CUENTOS TERCER CICLO - CPR de Mérida
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Martín Parejo<br />
6. LA BRUJA Y EL PRÍNCIPE<br />
En un reino muy lejano, vivía un príncipe en un castillo muy, muy gran<strong>de</strong>. El príncipe se<br />
llamaba Engelbert era muy guapo, obediente, valiente, etc.<br />
Un día el príncipe y los reyes salieron al precioso campo ver<strong>de</strong> que había alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l<br />
castillo; estaban observando la preciosa naturaleza que les ro<strong>de</strong>aba, hasta que un día todo,<br />
absolutamente todo, se volvió siniestro y oscuro, era la bruja malvada, nadie sabía su<br />
nombre y encima era impronunciable, solo ella podía pronunciarlo.<br />
Cuando todo se había vuelto siniestro la voz terrorífica <strong>de</strong> la bruja le dijo:<br />
- ¡Príncipe Engelbert! ¡Yo te maldigo para siempre! Ja, ja, ja, ja.<br />
Y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese momento empezaron a ocurrir muchas cosas buenas para los reyes, pero malas<br />
para el príncipe: cuando salía <strong>de</strong>l castillo llovía y cuando no salía hacía mucho sol, todas sus<br />
cosas se rompían y sus mascotas se morían.<br />
Pero en cambio a los reyes les pasaba lo mejor: como ese reino estaba en guerra con otro, el<br />
otro reino se rindió y se quedaron con todas sus tierras y fueron más po<strong>de</strong>rosos <strong>de</strong> lo que<br />
ningún otro reino lo había sido antes.<br />
Sin embargo, a pesar <strong>de</strong> la era <strong>de</strong> prosperidad que estaba viviendo el reino, las cosas para el<br />
príncipe no iban tan bien. Hacía poco tiempo que había escrito una carta a su fiel amigo<br />
Legna, pidiéndole consejo porque siempre había confiado en él, pero la carta regresó a él<br />
con una nota que <strong>de</strong>cía:<br />
“Estimado príncipe, lamento comunicarle que su amigo falleció hace dos días, <strong>de</strong>bido a una<br />
herida mortal que sufrió cuando estábamos llevando a cabo la conquista <strong>de</strong> la ciudad<br />
llamada Kial. Lamentamos su muerte ya que era un gran general y también un gran<br />
hombre.”<br />
Cuando el príncipe leyó esto se entristeció enormemente y ya no sabía a quien pedirle<br />
consejo para su problema, así que <strong>de</strong>cidió enfrentarse a la bruja y poner fin al hechizo. Abrió<br />
su armario y sacó su armadura y su espada que había sido creada por la misma bruja que iba<br />
a <strong>de</strong>struir. Se puso la armadura y empuñó la espada, y sin <strong>de</strong>spedirse <strong>de</strong> nadie, se montó en<br />
su precioso caballo blanco y partió hacia su <strong>de</strong>stino, pero cuando se marchaba el rey le avisó<br />
<strong>de</strong> que la bruja que le hechizó había muerto haciendo un hechizo, y la leyenda dice que<br />
cuando la bruja muere todos los hechizos que había hecho <strong>de</strong>saparecerían. Y así el príncipe<br />
recuperó su buena suerte para siempre.<br />
Ángel Kashlin Romano Ushap.<br />
7. EL DRAGÓN SIN COLA<br />
Érase una vez un dragón llamado Berto, era un dragón con la cola muy larga y hermosa,<br />
dientudo y algo idiota y presumido. Siempre iba por ahí diciendo que era el dragón más<br />
hermoso <strong>de</strong>l mundo por su bonita cola, y que nadie sería capaz <strong>de</strong> vencerle porque también<br />
su cola era un arma mortífera.<br />
Un día se encontró con un guerrero muy conocido y temido por allí por lo valiente que era,<br />
su nombre era Finley. Berto y Finley lucharon en un combate muy interesante y disputado:<br />
-¡Golpe <strong>de</strong> Berto a Finley con la cola en toda la barriga! ¡Un interesante golpe!<br />
-¡Contraataque <strong>de</strong> Finley!<br />
-¡Ooooh, nooo! ¡Finley le ha cortado la cola a Berto con su famoso makelele!<br />
-¡Berto está sangrando! ¡Se retira, se ha quedado sin cola!