25.07.2013 Views

Luz. (Pdf)

Luz. (Pdf)

Luz. (Pdf)

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

2.4 PROTECCIÓN DEL DAÑO CAUSADO POR LA LUZ<br />

Beth Lindblom Patkus<br />

Consultora en Preservación<br />

Walpole, MA<br />

INTRODUCCIÓN<br />

L<br />

a luz representa una causa frecuente de daño en las<br />

colecciones de bibliotecas y archivos. El papel, las<br />

encuadernaciones y los medios (tintas, emulsiones<br />

fotográficas, tintes y pigmentos, y varios otros materiales<br />

utilizados para crear palabras e imágenes) son<br />

particularmente sensibles a ella. El daño provocado por la<br />

luz se manifiesta de varias maneras. Puede suceder que el<br />

papel se descolore, se torne amarillo o se oscurezca, y<br />

también que se debiliten y vuelvan quebradizas las fibras<br />

de celulosa que lo componen. Además puede ocurrir que<br />

los medios y los tintes usados en los documentos,<br />

fotografías y obras de arte se destiñan o cambien de color.<br />

Muchos de nosotros reconocemos el descoloramiento<br />

como una forma de daño producido por la luz, pero ello<br />

constituye sólo una indicación superficial del deterioro<br />

que se extiende hasta la estructura física y química de las<br />

colecciones.<br />

La luz proporciona la energía que alimenta las reacciones<br />

químicas que a su vez producen el deterioro. Si bien<br />

numerosas personas saben que la luz ultravioleta (UV) es<br />

destructiva, no se debe olvidar que toda luz provoca un<br />

daño acumulativo e irreversible.<br />

LA NATURALEZA DE LA LUZ<br />

La luz es un tipo de energía electromagnética denominado<br />

radiación. La radiación que conocemos a través de la<br />

medicina y la ciencia nuclear constituye una energía de<br />

longitudes de onda bastante más cortas que el espectro de<br />

la luz; las ondas radioeléctricas tienen longitudes mucho<br />

EL MEDIO AMBIENTE<br />

más largas. La luz visible, que es la forma de radiación<br />

que podemos ver, se encuentra cerca del centro del<br />

espectro electromagnético.<br />

Espectro Electromagnético<br />

Más Corta Más Larga<br />

Ultravioleta<br />

Rayos Gamma<br />

Violeta<br />

Rayos X<br />

Azul<br />

Ultravioleta<br />

Espectro Visible<br />

Verde<br />

Visible<br />

Infrarrojo<br />

10 -5 10 -1 1 10 10 5 10 10 10 15<br />

Longitud de onda, nanómetros<br />

Amarillo<br />

350 400 450 500 550 600 650 700 750 800<br />

Longitud de onda, nanómetros<br />

Ilustración 1<br />

El espectro electromagnético y el espectro visible según: Susan<br />

E. Weiss, “Proper Exhibition Lighting: Protecting Collections from<br />

Damage”, Technology & Conservation (Spring 1977): 20.<br />

El espectro visible va de aproximadamente 400 nanómetros<br />

(nm - medida aplicada a la radiación) a más o menos 700<br />

nm. Las longitudes de onda UV yacen justo debajo del<br />

extremo corto del espectro visible (menos de 400 nm).<br />

Las longitudes de onda de la luz infrarroja se encuentran<br />

justo por encima del extremo largo, pero nuestros ojos<br />

son incapaces de verla. Este tipo de luz también perjudica<br />

las colecciones.<br />

Naranjo<br />

Onda Corta<br />

Rojo<br />

Banda de emisión AM<br />

Infrarrojo<br />

Onda Larga<br />

95


EL MEDIO AMBIENTE<br />

¿DE QUÉ FORMA DAÑA LA LUZ?<br />

La energía de la luz es absorbida por las moléculas que<br />

contienen los objetos, lo que puede dar inicio a numerosas<br />

secuencias posibles de reacciones químicas. Todas ellas<br />

dañan el papel. El término genérico con que se denomina<br />

este proceso es deterioro fotoquímico. Cada molécula de<br />

un objeto requiere una cantidad mínima de energía<br />

–llamada energía de activación– para comenzar una<br />

reacción química con otras moléculas. Los distintos tipos<br />

de moléculas poseen diferentes energías de activación.<br />

