49 / Enero 2005 - Index of - Muriel Mirvois

ESCAPARATE
¿Qué le dejó a nivel personal el haber
dibujado a Mafalda y que fuera tan exitosa?
“Mafalda fue un trabajo que me encargaron. Me dijeron
que tenía que hacer una tira semanal, algo con continuidad
y hasta ese momento no había hecho algo así.
Entonces, la máxima satisfacción es haber afrontado el
desafío y haberlo hecho bastante bien”.
A los 72 años y con tanto reconocimiento,
¿por qué sigue dibujando?
“Lo que me empuja a seguir con mi trabajo es saber que
hay muchísima gente que se identifica con lo que hago.
Me gusta cuando una mamá me dice: ‘Mi hijo no quería
leer nada pero le di un librito suyo y así comenzó a leer’.
Trabajo para desahogar la tristeza y la angustia que me
provocan las situaciones alrededor mío. Soy testigo de
cómo el mundo se está volviendo hacia un imperialismo
y un oscurantismo espantosos. Hay una pérdida de pudor
por parte de ciertos políticos. Antes, el político debía
mantener su imagen de caballero, pero ya no. Ahora,
nadie niega que la guerra de Irak haya sido solamente
por el petróleo. En mi trabajo como humorista trato de
hacer lo que puedo, de equilibrar, porque si uno toca el
tema de la guerra se pone demasiado serio, y si no lo
hace parece que no le interesa. No pretendo amargarle la
vida a nadie, pero tampoco quiero que se olviden de lo
que vivimos”.
En estos tiempos, ¿tiene vigencia
el concepto de utopía que transmitía Mafalda?
“Es una obligación no perder la utopía porque es la fe en
el futuro de la humanidad. Yo no veo ideales políticos,
no veo que la izquierda, lo que antes era un ideal, esté
en condiciones de seguir siendo esa esperanza para el
mundo. Pero también creo que estamos mejor que antes
de la Revolución Francesa, así que espero que algún día
los seres humanos encontremos la calma, la tranquilidad”.
¿De qué se siente orgulloso?
“De nada. Uno siempre hubiera querido más. Nunca mi
trabajo es lo que yo imaginé”.
¿Eso lo angustia?
“Hoy es difícil vivir contento con lo que uno hace. Hay
un desgaste de las ilusiones. Uno, de chiquito, vio que
se acababa una guerra y pensaba: ‘¡qué bueno!, es la
última’… pero no. Ya no creemos porque después de esa
guerra siguió otra y otra... Con el trabajo pasa lo mismo”.
LA VERDAD SOBRE
LA MUERTE
DE MAFALDA
DURANTE AÑOS HA CIRCULADO EN MÉXICO LA INFAME
LEYENDA DE QUE QUINO “MATÓ” A MAFALDA. SUPUESTAMENTE, EL
DIBUJANTE, HARTO DE SU PROPIO PERSONAJE, DECIDIÓ QUE EN LA
ÚLTIMA TIRA FUERA BRUTALMENTE ARROLLADA POR UN CAMIÓN. ESTO
ES COMPLETAMENTE FALSO E INCLUSO EN UNA RECIENTE ENTREVISTA
PARA EL DIARIO ARGENTINO PÁGINA/12 DIJO: “HAY DOS VERSIONES
DEL CAMIÓN: DE SOPA O DE LA POLICÍA. ESO LO INVENTARON LOS
MEXICANOS”. ASÍ, EL MISTERIO QUEDA ACLARADO.
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Cortesía Tusquets Editores
TODO
QUINO
Lugar y fecha de
nacimiento: Mendoza,
Argentina, 17 de julio de
1932.
Esposa: Alicia Colombo. Se
casaron en 1960 y aún
siguen juntos.
¿Por qué Quino? Le llaman
así desde que nació para
distinguirlo de su tío Joaquín
Tejón, pintor y dibujante
publicitario con quien, a los 3
años, descubre su vocación.
Pérdidas importantes: En
1945, cuando tenía 13 años,
murió su madre. Tres años
después falleció su padre.
Primera publicación: Fue
una página de humor
gráfico en el semanario Esto
es, de Buenos Aires, en
1954.
Primera exposición: En
1962, en una librería de
Buenos Aires, con dibujos
expresamente realizados
para la muestra.
Primer libro: Mundo Quino,
1963.
Lugar de residencia:
Desde 1976 reparte su
tiempo entre Milán (Italia),
Argentina y los viajes.
¿Se considera una persona valiente?
¿Qué es lo más valiente que ha hecho en su vida?
“¿Valiente? ¡No, para nada! No sé nadar, ni andar en
bicicleta, ni montar a caballo... Y si me dicen que tengo
que tirarme de un paracaídas, ¡ni loco! Prefiero que me
peguen un tiro en la cabeza. Creo que fue valiente haber
dejado de dibujar a Mafalda porque fue una decisión
económica muy difícil, pero creo que lo tenía que hacer
porque, como ya he dicho muchas veces, me estaba
repitiendo y no quería eso”.
¿Cuáles son las pérdidas irreparables de su vida?
“La muerte de un amigo, hace poco... Era una persona
con la que mi esposa y yo contábamos mucho, le consultábamos
muchas cosas. Que uno con los años pierda la
agilidad me parece una pérdida irreparable. Por ejemplo,
no sabes lo difícil que se me hace bajar de la parte de
atrás de un auto de dos puertas. Sin embargo, eso también
tiene sus ventajas. Antes escuchaba a Mozart de una
forma y ahora lo hago de otra distinta, lo disfruto más.
Igual me pasa con los libros, con el cine. Uno es más
grande y, a la vez, más culto y eso te permite disfrutar
más. Cuando era joven comía dos platos buenísimos de
lo que fuera, ahora como uno, pero lo aprecio mucho”.
MÁS INFORMACIÓN
http://www.clubcultura.com/clubhumor/quino/espanol/index.htm
http://www.todohistorietas.com.ar
http://www.mafalda.net
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