Alergia a leche y huevo en niños - Alergología e Inmunología ...
Alergia a leche y huevo en niños - Alergología e Inmunología ...
Alergia a leche y huevo en niños - Alergología e Inmunología ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
En muchas ocasiones, por motivaciones fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te<br />
sociológicas como modas, cre<strong>en</strong>cias erróneas,<br />
márketing, cambios de costumbres sociales, etc. y <strong>en</strong> algunos<br />
pocos casos por razones médicas, la lactancia materna<br />
no puede establecerse o mant<strong>en</strong>erse y se sustituye total o<br />
parcialm<strong>en</strong>te la <strong>leche</strong> de mujer por <strong>leche</strong> de otros mamíferos.<br />
En nuestro medio el animal más frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te utilizado<br />
es la vaca <strong>en</strong> razón de la producción masiva y por factores<br />
industriales y económicos.<br />
La <strong>leche</strong> de vaca, que es el alim<strong>en</strong>to específico más<br />
adecuado para la cría de terneros, conti<strong>en</strong>e tres veces más<br />
proteínas que la de mujer y además éstas son cualitativam<strong>en</strong>te<br />
difer<strong>en</strong>tes. En la mujer la <strong>leche</strong> conti<strong>en</strong>e un 60% de<br />
proteínas séricas y un 40% de caseína, destacando la aus<strong>en</strong>cia<br />
de betalactoglobulina. que predomina <strong>en</strong> la <strong>leche</strong> de<br />
vaca y que es una de las proteínas que <strong>en</strong> los alérgicos a<br />
<strong>leche</strong> está implicada con más frecu<strong>en</strong>cia.<br />
La <strong>leche</strong> de vaca conti<strong>en</strong>e al m<strong>en</strong>os 25 proteínas <strong>en</strong>tre<br />
proteínas del suero y caseínas. En la <strong>leche</strong> <strong>en</strong>tera, las caseínas<br />
constituy<strong>en</strong> el 80% del total id<strong>en</strong>tificándose tres caseínas<br />
(Bos d8), la alfa caseína (1 y 2) con P.m. 23,6 KD, que suman un<br />
42%, la beta caseína con un P.m. 23,9KD y que repres<strong>en</strong>ta el<br />
25% y la kappa con un P.m. 19KD y con un 9%. Las proteínas<br />
del suero constituy<strong>en</strong> el 20% del total y compr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> la<br />
betalactoglobulina BLG (Bos d5) con un Pum. 18,3 KD y un<br />
9% del total, la alfalactoalbúmina ALA (Bos d4) con un P.m.<br />
14,2 KD y una pres<strong>en</strong>cia del 4%, la albúmina sérica BSA<br />
(Bos d6) con P.m. 67KD y con sólo el 1%, las inmunoglobulinas<br />
bovinas BGG (Bos d7) con el 2%, y pequeñas cantidades<br />
de lactoferrina, transferrina, lipasa y <strong>en</strong>terasa hasta una<br />
suma del 4% de proteínas totales.<br />
Cuando se instaura la lactancia artificial, el niño recibe<br />
un producto, cuya d<strong>en</strong>ominación médicam<strong>en</strong>te correcta<br />
es la de fórmula adaptada, que ti<strong>en</strong>e una distribución porc<strong>en</strong>tual<br />
de proteínas difer<strong>en</strong>te a la descrita. Para conseguir<br />
un aminograma semejante a la <strong>leche</strong> materna, el producto<br />
original se diluye con suero láctico aum<strong>en</strong>tando la proporción<br />
relativa de las proteínas séricas a 40/60 suero/caseína<br />
<strong>en</strong> lugar de la 20/80 original por lo que la BLG está sobrerrepres<strong>en</strong>tada<br />
<strong>en</strong> las fórmulas infantiles comparándola con<br />
la <strong>leche</strong> de vaca.<br />
Por todo lo expuesto, es fácil compr<strong>en</strong>der que la sustitución<br />
<strong>en</strong> una edad <strong>en</strong> que se están estableci<strong>en</strong>do los mecanismos<br />
de tolerancia inmunológica, de unas proteínas homólogas<br />
por un producto proteico extraño para nuestra especie,<br />
ti<strong>en</strong>e como consecu<strong>en</strong>cia una elevada frecu<strong>en</strong>cia de reacciones<br />
