El Drama de Alcohol: Santos que Beben
“Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.” 1 Reyes 18:21.
“Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis
vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal,
id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.” 1 Reyes 18:21.
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EN EL ANTIGUO TESTAMENTO<br />
LOS SACERDOTES. En el Antiguo<br />
Testamento, en cuanto a<br />
los sacerdotes, en el capítulo 21<br />
<strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> Levítico, encontramos<br />
<strong>que</strong>:<br />
• En cuanto a su carácter, los<br />
sacerdotes tenían <strong>que</strong> ser<br />
santos, leemos: “<strong>Santos</strong> serán a<br />
su Dios, y no profanarán el nombre<br />
<strong>de</strong> su Dios” (v. 6).<br />
• En cuanto al matrimonio, el<br />
sacerdote tenía <strong>que</strong> casarse<br />
con una mujer virgen, no podía<br />
casarse con viuda, ni con<br />
ramera, ni con repudiada por<br />
fornicación (v. 7, 13-14).<br />
• En cuanto al testimonio y al<br />
hogar, si un sacerdote tenía<br />
una hija soltera <strong>que</strong> comenzare<br />
a fornicar, por ser esto<br />
una <strong>de</strong>shonra al padre y al<br />
ministerio, la joven era <strong>que</strong>mada<br />
hasta morir (v. 9).<br />
• En cuanto a lo físico, el sacerdote<br />
tenía <strong>que</strong> ser sin <strong>de</strong>fecto,<br />
no podía ser ciego, ni cojo, ni<br />
mutilado, ni sordo, ni con pie<br />
ni mano fracturados, ni jorobado,<br />
ni enano, ni tener nube<br />
en el ojo, ni sarna, ni empeine<br />
(vv. 16-23).<br />
• En cuanto a las vestiduras,<br />
los sacerdotes tenían <strong>que</strong><br />
vestir conforme lo indicado<br />
por Dios, tenían <strong>que</strong> cubrirse<br />
bien.<br />
Cuando algún sacerdote<br />
<strong>de</strong>shonraba el ministerio, Dios<br />
lo juzgaba severamente, algunas<br />
veces con la muerte. Esto<br />
sucedió a los hijos Aarón <strong>que</strong><br />
eran sacerdotes; los hijos <strong>de</strong><br />
<strong>El</strong>í por adúlteros y profanos,<br />
murieron el mismo día, conforme<br />
Dios los había sentenciado.<br />
En tiempos <strong>de</strong> Ezequiel, las<br />
abominaciones eran tales en<br />
el pueblo y los gobernantes,<br />
<strong>que</strong> también habían envuelto<br />
a los sacerdotes e invadido el<br />
santuario. Dios or<strong>de</strong>nó marcar<br />
en la frente a los <strong>que</strong> oraban y<br />
clamaban a Dios en contra <strong>de</strong><br />
estas abominaciones, y sobre el<br />
resto Dios envió mortandad.<br />
Y en el templo milenial los<br />
sacerdotes <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong><br />
a<strong>que</strong>llos sacerdotes <strong>que</strong> en<br />
épocas pasadas no honraron<br />
el ministerio, no podrán ser sacerdotes<br />
en el templo milenial,<br />
solamente serán ayudantes <strong>de</strong><br />
los sacerdotes y porteros <strong>de</strong>l<br />
templo.<br />
Dios exigió, exige y seguirá<br />
exigiendo santidad, fi<strong>de</strong>lidad<br />
en sus ministros.<br />
LOS PROFETAS. Los profetas<br />
vivían una vida sencilla<br />
y austera, generalmente vivían<br />
una vida separada <strong>de</strong>l bullicio,<br />
y eran vistos en el público, especialmente<br />
cuando tenían un<br />
mensaje <strong>de</strong> Dios para dar. Sus<br />
vidas santas y su fuerza moral<br />
eran la única cre<strong>de</strong>ncial humana<br />
<strong>que</strong> tenían, y el po<strong>de</strong>r<br />
<strong>de</strong> Dios en ellos era la fuerza<br />
avasalladora <strong>que</strong> hacía temblar<br />
