POLÍTICA FISCAL Y POLÍTICA SOCIAL 1. Legitimidad del Estado ...
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<strong>1.</strong> <strong>Legitimidad</strong> <strong>del</strong> <strong>Estado</strong> moderno<br />
2. Política fiscal<br />
<strong>POLÍTICA</strong> <strong>FISCAL</strong> Y <strong>POLÍTICA</strong> <strong>SOCIAL</strong><br />
• Tributación<br />
• Incidencia tributaria<br />
• Equidad <strong>del</strong> sistema tributario<br />
• Generación de recursos propios <strong>del</strong> <strong>Estado</strong><br />
• Endeudamiento<br />
3. Las presiones impositivas y tributarias en América Latina y el Caribe<br />
4. Carga tributaria y gasto social<br />
<strong>1.</strong> <strong>Legitimidad</strong> <strong>del</strong> <strong>Estado</strong> moderno<br />
Nohra Rey de Marulanda<br />
Enero, 2001<br />
En esta sesión se quiere destacar la conexión que existe a nivel <strong>del</strong> funcionamiento <strong>del</strong><br />
<strong>Estado</strong> entre la política fiscal (y su administración) y la política social, como quiera que<br />
ella esté definida por una sociedad. Una de las “premisas <strong>del</strong> INDES” es precisamente la<br />
necesidad de articular la política económica y la social de una manera explícita, para<br />
poder potenciar ambos componentes.<br />
No se pretende en esta ocasión incursionar en el debate teórico/filosófico entre posiciones<br />
de tipo libertario frente a posiciones que defienden el intervencionismo de <strong>Estado</strong>. Este<br />
tema ha sido central en el debate sobre el rol <strong>del</strong> <strong>Estado</strong> de los últimos veinte años en la<br />
región.<br />
Motiva esta discusión un objetivo bastante empírico, que surge de la observación de las<br />
prácticas políticas de los estados modernos (occidentales). De dicha observación se puede<br />
hacer un supuesto: los ciudadanos de tales sociedades consideran que el <strong>Estado</strong> tiene<br />
una función social. (Cuál es esa función y qué tanto abarca, son preguntas que tienen<br />
respuestas que varían según los diferentes <strong>Estado</strong>s).<br />
Ahora bien, en sociedades democráticas, en la medida en que el <strong>Estado</strong> asume dicha<br />
función, adquiere compromisos con la ciudadanía. En tal situación es claro que un<br />
<strong>Estado</strong> que por cualquier motivo no cumpla dichos compromisos en una forma<br />
considerada adecuada por los ciudadanos (electores), pierde legitimidad ante la sociedad<br />
democrática que lo eligió. Puede uno suponer que los gobiernos elegidos<br />
Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES)<br />
"Diseño y gerencia de políticas y programas sociales", enero 2001<br />
© INDES 2002<br />
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democráticamente buscarán mantener su legitimidad, tratando de cumplir dicha función<br />
social.<br />
Desborda totalmente el alcance de esta sesión una discusión sobre conceptos como<br />
populismo, sobre los alcances de democracias más o menos participativas o<br />
representativas y otros temas relacionados con el funcionamiento de los gobiernos, de los<br />
partidos políticos y de su relación con los ciudadanos.<br />
Como consecuencia, en esta sesión interesa incursionar en las tareas que debe realizar un<br />
Gobierno para poder desarrollar su función social.<br />
2. Política fiscal<br />
Para poder ejercer las tareas que haya definido como propias y poder cumplir sus<br />
compromisos, el gobierno necesita recursos. En general, los gobiernos adquieren dichos<br />
recursos públicos de alguna de las siguientes maneras:<br />
• gravando con tributaciones a los contribuyentes;<br />
• generando recursos propios, mediante actividades productivas, con rentas y/o con<br />
ventas de activos e ingresos de concesiones de bienes y servicios de naturaleza<br />
pública;<br />
• endeudándose, en los mercados financieros internos y/o internacionales.<br />
