Aldaba_30_agosto_2011

‘‘...la ‘empresa de la viuda
de Pinillos de Sevilla’, que
envió un proyecto de festejos
para la Feria, o el que envió
Francisco Ferrer, quien
ofertaba ‘globos aerostáticos’
para festejos ‘al mismo tiempo
que enumeraba la gran
cantidad de posibilidades
que ofrecían’...”
mes de abril, también se dio orden de pago a “Eduardo
Gallo de Sevilla por la iluminación y carteles de la Feria de
San Bartolomé de 1896”. Por cierto, que el pago se retrasó,
y el interesado no llegó a verlo vivo, y dos meses después
se volvió a tomar un acuerdo similar
pero, para al beneficiario, bien diferente;
en concreto, se acordó que
“ante el fallecimiento de Eduardo Gallo
(de Sevilla) se acuerda pagar a sus
herederos la cantidad de 1.447’55 pesetas
en concepto de alquiler de alumbrado
de feria para las Ferias de San
Bartolomé de los años 1895 y 1896”.
En el mismo año pero en septiembre,
el día 1 concretamente, se acordó
el pago de 100 pesetas a cada uno a
“Mariano García y Manuel Chamorro
como honorarios de sus bandas de música,
para bailes, por la Feria de San Bartolomé”. Igualmente
se ofrecían al Ayuntamiento los servicios de empresas
especializadas en el tema, como lo fueron las ofertas
que hiciese la “empresa de la viuda de Pinillos de Sevilla”,
que envió un proyecto de festejos para la Feria (del
que se dijo que se tendría en cuenta), o el que envió Francisco
Ferrer, quien ofertaba “globos aerostáticos” para festejos
“al mismo tiempo que enumeraba la gran cantidad
de posibilidades que ofrecían”.
También había espectáculos taurinos
que se celebraban en una plaza
medio portátil que se colocaba en los
solares hoy ocupados por el Colegio de
la Divina Pastora y de la que mostramos
una fotografía en el apartado “Del
pasado efímero”; tenemos constancia de
que en el año 1895 la Junta directiva de
la denominada “Sociedad taurina de
Martos” ofrecía “la recaudación de las
dos corridas de la Feria de San
Bartolomé al Hospital”; para ello solicitaban
la colaboración y ayuda del Ayuntamiento,
nombrando a Miguel Marín Aparicio delegado de
la empresa para que negociase con el Ayuntamiento.
También había concurso de Bandas de música,
como nos lo demuestra el acuerdo que se tomó en 1895,
cuando el Alcalde informaba al Pleno del nombramiento
“de presidente del jurado calificador del Certamen
de Bandas Civiles de la Feria de San Bartolomé
a Manuel García Almazán, natural de Martos y vecino
de Madrid, miembro de la música de los
Alabarderos, del Teatro Real y de la Sociedad de Conciertos
de Bretón y catedrático del Conservatorio de
Música”. Siguió informando que el interesado había
aceptado el nombramiento “muy gustoso”, por lo
que el alcalde pidió al Pleno que “se tuviese con él
un detalle”. El Pleno acordó nombrarle “Hijo Predilecto”
11 .
EL CARNAVAL
ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL
Documento de oferta de ‘‘globos aerostáticos” para los festejos.
El Carnaval siempre ha sido una fiesta que ha
gozado de gran predicamento en casi todas las poblaciones
de España. Aunque las fiestas carnavalescas
pueden tener su origen en los tiempos de los antiguos
sumerios y egipcios (hablamos de 3 ó 4.000
años a. de C.), son las celebraciones romanas las que
más han influido en las actuales, sobre todo las que
celebraban en honor a Baco (dios del vino), en las
que las gentes, durante días, compartían como iguales,
incluso con los esclavos, las diversiones o de las
saturnales y las lupercales, y está, en los tiempos modernos,
íntimamente asociado al catolicismo. El origen
del vocablo parece ser que es latino y vendría de
“carnelevarium”, que se refería al hecho de quitar la
carne, algo relacionado con el hecho de la prohibición
del consumo de carne en la Cuaresma cristiana.
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