicos contra la continuada negación <strong>de</strong>l Genocidio<br />
Armenio. 3 «La negación <strong>de</strong> los genocidios – ya la masacre <strong>de</strong><br />
los <strong>armenios</strong> por los turcos, ya la <strong>de</strong> los judíos por los nazis – no<br />
es un acto <strong>de</strong> reinterpretación histórica. Más bien siembra confusión,<br />
al ser un remedo <strong>de</strong> investigación científica genuina», nota<br />
Deborah Lipstadt. De este modo se procura «darle nueva forma<br />
a la historia, <strong>de</strong>monizando a las víctimas, y rehabilitando a los<br />
hacedores». 4<br />
Sobrevivientes <strong>de</strong>l Genocidio Armenio, en conjunto con los <strong>de</strong><br />
la Shoa, publicaron <strong>una</strong> impactante solicitada en el New York Times<br />
<strong>de</strong>l 9 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>l 2000. En ella 126 <strong>de</strong> los principales investigadores<br />
<strong>de</strong>l Holocausto reclamaron el reconocimiento <strong>de</strong>l Genocidio<br />
Armenio por las naciones <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte, y no menos como forma<br />
<strong>de</strong> promover la <strong>de</strong>mocratización <strong>de</strong> Turquía. Entre los numerosos<br />
renombrados firmantes se encontraban el profesor Yehuda Bauer,<br />
Israel Charny, y Elie Wiesel. 5<br />
No sólo el negacionismo sino también el olvido es crimen, sostuvo<br />
el ganador <strong>de</strong>l Premio Nobel <strong>de</strong> la Paz, Elie Wiesel. 6 Así, no<br />
se trata sólo <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong> los perpetradores y el proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong> sus<br />
<strong>de</strong>scendientes, sino <strong>de</strong> los <strong>de</strong> los espectadores y sus <strong>de</strong>scendientes.<br />
«Todos hemos sido espectadores <strong>de</strong> genocidios. La pregunta<br />
clave es, ¿Por qué?» escribe la ganadora <strong>de</strong>l Premio Pullitzer norteamericana<br />
Samantha Power. 7 El Genocidio Armenio no ocurrió<br />
sin el conocimiento <strong>de</strong>l público. Alemania imperial, que fue aliada<br />
<strong>de</strong>l Imperio Otomano durante la Primera Guerra <strong>Mundi</strong>al, estaba<br />
perfectamente al tanto a través <strong>de</strong> <strong>una</strong> abundancia <strong>de</strong> <strong>de</strong>spachos<br />
3 Deborah Lipstadt: Denying the Holocaust: The Growing Assault on<br />
Truth and Memory, N. York, Toronto 1993.<br />
4 Cita <strong>de</strong> Peter Balakian, The Burning Tigris: the Armenian Genoci<strong>de</strong><br />
and America’s Response, N.York 2003 / Londres 2004, p. xix.<br />
5 «126 Holocaust Scholars Affirm the Incontestable Fact of the Armenian<br />
Genoci<strong>de</strong> and Urge Western Democracies to Officially Recognize It», New<br />
York Times, 9/VI/2000.<br />
6 Véase el Prefacio <strong>de</strong> Elie Wiesel a la edición francesa <strong>de</strong> Les 40 jours<br />
du Musa Dagh, París 1986, p. 7, citado por Hans – Lukas Kieser, Dominik J.<br />
Schaller (ed.): El Genocidio Armenio y la Shoa, Zürich 2002, p. 6.<br />
7 Samantha Power, A Problem from Hell: America and the Age of Genoci<strong>de</strong>,<br />
N. York 2002, p. xvi. Problema infernal: Estados Unidos en la era <strong>de</strong>l<br />
