8 - Salto - Publicaciones Periódicas del Uruguay
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que la obra <strong>del</strong> hombre lo haya<br />
modificado. Hay lugares especialmente<br />
atractivos, como el Paso Yacaré,<br />
sobre el arroyo Itapebi, "Los<br />
Manantiales", en el arroyo San Antonio,<br />
el puente Tacuabé y su laguna.<br />
Ésta, situada a pocos metros <strong>del</strong><br />
río Arapey, sobre el oeste de la<br />
ruta 3, fue según la tradición <strong>del</strong><br />
lugar, .corral <strong>del</strong> cacique Tacuabé.<br />
El paisaje salteño está coronado<br />
por los rios Arapey, Daymán y<br />
<strong>Uruguay</strong>.<br />
El paisaje "costero" <strong>del</strong> río <strong>Uruguay</strong><br />
tiene, en su mayor parte, una<br />
vegetación frondosa, al igual que<br />
en los extremos de los afloramientos<br />
basálticos de su lecho, saltos y<br />
rápidas. Desde el río se aprecia una<br />
"costa" de barrancas elevadas, en<br />
la zona de la Piedra Alta, La<br />
Caballada y Arenitas Blancas. Después<br />
de un tramo algo regular,<br />
se aprecia una "costa" de playas<br />
como la de Corralitos, hasta las<br />
proximidades de la desembocadura<br />
<strong>del</strong> Daymán.<br />
EL PAISAJE RURAL Y SU<br />
HUMANIZACION<br />
El paisaje rural salteño se hUmaniza<br />
muy lentamente. La obra <strong>del</strong><br />
hombre se ha manifestado, sobre<br />
todo, en la apertura de caminos, en<br />
el montaje de vias férreas, estaciones,<br />
en la implantación de lineas<br />
.La Costanera SIIr.<br />
La costa <strong>del</strong> río.<br />
telefónicas, etc. Salvo excepciones<br />
qUe señalaremos, el campo es aún<br />
puramente natural.<br />
¿ Debe el hombre irrumpir bruscamente<br />
en la naturaleza, hasta<br />
matarla o aniquilarla? La humanización<br />
¿ debe llevarse hasta los<br />
lugares naturalmente bellos? ¿ Debe<br />
el hombre modificar los paisa-<br />
Foto; Enrique Murguío.<br />
jes naturales, por su capricho<br />
desordenado? Estas preguntas se<br />
han hecho y se hacen en todos los<br />
pueblos. En verdad se justifican,<br />
puesto que, en muchos lugares, se<br />
ha llevado una lucha frenética y<br />
despiadada contra los ambíentes<br />
naturales. Así, en una hermosa<br />
asociación vegetal, que corona un<br />
río o un arroyo, se planta una especie<br />
ajena, a veces exótica, que<br />
altera la armonía que la naturaleza<br />
ha establecido. En Utl bello<br />
paisaje con asociaciones de "espinillos",<br />
{le pronto alguíen planta<br />
un paraíso, que en breve. va a<br />
romper el reposado equilibrío<strong>del</strong><br />
paisaje natural.<br />
Es precisamente en el problema<br />
de la humanización {lel campo donde<br />
el hombre debe manifestar su<br />
pujanza y, sin {levastarlo, hacer<br />
<strong>del</strong> medio campesino un ámbito civilizado.<br />
Tal es la complementa-<br />
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