Asimismo, un sistema tributario moderno debe sustentarse en los siguientes principios:<br />
a. Neutralidad y eficiencia económica: evitar distorsiones en la asignación de recursos y<br />
reducir costos tanto aquellos de los contribuyentes cuanto de los que incurre la<br />
Administración Tributaria.<br />
b. Equidad real de la carga tributaria: todos los agentes económicos en capacidad de<br />
hacerlo pagan la misma proporción sobre sus recursos. Esto implica eliminar<br />
exoneraciones y racionalizar deducciones y disminuir tasas preferenciales que no<br />
tengan objetivos de política económica explícitos y capaces de ser alcanzados o no se<br />
focalicen efectivamente en los grupos de menores ingresos.<br />
c. Simplicidad: claridad que minimiza interpretaciones jurídico-contables y garantiza<br />
mejor cumplimiento y recaudación.<br />
d. Privilegiar tributos con mecanismos de control propio: medios que afianzan acción<br />
eficaz contra la evasión.<br />
Es claro que los gobiernos buscan aumentar sus recursos fiscales para ampliar su radio<br />
de acción. Conviene preguntarse, en el contexto actual de América Latina y el Caribe,<br />
¿qué tanto es el margen para aumentar los recursos fiscales en cada una de las formas<br />
anotadas?<br />
Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES)<br />
"Diseño y gerencia de políticas y programas sociales", enero 2001<br />
© INDES 2002<br />
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• Tributación<br />
En los últimos quince años se ha producido una uniformización mundial de la estructura<br />
de los sistemas tributarios sin precedentes, que no ha sido acompañada por la<br />
equiparación de capacidades de gestión de sus administraciones. En este cambio<br />
influyeron de manera importante primero, las liberalizaciones comerciales y financieras<br />
que han tenido lugar desde finales de los años 70, y luego la necesidad de una mayor<br />
disciplina fiscal impuesta por los ajustes estructurales posteriores desde los años 80, tras<br />
la primera crisis de la deuda.<br />
La magnitud de la carga tributaria total, la amplitud (o estrechez) de las bases tributarias,<br />
la destinación y/o uso que se dé a impuestos específicos, la equidad <strong>del</strong> sistema tributario,<br />
y la eficiencia de los sistemas de administración tributaria, son algunas de las<br />
consideraciones a tener en cuenta por cada uno de los <strong>Estado</strong>s de la región para definir su<br />
sistema tributario.<br />
Cualquiera que sea la situación <strong>del</strong> país, es claro que hay límites (técnicos y políticos) a<br />
la capacidad que tiene un gobierno para aumentar sus ingresos por este medio. No es<br />
realista suponer que, en el corto plazo, los ingresos fiscales van a poder aumentarse de<br />
manera muy considerable con este instrumento, aun cuando la carga tributaria sea<br />
relativamente baja.<br />
A pesar de dichos límites, la experiencia reciente en la región muestra que una parte<br />
central de las reformas aplicadas en los países en los últimos años, pasan por modernizar<br />
y hacer más eficientes la administración tributaria y buscar, por medio de reformas<br />
tributarias, aumentar el recaudo fiscal. Es mas, hay estudios que muestran que la<br />
aplicación de reformas tributarias en la región durante la década de los 80, produjo, en la<br />
mayoría de los países, un aumento de la recaudación de 2 a 4 puntos porcentuales <strong>del</strong><br />
PIB (Shome, 1992). Asimismo, entre 1985 y 1998, la recaudación fiscal en promedio<br />
simple subió de 17.2 a 19.9 puntos <strong>del</strong> PIB para América Latina y el Caribe en su<br />
conjunto. Año tras año, como instrumento de aumento de los recursos <strong>del</strong> estado, cada<br />
país tiene que explorar la viabilidad y los límites de este instrumento. De todas formas,<br />
debe anotarse que no es un camino fácil ni expedito para lograr un aumento de recursos<br />
en el corto plazo.<br />
