05 Enero de 2014

The Sinester Opanage
Álex López
CAPITULO 2: AMIGOS
Cuando entré me dirigí con el policía hacia la mesa de
recepción, en la que encontramos a una chica, de unos
treinta y pico años.
-Saludos, bienvenidos al orfanato Caged, ¿qué desean?-Preguntó
la recepcionista sonriente.
-Verá, este chico que me acompaña, acaba de perder a
sus padres, se llama Kukurico tiene diecisiete años, y le
traemos al orfanato, ya hemos hecho los trámites para
que lo admitieran, su curso es de segundo de bachiller,
quería saber si tenéis alguna bacante en el segundo
piso, de cursos, de la ESO y Bachiller.-Dijo le policía
hablando por mí.
-Por supuesto, puede ir subiendo al segundo piso, entre
en la clase que pone segundo de bachiller, su equipaje
se lo encontrará en su habitación, no tienen pérdida,
ya que todos los chicos de bachiller y la eso dormís en
un mismo cuarto, separados por dos columnas y una
puerta, es como un pasillo, tu cuarto es el número ciento
treinta, aquí tienes la llave, puede ir subiendo, son las
escaleras de mi derecha.-Dijo, entonces, tomé la llave y
me dirigí a las escaleras dispuesto a subirlas, pero antes
eché un último vistazo, y el policía continuaba hablando
con la chica de recepción.
Sin esperar ni un segundo más, subí las escaleras hasta
el segundo piso, pero por lo que podía ver había más
escaleras, cerradas con un candado y unos barrotes,
posiblemente solo sería para los profesores, para subir
a la terraza de arriba, sin importarme mucho, me dispuse
a buscar la clase, al encontrarla llamé a la puerta,
y desde dentro se oyó una voz.
-Adelante.-Dijo una voz femenina desde dentro.
En ese momento giré el pomo de la puerta y entré en
la clase.
-Ah bienvenido, ¿tú debes de ser el nuevo, verdad?-Preguntó.
-Así es, señora.-Contesté.
Bueno, pues entonces coge una mesa de esa esquina y
siéntate donde quieras, tenemos como costumbre no
sentarnos al lado de nadie, así que, un poco separado.-Dijo,
mientras me indicaba donde se encontraban
las mesas, con sillas incluidas. La profesora, parecía joven,
como si tuviera unos treinta años.
Justo después de ese momento de fijación en la profesora,
agarré una silla con mesa incluida, y me senté en
la quinta fila, justo al lado de otro chico, que parecía de
mi misma altura, aproximadamente.
La clase comenzó, cuando la profesora se dio media
vuelta cara a la pizarra, y comenzó a escribir unos núa
escribir unos números, era matemática, y era lo mismo
que estaba dando en la clase de mi pueblo. En ese
momento pensé… -¿Qué habría sido de mi mejor amigo?,
estoy seguro que la policía le habrá puesto al corriente.
–Pensé-
En ese momento la profesora se dirigió hacia mí con
unos libros, los cuales dejó sobre mi mesa.
-Aquí tienes, estos son los libros de las asignaturas que
daremos en este curso, para que te habitúes estamos haciendo
cálculo con raíces cuadradas, es el último tema
del segundo trimestre, así prepárate el tema bien, dentro
de una semana tendremos examen, si no entiendes
algo, el compañero que tienes al lado te lo explicará,
venga suerte.-Dijo y después volvió su lugar, delante de
la pizarra.
Por lo que pude ver los libros eran de biología, matemáticas,
libro de idiomas, ciencias y naturales, por lo
que se podía ver aquí no daban arte, pero el poli me
dijo que lo daban en cursos de trabajo, sería solamente
ahí, tampoco se daba educación física, al ver una hoja
que contenía el horario de clase, hoy por lo que podía
ver era mate, comendar, biología, comedor, supuestamente
el desayuno, y dos horas de idiomas, después me
fijé mejor y teníamos una hora de descanso cada comida,
no estaba mal el horario, también se respetaban los
fines de semana, era como vivir la vida, pero sin tus padres
y junto a otros alumnos, estaba dispuesto a aceptar
este reto que se me planteaba, a ver cómo me iría.
Cuando acabé de revisarlo todo y de pillar todos los
apuntes de clase, hasta los retrasados copiados en la pizarra,
tocó la sirena, todos salieron por la puerta, les
seguí, pero la profesora nos detuvo a mí y a mi compañero
de al lado.
-¿Podéis venir un segundo?-Preguntó la profesora dirigiéndose
a nosotros.
Fuimos hacia ella que estaba sentada en una silla.
-Kukurico este es Robert, él te enseñará un poco como
funciona todo esto, me gustaría que os hicierais amigos,
¿no te importa, verdad Robert?-Le pregunto la
profesora mirándolo con cara de anima a este chico un
poco, o eso era lo que yo veía en su rostro.
-Claro, cuente con migo.-Contesto Robert decidido a
ser mi amigo sin ninguna pega.
-Muy bien pues ya os podéis ir al comedor o llegareis
tarde, corred, y recordar que después nos toca biología,
ah y Kukurico te recomendaría que dejaras todos tus
libros en tu cuarto y fueras a por el que toca, antes de
la clase.-Me dijo la profesora sonriente, como si nada
la preocupara.
-De acuerdo, eso haré.-Contesté mientras salía por la