D ILUSIÓN

-­‐¿Y los besos?
"Supongo que se re5iere a los poemas que me escribió mi
manuelito y no que me esté acusando de falta de
decencia. Esos poemas, titulados Besos son la prueba
más fehaciente de nuestro amor; aquellos que sólo
buscaban mi carne, serían capaces de comerme a besos,
pero mi único amor pide un solo beso. Recuerden sus
versos:
Bésame con el beso de tu boca,
cariñosa amistad del alma mía,
un sólo beso el corazón invoca,
que la dicha de dos... me mataría."
-­‐¿Y en que lugar escondidos están, muertos o
dormidos, los besos que no se dan?
“Confundieron sus lágrimas, sus besos,
y se apartaron.. sin decirse adiós”
¿Quién no desearía ser la musa que inspiró los
“Besos” de Manuel M Flores?
En 5 besos, el vate trae a nosotros la experiencia
amorosa, iniciando por el florecimiento y el
esplendor del amor, para culminar con el ocaso
de éste.
"Son pocos los besos que se consuman, la mayoría
existe únicamente en el deseo. Besos muertos o
imposibles inundan todo mi ser, es otra diferencia de la
vejez y juventud; en esta última los besos laten en la piel,
como un cosquilleo casi hiriente. ¿Pero a un viejo qué le
queda? Los besos se apagan poco a poco, mueren, pero
nunca se alejan, como un recordatorio de lo que no fue."
-­‐¿Por qué los trató tan mal, si sus labios de coral son
los que tenían la llave?
"Deje de insistir, por piedad, que estoy cansada de
justi5icarme. Debí ser poeta para tocarle el alma, pues
parece que es lo que necesita una para ser defendida.
Debí corresponder al pobre y macabro Acuña, por el
Ignacio Ramírez “El Nigromante”
“La admiran los nocturnos luminares
Le sonríen los montes y los mares
Y es un rival del sol”.
bien
de la poesía, dicen muchos, pero a pocos importa el
llamado de mi corazón."
-­‐¿Qué hicieras si en esta noche misma tu luz se
disipara, si se rompiera el prisma, si me muriera yo?
"¡No! No repita esas palabras. Con5ieso que me las dijo
Acuña, pero no con la intención que usted cree, o por lo
menos, mi joven y tonto corazón nunca pensó que
fueran ciertas; si de algo he pecado yo, es de inocencia,
pero nunca de frialdad."
-­‐¿Ves los copos de la nieve?
"No es usted tan ingenioso como cree, no es el primero
en insinuar que soy como la reina de las nieves; ¿sabe
cuál fue el mejor insulto? Cuando un joven poeta me
comparó con Violetta, la de La Traviata, ofensa muy
creativa ¿no cree? Por varios días no pude quitármelo de
la cabeza, hasta que comprendí que acabaría como ella,
renunciando al amor y sola, muy sola", concluyó.
“Rosario, a nadie
perdoné yo nunca lo que
perdono yo a Vd.; a
nadie he querido yo
tanto, como quisiera yo
querer a Vd.”
José Martí