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<strong>3ROtWLFDV</strong> <strong>VDQLWDULDV</strong> <strong>VLWXDFLyQ</strong> <strong>GH</strong> <strong>VDOXG</strong> <strong>HQ</strong><br />

<strong>ODV</strong> 3URYLQFLDV $UJ<strong>HQ</strong>WLQDV \ VX UHODFLyQ<br />

FRQ OD HTXLGDG<br />

María Eugenia Brissón<br />

Carmen Norma Solís<br />

Carlos Alberto Vassallo<br />

Rodrigo Falbo<br />

<br />

<br />

<br />

Febrero 2001<br />

1


Contenidos<br />

<br />

<br />

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................................... 3<br />

METODOLOGÍA .................................................................................................................................................... 4<br />

ASPECTOS CONCEPTUALES.................................................................................................................................. 4<br />

INDICADORES DE EQUIDAD.................................................................................................................................... 4<br />

DESARROLLO ...................................................................................................................................................... 7<br />

FALTA DE EQUIDAD EN LAS CONDICIONES DE VIDA DE LA POBLACIÓN ...................................................................... 8<br />

FALTA DE EQUIDAD EN LA DISTRIBUCIÓN DE LOS RECURSOS................................................................................... 8<br />

FALTA DE EQUIDAD EN EL ESTADO DE SALUD DE LA POBLACIÓN............................................................................ 11<br />

FALTA DE EQUIDAD EN EL ACCESO A LOS SERVICIOS DE SALUD............................................................................. 15<br />

CONCLUSIÓN ..................................................................................................................................................... 16<br />

BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................................................... 19<br />

<br />

MARCO GENERAL POLÍTICO ECONÓMICO.................................................................................................................. 20<br />

MARCO GENERAL POLÍTICO SANITARIO .................................................................................................................... 21<br />

CONTEXTO PROVINCIAL .......................................................................................................................................... 22<br />

ASPECTOS GENERALES...................................................................................................................................... 22<br />

ALGUNAS ESTRATEGIAS SANITARIAS PROVINCIALES ............................................................................................ 26<br />

GASTO EN SALUD EN LAS DISTINTAS JURISDICCIONES .......................................................................................... 27<br />

CONCLUSIÓN ......................................................................................................................................................... 30<br />

BIBLIOGRAFIA ................................................................................................................................................... 31<br />

<br />

<br />

PROVINCIA DE SALTA ............................................................................................................................................. 32<br />

SITUACIÓN SANITARIA Y RELACIÓN CON LA EQUIDAD. ........................................................................................... 32<br />

CONTEXTO POLÍTICO SANITARIO Y DE REORMAS................................................................................................... 33<br />

EL ORDENAMIENTO ADMINISTRATIVO........................................................................................................ 35<br />

EL ORDENAMIENTO NORMATIVO............................................................................................................... 35<br />

A MODO DE CONCLUSIÓN........................................................................................................................................ 35<br />

BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................................................................ 42<br />

2


&DStWXOR ,<br />

8QD DSUR[LPDFLyQ DO DQiOLVLV <strong>GH</strong> OD HTXLGDG <strong>HQ</strong> <strong>VDOXG</strong> <strong>HQ</strong> HO SDtV<br />

INTRODUCCIÓN<br />

En el presente trabajo se realiza un estudio de equidad en la Argentina, a partir del cual se eligen<br />

dos provincias en las que se analizan las políticas de salud y gestión sanitaria y aspectos de<br />

equidad en la provisión de servicios y condiciones de salud.<br />

Se ha discutido y analizado el concepto de equidad y se han adoptado definiciones operativas.<br />

El enfoque de la equidad se ha tomado con el sentido de fortalecer el análisis de políticas de salud<br />

y gestión y de facilitar un abordaje para la programación, ejecución y evaluación de intervenciones<br />

eficaces.<br />

En una primera etapa, se tomaron los datos e indicadores, tradicionalmente usados, del último año<br />

con información disponible y preferentemente publicada (año 1997), para caracterizar aspectos<br />

demográficos, socioeconómicos, de enfermedad y recursos para la atención de la salud en el país.<br />

Se justifican conceptualmente estos indicadores y se describen sus requerimientos en materia de<br />

datos. El año 1997 se elige como punto de corte dado que corresponde al que se ha reunido mayor<br />

cantidad de datos e información para cada aspecto considerado.<br />

Se analiza la situación de salud del país en el año elegido y se documenta la importancia de<br />

abordar las brechas existentes en cuanto a la equidad en salud como parte de los procesos de<br />

reforma del sector sanitario considerando que las desigualdades e inequidades han sido el<br />

fundamento de muchas de las reformas realizadas.<br />

Se agrupan las provincias según un determinado criterio (la expectativa de vida) a fin de realizar<br />

comparaciones entre los grupos. Se interpretan las diferencias y se extraen conclusiones sobre<br />

equidad. Sobre la base de estas últimas se seleccionan dos provincias de grupos extremos en las<br />

que se observan diferencias importantes en los indicadores de salud y proporcionalmente menores<br />

en lo que respecta al gasto sanitario.<br />

También se analiza los recursos aplicados de nación, provincias y municipios y de los<br />

correspondientes a programas con financiamiento externo en el año elegido. Se examina el<br />

contexto político-económico como marco del estudio de equidad y de las políticas provinciales.<br />

En una segunda etapa, en dichas provincias se estudian las políticas sanitarias y los efectos de las<br />

mismas en la situación de la salud y su relación con la equidad.<br />

En este sentido, debe señalarse que la equidad se ha encontrado generalmente como un concepto<br />

subyacente en otros objetivos.<br />

El debate en salud y la mayoría de los estudios hasta la fecha, han producido datos empíricos con<br />

escasa atención a los objetivos de la equidad, y en consecuencia, al modo en que las políticas<br />

públicas de salud pueden ser formuladas y monitoreadas. Muchos de los trabajos se han<br />

concentrado en la medida de la utilización de los servicios y en los resultados y efectos (por<br />

ejemplo: mortalidad), subyaciendo en los mismos que la reducción de tales diferencias son los<br />

objetivos de las políticas de salud. Lo que, como una guía para la acción, puede resultar<br />

inapropiada y compeliendo a confusión, descrédito o desconsideración por parte de los decisores<br />

políticos. De esto puede resultar la identificación de distribuciones desiguales sin la consideración<br />

de si son simultáneamente inequitativas. Así mismo debe considerarse que la igualdad de<br />

oportunidades en el acceso no implica la igualdad de acceso en término de los beneficios recibidos<br />

(Wolfe and Badgley, 1992).<br />

3


En la actualidad los abordajes mencionados están siendo revisados trasladando el foco de la<br />

medida del estado físico de salud a través de la mortalidad hacia otras dimensiones de salud y<br />

bienestar.<br />

En este estudio se trata de analizar los objetivos relacionados con la equidad y aportar elementos<br />

para la implementación, seguimiento y evaluación de las políticas de salud.<br />

Los datos que se utilizan corresponden a los de las fuentes oficiales que se presentan en tablas,<br />

cuadros y figuras.<br />

METODOLOGÍA<br />

Aspectos conceptuales<br />

La equidad es un concepto ampliamente debatido que no puede ser evaluado a partir de un solo<br />

indicador referente a la variable considerada (Musgrove, 1983, Pereira, 1989).<br />

El término iniquidad tiene una dimensión ética y moral. Refiere a diferencias que son innecesarias<br />

y evitables y además de ser consideradas injustas.<br />

De acuerdo a Leenan, 1985, la equidad en la atención de salud queda definido como:<br />

• igual acceso a la atención de salud disponible para igual necesidad<br />

• igual utilización para igual necesidad<br />

• igual calidad de atención para todos<br />

En 1986, la OMS estableció que equidad en salud implica idealmente que todos deberían tener la<br />

posibilidad de alcanzar su potencial de completa salud y, más pragmáticamente, que nadie debería<br />

tener desventajas para alcanzarlo, si puede ser evitado.<br />

Sobre la base de esta definición la meta de las políticas orientadas a la equidad no es eliminar<br />

todas las diferencias de modo que cualquiera tenga el mismo nivel y calidad de salud, sino reducir<br />

o eliminar aquellas diferencias que pueden resultar de factores que son considerados evitables e<br />

injustos.<br />

En este estudio se considera el rol de las opciones de las personas a la atención de la salud que<br />

pueden determinar la existencia de iniquidades en salud. Siendo igualmente importante conocer<br />

como algunas distribuciones de recursos y oportunidades han sido dadas (Pereira, 1989). La<br />

posición básica ha sido la consideración de la equidad en su relación con la justicia y lo justo, lo<br />

que refiere a lo que las personas tienen derecho (en contraste con la compasión, o la beneficencia<br />

que también establecen criterios para la redistribución).<br />

El presente análisis no analiza exhaustivamente la forma en que estos servicios se financian y la<br />

organización y acciones para la atención de la salud. Por lo tanto, no puede ser tomado como una<br />

evaluación global de la equidad en el sector salud.<br />

Indicadores de equidad<br />

Los indicadores seleccionados (analfabetismo, porcentaje de población sin agua potable y cloacas,<br />

porcentaje de población rural, tasa de mortalidad infantil, tasa de mortalidad materna, bajo peso al<br />

nacer, etc.) tienen la ventaja de ser relativamente sencillos de calcular utilizando la información<br />

generada por el sistema de salud junto con alguna información censal. Aunque debe señalarse que<br />

los mismos pueden ser deficientes en cuatro aspectos importantes que señala Musgrove (1983):<br />

Puede ser erróneo suponer que las necesidades son iguales entre grupos, cuando estos<br />

son pequeños y / o se han definido por algún criterio socioeconómico en lugar de<br />

geográfico<br />

Son aplicables a comparaciones geográficas, pero no admiten, sin información adicional<br />

comparaciones entre grupos definidos por otras variables como por ejemplo el ingreso<br />

4


Suponen que donde no hay servicios nadie obtiene atención, sin tomar en cuenta el<br />

traslado en búsqueda de atención médica<br />

No distinguen entre problemas de salud, pudiendo ser más equitativos los sistemas para<br />

un problema que para otro.<br />

Por otra parte, el criterio de clasificación según el cuál se construyen los grupos con relación a las<br />

desigualdades tiene dos componentes: la desigualdad entre los grupos y la desigualdad al interior<br />

de los grupos.<br />

Esto sugiere un criterio para la clasificación según el cuál, en este trabajo, los grupos se han<br />

definido de manera de maximizar la desigualdad entre ellos y de minimizar las desigualdades<br />

dentro de los mismos.<br />

Los criterios de clasificación pueden considerar la dimensión geográfica, socioeconómica o<br />

epidemiológica.<br />

En general, el más utilizado es el criterio geográfico que resulta conveniente porque los datos<br />

poblacionales se refieren a las divisiones político administrativas, con lo cual también se relacionan<br />

con las políticas y la asignación de recursos según jurisdicción. El problema es que este criterio es<br />

que la desigualdad entre áreas geográficas es sólo una fracción de la desigualdad total. En este<br />

estudio se parte de datos organizados bajo criterios geográficos (las jurisdicciones).<br />

El criterio epidemiológico puede ser el más apropiado cuando se quiere saber si la atención médica<br />

se concentra donde más se la necesita. La equidad sigue estando en relación con la probabilidad<br />

de tratamiento, y que esta sea igual entre los Grupos, aunque en un Grupo puede haber muchos<br />

enfermos reales o potenciales y en otro pocos. Este criterio no se consideró adecuado, por dos<br />

razones: a) las dificultades en seleccionar enfermedades respecto de las cuales se desea evaluar<br />

el sistema, b) los problemas que se señalan respecto a la disponibilidad, calidad y consistencia de<br />

los datos y c) la existencia de estudios preliminares con este enfoque.<br />

El criterio socioeconómico considera el poder de compra del individuo -directa o indirectamente, y<br />

situaciones de bienestar general (condiciones del medioambiente, educación y otras). Este criterio<br />

tiene una importante interacción con la clasificación geográfica.<br />

En el presente trabajo ha optado por un criterio de clasificación socioeconómico utilizando la<br />

esperanza de vida para la construcción de los grupos definidos sobre bases geográficas<br />

(jurisdicciones político - administrativas).<br />

La selección de este criterio para la agrupación está basado (además de lo explicitado<br />

anteriormente) en el poder discriminante y en la consideración de la esperanza de vida al nacer o<br />

vida media. Es el promedio de años que se espera que serán vividos por los niños recién nacidos,<br />

con base en un juego de tasas específicas de mortalidad por edad. La esperanza de vida al nacer<br />

es una de las funciones de la tabla de mortalidad o tabla de vida (modelo teórico que permite medir<br />

las probabilidades de vida y de muerte de una población en función de la edad, para un período de<br />

tiempo determinado). Las condiciones de salud y las fluctuaciones entre provincias se reflejan en la<br />

esperanza de vida que resulta un indicador síntesis de las veinticuatro jurisdicciones. Diferentes<br />

estudios avalan la utilización de este criterio (Kawachi, 2000; Whitehead, 1992).<br />

Esta clasificación es una expresión global del grado de bienestar y de condiciones de vida<br />

alcanzados por la población del área o jurisdicción, resulta aplicable a comparaciones geográficas<br />

y contempla las relaciones con políticas jurisdiccionales y con la asignación de recursos.<br />

Se han analizado los siguientes indicadores:<br />

• Porcentaje de población sin agua potable<br />

• Porcentaje de población sin desagües cloacales<br />

• Porcentaje de población NBI<br />

• Porcentaje de población urbana<br />

5


A ñ os<br />

73<br />

72<br />

71<br />

70<br />

69<br />

68<br />

67<br />

66<br />

• Médicos cada diez mil habitantes<br />

• Gasto por habitante<br />

• PBG por habitante<br />

• Gasto PBG<br />

• Tasa de mortalidad infantil<br />

• Tasa de mortalidad materna<br />

• Porcentaje de bajo peso al nacer<br />

• Anos de vida potencialmente perdidos<br />

• Porcentaje de defunciones por causas mal definidas<br />

• Porcentaje de partos institucionales<br />

• Porcentaje de población no cubierta por obra social plan medico o mutual<br />

La distribución de los valores de la esperanza de vida se observa en el Gráfico Nº 1.1.<br />