Si la energía aportada por la luz natural o artificial es igual<br />

o superior a la energía de activación de una molécula en<br />

particular, la molécula está “excitada” o disponible para<br />

experimentar reacciones químicas. Luego de ello, la<br />

molécula se puede comportar de distintas maneras. El<br />

exceso de energía puede manifestarse como calor o luz, la<br />

energía puede romper enlaces dentro de la molécula<br />

(produciendo moléculas más pequeñas y debilitando el<br />

papel), provocar un reordenamiento de los átomos dentro<br />

de la molécula o transferirse a otra molécula. Una de las<br />

principales reacciones fotoquímicas es la oxidación, en que<br />

la molécula “excitada” traspasa su energía a una molécula<br />

de oxígeno que luego reacciona con otras moléculas para<br />

iniciar reacciones químicas perniciosas. Aunque la<br />

secuencia de acontecimientos puede ser extremadamente<br />

compleja, el resultado final siempre es el deterioro.<br />

Las longitudes de onda más cortas de la luz (luz UV) poseen<br />

mayor frecuencia (es decir, están más cercanas) y energía<br />

que las longitudes de onda más largas. Esto significa que<br />

bombardean un objeto con más energía en un lapso más<br />

corto, y que es probable que su energía iguale o exceda la<br />

energía de activación requerida en muchos tipos diferentes<br />

de moléculas. Así pues, otorgan mayor rapidez al deterioro<br />

fotoquímico y son extremadamente dañinas. A medida que<br />

las longitudes de onda se tornan más largas, hacia el<br />

extremo rojo del espectro, registran menos energía,<br />

frecuencia y capacidad de “excitar” las moléculas.<br />

No obstante, se debe recordar que incluso las longitudes<br />

de onda más largas de la luz dañan el papel y otros<br />

materiales. La energía absorbida desde la luz infrarroja<br />

96<br />

eleva la temperatura del objeto, lo que a su vez aumenta<br />

la velocidad de las reacciones químicas perjudiciales que<br />

ya se están produciendo dentro del papel.<br />

LUZ ULTRAVIOLETA VERSUS LUZ VISIBLE<br />

Dado que la radiación UV es la forma de luz más energética<br />

y destructiva, podríamos suponer que, si se elimina, la luz<br />

visible casi no ocasionaría preocupación. Esto no es verdad;<br />

se cree que todas las longitudes de onda de la luz causan<br />

daño significativo.<br />

En términos prácticos, se puede excluir fácilmente la luz<br />

UV de las zonas de exhibición, lectura y almacenamiento,<br />

ya que los ojos no la perciben ni la extrañan. La luz visible<br />

es mucho más problemática, pero debe eliminarse lo más<br />

posible de las zonas de almacenamiento y controlarse<br />

cuidadosamente en otras áreas.<br />

FUENTES DE LUZ<br />

La luz proviene de dos fuentes: natural y artificial. Tanto<br />

las bibliotecas como los archivos deben evitar la luz<br />

natural, porque posee un alto porcentaje de radiación<br />

ultravioleta. Es también más brillante e intensa y, por lo<br />

tanto, provoca más daño que la mayor parte de la luz<br />

artificial.<br />

Las dos principales fuentes de luz artificial que<br />

actualmente se usan en las bibliotecas, los archivos y los<br />

museos son las lámparas incandescentes y las lámparas<br />

fluorescentes. (El término “lámpara” es utilizado por<br />

arquitectos e ingenieros para referirse a los diversos tipos<br />

de bombillas más que a los aparatos que las contienen).<br />

Los fabricantes, impulsados por las necesidades de<br />

conservación de energía y reducción de costos, continúan<br />

perfeccionando la tecnología para producir lámparas más<br />

durables, que consuman menos energía y entreguen mejor<br />

luz. Como respuesta a estas inquietudes, se han<br />

desarrollado asimismo lámparas fluorescentes compactas,<br />

de tungsteno-halógeno, con alta intensidad de descarga<br />

(HID) y sin electrodos.