genocidio, FCE, 2005
12 Huberta von Voss<br />
consulares. Sus enemigos los aliados estaban igualmente bien informados.<br />
Y sin embargo nadie intervino.<br />
El jurista polaco Raphael Lemkin creó el concepto <strong>de</strong> Genocidio<br />
en respuesta al exterminio <strong>de</strong>l pueblo armenio y <strong>de</strong> la Shoa.<br />
Tras <strong>una</strong> lucha <strong>de</strong> largos años logró en 1948 la aprobación <strong>de</strong>l Convenio<br />
sobre Genocidio por la ONU, que sin embargo no ha resultado<br />
en <strong>una</strong> protección para grupos en peligro <strong>de</strong> ser masacrados.<br />
Des<strong>de</strong> la fundación <strong>de</strong> la ONU en 1945 ha habido 55 genocidios<br />
y asesinatos en masa. En total perdieron la vida <strong>de</strong> este modo<br />
siete millones <strong>de</strong> personas, más que en todas las guerras <strong>de</strong> los<br />
últimos sesenta años. 8 Como <strong>de</strong> costumbre, nada se hizo, o muy<br />
poco, para impedir genocidios, o reaccionar ante ellos o amenazas<br />
<strong>de</strong> que pudieran tener lugar. El siglo XX ha sido <strong>de</strong>nominado en<br />
forma reiterada «el Siglo <strong>de</strong>l Genocidio». Fue también el siglo <strong>de</strong>l<br />
espectador. Y pasó a ser el siglo en que muchos pueblos quisieron<br />
recorrer el difícil camino <strong>de</strong> la reconciliación, enfrentándose a la<br />
verdad con coraje.<br />
<strong>Los</strong> 1,5 millones <strong>de</strong> <strong>armenios</strong> muertos en marchas, torturados,<br />
fusilados, <strong>de</strong> hambre, agotamiento, ahogados, o quemados no tienen<br />
tumbas. En <strong>una</strong> tabla conmemorativa en el viejo barrio judío<br />
<strong>de</strong> Venecia un soldado francés escribió:<br />
«Vuestro triste Holocausto está grabado en la historia,<br />
y nada borrará <strong>de</strong> nuestras mentes vuestras muertes,<br />
pues nuestra memoria es vuestra única sepultura». 9<br />
Sin embargo, para los <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong> aquéllos que para siempre<br />
perdieron a los suyos en el camino <strong>de</strong> la <strong>de</strong>portación, la cuestión<br />
no es sólo que los muertos puedan <strong>de</strong>scansar en paz. <strong>Los</strong><br />
retratos biográficos <strong>de</strong> este libro muestran que, para muchos <strong>armenios</strong>,<br />
aún hoy el recuerdo sigue siendo <strong>una</strong> casa mortuoria. «El<br />
recuerdo es el único paraíso <strong>de</strong>l que no po<strong>de</strong>mos ser expulsados»,<br />
escribió el poeta alemán Jean Paul. Para muchos <strong>armenios</strong> esta<br />
línea no es <strong>una</strong> realidad, pero sigue siendo <strong>una</strong> <strong>esperanza</strong>.<br />
Es la <strong>esperanza</strong> <strong>de</strong> <strong>de</strong>volverles su honor a los muertos, pero<br />
también la <strong>de</strong> contraponer al cargado pasado un nuevo futuro aliviado,<br />
la <strong>esperanza</strong> <strong>de</strong> reconciliación con la Turquía <strong>de</strong> hoy, que<br />
8 Véase www.genoci<strong>de</strong>watch.org<br />
9 Inscripción <strong>de</strong> André Tronc en la Scola Mesulhamin, en el histórico ghetto<br />
judío <strong>de</strong> Venecia.
