San Pío de Pietrelcina estigmatizado del Siglo XXI - Autores Catolicos
San Pío de Pietrelcina estigmatizado del Siglo XXI - Autores Catolicos
San Pío de Pietrelcina estigmatizado del Siglo XXI - Autores Catolicos
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
le he reprendido sus vicios y pecados, exhortándolo a convertirse. Después ha<br />
venido a verme aquí 86 .<br />
El padre Tarsicio Zullo certifica que vio dos veces al padre <strong>Pío</strong> en<br />
bilocación, estando predicando en Pozzuoli en 1954 y estando en Palestina en<br />
1956. El mismo padre <strong>Pío</strong> se lo confirmó 87 .<br />
Alfredo Viola, obispo <strong>de</strong> Salto, en Uruguay, manifestó: En 1937 monseñor<br />
Fernando Damiani se encontraba enfermo <strong>de</strong>l corazón y llegó a san Giovanni<br />
Rotondo con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> morir junto al padre <strong>Pío</strong>. De hecho, estando en el<br />
convento le dio un ataque, que durante dos horas lo puso al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l sepulcro.<br />
Llamaron al padre <strong>Pío</strong> y llegó cuando ya había pasado el peligro y, como<br />
monseñor le reprendió por no haber venido antes, el padre <strong>Pío</strong>, sonriendo, le<br />
dijo:<br />
- Sabía que no morirías y, por eso, he continuado confesando.<br />
Cuando mejoró, el padre <strong>Pío</strong> le recomendó que regresara a su diócesis en<br />
Uruguay y continuase trabajando, ya que, cuando estuviera para morir, él<br />
personalmente se preocuparía <strong>de</strong> que estuviera bien asistido espiritualmente.<br />
En setiembre <strong>de</strong> 1941 yo celebré un Congreso <strong>de</strong> vocaciones con motivo<br />
<strong>de</strong> mis 25 años <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nación sacerdotal. La noche <strong>de</strong>l 11 al 12 <strong>de</strong> setiembre,<br />
monseñor Damiani tuvo un ataque al corazón. Monseñor Barbieri, que estaba <strong>de</strong><br />
huésped, fue <strong>de</strong>spertado con fuertes golpes en su habitación <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
medianoche. Abrió la puerta y oyó una voz que le <strong>de</strong>cía:<br />
- Monseñor Damiani se muere, vaya a asistirlo.<br />
En la penumbra vio la sombra <strong>de</strong> un capuchino. Corrió a la habitación <strong>de</strong><br />
monseñor Damiani y lo encontró agonizante y con un papel en el que había<br />
escrito: “Padre <strong>Pío</strong>. <strong>San</strong> Giovanni Rotondo. Los espasmos continuos <strong>de</strong>l corazón<br />
me aniquilan”. Damiani recibió la unción <strong>de</strong> los enfermos, estando aún en plena<br />
conciencia, y a la media hora falleció, asistido por cuatro obispos y seis<br />
sacerdotes, que habían venido al Congreso 88 .<br />
El padre Nazareno escribió: Una tar<strong>de</strong> fui junto con el padre <strong>Pío</strong> a visitar<br />
a una terciaria enferma (Raffaelina Cerase). Le di la absolución “in articulo<br />
86 Castelli Francesco, o.c., pp. 218-219.<br />
87 Positio II, p. 630.<br />
88 Positio III/1, p. 814.<br />
44