Entrevista Pérez Pinillos_ Curas Obreros - Herder Editorial

274 (09) VALLECAS JULIO 26/6/09 17:18 Página 1
del
VALLECAS/JULIO ´09 • AÑO 26 / N.° 274 Tel.: 91 433 38 08
JULIO PÉREZ PINILLOS
sacerdote en una parroquia del barrio
y padre de tres hijos, publica su nuevo
libro “Curas obreros”
Manomania
Moda-Regalos-Complementos
Decoración-Mueble Auxiliar
Despedidas de solteros/as
Línea erótica
REBAJAS
Moda y complementos hasta el 30 %
Mueble auxiliar hasta el 50 %
Avda. San Diego, 70 - Tel.: 91 477 61 80
POR ESTE
SOLAR HUBO
TRES DETENIDOS
ADEMÁS
• La Coordinadora explica
su relación con Félix
Palomo, apoderado de
una cooperativa del
Ensanche y foco de las
críticas del PP:
“Aquí nunca ha cobrado
un duro”
• El Supremo confirma la
condena de 12 años
de cárcel para el médico
del Federica Montseny
acusado de abusos sexuales
• La Batalla Naval se
celebra el 19, coincidiendo
con las fiestas del Carmen
“EN VALLECAS NI
EL 2% DE LOS
JÓVENES PISA
LA IGLESIA Y
A MÍ NO ME
PARECE MAL”
AUTO
ESCUELAS
ENSEÑANZA A MINUSVÁLIDOS
VEHÍCULOS AUTOMÁTICOS
NUESTROS CURSOS NI PUNTO DE COMPARACIÓN
• TODOS LOS PERMISOS • CURSOS C.A.P. • CURSOS DEL INEM
• CURSOS DE RECUPERACIÓN DE PUNTOS • CURSOS DE MERCANCÍAS PELIGROSAS
• Prácticas de camión y autocar en pistas propias
• Ciclomotor y moto • Carnet a 1€ al día
CLASES ESPECIALIZADAS PARA EXTRANJEROS
ENSEÑANZA DE CALIDAD
GRANDES
OFERTAS
Avda. Albufera, 110 Tel.: 91 477 37 85 • Avda. Albufera, 264 Tel.: 91 303 11 66 • Congosto, 8 Tel.: 91 332 87 34
Alcalá de Guadaira, 32 Tel.: 91 777 96 17 • Hacienda de Pavones, 120 Tel.: 91 773 67 73

274 (09) VALLECAS JULIO 26/6/09 19:00 Página 21
José Luis Pérez Pinillos acaba de publicar un
nuevo libro con testimonios de una treintena
de curas obreros. El es padre en un doble
sentido, sacerdote en una parroquia de
Vallecas y cabeza de familia con tres hijos
EL “PADRE”
PINILLOS
El libro “Curas obreros, 45 años de
testimonio”, está firmado por tres autores.
Uno de ellos, Julio Pérez Pinillos, ha estado
muy ligado al barrio y de hecho ejerce todavía
en la parroquia de San Cosme y San Damián.
Es sacerdote, se casó, tiene tres hijos, trabajó
en distintas profesiones y terminó su vida
laboral enseñando en un colegio del distrito.
En 2004 publicó “Los curas obreros en
España” y tiene en preparación un volumen
sobre los curas casados. Desde su experiencia
considera que la iglesia católica actual no
conecta con la gente, y menos con los jóvenes.
“En Vallecas no creo que ni el 2 % de los
jóvenes vaya a misa los domingos”, afirma
rotundo. En el libro en cuestión aparece
reflejada la biografía de 29 curas obreros,
uno de ellos el propio Pinillos. José Centeno
García y Luis Pérez Díez Maestro son los
coautores. En el recuadro se recogen algunos de
los testimonios reflejados en el libro.
Arriba, Pinillos en la entrevista.
En las otras imágenes, con Enrique de Castro, en la parroquia de
San Carlos Borromeo y en el parque de Fontarrón.
JULIO 2009 VALLE DEL KAS 21

274 (09) VALLECAS JULIO 26/6/09 19:03 Página 22
Q
ué bonito es esto, qué bien está
Vallecas. Julio Pérez Pinillos pronuncia
estas palabras cuando bajamos
del coche en Fontarrón y nos acercamos
al mirador para hacer las fotografías,
con la ciudad al fondo y más allá la
sierra, aún con algunos retazos de nieve,
a mediados de mayo.
