CUENTOS TERCER CICLO - CPR de Mérida
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Alberto le preguntó a Fina que si podía trabajar para ganar el dinero para comprar el caballo,<br />
Fina le dijo que no, que su papá no querría, Alberto pensó que lo podía hacer sin que su<br />
padre se enterara, y finalmente su abuela aceptó.<br />
Entonces el niño comenzó a trabajar y en poco tiempo consiguió el dinero. Cuando estaban<br />
cenando, le dijo a su padre: -Yo he conseguido el dinero para comprar a Feliz, mañana<br />
podríamos ir a comprarlo. Su papá le dijo que le acompañaría encantado, que estaba muy<br />
orgulloso <strong>de</strong> él por haber trabajado para ganarse lo que tanto <strong>de</strong>seaba.<br />
Al día siguiente fue a por el caballo, y se lo dieron.<br />
Se fue a su casa montado en él, porque nada más montarse supo cabalgarlo.<br />
Todos los días por la tar<strong>de</strong>, daba gran<strong>de</strong>s paseos con Feliz: su caballo.<br />
Un día participaron en una carrera y ganaron. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.<br />
Triana Arias Abelaira<br />
33. EL CABALLO Y EL HADA MÁGICA<br />
Había una vez un bosque mágico, allí vivían muchísimas hadas mágicas. Siempre iban a<br />
recoger comida al lago <strong>de</strong> hojas dulces. Bol<strong>de</strong>, un hada mágica, se fue mucho más lejos <strong>de</strong>l<br />
lago, se encontró huellas <strong>de</strong> caballo y se asustó mucho porque los caballos son muchísimo<br />
más gran<strong>de</strong>s que las hadas. Al final encontró al caballo, ¿sabéis como era? Pues era blanco<br />
y su pelo rizado y brillante, se llamaba Feria. Bol<strong>de</strong> se montó y se la llevó a la plaza <strong>de</strong>l<br />
Encuentro. Allí le dijo:<br />
-¡Hola! soy Bol<strong>de</strong>, un hada mágica, te llevaré hasta mi grupo <strong>de</strong> hadas. Sígueme.<br />
Pero cuando llegó el caballo no estaba y se puso muy triste y las <strong>de</strong>más hadas se rieron<br />
porque parecía que estaba loca. Bol<strong>de</strong> se fue a llorar al árbol <strong>de</strong> los llorones.<br />
De pronto el caballo relinchó y ella se puso muy feliz.<br />
Natalia Porrino Ordóñez<br />
34. LA NIÑA Y EL CABALLO<br />
Érase un vez una niña que vivía en Madrid, se llamaba Rocío.<br />
Un día Rocío le preguntó a su madre:<br />
-¿Mamá me compras un caballo?<br />
Su madre se lo compró, era blanco con una mancha negra en la frente. Roció le puso <strong>de</strong><br />
nombre Blanco. A Blanco le gustaban las zanahorias. Todos los días Rocío iba al establo y<br />
le daba una buena ración <strong>de</strong> zanahorias. Pero un día no fue y no pudo ver que la puerta no<br />
estaba bien cerrada, Blanco la empujó con su cabeza y la puerta se abrió, se escapó. Más<br />
tar<strong>de</strong> encontró un huerto con zanahorias, comió y comió hasta quedarse dormido.<br />
Cuando su amiga vio que no estaba Blanco se puso muy triste, le preguntó a su madre:<br />
- ¿Mamá has visto a Blanco?<br />
- No, no lo he visto, respondió<br />
- Papá ¿has visto a Blanco?.<br />
- No, pero pue<strong>de</strong>s mirar en los huertos cercanos.<br />
Rocío fue por todos los huertos y al final se lo encontró dormido, lo acarició durante tanto<br />
tiempo que también ella se quedó dormida.<br />
Cuando se <strong>de</strong>spertaron se pusieron muy contentos y juntos se fueron tranquilamente a casa.<br />
Paula Correa Cor<strong>de</strong>ro