Gráfico Nº 1.1<br />

Jujuy<br />

Salta<br />

Chaco<br />

Formosa<br />

Misiones<br />

S. del Estero<br />

Corrientes<br />

Esperanza de Vida al Nacer<br />

T. del Fuego<br />

La Rioja<br />

Santa Cruz<br />

Chubut<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de “Argentina 1998, Indicadores Básicos.” OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación<br />

Si se lo analiza desde la perspectiva de la iniquidad sugerida por OPS (que a continuación se<br />

menciona), se encuentra, para datos del año 1997:<br />

Indicador Esperanza de Vida al Nacer<br />

Valor Máximo: 72,79<br />

Cuartil 3: 71,58<br />

Mediana: 70,70<br />

Cuartil 1: 70,03<br />

Valor Mínimo: 68,37<br />

Rango Semi Cuartil: 0,77<br />

Catamarca<br />

San Luis<br />

RSC/Mna %: 1,09%<br />

A excepción del criterio adoptado para la agrupación de las variables, en general en este trabajo se<br />

ha seguido la metodología sugerida por OPS en sus publicaciones ( 1 ) :<br />

1 En los trabajos mencionados, las jurisdicciones se agrupan según ingresos per cápita. Ver: OPS / OMS – Ministerio de<br />

Salud de la Nación “Situación de Salud. Argentina. 2000.” ; OPS / OMS “Situación de la equidad en salud. Argentina. 1999.”<br />

Río Negro<br />

Tucumán<br />

San Juan<br />

Neuquén<br />

La Pampa<br />

Entre Ríos<br />

Total País<br />

Buenos Aires<br />

Santa Fe<br />

Capital Federal<br />

Mendoza<br />

Córdoba<br />

Juridicció n<br />

6


OPS (1996) “Inequidades en salud y la región de las Américas.” Boletín epidemiológico<br />

Vol. 17 Nº 3 Organización Panamericana de la Salud pp. 1:9<br />

OPS (1995) “En busca de la equidad.” Informe Anual del Director OPS<br />

KAWACHI I. (2000) “Income inequality, social capital and health: theory, measurement<br />

and evidence.” PAHO Workshop Equity, Health and Development in the Americas, Santo<br />

Domingo, Febrero<br />

DESARROLLO<br />

Por medio de un análisis discriminante se clasificaron las veinticuatro jurisdicciones en cuatro (4)<br />

grupos según los valores de la esperanza de vida.<br />

Cuadro Nº 1.1<br />

Provincias clasificadas según expectativa de vida al nacer en años (total).<br />

Argentina. Proyecciones y estimaciones 1990-1992.<br />

GRUPO JURISDICCIÓN ESPERANZA DE VIDA AL NACER<br />

I<br />

Córdoba 72,79<br />

Capital Federal 72,72<br />

Mendoza 72,72<br />

Santa Fe 72,29<br />

Buenos Aires 72,09<br />

II<br />

Entre Ríos 71,61<br />

La Pampa 71,57<br />

Neuquén 71,39<br />

San Juan 71,13<br />

Tucumán 71,01<br />

III<br />

Río Negro 70,87<br />

San Luis 70,79<br />

Catamarca 70,61<br />

Chubut 70,58<br />

Santa Cruz 70,41<br />

La Rioja 70,38<br />

T. del Fuego 70,16<br />

Corrientes 70,09<br />

IV<br />

S. del Estero 69,83<br />

Misiones 69,49<br />

Formosa 69,37<br />

Chaco 69,02<br />

Salta 68,92<br />

Jujuy 68,37<br />

Fuente: Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación:<br />

Diecinueve (19) jurisdicciones se encuentran por debajo del valor para el país. Hay una diferencia<br />

en la expectativa de vida de aproximadamente cuatro años (4,42 años) entre la provincia que se<br />

encuentra en el extremo inferior (Jujuy) y a la que se encuentra en el extremo superior (Córdoba).<br />

El grupo I reúne a las jurisdicciones con mayor esperanza de vida en tanto que el grupo IV reúne a<br />

las que tiene menor E(V).<br />

Para cada grupo se calculan y analizan los demás indicadores.<br />

7


Falta de equidad en las condiciones de vida de la población<br />

El Cuadro Nº 1.2 muestra que el 68% de la población vive en las provincias clasificadas como del<br />

Grupo I. El Grupo IV agrupa el 13% de la población total.<br />

Cuadro Nº 1.2<br />

Población total (1997) e intervalo y promedio ponderado de la esperanza de vida al nacer total<br />

(proyecciones y estimaciones 1990 – 1992) ( 2 ).<br />

Población (en miles)<br />

Esperanza de Vida<br />

Grupo Total<br />

1997<br />

Intervalo (<br />

(en años)<br />

3 ) Promedio ponderado<br />

I 24.301.170 72,79 – 72,09 72,32<br />

II 3.692.588 71,61 – 71,01 71,30<br />

II 3.075.605 70,87 – 70,09 70,48<br />

IV 4.602.529 69,03 – 68,37 69,17<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación<br />

En el primer grupo, la esperanza de vida al nacer es 3,15 años mayor que la del Grupo IV.<br />

Si se analizan indicadores socioeconómicos tales como el porcentaje de analfabetismo, la<br />

cobertura en agua potable y desagües cloacales y la distribución de la población con necesidades<br />

básicas insatisfechas se encuentra que las desigualdades indeseables se reiteran con el mismo<br />

perfil.<br />

Cuadro Nº 1.3<br />

Indicadores socioeconómicos seleccionados según Grupo de jurisdicciones ordenados según<br />

expectativa de vida decreciente. Argentina 1997<br />

Analfabetismo Pob. sin agua pot.. Pob. sin des. Cloac. Pob. NBI<br />

Grupo % Intervalo % Intervalo % Intervalo % Intervalo<br />

I 2,55 0,7 – 4,6 32,0 0,1 – 43,4 61,3 3,0 – 84,3 15,31 7,0 – 17,3<br />

II 4,82 4,0 – 5,3 18,0 10,1 – 32,6 68,6 64,0 – 87,4 21,37 12,4 – 26,6<br />

III 5,78 1,1 – 9,3 17,2 4,5 – 29,7 64,9 21,6 – 76,8 24,75 14,3 – 30,4<br />

IV 8,40 6,7 – 11,31 35,7 12,8 – 60,6 76,8 54,1 – 92,5 36,21 32,8 – 38,3<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación:<br />

Nota: los porcentajes corresponden al promedio ponderado del Grupo<br />

El Grupo IV muestra respecto del Grupo I (Cuadro Nº 1.3):<br />

un porcentaje de analfabetismo más de tres veces mayor<br />

un porcentaje mayor de población sin disponibilidad de agua potable y de desagües<br />

cloacales<br />

un porcentaje dos veces mayor de población con necesidades básicas insatisfechas<br />

extremos inferiores y superiores más altos señalando precariedades en las condiciones de<br />

vida y acceso<br />

En general los indicadores socioeconómicos seleccionados empeoran en la medida que la<br />

expectativa de vida disminuye.<br />

Falta de equidad en la distribución de los recursos<br />

A los efectos del análisis de la disponibilidad se ha usado como indicador sustituto de la<br />

disponibilidad de atención médica el número de médicos por 10.000 habitantes y el porcentaje de<br />

población rural.<br />

2<br />

Grupo de provincias en cuadro Nº 1.1<br />

3<br />

Los valores máximos y mínimos dentro de cada escala corresponden a los valores mínimos y máximos notificados en<br />

cada Grupo.<br />

8


Con respecto a los datos relacionados con la disponibilidad de médicos debe señalarse que no ha<br />

habido estudios más actualizados respecto a su número y distribución que el relevamiento de<br />

1992.<br />

Cuadro Nº 1.4<br />

Porcentaje de población urbana y de médicos e intervalos por grupos de jurisdicciones agrupados<br />

según expectativa de vida decreciente. Argentina 1997. (*)<br />

GRUPO<br />

Población urbana<br />

(en %)<br />

(1997)<br />

Promedio población<br />

(*)<br />

(en %)<br />

Urbana Rural<br />

Intervalo<br />

Número de médicos<br />

(alrededor de 1992)<br />

Médicos por diez mil<br />

habitantes<br />

(1997)<br />

I 100 - 67,5 90,44 9,56 26.195 - 3.641 28,64<br />

II 82,0 - 63,4 74,87 25,03 3.019 - 533 20,92<br />

III 87,9 - 69,5 81,36 18,64 1.421 - 89 17,85<br />

IV 85,5 - 69,4 79,83 20,17 1.510 - 444 13,70<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de Salud y<br />

Acción Social de la Nación:<br />

La mayor concentración de médicos por diez mil habitantes se encuentra en el Grupo I (28,65%0).<br />

Le siguen en orden decreciente el Grupo II (20,92%0), el Grupo III (17,85%0) y el Grupo IV<br />

(13,70%0).<br />

Los datos muestran que la disponibilidad de atención es menor en los grupos de más baja<br />

esperanza de vida. A pesar que el indicador médicos cada diez mil habitantes, supera a excepción<br />

de Tierra del Fuego (9,4 cada 10.000) el valor sugerido por la OMS de 10 médicos cada 10.000<br />

habitantes.<br />

Por otra parte, al analizar dicho indicador con relación a la distribución urbano rural, no se<br />

encuentra relación directa entre la disponibilidad de médicos y el porcentaje de población rural. El<br />

Grupo III que presenta mayor porcentaje de población rural (24,92%) está en segundo lugar<br />

respecto a la disponibilidad de médicos. El Grupo II, en segundo lugar respecto al porcentaje de<br />

población rural (21,14%) presenta datos de disponibilidad de médicos que la ubicarían en tercer<br />

lugar (17,85%). El Grupo IV, en tercer lugar según su población rural (20,8%) presenta una<br />

disponibilidad de médicos ubicada en el cuarto lugar (13,7%). Finalmente, el Grupo I, de menor<br />

concentración de población rural (13,98%) tiene una disponibilidad de médicos ubicada en el<br />

primer lugar (Cuadro Nº 1.4º). Lo que estaría indicando que los problemas relacionados con el<br />

acceso geográfico a los centros de salud no son mayores, si se consideran los datos<br />

agregadamente.<br />

Debe tenerse en cuenta que estos indicadores no consideran las dificultades de acceso geográfico<br />

(distancias, topografía, transporte, dispersión) y de disponibilidad y organización de servicios<br />

(públicos o privados) entre otros.<br />

De todos modos este análisis no presentaría mayor relevancia dado el carácter urbano del país<br />

(aproximadamente el 86% de la población es urbana).<br />

Por otra parte, existen diferencias entre los cuatro grupos en lo que respecta a gastos en concepto<br />

de salud (Cuadro Nº 1.5).<br />

Cuadro Nº 1.5<br />

Gasto en salud (en pesos) por grupos de jurisdicciones agrupados según expectativa de vida<br />

decreciente. Argentina 1997. (En $ por habitante año).<br />

GRUPO Gasto Público<br />

(Nac.)<br />

Gasto público<br />

(Prov.+Mun.)<br />

Gasto público<br />

(Nac.+Prov.+Mun.)<br />

Gasto privado Gasto total<br />

9


I 213,2 160,6 373,8 351,4 725,2<br />

II 138,6 213,8 352,4 222,1 574,5<br />

III 127,0 259,8 386,8 180,4 567,2<br />

IV 106,5 187,3 293,8 127,2 421,0<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos del estudio de TOBAR F. y col. (2000) “El gasto en salud en la Argentina<br />

y su método de cálculo” Programa de investigación aplicada, Instituto Universitario ISALUD.<br />

NOTA:<br />

• gasto público nación incluye: obras sociales nacionales, INSSJyP, PROFE, PRESSAL, PROSS, hospitales<br />

públicos, otros<br />

• gasto público provincias y municipios incluye: obras sociales provinciales, hospitales públicos, otros<br />

• gasto privado incluye: gasto de bolsillo para atención de la salud a través de empresas de medicina prepaga,<br />

mutuales, u otros planes de salud y medicamentos<br />

Se observa que el gasto total del Grupo I supera en un 72% al del Grupo IV. Pero esta diferencia<br />

se encuentra fundamentalmente en el subsector privado dado que el gasto público puro es un 27%<br />

mayor ($80). En cambio en el gasto privado el gasto del Grupo I es un 176% mayor que el Grupo<br />

IV.<br />

Debe considerarse que el gasto en el Grupo I debe analizarse teniendo en cuenta que en este<br />

grupo se encuentra la mayor parte de la población, a su vez envejecida y la mayor parte de la<br />

población bajo cobertura de las obras sociales nacionales y del INSSJyP.<br />

Con respecto al gasto por habitante año en salud se observa una relación directa entre el gasto y<br />

las E(V) (Cuadro Nº 1.5).<br />

Este análisis resulta una aproximación razonable de los recursos de que dispone cada grupo para<br />

atender las necesidades de su población pero resulta limitado si no puede analizarse<br />

conjuntamente con la distribución de los ingresos y costos de los servicios en cada jurisdicción<br />

para el año de corte.<br />

Si se analizan los datos disponibles de transferencias a las provincias a través de programas de<br />

salud (PROFE) o programas de fortalecimiento (PRESSAL) se observa un mayor aporte por<br />

habitante año de Nación hacia las provincias más desfavorecidas (Grupo IV) (Cuadro Nº 1.6).<br />

Cuadro Nº 1.6<br />

Transferencias de Nación (en pesos) a través de programas por grupos de jurisdicciones<br />

agrupados según expectativa de vida decreciente. Argentina 1997.<br />

GRUPO PROFE (1) PRESSAL (2) Transferencia total por habitante año<br />

I 188.081.138 2.024.830 7,82<br />

II 29.594.209 640.786 8,20<br />

III 24.462.799 389.995 8,10<br />

IV 50.879.769 1.216.083 11,32<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de:<br />

(1) Dirección Nacional de Prestaciones Médicas (Programa Federal de Salud)<br />

(2) Subsecretaría de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud de la Nación<br />