Se le nota el tono didáctico al hablar.
No en vano, además de cura, fue en una
etapa de su vida, profesor en un colegio
del barrio. Remarca algunas frases para
que queden claras. Se afana en explicar
lo que han significado los curas obreros
en zonas como Vallecas.
En el libro no aparece el padre Llanos,
“que tanta labor hizo en el Pozo”. Tampoco
Enrique de Castro, “que fue taxista”.
Y sigue citando nombres de sacerdotes
del mismo calado, díscolos con la
iglesia oficial, como Fernando Carracedo,
Guillermo Nevado, Jiménez de
Parga, Juanjo Palomino, Vidal Pérez,
Pepe Lázaro, Antonio Zugasti…”Algunos
no son curas obreros propiamente
dichos, pero cumplen una de sus funciones,
estar en la comunidad, participar en
la lucha, trabajar con los marginados”.
“Para elaborar el libro se les pidió que
contaran su experiencia a unos cuantos y
quien quiso la escribió”, continúa.
“Los curas obreros son aquellos que
reciben su salario de ejercer un trabajo
profesional.
“La gente de Vallecas
agradece de estos curas no
tanto su rollo, sus palabras,
como sus gestos,
su compartir con hechos la
solidaridad y el evangelio”
Han ayudado a romper la separación
entre el mundo obrero y la iglesia.
Muchos curas han contribuido a eso, a
trabajar codo con codo, no a soltar rollos
o discursos. Han compartido la cárcel, las
huelgas, la lucha en las fábricas y hoy
continuamos con ese compromiso”,
agrega.
OBISPOS COMPROMETIDOS
Pinillos tiene muy buena opinión del
obispo de Vallecas, Alberto Iniesta. También
de Casaldáliga, a quien visitó con la
que hoy es su mujer, en Brasil. De Castellanos,
que abandonó el obispado para
irse a trabajar en las misiones, de Joan
Carreras. Si bien reconoce que la mayoría
de la cúpula de la iglesia no sólo no ha
apoyado sino que ha visto con malos ojos
a los curas obreros, “han preferido otros
estilos pastorales”, remacha..
Con su labia de profesor explica como si
se dirigiera a un alumno poco atento:
“Hoy hablar de obrero es distinto a hacerlo
hace 25 años. La economía de aquellos
TESTIMONIOS EN PRIMER A
Entre los 29 testimonios recogidos en el
libro, uno de ellos es el del propio Pinillos.
Aquí se recoge un extracto del suyo y del
de algunos más:
Soy de un alma rural, nacida de
padres agricultores en la árida estepa
palentina del Cerrato. Fui ordenado
sacerdote en 1964, después de 12 años
de formación tradicional en el seminario
de Palencia. Estrené mi sacerdocio
en la montaña palentina como párroco
de tres aldeas pobres con una media de
edad cercana a los 60 años, ya en
aquellos años sin jóvenes porque tuvieron
que emigrar a la ciudad. Mi mística
consistía en saber estar con estas gentes,
saboreando la bondad, mientras les
acompañaba en su vida carente de
grandes horizontes. Pero aquellos pueblos
emigraban y yo también marché a
la ciudad en busca de los feligreses.
Al llegar a Vallecas este fue el saludo
del párroco: sé fiel a ti mismo y actúa
conforme a lo que vayas descubriendo,
sin prisa por cambiar y por imitarnos a
nosotros que llevamos ya muchos años
en las afueras de las ciudades. El
mundo obrero es muy distinto del
actual.
Me encontré con un buen equipo
sacerdotal compuesto por curas franceses
de los Hijos de la Caridad. En Vallecas,
cobijo de muchos emigrados rurales
de España, se me fue abriendo otra
visión de la pastoral que reorientaría mi
sentido sacerdotal. Las jornadas de 15
horas de trabajo, las viviendas pobres,
las chabolas, la carencia de servicios
mínimos, la angustia de los transportes
y el desarraigo que soportaban mis
parroquianos se clavaban en mi alma
rural, a la par que iba aprendiendo que
esas eran algunas de las condiciones de
vida de la gente obrera.