Las lámparas incandescentes convencionales producen<br />

luz cuando a través de un filamento de tungsteno pasa<br />

corriente eléctrica que lo calienta a aproximadamente<br />

2.700ºC. Estas lámparas sólo convierten un pequeño<br />

porcentaje de la electricidad en luz; el resto lo transforman<br />

en calor. Además, emiten muy poca luz ultravioleta y no<br />

requieren filtro UV. Comprenden, por ejemplo, las<br />

ampolletas utilizadas comúnmente en los hogares y<br />

aquéllas empleadas para iluminar las exhibiciones, tales<br />

como lámparas Reflectorizadas (R), Reflectorizadas<br />

Elipsoidales (ER) y de Reflector Aluminizado Parabólico<br />

(PAR).<br />

Las lámparas de tungsteno-halógeno (también<br />

denominadas lámparas de cuarzo) constituyen una<br />

variación de la lámpara incandescente tradicional.<br />

Contienen gas halógeno dentro de un bombillo de cuarzo,<br />

lo que permite que la luz brille más y se mantenga<br />

encendida de manera prolongada. Emiten una cantidad<br />

significativa de luz UV, así que requieren filtros, los cuales<br />

pueden ser caros y necesitar receptáculos especiales para<br />

los filtros UV. Se emplean también en la iluminación de<br />

exhibiciones e incluyen las de PAR halógeno y las de<br />

Reflector con Espejo (MR).<br />

Las lámparas fluorescentes contienen vapor de mercurio<br />

dentro de una lámpara de vidrio cuya superficie interna<br />

está pintada con polvo fluorescente blanco. Cuando las<br />

recorre la electricidad (por un filamento), el vapor de<br />

mercurio emite radiación UV que es absorbida por el polvo<br />

fluorescente y reemitida como luz visible. Sin embargo,<br />

cierta cantidad de luz UV pasa a través de la mayoría de<br />

ellas, de modo que son más dañinas que las lámparas<br />

incandescentes. La forma más nueva de lámpara<br />

fluorescente es la compacta: es más pequeña, más durable,<br />

posee un color más agradable que las lámparas<br />

fluorescentes tradicionales y generalmente puede usarse<br />

en portalámparas incandescentes. No obstante, de todos<br />

modos se deben usar filtros.<br />

Al igual que las lámparas fluorescentes, las de descarga de<br />

alta intensidad (HID) contienen un vapor dentro de una<br />

lámpara de vidrio revestida con un polvo fluorescente, pero<br />

son mucho más intensas que las lámparas fluorescentes<br />

EL MEDIO AMBIENTE<br />

normales. Se encuentran en dos tipos. No deben utilizarse<br />

las lámparas HID de mercurio o haluro metálico, ya que<br />

su emisión UV es peligrosamente potente y puede ser difícil<br />

filtrarla. Las lámparas HID de sodio a alta presión son<br />

demasiado intensas para la iluminación directa (y su<br />

emisión no brinda buen color), pero se pueden emplear<br />

como iluminación indirecta (es decir, luz que rebota en el<br />

cielo raso) en grandes recintos de almacenamiento de<br />

cielos altos. Las lámparas HID de sodio registran emisiones<br />

UV muy bajas, y es posible reducirlas todavía más pintando<br />

el cielo con pintura de dióxido de titanio blanca, que<br />

absorbe los rayos UV. Asimismo, generan poco calor, son<br />

muy eficientes y registran bajos costos de operación. 1<br />

La iluminación de fibra óptica constituye un medio eficaz<br />

en términos de uso de la energía para iluminar<br />

exhibiciones, particularmente las vitrinas. En un sistema<br />

de fibra óptica, la luz se transmite desde una fuente a través<br />

de fibras de vidrio o acrílicas. Las fibras no conducen la<br />

luz infrarroja ni ultravioleta y, a diferencia de las lámparas<br />

fluorescentes, no permiten que se acumule calor<br />

progresivamente dentro de la vitrina (siempre que la fuente<br />

de luz se encuentre montada fuera de ésta).<br />

La lámpara sin electrodos es el tipo más nuevo de fuente<br />

de luz. Una lámpara incandescente normal está sujeta a la<br />

eventual falla (quemado) de su electrodo –pieza metálica<br />

usualmente de tungsteno– que se calienta hasta producir<br />

luz. Las lámparas sin electrodos generan luz de otros<br />

modos, como el uso de radiofrecuencias destinadas a<br />

excitar una bobina o energía de microondas dirigida al<br />

elemento sulfuroso para producir luz visible. Las lámparas<br />

sin electrodos producen una gran iluminación, de modo<br />

que hasta el momento sólo se han empleado como fuentes<br />

de luz ambiental (la luz emitida por una lámpara de azufre<br />

sin electrodos equivale a más de doscientas cincuenta<br />

lámparas incandescentes de 100 watts). Son más eficientes<br />

en el uso de la energía que las lámparas HID; además<br />

proporcionan un excelente rendimiento de color, escasa<br />

luz infrarroja y ultravioleta, y son de larga duración. Se<br />

espera que esta tecnología finalmente se miniaturice para<br />

poder usarla en recintos de exhibición más pequeños y en<br />

vitrinas. 2<br />

97


EL MEDIO AMBIENTE<br />

¿CUÁNDO HAY DEMASIADA LUZ?<br />

¿Es preciso que eliminemos toda la luz UV? Dado que no<br />

se puede suprimir la totalidad de la luz visible,<br />

especialmente en las zonas de exhibición, ¿cuán bajos<br />

deben ser los niveles?<br />

El control de la luz ultravioleta es relativamente directo.<br />

El límite estándar de radiación UV en el caso de la<br />

preservación es de 75 μW/l. Se debe filtrar cualquier fuente<br />

de luz que emita niveles UV más elevados. El control de la<br />

luz visible resulta obviamente más complejo. Es esencial<br />