El PBG por habitante del Grupo VI es aproximadamente un 56% menor que el del Grupo I, por lo<br />

cual al analizar el gasto como porcentaje del PBG se observa un mayor esfuerzo de compensación<br />

en el Grupo IV (Cuadro 1.7).<br />

Cuadro Nº 1.7<br />

Gasto en salud por Grupos de jurisdicciones agrupados según expectativa de vida decreciente.<br />

Argentina 1997. (En $)<br />

GRUPO PBG por habitante Gasto total / PBG (en %)<br />

10


I 8.581,67 8,45<br />

II 5.890,22 9,75<br />

III 6.900,79 8,22<br />

IV 3.775,90 11,15<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de la Secretaría de Programación Económica y Regional (1997)<br />

Coincidentemente, diversos estudios de estos indicadores al analizar disparidades regionales<br />

muestran que provincias pobres gastan más de sus impuestos en atención de la salud, gastan<br />

menos por individuo, proveen un rango más limitado de servicios especialmente en nuevas<br />

tecnologías, gastan más de su producto bruto nacional y si se analizan las transferencias centrales,<br />

estas resultan proporcionalmente más altas con respecto a los presupuestos provinciales que las<br />

que se encuentran mejor (Wolfe and Badgley, 1992).<br />

Falta de equidad en el estado de salud de la población<br />

Analizar las condiciones de salud comprende el análisis de indicadores sobre la base de los datos<br />

disponibles. En Argentina, la información de morbilidad está básicamente referida a enfermedades<br />

transmisibles y en general limitada a la población que se asiste en el subsector público de salud.<br />

Tampoco se cuenta con registros sobre frecuencia, magnitud y distribución de los problemas de<br />

discapacidad por lo que la información sobre estos aspectos proviene de encuestas parciales y<br />

limitadas a algunas áreas geográficas. Considerando esta falta de información, la evaluación de las<br />

condiciones de salud debe sustentarse en el análisis de la mortalidad (Bortman et al, 1999).<br />

Siguiendo el desarrollo planteado en Kawachi I. (2000) si se analizan las tasas de mortalidad<br />

infantil, estas muestran que oscilan entre 29,8 por mil n.v. 11,2 por mil n.v.<br />

Gráfico Nº 1.2<br />

30,0<br />

25,0<br />

20,0<br />

15,0<br />

10,0<br />

5,0<br />

0,0<br />

T. del Fuego<br />

La Pampa<br />

Capital Federal<br />

Neuquén<br />

Río Negro<br />

Tasa de Mortalidad Infantil - Año 1.997 -<br />

Santa Cruz<br />

Córdoba<br />

Santa Fe<br />

S. del Estero<br />

Mendoza<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación<br />

Indicador Tasa de Mort. Infantil<br />

Valor Máximo: 29,80<br />

Cuartil 3: 21,35<br />

Mediana: 19,20<br />

Cuartil 1: 16,23<br />

Total País<br />

Buenos Aires<br />

Chubut<br />

La Rioja<br />

Entre Ríos<br />

Tucumán<br />

San Luis<br />

Salta<br />

Misiones<br />

San Juan<br />

Corrientes<br />

Jujuy<br />

Catamarca<br />

Chaco<br />

Formosa<br />

11<br />

Jurisdicción


Valor Mínimo: 11,20<br />

Rango Semi Cuartil: 2,56<br />

RSC/Mna %: 13,35%<br />

Este indicador aumenta de manera significativa a medida que los valores de la E(V) disminuyen<br />

(Figura Nº 1.1).<br />

Figura Nº 1.1<br />

Tasa de mortalidad infantil según Grupo<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

I II III IV<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación<br />

Cuadro Nº 1.8<br />

Tasas de mortalidad infantil y materna según grupos de jurisdicciones agrupados por expectativa<br />

de vida decreciente. Argentina. 1997<br />

Tasa de mortalidad infantil<br />

Tasa de mortalidad materna<br />

GRUPO<br />

(promedio ponderado por mil n.v.) (promedio ponderado por diez mil n.v.)<br />

I 17,22 2,74<br />

II 18,51 4,96<br />

III 19,77 3,92<br />

IV 22,98 6,45<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación:<br />

Si se observa la tasa de mortalidad materna se encuentran también iniquidades (Gráfico Nº 1.3,<br />

Figura 1.2) . Aunque la distribución en los Grupos muestra valores que muy elevados en el Grupo II<br />

(Cuadro Nº 1.8)<br />

12


Gráfico Nº 1.3<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación:<br />

Figura Nº 1.2<br />

8<br />

6<br />

4<br />

2<br />

0<br />

14,0<br />

12,0<br />

10,0<br />

8,0<br />

6,0<br />

4,0<br />

2,0<br />

0,0<br />

La Pampa<br />

Indicador Tasa de Mort. Materna<br />

Valor Máximo: 13,60<br />

Cuartil 3: 5,73<br />

Mediana: 4,60<br />

Cuartil 1: 2,58<br />

Valor Mínimo: 0,00<br />

Rango Semi Cuartil: 1,58<br />

RSC/Mna %: 34,35%<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación:<br />

Si se analizan los años de vida potencialmente perdidos (AVPP 4 ) se encuentra que la pérdida de<br />

AVPP promedio en el Grupo IV es mayor en valores absolutos que representan aproximadamente<br />

4 Se consideró como edad límite los 70 años.<br />

S anta Cruz<br />

Tasa de mortalidad materna<br />

I II III IV<br />

Capital Federal<br />

M i si on es<br />

S an Lu is<br />

R í o Negro<br />

T asa d e M ortalid ad M aterna - Añ o 1.997 -<br />

B u en os A ir es<br />

C ó rd ob a<br />

Entre Rí os<br />

La Ri oja<br />

Total P aís<br />

Men doza<br />

Chubut<br />

Neuqué n<br />

Santa Fe<br />

Cat am ar ca<br />

Tucumá n<br />

S . d el Este ro<br />

Co rrien tes<br />

Chaco<br />

Salta<br />

T . de l Fu eg o<br />

F orm osa<br />

13<br />

S an J u an<br />

Ju ju y<br />

Ju r isd icc ió n


un 8% más de años de vida potencialmente perdidos que en el Grupo I (Cuadro Nº 1.9). Es decir la<br />

mortalidad prematura es más frecuente en las provincias con menor expectativa de vida.<br />

Cuadro Nº 1.9<br />

Años de vida potencialmente perdidos según grupos de jurisdicciones ordenados por expectativa<br />

de vida decreciente. Argentina. 1997<br />

GRUPO Intervalo Promedio AVPP<br />

(por cien mil habitantes)<br />

I 6893,4 – 11247,4 7918,92<br />

II 6094,4 – 8416,3 7366,8<br />

III 5255,9 – 9574,9 7881,5<br />

IV 7336,2 – 10087,3 8625,2<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos del estudio de Bortman y cols. (1999) “Situación de la equidad en<br />

salud.” OPS/OMS<br />

Estos índices agregados, desde el punto de vista de la equidad, se encuentran en discusión por la<br />

razón que las “unidades de salud” son tratadas como de igual valor independientemente de quién<br />

las obtenga. Los defensores de estas teorías generalmente aceptan este hecho y actualmente<br />

sugieren que el peso de la distribución de la atención en salud está basado en medidas de efecto<br />

(outcomes) (Pereira, 1989).<br />

Por otra parte, paradójicamente la proporción de niños con bajo peso al nacer no tiende a<br />

aumentar a media que empeora la expectativa de vida (Cuadro Nº 1.10).<br />

Cuadro Nº 1.10<br />

Porcentaje de bajo peso al nacer según Grupos de jurisdicciones ordenados por expectativa de<br />

vida decreciente. Argentina. 1997<br />

GRUPO Intervalo Promedio ponderado<br />

I 8,0 – 7,2 7,30<br />

II 7,7 – 6,7 7,20<br />

III 7,4 – 5,0 7,00<br />

IV 8,1 – 6,3 7,00<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación:<br />

Se entiende que estos datos deben ser analizados considerando los que se desarrollan a<br />

continuación (porcentaje de causas mal definidas) que señalarían algunas deficiencias con<br />

respecto a estos registros.<br />

Si se analiza el porcentaje de muertes por causas mal definidas se encuentra que el mismo es<br />

aproximadamente tres veces mayor en el Grupo IV que en el Grupo I (Cuadro Nº 1.11).<br />

Cuadro Nº 1.11<br />

Porcentaje de defunciones por causas mal definidas según grupos de jurisdicciones ordenados por<br />

expectativa de vida decreciente. Argentina. 1997<br />

GRUPO Intervalo Promedio ponderado<br />

I 2,35 – 7,02 4,60<br />

II 2,84 – 16,75 11,36<br />

III 4,54 – 13,80 10,02<br />

IV 6,08 – 19,39 11,94<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación:<br />

14


Estas muertes con diagnósticos mal definidos son un indicador directo de la calidad de los registros<br />

y puede considerarse un indicador directo del acceso y la calidad de los servicios de salud (OPS,<br />

Ministerio de Salud, 2000).<br />

Falta de equidad en el acceso a los servicios de salud<br />

Otro indicador sugerido según esta metodología ha sido el porcentaje total de partos atendidos por<br />

personal adiestrado.<br />

Cuadro Nº 1.12<br />

Partos no atendidos por personal adiestrado según grupos de jurisdicciones ordenados por<br />

expectativa de vida decreciente. Argentina. 1997<br />

GRUPO Intervalo Promedio<br />

(%)<br />

I 99,4 – 97,4 2,0<br />

II 99,4 – 97,6 1,4<br />

III 100 – 97,2 1,5<br />

IV 98,3 – 88,2 7,9<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación:<br />

Como se observa en el gráfico la cobertura menor se encuentra en el Grupo IV que presenta la<br />

más baja expectativa de vida (Figura Nº 1.3).<br />

Figura Nº 1.3<br />

Porcentaje de parto no institucional<br />

8<br />

7<br />

6<br />

5<br />

4<br />

3<br />

2<br />

1<br />

0<br />

I II III IV<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación:<br />

Si se tiene en cuenta la cobertura por Obra Social, Plan Médico o Mutual se encuentra que el<br />

porcentaje de población no cubierta se encuentra más alto en el Grupo IV (Cuadro Nº 1.13).<br />

Aunque los datos son del año 1991, ya que no se cuenta con estos datos actualizados, se<br />

considera que la situación de cobertura debe aún ser mas crítica.<br />

Cuadro Nº 1.13<br />

Población no cubierta por OS, Plan Médico o Mutual (en %) según grupos de jurisdicciones<br />

agrupados por expectativa de vida decreciente. Argentina. 1991.<br />

GRUPO Intervalo Promedio ponderado<br />

I 41,98 – 19,49 33,65<br />

II 40,58 – 34,86 37,36<br />

III 51,23 - 22,94 38,23<br />

IV 54,08 – 43,50 50,03<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación:<br />

15


Los datos de la evolución del mercado laboral a partir de esta fecha hacen suponer que esta cifra<br />

se ha incrementado, lo que no es sencillo de comprobar por la falta de registros confiables, la<br />

superposición de categorías y la doble cobertura existente. En 1997, el padrón de la Secretaría de<br />

Seguridad Social mostró un descenso de la población con cobertura de Obras Sociales Sindicales<br />

y del Personal Jerárquico. Aproximadamente, cinco millones de personas perdieron (desde 1985)<br />

su cobertura, según información del A.N.S.E.S.. Posibles explicaciones podrían ser: problemas con<br />

los datos ya que en 1985 eran las obras sociales quiénes realizaban la recaudación mientras que,<br />

desde 1993 la misma fue puesta a cargo de la Dirección General Impositiva (D.G.I.); incremento de<br />

la desocupación; aumento del trabajo en negro; terciarización de actividades y racionalización del<br />

personal como resultado del proceso de privatizaciones, entre otras.<br />

Figura Nº 1.4<br />

Porcentaje de población no cubierto por Plan Médico, Mutual u Obra Social.<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

I II III IV<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación:<br />

El análisis de la situación general y desde la perspectiva de le equidad, demuestran la existencia<br />

de brechas en las condiciones y atención de la salud.<br />

En síntesis, en un análisis general de los grupos según la clasificación adoptada se encuentra que:<br />

el grupo IV (de menor expectativa de vida) presenta los indicadores más desfavorecidos en cuanto<br />

al analfabetismo, el acceso a agua potable y cloacas, de población con necesidades básicas<br />

insatisfechas, de disponibilidad de médicos, la tasa de mortalidad infantil, la tasa de mortalidad<br />

materna, los años de vida potencialmente perdidos, el porcentaje de partos no institucionales, el<br />

porcentaje de causas de defunción mal definidas y la población sin cobertura de Obra Social, Plan<br />

Médico o Mutual, siendo su gasto por habitante el menor de todos los grupos y la relación gasto /<br />

PBG la más elevada.<br />

CONCLUSIÓN<br />

En el período 89-90 se produjeron en el país cambios en el rol del estado y reformas políticas,<br />

económicas y sociales que modificaron las relaciones entre la sociedad y el estado. Desde el<br />

estado nacional en el lapso mencionado se formularon políticas sanitarias que tuvieron su correlato<br />

en las distintas jurisdicciones provinciales. Estas políticas que se tradujeron en el programa médico<br />

obligatorio, el programa nacional de garantía de calidad, el hospital público de autogestión, la<br />

desregulación de las obras sociales y regulación de la medicina privada, la creación de nuevos<br />

mecanismos de control (la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos Tecnología<br />