<strong>Los</strong> <strong>armenios</strong> | <strong>Retratos</strong> <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>esperanza</strong> 13<br />
dé un fin al odio mutuo. Para la gente <strong>de</strong>l Cáucaso queda también<br />
sin cumplirse la <strong>esperanza</strong> <strong>de</strong> <strong>una</strong> paz estable en la región. Irreconciliables<br />
y contumaces se enfrentan Armenia y Azerbaiján en<br />
un conflicto no resuelto sobre Karabaj, esa porción <strong>de</strong> territorio<br />
habitada por <strong>armenios</strong> pero separada geográficamente, como <strong>una</strong><br />
isla, <strong>de</strong> la madre patria. Tanto Turquía como su aliado Azerbaiján<br />
mantienen cerradas sus fronteras por este motivo. La situación es<br />
insoportable para los expulsados <strong>de</strong> ambos bandos. Queda claro<br />
que un futuro basado en la confianza mutua sólo pue<strong>de</strong> vislumbrarse<br />
si las heridas <strong>de</strong>l pasado tienen la oportunidad <strong>de</strong> sanar. En<br />
este sentido la negación <strong>de</strong>l Genocidio no sólo ejerce <strong>una</strong> influencia<br />
que fortifica la i<strong>de</strong>ntidad, sino que imposibilita las <strong>de</strong>cisiones<br />
políticas actuales.<br />
Este libro quiere ser <strong>una</strong> contribución en el difícil camino a la<br />
reconciliación puesto que, así como los alemanes no sabemos casi<br />
nada acerca <strong>de</strong> los <strong>armenios</strong>, la actitud <strong>de</strong> los turcos está igualmente<br />
fundamentada en la ignorancia. El sociólogo turco Taner<br />
Akçam, quien <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace mucho se ha ocupado <strong>de</strong>l Genocidio y<br />
actualmente es docente en EEUU, pone en claro en sus escritos<br />
la diferencia entre la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l pueblo turco y la rígida postura <strong>de</strong><br />
su gobierno, que se ha negado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace mucho a <strong>una</strong> discusión<br />
abierta <strong>de</strong> su propia historia. En forma creciente estados europeos<br />
y no europeos han dictado resoluciones que instan a la Turquía<br />
mo<strong>de</strong>rna a hacerse cargo <strong>de</strong> los crímenes <strong>de</strong> sus antecesores políticos,<br />
y poner los archivos a disposición <strong>de</strong> los estudiosos. Así es<br />
que vivimos hoy en la absurda situación según la cual en Alemania<br />
el negar el Holocausto constituye <strong>una</strong> ofensa penal, mientras<br />
que en Turquía se ha censurado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre el uso <strong>de</strong>l término<br />
«Genocidio» en referencia a los eventos <strong>de</strong> 1915/1916. El futuro<br />
próximo mostrará si el acceso a la Unión Europea ayudará a turcos<br />
valientes, como el estudioso Jalil Berktay, quienes se niegan a<br />
aceptar la negación y hablan abiertamente, con el beneplácito <strong>de</strong><br />
un público y <strong>una</strong> prensa crecientes, que ya no <strong>de</strong>sean más censura.<br />
En los países <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte también se utiliza la historia en<br />
servicio <strong>de</strong> los intereses propios. Pero lo que hasta ahora los diferencia<br />
en forma notoria es que las nuevas interpretaciones no<br />
están sujetas a tradicionales formas <strong>de</strong> pensar y tabúes. Dentro<br />
<strong>de</strong> la forma <strong>de</strong> ser europea se encuentra la facultad <strong>de</strong> cuestionarse<br />
a sí misma. Nuestras garantías fundamentales en Europa que
14 Huberta von Voss<br />
incluyen la libertad <strong>de</strong> expresión, la <strong>de</strong> la ciencia y la investigación,<br />
y la protección <strong>de</strong> poblaciones minoritarias nos <strong>de</strong>finen como<br />
europeos. Teniendo en cuenta que la UE fue fundada por países<br />
<strong>de</strong>mocráticos <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte, estas pautas <strong>de</strong>ben regir también para<br />
los países que pretendan ingresar a la Unión. Así, el historiador<br />