entender que el daño provocado por la luz es acumulativo<br />

y que, mientras más reducidos sean los niveles de<br />

iluminación, menor será el perjuicio a largo plazo. Otro<br />

concepto preponderante en el control de la luz visible es<br />

la ley de reciprocidad, la cual señala que una exposición<br />

limitada a una alta intensidad de luz ocasiona el mismo<br />

daño que una larga exposición a una baja intensidad de<br />

luz. Por ejemplo, la exposición a 100 lux durante 5 horas<br />

causa el mismo perjuicio que la exposición a 50 lux durante<br />

10 horas.<br />

Por largos años las recomendaciones generalmente<br />

aceptadas en la comunidad de la preservación han<br />

restringido los niveles de luz visible para los materiales<br />

muy sensibles (incluyendo el papel) a 55 lux (5 pies-bujía)<br />

o menos, y para los materiales menos sensibles a 165 lux<br />

(15 pies-bujía) o menos. Sin embargo, en el último<br />

tiempo se han producido algunos debates con respecto a<br />

dichas recomendaciones. Algunos expertos han discutido<br />

sobre la importancia de las consideraciones estéticas: los<br />

visitantes de más edad necesitan más luz para ver bien<br />

los objetos exhibidos, y todos opinan que los detalles más<br />

finos se vuelven más notorios y los colores más brillantes<br />

a medida que aumentan los niveles de luz. Incluso se ha<br />

desafiado el supuesto de que todos los objetos de papel<br />

son igualmente sensibles a la luz. 3 Los científicos del<br />

Instituto Canadiense de Conservación (CCI) y otros<br />

investigadores han comenzado a reunir datos respecto<br />

de la velocidad de la descoloración causada por la luz a<br />

medios y colores específicos, en un intento por elaborar<br />

pautas más exactas basadas en los estándares de<br />

98<br />

descoloramiento por la luz Blue Wool, de la International<br />

Standards Organization (ISO). Véase más adelante<br />

“Recomendaciones Prácticas para Estimar el Daño<br />

Producido por la <strong>Luz</strong>”.<br />

Ante la ausencia de directrices universales, se recomienda<br />

que cada institución establezca sus propios límites para la<br />

exhibición de colecciones. Entre los factores que se deben<br />

considerar se incluyen: la cantidad de tiempo que las luces<br />

permanecen encendidas en el espacio de exhibición (es<br />

posible que esto merezca una segunda reflexión, ya que a<br />

menudo las luces se prenden para fines de limpieza u otros<br />

cuando la exhibición permanece cerrada al público); la<br />

sensibilidad de cada objeto o grupos de objetos que se<br />

exhiben; la longevidad deseada de cada objeto o grupos de<br />

objetos; y la importancia de los aspectos estéticos en la<br />

exhibición. Por último cada institución debe decidir el<br />

límite más alto de exposición aceptable (es decir, un cierto<br />

número de horas lux al año), el cual puede diferir para las<br />

distintas partes de las colecciones de una misma<br />

institución. Tanto las publicaciones del Instituto<br />

Canadiense de Conservación (CCI) como las políticas de<br />

exhibición elaboradas por el Museo de Bellas Artes de<br />

Montreal en el caso de las obras de arte sobre papel pueden<br />

resultar de utilidad para estimar la sensibilidad de los<br />

diversos tipos de colecciones con base de papel. 4<br />

Usando la ley de reciprocidad se puede llegar de diferentes<br />

maneras a un límite de exhibición; por ejemplo, se podría<br />

obtener un límite de 50.000 horas lux al año manteniendo<br />

las luces encendidas durante 10 horas al día, ya sea a 100<br />

lux durante 50 días o a 50 lux durante 100 días. Es<br />

fundamental tener en cuenta que, incluso con tales pautas,<br />

se observe cierto descoloramiento. La meta es alcanzar<br />

un equilibrio factible entre la exhibición y la preservación.<br />

¿CÓMO SE MIDEN LOS NIVELES DE LUZ?<br />

Los niveles de luz visible se miden en lux (lúmenes por<br />

metro cuadrado) o pies-bujía. Un pie-bujía es igual a más<br />

o menos 11 lux. El nivel de luz visible se registra con un<br />

luxímetro, colocándolo en el lugar en que usted desee<br />

tomar una lectura (por ejemplo, cerca de la superficie de


un objeto en exhibición). El luxímetro debe estar frente a<br />

la luz, al igual que el objeto, con el fin de registrar una<br />

lectura precisa.<br />

Si no tiene acceso a un luxímetro, puede medir el nivel<br />

aproximado de lux usando una cámara reflex de un solo<br />

lente de 35mm, con fotómetro incorporado, siguiendo los<br />

procedimientos que se describen a continuación:<br />

• Coloque una lámina de cartón blanco de 30 cm x 40<br />

cm en la posición en que se va a medir la luz y en el<br />

mismo ángulo que los objetos.<br />

• Establezca el nivel ASA/ISO de la cámara en 800 y la<br />

velocidad del obturador en 1/60 segundos.<br />

• Apunte la cámara hacia el cartón blanco y póngala lo<br />

suficientemente cerca como para que el campo del<br />

visor quede ocupado por el cartón. Asegúrese de no<br />

producir una sombra sobre el cartón.<br />

• Ajuste la abertura hasta que el fotómetro indique una<br />

correcta exposición, y anote el nivel de abertura. El<br />

grado aproximado de luz en lux en el cartón blanco se<br />

relaciona con el nivel de abertura, de la siguiente<br />

manera:<br />

f4 representa 50 lx<br />

f5,6 representa 100 lx<br />

f8 representa 200 lx<br />

f11 representa 400 lx<br />

f16 representa 800 lx5 El luxímetro sólo mide el nivel de iluminación; se debe<br />