Médica (ANMAT), la Superintendencia de Servicios de Salud, entre otros) fueron instrumentadas a<br />

través de programas con financiamiento externo e interno, para facilitar su adopción por parte de<br />

los gobiernos provinciales. Dado el carácter federal del país, las provincias son autónomas para la<br />

formulación e implementación de políticas, por esto la adhesión a las políticas nacionales se realiza<br />

mediante convenios o acuerdos políticos. Esto determina una diversidad de gestiones y situaciones<br />

y condiciones de vida y salud.<br />

16


Hacia el año 2000 las inequidades analizadas en el trabajo sobre la base de los datos disponibles<br />

persisten. Por otro lado, las provincias enfrentan severas deudas en sus presupuestos y se hallan<br />

frente al desafío de ejecutar políticas sanitarias destinadas a resolver desigualdades indeseables y<br />

evitables. Y paralelamente, requieren una reubicación en un contexto general político sanitario de<br />

profundización de los procesos de reformas del sector.<br />

A los efectos de explicar y analizar la relación entre las políticas nacionales en el período<br />

mencionado y políticas sanitarias aplicadas en las provincias se han seleccionado provincias sobre<br />

la base del análisis de la equidad desarrollado.<br />

Estas pertenecen a los grupos: I) Santa Fe y Grupo IV) Salta.<br />

La provincia de Salta presenta peores indicadores de salud y una expectativa de vida<br />

aproximadamente tres (3,4) años menor que la provincia de Santa Fe. En cuanto al gasto se<br />

observa una diferencia de sólo $69 por habitante año con mayor esfuerzo del gasto público de la<br />

provincia de Salta que compensa el menor gasto de bolsillo (Cuadro Nº15).<br />

Cada provincia ( 5 ), puede tener sus objetivos de equidad sugiriendo diferentes políticas. Es decir si<br />

el objetivo del sistema es la igualdad en el acceso a la atención de salud no es tan relevante<br />

monitorear las diferencias en el consumo de servicios per se y las diferencias en mortalidad. Si la<br />

provisión de servicios está más orientada hacia el mercado deberá considerase la garantía de un<br />

estándar mínimo de atención de la salud (Pereira J., 1989, Wagstaff et al, 1989).<br />

En términos de su operacionalización en investigación y evaluación de políticas resulta necesario<br />

estudiar los marcos legales, las explicitaciones políticas y los conceptos e ideologías subyacentes<br />

para considerar si los objetivos establecidos están siendo alcanzados.<br />

En épocas de crisis o recesiones económicas, aparecen reclamos competitivos que desplazan el<br />

objetivo de equidad en salud, considerado de escasa prioridad, por el de crecimiento económico<br />

que adquiere máxima importancia. Por otra parte, cuando las medidas económicas producen<br />

ajustes o carencias existe un directo peligro de incrementar las iniquidades (Whitehead, 1992). En<br />

este contexto, conseguir equidad en salud implica enfrentar obstáculos adicionales como la<br />

introducción de programas de contención del gasto.<br />

Debe señalarse que las medidas orientadas a la eficiencia pueden tener resultados en reducir las<br />

iniquidades pero, más comúnmente lo inverso es realidad en la práctica.<br />

El objetivo de las políticas puede ser maximizar conjuntamente eficiencia y eficacia y depende de<br />

factores técnicos y de factores ideológicos. Este segundo componente depende de los pesos<br />

relativos asignados a la eficiencia y a la justicia social, lo que obviamente constituye un asunto de<br />

carácter ideológico.<br />

En este sentido, resulta interesante considerar que muchas de las desigualdades e iniquidades en<br />

salud son determinadas por las condiciones de vida y trabajo lo que demuestra la insuficiencia del<br />

sector salud en la resolución de las razones que las producen y la necesidad de la confluencia y<br />

coordinación de las distintas políticas públicas así como de la evaluación de resultados, efectos e<br />

impactos.<br />

Desea señalarse que la solución a los problemas de equidad no pueden ser logrados por una sola<br />

organización o sector sino que todos deben tomar parte para enfrentar los retos del futuro.<br />

5 Ver carácter federal del país en Verdejo y col. (1998) “Argentina: situación de salud y tendencias. 1985: 1996” OPS<br />

17


Cuadro Nº 1.14<br />

Resumen. Jurisdicciones e indicadores seleccionados.<br />

E(V) TMI TMM Población sin agua Población sin Población de 10 y + en Población Población no Gto. Gto Gto total Gto/PBG<br />

corriente. desagües analfabetismo con NBI cubierta por Público Privado.<br />

%<br />

cloacales.<br />

%<br />

%<br />

OS (*) (*) (*) %<br />

GRUPO<br />

%<br />

%<br />

1995 - 2000 1997 1997 1991<br />

1991<br />

1991<br />

1991 1991 1997 1997 1997 1997<br />

I<br />

Santa Fe 72,29 16,3 4,9 28,7 70,8 4,56 16,3 28,66 296,4 259,49 555,9 8,0<br />

IV<br />

Salta 68,92 20,5 7,3 15,5 54,1 6,72 36,8 47,83 327,0 159,87 486,9 11,8<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Argentina 1998, Indicadores Básicos. OPS/OMS y Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación, del estudio de TOBAR F. y<br />

col. (2000) “El gasto en salud en la Argentina y su método de cálculo” Programa de investigación aplicada, Instituto Universitario ISALUD<br />

Nota: (*) En $ habitante año.<br />

18


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WHITHEAD M. (1991) “The concepts and principles of equity and health.” Health Promotion International<br />

Vol. Nº 6 Nº 3 Oxford University Press pp. 217:227.<br />

WOLF S., BADGLEY R. (1992) “Universal access in Canada. Question of equity remain” Health PAC Bulletin<br />

pp. 29 35<br />

19


Marco general político económico<br />

&DStWXOR ,,<br />

&RQWH[WR SROtWLFR HFRQyPLFR<br />

A principios de los noventa Argentina inicia un proceso de reforma económica profunda que se<br />

asienta en los pilares de la apertura, las privatizaciones y desregulación de los mercados.<br />

Estas reformas de la organización económica tendieron a estimular la demanda interna y en el<br />

agregado, generaron expectativas positivas respecto al crecimiento de los ingresos. En este<br />

contexto, la reanimación del crédito y el fuerte aumento del consumo sumado a la recuperación de<br />

la tasa de inversión configuraron un ambiente positivo.<br />

El desempeño de los sectores económicos mostró una alta heterogeneidad según la exposición<br />

externa del mismo o la prioridad política surgida de influencias empresariales, más que por causa<br />

de una política industrial explícita.<br />

No obstante, el ingreso del país al doble desafío de la globalización e integración careció de una<br />

agenda común entre los sectores económicos y el Estado, con un programa de transición que<br />

permitiera un salto hacia mejoras de la competitividad, minimizando los costos sociales.<br />

La convertibilidad económica iniciada en 1991 quitó importantes márgenes de autonomía a la<br />

política, a la par que disminuyó la incertidumbre y el uso de las variables económicas para dirimir<br />

espacios de poder. La baja de la inflación incrementó la previsibilidad que alentó el consumo y las<br />

inversiones.<br />

El contexto internacional caracterizado por las bajas de interés favoreció durante este periodo la<br />

inserción del modelo, sin que se tuviera que atacar frontalmente algunas de las reformas<br />

estructurales que la economía argentina necesitaba.<br />

En el marco de los cambios económicos de la década, el crecimiento se vinculó fuertemente a las<br />

inversiones externas que llegaron para explotar recursos naturales, servicios públicos privatizados<br />

o desregulaciones de mercados cautivos durante muchos años por efecto del proteccionismo<br />

sectorial. La dinamización del sector servicios coexistió con cambios importantes en la producción<br />

industrial, ingreso de bienes de capital y modernización de la gestión, aspectos éstos que<br />

permitieron la mejora en la productividad y la internacionalización de algunos grupos nacionales.<br />

En tanto que el grueso de las pequeñas y medianas empresas, con altos costos financieros,<br />

escasa formación gerencial y rezago tecnológico en procesos, productos y conquista de mercados,<br />

quedaron atrasadas y condenadas al mercado local o Brasil, en momentos en que el real comienza<br />

a reevaluarse y permite mejorar la competitividad argentina.<br />

Este crecimiento se asentó fundamentalmente en el sector de servicios de la economía en<br />

desmedro del de la producción industrial, que se convirtió en un expulsor de mano de obra. La<br />

Argentina que no había superado los dos dígitos de desempleo durante las décadas de 1970 y<br />

1980, de pronto se encontró con un desempleo del 17% en 1998.<br />

El proceso de privatización del sector público empresarial y la desregulación de ciertos mercados,<br />

permitieron que el Estado nacional se redujera, pero al mismo tiempo facilitaron el financiamiento<br />

durante este período del déficit fiscal que se fue expandiendo por causas vinculadas a la caída del<br />

ingresos de la seguridad social, mejoras salariales, incremento de los gastos sociales, etc. Cuando<br />

se terminaron de vender las empresas y las acciones remanentes de las mismas, el Estado<br />

nacional se encontró con un déficit para el año 1999 que superó los 8.000 millones de pesos<br />

20


superando largamente los límites establecidos por la ley de Responsabilidad Fiscal (L. 25.152),<br />

votada en septiembre del mismo año.<br />

La eliminación del déficit que producían las empresas públicas generó impactos opuestos. Por un<br />

lado impactó positivamente mediante la eliminación de privilegios, pero también negativamente<br />

suprimiendo políticas indirectas de redistribución, como por ejemplo mantener empresas del<br />

Estado en lugares poco rentables (Salta, Neuquén), mediante el pago de salarios por encima de la<br />

productividad, pero fundamentalmente generando subsidios implícitos desde mercados más<br />

poblados y eficientes, hacia áreas con serios problemas de inserción productiva dentro de un<br />

agotado modelo de producción e integración económica internacional.<br />

Esta situación se sostuvo hasta la primera crisis financiera internacional que generara el conocido<br />

“efecto tequila” (1995). Allí, como consecuencia de los problemas financieros de México se<br />

comenzaron a ocasionar problemas para obtener financiamiento externo. La exigencia de obtener<br />

anualmente un financiamiento externo de aproximadamente 20.000 millones genera una fuerte<br />

dependencia de los vaivenes de la economía internacional. De esta manera durante la segunda<br />

parte de la década de 1990 cuando los Estados Unidos se convierten en una locomotora<br />

económica, generan una fuerte atracción de capitales, los cuales resultan entonces difíciles de<br />

atraer hacia las economías emergentes, inestables políticamente y con tasas de crecimiento<br />

reducidas.<br />

Marco general político sanitario<br />

En julio de 1992, se formularon las políticas de salud nacionales que presentaban como objetivos<br />

principales: la preservación del derecho a la salud para la población, el mejoramiento de la<br />

atención médica basado en criterios de equidad, solidaridad, eficacia, eficiencia y calidad, el<br />

fortalecimiento de las acciones de promoción y protección de la salud y prevención de la<br />

enfermedad bajo criterios de focalización poblacional y la redefinición y reorientación de los<br />

procesos de federalización y descentralización.<br />

El gobierno impulsó la desregulación para facilitar a la competencia entre las mismas obras<br />

sociales, estimular la elección por parte de los afiliados de la Obra Social y garantizar que todas las<br />

obras sociales brindaran una cobertura obligatoria que incluyera las principales prestaciones.<br />

Posteriormente, se inició el proceso de regulación de las empresas de medicina prepagas.<br />

El proceso de reconversión de las obras sociales iniciado en 1992, buscaba el saneamiento<br />

financiero y establecer nuevas estrategias de contratación con otro modelo prestacional,<br />

garantizando la sustentabilidad, y viabilidad.<br />

En 1992, se creó el Programa Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica<br />

(P.N.G.C.A.M.), que re - definió el papel del M.S.A.S. de la Nación como regulador. En el mismo<br />

año, el control de calidad en medicamentos, alimentos y tecnología fue puesto en manos de la<br />

Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (A.N.M.A.T.).<br />

A partir de 1993, por medio de una serie de decretos y resoluciones, se institucionaliza el traspaso<br />

de afiliados entre las obras sociales.<br />

El programa de reconversión fue acompañado por la elaboración del Programa Médico Obligatorio<br />

(P.M.O.) de cobertura obligatoria.<br />

En 1993 por decreto se crea el Hospital Público de Autogestión (H.P.A.). Este está autorizado a<br />

cobrar a terceros pagadores, sean de la seguridad social u otro tipo de seguro. Se trata de un<br />

sistema que implica el reclamo a la Administración Nacional del Seguro de Salud (A.N.S.SAL.)<br />

quién procede al débito automático al agente del Sistema Nacional del Seguro de Salud y al pago<br />

de lo facturado dentro de un lapso establecido de efectuada la retención.<br />

21


El marco normativo para la implementación del H.P.A., establece la posibilidad de los Estados<br />

Provinciales a adherir a dicha propuesta. Dado que la mayoría de los hospitales no pertenecen al<br />

Estado Nacional, su inscripción en el registro nacional, ha dependido de la decisión de provincias o<br />

municipios.<br />

En enero de 1997, a través de una ley para el subsector privado, se extendió la obligación del<br />

P.M.O. a las empresas de medicina prepaga.<br />

A partir de la fusión de la A.N.S.SAL., el Instituto Nacional de Obras Sociales (I.N.O.S.) y la<br />

Dirección Nacional de Obras Sociales (DI.N.O.S.), se creó la Superintendencia Nacional de<br />

Servicios de Salud en jurisdicción del Ministerio de Salud y Acción Social, como organismo<br />

descentralizado.<br />

El Ministerio de Salud impulsó estos cambios mediante programas de financiamiento externo<br />

proveniente de organismos internacionales de crédito (Banco Mundial y Banco Interamericano de<br />

Desarrollo) que definieron la agenda de reformas. Dos de los principales programas fueron el<br />

PROS (Programa de Reforma de las Obras Sociales) y el PRESSAL (Programa de Reforma del<br />

Sector Salud).<br />

En el transcurso de la década de 1990, desde el Ministerio de Salud de la Nación, a través de los<br />

programas financiados por el Banco Mundial, se impulsó la división de funciones dentro del<br />

sistema, tendiente a separar la financiación de la provisión. Así aparecen en la agenda los<br />

contratos de gestión que promueven los incentivos a la eficiencia de la gestión hospitalaria.<br />

Contexto provincial<br />

Aspectos generales<br />

La Argentina según las estimaciones del Ministerio de Economía para el año 1997 contaba con un<br />

