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Quatro - Febrero

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“El amor en los tiempos<br />

La Neocursilería<br />

Por: A Guizar<br />

del IPAD”<br />

Con el advenimiento de la tecnología<br />

informática, muchas de nuestras<br />

manifestaciones amorosas se diluyeron<br />

en perjuicio de los carteros, de los vendedores<br />

de rosas, los creadores de tarjetas chorreantes<br />

de miel y los chocolateros. Ahora, bien diría el<br />

ínclito Pedrito Fernández (que ni es Pedrito ni<br />

Fernández) sólo se mandan meils. Pero para<br />

fortuna de este mundo tan poco poblado, han<br />

aparecido en nuestro entorno las salvadoras<br />

del amor, las que retornan al bien común, las<br />

repobladoras del mundo, las nuevas cupidos,<br />

las salvadoras del pobre enamorado que<br />

con un filero marca en los baños públicos el<br />

nombre de su amada (pa’ que ésta sepa<br />

que la cosa va en serio); sí han llegado a<br />

nuestro triste y desabrido mundo: Chan,<br />

chan... ¡LAS REDES SOCIALES!<br />

Y ahora somos felices, amamos al mundo<br />

entero, la filosofía más amorosa del mundo<br />

aparece todos los días de Dios en innumerables<br />

posts, memes, fotografías, cartelitos, links, y<br />

más ciberetcéteras que nos llenan el corazón<br />

de esperanza y ¡materializan el viejo anhelo de<br />

tener un mundo mejor! Ah y la paz mundial, diría<br />

Miss Congeniality.<br />

En estos tiempos<br />

del chat, ventilamos<br />

nuestros más profundos deseos y anhelos en<br />

la palabra de todos los formadores de frases<br />

cursis de la historia, esta vuelta al kitsch nos<br />

viste elegantemente de un aire de misterio y<br />

misticismo al mismo tiempo; ya no somos viejos<br />

ni pasados de moda, ahora somos vintage, o<br />

sea que las viejas frases se revisten de poder<br />

y caen ante nuestros ojos en medio de toda<br />

la modernidad posible a través del tuiteo, de<br />

hecho hasta nuestro vocabulario se enriquece<br />

con nuevos vocablos que vocalizamos<br />

vocalmente para llamar a voces a los objetos<br />

de nuestros afanes, porque recordemos<br />

que a través de estos nuevos artilugios, se<br />

puede videochatear o postear un video<br />

donde manifestamos el motivo de nuestros<br />

desvelos. ¡Ah l’amour!<br />

En fin, disfrutemos esta efusión de amor<br />

que nos llega por el feis, o por el tuiter:<br />

amor que puede ser tierno, carnal, pasional,<br />

filial, patriótico, patriotero, dulce, amargo,<br />

etcétera, de acuerdo con el meme elegido<br />

y el estado anímico del generador de esta<br />

oleada de cursilería. Puede ser que las<br />

redes dejen de ser negocio o que por<br />

fin se haga realidad de que (música de<br />

horror) van a cobrar por usarlas, por lo tanto<br />

sigamos nutriendo el espíritu con esta sabiduría<br />

gratuita que la vida nos regala, para ser más<br />

cultos, más inteligentes y podamos en un futuro<br />

no lejano, entender los libros de Paulo Coelho y<br />

las rimas de Arjona.<br />

Amorosamente suyo,<br />

Juan Trieme

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