emplear un medidor UV para medir el componente UV de<br />

la luz. La luz UV se mide en microwatts por lumen (μW/l).<br />

El medidor UV más común es el monitor Crawford, pero<br />

todos los medidores UV registran la proporción ultravioleta<br />

de la luz visible. Ésta no debe exceder los 75 μW/l.<br />

A continuación se enumeran algunas precauciones con<br />

respecto a los medidores UV: es posible que algunos de los<br />

más antiguos (que cuestan entre US$500 y US$1.500) no<br />

sean lo suficientemente sensibles a la luz UV; podrían<br />

indicar que los niveles son seguros cuando en realidad no<br />

lo son. Los más nuevos y caros (entre US$3.000 y<br />

US$5.000) están diseñados para medir los niveles de<br />

radiación UV con mayor exactitud. 6<br />

EL MEDIO AMBIENTE<br />

RECOMENDACIONES PRÁCTICAS PARA<br />

ESTIMAR EL DAÑO PRODUCIDO POR LA LUZ<br />

Es posible estimar el daño que podría experimentar un<br />

objeto debido a intensidades específicas de luz y a tiempos<br />

de exposición. Para ello se pueden usar las tarjetas<br />

estándares ISO Blue Wool, que pueden comprarse a TALAS,<br />

y la regla de cálculo de daño por luz, que puede solicitarse<br />

al Instituto Canadiense de Conservación (CCI).<br />

Los estándares Blue Wool pueden demostrar claramente<br />

el poder destructivo de la luz. Estas tarjetas proporcionan<br />

una norma según la cual se puede juzgar el<br />

descoloramiento que se producirá y, por ende, pueden<br />

emplearse para convencer a los escépticos de que la luz<br />

realmente constituye un problema.<br />

Cada estándar Blue Wool contiene ocho muestras de lana<br />

teñida azul. La muestra 1 es extremadamente sensible a<br />

la luz, en tanto que la muestra 8 representa el tinte más<br />

estable (aunque no permanente). La muestra 2 tarda el<br />

doble en descolorarse que la muestra 1, la muestra 3 tarda<br />

el doble en descolorarse que la muestra 2, y así<br />

sucesivamente.<br />

Con el fin de demostrar el grado de descoloramiento<br />

causado por la intensidad de la luz en un sitio en particular,<br />

cubra la mitad de la tarjeta con un material que bloquee<br />

la luz, para protegerla completamente del daño provocado<br />

por ésta. Escriba la fecha en la tarjeta y colóquela en el<br />

lugar deseado. Examínela periódicamente (cada dos<br />

semanas) para determinar cuánto tardan en descolorarse<br />

las diversas muestras. Ya que la sensibilidad de las primeras<br />

muestras de la tarjeta corresponde a los materiales<br />

sensibles a la luz, como el papel y los textiles, los resultados<br />

dan una idea general del daño que se podría esperar si los<br />

materiales se exhibieran durante el mismo período al nivel<br />

de luz que existe en ese lugar.<br />

La regla de cálculo de daño por luz del Instituto Canadiense<br />

de Conservación es una regla plástica deslizante que alinea<br />

los tipos de luz proyectados, los niveles de luz y el tiempo<br />

de exposición, para predecir el descoloramiento de una<br />

99


EL MEDIO AMBIENTE<br />

tarjeta de lana azul bajo estas condiciones. Por ejemplo,<br />

muestra que un objeto expuesto a 150 lux por 100 años se<br />

descolora a la misma tasa que un objeto expuesto a 5.000<br />

lux por 3 años. La primera exposición, a 150 lux durante<br />

100 años, así como las siguientes, causaría un descoloramiento<br />

significativo según el estándar Blue Wool 4. La regla de cálculo<br />

también compara el daño que provocaría la luz con y sin<br />

filtro UV. En el caso mencionado, los estándares 4 e<br />

inferiores se descoloran notablemente más cuando se<br />

exponen a la luz no filtrada.<br />

Expuesto<br />

1/1/93<br />

Expuesto<br />

1/1/93<br />

Verificado<br />

3/1/93<br />

100<br />

ANTES<br />

DESPUÉS<br />

Ilustración 2<br />

Esquema de la norma Blue Wool<br />

Cubierta de<br />

papel,<br />

engrapada<br />

sobre la mitad<br />

de la tarjeta<br />

Lado derecho<br />

al removerse<br />

el papel que<br />

lo cubría<br />

Las herramientas descritas anteriormente pueden ser<br />

útiles para demostrar el efecto de las luces elegidas sobre<br />

los materiales exhibidos. En la mayoría de los casos basta<br />

una correlación general entre la sensibilidad del objeto<br />

y la escala de estándares Blue Wool para tomar una<br />

decisión informada. Si desea más antecedentes, podrían<br />

servirle las publicaciones del Instituto Canadiense de<br />

Conservación y del Museo de Bellas Artes de Montreal,<br />

citadas más arriba.<br />

CONTROL DE LA LUZ ULTRAVIOLETA<br />

Es posible filtrar la luz UV haciéndola pasar a través de un<br />

material transparente para la luz visible, pero opaco para<br />

la luz ultravioleta. El filtro ideal impide que pasen las<br />

longitudes de onda UV inferiores a 400 nm, pero esto es<br />

difícil de lograr, aunque existen numerosos productos que<br />

efectúan la tarea de manera adecuada. Al establecer<br />

prioridades, generalmente es primordial abordar primero<br />

la luz natural y luego la fluorescente.<br />

Si se desea cubrir ventanas y tragaluces, en el comercio se<br />

encuentra plástico con filtro UV. Se debe tapar<br />

completamente la superficie de modo que toda la luz<br />

atraviese el plástico. Éste se puede comprar en láminas<br />

autosoportantes de acrílico o en películas delgadas<br />

(usualmente de acetato) que se cortan con cuchillo o tijeras<br />

según las dimensiones necesarias y se adhieren al vidrio.<br />

Se pueden utilizar las láminas de acrílico en lugar del vidrio<br />

en las ventanas (si los reglamentos de incendios lo<br />

permiten), montarlas como panel secundario sobre las<br />

ventanas existentes, o colgarlas con ganchos dentro de las<br />

ventanas (las láminas deben cortarse más grandes que el<br />

vidrio de la ventana, de manera que toda la luz pase a través<br />

de ellas). También se venden paneles polarizados para<br />

reducir la cantidad global de luz.<br />

Asimismo, se dispone de barnices que absorben la luz<br />

ultravioleta. El proveedor aplica capas sobre el vidrio de<br />

una ventana con una herramienta especial. Actualmente<br />

no se recomienda el barniz; es muy difícil de aplicar de<br />

modo uniforme y se deteriora con el paso del tiempo. El<br />

plástico resulta más conveniente y durable y funciona<br />

mejor.