Producto Bruto Interno de 292.859 millones de pesos. Dado que la población total del país fue<br />

calculada para ese mismo año en 35.408.589 de habitantes, el producto per capita estaría<br />

alrededor de $ 6679,31.<br />

El crecimiento del producto desde el año 1993 ha sido significativo e ininterrumpido, la tasa<br />

alcanzó aproximadamente un 24% desde 1993 hasta 1997. (Cuadro Nº 2.1).<br />

Cuadro 2.1<br />

Argentina. Evolución del P.B.I. a precios corrientes.<br />

Año P.B.I.<br />

1993 236.505.000.000<br />

1994 257.440.000.000<br />

1995 258.032.000.000<br />

1996 272.150.000.000<br />

1997 292.859.000.000<br />

Fuente: Ministerio de Economía de la República Argentina. 1998<br />

Si se desagrega por jurisdicción, puede verificarse que existe una gran diferencia en los productos<br />

provinciales per cápita, lo cual habla de provincias que se encuentran extremadamente rezagadas,<br />

frente a otras que cuentan con un producto per cápita muy superior a la media. (Cuadro 2.2).<br />

22


Cuadro 2.2<br />

Argentina. Producto Bruto Geográfico (P.B.G) total y per cápita (en pesos). 1997<br />

Jurisdicción P. B. G.<br />

PBG<br />

Per Capita<br />

Ciudad de Buenos Aires 67.734.270.416 22.688<br />

Buenos Aires 87.640.748.817 6.428<br />

Catamarca 1.384.027.304 4.641<br />

Córdoba 21.444.782.319 7.212<br />

Corrientes 3.540.513.957 4.040<br />

Chaco 3.399.599.647 3.731<br />

Chubut 3.575.647.803 8.613<br />

Entre Ríos 5.871.056.385 5.440<br />

Formosa 1.607.409.664 3.452<br />

Jujuy 2.356.230.780 4.136<br />

La Pampa 2.345.259.660 8.092<br />

La Rioja 1.441.071.480 5.581<br />

Mendoza 10.819.488.463 7.039<br />

Misiones 3.673.928.833 3.999<br />

Neuquén 5.111.191.329 10.293<br />

Río Negro 4.054.482.723 7.008<br />

Salta 4.130.157.620 4.162<br />

San Juan 2.813.535.965 5.036<br />

San Luis 2.718.120.784 8.098<br />

Santa Cruz 2.477.905.561 13.063<br />

Santa Fe 20.905.364.472 6.998<br />

Santiago del Estero 2.211.375.874 3.137<br />

Tierra del Fuego 2.032.324.221 17.805<br />

Tucumán 5.609.102.604 4.532<br />

Fuente: Año 1997<br />

Internet, Página Oficial del Ministerio de Economía, Secretaria de Programación Económica y Regional.<br />

Otro indicador interesante de analizar a la hora de exponer las diferencias provinciales en materia<br />

económica, es alguno que resuma la distribución del ingreso en cada región. Existe toda una<br />

batería de registros estadísticos que se pueden emplear con este fin, para la presente<br />

investigación se seleccionó aquel que se confecciona mediante la razón entre el ingreso que<br />

obtiene el decil más rico o alto y el decíl más pobre o bajo. A partir de su observación en cada<br />

provincia, puede notarse que hay provincias donde la inequidad en la distribución del ingreso es<br />

moderada y otras donde la inequidad es fuerte.<br />

23


Cuadro 2.3<br />

Argentina. Distribución del Ingreso (*). 1996<br />

Jurisdicción Distribución del Ingreso<br />

Ciudad de Buenos Aires 22,60<br />

Buenos Aires 22,30<br />

Catamarca 13,10<br />

Córdoba 14,80<br />

Corrientes 15,00<br />

Chaco 18,00<br />

Chubut 16,80<br />

Entre Ríos 17,50<br />

Formosa 18,00<br />

Jujuy 14,10<br />

La Pampa 14,40<br />

La Rioja 15,30<br />

Mendoza 24,70<br />

Misiones 21,30<br />

Neuquén 24,30<br />

Río Negro S./D.<br />

Salta 18,20<br />

San Juan 13,20<br />

San Luis 11,10<br />

Santa Cruz 13,60<br />

Santa Fe 19,00<br />

Santiago del Estero 19,40<br />

Tierra del Fuego 15,20<br />

Tucumán 17,20<br />

Fuente: Argentina, INDEC 1997<br />

Nota: (*) Indica cuantas veces más gana en promedio una persona del 10% más rico con relación a una del 10% más<br />

pobre.<br />

La reforma del Estado se convirtió en una de las principales asignaturas pendientes del esquema<br />

de convertibilidad adoptado. Si bien durante 1996 se definió como la gran prioridad, las diferencias<br />

políticas y la pérdida de poder político del gobierno durante la segunda parte de los noventa retrasó<br />

las reformas estructurales (salud, previsional, provincias, fiscal, etc.)<br />

Durante la primera mitad de la década las reformas estructurales avanzaron rápidamente en<br />

aquellas áreas que no ofrecían mayores resistencias, y uno de los aspectos que asumió la misma<br />

fue la transferencia de servicios sociales desde la jurisdicción nacional a las provincias y la Ciudad<br />

de Buenos Aires. Las transferencias de los hospitales nacionales y las escuelas de enseñanza<br />

media se produjo en 1992, configurando un nuevo sistema de responsabilidades en materia de<br />

gasto social, donde el 80% del gasto social (excluyendo previsión social) recae en las<br />

jurisdicciones provinciales y locales.<br />

24


La falta de incentivos a la gestión eficiente de los recursos se hace cada vez más relevante en la<br />

medida en que el Estado Nacional asume mayores responsabilidades en materia de ingresos<br />

concentrando funciones, en tanto que el gasto tiende a descentralizarse cada vez más. El<br />

responsable de las erogaciones tiende a eludir las responsabilidades de asignación eficiente del<br />

gasto y a concentrar las presiones para ampliar el techo que le establece el financiador mediante el<br />

esquema de coparticipación.<br />

Las dificultades de acuerdo que ofrece el dictado de una nueva Ley de Coparticipación que tendría<br />

que haberse aprobado durante 1996 ( 6 ) constituyen una pequeña muestra del desfasaje que se ha<br />

producido entre los cambios en la estructura del gasto público consolidado y la organización de los<br />

ingresos. Las diferencias no son sólo entre la Nación y las Provincias, sino que se da<br />

fundamentalmente entre las mismas provincias por el porcentaje que le correspondería a cada una<br />

de ellas.<br />

La problemática fiscal de las provincias, de continuos y permanentes desequilibrios permite advertir<br />

que claramente muchas de ellas no son viables económicamente y que requieren la continua<br />

asistencia directa o indirecta de las provincias con mayor recaudación. De este modo, con ingresos<br />

inferiores a sus egresos, y subsistiendo de las partidas de la coparticipación federal, las provincias<br />

presentan debilidades en materia de gestión del subsector público.<br />

El empleo público continúa siendo utilizado como seguro de desempleo ante los problemas de<br />

atraso y estancamiento económico y pérdida de competitividad de las economías regionales. Los<br />

niveles de endeudamiento de las provincias se ven incrementados con los pobres indicadores de<br />

crecimiento económicos de la última etapa de los noventa, y conforman hoy una deuda de<br />

aproximadamente 20.000 millones de pesos.<br />

Los problemas de financiamiento, vinculados al crecimiento del sector público en etapas<br />

ascendentes del ciclo económico, no son fáciles de ajustar o flexibilizar cuando el ciclo está en su<br />

etapa descendente sin generar tensiones sociales profundas.<br />

La rigidez de la estructura pública provincial en materia de personal ocupado, estructuras, y pago<br />

de deudas, constituye un fuerte condicionante a la redefinición de funciones de producción y<br />

organización pública más eficientes y eficaces.<br />

Las provincias tienen entre sí profundas diferencias y la distancia económica y social se agranda<br />

aún más si se las compara con la Capital Federal. La inequidad está presente también dentro de<br />

las mismas jurisdicciones, dado que es posible identificar la convivencia de islas de pobreza muy<br />

deprimidas económica y socialmente con islas de opulencia económica.<br />

De manera más reciente un informe de la Consultora Equis (7 ) hace referencia al crecimiento de la<br />

economía durante los años noventa, pero de manera paralela a un crecimiento de la desigualdad.<br />

La Capital Federal aparece como el territorio de mayor desigualdad con una diferencia de 89%<br />

entre el 10% más rico y el 10% más pobre<br />

El coeficiente de Gini que se utiliza para medir el grado de igualdad de una sociedad, nos permite<br />

observar los desequilibrios sociales que se producen. El coeficiente se mueve entre 0 y 1 y cuanto<br />

más cerca de 1 está mayor es la desigualdad. En el caso argentino mientras que en 1990 el<br />

coeficiente era de 0,42, nueve años más tarde se ubica en 0,45.<br />

Según el informe citado con anterioridad, el 10% más pobre de la población pasó de recibir un<br />

2,1% de los ingresos totales en 1990 al 1,5% en 1999. Mientras que en el mismo período el 10%<br />

más rico pasó de recibir 33,6% al 36,7%, mejorando aún más su posición.<br />

6 Según lo establecido en la Reforma Constitucional de 1994<br />

7 Ricos y pobres más separados. La Nación. Economía. 26 de mayo 2000<br />

25


La brecha entre el primer y el último decil de ingresos es de 32% en Salta, en Chaco y San Juan<br />

27%, en Chubut y Jujuy 26%, Formosa y Mendoza del 24%, Tucumán 23%, San Luis 20,6% y en<br />

la provincia de Buenos Aires 17%.<br />

Existe una fuerte inelasticidad de la pobreza al crecimiento económico y este fenómeno se agravó<br />

durante la última década por diversas causas. Los mecanismos de redistribución de la riqueza no<br />

fueron modificados y las altas tasas de crecimiento que tuvo el país desde 1991-1997 (promedio<br />

7%) terminaron en las manos de un segmento reducido de la población.<br />

En este sentido, el Estado es el aparato redistribuidor por excelencia, siempre y cuando se superen<br />

las fallas del mismo y se utilice de manera adecuada las políticas tributarias y sociales del cual<br />

dispone. Sin embargo, existe un atraso del Estado en materia institucional que se refleja en los<br />

problemas de penetración privada dentro del mismo, que impide por ejemplo gravar y recaudar a<br />

los sectores más favorecidos de la población, o regular y controlar el funcionamiento de los<br />

operadores y del mercado. También existen debilidades muy fuertes en materia de organización y<br />

gestión de los programas sociales que implican llegar de manera amplia a la población asegurando<br />

el acceso a derechos básicos como salud, educación, promoción social, etc.<br />

Algunas estrategias sanitarias provinciales<br />

Durante los noventa en los ámbitos provinciales se diseñaron y ejecutaron diferentes estrategias<br />

para quedarse con la cobertura de la población provincial, integrada a través de diferentes<br />

opciones según quién o qué subsector fuera el motorizador de la iniciativa.<br />

En algunas provincias donde la obra social provincial representa la mayor capacidad de compra de<br />

servicios y tienen viabilidad financiera, por ejemplo el caso IOMA (Instituto de Obra Médica<br />

Asistencial) en la Provincia de Buenos Aires, con 1.500.000 beneficiarios y 500 millones de pesos<br />

de presupuesto, la estrategia estuvo orientada a avanzar como asegurador único, captando de<br />

manera voluntaria a una parte de la población con capacidad económica (sin trabajos en relación<br />

de dependencia), a la vez que se operaba en otro frente complementario diseñando y<br />

estructurando programas especiales para dar cobertura a los indigentes, pero sin una articulación<br />

orgánica de ambas estrategias bajo una línea o política directriz definida y de largo alcance. En<br />

este caso, el Ministerio de Salud deja de financiar a la oferta (hospitales) mediante el presupuesto,<br />

comprando la cobertura de la población indigente a la obra social provincial que se encarga de<br />

articular y gestionar la red prestadora de salud.<br />

En aquellas provincias donde el sector público tiene mayor estabilidad y capacidad de gestión<br />

como por ejemplo La Pampa, es el Ministerio de Salud quien asume el liderazgo para convertirse<br />

en el asegurador del sistema, intentando articularlo en torno a la red prestadora pública de salud, o<br />

de la red de municipios que tienen en algunos casos seguros municipales y prestadores propios.<br />

En el caso de la provincia de Salta las iniciativas de reforma surgen del Ministerio de Salud<br />

trabajando en consonancia con la Obra Social Provincial (OSP). Es posible identificar cambios en<br />

materia de normativas, como por ejemplo la reforma de la figura jurídica de los hospitales,<br />

avanzando hacia esquemas más flexibles y menos atados a los procedimientos públicos de<br />

compras y contrataciones de personal.<br />

Un caso similar al salteño es el de la provincia de Mendoza, donde el Ministerio y la Obra Social<br />

Provincial se articulan para brindar cobertura, facilitando un proceso de integración de recursos y<br />

funciones, mediante la organización de una unidad o red prestadora formada por un mix local<br />

público-privado con inclusión de clínicas y sanatorios privados con o sin fines de lucro.<br />

Puede identificarse luego un tercer grupo de provincias, donde con independencia de la capacidad<br />

y la estructura de la oferta pública, el lobby privado de la salud es muy fuerte y en consecuencia<br />

avanzó sobre los aseguradores públicos actuando como gerenciador de contratos. Tal el caso de<br />

la provincia de Río Negro, donde la entidad gremial médica y de Clínicas y Sanatorios tiene el<br />

26


contrato con la obra social provincial, con el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados<br />

y Pensionados y además tiene un prepago voluntario, adquiriendo características cuasi<br />

monopsónicas. En esta provincia, a pesar de los esfuerzos desde el Consejo Provincial de Salud<br />

por articular un seguro provincial de salud, integrando toda la población que se atendía en el sector<br />

público y privado, el poder de los prestadores privados fue lo suficientemente fuerte como para en<br />

primer lugar abortar la iniciativa de integrar la población que se atiende en los hospitales con<br />

aquellos beneficiarios de la obra social provincial. Entre otras razones por los problemas de<br />

plantear una reconversión y complementación de la red prestadora pública que atendía<br />

históricamente a los habitantes sin cobertura, con los prestadores privados que históricamente han<br />

sido los principales proveedores-efectores de servicios médicos de la población beneficiaria de la<br />

obra social provincial.<br />

En la provincia de Santa Fe, los grupos prestadores con mayor poder de organización acumulan<br />

capacidad de influencia como para definir nuevas reglas de juego en materia de asignación de<br />

recursos. Los prestadores tienden a integrarse y se constituyen en compradores internos de<br />

servicios, intentando articular una red prestadora – aseguradora público privado que tiende a limitar<br />

la competencia, complementando recursos.<br />

En la Capital Federal se implementaron programas del primer nivel de atención, por ejemplo el<br />

desarrollo de un programa de médicos de cabecera para la población sin cobertura de salud, que<br />

se atiende en el hospital público. Además se desarrollaron articulaciones entre los hospitales<br />

municipales de la Ciudad de Buenos Aires, y una red privada de prestadores conformando<br />

