21 GT La Precariedad En El Trabajo Del Sector Agropecuario - alasru

necesarias para la producción de un producto, con excepción de las empresas agrícolas
especializadas. En segundo lugar, la mayor parte de la mano de obra (sobre todo la
permanente) ha trabajado, sobre todo en la agricultura, en diversos cultivos.
Otro tipo de relaciones laborales, en donde el vínculo empresario no ha poseído límites
muy claros, es el que se manifiesta a través de las relaciones contractuales, donde
básicamente se estableció una relación temporal por contrato entre el patrón y el
trabajador rural. Mediante este contrato el trabajador aporta la mano de obra y al final de
la cosecha recibe un porcentaje monetario de la misma. Algunas de las relaciones
contractuales propias del sector agropecuario han sido: la mediería y la aparcería. En
estos casos el empresario no sólo se ha despreocupado de los costos de los aportes
patronales, sino que los trabajadores han compartido los riesgos de producción y han
aportado con mano de obra familiar no reconocida. Otro caso es el de la intermediación (o
contratista de mano de obra), de esta forma el empresario “le transfiere al contratista
todos los riesgos laborales sin que esto signifique que éste los asume” (Piñeiro, 2008: 87).
Si se consideran las características a las que se hace referencia en los párrafos
anteriores, se puede observar que debido a la situación de la falta de estabilidad
intrínseca del trabajo rural agropecuario, no han predominado los trabajadores calificados
y sindicalizados así como tampoco el tipo de regulaciones tradicionales de la industria.
Por tanto en el trabajo rural agropecuario, desde hace muchos años se han manifestado
condiciones de inestabilidad, bajos ingresos, incumplimiento de los beneficios sociales,
tercerización, bajo poder de negociación de los trabajadores, etc.; rasgos típicos de la
actual flexibilización laboral. Pero esto no significa que estas condiciones no se hayan
profundizado en los últimos años por factores como la competencia de los desempleados
urbanos en tareas de baja calificación asociadas a trabajos estacionales en los nuevos
rubros agroindustriales (Piñeiro, 1997).
En concordancia con lo anteriormente mencionado, Murmis sostiene que “parece estar
empezando a ocurrir un curioso fenómeno, el de convertir la precariedad en norma, o sea,
convertir en legales, condiciones de trabajo consideradas 'negras'” (Murmis citado por
Aparicio y Benencia, 1999:68)
5-El caso de la actividad vitivinícola en Mendoza
5.1- El empleo en la reconversión vitivinícola
10