Normalmente se requieren filtros UV en las lámparas<br />

fluorescentes. Los filtros vienen en forma de mangas<br />

plásticas blandas y delgadas y de tubos plásticos rígidos.<br />

En general los tubos son mucho más caros y no protegen<br />

más que las mangas delgadas. Si los tubos rígidos no se<br />

ajustan exactamente a la lámpara, se puede escurrir luz<br />

no filtrada por los extremos descubiertos. Las mangas<br />

plásticas delgadas deben adaptarse bien al tamaño de la<br />

lámpara. Si es necesario, se pueden traslapar dos mangas<br />

para extender la longitud de una. Cualquiera sea el filtro<br />

que se use, se debe capacitar al personal de mantenimiento<br />

para que al cambiar las lámparas vuelva a instalarles el<br />

filtro.<br />

Sin embargo, si se sitúan luces fluorescentes dentro de<br />

nichos completamente cubiertos por un protector plástico,<br />

se deben someter a prueba los niveles de luz UV antes de<br />

que la institución gaste dinero en mangas con filtro UV.<br />

La experiencia ha demostrado que estos protectores<br />

plásticos a menudo aportan filtro UV, reduciendo los<br />

niveles a 10-20 μW/l.<br />

Algunas lámparas fluorescentes producen<br />

significativamente menos radiación UV que otras. Para<br />

asegurar la máxima protección, se sugiere utilizar<br />

lámparas que generen relativamente menos radiaciones<br />

UV, en conjunto con filtros UV. Así se reducen todavía más<br />

los niveles de radiación UV, se disminuye el daño causado<br />

por una instalación incorrecta o una falla en el reemplazo<br />

de los filtros, y se prolonga la duración de los mismos. 7<br />

Ahora algunas empresas fabrican lámparas fluorescentes<br />

con vidrio que filtra la luz UV, pero pueden ser mucho<br />

más caras que las lámparas corrientes. Se deben tener<br />

repuestos a mano y cuidar de no cambiar una lámpara<br />

con filtro UV por otra que no lo tenga.<br />

Para protegerse de la luz UV se sugiere asimismo emplear<br />

pintura blanca que contenga dióxido de titanio. Aunque<br />

este método no es tan eficaz, reduce considerablemente<br />

la luz UV. La pintura de dióxido de titanio absorbe la luz<br />

ultravioleta y puede aplicarse directamente sobre las<br />

ventanas o los tragaluces cuando no constituyen la única<br />

fuente de luz.<br />

¿CUÁNTO DURAN LOS FILTROS UV?<br />

EL MEDIO AMBIENTE<br />

En este momento no existen datos definitivos que indiquen<br />

cuánto tiempo conservan su efectividad los productos con<br />

filtro UV. En una Nota del Instituto Canadiense de<br />

Conservación publicada en 1984, se informó que tanto las<br />

mangas de filtro plástico blando como los tubos de filtro<br />

plástico rígido retenían sus propiedades de absorción de<br />

rayos UV durante al menos diez años. También es posible<br />

que las películas con filtro UV para ventanas posean una<br />

vida útil restringida; algunos fabricantes indican una<br />

duración de cinco a quince años. 8 Quizás estos filtros no<br />

duren tanto en climas de luz solar intensa.<br />

La única manera concluyente de determinar la efectividad<br />

prolongada de los productos con filtro UV consiste en<br />

registrar los niveles de radiación UV emitidos, usando un<br />

monitor UV (véanse más arriba las precauciones respecto<br />

de la exactitud de los monitores UV). Debido a que estos<br />

monitores son muy caros, las instituciones más pequeñas<br />

deben solicitarlos en préstamo cada cierto número de años<br />

a museos grandes u otras instituciones vecinas.<br />

CONTROL DE LA LUZ VISIBLE<br />

Lo ideal sería mantener las colecciones protegidas de toda<br />

luz, pero esto es evidentemente imposible. Incluso las<br />

colecciones que se almacenan alejadas de la luz deben<br />

usarse algunas veces. En realidad, a menudo no se pueden<br />

separar las zonas de almacenamiento de las de<br />

investigación. Los materiales deben exhibirse,<br />

particularmente en el caso de los museos. Es preciso<br />

mantener un difícil equilibrio entre el deseo de proteger<br />

los materiales y la necesidad de hacerlos accesibles. Toda<br />

reducción de la luz visible disminuye el daño a largo plazo.<br />

Se deben conservar oscuras las zonas de almacenamiento<br />

que habitualmente no ocupan los empleados o<br />

investigadores; no deben poseer ventanas, o bien éstas<br />

deben bloquearse. Las luces se deben mantener apagadas,<br />

excepto cuando se necesiten. Para ello se pueden utilizar<br />

timers, pero como mínimo el personal debe recibir<br />

101


EL MEDIO AMBIENTE<br />

instrucciones de apagarlas cuando el recinto se encuentre<br />

desocupado. También se pueden instalar sensores de<br />

ocupación que desconecten las luces cuando no registren<br />

movimiento en la zona. En lo posible, la iluminación debe<br />

ser incandescente (tungsteno) en vez de fluorescente.<br />

Numerosas situaciones escapan a lo ideal y con frecuencia<br />

el espacio es sumamente difícil de conseguir. Si no puede<br />

mantener un objeto alejado de la luz, impida que ésta<br />

alcance el objeto. Resultan útiles las cajas compradas a<br />

