Adiós César - Centro de Datos del Cabildo de Lanzarote

l
CENTRO
te en el tajo que separa la vida de la
Antonio Puente
muerte; si contribuye al agua ~nhóspita
quc media entre el esfuerzo creattvo y
la sedimcntacióii de su reconocimiento. '
Mientras prefiero no crecr. de moinrnto,
en contubernios y coaplos pologicos,
lo cierio es que a incdida que pa-
!L eche negra del alba cevcrbera
san los dias sin Manrique, la pregimta ,
el verso de Celan. qiic era un poeia
dcsazonanie es e1 grado de resistencia
simbolisia porque nunca estuvo en
que ofrecer6 esta pez el tan endeniico
Lanzaroie, ni leyó a Espinosa, ni rin-
como nutrido inonstruo de la amncsia,
dio turística plcilesia al ~angrejc tuerto
las farnosas tragaderas oceániws de
que reina pero no gobierna a los can-
nuestra discola psicoló~ica sociai. Ojalá
grejos ciegos de los Jaineos del Ayua.
que sólo sea una nietafora de ~ircuns-
Leclie ncgra del alba, en el inmenso
rancia ruiiebre, y no sc vuelva perversatazón
del alba, en el inmenso tazon dc
mente una literalidad, esa recurrente
lava, la que se ordeña en los przoecs
imagen consueiudinaria de que al fin,
calcinados de los cráteres, o Iz que
ha rcgresado Manrique a la lava de la
mana inopinada de las ubres de la ca-
que proccdia ... ; o los comcntarins aplabra
conejera que Manrlque asumib
cantes y miligadores sobre la proycccomo
pariente. En su incapacidad con-
cion de su obra, que de uii modo, como
génita para distinguir lo analogico de
siempre, acritico y en voz baja, he wu- I
lo digiial, y el corazón de las piedras de
chado por ahí. Ignoro todavía la honlas
liiificaciones animadas (de ern tara
dura del calado en la conciencia mas o
1 nació Taro). Mannque nunca supo di-
inerios públicü de que acaba de faliwx
lercnciar el ronroneo de los vier.tiz:
en Lanzarote uno de los creadoies caempolvados
de las cabras. donde de
narios de mayor abarcamiento univrrniño
pegaba la oreja para escucha-lcs
sal real -no el otro. retórico -, de los
el nacimiento de la leche, de la rumu-
que cabrian en una mano con 1-antos
roloeia de los volcanes aoaeados.
dedos como siglos de historia; y quc se
Nada como un volcan CoBcentra la
trata ademis del primero de ellos que lo
amenaza de la inminencia de la cates-
obtiene desde su residencia en las islas.
trofe aue es exactamente como define
1 / 1
Para ello, hubo de autosufragarse ea
Rjlke ia belleza. Un volciin sin cru?
todos los sentidos. Lo mismo que el
cion es un horizonte infinitamente rnas
'camello conejero se alimenta de su proespecular
aun ~ U el P mar. Por su sc-
pia giba, él hubo de quitarse tienipo de
quedad translúcida, por su "ex inmi-
su condición de hombre sin tienipo en
nencia" perpetua, y constituir en 5iiite-
una autoproni~ión adversa. Qu6 duda
sis pn mar por tierra, es un Ilu~do
cabe que Mannque pudo haberse consilimitado
para el imaginario iin cartel psra César. Madrid 19139.
tmido su Taro de Tahiche en La Mora- I
Uno ahí, er. niiiad de ese negro al- 1
leja o en Nueva Jersey, y que si hubiese
bor, en esa brutal coniraposic!Cii de ' una a;:si:dad de nutua traducción siii cx:rañiln!ien!o, si ni :;iquiera una ex- sido hijo de una irás formal comunidad
solar-lunitko. puede tener la opci611 1 tiey.
tcnsibi; uiii.,crs?l, saivari algiin dia al tustónca, no hubiera tenido que abandel
autocontrol, como un irnpasil3le ca- ualq11.era que eche un visiazo a sus i:anario dci i>oIbirreo y la timidez, dc la donar para las gestiones terrenales, so '
mello de Montaña del Fuego, nlimcn- I niiiltiplss fotografías de autoculto. o inseg~riddd v el auiismo caracterioló- propio estudio. Estas renexiories vienen I
tándosc de su propia giba, o bien pie- pueda cvocnrlo en las comparecencias, gicos, de: solipsismo y, en fin. del en- a cuento de la lechería de Celar.: no 1
de creerse iiii millonano de picbn y / vrri rse desasosiego de un hmbrc sin Jimico "ni;. niiiismo" burbujeante. Y empezar a consumir ahora en envases
volverse loco -como he leido en un tiempo. en cuyos ojos se lee que la vida no lo digo ahora por Mannque. -de de plásiico biodegradables leche negra 1
encomiable informe de la revisla lan- esi e:: otra par:c. En Haría r en Ye- quicn siemprc rne causó una perpleja del alba; "la bebemos de dialla bebecelor
que sc trata de la isls con tiia).dr kin, en Nueva York o en Madiid adri1:racióii precisamente el contraste mos de noche", prosiguió aquel centro- l
india de patologias del Arr-nipiela- -don+ aún aviado en los inviernos cnlre sus lrutos artislicos y la incons- europeo poeta suicida.
go-. Paralelamente, eii el terreno del con Mandas basta las cejas parecía un ciencia discursiva de su propuesta. algo Pero como nosotros lambién tene- 1
arte. cabe una digna conrriitracion dir- bereber 2cscalzo-, parece mostrarse muy .. frecucntc.
.
por otra parte, entre los mos poetas, sirva este amargo epitafio !
cursiva sobre un fragmento, o bicn un ,ávido por reingrerarsc en su birbaja ~!~S:ILCP ger,ia!oides de este pais-; qiie para mi engloba la canariedad
panteismo arrebatado y sin dcscanso. de lava, qiic es la versión soiádica y íii:o que me rcíicro, por el contrario, a contemporánea, este hermoso diag-
, hasta colocar en todos lados el epimn- cana:ia de la torre de marfil. la capr.cidacJ de rccepcion y de inscr- nóstico criptico de nuestro don Pedro
tro. Manrique. que no agrego ningun Minrlouc hablaba con una aliicina- cih "reali:sW cri la sociedad canaria del de Góngora (el insuficicntemen:e va- /
1 arte 21 ser. sino que maytuiicamentc 1 -:on rui;ibona y un desparpajo inge- arti;ta. ivic prcgunio, con cierto extra- lorado Perdomo Acedo), que ójala
i -incluso con "cesirca" - , Iibcrij a1 iiuista. y un acelere dc pastiiln ecc!ógi- fiamir;tiu, si la fragmcniacion interin- Manrique consiga post-niortem des- !
i que es, pertenecia a esa segunda Grirpe ca, que er. ocasiobics mitigaba su sular -1:uyo "plc:to" supo saltarse be- bloquear como lo intentó en vida: 1
I de desasosiego, con una mano uesta di~ccrso, ias verd;idcs deontologicas !;srncn'e Mannqul: como nadie, a base "A su amor niega segundo naci- /
1 en las iconografias analógicas bi otr~ rriin? pufios que decia, camo si fueses de endiablada familiaridad y destreza. miento
en las abstracciones analógicas y la c.1 vagid:, balbuceante de un niiio-bur- udemas de quicn ainuebls su propia cl inar de lodo en las consignala- 1
otra en las abstracciones siniéticas, en buja. Y uno se preguntd, con cierto
olcoba - , influye tanibién funcstamen- rias". l