Unidades de Prestadores Integrales, entidades sin fines de lucro con participación de ambos<br />

sectores, organizada para brindar prestaciones a la población de jubilados y pensionados del<br />

INSSJP/ PAMI en la Capital Federal.<br />

En la provincia de San Luis se iniciaron experiencias de tercerización de la facturación de las<br />

prestaciones a las obras sociales, y de otros operadores privados (seguros, administradoras de<br />

riesgos de trabajo, prepagas, etc.). Muchos hospitales previamente tercerizaron la cocina,<br />

lavandería, seguridad y otros servicios no asistenciales.<br />

En el informe 14399-AR del Banco Mundial, sobre el proyecto de desarrollo del sector salud en las<br />

provincias (1995) se afirma que la eficiencia en las asignaciones podría mejorar si se introdujeran<br />

criterios de eficacia en función de costos, que permitieran definir prioridades en la asignación de<br />

recursos en el nivel provincial, complementado con la separación gradual de las funciones de<br />

financiación y prestación en este nivel.<br />

Una de las críticas más relevantes que se le puede hacer al programa financiado por el Banco<br />

Mundial apuntan a haber intentado una reforma en las provincias, a punto de partida del logro de<br />

algunos hospitales de mejoras en su eficiencia micro, lo cual les permitiría alcanzar el status de<br />

autogestión. En forma paralela y mediante la reforma del financiamiento, que pasaría a financiar a<br />

la demanda y ya no a la oferta de servicios, se esperaba que se produjera un ajuste de la red<br />

prestadora pública de salud de las provincias. La limitación del enfoque fue no pensar de manera<br />

integral en el sistema (cobertura, seguro, regulación, financiación, red prestadora), de tal manera<br />

de poder contar con un marco general desde donde poder actuar una reforma microeconómica en<br />

la gestión de los actores públicos.<br />

Este esquema sólo permitió financiar pequeños cambios organizativos que no tardaron en caer al<br />

retirarse la asistencia finaciera y volver a funcionar con la misma lógica con la cual funciona todo el<br />

sistema. En última instancia, se trata de una cuestión de supervivencia de la organización, que no<br />

puede actuar de manera responsable y racional en el uso del presupuesto, porque los incentivos<br />

tienden a favorecer a los que exceden las previsiones de gasto.<br />

Gasto en salud en las distintas jurisdicciones<br />

27


El gasto en salud, en sus componentes público y privado, por habitante por año varía<br />

sensiblemente entre las jurisdicciones (Cuadro Nº 2.5).<br />

Cuadro Nº 2.5<br />

Gasto en salud por habitante año. Argentina. 1997.<br />

Jurisdicción Gasto Público Gasto Privado Gasto Total<br />

en $ por habitante en $ por habitante en $ por habitante<br />

Buenos Aires 290,7 312,80<br />

Capital Federal 914,8 776,01<br />

Catamarca 430,1 194,66<br />

Chaco 299,9 103,14<br />

Chubut 402,7 161,19<br />

Córdoba 318,9 237,01<br />

Corrientes 236,8 153,25<br />

Entre Rios 326,7 203,31<br />

Formosa 284,8 129,31<br />

Jujuy 299,2 129,65<br />

La Pampa 474,9 216,92<br />

La Rioja 501,7 159,67<br />

Mendoza 305,2 260,69<br />

Misiones 236,5 136,42<br />

Neuquén 501,3 144,08<br />

Rio Negro 338,5 206,38<br />

Salta 327,0 159,87<br />

San Juan 339,2 213,03<br />

San Luis 361,0 192,38<br />

Santa Fe 296,4 259,49<br />

Sgo. del Estero 315,8 96,71<br />

Sta. Cruz 780,4 184,71<br />

Tierra del Fuego 833,0 312,20<br />

Tucumán 292,3 275,14<br />

Total 362,4 294,36<br />

656,8<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos del estudio ““El gasto en salud en la Argentina y su método de cálculo” ,<br />

Coordinador Tobar F. y equipo de investigación: Ventura G, Montiel L, Falbo R, Programa de investigación aplicada,<br />

Instituto Universitario ISALUD. Diciembre de 2000.<br />

NOTA: El gasto público consolidado incluye los gastos de nación, provincia y municipio.<br />

• gasto público nación incluye: obras sociales nacionales, INSSJyP, PROFE, PRESSAL, PROSS, hospitales<br />

públicos, otros programas<br />

• gasto público provincias y municipios incluye: obras sociales provinciales, hospitales públicos, otros programas<br />

• gasto privado incluye: gasto de bolsillo para atención de la salud a través de empresas de medicina prepaga,<br />

mutuales, u otros planes de salud y medicamentos<br />

En esta distribución se observan diferencias en los tres niveles presentados.<br />

603,5<br />

1.690,8<br />

624,8<br />

403,1<br />

563,9<br />

555,9<br />

390,1<br />

530,0<br />

414,1<br />

428,8<br />

691,9<br />

661,3<br />

565,9<br />

372,9<br />

645,3<br />

544,8<br />

486,9<br />

552,2<br />

553,4<br />

555,9<br />

412,5<br />

965,1<br />

1.145,2<br />

567,5<br />

El gasto de la Nación se distribuye en las provincias en base a los programas que se ejecutan<br />

desde los organismos e institutos públicos y obras sociales.<br />

El monto de gasto de Nación, dada la incidencia de algunos programas (por ejemplo Estado Mayor<br />

General del Ejército, o financiamiento de acciones de salud en Universidades Nacionales) y la<br />

ubicación geográfica de la administración, tienden a sobredimensionar la jurisdicción Capital<br />

Federal.<br />

28


El gasto nacional en salud es relativamente rígido, sin embargo podría mejorar su capacidad de<br />

asignación en algunos programas, mediante criterios que tiendan a reflejar las diferencias en<br />

materia de cobertura, equidad en el acceso de la población de las diferentes provincias argentinas.<br />

En cuanto al Programa de Atención Médica Integral del Instituto Nacional de Servicios Sociales<br />

para Jubilados y Pensionados la asignación de recursos depende de la cantidad de personas con<br />

beneficios previsionales que tenga cada una de las provincias. El precio de la cápita varía de una<br />

provincia a la otra y existe todo un proceso de negociación provincia por provincia, que tiene<br />

diferentes costos según el sector a cubrir y la configuración de la oferta correspondiente.<br />

La distribución de los recursos de las Obras Sociales Nacionales depende de los afiliados que<br />

tenga la obra social en cada provincia. Las provincias más beneficiadas han sido aquellas con<br />

sectores económicos más dinámicos y más formalizados. Se observa aquí una fuerte<br />

concentración en aquellas jurisdicciones con mayor producto bruto interno (Buenos Aires y Capital<br />

Federal).<br />

Respecto del gasto por provincia, esta información surge de los presupuestos provinciales y de las<br />

obras sociales provinciales. Depende en gran medida de la actividad económica y del peso del<br />

Estado en materia de salud y como empleador.<br />

El promedio de gasto en salud en las provincias respecto del gasto público total (1997) alcanzaba<br />

el 10,71% en tanto que respecto al gasto social de la provincia era de 16,34%. 8 . Este gasto esta<br />

destinado en un 85% a financiar la red de hospitales públicos provinciales, y en mucho menor<br />

escala los centros de salud 9<br />

Las obras sociales provinciales son actores muy relevantes del gasto en salud en las provincias.<br />

Dependen en gran medida de la cantidad de empleados que tenga el Estado, dado que esto<br />

repercute de manera directa en el financiamiento estatal y los aportes de los empleados.<br />

El financiamiento total de las obras sociales provinciales es muy variado según la provincia,<br />

considerando en primer lugar que existen leyes provinciales que establecen el valor de las<br />

alícuotas obligatorias de aportes y contribuciones de los trabajadores y sus empleadores sobre la<br />

nómina salarial y de la situación económica y financiero del Estado provincial, que es el principal<br />

aportante de la misma. Esta presencia relevante como financiador genera una situación de<br />

dependencia, donde resulta difícil distinguir la obra social provincial de otro organismo público<br />

provincial. Las restricciones financieras afectan claramente la autonomía y las decisiones de la<br />

obra social en materia de cobertura.<br />

Existe una gran dispersión en el financiamiento y las cápitas de los beneficiarios de las obras<br />

sociales provinciales y esto se debe a las diferencias económicas estructurales que existen pero<br />

también es destacable algunas provincias que han logrado evitar seguir incrementando los<br />

empleados públicos y por el otro han mejorado la capacidad de gestión de las obras sociales.<br />

El gasto de los municipios es muy variable también según el Municipio del cual se trate. En este<br />

sentido los municipios de la provincia de Buenos Aires, tienen un desarrollo relevante de la<br />

cobertura de salud. En la provincia de Santa Fe, la ciudad de Rosario constituye también un<br />

enclave en materia de salud.<br />

8<br />

Cuadro 4.7 Gasto Público Consolidado en Atención de Salud de los Gobiernos Provinciales y GCBA. 1993-<br />

1997. Caracterización y evolución del gasto público social. Periodo 1980-1997 Secretaria de Programación<br />

Económica y Regional. Ministerio de Economía. 1999<br />

9<br />

pag. 41. El sistema de salud en la Argentina. Cuaderno de Economía Nro 18. Ministerio de Economía de la<br />

Provincia de Buenos Aires. 1996<br />

29


Conclusión<br />

Las provincias presentan una gran diferencia en la capacidad de gestión, calidad de prestaciones y<br />

presupuestos per cápita en sus sistemas de salud pública provincial e institutos provinciales de<br />

salud.<br />

La reorganización de los sistemas sociales cuya mayor parte hoy depende de las provincias tiene<br />

problemas de coordinación con otras jurisdicciones, pero también es necesario decir que implica<br />

afectar intereses y replantear cambios en las prácticas laborales y organizativas en concordancia<br />

con los avances de la tecnología informática y de gestión.<br />

Los gobiernos provinciales, aparecen superados por los problemas financieros inmediatos,<br />

administrando la crisis dificultados para planificar para el mediano plazo y condicionados<br />

políticamente por el costo de la reforma en situaciones de coyuntura.<br />

Comienza a surgir cada vez con mayor peso un costo de la no reforma, que tiene dos caminos<br />

posibles para tomar, el primero pasa por liderar los cambios manteniendo la responsabilidad<br />

pública de los servicios sociales. El otro, que puede tener una serie de variantes, puede resultar<br />

más fácil pero no menos riesgoso e implica privatizar la gestión de los sistemas sociales, mediante<br />

la transferencia del financiamiento a entidades privadas con o sin fines de lucro.<br />

30


BIBLIOGRAFIA<br />

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Fundación Isalud<br />

(1998) “El sistema sanitario en Cataluña.” Cuadernos Isalud. Buenos Aires 1998<br />

31


&$3Ì78/2 ,,,<br />

32/Ì7,&$6 6$1,7$5,$6 6,78$&,Ð1 '( 6$/8' < 68 5(/$&,Ð1 &21 /$<br />

(48,'$' (1 /$6 3529,1&,$6 '( 6$17$ )( < 6$/7$<br />

Provincia de Salta.<br />

Situación sanitaria 10 y relación con la equidad.<br />

La provincia se encuentra ubicada en el noroeste de la Argentina con una superficie de 155.000<br />

km2 y con 1.000.983 de habitantes en 1997.<br />

La provincia pertenece al Grupo IV (ver capítulo I), caracterizado por su baja expectativa de vida.<br />

Salta presenta baja expectativa de vida, alto porcentaje de población de diez años y más en<br />

condición de analfabetismo y alto porcentaje con población con necesidades básicas insatisfechas<br />

(Cuadro 3.1).<br />

Cuadro Nº 3.1<br />

Indicadores socioeconómicos seleccionados.<br />

E(V) Analfabetismo<br />

Grupo<br />

Población sin agua<br />

potable<br />

%<br />

Población sin desagües<br />

cloacales<br />

%<br />

Población<br />

NBI<br />

%<br />

1991<br />

(en años)<br />

%<br />

1995 - 2000 1991<br />

1991<br />

1991<br />

Grupo I 72,32 2,55 32,0 61,3 15,31<br />

Grupo IV 69,17 8,40 35,7 66,8 36,21<br />

Salta 68,92 6,72 15,5 54,1 36,8<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de “Argentina 1998, indicadores básicos. “ OPS / OMS – Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación.<br />

Tiene alto porcentaje de población rural, disponibilidad de médicos algo superior que la del grupo<br />

IV, alto porcentaje de partos no institucionales y una elevado porcentaje de población no cubierta<br />

por plan médico, obra social o mutual (Cuadro 3.2).<br />

Cuadro Nº 3.2<br />

Indicadores de recursos seleccionados.<br />

Grupo Población rural Médicos Partos no atendidos por Población no cubierta por<br />

(por diez mil personal adiestrado OS, plan médico o mutual<br />

% habitantes)<br />

%<br />

%<br />

1997<br />

1997<br />

1997<br />

1997<br />

Grupo I 9,56 28,64 2,0 33,65<br />

Grupo IV 20,17 13,70 7,9 50,03<br />

Salta 20,3 15,08 9,3 47,83<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de “Argentina 1998, indicadores básicos. “ OPS / OMS – Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación.<br />

Si se observan los indicadores sanitarios seleccionados se encuentra que la TMI es elevada<br />

aunque levemente inferior a la del Grupo IV, la TMM también es elevada y la cantidad de años de<br />