• Incidencia tributaria<br />
La incidencia de los impuestos consiste en la determinación sobre quién y en qué<br />
proporción recaen los impuestos, elementos fundamentales para la determinación de la<br />
equidad de los tributos. La incidencia refleja efectivamente quien sufre el efecto de la<br />
imposición y no quien lo paga según los prescribe la ley. Por ejemplo, en el caso de que<br />
se promulgue un impuesto sobre un bien un bien de primera necesidad -que por lo tanto<br />
es difícil de sustituir- que provee un monopolista, éste pagará el impuesto<br />
estatutariamente al <strong>Estado</strong> pero en la práctica subirá el precio y trasladará el monto total<br />
Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES)<br />
"Diseño y gerencia de políticas y programas sociales", enero 2001<br />
© INDES 2002<br />
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<strong>del</strong> impuesto (en el caso que produzca a escala de rendimiento proporcional) a los<br />
consumidores.<br />
Adicionalmente, la incidencia de los impuestos puede tener efectos en otros mercados.<br />
Por ejemplo, si se grava la gasolina, se favorece al transporte por ferrocarril eléctrico por<br />
efecto en el mercado de los sustitutos o si se grava los combustibles se afecta la demanda<br />
de vehículos que son bienes complementarios.<br />
• Equidad <strong>del</strong> sistema tributario<br />
Existen dos tipos de equidad tributaria. La primera, es la equidad horizontal que consiste<br />
en que todos los contribuyentes que tienen el mismo nivel de ingreso sean gravados de la<br />
misma manera. La segunda, y la más conocida, es la equidad vertical que refleja el efecto<br />
de los impuestos según los diferentes niveles de ingreso. Así, un impuesto es progresivo<br />
cuando a mayor nivel de ingreso se paga un porcentaje más alto <strong>del</strong> ingreso. Se dice que<br />
un impuesto es regresivo cuando a menor de ingreso recibido se paga una proporción<br />
mayor de impuestos sobre ingreso. Por último, un impuesto o un sistema tributario es<br />
proporcional cuando para cualquier nivel de ingresos cada individuo o sector económico<br />
paga el mismo porcentaje de impuestos divido por su respectivo ingreso.<br />
• Generación de recursos propios <strong>del</strong> <strong>Estado</strong><br />
El principal objetivo de los impuestos es proveer fondos para el financiamiento de los<br />
gastos públicos. Es por ello que para juzgar el sistema tributario—incluyendo la forma en<br />
que éste es administrado--en forma independiente de la naturaleza y eficiencia <strong>del</strong> gasto<br />
público refleja un análisis incompleto y muchas veces inadecuado. De allí la importancia<br />
de la transparencia, la calidad y equidad en el uso de los recursos públicos. Más<br />
específicamente, el análisis de la equidad <strong>del</strong> sistema debe realizarse considerando el<br />
beneficio neto que surge de los beneficios surgidos por los bienes y servicios públicos<br />
recibidos, deducido el efecto <strong>del</strong> pago de los impuestos que los financian a cada nivel de<br />
ingresos. Es por ello que la eficiencia en la provisión de servicios públicos y el grado de<br />
focalización en los distintos niveles de ingreso son determinantes de la distribución <strong>del</strong><br />
ingreso.<br />
De otro lado, ante las enormes limitaciones financieras que enfrentaron los gobiernos de<br />
los países a partir de los 80 para seguir sosteniendo un <strong>Estado</strong> con grandes<br />
participaciones en los sectores productivos, los países en mayor o menor grado, optaron<br />
por concentrar sus acciones en ciertos campos y desprenderse, a través de la venta de<br />
activos, de un número variable de sus centros de producción y de sus activos.<br />
Ciertamente en muchos países hay un debate en curso sobre la conveniencia de tales<br />
acciones, acerca de la forma en la cual se hicieron las llamadas “privatizaciones” y acerca<br />