proveedores de materiales de calidad de archivo, que son<br />

fabricadas por profesionales y se ajustan exactamente a<br />

las dimensiones de cada objeto. Si bien las cajas impiden<br />

el daño proveniente de la exposición directa a la luz, no<br />

queda claro si protegen los objetos de las fluctuaciones de<br />

temperatura y humedad que puede causar el calor solar.<br />

Se han analizado previamente las especificaciones para<br />

pautas de iluminación en la exhibición de objetos. Se deben<br />

cubrir todas las ventanas de las zonas de exhibición con<br />

cortinas, celosías o persianas, además de dotarlas de filtros<br />

UV. Los tragaluces deben taparse para bloquear la luz solar.<br />

Se deben mantener bajos los niveles de luz y jamás se deben<br />

exponer los materiales a la luz solar directa. Nunca se han<br />

de exhibir objetos de manera permanente, a menos que se<br />

esté dispuesto a sacrificarlos.<br />

Los objetos muy frágiles y vulnerables no deben exhibirse<br />

y su utilización para fines de investigación ha de limitarse.<br />

Si es preciso exhibir estos materiales, se deben tomar todas<br />

las precauciones necesarias para minimizar el daño. A los<br />

libros que se encuentran abiertos para exponerlos deben<br />

dárseles vuelta las páginas todas las semanas, de modo<br />

que no se encuentre constantemente expuesta una misma<br />

página. Cada vez que sea posible, deben emplearse<br />

facsímiles fotográficos y fotocopias de los objetos para fines<br />

de exhibición e investigación.<br />

Nunca deben apuntarse focos directamente a un objeto.<br />

La iluminación indirecta y baja causa menos daño al objeto,<br />

y también requiere menos ajuste del ojo al pasar desde<br />

zonas de luz intensa a otras de oscuridad relativa, lo que<br />

permite el empleo de lámparas de menor wattage en todos<br />

los recintos de exhibición. La disminución gradual de los<br />

102<br />

niveles de luz a través de una serie de salas puede<br />

acostumbrar los ojos del visitante a niveles de exhibición<br />

más reducidos. Se pueden emplazar avisos en sitios<br />

estratégicos, explicando las razones de tales niveles de luz<br />

para educar a los visitantes.<br />

RESUMEN<br />

Toda luz contribuye al deterioro de las colecciones de<br />

bibliotecas y archivos, pues proporciona energía que<br />

alimenta las reacciones químicas destructivas en el interior<br />

del papel. La luz daña asimismo las encuadernaciones, las<br />

emulsiones fotográficas y otros medios, incluyendo las<br />

tintas, los tintes y los pigmentos utilizados en grandes<br />

cantidades de materiales de bibliotecas y archivos. Las<br />

instituciones deben ceñirse a las pautas descritas<br />

anteriormente para medir los niveles de luz y controlar la<br />

exposición a ella. Es preciso filtrar todas las fuentes de luz<br />

ultravioleta que iluminan las colecciones, y controlar<br />

estrictamente la exposición de las colecciones a la luz<br />

visible.<br />

NOTAS<br />

1. William P. Lull, con la colaboración de Paul N. Banks.<br />

Conservation Environment Guidelines for Libraries and<br />

Archives. Ottawa, ON: Canadian Council of Archives, 1995,<br />

pp. 44-45.<br />

2. Véanse en Florentine, Frank, “The Next Generation of Lights:<br />

Electrodeless”, publicado en WAAC Newsletter 17:3<br />

(September 1995), más informaciones y detalles sobre el uso<br />

de lámparas sin electrodos en el Museo del Aire y el Espacio<br />

de la Smithsonian Institution.<br />

3. Michalski, Stefan. “Towards Specific Lighting Guidelines”,<br />

presentado en las sesiones de “Museum Exhibit Lighting –<br />

Beyond Edison: Lighting for the Next Century”, taller<br />

realizado por el National Park Service y la Washington<br />

Conservation Guide (March 6-8, 1996).<br />

4. Michalski, Stefan, “Towards Specific Lighting Guidelines”;<br />

“A Light Damage Slide Rule”, CCI Note 2/6, Canadian


Conservation Institute, Ottawa (1989); y Colby, Karen M., “A<br />

Suggested Exhibition/Exposure Policy for Works of Art on<br />

Paper” (se puede encontrar en el sitio web de The Lighting<br />

Resource:<br />

http://www.webcom.com/~lightsrc/policy1.html<br />

5. Extraído de “Using a Camera to Measure Light Levels”, CCI<br />

Note 2/5, Ottawa: Canadian Conservation Institute, 1992.<br />

6. Lull, op. cit., p. 19.<br />

7. Lull, op. cit., p. 44.<br />

8. Abbey Newsletter 16.7-8 (December 1992): 114.<br />

LECTURAS COMPLEMENTARIAS<br />

Anson, Gordon. “The Light Solution”. Museum News<br />

(September/October 1993): 27.<br />

Canadian Conservation Institute. A Light Damage Slide Rule.<br />

CCI Note 2/6. Ottawa: Canadian Conservation Institute<br />

(December 1988), 10 p.<br />

Canadian Conservation Institute. Ultraviolet Filters for<br />

Fluorescent Lamps. CCI Note 2/1. Ottawa: Canadian<br />

Conservation Institute (June 1983), 1 p.<br />

Canadian Conservation Institute. Using a Camera to Measure<br />

Light Levels. CCI Note 2/5. Ottawa: Canadian Conservation<br />

Institute, 1992, 1 p.<br />

Colby, Karen M. “A Suggested Exhibition/Exposure Policy for<br />