10 Agustín Martinez , Ministro de Salud de la Pcia de Salta en 1997, disertación realizada en el<br />

"Primer Seminario de Financiamiento del Sector Salud" organizado por el PRESSAL y llevado a<br />

cabo en Bariloche en el año 1997.<br />

32


vida potencialmente perdidos supera la del Grupo IV, mientras que el porcentaje de causas mal<br />

definidas es menor que el del Grupo mencionado (Cuadro Nº 3.3).<br />

Cuadro Nº 3.3<br />

Indicadores sanitarios seleccionados.<br />

Grupo TMI<br />

TMM<br />

AVPP total<br />

Causas mal definidas<br />

(por mil n.v) (por diez mil n.v) (por cien mil habitantes)<br />

%<br />

1997<br />

1997.<br />

1997<br />

1997<br />

Grupo I 17,22 2,74 7.918,92 4,60<br />

Grupo IV 22,98 6,45 8.625,20 11,94<br />

Salta 20,5 7,3 9.278,30 6,08<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de “Argentina 1998, indicadores básicos. “ OPS / OMS – Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación.<br />

El gasto total por habitante año supera al valor del Grupo IV con una mayor participación del gasto<br />

público. Dentro de ese gasto público se consideran las transferencia realizadas, que para el caso<br />

del Programa Federal de Salud (PROFE) y del de Reforma del Sector Salud se encontraron en los<br />

valores del Grupo IV (Cuadro Nº 3.4).<br />

Cuadro Nº 3.4<br />

Indicadores de gasto en salud y transferencia seleccionados (en $ por habitante año)<br />

Grupo Gasto público Gasto privado Gasto total Gasto total / PBG Transferencia<br />

%<br />

PROFE y PRESSAL<br />

1997 1997 1997<br />

1997<br />

1997<br />

Grupo I 373,80 351,40 725,2 8,45 7,82<br />

Grupo IV 293,80 127,20 421,0 11,15 11,32<br />

Salta 327,00 159,87 486,9 11,80 10,24<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de “Argentina 1998, indicadores básicos. “ OPS / OMS – Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación y datos del estudio ““El gasto en salud en la Argentina y su método de cálculo” ,<br />

Coordinador Tobar F. y equipo de investigación: Ventura G, Montiel L, Falbo R, Programa de investigación aplicada,<br />

Instituto Universitario ISALUD. Diciembre de 2000..<br />

Este panorama de desigualdades, en el año estudiado, permite pensar en inequidades en los<br />

aspectos analizados, dada la existencia de conocimientos, tecnología y recursos disponibles,<br />

considerando además, que se trata de indicadores promedio para la provincia.<br />

Contexto político sanitario y de reformas<br />

Desde el punto de vista de las políticas y de la equidad la información recolectada para este<br />

estudio permite enmarcar los indicadores analizados anteriormente en el contexto socioeconómico<br />

tratado en el capítulo dos y en particular, para la provincia de Salta, en el contexto político sanitario<br />

y de reformas que se desarrolla a continuación.<br />

Hacia 1995 el sector público de salud presentaba las siguientes características 11 :<br />

1. El presupuesto del área salud presentaba una distorsión en la composición del gasto ya<br />

que más del 95 % del mismo se destinaba a personal.<br />

11 Vicente Paqueo, Donald Winkler, William Experton y otros "Mejora del financiamiento y del usos<br />

de los recursos de la salud y la educación en Salta" septiembre de 1997, RA y “Condicionalidades<br />

del Contrato firmado por la Provincia de Salta con el BIRF para la obtención del Préstamo de<br />

Reforma Provincial “, PRL II de 1997<br />

33


2. El nivel central se encontraba sobredimensionado. Existían más de 700 agentes que<br />

prestaban servicios administrativos y prestacionales.<br />

3. La ley de los trabajadores de salud remuneraba licencias y reemplazos produciendo un<br />

doble gasto.<br />

4. El presupuesto de los hospitales se elaboraba en base a valores históricos y se asignaba<br />

sin algún criterio. No existían las licitaciones ni concursos de precio. Con esta mecánica la<br />

asignación era semanal.<br />

5. Producto del punto anterior y por la crisis fiscal, existía desabastecimiento por falta de pago<br />

a los proveedores que llevaban acumulado una deuda promedio de doce semanas.<br />

6. Existía un atraso en el pago de los sueldos de hasta sesenta días, con lo cual a partir del<br />

día diez de cada mes se cortaban las actividades hasta la efectivización del pago y sólo<br />

funcionaba la guardia médica. Esto incluía al primer nivel de atención.<br />

7. La OS provincial estaba desfinanciada. No se le transferían los aportes y retenciones de<br />

Ley. Por lo tanto, existía una demora en el pago a los prestadores de seis meses lo que<br />

provocaba el corte de prestaciones y una sobrecarga a los hospitales, los cuales a su vez<br />

no atendían regularmente la demanda programada y se derivaba a la guardia.<br />

En ese contexto se instaló como principal fuente de financiación el plus médico, los copagos en<br />

todos los niveles y los sistemas de reintegro, en perjuicio de los usuarios.<br />

El gobierno provincial que asume a finales de 1995 decide encarar una profunda reforma que<br />

afecta todas las áreas de gobierno. 12<br />

Entre otras medidas el gobierno acordó con el Banco Mundial un préstamo que incluía un<br />

programa de ajuste fiscal para los años 98 – 99 y políticas de reformas para las áreas de salud y<br />

educación .<br />

Específicamente en el área salud se acordó un programa cuyo objetivo era aumentar la eficiencia y<br />

la eficacia del sistema provincial de salud, contribuir a los objetivos de ajuste fiscal y mejorar el<br />

acceso de los pobres a servicios de calidad .<br />

Se plantea una primera etapa de reordenamiento administrativo y paralelamente se van asentando<br />

las bases para una reforma a mediano y largo plazo considerando dos aspectos principales:<br />

(i) desde la financiación tratar de generar una caja única administrada desde el gobierno<br />

provincial que pudiera fijar precios y establecer las condiciones de contratación y,<br />

(ii) modificar el modelo prestador otorgando autonomía a los hospitales para que pudieran<br />

participar en un esquema de competencia gerenciada junto al subsector privado.<br />

Las principales reformas tuvieron eje en la:<br />

a) reestructuración del subsector público a través de :<br />

(i) la transformación de hospitales en Hospitales Públicos de Autogestión (HPA)<br />

(ii) la reorganización del Ministerio de Salud<br />

(iii) la tercerización de servicios en el nivel central y en los hospitales (por ejemplo:<br />

limpieza, seguridad, alimentación, etc.). También se terciarizaron servicios de<br />

diagnóstico introduciéndose nuevas modalidades de pago.<br />

b) ampliación de la cobertura<br />

c) redefinición de sistemas de incentivos para mejorar la eficiencia y transparencia del sector<br />

Estos cambios debían realizarse bajo la consideración que el presupuesto del sector no debía<br />

disminuir, a fin de garantizar que los ahorros generados se reinvirtieran en el sector . 13<br />

12 Vicente Paqueo, Donald Winkler, William Experton y otros "Mejora del financiamiento y del usos<br />

de los recursos de la salud y la educación en Salta", op.cit.<br />

13 Ibidem.<br />

34


El ordenamiento administrativo<br />

Una serie de medidas fueron tomadas a fin de encauzar y transparentar la administración del<br />

sector:<br />

(a) Se establece una metodología para la formulación del presupuesto de los<br />

hospitales que considera la producción y rendimiento de cada establecimiento y las<br />

características de la población. Se establecen créditos presupuestarios y<br />

mecanismos de concursos de precios y licitación para la adquisición de bienes y<br />

servicios.<br />

(b) Se reestablece la cadena de pago tanto a proveedores como a los empleados del<br />

sector reordenando el sistema de atención.<br />

(c) Se sanciona una nueva ley de los trabajadores del sector eliminando las graves<br />

distorsiones anteriores. Se redistribuyen los recursos humanos hacia el primer<br />

nivel y desde la capital hacia las zonas alejadas del interior.<br />

(d) Se redimensiona el nivel central, reduciendo la planta de personal y redefiniendo<br />

el rol del Ministerio, constituyéndolo en el principal asegurador y financiador de la<br />

provincia y recuperando además su papel fiscalizador. Se establece una política de<br />

habilitación y acreditación de establecimientos siguiendo la línea trazada por la<br />

Nación.<br />

(e) Se sanea la Obra Social Provincial reestableciéndose la cadena de pago a los<br />

proveedores y evitando nuevos cortes de servicios. Esto contribuyó fuertemente al<br />

reordenamiento del subsector público.<br />

(f) Se firma un convenio con la ANSES para la elaboración de un padrón que<br />

incluyera a los beneficiarios de las Obras Sociales Nacionales y a los de la Obra<br />

Social Provincial. Se comienza a elaborar una estrategia para empadronar a la<br />

población sin cobertura.<br />

(g) Se diseñan modelos de contratos de gestión como una nueva modalidad relacional<br />

entre el hospital y el nivel central fijándose explícitamente incentivos por<br />

producción.<br />

El ordenamiento normativo<br />

El ordenamiento administrativo, se sustentó en una serie de normativas orientadas a cambios en el<br />

mediano y largo plazo. Se señalan como principales:<br />

(1) La nueva ley de Ministerios de fines de diciembre de 1995, que determina que el Instituto<br />

Provincial de Seguros pase a depender del Ministerio de Salud Provincial. De esta manera<br />

se concentra toda la función financiadora pública en el ámbito del Ministerio de Salud.<br />

(2) Ley 6.841, fue un decreto de necesidad y urgencia del 12/12/95 posteriormente<br />

transformada en ley en 1996, que entiende en la reestructuración de la OSP y en la<br />

reforma del hospital público. Establece que la OSP es el pilar para la conformación de un<br />

seguro público, asignándole funciones de financiación y administración de los contratos de<br />

servicios y de las prestaciones brindadas por la red pública (HPA) y privada. El HPA, con<br />

personería jurídica, es el eje de la red prestadora. El personal de los hospitales que se<br />

declaren como HPA quedan sujetos al ámbito del derecho privado.<br />

A modo de conclusión<br />

El ordenamiento administrativo permitió establecer metas asistenciales e introducir aspectos de<br />

calidad a los servicios, entre otros aspectos.<br />

Por otra parte, hacia el 2000, no se completó el desarrollo del seguro público ni el cambio de los<br />

hospitales en hospitales públicos de autogestión (bajo la modalidad establecida en la ley provincial<br />

6.841) observándose sólo algunos avances aislados en estas áreas.<br />

35


Estos temas siguen incorporados a la agenda de reformas como los ejes centrales del cambio.<br />

Retomando el análisis realizado en el Capítulo I, debe señalarse que estas medidas estuvieron<br />

orientadas fundamentalmente al ordenamiento del gasto provincial, del cuál el sector salud es una<br />

parte.<br />

En el caso de las reformas en salud mencionadas resulta difícil analizar, dada la dificultad de<br />

acceder a evaluaciones sistematizadas:<br />

a) el grado en que las políticas explicitadas alcanzaron resultados en función de los objetivos<br />

planteados:<br />

• aumentar la eficiencia y eficacia del sistema provincial de salud<br />

• contribuir al ajuste fiscal<br />

• mejorar la calidad de los servicios públicos<br />

• ampliar el acceso de la población de menores recursos a la atención de la salud.<br />

b) y, si el ordenamiento administrativo y normativo realizado tuvo efectos e impactos en la<br />

reducción de las inequidades estudiadas.<br />

Provincia de Santa Fe<br />

Situación sanitaria y relación con la equidad.<br />

La Provincia de Santa Fe se encuentra ubicada al norte de la provincia de Buenos Aires, en el<br />

litoral argentino .Su territorio es una llanura de 133.007 km2 y ocupa el 3,5% de la superficie<br />

Argentina. Santa Fe, como sus vecinas Córdoba y Buenos Aires, tiene un importante desarrollo<br />

económico y aporta una importante fracción del producto Bruto Interno nacional.<br />

La población estimada para 1997 era de 3.008.956 habitantes, distribuidos en 19 departamentos.<br />

La ciudad de Santa Fe es la capital de la provincia y tiene una población cercana a los 370.000<br />

habitantes, pero la ciudad de Rosario es el centro industrial y económico y casi triplica la población<br />

de la capital.<br />

Como las otras provincias del centro, la pirámide poblacional de la provincia tiene una base<br />

relativamente estrecha, con 27% de menores de 15 años, y un 11% de personas con 65 o mas<br />

años. También los índices demográficos son similares a los de la región, presentando una baja<br />

tasa de crecimiento anual de población, baja tasa de natalidad, y tasas de mortalidad general<br />

ajustadas p0r edad, al igual que las tasas de mortalidad infantil, por debajo de las nacionales.<br />

La provincia pertenece al Grupo I (ver capitulo I), caracterizado por su alta expectativa de vida.<br />

Santa Fe presenta alta expectativa de vida, bajo porcentaje de población de diez años y mas en<br />

condición de analfabetismo y alto porcentaje con población con necesidades básicas insatisfechas<br />

(Cuadro 3.5).<br />

Cuadro 3.5<br />

Indicadores socioeconómicos seleccionados.<br />

E(V) Analfabetismo Población sin Población sin Población<br />

Grupo<br />

(en años) %<br />

agua potable<br />

%<br />

desagües cloacales<br />

%<br />

NBI<br />

%<br />

1995 - 2000 1991<br />

1991<br />

1991<br />

1991<br />

Grupo I 72,32 2,55 32,0 61,3 15,31<br />

Grupo<br />

IV<br />

69,17 8,40 35,7 66,8 36,21<br />

Santa<br />

Fe<br />

72.29 4.56 28.7 55.43 16.3<br />

36


Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de “Argentina 1998, indicadores básicos. “ OPS / OMS – Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación.<br />

Tiene bajo porcentaje de población rural, pero cuenta con una disponibilidad de médicos semejante<br />

a la arrojada por el grupo IV, bajo porcentaje de partos no institucionales y un bajo porcentaje de<br />

población no cubierta por plan médico, obra social o mutual (Cuadro 3.6).<br />

Cuadro 3.6 Indicadores de recursos seleccionados.<br />

Grupo Población<br />

rural<br />

Médicos<br />

(por diez mil<br />

habitantes)<br />

1997<br />

Partos no atendidos<br />

por personal adiestrado<br />

%<br />

1997<br />

Grupo I<br />

%<br />

1997<br />

9,56 28,64 2,0 33,65<br />

Grupo IV 20,17 13,70 7,9 50,03<br />

Población no cubierta por<br />

OS, plan médico o mutual<br />

%<br />

1997<br />

Santa Fe 7.0 28.02 2.9 28.66<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de “Argentina 1998, indicadores básicos. “ OPS / OMS – Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación.<br />

