Alacant Terminal

Guía de la Estación de Alacant Terminal 21
marquesina, obra del ingeniero franco-español Enrique Grasset
poseía una altura de 24,5 metros y 45 de luz, elevándose sobre las
alas laterales para incluir una banda de ventanales cuyo objetivo
era incrementar la ventilación y reducir los efectos del vapor de
las locomotoras. Su montaje, realizado con poderosas grúas, supuso
un orgullo para los valencianos, ya que se trataba de una gran
estación que superaba en dimensiones a algunas tan importantes
como la de Berlín o Viena.
Aunque la coyuntura económica cambió y la inauguración, el 8
de agosto de 1917 transcurrió sin mayores celebraciones, Valencia
Nord constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura
civil y es punto de referencia monumental y representativo de la
ciudad. En 1983, fue la primera en recibir la catalogación de monumento
histórico-artístico. Hoy en día ha logrado un equilibrio
perfecto entre funcionalidad y conservación, respondiendo en la
actualidad con gran calidad y eficacia.
ESTACIÓN DE ALMERÍA
En 1892, comenzó la contrucción de la estación de Almería,
como una obra de prestigio para la Compañía de los Caminos
del Hierro del Sur de España. Asentada sobre un terraplén y
con las vías sobreelevadas, se trata de un meritorio estudio
para evitar las avenidas de aguas pluviales.
El edificio de viajeros representa el orgullo y la modernidad
de finales del XIX. Un cuerpo central de hierro y amplias cristaleras,
que recuerdan mucho a los edificios franceses de la
época. Suma distintas tendencias: historicista en cuanto a la
decoración, barroquizante en los cuerpos laterales y mudejarista
por sus ladrillos vistos y barandillas. La decoración está
marcada por la “A” de Almería en los azulejos y un curioso
grafismo de “txapelas”, aporte de los artesanos vascos que
participaron.
Muy afectada durante la Guerra Civil, la estación fue restaurada
entre 1989 y 1991 y prestó servicio hasta 2005.
Un reloj en labor de hierro destaca sobre la cristalera central.
En la parte interior, un precioso mural cerámico, obra de
Francisco Cañadas en 1928, habla del presente, pasado y
futuro del ferrocarril.