Works of Art on Paper”. Julio de 1993. Se puede encontrar en el<br />

sitio web de The Lighting Resource:<br />

http://www.webcom.com/~lightsrc/policy1.html.<br />

Feller, Robert L. The Deteriorating Effect of Light on Museum<br />

Objects. Museum News Technical Supplement Nº3. Washington,<br />

DC: American Association of Museums (June 1964) 8 p.<br />

Florentine, Frank. “The Next Generation of Lights:<br />

Electrodeless”, WAAC Newsletter 17:3 (September 1995).<br />

Lull, William P., con la colaboración de Paul N. Banks.<br />

Conservation Environment Guidelines for Libraries and<br />

EL MEDIO AMBIENTE<br />

Archives. Ottawa, ON: Canadian Council of Archives, 1995.<br />

102 p.<br />

Museum Exhibit Lighting, An Interdisciplinary Approach:<br />

Conservation, Design, and Technology. Actas de un taller<br />

presentadas por el National Park Service y el American Institute<br />

for Conservation en la Reunión Anual de AIC en 1997. Se puede<br />

solicitar a AIC, 1717 K St., NW, Suite 301, Washington, DC 20006,<br />

EE.UU., teléfono (202)452-9545.<br />

Nicholson, Catherine. “What Exhibits Can Do to Your<br />

Collection”. Restaurator 13 (1992): 95-113.<br />

Thomson, Garry. The Museum Environment. Segunda edición.<br />

Londres y Boston: Butterworth, en asociación con The<br />

International Institute for Conservation of Historic and Artistic<br />

Works, 1986, 308 p.<br />

PROVEEDORES<br />

Esta lista no es exhaustiva ni constituye una garantía respecto a<br />

los distribuidores mencionados. Sugerimos obtener información<br />

de diferentes vendedores, de manera que sea posible comparar<br />

los costos y evaluar la gama completa de productos disponibles.<br />

En NEDCC se dispone de una lista más completa de<br />

distribuidores. Consulte la sección de Folletos Técnicos en el<br />

sitio web del NEDCC: http://www.nedcc.org o póngase en<br />

contacto con el NEDCC para tener acceso a la publicación más<br />

reciente.<br />

3M Product Information Center<br />

3M Center, Building 304-1-01<br />

St. Paul, MN 55144-1000<br />

EE.UU.<br />

Tel: (800) 3M HELPS<br />

(800) 364-3577<br />

(651) 737-6501<br />

Fax: (800) 713-6329<br />

(651) 737-7117<br />

e-mail: innovation@mmm.com<br />

http://www.mmm.com<br />

Película con filtro UV para ventanas (llame para averiguar sobre<br />

su distribuidor local)<br />

103


EL MEDIO AMBIENTE<br />

Canadian Conservation Institute (CCI)<br />

1030 Innes Road<br />

Ottawa, Ontario K1A 0C8<br />

Canadá<br />

Tel:␣ ␣ (613) 998-3721<br />

Fax: (613) 998-4721<br />

http://www.pch.gc.ca<br />

Regla de cálculo de daño por luz, Notas y Boletines Técnicos<br />

del ICC<br />

Cole-Parmer<br />

7425 North Oak Park Avenue<br />

Niles, IL 60714-9930<br />

EE.UU.<br />

Tel: (800) 323-4340<br />

http://www.cole-parmer.com<br />

Luxímetros normales<br />

The Cooke Corporation<br />

600 Main Street<br />

Tonawanda, NJ 14150<br />

EE.UU.<br />

Tel:␣ ␣ (716) 833-8274<br />

Fax: (716) 836-2927<br />

e-mail: sales@cookecorp.com<br />

http://www.cookecorp.com<br />

Luxímetros normales<br />

Gaylord Brothers<br />

P.O. Box 4901<br />

Syracuse, NY 13221-4901<br />

EE.UU.<br />

Tel: (800) 448-6160<br />

(800) 428-3631 (Línea de servicio al cliente)<br />

Fax: (800) 272-3412<br />

http://www.gaylord.com<br />

Filtros UV, luxímetros normales, Regla de cálculo de daño<br />

por luz<br />

Light Impressions<br />

439 Monroe Avenue<br />

P.O. Box 940<br />

Rochester, NY 14603-0940<br />

EE.UU.<br />

Tel: (800) 828-6216<br />

(716) 271-8960<br />

Fax: (800) 828-5539<br />

104<br />

http://www.lightimpressionsdirect.com<br />

Filtros UV<br />

Littlemore Scientific Engineering Co. - ELSEC<br />

Railway Lane<br />

Littlemore, Oxford<br />

Oxfordshire, Inglaterra<br />

0X4 4PZ<br />

Tel:␣ ␣ 01865 747437<br />

Fax: 01865 747780<br />

e-mail: bilko@cix.compulink.co.uk<br />

http://www.elsec.co.uk<br />

Monitores UV<br />

Rohm and Haas<br />

Independence Mall West<br />

Philadelphia, PA 19105<br />

EE.UU.<br />

Tel:␣ ␣ (215) 592-3000<br />

Fax: (215) 592-3377<br />

http://www.rohmhaas.com<br />

Plexiglas® con filtro UV<br />

Solar-Screen Company<br />

53-11 105th Street<br />

Corona, NY 11368<br />

EE.UU.<br />

Tel:␣ ␣ (718) 592-8222<br />

Fax: (718) 271-0891<br />

Productos con filtro UV<br />

TALAS<br />

568 Broadway<br />

New York, NY 10012<br />

EE.UU.<br />

Tel:␣ ␣ (212) 736-7744<br />

Fax: (200) 219-0735<br />

Tarjetas estándar Blue Wool<br />

Thermoplastic Processes, Inc.<br />

1268 Valley Road<br />

Stirling, NJ 07980<br />

EE.UU.<br />

Tel:␣ ␣ (908) 647-1000<br />

Fax: (800) 874-3291<br />

http://www.thermoplasticprocesses.com<br />

Tubos con filtro UV Arm-a-Lite (plástico rígido)


University Products<br />

517 Main Street<br />

P.O. Box 101<br />

Holyoke, MA 01041<br />

EE.UU.<br />

Tel: (800) 628-1912<br />

(413) 532-3372<br />

Fax: (800) 532-9281<br />

(413) 432-9281<br />

e-mail: info@universityproducts.com<br />

http://www.universityproducts.com<br />

Filtros UV, luxímetros y monitores UV<br />

EL MEDIO AMBIENTE<br />

105

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!