de quienes se beneficiaron (o se perjudicaron) de tales acciones. El objeto de introducir<br />
este tema en este momento no consiste en entrar en ese debate, sino más bien plantear el<br />
Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES)<br />
"Diseño y gerencia de políticas y programas sociales", enero 2001<br />
© INDES 2002<br />
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interrogante de qué tan viable es este instrumento como mecanismo para generar recursos<br />
fiscales adicionales para cumplir con los mandatos considerados prioritarios. Conviene,<br />
entonces, hacer una diferenciación entre los recursos que percibe el <strong>Estado</strong> por la venta<br />
<strong>del</strong> activo, y el impacto que causa sobre el flujo de recursos públicos el desprenderse <strong>del</strong><br />
activo. Debe destacarse que en comparación con los recursos provenientes de la venta de<br />
los activos, puede llegar a tener un impacto de mayor envergadura y permanencia en<br />
cuanto a su función social, tanto el flujo de fondos que se libera al desprenderse de los<br />
compromisos que implica administrar un bien, como la re-asignación de tales recursos a<br />
áreas que se definen como de mayor prioridad, de acuerdo con la redefinición <strong>del</strong> rol <strong>del</strong><br />
<strong>Estado</strong>.<br />
También en este caso, el margen de maniobra que puede tener un gobierno para aumentar<br />
el flujo de recursos fiscales dependerá <strong>del</strong> volumen de bienes que quiere, o puede,<br />
“privatizar.” Si bien en diferentes países de la región se discute la conveniencia de<br />
continuar la profundización de este proceso, en muchos otros países no parecería que este<br />
instrumento sea una fuente potencial importante de flujo de recursos adicionales pues con<br />
excepción <strong>del</strong> caso de las concesiones multianuales las privatizaciones constituyen<br />
ingresos por una sola vez.<br />
• Endeudamiento<br />
La experiencia vivida en la región a partir de los años ochenta por la llamada “Crisis de la<br />
Deuda”, es una clarísima indicación de los límites <strong>del</strong> instrumento financiero de<br />
endeudamiento. Todavía se están sintiendo en muchos de los países de la región los<br />
costos de endeudarse más allá de lo que es prudente. Difícilmente puede considerarse éste<br />
como un mecanismo fácil para aumentar los ingresos públicos. Hoy en día también en<br />
muchos países de la región se está produciendo debate en torno a los límites de la<br />
capacidad de los gobiernos de endeudarse interna y externamente, para no comprometer<br />
seriamente la estabilidad macroeconómica de los países, evitando así efectos indeseables<br />
sobre las tasas de interés y la inflación, y por ende en la capacidad de reacción <strong>del</strong> aparato<br />
productivo. En este curso, el juego <strong>del</strong> Destructor <strong>del</strong> Déficit Fiscal demuestra las<br />
interacciones entre el nivel de la deuda y el valor de estas variables macroeconómicas.<br />
Los límites <strong>del</strong> uso <strong>del</strong> endeudamiento como fuente para financiar la función social <strong>del</strong><br />
<strong>Estado</strong> resultan, entonces, evidentes. Los intentos en la región para desbordar dichos<br />
límites, han sido episodios, o bien, de claro corte populista y/o de consecuencias<br />
dramáticas en cuanto a los grandes desequilibrios macroeconómicos y las consecuentes<br />
limitaciones a las posibilidades de crecimiento.<br />
Parece claro que aumentar significativamente los ingresos públicos no es tarea fácil. No<br />
depende únicamente de la voluntad de los gobernantes, sino que tiene límites<br />
pragmáticos, técnicos y políticos muy reales.<br />
Ante tal situación se vuelve crítico buscar soluciones complementarias mediante el logro<br />
de una mayor eficiencia en el uso de los recursos públicos. La búsqueda de la eficiencia<br />
Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES)<br />
"Diseño y gerencia de políticas y programas sociales", enero 2001<br />
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es ciertamente una importantísima posibilidad de incrementar el alcance, la<br />
maniobrabilidad, la efectividad y la sostenibilidad de los recursos dentro de cualquier<br />
sector público, y en el caso que nos concierne, dentro de los sectores sociales.<br />
• Las presiones impositivas y tributarias en América Latina y el Caribe<br />
En virtud de la importancia que tiene la política tributaria para los gobiernos como<br />
principal y más estable fuente de financiación, conviene examinar la magnitud de tal<br />
financiamiento en la región y compararla con otros países.<br />
La presión impositiva mide los impuestos internos y los de comercio exterior, tanto<br />
nacionales como departamentales, estatales, municipales y locales. La presión tributaria<br />
incluye tales impuestos y además las tasas y las contribuciones a la seguridad social.<br />
Los cuadros 1 y 2 muestran en la región y país por país, para el período l991-l995, cómo<br />
se comportaron tales presiones como proporción <strong>del</strong> Producto Interno Bruto, o lo que se<br />
denomina “cargas” impositivas y tributarias. Los datos en los cuadros reflejan<br />
proporciones calculadas como promedios simples, no ponderados.<br />
La comparación país por país evidencia las enormes diferencias en los niveles de<br />
tributación entre los países de la región. De hecho, tales niveles varían entre 5% (Haití) y<br />
33% (Uruguay). Ante tales brechas, no es difícil entender que la cobertura y calidad de<br />
los servicios sociales también variarán mucho entre los países de la región. Los datos<br />
también muestran diferencias dentro de los países entre su carga impositiva y su carga<br />
tributaria, importante para nuestro análisis porque las tasas e impuestos que definen dicha<br />
diferencia financian algunos de los servicios públicos más directamente asociados con la<br />
política social <strong>del</strong> país (particularmente, la seguridad social).<br />
Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES)<br />
"Diseño y gerencia de políticas y programas sociales", enero 2001<br />
© INDES 2002<br />
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Cuadro <strong>1.</strong><br />
Cuadro 2.<br />
30<br />
25<br />
20<br />
15<br />
10<br />
5<br />
0<br />
Haití<br />
Guatemala<br />
Paraguay<br />
Carga Impositiva<br />
no incluye<br />
Seguridad Social<br />
40<br />
35<br />
30<br />
25<br />
20<br />
15<br />
10<br />
5<br />
0<br />
Haití<br />
Colombia<br />
Bolivia<br />
Perú<br />
Guatemala<br />
Carga Impositiva LAC<br />
Promedio 1991-95 como % <strong>del</strong> PIB<br />
Argentina<br />
México<br />
Rep.Dominicana<br />
Ecuador<br />
Venezuela, RB<br />
Honduras<br />
Panamá<br />
Brasil<br />
Chile<br />
Belice<br />
Nicaragua<br />
Costa Rica<br />
Carga Impositiva Promedio LAC: 16,00<br />
Paraguay<br />
Carga Tributaria incluye<br />
Seguridad Social<br />
Colombia<br />
Bolivia<br />
Perú<br />
Carga Tributaria LAC<br />
Promedio 1991-95 como % <strong>del</strong> PIB<br />
Ecuador<br />
Trinidad y Tobago<br />
Barbados<br />
Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES)<br />
"Diseño y gerencia de políticas y programas sociales", enero 2001<br />
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Dominican Republic<br />
Mexico<br />
Venezuela, RB<br />
Honduras<br />
Argentina<br />
Chile<br />
Belice<br />
Panama<br />
Carga Tributaria Promedio LAC: 18,27<br />
Trinidad y Tobago<br />
Uruguay<br />
Fuente: FMI (EFI &<br />
EFG) 98 BID 96,<br />
OCDE 98<br />
Nicaragua<br />
Barbados<br />
Brazil<br />
Costa Rica<br />
Uruguay<br />
Fuente: FMI (EFI & EFG) 98<br />
BID 96, OCDE 98<br />
7
Hacia fines comparativos, los cuadros 3 y 4 muestran las cargas impositivas y tributarias<br />
para los países de la OCDE, también país por país y para el conjunto.<br />