francés Jacques le Goff en ningún momento se opone básicamente<br />
a la aceptación <strong>de</strong> Turquía en la Unión Europea, pero lo consi<strong>de</strong>ra<br />
un paso impensable «mientras Turquía no les ruegue perdón<br />
a los <strong>armenios</strong>». 10 El concurso en las escuelas, pon<strong>de</strong>rado por el<br />
Ministerio <strong>de</strong> Educación turco, acerca <strong>de</strong> la supuesta insostenibilidad<br />
<strong>de</strong> los reclamos <strong>armenios</strong> por <strong>una</strong> corrección en los datos<br />
históricos, suena especialmente cínico en este contexto, y apenas<br />
permite <strong>una</strong> correlación con los proyectos <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>l<br />
estado turco. Incluso se insta a escolares <strong>armenios</strong> a negar la masacre<br />
<strong>de</strong> sus antepasados. «¡Dejen en paz a nuestros niños!» <strong>de</strong>cía<br />
el airado titular <strong>de</strong>l redactor Hrant Dink, <strong>de</strong>l periódico Agos <strong>de</strong><br />
Estambul.<br />
Hrant Dink fue muerto a tiros en <strong>una</strong> soleada mañana, el 19 <strong>de</strong><br />
enero <strong>de</strong> 2007, por un ultra – nacionalista <strong>de</strong> diecisiete años frente<br />
a su oficina <strong>de</strong> Estambul. ¿Quién se beneficia?<br />
Fue con<strong>de</strong>nado a muerte porque había reclamado el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>cir abiertamente lo que pensaba: que los turcos y los <strong>armenios</strong><br />
<strong>de</strong>ben aceptarse como hermanos en vez <strong>de</strong> adversarios, y que las<br />
heridas no se pue<strong>de</strong>n curar sin un honesto respeto el uno por el<br />
otro. A sus ojos, aceptar esto <strong>de</strong>bía involucrar el reconocimiento<br />
<strong>de</strong>l pasado, usando los términos apropiados para los eventos y<br />
confrontando también cualquier tipo <strong>de</strong> culpa por la cual fueran<br />
responsables los <strong>armenios</strong>. Una posición tan in<strong>de</strong>pendiente no les<br />
gustaba a todos, y poca gente salió a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rlo hasta que fue<br />
asesinado – la notable excepción fue el Premio Nobel <strong>de</strong> Literatura<br />
Orhan Pamuk – .<br />
Fue procesado cuatro veces bajo el infame artículo 301 <strong>de</strong>l código<br />
penal por haber supuestamente insultado la i<strong>de</strong>ntidad turca.<br />
¿Pero en qué lugar <strong>de</strong> ese artículo dice que la gente que lucha por<br />
la libertad <strong>de</strong> palabra y por el diálogo están insultando la i<strong>de</strong>ntidad<br />
turca? Varios gobiernos amigos <strong>de</strong> Europa están <strong>de</strong>mandando<br />
al <strong>de</strong> Ankara la abolición <strong>de</strong>l disputado artículo, pero no está claro<br />
10 v. «Die Grenzen Europas», [Las fronteras <strong>de</strong> Europa], entrevista <strong>de</strong> Joachim<br />
Fritz Vannahme, Die Zeit, Nº 50 <strong>de</strong>l 7/XII/2000.
<strong>Los</strong> <strong>armenios</strong> | <strong>Retratos</strong> <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>esperanza</strong> 15<br />
lo que vaya a ocurrir. La po<strong>de</strong>rosa reacción a la muerte <strong>de</strong> Dink<br />
ha <strong>de</strong>jado algo en claro: la grieta se ha ahondado en la sociedad<br />
turca entre aquellos que se i<strong>de</strong>ntifican con los valores europeos y<br />
aquellos que aun se aferran al viejo mol<strong>de</strong> nacionalista que excluye<br />
a las minorías no – turcas.<br />
Existe <strong>una</strong> can<strong>de</strong>nte pregunta abierta, respecto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo <strong>de</strong><br />
admisión <strong>de</strong> Turquía a la UE, en cuanto a la postura alemana<br />
al Genocidio Armenio. A diferencia <strong>de</strong> Francia y otros estados,<br />
la política alemana se ha mantenido siempre en rehusar emitir<br />
opinión sobre el tema, <strong>de</strong>bido en gran parte al gran número <strong>de</strong><br />
trabajadores temporarios e inmigrantes turcos en nuestro país.<br />
