Junio de 2013 Liahona - The Church of Jesus Christ of Latter-day ...
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<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l arrepentimiento” 12 . Ese juicio<br />
también <strong>de</strong>be quedar en las manos <strong>de</strong>l Señor.<br />
Él nos dice: “Yo, el Señor, perdonaré a<br />
quien sea mi voluntad perdonar, mas a vosotros<br />
os es requerido perdonar a todos los<br />
hombres” 13 .<br />
Tal vez no se nos permita enten<strong>de</strong>r completamente<br />
en esta vida lo perdurables que<br />
son los vínculos <strong>de</strong>l sellamiento <strong>de</strong> padres<br />
rectos con sus hijos. Pue<strong>de</strong> que haya más<br />
fuentes <strong>de</strong> ayuda obrando <strong>de</strong> lo que creamos<br />
14 . Creo en la existencia <strong>de</strong> un gran<br />
po<strong>de</strong>r en las familias como lo es la influencia<br />
que nuestros amados antepasados ejercen<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el otro lado <strong>de</strong>l velo.<br />
El presi<strong>de</strong>nte Howard W. Hunter [1907–<br />
1995] observó que “el arrepentimiento no es<br />
sino una añoranza <strong>de</strong>l alma, y la atención<br />
ininterrumpida y atenta <strong>de</strong> un padre es el<br />
ejemplo más claro en la tierra <strong>de</strong>l inagotable<br />
perdón <strong>de</strong> Dios”. ¿No es la familia la analogía<br />
más cercana que el Salvador anheló establecer<br />
a través <strong>de</strong> Su misión? 15 .<br />
Gran parte <strong>de</strong> nuestra preparación como<br />
padres la apren<strong>de</strong>mos <strong>de</strong> nuestros propios<br />
progenitores. El amor que tengo por mi<br />
padre crecía cuando él era paciente, amable<br />
y comprensivo. Cuando estropeé el auto <strong>de</strong><br />
la familia, él se mostró amable e indulgente;<br />
pero sus hijos podían esperar una disciplina<br />
férrea si no <strong>de</strong>cían toda la verdad o si seguían<br />
quebrantando las reglas, y especialmente<br />
si no trataban a su madre con respeto.<br />
Mi padre falleció hace casi medio siglo, pero<br />
aún echo terriblemente <strong>de</strong> menos el po<strong>de</strong>r<br />
acudir a él en busca <strong>de</strong> su sabio y amoroso<br />
consejo. Admito que en ocasiones cuestioné<br />
sus palabras, pero jamás dudé <strong>de</strong> su amor<br />
por mí; jamás quise <strong>de</strong>cepcionarlo.<br />
Un elemento importante para dar lo mejor<br />
<strong>de</strong> nosotros mismos como padres es proporcionar<br />
una disciplina amorosa pero firme. Si<br />
no disciplinamos a nuestros hijos, la sociedad<br />
lo hará <strong>de</strong> una forma <strong>de</strong>sagradable para<br />
nosotros y para ellos. Parte <strong>de</strong> disciplinar a<br />
los hijos consiste en enseñarles a trabajar.<br />
El presi<strong>de</strong>nte Gordon B. Hinckley ha dicho:<br />
“Uno <strong>de</strong> los valores más importantes… es la<br />
virtud <strong>de</strong>l trabajo honrado. El conocimiento<br />
sin trabajo es estéril, mas el conocimiento<br />
con trabajo incrementa el intelecto” 16 .<br />
Las asechanzas <strong>de</strong> Satanás van en aumento<br />
y, <strong>de</strong>bido a ello, la crianza <strong>de</strong> los hijos es<br />
cada vez más difícil. Por tanto, los padres <strong>de</strong>ben<br />
hacer lo mejor posible y utilizar la ayuda<br />
que pue<strong>de</strong>n proporcionar el servicio y la actividad<br />
en la Iglesia. Si los padres obran mal y<br />
se alejan, aunque sea por un tiempo, algunos<br />
<strong>de</strong> sus hijos tal vez se consi<strong>de</strong>ren justificados<br />
en seguir ese ejemplo.<br />
Ahora bien, no hay que olvidar la otra<br />
cara <strong>de</strong> la moneda. Ruego a los hijos que se<br />
hayan distanciado <strong>de</strong> sus padres que vuelvan<br />
a ellos, aun cuando sus padres no hayan<br />
estado a la altura <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>bieron haber<br />
sido. Los hijos que critican a sus padres harían<br />
bien en recordar el consejo <strong>de</strong> Moroni<br />
cuando dijo: “No me con<strong>de</strong>néis por mi imperfección,<br />
ni a mi padre por causa <strong>de</strong> su<br />
imperfección, ni a los que han escrito antes<br />
<strong>de</strong> él; más bien, dad gracias a Dios que os ha<br />
manifestado nuestras imperfecciones, para<br />
Los buenos padres son<br />
aquellos que <strong>de</strong> manera<br />
amorosa, con oración<br />
y diligentemente se<br />
esfuerzan por enseñar<br />
a sus hijos, mediante<br />
el precepto y el ejemplo,<br />
a “orar y a andar<br />
rectamente <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l<br />
Señor”. Eso es verdad<br />
aunque algunos <strong>de</strong> sus<br />
hijos sean <strong>de</strong>sobedientes<br />
o mundanos.<br />
<strong>Junio</strong> <strong>de</strong> <strong>2013</strong> 19