El contraste observado entre las cargas entre las dos regiones es notable. La carga<br />
impositiva promedio de los países de la OCDE (27,06%) supera el promedio<br />
latinoamericano por 11 puntos porcentuales <strong>del</strong> PIB. Donde el rango de las cargas<br />
impositivas en América Latina y el Caribe varía entre el 4,5% y 28% <strong>del</strong> PIB, el rango<br />
para los países de la OCDE va <strong>del</strong> 13,6% al 33%.<br />
Además, las diferencias se hacen aún más agudas entre las regiones cuando se comparan<br />
las cargas tributarias, que incluyen los impuestos a la seguridad social, con un rango entre<br />
17,5% y 47,6% <strong>del</strong> PIB y un promedio de 35,38% en los países de la OCDE y un rango<br />
entre el 4,5% y el 37,6% <strong>del</strong> PIB y un promedio de 18,27% en América Latina y el<br />
Caribe. La brecha entre la carga impositiva y la tributaria es dramáticamente más grande<br />
en los países industrializados que en América Latina, reflejando el mayor grado de<br />
desarrollo de sus sistemas de seguridad social. Evidentemente, la proporción <strong>del</strong> producto<br />
nacional que es recaudada en forma de impuestos es mucho mayor en los países<br />
industrializados que en los latinoamericanos. Esta diferencia se torna aún más impactante<br />
cuando reconocemos que las diferencias entre los Productos Internos Brutos de las dos<br />
regiones son muy considerables.<br />
Cuadro 3.<br />
Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES)<br />
"Diseño y gerencia de políticas y programas sociales", enero 2001<br />
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Cuadro 4.<br />
35<br />
30<br />
25<br />
20<br />
15<br />
10<br />
5<br />
0<br />
f<br />
=<br />
Carga Impositiva no incluye<br />
Seguridad Social<br />
50<br />
45<br />
40<br />
35<br />
30<br />
25<br />
20<br />
15<br />
10<br />
5<br />
0<br />
Turquía<br />
Grecia<br />
Australia<br />
Canadá<br />
Carga Tributaria incluye<br />
Seguridad Social<br />
Carga Impositiva OCDE (sin México)<br />
Promedio 1991-95 como % <strong>del</strong> PIB<br />
Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES)<br />
"Diseño y gerencia de políticas y programas sociales", enero 2001<br />
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T<br />
Carga Impositiva Promedio LAC: 16,00 Promedio OCDE: 27,06<br />
Islandia<br />
Japón<br />
<strong>Estado</strong>s Unidos<br />
Fuente: FMI (EFI & EFG) 98<br />
BID 96, OCDE 98<br />
Carga Tributaria OCDE (sin México)<br />
Promedio 1991-95 como % <strong>del</strong> PIB<br />
Nueva Zelanda<br />
Suiza<br />
Finlandia<br />
Dinamarca<br />
Portugal<br />
Carga Tributaria Promedio LAC: 18,27 Promedio OCDE: 35,38<br />
Irlandia<br />
España<br />
Reino Unido<br />
Austria<br />
Alemania<br />
Suecia<br />
Noruega<br />
Luxemburgo<br />
Italia<br />
Francia<br />
Bélgica<br />
Holanda<br />
Fuente: FMI (EFI & EFG) 98<br />
BID 96, OCDE 98<br />
9
El cuadro 5 resume estas grandes diferencias y les da una dimensión concreta, pues<br />
muestra el PIB per cápita promedio y los impuestos per cápita promedio (en US$) para<br />
América Latina y el Caribe, para los países de la OCDE y para otras regiones. Las<br />
diferencias entre estas variables son abismales y muestran de manera contundente la<br />
imposibilidad de que los gobiernos de la región pretendan, con los recursos fiscales de<br />
que disponen, siquiera acercarse a los niveles de prestación de servicios sociales que<br />
tienen los ciudadanos de los países de la OCDE. A su vez, señalan que la región ya<br />
cuenta con recursos fiscales mayores a los que se disponen en Asia y Africa y por tanto,<br />
debe poder exigir servicios mayores y/o superiores de lo que se ofrecen en esas regiones.<br />
Cuadro 5.<br />
OCDE (sin México)<br />
América Latina y el Caribe<br />
Africa <strong>del</strong> Norte y Medio Oriente<br />
Asia (<strong>del</strong> Sur y Sudeste) 1<br />
PIB Impuestos per cápita por región<br />
