Las importaciones a inicios del siglo XX
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Capítulo 6|<strong>Las</strong> <strong>importaciones</strong> a <strong>inicios</strong> <strong>del</strong> <strong>siglo</strong> <strong>XX</strong>|146| |147|<strong>Las</strong> <strong>importaciones</strong> a <strong>inicios</strong> <strong>del</strong> <strong>siglo</strong> <strong>XX</strong>|Capítulo 6<br />
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Cerveza Heineken.<br />
La preponderancia alemana<br />
La información estadística desde fines <strong>del</strong> XIX y a lo largo de las primeras décadas <strong>del</strong><br />
<strong>siglo</strong> <strong>XX</strong> muestra que, salvo durante los años de la Primera Guerra Mundial, predominó<br />
el consumo de la cerveza alemana. En décadas anteriores, como se ha visto, primaba<br />
la traída de Inglaterra. El avance de la cerveza alemana debió arrancar en los años<br />
postreros <strong>del</strong> XIX, como parte <strong>del</strong> auge de los intercambios con Alemania, a tono con<br />
el desarrollo económico de ese país, que lo llevó a ser la primera potencia de Europa.<br />
Por ello, el cenit de la participación alemana en las <strong>importaciones</strong> de cerveza se produjo<br />
en vísperas de la Primera Guerra Mundial. Años más tarde, durante la década de<br />
1920, se hicieron estimados en el sentido de que la cerveza cubría más <strong>del</strong> 10% de las<br />
exportaciones alemanas a República Dominicana.<br />
Desde que se dispone de cifras estadísticas regulares sobre las <strong>importaciones</strong> se advierte<br />
la primacía de la cerveza alemana. En 1905, primer año en que se tiene un desglose<br />
por países, de Alemania venían 20,061 docenas de botellas, de un total de 25,563, lo que<br />
representaba el 78% de la cerveza importada; le seguían Estados Unidos con 16% y<br />
Francia con 3%. 7 En lo fundamental, la alta ponderación de la importación de cerveza<br />
alemana se mantendría inalterada en los años siguientes. Si bien en 1906 la participación<br />
alemana en el suministro de cerveza se redujo a 72% (a causa de un incremento<br />
de la participación norteamericana a 23%), en 1909 se elevó nada menos que a 83%.<br />
Básicamente una situación parecida se observa en los datos de la Receptoría de Aduanas<br />
a fines de la década de 1920, no obstante el cese <strong>del</strong> comercio con Alemania durante<br />
la Primera Guerra Mundial. Para tomar un año, en 1927 Alemania seguía dominando<br />
con 74% <strong>del</strong> total, por un monto de US$259,629, lo que significaba el 12% <strong>del</strong><br />
total de las <strong>importaciones</strong> procedentes de ese país, que a su vez representaban el 7.8%<br />
<strong>del</strong> total de las <strong>importaciones</strong> nacionales. 8<br />
Otros países tuvieron incidencia considerable en la evolución <strong>del</strong> mercado cervecero.<br />
Algunas de las marcas de Estados Unidos gozaban <strong>del</strong> favor de cierto público. Fue el segundo<br />
país en importancia en la cerveza importada, aunque a considerable distancia de<br />
Alemania. Asimismo, se observan otros países con participaciones significativas, aunque<br />
claramente por debajo de Estados Unidos. En los años finales de la década de 1920 también<br />
Holanda tenía una participación en la importación de cerveza. No muy atrás estaba<br />
Gran Bretaña, sobre todo si se adiciona Escocia. Esto último evidencia que persistió<br />
durante largo tiempo el gusto por el tipo ale, de fermentación alta y generalmente<br />
oscura, como reminiscencia <strong>del</strong> <strong>siglo</strong> XIX. No obstante, ya se advertía una tendencia evidente<br />
al avance de la lager, lo que tenía su principal expresión en el peso de las marcas<br />
de Estados Unidos.<br />
La primacía alemana indica que la mayoría de los bebedores de cerveza seguían prefiriendo<br />
los tipos de sabor fuerte, como eran los más comunes en ese país. Sin embargo,<br />
quedaba atrás la preferencia previa por la cerveza de fermentación alta que se traía de<br />
Gran Bretaña a lo largo <strong>del</strong> <strong>siglo</strong> XIX, al tiempo que no calaba mucho la cerveza ligera<br />
predominante en Estados Unidos. Nonagenarios entrevistados señalan que la generalidad<br />
<strong>del</strong> público rechazaba la cerveza norteamericana por encontrarla aguada o insípida.<br />
9 De la misma manera, señalan que tampoco gustaban los tipos muy amargos de<br />
cerveza llegada de Alemania y otros países, aunque el hecho de que siguieran consumiéndose<br />
resulta indicativo de que mantenían un residuo de fieles.<br />
Esta orientación de las preferencias por un espectro bastante definido de tipos estaba<br />
llamada a sentar las bases para la cerveza que se plantearía producir la Cervecería Nacional<br />
Dominicana desde 1929.<br />
Ampliación de las marcas<br />
Hasta los primeros años <strong>del</strong> <strong>siglo</strong> <strong>XX</strong> resultaba excepcional encontrar en la prensa una<br />
mención explícita de una marca de cerveza. Los establecimientos generalmente anunciaban<br />
cerveza por el país de origen y, solo ocasionalmente, su tipo, como Stout o Ale.<br />
Es de anotar que una de las primeras marcas cuyo nombre se reiteró, como se vio en el