Job y su esposa: vivir con pérdidas - Ministerios PM

Buscar la ayuda de Dios en medio de la tribulación
“Y nunca se aparta nuestro Dios misericordioso del alma que con
sinceridad le pide auxilio. El es nuestro refugio en la enfermedad y en la
salud.” (MC, 171)
EL EXABRUPTO DE LA DESESPERACIÓN
Textos claves: Job 2:9-10; 19:17
MOTIVACIÓN
• ¿Pueden las personas buenas tener un descontrol verbal en un momento
de crisis y desesperación? ¿Quién puede mantener la calma en una
situación límite cuándo parece que el mundo se derrumba encima?
• San Agustín dijo que la mujer de Job fue “la cómplice del diablo” y Calvino
escribió que fue “un instrumento de Satanás”. ¿No son juicios
condenatorios excesivos?
• ¿Qué relación encuentra entre la esposa de Job y Eva, la primera mujer?
¿Qué diferencias hay entre las reacciones de Adán y Job?
EXPLORACIÓN
«Entonces su esposa le dijo: ‘¿Aún mantienes tu integridad? Maldice a Dios, y
muérete’.». (Job 2:9)
• “Sólo conocemos el exabrupto de la esposa y madre que sufrió la muerte
de sus hijos y la pérdida de todo lo que tenía, harta de penar y fastidiada
por la situación intolerable. Sabemos que tuvieron diez hijos antes (1:2) y
otros tantos después de la enfermedad del esposo (42:13), lo que supone
un vínculo, por lo menos, muy productivo. El texto narra que la esposa
dijo: "¿Qué beneficio te trae tu virtud? Bien podrías maldecir a Dios y
esperar las consecuencias" (2:9). Sin embargo, la versión de los LXX
prolonga mucho más el discurso de la esposa, evidenciando su
desmoralización y la claudicación de la esperanza. Lo registra en estos
términos: "Y cuando había pasado mucho tiempo, su esposa le dijo:
‘¿Cuanto tiempo más aguantarás diciendo, ‘He aquí, esperaré todavía un
poco más, aguardando la esperanza de mi liberación’? Pues, mira, tu
memoria ha sido raída de la tierra así como tus hijos e hijas: las angustias
y los dolores de mi matriz que en vano concebí con dolores, y tu mismo te
sientas para pasar las noches al aire libre entre la podredumbre de los
gusanos, y yo soy errante y sierva que va de aquí para allá, y de casa en
casa, esperando el crepúsculo para poder reposar de mis tareas y de mis
angustias que ahora me acosan: pero di alguna palabra contra Dios, y
muérete’.” (3CBA, 503-504). Se trata, pues, de la esposa del enfermo, el
relato de la angustia y la tribulación que resulta tan diferente al de la
estabilidad.”
• “La mujer de Job afirmó: ‘bendice’ o ‘maldice a Dios y muérete’? La
respuesta de Job parece apoyar la idea del uso de ‘bendecir’ como un
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