reyes e imperios.<br />
Cuando algún sacerdote <strong>de</strong>shonraba el<br />
ministerio, Dios lo juzgaba severamente,<br />
algunas veces con la muerte. Esto sucedió a los<br />
hijos Aarón <strong>que</strong> eran sacerdotes; los hijos <strong>de</strong> <strong>El</strong>í<br />
por adúlteros y profanos, murieron el mismo<br />
día, conforme Dios los había sentenciado.<br />
Así como hubo sacerdotes<br />
<strong>que</strong> <strong>de</strong>shonraron el ministerio<br />
sacerdotal, también hubo profetas<br />
<strong>que</strong> <strong>de</strong>shonraron, <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cieron,<br />
en su ministerio profético<br />
y murieron.<br />
En el libro <strong>de</strong> Deuteronomio<br />
18:20, dice: “<strong>El</strong> profeta <strong>que</strong> tuviere<br />
la presunción <strong>de</strong> hablar palabra en<br />
mi nombre, a quien yo no le haya mandado<br />
hablar, o <strong>que</strong> hablare en nombre<br />
<strong>de</strong> dioses ajenos, el tal profeta morirá.”<br />
También leemos en el libro<br />
<strong>de</strong> Jeremías 29:21 y 23, como<br />
sigue: “Así ha dicho Jehová <strong>de</strong> los ejércitos,<br />
Dios <strong>de</strong> Israel, acerca <strong>de</strong> Acab hijo<br />
<strong>de</strong> Colaías, y acerca <strong>de</strong> Se<strong>de</strong>quías hijo<br />
<strong>de</strong> Maasías, <strong>que</strong> os profetizan falsamente<br />
en mi nombre: He aquí los entrego yo en<br />
mano <strong>de</strong> Nabucodonosor rey <strong>de</strong> Babilonia,<br />
y él los matará <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> vuestros<br />
ojos… Por<strong>que</strong> hicieron maldad en Israel,<br />
y cometieron adulterio con las mujeres <strong>de</strong><br />
sus prójimos”.<br />
Y ciertamente hubo muchos<br />
profetas falsos, mentirosos, dados<br />
al vino, impíos, hipócritas,<br />
aduladores, alocados, pecadores,<br />
insensatos, mercenarios,<br />
livianos, prevaricadores, pero a<br />
todos los juzgó Jehová.<br />
EN EL NUEVO TESTAMENTO<br />
Ayer como hoy, Dios exige moral,<br />
dignidad, austeridad, testimonio,<br />
obediencia, fi<strong>de</strong>lidad,<br />
santidad a sus ministros y predicadores.<br />
Si fuertes fueron las<br />
exigencias para el ministerio en<br />
el Antiguo Testamento, mayores<br />
son en el Nuevo Testamento,<br />
pues, “oísteis <strong>que</strong> fue dicho: “No<br />
cometerás adulterio. Pero yo os digo<br />
<strong>que</strong> cualquiera <strong>que</strong> mira a una mujer<br />
para codiciarla, ya adulteró con ella<br />
en su corazón” (Mateo 5:28).<br />
Las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> la Gracia<br />
son mayores <strong>que</strong> las <strong>de</strong> la Ley,<br />
la diferencia es <strong>que</strong> el verda<strong>de</strong>ro<br />
cristiano, el <strong>que</strong> ha nacido <strong>de</strong><br />
nuevo, tiene la gracia, la fortaleza,<br />
la presencia <strong>de</strong> Cristo, y el<br />
po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Espíritu Santo <strong>que</strong> le<br />
ayuda a vencer en toda tentación<br />
y “andar como es digno<br />
<strong>de</strong> la vocación con <strong>que</strong> fuimos<br />
llamados” (Efesios 4:1).<br />
Con relación al matrimonio<br />
el sacerdote no podía casarse<br />
con una mujer <strong>que</strong> hubiera sido<br />
mujer <strong>de</strong> otro, viuda, repudiada,<br />
ramera, tenía <strong>que</strong> casarse<br />
con una virgen. Tampoco él podía<br />
tener más <strong>de</strong> una mujer, no<br />
podía adulterar con la mujer <strong>de</strong><br />
marzo 2014 41