adversas suscitadas por las proteínas de <strong>leche</strong> de vaca y<br />
<strong>en</strong>tre las que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran las reacciones mediadas por IgE 4 .<br />
<strong>Alergia</strong> a <strong>leche</strong> y <strong>huevo</strong> <strong>en</strong> <strong>niños</strong><br />
Por otra parte <strong>en</strong> los últimos años varios autores han<br />
señalado la importancia de las linfoquinas de la <strong>leche</strong><br />
materna y del calostro 5 , <strong>en</strong>tre otros del TNF α (factor de<br />
necrosis tumoral alfa) 6 y del TGF beta (transforming<br />
growth factor β) 7 con respecto al desarrollo de alergia a<br />
<strong>leche</strong>. Se <strong>en</strong>contró disminución de estos factores <strong>en</strong> la<br />
secreción láctea de las madres de los <strong>niños</strong> que pres<strong>en</strong>taron<br />
alergia a PLV comparando con la de <strong>niños</strong> sin problemas.<br />
Entre los factores de riesgo se ha barajado la administración<br />
de biberones <strong>en</strong> los primeros días tras el nacimi<strong>en</strong>to<br />
durante la instauración de la lactancia, con estudios a favor y<br />
<strong>en</strong> contra 8 . Para algunos autores el factor más s<strong>en</strong>sibilizante<br />
sería la administración de tomas aisladas de fórmula adaptada<br />
<strong>en</strong> <strong>niños</strong> con lactancia materna 9 . Se ha descrito también<br />
s<strong>en</strong>sibilización con expresión clínica <strong>en</strong> <strong>niños</strong> alim<strong>en</strong>tados<br />
exclusivam<strong>en</strong>te con lactancia materna por proteínas bovinas<br />
vehiculizadas a través de la secreción láctea materna 10 .<br />
La alergia a proteínas de <strong>leche</strong> de vaca con s<strong>en</strong>sibilización<br />
comprobada por mecanismo IgE se estima que afecta<br />
a un 2-5% de la población infantil. Las cifras oscilan<br />
según metodología diagnóstica, edades estudiadas, etc. En<br />
un estudio reci<strong>en</strong>te, prospectivo, realizado <strong>en</strong> nuestro país,<br />
analizando sólo el primer año de vida, a partir de sospecha<br />
de reacción adversa a <strong>leche</strong> at<strong>en</strong>dida <strong>en</strong> at<strong>en</strong>ción primaria y<br />
posteriorm<strong>en</strong>te remitidos a estudio alérgico, se sospechó<br />
alergia a PLV <strong>en</strong> el 3,3% de los <strong>niños</strong> participantes (1663)<br />
y se confirmó únicam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el 0,36% del total 11 . En otros<br />
estudios realizados <strong>en</strong> otros países, y también con criterios<br />
estrictos de s<strong>en</strong>sibilización IgE, se manejan cifras de 1,2%<br />
pero incluy<strong>en</strong>do como población estudiada los tres primeros<br />
años de vida 12 .<br />
Clínica de alergia a proteínas de <strong>leche</strong> de vaca<br />
El inicio de los síntomas suele coincidir con la introducción<br />
<strong>en</strong> la alim<strong>en</strong>tación de la lactancia artificial con fórmula<br />
adaptada tras un período de lactancia materna y aparece<br />
por tanto <strong>en</strong> los primeros 6 meses de vida. Puede aparecer<br />
clínica incluso con la primera toma o tolerar los primeros<br />
biberones, aunque el intervalo <strong>en</strong>tre comi<strong>en</strong>zo de alim<strong>en</strong>tación<br />
artificial y clínica no suele ser superior a una semana. La<br />
sintomatología típica ocurre <strong>en</strong> un tiempo m<strong>en</strong>or de 30-60<br />
minutos tras la ingestión de fórmula láctea y se expresa con<br />
la clínica característica de las reacciones mediadas por IgE.<br />
Los síntomas cutáneos (urticaria aguda, angiodema,<br />
erupción peribucal) son la pres<strong>en</strong>tación más frecu<strong>en</strong>te<br />
seguidos o asociados a los cuadros digestivos (vómitos,<br />
diarrea). Además de por ingestión la <strong>leche</strong> puede producir<br />
97