Esta huelga también es nuestra; ¡bono social y gestión directa!

4 Septiembre 2013
Xabier Senosiain
Es la hora de desenmascararos, se os acaban esos años en los que el victimismo era una forma de vida, una metodología de trabajo, un
instrumento de enriquecimiento que os otorgaba poder y estatus en una sociedad construida gracias al esfuerzo y sacrificio de tod@s.
Cuando los poderes de la vergüenza, de la desolación y de la destrucción pierden su cohesión interna, se les procura a los lugartenientes
de lo oscuro el orden social. Cuando el miedo se vuelve irracional y absurdo, el estado no puede continuar ejerciendo su poder despótico
sobre las personas. Ya no son los y las “violentas vascas” quienes empoderan y cohesionan la unión Española de “demócratas”.
Todos estos miedos se disipan, se vuelven parte de un recuerdo lejano que no sirve para alimentar y ADOCTRINAR la inapetencia social
de las personas de la calle. En este instante, el poder se siente perdido y solo. Los pilares bajo los que construyó un sistema “indestructible”
basado en la mentira, la manipulación y la codicia comienzan a resquebrajarse. Y es que, a este sistema nunca se le dio bien conversar,
discutir e informar, prefirió optar por manipular, dogmatizar e imponer. Tampoco nos habló de que la vivienda era un derecho, de
que todas las personas merecemos comer y tener una asistencia sanitaria, de que las cárceles lejos de proteger destruyen más si cabe a la
persona. Pero nada de esto era importante ya que estábamos sobradamente preparados para combatir “la violencia de los y las vascas”.
Es por todo esto que :
- Debéis reconocer y pedir perdón a cada una de las mujeres que mandáis y habéis mandado esconderse, salir de su pueblo, exiliarse
para poder ejercer un derecho fundamental como es el derecho a abortar. Vosotras y vosotros no sabéis el sufrimiento que supone esta
acción.
- Estáis obligados a pedir perdón a todas esas personas que por vuestra incompetencia más absoluta y por hacer del bienestar y de los
derechos fundamentales una cuestión ideológica, dejáis en la más absoluta de las desprotecciones sociales.
- Debéis pedir perdón y reconocer el dolor causado a todas esas personas que a lo largo de vuestros mandatos habéis denigrado, maltratado,
estigmatizado, violentado y privado de libertad.
- Pedir perdón por no haber sabido apreciar las riquezas que emergen en las entrañas de nuestra querida navarra, por haber maltratado
de forma sistemática la Lingua Nabarrorum,
- Una enérgica y sincera repulsa por todas las situaciones de violencia y dolor generadas por una política basada en la venganza y la
no comprensión. Pedir perdón a toda esa navarra que sufre la violencia de las fuerzas públicas , a toda esa parte de la sociedad que se
pretende obviar y marginar simplemente por tener una percepción identitaria.
Probablemente sea un poco tarde para que los y las élites del poder se pronuncien en cuestiones que afecten a la población. Ellos y ellas
no se codean con las personas de a pie, no pierden el tiempo con lo insignificante, su arrogancia solo es superada con la hipocresía con
la que maquillan y transforman la vida. Pero este panorama sirve para clarificar el camino que unos y otros tenemos por construir. El
pueblo trabajador, las personas que luchan por sobrevivir un día mas en un mundo construido por y para unos pocos, las personas
oprimidas y las que creemos en un sistema al alcance de de todas y todos debemos emprender el camino de la verdad. Tenemos la obligación
de contar la verdad.
Como seres humanos tenemos derechos y obligaciones. derecho a una vivienda digna, derecho a desarrollarnos de forma plena, derechos
en términos de equidad, la prevención infantil debería estar garantizada en todas las localidades navarras, la lista es muy larga
y es preciso conocerla bien para saber cuáles son nuestras obligaciones como ciudadanos y ciudadanas. Debemos denunciar, como la
plataforma de desempleados lleva años haciéndolo la existencia de más de 51.000 desempleados y desempleadas en Navarra. Debemos
denunciar como más de un 4% de la población de nuestra comunidad está por debajo de umbral de la pobreza, como hasta mitad de
año se habían ejecutado más de 300 órdenes de desahucio.
Es la hora de tomar nota y trabajar por nuestros derechos ya que entre todas y todos es posible