El Drama de Alcohol: Santos que Beben
“Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.” 1 Reyes 18:21.
“Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis
vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal,
id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.” 1 Reyes 18:21.
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HISTORIAS DE VIDA<br />
trozó la puerta <strong>de</strong> su aposento,<br />
golpeó salvajemente a su esposa<br />
y quiso incendiar las evi<strong>de</strong>ncias,<br />
siendo impedido por los vecinos<br />
y los curiosos. Al otro día <strong>de</strong>spertó,<br />
observó los escombros y<br />
reconoció la magnitud <strong>de</strong> sus<br />
actos, pero fue <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong>.<br />
Su esposa nuevamente fugó <strong>de</strong>l<br />
lugar.<br />
Mientras, Mildrid retornó a<br />
su casa <strong>de</strong> sus padres en Indian<br />
Church, para ser consolada por<br />
estos. Jorge, fue consolado por<br />
la muerte a través <strong>de</strong>l suicidio:<br />
“Cuando agarré el cable para<br />
ahorcarme, sucedió algo maravilloso.<br />
Algo entró por mi cabeza,<br />
empecé a llorar y no lo hice.<br />
Ahora entiendo <strong>que</strong> Dios tuvo<br />
misericordia <strong>de</strong> mí, a través <strong>de</strong><br />
las oraciones <strong>de</strong> mi abuelo <strong>que</strong><br />
llegaron a su presencia”.<br />
Días <strong>de</strong>spués, la justicia <strong>de</strong>l<br />
lugar le colocó una soga al cuello;<br />
mas no lo ahorcó pues su esposa<br />
no sentó la <strong>de</strong>nuncia.<br />
MOMENTO DE MISERICORDIA<br />
“Señor, haz <strong>de</strong> este hombre<br />
un predicador…”, fueron las<br />
oraciones <strong>de</strong> un misionero costarricense,<br />
<strong>que</strong> intercedió por<br />
Jorge cuando este se encontró<br />
totalmente ebrio. Estas palabras<br />
nunca se le olvidaron; más aún<br />
Testimonio <strong>de</strong> la<br />
transformación.<br />
Del fondo <strong>de</strong> una<br />
vida <strong>de</strong> sufrimiento<br />
surgió un hombre<br />
<strong>de</strong> gran fe,<br />
entregado a Dios y<br />
su familia.<br />
cuando tuvieron su propio cumplimiento.<br />
Algunos meses <strong>de</strong>spués<br />
cuando las heridas cicatrizaron,<br />
una <strong>de</strong> las tías cristianas <strong>de</strong> Mildrid<br />
intercedió por la unión en<br />
ruptura, con la siguiente promesa:<br />
“<strong>El</strong> Dios <strong>de</strong>l cielo pue<strong>de</strong><br />
cambiar tu matrimonio”. Estas<br />
palabras, alentaron y convencieron<br />
a Mildrid para un encuentro<br />
entre ambas partes, para consolidar<br />
un pacto <strong>de</strong> no agresión y<br />
bús<strong>que</strong>da <strong>de</strong> Dios.<br />
Y cuando la reconciliación<br />
fue patente, la tentación también<br />
se hizo presente; y “casualmente<br />
cuando yo me encontraba limpiando<br />
unos terrenos, aparecen<br />
mis amigos con una botella <strong>de</strong><br />
ron y me llamaron para acompañarlos”,<br />
relata Jorge; pero la<br />
dulce voz <strong>de</strong> su mujer le hizo entrar<br />
en razón y cumplir a<strong>que</strong>lla<br />
promesa <strong>de</strong> no caer en lo mismo<br />
e ir a la Casa <strong>de</strong> Dios, para <strong>que</strong><br />
los libre <strong>de</strong> toda tentación.<br />
Cuando asistieron a la Iglesia<br />
por la noche, el Señor –a través<br />
<strong>de</strong>l predicador– retó a Jorge a<br />
escoger entre él y sus amigos o<br />
su esposa y sus hijos. Jorge solo<br />
atinó a crujir los dientes <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
su banca. “Empecé a enojarme,<br />
por<strong>que</strong> pensé <strong>que</strong> criticaba mi<br />
vida”, narra.<br />
Después <strong>de</strong> librar una batalla<br />
interna contra su yo, el Señor<br />
tomó la posesión <strong>de</strong> su vida y lo<br />
llevó a los pies <strong>de</strong> su altar. Los<br />
corazones <strong>de</strong> su esposa y <strong>de</strong>más<br />
familiares, también fueron llevados<br />
al altar. Des<strong>de</strong> ese mes <strong>de</strong> octubre<br />
<strong>de</strong> 2003, Jorge vive en paz<br />
predicando la Palabra <strong>de</strong> Dios.<br />
“Des<strong>de</strong> el momento en <strong>que</strong><br />
acepté a Cristo, mi vida cambió.<br />
Tengo una familia muy feliz y<br />
siento la convicción <strong>de</strong>l cambio<br />
<strong>de</strong> Dios, sabiendo <strong>que</strong> vine <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
Guatemala hasta Belice con<br />
unos propósitos y objetivos”,<br />
concluye u<br />
marzo 2014 39