21.07.2013 Views

Junio de 2013 Liahona - The Church of Jesus Christ of Latter-day ...

Junio de 2013 Liahona - The Church of Jesus Christ of Latter-day ...

Junio de 2013 Liahona - The Church of Jesus Christ of Latter-day ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

VOCES DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS<br />

NECESITAMOS ORAR ¡AHORA!<br />

Nuestra familia regresaba <strong>de</strong> un<br />

paseo <strong>de</strong> fin <strong>de</strong> semana en Peace<br />

River, Alberta, Canadá, aproximadamente<br />

cinco horas al norte <strong>de</strong> don<strong>de</strong><br />

vivíamos en Edmonton. La noche ya<br />

había caído en el paisaje <strong>de</strong>l norte y,<br />

aunque el viento con nieve pegaba<br />

salvajemente <strong>de</strong> frente en la ruta, todo<br />

parecía tranquilo y calmo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />

vehículo.<br />

De repente, una luz <strong>de</strong> alerta que<br />

no presagiaba nada bueno apareció en<br />

el tablero. Sólo la había visto en otra<br />

ocasión, hacía muchos años, y ahora<br />

temía por lo que pudiera pasar. Rápidamente<br />

apagué todo lo innecesario<br />

que consumiera energía, pero el motor<br />

pronto se apagó. Sabía que habíamos<br />

viajado varios kilómetros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

última ciudad y que faltaban muchos<br />

más para llegar a la próxima. Ni siquiera<br />

recordaba la última vez que nos<br />

habíamos cruzado con algún vehículo<br />

en cualquiera <strong>de</strong> las dos direcciones.<br />

A medida que <strong>de</strong>sesperadamente<br />

consi<strong>de</strong>rábamos nuestras opciones,<br />

nuestro hijo <strong>de</strong> 11 años, Casson, dijo:<br />

“Necesitamos orar ¡ahora!”. Hacía tres<br />

meses que Casson había quedado<br />

<strong>de</strong>strozado por la pérdida <strong>de</strong> su<br />

hermano menor, que había fallecido<br />

<strong>de</strong> cáncer. ¿Cuántas oraciones había<br />

elevado al cielo mientras se esforzaba<br />

por enten<strong>de</strong>r por qué había perdido a<br />

su único hermano?<br />

Mi esposa y yo no estábamos<br />

seguros <strong>de</strong> cuán plenamente había<br />

entendido nuestra explicación <strong>de</strong><br />

que las oraciones tienen que estar <strong>de</strong><br />

acuerdo con la voluntad <strong>de</strong>l Padre<br />

Celestial y no solamente con nuestros<br />

propios <strong>de</strong>seos. Aún así, nos estaba<br />

mostrando que necesitábamos acudir<br />

al Padre Celestial y seguir teniendo fe<br />

en Él.<br />

No mucho tiempo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que<br />

terminamos <strong>de</strong> orar, las luces <strong>de</strong> un<br />

vehículo que se aproximaba comenzaron<br />

a brillar en el espejo retrovisor.<br />

En cuestión <strong>de</strong> segundos, un camión<br />

<strong>de</strong> plataforma en dirección a Edmonton<br />

se <strong>de</strong>tuvo enfrente <strong>de</strong> nosotros.<br />

Cuando el conductor y yo nos<br />

acercamos el uno hacia el otro,<br />

preguntó con un acento franco­<br />

canadiense muy marcado: “¿Tiene<br />

niños en el vehículo?”. Cuando le dije<br />

que sí, dijo que había pasado otro<br />

vehículo hacía varios kilómetros, pero<br />

que no se había <strong>de</strong>tenido por el mal<br />

tiempo. Sin embargo, al acercarse a<br />

nosotros, sintió la clara impresión <strong>de</strong><br />

que teníamos niños que necesitaban<br />

su ayuda. Por esa razón se había<br />

<strong>de</strong>tenido.<br />

En unos minutos aseguró nuestro<br />

vehículo encima <strong>de</strong>l camión y nos dirigimos<br />

a Edmonton. Fue un helado<br />

viaje <strong>de</strong> regreso pero sentimos la cali<strong>de</strong>z<br />

<strong>de</strong> la dulce confirmación <strong>de</strong> que<br />

el Padre Celestial escucha las oraciones.<br />

Algunas veces las respuestas<br />

vienen <strong>de</strong> maneras que no prevemos,<br />

y otras veces las respuestas son más<br />

po<strong>de</strong>rosas y directas <strong>de</strong> lo que nos<br />

po<strong>de</strong>mos imaginar. Sólo necesitamos<br />

tener fe y confianza en el Señor. ◼<br />

Jeffery R. McMahon, Alberta, Canadá<br />

No mucho tiempo<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que<br />

terminamos <strong>de</strong> orar, las<br />

luces <strong>de</strong> un vehículo<br />

que se aproximaba comenzaron<br />

a brillar en<br />

el espejo retrovisor.<br />

ILUSTRACIONES POR JOSEPH ALLEMAN.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!