Observando indicadores sanitarios clásicos, se encuentra que la TMI es inferior a la del Grupo I, la<br />

TMM también es elevada es elevada y cercana a la del grupo IV. (Cuadro 3.7).<br />

Cuadro 3.7 Indicadores sanitarios seleccionados.<br />

Grupo TMI<br />

(por mil n.v)<br />

1997<br />

Grupo I 17,22 2,74<br />

Grupo IV 22,98 6,45<br />

TMM<br />

(por diez mil n.v)<br />

1997.<br />

Santa Fe 16.3 4.9<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de “Argentina 1998, indicadores básicos. “ OPS / OMS – Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación y del estudio de Bortman y cols. (1999) “Situación de la equidad en salud.” OPS/OMS<br />

El gasto total por habitante año esta en un nivel medio entre el gasto evidenciado por las provincias<br />

del Grupo I y las provincias del Grupo IV, y cuenta con una participación del gasto público<br />

levemente mayor al 50% del gasto total realizado en la provincia. (Cuadro 3.8)<br />

Cuadro 3.8 Indicadores de gasto en salud y transferencia seleccionados (en $ por habitante año)<br />

Grupo Gasto<br />

público<br />

1997<br />

Gasto<br />

privado<br />

1997<br />

Gasto<br />

total<br />

1997<br />

Grupo I 373,80 351,40 725,2 8,45<br />

Grupo IV 293,80 127,20 421,0 11,15<br />

Gasto total / PBG<br />

%<br />

1997<br />

Santa Fe 296.4 259.49 555.9 8.0<br />

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de “Argentina 1998, indicadores básicos. “ OPS / OMS – Ministerio de<br />

Salud y Acción Social de la Nación y del estudio de TOBAR F. y col. (2000) “El gasto en salud en la Argentina y su método<br />

de cálculo” Programa de investigación aplicada, Instituto Universitario ISALUD.<br />

De la misma forma que en el caso de Salta este panorama de desigualdades, en el año estudiado,<br />

permite pensar en inequidades en los aspectos analizados, dada la existencia de conocimientos,<br />

37


tecnología y recursos disponibles, considerando además, que se trata de indicadores promedio<br />

para la provincia.<br />

Contexto político, sanitario y de reformas<br />

Como en el caso de Salta los indicadores analizados anteriormente se pueden enmarcar en el<br />

contexto socioeconómico tratado en el capítulo II y en particular, para la provincia de Santa Fe, en<br />

el contexto político sanitario y de reformas que se desarrolla a continuación.<br />

Durante la década del ’90 se han generado una serie de transformaciones en el sector Salud de la<br />

provincia de Santa FE, por lo cual es de vital importancia analizar las mismas ya que brindaran un<br />

encuadre a la realidad por la cual pasa la provincia y que fuera analizada en los anteriores<br />

párrafos. Estas transformaciones se producen a partir de las políticas implementadas por el<br />

Ministerio de Salud de la mencionada provincia, y las mismas se dividirán a los fines expositivos en<br />

:<br />

• Transformaciones en la organización de los servicios de salud<br />

• Transformaciones en el rol asumido por la Administración Central<br />

Pero debe destacarse desde el principio que las transformaciones de las que daremos cuenta no<br />

se producen en forma autónoma sino que se inscriben en los mismos aspectos generales<br />

presentes en las reformas del sector salud en otras experiencias internacionales, las cuales<br />

promueven como directrices generales:<br />

• La descentralización de los servicios de salud<br />

• La focalización del rol del Ministerio de Salud en funciones de normatización, planificación y<br />

control de gestión.<br />

Antes de que se de cuenta de las transformaciones es oportuno señalar, a grandes rasgos, los<br />

antecedentes del sector salud de la provincia estudiada y algunas de las características especificas<br />

que presenta el mismo.<br />

• A los efectores de baja complejidad en el interior de la provincia le está permitida una gestión<br />

descentralizada, esto a partir de la sanción de la ley de SAMCO (Servicios de Atención Medica<br />

de la Comunidad), durante la década de 1970. Los SAMCOs tienen la capacidad para comprar<br />

servicios, insumos y recursos humanos.<br />

• La Municipalidad de Rosario tiene un sistema propio de servicios públicos de salud, con<br />

autonomía y gestión independiente de la estructura provincial. Pero estos efectores no están<br />

descentralizados, ya que los mismos se encuentran totalmente centralizados e integrados<br />

verticalmente con la estructura de la Municipalidad de Rosario.<br />

• Se puede advertir una débil capacidad de gestión del Ministerio de Salud y su relativa escasa<br />

participación en el financiamiento de los servicios públicos.<br />

• Existe una fragmentación de los servicios de salud en los distintos niveles de atención y en las<br />

diferentes regiones de la provincia.<br />

• Hay una ausencia de criterios explícitos que justifiquen los recursos transferidos por la<br />

Administración Central del gobierno provincial.<br />

• Diversidad y heterogeneidad de normas técnicas a ser implementadas en los servicios<br />

• Débil capacidad del estado en la implementación y desarrollo de normas o criterios técnicos<br />

asistenciales en la gestión de los servicios.<br />

A partir de lo antes mencionado es factible realizar un diagnostico mas económico de la situación<br />

del sector salud de la provincia de Santa Fe.<br />

38


• Baja utilización de las camas disponibles<br />

• Presupuestos limitados en el sector público<br />

• Demanda de servicios públicos creciente, ante el crecimiento de la desocupación y la mayor<br />

presión sobre el sistema público que esta población realiza<br />

• Burocracia ineficiente. Sistemas de gestión de personal y de toma de decisiones muy lento e<br />

ineficaz.<br />

• Financiamiento de la Oferta. La oferta prestadora tiende a legitimarse por si mismas, sin<br />

evaluar los resultados y los niveles de satisfacción ante el servicio de los pacientes.<br />

• Cobertura de la enfermedad con moderada atención de la prevención. Se tiende a prestar<br />

servicios mas que a tender la salud, en consecuencia el modelo tiende a distorsionar el circuito<br />

de los pacientes para legitimarse.<br />

• Inadecuada coordinación entre el sector.<br />

Aspectos relevantes de las políticas introducidas en la Provincia<br />

Durante la década del ’90, las innovaciones en materia de política introducidas en el Ministerio de<br />

Salud de la Provincia de Santa Fe si bien están contenidas en los grandes lineamientos propuestos<br />

por las reformas del sector público de los sistemas de salud, en este caso es posible identificar<br />

algunas claras vinculaciones con los problemas y características propias de la provincia bajo<br />

análisis.<br />

Con el propósito de caracterizar las estrategias sustantivas introducidas por el Ministerio d salud se<br />

han clasificado las innovaciones introducidas, en función del ámbito u objeto de las mismas. En<br />

ese sentido, en primer lugar se señalaran los cambios introducidos en la organización de los<br />

servicios provinciales de salud, y posteriormente los generados en la gestión central del Ministerio<br />

de Salud.<br />

Innovaciones en la organización de los servicios provinciales de Salud<br />

A continuación se señalan los cambios introducidos en los servicios de salud, como guía general<br />

debe tenerse en cuenta que dichos cambios se enmarcan en una política general de<br />

descentralización y fortalecimiento de la gestión de los servicios de salud.<br />

• Se sancionó la ley de descentralización (o ley Pascuto como se la denomina generalmente).<br />

Esta ley permitió descentralizar los hospitales de mayor nivel de complejidad.<br />

• Se delegó, a partir de dicha ley, la capacidad de gestión de servicios e insumos hospitalarios<br />

desde la administración central hacia los efectores provinciales, aunque debe advertirse que la<br />

gestión de los recursos humanos quedó en manos de la Administración Central.<br />

• Se adopto la figura del Hospital de Autogestión en los efectores públicos provinciales. Esta<br />

iniciativa tuvo las siguientes consecuencias<br />

- Mejoramiento en la capacidad de los hospitales par identificar los pacientes con<br />

aseguramiento por parte de terceros pagadores<br />

- Mayor monto de facturación y cobranza de los servicios prestados<br />

- Mayor capacidad de gestión de los recursos financieros<br />

• Implementación de costos hospitalarios, con lo cual se logró obtener los primeros productos en<br />

materia de descripción y análisis de la estructura de costos de la producción de los servicios<br />

públicos provinciales, y por otro lado desarrollar un proceso de organización de grupos<br />

técnicos de trabajo en los efectores que implementaron lar herramientas de costos<br />

hospitalarios.<br />

• Transformación del sistemas de financiamiento entre los efectores y la Administración Central<br />

39


• Proyecto de introducción de la metodología del presupuesto por programa. La iniciativa ha<br />

permitido definir tanto los montos presupuestados por hospital como las primeras<br />

identificaciones de los productos de sus procesos productivos.<br />

• Transferencia desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación al Ministerio de Salud de la<br />

provincia de Santa Fe, de la administración y prestaciones de los servicios de salud de la<br />

población beneficiaria de pensiones no contributivas nacionales (PROFE). El modelo que es<br />

utilizado para calcular el monto de las transferencias es un modelo explícito de transferencia de<br />

recursos en función de la población cubierta y la capacidad de resolución de los efectores a<br />

cargo de la prestación de los servicios.<br />

Cambios introducidos en la gestión central del Ministerio de Salud<br />

Los cambios introducidos en la gestión central del Ministerio de Salud pueden ser considerados<br />

como de menor impacto en comparación con los enumerados anteriormente.<br />

En términos generales las iniciativas mas importantes pueden clasificarse en dos ejes de trabajo.<br />

• Desarrollo de programas de prevención y promoción de la salud. Esta línea ha tenido un<br />

desarrollo muy importante en aquellos problemas vinculados con el primer nivel de atención<br />

asociados a los programas materno infantil, tal como IRA (Infección respiratoria aguda), EDA<br />

(Enfermedades de diarrea aguda). Además en la provincia se ha extendido el modelo de estos<br />

programas a un conjunto de problemas de salud, constituyéndose en un abordaje de trabajo<br />

que abarco los lineamientos estratégicos de la atención primaria de la salud de la provincia. Se<br />

debe reconocer como limitaciones de esta política:<br />

- La metodología excesivamente vertical (formulación y implementación)<br />

- Incapacidad para modificar la gestión clínica de los principales efectores<br />

• Fortalecimiento de los sistemas de información utilizados por la Administración Central. Dentro<br />

de esta política se destaca la informatización de la gestión del recurso humano, y la<br />

sistematización de los sistemas de información que describen la estructura de los recursos<br />

propios del sectores publico provincial, con algunos indicadores de eficiencia y productividad<br />

del gasto.<br />

CONCLUSIONES<br />

En resumen, Santa Fe es una de las provincias de la República Argentina que presenta mayor<br />

desarrollo económico. Cuenta con indicadores socio-sanitarios ubicados dentro del rango de los<br />

mejores que se pueden hallar en el país. A su vez esto lo logra con un gasto en salud que se<br />

establece en un nivel medio, si se considera el mismo en relación a las restantes provincias<br />

Argentinas.<br />

Durante la década del ’90 Santa Fe ha producido una serie de transformaciones dentro de su<br />

sector salud que acompañan a las que se dan en el concierto internacional, las mismas tienen<br />

como objetivo sanear ineficiencias e inequidades y obtener un mejor aprovechamiento de los<br />

recursos con los que se cuenta. Como ya se ha mencionado los puntos sobre los cuales avanzan<br />

las reformas son: La descentralización de los servicios de salud y la construcción de un rol para el<br />

Ministerio de Salud de la Provincia.<br />

En líneas generales, puede decirse que las innovaciones lograron la descentralización necesaria<br />

para un funcionamiento de los servicios de salud más acorde a los recursos utilizados en el sector.<br />

A este objetivo de eficiencia, la nueva organización de los servicios provinciales de salud tiende a<br />

40


sumar un objetivo de equidad en lo referente a accesibilidad y distribución de los mismos, cuya<br />

consecución es obviamente más gradual y requiere de un mayor plazo para poder evaluar<br />

plenamente los resultados que se van obteniendo.<br />

Por otro lado se está logrando, aunque lentamente, redireccionar la gestión del Ministerio de Salud<br />

Provincial hacia una gestión más en línea con asuntos relacionados con políticas generales de<br />

salud (rol de director).<br />

Dentro de este planteo general, el mismo Ministerio está tomando en cuenta la importancia de<br />

contar con sistemas de información útiles y actualizados, entendiendo los mismos como la base<br />

fundamental para el emprendimiento de cualquier política futura.<br />

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Bibliografía<br />

IAPOS. Instituto Autárquico Provincial de Obra Social. Santa Fe. “Atención de la Salud en<br />

Argentina. Alternativas de financiamiento”. Agosto 1999<br />

MARTINEZ AGUSTIN , Ministro de Salud de la Pcia de Salta en 1997, disertación realizada en el<br />

"Primer Seminario de Financiamiento del Sector Salud" organizado por el PRESSAL y llevado a<br />

cabo en Bariloche en el año 1997.<br />

OPS (1998) “Argentina 1998. Indicadores Básicos.” OPS/OMS y Ministerio de Salud y Acción<br />

Social de la Nación<br />

PAQUEO V, WINKLER D, EXPERTON W y otros , "Mejora del financiamiento y del usos de los<br />

recursos de la salud y la educación en Salta", septiembre de 1997. RA.<br />

PRESSAL Ministerio de Salud y Acción Social. “Contrato de gestión. Su implementación en las<br />

provincias.” Seminario Regional Santa Rosa. La Pampa. Abril 1998.<br />

TOBAR F. y equipo de investigación: Ventura G, Montiel L, Falbo R, Programa de investigación<br />

aplicada, Instituto Universitario ISALUD. Diciembre de 2000.<br />

Entrevista Lic. Ernesto Báscolo (Ex director de Planificación del Ministerio de Salud de la Provincia<br />

de Santa Fe)<br />

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