Quatro - Febrero

A ) “Vida rendida
en tu sombra, me
ahogas viviendo, me
mueres gozando,
me naces en luz,
oscuridad de ojos, de
viento, de noche.
Eres cuando Luna
despoja y vomita y
se queda vacía, de
rayos, de aire, de piel
que se hunde y me
hunde en tu espacio,
tus notas de vida,
perfecta agonía.
Eres abismo y así
mi penumbra, dolor,
primavera, fascinas,
me envuelves, me
giras, me aspiras, me
mueres, renaces...
Y en muerte,
asfixiado, tatúas mi
sonrisa, mi aliento,
mi vida, mis luces
ocultas, ocultas mis
rosas, mis huesos, mi
adentro, profunda
y sombría, dominas
mi vida, te entrego
mi alma, demonio
de sueños, espasmo
de formas, insano
deseo, rosada
manía.
De sueños te adoro,
te escucho, protejo,
te invoco, mi ángel,
pecado y demonio,
mi vida, inframundo,
tinieblas de sangre,
sudor, corazón, te
siento y te espero,
por siempre, de
suelo, de cielo, de
amor, para siempre”.
B)“Vida rendida en
tu sombra,
me ahogas viviendo y
me mueres gozando,
te naces en luz;
oscuridad de ojos, de
viento, de noche.
Eres cuando Luna
despoja y vomita y
se queda vacía de
rayos,
de aire, de piel que
se hunde y me hunde
en tu espacio,
tus notas de vida,
perfecta agonía.
Espíritu libre flota
elevando,
cruza visiones,
Literatura
Por:Adrian Ft
me guías en caos y
en ti yo renazco,
el fuego arde, de
noche se enciende,
destellos de
nubes, tormentas
nocturnas,
no me confundas,
que hoy no puedo
pensar sólo sentir,
a la muerte me llevas
pues sabes renazco
por ti, dentro de ti.
En el oído respiros,
embriagados
suspiros, susurros
perdidos.
Silencio.
Escucho tu melodía.
No tiempo,
destiempo,
en todo el alba
nocturna elude la fría
beldad cautiva,
suave, amargo sabor,
frágil licor, seductor,
enjugado,
cual divina con
gracia en la
parsimonia,
no hay solo
presente sin
algarabía.
Eres abismo y así
mi penumbra,
dolor, primavera,
f a s c i n a s ,
envuelves,
me giras, me
aspiras,
mueres, renaces,
me matas, ahorcas
y asfixias.
Y en muerte
sofocado en tu
aroma tatúas mi
sombra,
mi aliento, mi vida,
mis luces ocultas,
ocultas locuras,
risueños mis
huesos, mi adentro,
tú, profunda y
sombría;
dominas la vida,
entrego el alma,
demonio de sueños,
espasmo de formas,
insano deseo,
extraña manía.
Despierto te sueño y
siento el recuerdo,
tu pecho evoca lo que
tus labios susurran,
hincado en mi ego
como se reza en
tumba.
Profundo me
adentro,
cuerpo con cuerpo
obscuro portento.
En sueños te adoro,
te escucho, protejo,
te invoco cual
ángel, de averno e
inframundo,
tinieblas de sangre;
sudor y sabor,
corazón, que siento y
lo espero,
por siempre de cielo,
lejano infierno de
oscuro invierno,
encanto,
te observo por
dentro;
en tu piel me deslizo
de sueños, ahí para
siempre”.