Prima facie parecería haber influido la ubicación estratégica <strong>de</strong><br />
Turquía, miembro <strong>de</strong> la OTAN, y las estrechas relaciones comerciales<br />
existentes, sobre todo al estar Turquía siempre dispuesta a<br />
imponer sanciones. No obstante, en el fondo existe otro motivo<br />
por el que Alemania se resiste a mirar <strong>de</strong> frente su papel en el<br />
Genocidio Armenio: la responsabilidad por el Holocausto y el temor<br />
<strong>de</strong> que el ocuparse <strong>de</strong> otros genocidios podría interpretarse<br />
como intento <strong>de</strong> relativizar los crímenes <strong>de</strong>l nacionalsocialismo,<br />
llevó durante mucho tiempo a <strong>una</strong> gran reserva. La oposición a<br />
discutir públicamente el tema llega al mismo núcleo <strong>de</strong> la ciencia<br />
histórica. No obstante, el estado imperial alemán fue el que tuvo<br />
mayor información sobre el sufrimiento <strong>de</strong> los <strong>armenios</strong>, y las<br />
observó con indiferencia. La culpabilidad moral <strong>de</strong> no actuar en<br />
vista <strong>de</strong> los hechos se amplía con la activa colaboración <strong>de</strong> militares<br />
alemanes, responsables <strong>de</strong>l ejército otomano. Fue el teólogo<br />
alemán, Johannes Lepsius, oriundo <strong>de</strong> Potsdam quien, encomendado<br />
por el gobierno <strong>de</strong> ese entonces a compendiar los informes<br />
consulares sobre los sucesos – y pese a la censura existente – <strong>de</strong>jó<br />
<strong>una</strong> fuente <strong>de</strong> información esencial para los investigadores. 11 Fue<br />
el soldado sanitario alemán Armin T. Wegner quien, como testigo<br />
ocular, tomó fotografías <strong>de</strong> las marchas <strong>de</strong> la muerte y <strong>de</strong> ese<br />
modo creó material documental <strong>de</strong>cisivo. 12 Fue el austríaco judío<br />
11 Véase la pág. <strong>de</strong> Red confeccionada por Wolfgang y Sigrid Gust,<br />
con las versiones censurada y no censurada <strong>de</strong> los informes <strong>de</strong> Lepsius:<br />
www.armenoci<strong>de</strong>.<strong>de</strong><br />
12 Véase al respecto Martin Tamcke: Zum Beieinan<strong>de</strong>r von Shoah und Völkermord<br />
an <strong>de</strong>n Armeniern bei Armin T. Wegner, en Kieser Schaller, a.a.O.,<br />
p. 481-500.
16 Huberta von Voss<br />
Franz Werfel quien escribió, en vísperas <strong>de</strong> la Shoa la novela nacional<br />
<strong>de</strong> los <strong>armenios</strong>. <strong>Los</strong> nombres Lepsius, Wegner, y Werfel<br />
están grabados en la historia armenia. Sin embargo, pese a que<br />
existen importantes colecciones <strong>de</strong> documentos conservadas en los<br />
archivos <strong>de</strong> la Ministerio <strong>de</strong> Asuntos Externos, y pese a que esas<br />
fuentes están a disposición <strong>de</strong> los investigadores, hasta ahora son<br />
contados los científicos alemanes que se han ocupado <strong>de</strong>l tema.<br />
¿Cuál es el motivo? Es <strong>una</strong> pregunta sencilla a la que, tal vez, no<br />
exista <strong>una</strong> respuesta igualmente sencilla. ¿Elegimos leer la novela<br />
épica <strong>de</strong> Franz Werfel, <strong>Los</strong> cuarenta días <strong>de</strong>l Musa Dagh, 13 y luego<br />
<strong>de</strong>jar <strong>de</strong> lado el tema como material meramente literario? ¿O, por<br />
el contrario, no sería hora ya <strong>de</strong> que los alemanes nos ocupemos <strong>de</strong><br />
nuestro papel en los acontecimientos <strong>de</strong> 1915/1916? El creciente<br />
interés <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> información y el público alemanes por el<br />
Genocidio Armenio <strong>de</strong>muestra que hemos llegado en 2005 a un<br />
momento <strong>de</strong> cambio con motivo <strong>de</strong>l 90 aniversario <strong>de</strong>l Genocidio.<br />
El polémico <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> la reciente moción <strong>de</strong>l parlamento alemán,<br />
en que se le insta a Turquía a hacerse cargo <strong>de</strong> su pasado, ha sido<br />
muy valioso en ese sentido. Esperemos que el tema también pase<br />
