Nuestro País: El Estado <strong>de</strong>l Medio Ambiente Desastres Naturales Sismo Sanjuanino La provincia <strong>de</strong> San Juan está ubicada en la zona <strong>de</strong> mayor actividad sísmica <strong>de</strong>l país. Prueba <strong>de</strong> esto lo constituyen los cinco terremotos <strong>de</strong>structivos que la han afectado en los últimos 100 años. El último <strong>de</strong> <strong>el</strong>los, registrado en 1977, afectó seriamente a toda la zona centro-oeste <strong>de</strong> la <strong>Argentina</strong>, especialmente a la provincia <strong>de</strong> San Juan, y fue percibido en una superficie total superior a los 2 millones <strong>de</strong> Km 2 . El mismo consistió en dos terremotos, <strong>el</strong> primero <strong>de</strong> 6,6º en la escala <strong>de</strong> R i c h t e r, que actuó como dis<strong>para</strong>dor <strong>de</strong>l segundo, <strong>de</strong> 7,4º en la misma escala. Ambos tuvieron como epicentro al cerro Pie <strong>de</strong> a l Po . Las consecuencias fueron 65 casos fatales y más <strong>de</strong> 300 heridos. A<strong>de</strong>más resultaron afectadas las re<strong>de</strong>s vial, <strong>de</strong> riego y drenaje, la infraestructura ferroviaria, líneas <strong>de</strong> transmisión <strong>de</strong> energía <strong>el</strong>éctrica y la red <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong> agua potable. También se vio perjudicado <strong>el</strong> sector industrial vitivinícola. Natalia Riveros San Juan Vulcanismo La mayor concentración <strong>de</strong> volcanes en <strong>el</strong> mundo se ubica en la estruct u ra geológica que ro<strong>de</strong>a <strong>el</strong> Océano Pacífico, <strong>de</strong>nominada Círculo o Anillo <strong>de</strong> Fuego. La Cord i l l e ra <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s compren<strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los sectore s <strong>de</strong> dicho Anillo, es por <strong>el</strong>lo que a lo largo <strong>de</strong> esta ca<strong>de</strong>na montañosa en <strong>el</strong> oeste argentino se cuenta con una importante cantidad <strong>de</strong> volcanes. Aunque en la actualidad en nuestro país algunos volcanes se encuent ran activos, <strong>el</strong> riesgo que re p resentan es bajo dado que no hay poblaciones cerc a n a s . Los re g i s t ros <strong>de</strong> catástrofes r<strong>el</strong>acionadas con vulcanismo en tiempos recientes se originaron como consecuencia <strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong> volcanes chilenos que hicieron sentir sus efectos sobre <strong>el</strong> territorio argentino por la dispersión <strong>de</strong> cenizas, favorecida por los vientos <strong>de</strong>l Pacífico. Un evento <strong>de</strong> este tipo ocurrió durante <strong>el</strong> año 1991 en la provincia <strong>de</strong> Santa Cruz. El texto “La Furia <strong>de</strong>l Hudson” nos <strong>de</strong>scribe <strong>el</strong> hecho. A u n q u en u e s t ro país no se caracteriza por <strong>de</strong>sastres naturales extremos, <strong>el</strong> p roblema <strong>de</strong> las inundaciones está cobrando r<strong>el</strong>evancia a causa <strong>de</strong> los cambios climáticos que se están evi<strong>de</strong>nciando. Por lo tanto la mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong> la infra e s t r u c t u a r<strong>de</strong> drenaje <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s ciuda<strong>de</strong>s es una acción que <strong>de</strong>be ser ejercida <strong>de</strong> inmediato por las autorida<strong>de</strong>s municipales y pro v i n- ciales <strong>de</strong> manera <strong>de</strong> mitigar los riesgos asociados a este fenómeno. Por otro lado, la variación <strong>de</strong> precipitaciones en <strong>el</strong> área rural <strong>de</strong>be ser c o n s i d e rada mediante proyecciones que sirvan <strong>de</strong> base <strong>para</strong> <strong>de</strong>finir un manejo a<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong> los cultivos e impedir así la pérdidas <strong>de</strong> cosechas por inundaciones o sequías. Si bien los <strong>de</strong>sastres naturales no se pue<strong>de</strong>n evitar, es posible anticiparnos a sus efectos mediante <strong>el</strong> monitore o . Asimismo, los impactos que los <strong>de</strong>sastres naturales ocasionan en la población pue<strong>de</strong>n ser minimizados a través <strong>de</strong> la creación e implementación <strong>de</strong> políticas preventivas, a<strong>de</strong>cuados pro g ramas <strong>de</strong> acción ante cat á s t rofes y planes <strong>de</strong> educación <strong>para</strong> la población referidos a la pre v e n- ción y respuesta frente a dichos fenómenos. La Furia <strong>de</strong>l Hudson Cuando <strong>el</strong> volcán Hudson -ubicado en Chile- entró en actividad, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su cráter fueron expulsadas ton<strong>el</strong>adas <strong>de</strong> cenizas que alcanzaron territorio argentino. Las localida<strong>de</strong>s cordillera - nas <strong>de</strong> Los Antiguos y <strong>de</strong> Perito Moreno, en la provincia <strong>de</strong> Santa Cruz, fueron las primeras que vieron caer esta lluvia <strong>de</strong> ceniza que ensombreció sus vidas. Una capa <strong>de</strong> varios centímetros <strong>de</strong> ceniza se <strong>de</strong>positó sobre <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o y fue dispersada por los fuertes vientos <strong>de</strong> la región, llegando incluso hasta <strong>el</strong> sur <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Buenos Aires, aunque en muy bajas proporciones. Los habitantes <strong>de</strong> las localida<strong>de</strong>s más afectadas <strong>de</strong>bieron ser eva - c u a d o s, y otros que permanecían en sus hogares tuvieron que se - llar sus viviendas, usar barbijos y protección especial <strong>para</strong> los ojos. Entre los estragos que <strong>el</strong> Hudson produjo po<strong>de</strong>mos contar la pér - dida total <strong>de</strong> las cosechas que quedaron sepultadas bajo cenizas. Los pastos y aguadas, sustento <strong>de</strong>l ganado, corrieron la misma suerte y provocaron la muerte <strong>de</strong> un millón y medio <strong>de</strong> cabezas ov i n a s, lo que significó una enorme pérdida económica. Más allá <strong>de</strong> este <strong>de</strong>sastre que llegó sin avisar, una gran incertidumbre invadió a los pobladores, dado que los efectos a corto y largo plazo <strong>de</strong> este inusual episodio eran <strong>de</strong>sconocidos. Las versiones que circulaban en esos momentos acerca <strong>de</strong> los efectos a largo plazo que produciría este fenómeno afirmaban que las cenizas permitirían la fertilización <strong>de</strong>l su<strong>el</strong>o y una mayor productividad <strong>de</strong> las cosechas. En la actualidad esto se está evi<strong>de</strong>nciando, pero los rastros <strong>de</strong> este gris inci<strong>de</strong>nte aún siguen en la memoria <strong>de</strong> la sociedad santacruceña. Ignacio Barbor Tucumán 84 GEo <strong>Juvenil</strong> <strong>Argentina</strong>
2 : Jóvenes en Acción Nuestros Emprendimientos y Logros Organizaciones <strong>Juvenil</strong>es Ambientales