TIENE RAZON

Nunca alcanza. No alcanza con decir que son
bellos y altos. También hay que decirles
que son rubios. Y, en ese caso, faltará agregar
inteligentes. Nunca alcanza.
–Brindemos, Bernardo, esta elección se la
ganamos a los medios –decía Carlos Menem,
copa de champaña en mano, en Tiempo Nuevo.
Alfonsín, Menem, De la Rúa, todos, con
distinto estilo y en distinta medida, vivieron a
los empujones con los medios. Todos tuvieron,
también, sus picos de sesenta por ciento de
popularidad y todos se sintieron alguna vez
víctimas de un complot. El obsesivo interés de
los gobiernos por la imagen fue en detrimento
de los hechos (importa lo que se ve, no lo que
sucede en realidad) y generó, en alguna prensa,
la instalación de mecanismos extorsivos: así
vimos crecer, en estos años, de cronistas a
dueños de multimedios a “empresarios” del
sector del apriete que instalaron la lógica
de cobrar para callar o cobrar para hablar.
Cobrar, en cualquier caso. La cooptación de los
medios por parte del dinero negro de la política
desplazó, incluso, la agenda de programación: el
canal mas visto pasó a ser el que, directamente,
no tenía noticiero. ¿Para qué pelearse? ¿Para
qué dar noticias?
nota de tapa critica de la argentina
Sábado 5 de abril de 2008 5
las coberturas de los medios
prohibido dar buenas noticias”
De corazón. Cristina Kirchner utilizó el atril para cargar contra las empresas periodísticas. “También pasan cosas buenas en la República Argentina”, dijo.
INADI, María José Lubertino.
Después del encuentro y en un
acto dedicado a un plan de viviendas
para 32 municipios bonaerenses,
la Presidenta utilizó
el atril para cargar contra los
medios y festejar el documento
de la UBA.
“Yo creo que los argentinos
tenemos que reflexionar sobre
quiénes son los titulares de la libertad
de prensa: si son las grandes
empresas de comunicación
o es el ciudadano y la ciudadana
de a pie, como me gusta decir”,
reclamó Fernández de Kirchner.
El ex chofer de la familia presidencial
Ruddy Ulloa Igor es pro-
Opinión
JORGE LAnATA
pietario en Río Gallegos de la FM
del Carmen, El Periódico Austral
y Canal 2. El multimedios K se
encarga de defender a diario al
gobierno nacional. En Buenos
“¿Quiénes son los titulares
de la libertad de prensa e
información: las empresas
o los ciudadanos?”
Aires, los medios de Daniel Hadad,
el canal de televisión C5N,
las radios Mega y 10 y la página
web Infobae.com, reproducen
sin fisuras el discurso oficial.
La semana pasada, en tres
de los discursos que ofreció
para apagar el incendio agropecuario,
la Presidenta dedicó
cuestionamientos a la prensa.
El martes, en la Plaza de Mayo,
dijo que del mismo modo que
en los 70 el campo se apoyó en
los tanques para dar un golpe de
Estado ahora se vale de “generales
multimediáticos que además
de apoyar el lock out al pueblo
han hecho lock out a la información”.
Pero el discurso de ayer tuvo
una novedad: fue el primero que
Fernández dedicó enteramente
a denostar al periodismo. Inclu-
Nunca alcanza
El mismo temor eliminó los programas
políticos de la televisión abierta y los amontonó
en el cable, donde debaten en torno a una mesa
negra con un helecho mal iluminado.
–¿Por qué no volvés? –pregunta la gente, en
su inmensa ingenuidad. Creen que no se vuelve
porque no se quiere.
Pero tampoco alcanza. Nunca alcanza.
¿Alguien sensato podría creer que la pelea
momentánea entre el Gobierno y Clarín
obedece a la cobertura del paro agropecuario?
¿A una cuestión de competencia de planos en
el aire? ¿Quién estuvo más en pantalla, cómo
se lo tituló, por qué pusieron “paro histórico”?
¿Alguien podría creer que despertaron a las dos
de la mañana al dueño de un canal de noticias
para insultarlo por haber puesto cámaras en los
cacerolazos?
Nunca, en toda mi carrera, vi esta obsesión
de un gobierno por los medios. Tengo 47 años y
trabajo desde los 14. A excepción hecha, claro,
de la dictadura.
Los ministros conocen el nombre exacto de
los cronistas que, a veces, ni los propios jefes
de redacción recuerdan. Guardan sus recortes
y los increpan por teléfono. La presidenta o
el presidente, o ambos, llaman con nombre y
dieGo leVY
so se quejó de que “ningún medio
de comunicación” transmitió
la conferencia de prensa que
brindaron Albistur, Mariotto,
Schuster y Lubertino luego de la
reunión con ella. Sorprendió el
enojo: ni ella ni el ex presidente
Kirchner ofrecieron una sola
conferencia de prensa en cinco
años de gestión.
“Se ha hablado mucho de calidad
institucional en la Argentina,
pero tal vez quienes más
la reclaman o la editorializan
son los que menos la practican”,
avanzó la jefa de Estado. Hace
dos años, cuando Fernández
ocupaba una banca en el Sena-
TEXTUALES
v “Tenemos que reflexionar
sobre quiénes son los
titulares del derecho de la
libertad de información; si
son las grandes empresas
o es el ciudadano y la
ciudadana de a pie.”
v “Espero que podamos
gozar de la libertad de
información, de la que
tiene un relato diferente al
que quiere instalarse que
es el relato de que a los
argentinos nos va todo mal.”
v “No significa que los medios
deban describir paraísos,
porque los paraísos no
existen en la tierra”
v “Aquellos que tienen la
inmensa responsabilidad
de informar, son los que
también nos deben la
calidad institucional y
democrática que han
reclamado desde siempre.”
do, también se “habló mucho de
calidad institucional”. El debate
más encendido lo protagonizó
ella cuando defendió a los gritos
la sanción de una ley que restringió
las facultades constitucionales
del Congreso y le otorgó
al jefe de Gabinete superpoderes
para modificar el Presupuesto.
Ese día de debate institucional
tampoco faltaron las críticas a la
prensa. La otrora senadora dijo
que era víctima de la censura:
“Somos censurados por los periodistas
que publican la parte
de los discursos que sirven a la
realidad que ellos construyen
y crean”. l
apellido a columnistas con los que discuten en
público. Todavía no sucedió que D’Elía saliera a
pegarle a alguno. La gran mayoría de los medios
nacionales y locales reciben una extorsiva pauta
oficial que el Gobierno se encarga de recordarles
ante la menor disidencia. Pero tampoco alcanza.
La gente lo sabe, lo ve, y se calla. No advierte
que cuando se sale a defender la libertad de
prensa, en general, ya es tarde. El daño ya se
produjo. El que no está de acuerdo es un traidor
o –como se dijo durante la guerra gaucha– un
golpista. Cuando los gobiernos se pelean con
los medios se están peleando, en
verdad, con el espejo. No les
gusta lo que se ve de ellos
mismos. Y deciden romper
el espejo. Creen que
así se dejará de
verlos.