a ser parte <strong>de</strong>l programa educativo en colegios y universida<strong>de</strong>s.<br />
Muchos <strong>armenios</strong> <strong>de</strong> la diáspora nunca estuvieron en la tierra<br />
<strong>de</strong> sus antepasados, y no son pocos los que la visitan y vuelven<br />
<strong>de</strong>cepcionados. La república soviética ha <strong>de</strong>jado sus rastros en la<br />
mentalidad <strong>de</strong> la gente. Corrupción, negociados, y pobreza son las<br />
realida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> todos los días. Sin embargo todo armenio, sin importar<br />
dón<strong>de</strong> esté, comparte la añoranza por un lugar propio. William<br />
Saroyan, el escritor estadouni<strong>de</strong>nse – armenio mejor conocido, ha<br />
contado <strong>una</strong> maravillosa historia sobre esta actitud en su libro My<br />
Name Is Aram (N. York, 1944). Trata <strong>de</strong> su tío Melik, «acaso uno<br />
<strong>de</strong> los peores granjeros que jamás hubo», y su intento, en medio<br />
<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto al pie <strong>de</strong> la cordillera <strong>de</strong> Sierra Nevada, <strong>de</strong> establecer<br />
<strong>una</strong> plantación <strong>de</strong> granados. «Era <strong>de</strong>masiado soñador, y más<br />
poeta <strong>de</strong> lo que le convenía. Lo que quería era belleza. La quería<br />
plantar y verla crecer». El tío planta setecientos costosos arbolitos<br />
<strong>de</strong> la mejor calidad, <strong>de</strong> las que casi la totalidad murió. También<br />
durazneros, moreras, y damascos estaban <strong>de</strong>stinados a florecer en<br />
el <strong>de</strong>sierto. Cuando piensa en éstos últimos, se le hace agua la<br />
13 Buenos Aires, <strong>Los</strong>ada, 2004.
<strong>Los</strong> <strong>armenios</strong> | <strong>Retratos</strong> <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>esperanza</strong> 17<br />
boca: «Un árbol que conocí bien en mi antigua tierra», recuerda,<br />
porque el damasco – en latín prunus armeníaca – proviene <strong>de</strong> ahí.<br />
Y <strong>de</strong> eso se trata: el pasado <strong>de</strong>be volver a aparecérsele frente a<br />
los ojos como <strong>una</strong> Fata Morgana en el <strong>de</strong>sierto: ese espacio baldío<br />
apropiado para soñar. Debe volver a florecer. Tras años <strong>de</strong> esfuerzos<br />
son cosechados los primeros 200 magros frutos. Tío Melik los<br />
envía a un mayorista en Chicago. Como no recibe ning<strong>una</strong> contestación,<br />
hace un costoso llamado <strong>de</strong> larga distancia. El comerciante<br />
sólo quiere pagarle un dólar por cajón. Melik exige 5 dólares. Pero<br />
el comerciante le dice que no: sus clientes no conocían la fruta y<br />
él mismo no la encontraba particularmente sabrosa. «Está loco»,<br />
gritó el tío Melik, y así recibió <strong>de</strong> vuelta las once cajas <strong>de</strong> fruta y<br />
pagó $17 por el llamado. Ahí se termina el sueño. Unos años más<br />
tar<strong>de</strong>, cuando tío y sobrino recorren el marchito plantío <strong>de</strong>l que,<br />
ya hace mucho, los cactos han recobrado el dominio natural, se<br />
quedan callados. «No dijimos nada, porque había tanto que <strong>de</strong>cir,<br />
y ningún idioma en que podía expresarse». 14<br />
<strong>Retratos</strong> <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>esperanza</strong> cuenta sobre muchos intentos <strong>de</strong><br />
comenzar <strong>de</strong> nuevo, <strong>de</strong> búsquedas <strong>de</strong> un idioma nuevo, <strong>de</strong> rastrear<br />
la continuidad en <strong>una</strong> historia nacional llena <strong>de</strong> roturas, sobre<br />
el silencio <strong>de</strong> los sobrevivientes y la inseguridad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>scendientes.<br />
Son historias vistas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy distintas perspectivas. Lo<br />
que tienen en común es la búsqueda <strong>de</strong>l significado <strong>de</strong> Armenia,<br />
Haiastán.<br />
Huberta von Voss<br />
Berlín, febrero <strong>de</strong> 2007<br />
14 William Saroyan, My Name Is Aram, N. York, 1944. pp. 35-55.