REPARTIDOR DE PRODUCTOS
FARMACÉUTICOS
Perdí ingenuidad para ganar realismo.
Fui nombrado consiliario de la JOC en
Vallecas y algo más tarde, con el cardenal
Tarancón, de la provincia de Madrid y
limítrofes.
En 1968 empecé a trabajar media jornada
como repartidor de productos farmacéuticos.
Ganaba mi vida y sacaba
tiempo para la parroquia que compartía
con otros dos sacerdotes. En 1962 entré en
Ericsson, multinacional sueca con más de
3.500 trabajadores. Entendí que lo primero
era compartir con sencillez, humor y
esperanza la cotidianidad en aquella
fábrica que iba resultando “mi parroquia”.
“Ser de una familia trabajadora
y haber trabajado desde niño ha
hecho sentirme trabajador toda mi
vida a pesar de las épocas de
estudio y de la vida religiosa que
parecían alejarme de esa
condición” (Demetrio Orte “Deme”)
En el año 1993, tras 21 años en la
empresa y a los cincuenta y dos de
edad, debido a una regulación de
empleo debo abandonar Ericsson junto
a centenares de compañeros. Iniciamos
otra etapa laboral. Encuentro un nuevo
trabajo en la enseñanza que me permite
seguir viviendo en Vallecas y que me
aporta el dinero necesario para el desenvolvimiento
de mi hogar que inicié en
1977 al casarme con una compañera
de la fábrica. Hoy tenemos tres hijos.
Ese cambio de trabajo me ha permitido
disponer de tiempo para comenzar una
tarea de cura en una parroquia de la
VALLE DEL KAS 22 JULIO 2009

274 (09) VALLECAS JULIO 26/6/09 19:03 Página 23
RA PERSONA
zona en la que siempre viví y con la
misma gente que ha compartido las
decisiones más importantes de mi vida.
Empecé con grupos juveniles para
centrarme actualmente en una tarea
ministerial con adultos trabajando en la
transformación del barrio, al mismo
tiempo en una profundización en la
persona de Jesús y en las celebraciones
sacramentales. Puedo decir que da
gusto actuar, reflexionar y celebrar con
este tipo de comunidades parroquiales
que, lastimosamente, no existen.
Me jubilé en junio de 2006 del trabajo
de la enseñanza. Ahora me dedico
más a la comunidad parroquial, especialmente
a los inmigrantes, sobre todo
latinoamericanos y a preparar las tareas
con los dos compañeros sacerdotes,
con el Consejo de Pastoral de la parroquia
y con los curas del arciprestazgo.
Demetrio Orte, Deme, ha sido
repartidor de libros y ahora trabaja con
homosexuales en Valencia. Así narra su
niñez: nací en un pequeño pueblo de la
provincia de Soria. Mi padre era panadero
y trabajador en el campo, mi madre
también, en casa, en el horno y en el
campo. Familias numerosas por ambas
ramas. Nosotros éramos cinco, tres hermanos
y dos hermanas. Eran tiempos de
posguerra, había mucha escasez. Ser de
una familia trabajadora y haber trabajado
desde niño ha hecho sentirme trabajador
toda mi vida a pesar de las épocas de
estudio y de la vida religiosa que parecían
alejarme de esa condición. Haber
pasado escasez, hambre, frío y falta de
casi todo me ha hecho ver la abundancia
y la riqueza como algo extraño, aunque a
veces la haya visto de cerca.
Mi mujer y yo nos conocemos del
barrio. La comunidad aceptó y animó mi
opción de dejar el celibato sin dejar el
ministerio y animó y acompañó nuestro
matrimonio en un contexto más amplio
del barrio donde éramos conocidos y
donde seguimos participando.
Diamantino García falleció en
1995 a los 51 años. Fue conocido en
toda Andalucía como el cura de los
pobres. Participó junto al hoy alcalde de
Marinaleda en muchas ocupaciones de
fincas y fue fundador del Sindicato de
Obreros del Campo (SOC). Recién ordenado
sacerdote fue destinado al pueblo
de Los Corrales en 1969. Al poco tiempo
de llegar un día ve mucho jaleo en la
plaza del pueblo, donde están ubicados
el tempo y la casa parroquial en la que
vive.
Voces de despedida y lágrimas.
El párroco, Diamantino García,
pregunta a ver qué pasa
y le dicen que se van a coger
espárragos a Navarra.