(En US$ corrientes de 1995)<br />
Impuestos per cápita PIB per capita<br />
(1)<br />
(2)<br />
6,949<br />
26,791<br />
1<br />
No incluye Australia ni Japón.<br />
Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES)<br />
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589<br />
459<br />
129<br />
3,804<br />
2,118<br />
Es necesario tener presente estas diferencias porque son un factor crucial en la definición<br />
y diseño de la política pública social. Como ya se había planteado, para poder cumplir su<br />
función social el <strong>Estado</strong> tiene que poseer los recursos financieros que requiere para<br />
atender a una política dada. Esta variable constituye una condición necesaria, aún cuando<br />
no suficiente, para garantizar el cumplimiento de sus responsabilidades. Un <strong>Estado</strong> con<br />
escasez crónica de recursos financieros frente al volumen de sus responsabilidades,<br />
tendrá forzosamente que diseñar políticas públicas acordes con sus posibilidades<br />
financieras.<br />
891<br />
(1)/(2)<br />
25.9%<br />
15.5%<br />
2<strong>1.</strong>6%<br />
14.5%<br />
10
En la sesión sobre Gasto Social, vimos que los países, aún los de menor gasto social,<br />
están haciendo un esfuerzo muy considerable (medido tanto como proporción <strong>del</strong> PIB<br />
como <strong>del</strong> gasto total) por dirigir sus recursos disponibles hacia los sectores sociales pero<br />
que, dicho esfuerzo parece exiguo en términos de las necesidades per cápita y en<br />
términos de la comparación con los países de la OCDE.<br />
También es importante destacar la preeminencia de la tributación indirecta –y en<br />
consecuencia la menor tributación a la renta- en América Latina en relación con los<br />
países de la OCDE. Entre las principales causas principales por las que América Latina<br />
tiene una menor tributación a la renta que la OCDE y el Sudeste Asiático se consideran<br />
dos. La primera es que la región tiene administraciones tributarias más débiles y la<br />
imposición a la renta requiere mayor nivel técnico para el control de la evasión. Estos<br />
elementos de gestión tributaria abarcan desde la menor disponibilidad de información<br />
hasta los sistemas judiciales benévolos con los evasores. La segunda es que la renta es<br />
también muy menor, en valor absoluto, en nuestros países.<br />
Carga tributaria y gasto social<br />
Los planteamientos desarrollados en esta sesión probablemente han llevado a identificar<br />
la dificultad que enfrenta cualquier gobierno en aumentar los recursos fiscales con que<br />
cuenta para ejecutar las políticas públicas de todo orden. Ello resalta, por tanto, la<br />
cercana relación entre la política fiscal y las demás políticas públicas, que en el caso que<br />
nos ocupa, se refiere fundamentalmente a la política social.<br />
La forma en que se lleva a cabo o ejecuta el gasto público se vuelve crítico en el análisis<br />
de lo que es posible lograr en términos de ejecutar una política determinada, dado el<br />
carácter restringido de los recursos públicos disponibles con que cuenta cualquier<br />
gobierno, frente a sus enormes necesidades y demandas.<br />
Preguntas como la de cómo se costea el gasto, cómo se financia, a quién le llega (y a<br />
quién no), cómo se distribuye, cómo se evalúa la calidad <strong>del</strong> servicio prestado, etc., son<br />
críticas en la determinación de la eficiencia, la eficacia, la sostenibilidad y la equidad <strong>del</strong><br />
gasto.<br />
Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES)<br />
"Diseño y gerencia de políticas y programas sociales", enero 2001<br />
© INDES 2002<br />
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Bibliografía<br />
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Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES)<br />
"Diseño y gerencia de políticas y programas sociales", enero 2001<br />
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