“Aquí sólo quedan los maestros,
los guardias civiles, el médico,
los viejos y el cura”. Y él contesta:
“Eso era antes, a partir de ahora
el cura también se irá”
Camiones cargados con enseres
domésticos y varios autobuses repletos
de gente que se marchaba. El aire de
aquella mañana estaba lleno de voces
de despedida y las lágrimas asomaban,
como en tantas otras ocasiones, en
muchos rostros. Extrañado pregunta
¿qué pasa? Y le responden con toda
naturalidad: Ná, que se van a coger
espárragos a Navarra. Aquí solo se
quedan los maestros, los guardias civiles,
el médico, los viejos y el cura. Diamantino
contesta: Eso era antes, en adelante
el cura también se irá”. Desde ese
día el cura se hace jornalero y temporero,
decide vivir como uno más del pueblo
pobre durante toda su vida.
Eduardo Ibáñez trabajó como
enfermero en un hospital de Valencia y
cuenta una anécdota: “A un enfermo
terminal de cáncer le tengo que curar
varias veces a la semana. Es una persona
extraordinaria en su forma de aceptar
la enfermedad, en sus criterios, en su
entrega a los alumnos pues era profesor,
en su delicadeza. Adquiero con él una
gran amistad, pues sintonizamos en
todo. Cuando se entera de que yo soy
sacerdote, me dice que él es agnóstico,
pero que si en el camino de su vida se
hubiera encontrado a alguien que le
hubiera presentado la imagen de Dios
que intuía en mis palabras seguramente
sería creyente. El día antes de morir le
manifiesta a su familia que quiere que le
celebren una misa en nuestra parroquia”.
que estaban en el mundo obrero ha mejorado
mucho, ha ganado poder adquisitivo,
seguridad en el empleo, cobertura social,
en parte gracias a la lucha de esos años, y
tiene mayor solvencia.
Cuenta Pinillos el caso de una parroquia
de Vallecas a la que querían quitar
el cura, casado (el 15% de los denominados
curas obreros ha optado por abandonar
el celibato) y los feligreses se rebelaron
enviándole una carta de protesta al
vicario en la que expresaban su malestar
“tanto por la forma como por el fondo de
los hechos”. La forma, fue una reprensión
pública al sacerdote en medio de las
escaleras de acceso al templo poco antes
de empezar la Eucaristía.
“Empecé de sacerdote en
unos pueblos de Palencia,
pero vi que la gente
emigraba a la ciudad y yo
también me fui.
Y me vine a Vallecas”
En esa misiva le reprochaban el no
haberse interesado por los motivos por
los que la comunidad estaba tan contenta
con su párroco. “Para nosotros es un
privilegio y motivo de profunda alegría
contar con una persona de la talla moral
y con la entrega a los demás de que hace
gala”, explicaban
EL JOVEN SE SIENTE
ALEJADO DE LA IGLESIA
“La gente de Vallecas, expone Pinillos,
agradece de estos curas no tanto su palabra
cuanto sus gestos, su compartir con
hechos la solidaridad y el evangelio”. “El
evangelio es fraternidad”, sentencia.
En una entrevista publicada en Valle
del Kas hace cinco años afirmaba: “yo
creo que ni el 3% de los jóvenes del
barrio va a misa los domingos”. “Hoy ese
porcentaje es menor y tal vez no llegue
al 2%”.
En cuanto a las causas de este alejamiento
de la iglesia católica destaca la
exigencia del Evangelio. “Es difícil seguirlo,
requiere esfuerzo y también los testimonios
de la iglesia no siempre ayudan.
El joven no siente que los grandes aspectos
de su vida estén interpretados en la
iglesia como institución, sí por algunos
amigos sacerdotes que conoce dentro de
esa iglesia”, explica.
“Vamos hacia una iglesia cada vez más
minoritaria de grupos más conscientes y
menos amplios. La gente cada uno va
por su camino. No sienten que haya
mensaje. No se sienten convencidos con
lo que le cuentan, si bien es verdad que
hay grupos dentro de las parroquias y
movimientos críticos de iglesia y hay
jóvenes en una búsqueda de la vida y lo
que representa ese personaje llamado
Jesús”, concluye.
JULIO 2009 VALLE DEL KAS 23